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Priego de Córdoba, 14 de Enero de 1968 - Año XVII - NÚM. 798 - Depósito Legal CO. 15 - 1958Redacción y Administración: •Queipo de Llano, 8 - Director: losé Luis Gámiz Valverde

DOS CARTAS DEL VIRREY DON ANTONIO CABALLEROPor José Valverde Madrid

--wa--••nn••

Por el interés que para los lectores de ADARVEconstituye todo lo que se relaciona con la gran figu-ra del prieguense ilustre D. Antonio Caballero y Gon-gora, hoy les damos a conocer dos curiosas cartas,conservada una de ellas en el archivo de Indias enSevilla y la otra en casa de la Srta. Salud Madrid Al-calá-Zamora, en Priego. La primera de ellas estádirigida al Ministro D. José de Gálvez y conservadaen el legajo 596 de la Audiencia de Santa Fe, docu-mento número 189 —13 de Enero de 1783— y diceasí : "Muy Sr. mío: En fecha 14 de Octubre de 1781mi antecesor, D. Manuel de Florez, manifestó a Ve.,había pedido al Virrey de Nueva España el socorrode 500 pesos para atender a los gastos indispensablesde este reino enteramente exhausto de caudales porla general conmoción producida en él.

En las contestaciones que dió dicho Virrey, se-ñaladas al número 1 y 2 que me remitió el dichoD. Manuel Florez desde la Habana con sus cartasnúmeros 3 y 4, expone las grandes remesas de cau-dales que debía verificar para subsistencia del ejér-cito y escuadra de operación y otras que debían te-ner preferencia por su importancia pero que, no obs-tante ellas, remitía 200 pesos en el navío de guerra"San Agustín", que conducía desde La Habana, cua-tro millones de pesos y dando noticia de ello al Go-bernador o Intendente de aquella plaza para quecon ellos se atendiere a los objetos de primera y ma-yor necesidad.

Las copias 5 y 6 del oficio del Gobernador interinode La Habana y de los oficios que mediaron entreéste y el Intendente de aquella plaza patentizan queel todo del caudal remitido en el navío "San Agus-tín" quedó en las arcas de La Habana para cubrirsus obligaciones y ni de él ni de otro alguno se haremitido los citados 200 pesos a este virreinato.

Me ha parecido de mi obligación hacer presen-te a Ve. estos antecedentes para que no esté persua-dido de que se facilitó este auxilio por el Virrey deNueva España. Pero, sin él y sin acudir al comerciode Cartagena, tengo la satisfacción de haber cumpli-do todas las obligaciones de los dominios de mi man-do con el producto de sus rentas reales y confío qeen adelante sufragarán lo suficiente a cubrir las car-gas del Virreinato sin recargar con empréstitos elReal erario. Nuestro Señor guíe a Ve. muchos años.Santafé 30 de A. de 1783. Besa la mano de Ve. sumás reconocido capellán. Arzobispo, Antonio de San_tafé .Excmo. Sr. D. José de Gálvez".

Comentamos esta carta del Virrey diciendo quecomo buen administrador del Virreinato vio que conlos fondos de él bastaban para atender a sus cargas.Cómo sería su administración de escrupulosa quepara volver a España al cesar en su cargo tuvo queesperar que sede enviara dinero para costearse elviaje de regreso. Todo lo que tenía lo donó a San-tafé de Bogotá. Sus cuadros, sus muebles. En to-

GRANADA.—Colegio de San Bartolomé y Santiago.EL OBISPO CABALLERO.— Por Francisco Boyen

dos mis estudios sobre los virreyes españoles enAmérica es el que con más desprendimiento y ge-nerosidad ha procedido en su reinado.

La segunda carta que antes hemos menciónes la que dirige el Virrey desde el pueblo de Turba-co donde pasaba los inviernos a su hermana sorJuana Antonia del Espíritu Santo, religiosa en elconvento del Angel Custodio de Franciscanas des-calzas de Granada y así reza :

"Turbaco 28 de Junio de 1786: Amadísima her-mana mía : Por tu carta de 11 de marzo tuve, enel último correo de Europa, el singular gusto de sa-ber de tu salud y que, según dices , la hubieras te_nido de la mía, comunicada por ese Presidente, a

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AniversarioHoy se cumple el segundo ani-

versario de la cristiana muerte enTarrasa, debidamente confortadocon la recepción de los Santos Sa-cramentos y la bendición de SuSantidad, de nuestro querido ami-go D. Paulino Tarrias Foguer.

Su espíritu de trabajo y las cua-lidades más destacadas de índole

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PLUVIOMETRO

Año agrícola 1967-68Lluvia recogida desde 1.° de

Octubre al 3 de Enero ... 216,10Del 3 al 10 de Enero... ... 0,50

Total al 10 de Enero ... 216,60

FARMACIA DE GUARDIA

Licenciado ; D. Luis Ruiz Castillo.

-410‘11/04DLUZ DE LA NAVIDAD

Dentro del júbilo de las fiestasnavideñas, que ya pasaron, hemosde destacar este año un intento ple-namente alcanzado, en cuanto a losadornos luminosos. Es lástima quesólo el municipio haya puesto em-peño en esta simpática empresa,pues la verdad es que nuestra ciu-dad cuenta con un gran comercio,que con un poco de esfuerzo tal vezpudiera haber secundado la inicia-tiva municipal, ampliando el saborde estas fiestas íntimas y de paz,que hubieran tenido una proyec-ción mayor por las calles de Prie-go.

Los servicios de electricidad denuestra Corporación Municipal, se-cundaron fielmente las directricesdel Concejal, tan activo como ágil,Sr. Vigo Ruiz, Delegado de aqué-llos, en horas record y con gran es-píritu de trabajo y competencia, lle-vándoles a montar un espléndidoárbol de navidad en la Plaza del Ge-neralísimo, coronado por una ful-gurante estrella de luz y muy bella-mente adornado de colgantes, plan-tas y ramos de luz que ciertamenteha llamado poderosamente la aten-ción aunque quedó un tanto oscuroante el alumbrado de los bellísimosjardines de la Plaza de Calvo Sote-lo, que en multicolor refulgenciaconstituía la admiración de propiosy extraños.

Visto el éxito de esa iluminaciónde jardines, con luces de colores yreflectores potentes, apuntamos queello pudiera ser algo a tener encuenta en los días de las fiestas deMayo o en los de nuestras alegresferias y festivales.

Que conste nuestra cordial enho-rabuena para todos los que interv'-n'eran en esta iluminación extra-ordinaria de las fiestas Navideñas.

LA CABALGATA DE REYESY puestos a contar cosas bellas

hablemos del orden y esplendor queconcurrieron felizmente en la her-mosa cabalgata de reyes, que bajoel patrocinio de la Comisión Muni-cipal de Ferias y Fiestas organizóel Colegio San José de los Herma-nos Maristas.

La noche de la ilusión, dió citaa todo el mundo en la calle en pri-maveral temperatura, para ver des-filar la bien organizada cabalgataque, a las ocho en punto de la no-che' recorría las principales callesde nuestro pueblo.

Abría marcha la Banda de Cor-netas y Tambores, con atavío navi-deño; seguía una bellísima carro-za con estrella, reinas y servidum-bre, que daban paso a la comitivaregia en tres fantásticas carrozas,alusivas cada una a la procedenciadel Rey, precedidas siempre de ser-vidores que portaban en andas lasofrendas al Divino Niño.

Sus Majestades, servidores y es-coltas saludaban a su paso y eranseguidos de otra hermosa carroza

La Sociedad al hablaViajeros

Regresaron de Granada los serio_res de Montoro Pacheco (D. _Agus-tín).

Marcharon a Palma de Mallorca,donde han fijado su residencia, losseñores de Ruiz Aguilera (D. Je-sús).

A Madrid doña Elena Ruiz Mati-lla de Chimenti con sus hijos.

A la capital de España D. JoséSiles Fernández.

A Granada D. Emilio Siles Fer-nández.

A Barcelona nuestro querido co-laborador y Profesor de aquellaUniversidad, D. Manuel Peláez delRosal.

A Córdoba, después de unos díasentre nosotros, el especialista Pue-ricultor Dr. D. Antonio Peláez delRosal.

Han pasado junto a sus padres,los señores de Ruiz Aguilera (donJosé María) , los días de Navidad yaño nuevo, regresando después aMadrid, D. Luis Aguilera Siller ysu esposa doña Encarnación RuizMatilla

Durante las Fiestas Navideñashan estado en Ceuta el ConcejalD. Salvador Vigo Ruiz y su gentilesposa doña Carmen Medina.

Marchó a Barcelona doña ElenaMaristany, de Gámiz Valverde, consus pequeños hijos María Cristinay Alvarito.

A La Coruña, donde fijan su re-s'dencia, el Ingeniero AgronómoD. Manuel Gámiz Ruiz-Amores ysu esposa doña Amelia Calvo Mon-toro

Petición de mano_y firma deesponsales

Por el culto farmacéutico D. JuanAntonio Mendoza Liñán y su es-posa doña Isabel Caballero Chacón,y para su hijo D. Juan Antonio,Director Técnico del LaboratorioVitapharm y Jefe de Producción delos Laboratorios Hispano Suizosde Farmacia, ha sido pedida a losseñores de Chimenti Marzulli , lamano de su bella y simpática hijaElena.

El acto se celebró a las nueve dela noche del día 3 de Enero, pro-cediéndose seguidamente a la firmadel contrato de esponsales, que tu-vo efecto en el oratorio de la casa,presidido por un devotísimo Cora-

con árbol, pastores v pastorcillas,que ponían música de fondo al cor-tejo, mientras portaban otros ve-hículos infinidad de juguetes.

Los Reyes adoraron al Niño enel "Portal Viviende" del PalacioMunicipal, saludando a la multitud,alegre y emocionada.

Una magnífica organización de laCasa Marista de Priego q ue merecetoda clase de plácemes.

zón de Jesús, a presencia del Pa-rroco Titular de Nuestra Señorade las Mercedes, Rvdo. Sr. D. Do-mingo Casado Martín, Testificaronel acta D. José Camacho Matilla,Catedrático de la Escuela TécnicaSuperior de Ingenieros Agrónomosde Madrid, D. Luis García Toribio,De Martos; D. Vicente ChimentiRuiz, Ingeniero Aeronáutico; donJosé Chimenti Ruiz; y D. MarínJorge, D. Francisco, D. José Luisy D. Manuel Mendoza Caballero.

La boda quedó fijada para la pri-mavera próxima.

Los señores de Chimenti Marzu-lli-Ruiz Matilla, ofrecieron una su-culenta cena fría a cuantos invita-dos asistieron a este emotivo actofamiliar.

Don Carlos Zurita Delgado,Premio extraordinario en la

Universidad de SevillaEn la Facultad de Medicina de

la Universidad Hispalense, y conbrillante oposición, ha ganado elPremio Extraordinario de la Licen_ciatura de Medicina, nuestro queri-do amigo y joven médico, D. CarlosZurita Delgado.

Antes le habían concedido ya eldel American College, al mejor ex-pediente de las Universidades an-daluzas. Después el de la Real Maes-tranza de Sevilla, entregado en unaacto brillantísimo.

Y por si todo ésto fuera poco, sa-bemos, que está propuesto por laFacultad de Medicina para el Pre-mio Extraordinario del Ayunta-miento sevillano.

Nos satisface mucho hacer públi-cas tan buenas noticias del jovengaleno, quien tiene motivos de as-cendencia en su claro intelecto.

Sean estas líneas de entrañableenhorabuena al médico estudioso ymuy especialmente para su padres,el ilustre especialista de pulmónD Carlos Zurita González —tan ad-mirado en Priego— y su gentil es-posa doña Carmen Delgado Fernán_dez de Santaella.

111~11111•1111~1~

HOMENAJE ROS-TUNA°A D." Araceli de la Torre FernándezVda, que fue de D. Pedro Alvarez.

Horas de intensa amargura vivistecon la paciencia de, un alma elegidaserena y prudente a la misma vidafiel enseñaste el amor que sentisteTu amor de madre latió a flor de, pielcual llama firme jamás extinguidaque tu sino fue vivir perseguidapor cruel angustia y negro padecerMadre y mujer de raza españolaque hiciste de Amor un gran relicariodonde guardaste tu llanto en el sagrarioaño tras año, de ese alma triste y solaTu gran corazón será inolvidable,para aquellos "niños" que tú acariciastey en sonrisas y besos la pena enjugastede fugaz castigo que era inapelable"NIÑA", llamaron con respeto y amora tu extrema juventud y dulzuraque no hubo joven con más cordurani anciana en su existencia con más dolor!

Africa Pedraza

14 de Enero de 1968 ADARVE Pág 3

DIVAGANDO

EL TRAGALUZ

A Luis Colo°, con offoruczo y afecto

Los que pasamos de los sesentay estamos obligados a llevar ciertaactividad en las actuales circuns-tancias vitales, al parecer, para Lsnuevas "elites", gozamos en dema-sía cuando nos reunimos ocasional_mente aprovechándonos de recuer-dos gratos. Algo así me sucedió ha-ce unos días en nuestra calle delRío, al saludarnos los tres sesento-nes, L., R y R., con esos barboteosexigidos por la premura de tiempoy nuestra relativa prisa por no an-dar demasiado.

Trabamos cháchara sobre el Ma-drid de nuestras andanzas estu-diantiles y la urbe "voraginesca"de ahora con sus tres millones dehabitantes, corredores, socabones ycolmenas.

Mencioné a Benavente, con su"Ciudad alegre y confiada", másconfiada hoy que alegre antaño, ysaqué a colación esa obra teatralque preside, con innegable prehe-minencia los escenarios madrile-ños. Me refiero "al tragaluz" deBuero Vallejo. Mi ímpetu amicalhizo que, de la escena del BellasArtes , acampásemos los interlocu-tores en años pasados quizás por-que Buero nos los señalaba con laprecisión de sus personajes, valién-dose de dos viejos artilugios, eltren y el tragaluz ...

LA SEÑORA

RE:: de la Torce

rad11121Vda. que fue de D. Pedro Alvarez Lozano

HA FALLECIDO EN LUCENA, A LOS 75 AÑOS DE EDAD

DESPUES DE IRECIIIIR LOS SANTOS SACRAMENTOS Y LA BENDICION DE SU SANTIDAD

R. I. P.

Su director espiritual; sus hijos doña Carmen, doña Araceli,doña Purificación, doña Teresa, don José, don Pedro, doñaConstanza y don Francisco; hijos políticos don Vicente Man-jón-Cabeza, don José Ortega Godoy, doña Purificación Ramí-rez Ruiz, doña Africa Pedraza Molina, don Luis Servián delPino y doña Araceli Jiménez Sánchez; nietos, hermana doñaMaría de la O; hermano político, sobrinos, sobrinos políticoy demás familia

g. 2. crol. de cOd.

y le ruegan encomiende su alma a Dios Nuestro Señor, por:luyo favor ie quedarán agradecidos.

No voy a criticar ni tan siquieraa comentar lo que autoridades tea-trales precisaron de la obra : Ahíquedan los tres artículos de LainEntralgo publicados en Gaceta Ilus-trada, matizando exhaustivamentey con notorio desapasionamiento"El tragaluz" sin olvidarnos deCossio en su "asal y esotérico".A. B. C., 5 Diciembre, que revelano haberse fijado claramente en eldesarrollo de la obra, para exége-sis teatral. Pero nosotros teníamosderecho a emitir nuestras opinio-nes en nuestro Priego y en su ca-lle del Río.

Y creo no equivocarme si ella ori_ginó un experimental consensoafecto a quienes ya vivieron histo-ria sin pretender hacerla.

Yo quiero apostillar, queridoLuis, que siempre es mejor em-plear el arado para hacer barbe-chos blancos cuando ya tengamospreparados el grano que se arropeen esa tierra abierta. Los erroresal querer "plataformar", perdón :cemento, hierro y asfalto, sobreuna tierra de posible merecimien-to haciéndola estéril y extraña,acaso, y circunstancialmente , po-drá hacer una vieja ciudad alegrey confiada pero no un pueblo libé-rrimo, iciclíto, etc., que diría el ni-caragüense.

Un abrazo

R. R. P.

Lucena 27 de diciembre de 1967

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Pág. 4 ADARVE 14 de Enero de 1968

Viene de la pág. 2

LA SOCIEDAD AL HABLA ...

moral, de que estaba adornado lehicieron rodearse de muchos ami-gos , entre los que nos encontramoslos que hacemos ADARVE, que nopodemos olvidar en muchos años atan simpático, trabajador y buenamigo.

Al evocar ahora su figura de mo-do público nos hacemos eco del do-lor de los suyos y aprovechamos elmomento para reiterarles nuestramás sentida condolencia, especial-mente a la apenada viuda D.' Elvi-ra Pedrajas Talión, a sus hijos, ma-dre, hermanos y demás personas dela familia.

Necrológicas

DOÑA ARACELI DE LA TORRE

FERNANDEZ.

En Lucena y a presencia de sushijos, confortada con la recepciónde los Santos Sacramentos y ben-dición de Su Santidad, descansó enla paz del Señor la distinguida da--ma doña Araceli de la Torre Fer-nández.

Adornada de espléndidas cualida-des espirituales su muerte ha sidomuy sentida no sólo en la ciudadde Lucena sino en otros diversospueblos y capitales del país. A lahora del sepelio de su cadáver, aldía siguiente al de su muerte fueuna verdadera manifestación de pé-same que pasó por la casa mortuo-ria y acompañó el féretro hasta elpropio cementerio.

Descanse en naz su alma y reci-ban el más sentido pésame deADARVE, sus apenados hijos doñaCarmen, doña Araceli, doña Purifi-cación, doña Teresa, D. José, D. Pe-dro, doña Constanza y D. Francis-co ; hijos políticos D. Vicente Man-jón Cabeza, D. José Ortega Godoy,doña Purificación Ramírez Ruiz,doña Africa Pedraza Molina (nues-tra dilecta escritora y poetisa) , pi-diendo a los lectores una plegariapor el alma de doña Araceli de laTorre Fernández, viuda que fue deD. Pedro Alvarez Lozano.

SOR AURELIA RUBIO FERNAN_DEZ.

En la mañana del día 9 próximopasado y a la avanzada edad de 91arios, falleció cristinamente en .úConvento Mercedario de este Hos-pital de San Juan de Dios, la vir-tuosa hermana Sor Aurelia RubioFernández, que descansó en la nazdel Señor después de recibir losSantos Sacramentos y la bendiciónde su Santidad.

Una dilatada vida puesta al ser-vicio de los demás ha sido la cons-tante de esta buenísima monja, queestuvo rodeada del afecto y de lasimpatía tanto de los acogidos enesa Casa de Caridad como de cuan-tos en la ciudad hablaron con ellay supieron de sus bondades.

A la hora del entierro, en la ma-ñana del día 10, vinieron a la ciu-dad numerosas religiosas y otraspersonas que se unieron al duelode las de Priego y acompañaron al

cadáver, muchas de ellas, hasta elcementerio donde fue inhumada.

Paz a su alma y reciban el mássentido pésame de este Semanariosu sobrina D.' Carmen Rubio Cas-tro, sobrino político D. José LópezSerrano, demás familiares y muyespecialmente las Hermanas Mer-cedarias del Hospital de San Juande Dios, de Priego.

ANGEL AL CIELO:

El lunes pasado, día 8 de Enero,subió al Cielo en Cazorla , a losseis meses de edad el angelical ni-ño Francisco Manuel Sánchez Men-doza, hijo de nuestros queridosamigos D. Francisco Sánchez Ro-mero , Administrador de Correosde aquella ciudad, y doña CarmenMendoza Pantión.

No sólo en Cazorla sino en Prie-go ha sido muy sentida esta prema-tura muerte, que deja llenos de do-lor a sus apenados padres y fami-liares íntimos.

Sean estas líneas de entrañableconsuelo para todos y muy espe-cialmente para los abuelos mater-nos , nuestros queridos amigos donManuel Mendoza Carreño, ex alcal_de de Priego y su esposa doña Car-men Pantión de Mendoza, cultaMaestra Nacional.

CALEIDOSCOPIO

Suspiros y afanes van a porfía

ya, cabalgando sin pena ni gloria

ya pasajeros de tiempo y memoria

Y ya en el espacio de eterna agonía

Un día perdidos habrán de olvi-darsey nuevos viajeros del mundo alacechopodrán sucumbir al fiero despechoque nó de egoísmo al mundo que-jarse

Más, yo no quisiera ser el viajeroque hubiese perdido su fe en la vi-daque existe un Dios, Hombre y Con-sejero

Así es la enseñanza en sí conoci-day que proporciona paz y esperan-za,

no laudo y victoria a la fe perdida.

Africa Pedraza

14 de Enero de 1968 ADARVE Pág.

Viene de la pág. 1

Dos cartas del Virrey .quien, como me pides, doy gracias en la adjuntapor las atenciones que le mereces.

No siempre me queda instante libre para es-cribirte como quisiera siempre y en todas ocasio-nes. Del tiempo que pasa corriendo no me toca amí un solo momento. Los días que vivo se los vanllevando las implicadas ocupaciones de la obliga-ción en que Dios me ha puesto y un espantoso cú-

mulo de cosas que me rodean. Aunque no puede:hacer que olvide mi sangre, precisa muchas vecesposponer a ellas las expresiones de la memoria ydel amor. Pídele tú, hermana mía, que me dé fuer-zas suficientes a tanto peso. Este tu hermano, queel mundo llama feliz necesita bien de tus oracionespara no rendirse a los cuidados que le oprimen yacertar a cumplir por su parte los designios de laProvidencia. Ruégaselo así, interesando en ello atus Religiosas hermanas, especialmente mi muy es-timada Sor Rosalía recordándoles mi necesidad.

¡Oh! Cuanto se engaña el mundo!, feliz seríayo si logrando el reposo y retiro porque suspiro, pu-,diera, apartado de los negocios públicos, consagrarel resto de mis días únicamente al principal nego-,cio de mi Alma, pero mi suerte está en manos deDios que dispondrá lo que convenga y estoy con-forme con su Santa Voluntad.

Contesto a Miguel su carta de lamentación. Leconservo mi antiguo cariño y me alegraría podermejorar su fortuna. Si él quiere, como le propon-go, venirse a este Reino no le faltará un proporcio-nado acomodo y sus hijos podrían educarse enlos Colegios de la capital y hacer carrera.

Con ánimo de pasar le estación de invierno me

hallo al presente en este pueblo de Turbaco, dis-tante de Cartagena cuatro leguas. Es de más sanoy fresco temperamento que la ciudad y gozo deperfecta salud a beneficio del ejercicio a caballoque diariamente hago.

Sin embargo de mis incesantes tareas haré al-gún lugar para que no te falten con frecuencia misletras. Encomiéndame a Dios y recibe con mi afecto,el corazón de tu hermano, Antonio".

El comentario que nos merece esta carta va aser muy breve. El virrey en ella aflora su cansan-cio. Es mucha la lucha política y militar a la queha estado sometido. Era un sacerdote intelectual,amante del arte y de la música, que se encuentracon el avispero del virreinato de Santafé y unasveces tiene que actuar diplomáticamente y otrasmandando las tropas contra la insurrección que aso-maba a mostrarse con toda la violencia de los pue-blos jóvenes que piden su independencia. El Miguelde que habla en su carta es un literato; don MiguelToledano y Alfonso, natural de Andújar, donde na-ció en e3 año 1745. Casó en Irlanda con una talElena O'Caneli en el año 1766 y en segundas nup-cias en Córdoba en 1773 con una tal Dolores Muñoz.Era amigo del Virrey y cuando éste regresó a Cór-doba le nombró secretario del Obispado. Al pocode morir su protector escribió y se imprimió •en laimprenta cordobesa de Rodríguez de la Torre su"Elogio gartulatorio en historial de don AntonioCaballero y Góngora" obra sin fecha que dedicó alP. Fray Juan de S. Gozalo, ministro de los Trinita-rios •descalzos de Córdoba. No era mal poeta comose demuestra de las octavas que encabezan su obra.Murió en Córdoba a fines de 1808 habiendo testadoante el escribano Portera el día 24 de noviembrede dicho año, instituyendo herederos a sus seis hi-jos y albacea al famoso literato Diego Ugalde aquien además legó un valioso crucifijo.

1111111~11119MEMEL Azgazi~~.~.~91 LA TORMENTA DE UN OCASOSEPTEMBRINO

SEGUNDO ANIVERSARIO

tRogad a Dios en caridad por el alma del señor

DON PAULINO TARRUS FOGETERQue falleció en Tarrasa, el 14 de Enero de 1966, después de

recibir cristianamente los Santos Sacramentos y labendición de Su Santidad.

D. E. P.

Su viuda, hijos, madre, hermanos y hermanospolíticos

RUEGAN una plegaria por su alma y le in-vitan a la Santa Misa que se oficiará, como su-fragio, el próximo día 16 de Enero, a las 7 de latarde, en el Templo Parroquial de Ntra, Señoradel Carmen.

Priego de Córdoba, Enero de 1968

Anungtofflownw Aimmuna.~§1

Es el ocaso,¡ el ocaso que se escapaen un desgarrón de la tormenta!Un rosa intenso, azul, maravilloso,compuesto de dulzura y belleza.Entre las nubes terriblesaparece un lago rosado.Un lago de agua de platay de rosas azules.Su agua maravillosa,etérea y desconocida,parece como la luzdel angel de mi ilusiónentre brujas y diablos;entre nubes de ceniza que se alum-

(brancon centellas y rayos.Entre las gotas frescasde la lluvia de Septiembrecruzan el cielo—la esfera de la noche—las centellas y los rayos.El oro y la plata,el sol y la luna.Los truenos,como lucha de gigantes y dioses,de ángeles y diablos,imponen su majestadal cielo.Al cielo maravilloso.¡Dejadme! No hay más belleza,ni pureza ni estruendo,que en esta lucha giganteentre la luz y el infierno.El infierno de los cielos.El lago ya se ha perdidoentre las sombras nocturnas¡Y con él las rosas puras!1 Y las nubes de limón ! .Oh, Dios, dame la emociónde vivir otro momento ...De soñar con esta luz'.de gritar al estruendo.

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Viene de la pág. 8

LA VENTANA...

,día pasarle por la imaginación, latrascendencia de ese trabajo.

Pasaron los días, las semanas y ala vuelta de un par de meses co-menzaron a ascender las armadu-ras metálicas.

Para doña Rosa la desapariciónde los niños del solar fue motivosuficiente para sumirla en un es-tado de creciente tristeza. Los ha-bía estado observando durante tan-to tiempo que constituían ya unaparte destacada de su vida. Los co-nocía a todos. Ella misma les habíapuesto nombres con arreglo a sufísico; el rubio, el larguirucho, elgordito, el moreno, el peleón, elpequeñín ...

Al techar la segunda planta dela casa, la habitación de doña Ro-sa quedó casi en completa oscuri-

dad. Todo el día tenía que estar lalámpara encendida. Esto constituyóun nuevo motivo para entris,ecermás profundamente el ánimo ae lapobre vieja.

La nueva vivienda continúo cre-ciendo más y más; once pisos, do-ce, trece ... Doña Rosa ya no po-día ver el cielo, tan grande, tanhermoso, tan de todos. Hasta eso

se le había negado, Si quería verlotenía que salir de su casa. U a trasotra, las poquitas plantas que amo-rosamente cuidaba en el quicio desu ventana, al quedarse faltas desol iban secándose y muriendo.

Doña Rosa perdió el apetito. Susoledad, presente y palpable en elambiente de la habitación, parecíaquerer tragarse todo el aire de lacasa.

Al hacer la pared medianera unauténtico muro quedó frente a laventana dando la sensación de estarla habitación metida en el fondo deun pozo.

Una de estas noches, con una an-gustiosa tristeza, doña Rosa seacostó y al poco rato empezó a so_ñar. Soñó primero que se encon-traba en una gran habitación conmuchas, muchísimas ventanas ytras ellas un cielo azul, alto , bri-llante y hermoso. De pronto apare-cieron unos niños formando un

grupo alborotador. Niños que ellaconocía muy bien; el gordito, el.rubio, el moreno ... todos los niñosdel solar que la rodearon saltando

alegres y contentos al tiempo auedecían :

—i Viva doña Rosa ...! ¡Rosa,

Rosa, Rosa ...! parecían contestarlas ventanas, los árboles, las nu-bes ... Entonces el gordito dijo le-vantando mucho la voz.

—Doña Rosa, ven, vamos a abrirlas ventanas.

—Si, si, abramos las ventanas,corearon todos alegremente.

Y llevada como en volandas, sinapenas tocar el suelo, doña Rosaiba abriendo las ventanas.

—Ahora ésta— dijo el peleón.

—; Pues ahora aquélla! añadió el

pequeñín.—; Doña Rosa ven, abre ésta aho_

ra! sugirió el moreno.

Y por cada ventana que abríaiban entrando difirentes bellezas.

Por una entró un maravilloso ra-yo de sol. Al abrir otra, se inundó

la estancia de una música de vio-lines penetrando hasta el últimorincón del espíritu. Por la terceraventana, una lluvia de pétalos derosa. Por la siguiente un revuelode palomas blancas. Por otra mari-

posas, por otra pájaros, rayos deluna, nubes, perfumes, suspiros,canciones A raudales iban in-troduciéndose en la gran habita-ción todas estas maravillas, cuandode súbito, al abrir la última venta-na, apareció un enorme monstruo,mitad araña, mitad pulpo tocado

con sombrero de copa y enarbola-do en cada una de sus numerosaspatas un pico de oro. Con inusita-da rapidez comenzó a demoler to-do cuanto pillaba a su paso arman-do un estruendo infernal.

Los niños, tremendamente asus-

tados, lanzarónse a correr con to-das sus fuerzas y en todas direccio-nes. Doña Rosa no podía. Por mu-cho que se esforzaba no se movíaapenas del mismo sitio. En direc-

ción opuesta venía un auténticovendaval arrastrando inmensascantidades de ladrillos, piedras, vi-gas de hierro, picos y palas de oro,muchos picos y palas que se le ve-nían encima como si quisieranaplastarla, pero al llegar a ellacambiaban la dirección y pasabanrozándola. La angustia, el miedo yla desesperanza se apoderaron dela infeliz doña Rosa terminandopor caer desvanecida al suelo.

Cuando volvió en sí sintió unmenso alivio. Una paz gozosa inun-daba su alma, todo su ser. Poco apoco fue dándose cuenta de la su-blime realidad que la envolvía. Asu alrededor había niños, muchosniños con las mismas caras que losniños del solar. Habían varios gor-ditos, rubios, peleones ... que lamiraban complacidos, sonrientes ysatisfechos.

—Doña Rosa, vente con noso-tros— dijo uno de los varios gor-ditos iguales.

—Te vamos a enseñar algo muybonito— añadieron los demás.

Sobre una blanca nube llevaronlos niños a doña Rosa a una inmen_sa pradera en donde había una ca-sita de vivos colores y grandes ven-tanales.

Mira doña Rosa, es para tí, dijouno del grupo de los rubios. A par-tir de ahora no tienes que preocu-parte de nada. Nosotros cuidare-mos de que nada te falte.

Y así sucedió. Doña Rosa fue len_ta, muy lentamente hacia la casita,entró e inmediatamente abrió unade las grandes ventanas de par enpar y levantando una mano saludóa los niños que la miraban embe-lesados, y formando un auténticocoro de ángeles se fueron despidiendo de la feliz viejecita.

—; Adiós doña Rosa, adiós ...!¡ Volveremos pronto ... pronto ...pronto ...! repitieron alegres lasnubes que rodeaban la linda casitade vivos colores y grandes venta-nales.

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Lo único que había heredadoDoña Rosa de sus mayores era elpisito en que vivía. Dicho pisoreunía dos condiciones franca-mente ingratas y desagradables.Además de ser un entresuelo erainterior y dispuesto de tal mane-ra que solo una ventana de redu-cidas dimensiones permitía a do-ña Rosa ver el exterior, ver unespacio de cielo.

A la otra parte de la ventanahabía un solar un gran trozo deterreno en donde los niños del ba-rrio jugaban a sus anchas orga-nizando batallas, persecuciones ycuantas peripecias pudieran ser-virles para pasarlo bien. Este gransolar se convertía diariamente enel cuartel general de la muchacha-da callejera.

Doña Rosa, sentada en su me-cedora, pasaba largos ratos tiraslos cristales de su ventana vien-do el ajetreado ir y venir de los ni-ños. Era su única distración. Bienes verdad que de vez en cuandorecibía la visita de doña Filome-na, antigua amiga suya de los tris-tes años de la guerra, con la quedepartía a sus anchas; su niñez,las calamidades de la contienda,el racionamiento...

Cuando un acontecimiento ex-traordinario es vivido por unapersona de más de cuarenta años,y una guerra es algo bastante ex-cepcional en la vida de una na-ción, en la mayoría de las ocasio-nes el tema principal de sus con-versaciones es siempre los moti-vos, los hechos y las consecuen-

Por Manuel Vivó

cias de ese acontecimiento si noes que otro suceso también impor-tante anule o disminuya el volu-men y la importancia del ante-rior.

Para doña Filomena sí había ha-bido otro caso, desolador y penoso,que hiz(Y' velar en parte el de la gue-rra; la muerte de su marido a losocho años de finalizada aquella. Encambio para D.° Rosa, soltera y so-la desde hacía muchos años, losefectos de la guerra constituyeronprácticamente el único acaecimien-to importante de su vida, por lo quesus conversaciones generalmentesolían versar sobre estos mismostemas.

Desengáñese doña Filomena, nilas patatas ni los filetes de terne-ra ni los pollos son como los deantes. Ni punto de comparación.Entonces, cuando se comía usteduna pechuga de gallina , era lo quese dice una señora pechuga de ga-llina. En cambio ahora no sabe unalo que se come, lo mismo puede seruna pechuga que un trozo de car-tón en salsa, ¡ con eso de las gran-jas esas...!—Y que lo diga usted doña Rosa.En tiempos de mi marido, que engloria esté, quiero decir, cuando mibuen Ildefonso me entregaba susrelucientes cinco duros de plata se-manales, preparaba yo unos coci-dos y una carne mechada, que ni elmejor restaurante, créame doñaRosa, ni el mejor restaurante.—; Que me va usted a decir doñaFilomena, qué me va usted a decirAntes , cuando mi madre Dios la

tenga en su gloria, aderezaba unguisado de carne...

Y así pasaban doña Rosa y do-ña Filomena sus ratos de tiempo•en tiempo. Cuando doña Filomenano venía a casa de doña Rosa estase entretenía, generalmente porlas tardes, balanceándose en su vie-ja mecedora viendo jugar a los ni-ños tras los cristales de su venta-na.

Una noche tuvo doña Rosa unextraño sueño. Por la puerta abier-ta del piso comenzaron a entrarcinco señores de frac y chistera lle-vando cuatro de ellos sobre sushombros sendos picos y palas muyrelucientes, como de oro. Detrás deestos cinco hombres con el torsodesnudo y con cascos en los cabezaAl entrar en la habitación que eraa la vez recibidor, comedor, sala ycocina, el primero de los enchiste-rados gritó:

¡ Aaaaltó...! y los otros cuatrodigeron a su vez;—¡ Alto , alto , alto,! como si deleco se tratara. A continuación elenchisterado jefe ordenó de nuevo;— ¡ Entregueeeen picos...! ¡ Entre-gueeen pálas...!— Y los enchisterados segundonesañadieron;— ¡ Palas , palas, palas...!

Acto seguido los cuatro del fracentregaron los picos y las palas alos hombres semidesnudos y estosempezaron a demoler a porrazolimpio los cuatro trastos que cons-tituían todo el hogar, la ilusión, lavida toda de doña Rosa, la mesacamilla , la lampara circular consus flequillos y sus lágrimas trian-gulares, las sillas de patas tornea-das, todo, todo al mismo tiempoque canturreaban como medio idio_tizados ; ¡ Picos, picos, picos, palas,palas, palas ...!

Cuando a la mañana siguientedespertó doña Rosa totalmente em-papada de sudor y con la sensaciónde que los relucientes picos de oroseguían martilleando sus undidassienes. Se levantó pesadamente pa-ra prepararse su tazón de maltacon leche, y como todas las maña-ñas lo primero que hizo fue subirla persiana de la ventana para verel cielo, "su" trozo de cielo.

Al agachar la mirada le sorpren-dió ver a unos obreros trabajandoen el solar. De momento doña Ro-sa no concedió ninguna importan-cia a ésto. Pensó que estaban arre-glando alguna cosa del mismo. Suvista, torpe y cansada, no pudo lle-gar hasta el gran cartelón queanunciaba; Ministerio de la Vivien-da. Obras acogidas ... Fecha de co-mienzo... Fecha de terminación ...Arquitecto ... Aparejador ... Nadade ésto vid doña Rosa. Nada de loque tanto había de significar paraella a partir de este momento.

Se preparó su malta y con éstase tomó una aspirina para calmarel fuerte dolor de cabeza que tenía.

Por la tarde, al sentarse en sumecedora echó de menos a los ni-ños en sus habituales correrías. So-lo algunos de ellos se entreteníanviendo trabajar a los hombres delos cascos amarillos y verdes.

Hasta pasados tres o cuatro díasdoña Rosa no se percató de lo queestaban haciendo aquellos trabaja-dores. No obstante, a pesar de ha-berse dado cuenta de que estabanlevantando una casa, todavía no po-

LA VENTANA(CUENTO)

Imprime: GRAFICAS DEL SUR, S.A.—Boquerón, 27—GRANADA Pasa a la pág. 7