Avances y Obstáculos en la Participación Política de...

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Avances y Obstáculos en la Participación Política de las Mujeres: Agendas de Género en los Partidos Políticos Xiomara Bú N° 2 Colección: Buenas Prácticas y Lecciones Aprendidas

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Avances y Obstáculos en la

Participación Política de las

Mujeres:

Agendas de Géneroen los Partidos Políticos

Xiomara Bú

N° 2

Colección: Buenas Prácticas y Lecciones Aprendidas

Avances y Obstáculos en la

Participación Política de las

Mujeres:

Agendas de Géneroen los Partidos Políticos

Xiomara Bú

© Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo,

(ASDI). Programa de Gobernabilidad. “Políticas para la Equidad de Género”.

Coordinadora Unidad de Gobernabilidad Democrática, PNUD-Honduras:Rocío Tábora.

Sistematización:Xiomara Bú

Edición General y de Estilo:Xiomara Bú y Marizela Turcios

Coordinadora de Comunicación:Cinthya Velásquez

Diseño:Focus

Diagramación:Marianela González

Impresión y Reproducción:Corporación y Publicidad Flores

Esta publicación puede ser reproducida total o parcialmente, en cualquier forma o por cualquier medio electrónico, mecánico, fotocopiado o de otro tipo, siempre y cuando se cite la fuente. Las ideas y opiniones expuestas en este documento son de exclusiva res-ponsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, la visión ni la opinión del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

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7 Siglas

9 Presentación

11 Introducción

13 Metodología Aplicada

15 Antecedentes

17 Logros en la participación política de la mujer en Honduras:

21 Los principales aportes del PNUD en el marco de la Cooperación ASDI/PNUD

25 El proceso de formulación del II PIEG como fuerte efecto sinérgico

26 El proceso de Construcción de las Agendas de Género de los Partidos Políticos, la Agenda Inter-partidaria y su plan operativo

37 Análisis de las dificultades de la implementación de las agendas en base a entrevistas individuales

41 Reflexiones Finales

44 Conclusiones

45 Recomendaciones Generales

Índice

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47 Recomendaciones específicas a los ejes de la Agenda Inter partidaria

50 Actoras/actores claves en la consulta para la construcción del Proceso de Elaboración de Agendas de Género en los Partidos Políticos, en el marco del Programa de Gobernabilidad

51 Bibliografía

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Siglas

ANAMMH: Alianza Nacional de Mujeres Municipalistas de Hondu-ras.

ASDI: Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

CIM: Comisión Interamericana de Mujeres.DC: Partido Democracia Cristiana.FAFH: Federación de Asociaciones Femeninas de Honduras.INAM: Instituto Nacional de la Mujer.PL: Partido Liberal de Honduras.PN: Partido Nacional de Honduras.PINU: Partido Innovación y Unidad.PEG: Política de Equidad de Género.II PIEG: Segundo Plan de Igualdad y Equidad de Género.PNUD: Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo.SPF: Sociedad Femenina Panamericana.UD: Partido Unificación Democrática.

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Presentación

Esta colección de cuadernos sistematiza las buenas prácticas y lecciones aprendidas en el marco del Programa de Gobernabilidad ASDI/PNUD desarrollado durante más de una década. El interés principal de este programa es que los y las hondureñas avancen en el ejercicio de sus derechos y deberes en un Estado democráti-co capaz de implementar políticas y acciones para la participación ciudadana, la igualdad, la equidad de género, la modernización del Estado, descentralización, seguridad ciudadana, protección de los derechos humanos, justicia y cohesión social.

El público lector, a lo largo de esta colección de documentos, po-drá conocer el impacto y trascendencia del modelo de cooperación ASDI/PNUD en Honduras; la modalidad, método de operación, pro-yectos y sub proyectos desarrollados, actores/as claves involucra-dos/as y logros alcanzados en tres áreas prioritarias: Gobernabili-dad Democrática, Seguridad y Derechos Humanos y Género.

A partir de la experiencia y lecciones aprendidas con el Modelo de Cooperación ASDI/PNUD, se ha concebido la construcción de un modelo ideal para iniciar nuevas cooperaciones, y garantizar la sos-tenibilidad de lo logrado a la fecha en materia de gobernabilidad democrática.

Las lecciones aprendidas y los retos identificados en este proceso orientan hacia nuevas estrategias de apoyo a la Gobernabilidad, que conducen a la profundización democrática y el fortalecimiento del sistema de representación política, articulados con formas de participación de la ciudadanía para la transformación democrática del país.

A lo largo de estos años son muchas las personas que han aporta-do en este proceso, con aciertos y errores, avances y retrocesos, pero siempre con la convicción y compromiso con el fortalecimiento de una democracia de ciudadanía que posibilite la reducción de la

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pobreza, el logro de los Objetivos del Milenio, y una convivencia en paz con pleno goce de los derechos humanos.

Para el futuro, debemos pensar estrategias de apoyo a la goberna-bilidad de Honduras que favorezcan nuevos tiempos, de consen-sos, de construcción de mayorías plurales para gobernar y para transformar el país, con plena consciencia que ello implica cambios en la cultura política y un trabajo sostenido con varias generaciones.

Agradecemos profundamente al Pueblo y Gobierno Sueco, por el apoyo brindado a través de la Agencia Sueca de Cooperación In-ternacional para el Desarrollo (ASDI), particularmente por toda la confianza depositada en Honduras y el PNUD durante estos años. También a la Coordinadora de la Unidad de Gobernabilidad Demo-crática Msc. Rocío Tábora y su equipo, por la conducción y com-promiso en la implementación de este complejo programa en el marco de los principios y valores del Sistema de Naciones Unidas.

Jose EgurenOficial a cargo PNUD Honduras

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Introducción

Esta experiencia se originó como parte del proyecto “Promoción de la Planificación Estratégica para la Equidad de Género y la Partici-pación Ciudadana”, cuyo objetivo es:

Promover una democracia firme y estable a la po-blación tradicionalmente excluida, mujeres y jóve-nes, para que tengan la oportunidad de participar en el proceso democrático y alentar la expresión de sus ideas, visión y mejorar su capacidad de vida.

El público lector, a lo largo del documento podrá conocer los resul-tados de la sistematización e identificar los factores que facilitaron la formulación de las agendas en cada uno de los partidos políticos, así como el consenso que llevó a construir la agenda inter-partidaria y su plan operativo, el rol que jugaron el Instituto Nacional de la Mu-jer (INAM), las mujeres líderes de cada uno de los partidos políticos, las organizaciones de la sociedad civil, el movimiento feminista y los organismos de la cooperación que conjuntamente con el PNUD, articularon y armonizaron sus contribuciones a fin de concretizar lo establecido en el Convenio de Cooperación ASDI / PNUD.

El contexto histórico, en que se desarrolla el proceso de construc-ción de las agendas de género permitirá a las y los lectores, tomar conciencia del debate que se estaba generando a las puertas del proceso electoral que se avizoraba en noviembre del 2009. De igual manera tendrán los elementos para comprender cómo los aconte-cimientos del 28 de junio, repercutieron en el paso que se estaba desarrollando por las mujeres líderes de los partidos políticos así como en la formulación del II Plan de Igualdad y Equidad de Géne-ro, PIEG 2010-2022, bajo la responsabilidad del INAM. Sin embar-go, el Golpe de Estado puso en evidencia la fragilidad del sistema democrático y paralizó la iniciativa asumida; de tal manera que en

El documento “Avances y Obstáculos en la Participación Política de las Mujeres: Agendas de Género en los Partidos Políticos”, forma parte de la colección de experiencias exitosas ejecutadas en el marco del Programa de Gobernabilidad ASDI/PNUD.

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el proceso electoral de noviembre del 2009 las acciones plasmadas en las agendas y las expectativas, así como el número de escaños a ser ocupados por las mujeres, tanto en el ámbito local como en el nivel central no llegaron a concretizarse.

El balance crítico que se realiza en el documento permite reconstruir la memoria histórica, replantear estrategias y señalar los retos pen-dientes. El contexto político actual urge de un proceso de incidencia política y de iniciar nuevas relaciones de cooperación con países do-nantes, que permita a las mujeres líderes de los partidos continuar con las tareas pendientes entre ellas: la reforma a los estatutos de sus respectivos partidos, vigilancia y cumplimiento del II PIEG, cons-trucción de un liderazgo intergeneracional donde las y los jóvenes sean incluidas/os como sujetos políticos, a fin de alcanzar la demo-cracia firme y estable para una buena gobernanza.

La ciudadanía, la sociedad civil, el gobierno y las nuevas coopera-ciones que se inicien, deberán abonar sus mejores esfuerzos para que los logros de la cooperación ASDI/PNUD sean sostenibles y se llegue alcanzar el objetivo deseable.

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Reconstrucción del Proceso

El proceso de sistematización, parte de la reconstrucción histórica de la elaboración de las agendas de género de cada uno de los partidos políticos, teniendo en cuenta los avances que las mujeres habían logrado antes de insertarse en el proyecto que el PNUD im-pulsó a través del fortalecimiento del Instituto Nacional de la Mujer (INAM).

La reconstrucción histórica, da cuenta de los logros alcanzados por las mujeres antes del 28 de junio, momento en el cual el país entra en crisis y la democracia que se pretendía consolidar se ve erosio-nada, así como resquebrajados los niveles de gobernabilidad y el surgimiento de una polarización de la ciudadanía. Polarización que no mermó con la realización del proceso electoral, sino todo lo con-trario, permeó las estructuras partidarias y la conciencia ciudadana.

Las mujeres políticas que se inscribieron en el reto de construir sus propias agendas y planes operativos; de consensuar al interior de sus partidos, medidas y acciones orientadas a incrementar la cantidad y calidad de su participación, se encontraron con esquemas político partidarios patriarcales que por una parte les daba la bienvenida a los nichos de poder, pero que a la par les generaba los obstáculos para transitar al espacio público del ejercicio del poder. Hecho que se evidenció en el proceso electoral (noviembre 2009), donde las ex-pectativas de incrementar su participación política, aspirando a 364 cargos populares, no tuvieron los resultados esperados.

La metodología aplicada tiene las siguientes fases:

a) Recolección y revisión de la documentación exis-tente.

Metodología Aplicada

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b) Elaboración de los instrumentos metodológicos requeridos a lo largo del proceso.

c) Realización de entrevistas a las mujeres partici-pantes en elaboración de las agendas y los pla-nes, sea en su rol de proporcionar asistencia téc-nica, así como en el rol de tomadoras de decisión.

d) Realización de un conversatorio con las y los infor-mantes claves de los partidos políticos que fueron participes en la construcción de las agendas.

e) Análisis sobre la información recolectada.

f) Explicación e interpretación para arribar a las conclusiones y recomendaciones.

Para conocer cuáles fueron las expectativas que tenían las mujeres de cada uno de los partidos políticos, sobre la construcción y revi-sión de las agendas de género se utilizó el abordaje individual que se complementó con un conversatorio en un espacio de libertad y sin metodología cerrada, lo que propicio la reconstrucción de la memoria colectiva.

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Antecedentes 1

Contexto Político e Institucional del Proceso de construcción de las Agendas, Planes de Género y el II Plan de Igualdad de Oportunidades PIEG 2010.

“Las actividades que se desarrollan en el espacio público suponen reconocimiento, y éste está íntimamente relacionado con lo que se llama poder. El poder tiene que ser repartido, ha de constituir un pacto, un sistema de relaciones de poder, una red de distribución. Donde quiera que haya poder tiene que haber un sistema de pac-tos, un sistema de difusión dinámica de ese poder”. Amoros, Celia: Mujer, feminismo; igualdad y diferencia.

El debate sobre la participación política de las mujeres en los espa-cios de poder a través de las agendas de género y exigencias de las cuotas de representación, a fin de concretizar sus derechos como sujetas políticas, sigue siendo un debate actual para alcanzar el ejer-cicio de la ciudadanía activa y global de las mujeres en nuestro país.

El poder político y la representación de las mujeres continúa siendo deficitario; la paridad entre los hombres y las mujeres es una realidad progresiva, tal como lo reflejan los informes de desarrollo humano, o bien a través de las evaluaciones no sólo en Honduras sino en América Latina, donde se muestran los avances en materia de marcos legales a favor de la igualdad, de la participación política de las mujeres y de la equidad de género, así como en materia educativa. En el presente siglo en casi todos los campos y en puestos de toma de decisión, y en el ámbito empresarial las mujeres están ganando espacios, sin embargo existe “un techo de hierro” en el cual las mujeres no logran avanzar, y esto se evidencia en el tema de la participación política partidaria.

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En el ámbito de la crisis de los partidos políticos, no solo de Hondu-ras sino en muchos países de América Latina, se hace vital la urgen-te transformación de sus estructuras; ello lleva implícito la apuesta por la inclusión de la participación política de las mujeres, equidad en su representación y el acceso a igualdad de oportunidades.

Honduras asistió a este proceso con la participación de las mujeres políticas de los partidos a la fecha existentes, apoyadas por dos proyectos del PNUD. Esto permitió articular el proceso de moder-nización de los partidos políticos, la transversalización del enfoque de género y con ello el fortalecimiento de las capacidades de las mujeres participantes en la incidencia política y en los procesos de negociación y resolución de conflictos; con el fin de incrementar la cuota de representación política de las mismas y paralelamente la transformación de las estructuras de sus propios partidos.

Esta tarea se reforzó a través de los debates para obtener un con-senso básico que permitiera la construcción de una agenda mínima interpartidaria, así como la participación en la formulación de un segundo Plan de Igualdad de Oportunidades, a través de los ejes programáticos de la política.

En otras palabras, estaban abiertos varios espacios de formación y discusión para la equidad de género, con el INAM, con los partidos, con la sociedad civil, con el Movimiento de Mujeres que proveyeron de un marco sinérgico para la formulación de las agendas y los pla-nes de género.

En el presente siglo fortalecer el liderazgo y la participación activa de las mujeres en el ámbito público, mediante el reconocimiento y la legitima-ción de su ciudadanía diferenciada, sigue siendo un reto con sentido de urgencia.

El contexto político que se ha venido desarrollando en el país, muestra altos y bajos en la inclusión de la participación política de las mujeres. Al siglo XXI, no se ha logrado pasar de las declaraciones formales sobre equidad de género y mucho menos se ha alcanzado la trans-formación de las estructuras partidarias que permitan la inclusión de las agendas de género.

Los avances que hasta la fecha se tienen han sido posibles por la lucha reivindicativa de los movimientos de mujeres, entre los años setentas y ochentas y su incidencia en los tomadores de decisión. Lo mismo pue-de decirse de la apertura de espacios e instituciones como en el caso particular del Instituto Nacional de la Mujer (INAM), que ha logrado ins-titucionalizar progresivamente el enfoque de género en su mandato.

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• La mayoría de los grupos organizados surgen como enlaces de organizaciones internacionales pro-sufragistas como la Comi-sión Interamericana de Mujeres (CIM) y la Sociedad Femenina Panamericana (SFP) organizada en 1946.

• Creación del Comité Femenino Hondureño ligado a la Comi-sión Interamericana de Mujeres, con la finalidad de luchar para la obtención de los derechos políticos de las mujeres en 1947.

• Petición del Comité Femenino Hondureño al Congreso Nacio-nal, para que este organismo instituya los derechos políticos de la mujer en 1948.

• Organización de la Federación de Asociaciones Femeninas de Honduras (FAFH), enfocada hacia el logro de los derechos ci-viles y políticos de las mujeres en 1951.

• Participación política de las mujeres incrementada desde el acceso al sufragio en 1954, cuando se les reconocieron sus derechos políticos, y se emitió el decreto legislativo número

Logros en la participación política de

la mujer en Honduras:2

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30 del 26 de enero de ese año, durante el gobierno de Juan Manuel Gálvez, año en el cual aparecen varias mujeres como aspirantes a regidoras y a otros cargos de elección popular.

• Participación, por primera vez, de las mujeres en el ejercicio del sufragio en el año de 1956. Es importante resaltar que a partir de este año se incrementa la participación de las muje-res en el ámbito político-social. No obstante, es hasta el año 1965 que se da el nombramiento de la primera ministra para la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social. De este año a la actualidad han sido nombradas para el cargo de ministras a 15 mujeres en 9 periodos electorales, frente a más de 90 ministros en los mismos periodos.

• “Entre 1957 hasta 2005 han habido 91 mujeres diputadas pro-pietarias frente a 941 hombres diputados. En este contexto se crea la Comisión de la Mujer en el Congreso Nacional en marzo de 1991.”1

• Durante el periodo del 1994-1997, bajo el gobierno presidido por el Dr. Carlos Roberto Reina, se dan luchas que se inscri-ben en un contexto regional y global de reivindicación de los derechos de las mujeres. Estos procesos se llevan a cabo en la arena de Naciones Unidas, durante varias décadas, lo que permite avanzar en la formulación y aprobación de marcos le-gales y de políticas públicas a nivel internacional en materia de igualdad y equidad de género. De esta manera, los gobiernos adoptan y se comprometen con las Convenciones de Dere-chos Humanos de las Mujeres y, especialmente, con las agen-das emanadas de las Conferencias Internacionales de El Cairo sobre Población y Desarrollo, la Plataforma de Acción Mundial de Beijing y los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En 1997 se presenta la primera mujer como candidata a la presidencia de la República por el Partido Nacional: profesora Nora de Melgar.

• Creación del Instituto Nacional de la Mujer (INAM), en un es-fuerzo conjunto entre organizaciones feministas y de mujeres con el gobierno. Se creó como ente rector y normador de las políticas públicas de género en el país, función que ha sido desempeñada de forma coordinada con las Secretarías de Es-tado en 1998. En el marco del cumplimiento de este rol, se ini-cia la formulación e institucionalización de políticas de Estado con enfoque de género.

• Origen de la Alianza Nacional de Mujeres Municipalistas de Honduras (ANAMMH), como resultado de la Asociación de Alcaldesas de Honduras creada en 1999. Originalmente la membrecía era exclusiva para alcaldesas electas, sin embargo

1 Plan de Igualdad y Equidad de Género de Honduras (PIEG).

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posteriormente al 18 de febrero 2000, se amplía a funcionarias municipales y regidoras. El mayor avance se produjo en el año 2000, cuando se aprobó la Ley de Igualdad de Oportunidades (decreto número 34-2000). También las diversas organizacio-nes feministas y de mujeres realizaron la primera marcha mun-dial de las mujeres en 16 de los 18 departamentos.

• En el 2001, se organiza el “Foro de Mujeres Políticas para la integración Centroamericana, capítulo Honduras”. El foro tiene como objetivo presentar problemáticas como la feminización de la pobreza y organización de las mujeres en el área de in-tegración centroamericana. El mismo año se crea la comisión inter-institucional para el seguimiento de la Ley contra la Vio-lencia Doméstica.

• En el 2002, se promulgó la Política Nacional de la Mujer: Pri-mer Plan de Igualdad de Oportunidades 2002-2007, mediante decreto ejecutivo 015-2002, cumpliéndose de esa manera con la promesa de campaña electoral del 2001.

• En el 2004, de manera coordinada con el Instituto Nacional de la Mujer, surge la Asociación de Mujeres Políticas de Hondu-ras. Esta nace como “la concertación de voluntades de mu-jeres de los diferentes partidos políticos de Honduras cons-cientes de los problemas que atraviesa el género femenino en el ámbito político, cultural, económico y social” y se presenta nuevamente una mujer como candidata a la presidencia de la República en las elecciones internas del Partido Liberal, Ga-briela Núñez. En el mismo año se dio una reforma a la Ley Electoral, en la que se fijó un mínimo de participación de la mujer de un 30%, en la elección de cargos directivos de los partidos políticos, integrantes titulares y suplentes del Congre-so Legislativo, gobiernos municipales y el parlamento Centro Americano.

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Tasas de participación política En cuanto a participación política electoral, a par-

tir del año 2000 aumentó el porcentaje de mujeres que accedieron a cargos de elección popular y lograron un mayor liderazgo dentro de las Organi-zaciones Políticas. De igual manera, se incremen-tó el número de mujeres que participaron como delegadas y observadoras en las elecciones 2006-2010. En promedio, según datos propor-cionados por el Informe de Desarrollo Humano 2006, las Organizaciones Políticas presentaron un 26.1% de candidatas a diputadas, ganando 32 de las 128 diputaciones, lo que significa un incremento del 18% de mujeres en el Congreso Nacional, en comparación con las elecciones del 2001. En el 2006, 24.2% de los Diputados son mujeres y siete de los trece miembros de la di-rectiva de la Asamblea Legislativa. (PNUD, 2006). Para el período 2010-2014 existen 25 diputadas propietarias, lo que equivale al 19.63%, mientras que las diputadas suplentes representan un por-centaje más alto 37.8%.

En la legislatura 2006-2009, la representación de las mujeres fue del 24.22% a nivel de propietarias y en las elecciones del 2009, bajó la participación al 19.63%, registrándose un retroceso de 4.59%, sumado a más de 50 candidaturas de mujeres que renunciaron a sus postulaciones porque con-sideraron que el proceso electoral no garantizaba transparencia. En las elecciones del 2001 y del 2005, la mayoría del electorado fueron mujeres, según datos del Tribunal Supremo Electoral. En este mismo periodo se registró un aumento sus-tantivo de la participación de las mujeres en la población electoral de 1,732.841 a 2,016.088. Asimismo, desde 1981 a 2005, solo 84 mujeres fueron electas diputadas propietarias frente a 772 diputados propietarios. A nivel de diputados su-plentes se eligieron a 730 hombres y a 126 muje-res. (INAM, 2008). PIEG II, Pág.44.

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Los principales aportes del PNUD en el marco de la

Cooperación ASDI/PNUD3

El Programa de Gobernabilidad del PNUD implementó en los años 2007 al 2009, los proyectos: Apoyo a los Partidos Políticos y For-talecimiento del INAM; logrando los siguientes resultados:

a) Evaluación de la Política Nacional de la Mujer: Pri-mer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades 2002/2007.

b) Capacitadas mujeres líderes de los cinco partidos políticos sobre herramientas para la participación eficaz de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y de campaña política.

c) Revisión participativa de las políticas de género de los cinco partidos.

d) Formulación de una agenda interpartidaria y de una agenda de género para cada partido, con sus respectivos planes operativos anuales (2009) y con una adecuada vinculación a los planes de modernización y el II PIEG.

Adicionalmente, en el periodo 2009-2010 se implementó el pro-yecto Promoción de la Planificación Estratégica para la Equidad de Género y la Participación Ciudadana de las Mujeres con tres componentes, entre ellos el abordaje a mujeres líderes a fin de que cuenten con mayores capacidades para la incidencia en las agen-das y debates estratégicos territoriales, logrando la inclusión del enfoque de género.

En dicho contexto se inscribe la promoción de la participación política de las mujeres y la inclusión del enfoque de equidad, en las estructu-ras y practicas partidarias de los cinco partidos, con la participación de los contactos de género y representantes del Instituto Nacional de

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la Mujer y del PNUD. El objetivo establecido fue el de “contribuir al fortalecimiento de capacidades institucionales de las organizaciones políticas y de sus autoridades, lideres y lideresas sobre el enfoque de equidad de género, a fin de lograr una adecuada implementación de dicho enfoque y la correcta aplicación de la Ley Electoral y de Organi-zaciones Políticas, en lo que respecta a la igualdad de oportunidades políticas para las mujeres, a través de la adopción de estrategias, mecanismos y herramientas que promuevan y fortalezcan la partici-pación social y política de las mujeres”.

Asistencia Técnica brindada por PNUD:

• El apoyo técnico de PNUD fue clave para construir una agenda interpartidaria, especialmente porque la asistencia técnica se inscribía en el marco de una estrategia general del área de gobernabilidad y se enmarcaba en los siguientes componentes: I) El apoyo al II PIEG, lo cual posibilitó un fuerte so-porte sinérgico. II) El trabajo con las comisiones políticas de los partidos, el que buscó articular el trabajo específico con las mujeres. III) El apoyo al Tribunal Supremo Electoral (TSE), donde se arti-cularon dos aspectos fundamentales: el análisis de participación política y el proceso de creación de la unidad de género.

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• En relación a la asistencia técnica brindada a los partidos políticos para la formulación de los Pla-nes Operativos, no obstante a que la misma es valorada por las personas participantes, esta sis-tematización encontró que los tiempos, formas y enfoques utilizados por la consultora2 del PNUD: I) Generalizó los planes para todos los partidos y dejó por fuera los problemas y enfoques indi-viduales que desde la mirada de las mujeres de cada uno de los partidos, estos venían desarro-llando. Dicha generalización se da a raíz de un en-foque metodológico y conceptual que no facilitó retomar la historicidad de reflexión de cada parti-do, pues el proceso generalizó un solo patrón de planificación. II) La asistencia técnica al estar su-jeta a los tiempos de una consultoría externa no permitió acompañar a los partidos y a las mujeres especialmente en los tiempos y ritmos requeridos por ellas. III) El enfoque instrumental y adaptación de herramientas hechas por la consultora, no permitió un diálogo más profundo y un abordaje integral con enfoque de género, particularmente en el tema de medios de comunicación y su apro-vechamiento.

• Las participantes expresan que la mayor proble-mática se observa a la hora de implementar los planes y darles seguimiento.

2 Si bien es cierto el proceso desarrollado por la consultoría, marcó las debi-lidades partidarias al punto de valorar cuantitativamente los avances de los partidos, esta calificación es producto de las percepciones y carece de un análisis que dé cuenta de la causa estructural que subyace en la base. Las agendas de cada uno de los Partidos Políticos, tienden a tener una apro-piación de su problemática más de carácter epidérmico. Por consiguiente la construcción de las agendas partidarias así como la interpartidaria fue un paso necesario pero insuficiente. La falta de priorización de los ejes y la estrategia planteada en el afán de homogenizar la agenda partidaria las posicionó insuficientemente en el uso de herramientas instrumentales y procedimientos, para dirigir las acciones de incidencia política en sus propios partidos y tomadores de decisión (varones), proceso que a raíz del 28 de junio queda completamente paralizado.

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• Las participantes sienten que al interior de sus partidos existe una resistencia no expresada ver-balmente, pero percibida en las acciones.

• La previa historia de la elaboración de las agen-das de género de cada uno de los partidos políti-cos y los avances que las mujeres habían logrado antes de insertarse en el proyecto de PNUD, per-mitieron articular el apoyo al proceso de moderni-zación de los partidos.

• Fue necesario generar un proceso de sensibiliza-ción dentro de los Partidos Políticos y en las So-ciedad Civil con el afán de obtener un alineamiento estratégico y posicionar a las mujeres en una le-gítima representatividad, no obstante aun existen retos importantes en este mismo ámbito, pues los hombres aun no se han apropiado de la verdadera dimensión del enfoque de género.

• Hay problemas de sensibilización, donde los hombres no entienden o reprochan la atención a las mujeres con capacitaciones y talleres especí-ficos y especializados.

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El proceso de formulación del II PIEG como fuerte

efecto sinérgico4

Antes del 28 de junio de 2009, el INAM y las mujeres de los parti-dos políticos, habían realizado gestiones y acciones de incidencia política con el propósito de lograr la aprobación del II PIEG, y lograr que los tomadores de decisión se sensibilizaran y progresivamen-te permitiesen cambios estructurales al interior de los partidos. A pesar de todas las dificultades que las mujeres enfrentaban, desde sus mismos partidos se había logrado:

• Posicionar ante las autoridades de los partidos políticos el tema de equidad e igualdad de género y las respectivas agendas; no obstante la aproba-ción del II PIEG no se logró sino hasta el presente año 2010.

• Elaborar la agenda de género interpartidaria, bajo la estructura de nueve ejes estratégicos incluyen-do la vinculación con el II PIEG.

• Labor de incidencia y cabildeo de las mujeres de los partidos políticos para obtener presupuesto y ejecutar sus planes.

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El proceso de Construcciónde las Agendas de Género

de los Partidos Políticos,la Agenda Inter-partidaria

y su plan operativo

Descripción de la Asistencia Técnica brindada

Previo a la inserción del Proyecto del PNUD, las mujeres de los cin-co partidos políticos tuvieron un proceso de capacitación política por parte de la Fundación Ebert (desde el 2006 incluyendo 2008), y del Centro de Derechos de la Mujer (CDM) logrando avances en sus agendas de género.

El trabajo de las agendas de género de los partidos políticos, se vincula a la intervención que se desarrolla con la implementación de los planes de modernización tendientes a promover partidos demo-cráticos, representativos e incluyentes.

El proceso fue contextualizado en el marco de la crisis que sufren los partidos políticos, la baja credibilidad, la debilidad institucional y el incremento a la incertidumbre que podría conducir a retrocesos frente a los logros que a la fecha han tenido las mujeres políticas en Honduras, por consiguiente se volvió de naturaleza impostergable generar un proceso de sensibilización dentro de los Partidos Polí-ticos y en la Sociedad Civil con el afán de obtener un alineamiento estratégico y posicionar las mujeres en una legitima representati-vidad.

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“En el 2008 se hicieron varios talleres solo para mujeres, después se fueron incorporando varo-nes hasta abrir espacios conjuntos de trabajo, como talleres específicos de masculinidad”. “Los últimos cuatro meses hicimos varias reuniones, por ejemplo cuando vino la directora del PNUD a nivel regional de América Latina, tuvo reuniones con políticos de altos niveles, y allí se exigía que estuvieran un hombre y una representante mujer para tener la oportunidad de discutir diversos te-mas, no solo de liderazgo femenino sino también de reformas políticas, o de asuntos claves, tra-tando de alcanzar una condición menos discrimi-nativa respecto a los hombres” Antonella Spada, Oficial de Programa. PNUD.

En la conducción del proceso de evaluación de las agendas de género de los Partidos Políticos de Honduras, se implementaron diferentes abordajes metodológicos, siendo relevante la apropia-ción del instrumento diseñado por la CEPAL para evaluar “la Trans-formación productiva: 20 años después: viejos problemas, nuevas oportunidades”3

Los criterios para la evaluación de las agendas de género en los partidos políticos fueron los siguientes:

a) El marco legal internacional.

b) El marco constitucional.

3 El Instrumento fue adaptado a la necesidad de evaluar el grado de presencia del factor éxito en el proceso concertado para el desarrollo, con el propósito de propiciar una reflexión estructurada en torno a un tema que conlleva complejidad. De esa metodología se aplicó un test con treinta y cinco preguntas y se utilizo la escala de 1 a 10, donde el número 1 es el menor grado de presencia y el 10 el máximo, para medir las percepciones que las participantes tenían sobre la situación actual de Honduras en dicha materia. Dichas percepciones se analiza-ron tomando en cuenta cuatro escenarios: Realización, Organización, Violencia y Parálisis. Para la evaluación de la calidad de los acuerdos políticos se proporcionó un cuestionario para conocer la percepción de los y las participantes. Y en relación a las agendas de género de cada partido político se utilizó un nuevo instrumento metodológico que tomó en cuenta las categorías previstas en el PIEG.

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c) El marco electoral y de las organizaciones políti-cas.

d) Las políticas de equidad de género de los parti-dos políticos.

e) La evaluación de la Política Nacional de la Mujer: Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunida-des 2002/2007

Los resultados anteriores fueron discutidos en plenarias llegando a consensuar la necesidad de construir una agenda interpartidaria.

La Percepción de las Participantes sobre el Proceso de Construcción de las Agendas y los Planes Operativos

En las percepciones de las líderes de los partidos políticos sobre el proceso de formulación en implementación de Políticas y Planes de Equidad se puede observar cierta consonancia y afinidad en el camino y los procesos tomados para alcanzar la meta de aumentar la participación política de la mujer. Para poder analizar las percep-ciones de las lideres políticas, se ha dividido la línea de tiempo en cinco etapas, cada una marcando un momento importante en el desarrollo de las políticas de género desde su inicio y/o momentos de importancia política en el país, llegando hasta la actualidad y en los planes a futuro. A continuación se detallan estas cinco etapas, donde los partidos coinciden y se diferencian:

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1. Trabajo inicial en el diseño de las agendas.

Es la etapa de inicio donde hay reuniones dentro de cada par-tido y se comienza a trabajar con otras organizaciones. Se rea-liza actividad interpartidaria.

2. Asistencia técnica de PNUD para la revisión de las agendas y elaboración de planes operativos.

Las políticas pasan a ser planes operativos. Se hacen los análi-sis de partido y se avanza en una agenda interpartidaria. Llega la hora de implementar los planes y darles seguimiento.

3. Agendas más Golpe de Estado/Sucesión.

El Golpe de Estado afecta de forma distinta a cada partido. En este tiempo se pierde el trabajo en el enfoque de género en cada partido político. Se detienen la mayoría de actividades relacionadas con el tema. Uno de los partidos más afectados por este evento es el PINU. Sus esfuerzos se trasladan a la po-sibilidad de conducta para instalar una asamblea y a la lucha contra el Golpe de Estado. El debate se centra en la participa-ción o no en planillas de las elecciones ya programadas por el gobierno de turno.

4. Agendas más Proceso Electoral 2009.

Resaltan los problemas que todavía existen en la implementa-ción de los planes operativos de equidad. Se hacen obvias las molestias por parte de los líderes de los partidos políticos. Hay falta de financiamiento para las candidaturas de las mujeres; poca solidaridad de género y en el caso del Partido Liberal una preocupación por la forma en que son escogidas las mujeres aspirantes a ser electas. En el PINU hay una reducción en las cuotas de las planillas por el llamado a no participar en el pro-ceso electoral que hace “la Resistencia”.

5. Presente/Futuro.

En la actualidad se reconoce que falta un largo camino que re-correr, sobre todo, para transformar las estructuras partidarias; que existe debilidad en el Tribunal Supremo Electoral, que no vela por la igualdad de género ni por el cumplimiento de los requisitos según la ley. Se precisa trabajar en las reformas a la Ley Electoral y retomar la idea de una oficina y organización a nivel interpartidario.

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PercePciones en común de las líderes de cada Partido Político,sobre el Proceso de formulación e imPlementación

de Políticas y Planes de equidad.

Descripción del Proceso

PERCEPCIONES

Trabajo interno inicial en la elaboración de agendas de género.

• Conformamos como grupo al interior de nuestro partido.

• Elaboramos un plan de incidencia. • Incursionamos en ese espacio. • Aprovechamos el proceso de modernización.

Asistencia técnica PNUD para la revisión de las agendas y elaboración de los planes.

• Hubo aprendizaje básico sobre como hablar en público y enfrentarse a los medios socia-les de comunicación (escenarios desconoci-dos).

• Realizamos el diagnóstico de género de nuestro partido.

• Tomamos conciencia de lo mal que estába-mos.

• Elaboramos el plan de equidad e intentamos implementarlo.

• Continuamos desarrollando nuestras agen-das.

• Desarrollamos un trabajo a nivel nacional con las mujeres (disponibilidad de recursos).

• Avanzamos en una agenda interpartidaria.

Agendas más Golpe de Estado/Sucesión.

• Un momento muy difícil.

Agendas más Proceso Electoral 2009.

• Enfrentamos nuestras autoridades. (Guerra increíble, correligionarios machistas).

• Verbalmente nos apoyaban, pero luego nos desautorizaban.

• Autoridades del partido se sintieron amena-zadas, pensaron que estábamos organizan-do otro partido.

• Las bases no se opusieron tanto. • Nos dicen que somos “peleonas”.

Presente/ Futuro • Hemos avanzado, estamos más posiciona-das.

• Falta un largo camino sobre todo en las estructuras partidarias.

• Gran debilidad en el tribunal electoral que no vela por la igualdad de género ni por el cumplimiento de requisitos según la ley.

• Hemos crecido en conocimiento y estrategia (menos confrontativas).

• Es una prioridad que se apruebe la política de género en la convención (llevamos 3 años).

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Presente/ Futuro • Más capacitación. • Trabajar en las reformas electorales. • Avanzar en la organización multipartidaria

con la Comisionada de Asuntos de la Mujer tomando como base el grupo interpartidario que trabajó con PNUD.

• Estamos reuniéndonos con los magistrados sobre temas de las reformas, quienes toman nuestro trabajo como si fuera de ellos (men-cionado como critica).

• No podemos irnos solo con la agenda de gé-nero. No podemos hacer solas (cada quien con su partido) las reformas electorales.

• Necesitamos tener un grupo interpartidario que ayude a reforzar las leyes en el tribunal electoral.

• Necesitamos tener un grupo inter-partidario que vele por la aplicación de la ley, principal-mente cuando se eligen las comisiones de cada partido por los movimientos internos durante las elecciones primarias.

• Trabajar la autoestima de la mujer. • Trabajar la masculinidad. • Ganarnos los medios de comunicación. • Cuidar la aplicación de la ley electoral y el

financiamiento.

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Agenda Interpartidaria

Las Políticas de Equidad de Género de los diferentes partidos políti-cos se centran en su mayoría en los mismos temas: disminución de la discriminación de la mujer, campañas y planes de capacitación política, social, y cultural tanto para hombres como mujeres, orga-nización de las mujeres dentro del partido, y la creación de órganos reguladores (Comité de la Mujer, Secretaría de Equidad de Género, Comisión de Equidad de Género).

El trabajo realizado por las mujeres líderes políticas a lo largo de todo el proceso de revisión y formulación de sus agendas de géne-ro, posibilitó un nivel de convergencia entre las mujeres de los dife-rentes partidos políticos, que llevó a la construcción de la Agenda Interpartidaria. Los temas más relevantes en la convergencia fueron los siguientes:

• Estructuras tradicionales de los partidos políticos y de las organizaciones gubernamentales.

• Distribución de responsabilidad y ejercicio del poder en torno a la familia y crianza de hijos e hijas.

• Costos para aspirar a un cargo público.

• Escasez de tiempo para capacitarse en la toma de decisiones para ejecutar agendas del desarro-llo.

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El nivel de consenso permitió definir el ¿para qué? de una Agenda Interpartidaria y en qué contribuirían a superar los obstáculos que enfrentan las mujeres en el ámbito de la participación política.

La agenda política interpartidaria de las mujeres contribuirá a:

• Fortalecer la democracia y representatividad, como mecanismo para la consolidación del esta-do de derecho en Honduras, basado en la justicia, la libertad y la equidad entre hombres y mujeres.

• Transformar las relaciones de poder entre muje-res y hombres al interior y fuera de los partidos, al habilitarlas para participar en la toma de decisio-nes partidarias y públicas.

• Eliminar toda forma de marginación y discrimina-ción que impida que la mujer tenga una mayor participación numérica en la vida política del par-tido y del país, pues cualquier desigualdad social o discriminatoria se considera atentatoria de la dignidad humana y será motivo de lucha.

• Propiciar la realización de alianzas estratégicas con las mujeres de todos los partidos políticos para asegurar el cumplimiento de la ley.

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• Garantizar una mayor participación del liderazgo femenino en el trabajo de posicionamiento en las actividades estratégicas y operativas de cada partido.

• Desarrollar conciencia ciudadana acerca de la importancia de la participación plena de la mujer, para el desarrollo del proceso de transformación de la sociedad a la que aspiramos.

• Disponer del apoyo especializado profesional y tecnológico para la investigación y desarrollo del contenido de la agenda.

“La agenda interpartidaria posibilitaría, a través de un proceso de incidencia política, el logro de compromisos puntuales con una par-ticipación activa de todos los partidos y del Congreso Nacional. Al mismo tiempo contribuiría al sentido de integralidad del II PIEG”. Doris García, Ex Ministra del INAM

En lo anterior coincide la Licenciada Kenia Irías, cuyo trabajo con las mujeres políticas para la construcción de sus agendas de gé-nero, ha tenido como objetivo principal “crear una plataforma para incidir en crear mejores condiciones de la participación de las muje-res en las estructuras políticas y dar respuesta al tema de represen-tatividad” (Antonella Spada, Oficial de Programa, PNUD.)

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En la agenda interpartidaria son relevantes los siguientes aspectos:

• Establecer el mecanismo de alternabilidad para que la planilla quede integrada por 50% de hom-bres propietarios y 50% mujeres propietarias, igual se aplica a la suplencia.

• Reformar los artículos 105 y 81 de la Ley de Igual-dad de Oportunidades.

• Que los partidos políticos reglamenten sus esta-tutos, a fin de incorporar los requisitos de parti-cipación y procedimientos de selección de pre-candidatos a cargos de elección popular y de dirección del partido; así como la obligatoriedad de divulgar, con la debida antelación, la integra-ción de las planillas.

• Crear, al interior de los partidos políticos, una co-misión especial de equidad de género.

• Revisar y modificar los estatutos, para asegurar el financiamiento establecido y garantizar la par-ticipación de las mujeres en el porcentaje que les corresponde.

• Exigir el cumplimiento de la multa que establece la ley.

• Integrar un organismo auxiliar de vigilancia para que los entes encargados de cumplir con la igual-dad de género y los porcentajes de participación femenina lo hagan conforme a ley.

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Análisis de las dificultades de la implementación de las agendas

en base a entrevistas individuales6

La elaboración de agendas de género en cada uno de los partidos políticos hasta el logro de una agenda interpartidaria, se instaló en di-versos escenarios, expresándose en diferentes niveles. Los procesos que deberían acoplarse para lograr la adecuada integración de los partidos, presentan un distanciamiento entre los miembros de cada partido y amenazas que podían socavar el rol tradicional y conduc-ción de los partidos políticos, independientemente del grado de em-poderamiento que hayan logrado las mujeres al interior del mismo.

Los objetivos a alcanzarse en el marco del proyecto del PNUD pro fortalecimiento del INAM, lograron encauzar dos procesos que en su inicio no se dieron en forma independiente y había que lograr su articulación. Nos referimos al trabajo que venía realizándose desde el INAM, en materia de liderazgo y representatividad de las mujeres y el proceso de modernización que convocaba a los partidos polí-ticos al proceso reformista, donde la representatividad era parte de la agenda.

Un proceso impulsado por el PNUD y aceptado en la emergen-cia coyuntural del proceso electoral, no fue suficiente para que no emergieran las contradicciones al interior y la gama de acuerdos o desacuerdos donde la solución debía de venir de los mismos par-tidos, sumándose a ello la abogacía vía acción afirmativa, a fin de que las mujeres en sus partidos contaran con asignación presu-puestaria para el desarrollo de sus acciones (véase el caso de la deuda política cuyo porcentaje para las mujeres es proporcional a la deuda en su totalidad, siendo esta muy limitada, pues consta de 5 lempiras por voto obtenido, dejando esto prácticamente relegados a los partidos minoritarios).

El impacto de una agenda de mujeres interpartidaria, también le-vantó sospecha ante la posible conformación de un partido político integrado solo por mujeres.

Se evidenció aun más el estado en que se instalan las mujeres como sujeto social, que han logrado la reinvindicación de sus derechos, buscando alianzas tanto a lo interno de sus partidos como de mane-ra interpartidaria, sin lograr los cambios sustantivos deseados, ocu-rriendo que las mismas alianzas se desvanecen sin funcionar como

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tales, sin llegar a solidificarse. En esas alianzas se expresa el deseo pero no el compromiso, se enuncian los desacuerdos pero no hay confianza, se teme al protagonismo de una ideología que no satisfa-ga al resto y finalmente no hay presupuesto para dar un giro distinto.

En este contexto la mujer no ha devenido como sujeto político, pues en primer lugar no se le reconoce su autonomía, y por ende porta una ciudadanía incompleta como dio a conocer la oficial de progra-mas del INAM, Kenia Irías a lo largo de la entrevista:

El tema del ejercicio de la ciudadanía plena de la mujer en la participación política no es una prio-ridad de interés, más bien hay una competencia desleal frente a eso, participar en política en esta sociedad hondureña enfrenta condiciones que obstaculizan el ejercicio pleno de la mujer y no es una cuestión demagógica, es real, sobre todo el cuestionamiento a la vida privada de las mu-jeres… Entonces ese manejo de la vida privada de la mujer es un obstáculo para que ésta pueda seguir y asumir el puesto político.

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De ahí la sospecha o miedo de que la ruptura de los lazos de sub-ordinación de las mujeres políticas, se convierta en una amenaza, y las vuelva capaces de competir, en igualdad de condiciones, en el juego del poder. Llama sobremanera la atención que la desacredita-ción de la mujer, el acuse de su no capacidad y falta de tiempo o bien el modelo patriarcal a través de su expresión en el machismo, más agudizado en el ámbito rural, y fortalecido por los contextos cultura-les y el conservadurismo político. Es esta mirada la que no logra dar cuenta de las verdaderas limitaciones que social y culturalmente les han sido impuestas a las mujeres. Lo interesante del caso es que en la lógica de la negación, las mujeres asumen y tratan de entrar a las agendas reservadas a los varones en el mundo de la política, lastimo-samente sin socavar las verdaderas limitaciones que la sociedad les ha impuesto como reproductoras y cuidadoras. De alguna manera esta dicotomía resta fuerza a la abogacía que individualmente reali-zan las mujeres al interior de sus propios partidos como lo manifes-taron durante el conversatorio y entrevistas particulares, pues en el decir de ellas, las mujeres con posesión de diferentes ideologías se

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encuentran en un mundo en que tienen una historia en común, y una discriminación por razón de sexo y género. Por otra parte fuera de la convergencia que da fuerza a la lucha reivindicadora, no se logra afir-mar una ética solidaria entre las mismas mujeres. No se concretan los pactos entre ellas y el valor de la solidaridad queda ausente, de igual manera no reconoce la labor de los movimientos de mujeres que han apostado a la participación política de las mismas.

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Reflexiones Finales7

• A lo largo del proceso de construcción de las agendas de gé-nero, se ha develado la hegemonía de un sistema cerrado en las estructuras de los partidos políticos por la presencia del modelo patriarcal y la cultura que se legitima, principalmente en los partidos mayoritarios; y una semi apertura en los par-tidos minoritarios, afectada por la cuestión de presupuesto asignado al tema.

• Las mujeres políticas no logran su representación en las po-siciones de “alto poder”. Este hecho no resulta agradable ya que muchas mujeres que incursionan en el mundo de la po-lítica quedan relegadas a representaciones intermedias de la organización y cuando llegan, lamentablemente caen en las trampas que la estructura misma les proporciona, al inscribir-las en aquellos lugares desde donde muy difícilmente van a llegar a puestos significativos de poder pese a la alternancia y al 30% de la cuota de participación; por otro lado los relevos generacionales siguen obstaculizados, no solo por la venta de imagen y el uso de los medios de comunicación al momento de lanzar una campaña electoral, sino también por obstáculos que siguen limitando a las mujeres al decir que no cuentan con la aprobación y permiso de la pareja, para participar o asumir algún cargo y, no menos importante, el presupuesto para po-der cubrir la demanda de una campaña electoral.

• Hay que revisar la realidad de los hechos, pues si bien es cierto que a la fecha las mujeres han venido desempeñándose en puestos de poder, habría que calificar la calidad de los mis-mos, y estadísticamente es un hecho que la proporción es irrisoria y sirve de fachada únicamente en el momento de las elecciones. Muchas mujeres que aparecen nunca llegan a ejer-cer los puestos obtenidos, pues se da lugar el “transvestismo político” en el cual la mujer al lograr el cargo es sustituida por un varón, debido a los “pactos perversos” y “trampas de po-der”.

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• En el afán de lograr el 50%, partiendo de que no fuera el 30 % y que lográramos incidir en la ley, qué pasa si las mujeres se inscriben y luego renuncian y pasan a ser un “el”. Por otra parte, hay puestos en los que no aplican el 30%, esos vacios nos entrampan, situación es el mismo liderazgo de las mujeres como una visión feminista y ver esto como deja de ser un asunto solo de mujeres, que se pueda nuclear a todas las áreas.

• También se puso de manifiesto que la baja representatividad de las mujeres en el poder, no sólo debe quedarse en la des-cripción del fenómeno empírico, sino que debe irse a las cau-sas mismas del fenómeno social. Es un entramado complejo donde las mujeres políticas tienen que afinar el ejercicio de la crítica e introyectar valores éticos que las habiliten y les per-mitan ser sujetas de derechos más allá de los cambios “cos-méticos”. Una imagen sin conciencia crítica y sin ideal dificulta alcanzar dominio y poder, sobre todo, considerando el valor e importancia de la tecnología en el actual mundo político.

• Las capacitaciones que deberían programarse para las mu-jeres en el afán de promover su participación política deben ser aquellas que potencien las capacidades para luchar contra los convencionalismos establecidos. Las mujeres mismas de-ben potenciar liderazgos y derribar los obstáculos que hemos denominado objetivos como son la falta de recursos econó-micos, el doble o triple trabajo que realizan, la falta de apoyo estatal y partidista que sutilmente las excluye del núcleo del poder. Retos que a diferencia de los hombres, en su gran ma-yoría, se instalan en un espacio seguro. Naturalmente asumido y simbólicamente protegido.

• Una segunda argumentación nos devela el ámbito cultural- simbólico sagrado y dicotómicamente establecido bajo la rela-ción sexo – género, donde se legitima la construcción de roles que teje a veces la discriminación solapada o evidente contra aquellas mujeres transgresoras del orden natural, factor que se evidenció en el decir de las mujeres en el ámbito rural.

• El discurso que se legitimó en la modernidad redefinió la exclu-sión de las mujeres del mundo de la política. La relación de la mujer con la política ha sido de exclusión y de inclusión sesga-da, en un mundo de inseguridad, de los peligros y riesgos que sólo los hombres pueden asumir, al menos que estas se armen de acompañantes para transitar por los lugares lejanos o sean sujetas de selección o apadrinadas por varones históricamen-te reconocidos en la política.

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• El tema del ejercicio de la ciudadanía plena de la mujer en la participación política no es una prioridad de interés, más bien hay una competencia desleal pues todavía hay condiciones que obstaculizan el ejercicio pleno de la mujer como es el cuestionamiento de la vida privada de las mujeres, tanto en el ámbito urbano como rural.

• Es lógico entonces, asumir que la agenda interpartidaria es una propuesta pensada para superar la baja representatividad y participación política de las mujeres, así como el posicio-namiento del II PIEG 2010-2022, pero a pesar de esa buena intención carece de una red constituida por las mismas mu-jeres, que les permita realizar una doble tarea la de potenciar cuadros y reclutar futuras lideresas procurando la inclusión del enfoque intergeneracional lo cual conllevaría al replanteamien-to de la abogacía del 50% en materia de cuota, (lo cual no fue muy aceptado por algunas personas e incluso se planteo que lo mejor sería ir de manera proporcional por año aumen-tando aproximadamente un 5% cada elección, situación que significaría que para llegar al 50%, se tendría que esperar un aproximado de 16 años). Urge democratizar y proponer la creación de nuevas formas de relación para evitar los prejui-cios que desde las posturas autocráticas, son más evidentes en el discurso de los varones, pero no ausentes en el de las mujeres, prejuicios que hay que erradicar para poder fortalecer liderazgos jóvenes de hombres y mujeres, por otra parte urge el involucramiento de los hombres en los procesos de demo-cratización con enfoque de género a fin de superar el enfoque reduccionista e inapropiado que los hombres tienen cuando se habla de “género”.

• En suma, pareciera que el discurso y marcos legales político partidarios aún cuando retoma el discurso de las mujeres y sus propuestas, evitan a su vez, que el sistema estructural y rígido de la estructura del partido, así como los pactos entre hombres no se desequilibren, compensándolas con lo que parecieran espacios públicos donados. Todo lo anterior son tareas que ameritan un espacio de reflexión e intercambio en un contexto político distinto al que acompañó la construcción de la agenda política e interpartidariamente que a titulo de conclusiones y recomendaciones se proponen en la siguiente sección.

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8Conclusiones

Sobre la relevancia del tema para la democracia del país

• El recorrido histórico pone en evidencia el reto de tratar de fortalecer el liderazgo y la participación activa de las mujeres en el ámbito público, mediante el reconocimiento y la legitima-ción de su ciudadanía diferenciada, por lo tanto, es necesario transformar las estructuras de los partidos políticos, lo que lle-va implícito la apuesta a la inclusión de la participación política de las mujeres, equidad en su representación y el acceso a igualdad de oportunidades.

• Las mujeres políticas que se inscribieron en el reto de cons-truir sus propias agendas y planes operativos se encontraron con esquemas políticos partidarios rígidos, coordinados hege-mónicamente por los hombres. Los esquemas por un lado les daban una bienvenida a los nichos de poder, pero al mismo tiempo les generaba los obstáculos para transitar al espacio público del ejercicio del poder.

• El debate sobre la participación política de las mujeres en los espacios de poder, a través de las agendas de género y exi-gencias de las cuotas de representación, a fin de concretizar sus derechos como sujetas políticas, sigue siendo un debate actual para alcanzar el ejercicio de la ciudadanía activa y glo-bal de las mujeres en nuestro país.

• Aunque a partir del año 2000 aumentó el porcentaje de mujeres en cargos de elección popular y en temas de liderazgo dentro de las Organizaciones Políticas, el crecimiento ha sido lento, irregular y no comparable con el porcentaje de los hombres.

• La crisis que surgió a razón de los eventos del 28 de junio de 2009 puso en paro las actividades relacionadas con los temas de las agendas y planes operativos de género.

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• Retomar la idea de una oficina a nivel interpartidario, para mantener actualizados los niveles de comunicación y apoyo logístico.

• Adecuar la agenda interpartidaria a las necesidades reales de las mujeres de los partidos políticos, evitando así una homo-logación que suprima los retos diferenciados al interior de los mismos.

• Reforzar el trabajo de sensibilización dirigido a los líderes de partido, ya que es un problema expresado por las participan-tes.

• Los planes operativos deben incluir la problemática de la mujer en términos de violencia, machismo, falta de apoyo en el cui-dado de sus hijos, etc.

• Para próximos proyectos se deberá prestar más atención a las singularidades de cada partido e incluirlas.

• En el marco de la agenda de gobernabilidad del PNUD, es im-portante que se siga articulando los esfuerzos de apoyo a la socialización e implementación del II PIEG, el apoyo al TSE, el apoyo a procesos de diálogo, concertación y el trabajo con los partidos políticos para promover la temática de género y la paridad en la participación.

• Un elemento fundamental es garantizar el manejo conceptual y la participación de las mujeres en las agendas de género incluyendo la reforma del TSE.

• En el apoyo de la unidad del TSE, será fundamental garantizar el rol fiscalizador y garante del cumplimiento de la ley electoral que le corresponde, así como apoyar el acceso a la informa-ción sobre participación política de las mujeres y el cumpli-miento de la ley electoral.

Recomendaciones Generales9

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• Dado que el tema de la crisis política no es un asunto cerrado, es importante desarrollar un cuerpo conceptual y metodológico para visibilizar y mantener activa la agenda de género en el contexto de crisis, especialmente demostrando que la participación de las mujeres y la equidad de género, son parte fundamental de la re-solución de los conflictos y la profundización democrática.

• Se recomienda seguir fortaleciendo los procesos de democra-tización, a fin de favorecer la participación de las mujeres de los partidos políticos, diseñando estrategias que permitan la inclusión intergeneracional, el relevo generacional y el lideraz-go propositivo de las mujeres jóvenes.

• Invertir en los procesos de auditoría social a fin de hacer cum-plir lo establecido en la ley electoral y las reformas que se va-yan logrando.

• Invertir en procesos de abogacía e incidencia política en los grupos de mujeres organizadas en todos los ámbitos, teniendo como prioridad el ámbito rural.

• Habilitar a las mujeres, para pasar del activismo y de la ins-talación acrítica en la temática de género, a una verdadera apropiación teórica conceptual y práctica para garantizar el cumplimiento de sus derechos.

• Acompañar los procesos de sistematización y la visibilización de sus logros, aprovechando el desarrollo de los sistemas in-formáticos y de la tecnología vigente.

• Promover espacios para capacitar a las mujeres en el manejo de la imagen personal y la apropiación del discurso político, para evitar cambios de carácter cosmético.

• Inducir en los diferentes procesos de capacitación, el manejo de las técnicas parlamentarias.

• Elaborar una línea de base donde se monitoree el cumplimien-to de los derechos de las mujeres en materia de sus derechos civiles y políticos con énfasis en la documentación registral.

• Que el PNUD, en materia de gobernabilidad, genere espacios de diálogo, debate y concertación bajo un enfoque integral de derechos humanos, para que las mujeres políticas de los dife-rentes partidos construyan progresivamente entornos sosteni-bles para el debate y rendición de cuentas sobre los logros que se vayan logrando con la implementación del II PIEG.

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Recomendaciones específicas a los ejes de la agenda

interpartidaria10

En base a la documentación recopilada, pudimos reconstruir el punto de partida y colocarnos ante los retos ya planteados para el año 2009, vimos avances en las propuestas partidistas de las mujeres, así como logros en la interlocución y establecimiento de consensos en las agendas partidistas. Sin embargo, el análisis a la fecha nos muestra que a pesar de los logros en el marco de la agen-da interpartidaria, quedaban aún muchos aspectos cruciales en sus nueve (9) ejes estratégicos, que ameritan una mayor discusión y apropiación por parte de cada una de las mujeres y ver de qué ma-nera incidir en la estructura de su partido. Posiblemente la discusión hubiese proseguido si no se hubiese dado la situación política del 28 de junio de 2009, donde todo lo logrado se detuvo, pero revisar este proceso desde nuestro actuar hoy, pone en el tapete un debate mayor para volver a pactar o al menos establecer mínimos de ac-ción para lograr constituir y consolidar una red de mujeres políticas que lideren la agenda interpartidaria, previo a su revisión.

En el siguiente apartado se revisan los nueve ejes de dicha agenda y destacan algunos aspectos que deberían volverse a discutir, para lograr la coherencia debida y de alguna manera la armonización de criterios, esta vez fundamentada en una postura más reflexiva de las sujetas de derecho- las mujeres políticas.

Una vez revisados cada uno de los cuadros de la agenda interparti-daria, recomendamos revisar los siguientes aspectos:

Ejes Estratégicos Aspectos recomendados para revisión

Eje estratégico 1

Debe definirse el consenso de modificar los estatutos que no es lo mismo que el mejoramiento de los mismos, a fin de que lo que se logre como producto, sean los estatutos reformados con la inclusión de los requerimientos que han establecido las mujeres en las agendas partidarias.

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Eje estratégico 2

Debe revisarse el producto que se desea, bajo una lógica de resultados y en cuanto al área de respon-sables del sexto punto se debe aclarar ¿A qué se refieren con mujeres en sus actuales expresiones?

Eje estratégico 3

Lo que se debe lograr es la potencialización de capacidades, habilidades y destrezas de las sujetas de derecho y en su plan de capacitación, tomar en cuenta las demandas de las mismas mujeres, y evi-tar la duplicación de esfuerzos sobre todo cuando organizaciones no gubernamentales han venido li-derando procesos de capacitación, de igual manera el trabajo del movimiento feminista en el país.

Eje estratégico 4:Para lograr el inciso número tres, es necesaria la realización de acciones de incidencia política y gestión de recursos vía proyectos.

Eje estratégico 5

Para lograr el producto cuatro es necesario habilitar sus capacidades diferenciadas así como precisar en el sistema de monitoreo, sus indicadores cualita-tivos y cuantitativos.

Eje estratégico 6:

Obsérvese el uso del término “valor de la mujer” y “valores morales”: si no hay enfoque de derechos ¿de que valores estamos hablando?, el uso mal comprendido de esta frase podría ser contraprodu-cente. Con los productos esperados, muchas veces los valores que establece una sociedad como la nuestra no han permitido el avance de las mujeres y se debe recordar que PNUD solo debe facilitar el proceso, pero son las mujeres sujetas de derechos las que deben llevar la iniciativa y realizar las de-mandas de igualdad de oportunidades.

Eje estratégico 7

El termino abstención queda muy estrecho, se ne-cesita reconocer las causas o multicausalidades de origen cultural, económico y social, que no permiten la participación de las mujeres en la política, y en referencia a otro aspecto del eje ¿Qué significado tiene la frase “mujer de éxito”? ¿Cómo se puede cualificar a una mujer para entrar en el mundo de la política?

Eje estratégico 8

Mas que la creación, es la incorporación del ejerci-cio de la auditoria social; y en relación a construir un código de ética a nivel interpartidario, debe primero tenerse a nivel interno de cada partido, no solo para atender o revisar expedientes en la búsqueda de acciones de discriminación, sino con una visión más integral y no reduccionista que permita la solución de conflictos entre otras acciones.

Eje estratégico 9

Los productos esperados deben ser redefinidos a fin de lograr el nivel de coherencia e impacto de-seado y la incorporación de la equidad de género, en su compleja dimensión. No debe reducirse a la categoría de aspecto.

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Actoras/actores claves en la consulta para la construcción del Proceso de Elaboración de Agendas de Género en los Partidos Políticos, en el marco del Programa de Gobernabilidad

Alejandra Flores Ana María PinedaAna María TelloAntonella SpadaBlanca Lidia CabañasDavid MatamorosDoris GarcíaElizabeth UrbinaEmma SabongeGuadalupe JerezanoHonorina RodríguezJessica SánchezJulia GarcíaKenia IríasLilian CastañedaLourdes TorresMarizela TurciosOlga AguirreRocío RoseroRocío Tábora

11 Actoras/actores claves en la consulta

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Bibliografía

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Agenda de Género del Partido Nacional de Honduras.

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50

La Ciudad del Conocimiento en Género. PNUD.

Mujeres en la política: América Latina y Caribe tienen que avanzar en equidad de género.

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www.undp.un.hn