Atención del auxiliar de enfermería Drenajes: manipulación y...
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3.1. POSICIÓN ANATÓMICA
Y ALINEACIÓN CORPORAL
3.1.1. Posición anatómica estándar
La posición anatómica estándar es aquélla que, por convención, se considera
adecuada para el estudio anatómico del cuerpo humano.
Incluye los siguientes elementos (Figura 3.1): el cuerpo erecto (de pie), con la
cabeza y cuello también erectos, mirando al frente, hacia adelante; los brazos
extendidos hacia abajo, a cada lado del cuerpo, con las palmas de las manos
dando hacia adelante; antebrazos en supinación; las puntas de los dedos mi-
rando al frente; las piernas extendidas y levemente separadas, en abducción;
y los tobillos y pies igualmente extendidos, de puntillas, con la punta del pie
señalando hacia el frente.
En relación a la cara, ésta queda mirando al frente. En esta posición, el vientre
(la palma) de cada mano es de situación “ventral” o anterior, mirando hacia
adelante, pero la planta de cada pie (el vientre) se dirige hacia atrás y es de
posición dorsal o posterior.
Situado en una mesa de disección, la posición del cuerpo se encuentra en
decúbito supino.
Lo que antes miraba hacia adelante ahora lo hace hacia arriba y lo que antes
miraba hacia atrás lo hace ahora hacia abajo.
3.1.2. Alineación corporal
La alineación corporal se defi ne como la relación que guardan los segmentos
del cuerpo entre sí (la cabeza, el cuello, el tronco, la pelvis…).
3.1. Posición anatómica
y alineación corporal
3.2. Procedimiento de preparación
de camas
3.3. Cambios posturales
3.4. Drenajes quirúrgicos
3.5. Técnicas de deambulación
3.6. Técnicas de traslado
Atención del auxiliar de enfermería
al paciente encamado: posición
anatómica y alineación corporal.
Procedimientos de preparación
de las camas. Cambios posturales.
Drenajes: manipulación y cuidado.
Técnicas de deambulación.
Técnicas de traslado
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Independientemente de la posición que se adopte, el cuerpo
está sometido a la fuerza de la gravedad que, como toda masa,
tiene un centro de gravedad. Éste, se halla en la región sacra.
Teniendo en cuenta lo anterior, si se traza una línea imagina-
ria vertical que pase por el centro de gravedad y se proyectan
en los planos frontal y lateral, se obtiene la línea de gravedad
antero-posterior y la línea de gravedad lateral (Figura 3.2).
A. Línea de gravedad antero-posterior
Divide al cuerpo en dos: la mitad anterior y la mitad posterior.
Esta línea debe pasar por el lóbulo de la oreja, el centro del
hombro, el trocánter mayor del fémur, por detrás de la rótula
de la rodilla y por delante del maléolo externo.
Según esta línea se pueden distinguir tres tipos:
• El tipo normal.
• El tipo posterior tiene el mentón bajado y el cuello inclina-
do hacia abajo; el punto de máxima tensión está localizado
en las dorsales altas; hay presión torácica, no respira con
profundidad; la curvatura dorsal está aumentada (cifosis
dorsal); los isquiotibiales están relajados y el cuádriceps,
tenso; la rodilla está ligeramente fl exionada y los músculos
anteriores de la pierna, tensos. El peso recae mayoritaria-
mente sobre los dedos del pie.
Figura 3.1. Posición anatómica estándar
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• El tipo anterior tiene el mentón levantado y la curvatura
cervical aumentada; tensión torácica; las dorsales están
inmovilizadas; y la musculatura posterior, contraída y ten-
sa; tensión abdominal; anteversión pélvica. El punto de
máxima tensión se localiza entre las lumbares y el sacro; los
isquiotibiales contraídos; la rodilla en hiperextensión; los
gemelos y el sóleo, tensos. El peso recae mayoritariamente
hacia el calcáneo.
B. Línea de gravedad lateral
Divide al cuerpo en mitad izquierda y mitad derecha. Se desa-
rrolla por la protuberancia occipital, la apófi sis espinosa de la
séptima vértebra cervical, el pliegue interglúteo, la línea media
interrotular y la línea media intercalcánea.
Permite ver los desequilibrios izquierda-derecha del cuerpo.
Las referencias radican principalmente en la altura de las orejas,
la altura de los hombros, la altura de las escápulas, la altura de
la crestas ilíacas, el pliegue subglúteo, la altura de las rodillas y
la altura de los tobillos.
Figura 3.2. Alineación corporal: ejes y planos
3.2. PROCEDIMIENTO
DE PREPARACIÓN DE CAMAS
Se describen a continuación los distintos procedimientos rela-
tivos a la preparación de la cama hospitalaria, con el objetivo
de proporcionar confort y bienestar al paciente así como evitar
infecciones y otras alteraciones a nivel cutáneo.
3.2.1. Consideraciones previas
• Cama abierta: es aquélla que corresponde a un paciente
ingresado o que va a ingresar de inmediato, dentro de la
cual se distinguen dos tipos:
- Cama abierta ocupada: el paciente permanece en ella,
sin poder levantarse.
- Cama abierta desocupada: el paciente está ingresado,
pero puede levantarse.
• Cama cerrada: es la cama no asignada a ningún paciente o
asignada pendiente de ocupación.
• Cama quirúrgica: cuando va a ser ocupada por un enfer-
mo procedente de quirófano o sometido a anestesia.
3.2.2. Procedimiento
A. Consideraciones previas
• Comprobar la identidad del paciente.
• Informar al paciente del procedimiento que se va a realizar
y solicitar su colaboración.
• Frenar las ruedas de la cama.
• Respetar la intimidad del paciente durante toda la técnica,
no dejarlo nunca totalmente al descubierto.
• El carro de la ropa no debe entrar en la habitación, se queda
en la puerta.
• Tener en cuenta posibles alergias a utensilios y materiales
a utilizar.
• Disponer del personal adecuado y los recursos materiales:
grúas, asideros, triángulos, barandillas, etc., para asegurar
una buena higiene postural.
B. Materiales
• Guantes no estériles, si es preciso.
• Funda de colchón, si es preciso.
• Dos sábanas: encimera y bajera.
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• Sábana entremetida, si es necesario.
• Manta, si es preciso.
• Colcha.
• Almohada, si es preciso, y su funda.
• Bolsa para la ropa sucia.
• Protector de cama de celulosa, si es preciso.
• Grúa, si fuera necesario.
• Bolsa de residuos verde.
C. Técnica con cama abierta ocupada
• Preparar todo el material necesario junto a la cama del pa-
ciente.
• Colocarse guantes no estériles.
• Situar la cama en posición horizontal si las condiciones del
paciente lo permiten y, si fuera posible, adecuar la altura de
la misma a la posición de trabajo.
• Cada profesional se colocará a un lado de la cama o, en
caso de que éste estuviera solo, se levantará la barandilla
del lado opuesto al lugar donde se coloca el profesional.
• Retirar la colcha y la manta.
• Afl ojar la sábana superior manteniendo cubierto al paciente.
• Retirar la almohada y cambiar su funda colocándola encima
de una silla; aunque no es siempre necesario, hay que tener
en cuenta, sobre todo, la condición física del paciente y, en
un segundo plano, la comodidad de éste.
• Colocar al paciente en decúbito lateral; mantener la posi-
ción ayudado por otro profesional, la barandilla de seguri-
dad o ayudas técnicas (asideros, triángulos, etc.).
• Se mostrará especial cuidado a los distintos dispositivos
tales como sondajes, ostomías, vías venosas, sistemas de
sueros, etc.
• Afl ojar la sábana inferior doblándola junto con la entreme-
tida en forma de abanico hacía el centro de la cama; com-
probar la limpieza de la funda del colchón y cambiarla si
fuera necesario.
• Es imprescindible comprobar que no quedan objetos entre
la sábana bajera y la funda del colchón, como pueden ser
capuchones de agujas, gasas, guantes y otros fungibles que
pueden provocar alteraciones cutáneas.
• Colocar la sábana bajera limpia fi jándola por debajo del col-
chón, doblándola mediante la técnica de esquina en mitra,
en la cabecera y después en los pies.
• Colocar la sábana entremetida, si fuera necesario, enci-
ma de la sábana bajera en el tercio medio de la cama,
con las costuras hacia los pies, fi jándola por debajo del
colchón.
• Por medio de un solo movimiento, voltear al paciente ha-
cía la parte limpia. Retirar la ropa sucia introduciéndola
en la bolsa, estirar la sábana limpia y la entremetida, que
deben quedar sin arrugas, fi jando bajo el colchón las es-
quinas.
• Colocar al paciente en decúbito supino.
• Poner la almohada.
• Colocar la sábana superior limpia encima del paciente a
la vez que se retira la sucia. Dejar el embozo en la parte
superior y zona holgada en los pies, ajustándola bajo el
colchón.
• Colocar colcha y manta, si fuera necesario.
• Todos los dispositivos anteriormente mencionados (son-
das, sistemas de suero, bolsas colectora, etc.), deben volver
a la posición original, siendo conveniente la ayuda de otro
profesional en casos que así lo requieran.
• Acomodar al paciente y dejar a mano todo lo necesario, in-
cluido el timbre de llamada.
• Comprobar que la cama queda frenada y al nivel más bajo
posible.
• Recoger, ordenar y limpiar todos los útiles empleados.
• Retirar los guantes.
• Realizar la higiene de manos.
• Registrar la actividad.
D. Técnica con cama abierta desocupada
• Preparar todo el material necesario junto a la cama del pa-
ciente.
• Colocarse guantes no estériles.
• Poner la cama en posición horizontal, y si fuera posible,
adecuar la altura de la misma a la posición de trabajo.
• Retirar la ropa sucia de la cama pieza a pieza, sin agitarla
o extenderla, doblándola o enrollándola sobre sí misma y
depositándola en la bolsa.
• Centrar el colchón y estirar la funda, cambiándola si ésta se
encuentra manchada.
• Colocar la sábana bajera fi jándola bajo el colchón hacien-
do las esquinas en mitra e introduciendo después los la-
terales.
• Situar la sábana entremetida, si es necesario, en el tercio
medio de la cama, con las costuras hacia los pies, centrán-
dola y fi jándola bajo el colchón por los dos laterales.
• Colocar la sábana encimera dejando entre 20 y 50 cm en la
cabecera para el embozo. Introducir la parte inferior bajo el
colchón y dejar las esquinas, para colocarlas posteriormen-
te junto con la manta y la colcha (también puede hacerse
pieza a pieza).
• Poner la manta y la colcha centrándolas en la cama.
• En la parte superior, volver la sábana sobre la manta y col-
cha para hacer el embozo.
• Con la colcha, la manta y la encimera juntas, se confecciona
en cada esquina de la parte inferior del colchón un borde
en mitra.
• La sábana superior, la manta y la colcha deben colgar por
igual a los lados de la cama, y no se deben fi jar bajo el col-
chón.
• Cambiar la funda de la almohada y colocarla en la cabecera
de la cama.
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• Comprobar que la cama queda frenada y en la posición más
baja posible.
• Recoger, limpiar y ordenar todos los útiles empleados.
• Sacar de la habitación la ropa de cama usada dentro de la
bolsa; impedir que ésta entre en contacto con el suelo, y así
se evitarán posibles accidentes por resbalamiento.
• Retirar los guantes.
• Realizar la higiene de manos.
• Registrar la actividad.
E. Técnica con cama quirúrgica
Se trata de la misma técnica que la cama abierta desocupada,
pero teniendo en cuenta las siguientes excepciones:
• No incorporar almohada para evitar posibles aspiraciones
en caso de producirse vómitos. La cabecera de la cama está
protegida por una entremetida, un paño de campo o un
protector de celulosa.
• La lencería superior estará doblada a los pies de la cama,
para facilitar el cambio del paciente desde la camilla.
• La cama debe disponer de soporte para suero.
Aspectos a tener en cuenta:
• La cama deberá hacerse después de la higiene del paciente,
ya sea ésta en la ducha o en la propia cama.
• No poner la ropa de la cama de un paciente en la cama
contigua, ni utilizar mobiliario: mesita de noche, sillón, etc.,
para depositar ésta.
• Evitar desconexiones involuntarias de sondas, catéteres,
sueros…
• Evitar las arrugas de la ropa de la cama para minimizar la
presión y malestar que pueda sufrir el paciente.
• La sábana superior debe estar libre y no ejercer presión so-
bre las extremidades del paciente, para así no limitar sus
movimientos.
• En las manipulaciones la ropa sucia no debe entrar en con-
tacto con la limpia, y se respetarán siempre los procedi-
mientos que marque cada centro al respecto.
• La ropa sucia que se retire debe introducirse siempre
directamente en una bolsa y nunca depositarla en el
suelo.
• En pacientes totalmente inmovilizados, levantar al paciente
en bandeja cambiando la sábana bajera como si la cama
estuviera desocupada.
• Interrumpir el proceso si surge alguna complicación o si lo
pide el paciente.
• Vigilar que, después de cada desplazamiento de la cama,
ésta queda frenada.
• Coordinar el arreglo de la cama con otras actividades: fi sio-
terapia, pruebas diagnósticas, etc.
• Al realizar el arreglo de la cama, cuando el paciente está en
decúbito lateral, utilizar la barandilla opuesta como punto
de apoyo y para evitar caídas.
• Evitar friccionar y erosionar la piel durante el procedimien-
to.
• Comprobar que las sondas, los drenajes y el aparataje que-
den correctamente colocados, si los tuviera.
• Realizar el arreglo de la cama siempre que sea necesario.
• Vigilar las posibles reacciones a los utensilios y los materia-
les utilizados.
• Comprobar con frecuencia el mantenimiento del confort
del paciente.
3.3. CAMBIOS POSTURALES
3.3.1. Defi nición
Los cambios posturales son las modifi caciones que se realizan
en la postura corporal del paciente encamado para prevenir la
aparición de úlceras por presión y otras complicaciones deri-
vadas de la inmovilidadlo que ayudan a éste a mantener una
postura adecuada para favorecer su bienestar en óptimas con-
diciones de seguridad y comodidad.
3.3.2. Consideraciones previas
• Comprobar que el estado del paciente permite la movili-
zación, y, si no existe contraindicación médica, iniciarla lo
antes posible.
• Valorar el estado del paciente para programar la posición
adecuada y la frecuencia de los cambios posturales.
• Utilizar al máximo el potencial de recursos del paciente.
• Determinar el personal adecuado para la movilización te-
niendo en cuenta las características físicas del paciente:
obesidad, disminución de la movilidad, etc.; su grado de
colaboración: agitación, miedo, desorientación etc., y la
propia seguridad del profesional.
• El decúbito prono es una postura poco indicada, ya que
suele ser mal tolerada.
• Extremar las medidas de seguridad durante la movilización
del paciente ante el riesgo de caídas.
3.3.3. Material
• Sábanas.
• Almohadas.
• Férulas antiequino (Figura 3.3), bolsas de agua, etc., si pro-
cede.
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Figura 3.3. Férula antiequino
3.3.4. Preparación del paciente
• Comprobar la identidad.
• Explicarle la técnica de movilización para favorecer su co-
laboración.
• Crear un ambiente de intimidad para la realización del pro-
cedimiento.
3.3.5. Técnica para posición de decúbito supino
(Figura 3.4)
• Realizar la higiene de manos.
• Asegurarse de que la cama está frenada.
• Poner la cama en posición horizontal y colocar una sábana
entremetida.
• Desplazar al paciente al centro de la cama con ayuda de la
sábana entremetida.
• Colocar bajo la cabeza una almohada, de modo que el
cuello quede recto, alineado con la columna, evitando la
hiperextensión.
• Situar los brazos a lo largo del cuerpo, con los codos ligera-
mente fl exionados o colocados encima del abdomen.
• Colocar las muñecas en posición neutral, en actitud natural
de descanso.
• Levantarle los talones ligeramente por encima del colchón,
utilizando una almohada pequeña, bolsas de agua, etc.
• Colocar los pies formando un ángulo de 90º con las piernas,
utilizando una férula antiequino, si procede.
• Para prevenir las úlceras por presión, situar una almohada a
nivel de la curvatura lumbar dejando libre la zona escapular
y sacra, y otra bajo los muslos por encima del arco poplíteo,
si el estado del paciente lo permite.
• Comprobar que el paciente está cómodo.
• Colocar barandillas laterales, si se precisan.
• Realizar la higiene de manos.
• Registrar la actividad.
Figura 3.4. Decúbito supino
3.3.6. Técnica para posición de decúbito lateral
(Figura 3.5)
• Realizar la higiene de manos.
• Asegurarse de que la cama está frenada.
• Desplazar al paciente con la ayuda de la sábana entremetida
hacia el lado contrario del que se le va a colocar.
• Colocarle lateralmente, situando una almohada en la
espalda para mantener la posición. La cabeza debe apo-
yarse sobre otra almohada, manteniendo la alineación
con la columna.
• Extender la pierna inferior en línea recta con la espalda y
los hombros.
• Flexionarle la pierna superior por la cadera y la rodilla, y
apoyarla sobre una almohada que vaya desde la parte su-
perior del muslo hasta la pantorrilla.
• Colocarle el brazo inferior en rotación externa.
• El brazo superior se colocará con el codo en fl exión, si es
posible encima de una almohada.
• Poner las barandillas laterales.
• Realizar la higiene de manos.
• Registrar la actividad.
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Figura 3.5. Decúbito lateral
3.3.7. Técnica para posición de decúbito prono
(Figura 3.6)
• Realizar la higiene de manos.
• Asegurarse de que la cama está frenada.
• Colocar al paciente en esta postura con ayuda de una sába-
na entremetida.
• Poner la cabeza ladeada apoyada sobre una almohada y
alineada con el resto del cuerpo.
• Colocar los brazos separados del cuerpo con los codos fl exio-
nados descansando las palmas de las manos sobre la cama.
• Las extremidades inferiores deben estar extendidas y se re-
comienda que los pies “cuelguen” al fi nal del colchón para
prevenir el equinismo.
• Siempre que sea necesario, utilizar almohadas en los hom-
bros, el abdomen, los muslos y las piernas para disminuir la
presión en las prominencias óseas.
• Realizar la higiene de manos.
• Registrar la actividad.
Figura 3.6. Decúbito prono
3.3.8. Aspectos
a tener en cuenta
• Prestar especial atención en la realización de las manio-
bras si el paciente es portador de sueros, sondas etc., y
dejarlos correctamente colocados una vez acomodado el
paciente.
• Evitar que el paciente sea “arrastrado” en la cama durante
la movilización, para lo cual es necesario realizar los mo-
vimientos siempre con la ayuda de una sábana entreme-
tida.
• Evitar en las distintas posturas el contacto directo de las
prominencias óseas entre sí.
• Vigilar la posición correcta de las articulaciones para evitar
las contracturas, las deformidades y la rigidez.
• Registrar en el plan de cuidados:
- La necesidad y la frecuencia de los cambios postu-
rales.
- En el apartado de precauciones, anotar si existe alguna
postura contraindicada.
• Registrar en las observaciones de enfermería:
- La hora del último cambio realizado.
- Las complicaciones, si han surgido, y las medidas adop-
tadas.
- La tolerancia del paciente a las diferentes posiciones.
- La actitud y el grado de implicación de la familia.
3.3.9. Cuidados posteriores
Para prevenir las complicaciones derivadas de la inmoviliza-
ción, los cambios deben realizarse cada 2-4 horas, siguiendo la
siguiente rotación: decúbito supino, decúbito lateral derecho y
decúbito lateral izquierdo.
Inspeccionar, al realizar la movilización, los puntos de apoyo
para detectar enrojecimientos, eritemas, etc., y valorar siempre
la evolución de la movilidad del paciente.
3.4. DRENAJES QUIRÚRGICOS
Es todo sistema para eliminar o evacuar al exterior colecciones
serosas, hemáticas, purulentas o gaseosas desde los distintos
tejidos u órganos.
Los drenajes quirúrgicos se pueden clasifi car de la siguiente
manera:
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• Según el objetivo:
- Preventivos: se utilizan para evi-
tar la formación de colecciones
serosas y hematológicas.
- Terapéuticos: sirven para eva-
cuar las colecciones ya forma-
das. Pueden ser:
› Cerrados: conectados a un
sistema hermético aislado del
medio. Se utilizan en grandes
cirugías.
› Abiertos: se conecta una zona
del organismo con el exterior,
siendo frecuentemente utili-
zados en cirugía menor.
• Según el mecanismo de actuación:
- Pasivos: actúan por capilaridad
o gravedad. Evacuan pequeñas
cantidades y no llevan aspira-
ción. Tipos:
› Drenaje con gasas: es útil en
el cierre por segunda inten-
ción en heridas infectadas.
No permite el drenaje de
coágulos.
› Tubo de Penrose: es un tubo
de silicona fi jado a la piel con
una sutura.
› Drenaje de tejadillo: es más rígido que el Penrose,
ondulado y acanalado.
- Activos: drenajes cerrados que actúan mediante un
sistema de aspiración y sirven para grandes evacua-
ciones:
› Redón: tubo de silicona conectado a un reservorio
de recogida mediante aspiración.
› Jackson Pratt: tubo de goma insertado en un recep-
tor con forma de pera, el cual se vacía de forma pe-
riódica a través de un pequeño tapón.
› Pleur Evac (drenaje torácico): compuesto de tres cá-
maras o compartimentos (Figura 3.8), que son:
· La cámara de control de aspiración.
· La cámara de recolección de drenado.
· La cámara de sellado bajo agua.
Sus indicaciones de uso son:
› Evacuar y recoger fl uidos y/o aire del mediastino y
de la cavidad pleural.
› Prevenir la reacumulación de dichos fl uidos y/o
aire.
› Facilitar una distensibilidad pulmonar completa y
restaurar la dinámica de respiración normal.
Figura 3.8. Pleur-Evac
3.4.1. Manipulación y cuidado
• Siempre han de estar colocados en el lugar adecuado, evitan-
do la tensión del tubo respecto al cuerpo del paciente y con
la altura adecuada para favorecer la evacuación del débito.
• Comprobar con frecuencia la correcta conexión del sistema
colector al tubo, y de éste al paciente mediante el método
pertinente (sutura, apósitos).
Figura 3.7. Tipos de drenajes
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• En caso de existir fi jación a la piel del paciente con sutura,
vigilar la presencia de enrojecimiento o presencia de pus
en los puntos de sutura, así como dolor localizado, enroje-
cimiento e hipertermia del paciente.
• Se prestará especial atención a cambios de sensaciones en
el paciente en lo que se refi ere a la zona en donde se inserta
el sistema de drenaje.
• Se observará estrictamente material drenado, apuntando
su cantidad, su aspecto, su olor, etc.
• Cuando el personal de enfermería lo solicite se colaborará
con la retirada del mismo, que será bajo orden médica siem-
pre y cuando éste permanezca 24 horas sin débito alguno.
3.4.2. Complicaciones de los drenajes
• Infecciones locales y generalizadas.
• Úlceras por presión, provocadas por el peso del líquido dre-
nado sobre una zona concreta de la piel.
• Fístulas.
• Hemorragias.
• Obstrucción.
• Pérdida por arrancamiento.
• Hernia o eventración por el orifi cio de salida.
3.5. TÉCNICAS DE DEAMBULACIÓN
Se describen a continuación los métodos necesarios para que
los pacientes que tienen limitaciones para desplazarse por sí
solos puedan deambular, lo que potencia su fuerza física y au-
menta su percepción de independencia.
Se conseguirá mediante el uso de dispositivos de apoyo para
favorecer la deambulación del paciente como el bastón inglés,
el trípode y el andador.
3.5.1. Consideraciones previas
• Comprobar que no existen contraindicaciones médicas
para la deambulación.
• Asegurarse de que el paciente es capaz de mantener el
equilibrio.
• Valorar el dispositivo adecuado para el paciente según su
limitación.
• Asegurarse de que el calzado del paciente es adecuado:
plano, antideslizante y que sujete bien el pie.
• La ropa ha de ser cómoda y estar bien sujeta.
• Comprobar si existen riesgos en el entorno, como obstáculos
y superfi cies resbaladizas, y se dispone de sufi ciente espacio.
• Verifi car que la cama está frenada.
3.5.2. Material
• Dispositivo de ayuda para la deambulación.
• Calzado adecuado.
• Ropa cómoda.
• Soportes, si precisa, para sondas, drenajes, etc.
3.5.3. Preparación del paciente
• Comprobar la identifi cación del paciente.
• Proporcionar al paciente las prótesis y otros dispositivos que
precise: audífonos, gafas, etc., para favorecer su seguridad.
• Explicarle la técnica de deambulación con el dispositivo
elegido.
• Informarle sobre los benefi cios que le aporta caminar de
nuevo.
3.5.4. Técnica
• Indicar al paciente que se deslice hasta el borde de la cama,
en caso de que se encuentre en ésta.
• El paciente debe incorporarse, ayudándole si es preciso.
• Esperar unos instantes para que el paciente no sufra un epi-
sodio de hipotensión ortostática.
• Ayudar a ponerse el calzado adecuado.
• Decirle que apoye los pies en el suelo, manteniendo una
distancia aproximada de 15 cm entre ambos y comprobar
que es capaz de mantener el equilibrio.
• Ajustar el dispositivo de ayuda a la altura del paciente.
• La cabeza ha de mantenerse alta y erguida. La pelvis per-
manecerá alineada en la vertical de los pies, mientras que
los hombros estarán en ángulo recto.
• Advertir al paciente que mire hacia delante mientras cami-
na en vez de al suelo.
A. Técnica con un bastón inglés
Está indicada cuando el paciente tiene una pequeña limitación
funcional en uno de los dos miembros inferiores (Figura 3.9).
• Coger el bastón con la mano contraria al lado afecto.
• El bastón inglés debe permitir que el paciente adopte una
posición erguida, sin forzar la musculatura, con el codo en
un ángulo de entre 20 y 30º.
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• Colocar el dispositivo de ayuda aproximadamente 15 cm
hacia el lado externo y 15 cm por delante del pie para distri-
buir el peso entre el pie sano y el bastón.
• Descansar el peso del cuerpo sobre el pie sano y adelantar
el bastón unos 10 cm.
• Distribuir el peso entre el pie sano y el bastón desplazando
hacia delante el pie afectado hasta quedar paralelo con el
bastón.
• Mientras soporta el peso entre el bastón y el pie afectado,
adelantar el pie sano hasta colocar el talón del mismo lige-
ramente sobrepasado el bastón.
• Adelantar el pie afectado hasta la altura del sano, y volver a
repetir los pasos anteriores.
Figura 3.9. Bastón inglés
B. Técnica con dos bastones ingleses
• Marcha alterna con cuatro puntos (Figura 3.10). Se utiliza
cuando el paciente no puede sostener todo su peso sobre
las extremidades inferiores::
- Colocar al paciente con los bastones separados unos
15 cm por delante y lateral de cada pie (posición de
trípode).
- Adelantar el bastón derecho una distancia de unos
15 cm, o bien hasta que el paciente se encuentre se-
guro.
- Adelantar el pie izquierdo hasta el nivel del bastón iz-
quierdo.
- Adelantar el bastón izquierdo.
- Adelantar el pie derecho.
• Marcha en tres puntos. El paciente puede soportar el peso
sobre una pierna y sostenerlo parcialmente sobre la otra:
- Adelantar ambos bastones y la pierna más débil de for-
ma simultánea.
- Adelantar la pierna más fuerte.
• Marcha con oscilación a través de los bastones (Figura
3.11). El paciente no puede soportar el peso con las piernas
pero tiene fuerza en los brazos:
- Adelantar los dos bastones al mismo tiempo.
- Levantar el peso corporal con los brazos y balancearlo
hasta alinearlo con las muletas.
Figura 3.10. Marcha con muletas alternante de cuatro puntos
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Figura 3.11. Marcha con muletas de tres puntos
C. Técnica con andador
Está indicada en pacientes que precisan una mayor base de
apoyo que la que proporciona el bastón.
• Se sujeta el andador con ambas manos (Figura 3.12).
• Se coloca el andador a la altura adecuada.
• El puño del andador debe quedar a la altura del trocánter
mayor y el brazo fl exionado 20-30º, para favorecer que se
mantenga una correcta alineación corporal.
• Desplazar hacia delante el lado derecho del andador y el
pie izquierdo.
• Seguidamente desplazar hacia delante el lado izquierdo
del andador y el pie derecho.
• Si una pierna es más débil que la otra, se adelanta el anda-
dor y la pierna débil unos 15 cm mientras se soporta el peso
del cuerpo con la pierna sana. Seguidamente se adelanta la
pierna sana mientras se soporta el peso con la pierna débil
y ambos brazos.
3.5.5. Aspectos a tener en cuenta
• Asegurarse de que los dispositivos tienen los tacos de
goma en buen estado para evitar deslizamientos.
• Para evitar lesiones deben almohadillarse las zonas de apo-
yo de las manos.
• Advertir al paciente que mire hacia delante mientras ca-
mina y no al suelo. Cuando el paciente comienza a andar,
es fundamental vigilar y corregir, si es necesario, la posi-
ción.
• Observar cuidadosamente las reacciones del paciente
durante la técnica.
• Enseñarle cómo puede colaborar según sus posibilida-
des.
• Enseñar a los familiares de qué forma pueden colaborar en
el aprendizaje del paciente para que le ayuden y le estimu-
len.
• Es aconsejable enseñar al paciente una serie de ejercicios
antes de comenzar a utilizar los dispositivos para fortale-
cer la musculatura de los hombros y de las extremidades
superiores.
• Explicar al paciente que es posible que le lleve tiempo
aprender las técnicas.
• Tener en cuenta la importancia de moverse de forma lenta
al principio, como medida de seguridad.
• Incluir demostraciones durante la explicación.
• Interrumpir la deambulación si el paciente se marea o lo
requiere por otros motivos, sentarle o tumbarle si fuera
preciso.
• Observar que mantiene una práctica correcta de deambu-
lación con el dispositivo de apoyo.
• Valorar la evolución de la movilidad del paciente.
• Realizar la higiene de las manos.
• Registrar la actividad.
Figura 3.12. Andador
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Oposiciones de Auxiliares de Enfermería
Manual CTO
3.6. TÉCNICAS DE TRASLADO
A continuación se describen las acciones necesarias para ayu-
dar al paciente a trasladarse de la cama a la silla o viceversa, en
condiciones de seguridad y comodidad, tanto para el paciente
como para el profesional.
3.6.1. Consideraciones previas
• Comprobar que no existen contraindicaciones prescritas.
• Valorar si el estado físico del paciente permite la moviliza-
ción: temperatura elevada, dolor, alteración de la presión
arterial.
• Determinar el personal adecuado para el traslado teniendo
en cuenta las características físicas del paciente (obesidad,
disminución de la movilidad, etc.), el grado de colaboración
(agitación, miedo, desorientación, etc.) y la seguridad del
profesional.
• Será necesaria una sola persona para realizar el procedi-
miento si el paciente tiene un bajo peso, puede colaborar y
su patología lo permite.
• Será necesaria la presencia de dos o más personas y/o la
utilización de grúa de elevación, o la tabla de transferen-
cias, para realizar el procedimiento si el paciente no puede
colaborar.
• Controlar todo el equipo que se va a utilizar en lo que se
refi ere a su función y estabilidad.
• Colocar el mobiliario cercano al paciente de forma que se
facilite la realización del procedimiento.
• Adecuar el entorno para facilitar la realización de la técnica.
• Tener en cuenta que el manejo del paciente en contra de
la gravedad (acostado) requiere mayor esfuerzo, tanto del
paciente como de los profesionales. Valorarlo siempre para
elegir la técnica adecuada.
3.6.2. Material
• Pijama o camisón cómodo y amplio.
• Zapatillas, si es posible cerradas, y con suela antideslizante.
• Protector de celulosa si precisa.
• Sillón o silla de ruedas.
• Grúa de elevación eléctrica o hidráulica para movilización
de pacientes, si se precisa.
• Tabla de transferencia.
• Sábanas y almohadas.
• Elementos de seguridad y/o apoyo si fueran necesarios: an-
dador, bastones, etc.
3.6.3. Preparación del paciente
• Comprobar la identifi cación del paciente.
• Proporcionar al paciente las prótesis y ortesis que precise:
audífonos, gafas, etc., para favorecer su colaboración.
• Informar al paciente del procedimiento.
• Vestirle si es necesario, preservando su intimidad.
• Elevar la cabecera de la cama de 45 a 90º y observar la tole-
rancia del paciente.
• Si el paciente es portador de drenajes o sondas, colocarlos
adecuadamente.
• Si tiene perfusión venosa, colocar el pie del gotero en el
mismo lado por el que se le vaya a levantar.
• Si el paciente es portador de nutrición enteral, desconec-
tarla durante el procedimiento.
3.6.4. Técnica
• Valorar el número de profesionales necesarios para realizar
la técnica.
• Realizar la higiene de las manos.
• Colocar la silla lo más cerca posible de la cama, paralela a la
misma y a la altura de la cabecera.
• Frenar la cama y bajarla si es posible. Si se usa silla de rue-
das, frenarla siempre.
• Asegurarse del manejo adecuado de sondas, sueros y dre-
najes, si hubiera.
• Acomodar al paciente con almohadas si fuera necesario, y
cubrir las piernas si lo precisa.
• Si el enfermo necesita sujeción, realizarla de forma que la
presión no sea excesiva.
• Colocar el timbre al alcance del enfermo al fi nalizar la téc-
nica.
3.6.5. Paciente que precisa ayuda parcial:
de la cama al sillón
• Colocar un brazo alrededor del cuello y hombros del enfer-
mo y el otro cogiendo por debajo sus rodillas; girarle con
un movimiento fi rme, de modo que quede sentado en el
borde de la cama.
• Mantenerle al borde de la cama, mirando al frente, para que
recupere el equilibrio.
• Calzarle las zapatillas.
• Colocarse frente al paciente con los pies separados y las ro-
dillas ligeramente fl exionadas por fuera de las del paciente.
• Sujetarle pasando los antebrazos por debajo de sus axilas
y colocando ambas manos sobre la parte superior de la es-
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| Tema 3
palda, con las palmas planas, y los dedos separados y apo-
yados.
• Pedir al paciente que coloque los antebrazos sobre los
hombros de la persona que le levanta, para que le sirva de
punto de apoyo.
• Bajarle de la cama y ayudarle a girar de forma que su es-
palda quede delante del sillón o silla de ruedas, y sentarle.
• Asegurarse de que el suero, las sondas y los drenajes, si los
hubiera, quedan bien colocados y están permeables.
• Colocar el timbre al alcance del enfermo.
• El procedimiento será a la inversa cuando el traslado sea de
silla a cama.
3.6.6. Paciente que precisa ayuda total:
de la cama al sillón
• Colocar al paciente al borde de la cama por el lado que se
vaya a levantar, y elevar el cabecero de 45 a 90º.
• Una persona pasará su brazo por detrás de los hombros y
otra por debajo de las rodillas del paciente; se realizará un
giro fi rme y simultáneo para colocar al paciente sentado en
el borde de la cama, ayudándole en todo momento a man-
tener el equilibrio.
• Se situará una persona a cada lado del paciente sujetándole
por debajo de las axilas y, si es necesario, otra persona le
cogerá por debajo de las rodillas.
• Girar en un único movimiento fi rme y sentarle en el sillón.
• Acomodar al paciente con almohadas, si fuera necesario, y
cubrir las piernas si lo precisa.
• El procedimiento será a la inversa cuando el traslado sea de
la silla a la cama.
3.6.7. Técnica con grúa
A. De la cama al sillón
• Lateralizar al paciente para colocar el arnés debajo del
tronco cubriendo la mayor superfi cie corporal del paciente
(según modelos), para garantizar su estabilidad durante el
traslado.
• Introducir las patas de la grúa por debajo de la cama.
• Bajar el brazo móvil a la altura adecuada para colocar en los
ganchos los extremos del arnés, de manera que el paciente
quede paralelo al sillón.
• Elevar al paciente y vigilar posibles lesiones (golpes con el
mástil).
• Mover la grúa para colocarle sobre el sillón, adaptando
las patas (abiréndolas o cerrándolas) para facilitar el tras-
lado.
• Antes de iniciar el descenso, comprobar la correcta alinea-
ción del paciente para garantizar que quede sentado ade-
cuadamente.
• Una vez sentado el paciente, retirar el arnés comenzando
por la cara interna de los muslos, balancear ligeramente
al paciente hacia delante y tirar del arnés hacia arriba para
retirarlo. Según la patología y el estado del paciente, se
puede dejar el arnés puesto asegurando que no provoca
lesiones ni incomodidad, para facilitar el posterior traslado
a la cama.
• Acomodar al paciente con almohadas, si fuera necesario, y
cubrir las piernas si lo precisa.
B. Del sillón a la cama
• Retirar la sujeción, si la tuviera.
• Colocarse frente al paciente con los pies separados y las ro-
dillas ligeramente fl exionadas por fuera de las del paciente.
• Sujetarle pasando los antebrazos por debajo de sus axilas
y colocando ambas manos sobre la parte superior de la es-
palda, con las palmas planas, y los dedos separados y apo-
yados.
• Colocar el arnés de arriba hacia abajo, debajo del tronco,
inclinando al paciente hacia delante, y después, levantando
las piernas, introducir los extremos del arnés.
• Acercar la grúa vigilando posibles lesiones, conectar el ar-
nés a la grúa, iniciar el ascenso y el traslado hacia la cama.
• Lateralizar al paciente para retirarle el arnés.
3.6.8. Aspectos a tener en cuenta
• Observar cuidadosamente las reacciones del paciente al
cambiar de posición. Si aparece hipotensión, mareo, fatiga,
sudoración profusa, etc., volver a colocar al paciente en la
posición inicial.
• Asegurarse tanta colaboración adicional como sea necesa-
rio para realizar los movimientos de forma segura.
• Utilizar un equipo mecánico, siempre que sea posible, ya
que permite realizar el procedimiento con mayor facilidad.
• Valorar la necesidad de sujeción para evitar caídas o des-
plazamientos.
• Tener en cuenta para la movilización de los pacientes las
recomendaciones generales para la elevación de cargas.
• Explicar las técnicas de movilización al paciente y a su familia.
• Enseñarle cómo puede colaborar según sus posibilidades.
• Comprobar periódicamente la tolerancia a la sedestación.
• Comprobar que mantiene una correcta alineación corporal.
• Si el paciente tiene riesgo de desarrollar úlceras por presión,
es necesario efectuar movilizaciones cada hora; si el pacien-
te puede realizarlo autónomamente, enseñarle a movilizar-
se cada 15 minutos (cambios de postura y/o pulsiones).
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Oposiciones de Auxiliares de Enfermería
Manual CTO
BIBLIOGRAFÍA
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