ASÍ CONDUCES, ASÍ DIRIGES Dirigir un equipo es como conducir un vehículo

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ASÍ CONDUCES, ASÍ DIRIGES Dirigir un equipo es como conducir un vehículo, con todo tu equipo dentro, al que debes llevar al destino (a la consecución de objetivos) pero de forma segura y a tiempo, y si es posible sin haberlos mareado demasiado en el trayecto…

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ASÍ CONDUCES, ASÍ DIRIGES

Dirigir un equipo es como conducir un vehículo, con todo tu equipo dentro, al que debes llevar al destino (a la consecución de objetivos) pero de forma segura y a tiempo, y si es posible sin haberlos mareado demasiado en el trayecto…

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Nuestra auténtica personalidad se destila claramente en algunas de esas acciones que hacemos a diario: por ejemplo, en nuestra forma de conducir un vehículo o en la forma de dirigir a un equipo.

En el caso de dirección de equipos de producción o logística industrial, por ejemplo, es habitual que cuando se produce un fallo de SERVICIO a un gran cliente, ciertos directivos “dan un volantazo” poniendo entonces por delante ante todo el servicio en plazo. Pero, al poco tiempo, si se produce un problema de CALIDAD con un cliente importante, los mismos directivos de turno dan otro volantazo hacia el aseguramiento de la calidad y los procesos, etc. Luego, llega el cierre de mes y, ese mismo tipo de directivos, se llevan las manos a la cabeza si no se cumplen los objetivos de PRODUCTIVIDAD presupuestados (y no lo habían detectado en los KPI que lo iban anunciando), así que “otro volantazo” transmitiendo a todo el equipo que lo primero es cumplir el budget, presionando donde haga falta. Bajo presión, la gente no siempre cumple las normas, y entonces es cuando, por ejemplo, alguien desconecta un detector problemático de una máquina para cumplir con la productividad, y se produce un riesgo de SEGURIDAD, que en ocasiones puede traducirse en un accidente grave de alguien del equipo... ¡¡Con tanto volantazo era altamente probable sufrir un accidente!!

Cuando conducimos TODO es importante. Cuando dirigimos TODO es importante: cumplir al mismo tiempo y con la máxima fiabilidad con el servicio, la calidad, la productividad y la seguridad. Ese es el objetivo “industrial” y, a ese, hay que llegar todo el equipo juntos y sin haber mareado al personal, dando volantazos innecesarios durante el camino, por falta de anticipación.

Si queremos conducir bien, al igual que si queremos dirigir bien, debemos ir con confianza, seguridad y determinación pero sin brusquedad alguna con serenidad. Y, a la vez, con la máxima atención para anticiparnos ante cualquier posible incidencia detectada en el trayecto, y saber corregir el rumbo para llegar al destino cumpliendo los objetivos.

Buen viaje!!

Javier Araño ([email protected]; tlf, 609081769)