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Mi historia con “una gotita de agua”: Un buen día nos fuimos de excursión al campo, mis padres, mi hermana y yo. Mis padres se metieron dentro de la casita mientras nosotras jugábamos, escuchábamos unos ruidos como unas pequeñas vocecitas y buscamos de donde procedían. Nos dimos cuenta que venían de los tomates, lechugas y patatas que habían sembrado en ese lugar. Estaban contentos porque habían llegado las gotitas de agua. Nos dimos cuenta que una gotita hablaba, me apresuré a decirle: -Tengo que hablar sobre vosotras en el colegio. - ¿Qué quieres saber? -dijo la gotita-. - ¿Cómo has llegado hasta aquí? –le pregunté-. - He hecho un viaje muy largo. Te lo contaré, y la gotita comenzó con su historia. Nací del rocío de la mañana, caí sobre el río Guadalquivir donde me hice amiga de lo peces, que me contaron el mal comportamiento de algunos humanos por tirar cosas al río, lo cual daña al medio ambiente. Después de esto, llegué al mar donde conocí pulpos, calamares, estrellas de mar…, que coincidían con

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Mi historia con “una gotita de agua”:

Un buen día nos fuimos de excursión al campo, mis padres, mi

hermana y yo. Mis padres se metieron dentro de la casita mientras

nosotras jugábamos, escuchábamos unos ruidos como unas pequeñas

vocecitas y buscamos de donde procedían. Nos dimos cuenta que

venían de los tomates, lechugas y patatas que habían sembrado en

ese lugar.

Estaban contentos porque habían llegado las gotitas de agua.

Nos dimos cuenta que una gotita hablaba, me apresuré a decirle:

-Tengo que hablar sobre vosotras en el colegio.

- ¿Qué quieres saber? -dijo la gotita-.

- ¿Cómo has llegado hasta aquí? –le pregunté-.

- He hecho un viaje muy largo. Te lo contaré, y la gotita

comenzó con su historia. Nací del rocío de la mañana, caí sobre el río

Guadalquivir donde me hice amiga de lo peces, que me contaron el

mal comportamiento de algunos humanos por tirar cosas al río, lo

cual daña al medio ambiente. Después de esto, llegué al mar donde

conocí pulpos, calamares, estrellas de mar…, que coincidían con mis

amigos los peces, los humanos contaminaban el mar. De pronto sentí

mucho calor, me evaporé y me di cuenta que estaba dentro de una

nube con muchas más gotitas. La nube era preciosa, tenía forma de

una ovejita. Volvimos a bajar a la tierra, en diferentes estados, unas

como nieve, otras como granizo y yo como lluvia ¡qué divertido! -dijo

la gotita-.

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Mi hermana y yo quedamos asombradas, entramos en la casita

y emocionadas se lo contamos a nuestros padres.

Cuando llegué a mi casa decidí escribir lo que había ocurrido. La

verdad me encontraba un poco triste por no haberme podido despedir

de la gotita, a la que seguiré buscando en mis cursos de natación, en

el mar y cómo no, en el campo.

Puedo decir que desde hoy cuidaré de ella como de mi vida,

como mi madre me dice: “Mira por el agua”.

Doy las gracias a Dios y a la Virgen de Araceli, por todas las

cosas bellas y esenciales para la vida y entre ellas el agua, ¡cuidemos

de ella!

Mi historia parece muy fantástica, pero os aseguro que para mí

es muy importante.

¡Adiós gotita! ¡Cuidaré de ti!

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Seudónimo: Naturaleza.

EL AGUA ES VIDA,

CUÍDALA.

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