La dirección y el manejo en el ritmo en la trama es acelerado, como haciendo un trámite, una molestia más que otra cosa. El argumento de que es requerimiento lo expuesto en la serie de S.H.I.E.L.D. (independiente si gusta o no) es pésimo, mala jugada; no se acercará más gente a la serie si es lo que intentaban, o darle más peso por tener relación argumental con el filme. Mal ahí con “Agents of S.H.I.E.L.D.”.

Las películas de Marvel, fase uno y fase dos (aun esperando su punto final que vendría a ser “Ant-Man” para 2015) se caracterizaba por cierta candidez, cierto infantilismo; pero que no se lea como peyorativa, pues no quiero señalarlo como defecto. Por un lado tenemos al superhéroe oscuro, a las historias complejas y enmarañadas y de cuestionable moralidad -todo ello con sus logros, clichés y deficiencias- pero también es cierto –como necesario- que un poco de inocencia hace bien.

Lamentablemente, lo mejor –en cuando se esperaba de la película, en gran parte- está en cuanto se difundió y anticipó en vídeos. Mal ahí.

El género del cine de superhéroe está en su desarrollo, recién aprendiendo a caminar y sorprendiendo como fallando, repitiendo fórmulas o arriesgándose en expandir un poco más su propio género en las distintas incursiones de cada film. Ya unos pocos han dicho, y con buen argumento, que son años simpáticos para ser ñoño.

Avengers es un coral de acción, claro. Distinto es de cómo se llevan a cabo cada una de las producciones individuales, donde “Captain America” juega en la intriga y seguimiento de agentes, Thor con la fantasía, Iron Man con aventura o Guardianes de la Galaxia con otro tipo de ficción, renovando; incluso la serie de Daredevil hace gala de sus propias características.

La cantidad de personajes ha aumentado considerablemente. Cuidado ahí.

Ultron

No es un pésimo personaje, pero si un villano que tenía potencial y es desperdiciado. ¿Qué pasó con todos los cuestionamientos religiosos, filosóficos que tanto alardeaba el robot rebelado de su servidumbre? Por ahí, perdidos en una película que no daba descanso de tanta acción.

Fue demasiado esperar de mi parte algo más, pues al comienzo, cuando irrumpe en la fiesta se ve que hay potencial, de que la idea amenazante de la inteligencia artificial que incluso Hawking ha llamado de tener cuidado sea un tema a tratar, pero se quedó en las leves galimatías que tanto nos entregó la primera de Avengers como Guardianes de la Galaxia para hacer ver que hay fundamentos en sus propios universos; pudiese llamarse a eso «mera teórica ornamental».

Habrá que ser más cuidadoso cuando se pida y se lleve al cine ese «tono oscuro» que tanto se ha hecho en boga de todos, como descripción y como la posibilidad de hacer una historia de enmascarados y tipos disfrazados, más real y convincente.

Marvel no se toma en serio a sí misma, en el sentido de que tiene claro que es entretenimiento (a la buena usanza y práctica de nuestra sociedad actual, occidental y tardío-capitalista) Cuando

Hawkeye dice: «La ciudad está flotando, nos estamos enfrentando a miles de robots y yo tengo un arco y una flecha» es señalar la propuesta de Marvel; cuando Chica Ardilla derrotó a Thanos y en otro encuentro a Doom, nos dice que cualquiera puede ganas, de forma desgastante y épica ora en términos casi absurdos, de risa.

Habrá quienes dirán: Si esto es solo diversión, es un blockbuster y si quieren cine arte o guines para lamerse los dedos, pues ya saben donde ir…

¿Cuánto durará esa actitud? ¿Es así de dualista y maniqueísta la solución? Yo siempre he creído que el enfoque de las películas de Marvel es en parte por sus cómic (bravo por la obviedad, aplausos) pero ésta es mucho más debida por la actitud hacia éstas. No hago un juicio ético al respecto, pero como toda tendencia, genera su opuesto, y aquí el “Hype” es algo nunca visto.

No la volvería a ver. Aunque podrían hacer un compilado de 20-30 minutos con lo mejor logrado visualmente. Recuerdo cuando soñé con una edición de LOTR que eliminara las escenas de Arwen.