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ATENCIÓN FAMILIAR Órgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina Familiar División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México Aten. Fam. Volumen 22 no. 2 abril-junio, 2015 ISSN 1405-8871 http://www.fmposgrado.unam.mx http://www.revistas.unam.mx Registrada en: LATINDEX, http://www.latindex.org PERIÓDICA, http://www.dgbiblio.unam.mx IRESIE, http://www.iisue.unam.mx/iresie www.valor.unam.mx Artículos originales Conocimiento y uso de métodos anticonceptivos en adolescentes de un centro de salud Estilos educativos parentales y embarazo en adolescentes Nivel de empatía en médicos del servicio de urgencias de un hospital público de la ciudad de México Prevalencia de Burnout en trabajadores de un centro de salud Percepción de apoyo en la pareja reconstituida: el camino al ensamblaje Artículos de revisión Funcionalidad familiar en pacientes con anorexia nerviosa y bulimia Análisis psicodinámico de la transferencia y contra- transferencia en la formación de médicos familiares en México

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atención familiarÓrgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina Familiar

División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México

Aten. Fam. Volumen 22 no. 2 abril-junio, 2015

issn 1405-8871

http://www.fmposgrado.unam.mxhttp://www.revistas.unam.mx

Registrada en:latindex, http://www.latindex.org

periódica,http://www.dgbiblio.unam.mx

iresie, http://www.iisue.unam.mx/iresie

www.valor.unam.mx

Artículos originalesConocimiento y uso de métodos anticonceptivosen adolescentes de un centro de salud

Estilos educativos parentales y embarazo en adolescentes

Nivel de empatía en médicos del servicio de urgenciasde un hospital público de la ciudad de México

Prevalencia de Burnout en trabajadores de un centrode salud

Percepción de apoyo en la pareja reconstituida:el camino al ensamblaje

Artículos de revisiónFuncionalidad familiar en pacientes con anorexianerviosa y bulimia

Análisis psicodinámico de la transferencia y contra-transferencia en la formación de médicos familiares en México

Integridad académicaEl orgullo de actuar correctamente

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Fe de erratasEn Atención Familiar 2015;22(1) se publicó el artículo “Análisis de los motivos de consulta para la toma de decisiones en Medicina Familiar”, en el cual se omitió incluir el pie de la tabla 5 -Principales motivos de solicitud de pruebas de laboratorio, rayos “X” y referencia de los pacientes atendidos (p.17)-, debe decir: a,b,c9.5%, 1.5% y 3.6% respectivamente, de todos los pacientes atendidos en el año (n=3022).

Nota aclaratoriaEn el artículo: Loyola-Durán L, Landgrave-Ibañez S, Ponce-Rosas ER, González-Pedraza Avilés A. Nivel de empatía en médicos del servicio de urgencias de un hospital público de la ciudad de México. Aten Fam. 2015;22(2):43-45, se incluyó, en la parte inferior derecha de la página 43, al servicio de urgencias del Hospital General Xoco de la Secretaría de Salud del Distrito Federal como filiación de Liliana Loyola Durán. Cabe aclarar, que así fue remitida la información en el documento a dictaminar y en la carta de cesión de derechos que solicita el Comité Editorial de Atención Familiar, y que signó la autora responsable del documento para su revisión, arbitraje y posible publicación. El editor y el Comité Editorial de Atención Familiar no se responsabilizan de la veracidad de la información respecto a la filiación institucional de los autores.Atentamente“POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU”Ciudad Universitaria, D.F., 29 de abril de 2015Comité Editorial de la revista Atención Familiar

Atención Familiar vol. 22, no. 2, abril-junio de 2015, trimestral. Editada por la Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universi-taria, delegación Coyoacán, cp 04510, México, df, a través de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina, Unidad de Posgrado, edificio G, segundo nivel, Circuito de Posgrados, Centro Cultural Universitario, Ciudad Univer-sitaria, delegación Coyoacán, cp 04510, México, df, tel: 01(55) 56 23 72 74, [email protected]. Editor responsable: Dr. Arnulfo Irigoyen Coria. Número de certificado de reserva de derechos al uso exclusivo del título: 04-2003-121914243800-203, issn digital en trámi-te. Responsable de la última actualización de este número: Lic. Lilia A. Arévalo Ramírez, Ciudad Universitaria, delegación Coyoacán, México, df, cp 04510. Fecha de última modificación: 18 de marzo de 2015, www.fmposgrado.unam.mx, www.revistas.unam.mx. Los artículos contenidos en esta publicación pueden reproducirse citan-do la fuente. Las opiniones expresadas en los artículos firmados que se publican en Atención Familiar son responsabilidad de sus autores. “El Comité Editorial se reserva el derecho de realizar las adecuaciones pertinentes a los artículos.”

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Traducción y corrección de estilo en inglésLic. Patricia A. Arévalo Ramírez

Traducción y corrección de estilo en portuguésDr. Pablo González Blasco (Brasil)

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división de estUdios de PosgrAdo

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Editorial• EstratEgias Educativas para la formación dE invEstigadorEs En mEdicina familiar En méxico

Alberto González-Pedraza Avilés, Rocío Dávila-Mendoza, María C. Ortiz-Zaragoza, Francisco J. Gómez-Clavelina

artículos originalEs• conocimiEnto y uso dE métodos anticoncEptivos En adolEscEntEs dE un cEntro dE salud

María C. Sánchez-Meneses, Rocío Dávila-Mendoza, Efrén R. Ponce-Rosas

• Estilos Educativos parEntalEs y Embarazo En adolEscEntEs

Socorro Pérez-López, María Catalina Ortiz-Zaragoza, Silvia Landgrave-Ibáñez, Alberto González-Pedraza Avilés

• nivEl dE Empatía En médicos dEl sErvicio dE urgEncias dE un hospital público dE la ciudad dE méxico

Liliana Loyola-Durán, Silvia Landgrave-Ibáñez, Efrén R. Ponce-Rosas, Alberto González-Pedraza Avilés

• prEvalEncia dE Burnout En trabajadorEs dE un cEntro dE salud

Raúl Olvera-Islas, Carolina Téllez-Villagra, Alberto González-Pedraza Avilés

• pErcEpción dE apoyo En la parEja rEconstituida: El camino al EnsamblajE

María del Rocío Montesinos-Guerrero, Hilda G. Madrigal-de León, Alberto González-Pedraza Avilés

artículo dE rEvisión• funcionalidad familiar En paciEntEs con anorExia nErviosa y bulimia

Daniella Guillermina Sainos-López, María Teresa Sánchez-Morales, Eduardo Vázquez-Cruz, Itzel Gutiérrez-Gabriel

• análisis psicodinámico dE la transfErEncia y contratransfErEncia En la formación dE médicos familiarEs En méxico

Ricardo Urbina-Méndez, Clara I. Hernández-Vargas, Isaías Hernández-Torres, Miguel Á. Fernández-Ortega, Arnulfo Irigoyen-Coria

idEntifiquE El caso• pitiriasis rosada dE gibErt

Alejandro Guerrero-Zulueta, Bibiana Matilde Bernal-Gómez, Juan Sebastián Castro-Guerrero, Juan Sebastián Gómez-Castellanos, David Esteban Rebellón-Sánchez

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Órgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina FamiliarDivisión de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, unam

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Contenido

atención familiarissn 1405-8871

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Editorial/editorial• Educational stratEgiEs for thE training of rEsEarchErs in family mEdicinE in mExico

• Estratégias Educativas para a formação dE pEsquisadorEs Em mEdicina dE família no méxico

Alberto González-Pedraza Avilés, Rocío Dávila-Mendoza, María C. Ortiz-Zaragoza, Francisco J. Gómez-Clavelina

original articlEs/artigos originais• KnowlEdgE and usE of contracEptivE mEthods in adolEscEnts of a hEalth carE cEntEr

• conhEcimEnto E uso dE anticoncEpcionais EntrE adolEscEntEs Em um cEntro dE saúdE

María C. Sánchez-Meneses, Rocío Dávila-Mendoza, Efrén R. Ponce-Rosas

• parEntal Educational stylEs and adolEscEnt prEgnancy

• os Estilos parEntalEs E gravidEz na adolEscência

Socorro Pérez-López, María Catalina Ortiz-Zaragoza, Silvia Landgrave-Ibáñez, Alberto González-Pedraza Avilés

• lEvEl of Empathy in physicians of thE EmErgEncy room of a public hospital in mExico city

• nívEl dE Empatia no dEpartamEnto dE EmErgências médicas dE um hospital púBlico na cidadE do méxico

Liliana Loyola-Durán, Silvia Landgrave-Ibáñez, Efrén R. Ponce-Rosas, Alberto González-Pedraza Avilés

• prEvalEncE of burnout among worKErs of a hEalth carE cEntEr

• prEvalência da síndromE dE Burnout EntrE os traBalhadorEs Em um cEntro dE saúdE

Raúl Olvera-Islas, Carolina Téllez-Villagra, Alberto González-Pedraza Avilés

• pErcEption of support in thE rEconstitutEd family: thE path to thE assEmbly

• pErcEpção dE apoio no casal família rEconstituído: o caminho para a rEunificação María del Rocío Montesinos-Guerrero, Hilda G. Madrigal-de León, Alberto González-Pedraza Avilés

rEviEw articlE/artigo de revisão• family functionality in patiEnts with anorExia nErvosa and bulimia

• funcionalidadE familiar Em paciEntEs com anorExia nErvosa E Bulimia

Daniella Guillermina Sainos-López, María Teresa Sánchez-Morales, Eduardo Vázquez-Cruz, Itzel Gutiérrez-Gabriel

• psychodynamic analysis of transfErEncE and countErtransfErEncE in thE formation of family physicians in mExico

• análisE psicodinâmico dE transfErência E contratransfErência na formação dE médicos dE família no méxico Ricardo Urbina-Méndez, Clara I. Hernández-Vargas, Isaías Hernández-Torres, Miguel Á. Fernández-Ortega, Arnulfo Irigoyen-Coria

idEntify a casE/identifique el caso• pityriasis rosEa gibErt

• pitiriasis rosada dE giBErt Alejandro Guerrero-Zulueta, Bibiana Matilde Bernal-Gómez, Juan Sebastián Castro-Guerrero, Juan Sebastián Gómez-Castellanos, David Esteban Rebellón-Sánchez

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atención familiarScientific Journal of the Family Medicine

Corpo de divulgação científica de medicina familiarDivisión de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, unam

Aten. Fam. Volume 22 no. 1 april-june, 2015Aten. Fam. Volume 22 no. 1 abril-junho, 2015

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Content / Conteúdo

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Editorial

IntroducciónEs indudable que en México existe una clara conciencia sobre la importancia de la investigación, la cual ya no está limitada a ciertos círculos universitarios, sino que se ha extendido a los órganos decisivos del poder, así como a la mayoría de las instituciones educativas, del sector salud, e incluso, a em-presas productivas de vanguardia, en especial del área social.

La pregunta que se genera es ¿los es-fuerzos por desarrollar investigación científi-ca y tecnológica tienen aún sentido y podrán sacar al país del círculo vicioso de la depen-dencia? Es obvio que la respuesta radica en el fortalecimiento de la investigación, al buscar espacios que permitan construir un sistema de investigación científica y tecnológica más sólido y menos dependiente.

Es en este contexto que la formación de investigadores cobra una importancia decisiva y estratégica. Si investigar es en la actualidad un quehacer tan importante, for-mar para la investigación efectiva debe ser una política de alcance no solo académico sino también social.1 En este sentido, uno de los retos es la formación de investigadores, que permita producir proyectos relevantes, pertinentes, con calidad metodológica y apegada a los principios éticos.

Con este propósito se creó el “Diplomado de metodología en investigación en salud” en la Subdivisión de Medicina Familiar de la División Estudios de Posgrado (dep), Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México (unam), como estrategia educativa para introducir a los profesionales de la salud en el campo de la investigación aplicada. Existen, sin duda, múltiples metodolo-gías para la formación de investigadores, no obstante, debemos ser conscientes acerca de la necesidad de hacer de la investigación un proceso pedagógico.2

La mediación pedagógica como estrategia alternativa se mueve dentro de ciertas coordenadas que hacen posible que el modelo temá-tico de formación avance en la dirección y profundización del modelo pedagógico. Las coordenadas más pertinentes son las siguientes:1. Todo lo que se haga en el proceso de formación de investigadores

debe tener sentido para el investigador2. Es precisamente el realizar investigación, la forma idónea para que

se aprenda a desarrollar y perfeccionar las capacidades propias del investigador

3. La intuición debe constituirse como el punto de arranque y la fuerza propulsora del proceso de investigación

4. La investigación como proceso, y no tanto como logro de resul-tados, desarrolla y perfecciona la capacidad de investigar

El Plan de desarrollo de la Facultad de Medicina de la unam co-rrespondiente al periodo 2008-2016, en su capítulo “Vinculación, Innovación y Desarrollo”, suscribe el programa de vinculación con

Estrategias educativas para la formación de investigadores en Medicina Familiar en México

Educational Strategies for the Training of Researchers in Family Medicine in MexicoEstratégias educativas para a formação de pesquisadores em Medicina de Família no México

Alberto González-Pedraza Avilés,* Rocío Dávila-Mendoza,* María C. Ortiz-Zaragoza,* Francisco J. Gómez-Clavelina*

*Subdivisión de Medicina Fa-miliar, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México (unam).

Este artículo debe citarse: González-Pedraza Avilés A, Dávila-Mendoza R, Ortiz-Zaragoza MC, Gómez-Clavelina FJ. Estrategias educativas para la formación de investigadores en Medicina Familiar en México. Aten Fam. 2015;22(2):33-34.

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la sociedad, cuyo objetivo general es “enla-zar las acciones de la Facultad de Medicina con el Sistema de Salud y las necesidades de salud de la población, así como difundir el conocimiento”.3 De ahí que nuestro objeti-vo sea desarrollar una estrategia educativa para favorecer la formación de investiga-dores capaces de generar conocimiento que contribuya a la mejora de los procesos de atención médica.

Propuesta metodológicaLa propuesta incluye las siguientes estrategias:

• Reconocer en los profesionales de la salud aquellos con el perfil necesario para favorecer su iniciación en la me-todología de la investigación

• Sensibilizar al trabajador de la salud respecto a la utilidad e importancia de la investigación, no solo como una herramienta básica en la generación del conocimiento, sino como un ins-trumento que le permita mejorar su formación personal y profesional

• Transmitir los conocimientos propios de la metodología científica

• Favorecer el avance de la investigación, estableciendo un sistema de asesorías desde su desarrollo y hasta su conclusión

• Generar en el alumno la inquietud para mantener una capacitación constante y permanente en el aprendizaje del tema

• Apoyar al nuevo investigador para lograr la difusión de sus resultados

Desarrollo de los diplomadosLa capacitación se inició en enero de 2008; para finales de 2014 se han desarrollado 13 diplomados, cinco sobre metodología de la investigación, uno relacionado con geronto-logía y siete con cuidados paliativos, todos con aval de la Subdivisión de Educación Continua de la dep, Facultad de Medicina, unam. Han participado 320 profesionistas del área de la salud, lo que incluye a médicos generales, especialistas en Medicina Familiar,

psicólogos, odontólogos, licenciados en En-fermería; químicos, licenciados en Nutrición y biólogos. Se han registrado 65 protocolos ante las instancias correspondientes, con base en las siguientes líneas de investigación: clínica, servicios de salud, epidemiología e investigación educativa. Como productos, se han presentado 28 trabajos en eventos académicos, 22 nacionales y 6 internaciona-les. Finalmente, se han publicado 19 trabajos en revistas indexadas -13 nacionales y 6 internacionales-.

ConclusionesEs importante establecer la vinculación entre el sector salud y el sector educativo a nivel superior para favorecer la investigación, con el modelo propuesto ha sido posible desper-tar y favorecer en los trabajadores de la salud, inquietud y motivación por desarrollarla. Parte de las estrategias aquí planteadas para la formación de investigadores se fundamentan en cualidades o características naturales del ser humano, como son sus potencialidades, creatividad, curiosidad y entusiasmo; el papel del asesor básicamente consistió en fomen-tarlas, saberlas canalizar y crear condiciones para su desarrollo. Nos hacemos participes de la postura del quehacer artesanal en la formación de investigadores, conscientes de que la construcción científica es un saber hacer. Reconocemos la importancia de los asesores, para hacer participar al nuevo investigador de la valiosa labor que significa la producción de nuevos conocimientos.

Referencias1. Sánchez Dromundo RA. La conformación del

oficio de investigador en el doctorado en Pe-dagogía de la unam. Seminario permanente de investigación y formación sobre Pierre Bourdieu. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos. 2010;XL:69-93.

2. Sánchez Puentes R. La formación de investigadores como quehacer artesanal. Ominia. 1987;3(9):11-24.

3. Facultad de Medicina. Plan de Desarrollo 2008-2016. [Internet]. [citado 2012 Feb 20] Disponible en: www.facmed.unam.mx/plan_2k8_2k16/planfm_2k8_2k16

González-Pedraza Avilés A y cols.

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Artículo original

ResumenObjetivo: identificar el nivel de conocimien-to y uso de métodos anticonceptivos en adolescentes. Métodos: estudio observacio-nal, descriptivo y transversal. Se incluyeron adolescentes de 15 a 19 años con vida sexual activa que asistieron a un centro de salud de la ciudad de México durante los meses septiembre y octubre de 2014. Muestra no probabilística, 120 adolescentes se autoa-plicaron una encuesta que incluía: variables sociodemográficas, de conocimiento y de uso de métodos anticonceptivos. Se empleó estadística descriptiva e inferencial con las pruebas U de Mann-Whitney y Kruskall-Wallis. Nivel de significancia 0.05, con el programa estadístico spss v.20. Resultados: se entre-vistó a un total de 120 adolescentes cuyo nivel de conocimientos fue calificado como medio en 60.8% y bajo en 23.3%. El condón fue el método anticonceptivo mayormente utilizado (65.2%); asimismo, fue el método de barrera del que se tenía un mejor conocimien-to (95.8%). Solo se obtuvieron diferencias res-pecto a la edad de los participantes (p=0.030). Conclusiones: los resultados obtenidos en este estudio muestran que es necesario mejo-rar la calidad de la información sobre el uso adecuado de los métodos anticonceptivos, lo que se espera, repercuta positivamente en la salud sexual y reproductiva de la población.

SummaryObjective: to identify the level of knowledge and use of contracep-tive methods in adolescents. Methods: observational, descriptive and cross-sectional study. The study included adolescents from 15 to 19 years with an active sexual life and who attended a Health Care Center in Mexico City from September to October 2014. Non-randomized sample. The 120 adolescents self-applied the survey that included: socio-demographic variables, knowledge and use of contraceptive methods. Descriptive and inferential statistics with U of Mann-Whitney and Kruskall-Wallis tests were used. The level of significance was of 0.05, with the statistical program spss v.20. Re-sults: 120 adolescents were interviewed whose level of knowledge was rated as average in 60.8% and low in 23.3%. The condom was the most used contraceptive method (65.2%); additionally, it was the barrier method better known (95.8%). Only there were differences regarding the age of the participants (p=0.030). Conclusions: the obtained results in this study showed that it is necessary to improve the quality of information about the correct use of contraceptive methods, which it is expected to positively impact in sexual and reproductive health.

Conocimiento y uso de métodos anticonceptivos en adolescentes de un centro de salud

Knowledge and Use of Contraceptive Methods in Adolescents of a Health Care CenterConhecimento e uso de anticoncepcionais entre adolescentes em um centro de saúde

María C. Sánchez-Meneses,* Rocío Dávila-Mendoza,** Efrén R. Ponce-Rosas**

Palabras clave: adolescencia, métodos anticonceptivos, salud sexualKey words: Adolescents, Con-traceptive Methods, Sexual HealthPalavras chave: adolescência, contracepção, saúde sexual

Recibido: 9/12/14Aceptado: 27/1/15

*Centro de salud t-iii Ampliación Hidalgo, jurisdicción sanitaria Tlalpan, Secretaría de Salud del Distrito Federal. **Subdivisión de Medicina Familiar, División de Es-tudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México (unam).

Correspondencia:Claudia Sá[email protected]

Este artículo debe citarse: Sánchez-Meneses MC, Dávila-Mendoza R, Ponce-Rosas ER. Conocimiento y uso de métodos anticonceptivos en adolescentes de un centro de salud. Aten Fam. 2015;22(2):35-38.

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ResumoObjetivo: identificar o nível de conhecimen-to e uso de contraceptivos entre adolescentes. Métodos: estudo observacional, descritivo e transversal. Foram incluidos adolescentes sexualmente ativos de 15 a 19 anos, que participam de um centro de saúde na cidade do México em Setembro e Outubro de 2014. Amostra não-probabilística. 120 adolescen-tes que se auto aplicaram um questionário que incluia variáveis sócio-demográficas, conhecimento e uso de contraceptivos. Para a estatística descritiva e inferencial foram utilizados o U Mann-Whitney e Kruskal-Wallis. Nível de significância de 0.05 com spss v.20. Resultados: foram entrevistados um total de 120 adolescentes cujo nível de conhecimento foi classificado como médio em 60.8% e 23.3% baixo. A camisinha foi o método con-traceptivo mais utilizado (65.2%); também foi o método de barreira de que tinha um melhor conhecimento (95.8%). Só foram encontradas diferenças em relação à idade dos participantes (p=0.030). Conclusões: os resultados obtidos neste estudo mostram que é necessário melhorar a qualidade das informações sobre o uso correto de métodos contraceptivos, o que deverá ter um impacto positivo sobre a saúde sexual e reprodutiva da população.

IntroducciónEl comportamiento sexual y reproductivo de los adolescentes está influenciado por su entorno sociocultural y su percepción del bienestar psico-afectivo, lo que plantea necesidades y cuestionamientos frente a su sexualidad. La manera en que estos cues-tionamientos se respondan y se suplan sus necesidades, determinarán su salud sexual y reproductiva.1,2

La primera relación sexual se inicia cada vez a edades más tempranas, lo que propicia un manejo inadecuado de la sexualidad,3 además, en los adolescentes existe escasa habilidad de comunicación interpersonal, lo que dificulta la negociación con la pareja ante situaciones vinculadas con las relaciones sexuales y el uso de métodos anticonceptivos,

situación que los expone a riesgos como em-barazos no planeados, abortos e infecciones de transmisión sexual.4

Se han realizado diversos estudios para identificar los conocimientos y el uso de métodos anticonceptivos en adolescentes. Rengifo-Reina y cols., reportaron que la edad de inicio de relaciones sexuales fue en promedio de 13 años, con conocimientos altos, pues 90.5% de los adolescentes reportó haber recibido información sobre sexo y embarazo, la mayor fuente de información fueron sus padres (67.5%) y en este reporte el condón fue el método más utilizado.2

En un estudio realizado en Cuba, se encontró que en cuanto al conocimiento sobre el uso de métodos anticonceptivos en adolescentes, 100% reconoció el condón, seguido de hormonales orales e inyectables en 97% y 93.5%, respectivamente. Existió un mayor conocimiento por parte del sexo femenino, pero sin diferencias significativas en relación con los varones. Las fuentes de información más frecuentes fueron: los pa-dres en 75.6% y amigos en 64.1%.5

En México, la media de edad para la primera relación sexual en mujeres, de 15 a 19 años, fue de 15.4 años,6 de acuerdo con lo reportado en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012. La misma encuesta reveló que 23% de la po-blación mexicana de 12 a 19 años ya había iniciado su vida sexual, con una proporción mayor en hombres (25.5%), respecto a las mujeres (20.3%); 90% mencionó conocer o haber escuchado hablar de algún método anticonceptivo, entre los métodos más utili-zados se ubicó el condón con 80.6% y cerca de 6.2% indicó el uso de hormonales. En las mujeres la utilización reportada fue menor, 61.5% mencionó que su pareja usó condón y 7.3% empleó métodos hormonales.7

Además, en un estudio realizado por Ayala-Castellanos y cols,3 en Guadalajara, Mé-xico, se encontró que la fuente de información más importante fue en orden decreciente: la escuela (51%), el médico (14%), los amigos (13%), la televisión (11%), las revistas (5%), internet (2%) y la familia (2%).

La información disponible sobre el uso de anticonceptivos en adolescentes muestra que existen mayores tasas de fracaso, menores tasas de continuidad y menor cum-plimiento en comparación con los adultos.8

El objetivo de este trabajo fue identificar el nivel de conocimiento y uso de métodos anticonceptivos en un grupo de adolescentes mexicanos de 15 a 19 años.

MétodosEstudio descriptivo, observacional y trans-versal, muestra no probabilística, cálculo de tamaño de muestra para estudios des-criptivos con base en criterio de diferencia absoluta. El estudio se realizó en los servicios de atención médica del centro de salud t-iii Ampliación Hidalgo, jurisdicción sanitaria Tlalpan, de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, México, en los meses de septiembre y octubre de 2014. Se incluyeron adolescen-tes de 15 a 19 años con vida sexual activa. Previo consentimiento informado por escri-to, se aplicó un cuestionario con variables sociodemográficas y preguntas para evaluar el uso de métodos anticonceptivos. Para me-dir el conocimiento se realizó una encuesta autoaplicada diseñada con 10 preguntas; el nivel de conocimiento se clasificó de acuer-do con el número de respuestas correctas en: nulo, bajo, medio y alto; se realizó estadística descriptiva e inferencial con las pruebas U de Mann-Whitney y Krusskall-Wallis. Nivel de significancia 0.05, utilizando el programa estadístico spss v 20.

ResultadosSe incluyeron 120 adolescentes con media de edad de 16.9 ±1.3 años; 85 (70.8%) corres-pondieron al sexo femenino y 35 (29.2%) al masculino. El estado civil predominante fue soltero (73; 60.8%), seguido de unión libre (40; 33.3%) y casado (7; 5.8%). El promedio de años de estudio fue de 9.4 ±1.3 años, con un mínimo de 3 y máximo de 15. La ocupación más frecuente fue estudiante (56; 46.7%); seguido de hogar (33; 27.5%); estu-diante y empleado (14; 11.7%); y empleado y comerciante (9.2% y 5%, respectivamente).

Sánchez-Meneses MC y cols.

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El promedio de edad de inicio de las relaciones sexuales fue de 15.10 ±1.4 años, con una mínima de 11 y máxima de 19 años.

Acerca de los métodos anti-conceptivos, el condón masculi-no fue el más conocido (100%), seguido por los hormonales orales (87.5%) y el condón fe-menino (85.8%), (tabla 1). De los 120 adolescentes, 117 (97.5%) había recibido información de cómo utilizar los métodos anticonceptivos, las fuentes de información más frecuentes fueron los maestros (37.5%), seguido del personal de salud (31.7%), (tabla 2).

En el momento del estudio 66 (55.0%) de los adolescentes usaban algún método anticon-ceptivo y 54 (45.0%) no; el mé-todo más utilizado fue el condón masculino (65.2%), seguido de los hormonales orales (13.6%), (tabla 3).

Respecto al conocimiento adecuado de los métodos anticon-ceptivos, los adolescentes tuvieron un nivel de conocimiento medio (60.8%) y bajo (23.3%), (tabla 4).

Al evaluar el conocimiento adecuado sobre métodos anti-conceptivos por pregunta, se obtuvo que el condón mascu-lino, como método de barrera, fue el más conocido (95.8%), mientras que la aplicación ade-cuada de la inyección anticon-ceptiva fue la respuesta con menos aciertos (15%), (tabla 5).

En función de las variables de estudio, al analizar los resul-tados de conocimiento, no se obtuvo significancia con el sexo, el estado civil o la ocupación, solo se presentó dife-rencia con los grupos de edad (p=0.03), pues los mayores obtuvieron mejores resultados.

El lugar más frecuente en el que se obtuvieron los métodos anticonceptivos fue: farmacia (85; 70.8%), unidades de salud (31; 25.8%) y amigos (4; 3.3%).

DiscusiónEl problema de salud sexual en los adolescentes no es el inicio de la vida sexual a una edad temprana sino la carencia de orientación y conocimiento adecuado para una conducta sexual responsable.9 En este estudio observamos que la edad de inicio de las relaciones sexuales es mayor (15.1 años) a lo reportado por González en Colombia, país en donde la edad promedio de inicio de la vida sexual fue de 13.5 años.10

En relación con el cono-cimiento sobre métodos anti-conceptivos existentes, nuestros resultados coinciden con lo re-portado en Cuba por Fernández-García y cols., siendo el condón masculino el método más cono-cido (100%).5

En cuanto a la fuente de información sobre anticoncep-tivos, los resultados de nues-tro estudio son similares a lo reportado en otros países de Latinoamérica como Colombia y Cuba, en los que la escuela (es decir, los maestros) es una de las fuentes más frecuentes de infor-mación.10, 11

El porcentaje de uso de métodos anticonceptivos en ado-lescentes encontrado en nuestro estudio fue de 55%, menor a lo reportado en Chile por Parra-Vi-llarroel y cols., en donde 67.3% de los hombres y 86% de las mujeres adolescentes usaban métodos anticonceptivos.12 El anticon-ceptivo más utilizado continúa siendo el condón masculino de acuerdo con lo reportado en Chile, Colombia y lo encontrado

en nuestro estudio.12, 2

Sobre el conocimiento adecuado de métodos anticonceptivos encontramos que 84.1% tiene conocimiento medio y bajo,

Tabla 1. Conocimiento sobre existencia de métodosanticonceptivos

Método anticonceptivo Frecuencia Porcentaje

Condón masculino 120 100

Condón femenino 103 85.8

Hormonales orales 105 87.5

Hormonales inyectables 69 57.5

Parches 98 81.7

Implante subdérmico 29 24.2

Dispositivo intrauterino 83 69.2

Pastillas de emergencia 77 64.2

Tabla 2. Fuente de información sobre métodosanticonceptivos

Fuente de información Frecuencia Porcentaje

Padres 26 21.7

Maestros 45 37.5

Personal de salud 38 31.7

Amigos 4 3.3

Medios de comunicación 7 5.8

Tabla 3. Métodos anticonceptivos utilizados

Método anticonceptivo Frecuencia Porcentaje

Condón masculino 43 65.2

Condón femenino 2 3.0

Hormonales orales 9 13.6

Implante subdérmico 6 9.1

diu 2 3.0

Pastillas de emergencia 4 6.1

Tabla 4. Nivel de conocimiento adecuado sobre métodos anticonceptivos

Nivel de conocimiento Frecuencia Porcentaje

Nulo (0-1) 1 0.8

Bajo (2-4) 28 23.3

Medio (5-7) 73 60.8

Alto (8-10) 18 15.0

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lo cual está por debajo de lo reportado en Colombia y Venezuela con niveles de cono-cimiento muy alto y bueno, 44.5% y 23.1% respectivamente.2,13 Los resultados obtenidos en nuestro estudio evidencian desconoci-miento y poco uso de métodos anticon-ceptivos diferentes al condón masculino. Sin embargo, reconocemos que la limitante más importante de este trabajo fue el haber utilizado una muestra no probabilística.

ConclusionesEs importante mejorar la calidad educativa sobre el conocimiento y uso adecuado de métodos anticonceptivos, ya que la mayoría de los adolescentes tienen un nivel de cono-cimiento medio y bajo, lo que repercute en su salud sexual y reproductiva.

Actualmente, la anticoncepción forma parte de la atención amigable de los adoles-centes en el primer nivel de atención médica, sin embargo, es importante otorgar atención de calidad, con consejería y prescripción de anticonceptivos en forma fácil y explícita, ya que la mayoría de los adolescentes obtienen los anticonceptivos en farmacias comercia-les, en las que generalmente no se consideran aspectos como la aceptabilidad, seguridad de método y las características propias del adolescente para lograr mejores tasas de uso y continuidad.

El uso de métodos anticonceptivos es un ejemplo del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, expresión de los derechos humanos que poseen todas las mujeres y hombres por el solo hecho de ser personas; además, del propio ejercicio clínico del médico familiar.

AgradecimientoAl biólogo Alberto González-Pedraza Avilés por su asesoramiento en la culminación de este trabajo.

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PreguntaAcertó Falló No sabe

Frecuencia % Frecuencia % Frecuencia %

1. Condón como método de barrera 115 95.8 3 2.5 2 1.7

2. Condón como prevención de its 86 71.7 29 24.2 5 4.2

3. Toma adecuada de pastillas de emergencia 80 66.7 19 15.8 21 17.5

4. Conocimiento sobre implante subdérmico 21 17.5 8 6.7 91 75.8

5. Aplicación adecuada de inyección anticonceptiva 18 15 28 23.3 74 61.7

6. Conocimiento del diu como método temporal 58 48.3 30 25 32 26.7

7. Conocimiento sobre uso del diu 51 42.5 24 20 45 37.5

8. Conocimiento de pastillas anticonceptivas 95 79.2 13 10.8 12 10

9. Uso adecuado del condón 113 94.2 1 0.8 6 5

10. Conocimiento sobre vasectomía 53 44.2 17 14.2 50 41.7

Tabla 5. Conocimiento adecuado sobre métodos anticonceptivos

6. Colin-Paz YA, Villagómez-Ornelas P. Evolución de la maternidad adolescente en México, 1974-2009. En: La situación demográfica en México 2010. México: Conapo; 2010. p.37-53.

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Sánchez-Meneses MC y cols.

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ResumenObjetivo: comparar los estilos educativos parentales de familias con hijas adolescentes embarazadas y no embarazadas. Métodos: estudio observacional, descriptivo, transversal y comparativo. Se incluyeron en el estudio adolescentes embarazadas y no embarazadas, con edades de 15 a 19 años, del centro de salud ti Bekal, de los Servicios de Salud de Distrito Federal. Se aplicó ficha de identificación, así como una escala para la evaluación del estilo educativo de padres y madres de ado-lescentes. Se empleó estadística inferencial con la prueba t de Student de muestras inde-pendientes, nivel de significancia 0.05 y el programa estadístico spss v. 18. Resultados: se incluyeron 16 adolescentes embarazadas y 28 no embarazadas, cuyo promedio de edad fue de 17.88 ±1.45 años y de 16.68 ±1.12 años, respectivamente, en las dimensiones de la escala, las embarazadas presentaron mejores resultados en afecto y comunica-ción, humor y control psicológico, en esta última dimensión se presentaron diferencias estadísticamente significativas respecto a las adolescentes embarazadas (p=0.010); por su parte, las no embarazadas obtuvieron mejores promedios en control conductual con diferencias significativas (p=0.036) en cuanto a promoción de la autonomía y en revelación. Conclusiones: no predominaron mejores resultados entre los dos grupos de estudio en las diferentes dimensiones de la escala, sin embargo, en la dimensión control conductual, que define el estilo permisivo de

los padres, puntuaron más bajo las adolescentes embarazadas con diferencia estadísticamente significativa, a favor de una educación laxa o permisiva.

SummaryObjective: to compare parental educational styles of families with pregnant and non-pregnant teenage daughters. Methods: observa-tional, descriptive, cross-sectional and comparative study. It included pregnant and non-pregnant adolescents, between 15 and 19 years old, from the ti Bekal Health Care Center of the Health Services in Mexico City. It was made an identification card, as well as a scale to evaluate the parental educational of adolescents. Using inferential statistics with the t test of Student from independent samples, 0.05 significance level and the statistical program spss v. 18. Results: the study included 16 pregnant teenagers and 28 non-pregnant; whose age averaged 17.88 ±1. 45 years and 16.68 ±1.12 years old, respec-tively, in the dimensions of the scale, pregnant women showed best results in affection and communication, humor and psychological control, in this last dimension it was showed statistically significant differences in pregnant teenagers (p=0.010); on the other hand, the non-pregnant women obtained best averages in control behavior with significant differences (p=0.036) in autonomy and revela-tion. Conclusions: there was no predominance of better results between the two study groups in the different dimensions of the scale, however, in the control behavioral dimension, which defines the permissive style of parents; pregnant adolescents scored much lower with difference statistically significant in favor of a relaxed or permissive education.

Estilos educativos parentales y embarazo en adolescentes

Parental Educational Styles and Adolescent PregnancyOs estilos parentales e gravidez na adolescência

Socorro Pérez-López,* María Catalina Ortiz-Zaragoza,** Silvia Landgrave-Ibáñez,** Alberto González-Pedraza Avilés**

Palabras clave: estilos educa-tivos parentales, embarazo en adolescentes, relación parento-filial, afecto y comunicación, control psicológico, control conductualKew words: parental educatio-nal styles, adolescent pregnancy, parent-child relation, affection and communication, psycholo-gical control, behavioral controlPalavras chave: estilos paren-tais, gravidez na adolescencia, relação país-filhos, afeto e co-municação, controle psicológico, controle de conduta

Recibido: 16/12/14Aceptado: 26/1/15

*Centro de Salud ti Bekal, Ser-vicios de Salud del Distrito Fe-deral. **Subdivisión de Medicina Familiar, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México (unam).

Correspondencia:Socorro Pérez-Ló[email protected]

Este artículo debe citarse: Pérez-López S, Ortiz-Zaragoza MC, Landgrave-Ibáñez S, González-Pedraza Avilés A. Estilos educativos parentales y embarazo en adolescentes. Aten Fam. 2015;22(2):39-42.

Artículo original

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ResumoObjetivo: comparar os estilos parentales das famílias com filhas adolescentes grávidas e não grávidas. Métodos: Estudo observacio-nal, descritivo, transversal. Foram incluídos no estudo adolescentes grávidas e não grá-vidas, com idades entre 15-19 anos centro de saúde de ti Bekal, Serviços de Saúde do Distrito Federal. A ficha de identificação foi aplicada, bem como uma escala para avaliar estilo educativo de pais de adolescentes. A estatística inferencial foi utilizada com o teste t de Student para amostras inde-pendentes, 0.05 nível de significância e do programa estatístico spss v. 18. Resultados: 16 adolescentes grávidas e 28 não grávidas foram incluídas, com idade média de 17.88 ±1.45 anos e 16.68 ±1.12 anos, respectiva-mente. Nas dimensões da escala, mostrou nas grávidas melhores resultados em afeto e comunicação, humor e controle psicológico, nesta última dimensão resultaram diferenças estatisticamente significativas para adoles-centes grávidas (p=0.010). Enquanto isso, as não grávidas tiveram melhores médias de controle comportamental, com dife-rença significativa (p=0.036) em termos de capacitação e revelação. Conclusão: não houve predomínio de melhores resultados entre os dois grupos de estudo nas dife-rentes dimensões da escala; no entanto, o controle comportamental, que define as dimensões do estilo representando uma educação permissiva, teve menor pontuação nas adolescentes grávidas com diferença estatisticamente significante, indicando uma educação negligente ou permissiva.

IntroducciónEn México, el embarazo en los adolescentes es una prioridad de la agenda pública en materia de salud y educación, sin embargo, los resultados no han sido los esperados; de acuerdo con cifras del Banco Mundial, la reducción de embarazos en los últimos años ha sido marginal. En el año 2009, en México se presentaban 69 embarazos adolescentes por cada 1 000 mujeres, esta cifra es superior a las de otros países latinoamericanos como

Costa Rica (64%), Uruguay (60%), Chile (57%) o Perú (52%).1

La Encuesta Nacional de Salud y Nu-trición (Ensaut) 2012,2 reportó que la tasa de embarazo en niñas adolescentes de entre 12 y 19 años fue de 37 nacimientos por cada mil mujeres entre estas edades. Por su parte, el censo de 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi),3 estimó que uno de cada seis nacimientos acontece en jóvenes de 15 a 19 años, siendo Chiapas, Es-tado de México, Veracruz, Jalisco y Puebla las entidades con mayor concentración de adolescentes en condición de maternidad.

Por otra parte, la familia juega un papel importante en la vida del adolescente, ya que la formación del individuo comienza desde el núcleo familiar. Para la mayoría de los autores, el ambiente es un determinante decisivo del bienestar de la persona; se asu-me que el rol del entorno es fundamental en la conformación del comportamiento humano.4 Las relaciones familiares positivas se caracterizan por la cohesión emocional y la adaptabilidad, además, actúan como un factor protector de ajuste en el comporta-miento en presencia de adversidades. Por lo tanto, la familia tiene un importante efecto protector sobre el ajuste conductual durante la adolescencia.5

Desde que Baumrind, en l968,6 cla-sificó los estilos educativos parentales en autoritarios, democráticos y permisivos, algunos investigadores han estudiado la relación entre el estilo parental y diversas medidas del desarrollo infantil. Como han señalado Steinberg y Silk,7 esas primeras aproximaciones al estudio del estilo paren-tal que utilizaban un enfoque tipológico o clasificatorio se vieron complementadas por las aportaciones de otros investigadores que siguieron un enfoque dimensional.

El estudio de las prácticas parentales permite analizar cómo influye la interac-ción entre padres e hijos en el desarrollo de niños y adolescentes.8 No obstante, a pesar de los datos que apoyan la importancia del control parental para la prevención de los problemas de conducta, los investigadores

no se han puesto de acuerdo respecto a los aspectos a incluir bajo esta etiqueta: exigen-cia de responsabilidades, establecimiento de límites, supervisión, monitorización, conocimiento de actividades, etc. La mayor parte de las investigaciones no diferencian entre estas diversas dimensiones del control, por lo que resulta complicado saber cuál de ellas es la que realmente se relaciona con el ajuste de sus hijos e hijas.9 El objetivo de este estudio fue comparar los estilos educativos parentales de familias con hijas adolescentes embarazadas y no embarazadas, utilizando la escala multidimensional para la evaluación del estilo educativo.

MétodosEstudio observacional, descriptivo, trans-versal y comparativo. Se incluyeron ado-lescentes (con edades de 15 a 19 años), embarazadas que acudieron a consulta de control prenatal y no embarazadas que acudieron a consulta por otras causas al Centro de Salud ti Bekal de los Servicios de Salud del Distrito Federal, entre agosto y diciembre de 2014, y que cumplieron con los criterios de selección. Posterior a la firma del consentimiento informado, se aplicó la ficha de identificación con varia-bles sociodemográficas, así como una escala para la evaluación del estilo educativo de padres y madres de adolescentes de Oliva y cols.,10 la cual está compuesta por 41 reactivos que deben ser puntuados en una escala comprendida entre 1 (totalmente en desacuerdo) y 6 (totalmente de acuerdo), y que se agrupan en las siguientes dimen-siones: afecto y comunicación; promoción de autonomía; control conductual; control psicológico; revelación; y humor. Se utilizó estadística descriptiva con determinación de promedio, desviación estándar y percentiles, y estadística inferencial con la prueba de Kolmogorov-Smirnov para determinar normali-dad en las puntuaciones de las dimensiones del cuestionario, así como t de Student de muestras independientes, con nivel de sig-nificancia 0.05, y el programa estadístico spss v. 18.

Pérez-López S y cols.

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ResultadosSe estudió a 16 adolescentes embaraza-das y 28 no embarazadas, con promedio de edad de 17.88 ±1.45 años para el primer grupo y de 16.68 ±1.12 años para el segundo, con diferencias significativas entre ambos (p=0.04). En relación con la escolaridad 44.7% del primer grupo se encontraba cursando la preparatoria, contra 75% del segundo grupo, se obtu-vo diferencia estadística significativa en-tre ambas (p= 0.040). Para la ocupación, solo 12.5% de las embarazadas seguía con sus estudios, en comparación con 100% de las no embarazadas, también con significancia estadística (p=0.000). Los resultados de las características sociodemográficas de la población se presentan en la tabla 1.

En relación con los resultados de las dimensiones de la escala presentados por promedios (tabla 2) y en percentiles (tabla 3), las embarazadas presentaron mejores resultados en las dimensiones de afecto y comunicación, humor y control psicológico, en esta última dimensión se presentaron diferencias estadísticas significativas a favor de este grupo (p=0.010), esta dimensión fue la única en la que un menor puntaje reflejó un estilo parental más educativo. Las no embarazadas obtuvieron mejores prome-dios en control conductual, con diferencias significativas (p=0.036) en promoción de la autonomía y revelación.

Respecto a los resultados analizados por percentiles, en el control psicológico las embarazadas presentaron 22 puntos pro-medio en el percentil 75, contra 32.75 de las no embarazadas. Para el control conductual las no embarazadas presentaron puntuación promedio de 27 para el percentil 25 y 34 para el percentil 50, contra 19.25 para el percentil 25 y 28.5 para el percentil 50 de las embarazadas.

DiscusiónContrario a lo expuesto por algunos autores, el estilo educativo parental debe ser evaluado a partir de un mayor número de dimensiones

además del afecto y el control, se deberían incluir elementos sumamente importantes durante la adolescencia como la promoción de la autonomía, el control psicológico,

la revelación, o incluso, el humor; los que deberían impregnar las relaciones parento-filiales.11 La mayoría de las dimensiones que integran la escala utilizada en este estudio

Tabla 1. Características sociodemográficas de la población por grupo de estudio

Edad por grupo Frecuencia Porcentaje Porcentajeacumulado Probabilidad

Embarazada

14 y 15 años 2 12.5 12.5

0.040

16 y 17 años 3 18.8 31.3

18 y 19 años 11 68.8 100.0

No embarazada

14 y 15 años 4 14.3 14.3

16 y 17 años 18 64.3 78.6

18 y 19 años 6 21.4 100.0

Escolaridad

Embarazada

Primaria 2 12.5 12.5

0.040

Secundaria 7 43.8 56.3

Preparatoria (1) 3 18.8 75.0

Preparatoria (2) 1 6.3 81.3

Preparatoria (3) 3 18.8 100.0

No embarazada

Secundaria 7 25.0 25.0

Preparatoria (1) 3 10.7 35.7

Preparatoria (2) 13 46.4 82.1

Preparatoria (3) 5 17.9 100.0

Ocupación

Embarazada

Estudiante 2 12.5 12.5

0.000Hogar 12 75.0 87.5

Empleada 2 12.5 100.0

No embarazada Estudiante 28 100.0 100.0

Tabla 2. Resultados por promedio de la escala para la evaluación del estiloeducativo por grupos

Dimensión Grupo Media Desviaciónestándar Probabilidad

Afecto y comunicaciónEmbarazada 40.875 6.344

0.249No embarazada 37.7143 9.675

Control conductualEmbarazada 26.687 6.935

0.036**No embarazada 31.035 6.119

Control psicológico*Embarazada 18.062 7.243

0.010**No embarazada 25.107 8.916

Promoción de la autonomíaEmbarazada 38.687 5.211

0.914No embarazada 39.035 15.538

HumorEmbarazada 30.937 5.182

0.176No embarazada 28.071 7.327

RevelaciónEmbarazada 21.125 7.915

0.614No embarazada 22.178 5.773

*A menor puntuación, mejor estilo educativo **Estadísticamente significativo 0.05

Estilos educativos parentales

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pueden considerarse aspectos positivos de un estilo parental, por lo que cuanto más alta sea la puntuación obtenida, más adecuado será el estilo educativo de sus padres, lo que se asocia con un mejor ajuste psicológico y conductual del adolescente. Sin embargo, con el control psicológico ocurre lo contra-rio, ya que las puntuaciones altas indicarán un uso excesivo de estrategias manipuladoras, chantaje emocional e inducción de culpa, por parte de los padres, que la evidencia empírica relaciona con problemas emocionales en jóvenes. En relación con esta última dimen-sión, considerada claramente negativa,11 en este estudio y contrario a lo esperado, las embarazadas obtuvieron promedios más bajos, mientras que el puntaje de las no embarazadas fue mayor, similar a lo repor-tado por Oliva y cols.,11 quienes refirieron puntuación promedio de 29 en el percentil 75 en chicas adolescentes no embarazadas de 16 y 17 años.

La dimensión afecto y comunicación se refiere a la expresión de apoyo por parte de los padres, a su disponibilidad y a la fluidez de la comunicación con ellos; en esta dimensión las adolescentes embaraza-das obtuvieron mejores puntajes, aunque sin diferencia significativa; en el estudio ya mencionado,11 Oliva y cols., refirieron 45 puntos promedio, puntuación más alta que la obtenida en los dos grupos de este estudio. En la dimensión promoción de la autonomía, que evalúa en qué medida los padres animan

a su hijo para que tenga sus propias ideas y tome sus propias decisiones, los resultados fueron similares en ambos grupos e igual-mente parecidos a los reportados por Oliva y cols.,11 quienes reportaron un promedio de 38 en el percentil 50 y de 42 en el percentil 75. La dimensión control conductual se refiere al establecimiento de límites y a los intentos de los padres por mantenerse informados sobre el comportamiento de los hijos fuera de casa; en esta dimensión las adolescentes no embarazadas puntuaron mejor, incluso con diferencias significativas en relación con las embarazadas. Del control conductual cabe señalar que aunque resulta necesario, puntuaciones excesivamente altas, especial-mente si van acompañadas de puntuaciones bajas en afecto y promoción de autonomía, estarían indicando un estilo parental exce-sivamente sobreprotector o autoritario; en este estudio, en ambos grupos se obtuvieron puntaciones en el percentil 75 por debajo de las reportadas,11 principalmente por las embarazadas, quienes además presentaron puntuaciones altas en afecto y promoción de la autonomía, por lo que podemos inferir con base en esta dimensión, un estilo poco autoritario o laxo en este grupo, lo que suele relacionarse con problemas conductuales como el comportamiento antisocial o el consumo abusivo de sustancias.

Una limitante de este estudio fue el ser transversal y no probabilístico, además de contar con un número bajo de participantes.

ConclusionesNo existió un marcado predominio de me-jores resultados entre los dos grupos en las diferentes dimensiones de la escala, ya que mientras en algunas puntuaron mejor las em-barazadas, en otras, fueron las no embaraza-das las que obtuvieron mejores puntajes. Sin embargo, en la dimensión control conductual que define el estilo permisivo de los padres, puntuaron más bajo las adolescentes embara-zadas con diferencia estadística significativa, a favor de una educación laxa o permisiva.

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Revelación HumorPromoción

de laautonomía

Controlpsicológico

Controlconductual

Afectoy comunicación

EmbarazadaPercentiles

25 14.500 26.25 34.2500 12.5000 19.2500 36.2500

50 21.000 33.50 37.0000 18.5000 28.5000 42.5000

75 28.000 35.00 43.0000 22.0000 32.7500 46.0000

100 30.000 36.00 48.0000 31.0000 36.0000 48.0000

Noembarazada Percentiles

25 17.250 24.50 33.0000 19.2500 27.0000 31.2500

50 24.000 29.50 38.0000 24.0000 34.0000 41.5000

75 27.000 33.75 45.0000 32.7500 35.7500 45.5000

100 30.000 36.00 104.0000 43.0000 36.0000 48.0000

Tabla 3. Resultados por percentiles de la escala para la evaluación del estiloeducativo por grupos

Pérez-López S y cols.

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ResumenObjetivo: identificar el nivel de empatía en la relación médico-paciente de los médicos internos, residentes y adscritos a un servicio de urgencias de un hospital público. Mé-todos: estudio observacional, descriptivo y transversal; realizado entre septiembre y octubre de 2014. Muestreo no probabilístico por conveniencia en la población total de médicos adscritos al servicio de urgencias. Bajo consentimiento informado, se aplicó el instrumento validado y adaptado al español, escala de empatía de Jefferson en su versión Student a médicos adscritos al servicio de urgencias de un hospital público de la Se-cretaría de Salud del Distrito Federal. Para el análisis estadístico inferencial se utilizó la prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis y U de Mann-Whitney; el nivel de significancia fue de α=0.05 para ambas; se empleó el programa estadístico spss v. 18. Resultados: de acuerdo con la escala de Jefferson, 17 de 51 médicos incluidos en el estudio, no fueron empáticos (33.3%), 10 lo fueron media-namente (19.6%) y 24 fueron empáticos (47.1%). Conclusiones: cerca de la mitad de los 51 médicos entrevistados presentó empatía en la relación médico-paciente.

SummaryObjective: to identify the level of empathy in the doctor-patient relationship of interns, residents and affiliated physicians assigned to an emergency room of a public hospital. Methods: observational, descriptive and cross-sectional study carried out between September and October 2014. Non-randomized sample by convenience in the total population of physicians assigned to the Emergency Room. Under informed consent, it was applied the validated and translated into Spanish instrument, the Jefferson scale of empathy in its Student version to physicians assigned to the Emergency Room of a public hospital of the Ministry of Health in Mexico City. For the statistical inferential analysis the non-parametric test of Kruskal-Wallis and U of Mann-Whitney were used; the significance level was α=0.05 for both; the statistical program spss v. 18 was used. Results: according to the Jefferson scale, 17 of the 51 physicians included in the study, did not show empathy (33.3%), 10 were moderately empathetic (19.6%) and 24 were completely empathetic (47.1%). Conclusions: about half of the 51 interviewed physicians presented empathy in the doctor-patient relationship.

Nivel de empatía en médicos del servicio de urgencias de un hospital público de la ciudad de México

Level of Empathy in Physicians of the Emergency Room of a Public Hospital in Mexico CityNível de empatia no departamento de emergências médicas

de um hospital público na Cidade do México

Liliana Loyola-Durán,* Silvia Landgrave-Ibáñez,** Efrén R. Ponce-Rosas,** Alberto González-Pedraza Avilés**

Palabras clave: empatía, urgen-cias médicas, relación médico-pacienteKeywords: Empathy, Medical Emergencies, Physician-Patient RelationshipPalavras chave: empatia, emergências médicas, médico-paciente

Recibido: 9/12/14Aceptado: 26/1/15

*Servicio de urgencias del Hos-pital General Xoco, Secretaria de Salud del Distrito Federal. **Subdivisión de Medicina Fa-miliar, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México (unam).

Correspondencia:Liliana Loyola-Durá[email protected]

Este artículo debe citarse: Loyola-Durán L, Landgrave-Ibáñez S, Ponce-Rosas ER, González-Pedraza Avilés A. Nivel de empatía en médicos del servicio de urgencias de un hospital público de la ciudad de México. Aten Fam. 2015;22(2):43-45.

Artículo original

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ResumoObjetivo: identificar o nível de empatia na relação médico-paciente nos médicos efetivos, residentes e adscritos a um departa-mento de emergência de um hospital público relacionamento. Métodos: estudo obser-vacional, descritivo e transversal; realizado entre setembro e outubro de 2014. Amostra não probablística realizada por conveniência na população total dos médicos da emer-gência de um hospital público do Ministério da Saúde dos médicos do Distrito Federal. Sob o consentimento informado, validado e adaptado para o instrumento espanhol, utilizou-se a escala de empatia Jefferson em sua versão para estudantes. Para a análise estatística inferencial teste de Kruskal-Wallis e Mann-Whitney não paramétrico; o nível de significância α=0.05 foi para ambos; foi usada programa estatístico spss v. 18. Resultados: de acordo com a escala de Jefferson, 17.51 dos médicos incluídos no estudo, não foram empáticos (33.3%), 10 eram moderadamen-te empáticos (19.6%) e 24 foram empáticos (47.1%). Conclusões: cerca de metade dos 51 médicos entrevistados mostraram empa-tia na relação médico-paciente.

IntroducciónLa relación médico-paciente es una de las múltiples relaciones interpersonales en que interactúa el hombre; por ello, para que un médico pueda aplicar sus conocimientos teóricos y técnicos al diagnóstico y trata-miento, necesita establecer una adecuada relación médico-paciente. La empatía es una habilidad de suma importancia ya que facilita la comunicación del médico con el paciente mediante la comprensión emocional.1,2

Se ha demostrado que la presencia de empatía mejora la satisfacción y complacen-cia del paciente, incrementa la habilidad del médico en el diagnóstico y tratamiento e incluso, reduce significativamente el riesgo de demandas.3

Diversos autores han abordado el tema de la empatía y han demostrado que es una herramienta fundamental en la práctica diaria del médico.1,4 A partir de la década de 1980

toma relevancia la calidad en la atención médica con base en la teoría de sistemas; durante esta época, el Sector Salud publicó y difundió el documento normativo: “Bases para la evaluación de la calidad de la atención en las unidades médicas del Sector Salud”, en el cual se hace referencia a la empatía como elemento clave durante la entrevista clínica para mejorar los resultados en la relación médico-paciente, y se señala que el médico tiene la capacidad de ponerse en el lugar del enfermo, lo cual es un factor importante asociado con su competencia.5,6

La empatía forma parte de la inteli-gencia emocional y puede ser desarrollada en el profesional de la salud, no solo para enriquecer su trato profesional sino también interpersonal. Muchas de las contrariedades que se presentan entre los pacientes, sus familiares y el médico son resultado de la insatisfacción en el trato más que por el diagnóstico y el tratamiento. En general, los médicos del área de urgencias en su actuar diario no toman en cuenta su actitud ante el enfermo, sea por falta de tiempo o porque durante su formación no se les enseñó a desarrollar la capacidad de empatía.7-9

El objetivo del presente trabajo fue: identificar el nivel de empatía en la relación médico-paciente de los médicos internos, re-sidentes y adscritos a un servicio de urgencias de un hospital público.

MétodosEstudio observacional, descriptivo y trans-versal; realizado en septiembre y octubre de 2014; mediante muestreo no probabilístico y asignación de muestra por conveniencia. Bajo consentimiento informado, se aplicó un cuestionario compuesto por una ficha de datos generales y por el instrumento validado y adaptado al español: Escala de empatía de Jefferson en su versión Student, a 51 médicos, internos, residentes y adscritos al servicio de urgencias de un hospital pú-blico de la Secretaría de Salud del Distrito Federal. Para obtener la calificación de la escala de Jefferson; en los reactivos nega-tivos se invirtió la escala, de modo que 1

representó “completamente de acuerdo” y 7 “completamente en desacuerdo”. A los puntajes finales se les asignaron medidas de posición tipo cuartiles: P 25 para puntajes de 80 a 100 puntos; P 50 para puntajes de 101 a 117; y P 75 para puntajes de 118 a 140. Con la siguiente correspondencia: cuartil 25 “no empático”, cuartil 50 “medianamente empático” y cuartil 75 “empático”. Se dise-ñó una base de datos en el programa spss v. 18, se analizó la información con estadística descriptiva (medidas de tendencia central, dispersión y resumen) y se realizó análisis estadístico inferencial con las pruebas de Kruskal-Wallis y U de Mann-Whitney, con nivel de significancia α=0.05.

ResultadosDe los 51 médicos encuestados, 37 fueron hombres (72.5%) y 14 mujeres (27.5%); en cuanto a la edad, 25 participantes te-nían de 23 a 30 años (49%); 19 más de 40 años (37.3%); y solo 7 tenían entre 30 y 40 años (13.7%). En cuanto al desempeño que tenían en ese momento, seis de los encuestados fueron internos de pregrado (11.8%), 22 residentes (43.1%), y 23 médi-cos adscritos (45.1%); 35.3% del total dijo tener otro trabajo.

En los resultados de la escala de em-patía se obtuvo lo siguiente: la puntuación media de todo el grupo fue de 115 puntos, con una desviación estándar de 16.7, y me-diana de 117. Al clasificarlos por cuartiles; 17 médicos fueron no empáticos (33.3%), 10 medianamente empáticos (19.6%) y 24 empáticos (47.1%).

En el análisis por variables se obtuvo lo siguiente, género: 10 médicos del sexo masculino no fueron empáticos, ocho media-namente empáticos y 19 empáticos; del sexo femenino siete no fueron empáticas, dos medianamente empáticas y cinco empáticas; no se presentaron diferencias con signifi-cancia estadística entre ambos (p=0.181). El grupo de edad de más de 40 años fue el que presentó mejor empatía con diferencia estadísticamente significativa (p=0.000). Para el nivel profesional, el grupo de médi-

Loyola-Durán L y cols.

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cos adscritos presentó también mejor empatía, con diferencias significativas (p=0.000). Lo mismo ocurrió en los médicos que tenían otro trabajo, ya que presentaron mejor empatía con diferencia estadísticamente sig-nificativa (p=0.000), (tabla 1).

DiscusiónLa interacción que se genera entre el médico y la persona enferma es una relación com-pleja entre dos seres humanos cuya esencia reside en acompañar al paciente, darle aliento y esperanza, para ello, la empatía resulta fundamental. Respecto a esta, to-dos los estudios revisados utilizaron para su medición la escala de Jefferson aunque con diferentes modalidades y en diferen-tes poblaciones. Morales2 estudió a 243 alumnos de entre cuarto y sexto grado de Odontología, refiriendo un nivel de empatía alto; Moreto y cols.,10 en 205 estudiantes de Medicina reportaron una media de 113 y mediana de 120; Rojas-Serey y col.,11 en 351 estudiantes de primero, tercero y quinto año de Kinesiología, refirieron exactamente el mismo promedio; solo Novelo y col.,1 mencionaron un promedio superior a 120 puntos. En este estudio, obtuvimos un promedio de 115 puntos, similar a los de los trabajos referidos. En relación con las variables de estudio que se analizan en los diferentes trabajos; para el género, en este estudio no se tuvieron diferencias entre am-bos sexos, lo mismo reportaron Rojas Serey y cols.,11 y Novelo y col.,1 lo que muestra concordancia entre autores. En la variable de grado académico, todos los autores re-visados refieren una mayor empatía en los alumnos de grados académicos superiores, independientemente de que sean alumnos

de grado o posgrado de las diferentes espe-cialidades en Medicina, lo anterior también concuerda con lo reportado en este trabajo, y pone en duda el hecho de que los médicos del servicio de urgencias, en particular por su carga de trabajo, presenten baja empatía.

Es importante mencionar que en nin-guno de los trabajos ya referidos se realizó una clasificación e interpretación en los niveles de empatía como el presentado en este estudio, el cual nos permitió determinar que la tercera parte de los médicos presentan una pobre empatía.

Como cualquier otra cualidad del ser humano, la empatía varía de persona a perso-na, no obstante, en el caso de los médicos, es un factor imprescindible y un componente esencial de la competencia clínica.

ConclusionesCerca de la mitad de los médicos del estudio presentaron una empatía aceptable, que se ve condicionada por la edad del médico, su nivel profesional y la existencia de otro trabajo. Sin importar la carga de trabajo y la rapidez al actuar del personal médico en el servicio de urgencias, se puede ser empático.

Es necesario considerar que durante la formación clínica se promueva el desa-rrollo de la empatía para lograr con ello

un personal profesional mejor capacitado, no solo en el área de las ciencias, sino también en el área humana, y con ello ayudar a mejorar la calidad en la atención de los servicios de salud, principalmente en el ser-vicio de urgencias que es el más demandado por maltrato.12

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Tabla 1. Resultados de empatía por variables de estudio

Variable Categorías Rangopromedio Probabilidad

SexoMasculino 27.58

0.181Femenino 21.82

Edad

23 a 30 años 18.34

0.00031 a 40 años 21.57

Más de 40 37.71

Nivel profesional

Pregrado 9.00

0.000Residente 20.23

Adscrito 35.96

Otro trabajoSi 35.92

0.000No 20.59

Empatía en médicos

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ResumenObjetivo: determinar la prevalencia de Burnout en los trabajadores de un centro de salud. Métodos: estudio observacional, descriptivo y transversal. Se incluyó a todos los trabajadores del centro de salud t-iii “Dr. Gerardo Varela Mariscal”, jurisdicción sanitaria Tlalpan, Secretaría de Salud, Distrito Federal, México; durante los meses de agosto a noviembre de 2014. Se aplicó ficha de identificación y el inventario Maslash modificado de 16 preguntas, además, se realizó coeficiente de correlación de Pearson, anova de un factor y t de Student de muestras independientes, el nivel de significancia fue de 0.05 y se usó el programa estadístico spss v. 18. Resultados: se incluyó a 53 trabajadores. En el ajuste a percentiles 22.5% observó un nivel de Burnout alto y muy alto para “cinismo”; 20.6% en las mismas catego-rías para “ineficiencia personal” y 24.4% para “agotamiento”. Solo se encontró correlación con significancia entre “ineficacia laboral” y la variable “relación de pareja” (p=0.036), así como “sensación de exigencia” y “agotamiento laboral” (p=0.012). Conclusiones: la prevalencia del síndrome de Burnout entre los trabajadores de la salud es importante, ya que aproximadamente la cuarta parte del personal estudiado en esta investigación lo presentó.

SummaryObjective: to determine prevalence of Burnout among workers of a Health Care Center. Methods: observational, descriptive and cross-sectional study. All the workers of the “Dr. Gerardo Varela Mariscal” Health Care Center t-iii, in the sanitary jurisdiction of Tlalpan, Health Services in Mexico City, were included; from August to November, 2014. It was applied Identification card and the Maslash inventory modified in 16 ques-tions, moreover it was made the Pearson coefficient of correlation, a factor anova and t of Student independent samples, the significance level was 0.05 and the statistical spss v. 18 program was used. Results: a total of 53 workers are included. 22.5% showed a high and very high level of burnout for “cynicism”; 20.6% in the same categories for “personal inefficiency” and 24.4% for “exhaustion”. The only correlation with significance found was between “job inef-ficiency” and “couple relationship” variable (p=0.036), as well as “sense of demand” and “job Burnout” (p=0.012). Conclusions: it is important the prevalence of the burnout syndrome among health workers, as ap-proximately a quarter of the staff personnel studied in this research showed it.

Prevalencia de Burnout en trabajadores de un centro de salud

Prevalence of Burnout among Workers of a Health Care CenterPrevalência da síndrome de Burnout entre os trabalhadores em um centro de saúde

Raúl Olvera-Islas,* Carolina Téllez-Villagra,** Alberto González-Pedraza Avilés***

Palabras clave: Burnout, aten-ción primaria, agotamiento la-boralKey words: Burnout, Primary Care, Job ExhaustionPalavras-chave: Burnout, aten-ção primária, burnout no tra-balho

Recibido: 18/12/14Aceptado: 27/1/15

*Centro de Salud t-iii “Dr. Ge-rardo Varela Mariscal”, jurisdic-ción sanitaria Tlalpan, Secretaría de Salud del Distrito Federal. **Clínica de especialidades de Neuropsiquiatría, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (issstE), Tlatelolco. ***Subdivisión de Medicina Familiar, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacio-nal Autónoma de México (unam).

Correspondencia:Raúl [email protected]

Este artículo debe citarse: Olvera-Islas R, Téllez-Villagra C, González-Pedraza Avilés A. Prevalencia de Burnout en trabajadores de un centro de salud. Aten Fam. 2015;22(2):46-49.

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ResumoObjetivo: determinar a prevalência de des-gaste entre os trabalhadores de um centro de saúde. Métodos: estudo observacional, des-critivo e transversal. Todos os trabalhadores do centro de saúde t-iii “Dr. Gerardo Varela Mariscal”, jurisdição saúde Tlalpan, Ministé-rio da Saúde, Cidade do México, México, foi incluído; durante os meses de agosto-novem-bro de 2014 foi aplicada ficha de identificação e inventário Maslash modificado com 16 questões. Também se incluiu o coeficiente de correlação de Pearson, o fator de anova e amostras independentes t de Student foram realizadas. O nível de significância foi 0.05 e o programa estatístico spss v. 18 foi utilizado. Resultado: foram incluídos um total de 53 trabalhadores. Em 22.5% ajustado a percentis resultou um nivel de Burnout elevado e muito elevado para “cinismo”; 20.6% nas mesmas categorias para “ineficiência pessoal” e 24.4% para a “exaustão”. Apenas foi encontrada correlação significativa entre a “ineficiência trabalho” e a “relação” variável (p=0.036) e “senso de procura” e “Burnout” (p=0.012). Conclusões: a prevalência da síndrome de Burnout entre trabalhadores de saúde é importante, porque cerca de um quarto dos funcionários estudado nesta pesquisa o apre-sentaram.

IntroducciónEl síndrome de Burnout es reco-nocido desde 1974 gracias a las publicaciones atribuidas a Her-bert Freudemberger,1 acerca del comportamiento que presentó personal de salud encargado de un programa de adolecentes delincuentes. No obstante ser una patología que se ha estu-diado ampliamente en todo el mundo,2 el síndrome continúa vigente y tiene gran relevancia en el desempeño de los trabajadores de diferentes áreas laborales, no solo del sistema de salud. Aun cuando no es considerado

como una enfermedad, ya que sigue sin ser reconocido en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (dsm-iv),3 si es men-cionado en el International Classification of Diseases (icd 10) como Z 73.0,4 por lo que algunos países europeos ya lo mencionan como una enfermedad laboral. Para su mejor clasificación, es mejor referirse al síndrome, de manera general, como “estar quemado en el trabajo”, pues la palabra Burnout es utilizada para describir un estado avanzado de desgaste profesional, definido como un estado de estrés crónico producido por el contacto de los profesionales de la salud con los pacientes.5 Existe gran heterogeneidad en cuanto a los criterios para determinar su prevalencia debido a que la mayoría de artí-culos están dirigidos al personal de salud de los diferentes niveles de atención médica.6-8 El Burnout se encuentra asociado a una gran cantidad de variables, principalmente, de tipo sociodemográficas, personales, de salud y laborales.9 El Maslash Burnout Invetory (mbi) fue el primer instrumento avalado para de-terminar su diagnóstico y prevalencia, cuenta con más de 19 interpretaciones según Gil

Monte.10 En el presente estudio se utilizó el cuestionario mbi-gs de 16 reactivos en todo el personal del centro de salud comunitario t-iii “Dr. Gerardo Varela Mariscal” con la finalidad de determinar la prevalencia del síndrome de Burnout y asociarlo a algunas variables.

MétodosEstudio descriptivo, observacional y trans-versal, desarrollado entre los meses de agosto a noviembre de 2014, en el total de los traba-jadores del centro de salud t-iii “Dr. Gerardo Varela Mariscal” de la jurisdicción sanitaria Tlalpan, Secretaría de Salud del Distrito Federal, México, que estuvieran en activo al momento del estudio. Posterior a la firma del consentimiento informado, se aplicó el cuestionario mbi-gs de 16 reactivos, avalado para su aplicación no solo para médicos y enfermeras sino para todo el personal de salud, utilizado por Gil Monte en 2002,10 el instrumento fue modificado para trabajado-res cubanos en 2007.11 El análisis estadístico se realizó con las pruebas de coeficiente de correlación de Pearson, anova de un

factor y t de Student de muestras independientes, con un nivel de significancia de 0.05. Se utilizó el programa estadístico spss v. 18, y se solicitó permiso a las auto-ridades del centro de salud t-iii “Dr. Gerardo Varela Mariscal” para su ejecución.

ResultadosDe los 74 trabajadores en nó-mina del centro de salud, se eligieron para el estudio a 53 al aplicar los criterios de selección. El promedio de edad fue de 44.6 ±11.6 años; 19 trabajadores (35.8%) pertenecieron al sexo masculino, 37 (69.8%) eran casados, el promedio de años de estudio de los trabajadores fue de 16.0 ±6.25 años; los re-sultados sociodemográficos se presentan en la tabla 1.

Tabla 1. Características sociodemográficasde la población en estudio

Frecuencia Porcentaje Porcentajeacumulado

Sexo:

Masculino 19 35.8 35.8

Femenino 34 64.2 100

Estado civil:

Casado 37 69.8 69.8

Soltero 14 26.4 96.2

Divorciado 2 3.8 100

Edad por grupos:

24 a 34 años 12 22.6 23.6

35 a 44 años 16 30.2 52.8

45 a 54 años 13 24.5 77.4

55 o más años 12 22.6 100

Escolaridad por grupos:

6 a 15 años 27 50.9 50.9

16 a 25 años 22 41.5 92.5

27 en adelante 4 7.5 100

Burnout

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En relación con las carac-terísticas laborales, 8 (15.1%) eran médicos; 25 (47.2%), te-nían de 1 a 15 años de servicio; y 47 (88.7%) tenían jornada laboral de entre 6 y 8 horas (tabla 2).

Casi todos los trabajado-res (52; 98.1%) refirieron tener una buena relación de pareja; 12 (22.6%) hicieron mención a una alta sensación de exigencia laboral; y 38 (71.7%) a una buena sensación de bienestar laboral.

Respecto a los resultados de Burnout, la dimensión “in-eficiencia personal” presentó el promedio más alto 4.41; “cinismo” 3.21; y “agotamiento laboral” el más bajo: 2.18. En el ajuste a percentiles (tabla 3), 22.6% de los traba-jadores presentó nivel de Burnout de alto y muy alto para el total del cuestionario; 22.5% para la dimensión “cinismo”, 20.6% para “ineficiencia personal” y 24.4% para “agotamiento”.

Al relacionar las variables sociode-mográficas (sexo, edad por grupos, escolaridad y estado civil) con las tres dimensiones del inventario, no se obtuvo relación con significancia es-tadística en ninguno; al rela-cionar las variables laborales (profesión y años de trabajo) tampoco se obtuvo relación con significancia. Pero al re-lacionar las otras variables del entorno con las dimensiones del mbi-gs se obtuvo relación con significancia estadística entre la relación de pareja y la ineficiencia laboral (p=0.036), con coeficiente de correlación de -0.289, y para la sensación de exigencia y agotamiento la-boral (p=0.012), coeficiente de correlación de 0.259 (tabla 4).

DiscusiónUno de los principales problemas del sín-drome de Burnout, tanto internacionalmente como en el entorno nacional, es la recupera-ción del enfoque psicosocial del mismo para poder visualizarlo no como una enfermedad sino como una alteración temprana de salud mental en la que destaca la importancia de su carácter preventivo.2

En este estudio 22.6% del personal presentó síndrome de Burnout alto y muy alto, resulta-do superior a lo reportado por autores como Pereda Torales y cols.,12 en 146 trabajadores de la salud en Cardel, Veracruz, Méxi-co, con 19.6%; por Vila Falgue-ras y cols.,13 de 879 trabajadores de clínicas de primer nivel en Barcelona, España, obtuvieron 17.2%; Frutos Yañez y cols.,14

también en España, pero en 51% de todos los trabajadores de las clínicas de primer nivel la ciudad de Ávila presentaron 16%; Agudelo y cols.,15 en 227 médicos de dos provincias de Colombia con 17.6%; sin em-bargo, fue inferior a lo reportado

por Navarro y cols.,16 con 39.3% en 178 profesionales de la salud del primer nivel de atención médica en Navarra, España; y a Palmer Morales y cols.,17 con 44% en 89 médicos anestesiólogos en Mexicali, Baja California.

En relación con las subescalas o di-mensiones, en el Maslash de 22 preguntas

se identifican las dimensiones “agotamiento laboral”, “desper-sonalización” y “realización”, en el mbi-gs de 16 preguntas, se re-conocen como “desgaste emo-cional”, “cinismo” y “eficacia profesional”, respectivamente. En este estudio se obtuvieron porcentajes de entre 20.6% y 24.4% en las tres dimensiones. Agudelo y cols.,15 refieren por-centajes similares para dos de sus dimensiones y 7.2% para “realización”, Palmer y cols.,17 refiere porcentajes más bajos de entre 10 y 17% en las tres dimensiones. Al asociar las variables con el síndrome no se obtuvo correlación con ningu-na variable sociodemográfica o laboral, aunque Domínguez

Tabla 2. Características laborales

Frecuencia Porcentaje Porcentajeacumulado

Puesto que desempeña:

Médico 8 15.1 15.1

Enfermera 15 28.3 43.4

Técnico 12 22.6 66

Administrativo 18 34 100

Años en el puesto por grupos:

1 a 15 años 25 47.2 47.2

16 a 30 años 22 41.5 88.7

31 o más 6 11.3 100

Horas trabajadas:

6 horas 2 3.8 3.8

7 horas 12 22.6 26.4

8 horas 33 62.3 88.7

12 horas 6 11.3 100

Tabla 4. Resultado de la asociación entre variablesde estudio y dimensiones del mbg-gs

Tabla 3. Resultados del síndrome de Burnout por percentiles

Perceptil Cinismo Ineficacia laboral

Agotamiento laboral Total

Muy bajo y bajo (25) 14 (26.4) 13 (24.5) 15 (28.3) 10 (18.8)

Medio-bajo (50) 13 (24.5) 14 (26.4) 12 (22.6) 17 (32.1)

Medio-alto (75) 14 (26.4) 15 (28.3) 13 (24.5) 14 (26.4)

Alto (95) 10 (18.8) 9 (16.9) 11 (20.79) 11 (20.7)

Muy alto (>95) 2 (3.7) 2 (3.7) 2 (3.7) 1 (1.9)

Condición Cinismo Ineficacialaboral

Agotamiento laboral

Significancia/coeficiente de correlación

Relación de pareja 0.104/-0.226 0.036*/-0.289 0.452/-0.106

Sensación de exigencia laboral 0.155/0.198 0.068/0.253 0.012*/0.259

Sensación de bienestar laboral 0.121/-0.215 0.951/0.009 0.824/-0.251

*Significancia estadística: prueba coeficiente de correlación de Pearson

Olvera-Islas R y cols.

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Fernández y cols.,18 lo asociaron al tipo de trabajo, pero no al sexo, edad, estado civil o antigüedad laboral; Zavala y cols.,19 tampoco hallaron asociación con las va-riables sociodemográficas y laborales. En este estudio, solo dos variables (relación de pareja y exigencia laboral) se asociaron con las dimensiones del inventario, sin embargo, los coeficientes de correlación fueron bajos.

Todos los autores referidos utilizaron el inventario Maslash de 22 preguntas, a diferencia del presente estudio en el que se utilizó el instrumento de 16. No obstante las variaciones en el tamaño de muestra en los diversos estudios, las escasas discrepan-cias entre los porcentajes obtenidos con la mayoría de los autores, sugieren que no existe diferencia entre ambos, además de que estudios previos así lo demuestran.11,20

ConclusiónLa prevalencia del síndrome de Burnout entre los trabajadores del sector salud fue importante, ya que aproximadamente la cuarta parte lo presenta, aunque no se rela-ciona con la presencia de variables sociode-mográficas o laborales. Es necesario insistir en la necesidad de desarrollar programas asistenciales para paliar este síndrome en los trabajadores.

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ResumenObjetivo: evaluar la percepción de apoyo en parejas reconstituidas en un centro de salud. Métodos: estudio descriptivo, observacional, de corte transversal, realizado de agosto a diciembre de 2014 en un módulo del centro de salud “Dr. José Castro Villagrana”, ciudad de México. Muestra no aleatoria por conveniencia, en parejas de personas en segundo matrimonio o unión libre (en al menos uno de los miembros de la pareja). Se aplicó Cédula Básica de Identifi-cación Familiar (Cebif-5) con los rubros de identificación, factores demográficos y el apgar Familiar, previa firma de consentimiento informado. Se realizó prueba de Kruskall-Wallis, nivel de significancia 0.05, y se usó el programa spss v. 18. Resultados: se incluyeron 30 parejas heterosexuales que vivían en unión libre o segundas nupcias. El rango de edad en hombres fue de 23 a 64 años y en mujeres de 23 a 61 años. Se obtuvieron cinco parejas (16.7%) con percepción baja, ocho (26.7%) con percepción media y 17 parejas (56.7%) con percepción alta, solo se obtuvo relación con significancia estadística entre el nivel de percepción y la edad para ambos sexos, en la que: a mayor edad presentaron mejor percepción. Conclusiones: más de la mitad de las parejas obtuvo un nivel alto de percepción, sin embargo, la edad de las personas influyó en el nivel de satisfacción y percepción de apoyo. La relación de pareja constituye un desafío para mejorar como seres humanos, así como para prevenir dificultades como los divorcios. El abordar estos problemas debería ser una parte sustantiva del trabajo clínico que ejercen los médicos de familia.

SummaryObjective: to evaluate the perception of support in reconstituted couples in a Health Care Centre. Methods: descriptive, obser-vational, cross-sectional study carried out from August to December 2014 in the “Dr. José Castro Villagrana” Health Care Center in Mexico City. Non-randomized sample by convenience, in couples in their second marriage or common-law union (in at least one of the members of the couple). The Basic Certificate of Family Identification (Cebif-5) with the items of identification, demographic factors and family apgar was applied, after previous informed consent. The Kruskall-Wallis test, with 0.05 of sig-nificance level, and the spss v. 18 program were used. Results: 30 heterosexual couples living in common-law union or remarried were included. The age ranged from 23 to 64 years in men and from 23 to 61 in women. There were five couples (16.7%) with low perception, eight (26.7%) with media percep-tion and 17 couples (56.7%) with high per-ception. It was only obtained a relationship with statistical significance between the level of perception and the age for both sexes, in which: older showed better perception. Conclusions: more than half of the couples obtained a high level perception, however, the age influenced in the satisfaction level as well as support perception. The couple’s rela-tionship is a challenge to improve as human beings, as well as to prevent difficulties such as divorce. There should be a substantive part of the clinical work in Family Doctors practice addressing these problems.

Percepción de apoyo en la pareja reconstituida: el camino al ensamblaje

Perception of Support in the Reconstituted Family: the Path to the AssemblyPercepção de apoio no casal família reconstituído: o caminho para a reunificação

María del Rocío Montesinos-Guerrero,* Hilda G. Madrigal-de León,* Alberto González-Pedraza Avilés **

Palabras clave: Medicina Fami-liar, familia reconstituida, familia ensambladaKey words: Family Medicine, Second Marriage, Assembled FamilyPalavras-chave: medicina de família, família reconstituida, família reunificada

Recibido: 18/12/14Aceptado: 27/1/14

*Centro de salud comunitario t-iii “Dr. José Castro Villagrana”, Servicios de Salud del Distrito Federal. **Subdivisión de Medi-cina Familiar, División de Estu-dios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México (unam).

Correspondencia:María del Rocío [email protected]

Este artículo debe citarse: Montesinos-Guerrero MR, Madrigal-de León HG, Gon-zález-Pedraza Avilés A. Percepción de apoyo en la pareja reconstituida: el camino al ensamblaje. Aten Fam. 2015;22(2):50-53.

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ResumoObjetivo: avaliar a percepção do suporte em casais reconstituídos em um Centro de Saúde. Métodos: estudo descritivo, obser-vacional, transversal, realizado no período de agosto a dezembro de 2014 em um módulo do Centro de Saúde “Dr. José Castro Villa-grana” Cidade do México. Amostra de con-veniência não aleatória, em pares de pessoas em um novo casamento ou coabitação (em pelo menos um dos parceiros). Certificado Básico Família id (Cebif-5) foi aplicado para as áreas de identificação, fatores demográ-ficos e Família apgar, depois de assinar o consentimento informado. Teste de Kruskal--Wallis, foi realizada nível de significância de 0.05, e o programa spss v. 18 foi usado. Re-sultados: 30 casais heterossexuais que vivem em coabitação ou de novo casamento foram incluídos. A faixa etária em homens foi 23-64 anos e mulheres de 23-61 anos. Obtiveram-se cinco casais (16.7%) com baixa percepção, oito (26.7%) com percepção média e 17 casais (56.7%) com alta percepção. Somente se obteve significância estatística entre o nível de percepção e idade para ambos os sexos sendo que quanto mais velho o casal eles tinham melhor percepção. Conclusões: em mais da metade dos casais obteve-se um alto nível de percepção; no entanto, a idade das pessoas influenciou o nível de satisfação e apoio percebido. O relacionamento é um desafio para melhorar como seres humanos e para evitar dificuldades, como o divórcio. Enfrentar esses problemas devem ser uma parte substantiva do trabalho clínico prati-cado por médicos de família.

IntroducciónLa vida en pareja se caracteriza por su diver-sidad y transformación a través del tiempo. Las relaciones con otras personas, la familia, la cultura y las circunstancias de la vida in-fluyen en el matrimonio para su persistencia o ruptura. Mucho se ha comentado sobre las implicaciones del conflicto en la relación marital y el divorcio como consecuencia común de la incapacidad para superar las diferencias en la pareja.1

En ocasiones las parejas experimen-tan conflictos en su relación que no son atendidos y cuando se han agotado las posibilidades de manejar estas dificultades, algunas parejas optan por la separación o el divorcio.2

Los cambios en la estructura y com-posición de las familias en México sugieren que la tendencia al divorcio yace sobre el debilitamiento de la familia nuclear como referente simbólico y sobre la fragilidad del vínculo matrimonial o de pareja. Las bases del matrimonio han cambiado, ac-tualmente los individuos evalúan la vida en pareja sobre la base de las satisfacciones individuales, afectivas y emocionales que les brinda. Aspectos como la interdepen-dencia económica, el valor de la familia, el medio social o la religión, se han vuelto menos importantes para mantener dicho vínculo.3

Datos estadísticos indican que exis-ten tres formas de disolución de la pareja: por viudez, por separación y por divorcio, siendo actualmente más frecuentes, las últimas dos.3

La tasa de divorcio ha sido tradicio-nalmente baja en México, no obstante, se reporta una tendencia ascendente desde la década de 1950, en la que era de 4.4%; en 1990 fue de 7.2%; y en años recientes las rupturas se presentan en 14.5% de las pa-rejas.3 En cuanto a la disolución de uniones por separación, en 1996, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (dif) estimaba que estas ascendían a cerca de 23%, además de 5.7% de divorcios registrados por el Instituto Nacional de Estadística y Geo-grafía (inegi) para ese mismo año.4

Además del creciente número de divorcios en primeras nupcias, debemos considerar igualmente los datos relativos al número de segundos matrimonios o uniones. En algunos países occidentales los índices correspondientes a segundas nupcias se sitúan por encima de 70% para mujeres divorciadas que vuelven a casarse antes de los tres años, y más de 80%, para los hombres, lo que también incrementa

la cuota de divorcios entre parejas casadas por segunda vez. En Estados Unidos de América, 54% de mujeres casadas en segun-das nupcias y 61% de hombres, vuelven a divorciarse; y 40% de quienes se casan por tercera vez también reincide en el divorcio.5

La evolución de los valores y la forma de pensar actual aumentan la tasa de divor-cios y separaciones y, en consecuencia, la de la reconstrucción de la familia, ya que pese a estas dificultades, las personas, en necesidad de compartir sus vidas, vuelven a casarse y llegan al próximo matrimonio o unión, con hijos propios, de la pareja, e incluso, estos pueden nacer de la nueva unión, formándose entonces una familia reconstituida.1

La familia reconstituida es la formada por una pareja adulta en la que al menos uno de los cónyuges tiene un hijo de una relación anterior, una de sus características fundamentales es que son familias en transi-ción, es decir, organizaciones familiares que tienen que asumir un número importante de cambios en un corto periodo de tiempo.6 Se espera que para 2020 este tipo de familias supere en número a las familias nucleares tradicionales, ya que 50% de las parejas que se casan en primeras nupcias se separan y 70% de los divorciados vuelven a formalizar una relación de pareja.7

Este nuevo grupo familiar carecía de denominación, lo cual colaboraba con su invisibilidad estadística y social. El término “ensamblada” se adoptó en Argentina, tras la entrada en vigor de la Ley del divorcio (1987), debido al crecimiento importante del mismo.8

La mayor responsabilidad para que la nueva familia funcione usualmente está en la pareja,9 una relación de pareja solida es de vital importancia para for-talecer la dinámica familiar en la familia reconstituida. Si este vínculo es fuerte y estable, se convertirá en fuente de apoyo para todos sus integrantes, permitiéndoles afrontar las dificultades que surgen como resultado de este proceso de adaptación o ensamble.1

Pareja reconstituida

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El objetivo de este estu-dio fue conocer la percepción de apoyo en un grupo de 30 parejas, miembros de familias reconstituidas, que acudieron a un módulo integral multidisci-plinario de un centro de salud en la delegación Tlalpan, de la ciudad de México.

MétodosEstudio observacional, des-criptivo y transversal. Previo consentimiento informado, se realizó un muestreo no aleatorio por conveniencia entre los meses de agosto y diciembre de 2014. Se incluyeron parejas unidas en matrimonio o unión libre por segunda vez (en al menos uno de ellos), que acudieron a consulta al centro de salud comunitario “Dr. José Castro Villagrana” de los Servicios de Salud del Dis-trito Federal. Se aplicó la cédula básica de identificación familiar (Cebif-5) que incluye: identifica-ción y factores demográficos,10 y el apgar familiar.11 Se analizó la información utilizando la prueba no paramétrica de Kruskall-Wallis, nivel de significancia 0.05 y el programa estadístico spss v 18.

ResultadosSe presentaron diferencias en los rangos de edad entre los integrantes de estas parejas, en los hombres de 23 a 64 años y en las mujeres 23 a 61 años, con promedio de 38.7 años para los primeros y 34.3 para las segun-das, con diferencia estadística significativa (p=0.001); la esco-laridad fue en promedio de 11 años (tabla 1).

En 17 de las 30 parejas la mujer aportó un hijo a la relación y en 10 fue el padre quien contribuyó con por lo menos un hijo, solo en tres casos, tanto el hombre como

la mujer tenían hijos de relaciones previas. En relación con la nueva pareja, en 23 casos hubo hijos en común, en cuatro parejas se dio la situación de embarazo y en tres no hubo hijos con la nueva pareja. El estado civil de las parejas reconstituidas fue en 38%

casadas y 62% en unión libre.En relación con los re-

sultados del apgar familiar, en todas las parejas se obtuvo el mismo resultado para el hom-bre y la mujer, y se encontraron cinco parejas (16.7%) con per-cepción baja, ocho (26.7%) con percepción media y 17 parejas (56.7%) con percepción alta; solo se obtuvo relación con significancia estadística entre el nivel de percepción y la edad para ambos sexos (p=0.007 en hombres y p=0.018 en muje-res), en ambos casos con mejor percepción conforme mayor edad (tabla 2).

DiscusiónEste trabajo se planteó a partir de la pareja en familias reconsti-tuidas, como unidad de análisis de estudio y la expresión de satisfacción de estos padres y madres con una historia ante-rior y su probable proyección actual. De acuerdo con lo do-cumentado, el presente estudio es el primer reporte de este tipo.

Como limitación del es-tudio se acepta que la muestra es pequeña y no probabilística. En este trabajo se reportan los resultados del apgar familiar en el que más de 80% de las parejas presentaron satisfacción media y alta, resultó notorio que las edades de las personas influyen en el nivel de satisfacción y percepción de apoyo.

Los resultados obtenidos en este trabajo, hacen referen-cia al aumento de este tipo de

familias en edades más jóvenes, ya que a las ya conocidas en edad media (de 40 años y más), se suman parejas jóvenes de 20 a 29 años que viven una segunda unión con las adaptaciones que ello conlleva. Se obser-

Tabla 1. Características de la población por sexo

Edad de los hombres por grupo Frecuencia Porcentaje

20 a 30 8 26.7

31 a 40 10 33.3

41 o más 12 40

Edad de las mujeres por grupo

20 a 30 12 40

31 a 40 10 33.3

41 o más 8 26.7

Años de estudio de los hombres por grupo

8 a 11 5 16.7

12 a 14 14 46.7

15 o más 11 36.7

Años de estudio de las mujeres por grupo

8 a 11 9 30

12 a 14 11 36.7

15 o más 10 33.3

Tabla 2. Resultados del apgar Familiar por variablesde estudio

Resultado de apgar en parejas Frecuencia Rangopromedio Resultados

Edad de los hombres por grupo

20 a 30 8 11

0.00731 a 40 10 12.55

40 o más 12 20.96

Edad de las mujeres por grupo

20 a 30 12 12.04

0.01831 a 40 10 14.45

40 o más 8 22

Años de estudio de las mujeres por grupo

8 a 11 9 18.50

0 .33412 a 14 11 15.14

15 o más 10 13.20

Años de estudio de los hombres por grupo

8 a 11 5 22

0.07112 a 14 14 15.71

15 o más 11 12.27

Montesinos-Guerrero MR y cols.

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vó además, un aumento en el número de hijos cuando ambos miembros de la pareja ya habían sido padres, en 76.6% tuvo hijos con la nueva pareja y 13.3% estaban en espera de tenerlos. Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre la presencia o ausencia de hijos nacidos en la nueva familia y el nivel de percepción, lo que sugiere que no necesariamente un nuevo miembro en la familia ensamblada generará mejor percepción de apoyo. Se ha sugerido en otros estudios que la edad de los niños si es un factor, ya que las madres de hijos preescolares son vulnerables en cuanto a las relaciones de pareja, a la felicidad personal y a la satisfacción en la vida.12

Se da por entendido que es necesario que la pareja haga cambios para adaptarse a su familia ensamblada, lo que representa una oportunidad de tener una familia estable, que aunque puede ser escenario de dificultades, también puede generar grandes recompensas, ese es su reto.1

De aquí la importancia que tiene en nuestro medio que el médico familiar tome en cuenta la existencia de este cambio y pueda apoyar a este tipo de familias en su camino al ensamblaje, ante el futuro próximo, funcionando no como terapeuta familiar sino como orientador de las familias.

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Pareja reconstituida

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ResumenLa anorexia nerviosa y la bulimia son problemas de salud que se manifiestan como trastornos del comportamiento alimentario, que si no se atienden oportunamente pueden llegar a comprometer la vida de los pacientes. La sospecha de trastornos de la alimentación entre adolescentes está relacionada con la percepción de disfunción familiar. La prevención y el tratamiento de los trastornos de la alimentación pueden ser más eficaces si se realiza un abordaje familiar durante la adolescencia; momento en el que se presenta una gran oportunidad de intervención pero al mismo tiempo un formidable compromiso para los médicos familiares.

SummaryAnorexia nervosa and bulimia are health problems that manifest themselves as eating behavior disorders that if they are not appropri-ately addressed may compromise the life of patients. The suspicion of adolescent eating disorders is related to the perception of family dysfunction. Prevention and treatment of eating disorders may be more effective if there is a family approach during adolescence; mo-ments for a great opportunity for intervention, but at the same time a formidable commitment for Family physicians.

Artículo de revisión

ResumoAnorexia Nervosa e Bulimia Nervosa são problemas de saúde que se manifestam como transtornos alimentares, que se não tratados rapidamente podem comprometer a vida dos pacientes. A suspeita de transtornos alimen-tares entre adolescentes está relacionada com a percepção de disfunção familiar. A preven-ção e o tratamento de distúrbios alimentares podem ser mais eficazes se uma abordagem familiar é realizada durante a adolescência; é onde ele apresenta uma grande oportunidade para intervenção, mas também um compro-misso formidável para os médicos de família.

IntroducciónLa anorexia nerviosa (an) y la bulimia (b) son problemas de salud que se manifiestan como trastornos del comportamiento alimentario, que pueden llegar a comprometer la vida de quien la padece de no ser atendidos oportu-namente; se manifiesta en ambos sexos con una evidente predisposición en las mujeres. Se diferencian por la forma en la que las per-sonas se comportan ante la comida, aunque se pude sufrir de ambos trastornos -ya sea de forma alternativa o sucesiva-.1 Son enferme-dades devastadoras producidas por una com-

Funcionalidad familiar en pacientes con anorexia nerviosa y bulimia

Family Functionality in Patients with Anorexia Nervosa and BulimiaFuncionalidade familiar em pacientes com anorexia nervosa e bulimia

Daniella Guillermina Sainos-López,* María Teresa Sánchez-Morales,** Eduardo Vázquez-Cruz,*** Itzel Gutiérrez-Gabriel****

Palabras clave: anorexia ner-viosa, bulimia nerviosa, salud mentalKey words: Anorexia Nervosa, Bulimia Nervosa, Mental HealthPalavras chave: bulimia ner-vosa, anorexia nervosa, saúde mental

Recibido: 30/09/13Aceptado: 19/9/14

*Especialista en Medicina Fa-miliar, Instituto Mexicano del Seguro Social (imss). **Urgencias médico-quirúrgicas hospital ge-neral regional (hgr) no. 36, imss. ***Coordinador clínico de edu-cación e investigación en salud, unidad de medicina familiar (umf) no. 6, imss, ****Profesora titular del Curso de Especialización en Medicina Familiar para Médicos Generales de Base del imss, de-legación estatal Puebla.

Correspondencia:Itzel Gutié[email protected]

Este artículo debe citarse: Sainos-López DG, Sánchez-Morales MT, Vázquez-Cruz E, Gutiérrez-Gabriel I. Funcionalidad familiar en pacientes con anorexia nerviosa y bulimia. Aten Fam. 2015;22(2):54-57.

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pleja interacción de factores emocionales, de personalidad y de la funcionalidad familiar, sensibilidad genética y cultural.2

El estudio de los trastornos de la alimen-tación (t de la a) y su relación con el ambiente familiar nació al mismo tiempo que la ciencia psiquiátrica, su fundador Philippe Pinel, en su célebre obra Nosografía Filosófica, definió a la bulimia como “hambre canina”, pues conside-raba que la voracidad obedecía algunas veces a conformaciones particulares del estómago y en otras ocasiones podría tener un origen nervioso; mientras que a la an la definió como un trastorno alimenticio que amenazaba la vida y se caracterizaba por la privación de comer y la pérdida excesiva de peso.3

Criterios DiagnósticosEl Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (dsm-iv) establece como criterios diagnósticos de la an: el rechazo a mantener el peso corporal a un nivel mínima-mente correspondiente a la edad y la estatura; el temor intenso a ganar peso; la alteración en la percepción de la imagen corporal; así como amenorrea.4 En cuanto a la bulimia, se tienen episodios de atracones asociados a conductas compensadoras inapropiadas, con una frecuencia mínima de dos veces a la semana, durante al menos tres meses.5 La Organización Mundial de la Salud (oms) estima que al menos 1% de la población mundial de adolescentes sufre de an y 4.1% de b; además en las dos últimas décadas se ha detectado un incremento alarmante de estos trastornos de la alimentación.6

Actualmente, el médico de atención primaria puede identificar a las pacientes con este tipo de trastornos con la aplicación de cuestionarios de tamizaje como el Eating At-titudes Test, el cual mide actitudes y conductas de riesgo para desarrollar el trastorno en ado-lescentes, analiza aspectos que se consideran detonantes de la an como: preocupación por la imagen corporal, comida, dietas, comer a escondidas, vómito, abuso de laxantes y la particular percepción de la presión social para el control del peso.7 Entre los factores de riesgo se encuentran: preocupación exce-

siva por el peso; insatisfacción por la figura; dieta poco saludable; falta de afecto; antece-dentes de abuso físico y sexual; intimidación; baja autoestima; dificultades para manejar el estrés y los conflictos afectivos; incluso, ser víctima de acoso escolar o bullying.6 Además de estos factores de riesgo interactúan otros factores propios del sujeto como: genética, inestabilidad del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, deficiencias en la contención de angustia, género y dinámica de la familia.

En la década de 1970, Salvador Mi-nuchin describió la interacción típica de las familias de las pacientes con an, en quienes encontró que prevalecía la negación, la tendencia a evitar la solución de conflictos y una pobre conciencia de necesitar ayuda especializada. Además, observó que las fa-milias de las pacientes con trastornos de la alimentación se diferenciaban de las familias control, principalmente, por presentar más conflictos, mayor desorganización familiar, menor adaptabilidad, menor cohesión, es-casos cuidados de los padres hacia los hijos, presencia de sobreprotección de alguno de los padres, menor orientación hacia activida-des recreativas y menor apoyo emocional.8

Características relacionadascon la familiaAlgunas características relacionadas con la composición del grupo familiar han sido clasificadas como factores de riesgo para el desarrollo de an y b. En muchas ocasiones el pobre desempeño de los padres en el en-torno familiar podría predisponer a que las hijas desarrollen un trastorno de la conducta alimentaria. Al comparar la percepción del funcionamiento familiar, en familias con hijas con trastorno de la alimentación, se han encontrado diferencias estadísticamente significativas, las madres consideraron que el funcionamiento familiar era saludable y poco caótico, en cambio sus hijas no coin-cidieron con lo reportado. La intervención familiar modifica patrones conductuales y emocionales que sostienen la patología, por esta razón, otro indicador de cambio es la capacidad familiar de enfrentar problemas,

es decir, asumir conflictos y adoptar actitudes de comprensión.9

Es importante tomar en cuenta que los padres de las adolescentes que sufren de t de la a generalmente presentan dificultades en su relación conyugal, se cree que la mala relación podría influir negativamente en los hijos y crear un proceso circular en el que la expresión de los t de la a podrían exacerbar las dificultades entre los padres.10

Otro patrón importante en estos t de la a es la imagen corporal, creencias, pensa-mientos y actitudes hacia el cuerpo.11

Conceptualizaciones tempranas de an y b en pacientes adolescentes proponían modelos de familias psicosomáticas o su-gerían que patrones familiares específicos o disfuncionales contribuían al desarrollo, mantenimiento o perpetuación del trastor-no.1 Se han realizado estudios del ambiente familiar en estudiantes universitarios no clínicos y se encontró que en la medida en que la disfunción familiar se incrementa, también aumenta el reporte de trastornos de la conducta alimentaria, por lo que los trastornos de la conducta alimentaria podrían ser un síntoma de la disfunción familiar.2

Wisotsky estudió a 65 pacientes entre 12 y 27 años para examinar la relación entre los niveles de funcionalidad familiar y los trastornos de la alimentación, utilizando el faces iii, reportó de manera importante que a medida que la disfunción familiar crece, la gravedad de los trastornos de la alimentación también lo hace.2

Al interior de la comunidad científica, la asociación entre el funcionamiento familiar y la presencia de trastornos de la alimentación es un tópico que crea controversia. Pese a los resultados inconsistentes, han surgido dos grandes hallazgos de la acumulación de datos: no parece haber un patrón específico de funcionamiento familiar asociado a tras-tornos de alimentación, sin embargo, estas familias generalmente tienden a ser más disfuncionales que las familias control y la calidad del funcionamiento familiar juega un rol importante en el curso y resultado del trastorno.4

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La revisión de estudios realizados en varios países europeos, asiáticos y en Estados Unidos por Van Hoeken y cols., indicó que la prevalencia promedio para las adolescentes es de 0.3% para la an y 1% para b. La incidencia total es de al menos 8 por cada 100 mil personas al año para an y 12 por cada 100 mil personas al año para b. Además, la incidencia de an ha aumentado en los últimos 50 años, particularmente en mujeres entre 10 y 24 años de edad.5

Las pacientes con an tendían a ocupar un lugar más “tardío” en el número de hijos, en comparación con los controles, y también a tener menos hermanos del sexo masculino. Una explicación biológica para esto es que al tener la madre mayor edad aumenta el ries-go de problemas perinatales, lo cual podría orientar al desarrollo de alteraciones en la conducta alimentaria.6

En un estudio realizado por Vidovic en el 2000, en la Universidad de Cambridge, se evaluó a 76 pacientes con trastornos de la conducta alimentaria y a 29 de sus madres, con el fin de investigar la percepción que ambos grupos tenían respecto a las carac-terísticas familiares (en cuanto a cohesión, adaptabilidad y comunicación), se encontró que las pacientes con trastornos alimentarios -salvo aquellas con an restrictiva- considera-ban que sus familias tenían menor cohesión y menor adaptabilidad que aquellas del grupo de control.7

Los hallazgos de Waller y cols., también indicaron que los sujetos con trastornos alimentarios perciben a sus familias como significativamente menos adaptables, menos cohesionadas y más pobremente comunica-tivas comparadas con personas control sin trastornos alimentarios.9

Prácticamente todo el mundo tiene algún motivo de queja relacionado con su cuerpo, algún rasgo o alguna parte que le resulta desagradable y trata de disimular, por ello, hablar de an y b es cuestionar nuestra cultura. Como sociedad, necesitamos una renovación de nuestros valores y conduc-tas, pero sobre todo necesitamos, definir lo atractivo con parámetros más amplios para

que la mayoría de las personas, y no solo una pequeñísima parte, pueda sentirse bien con su apariencia personal.12 Necesitamos enfatizar otras características como el inge-nio, la integridad, el talento, la inteligencia y el sentido del humor, al evaluar la valía de las personas, en este sentido, las medidas que desde el mundo de la política, la moda o la salud se están tomando son promete-doras porque van dirigidas a la raíz de estos problemas.13

SintomatologíaLa amenorrea es uno de los tres sínto-mas para el diagnóstico de la an, aunada al aumento de cortisol y la aparición de osteoporosis. En la bulimia se mantiene un aspecto corporal conservado, pero con una afección a nivel digestivo, que ocasiona gastritis, esofagitis, caries dental y afecciones cardiacas, entre otras.14 Tanto en an como en b, a menudo se presentan trastornos de ansiedad, incluyendo fobias y trastorno obsesivo-compulsivo. La fobia más común es la social y puede definirse como el temor a ser escrutado y humillado públicamente, las obsesiones se asocian con imágenes mentales, pensamientos o ideas recurrentes y persistentes, que pueden dar lugar a com-portamientos compulsivos como ejercicios físicos, dietas, los propios alimentos y el peso, entre otros.15 También se llega a experimen-tar depresión, sin embargo, esta no es una relación causal; la depresión se incluye dentro de los trastornos afectivos y puede expresar-se en diversas formas: trastornos del sueño, disminución de la atención y compresión, pérdida de la confianza en sí mismo, ideas negativas y pesimismo. Es evidente que esta sintomatología variará de acuerdo con el tipo de personalidad de los pacientes.16 Cantida-des bajas de ciertos neurotransmisores en algunas personas con an y b permanecen bajas aun después de haber recuperado su peso, estos niveles bajos también se en-cuentran en las personas con depresión y con trastorno obsesivo-compulsivo.17 Si la ansiedad y depresión causan o no t de la a es algo que no se tiene claro, sin embargo,

definitivamente influyen en las personas al hacerlas más susceptibles a los sentimientos de baja autoestima y, de esta forma, contribu-yen al desarrollo del trastorno alimentario.18

TratamientoDurante el proceso terapéutico los pacientes pueden presentar alteraciones biológicas o mentales que implican un riesgo vital, por ese motivo suele precisarse un régimen in-trahospitalario. Además de los rasgos físicos estos pacientes suelen presentar trastornos de la personalidad, dificultad para expresar sentimientos y emociones, y una reducida capacidad de pensamiento mágico y fanta-sioso, que va más allá de la baja autoestima. Además, carecen de un adecuado sentido de identidad y son muy sensibles a la crítica y el fracaso.19

Los pacientes pueden cumplir criterios de gravedad o de evolución negativa, con riesgos inmediatos para la vida o codifica-ción del trastorno, cuando esto ocurre es necesario el ingreso a un centro hospitalario dado los riesgos biológicos que presentan estos pacientes. Las estancias intrahospita-larias por an suelen ser más largas que las de los otros trastornos, oscilando entre 40 y 140 días, aunque en los últimos años se ha acortado -siguiendo la tendencia general de los ingresos psiquiátricos en adolescentes-.20 Las personas con un pronóstico reservado son aquellas que han estado enfermas por más de seis años, que ya han padecido an, que tienen trastornos de la personalidad, y adolescentes con padres relacionados disfun-cionalmente. El abordaje de los trastornos alimentarios requiere de un tratamiento largo e intenso, que si se realiza en la adolescencia tiene resultados positivos.21

ConclusionesEn general, las perspectivas son mejores para la b que para la an,22 puede afirmarse que no existe un programa de tratamiento para la an completamente eficaz.23 Se ha llegado a reportar la recuperación de los pacientes entre 76 y 90% después del tratamiento, sin embargo, la mayoría de ellos siguió comiendo

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menos de lo normal y en la b el comer en exceso continuaba siendo común. El riesgo de muerte es significativo cuando el peso es menor a 60% del peso normal y se ha calcu-lado que el suicidio ocurre aproximadamente en la mitad de los casos por an.23

La recuperación del peso debe ser lenta y sostenida a pesar de la resistencia del paciente, por ello, además del control y tratamiento de las alteraciones biológicas, se deben incluir programas conductuales que lleven a la normalización alimentaria y al aumento de peso. Actualmente, el pronósti-co es más optimista cuando se administran antidepresivos durante la fase de recupera-ción nutricional, en un contexto de abordaje cognitivo-conductual intensivo.24,25

Dado este escenario, es relevante comprender estos trastornos desde distintas perspectivas, para abordarlos preventiva y/o curativamente de manera más efectiva. Sin duda, una de las maneras de entenderlos es desde el punto de vista de la familia, lo cual en ocasiones nos enfrenta a dicotomías, fundamentalmente en el ámbito clínico, al entender a la familia como “causante” versus la familia que se “adapta” a la enfermedad o que “padece” sus consecuencias, la familia como culpable o la familia como víctima, la familia como impedimento o como recurso para el tratamiento.8 Otra variable estudiada corresponde al grado de cohesión familiar, este estudio encontró que aquellas jóvenes cuyas familias manifestaban una alta cohe-sión en términos de apoyo y cercanía emo-cional presentaban menor riesgo de padecer un desorden alimentario.12,13

Las familias en las cuales se presentan trastornos de la alimentación se han percibi-do a sí mismas como menos “apoyadoras” y más vulnerables a las relaciones conflictivas, así como con menor disposición a la expre-sión de emociones que en las familias en las no hay este tipo de trastornos.14

La sospecha de trastornos de la ali-mentación entre adolescentes está relacio-nada con la percepción de disfunción en las familias. La prevención y el tratamiento de los trastornos de la alimentación pueden ser más eficaces si se realiza un abordaje familiar durante la adolescencia, pues es el momento en que se presenta una gran oportunidad de intervención, pero que al mismo tiempo representa un formidable compromiso para los médicos familiares.22,23

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Artículo de revisión

ResumenSe realizó un análisis de las reacciones psicodinámicas de los alumnos en formación de la especialidad en Medicina Familiar a través del “Taller de autoimagen”, como una estrategia educativa con especial énfasis en las reacciones transferenciales, contratransferenciales y en las diversas formas de comunicación no verbal y verbal.

SummaryAn analysis of the psychodynamic reactions of Family Medicine students through the workshop “Taller de autoimagen”, as an edu-cational strategy with special emphasis on transferences, counter transferences reactions and various forms of non-verbal and verbal communication.

ResumoRealizou-se uma análise das reações psicodinâmicos dos estudantes em formação na especialidade em Medicina Familiar, através da ofici-na de “auto-imagem”. Foi realizado como uma estratégia educacional o que dá especial ênfase a reações de transferência, contratransferên-cia e várias formas de comunicação não-verbal e verbal.

Análisis psicodinámico de la transferencia y contratransferencia en la formación de médicos familiares en México

Psychodynamic Analysis of Transference and Countertransference in the Formation of Family Physicians in Mexico

Análise psicodinâmico de transferência e contratransferência na formação de médicos de família no México

Ricardo Urbina-Méndez,* Clara I. Hernández-Vargas,* Isaías Hernández-Torres,* Miguel Á. Fernández-Ortega,** Arnulfo Irigoyen-Coria*

IntroducciónEl fundamento del ejercicio de la medicina es la vinculación que inicialmente se establece entre el médico y el enfermo. La actividad del médico va más allá del diagnóstico, pues tiene una función terapéutica y posee un momento afectivo conocido como transferencia.1

La relación médico paciente (rmp) es la interacción involuntaria, inconsciente, matizada de emociones y afectos que ema-na del contacto entre médico y paciente a través de la entrevista en el escenario del consultorio con la finalidad de brindar ayu-da al enfermo. Como bases fundamentales tiene a la comunicación verbal y no verbal, el deseo desinteresado de ayuda, el respeto, la confianza y la solidaridad.

La rmp es desigual, la autoridad del médico (que en el ámbito mexicano ge-neralmente no se discute) es paternalista ya que genera una total dependencia del paciente hacia el médico, se caracteriza por una estructuración interpersonal asimétrica de dependencia y una finalidad de ayuda, de servicio técnico-asistencial.2 En la actualidad este modelo tiende a cambiar, pero aún pre-domina ampliamente, sobre todo en el marco de la medicina institucional.

Palabras clave: medicina fami-liar, educación médica, procesos psicoterapéuticosKey words: Family Medicine, Medical Education, Psychothe-rapeutic ProcessesPalavras chave : medicina de família, educação médica, processos psicoterapêuticos

Recibido: 27/11/14Aceptado: 26/1/14

*Subdivisión de Medicina Fa-miliar, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México (unam). **Subdivisión de Educación Continua, División de Estudios de Posgrado, Facul-tad de Medicina, unam.

Correspondencia:Ricardo Urbina-Méndez [email protected]

Este artículo debe citarse: Urbina-Méndez R, Hernández-Vargas CI, Hernández-Torres I, Fernández-Ortega M, Irigoyen-Coria A. Análisis psicodinámico de la transferencia y contratransferencia en la formación de médicos familiares en México. Aten Fam. 2015;22(2):58-61.

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En los últimos años, dicho modelo se ha transformado por la influencia de las ins-tituciones de salud, los intereses del médico y del paciente, los avances tecnológicos y el entorno social, económico y cultural. El tipo de rmp varía de institución a institu-ción, así como en el ejercicio privado de la medicina familiar.

En la rmp existe una dualidad: ob-servar y ser observado. El médico no es consciente de la curiosidad que despierta en los pacientes, sin embargo, es objeto de observación y de un análisis “casi microscó-pico”. La información real que el paciente no obtiene la elabora a través de fantasías de acuerdo con el papel que juega el médico en la transferencia.

La actividad del médico familiar (mf) es semejante a la del psicoanalista, debido a que aplica en forma constructiva capacidades cognitivas para comprender el inconsciente del paciente a través de la historia familiar. Por su parte, el psicoa-nalista ejecuta actos similares a través de la alianza terapéutica, del acercamiento emocional y afectivo, de manera coloquial: “se pone en los zapatos del paciente”. Los mf también experimentan emociones en consulta, aunque la mayoría de las ocasiones no perciben ni identifican las diferentes formas de comunicación verbal y corporal, paulatinamente entran en intimidad para ser capaces de ofrecer ayuda en los aspectos orgánicos, psicológicos y familiares.

TransferenciaLa transferencia es un término generado en la teoría psicoanalítica, Freud descubrió que durante la transferencia se revive la relación del sujeto con las figuras parenta-les, en especial la ambivalencia hacia ellas; distinguió dos tipos de transferencia, una positiva, cuando aparecen sentimientos de ternura, y otra negativa, cuando emergen sentimientos de hostilidad. La transferencia (positiva y negativa) en manos del médico se convierte en el más potente de los ins-trumentos terapéuticos y juega un papel importante en el proceso de la curación.

En la transferencia, las experiencias del pasado y de las actitudes hacia los padres no deben tomarse en un sentido realista, sino de acuerdo con el inconsciente y las fantasías.3,4 La transferencia se puede definir como “pasar energía de un sitio a otro”, concepto válido también en términos psicológicos; es un acto inconsciente, en el que lo que se transfiere es el afecto de una representación a otra y el receptor es el mé-dico, quien debe ser neutral.5 Psicodinámi-camente, el médico y el paciente interactúan de manera consciente e inconsciente, son dos personalidades diferentes, con historias distintas, en una interacción dinámica. Los enfermos acuden al médico, que represen-ta una autoridad que ellos estructuran de acuerdo con sus necesidades y fantasías; buscan la salud, ser atendidos, escuchados, reconocidos y ser correspondidos en la confianza que otorgan al médico.

El proceso de transferencia se da a par-tir de vivencias inconscientes y neuróticas que el paciente revive a través de su médico durante la consulta, en relación con las ex-periencias infantiles que tuvo con las figuras afectivas y/o de autoridad. Los sentimientos, actitudes y deseos, originalmente ligados a las figuras importantes de sus primeros años de vida, son proyectados en otras personas, en este caso en el médico familiar.

La transferencia del paciente tiene el poder de distorsionar tanto la realidad como al médico, ante quien repite su ne-cesidad de dependencia, de ser dirigido cuando lo percibe como figura protectora, o bien, la reacción es de rebeldía o desafío como forma de respuesta ante una realidad imaginaria.

En Medicina Familiar la transferencia tiene otras connotaciones, cuando es positi-va es un auxiliar importante en la adherencia al tratamiento y en el proceso curativo, de cualquier forma, el médico de familia es un espejo en el que el enfermo proyecta fan-tasías, deseos y necesidades, pero también malas relaciones, como ira, descalificación, rebeldía, abandono de tratamiento, incluso conflictos médico legales.

La transferencia no es estable, es cambiante y va de un polo a otro; en un momento determinado el médico puede ser maravilloso o el que todo lo sabe, lo que facilita la adherencia al tratamiento; pero después puede ser el peor de los facultati-vos, por lo que se abandona el tratamiento o la consulta.

El paciente genera una demanda trans-ferencial que tiene por consecuencia un efecto terapéutico positivo, en la cual toma consciencia de sí mismo, de su enfermedad y de lo que puede hacer para colaborar íntimamente con el médico en el proceso de curación.

ContratransferenciaFreud describió la contratransferencia como un acto que surge en el médico por el influjo que el paciente ejerce en su sen-tir inconsciente. Para algunos autores, la contratransferencia incluye la capacidad de empatía, antipatía, simpatía y otros afectos, el funcionamiento mental del médico, sus fracasos, conflictos y problemas. El mis-mo Freud la consideró negativa y como un proceso a dominar por completo, para después entenderla como una herramienta terapéutica necesaria para comprender los procesos transferenciales del enfermo. Sien-ta precedente de un hecho generalmente olvidado: tanto el enfermo como el médico se encuentran dentro de una relación inte-ractiva, por lo que el paciente se ve influido por el médico y viceversa.4

La contratransferencia puede pertur-bar la curación, ya que ningún médico va más allá de lo que sus propios complejos y resistencias le permiten, por eso conviene que el mf conozca a priori sus conflictos inconscientes.4

La contratransferencia positiva per-mite al médico la energía necesaria para comprender al paciente; la negativa, por otra parte, interfiere en la motivación y en la objetividad del médico para realizar sus intervenciones. Para evitar efectos negati-vos, el médico debe tomar una actitud de alerta para sublimar su contratransferencia

Transferencia y contratransferencia

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y mantenerla positiva, es decir, debe adoptar una actitud de afecto hacia el paciente a pesar de las agresiones que este le infiera.

La contratransferencia es como la reacción espontánea del analista a la perso-nalidad del paciente. El proceso se resuelve en formaciones inconscientes, que alcanzan expresión en la actitud del analista, actitud que a su vez produce modificaciones en la transferencia del paciente. En Medicina Fa-miliar esto es aplicable, porque el paciente es el espejo en el que se refleja el médico, uno de los errores frecuentes del mf es no considerar sus propios conflictos (personales, no resuel-tos, manifiestos) en la contratransferencia con sus pacientes.

La contratransferencia, tanto positiva como negativa, puede empañar la labor del mf, incluso bloquearla, se puede tornar manipuladora, con intenciones dictatoriales para someter al paciente y a la familia, bajo un control autoritario que gratifica al médico con el poder de decidir por los demás. Pocas veces el médico familiar hace consciente la capacidad de analizar sus reacciones frente a los pacientes y las familias, no se percata de cómo se daña la relación profesional, se per-judica la comunicación y puede ser la causa de que el enfermo abandone el tratamiento y la consulta.

Siempre es pertinente que el médico la identifique, pues él es el único responsable en el manejo de las relaciones con sus pacientes. Esta situación es muy frecuente, casi nunca identificada y limitada, en la que él mismo puede ser el origen de muchas iatrogenias físicas y emocionales.

En la transferencia y contratransfe-rencia, la comunicación verbal y no verbal son muy importantes porque construyen o destruyen la rmp a través de una palabra, actitud o movimiento.

En el análisis de la comunicación no verbal observamos el movimiento corporal, las características físicas, los comportamien-tos táctiles y el entorno o medio. Es una comunicación útil para repetir, contradecir, sustituir, complementar, acentuar y regular la comunicación verbal.5,6

En el proceso de aprendizaje de los alumnos médicos de familia, una herramienta útil es el “Taller de autoimagen” a través del cual se pueden analizar, desarrollar y evaluar sus competencias, en torno al manejo de la transferencia y contratransferencia con los pacientes.7

Cuando los mf son poco sensibles a la autocrítica, causan severos daños a los pacientes, porque lo que está actuando en ese momento es la contratransferencia y la propia neurosis; sin percatarse de ello, pueden provocar efectos negativos en la consulta, incluso conductas iatrogénicas. Los pacientes son tomados como objetos para satisfacer sus necesidades personales como el narcisismo o sus propios temores.

En esto radica la dificultad de muchos profesionales de la salud para encarar las malas noticias con los pacientes, el trato con enfermos terminales y el pánico de anunciar la muerte del paciente a la familia. El mf pue-de provocar temores en el paciente, lo que genera que no sean buenos acompañantes en el proceso terminal y jamás acompañen a los enfermos que se encuentran solos al fallecer.

Psicodinámicamente el médico de familia y el paciente interactúan de manera consciente e inconsciente, son dos perso-nalidades distintas; se debe recordar que los enfermos ven al médico como figura de autoridad estructurada de acuerdo con sus necesidades y fantasías, buscan un modelo que les proporcione tranquilidad, confianza y reconocimiento, ese alguien les restablecerá la salud, con esperanzas de curación y vida. Se trata de vivencias inconscientes y neuróticas que el paciente tiene frente a su médico en relación con las vivencias infantiles y con las figuras afectivas y/o de autoridad. Los sentimientos, actitudes y los deseos, origi-nalmente ligados a importantes figuras de los primeros años de la vida, son proyectados en otras personas en este caso en el médico que representa a aquellas en el momento actual.4

Cabe decir que este fenómeno en la consulta es una representación simbólica de esas vivencias infantiles, al médico se le percibe como un padre o una madre, o

como ambos, de ello derivan las reacciones de sometimiento o de desafío a la autoridad.

Dentro de los hallazgos en la transfe-rencia, los médicos son vistos como figuras autoritarias, pero ambiguas porque se en-trecruzan con una postura maternalista de sobreprotección. El profesional es percibido como una figura casi perfecta con escasas características humanas, inconscientemente se le erige como una persona que no sufre, enferma o que no tiene defectos, se crea a un personaje idealizado. En este caso se trata de buenos pacientes, que admiran al médico, obedecen ciegamente las indicaciones y se adhieren al tratamiento, las relaciones son largas y fructíferas, creando una amistad terapéutica.

Sin embargo, algunos pacientes pre-sentan reacciones de resistencia, que van en contra de la relación con el médico, pueden constituir fuerzas negativas que favorecen la no adherencia al tratamiento y a las indi-caciones médicas. Los pacientes que tienen problemas con la autoridad reaccionan al contrario, se rebelan, desafían y la cuestionan, no reaccionan con sumisión, no se apegan al tratamiento como una manifestación de inconformidad y rebeldía. Son enfermos que vagan de médico en médico, los caracteriza la incredulidad y desconfianza, toman actitudes agresivas en forma encubierta o abierta, y son considerados malos pacientes. Cuando cuestionan al médico este reacciona en forma negativa, pues lo traduce como agresión al narcisismo y al poder de su autoridad.

Tratando de ejemplificar algunos de estos mecanismos psicodinámicos, de transferencia y contratranferencia con los pacientes, a continuación se presentan dos viñetas clínicas que se han tomado del “Taller de autoimagen” que realizan los alumnos del “Curso de especialización en Medicina Fami-liar para médicos generales”, de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autó-noma de México:

Mujer de la tercera edad, que en el mo-mento de la exploración física tiene dificultad para subir al banco de altura, alcanzar la mesa

Urbina-Méndez R y cols.

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de exploración y colocarse en decúbito ven-tral, el médico (alumno) observa impasible sin intervenir; al concluir la exploración, sorpresivamente la señora se apoya en él para poder bajar. Al ser interrogado acerca del porqué no la ayudó, él contesta: “en la escuela de medicina nos dijeron que los pacientes son intocables”.

Análisis: falló la empatía (colocarse en los zapatos del paciente), se generalizó por una indicación inadecuada y demostró carencia de educación y atenciones hacia los adultos mayores. O bien, se dio la aparición de dispatía, definida como la elaboración de juicios hacia los pacientes, de tal forma que se denigra la imagen o la autoestima de la persona. En este caso, la paciente por sus condiciones de anciana y mujer no merece atenciones, se encuentra por debajo del estatus y jerarquía del médico, quien carece de sensibilidad y de educación, e incons-cientemente demuestra temor ante la vejez y no percibe las limitaciones en su propio mundo.5 La reacción de contratransferencia manifiesta un conflicto de autoridad rígida, inflexible y poco asertiva.

Pareja en la que ambos tienen 17 años de edad, en consulta con su hijo, lactante de seis meses. El médico en formación, al orientar acerca de la ablactación y estimulación tem-prana, excluye de las indicaciones al padre y no lo toma en cuenta ni lo hace participar, le ofrece su propia computadora como dis-tractor, mientras se dirige exclusivamente a la madre de familia.

Análisis: contratrasferencialmente el médico se identifica con la figura masculi-na, actúa con base en un machismo en el que “los hombres no se hacen cargo de los hijos”, refleja su forma de pensar, que es más fuerte que la educación universitaria recibida. El alumno no efectuó ninguna acción de planificación familiar porque “no pensó que se fuera a embarazar tan pron-

to”, sin embargo, al cuestionar la evolución del caso, comentó que la paciente volvió a la consulta con un nuevo embarazo y abandonada por el esposo. ¿Qué grado de responsabilidad tuvo el médico al omitir la planificación familiar? En ese sentido hablamos de iatrogenia, ocasionada por conflictos contratransferenciales.

ConclusionesEl mf es el único responsable del

control de la transferencia y la contratrans-ferencia, pues los pacientes no poseen una percepción consciente de estos fenómenos, el primero está obligado a tener un buen comportamiento tanto profesional como personal, es un compromiso al que tiene que responder desde la perspectiva del profesionalismo y la ética. Como respuesta, el paciente debe generar una buena relación transferencial que tendría como conse-cuencia un efecto terapéutico positivo, en el cual hace consciencia de sí mismo, de la enfermedad y de todo cuanto puede hacer para colaborar con el médico en su proceso de curación.

Es necesario que el médico reconozca las características de su propia personalidad, sus límites, deficiencias y situaciones que ocasionan efectos nocivos en los pacientes, porque sin darse cuenta proyectan en ellos frustraciones, ansiedad, depresión, temores, prejuicios y conflictos no resueltos con los padres y/o la autoridad.

Los pacientes constituyen objetos de satisfacción para las necesidades incons-cientes del médico, el narcisismo, el auto-ritarismo, el hecho de sentirse salvadores de la humanidad e incluso contaminar la relación con sus propios temores, causando daños a la salud.

La contratransferencia rige la mayoría de las consultas de los médicos, pues no poseen la sensibilidad para percibir este

fenómeno, mucho menos cuando inician la formación; sin embargo, se observa que en el segundo o tercer año de la especialización mejoran. El mf en ocasiones reacciona con ira, contenida o manifiesta, cuando el en-fermo no se somete o lo cuestiona.

El médico jamás está en un grado de superioridad frente al paciente, aunque la relación con él sea asimétrica, humanamen-te son iguales. Frente a él tiene a un ser que sufre y que necesita una respuesta racional, consciente, sensible, afectiva y plena de sentimientos positivos.

Resulta fundamental señalar que las instituciones formadoras y los propios docentes, tienen la gran responsabilidad de considerar la importancia de los fenómenos transferenciales, contratransferenciales y de la comunicación médico-paciente, como elementos esenciales en la formación y de-sarrollo del perfil profesional del médico de familia, para así otorgar una atención médi-ca de mayor calidad, así como más humana.

Referencias1. Lain-Entralgo P. La relación médico enfermo. His-

toria y teoría. [Internet] Madrid: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes; 2012. Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/obra/la-relacion-medico-enfermo-historia-y-teoria/

2. Laplanche J, Pontalis JB. Diccionario de psicoaná-lisis. 6ta ed. México: Ed. Paidós; 2004.

3. Freud S. Obras completas. Tomo ii. México: Biblio-teca Nueva Siglo xxi; 2002.

4. Vives-Rocabert J. Compilador. El proceso psicoana-lítico. México: Asociación Psicoanalítica Mexicana/Ed. Plaza y Valdés; 1977.

5. Hernández TI, Hamui SL, Navarro GAM, Valencia IY. Comunicación médico-paciente en Medicina Familiar. México: Editorial Prado/Universidad Nacional Autónoma de México; 2013.

6. Membrillo A, Fernández MA, Quiroz R, Rodríguez JL. Familia. Introducción al estudio de sus elemen-tos. México: Editores de Textos Mexicanos; 2008.

7. Fernández-Ortega MA, Hernández-Torres I, Urbina-Méndez R, Hernández-Vargas CI. Análisis de la videograbación como estrategia educativa en la Especialidad de Medicina Familiar en México. Rev Cubana Med Gen Integr. 2012;28(4):668-81.

Transferencia y contratransferencia

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Identifique el caso

Respuesta del diagnóstico de la

imagen Aten Fam 2015;22(1):30

Se considera a la Pitiriasis Rosada de Gibert una dermatosis inflamato-ria, autolimitada, de evolución breve, caracterizada por la aparición inicial

de una lesión única y la erupción secundaria de abundantes placas más pequeñas eritematoescamosas, ovales, distribuidas en el cuello, tronco y raíz de extremidades.1 Epidemiológicamente tiene una incidencia de 0.68% en pacientes dermatológicos o 172.2 por cada 100 000 personas al año;2 puede ocurrir a cualquier edad pero es más frecuente entre los 10 y 35 años,3 en algunos pacientes es recurrente; las formas atípicas se pueden observar en 20% de los casos. Aunque se desconoce el agente causal etiopatogénico, recientemente se ha incriminado a los Herpes virus 6 y 7.4

Ocasionalmente existe un período prodrómico manifestado por malestar general o astenia, de 50 a 90% de los casos presenta una placa eritematoescamosa, con palidez central, conocida como placa “Heráldica”, localizada principalmente en tronco, aunque puede loca-lizarse en cualquier parte de la piel, que a menudo se diagnostica como eccema.5 Aproximadamente dos semanas después, aparecen múltiples

Alejandro Guerrero-Zulueta,* Bibiana Matilde Bernal-Gómez,** Juan Sebastián Castro-Guerrero,*** Juan Sebastián Gómez-Castellanos,*** David Esteban Rebellón-Sánchez***

*Médico adscrito a la unidad de medicina familiar (umf) no. 22, Instituto Mexicano del Seguro Social (imss), hospital, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (issstE), Teziutlán, Puebla, México. **Profesora asistente, Escuela de Medicina, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Pedagó-gica y Tecnológica de Colombia. ***Estudiantes Semilleros de Investigación, gibp, Escuela de Medicina, Universidad Pedagó-gica y Tecnológica de Colombia.

Correspondencia:Alejandro [email protected]

Este artículo debe citarse: Guerrero-Zulueta A, Bernal-Gómez B, Castro-Guerrero J, Gómez-Castellanos J, Rebellón-Sánchez D. Pitiriasis Rosada de Gibert. Aten Fam. 2015;22(2):62.

Masculino de 60 años al que se le practicó estudio anatomopatológico. Biopsia obtenida por endoscopia digestiva.

lesiones idénticas, aunque de menor tamaño, generalmente ovales, con una distribución parecida a un árbol de navidad, acompañadas de intenso prurito en un gran porcentaje de los casos, estos se resuelven entre cinco y ocho semanas,6 con una hiperpigmentación residual de las lesiones en 48% de los casos.7

Histopatológicamente no es posible evidenciar alteraciones características propias de la pitiriasis rosada. Aunque las lesiones anulares son típicas de la dermatofitosis, se debe diferenciar del granuloma anular, la sarcoidosis, la urticaria o el eritema anular centrífugo,8 asimismo, de la sífilis secundaria o erupción por fármacos. Si la lesión llega a sobrepasar los dos meses, un diagnóstico probable sería la parapsoriasis en gotas.

No existe tratamiento específico, y final-mente se resuelve en forma espontánea, pero cuando el prurito es intenso podemos recurrir al uso de antihistamínicos y tópicamente se pueden utilizar glucocorticoides tópicos.

Referencias1. Jiménez CFMC, González TS. Pitiriasis rosada:

aspectos generales, bases para el diagnóstico y tratamiento. Hipoc Rev Med. 2011;3(26):12-4.

2. Amer A, Fischer H, Xiaoming L. The natural his-tory of Pityriasis Rosea in black american children. How corret is the Classic description. Arch Pediatr Adolesc Med. 2007;161(5):503-6.

3. Centeno A, Danielo C, Papa M, Consigli J, Campana R. Pitiriasis rosada atípica. Med Cutan Iber Lat Am. 2007;32(2):104-6.

4. Drago F, Broccolo F, Rebora A. Pityriasis rosea: an update with a critical appraisal of its pos-sible herpesviral etiology. J Am Acad Dermatol. 2009;61(2):303-18.

5. Stulberg D, Wolfrey J. Pityriasis rosea. Am Fam Physician. 2004;69(1):87-91.

6. Chuh A, Lee A, Zawar V, Sciallis G, Kempf W. Pity-riasis rosea - an update. Indian Journal of Dermatol-ogy, Venerealogy and Leprology. 2005;71(5):311-5.

7. Kim D, Lockey R. Dermatology for the allergist. wao Journal. 2010;3:202-15.

8. Hsu S, Le EH, Khosheuis MR. Differential diagnosis of anular lesions. Am Fam Physician. 2001;64(2):289-96.

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Atención Familiar es el órgano de difusión científica de la Subdivisión de Medicina Familiar, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Uni-versidad Nacional Autónoma de México, unam. Con una periodicidad trimestral, publica textos dirigidos a la comunidad médica, en particular, a los médicos especialistas en medicina familiar; los textos deben estar basados en investigaciones originales y análisis de temas correspondientes al primer nivel de atención en salud.Asimismo, hace extensiva la invitación a publicar a otros especialistas, como pueden ser los médicos de los campos de geriatría, pediatría, medicina interna, y a otros especialistas de la salud que aborden temas de prevención y promoción, siempre y cuando sean tra-tados desde un punto de vista generalista y se apeguen a las características que adelante se señalan.

I. RequisitosLos artículos propuestos deben cumplir con las siguien-tes características:● Ser artículos originales e inéditos que no estén postu-

lados para publicarse simultáneamente en otra revista● Prepararse de acuerdo con el modelo del Comité

Internacional de Editores de Publicaciones médicas (icmje por sus siglas en inglés) que puede ser revisado en [www.icmje.org]

II. Formato1. Carátula● Título. 15 palabras como límite. No utilice abreviaturas● Título corto: 8 palabras como límite● Autores: incluir apellido paterno, materno, nombre,

iniciales del siguiente nombre de todos los autores, así como el nombre y la localización del departamento o institución donde se efectuó el trabajo

● Correspondencia: incluya dirección, teléfono y correo electrónico del autor responsable de la publicación

2. Resumen● Extensión aproximada: 200 palabras● En español e inglés● Organizar de acuerdo con objetivo, diseño, material

y métodos, resultados y conclusiones● No utilizar abreviaturas ni citar referencias● Palabras clave en español e inglés● Los términos deberán corresponder a las palabras

publicadas en el medical subject headings de index medicus

3. Investigación● Describir las guías éticas seguidas para los estudios

realizados en humanos o animales. Citar la aprobación de los comités institucionales de investigación y ética

● Describir los métodos estadísticos utilizados● Omitir nombres, iniciales o números de expediente

de los pacientes estudiados● Identificar drogas y químicos utilizados por su nom-

bre genérico

4. Referencias● Citar las referencias de acuerdo con el orden de

aparición en el texto, utilizando números arábigos en forma consecutiva

● Las abreviaturas de las publicaciones deben ser las oficiales y estar de acuerdo con las utilizadas en el index medicus

ArtículoApellidos del autor e iniciales del nombre -cada autor se separa por una coma y espacio-. Título del artículo:

subtítulo. Nombre de la publicación abreviado. Año de publicación; Volumen (número): págs.

Ramírez Y, Marchena MH. Características neurop-sicológicas del niño preescolar con hipotiroidismo congénito en la provincia de Cienfuegos. Rev. Chil. Neuropsicol. 2009;4(1):36-43.

Sólo la primera palabra del título y los nombres propios van en mayúscula. Se enlistan sólo los primeros seis autores; si son más se usa el término et al. Si la publi-cación tiene folios continuos en todos sus números, se puede omitir el mes y el número.

Organización como autorDivisión Técnica de Información Estadística en Salud. El imss en cifras. La salud de los adolescentes. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2008;46(1):91-100.

Número con suplementoPeinado-Herreros JM. Competencias médicas. Med Educ. 2005;8(Supl. 2):S4-6.

LibroApellido del autor/editor/o compilador, Iniciales. Títu-lo del libro. Número de edición [de no ser la primera]. Lugar de publicación: Editorial; año.

Echeburúa OE. Superar un trauma: el tratamiento de las víctimas de sucesos violentos. Madrid: Ediciones Pirámide; 2004.

nota: sólo la primera palabra del título y los nombres propios van con mayúscula.

Capítulo de libroApellido del autor Iniciales del nombre. Título del capítulo. En: Apellido del editor, editor. Título del libro. Número de edición [de no ser la primera]. Lugar de publicación: Editorial; año. Páginas del capítulo.

Haro J. Cuidados profanos: una dimensión ambigua en la atención de la salud. En: Perdiguero E, Comelles JM, editores. Medicina y cultura. Estudios entre la antropología y la medicina. Barcelona: Bellaterra; 2000. 26-32.

Artículos en InternetApellido del autor Iniciales del nombre. Título del artículo. Nombre abreviado de la publicación digital [Internet]. Año de publicación mes día;Volumen Número: [citado Año Mes Día]. Disponible en: url.

Arceaga-Domínguez A, Celada-Ramírez NA. Control de pacientes con diabetes. Impacto de la educación participativa versus educación tradicional. Rev Med Inst Mex Seguro Soc [Internet]. 2008 [citado 2012 Feb 13]; 46(6):685-90. Disponible en: http://bit.ly/1cg4skL

Libro o monografía en InternetOrganización Panamericana de la Salud. Campus virtual de Salud Pública. Tipos de recursos educa-tivos [Internet] [citado 2011 Jun 12]. Disponible en: http://devserver.paho.org/virtualcampus/drupal/?q=node/17

Sitio de InternetNombre del sitio [Internet]; Lugar de publicación; Nombre del Autor, Editor u Organización que lo publica. [Actualizado Año Mes Día; citado Año Mes Día]. Disponible en: url.

nota: para cualquier otro caso no referido aquí favor de consultar la Librería Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud (EU) en el siguiente

vínculo: [http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_re-quirements.html]

5. Cuadros● Revisar que la información contenida en los cuadros

no se repita con el texto o las figuras● Numerados de acuerdo con su orden de aparición

en el texto● El título de cada cuadro debe por sí solo explicar su

contenido y permitir correlacionarlo con el texto acotado

6. Figuras● Están consideradas como tales las fotografías, dibujos,

gráficas y esquemas● La información que contengan no se debe repetir en

el texto o en cuadros

7. FotografíasDeben ser de excelente calidad, en formato digital ( jpg o tif ), con resolución mínima de 300 dpi y tamaño de 15 cm como mínimo; preferentemente a color.

8. Agradecimientos● Incluirlos si el artículo lo requiere● Extensión aproximada: 2 renglones

III. Extensión de manuscritos● Artículos originales hasta 3,000 palabras en total● Artículo de revisión 1,500 palabras en total● Caso clínico (estudio de salud familiar) 3,500 pala-

bras en total● Temas de interés 1,500 palabras en total● Identifique el caso 500 palabras en total● Cartas al editor 500 palabras en total

IV. Procedimiento para la selección de artículosLos textos recibidos se someterán a dictamen por pares académicos bajo la modalidad de doble ciego, a fin de garantizar una selección imparcial de los artículos publicados.Una vez hecho el dictamen se informará al autor y se continuará el proceso de acuerdo con el resultado:● El artículo fue aceptado y se publicará con modifica-

ciones mínimas o de estilo● El artículo es susceptible de ser publicado si se reali-

zan los cambios que señalen los dictaminadores y/o el editor, con la finalidad de completar o aclarar el proceso metodológico de la investigación

● El artículo es rechazado, en cuyo caso se harán las explicaciones u observaciones pertinentes a su autor

De existir controversias entre los dictaminadores respecto a la publicación, los miembros del Comité determinarán el resultado final.

V. EnvíoEl responsable de la publicación debe enviar una carta de transferencia de derechos a favor de Atención Familiar firmada por todos los autores del artículo. También deberá confirmar que tienen el permiso escrito de todas las personas a las que se ofrezca reconocimiento y sean mencionadas en el artículo. Además, se deberá enviar carta de no conflicto de intereses y adéndum del Comité de Ética. Remitir el trabajo en archivo Word a:[email protected], con el si-guiente formato:● A doble espacio con márgenes de 2.5 cm en tamaño

carta (28 x 21.5cm)● Citar las referencias, cuadros y figuras consecutiva-

mente y conforme aparezcan en el texto

Instrucciones para los autores

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Atención Familiar is the organ of scientific diffusion of the Family Medicine Subdivision, Division of Graduate Studies, Faculty of Medicine, of the National Autonomous University of Mexico, unam. With a quar-terly periodicity, the texts are addressed to the medical community, in particular to Family Physicians; all texts should be based on original research and analysis of issues relevant to the primary care level.Also, it does extend the invitation to publish to other specialists, such as doctors in the fields of Geriatrics, Pediatrics, Internal medicine, and other health specialists that may address issues of prevention and promotion, provided that they are treated from a general point of view and adhere to the characteristics which are further described.

I. RequirementsThe proposed articles must comply with the following characteristics:● Original and unpublished articles that are not postulat-

ed to be published simultaneously in another magazine● Prepared according to the model of the International

Committee of Medical Journal Editors (icmje) that can be revised at [www.icmje.org].

II. Format1. Cover● Title. Limit: 15 words. Do not use abbreviations● Short title: Limit: 8 words● Authors: include first and second names, initials, if the

case, names of all authors, as well as the name and location of the department or institution where the work was performed

● Correspondence: include address, telephone number and email address of the author responsible for the publication

2. Summary● Length: 200 words approximately● In Spanish and English● Organize according to objective, design, material and

methods, results and conclusions● Do not use abbreviations or cite references● Key words in Spanish and English● The terms must correspond to the words published

in the medical subject headings from index medicus

3. Research● Describe the ethical followed guidelines of studies in

humans or animals. Quote approval of the institu-tional research and ethics committees

● Describe the statistical methods used● Omit names, initials, or file numbers of the studied

patients● Identify drugs or chemicals used by their generic name

4. References● Quote references according to their order of appear-

ance in the text, using Arabic numbers consecutively● If using abbreviations, they should be the official ones

and according to the index medicus

ArticleLast name and initials of the author’s name -each author’s name should be separated by a comma and space-. Article title: subtitle. Name of the publication abbreviated. Year of publication; Volume (number): pp.

Ramírez Y, Marchena MH. Características neurop-sicológicas del niño preescolar con hipotiroidismo congénito en la provincia de Cienfuegos. Rev. Chil. Neuropsicol. 2009;4(1):36-43.

In Spanish, only the first word of the title and proper names are capitalized. Only six authors are listed: if there are more the et al term is used. If the publication has continuous numbering in all their numbers, you can omit the month and the number.

Organization as authorDivisión Técnica de Información Estadística en Salud. El imss en cifras. La salud de los adolescentes. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2008;46(1):91-100.

Supplement numberPeinado-Herreros jm. Competencias médicas. Med Educ. 2005;8(Supl. 2):S4-6.

BookAuthor’s last name/editor/ or compiler, Initials, Book title. Number of edition [if it is not the first]. Place of publication: Editorial or Publisher; year.

Echeburúa oe. Superar un trauma: el tratamiento de las víctimas de sucesos violentos. Madrid: Ediciones Pirámide; 2004.

note: in Spanish, only the first word of the title and proper nouns are capitalized.

Chapter of a bookAuthor’s last name, First name Initials. Title of the chap-ter. In: Last name of the editor, editor. Title of the book. Number of editions [if it is not the first edition]. Place of publication: Publisher; year. Pages of the chapter.

Haro J. Cuidados profanos: una dimensión ambigua en la atención de la salud. En: Perdiguero E, Come-lles jm, editores. Medicina y cultura. Estudios entre la antropología y la medicina. Barcelona: Bellaterra; 2000. 26-32.

Articles on the InternetAuthor’s last name first name initial. Title of the article. Abbreviated name of the digital publication [Internet]. Year, month, day of publication; Volume number: [approximate number of windows]. Available at: url.

Arceaga-Domínguez A, Celada-Ramírez NA. Control de pacientes con diabetes. Impacto de la educación participativa versus educación tradicional. Rev Med Inst Mex Seguro Soc [Internet]. 2008 [citado 2012 Feb 13]; 46(6):685-90. Disponible en: http://bit.ly/1cg4skL

Book or monograph on the InternetOrganización Panamericana de la Salud. Campus virtual de Salud Pública. Tipos de recursos educa-tivos [Internet] [citado 2011 Jun 12]. Disponible en: http://devserver.paho.org/virtualcampus/drupal/?q=node/17

Web siteName of the Web site [Internet]; Place of publication; Author’s name, Publisher or Organization that publishes it. [Updated Date Year Month Day; quoted Year Month Day. Available at: url.

note: for any other cases not mentioned here please consult the National Library of Medicine-National

Institutes of Health (US) at the following link: [http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_requirements.html]

5. Charts● Check that the included information in the charts will

not be repeated in the texts or pictures● Numbered according to their order of appearance

in the text● The title of each chart must, by itself, explain its con-

tents and allow correlating it with the enclosed text

6. Figures● These are photographs, drawings, graphs, and dia-

grams● The included information should not be repeated in

the text or charts

7. PicturesThey must be of excellent quality, in digital format (jpg or tif), with a minimum resolution of 300 dpi and minimum size of 15 cm; preferably color.

8. Acknowledgements● Include them (if the article requires it)● Approximate length: 2 lines

III. Length of manuscripts● Original articles up to 3,000 words● Reviewed article 1,500 words● Clinic report (family health study) 3,500 words● Topics of interest 1,500 words● Identify the case 500 words● Letters to the editor 500 words

IV. Procedure for the selection of articlesThe received texts will undergo opinion by academic peers in the form of double-blind, in order to ensure a fair selection of the published articles.Once they reach an opinion, the author will be informed and the process will continue according to the result:● The article was accepted and it will be published with

minimal modifications or style modifications● The article is likely to be published if changes are

made according to the reviewers and/or editor, in order to complete or clarify the methodological research process

● The article was rejected; in this case the author will receive the relevant explanations or observations

If there is controversy between reviewers regarding the publication, members of the Committee will determine the final outcome.

V. DeliveryThe head of the journal must send a letter to transfer rights in favor of Atención Familiar signed by all the authors of the article. The author(s) must also confirm that they have the written permission of all persons to be given recognition and are mentioned in the article. In addition, he must send a letter of no conflict of interests and addendum of the Ethics Committee.The work should be sent in Word file to:[email protected], with the following format:● Double-spaced with margins of 2.5 cm in letter

size (28 x 21. 5 cm)● Quote references, tables, pictures, and figures con-

secutively and as they appear in the text

Instructions for Authors

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Liz Hamui SuttonRuth Fuentes GarcíaRebeca Aguirre HernándezOmar Fernando Ramírez de la Roche

Expectativas y experiencias de los usuariosdel Sistema de Salud en México:

un estudio de satisfaccióncon la atención médica

¿Cuál es el nivel de satisfacción de los usuariosde los hospitales públicos del país?

A fin de responder este interrogante, un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México realizó un estudio en 19 hospitales de la Secretaría de Salud afiliados a la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.

Por su rigor metodológico, el estudio constituye una valiosa aportación al arrojar información relevante sobre las características de los usuarios y la atención que reciben en las unidades médicas.

Texto completo disponible en:http://www.facmed.unam.mx/bmnd/SatisfaccionAtencionMedica.pdf

5 estrategias para mejorarla práctica de la Medicina Familiar

Arnulfo E. Irigoyen CoriaHerlinda Morales López

Kurtz relata que a lo largo de los años la gente le ha preguntado a menudo: “Sí, pero si usted tiene que decidir entre un doctor con

habilidades de comunicación efectiva y uno con competencia clínica ¿a quién escogería?” Dado todo lo que se sabe sobre comunicación hoy

en día, la respuesta es: “Ya no tendríamos por qué escoger, deberemos exigir ambas competencias en un solo médico”

Philippa Moore

Primera estrategia: reflexione sobre la filosofía que sustenta a la Medicina Familiar

Segunda estrategia: reconozca a la actitud reflexiva como uno de los pilares de la Medicina Familiar

Tercera estrategia: identifique los beneficios que le reportaría una adecuada comunicación con su paciente

Cuarta estrategia: tome en cuenta algunas sugerencias para practicar habilidades de comunicación en el consultorio

Quinta estrategia: favorezca en su consultorio las habilidades efectivas de comunicación de Moore

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atención familiarScientific Journal of the Family Medicine

Corpo de divulgação científica de medicina familiarDivisión de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México

Aten. Fam. Volume 22 no. 2 april-june, 2015Aten. Fam. Volume 22 no. 2 abril-junho, 2015

issn 1405-8871

Conhecimento e uso de anticoncepcionais entre adolescentes em um centro de saúde

Os estilos parentales e gravidez na adolescência

Nível de empatia no departamento de emergências médicas de um hospital público na Cidade do México

Prevalência da síndrome de Burnout entreos trabalhadores em um centro de saúde

Percepção de apoio no casal família reconstituído:o caminho para a reunificação

Knowledge and Use of Contraceptive Methodsin Adolescents of a Health Care Center

Parental Educational Styles and Adolescent Pregnancy

Level of Empathy in Physicians of the Emergency Room of a Public Hospital in Mexico City

Prevalence of Burnout among Workers of a Health Care Center

Perception of Support in the Reconstituted Family: the Path to the Assembly

Original Articles

Review Article

Artigos originais

Artigo de revisão

@revatenfamiliar

Family Functionality in Patients with AnorexiaNervosa and Bulimia

Psychodynamic Analysis of Transference and Counter-transference in the Formation of Family Physicians in Mexico

Funcionalidade familiar em pacientes comanorexia nervosa e bulimia

Análise psicodinâmico de transferência e contra-transferência na formação de médicos de famíliano México