Arendt H Hombres en tiempos oscuros

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  • 7/24/2019 Arendt H Hombres en tiempos oscuros

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    Editorial Gedisa ofrece

    los siguientes ttulos sobre

    FILOSOFI

    pertenecientes a sus diferentes

    colecciones

    y

    series

    (Grupo Ciencias Sociales )

    JOS

    MARIA BENEYTO

    Apocalipsis de

    la

    modernidad

    GREGORIO KAMINSKY Spinoza:

    la

    poltica de las

    pasiones

    MARTIN HEIDEGGER

    Introduccin a

    la

    meJaffsica

    PIER ALDO RO TTI

    omo la

    luz tenue

    GEORGES BALANDIER El

    desorden

    HANNAH ARENDT Hombres en tiempo de

    oscuridad

    PAUL RICOEUR ldelogfay utopa

    ERNEST GELLNER Cultura, identidad y

    poltica

    JEAN-FRAN;OIS LYOTARD

    a

    diferencia

    RONALD DWORKIN El imperio de /ajusticia

    CORNELIUS CASTORIADIS Los dominios del hombre

    sigue en pdg 239)

    HOMBRES

    EN

    TIEMPOS

    E OSCURID D

    por

    Hannah rendt

  • 7/24/2019 Arendt H Hombres en tiempos oscuros

    2/29

    Titulo del original en ingls:

    Men in Dark

    Times

    e

    1955,

    1965

    ,

    1966 1967

    1968 by

    Hanna Arendt

    Copyright

    renewed 1983 by

    Mary Me

    Carthy

    West.

    Published

    by

    arrangement with

    Harcourt

    Brace

    Jovanovich

    Inc.

    Traduccin Claudia Ferrarl

    Diseo e cubierta Julio

    Vivas

    Composicin Tipogrfica: Acuatro

    Primera edicin,

    Barcelona.

    1990

    Derechos

    para todas las

    ediciones

    en

    castellano

    Q by

    Editorial

    Gedisa S.

    A

    Muntaner

    460

    entlo.,

    1

    11

    Tel.

    20 1 -

    6000

    08006

    Barcelona

    Espaa

    ISBN: 84 -7432-356-8

    Depsito legal:

    B.

    569 - 1990

    Impreso en

    Romaoya/

    Valls, S. A.

    Verdaguer 1 - 08786 Capellades Barcelona)

    Impreso

    en Espaa

    Printed in Spain

    Queda

    prohibida la reproduccin total o parcial

    por cualquier

    medio de

    impresin

    , en

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    idntica, extractada o modifica

    da. en castellano o

    cualquier

    otro idioma.

    INDI E

    ACIO

    9

    Sobre la

    humanidad

    en tiempos de oscuridad.

    Reflexiones

    sobre Lessing

    ..... .................... 13

    Rosa Luxemburgo.

    1871-1919

    ............ .. ...... .... . 43

    Karl Jaspers . Ciudadano del mundo? ..... .... ... .

    67

    Isak Dinesen. 1885-1963

    ................................. 81

    Hermann Broch. 1886-1951 ............................. 97

    l El poeta

    renuente

    ............................... 97

    II. La teora

    del valor

    ........ .......... ...........

    107

    111 La teora del

    conocimiento

    .......... ......

    114

    IV

    .

    El absoluto

    concebible

    .. ... .... . ... . .. ......

    126

    Walter Benjamin. 1892-1940 .. ...... ...... .. .... .....

    139

    l El jorobado

    ........

    ....... ........ .. .... ..........

    139

    II. Los

    tiempos de oscuridad

    ...... ..... .. .. . .

    158

    III. El

    pescador de perlas

    .................. ... ... 178

    Bertolt Brecht. 1898-1956 ...... .. ......................

    193

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    Walter

    enjamn

    1892-1940

    l El jorobado

    Fama, esa diosa tan codiciada, posee varios rostros, la fa

    ma viene en muchas formas y tamaos: desde la notoriedad de ,

    una semana

    de

    la historia principal de alguna revista hasta el

    es

    plendor de un nombre que perdura para siempre.

    La

    fama pstu

    ma

    es

    uno de los artculos ms raros y menos deseados de Fa

    ma

    a pesar de que es menos arbitraria y a menudo ms slida

    que los otros tipos, dado que slo r r vez se concede sobre me

    r mercadera.

    El

    que ms pudo ganar est muerto y por lo tanto,

    no

    a la venta. Esa fama pstuma, que no es comercial ni rinde be

    nefic

    io

    s,

    h

    cado hoy

    en Al

    emania sobre el nombre

    y

    la obra de

    Walter Benjamin, un escritor judo-alemn que fue conocido,

    aunque no famoso, como contribuyente de revistas las seccio

    nes literarias de los diarios durante menos de diez aos anterio

    res a la subida de Hitler al poder y a

    su

    propia emigracin. Pocos

    eran los que an recordaban su nombre cuando eligi la muerte

    en aquellos primeros das de otoo

    de

    1940; los que para mu

    chos de su origen y su generacin marcaron el momento ms os

    cu

    ro de la guerra: la cada

    de

    Francia, la amenaza de Inglaterra,

    el pacto todava intacto de Hitler y Stalin cuya consecuencia ms

    temida en

    ese

    momento er la estrecha cooperacin de las dos

    fuerzas de p olica secre ta ms poderosas de Europa. Quince

    aos despus, fue publicada en Alemania un edicin de dos vo

    lmenes de sus obras, hecho que le gan un inme

    di

    ato succes

    d estime que fue ms all del reconocimiento de aquellos pocos

    39

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    que conoci durante

    su

    vida. Ycomo la mera reputaci

    n,

    por al

    ta que sea, descansa en el juicio

    de

    los mejores, nunca es sufi- .

    ciente para que escritores y artistas se ganen la vida que

    slo

    la

    fama

    , el testimonio

    de

    una multitud que no necesita tener

    un

    ta

    mao

    astronmico, puede garantizar,

    me

    veo

    doblem

    ente obli

    gado a decir (con Cicern): Si

    vi vi vicissent

    qui

    morte

    vicerunt

    (qu

    distinto

    habra

    sido todo "si

    aquellos que ganaron la victo

    ria en

    la

    muerte la hubiesen ganado en

    la

    vida") .

    La

    fama pstuma es

    algo

    demasiado extrao como para cul

    par a

    la

    ceguera del

    mundo

    o a la corrupcin del medio literario.

    Tampoco puede decirse que es la amarga recompen

    sa de

    aque

    llos que se adelantaron a su tiempo, co mo si la historia

    fuese una

    carrera donde algunoscontendientes corren

    tan

    rpido que sim

    plemente desaparecen

    de

    la vista de los espectadores. Por el

    co.ntrario,

    la

    fama pstuma suele estar precedida por el reconoci

    miento ms

    alto

    entre

    lo

    s colegas.

    Cuando

    Kafka muri en 1924

    de los pocos libros que haba publicado apenas se haban vendi:

    do unas doscientas copias, pero sus amigos literarios y los pocos

    lectores que por accidente haban llegado a conocer esos breves

    trozos

    de

    prosa (todava no se haba publicado

    ningun

    a

    de

    sus

    novelas) saban ms all de toda duda qu e era uno

    de

    los

    maes

    tros prosa moderna.Walter

    Benjamn

    haba ganado ese re

    conoc1m1ento temprano y no slo entre aquellos cuyosnombres

    eran desconocidos en esa poca,

    tal

    como Gerhard Scholem

    el

    amigo

    d.e j u ~ e ~ t u d , y Theodor Wiesengrund

    Adorno, su

    mero

    y

    umco d1sc1pulo,

    ambos responsables

    de

    la

    edicin

    pstu

    ma

    de

    sus trabajos y sus cartas.

    1

    De n ~ e ~ i a t o

    y por.instinto, siento la tentacin

    de

    decir que

    el reconoc1m1ento provmo de Hugo von Hofmannsthal, quien

    public el ensayo

    de

    Benjamn sobre las Afinidades electivas

    de

    Goethe en

    1924,

    y de BertoltBrecht, quien al recibir la noticia de

    la

    muerte de

    Benjamin

    dijo

    que sa era

    la

    primera prdida

    verda

    dera que Hitlercausaba a

    la

    literatura alemana. No podemos sa

    ~ e r s i existe algo as como el genio inapreciado, o si se trata de

    la

    1lus1on de

    aquellos que

    no son

    genios; sin embargo, podemos es-

    1

    W ~ l l c r

    Benjamin, Schrfte11, Frankfurl

    a.M.,

    Suhrkampo Verlag, 1955, 2

    vol s.

    YBriefeFrankfurt a. M., 1966, 2

    vol s.

    Las siguientes referencias pertenecen

    a estas cd iciones.

    140

    tar razonablemente seguros de que la fama pstuma

    no

    recaer

    en ellos. .

    La

    fama es

    un

    fenmeno

    social;

    ad g oriam non

    est satis

    unius

    opinio (tal

    como seal Sneca con sabidura pedante

    ra),

    "para

    la fama

    no

    basta la

    opinin

    de_uno", a

    de

    que es

    suficiente

    para

    la

    amistad y el amor.

    _ N m ~ n a

    s?ctedad

    p u e d ~

    funcionar correctamente sin una

    clasificacin,

    sm una

    d1spos1

    -

    cin

    de

    las cosas y

    lo

    s hombres en clases y i ~ s

    o ~ d ~ n a d ? s

    Es

    ta clasificacin necesaria es

    la

    base para toda 1 s c ~ 1 ~ m a

    1 n so

    cial,

    y la discriminacin, no obstante ~ c t u a l opu:un

    lo

    contrario es tanto un elemento constituttvo del rem? social co

    mo la i g u ~ l d a d es

    un

    elemento constitutivo de lo

    poltico

    . El

    to es que en la sociedad, todos deben responder pregunta.

    que

    soy (diferente de quin soy) y

    la

    r e s p u e ~ ~

    o b ~ ~ m e . n t e

    nunca

    puede ser:

    Soy

    nico, no

    por la arrogancia

    1mpli

    c

    1ta sm_o

    P?rque

    la respuesta carecera de sentido.

    En

    el caso

    de

    B e n . 1 < u ~ 1 . m , se

    puede diagnosticar el problema

    (si

    fue tal) en retrospectiva con

    gran precisin- cuando Hofmannsthal ley el

    largo

    ensayo sobre

    Goethe por

    e ~ e

    autor totalmente

    d e s c o n o c i ~ o .

    lo

    ca

    lifi

    c

    de

    schlechtin unvergleichlich ( absolutamente mcomparable )

    el problema era que tena razn, no se poda comparar con

    n a ~ a

    de

    lo

    existente en literatura. El problema co 1

    todo

    _o que Ben1a-

    min escribi fue que siempre result ser sui genens .

    La fama pstuma parece ser n t o n c e ~ la suerte los mcla

    sificables, es decir, aquellos cuyos trabaJOS no enca1an dentro

    del orden existente ni.introducen un

    nuevo.

    gnero que

    llev_e

    una

    futura

    clasificacin. Los innumerables intentos de

    ~ s ~ n b r r

    al estilo Kafka"

    ,

    todos ellos rotundos fracasos, slo.

    f V l ~ r o n

    para enfatizar el carcter nico de

    Kafka,

    la absoluta n ~ n a h d a d

    que

    no

    puede hallarse en ningn precedesor

    no

    tiene

    se

    guidor. 1 .

    Esto

    es

    lo

    que

    la

    sociedad no logra aceptar y a . o que

    siem-

    pre se ver reticente de otorg3 "

    su

    sell?

    de a p r o b ~ 1 n .

    Para

    cirio

    de

    otro modo, en la actualidad ser;a tan.enganoso

    recomen

    dar a Walter Benjamn como critico literario y ensayista com?

    habra sido recomendar a Kafka en 1924 como novelista Yescri

    tor de cuentos. Para describir su trabajo en forma

    u ~ d a

    Ya

    l como autor dentro de nuestro usual marco de referencia, ten

    dra que hacer varias declaraciones negativas, tales

    como: su

    141

  • 7/24/2019 Arendt H Hombres en tiempos oscuros

    5/29

    erudicin fue grande, pero no era un erudito; sus temas com

    p r e ~ d a n textos y

    s.u

    ~ t e r p r e t a c i n pero no era un fillogo; no lo

    a ~ r u a m ~ c ~ o la religin pero s la teologa y el tipo de interpreta

    cin teolog1ca por la que el texto

    en

    s

    es

    sagrado, pero no

    era

    te

    logo no senta un inters particular por la Biblia; era un escri

    t r

    l'lto, su a y o r

    a m b i c ~ n

    fue producir una obra que con

    sistiera solo,en citas; fue el pnmer alemn que tradujo a Proust

    Gunto ~ o n I

  • 7/24/2019 Arendt H Hombres en tiempos oscuros

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    cuento de hadas alemn de

    la

    famosa coleccin de poesa popu

    lar alemana:

    Des Knaben Wunderhohn .

    Will

    ich i11

    mei11Kelkr geh11,

    Will

    mei11 Wei11ki11 zapfe11;

    Steltl

    ei

    bucklicht

    Mii ki

    Tiit miri

    Krvg

    wegsch11appe11.

    Will

    icll i11 ,,.,;,,

    Ki.iclctl gthll,

    will

    mei11

    Si.ipplti11

    kocht11

    ;

    Stthl

    ei

    bucklicht

    Mii lti da

    Hat m1i11

    Tpjlei11

    broclu11

    .

    (Cuando bajo al stano,

    para sacar

    vino,

    un jorobadito que vive all

    me saca

    la jarra.

    Cuando entro a la cocina

    para hacerme la sopa

    un jorobadito que vive all

    me rompe mi tazn.)

    El

    jorobado era un conocido de Benjamn que vio por prime

    ra vez cuando, todava un nio, hall el poema en un libro para

    nios y nunca lo olvid. Slo una vez (al final de

    A Berln

    Child-

    hood

    around

    1900),

    al anticipar la muerte, intent capturar toda

    su vida ..cuando desfila, tal como se dice, ante los ojos del mori-

    .hundo , y declar quin y qu era aquello que

    lo

    haba aterrado

    cuando era tan pequeo y lo acompaara hasta la muerte. Su

    madre, al igual que otros miles de madres en Alemania, sola

    de

    cir: El seor Bungle te enva sus saludos Ungeschickt Jiisst

    griissen)

    cuando ocurra una de las innumerables pequeas

    ca

    tstrofes de la infancia. el nio saba a qu se refera.

    La

    madre

    hablaba del jorobadito , quien haca que los objetos jugaran

    fe

    as bromas a los nios; era l quien haba puesto el pie cuando

    ca

    as y

    el

    que te haba quitado el objeto de las manos cuando

    se

    rompa

    en

    mil pedazos. despus del niovino

    el

    adulto que co

    noca aquello que el nio todava ignoraba, es decir, que no

    ha-

    44

    ba sido l quien haba provocado

    al

    pequei'lito al mirarlo

    (co

    mo si hubiese querido ser el nii'lo que deseaba aprender qu era

    el temor) sino que

    el

    jorobado

    lo

    habla mirado y le habla traldo

    mala suerte. Pues cualquiera a quie11 el hombr

  • 7/24/2019 Arendt H Hombres en tiempos oscuros

    7/29

    de

    detectarse incluso en el primer golpe de suerte que abri l

    carrera de Benjamin como escritor. A travs de los buenos ofi

    cios de un amigo, pudo ubicar su Afinidades electivas de Goethe

    en el

    Neue Deutsche

    Beitrage de Hofmannsthal (1924-25). Este

    estudio, una obra maestra de la prosa alemana y an de impor

    tancia nica en

    el

    campo general

    de la

    crtica literaria alemana y

    el campo especializado de la erudicin de Goethe, ya haba sido

    rechazado en varias oportunidades y la entusiasta aprobacin de

    Hofmannsthal lleg en un momento en que Benjamin estaba de

    sesperado por hallar a alguien que lo aceptara

    }Jriefe,

    I, 300).

    Pero ocurri algo lamentable, que al parecer nunca pudo ser

    comprendido del todo, que bajo las circunstancias dadas estaba

    necesariamente relacionado con esta oportunidad. La nica

    se

    guridad material que poda haberle aportado esta primera publi

    cacin fue la Habilitation el primer paso de la carre ra universita

    ria para la que Benjamin

    se

    preparaba. Esto no le habra permiti

    do mantenerse

    Oos

    llamados Privatdozent no reciban salario

    al

    guno) pero tal vez: habra inducido a su padre a mantenerlo has

    ta

    conseguir un puesto de profesor titular, ya que sta

    era

    una

    prctica comn en aquellos das. Ahora nos resulta difcil com

    prender cmo l y sus amigos pudieron haber dudado de que

    una

    Habilitation

    bajo un profesor universitario no inusual poda

    terminar en una catstrofe. Si los caballeros declararon m s t r-

    de que no comprendieron una sola palabra del estudio.

    El

    origen

    de la

    tragedia

    alemana, que Benjamin haba presentado, se les

    puede creer con certeza. Cmo iban a comprender a un escritor

    cuyo mayor orgullo

    era

    el hecho de que la escritura consiste en

    su mayor parte en citas: la tcnica mosaico ms loca que pueda

    imaginarse y que pona el mayor nfasis en

    los seis lemas que

    precedan el estudio: Nadie ... poda reunir alguno ms raro o

    ms precioso

    }Jriefe,

    I 366). Era como si un verdadero maestro

    hubiera dado forma a un objeto nico, slo para ponerlo a la ven

    ta

    en

    el centro comercial ms cercando. En realidad, no hubo ni

    antisemitismo ni mala voluntad con respecto a un extrao (Ben

    jamn

    se

    haba graduado

    en

    Suiza durante la guerra y no

    era

    dis

    cpulo de nadie) ni tampoco l sospecha acadmica de cualquier

    cosa que no est garantizada a ser mediocre.

    Sin embargo ('y aqu es donde entra la mala suerte) en la

    Alemania de la poca exista otra forma, y fue precisamente su

    146

    ensayo sobre Goethe lo que arruin la nica oportunidad de

    Benjamn para una carrera universitaria. Como sucede a menu

    do con las obras de Benjamn, este

    es

    tudio es taba inspirado por

    las polmicas y el ataque inclula el libro de Friedrich Gundolf so

    bre Goethe.

    La

    crtica de Benjamn

    era

    definitiva y sin embargo

    Benjamin poda haber esperado una mayor comprensin por

    parte de Gundolf y

    de

    otros miembros del crculo alrededor de

    Stefan George, un grupo cuyo mundo intelectual le haba sido

    bastante familiar durante su juventud, que del crculo gober

    nante ; y tal vez no hubiera necesitado

    ser

    miembro del crculo

    para ganar su acreditacin acadmica bajo uno de estos hom

    bres que en esa poca comenzaban a ganar

    un

    lugar cmodo

    en

    el mundo acadmico. Pero lo nico que no debi haber hecho

    fue montar un ataque contra el miembro

    ms

    prominente y

    capaz del crculo en forma tan vehemente que todos sabran, tal

    como loexplic retrospectivamente ms adelante, que tenatan

    poco que ver con el mbito universitario ..como los monumen

    tos erigidos por hombres como Gundolf o Ernst Bertram Brie-

    fe,

    11

    523). S as fue. Y fue la mala

    suerte de

    Benjamn haber

    anunciado esto al mundo antes de ser admitido en la univer

    sidad.

    Sin embargo, no puedo afirmar con certeza que hizo caso

    omiso de

    Ja

    precaucin debida en forma consciente. Por el con

    trario, saba que El seor Bundle le enva

    sus

    saludos y tomaba

    ms precauciones que ningn otro que haya conocido. Pero su

    sistema

    de

    disposiciones contra posibles peligros, incluyendo la

    cortesa china mencionada por Scholem,

    2

    invariablemente, y

    en una forma extraa y misteriosa, no prest atencin al verda

    dero peligro.

    Pues

    en cuanto abandon la

    segura

    Pars para huir

    a l peligrosa Meauxal principio de guerra (al frente) , su ensa

    yo sobre Goethe inspir

    en l

    la preocupacin innecesaria de

    que Hofrnannsthal podra tomar a m l un comentario crtico pre

    cavido sobre Rudolph Borchardt, uno de los principales contri

    buyentes de su peridico. Sin embargo, slo esperaba buenas

    cosas por haber encontrado por este ataque a la ideologa del

    colegio de George

    ..

    ese mismo lugar donde les resultara difcil

    ignorar la inventiva

    }Jriefe

    1

    341). Pero no les result nada dif-

    2

    Anuario

    del

    Instituto Leo Baeck, 1965 pg 117

    147

  • 7/24/2019 Arendt H Hombres en tiempos oscuros

    8/29

    cil. Pues nadie estaba ms aislado que Benjamn ni ms comple

    tamente solo. Ni la autoridad de Hofmannsthal

    ~ e l

    nuevo

    pa-

    trn tal como lo llam Benjamn en su primera explosin de ale

    gra, Briefe

    i,

    327) pudo alterar esta situacin. Su voz casi no

    te-

    na importancia comparada con el verdadero poder de

    la

    escuela

    de

    George, un grup influyente donde, al igual que

    en

    todas las

    entidades de este tipo, slo contaba la alianza ideolgica, dado

    que slo

    la

    ideologa, no el rango

    ni

    la calidad, puede mantener

    unido a un grupo. A pesar de su postura de estar por encima de

    la poltica, los discpulos de George estaban tan familiarizados

    con los principios bsicos de las maniobras literarias como los

    profesores lo estaban con los fundamentos de

    la

    poltica acad

    mica o los escritores y periodistas con

    el ABC de

    una buena

    vuelta merece otra .

    Sin embargo, Benjamn no conoca el juego. Nunca supo c

    mo manejar estas cosas y nunca pudo moverse entre esta gente,

    ni

    siquiera cuando las adversidades de la vida exterior que a

    ve-

    ces provienen de todas partes, como los lobos Bnefe, , 298) ya

    le haban dado alguna idea de las costumbres del mundo. Cada

    vez que trataba de ajustarse y de ser cooperativo como para ga

    nar un terreno firme bajo sus pies, las cosas salan mal.

    Nunca apareci impreso un estudio importante sobre Goe

    the desde el punto de vista del marxismo (a mediados de la dca

    da de 1920 estuvo a punto de unirse al partido comunista), ni

    en

    la Gran Enciclopedia Rusa, para la cual haba sido escrito,

    ni en

    la Alemania actual Klaus Mann, quien haba encargado una revi

    sin de la obra Threepenny Novel de Brecht para su peridico

    Die Sammlung, le devolvi el manuscrito porque Benjamn ha

    ba pedido

    250

    francos (que entonces eran unos diez dlares)

    por el mismo y l slo quera pagar 150. Su comentario sobre la

    poesa de Brecht nunca apareci durante

    su

    vida. Y por ltimo

    surgieron serias dificultades con

    el Instituto de Investigaciones

    Sociales el que, originalmente y ahora otra vez) era parte de la

    Universidad de Frankfurt, haba emigrado a Norteamrica y del

    cual Benjamn dependa financieramente. Su s guasespirituales,

    Theodor

    W.

    Adorno y Max Horkheimer, eran materialistas dia

    lcticos y en su opinin el pensamiento de Benjamn era no

    dialctico , se mova dentro de categoras materialistas que no

    coincidan en absoluto con las marxistas , careca de media-

    148

    cin ,

    en

    tanto que,

    en

    un ensayo sobre Baudelaire, haba rela

    cionado

    ciertos elementos llamativos dentro de la superestruc

    tura ..directamente, tal vez incluso en forma casual, con los ele

    mentos correspondientes a la subestrurtura. El resultado fue

    que el ensayo original de Benjamin: El Pars del Segundo Impe

    rio

    en

    las

    bras

    de Baudelaire no fue publicado,

    ni

    entonces

    en

    la revista del Instituto ni en la edicin pstuma de dos volme

    nes de

    sus

    obras. (Ahora

    se

    han publicado dos partes: Der Fla

    neur

    en

    Die Neue Rundschau, diciembre de 1967, y Die Moder

    ne enDasArgumenJ marzo de 1968).

    Benjamn fue quizs el marxista ms peculiar

    que

    produJO

    movimiento, el que Dios bien sabe tuvo su buena parte de di-

    ficultades . El aspecto terico

    que

    sin duda lo fascinaba era la

    doctrina de la superestructura, que Marx haba bosquejado bre

    vemente pero

    que

    luego asumi un rol desproporcionado en el

    movimiento cuando

    se

    unieron a l un nmero desproporciona

    damente grande

    de intelectuales, y por lo tanto personas intere

    sadas slo en

    la

    superestructura.

    Benjamn utiliz esta doctrina slo como un estmulo heu

    rstico-metodolgico y casi no le interesaban sus antecedentes

    histricos o filosficos.

    Lo

    que lo fascinaba sobre la cuestin era

    que el espritu y su manifestacin material estaban tan ntima

    mente relacionados

    que

    pareca posible descubrir

    en

    todas par

    tes las correspondencias de Baudelaire, que

    se

    clarificaban e

    ilu-

    minaban entre s si

    se

    las correlacionaba

    en

    la forma debida,

    de

    modo que por ltimo ya no requeriran ningn comentario inter

    pretativo o explicativo. Le interesaba la correlacin entre una.es

    cena callejera, una especulacin sobre el mercado de cambios,

    un poema, un pensamiento, con la lnea oculta que los mantiene

    unidos y le permite al historiador o al fillogo reconocer

    que

    to

    dos deben situarse

    en

    el mismo perodo. Cuando Adorno critic

    la amplia presentacin de las actualidades de Benjamn

    Briefe

    11

    793), dio en el blanco pues esto

    era

    lo que Benjamn estaba ha

    ciendo y quera hac er. Muy influenciado por el surrealismo, era

    el intento

    de

    capturar el retrato de la historia en las representa

    ciones ms insignificantes de la realidad, sus fragmentos por as

    decirlo

    Briefe

    11 68.5 . Benjamn senta pasin por las cosas pe-

    queas, incluso diminutas; Scholem habla sobre su ambicin de

    lograr incluir cien lneas en la pgina comn de un cuaderno y

    149

  • 7/24/2019 Arendt H Hombres en tiempos oscuros

    9/29

    sobre su admiracin por dos granos de trigo en

    la

    seccin Juda

    del Muse de Cluny donde un alma semejante haba inscrito el

    Shema Israel

    completo .

    3

    Para l el tamao de un objeto tema

    una relacin inversamente proporcional a su importancia. Yesta

    pasin derivaba directamente de

    la

    nica visin del mundo que

    siempre tuvo una influencia decisiva sobre l, de

    la

    conviccin

    de Goethe sobre

    la

    real existencia de un

    Urphanomen,

    un

    fen

    meno arquetipico, una cosa concreta a

    ser

    descubierta en el

    mundo de las apariencias donde

    la

    importancia

    Bedeutung, la

    palabra ms al estilo Goelhe que ninguna, es recurrente en las

    obras de Benjamin) y

    la

    apariencia, palabra y cosa, idea y expe.

    rienda, coincidirian. Cuanto ms pequeo el objeto, ms pareca

    poder contener la forma ms concentrada de todo; de ah su de-

    leite

    en

    esos dos granos de trigo que contenan todo el

    Shema

    Is-

    rael, la esencia misma del judasmo. La mnima esencia qu e apa

    reca en una entidad diminuta, a partir de la cual, en ambos

    ca

    sos; se origina todo y que, sin embargo, en importancia no pue

    de compararse con su origen. En otras palabras, aquello que

    fas

    cin profundamente a Benjamin desde un principio nunca fue

    una idea, sino siempre un fenmeno.

    Lo

    que parece paradjico

    sobre todas las cosas que con justicia son llamadas hermosas

    es

    el hecho de que

    lo

    parezcan

    Schriften I

    349), y esta paradoja

    o,

    ms sencillamente,

    la

    maravilla de la apariencia, siempre estuvo

    en el centro de sus preocupaciones.

    Lo lejos que estaban estos estudios del marxismo y del

    ma

    terialismo dialctico queda confirmado por su figura central, el

    jldneur

    4

    Siempre caminando sin rumbo

    fijo

    por entre

    la

    muchedum-

    bre de las grandes ciudades con estudiado contraste a sus apre-

    suradas y determinadas actividades,

    es

    ante l que las cosas

    se

    revelan en su significado secreto: El verdadero cuadro del pasa-

    do Pasa

    rpidamente

    ante l ( Filosofade la Historia ), y slo el

    /ldneurque pasea sin rumbo recibe el mensaje. Con gran perspi-

    cacia, Adorno seal el elemento esttico en Benjamn : Para

    3

    .

    cit.

    La descripcin clsica

    del

    jl4ne11r se da en el famoso ensayo de Baude

    lai

    re sobre Constantin Guys "El pintor de la vida

    mod

    erna, vase Edilion Pliade,

    pgs.

    877-83.

    Benjamin suele hacer referencias indirectas de ste y

    lo

    cita en el

    ensayo sobre Baudelaire.

    150

    entender correctamente a Benjamin se debe sentir detrs de

    ca

    da una de sus oraciones

    la

    conversin de

    la

    extrema agitacin en

    algo esttico, de hec ho, la nocin as1n

    de.1

    coleccionista, que

    era la

    propia. Co-

    l e c c 1 o n ~

    pnnc1p1os a partir de una variedad de motivos

    que no

    so.o fcilmente c ? m p r e n s i b ~ s . Tal como Benjamn fue tal vez el

    Pn

    .mero en enfatizar: colecc1onar es la pasin

    de

    los nios para

    qmenes las o s a s . ~ son todava bienes y no poseen el vaor de

    acuerdo con

    su

    ~ d a d y tambin

    es

    el hobby

    de lo

    s ricos, quie

    nes poseen lo suficiente como para no neces itar nada til y pue

    den

    ~ o r

    lo tanto afrontar la transfiguracin

    de

    los objetos

    Schnften 1, 416): En esto deben, por necesidad, descubrir la be-

    lleza, que n e c e s 1 ~ que recono.zca un deleite desinteresado

  • 7/24/2019 Arendt H Hombres en tiempos oscuros

    26/29

    social, sino el coleccionista que, al igual que Benjamin, busca

    co-

    8 1S

    extraas que son consideradas sin valor.) Adems, en su pa

    sin por el pasado, nacida de su desprecio por el presente como

    tal y por

    lo

    tanto desatento de la calidad objetiva, aparece ya un

    factor perturbador que anuncia que la tradicin puede ser

    lo lti

    mo que lo gue y que los valores tradicionales pueden no estar

    tar;i ~ ~ r s en sus manos como uno

    lo

    hubiese supuesto en un

    pnnc1p10.

    l

    tradicin ordena el pasado, no s

    lo

    desde el punto de

    vis

    ~

    .cronolgico

    s i ~ o .

    ante todo, sistemtico, pues separa

    lo po

    s 1 t i ~ o

    de

    n ~ g a t J v o lo

    ortodoxo de

    lo

    hertico, aquello que es

    obhgatono e importante de

    la

    masa de opiniones y datos irre

    le

    vantes o meramente interesantes.

    La

    pasin del coleccionista

    por otra parte,

    no

    slo

    no es

    sistemtica sino

    qu

    e raya en

    lo

    ca:

    tico,

    no

    tanto porque sea una pasin sino porque no est ilumi

    nada por

    la

    calidad del objeto (algo que

    es cla

    sificable) sino por

    su .legiti Ilida?n su.

    a r c t e r

    nico, algo que desafa cualquier

    clasificacin s1stematlca. Por

    lo

    tanto, mientras que la tradicin

    d ~ s c r i ~ i ~ a el coleccionista nivela todas las diferencias; y esta

    mvelac1on,

    de forma tal que "la predileccin y el rechazo positivo

    y

    lo

    negativo

    ..

    estn aqu unidos

    (Schriften

    11

    313)

    se da aun si

    el.co_leccionista hecho de la tradicin

    su

    c a ~ p o especial y ha

    e h m m ~ d ~

    con cuidado todo aquello no reconocido por sta.

    El

    c o l e c c 1 o m ~ t a

    ?Pone la tradicin contra el criterio de legitimidad;

    a

    lo

    autontano opone el signo

    del

    origen. Para expresar

    es

    ta

    forma de pensamiento en trminos tericos: reemplaza el con

    tenido con originalidad o autenticidad pura, algo que

    no slo

    estableci el existencialismo francs como una cualidad

    per

    se

    separada de todas las caractersticas especiales.

    Si

    se

    lleva esta

    forma de pensamiento a su conclusin lgica, el resultado es una

    inversin extraa del impulso original del coleccionista: "El

    cuadro genuino puede ser antiguo, pero el pensamiento genuino

    es ~ e v o . P e r t e n e c ~ al presente. Este presente puede ser pobre,

    es

    cierto. Pero no importa como sea, uno debe asirlo fuerte

    mente por las astas para poder consultar el pasado. Es el toro

    c ~ y a

    sangre debe llenar el pozo

    si

    las sombras de los desapare

    cidos deben aparecer en su orillan (Schn jten II, 314). Cuando se

    h

    sacrificado este presente para

    la

    invocacin del pasado surge

    entonces el mortal impacto del pensamienton que est dirigido

    contra

    la

    tradicin y

    la

    autoridad del pasado.

    184

    As

    el heredero y conservador se convierte en forma inespe

    rada destructor.

    "La

    verdadera. malinterpretada pasin del

    coleccionista siempre rs anarquista, destructiva. Esta es su

    dia

    lctica: combinar con IC'altad a 11n objeto, a puntos_indivduales,

    cosas puestas a su cuidado, una protesta subversiva contra

    lo t-

    pico, lo

    c l a s i f i c a b l e

    El

    coleccionista clestrnye el contexto

    en

    el que su

    ob

    jeto fue

    alguna vez parte de u

    na

    entidad ms grand_e,

    ~ v a ,

    y

    cor.no

    slo l?

    verdaderamente genuino le

    se

    rvir debe limpiar el obJet?

    e ~ e g 1

    do de todo

    lo

    que sea

    tpico

    sobre l. La figura del colecc1omsta,

    tan anticuada como

    la dc\jltineur

    poda asumir rasgos tan carac

    tersticos en Benjamn porque la historia en s (es decir, la ruptu

    ra en

    la

    tradicin

    qu

    e tuvo

    lu

    gar a comienzos de este

    s.iglo)

    ya

    l?

    haba liberado de la tarea de destrurri

    y

    slo necesitaba

    mch

    narse para seleccionar sus preciosos

    r a ~ m ~ 1 1 1

    os ele,la l?ila de es

    combros.

    En

    otras palabras, las cosas

    ofrt >c1a11

    c

    si 1111smas,

    en

    particular a un hombre que haca frente al presente con

    firm

    eza,

    un aspec

    to

    que antes slo haba sido descubierto desde

    la

    pers-

    pectiva extravagante del coleccionista. . . .

    No

    s cundo descubri Benjamn

    la

    notable comc

    1d

    en

    cia

    de estas inclinaciones anticuadas con las realidades de las po

    cas; d

    ebe

    de haber sido a mediados de

    la

    dcada de

    1920, c ~ a n -

    do comenz un serio estudio sobre Kafka, slo para descubrir al

    poco

    ti

    empo en Brecht

    al

    poeta

    u e .

    ms cmodo .se

    s e n t ~

    en

    siglo.

    No

    quiero decir

    qu

    e Ben1amm haya cambiado

    s.u

    enfas1s

    en

    la

    coleccin de libros a

    la

    coleccin de citas (exclusivo de

    l)

    de la noche a la maana o incluso en un ao, a pesar de que en

    las cartas

    se

    evidencia un cambio consciente de nfasis. De

    to

    das formas, nada era ms caracterstico de Benjamn la dca

    da de

    1930

    que los cuadernitos

    de

    tapas oscuras que

    1 e m p r

    lle

    vaba consigo donde siempre anotaba en forma de citas aquello

    qu e la vida y la lectura diarias iban tejiendo en l en forma de

    perlas o de coral . A veces las lea en

    voz

    alta y las ~ o s t r a b a

    como si fuera una preciosa coleccin. Y en esta

    col.ecc1n,

    que

    entonces era de todo menos extravagante,

    er f

    c

    il

    encontrar

    junto a un oscuro poema de amor del s i ~ l o

    XVIII r e c o ~ e

    del

    ltimo diario, junto

    al "D

    er erste Schnee de Goeck.ing un

    mfor-

    so Benjamin: Lob der Puppe , Lterariscile ~ e l t

    10

    enero de 1930

    185

  • 7/24/2019 Arendt H Hombres en tiempos oscuros

    27/29

    me de Viena del verano de 1939 que deca que

    la

    compaa de

    gas local haba intenumpido el suministro de gas a los judos.

    El

    consumo de de la poblacin juda representaba una prdi-

    da para la comparua de gas, dado que los mayores consumidores

    eran aquellos que

    no

    p a g ~ ? a n las cuentas. Los judos utilizaban

    elgas en especial para

    su1c1darse" (En.efe,

    11

    , 820).

    Aqu

    , se

    invo-

    ~ b a

    las sombras de los desaparecidos desde el

    foso

    de

    sacrifi-

    cios del present

    e.

    a ntima afinidad entre la ruptura en la tradicin y la figura

    al

    parecer extravagante ?el coleccionista que rene sus

    frag-

    mentos y restos de las rumas del pasado est tal vez mejor

    ilus-

    trada por

    el

    hecho, sorprendente slo a primera

    vista

    de que

    p r o b a b l e ~ e n t e

    hubo un perodo antes del nuestro

    d ~ n d e

    las

    c?sas viejas

    y

    a n t i g u a ~ muchas de.ellas olvidadas

    ya

    por tradi-

    cin, se hayan convertid? en material educativo en general que

    es. n t r e g a d ~ a los estudiantes de todo el mundo en cientos de

    miles de o ~ 1 a s . Este sorprendente renacimiento, especial de la

    c u l t u r ~ clsica, q u ~ desde

    la

    dcada de 1940 ha sido notado en

    espec1.al

    en la relativamente nada tradicional Norteamrica,

    co-

    menzo en Europa en

    la

    dcada de 1920. All fue iniciado por

    aquellos

    ~ r a n

    ms o n s c i e n t e s de

    lo

    irreparable de la ruptu-

    ra

    en.

    la t r ~ d 1 c 1 n ;

    lo

    m s m ~ que en Alemania y

    no

    slo all, por

    Martin. H e 1 d e g g ~ r

    cuyo xito extraordinario en los aos veinte

    se

    e b ~

    en particular al hecho de escuchar a la tradicin que

    no se rmde ante

    el.

    a ~ d o sino que piensa en el presente.

    31

    Sin

    darse u e n ~ BenJam n tenia en realidad ms en comn con el

    notable

    sentido de Heidegger para los

    ojos

    vivos y los huesos

    vi

    -

    vos ~ u e el mar haba transformado en perlas y coral, y como tal

    P?d1a ser salvado y llevado

    al

    presente slo

    al

    realizar

    un acto

    violento en su context? al interpretarlos con el mortal impacto"

    l ~ s

    ~ u e v o s

    pensamientos, de

    lo

    que

    lo

    hi

    zo

    con las sutilidades

    d . 1 a l ~ i c a s

    de sus amigos marxistas. Pues as co

    mo

    la ltima ora-

    c n .citada de un ensayo de

    Go

    ethe parece escrita por Ka.tka, las

    siguientes palabras extradas de una carta a Hofmannsthal de

    nos hace pensar en algunos de los ensayos de Heidegger

    e s c n ~ o ~

    en la d ~ d a ~ e l 40 o del 50:

    La

    conviccin que

    me

    gua

    en mis intentos literarios .. [es] que cada verdad tiene su hogar,

    31

    Vase Martn Heidegger: Kants

    T ese

    Aber das Sein Frankfurt, 1962.

    186

    su palacio ancestral,en

    el

    lenguaje, que este palacio

    fue

    construi-

    do conel msantiguo logoi y que para una verdad as fundada las

    percepciones de

    la

    s

    ci

  • 7/24/2019 Arendt H Hombres en tiempos oscuros

    28/29

    l e ~ g u a j ~ y del pensamiento .. "perforando en lugar

    de

    excavan

    do Bnefe I 329), como para no arruinarlo todo con explicacio

    nes que

    buscan proporcionar una conexin causal o sistemtica.

    Al hacer esto, Benjaminera consciente de que este nuevo mto

    do

    de

    "perforacin" daba por resultado el hecho

    de

    "forzar las

    percepciones cuya pedantera nada elegante es preferible a la

    c?stumbre actual y casi universal

    de

    falsificarlos"; para l tam

    bin era claro

    que

    este mtodo sera "la

    causa

    de ciertas oscuri

    d ~ e s

    Briefe 1

    ~ 1 3 9 Lo que ms le importaba era evitar cual

    quie.r cosa

    que

    pudiera

    ser

    reminiscente de la empatia, como

    si

    U I cierto de investigacin tuviera

    un

    mensaje que se comu

    nicaba a S1 mismo o

    que

    poda ser comunicado con facilidad pa

    ra el l e c ~ o r ?el espectador: "Ningn poema est escrito el

    lector,

    ~ ~ n

    cuadro para

    el

    espectador, ninguna sinfona para

    el oyente ( La tarea del traductor").

    Esta oracin,

    es c

    rita bastante tempranamente, podra s.ervir

    c o ~ o l

    ema

    para toda la crtica literaria de Benjamn. No debe

    11'1linterpretarse como ot ra a frenta dadasta a una audiencia

    que

    mcluso entonces ya se haba acostumbrado bastante a todo tipo

    de efectos caprichos?s y "engaos" Aqu, Benjamin

    se

    ocupa

    de

    las ~ s a s del pensamiento, en especial aqu ellas de naturaleza lin

    ~ s ~ c

    que, .segn l, ~ t i e n e n su ~ i g ~ i f i c a d o ,

    tal

    vez su mejor

    significado, s1 no son aplicadas a Pnon exclusivamente al hom

    b e.

    Por

    j e ~ p l o , se poda hablar de

    una

    vida o

    un

    momento inol

    vidable a1:1n s1 t?dos los hombres lo haban olvidado. Si la natura

    leza de

    ~ 1 c h a

    vida o momento requera que no fuese olvidado,

    ese

    predicado no contendra una falsedad sino slo un reclamo

    q ~ e los hoi;ib res no llevan a cabo, y tal vez tambin una referen

    cia a un remo donde s es llevado a cabo: el recuerdo de Dios"

    ( i b ~ e i ; i ) . Ms adelante, Benjamn abandon estos antecedentes

    teologicos pero no la teora y tampoco su mtodo de perforacin

    para obtener lo esencial

    en

    forma

    de

    citas, tal como

    se

    obtiene

    ~ g u

    al perfor:rren una fuente oculta en las profundidades

    de

    la

    tier:a. s t ~ metodo es como el equivalente moderno de las invo

    caciones ntuales, y los espritus que ahora

    surgen son invaria

    b l e m ~ n t e

    esas

    s e ~ c i a s espirituales de un pasado

    que

    han sufri

    do la transformaci.n del mar" shake speari ana

    de

    vvidos ojos a

    perlas, de huesos vNos a coral. Para Benjamn, citar

    es

    nombrar,

    Y

    nombrar en lu

    gar

    de hablar, la palabra en lug

    ar

    de la oracin,

    188

    lleva la verdad a la luz. Tal como

    se

    puede leer en el prefacio del

    Origen

    e

    la tragedia alemana, Benjamin conside raba la verdad

    como

    un

    fenmeno exclusivame nte acstico: "No Platn sino

    Adan", quien le dio a las cosas su nombre, era para l el "padre

    de la filosofa". De aqu que la tradicin era la forma en que estas

    palabras que-daban-nombres eran transmitidas;

    este

    tambin

    era un

    fenmeno esencialm ente acstico. Benjamn

    se

    senta

    muy semejante a Kafka

    prec

    isamente porque este ltim? te

    na ninguna "visin proftica" sino

    que

    escuchaba la trad1c1n, y

    "aquel que escucha bien no ve" ("El libro

    de

    Max Brod sobre

    Kafka").

    Estas son buenas razon

    es

    de por qu el inte rs filosfico de

    Benjamn se concentr desde un principio

    en

    la filosofa del len

    guaje, y

    de

    por qu por ltimo

    el

    h

    ec

    ho

    de

    nombrar a travs

    de

    las citas se convirti para len la nica posibilidad y el nico mo

    do apropiado de tratar e l pasado s in la ayuda de la tradicin.

    Cualquier perodo para el cual su propio pasado

    se

    haya tornado

    tan cuestionable como para nosotros debe tropezar con el fen

    meno del lenguaje,

    pues en

    l

    est

    contenido el pasado

    en

    forma

    imborrable, frustrando cual quier intento de querer librarse de l

    de una vez y para siempre. a

    polis

    griega seguir existiendo en

    el fondo de nuestra existencia poltica, es decir, en el fondo del

    mar, siempre que sigamos usando la palabra "poltica". Esto es

    aquello que los semnticos,

    que

    con buenas razones atacan el

    lenguaje como el

    gran

    baluarte detrs del cual

    se

    esconde el pa

    sado (su confusin, tal como dicen) no pueden entender. Y estn

    en lo

    cierto: en el anlisis final todos

    lo

    s problemas

    son

    proble

    mas

    lingsticos; simplemente no conocen las implicaciones de

    lo que estn diciendo.

    Sin embargo, Benjamin,

    que

    todava no pudo haber ledo a

    Wittgenstein, y menos aun a sus sucesores, saba bastante sobre

    estas

    cosas, porque

    desde

    el principio el problema

    de

    la verdad

    se

    haba presentado como

    "una

    revelacin para l... que debe ser

    oda, es decir,

    que

    yace en la esfera m e t f s i c m e n ~ e acstica."

    Para l, el lenguaje no era

    en

    absoluto el don esencial del habla

    que

    distingue al hombre de otros

    seres

    vivos sino, por.el o n ~ -

    rio "la esencia del mundo ..

    de

    donde surge el lenguaje Briefe

    I l97)

    que

    casualmente se acerca a la postura de Heidegger

    so-

    bre "el

    hombre puede

    hablaren tanto sea el orador." Hay en-

    189

  • 7/24/2019 Arendt H Hombres en tiempos oscuros

    29/29

    tonces un lenguaje de la verdad, el depsito silencioso y sin ten

    siones de los secretos fundamentales que abarca todo pensa

    minto ( La tarea del traductor ), y este

    es

    el verdadero len

    guaje cuya existencia suponemos sin pensar en cuanto traduci

    mos de una lengua a otra. Esta es la razn por la que Benjamn

    sita en el centro de su ensayo La tarea del traductor la sor

    prendente cita

    de

    Mallarm donde las lenguas orales en su

    di-

    versidad y multiplicidad sofocan, en virtud de su tumulto estilo

    Babel, la immorle//

    e

    paro/e que ni siquiera puede

    ser

    pensada,

    dado que pensar es escribir sin implemento ni susurros, en si-

    lencio , y as impide que se oiga

    la

    voz de la verdad sobre la tie

    rra con

    la

    fu

    erza de la evidencia material y tangible. Sean cuales

    fueren las revisiones tericas que haya realizado posteriormente

    Benjamin en estas convicciones teolgicas-metafsicas. su en-

    foque bsico, decisivo para todos sus estudios literarios, perma

    neci inmutable: no investigar las funciones utilitarias o comuni

    cativas de las creaciones lingsticas sino comprenderlas en su

    forma cristalizada y por lo tanto fragmentaria como expresiones

    nocomunicativas y sin intencin de

    la

    esencia del mundo .

    Qu otra cosa quiere decir que el hecho

    le que

    entenda el len

    guaje como un fenmeno esencialmente potico? Yesto es pre

    cisamente lo que la ltima oracin del aforismo de Mallarm,

    que no cita, declara con inequvocaclaridad: Seulement,

    sachons

    n'existeraitpas

    les vers

    :lui,

    philosophiquement remunere le

    dfaut

    es

    langues,

    comp/ment suprieur (todo esto sera verdad si no

    existiera la poesa, el poema que filosficamente convierte en

    bueno el defecto de los lenguajes, es su complemento supe

    rior) 32 Y esto no quiere decir otra cosa que aquello que menci

    o-

    n anteriormente, es decir, que estamos tratando con algo que

    puede no ser nico pero que

    es

    en extremo raro: el don de pen-

    sar poticamente.

    Y este pensamiento, alimentado por el

    pres

    ente, trabaja con

    los fragmentos

    de

    pensamiento

    que

    puede arrebatar al pasado

    y reunir sobre s mismo.

    Al

    igual que un pescador de pertas que

    desciende hasta el fondo del mar, no para excavar el fondo y lle-

    varlo a la luz sino descubrir lo rico y lo extraa, las perlas y

    32

    Paraelaforismo de Mallarm, vase: Variations sur

    un

    sujet con el sub

    titulo d

    e:

    Crise des vers , Pliade, pgs. 363.Qi.

    190

    el coral de las profundidade's y llevarlos a la superficie, este pen

    samiento sondea en las profundidades del pasado,

    per? nd

    resucitarlo en la forma que era y contribuir. a la reno

    ac1n. e.s

    ocas extintas. Lo que guia este pensam1ent? es a conv1cc1 n

    que aunque vivir est sujeto a la ruina del tiempo: el c ~ s o

    de

    decadencia

    es al

    mismo tiempo un proceso de

    cnst ~ c i

    ,

    que en las profundidades del mar, donde

    se

    hunde Yse i s ~ e ve

    aquello que un vez tuvo vida, algunas cosas sufren .una. ans

    formacin del mar y sobreviven en nuevas formas. h z a d a ~

    ue permanecen inmunes a los elementos, como s1sl? esper

    i an al scador de perlas que un da vendr

    Y

    lle ara al mun

    do de ks vivos, como fragmentos

    de

    ~ t o . como algo

    rico y extrao y tal vez tambin como un urphanom ene eterno.

    191