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    Vol. 8 N4 pgs. 633-641. 2010

    El objeto del turismoUna posible ciencia social de los viajes?

    Alfredo AscanioUniversidad Simn Bolvar (Venezuela)

    [email protected]

    PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121

    IntroductionUno de los primeros asuntos que se

    debe discutir es el objeto del turismo como disciplina.Es una premisa necesaria de di-lusidar, antes de indagar sus posibilidades como ciencia. Cul es el objeto del turismo como disciplina? Qu asuntos debe tratar el turismo y en qu se diferencia de otras disciplinas?

    Penetrar en el campo de las definiciones del turismo y su objeto es entrar en un te-rreno polmico como veremos en seguida. Desde los primeros aos de 1.900 comenz una discusin acadmica sobre el asunto, pero al final se fueron abandonando estos esfuerzos para concentrase ms bien en las aplicaciones prcticas del turismo.

    La mayora de las personas que oyen hablar sobre turismo saben que esa acti-vidad trata sobre los asuntos concernien-tes a la visita temporal de alguien que se desplaza de su lugar de residencia habi-tual por un tiempo breve y que regresa a su lugar de partida; igualmente esas per-sonas conocen, quiz, cul problema puede ser turstico y cul no lo sera, e incluso podran enumerar asuntos que pueden caer en este fenmeno social.Pero el objeto de estudio del turismo, no puede determi-narse por una simple enumeracin de sus distntos asuntos y es que hay cuestiones que trata el turismo, que quedan en la li-

    nea fronteriza de varias disciplinas: dnde comienza la separacin entre las cuestiones tursticas y los asuntos de otras ciencias so-ciales?

    Tampoco debe perderse de vista, que todava se discute la aceptacin de ciertos problemas que tienen que ver con el anlisis del turismo, y que en algunos casos no han sido resueltos, como el anlisis que realiz en su Tesis Doctoral el economista espaol Francisco Muoz de Escalona, al sealar que el anlisis econmico del turismo se haba concentrado solamente a partir de los asuntos de la demanda, dejando relegado lo que tiene que ver con la oferta del mismo (Muoz de Escalona, 1.991).

    No queda pues otra solucin que la de-terminacin del objeto de conocimiento del turismo por un proceso deductivo, es decir con arreglo a criterios cientficos, que nos permitan afirmar en cada caso y con perfec-ta seguridad, si un problema queda encua-drado o no en el marco de esta disciplina. Y este asunto relacionado con la epistemologa del turismo, no tiene slo un carcter pura-mente acadmico, a pesar de la afirmacin del gegrafo yugoslavo Zivadin Jovicic, al afirmar, en 1975, lo siguiente:

    el desarrollo del pensamiento cientfico concerniente a un fenmeno tan inte-resante como el turismo se encuentra

    considerablemente estancado. La moderna epistemologa ensea que

    Opiniones y ensayos

  • neris.Este economista se lamenta de que se

    haya pasado del esfuerzo cientfico a un enfoque mucho ms emprico. Muoz de Escalona est convencido que el verdade-ro productor de los planes de desplaza-miento circulares (lo que hoy se denomina paquetes tursticos) es el Tour Opera-dor o mayorista de viajes. Para Muoz de Escalona, basndose en la teora de la oferta, el Tour Operador es realmente el que coloca en el mercado los productos tursticos y su influencia es notoria, ya que entre una docena de empresas multi-nacionales dedicadas a este negocio e in-tegradas horizontal y verticalmente con otras empresas de servicios tursticos, han dominado un mercado que hoy es de 694 millones de llegadas y que se espera pueda crecer este prximo ao en un 5%, despus de la cada del 1,2% debido a va-rios problemas mundiales.

    Estudios sistemticos del tu-rismo

    Los estudios sistemticos del turismo realmente comienzan cuando en el ao de 1941 Walter Hunziker y Kurt Krapf fundan, en Suiza, el Instituto de Inves-tigaciones Tursticas en la Universidad de St. Gallen y Berna. Despus de la Se-gunda Guerra Mundial estos profesores se dieron a la tarea de fundar tambin la Asociacin Internacional de Expertos Cientficos en Turismo (AIEST) y la in-auguracin tuvo lugar en Roma el 31 de mayo de 1951. ( http://www.aiest.org ).

    Los expertos acostumbran a clasificar las diferentes definiciones en funcin de diferentes enfoques (psicolgicos, sociol-gicos, geogrficos, etc.). Creemos que, a lo largo de casi un siglo de aportaciones, la comunidad de expertos en turismo an no ha conseguido abandonar totalmente la nocin vulgar o clsica de turismo, en la que es fcilmente apreciable el enfoque de demanda de las sucesivas definiciones cientficas propuestas. Esta peculiaridad puede perturbar el anlisis econmico, en especial si se desea conocer quienes son los verdaderos productores del turismo a nivel mundial y cul es su verdadera in-fluencia oligoplica.

    Los manuales de turismo suelen con-tener un captulo dedicado a resear la aparicin del turismo como fenmeno individual y social, entendido siempre como el desplazamiento realizado por una persona (o grupo de personas), que resi-de permanentemente en una localidad, a otra localidad. Anotemos de inmedia-to, que la historia del fenmeno se hace

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    en la ciencia no existen verdades absolu-tas, sino frmulas necesariamente simpli-ficadas capaces de ofrecer explicaciones de determinadas parcelas de la realidad, ms satisfactorias que las precedentes y menos que las posteriores. Es decir, que solamen-te existen hiptesis que cada vez son per-feccionadas, por lo que es lamentable que el anlisis del objeto del turismo se haya detenido el curso de su anlisis.

    Las crticas de los economistasEconomistas, como Francisco Muoz de

    Escalona tambin estn en la bsqueda de la manera ms lgica para estudiar al tu-rismo, cuando seala que:

    propugnamos el uso de un modelo de anlisis alternativo para estudiar la economa del turismo, entendiendo

    por alternativo en el contexto de la comunidad de expertos en economa del turismo. En esta comunidad, el modelo

    convencional que se aplica se caracte-riza por su enfoque de demanda, un

    enfoque que no es el que se utiliza para analizar los sectores productivos de

    la actividad econmica. En el anlisis econmico de cualquier actividad pro-ductiva se emplea, como es sabido, un

    enfoque de oferta.Es as como los economistas quieren de

    nuevo rescatar al turismo como una disci-plina muy cercana a sus enfoques y por eso Muoz de Escalona nos seala de nuevo su premisa, o sea:

    Con ello pretendemos reivindicar el estudio de este sector de la actividad

    productiva para la economa, pues opi-namos que su estudio se viene haciendo

    en esa tierra de nadie, que para algu-nos se solventa con la interdisciplina-ridad y para otros con la aspiracin a una disciplina cientfica nueva, inde-pendiente y original. Hace ya tiempo

    que hasta los ms firmes defensores de esta aspiracin han renunciado a ella, pero la literatura especializada abun-

    da en planteamientos, ms o menos subrepticios, que dan por existente

    aquella disciplina imposible.Y es que este economista est convenci-

    do que el enfoque de demanda en el turismo ha inoculado dosis excesivas de sociologa y hasta de psicologa, que no han podido ser bien asimiladas e incluso se atreve a se-alar, sin ambages, que: estos elementos, extraos a la economa, pero relativamente cercanos, se le han aadido otros posterio-res como los geogrficos y los publicitarios, precipitando todo ello en una mostrenca cuasi-disciplina cientfica, con soterradas aspiraciones al empleo de mtodos sui g-

  • desde la perspectiva de esta nocin pero sealando que la visita se realiza por puro gusto y placer.

    Sin embargo, aadir el calificativo de un desplazamiento realizado por gusto no es un rasgo, sino un elemento bsico del fenmeno. Incluso existen analistas que ponen en duda si el viaje de negocios es o no un verdadero viaje turstico ( Barretto, 1996). Y es que ya Michele Troisi, de la Universudad de Bari, haba sealado que el turismo de negocios debe ser elimina-do, por ser muy ambiguo y porque: su ac-tividad es predominantemente productiva y, en general, sacan del lugar de estancia una ganancia mayor de la que gastan en su consumo.

    Nos deca Muoz de Escalona en su te-sis doctoral que : Angelo Mariotti (1974) cree, por ejemplo, que un estudio sistem-tico del turismo no puede prescindir de un anlisis histrico. Y seala Escalona que: al intentar ofrecer un esbozo de historia, este autor procura remontarse a la edad prehistrica, pero se ve obligado a desistir porque no cuenta con pruebas que permi-tan saber si los hombres primitivos realiza-ban desplazamientos de este tipo. No obs-tante, miles de aos ms tarde, en tiempos de Homero, al contar con La Odisea, cree tener certeza de que ya existan los foras-teros en las ciudades griegas, de donde deduce Mariotti que ya se hacan despla-zamientos considerados, sin ms matices, como tursticos, a pesar de que no aporta pruebas de que se hicieran por gusto. Le basta con pensar que, si haba forasteros, tena que practicarse la hospitalidad o el alojamiento, un servicio que ocupar un lu-gar central en la concepcin de la actividad turstica, en sustitucin del motivo por gusto, escurridizo por subjetivo.

    Mariotti hace referencia a la excelente organizacin que el sector turstico tena ya en la ciudad de Roma. Exista, segn l, una moneda especfica, la tessera hospita-lis; el cursus publicus daba derecho a reci-bir servicios de restauracin y transporte a los viajeros; se dispona de empresas priva-das de transporte y existan profesionales que daban servicios de gua. Los itinera-rios y los balnearios eran objeto de reco-mendacin a los forasteros, lo mismo que las especialidades culinarias.

    Puede que sea el economista suizo Guyer-Freuler (1905) uno de los primeros estudiosos que trat de documentar la evo-lucin histrica del turismo y, con tal fin, se refiere, en el trabajo citado, a las fondas y mesones que existan en las ciudades de la edad media europea, as como a la hos-pitalidad que practicaban tanto los monas-terios como los gremios. Tambin Guyer

    acepta la prctica de la hospitalidad como prueba de que el turismo ya exista en Eu-ropa hace muchos siglos.

    Por su parte, el economista britnico A. J. Norval (1936) ocupa un lugar de primera lnea entre los investigadores del turismo de la primera mitad del siglo XX. Es des-de hace aos uno de los grandes clsicos de la economa del turismo, junto con los italianos Mariotti y Troisi y los alemanes Borman y Glcksmann. Este investigador comienza su obra con una larga introduc-cin histrica en la que se remonta a otras pocas. Su historia del turismo tiene el in-ters de que destaca con especial nfasis el primer viaje organizado por el ebanista in-gls Thomas Cook en 1841, viaje que fue el embrin de la primera agencia de viajes de la historia y la primera empresa dedicada a producir turismo para el mercado.

    P.P.Defert (1958), profesor del Cen-tre National dEnseignement Turistique (Pars), desarrolla an ms la historia de la multinacional del turismo fundada por Cook y se refiere a la proliferacin de agencias tursticas que tuvo lugar en las principales ciudades europeas, desde fina-les del siglo pasado, animadas por el xito espectacular de la empresa pionera. Debe-mos advertir, no obstante, que son muy es-casos los estudiosos que prestan atencin a la evolucin de estas empresas, siendo lo habitual encontrar obras que, al intentar hacer la historia del turismo, estudian slo la evolucin de las empresas dedicadas al alojamiento y a prestar servicios de trans-porte.

    En la medida en que se insista en la identidad : viaje de turismo viaje de pla-cer, no tiene mucho sentido buscar dema-siado lejos en el tiempo sus orgenes si, a la vez, no procuramos demostrar que las civilizaciones pasadas no tenan el mismo concepto de placer que la nuestra. Por esta razn, creemos que estn ms en lo cierto quienes, manteniendo la citada identidad, sostienen que los viajes tursticos consti-tuyen una prctica relativamente reciente, como Pierre-P. Defert quien propuso como precedente de nuestros viajes tursticos los viajes romnticos, pero con una diferencia: que estos viajes casi no impactaban al en-torno donde se producan.

    En todo caso, lo cierto es que la pala-bra turista parece que fue empleada por primera vez en el Reino Unido, segn L. Fernndez Fuster (1981) quien cita la de-finicin de The Oxford English Dictionary, obra que defini en 1800 al turista como el que hace un tour, especialmente quien lo hace por recreo, el que viaja por placer o para aumentar sus conocimientos cultu-rales, visitando lugares por sus objetos de

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    inters, sus paisajes o sus peculiaridades. La palabra tour es un galicismo que pro-viene del latn tornus (torno), pero tambin se ha sealado que la palabra puede tener un origen hebreo de la antigua palabra tur (viaje de exploracin), pues aparece en la Biblia, en el cap. XII, versculo 17.

    Son muchos los autores que han querido ver el antecedente del turismo moderno, en la vieja costumbre de ciertas familias no-bles de Inglaterra, al enviar a sus hijos al Continente, con el fin de completar su for-macin, para lo cual se basan en que aquel tipo de viaje era conocido con la expresin de le Grand Tour.

    El objeto del turismo: posturas do-minantes

    Volvamos a retomar lo que nos indic Muoz de Escalona al recordarnos que : el proceso para buscar el objeto del turismo, alcanz su momento culminante durante el periodo que va desde 1954 (ao de la publi-cacin de dos trabajos, uno de, en la Revue de Tourisme) -a 1972 (ao de la publicacin del primer nmero de la revista yugosla-va Turizmologija, fundada por el gegrafo Zivadin Jovicic, padre de la turismologa). Eran los aos en los que, en Espaa, el eco-nomista matemtico espaol ngel Alcaide (1964) propona, desde el Instituto Espaol de Turismo, el trmino Teorometra, del que podra obtenerse el trmino teorologa.

    A partir de mediados de la dcada de los setenta, las pretensiones de fundar una nueva ciencia del turismo independiente, fueron cediendo hasta quedar en el reco-nocimiento pblico de que tal cosa no era posible, por no existir un mtodo de inves-tigacin diferente al empleado por las de-ms ciencias sociales. A pesar de ello, ya en estos aos comienzan a aparecer, en la literatura sobre el turismo, algunas ideas que siguen manteniendo, de manera abier-ta, que es posible el cultivo y desarrollo de la ciencia del turismo (Ascanio, 1992; Beni, 1993, Jafari, 1994 , Gurra Di-Bella, 1995).

    El litigio y la polmica han acompaado la formacin del concepto cientfico del tu-rismo. Las confrontaciones llegaron a ser muy frecuentes entre los acadmicos euro-peos y finalmente se lleg al consenso de que no era posible encontrar una definicin adecuada del turismo debido a la extrema complejidad del fenmeno que se trataba de estudiar.

    Se ha dicho que por ejemplo Von Schu-llern comienza su trabajo haciendo referen-cia a la existencia de dos posturas contra-puestas entre los estudiosos del turismo. Primero una postura dominante, que con-siderar al turismo como: una fuente de

    riqueza y, por tanto, de creciente bienes-tar, para aquellos pases hacia los que se dirige, razn por la cual, slo puede ser correctamente estudiado desde el punto de vista econmico. Como se puede ver en esta expresin, el bienestar es de tipo macroeconmico. En segundo lugar, se re-fiere a las escasas voces que se atreven a destacar los aspectos sombros del turis-mo, como el aumento del coste de la vida para la poblacin residente y ciertos as-pectos relacionados con la moral. En esta postura, ya aparece una preocupacin por los impactos dainos en la comunidad de acogida.

    Cuando el autor ha credo que los ele-mentos de su definicin han quedado su-ficientemente aclarados se pregunta una vez ms: Qu es entonces el turismo?. Y aade que, aunque todo el mundo pien-sa en esencia lo mismo, y sin embargo, no resulta fcil encontrar una definicin co-rrecta del concepto, en general puede ser suficiente con decir: Turismo es el conjun-to de todos aquellos procesos, sobre todo econmicos, que ponen en marcha las lle-gadas, las estancias y las salidas de tu-ristas a y desde una determinada comu-nidad, regin o estado y que se relacionan directamente con ellas.

    No obstante, a partir de 1935, la in-vestigacin del turismo se encuentra ms cerca de la sociologa que de la economa, en palabras de Hunziker y Krapf (1942).

    La labor investigadora que desarroll el Seminario de Turismo de la Escuela Superior de Comercio de St. Gallen, Suiza ha sido decisiva para la definitiva conso-lidacin del enfoque sociolgico que vena aplicndose desde principios de siglo.

    El director de este seminario, el Dr. Walter Hunziker, fue tambin director de un organismo en el que trabaj como jefe del Departamento de Economa y Esta-dstica: el Dr. Kurt Krapf. Ambos publica-ron, en 1942, la obra titulada: Elementos de la doctrina general del turismo.Una obra clsica, la cual se considera como un aporte de los llamados padres del turis-mo.

    Turismo: coincidencias y diver-gencias

    Veamos en seguida la cuestin que plantean Hunziker y Krapf sobre si el tu-rismo es o puede ser el objeto de estudio de una disciplina cientfica diferente a las dems ciencias sociales. Se trata de una cuestin que tiene un gran inters, ya que de esa manera se podra llegar a determi-nar su objeto.

    Kurt Krapf delimita lo que llama

    El objeto del turismo Una posible ciencia social de los viajes?

  • campo de coincidencia o entendimiento entre los miembros de la comunidad de ex-pertos en doctrina turstica, es decir, los puntos sobre los que no existen divergen-cias de opinin o stas son poco significati-vas; veamos otra vez el resumen sobre este asunto que nos hace Muoz de Escalona:

    1)Se admite que el turismo constituye un desplazamiento de duracin limitada y que no implica cambio de domicilio.Di-cho de otro modo, estamos en presencia de una migracin temporal. El hombre que se desplaza, el turista, se opone de un lado al hombre sedentario, hogareo, y de otro lado, al emigrante que viaja para establecerse en otro lugar.

    2)Quien se desplaza es un viajero. El tu-rismo se asemeja, pues, a los transpor-tes, constituye una parte del transporte de viajeros, pero no se confunde con l.

    3)Junto al viaje, la estancia fuera del domicilio se considera como el otro ele-mento constitutivo del turismo.

    4)La duracin de la estancia no juega ningn papel, lo esencial no es el tiem-po de permanencia en un lugar dado, sino la utilizacin de su equipamiento turstico. Por tanto, es fcil basndose en esto, incluir a los excursionistas en el seno del turismo, con la condicin, en todo caso, de que estas excursiones alejen a quienes las hacen de su entorno inme-diato.

    5)Existe igualmente acuerdo en que el turismo incluye tanto a los extranjeros como a los nacionales y en que compor-ta un elemento subjetivo y un elemento objetivo: la persona (el turista) y la cosa (el equipamiento turstico).

    6)El mismo marco de nuestros estudios obliga a situar la definicin de turismo sobre bases cientficas. (...). Se quiera o no, en la medida en que el turismo es un servicio pagado y absorbe una parte de la renta, el turismo es esencialmente un hecho econmico y social. Es, pues, necesariamente, a las ciencias

    econmicas y sociales a las que hay que re-currir para definir y estudiar el turismo.

    A continuacin Krapf expone los que llama puntos conflictivos, afirmando que las diferencias ms importantes en la de-finicin de turismo residen en el modo de delimitar a los sujetos. Existen dos concep-ciones opuestas:

    A)La que consiste en no conceder el ca-rcter de turista ms que a los viajeros que se desplazan por razones distintas a las de ejercer una actividad lucrativa. Dicho de otra forma: el turismo es el he-cho del consumo de bienes y servicios, empresas tursticas (hoteles, ferroca-

    rril, espectculos, etc.) que pertenecen a las actividades del servicio y del con-sumo, considerndose al turista como el prototipo del consumidor.

    B)La que no excluye del turismo los via-jes y estancias originados por una ac-tividad lucrativa, debido a que entra en juego las empresas de servicios turs-ticos. Por el hecho de que el visitante utilice el avin, el tren o el auto, coma en restaurantes, duerma en hoteles, vi-site ruinas, compre artesanas y enve postales, es decir, por la utilizacin del equipamiento turstico, entonces el via-jero de negocios tiene el mismo carcter del visitante de placer.Krapf afirma, como conclusin, que no

    pretende imponer ninguna de las nume-rosas definiciones del turismo existentes, puesto que la frmula ideal, la que esta-ra fuera del alcance de la crtica, an est por desarrollarse. Es decir, que Tenemos que conformarnos, mientras tanto, con las imperfecciones inherentes a los intentos realizados en ese momento para definir la nocin de turismo. En resumen, que el objeto de la disciplina an no estaba con-formado.

    NotesEn efecto es el economista italiano Al-

    berto Sessa (1974), quien se plantea la ne-cesidad de Proceder a una revisin de lo que se ha venido llamando la nocin clsica del turismo, con el fin de que se adaptara mejor a la nueva forma del turismo. Ses-sa se interroga con la siguiente pregunta: Es necesario el carcter no lucrativo en la nocin de turismo?, al referirse a la nueva definicin de Hunsiker, cuando afirm que:

    El turismo es el conjunto de relacio-nes y fenmenos que resultan del viaje

    y de la estancia de forasteros en una determinada localidad, siempre que la estancia no determine residencia

    principal alguna y no est, en principio, unido a alguna actividad lucrativa.

    Existen tres grupos de definiciones de turismo: definiciones nominales, reales y universales. En el tercer grupo se incluye la definicin que, en 1941, propuso Walter Hunziker y que se difundi a travs de su obra que, un ao despus, escribi con su contraparte Kurt Krapf. Despus de ana-lizar las definiciones de la Sociedad de Na-ciones (1937) y la que propuso la Academia Internacional de Turismo (1953), en Espa-a Manuel De Torres hace afirmaciones de extraordinario inters para un gobierno y para su Banco Central, las cuales en ese momento no se le aprecio en toda su magni-tud. Una de estas reflexiones es la siguien-

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    te: La observacin superficial acostum-bra considerar los ingresos del turismo como remesas unilaterales, sin contra-partida. El hecho cierto es que los tu-ristas gastan su dinero en la compra de bienes y servicios nacionales. Desde este punto de vista, el turismo es un caso especial de exportacin de mer-cancas y servicios, de cosas reales. Su especialidad radica en que, merced a l, pueden exportarse las cosas sin despla-zamiento a travs de las fronteras, y ello permite la exportacin de cosas fsica-mente ligadas al territorio, como los ser-vicios de alojamiento y transporte, y de cosas cuyo desplazamiento econmico es imposible, como los alimentos condi-mentados y el producto de ciertas indus-trias tpicas. Es decir, el turismo per-mite ensanchar extraordinariamente la serie de los bienes exportables, inde-pendientemente de la relacin de costes comparativos. Y esta exportacin puede hacerse en un mercado semimonopols-tico, porque la mayor parte de los bienes de exportacin turstica no tienen, por su propia naturaleza, la competencia de sustitutos extranjeros. De ah el innega-ble inters econmico del turismo y la necesidad de analizar su mercado.Pero todava y para fines estadsticos se

    han aceptado los siguientes criterios:Turista: visitante temporal que perma-

    necen al menos 24 horas en el pas de destino y cuyo propsito puede ser en-tretenimiento (tiempo libre), negocios, viaje familiar, misin y reuniones.

    Excursionistas: visitante temporal que permanecen menos de 24 horas en el pas de destino, incluidos los viajeros de cruceros.Las definiciones anteriores fueron apro-

    badas por la Comisin de Estadstica de las Naciones Unidas en el ao de 1967 y para ese ao se desea dejar bien claro que el turista es aquel sujeto que pernocta en cualquier alojamiento turstico y que puede permanecer en destino hasta un lmite de seis meses.

    Estas definiciones de turistas y excur-sionistas son las que hered la Organiza-cin Mundial del Turismo (OMT). Desde entonces, las conferencias mundiales sobre turismo las convoca este organismo, pero las aportaciones de las que se han celebrado hasta ahora no se ocupan de lo conceptual, sino de los aspectos polticos comerciales y normativos del turismo. Los fundamentos conceptuales se dan por consolidados y se ajustan a la doctrina del turismo desarro-llada por los clsicos y sus seguidores.

    As pues, los expertos parecen haber

    llegado al convencimiento de que es ms frtil seguir estudiando, con todos los medios a nuestro alcance, el complejo y verstil fenmeno turstico, convencidos de que actuando as se aumentara su co-nocimiento, hasta que sea posible que al-gn da se llegue a determinar con mayor precisin el objeto del turismo. A pesar de esta afirmacin, ya existe una definicin de la economa del ocio, como se la plantea Serna Morante (2005, p. 123), es decir:

    Es el campo de la economa destina-do a la produccin, distribucin, con-sumo y autoconsumo de productos y

    servicios para satisfacer necesidades relacionadas con actitudes, hbitos y prcticas culturales, individuales y sociales para el entretenimiento,

    formacin y recreacin fsica, psqui-ca y espiritual, durante el tiempo de libre disposicin social, individual o

    psicolgica.

    Relaciones: anlisis de las partes interesadas

    No hay duda que no existira turismo si no est presente la comunidad recep-tora o de acogida, es decir: el anfitrin, actor muy pocas veces nombrado en la mayora de los esfuerzos por discutir el objeto del turismo. La interdependen-cia entre el anfitrin y el visitante es un asunto fundamental en el turismo. Estas relaciones y los impactos que se producen, constituye, segn mis puntos de vista, el objeto del turismo, es decir: es el estudio de las conexiones interdependientes de una comunidad de acogida y unos visitan-tes temporales. Turismo es la ciencia que se ocupa de los fenmenos que pueden ele-var o no la calidad y el genero de vida de una determinada comunidad, que tiene el rol de ser anfitrin; y el asunto bsico es poder conocer las bondades o no de esa ac-tividad turstica, con la finalidad de que la comunidad de acogida logre ms bene-ficios que costes.

    A fines de la dcada de los ao 90 ya comenzaron a aparecer anlisis que con-templan como un asunto clave la colabo-racin de las partes interesadas, lo cual es fundamental para lograr un desarrollo sustentable del turismo.

    El enfoque que se identifica como de relacin/transaccin se basa en la teora de los intereses, incluso como un instru-mento normativo para una buena plani-ficacin turstica (Truly y Leisen, 1999). Aunque este enfoque cooperativista bus-ca elevar los beneficios de la comunidad y minimizar los costes impuestos sobre la cultura y el ambiente, todava este para-

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    digma ha puesto mayor nfasis en lograr beneficios ptimos, pero sin otorgar priori-dad a unos actores sobre los otros, a pesar de que siempre existe un actor ms dbil que tiene menos poder para exigir sus rei-vindicaciones, cuando sabemos que los in-teresados ms notables y que se benefician mucho ms son : los turistas, el Tour Ope-rador y las empresas de servicios.

    Buscar un equilibrio de poderes es la premisa bsica, pero pareciera que los xi-tos de este enfoque estratgico se localiza ms en utilizar al turismo como un medio para impulsar una cultura diferenciada y en los enfoques de marketing.

    Anfitriones vs. invitados

    El enfoque anfitrin-invitado no deja de tener problemas, especialmente en los pases en vas de desarrollo, pues la co-munidad de acogida muchas veces sigue siendo pobre, aunque si poseen una cultu-ra local interesante para el visitante. Pa-reciera que el turismo sustentable es ms ecocntrico que antropocntrico; as pues, la preservacin de la naturaleza y de lo histrico-monumental resulta primordial, e incluso se afirma que el resultado del servicio turstico, (broceado solar, relax en espacio prstinos), es ms importante en el contexto del marketing mix, que buscar mecanismos para una mejor distribucin de la riqueza turstica. Algunos enclaves tursticos de mucho lujo y ubicados en es-pacios geogrficos donde an existe la po-breza, puede producir un contraste que se podra traducir en resentimientos por par-te de los residentes marginados.

    Muchas veces los activistas locales per-ciben algunos acontecimientos tursticos de una manera diferente. Si los residentes y sus lderes se sientes excluidos de inicia-tivas donde no pueden verse beneficiados para mejorar su calidad de vida, entonces pueden surgir los conflictos como los que han aparecido en el Nordeste del Brasil, es-pecialmente en Fortaleza, Estado de Cea-r; o bien, en el sitio denominado Tilcara-Jujuy en Argentina, donde los lugareos no estn satisfechos con la decisin de la UNESCO en declarar Paisaje Cultural de la Humanidad a la llamada Quebrada de Humaguaca, pues ha despertado una ele-vada especulacin del suelo con fines turs-ticos, desplazando a la comunidad local, la cual se ha visto impactada por un negocio inmobiliario sin ningn monitoreo y con-trol (C.Coceres,en [email protected]).

    Pareciera entonces que sera necesario reinventar el turismo tomando como base las cinco estrategias que disearon David

    Osborne y Peter Plastrik (1998), autores que consideraron la reinvencin como una transformacin fundamental de los siste-mas, para que se produzca no slo eficien-cia, eficacia y capacidad de innovacin, sino para adaptarse a un contexto donde es ne-cesario mejorar la calidad de todos sus ac-tores y en especial de los ms vulnerables.

    Una reflexin acadmica

    Me gustara ahora terminar mi ponen-cia recordando lo que ha sugerido el antro-plogo Jafar Jafari, del Departamento de Hospitalidad y Turismo de la Universidad de Wisconsin-Stout, cuando se refiri, en Mallorca, a la dicotoma entre la platafor-ma optimista del turismo y la plataforma pesimista del mismo; una: privilegiando los impactos favorables; y la otra: los impactos dainos. Frente a este debate polarizado, haba surgido el llamado turismo alterna-tivo, que aunque ha sido una reinvencin parcial, ha comenzado a promover la plata-forma del conocimiento, que se sustenta en las investigaciones acadmicas universita-rias y que est en la bsqueda del consenso entre los actores involucrados, a fin de mi-tigar los problemas ms acuciantes dentro de un contexto dado.

    Todo esto no se obtiene a travs de un sistema de ecuaciones, sino mediante el ejercicio para buscar un delicado equilibrio que se afiance en las potencialidades y fa-cultades del ser humano y en el perfil de los atributos y races de comunidades que esperan que el turismo les traiga ms be-neficios que costos y esto debe formar par-te, no hay duda, del objeto fundamental del turismo.

    Existen tres enfoques para estudiar los problemas del turismo:

    1) El enfoque conductista: pues existe un mundo real de objetos y acontecimientos tursticos que inducen a las personas a realizar una visita temporal en un lu-gar que ha percibido como placentero.

    2) El enfoque fenomenolgico: pues existe un mundo de pensamientos e imgenes mentales afectivas sobre un lugar de-terminado que nos induce a realizar la visita.

    3) El enfoque economicista: pues existe una oferta de posibles viajes y una de-manda que se relaciona con una renta disponible y con unos posibles gastos, que se traduciran en una salida de di-visas para el pas emisor y en una en-trada de divisas para el pas receptor, adems del empleo.El estudio sistemtico del turismo de

    una manera holstica todava se encuentra en su etapa embrionaria y requiere de in-

    Alfredo Ascanio

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    vestigaciones de excelencia, a los fines de estudiar con mayor profundidad el objeto del turismo y llegar, por esa va , al diseo de una ciencia social de los viajes.

    Rogelio Rocha Centeno, desde la sec-cin de postgrado de la Escuela Superior de Turismo del IPN, en Mxico, ya haba sealado durante los aos de 1986-1988 y en su libro publicado en 1992, que la forma en que se hace investigacin en las ciencias sociales, no es totalmente pertinente cuan-do se trata de hacer investigacin en turis-mo debido a varias razones fundamentales:

    1) para investigar en turismo se requie-re un cuerpo terico el cual todava no existe.

    2) la investigacin en turismo supone un enfoque interdisciplinario.Rocha propone crear una teora del tu-

    rismo con bases epistemolgicas, es decir considerando la teora del conocimiento y la lgica. No hay duda que los padres del turismo Kurt Krapf y Walter Hunziker ya haban relacionado el pensamiento sobre el turismo con sus objeto que comenzaba a formarse y luego Alberto Sessa analizaba de manera crtica los principios y conceptos que explicaban la relacin del pensamiento anterior con el turismo, al captar las carac-tersticas esenciales del mismo.

    Tambin en los ltimos aos de la dca-da de los 90 comienzan a surgir enfoques sistmicos los cuales reconocen todos los elementos que se integran de una mane-ra holstica al turismo, con la finalidad de conceptualizar el fenmeno y conocer el principio de su causalidad. Por ejemplo los elementos que se relaciona entre s en el modelo de A. Ascanio son, por una parte, los recursos tursticos, las empresas que los utilizan para ofertar los productos; y por la otra, los turistas como consumidores y su relacin con la comunidad de anfitriones o comunidad receptora y todos estos elemen-tos formando un todo, pero relacionado en el contexto de un ente superior que ha esta-blecido las reglas del juego. Si estas reglas aseguran los equilibrios entre los recursos, actores y el contexto, entonces la causali-dad funciona para proporcionar el objeto del turismo (Ascanio, 1998, pp.100-115).

    Igualmente, los elementos que se re-laciona entre s en el modelo M. C Beni parte del hecho emprico de una oferta ori-ginal (recursos naturales, culturales y ar-tificiales) y una oferta agregada (los equi-pamientos y sus servicios), todo lo cual dara origen al producto turstico, el cual es demandado por los turistas como consu-midores, en el contexto de un mercado y de un orden jurdico. Luego de all pasa Beni a concebir al turismo como un sistema abierto, pues su modelo referencial parte

    de un conjunto de funciones inherentes al turismo y establece tres grandes conjun-tos, a saber: las relaciones ambientales (ecolgica, social, econmica y cultural); relaciones estructurales (superestructura e infraestructura); y finalmente, las re-laciones operacionales (oferta, demanda, mercado y distribucin). Cada componen-te de esos grandes conjuntos puede consi-derarse como un subsistema en s mismo y que se integran articuladamente para forman el sistema general que Beni lo ha llamado SISTUR (1997, pp. 40-48).

    Para Rocha Centeno, el flujo particu-lar de turistas que demandan servicios es la sustancia o base del turismo y todos los servicios proporcionados son sus propie-dades que lo conforman y que se relaciona con los flujos tursticos a travs de los ser-vicios, que en esencia se relacionan con el tiempo libre, los recursos tursticos y la necesidad de recreacin o diversin. Ade-ms, en donde quiera que aparezca un cambio o un efecto, existe una causa. Los nexos causales del turismo se explican de inmediato. Una causa esencial es aquella sin la cual el turismo no podra darse, pero hay tambin causas transitorias o no esenciales. Una de las causas esencia-les del turismo masivo es, por ejemplo, el transporte.

    Existen muchos juicios acerca del tu-rismo que realmente son mitos y no reali-dades. Esto sucede porque se cuantifican algunos hechos o se aade una cualidad o una relacin o modalidad al turismo que no le corresponde.

    Para que un juicio tenga consistencia formal y conceptual se necesita que exista una teora turstica o un modelo concep-tual para simbolizar la realidad; es de-cir, se requiere contar con un construc-to. Como seala Rocha Centeno podemos partir de unos axiomas, para luego pasar a un teorema, pero el problema es que el turismo es interdisciplinario, pero con la esperanza de que al haber interrelacin orgnica con varias disciplinas, surja en-tonces la nueva disciplina del turismo: la ciencia social de los viajes; pero cmo se deben unir orgnicamente las disciplinas que se relacionan con el turismo? cmo elaborar conceptos que interpreten de ma-nera fiel los hechos tursticos?

    El enfoque actual en la mayora de las Facultades de Turismo consiste en la pre-paracin primero del protocolo de investi-gacin (plan y programa de trabajo). All se explica lo que se intenta hacer para ob-tener resultados. Se hace el planteamien-to del problema, se investiga la literatura existente sobre el asunto para encontrar las bases de un cuerpo referencial o mar-

    El objeto del turismo Una posible ciencia social de los viajes?

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    co terico de alguna disciplina o disciplinas que tienen que ver con esa investigacin; luego se establece los objetivos y se cuanti-fican las metas, para finalmente explicar la metodologa con sus cronograma de trabajo y los recursos necesarios para llevar a cabo la investigacin.

    No hay duda entonces que desde la aca-demia se estara gestando con los trabajos de grado, las tesis de maestra y doctorado, los fundamentos para que dentro de varios aos se comience a generar esta nueva cien-cia, lo cual servir como base para mejorar las polticas tursticas, elevando los benefi-cios y disminuyendo los impactos o costos sociales.

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    Alfredo Ascanio

    Recibido: 18/11/09Aceptado: 20/05/10

    Opinin no evaluada