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2ºEDICIÓN Año 6 BUENOS AIRES, JULIO DE 2004 Núm. 47 La historia es memoria, presente y futuro Junta de Estudios Históricos de Montserrat 110 AÑOS DE LA AVENIDA DE MAYO 110 AÑOS DE LA AVENIDA DE MAYO 110 AÑOS DE LA AVENIDA DE MAYO 110 AÑOS DE LA AVENIDA DE MAYO 110 AÑOS DE LA AVENIDA DE MAYO Un escenario para la vida moderna Un escenario para la vida moderna Un escenario para la vida moderna Un escenario para la vida moderna Un escenario para la vida moderna L a Avenida de Mayo, eje cívico de la ciudad de Buenos Aires, constituye un patrimonio histórico-cultural que no sólo merece preservarse, sino también dinamizarse y ponerlo en valor para recuperar este importante conjunto urbano como parte de nuestra identidad. HISTORIA Y SIGNIFICADO DE SU REALIZACIÓN La ciudad de Buenos Aires cuenta con una avenida emblemática: la Avenida de Mayo, que fue inaugurada el 9 de julio de 1894. Esta calle más que centenaria fue testigo de los hechos más significativos ocurridos en la vida del país y del mundo; fue sitio de celebraciones, manifestaciones, desfiles militares, paso de funerales y fue famosa por las fiestas del "Corso". Emplazada entre la Plaza de Mayo y la Plaza Del Congreso, sus cuadras atraviesan el centro cívico de la ciudad, compo- niendo un eje que se inicia en la Casa de Gobierno y concluye en el Palacio Legislativo. Esta avenida es el termó- metro que mide la vida política y los acontecimientos sociales de la Na- ción. Ubicada en el barrio de Montserrat, se encontraban allí los distritos censales más intensamente poblados, como puede comprobarse en los datos aportados por los Censos de 1869 y 1887, en el momento de gran incremento de grupos inmigratorios, que provocaron profundos cambios en las estructuras sociales. En 1887, la ciudad alcanzaba a unos 440.000 habitantes y sus límites se ha- llaban restringidos al espacio que le fue- ra establecido en 1867. Con la declaración de Buenos Aires como Capital de la Nación, en 1880, la estructura urbana mantenía todavía las calles trazadas en damero, legado de la

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2ºEDICIÓN

Año 6 BUENOS AIRES, JULIO DE 2004 Núm. 47

La historia es memoria, presente y futuroJunta de Estudios Históricos de Montserrat

110 AÑOS DE LA AVENIDA DE MAYO110 AÑOS DE LA AVENIDA DE MAYO110 AÑOS DE LA AVENIDA DE MAYO110 AÑOS DE LA AVENIDA DE MAYO110 AÑOS DE LA AVENIDA DE MAYOUn escenario para la vida modernaUn escenario para la vida modernaUn escenario para la vida modernaUn escenario para la vida modernaUn escenario para la vida moderna

L a Avenida de Mayo, eje cívico de laciudad de Buenos Aires, constituye unpatrimonio histórico-cultural que no sólomerece preservarse, sino tambiéndinamizarse y ponerlo en valor pararecuperar este importante conjuntourbano como parte de nuestra identidad.

HISTORIA Y SIGNIFICADODE SU REALIZACIÓN

La ciudad de Buenos Aires cuenta conuna avenida emblemática: la Avenida deMayo, que fue inaugurada el 9 de julio de1894. Esta calle más que centenaria fuetestigo de los hechos más significativos

ocurridos en la vida del país y delmundo; fue sitio de celebraciones,manifestaciones, desfiles militares,paso de funerales y fue famosa porlas fiestas del "Corso". Emplazadaentre la Plaza de Mayo y la PlazaDel Congreso, sus cuadras atraviesan

el centro cívico de la ciudad, compo-niendo un eje que se inicia en la Casade Gobierno y concluye en el PalacioLegislativo. Esta avenida es el termó-metro que mide la vida política y losacontecimientos sociales de la Na-ción.

Ubicada en el barrio de Montserrat, seencontraban allí los distritos censalesmás intensamente poblados, como puedecomprobarse en los datos aportados porlos Censos de 1869 y 1887, en elmomento de gran incremento de gruposinmigratorios, que provocaron profundoscambios en las estructuras sociales. En1887, la ciudad alcanzaba a unos440.000 habitantes y sus límites se ha-llaban restringidos al espacio que le fue-ra establecido en 1867.Con la declaración de Buenos Airescomo Capital de la Nación, en 1880, laestructura urbana mantenía todavía lascalles trazadas en damero, legado de la

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LOS PASAJESLOS PASAJESLOS PASAJESLOS PASAJESLOS PASAJES

ebido a la importancia que adquiere la Avenida deMayo como eje central, varios de los terrenos con plantasbajas pasantes fueron destinados al uso comercial comopasajes cubiertos y las plantas altas se destinaron a oficinas.Tal es el caso de los pasajes Roverano, Urquiza Anchorenay Barolo.El Roverano está ubicado frente al edificio de La Prensa, ysus locales aún conservan sus carpinterías de bronce enforma de media caña estriada, enriquecidas con hojas delaurel. Un lugar espacioso lo ocupa la peluquería. El edificiooriginal es de 1878, vecino al Cabildo; la planta baja estabadestinada a oficinas y la planta alta, para vivienda de ÁngelRoverano, su propietario. En 1915 la Municipalidad autorizóla conexión de los subsuelos con la estación de subterrá-neos Perú de la Cía. Tranways-americano. La remodelaciónque finalizó en 1918 destinó la planta baja para uso comercialy la planta alta para oficinas.El pasaje Urquiza Anchorena se encuentra entre Avenidade Mayo 747/53 y Rivadavia 742/50. Fue construido en1921 por el Dr. Diógenes de Urquiza Anchorena paraoficinas de alquiler, y se lo conoció como “Pasaje LaMundial” por haber sido sede de esa compañía.El pasaje Barolo, obra del arquitecto italiano Mario Palanti,fue encargado por otro italiano, el poderoso industrial textilLuis Barolo, quien con este original rascacielos logrará ensu momento el edificio más alto de Sudamérica.

D

Colonia con sus vías, deapenas 9 metros, con ace-ras y calzadas estrechas(relativamente ensanchadasen algunos casos) concuadrícula impuesta por lasleyes indianas no había su-frido modificaciones.Descripta por Lucio V.López, la ciudad patricia,hacia la década de 1860,era un "sencillo" espaciodefinido como una granaldea, aunque con preten-siones de seguir la modaeuropea. El movimiento co-mercial se verificaba enlas calles Florida y la anti-gua Victoria (hoy H.Yrigoyen). Por su continuomovimiento y entorno a lasprincipales plazas, 25 deMayo y Victoria, en estaavenida se desarrollaba la

vida bancaria, política yadministrativa.La sucesión de aconteci-mientos que desembocaronen el proceso de capitaliza-ción de Buenos Aires, conla caída del gobernador dela provincia, Carlos Teje-dor, concluyó con la llegadaal poder del general JulioArgentino Roca, que veníaprecedido por su gloria dehaber conquistado el "de-sierto" poblado de indígenasen 1879. Apoyado por losautonomistas, reunidos enclubes, entre quienes secontaban los hermanosDiego, Emilio y Torcuatode Alvear, y por la Liga deGobernadores, asume en1880 la presidencia de laNación y con ella la idea demodernizar la nueva

capital, que incorporaría en1887 los partidos de Floresy de Belgrano, ampliandonotablemente su territorio.La influencia del modelourbano europeo no tardó enllegar a nuestro país, impul-sado por la propia decisiónde Roca que deseabahaussmannizar BuenosAires. Al modo del urbanis-mo implantado en Parísdesde 1853 por el Prefectodel Sena, GeorgeHaussmann, quien habíaimpulsado un vasto planpropulsado desde el Segun-do Imperio por NapoleónIII, nuestra clase dirigenterecurrió a las normas vi-gentes en aquel país parainiciar el gran cambio urba-no. Considerado en aquelmomento como centro delmundo, el modelo de Parísse extendió rápidamentepor Europa hasta alcanzarregiones remotas. Regidapor principios de gran regu-laridad arquitectónica, lascalles se abrieron en gran-des bulevares que remata-ban en monumentossingulares.Se hablaba entonces decierta tiranía de lasvisuales que predominaron

en este vasto plan de em-bellecimiento urbano.

DE LA GRAN ALDEA A LAPARÍS DE AMÉRICA DEL SUR

Mientras tanto, MiguelCané diplomático en Euro-pa, definía las principalescausas de la fealdad denuestra ciudad: su baja edi-ficación, la excesiva pre-sencia de los tranvías, susestrechas calles, y asesora-ba acerca de las condicio-nes que debía reunir estacapital que aspiraba a serla París de América delSur. La idea de conformarun espacio novedoso al es-tilo de los bulevaresparisienses, venía desarro-llándose desde tiempo atráscuando algunos precursoresdesearon transformar latrama de Buenos Aires,cortándola por medio deavenidas y diagonales y unbulevar de circunvalación.Recordemos, entre otros, elproyecto de JulioMarcelino Lagos, de 1869,y el de Daniel Solier y Car-los Carranza, de 1872. Elproyecto de Lagos com-prendía un vasto sector dela ciudad que incluía la tra-za de esta avenida en senti-do este-oeste y otrasdiagonales y de circunvala-ción. Por el contrario,Solier y Carranza bajo lainfluencia de las transfor-maciones de la RueImperiale, luego avenida dela República de Marsella,pensaron cortar las manza-nas que iban desde las dos

plazas centrales –de la Vic-toria y 25 de Mayo– hastala estación de Once, paraello contaban con la finan-ciación de capitales extranjeros.Lo cierto fue que realizarcualquier tipo de gastos en ladécada del 70, castigada nosólo por la epidemia de fiebreamarilla de 1871, sino tambiénpor la crisis económica de1874, resultaba poco menosque imposible. El papel de loshigienistas en el debatemodernizador tuvo en esteperíodo notable acción,reclamando la realización delas obras de salubridad y lacreación de espacios que fue-ran pulmones de aireaciónpara la población, precisamen-te aglomerada en los distritosmás céntricos. De algúnmodo, la idea de abrir unagran avenida o bulevar se pen-saba que mejoraría las condi-ciones sanitarias de la ciudad.A ello se aunaron otrosconceptos relacionados con elmejoramiento del tránsito–complicado por carruajes ytranvías– y fundamentalmentecon el orden estético que pro-vocarían las nuevas construc-ciones a levantarse.La discusión que se promueveentre los principales autoresdel discurso modernizador dela ciudad cuenta con lasopiniones de DomingoFaustino Sarmiento, quien yaen 1870 preconizaba lanecesidad de abrir una ampliaavenida en sentido norte,desde las antiguas plazas de laVictoria y 25 de Mayo hacia elPaseo de Julio (hoy avenidaLeandro N. Alem). De este

Torcuato de Alvear, primerIntendente de Buenos Aires.

Vistas aéreas en las que se aprecia el criterio urbanístico de uso dediagonales. La de la izquierda muestra el nacimiento de la Avenidade Mayo; la de la derecha, una diagonal platense desemboca enuna plaza.

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modo se evitaba expropiarzonas construidas de la ciudad,y se generaba un polo de cre-cimiento hacia los barrios deRetiro y de Recoleta. Sin em-bargo, la idea de asociar elespacio de las plazas centralescon la estación del Once deSeptiembre por donde salíanlos productos del país, pareciótriunfar. Motivaba esta cir-cunstancia la resolución deemplazamiento del esperadopuerto, cuyo proyecto triun-fante, propuesto por EduardoMadero y financiado porinversionistas ingleses, fuepresentado a la Legislatura yaprobado en 1882, iniciándoselas obras en 1887. Su desarro-llo de dársenas y diquespreanunciaba el destino de laArgentina que pronto seconvertiría en "el granero delmundo". El complejo portuarioestaba relacionado por una redde transportes ferroviarios, yde tranvías que dieron al sec-tor una inusitada actividad. Suubicación entre el puerto deLa Boca y la Dársena Norte,cortó los lazos que lapoblación tuvo con el Río de laPlata desde tiempos de laColonia, protagonismo que

pronto lo distanciaría de laciudad misma.Otro hecho urbanístico desingular importancia fue lapromulgación de la ley por lacual se decidía la construcciónde una nueva capital para laprovincia de Buenos Aires,que compartía hasta entoncescon la Nación el espacio por-teño. Este hecho, aunado a losentretelones de la políticaroquista, opuesta a la deldoctor Dardo Rocha fundadorde La Plata (que tenía suspretensiones electorales) pro-vocó la inminente construcciónde un nuevo esquema urbanoinspirado en el modelohigienista de ciudad condiagonales y parques. Elemplazamiento a escasos 50km de Buenos Aires de estanueva ciudad, que presentabaa poco tiempo de su realiza-ción un esquema moderno nosólo por su traza sino tambiénpor lo lujoso de sus edificiosoficiales, pronto hizo entrevera los conductores del Gobiernonacional que la mismacomenzaría a competir con lapropia Capital que habíaquedado retrasada, tanto en suplanteo urbano como en su

edificación, modesto resabiode la gran aldea.

LA AVENIDA CRECEA LO ANCHO Y A LO ALTO

En el decreto reglamentario dela Avenida de Mayo se afir-maba que debía ser por lo me-nos de 30 metros de ancho,también se debatía la alturaque debían alcanzar los edifi-cios que alcanzarían de 20 a24 metros. Ocurría que Bue-nos Aires contaba desde 1872con una legislación que habíaasociado el alto de los edificiosal ancho de la calle; esta re-glamentación había sidopensada con criterio higienistay había logrado que la ciudadfuera acusada por su bajoperfil, las casas de una plantao dos en casos extremos supe-raban los 3 pisos, con sus pa-tios enfilados y con miradoresque permitían la vista hacia elrío, lo que causaba una sensa-ción de chatura del paisajeurbano apenas recortado porlas elevadas torres de las igle-sias. Esta edificación eracondenada por los que volvíande Europa impresionados porlas modernas casas de depar-tamentos que llegaba hasta 4 pisoscon sus remates de pizarra.La tarea de diseñar por prime-ra vez una calle, estuvo acargo del arquitecto JuanAntonio Buschiazzo, Directorde Obras Públicas de la Muni-cipalidad, quien realizó unesquema de desarrollo de unamplio bulevar de 30 metrosde ancho que desembocaríaen una remozada Plaza deMayo. En el diseño vemos

La Plaza de Mayo hacia 1891. (Archivo CEDODAL)

Postal antigua. (Archivo CEDODAL)

como desaparecen la viejaRecova –que separaba lasplazas 25 de Mayo y de laVictoria– y la Pirámide deMayo era reemplazada poruna esbelta columna.

ADIÓS A LA RECOVA

La renovación sería iniciadapor el Presidente de la Comi-sión Municipal, designadoluego primer Intendente, donTorcuato de Alvear, que en1883 ordenó se iniciaran lasobras de demolición de laantigua recova que ocupabadesde 1802 el centro de estasplazas. El edificio con sus ar-cos donde se instalarontienduchas y vendedores am-bulantes, con su función de

mercado –con el paso deltiempo– se había convertidoen un elemento antiestéticoante la mirada de quienes de-seaban transformar a BuenosAires en el rostro visible de laNación. Varios proyectos des-de tiempo atrás propiciaron ladesaparición de este edificioque era considerado unadefesio, un verdadero "ma-marracho" –dicen lascrónicas– legado del períodocolonial. La herencia deEspaña en los modelos cons-tructivos fue denostada desdeel período revolucionario,luego se siguieron otrosmoldes arquitectónicosasociados a las influenciasitalianas y francesas,alemanas e inglesas intentando

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Todo lo que usted quiso sabersobre nuestra ciudady no supo dónde consultar.

La historia es memoria,presente y futuro

cuál es y por dónde circuló el primer subterráneode Sudamérica?

Es el actual “Subte A” que comenzó a circularen 1913 debajo de la Avenida de Mayo,desde la Plaza de Mayo hasta la Plaza 11 de Setiembre,hoy Miserere.

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dar los primeros pasos en larenovación edilicia. El propioCabildo fue remodelado en1879 para darle un estiloacorde a los nuevos tiem-pos, elevándose la altura dela torre e italianizando susdetalles ornamentales.Es cierto que la idea deabrir una avenida en plenocentro de la ciudad implica-

ba someter a un conjuntode manzanas, 13 en total, aser expropiadas para locual era necesario disponerde un erario lo suficiente-mente alto como para in-demnizar a los propietariosdel sector. El proyectocomprendía desde la calleBolívar hasta Entre Ríos,entre Rivadavia y la enton-

ces Victoria, hoy HipólitoYrigoyen. El debate quepuede seguirse en los dia-rios aporta la idea de abriro ensanchar una de estasdos calles, pero esta modi-ficación no resultaba sufi-ciente, porque quedaría unagran irregularidad entre lasmanzanas ya construidas ylas que serían libradas alpúblico. El efecto buscadopor la avenida debía conci-liar todos los elementosconstituidos por su traza,desde la altura de los edifi-cios, hasta el nuevo anchode la calle, con su calzaday aceras reglamentadas, losárboles –plátanos– rodea-dos por armazones, y lainfraestructura indispensa-ble para instalar las cañe-rías de agua corrientes, deluz eléctrica, de cables te-lefónicos como puede verseen el novedoso diseño.Sin embargo, Alvear, queen los primeros tiempos desu gestión alcanzó granprestigio por las reformasurbanas que emprendió,prontamente fue criticado yatacado por haber decididola remoción de la Pirámidede Mayo, que sería reem-plazada por otro monumen-to, y por la resolución dedemoler la recova. La acti-tud un tanto despótica delintendente había,entretanto, provocadoincidentes con empresas yparticulares, más auncuando fue acusado de de-rivar las finanzas municipa-les hacia fines de embelle-cimiento –con su gusto porlas grutas en los parques–antes de realizar losnecesariosemprendimientosde orden higiénico y hospi-talario. Fue acusado demejorar exclusivamente elbarrio norte, y más aún laRecoleta donde tenía suresidencia. También seabrió un debate acerca desu gusto por las palmeras,las que hizo plantar en lanueva Plaza de Mayo, dán-dole un aspecto un tantotropical.A la caída del gobierno deAlvear la obra de la aveni-da estuvo a punto de serabandonada, dado que el

LOS TEATROSLOS TEATROSLOS TEATROSLOS TEATROSLOS TEATROS

a tenido la Avenida de Mayo, además de gran ac-tividad en sus cafés y sus peñas, una intensa vida teatral,con la característica que “españolizaba” la tendenciaeuropeizante de los porteños de fin del siglo XIX ycomienzos del XX. En 1893 se inauguró el primer teatro: elcélebre Mayo. Lo estrenó la compañía de Mariano Galécon las obras: El caballo blanco y El enemigo. Durantemuchos años, el Mayo fue el centro de la zarzuela, esegénero inspirado en motivos populares y regionales deEspaña, mezcla de costumbrismo y humor.Otro teatro, el Avenida, se inauguró en 1908. Para elcentenario era necesario dotar a la avenida de un teatro demagnitud, a todo lujo. Fue levantado en los terrenos de Juany Joaquín Corden, por el arquitecto Fernández Poblet yOrtúzar. Se inauguró el 3 de octubre con El castigo sinvenganza, de Lope de Vega; y por él desfilaron, ademásde importantes obras, autores prestigiosos como JacintoBenavente y Federico García Lorca.También estuvieron importantes figuras: Lola Membrives,Emilio Carreras, Juan Balaguer, Carmen Amaya, Miguelde Molina, Manolo Caracol, Ángel Pericet, Carmen Sevilla,Lola Flores, Sarita Montiel.El 3 de abril de 1979 se incendió, reinaugurándose el 18 dejunio de 1994.

H

nuevo intendente, el doctorAntonio Crespo designadopor el presidente JuárezCelman, tuvo la idea dedesbaratar este proyectopara reemplazarlo por unnuevo plan que abarcaba atoda la ciudad siguiendo laimpronta haussmanniana,con cruces de avenidasdiagonales, parques y mer-cados. El mismo puede ver-se en el plano que se con-serva en el Instituto Histó-rico de la Ciudad de Bue-nos Aires, titulado "Proyec-to de AvenidasDiagonales", que debefecharse en 1887.A pesar de estos intentos laAvenida sería igualmenteconcretada, iniciándose lasobras de apertura, con lasprimeras expropiacionesde la zona afectada queincluía 30 metros por elcentro de las manzanascomprendidas entre las ca-lles Rivadavia y la actualHipólito Yrigoyen. Al mis-mo tiempo comenzaron lospleitos con los expropiados,lo que demoró los trabajos,hasta que lograron conci-liarse los intereses de losparticulares con los del mu-nicipio. No tardarían encaer prestigiosos edificiosconstruidos hacía pocotiempo como el Gran Mer-

El Cabildo, que perdió partede sus arcos víctima de lasdiagonales, es el edificio quemarca el comienzo de laAvenida.

cado Modelo, ubicado en laPlaza Lorea, gran cons-trucción levantada cuandoya el proyecto de la aveni-da estaba en marcha. Tam-bién desaparecería el anti-guo templo escocés de lacalle Piedras de estiloneoclásico, y el propio Ca-bildo que perdería su nuevatorre y tres de sus arcos yalgunas casas recientemen-te construidas. Cierto esque muchos edificios cum-plían funciones comercialesy ocupaban lotes de escasoancho, lo que demuestra laconcentración dentro delárea. En el tramo final ha-cia la calle Entre Ríos, lasedificaciones parecían másamplias que en las cuadrasiniciales como puede verseen el Catastro de la Aveni-da de Mayo.

El Palacio del Congreso, unode los extremos del eje cívico.

Juárez Celman visto porEl Mosquito, el 13 de abril de 1890.

Festejos en la Avenida de Mayo.

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EL PALACIODEL CONGRESO

La verdadera concreción deleje cívico figuró entre losplanes del propio JuárezCelman, ya que que el pro-yecto inicial de Alvear conta-ba con realizar un modelosemejante a la obra de laAvenida de la Ópera de Pa-rís: un bulevar de carácter

festivo con sus sitios de reu-nión, clubes, confiterías ytiendas, aspirando a conver-tirla en un sector aristocráti-co de la ciudad. Por otraparte, el proyecto del PalacioLegislativo se había previstopara ocupar la manzana deCallao entre Paraguay y laactual Marcelo T. de Alvear,como puede advertirse en eledificio que el arquitecto

EL BAROLOEL BAROLOEL BAROLOEL BAROLOEL BAROLOY LA “DIVINA COMEDIA”Y LA “DIVINA COMEDIA”Y LA “DIVINA COMEDIA”Y LA “DIVINA COMEDIA”Y LA “DIVINA COMEDIA”

bicado en Avenida de Mayo 1370, el edificio Baroloera el más alto de Buenos Aires, dedicado a oficinas y conun faro giratorio instalado en la cúpula, que está a 100metros de altura.El arquitecto Palanti era un estudioso del poeta DanteAlighieri y este edificio, por él construido, está lleno de re-ferencias a la Divina Comedia. Como explica Carlos Hilgeren Arquitectos europeos y Buenos Aires 1860-1940, laplanta del edificio fue construida “sobre la base de la sec-ción áurea y el número de oro, proporciones y medidas deorigen sagrado”.Para Palanti, el número de oro estaba cifrado en la DivinaComedia. La división general del edificio y del poema esen tres partes: Infierno, Purgatorio y Cielo. El número dejerarquías infernales es el nueve: nueve son las bóvedas deacceso al edificio, que representan pasos de iniciación.El faro tiene 300.000 bujías y representa los nueve corosangelicales y la rosa mística. Sobre el faro está laconstelación de la Cruz del Sur, que se puede ver alineadacon el eje del Barolo en los primeros días del mes de junioa las 19.45.Los cantos de la Divina Comedia son cien, igual que loscien metros de altura del pasaje ubicado sobre la Avenidade Mayo. La mayoría de los cantos del poema tiene 11 o22 estrofas, los pisos de edificio están divididos en 11módulos por frente, 22 módulos de oficinas por bloque. Laaltura es de 22 pisos.Estos números representan símbolos sagrados: la proporción22/7 expresa la relación en números de la proporción entrela circunferencia y su diámetro. El conjunto de estosnúmeros representa el círculo, que es la figura perfectapara Dante.”

Diario Clarín, 26-10-1997

“U

italiano FranciscoTamburini diseñara paraocupar dicho espacio. Sinembargo, la idea de rema-tar el tramo final de laAvenida con un gran teatrofue abandonada, ya no ten-dríamos nuestra Avenida dela Ópera. El remate final loocuparía el Palacio delCongreso para el que sedestinó la manzana com-prendida entre las callesEntre Ríos y Combate delos Pozos, en 1894, cuandola avenida ya fue librada alpúblico. De cualquier modolos tramos finales de laAvenida de Mayo nuncafueron construidos, y allí seproyectó posteriormenteabrir una nueva plaza quedaría marco adecuado alnuevo edificio deliberativo.Quedó así constituido elgran eje cívico que reciénse completaría con el cierreque le brindaría laperaltada cúpula del Con-greso proyectado por elarquitecto italiano VíctorMeano.El año 1894 fue de grandesfestejos por causa de laapertura de la Avenida deMayo, por allí pasó laGuardia Nacional, desdeentonces esta arteria se hatransformado en el centrovital de los acontecimientospolíticos, sociales ycelebratorios. Conformó unespacio de concepción re-gular con sus manzanas deedificios de altura unifor-me, buscando alcanzar laarmonía arquitectónica quecaracterizaba las avenidasde París. La profusaarboleda compuesta porplátanos, la luz eléctricaubicada en el centro de lacalzada, la prohibición deque en ella circulara eltranvía, transformó de no-table modo el sector másvital de la ciudad. El espa-cio público comenzó a te-ner otras dimensiones yposibilidades, allí se hicie-ron célebres los cafés consus mesas en la acera, loshoteles, las tiendas, los tea-tros con aires de zarzuela.Todo ello conformó esteproyecto renovador queotorgó a la que aspiraba a

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Plaza Del Congreso, al final de la Avenida.

Las cúpulas tambiénson protagonistas deleje cívico.

ser la gran Capital del Sursu tono de modernidad, quela pondría a la altura deotras ciudades del mundo.Con ella surgirá ya a co-mienzos del siglo XX la ciu-dad anónima, donde dominala muchedumbre circulandoabigarrada.

UN ESTILO DE VIDA

El proyecto de la Avenida deMayo concitó pronto las mi-radas de quienes, provenien-tes del exterior, podían yacomparar a Buenos Airescon París. De este modo elescenario estaba dispuestopara los grandes festejos del

Centenario patrio. Estos pri-meros años de vida de lanueva calle fueron los demayor auge en cuanto a sudesarrollo. Surgieron losprimeros edificios de oficinasy rentas con sus negocios enplanta baja, creándosenuevas tipologíasarquitectónicas que debíanadecuarse en altura a terre-nos de superficies diversas.Así, puede comprenderse laregularidad de sus primerosedificios, respetuosos de lasalturas permitidas, con susbalcones alineados regular-mente. Las primeras cons-trucciones todavía conservanresabios de la influencia

italianizante pero se advierteun pronto proceso deafrancesamiento, ya sea enla elección de los estiloscomo en los detalles orna-mentales.Sobresalen edificios como eldel diario La Prensa, el anti-guo anexo Gath y Chaves, laMunicipalidad, la compañíade Mandatos y Préstamos,grandes hoteles como elMetropole, el Majestic, elEspaña, el Chile, La Inmobi-liaria, el pasaje Barolo, elTeatro Avenida –hoyrehabilitado– y tantos otrosque otorgan a esta calle unacalidad excepcional sobretodo al no tratarse de pala-cios de lujo, con excepciónde algunos casos como elque fuera Club del Progreso.La variedad de estilos aso-ciados al historicismo yeclecticismo en boga enaquel tiempo, cierto predo-minio del academicismo, elsurgimiento del modernismo,el art nouveau, el art déco,y el racionalismo hicieron deesta obra monumental unmuestrario de estilos, que porlo menos hasta los años 20,mantuvo en su diversidadcierto concepto de homoge-neidad correspondiente a suconcepción original derivadade un modelo parisino tardío.La Avenida de Mayo en lasegunda mitad del siglo XXfue cambiando su aspecto,cayeron obras, muchos lotesfueron transformados en ga-rages, las plantas bajas su-frieron otras peligrosas "mo-dernizaciones", y la aperturade la avenida 9 de Julio lehizo perder dos manzanas,que cortaron su regular tra-zado. Aun se levantaronedificios contrariando su ho-mogeneidad constructiva. Sinembargo, en las últimasdécadas del XX la antiguaarquitectura comenzó a serrevalorizada y se generóinterés en su preservación,otorgándole rasgos de actua-lización que le permitieraningresar en el nuevo siglo,para lo cual se fueron reali-zando obras de rehabilitacióncon apoyo del gobiernomunicipal y del gobierno deEspaña, como la actividaddesarrollada por la U 24, con

carácter precursor y luego elProyecto de Rehabilitaciónde la Avenida (PRAM). Serealizaron también estudiosde carácter histórico y arqui-tectónico que ayudaron a darnuevas interpretaciones a laobra de fines del XIX.

EJE DE LA CIVILIDAD

Espejo de nuestra historia,testigo de nuestras contradic-ciones, de nuestros aciertos ydesaciertos, finalmente setransformó en aquel rostrovisible de la Nación al queaspiraron los hombres que laproyectaron, convirtiéndose

en eje indiscutible de la civi-lidad. Por esta razón la ave-nida como obraparadigmática es única en sugénero y por tal motivo hasido declarada Lugar Históri-co Nacional en 1997, com-promiso que asegura su res-guardo y preanuncia supronta rehabilitación e inte-gración como principal prota-gonista del sector urbanohistórico más importante dela ciudad, que incluye las ca-lles Rivadavia, HipólitoYrigoyen y la Plaza DelCongreso.

Elisa Radovanovic

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Cómo la vieron...Cómo la vieron...Cómo la vieron...Cómo la vieron...Cómo la vieron...“Zona predilecta de la ciu-dad. Así como la fisonomía deMadrid está en la Puerta delSol y la de París en losgrandes boulevares y la deLondres en Picadilly y elPuente y la de Nueva York enBroadway: la de Buenos Airesse concentra en este jirón denueve cuadras, centro de lasingentes palpitaciones de todoel conjunto. Los argentinos lallaman sencillamente ‘laavenida’; pues, aun cuando enBuenos Aires hay bastantes,algunas mucho más hermosas,ninguna significa para el criollolo que esta relativamente cortaavenida por antonomasia, cuyoprincipal mérito es ser el tra-sunto de la urbe por derechode querencia y de primacía.(...) Es bella y estásimétricamente organizada enel plano urbano; es fastuosa yal par democrática. El golpede vista, sea que se la abarquede este a oeste, o viceversa,es siempre deleitoso; pero laperspectiva es másdeslumbradora contemplándo-

la desde la Plaza de Mayohacia la Plaza del Congreso.Porque en este caso, el fondopanorámico está cerrado porel Palacio Legislativo, cuyamasa forma simetría con laestatua y los juegos de aguadel Monumento de los Con-gresos de la Independencia.(...) Los cafés se repletan yextienden hasta el borde delasfalto con sus hileras demesitas, bajos los toldos quedan al conjunto el trueque desus sombras en constraste conel argenteo del sol. Elenjambre de vehículos deslizasus corrientes en sentidoopuesto, distributivamente, porambas vías de la calzada,jalonada en el centro por unahilera de eleganteslampadarios (...).La avenida es la arteria delperiodismo bonaerense.Además de La Prensa, tienenallí sus edificios órganos tancaracterizados como ElDiario, La Época y La Razón(...).Otro renglón de la misma son

los hoteles, todos ellos bienmontados, servidos conesmero, abundando encomodidades y muy concurri-dos. Desde el más imponente,el Majestic, próximo a la Plazadel Congreso, y cuyo edificioal par severo y eleganteimpresiona por sumagnificencia, hasta elCabiezel, clasificado más biencomo una ‘boarding-house’ deprimera clase: hay unadiversidad de establecimientos,que son otros tantos núcleosen los cuales distribuyen suspreferencias sus viajeros. ElCecil, que fue el primer hotelelegante construido en BuenosAires; el París, predilecto delos artistas y ‘bons vivants’,con su vasto comedor abiertoa la avenida y su barconcurrido por la flor y natade los políticos, periodistas,grandes negociantes ybeldades rumbosas, poniendoun reguero de animación en eltrayecto de aceras ocupadaspor sus mesillas. El GranHotel España, que abarcacuatro edificios, con dilatadoscomedores en la planta baja,centro de la colonia española yde los viajeros de provincias yde ultramar; el España, comu-nicado con el vestíbulo delTeatro Avenida; el Mayo, elMadrid, el D'Arc, el Frascati,el Mundial y las ChacabucoMansions, el Argentino, cuyorestaurant es muy conocido. Ygrandes cafés, como el Colón,famosos por sus conciertosdiarios y por su prodigalidaden espejos y decoraciones,constituyendo uno de los deta-lles típicos y más regocijantesde la avenida; el de laArmonía, con su orquesta,núcleo tradicional deburgueses y bohemios; el his-tórico Tortoni, los de la Cose-chera y los Paulistas; elJaponés y el de los Treinta ySeis Billares, uno de los másoriginales y mejor servidos;amén de otros de menor im-portancia que contribuyen ala animación general. Todosesos sitios de afluencia inten-sifican la vivacidad delambiente, sobre todo a lashoras del vermouth y en lasprimeras horas de la noche,

hasta la salida de los teatros(...)”.

En Avenida de Mayo. Bue-nos Aires, Fundación Bancode Boston, 1989.

“Los famosos grandesBoulevares de París, especial-mente el ‘Boulevar desItaliens’ tienen su réplica aquíen la Avenida de Mayo, deancho y de aspecto similares,con el adorno un pocobohemio de las terrazas de loscafés en las aceras, con suarboleda muy parecida y, en

fin, con su doble hilera defachadas grises, un tanto se-veras y melancólicas.La similitud entre la Avenidade Mayo y los grandesboulevares parisinos se com-plementa de manera singularhasta en la evolución de supopularidad. Ambos fueron ensu época, el centro de mayorprestigio de su ciudad; ambosvieron el capricho de la modadesplazarse lentamente haciaotros puntos y otras calles de

DE CAFÉS Y PEÑAS...DE CAFÉS Y PEÑAS...DE CAFÉS Y PEÑAS...DE CAFÉS Y PEÑAS...DE CAFÉS Y PEÑAS...EL TORTONIEL TORTONIEL TORTONIEL TORTONIEL TORTONI

l café será, desde la época hispánica, un lugar dereunión de los hombres vinculado a la política, a lo cotidiano,a compartir problemas, a evitar la soledad. Como decíaMartínez Estrada: «Los cafés vinieron a dar residencia a latertulia fuera del hogar y a reemplazar en cierto modo a lafamilia».El Tortoni es uno de los más característicos de Avenida deMayo. Su primer propietario fue el francés Tovan, quien lollamó Tortoni como un famoso café homónimo en París alque concurrían famosos hombres de la política y las letras.Alrededor de 1880 dejó la esquina de Esmeralda y Rivadaviapara ser ubicado en el local de Rivadavia 826 que hoy ocupay que luego de abrirse la avenida tendrá salida a ella.Sobre su frente de Avenida de Mayo 829 se ve el nombrede su autor, el arquitecto Alejandro Christophersen, entresus enmaderadas paredes y sus mesas de roble y mármol.El lugar fue frecuentado desde su fundación por personajesdel mundo cultural y político. La peña que funcionó en susótano fue fundada en 1926 por Quinquela Martín, Germánde Elizalde, Ricardo Viñas y Tomás Allende Iragoni, ytuvieron como invitados a: Luigi Pirandello, Filipo Tomaso,Marinetti, Arturo Rubinstein, Alejandro Brailovsky, LilyPons, Josefina Baker, Gómez de la Serna, Martínez Sierray otros.En su entrada puede leerse la siguiente leyenda:

Desde un bar, arco iris te saludoahíto de café y melancolía.

E

Facsímil de un manuscrito de Manuel Mujica Lainez.Avenida de Mayo. Buenos Aires, Fundación Banco deBoston, 1989.

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UN DIARIO: UN DIARIO: UN DIARIO: UN DIARIO: UN DIARIO: LA PRENSALA PRENSALA PRENSALA PRENSALA PRENSA

na nota característica de la Avenida de Mayo es lacantidad de diarios que tuvieron su sede en ella,

entre la Plaza de Mayo y la Plaza Lorea, por ejemplo: ElSol, El País, El Plata, Democracia, La Pampa, LaOpinión, Libre Palabra, La Reforma, El Diario, LaPrensa, Crítica.José C. Paz fue quien hizo construir el lujoso edificio decinco pisos que ocupó el diario La Prensa desde 1896 enAvenida de Mayo 567. Sus constructores fueron losarquitectos Gainza y Agote, y en su decoraciónintervinieron artistas y artesanos franceses e italianos. Sehabilitó una biblioteca con 6000 volúmenes iniciales. El salónde actos es una copia fiel de un salón del palacio deVersalles.Otra característica del edificio es su "farola", una estatuade bronce (con un pedestal) que se alza en la cúspide delpalacio. Representa a una mujer que levanta en una manouna antorcha, la de la libertad; y en la otra muestra unapágina escrita.También es algo típico de este lugar la sirena, inauguradael 29 de julio de 1900, cuando se conoció la noticia delasesinato del rey de Italia, Humberto I. A partir de allí, lasirena ha anunciado grandes acontecimientos nacionales omundiales.

la capital, y hoy han pasado aocupar el rango borroso y unpoco humilde de las solteronasque han abandonado los éxitosa sus hermanas casadas conbrillantes partidos.Puede decirse mejor que laAvenida de Mayo ha evolu-cionado y cambiado su indu-mentaria, antiguamenteelegante, por un traje algobohemio que le aporta lafrecuentación de los ele-mentos teatrales y artísticosatraídos por los cafés, tanparisinos, y por la vecindadde muchos teatros.En una palabra, la Avenidade Mayo, se ha transformadoen un Montparnasse porte-ño.”

Luis Roche, Sur AméricaVista por un Venezolano.1949.

“En realidad, no sé en quéedificio fue colocado el másviejo ascensor de BuenosAires. Pero no temo equivo-carme si le aseguro que tieneque haber sido en alguno delos de la Avenida de Mayo.Le digo esto porque reciénen esta arteria, comienzan alevantarse los palacios devarios pisos. La respectivaordenanza municipaldeterminaba 24 metros dealtura para toda edificaciónen la Avenida. Así que elprimer ascensor...-Sí amigo, se instaló en laAvenida de Mayo. ¿Y dónde,si no? ¡Si por ella entrabatodo el progreso, horizontal overticalmente!-¿Y en qué casa fue la cosa?-Mire: aquí tiene Ud. la nota:‘El ascensor ya es centena-rio’, que su autor, el señorEnrique Foulkes Fábregas,acaba de publicar en la re-vista Vea y Lea Nº 187. Ellaviene a confirmarnos esa

seguridad suya. Lea estepárrafo, por cierto ilustrativo:‘En Buenos Aires, sin dudala más importante de las ciu-dades latinoamericanas, po-see en la actualidad la expre-siva cantidad de 12.345 as-censores en actividad, todosimpulsados por el sistemaeléctrico. Algunos de ellos,los primeros en ser instala-dos, fueron movidos en unprincipio por los dispositivosantiguos. En esascondiciones se encuentra,precisamente, el más viejode cuantos se instalaron enesta capital, allá por el año1898, y que aún prestaservicios en el local de laAvenida de Mayo 1264. Esteascensor era movido en unprincipio por soga, pero acomienzos del siglo fueelectrificado y le pusieronpuertas más modernas. Detodos modos queda en elambiente porteño como unade las muestras másinteresantes de lo queentonces llamaba la atencióncomo confort, y que hacepocos días al subir en élquien escribe esta nota,registró una velocidad decincuenta y dos segundospara ascender hasta elprimer piso, por supuesto,nada de acuerdo al ritmovertiginoso de nuestrosdías’.”

Ricardo Llanes, La Avenidade Mayo. Editorial Kraft,Buenos Aires, 1955.

TERTULIAS ESPAÑOLAS

“También ‘La Armonía’, enla Avenida de Mayo eIrigoyen, servía con éxito elclásico chocolate con chu-rros o tostadas. La base delas tertulias era la mesa deChiarella, un gordo rubicun-

do, con su pescuezo cortometido en un cuello de pun-tas dobladas a lo prócer, yque entraba a comer tardísi-mo, quedándose hasta quecerraban.”

José A. Saldías, La inolvi-dable bohemia porteña,1968.

“En la época de mi infancia,ya avanzada la década delveinte, decir en Jujuy ‘Bue-nos Aires’, era decir Aveni-da de Mayo.Ese nombre fascinaba comotodo lo desconocido que ima-ginamos fastuoso.En aquellos tiempos, enMaimará, pueblito de laQuebrada de Humahuaca, ungrupo de bolivianos dio a sucomparsa carnavalera esenombre ‘Avenida de Mayo’,porque para ellos, (ninguno,por supuesto, había llegadonunca a una ciudad) noexistía nombre alguno quesignificara con mayorelocuencia, alegría, diversión,bullicio, esplendor. Paraellos, la Avenida de Mayoera la hermosura delmundo.(...)

Pasados los años, comprobécon secreta alegría que losprovincianos –que somos losargentinos más españoles–buscamos la Avenida deMayo como si procurásemosremontar las corrientes de lavida hacia su ancestro máshondo. Por eso una legión deprovincianos no puede nipensar en hospedarse en unhotel alejado de la gran aveni-da. Sería como no haber llega-

do a Buenos Aires.Para Martínez Estrada, laAvenida de Mayo es hija deMadrid. Para los provincianos,la Avenida de Mayo esBuenos Aires. Tal vez ambasafirmaciones se justificanmutuamente.Caminando por la Avenida deMayo nos reencontramos conEspaña.”

Jorge Calvetti. 1976.

U

GOBIERNO DE LA CIUDADDE BUENOS AIRES

Jefe de GobiernoDr. Aníbal Ibarra

Vicejefe de GobiernoLic. Jorge Telerman

Secretario de CulturaDr. Gustavo López

Subsecretaria de Patrimonio CulturalArq. Silvia Fajre

Publicación preparada por el

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Tel: 54 11 4813-9370 / 5822E-mail: [email protected]

Directora:Lic. Liliana Barela

Jefa Depto. Investigación:Prof. Lidia González

Textos:Elisa Radovanovic

María Alejandra JonesDaniel Paredes

Edición:Rosa De Luca

Marcela Barsamian

Diseño:Fabio AresJorge Mallo

Colaboración:Susana SprovieriMarta Martínez