Febrero, 2014

Saga: Camino a la Excelencia

Tema 1: ¿Vivir o sobrevivir?

Escrito por Ivan F Rodriguez

El mundo continua su incansable lucha por recuperar los niveles de confianza del consumidor prevalentes antes de la recesión económica iniciada hacia finales del año 2007 y derivada en gran parte por la carencia de controles objetivos y rigurosos del sistema financiero que permitieran ponderar y en su caso, prohibir los instrumentos de inversión especulativa que intoxicarían al sistema en su totalidad afectando severamente el flujo de caja global que concluyó en la pérdida masiva de fuentes de empleo y la afectación inmediata de la calidad de vida de millones de personas alrededor del mundo. Esta crisis es equiparable con la crisis financiera de los años treinta, con la modalidad de que esta vez afectaría a la humanidad en su totalidad. “Es una crisis financiera que estalló desde el mercado hipotecario estadounidense, pero rápidamente se extendió hacia otros instrumentos con garantías hipotecarias, o trozos de éstas y hacia otros mercados e instrumentos en las mayores economías del mundo” (Correa, 2009, p. 5).

La desmedida ambición por maximizar el retorno sobre capital invertido se caracterizó por la carencia de la correspondencia absolutamente necesaria en todo sistema económico de creación de valor. Esto es, a todo retorno de capital invertido debe corresponder forzosamente la creación de valor a través de la transformación de tangibles o intangibles en bienes o servicios que justifiquen el beneficio o utilidad. Esta correspondencia básica quedo en el pasado ya que los niveles de utilidad se medían en razones 1000:1, por un dólar invertido en hipotecarios sub-prime, instituciones financieras (e.g., New Century, Countrywide, Fremont Invest & Loan, First Franklin, etc.), obtendrían un beneficio mil veces mayor (Financial Market Trends, 2007). Los empleos y los salarios son las variables de ajuste de las crisis financieras y por ende, indicadores directos del bienestar de una economía. Las estadísticas de desempleo mundial indican lo siguiente, en cuatro países (e.g., España, Grecia Macedonia y Serbia) uno de cada 5 personas está desempleado. Y quizá mas grave aun, del famoso grupo de los ocho (el grupo de países industrializados cuyo peso político, económico y militar es el mas relevante del mundo) presentan índices de desempleo históricos, los mas altos en los últimos 40 anos (Correa, 2009). Italia con 12.7%, Francia con 10.8%, Canadá con 7.2%, Reino Unido con 7.1%, Estados Unidos con 6.7%, Alemania y Rusia con 5.2%, y Japón con 3.9%.

¿Cuáles son las opciones que madres solteras, jóvenes sin educación formal, personas de la tercera edad, nuevos profesionistas, profesionistas consolidados tienen concretamente para insertarse al proceso productivo de su entorno y generar riqueza (entendida esta como la creación de valor real y la respectiva compensación por el esfuerzo aportado)? La respuesta reside en la diferenciación. En un mundo de commodities, la diferenciación es la mejor forma de generar riqueza. De acuerdo con Duran Martinez (2013), “(…) la diferenciación surge de invertir efectivamente en investigación y desarrollo” (p. 1). Esto es la capacidad de identificar convergencias de tecnologías con necesidades a ser resueltas de una manera mejor a la prevaleciente. Esta habilidad de identificar soluciones a necesidades se maximiza con la lectura de bibliografía relevante y el análisis practico de los detalles subyacentes a cada industria. Los detalles subyacentes incluyen (1) materiales utilizados, (2) métodos utilizados, (3) habilidades de la mano de obra requeridas, (4) maquinaria y (5) medio ambiente requeridos). Si alguno de estos cinco factores mejora su razón de productividad (medida de prosperidad), entonces se ha encontrado una diferenciación.

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Por ejemplo, al evaluar la industria aeronáutica, una por cierto con grandes posibilidades de expansión en nuestro país, el empleo del litio con el aluminio posibilita una reducción de peso del 3% por cada 1% de agregado de este metal extra ligero. La resultante de ese proceso es lograr un producto novedoso, exclusivo y que es requerido por el consumidor. La competencia no lo tiene y la demanda supera a la oferta. El precio de este artículo es fijado por el fabricante y no, como en el caso de los commodities, por el mercado. Lo mismo aplica a la oferta profesional, cada uno de nosotros deberemos encontrar la forma de diferenciar nuestra propuesta, haciendo una analogía a las 5M’s utilizadas para describir el proceso de diferenciación de productos y servicios, esta sería la propuesta, los seres humanos debemos diferenciar nuestra propuesta de valor a través de (1) ética profesional, habilidad de ser coherentes con valores que garanticen la integridad de la gente, información , y bienes que manejemos, inquebrantables ante la seducción de la corrupción y el trabajo de baja calidad; (2) capacidad para resolver problemas, conocimiento aplicado a la identificación de oportunidades en procesos productivos, administrativos, o sociales y a la definición y ejecución de acciones concretas que corrijan el comportamiento de las variables de control y generen mejores resultados, (3) capacidad de adaptación, flexibilidad de programas mentales para enfrentar nuevos desafíos, asumir nuevas responsabilidades, y adoptar nuevos comportamientos que permitan capitalizar las oportunidades que se presenten o se creen, (4) velocidad, rapidez para ejecutar, la ejecución implica al menos tres fases, identificar una oportunidad, realizar las acciones necesarias para mejorar la situación de oportunidad identificada, y la medición del efecto con la correspondiente corrección que maximice el resultado.

Estas 4 características solo se alcanzan cuando la pasión (disciplina autentica que emana del amor por lo que se “es”), la iniciativa (proactividad para “pensar” y ejecutar), y la creatividad (practica consciente para “leer” la realidad y conectar constantemente los puntos de soluciones y necesidades) se combinan en un esfuerzo permanente. Este esfuerzo no depende del grado de educación de las personas, están al alcance de todos. No existe por tanto justificación de la mediocridad, el individuo decide conscientemente dar el paso a la diferenciación, y la acumulación de decisiones, genera el cambio, el cambio de una familia, de una comunidad, de una ciudad, de un país, del mundo.

Fuentes

Correa, E. (2009). Consecuencias de la crisis crediticia estadounidense sobre el balance de los conglomerados financieros en 2007. Economia Informa, 356(1), 5-18.

Duran-Martinez, J. (2013). Confianza del consumidor global. Extraido de http://www.nielsen.com/mexico/es/news-insights/press-room/2013/confianza-del-consumidor-global

Financial Markets Highlights (2007, Mayo). OECD. Financial Market Trends, 92(1), 5-18.

Escrito por MBA & MEng Ivan F RodríguezExperto en Operaciones & SustentabilidadVice Presidente y Gerente General Brightstar Corp.

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