Ano I. Teruel 15 de Febrero de 1883. Núm. 3. LA ... - CORE
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Ano I. Teruel 15 de Febrero de 1883. Núm. 3.
L A ASOCIACION, REVISTA PROFESIONAL Y CIENTÍFICA DE MEDICINA Y CIRUGÍA. FARMACIA Y VETERINARIA OE LA PROVINCIA OE T E R U E L .
REDAGGIOiSr Y ADMINISTRACION.
Galle de Alcañiz, núm. 4.
PRECIOS DE SUSCRICION.
Un año. . . . . . . . 6 pesetas. Un semestre. . . . . 3»50 > Adelantado.
SE PUBLICA LOS DIAS QUINCE Y ÚLTIMO DE CADA MES.
LA PIEDAD DEL MEDICO. Si al profundizar en los arcanos de la
ciencia^ dejamos en el corazón la fría y • desconsoladora duda, royéndole y apesadumbrándole, ¿podrémos conocer cuanto de grande y sublime se alberga en sus arcanos? Génio de la verdad, augusto mensagero de un Dios bondadoso ó infinito, tú lo sabes, tú lo adivinas todo; y al ver que el hombre se aparta de tus inspiraciones, ¿cómo puedes iluminarle? ¡Oh! si tú dejares de iluminarle, se perdería á cada instante, en el sendero de tu dolor.
Varias veces me he preguntado, si se podría ser módico, sin ser creyente; y una voz mágica y consoladora^ me ha respondido desde lo más recóndito de mi alma: Para ser médico, es preciso creer ciegamente en la divinidad, tener una fó acendrada, y llevar por el camino de la piedad, todas las investigaciones. La piedad, hizo que Platón, que Descartes, que Leibnit, establecieren una lógica fija de investigación, iman-tando sus ideales con aquella tiernísima simpatía, que dirigiendo las operaciones de la razón, supieron de este modo con-vinar y enlazar, sin ensañarse con nadie, los conocimientos filosóficos, como la gota de agua, juntándose á otras, hace que la tierra libe por todos sus poros ondas benéficas, que penetran por arterias invisibles, para hacerla fértil y abundadora. El proceder del médico, se diviniza con un conjunto de ideas.
de un orden superior. Líquida ó gaseosa el agua, es pura, como puro es el pensamiento del módico creyente y humanitario, que compenetrado de una piedad sublime, dirije todos sus propósitos, á engrandecer la idea del Eterno, por la conservación de su predilecta obra, con unos medios suaves, rápidos y seguros, que parten de una sagacidad, de un ingenio, que no admiten conjeturas.
Desde lo más oculto de la tierra, brotan agentes de vida, que, condensándose en el infinito espacio de la atmósfera, reaniman y se mezclan con las nubes formadas también por el agua que se evapora en espirales en la superficie de los mares, trasportándose por el impulso de los vientos, á todos los climas. ¡Qué coincidencia tiene aquel fenómeno admirable, con lo que pasa dentro del corazón del módico! Impresionado á cada instante por los dolores y sufrimientos de sus semejantes, siente que á raudales brotan en aquel mundo de agitaciones misteriosas, efluvios do piedad, que recorren todas las sendas de los padecimientos, llevando á todos sus más ín timos cálices de amargura, néctar que allí se absorve, como el rocío que cae .sobre el cáliz de las flores, á la hora en que el alba proyecta sus tintas de amor y vida, sobre la tierra que ha languidecido por la noche ¡Oh admirable privilegio de la ciencia! ¡Oh suma de consuelo, que naces en la eternidad, para no morir nunca, en el Océano de los dolores de la vida! "-""^.^
LA ASOCIACION.
El módico, es el ser por excelencia para endulzar los sufrimientos: su idea creyente y humanitaria, es como el aliento de los ángeles, velando el sueño de los niños, abrigándolos con sus alas, y coloreando sus megillas, con las miradas de sus dulcísimos ojos.
Si hubiere en las flores un lugar más predilecto que el que las abejas quieren oscular libando allí la ambrosía de su dulzura, el médico debería ocuparlo, para tener una verdadera compensación á sus ideales, á su piedad, simpatía que arroba y embelesa el espíritu, consolando con innefable armonía.
Lo mismo que el ángel de la luz, el médico presenta todos los caractéres de la inmortalidad. Estos caracteres piadosos, ofrecen un espectáculo de pontifical, que dependen del concurso simultáneo de gran número de conocimientos superiores. La marea al rededor del globo, es un símil de la piedad infinita del médico al rededor de la humanidad. Ante esa piedad divinizada por el heroísmo, los ódios y rencores se desvanecen, pues el ojo enfermizo, desde el fondo del lecho de la muerte, tiende desmayada ansia, que es como el hielo que se parte, se derrite, al contacto de las calientes aguas del Guef—Slream, con sus dos brazos que hácia el Norte y Sur, redobla y se divide, formando esa mar libre, que culmina sobre todos los fenómenos del universo. La corriente polar parece subyugar su brazo izquierdo; pero pasa por debajo de ella y reaparece, como la piedad del médico reaparece también, después de haber sido torturada por el indiferentismo, que le ocasiona frecuentemente sérios disgustos y amarguras. En este martirio se mezclan lágrimas comprimidas, que ruedan por sus megillas tímidas y silenciosas, como silencioso y tímido es el desgraciado arrojado del banquete social, por séres armados del puñal de la venganza, que la estéril soledad del alma no puede rechazar.
No conocen al médico ni los mismos que viven y se albergan con él, bajo el mismo techo: lleva el peso de la cruz sobre su frente, y tiene que contemplar la trémula agonía, lamentándose de no poder sujetar la segur que la parca blando sobre el enfermo, á quien con apostólica fé cuidáray eonsolára.
Para su trabajo, se disputa el prémio. Su caridad no asombra, ni su unción se abmira: oye la voz de la insolencia, y tiene que filtrarla, porque no quiere que su mansedumbre pierda el aroma de los cielos, con el cual su espíritu cobra á cada instante nueva vida.
Cada gota de agua, cada flor, cada yerbecilla, realizarán un ideal que encanta.
El céfiro con sus hebras misteriosas, no puede ménos de acariciar la frente del misionero de la salud, que perlas desconocidas adornan, brillando ante la faz de los ángeles. Sombras de dolor le siguen, voces dolientes, que llaman por el que lleva consigo sus dichas y reposo; y él, á todos brinda consuelos, recordándoles que la vida es como el perfume de la flor, que á la mañana extasía, y á la noche entristece.
Se han hecho increíbles esfuerzos para que el médico sea venerado como el sacerdote, con objeto de que su misión brille como la de aquel, y se recompense como un mandato. Llegada la hora del prémio, voz fatídica le insulta, y se disputa aquel premio, con el sarcasmo y la ira de los espíritus i n fernales.
Su misión, que pacíficamante realiza obras de caridad y consuelo, tiene que someterse á fiscalizaciones arbitrarias y despóticas. La dulzura brota de sus hechos, como un manantial brota agua del nacimiento que hace arroyos, y de estos nacen riachuelos, y de los cuales mana el caudal de los ríos que rinden el tributo de todas las corrientes de agua al mar, depósito común de donde salieron en forma de vapores, tenues y misteriosos, como los suspiros de las almas que buscan la felicidad.
La piedad del médico, es para los enfermos lo que la sangre para el cuerpo humano. Lleva por do quier ráfagas de amor y alegría, bajo formas distintas y consoladoras.
Un día, dobla su cabeza sobre el pecho; exhala suspiros angustiosos, y termina en la tierra su misión de caridad, sacrificado por los mismos á quienes dió aliento para la vida, martirizado por los que no le comprendieron; y privado de los placeres que en copa de oro apuran los que especulando con la ignorancia, tienen la fortuna de poseer cuan-
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to el regalo inventa, para las delicias de la materia.
Estraño parece que algun módico goce de alguna fortuna: de su piedad nadie se acuerda, ni tampoco se solicita su concurso intelectual, para que el bien público no se esterilice.
La piedad del médico, será siempre un tesoro de delicias para la humanidad afligida, de cuyo cáliz las abejas podrían sacar dulzura y las aves néctares, y el aire aromas; y si no los tuviera, aun así y todo sería un refugio de peregrinos, para transfigurarse en alados querubines, con todo el exornamiento de la beatitud apocalíptica.
DR. LÓPEZ DB LA VEGA. Madrid y Febrero de 1883.
EMPEZAMOS.
Afirmamos repetidas veces en el minero anterior que numerosos comprofesores nuestros, de todas clases, se ha-3 i a n dirigido á nosotros aplaudiendo el pensamiento de dar á luz nuestro pe-iódico provincial. De todas ellas prometimos ocuparnos del modo mas i m parcial, equitativo y justo. Más resultando que entre los innumerables escritos que obran en nuestro poder para el objeto, aparecen unos firmados por respetables Subdelegados, que diligentes lian contestado á nuestras amistosas i n dicaciones, otros por ilustrados médicos que llenos de entusiasmo prometen secundar nuestros esfuerzos, y no pocos de laboriosos farmacéuticos é inteligentes veterinarios, hoy que vamos á cumplir nuestra promesa, esperimentamos un placer singular, como fijamente sucederá á nuestros favorecedores, cuando les digamos que hemos dado la preferencia á los más humildes, á los de nuestra última clase, ¡yá que por desgracia haya de haber clases entre los que deben asociarse como hermanos! Hablamos^ pues, de los practicantes.
Semejante preferencia se amolda perfectamente bien dada la modestia que inspira nuestra publicación, asi como evidenciamos lo mucho que para nosotros representa esa clase, cuyo concurso también solicitamos.
Oigamos, pues, y especialmente los á quienes se clirije, la voz de un compañero. Pensando y obrando así, es como se alcanza la consideración y cariño que para tan humilde clase, no en vano se pide de los médicos. No olv i den los consejos que amistosamente les indica y aprendan también, en la adversidad, á inspirarse en los sentimientos que del prestigio de nuestra ciencia demuestra al denunciar hechos como los que refiere.
Vengan trabajitos como el del señor Muñoz, esa sencillez y esa naturalidad nos encantan. No haya miedo, y que comprendan los de su clase y todos que no hemos de regatear nuestros aplausos á los que directa ó indirectamente contribuyan á levantar el espíritu de nuestras abatidas clases.
Un aplauso, pues, al Sr. Muñoz, y lean ahora nuestros compañeros las sentidas palabras de un practicante.
A L O S D E M I C L A S E .
La redacción del periódico de Medicina, Cirugía, Farmacia y Veterinaria titulado LA ASOCIACIÓN se ha dignado dirigirme su primer número en el que me ha sorprendido leer, en vista de nuestro olvido de siempre, el llamamiento á los practicantes para que cooperen á su sostenimiento.
Como practicante que soy no puedo menos de hacer público el regocijo que mi corazón siente al comprender, en mi pobre opinión, los altos fines que encierra y los ópimos frutos que pueden sazonar a l calor de la idea tanto tiempo sentida y hoy llevada á cabo. Y cuando así lo concibo, permítanme señores redactores para que Heno de fé en tan salvador pensamiento y de admiración por las respetables personas que lo inician, llame á mis compañeros de clase á una inteligencia recíproca y puestos de acuerdo con nuestros superiores los médicos, formemos siquiera en última fila en la Asociación facultativa que se | proyecta.
Compañeros: llegó la hora de hacer retroceder el indiferentismo con que hasta la fecha se nos há mirado á los practicantes. Yá lo veis, nos llaman y de poco nobles sería no acudir á la cita.
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siquiera con la prevención á qué repetidos desengaños ha lugar. Acudamos, pues, que siempre, y hoy mas que nunca, han comprendido gravita sobre nosotros su descanso en ausencias y enfermedades, así como somos llamados en los casos sencillos á prestar los primeros recursos de nuestra ciencia yá que á ella pertenecemos, si bien cual humildes y laboriosos operarios.
A nosotros toca poner en juego cuantos conocimientos hayamos adquirido y podamos adquirir y estén á nuestros alcances, para hacernos merecedores de la confianza de los clientes y de la protección del médico que tanto hemos de necesitar: para ello seamos estudiosos, aplicados, laboriosos; inquiramos á la cabecera del enfermo y juntamente con el médico cuanto pueda contribuir á aumentar nuestros conocimientos; procuremos tener idea de los principales medicamentos y saber las cantidades á que se han de administrar fijándonos para ello, muy mucho, en las fórmulas y prescripciones en general del médico, nuestro inmediato superior. Me diréis que pido mucho, pero no es así: tened libros prácticos, un periódico cuando menos, preguntad sin rebozo al médico cuando se halle entre vosotros lo que debéis hacer en sus ausencias, la manera como os habéis de conducir y todo ello os dará la suficiente aptitud para alcanzar el mayor bien á que podamos aspirar, la confianza del cliente y el aprecio de nuestros médicos.
Consideremos al médico como padre, como director y como maestro; como padre, para que con sus consejos nos conduzca al bien apetecido; como director, para que nos dirija á obrar bien y cual cumple á nuestra clase en el terreno social, y como maestro para que nos enseñe lo mas indispensable á apreciar síntomas y hasta diagnosticar con algun acierto durante su ausencia.
Obrando con cordura á sus órdenes y cumpliendo cual buenos nuestro deber, tendremos derecho á pedir su protección y la de los señores Subdelegados, y ahijarnos hán en la obra de regeneración que con la aparición del nuevo periódico y su Asociación no hade hacerse esperar. También, y obrando así, es á mi ver la única manera de destruir y estirpar el cáncer de la i n
trusión, gérmen que corroe yá que descaradamente invade nuestra desgraciada clase.
Permítaseme en confirmación de ésto decir, que no muy léjos de la capital, campa la intrusión á ciencia y paciencia de todos, como puede verse en Perales, Lidon, Visiedo, Riodeva, Trama-castiel. Libros y otros pueblos: no culpo á los intrusos, es la culpa de los médicos que los protejen y de las autoridades que lo consienten. Reclámese el título, que medios hay para ello, y de esa manera se verá donde reina la i n trusión, no dándose el caso de que los que poseemos un título, á costa de no pocas privaciones, nos hallemos aislados como me sucede á mí que hace dos años me revalidé y éste es el dia que no he podido colocarme: ¡¡esto es triste!! ¡¡muy triste!!
No digo mas por hoy, pues comprendo debo molestar la atención del lector: concluyo, pues, dando las mas espresi-vas gracias, en nombre de todos mis compañeros, á los que han concebido tan feliz idea, y rogando á Dios que con la unión de todos los búenos, podamos recoger el fruto qué, con la fuf tura Asociación, todos deseamos.
Ramon Muñoz. Villastar y Enero 1883.
Cumpliendo con el grato deber que nos hemos impuesto, de atender por igual á todas las clases profesionales que representamos en la prensa en esta provincia, damos publicidad al siguiente escrito que recibimos, acompañado de una entusiasta y cariñosa carta, de nuestro querido comprofesor y amigo Sr. Repolles, farmacéutico de Muniesa.
Dice así:
¡¡ADELANTE!! _ Recien sufrida mi última metamósfo-
sis escolar, entré de lleno en el ejercicio de la profesión, revestido del mayor entusiasmo, hijo de las ideas todavía latentes que mis queridos maestros me habían inculcado, de amor á la profesión y á las Ciencias en general: Más en el corto tiempo que milito en ella, hé visto ya algun desengaño al palpar
' mas de cerca y prácticamente las t ra-
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bas que se oponen á nuestro apetecido bienestar.
Sin embargo, no ha decaido mi espíritu, no bastan unos pocos reveses á desalentar al que con verdadera fó, se consagra á tan sagrado ministerio, pues si bien es cierto, que á la farmacia no se la considera como merece, no lo es menos, que de vez en cuando se manifiesta ella llena de vida, y dispuesta á todo trance á romper las cadenas que la esclavizan, lo cual me hace recobrar de nuevo el entusiasmo.
Una muestra de su vitalidad es la pasada exposición Farmacéutica verificada en la Corte en estos últimos meses, inaugurada por S. M. , y á la que asistieron no pocos Farmacéuticos, los que han demostrado con sus productos,, que no está la Farmacia Española sumida en la inercia, ni ajena á los adelantos que lleva consigo la civilización, y que los farmacéuticos españoles, no se concretan como algunos creen á despachar simplemente lo que se les prescribe, sino que por el contrario, se dedican á obtener las primeras materias en su bondad y pureza, y esplotan todas aquellas industrias, que tienen relación inmediata con la farmacia, siempre que las localidades y demás cir-ucu^sancias lo permitan.
Leyendo estaba en el periódico profesional la descripción del certámen, cuando llegó á mis manos el primer número de LA ASOCIACIÓN, cuyo título me alentó desde luego, y ¿por qué no decirlo? al leer los nobles proyectos de sus fundadores, sentíme arrastrado hacia ellos por esa simpatía misteriosa que inspiran ios h é roes, y divisé nuevos horizontes, si como es de esperar respondemos unánimes á su llamamiento las clases médicas en general.
Recibid, queridos compañeros mi más completa adhesión para cooperar á la realización de nuestro ideal, que si logramos conseguirlo, á vosotros tocará la mayor gloria, pues vosotros, á semejanza del fermento, que provoca grandes y diversas reacciones, habéis iniciado el movimiento para salir del estado neutral é indeferente en que nos hallamos y se os deberá por consiguiente nuestro encumbramiento.
Unámonos todos, nó con la fuerza de la afinidad, sino con la fuerza de cohe
sión, como átomos homojenes é iguales, para formar un todo continuo, donde se estrellen todas las tentativas que se conjuren en nuestra contra, pues como dice el verdadero axioma, la unión es la fuerza.
Dentro de nuestros mismos conocimientos está la garantía de esta verdad, y así como el Carbono, se nos presenta en diferentes variedades según su mayor cohesión, hasta llegar al claro diamante, (instrumento fiel de dureza por su unión,) debemos nosotros estrechar las distancias que nos separan, sin dejar el menorintesr-ticio, y haciendo esto, llegaremos al pináculo de nuestro bienestar, y este á su vez será el de la sociedad entera.
Pascual Repolles. Muniesa 7 Febrero 83.
Sección de noticias.
Varios Sres. Subdelegados y muchos profesores de veterinaria de esta provincia, como era de esperar de su reconocido celo en bien de la clase y probado patriotismo, nos han escrito prometiendo dar conocimiento puntual á esta Redacción, cuando aparezca alguna enfermedad enzoótica ó contagiosa en todas las clases de ganados, de sus respectivos distritos y localidades; lo cual agradecemos mucho, pues tenemos la plena convicción que así procediendo todos pronto conseguiremos una reforma tan ventajosa en las costumbres que permita la lógica y natural intervención de los veterinarios en todos los asuntos que son de su incumbencia legal; evitándose de este modo muchos peligros y los perjuicios grandes que hoy tienen lugar así para la salud pública como para la ga-nádería, principal riqueza de este país.
Bien por nuestros compañeros, que en breve nos facilitarán los medios para que podamos formalizar en el periódico una nueva é importante sección.
Los ganados lanares que están padeciendo de la viruela en los pueblos de Peralejos y Villalba baja, del partido j u dicial de esta capital, según noticias fidedignas, siguen la marcha regular y ordinaria en su padecimiento, sin que,
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afortunadamente, se tenga conocimiento de nuevas invasiones.
En el primero de los pueblos citados, no ocurren por fin muchas defunciones de reses, porque se tiene ya mas cuidado y observan mejor los buenos preceptos de la higiene.
En el caso probable de anunciarse la vacante del partido de farmacia de Miranda de Arga, se hace saber á los que piensen solicitarla, que si no quieren ver defraudadas sus esperanzas y por lo tanto comprometidos .sus intereses, se avisten antes de pretenderla con el que desempeña dicho cargo en el susodicho pueblo, de la provincia de Navarra, D. Pedro Ruiz Ortega, quien tendrá gusto en contestarles participándoles los motivos de la espresada vacante.
No sabemos si en la vacante de Valde-rrobres, que vemos anunciada en el Boletín oficial de esta provincia y de que hablamos á continuación, habrá también algun busilis parecido al de Miranda de Arga; más para proceder con el mayor acierto los que intenten solicitarla, nó entendemos que obrarían mal preguntando sobre el caso á nuestro amigo médico y Subdelegado de medicina dol partido, residente en dicha villa, 1). Remigio Villero.
Las titulares de Medicina y Cirugía de la villa de Valderrobres se hallan vacantes por dimisión del profesor que las desempeñaba. Su dotación, consiste en 999 pesetas anuales, pagadas por trimestres vencidos del presupuesto municipal, reservándose además la libertad de realizar contratos con los vecinos para prestarles la asistencia y servicios de profesión; pues sin embargo de haberse anunciado en el Boletín oficial de esta provincia correspondiente al día 20 de Julio .último, no se ha presentado ningún aspirante. Los que deseen solicitarlas dirigirán sus instancias documentadas áilaAlcaldía hasta el dia i.0 de Marzo próximo, pues pasado dicho día se proveerá.
El Sr. Presidente de la Junta organizadora de la Sociedad de veterinarios, ha circulado aviso á todos los profesores residentes en el partido judicial de esta capital, para que se sirvan con
currir el dia l,0de Marzo próximo, á las 11 de su mañana, á la Redacción de LA ASOCIACIÓN, con el objeto de tratar asuntos propios de la referida clase profesional.
Y nosotros á ruegos de dicho señor, lo hacemos público con mucho gusto para que, llegando á conocimiento de todos, puedan asistir á la expresada reunión, nó solamente los veterinarios del partido de Teruel, si nó los que lo tengan por conveniente, cualquiera sea su residencia.
Aplaudimos la actitud de los profesores de que se trata—digna de imitarse por todos—pues revela que tienen muy presente que las frecuentes reuniones son para los individuos de una clase de positiva utilidad, porque por tal medio se instruyen, estrechan sus relaciones, se olvidan diferencias injustificadas, renace la emulación, se aviva el amor al estudio, se solventan dudas sobre puntos científicos y se robustecen por fin los vínculos de fraternal armonía que jamás deben faltar entre ellos y todos nosotros.
La Comisión del Congreso de señores Diputados encargada de emitir dictámen relativamente al proyecto de ley de Sanidad, poseída del deseo de proceder con el mayor acierto en el asunto, parece acordó oir á las personas que lo desearon los días 4, 5 y 6 del presente mes; por lo cual, es de suponer que se harán modificaciones importantes al antiguo proyecto y no se omitirá tener en cuenta las justas observaciones que se hayan hecho, especialmente por los farmacéuticos y veterinarios, pues, como dijo oportunamente nuestro aprecia-ble colega «LosAvisos>, todos somos hi jos de Dios y herederos de su gloria.
Hemos recibido la primera entrega de «Los Episodios de la Práctica Médica.» Obra de que es autor D. Ricardo Fa-jarnés, y se recomienda especialmente por lo instructiva y económica, como podrán ver nuestros lectores en el prospecto que insertamos al final de la ú l tima plana.
Por fallecimiento del Excmo. señor D. Eugenio García Ruiz, que presidía la Comisión que entiende en el dictámen
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del proyecto de la ley de Sanidad civil , en el Congreso de Sres. Diputados, se ha nombrado en su reemplazo á D. Pe-di-o Torres, Director general de Beneficencia y Sanidad.
L I S T E R Y GÜERIN.
U i f f l C1RUJIA ANTISÉPTICA. HISTORIA. PRINCIPIOS. MANUAL OPERATORIO Y SUS RESULTADOS
P O R E L
DR. D. JUAN AGUILAR Y LARA, Profesor clínico, por oposición, en la Facultad de Medicina de Valencia, encargado de la
Cátedra de Fisiología humana, etc., etc.
Al celoso y digno profesor veterinario, residente en una de las principa- ! les comarcas productoras de ganados en I esta provincia, que nos escribe manifestando deseos de conocer nuestra opinión sobre el decreto de 10 de Noviembre último, relativo á la cria caballar, sin perjuicio de que en otra ocasión tratemos del asunto con la ostensión que su importancia reclama, solo le diremos hoy, que consideramos dicha disposición como pasatiempo ó simple conato de imperfecta reforma, que se presta por otra parte, á un despilfarro mayúsculo, si, como es de suponer, cuando se confeccione el Reglamento especial que promete—si se llega á dar— se persiste en que sean el todo en el ramo los aficionados y rutinarios de siempre, omitiendo en él organizar convenientemente á los veterinarios.
Nada de bueno "es posible esperar en la producción de la riqueza de que se trata, mientras á nuestro personal facultativo no se le retribuya, organice y atienda en los asuntos pecuario-agrí-colas que son de su incumbencia legal; haciendo que se formen especialidades provechosas, tan diferentes, como son distintos los departamentos administrativos á que los ramos corresponden y los conocimientos científicos. que tienen que aplicar, variables siempre también, por razones de localidad, su significación y alcance.
BIBLIOGRAFIA
Ilustrada con magníficos grabados intercalados en el texto y láminas cromo
litografiadas.
Con mucho placer empezamos esta sección de nuestro periódico ocupándonos de un libro que acabamos de recibir «La nueva Cirujia antiséptica^ escrito por D. Juan Aguilar y Lara, profesor clínico por oposición de la Facultad de Medicina de Valencia, etc., etc._ Y decimos con sumo placor no tanto por la importancia del asunto de que trata, hoy muy de actualidad, cuanto que nos dá ocasión para saludar al antiguo amigo y condiscípulo el ilustrado profesor que tantas y tan repetidas pruebas de consideración ha merecido al mundo médico con motivo de unas desgraciadas oposiciones á la cátedra de Fisiología vacante en las facultades de Valencia y Valladolid.
Pero dejando esto á un lado, que bastante ha dado que hablar y harto se han ocupado de' ello tanto los periódicos profesionales como los políticos, por cierto con gran gloria para nuestro caro amigo, vamos á decirles á nuestros compañeros dos palabras de tan útil é interesante libro y doctrina en que se funda.
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No es necesario decir hoy lo que es el método antiséptico ni los fundamentos en que descansa la nueva doctrina antiséptica, hallándonos perfectamente convencidos de la existencia de un número de enfermedades á las que se ha atribuido cierta y merecida importancia etiológica desde el momento en que reconocen como causa de su existencia la acción patogenia de organismos vivos sobre nuestra economía.
Persuadido Zister de los perniciosos efectos de la admósfesa que respirábanlos heridos, creyó que las complicaciones tan frecuentes que los arrebataba, debían ser atribuidas á los numerosísimos gérmenes que Mr. Pasteur estudiaba en todos los medios que nos rodean, y siguiendo las doctrinas del eminente químico francés ha fundado después de doce años de repetidos esperimentos toda una práctica quirúrgica, ha anunciado acontecimientos notables y modificaciones profundas en los resultados de la práctica que son el mejor timbre de nuestra cirujía moderna.
Convencido de la teoría délos gérmenes, pues, tal y como la explica aquel sábio químico, admitiendo la existencia de parásitos en la admósfera, en el interior del organismo y en cuanto se fijen ó pueden fijarse nuestros sentidos, ha demostrado que en virtud de ciertos procedimientos, el cirujano es dueño de obtener resultados que nunca hubiera podido soñar, resuelto á la vez la cuestión de
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insalubridad, la de acumulación de operados, la de modificar los procesos de reparación, todo al principalísimo objeto de aumentar y perfecionar la acción y el poder del cirujano.
Semejante revolución, si así podemos expresarnos, no podia menos de encontrar cierta oposición y lo que es peor, incredulidad de parte de muchos que á la postre y ante la evidencia de los hechos so tornaron en sus más entusiastas admiradores. Lucas Champio-niere en Francia, Valkmaun en Alemania, Saxtorph en Dinamarca y cien más que pudiéramos citar, se constituyen en sus más ardientes defensores, fundan periódicos, escriben libros, abren clípicas y por fin Italia, Portucral y Europa entera tratan á sus heridos y practican todo género de operaciones bajo el procedimiento yá clásico conocido con el nombre de cura de Lister ó método de Lister.
España, desdeñosamente no citada por los que de este método se han ocupado, no por ello permanecía indiferente al, movimiento general iniciado ea favor de la cura de Lister, y yá en 1876, ante numeroso público vemos al escelente práctico y muy querido maestro nuestro, Dr. Enriq ue Ferrer y Viñasta practicar una amputación del muslo según el método del eminente cirujano de Edimburgo, cuya práctica se ha hecho general en la Facultad de mediciua de Valencia y cuyas gloriosas conquistas han proseguido y prosiguen los Aguilar, Magraner, Gimeno y otros prácticos de aquel pais.
Tampoco debemos olvidar, yá q ue nos hemos permitido esta pequeña digresión histórica, y para no pecar de injustos, que otras facultades entre ellas las de Cádiz y Barcelona, enseñan á sus alumnos con todos sus detalles la cura de Lister que podemos decir, en una palabra, constituye el método ordinario de gran número de cirujanos españoles.
Esparcidos en cien distintas obras los trabajos preliminares y cuerpo de doctrina de la Nueva Cirujia antiséptica, difíciles de indagar amen da recurrir á los grandes centros, el Dr. Aguilar y Lara con «¿a nueva cirujia antiséptica» ha prestado un verdadero servicio á la clase médico-farmacéutica rural, al reasumir en un elegante tomo, como en general lo son los editados por D. Pascual Aguilar, todo cuanto sobre el particular se ha dicho en el libro ó el periódico, en la revista ó en el folleto, haciendo públicos muchos datos que ó permanecían ignorados, ó se hallaban esparcidos de tal modo que era dificilísimo encontrarlos.
La novedad de esta obra, aparte del mérito intrínseco, consiste en la variedad de grabados y láminas litografiadas que la adornan, y lo que es todavía mejor, por la multitud
de casos prácticos y operaciones llevadas á feliz término bajo los auspicios del nuevo método; circunstancias todas que hacen indispensables el libro del Dr. Aguilar en la librería de todo aquel que quiera seguirá nuestra ciencia por la senda vertiginosa del progreso moderno.
Recomendamos, pues, eficázmente á nuestros amigos los médicos y farmacéuticos, se hagan con tan precioso libro, seguros que luego más tarde, cuando á la cabecera del enfermo hagan aplicaciones de los sábios preceptos en él esparcidos, nos han de estar agradecidos.
ANUNCI d a EPISODIOS
DE LA PRÁCTICA MÉDICA, M Í S O E U N E A INSTRÜCTIVO-REGREATIVA
ILUSTRADA CON LÁMINAS Y GRABADOS, P O R
D. RICARDO FAJARNÉS, Médico Mayor de Sanidad Militar.
Esta obra^ única en su género, escrita para ilustración del pueblo, está dedicada especialmenie á los médicos, cirujanos, farmacéuticos, veterinarios, ministrantes y estudiantes de estas profesiones, á los enfermos y á sus familias. Consta de varios tontitos de más de 200 páginas, pero cada tomo forma una obra completa ó independiente y que puede tomarse por separado, si bien todos los tomos forman una colección numerosa y ordenada de apuntes, noticias, casos prácticos, ejemplos, historias, biografías, cuentos, anécdotas, caiisas célebres, fábulas, romances, pensamientos, máximas y sentencias, etcétera, etc. referentes al ejercicio de la profesión y al trato con los enfermos.
Está_ terminándose el 2.° tomo titulado EL MÉDICO, que sale por entregas de 16 páginas, en 4.° (á 15 céntimos de peseta la entrega).
Precio de cada tomo: DOS PESETAS. La suscriciou se hace remitiendo el
importe del pedido, en libranza del Giro Mutuo, y si es corta la cantidad, en sellos de franqueo de 15 céntimos.
Centro de suscricion: Serranos, 8.— . Valencia.
Imprenta de Nicolás Zarzoso.