laflacsochile.org/biblioteca/pub/memoria/1977/001240.pdfanterior del iluminismo, periodo en que la...
Transcript of laflacsochile.org/biblioteca/pub/memoria/1977/001240.pdfanterior del iluminismo, periodo en que la...
DOCUMENTO DE TRABAJO FLACSO SEDE SANTIAGO
++ Las p6c~inas que siguen, apuntes de una charla, no son más que notas tomadas principalmente de t r e s autores : Benedetto Croce, l t ~ e o r < a e Historia de l a ~ i s to r iog ra f i a " . Ediciones 1 m h . Buenos Aires, 1953 ; Eduard Fueter, ttHistoris. de l a ~ i s t o r i o g r a f l a Modernau. Editorial Nova, Euencs Aires 1953; Pietro Rossi, arLo Storicismo Tedesco ~mtempor:?neo~~, Giulio Einaudi Editore, Torino ( ~ t a l i a ) 1956. Quiz6, puedan contribuir a l a discución interna en l a Sede, sobre problemas
ALGUNOS TEMAS DEL MISTORICISMO CONTEMPOP&,rEO+
( ~ a c r i t i c a a l a hictoriograffa romántica)
ENZO FALETTO V.
E s imposible intentar por m i parte una exposición completa
del desarrollo del mktodo histórico moderno. De modo que quiero
advertirles que l a exposiciÓri será necesariamente fragmentaria,
F'undamentalmente haré referencia a l h i s t oricismo, principalmente
e l historicismo alemán contemporáneo, corriente historiográfica
que surge m& o menos a fines del s ig lo X I X y se prolonga hasta
fines de 1920, con algunos desarrollos posteriores, Tiene alguna
significaci6n hacer referencia a este t ipo de tema, aunque parezca \
un poco desfasado, porque es ah? donde están planteados algunos
de los problemas fundamentales del pensamiento histórico desde un
punto de v i s ta epistemolÓgico. La discusión que in ic ib e l histori-
cismo alemán con respecto a l o que se entendía po r his tor ia , y a
los problemas de l a metodología de l a his tor ia , en alguna manera
todavía no aparecen resueltos, o l as soluciones siguen siendo s in
embargo polémicas. Esto jus t i f ica e l hacer una exposiciÓn del
historicismo, corriendo e l riesgo - incluso - de una c i e r t a super-
f icialidad.
Son vaYias l a s alternativas de an$lisis con respecto a
movimiento h is tor ic is ta , podria analizarse por ejemplo como una '
manifestación de l a cultura de l a segunda mitad del s ig lo X I X , de
modo más preciso, como una manifestación de l a cultura alemana de
ese momento y por consiguiente deberfa intentar vinculársele a l
cambio de l a situación ~ o l í t i c a y social de Alemania en ese periodo,
que va a culminar con l a primera gueera mundial. Pero puede ser
también adecuado estudiarlo desvinculándolo un poco de l a temática
de dónde surge y cómo nace?, a qué t i p o de problemas soc ia les y
a qué s i tuac i6n p o i i t i c a i n t en t a responder?, para ana l iza r lo en
conexión a l a propia problem6tica de l a h i s t o r i a , de l a h i s t o r i a
como pensamiento. E s dec i r , t r a t a r de es tab lecer cua l e s e l sig-
n i f icado de l a s ca tegor ías con que han intentado enfrentar y re-
solver todos l o s problemas de conocimiento desde una perspectiva
h i s t6 r i ca . Debemos entonces aceptar e l r i esgo de cae r quizá en un
a n á l i s i s un poco especulativo a l t r a t a r de buscar cuales son l a s
soluciones que e l historicismo alemán ha intentado da r a l a re f iex i6n
t eó r i ca respecto a l o que por Último l a h i s t o r i a s ign i f i ca .
E l Historicismo s e l i g a a l 'denominado Romanticismo ~ i s t b r i c o ,
para algunos autores e l romanticismo, como pensamiento h i s to r iog r s f i -
co, habria continuado a t ravés de l historicismo y para o t ros e l
historicismo s ign i f icaba en cambio l a superación d e l romanticismo,
de ahí una l a rga polémica en términos de cua l es l a posición m a s
justa: s i realmente e l historicismo continúa al romanticismo o
l o supera. P ie t ro Rossi - en cuyo t r aba jo ccth basadas fundamen-
talmente e s t a s notas - considera que e l historicismo es una supera-
c ión d e l romanticismo, pero conviene s i n embargo para mayor c la r idad
una breve re fe renc ia a e s t e Último.
E l romanticismo c u l t u r a l fue una reacci8n a l pcríodo
an t e r io r de l iluminismo, periodo en que l a "razónw s e postulaba
como elemento fundamental d e l conocimiento, fue una reacción a l
pensamiento de Vol ta i re , a un pensamiento que enfat izaba no l a
re iac i6n d e l hombre con e l mundo s ino l a capacidad que t e n i a l a
razón para reve la r en alguna medida e l s ignif icado d e l mundo.
surgió entonces e l romanticismo cono una reacción a este q
racionalismo y se di6 orígen a toda una h i s to~ iog ra f í a de t ipo
"nostálgicov1 - en palabras de Croce -, La importancia de l a
h is tor ia medioeval , e l redescubrimiento del gótico como forma
cul tural etc . surge con e l rornanticisino h i s t ~ r i o ~ r a f i c o . Para
los historiadores del iluminismo, toda l a Edad Media, incluso
todo e l gótico como forma cul tural no const i tuirá nada más que
una aberración, producto de una vlEdad Oscuratt. Contra este des-
precio por e l pasado reaccionó e l romanticismo tratando de recu-
perar l a significación cul tural del pasado hist6rico. Lo que nos
interesa ahora destacar es que con e l romanticismo surge e l concepto
de "necesidad his t6rican. En e l intento de rescatar e l pasado - muy especialmente en e l rescate del medioevo - se reinterpreta e l
pasado como un momento necesario en e l proceso de desarrollo.
Desde l a perspectiva anterior a l romanticismo cas i se podria
haber prescindido del pasado medioeval; l a recuperación que hace
e l romanticismo del pasado, significó incorporar e l concepto de
necesidad, en'donde todo mcmento histórico - cualquiera sea e l
juicio valorativo que frente a 61 tenemos - es un elemento necesa-
r i o , es un pasado histórico que, s in cuya comprensión, es imposible
comprender l a s fases posterimes.
Este concepto de necesidad, que surge en e l romanticismo,
se verá incluso desarrollado en e l pensamiento de Marx. Basta
pensar en l a e ~ t r a o r d i n ~ i a significación que Marx otorga por
ejemplo a l a burguesía como clase y a l orden social burgués como un
elemento necesario y fundamental para hacer posible e l paso hacia
una etaph superior, S i se piensa en e l Manifiesto Comunista
se verá que es en grai- medida una explicitaci6n del enorme siqni-
ficado h i s r h i c o de es ta clase; y esto es simplemente enfatizar
que tcda etapa hist6rica es vaa etapa his tór ica necesaria.
Estz concepto de necesidad, incluso este concepto de
vdesarrollov~ - por d e c i ~ l o en un lenguaje que ya todos usamos- no
estaba to~almente ajeno a l a hlstoriografia anterior a l romanti-
cismo. Croce enfatiza e l ejemplo de Vico en l a Ciencia Nueva, ya
existe ahq m concepto de necesidad y un concepto de desarrollo,
de evolv.ci6n progresiva, pero Vico es s in embargo un hecho aislado
dentro del pensamiento his t6i ico de l a época. Lo que hay que sub-
rayar entoilces es que para e l ~omanticismo e l concepto de desarrollo
constituyÓ un3 convi~ci6n general, Este concepto que es central a
toda 12 f i losof ia i6eal is ta va a culminar con e l pensamiento Hegelia-
no en donde apal-ecc con el mayor énfasis l a noción de desarrollo e
i lxluso de etapas n c c e s ~ r i ~ s , es decir l a concepción de l a h is tor ia
como un P?proceso de ~ . c s a r r o l l o ~ . Toda l a his tor ia , señala ,Crece, --*.---------.--
pasa a ser concebj-da como desarrollo necesario en oposición pcr
ejemplo, 21 r;~.nsamiento medlocval, en donde l o necesario s610 l o
representz l a obra dc Dios, cc1itra l a potencia diabblica. En
e l pensaiLe::to meilioeval l o necesario no es nada más que l a inter-
venci6ín 4?vi1?a. e-i c ~ x 5 i o a par t i r de l pensamiento romántico toda
l a obra 2-~~mma es obra necesaria. ,
Sin embargo a peslr dc es ta nueva concepción, fundamental
para e l pensamieato hist6ric0, durante e l romanticismo e l desarrollo
de l a 3.j-stor?-a sigue siendo concebido como una his tor ia de los
valores idea les l o que - conviene anotar lo de pasada - s ign i f i có
l a posibi l idad de un mayor desar ro l lo de h i s t o r i a s t a l e s como
h i s t o r i a d e , l a l i t e r a t u r a , h i s t o r i a de l a f i l o s o f f a , d e l derecho,
de l a r e l i g ión , e t c . S e concebiría entonces l a h i s t o r i a cano LID
desar ro l lo necesario pero como un desar ro l lo de l o s valores idea les
' ajenos a l hombre mismo, ajcncs en e l sent ido a que e s to s con su-
per iores a l hombre.
Fue e l i n t en to de l a h i s to r iog ra f f a r o m h t i c a v incular para
cada pueblo y para cada época l o s hechos EilosÓficos, l o s hechos
jurfdicos, l o s hechos l i t e r a r i o s , r e l i g io sos , e tc . en función de u21
h i c o movimiento de desar ro l lo ; piénsese por ejemplo en l a concep-
c ión de Hegel, donde l a h i s t o r i a e s desar ro l lo de l a Idea, d e l
~ s p f r i t u Absoluto. Cada hecho h i s t6 r i c0 , f i losÓfico, l i t e r a r i o ,
aparece entonces r e f e r ido cn alguna medida a e s t e desar ro l lo hito,
Se transforma a p a r t i r d e l rcrnanticismo, en un lugar común, e l que
no se pueda entender l a f i l o s o f í a s i n l a p o l í t i c a , o a l a inversa
que no s e puede entender l a p o l í t i c a s i n l a f i l o s o f í a , y más tarde,'
aún en e l romanticismo, surge l a noción de que e l derecho, l a s
costuinbres, l a s ideas , no pueden entendcyse s i n una re fe renc ia a l a
economía y viceversa; e s t e concepto de mutua re lac ión es tambi6n
aporte de l romanticismo.
Otra conquista d e l rom.nticismo fue e l i n i c i a r l a ligazón
en t re erudi tos e h is tor iadores , has ta e s e tiempo e l h i s to r iador
e r a c a s i un 91filÓsofo de l a h i s to r ia" y e l e rud i to e r a alguien qLie
recolectaba mater ia les , que. recolectaba datos empíricos, pero "que
de hecho no l levaba a cabo pensamiento h i s t6 r ico . Con e l romanticismo
se conecta l c que podrhnos 1lam.r e l t90ficio del historiador"
con e l pensamiento histórico.
Ahora bien, s i a l ronzanticismo pueden atr ibuirse todos
los valores señalados y en especial e l haber sido l a época de
l a h is tor ia evolutiva, también fue l a epoca de l a wf i losof ia de
l a his tor iao. ~ o n c e ~ c i 6 n en contra de l a cual - particularmente
Croce - con bastante just icia se ha arremetido, L a concepci6n de l a
his tor ia , que t a l wfiiosofialt suponía, era una concepcih tras-
cendente de l a h is tor ia , l a 1'2iistoriaw estaba más a l l á de l o que
los hombres mismos hacían. Se empezó entonces una investigaci6n
de t ipo fi los6fico de l o que subyace a l a his tor ia , o de l o que l a
trasciende, se postulaba como necesario escarbar filosóficamente,
por a s í decirlo, más abajo de l a h is tor ia o superar l a pura con-
tingencia de l a h is tor ia para poder l legar a comprender l o que l a
h is tor ia realmente era.
D e hecho l a h is tor ia se empezó a transfomar en una suerte
de "teologia l a ican , que l a s más de l a s veces remató en una mito-
logía racionalizada; por otra parte, en sus extremos, condujo a una
especie de "historia a priori" en e l sentido de que l a h is tor ia
verdadera podia ser deducida de puros conceptos. Pecado que a
veces l a soc5-oiogia ingenua comparte, suponiendo que l a h is tor ia
puede ser deducida en alguna medida cas i a pr ior i , que l a h is tor ia
es e l resultado de c?'.ertas combinaciones, que basta tener en claro
cuales son l a s posibilidades de combinaciones para poder predecir
entonces l o que l a h is tor ia va a ser. Esto condujo a enormes ter-
giversaciones dentro del campo histórico, e incluso en l a s investiga-
ciones mismas una se r ie de eIementos o de acontecimientos concretos
se excluyeron para hacerlos coincidir con los esquemas formulados.
La h is tor ia estaba pensada desde antes y simplemente se trataba
de encajar los acontecimientos hist6ricos dentro de ese esquema,
y cuando no coincidían con toda.facilidad se dejaban de lado.
Ahora bien, siendo ese e l panorama, po r una parte los
aspectos positivos y por otra los aspectos negativos del roman-
ticismo; cuAl es l a posici6n del historicisrno? Como se anotaba,
a l inicio, para algunos e l historicismo es una prolongaci6n del
romanticismo, para otros es su disoiuci6n. Sin embargo reducir
e l historicismo contempor&neo a l a visión romhtica hace perder
de v i s ta toda l a c r í t i c a que e l historicismo ha dirigido a l a
visión historiogr$fica rorn&tica mter io r . E l historicismo con-
temporáneo y e l alemán particularmente, se desarrolla como se
señalaba en l a segunda mitad del s iglo X I X , de Eecho e1 clima
cul tural de l a segunda nitad del s iglo X I X había cambiado radical-
mente con respecto a l periodo que l a antecede y por consiguiente
. . es bastante d i f í c i l postular que e l pensamiento que nace en un
mundo cambiado radicalmente pueda ser realmente un pensamiento
'que prosigue una l ínea anterior. S ,
A l s i tua r .problem$ticmente e l tema %es posible señalar que
' 3a' diferencia' entre l a segunda rnltaa del X I X , y e l período. romhtico
puede individu~l izarse en térniinos de l a c r i s i s de l a f i losof ía
hegdliana, e l historicismo *nace cuilido l a f i losof ía rhegeliana entra
Dicho de modo mas o menos fi losofante, e l romanticismo
representó l a tentativa de comprender e l desarrollo histórico en
término de l a identidad entre f i n i t o e inf ini to. E l acontecimiento
histórico, que es f in i to , se l e intentaba comprender por algo que
era inf in i to , t a l es l a concepción hegeliana del desarrollo del S
" ~ s p i r i t u absoluto^, noción de un desarrollo de l a h is tor ia , en
que l a sucesión de l a s d is t in tas fases de 6sta pas~an a considerarse
como una progresiva realización de un principio absoluto. Esa
concepción romhtica puede a& percibirse en otras manifestaciones
de l a ciencia social en l a s que e l desarrollo de l a humanidad no
es nada más que una se r ie de fases sucesivas a trav6s de l a cual
se va realizando un principio que es absoluto en l a historia.
La individualidad del hecho h i s t Órico era concebida como \
una simple expresión de una fuerza universal, l o que caracteriza
a un hecho histórico, su particularidad, dejaba de ser l o funda-
mental para const i tuírse simplemente en una expresión particularizada
de un principio universal que se hacia presente en toda l a his tor ia;
e l desarrollo de l a razón o cualquier otro t ipo de principio universal.
E l que un hecho histórico perteneciera entonces a un c ie r to
proceso de desarrollo significaba l a derivación de un principio
absoluto que se actúa, por decirlo as$, en una multiplicidad inf i -
n i t a de formas particulares. Tal era l a vinculación entre in f in i to - e l principio absoluto - y f i n i t o - e l hecho histórico m i s m o . E l
"ser hist6ricow era e l modo de particularizarse en forma in f in i t a
de un principio inf in i to , en una ser ie de formas f i n i t a s ; de aqui
se desprendía l a necesaria coincidencia entre l o individual y l o
universal.
Del modo de postuln coincidencia entre l o individual y l o 1
universal se desprenden l a s dos c o r r i ~ n t e s priiicipales del romanti-
cismo, po r una parte l a escuela his tór ica que va de Herder a Rancke
y por otro l a orientaci6n que llevó a l a filosoPfa de l a h is tor ia de
Hegel. La primera direccibn citada constitvLy6 un esfuerzo de pe-
netrar e l sentido del descvrollo histórico poniendo de relieve e l
rasgo de individualidad que éste asme.
La coincidencia de individual y universal se buscó entonces
en l a mqdtiplicidad in f in i t a de fenómenos históricos y en l as
conexiones o rgh icas que pudieran ex i s t i r entre estos fen6mcnos
históricos individualizados.
E l presupuesto de l a presencia de un principio absoluto
como base del desarrollo, planteaba e l problema metodcl6gico m&
d i f í c i l del momento. E l problema de l a comprensión historiogrgfica
consistfa en scñalar como es posible a trav6s del ans l i s i s de l o
particular comprender l o absoluto, es decir como lograr metodo-
iAgicamente l a conexión entre e l hecho individualizado y e l prin-
cipio absoluto.
Desde que se afirmaba que este principio absoluto era de
naturaleza irracional l a i n t u i c i h fue considerada como e l m6tcdo
. por excelencia. De acuerdo a esta carr iente his tór ica del pensa-
miento, l a h i c a posibilidad de entender como se vinculaba un hecho
particularizado con los piincipios genmales a trav6s de un proceso
puramente intui t ivo, era unaw intuición genialn que permitiera pre-
cisamente l a identif i c a c i h . Lz. i ~ t u i c i ó n p c h i t f a coínprender
entonces cómo en cada fenómeno particular se daba l a presencia
de l o absoluto, l a investigación his tór ica concreta, realizad?, a
través de una base in tu i t iva , ~ c r m i t f a e l vínculo de l o individual
con l o universal.
En cambio para l a corriente hegeliana e l desarrollo del
espí r i tu absoluto, a través de una sucesi6n de grados que están en
una relación dia l&t ica , es l o que constituye e l problema del
conocimiento; dicho de otro modo, es un intento de comprensión
dialéct ica de l a transformación de ese principio absoluto.
La estructura de l a his tor ia se entiende entonces como
una estmctxra racional a diferencia de l a versi6n i rracional is ta
cantes señalada, es por tcznto un proceso racional cuya dial6ctica )i
es necesario comprender, l a h is tor ia pasa a ser racional en función
de l a racionalidad de trancf ormación de sus principios generales.
E l desarrollo de l a Historia en e s t a perspectiva const i tuir ia
un proceso dialéctico en- e l cual e l principio absoluto toma exis-
tencia, l o importante es, que l a coincidencia entre l o individual y
l o universal se da a través de l a racionalidad que asume e l acon-
tecimiento histórico. Cobra sentido entonces l a famosa frase de
Hegel en donde "todo l o que es rea l es racional y todo l o que es
racional es real"; simplemente es l a afirmación tajante de l a racio-
nalidad del desarrollo del principio absoluto, ,
Se apuntaba anteriormente que estos principios del roman-
ticismo hacen c r i s i s j u ~ t o con l a f i losof ía hegeliana, a p a r t i r de
entonces e l pensamiento historiográfico pone en duda no sólo l a
afirrnacién del car&ter racional del desarrollo hist6ric0, esto es
. que realmente l a h is tor ia tenga una racionalidad, sino que tmbi6n
l a interpretación de l a h is tor ia como realización de un principio
S absoluto pasa a ser puesta en duda en todos lados.
La ruptura de l a visión romhtica fue obra de l a izquierda
hcgelima, de l a c r i t i c a de Fewbach y de l a c r í t i c a de Marx, por
otra parte también aparece como uno <e los elementos c r i t i cos a
o tms f iiósof os.
C
Conviene mcantener presente que l a f i locofia hegeliana de-
f i n f a ' l a h is tor ia como ia historicidad de un p r i n c i p i ~ in f in i to que
se real iza en un proceso dial&tico. Frente n es ta interpretación
Feurbach va a representar l a reivindicación del carácter humano de
l a his tor ia , ya no es un principio e l que se real iza a través de l a
h is tor ia sino que 6sta es l o que l o s hombres hacen. E s t e hecho
significaba reconocer l a f ini tud dcl hombre y de l as r e lx iones de
l o s hombres entre si. LA base del nuevo pensamiento es e l condi-
cionmiento natural de l a existencia hwncma, las conexiones entre
l a naturaleza y l a sensibilidad C e l hombre. La h is tor ia pasa a
ser una historia'de l a relación entre e l hambre y su medio natural
-a traves de su propia sensibilidad^ en forra más especffica, aunque
redundante, a través 'de l a necesidad de sat isfacer necesidades.
La "teología histórica" hegeliLvna se transforma entonces
en una cultropolog~a, e l principio hist6rico se constituye en un
principio antropoiógico. En l a misma direccibn Marx va a destacar
l a importancia de l a s relaciones sociales para l a existencia his-
tór ica del hombre, l o que constituye un paso en adelante respecto S
a l mismo Feuerbach,
De modo entonces que e l proceso histórico ya no aparece
como e l proceso dia l fc t ico de realización del espi r i tu absoluto,
sino que este proceso estd dado en términos de l a transformaciÓn
de l a s relaciones de 16s hombres con l a naturaleza y por l a trans-
formación de l a s relaciones recfprocas entre ellos.
Pero como se apuntaba, l a f i losoffo hegeliana también- hace
c r i s i s por otras vias, e l an6lisis de Kierlcegard de l a relación
religiosa del hombre con l a divinidad rechaza también l a postulada
coincidencia entre in f in i to y f in i to , con Kierkegard se afirmb l a
singularidad de l a existencia humana, en donde cada hombre es un
único singular, y por tanto no se puede reducir esa singularida8 a
un momento del proceso evolutivo del espi r i tu absoluto. Son dos
entonces l a s vertientes de pensamiento que se desprenden, una va
a conducir en alguna medida a l existencialismo y l a otra es l a
prolongaci6n marxista de l a c r i t i c a a l a f i losof ía hegeliana; es
en este clima de debate, de c r r t i ca a l romanticismo y a l a concep- #
ci6n hegeliana, en que va a s u r g i r e l historicismo contemporheo.
por una parte e l historicismo recogió todo e l trabajo de
l a escuela his tór ica anterior, pero puso entre paréntesis los supuestos
especulativos de l a escuela romhtica. La gran tarea del Histo-
ricismo, y en especial del Historicismo alemán, fue l a elaboracibn
de l o que podríanos 1lUrnar una ciencia histórica. E l Historicismo
representa l a tentativa de considerar l a h is tor ia como producto de
l a obra f i n i t a de l hombre. L a historicidad e s t a d a constituida
por e l horizonte temporal en que e l hombre vive, l a historicidad
ya no es l a realizaciÓn del principio absoluto, principio cas i
interporal, que en alguna medida se real iza temporalmente pero
estd por encima de l a temporalidad; sino que l a h is tor ia no es nada
m& que e l horizonte en que e l hombre vive, recogiendo en ese
horizonte tanto e l presente y e l pasado, como su posibilidad de
futuro. En alguna mfdida l a definición que se da de h is tor ia , y
es l a c r í t i c a que se puede hacer a es ta corriente, es quiz6s que
l a h is tor ia pasa a ser definida en t6rminos puzmente culturales.
La concepción de l a h is tor ia es l a concepci6n que una cultura t iene
de su propio pasado, de su presente y de su futuro. Dentro de
ese marco es que e l hombre proceda a construir su propio mundo de
re lac imes; desde e l punto de v is ta metodoibgico l o que se intenta
romper ES l a = t i t e s i s , met.afhica de inmanencia y trascendencia.
Pero no tan solo Historicismo se ha constituído como una
c r i t i c a a l romanticismo, surge también en relación a l neopositivismo
y a l neocriticismo. ~ol6micanente e l historicismo plantea que e l
positivismo es una reducci6n natural is ta del mundo humano, por tanto
l a c r í t i c a que establece crin respecto a Éste, es que a esa reducción
se l i ga una reducción metodolÓgica de l a s disciplinas históric-
sociales a l esquema de l a s ciencias naturales. Con más énfasis,
rechazan a l positivismo en cuanto reducción natural is ta de un
inundo que e l los definen de otra m~anera, puectc! que en l a pers-
pectiva de l o s h i s tw ic i s t a s e l hombre no es pura naturaleza, es
t a r n b i h cultura, y en ese sentido algo m& qye pura naturaleza.
Respecto a l neocriticisnio l a posici6n del historicismo es
ambivalente. E l neocriticismo en general se ha idefitif icado- con
l a concepción de l a f i losof ía comc teorfa del conocimiento. E l
historicismo a l t r a t a r de l levar a cabo e l a n ~ l i s i s de l a estruc-
tura his t6r ica del mundo humano ha iniciado de ese modo l a c r í t i c a
del conocimiento histórico, que l as neocri t ic is tas de al& moda
habfan dejado de lado, Tales tareas, de c r í t i c a del conocimiento,
l a s harían próximas, Pero s in embargo, los h is tor ic is tas han
tratado de diferenci,ar sus mét~dos y funciones especificas de los
métodos y funciones de l a s disciplinas naturales.
E l historicismo c~ntempor~heo ha traiado, en suma, alcanz~lr
una perspectiva metodol6gica de l a s disciplinas h i s t Órico-sociales.
Los problemas m&s importantes l o constituyen, por consiguiente, l a
concepción de l a historicidad y l o s métodos de su cornprensihn.