B 10279 Sobreviviente de Auschwitz

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http://Rebeliones.4shared.com ENRIQUE BENKEL B-10279 Sobreviviente de Auschwitz MONTEVIDEO 1986

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    ENRIQUE BENKEL

    B-10279 Sobreviviente de Auschwitz

    MONTEVIDEO 1986

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    By Editorial Medina. Montevideo, Uruguay, 1987. Hecho el depsito que marca la ley. Quiero expresar mi agradecimiento a mi hermana Ana Vinocur por haberme impulsado y

    estimulado a escribir este testimonio. Con su valiosa colaboracin fue posible construir este mensaje destinado a las futuras generaciones.

    Quisiera agradecer a mi sobrina Rita Vinocur de Haim, por su ardua labor en la

    minuciosa correccin de las pruebas. Agradezco por siempre a las gloriosas fuerzas aliadas y en particular al ejrcito

    norteamericano que lleg primero. Llegaron y nos liberaron. Destrozaron las cadenas de la esclavitud nazi y nos devolvieron la dignidad de seres humanos libres.

    EL AUTOR

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    PROLOGO

    Acept la invitacin que me formulara Enrique Benkel para leer y corregir su testimonio, una

    de las experiencias ms difciles de la historia del hombre: vivir bajo la dominacin del rgimen nazi. As comenzamos a reunirnos y en su presencia tuve el privilegio de ser la primera persona

    ajena a su familia con quien evocaba estos dolorosos episodios. La intencin de realizar un testimonio -del cual el autor no se apart en ningn momento- hizo

    que l mismo desde el comienzo se dedicara a buscar con mucha precisin el vocablo que fuera ms iluminador. EJ verbo que trasmitiera con mayor fidelidad la accin. El adverbio que diera el matiz exacto para que toda la narracin tuviera una imagen fotogrfica.

    Esto nos llev muchas veces a dialogar, no escatimando tiempo de remarcar tal matiz, o la

    significacin de tal o cual sustantivo. Trat de hacer las correcciones necesarias en lo ms mnimo posible y no cambiar su estilo.

    Paralelamente a esto que fue lo menos importante, apareca todo el horror de los aos bajo el nazismo, que nos conmova de tal manera, que muchas veces tuvimos que interrumpir la lectura para proseguir despus de una pausa.

    El autor de este libro desea que su narracin sirva de mensaje y de reflexin. A travs de la

    lectura se podr descubrir que es ineludible para cualquier lector meditar sobre los hechos aqu recordados. Tambin es imposible dejar (le reconocer que ms all (le todas las penurias fsicas. sicolgicas y espirituales que relata. existe una afirmacin deslumbrante que es sutilmente entrevista desde el comienzo. Se desenvuelve a travs de la lectura y es captada en su totalidad al finalizar la Lectura del libro.

    El lector llega a la conclusin que hay una porfiada bsqueda para rescatar y salvaguardar la

    dignidad humana que resplandece al final de cada uno de los episodios relatados. No es la pasividad ni la indolencia, ni el sometimiento ciego e instintivo ante el poderoso dominador que se refleja en cada actitud, en cada conducta aqu narrada, sino que se trasmiten las sutiles vivencias de un joven muchas veces acorralado por las inexplicables y crueles acciones del opresor. Conste que hay quienes siguen creyendo, que hubo falta de firmeza para rebelarse frente al poder nazi. Muchos de los que quizs sigan pensando as, una vez que hayan ledo este libro, sentirn que deben recapacitar acerca de lo que ni por un momento debieron haber pensado.

    Al final (le la narracin aparece la amplitud del pensamiento del autor que lo lleva a trascender

    su circunstancia y a cantar su fe en su pueblo, en su Madre Patria y en la gran comunidad humana. Sealaramos que a se su deseo compartido por todos los hombres de buena voluntad y

    corazn amplio, se une el que afirma que lo ocurrido en Europa no se repita jams, ni tenga como vctimas, a pueblos en ninguna parte del mundo.

    Ana Mara Escobar.

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    Pasaron ms de cuarenta aos desde la terminacin de la Segunda Guerra Mundial. Ahora siendo un

    hombre maduro, padre de familia y abuelo, a insistencia de uno de mis hijos, ms bien de mi hija, decid escribir mis memorias. Ella siendo pequea an, vio el nmero que tengo tatuado en el brazo, y fue una incgnita que siempre quiso develar. Cuando eran todava chicos les sola decir que no tena importancia, que se trataba de un numero de telfono que tena escrito all para no olvidrmelo.

    Actualmente son estudiantes avanzados no tena sentido no decir la verdad. Surgieron preguntas y

    explicaciones, y luego me convencieron de que escribiera 1o que les haba contado. No soy escritor, pero trat de dar un enfoque real y humano aunque los hechos fueron mucho ms dram-

    ticos. De modo que va a nacer otro testimonio autentico y veraz, y creo que la generacin actual y futura

    podrn sacar sus conclusiones. El dao ocasionado al pueblo judo fue tan grande que no debera pasar inadvertido, no debera olvidarse

    para que esto nunca se vuelva a repetir. Este es mi principal objetivo al recordar y describir aquella particular poca en la que me toc

    ser protagonista. Testimonio que espero servir evitar que el tiempo y otros acuciantes problemas actuales, lo borren o hagan olvidar.

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    1 Parte Para acceder al pedido de mis hijos tratar de recordar aunque me cueste ubicarme en aquella poca. LODZ: EL GHETTO Nuestra familia se compona de cinco miembros. Vivamos en la segunda ciudad de Polonia, en

    Lodz. Apenas haba terminado la escuela pblica, cuando la situacin del pas se volvi tensa por el problema poltico surgido entre Polonia y Alemania.

    No quiero describir todos los detalles del problema entre estos pases, pero en resumen puedo

    explicarles que Alemania tena algunas exigencias ya conocidas. Demandas que no fueron concedidas por el pacto militar entre Polonia, Inglaterra y Francia, que culminaron con el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Esto ocurri el 1 de setiembre de 1939.

    Los acontecimientos se desarrollaron tan rpido, que despus del choque armado entre

    alemanes y polacos los primeros lograron ocupar Polonia en menos de un mes. Ya a las dos semanas del estallido blico, nuestra ciudad qued ocupada por el ejrcito de la Alemania nazi. La ciudad no haba sufrido las consecuencias de la guerra. Slo una noche buscamos refugio en el stano del edificio donde vivamos, pues resonaba muy fuerte el intercambio de disparos de artillera pesada pareca que el mundo se vena abajo.

    La poblacin juda que nosotros integrbamos, estaba muy preocupada por la situacin creada.

    Prcticamente la mitad de la colectividad de nuestra ciudad, gente ms bien joven, abandon Lodz para buscar refugio ante las eventuales amenazas nazis tomando rumbo hacia el este en la zona que posteriormente ocupara el ejrcito sovitico.

    Los dirigentes de la colectividad tambin se fueron. Segn los rumores corran el peligro de ser

    fusilados con la entrada de los ejrcitos alemanes. Pero nuestra familia qued en manos del destino. No pudimos pensar en abandonar la ciudad, pues con nosotros vivan nuestros abuelos y no los podamos dejar solos y menos an teniendo en cuenta que ya se estaba aproximando el invierno.

    Aunque en un principio los alemanes no mostraron toda su crueldad, poco a poco fueron

    descubriendo su rostro e introduciendo leyes racistas y antisemitas. - Y una vez ocupada la ciudad de Lodz, qu modificacin es introdujeron en la vida diaria de la

    poblacin? - Desde el principio hubo discriminacin racial. Recuerdo nuestra sinagoga una obra

    arquitectnica admirable, verdadera y pintoresca muestra de nuestra cultura, a la que sola concurrir participando en el coro. Fue incendiada y ardi durante tres das. Despus de consumirse fue dinamitada y destruida completamente. Un comando alemn la convirti en un montn de escombros. Todos nos sentimos deprimidos.

    Con esto y otros hechos los alemanes pretendan daar la moral y el orgullo de nuestro pueblo.

    La vida diaria se volvi bastante penosa. Las actividades laborales quedaron interrumpidas y tuvimos que recurrir a falta de dinero, al intercambio de objetos de valor por productos alimenticios para poder subsistir. Los establecimientos fabriles pertenecientes a judos fueron confiscados y entregados a polacos de ascendencia alemana. La poblacin polaca aprovechando de la situacin, comenz a saquear comercios judos llevando todo lo que estuvo a su alcance. Pero este saqueo fue interrumpido por la gendarmera alemana, pues su intencin era conservar ese "derecho" exclusivamente para ellos.

    La discriminacin se ejerci slo contra la poblacin juda?

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    S, los judos fueron obligados bajo pena de muerte a usar la estrella de David en color amarillo, sobre el pecho y en la espalda. Con este hecho pretendan denigrar a los hebreos. Luego impusieron el toque de queda. Slo podamos salir de nuestras casas desde las ocho de la maana a las seis de la tarde. Esta medida nos dificultaba conseguir el pan diario, que comenzaba a venderse desde las seis de la madrugada y cuando nosotros podamos salir para formar fila, ya no haba ms pan.

    Los polacos lo obtenan con ms facilidad, pues el toque de queda no regia para ellos. Lo

    revendan despus a precios mucho ms altos. Recuerdo que en ma panadera de mi barrio un soldado alemn designado para mantener el

    orden vio a una anciana que ya estaba prxima a la puerta de entrada, poco tiempo antes de la hora permitida; el nazi le orden salir de la fila. La anciana le mostr el estado de los zapatos que calzaba, los tena deshechos y hmedos, por haber estado lloras en la nieve. Pero esto no conmovi al soldado alemn. Se haba dado cuenta por su aspecto que era juda. La discriminacin era constante.

    Otro episodio que no puedo olvidar ocurri cuando efectuaron una redada en el barrio judo;

    casual mente me encontraba en el lugar. Un comando militar alemn se detuvo y sorpresivamente saltaron de sus vehculos y con latigazos arrestaron a cientos de hombres. Los llevaron hacia Radogoszcz, una localidad cercana a la ciudad.

    Me escond en una casa de familiares nuestros. Me aconsejaron que me quedara all hasta que

    hubiera pasado el peligro. Los alemanes pidieron fuertes sumas de dinero para liberar a los rehenes que haban cado en sus manos en esta redada.

    A medida que pasaba el tiempo los ocupantes nazis empleaban nuevos mtodos para

    chantajear a nuestra colectividad y hacernos la vida ms difcil. En otra oportunidad y este es otro hecho grave, comandos nazis asaltaron en plena noche

    invernal varias calles densamente pobladas de judos. Les concedieron 15 minutos para vestirse y los obligaron a subir a tranvas ya preparados para ellos llevndolos apretujados a un destino desconocido. Los polacos que habitaban la zona quedaron en sus viviendas y no fueron molestados.

    Mi to Pinkus que viva en ese barrio fue evacuado con su familia. Despus de varios das nos

    enteramos que toda esta gente haba sido llevada al sur, cerca de la frontera checoeslovaca, a Krosno. - Por qu los alemanes empleaban estos mtodos. Cul era su objetivo? El objetivo era provocar temor e incertidumbre en la colectividad juda, ganar la simpata de

    los polacos y con el traslado de poblaciones evitar un posible brote de resistencia. - hablando de resistencia no ocurri ningn tipo de movimiento para oponerse a los malos tratos

    alemanes? - Con la llegada al poder del nazismo, Alemania qued transformada en una nacin de terror.

    Cuando Polonia fue ocupada por los alemanes, la poblacin polaca de religin hebrea -que era una minora- qued desamparada.

    Ya desde el comienzo por medio de afiches amenazaron con fusilar a un millar de nuestra

    colectividad por cada alemn muerto. - Frente a esta amenaza Qu opinaba la gente? - Nadie tena duda de que cualquier reaccin poda ocasionar miles de vctimas inocentes.

    Vivamos en el constante temor de que cualquier irresponsable pudiera ocasionar una masacre, de haberle dado el menor pretexto. La mayora del pueblo era religioso y su nica arma era la Biblia. Adems no hubiese sido sensato comprometer a la poblacin civil. La gente generalmente teja la

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    esperanza de que con ayuda de Dios bamos a vencer las dificultades. Recordbamos que nuestro pueblo en el pasado haba logrado superar situaciones muy difciles. Por eso nuestra fe era inquebrantable, pese a la situacin adversa.

    - La comunidad no qued impresionada frente al podero alemn y no influy en sus esperanzas? - El podero germano era impresionante, pero la mayora de la colectividad no crea que el

    ejrcito alemn nazi fuese invencible. - Por qu los alemanes descargaban toda su ira contra los judos polacos siendo stos en su mayora

    pobres y con standard de vida casi miserable? - La tesis de algunos alemanes era que nosotros tenamos que sufrir por los judos ricos que

    vivan en otras latitudes. De acuerdo con la tesis nazi, stos ltimos eran los culpables de la guerra. Es decir que fuimos involucrados por "culpa" de otros.

    -Qu ocurri despus de la ocupacin? - Los alemanes no se conformaron con lo que haban hecho. Al pasar el tiempo buscaron

    nuevos mtodos. Se sentan rumores de evacuacin total de nuestra ciudad y efectivamente, aparecieron afiches pegados en las paredes. Era una orden del comandante de la ocupacin. Bajo pena de muerte nos obligaban a abandonar la ciudad de Lodz y nos daban un plazo de tres das.

    Estbamos en el invierno del ano de 1940. De las 300 mil personas de nuestra colectividad que

    antes de la guerra habitaban Lodz y sus alrededores, quedaban todava 200 mil. La noticia de la evacuacin provoc un gran pnico. Se vieron miles de personas con mochilas que caminaban encorvadas bajo las inclemencias del cruel invierno. Dejaban la ciudad huyendo a pie con destino desconocido, ya que los que no cumplan esa orden iban a ser fusilados.

    - Por qu los alemanes tomaron la decisin de expulsarlos de Lodz? - El rgimen nazi decidi ampliar sus fronteras. Se extendi el permetro de modo tal, que la

    ciudad de Lodz qued anexada al Reich alemn. Le pusieron otro nombre, la ciudad se llamara Litzmanstadt. Por ese motivo los judos tenan

    que abandonar esta zona para pasar al territorio del Protectorado Polaco que era Varsovia y sus alrededores.

    Ya desde el comienzo por medio de afiches amenazaron con fusilar a un millar de nuestra

    colectividad por cada alemn muerto. - Frente a esta amenaza Qu opinaba la gente? - Nadie tena duda de que cualquier reaccin poda ocasionar miles de vctimas inocentes.

    Vivamos en el constante temor de que cualquier irresponsable pudiera ocasionar una masacre, de haberle dado el menor pretexto. La mayora del pueblo era religioso y su nica arma era la Biblia. Adems no hubiese sido sensato comprometer a la poblacin civil. La gente generalmente teja la esperanza de que con ayuda de Dios bamos a vencer las dificultades. Recordbamos que nuestro pueblo en el pasado haba logrado superar situaciones muy difciles. Por eso nuestra fe era inquebrantable, pese a la situacin adversa.

    - La comunidad no qued impresionada frente al poder alemn y no influy en sus esperanzas? - El podero germano era impresionante, pero la mayora de la colectividad no crea que el

    ejrcito alemn nazi fuese invencible. - Por qu los alemanes descargaban toda su ira contra los judos polacos siendo stos en su mayora

    pobres y con standard de vida casi miserable?

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    - La tesis de algunos alemanes era que nosotros tenamos que sufrir por los judos ricos que

    vivan en otras latitudes. De acuerdo con la tesis nazi, stos ltimos eran los culpables de la guerra. Es decir que fuimos involucrados por "culpa" de otros.

    - Qu ocurri despus de la ocupacin? - Los alemanes no se conformaron con lo que haban hecho. Al pasar el tiempo buscaron

    nuevos mtodos. Se sentan rumores de evacuacin total de nuestra ciudad y efectivamente, aparecieron afiches pegados en las paredes. Era una orden del comandante de la ocupacin. Bajo pena de muerte nos obligaban a abandonar la ciudad de Lodz y nos daban un plazo de tres das.

    Estbamos en el invierno del ao de 1940. De las 300 mil personas de nuestra colectividad que

    antes de la guerra habitaban Lodz y sus alrededores, quedaban todava 200 mil. La noticia de la evacuacin provoc un gran pnico. Se vieron miles de personas con mochilas que caminaban encorvadas bajo las inclemencias del cruel invierno. Dejaban la ciudad huyendo a pie con destino desconocido, ya que los que no cumplan esa orden iban a ser fusilados.

    - Por qu los alemanes tomaron la decisin de expulsarlos de Lodz? - El rgimen nazi decidi ampliar sus fronteras. Se extendi el permetro de modo tal, que la

    ciudad de Lodz qued anexada al Reich alemn. Le pusieron otro nombre, la ciudad se llamara Litzmaustadt. Por ese motivo los judos tenan

    que abandonar esta zona para pasar al territorio del Protectorado Polaco que era Varsovia y sus alrededores.

    - Qu resolvi hacer tu familia? - El problema que se cre fue bastante grave. Como ya mencion con nosotros vivan los

    abuelos. Ante esta situacin pap logr contratar un amplio carro tirado por un par de caballos. En un acuerdo con otros vecinos interesados se haba logrado la cantidad de dinero solicitado por el dueo del carro, que era un polaco conocido.

    Se lleg a un acuerdo para irnos al tercer da que iba a ser el ltimo del plazo concedido. Casi la

    mitad de la poblacin ya haba abandonado la ciudad. Pero surgi un cambio repentino en la actitud alemana. El diario capitalino alemn trajo la noticia de que una parte de la ciudad quedaba autorizada para los judos. En el mismo diario estaba marcado el sector asignado donde se les permitira asentarse. Este sector aislado se llamara "Ghetto".

    Recibimos la noticia con gran alivio, hasta tuvimos la suerte de permanecer en nuestra

    vivienda de acuerdo con lo marcado en el mapa del diario local. La cantidad (le personas de nuestra colectividad que todava haban quedado se calcul en ms de 100 mil.

    EN EL AO 1940 Los alemanes comenzaron a ejecutar su plan de aislamiento de la poblacin juda. Obreros

    polacos contratados comenzaron el trabajo de colocar postes y alambrados de pa. Tambin en algunos cruces de calles importantes se construyeron puentes de madera para el cruce peatonal. Por debajo de estos puentes pasaba el tranva slo utilizado por la poblacin no juda. Por doquier se vean postes y alambrados.

    - Y qu pensaba la gente de esto?

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    Cada cual lo interpretaba desde un punto de vista diferente. La mayora de los polacos demostraron estar satisfechos; hay que recordar que fueron derrotados y sometidos por los alemanes. Pero cuando se trataba de hacer un dao a la colectividad juda especialmente los polacos de descendencia alemana, demostraron una actitud hostil. El antagonismo religioso y el antisemitismo eran los factores principales que prepararon el terreno para que los alemanes-nazis ejecutaran su obra. La poblacin juda expresaba honda preocupacin ante este raro acontecimiento. Presentan el peligro que significaba quedar aislados. La cerca qued en pocas semanas terminada y el ghetto prcticamente ya era un hecho.

    - Los judos que vivan fuera de la zona marcada fueron convocados a trasladarse? - No, los alemanes nazis emplearon su sistema de terror. En vspera del sbado, comandos

    armados asaltaron por sorpresa hogares judos. Cuando sus integrantes estaban reunidos segn la tradicin religiosa, irrumpieron con sus armas de fuego y dispararon contra los padres de familia. Fueron muertos numerosos hombres de la colectividad. Despus ordenaron con gritos salvajes que abandonaran las viviendas en 15 minutos. Amenazaban con asesinar a los que no obedecan. Los nazis provocaron pnico y miles de personas despavoridas corrieron a buscar refugio en la zona del ghetto. Vimos pasar hombres, mujeres y nios exhaustos, para salvar sus vidas.

    - Qu pas contigo y tu familia? La verdad es que en este sentido nosotros tuvimos suerte, porque la vivienda que ocupbamos

    estaba dentro del lmite del ghetto. Frente a nuestra casa, a unos cuatro metros de distancia pasaba el alambrado. Cerca de nuestra ventana fue colocada una garita y un guardia para vigilar. Estos puestos de vigilancia aparecan cada 50 metros y los guardianes se turnaban cada dos horas. Los nazis confiaron esta tarea a polacos de descendencia alemana. Despus de la ocupacin de Polonia miles de ellos aparecieron con una svstica en el brazo y colaboraron con los ocupantes alemanes. Una vez ter-minado ya el cerco estos elementos fueron uniformados, armados y utilizados para vigilar el permetro marcado.

    El ghetto qued totalmente cerrado. Grandes carteles decan: "Abandonar el lmite del ghetto

    ser castigado con la pena de muerte Ms de cien mil judos de Lodz quedaron atrapados en una ciudad-crcel. El ghetto qued bajo

    el control de los ocupantes nazis. - Corra alguien el riesgo de cruzar el cerco? Al principio muchos pasaron al otro lado con el fin de conseguir artculos alimenticios. A los

    que eran descubiertos se les haca volver. No aplicaban todava medidas drsticas. Quin fue designado lder mximo del ghetto? - Una delegacin militar de jerarcas nazis lleg a la sede de la comunidad juda. All estaba

    presente un anciano dirigente de un orfelinato de nombre Jaime Rumkowski. Este anciano de 70 aos fue nombrado por esos jerarcas, como principal dirigente del ghetto. Le fue suministrada una carroza tirada por un caballo y el contrat a un cochero con quien recorra las calles como si fuera un conde. De vez en cuando paraba la carroza y pronunciaba un discurso que pocos entendan. Lo que qued claro para nosotros fue que el ghetto iba a funcionar con la precisin de un reloj.

    - Qu opinaban de l los habitantes del ghetto? - A la gente le provocaba una sonrisa su actitud, consideraban que se trataba de un viejo sin

    relevancia; sus declaraciones sonaban absurdas. La poblacin del ghetto tena esperanza de un cambio radical o un milagro que tendra que llegar y que salvara a todos. Los malos tratos y las persecuciones no haban de quedar impunes. Todos estaban seguros de que los enemigos declarados de nuestro pueblo, sucumbiran.

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    La gente del ghetto alimentaba estas vagas esperanzas e ilusiones, mientras Rumkowski teja

    sus proyectos. El viejo organiz un mini-estado, con ministerios, policas, bomberos, etc., bajo la supervisin de los nazis.

    - Cmo funcionaba el suministro de alimentos? - El suministro era bastante deficiente, se empez a racionar, pero todava qued una va libre:

    el correo. La gente recurri a familiares o amigos que vivan en otras ciudades de Polonia. Comenzaron a llegar por correo paquetes con comestibles de todas clases y en gran cantidad. Pap tambin recurri a algunos amigos polacos con quienes antes tena buenas relaciones comerciales y llegaron los paquetes. La gente respondi bien y esta ayuda realmente fue muy valiosa, pero los alemanes despus de algunas semanas cerraron esta va libre y comenz en todo el ghetto a reinar el hambre devoradora.

    - Hubo algunos otros medios de sustento? - Por lo general la gente venda cualquier objeto de valor para poder subsistir. Muchos se

    arriesgaban y pasaban el alambrado para luego volver con productos alimenticios. Un amigo mo de la escuela -Iankl- que tena aspecto de polaco-cristiano arriesgaba su vida para sostener a sus padres y a su numerosa familia. Se filtraba por debajo del alambrado de pas en el momento en que se turnaban los guardias. Esto era sumamente peligroso. Un da el me mostr el lugar por donde pasaba.

    A los habitantes del ghetto les fueron proporcionadas tarjetas para el pan y otros alimentos. En esa poca la porcin de pan era bsicamente lo ms importante. El pan de sorgo de dos kilos

    tena que durar ocho das. Esto significaba que debamos con sumir 250 grs. diarios. Una familia de varios integrantes se las arreglaba mejor con la distribucin del pan que una persona sola. Tener pan en la casa se convirti en una tentacin que no permita dormir; algunos se lo coman el primer da y los siete restantes pasaban hambre.

    Haba que tener una voluntad de hierro para reservar un bocado de pan hasta el ltimo da. Como consecuencia del hambre la gente contrajo enfermedades. A muchos se les hinchaban las

    piernas. Otros moran de tuberculosis. El ghetto qued a merced de la voluntad de los alemanes nazis.

    Cmo se manejaban con el dinero? - Con la ocupacin alemana el dinero polaco fue retirado y sustituido por mareos. Con el

    advenimiento del ghetto los marcos alemanes fueron sustituidos por marcos judos. Estos billetes fueron impresos con smbolos hebreos con candelabros y estrellas de David, firmados por Jaime Rumkowski. Estos marcos tenan valor slo en el recinto del ghetto. Cada barrio tena su cooperativa donde se despachaban los alimentos y otras cosas controladas por medio de tarjetas. El dinero era necesario para abonar los productos racionados.

    - Los habitantes del ghetto que no tenan recursos cmo se las arreglaban? La gente que no logr algn trabajo en ninguno de los establecimientos que ya comenzaban a

    funcionar poda recurrir a la ayuda de la administracin del ghetto. El subsidio consista en 9 marcos por mes, por persona. Ms o menos alcanzaba para abonar en la cooperativa el pan y la racin. Esta ayuda tena un doble filo. En principio sirvi para sostener la vida y posteriormente un pase a la muerte.

    Los alemanes nazis tenan un minucioso plan para destruir al pueblo hebreo. Lo empezaron a

    ejecutar clandestinamente sin provocar pnico.

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    Los ocupantes nazis ordenaron a la administracin del ghetto que les entregaran algunos miles

    de personas para darles una ocupacin fuera del ghetto, segn ellos. Los citados fueron la gente que reciba nueve marcos.

    Familias enteras fueron deportadas hacia un destino desconocido sin dejar rastro alguno. Despus de la guerra se pudo saber que los evacuados del ghetto fueron enviados al campo de

    exterminio de Maidanek.

    EN EL AO 1941 El invierno del ao 41 lleg con una crudeza intolerable. El hombre del ghetto se tena que

    acostumbrar a soportar el fro y el hambre juntos. Por las calles cubiertas de nieve y hielo deambulaban esqueletos vivientes. Miles de nuestra gente en un estado calamitoso fueron deportados y de otras latitudes llegaron

    tambin miles al ghetto de Lodz: de Austria, de Checoslovaquia y de Alemania. Llegaron con buen aspecto fsico y saludables, pero en pocas semanas llenaron los hospitales. Moran porque no podan soportar la difcil vida del ghetto, que nosotros ya estbamos acostumbrados a tolerar.

    La racin alimenticia era medida por los alemanes en caloras y era menor de lo que se necesit

    para poder ponerse en pie. - Cmo lograron evitar ser deportados? Pap antes de la guerra se dedicaba a la compra y venta de mquinas. En esa poca los

    alemanes tenan necesidad de calzar y abrigar a su ejrcito. En e] ghetto haba gran nmero de expertos en estos ramos.

    Al surgir grandes establecimientos para confeccionar ropa y botas, a pap le ofrecieron por un lote de maquinas un puesto en uno de esos establecimientos. Lo acept y gracias a eso nos salvamos. Pero por equivocacin recibimos un ceduln con una orden para que toda la familia se presentara para ser deportada.

    Nos fue cortada la racin alimenticia y no haba mas remedio que deshacernos de las

    pertenencias de la casa y presentarnos. A nuestro padre le quedaba mas alternativa que era la de apelar por escrito. Confeccionamos

    una carta entre mi hermana y yo, pero antes de hacerla consultamos con un abogado, amigo de pap. En la redaccin se expuso que pap proporcion mquinas para la seccin donde el estaba

    trabajando como instructor y adems que haba mucho trabajo pendiente. La noche que nos toc estar en Marysin concentrados con otros centenares de judos, poda ver

    el estado desastroso de nuestro pueblo. En el barracn, estaban hombres, mujeres y nios debilitados, avejentados, esquelticos y ya al da siguiente bamos a ser deportados. Sera posible -pensaba yo- que los alemanes nazis nos dieran un trato humano? A dnde nos llevarn?

    Esa misma noche nos trasladaron a una ex-escuela; nos tenan de reserva. Despus de varias semanas de estar all y a pesar de que las deportaciones seguan, quedamos

    liberados.

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  • 12

    Se pudo saber -despus de la derrota nazi- que miles de deportados fueron llevados por tren al campo de exterminio de Chelmno (Polonia) y familias enteras fueron exterminadas.

    Volvimos a la casa vaca. En el edificio faltaban muchos vecinos. Nosotros volvimos a rehabilitar nuestra vivienda para volver a la "normalidad". El ghetto poco

    a poco en una crcel laboral. Supimos que gracias a la apelacin, fuimos liberados. Ms tarde las deportaciones fueron

    suspendidas. - Haba alguna posibilidad de escapar? - Prcticamente no haba ninguna. La vigilancia se hizo estricta. Los soldados desde sus

    puestos empezaron a disparar a los que se acercaban demasiado al alambrado. Cerca de nuestra casa muchos lo intentaron y hubo algunos muertos y heridos. Adems del otro lado del ghetto la poblacin polaca era hostil a los evadidos, los denunciaban. Quedaba slo obedecer y trabajar para poder subsistir. Muchos tenan la esperanza que la situacin mejorara si los alemanes necesitaban de nuestro trabajo.

    - Cmo se las arreglaban para no ser blanco de los disparos? - Se abrieron toda clase de pasadizos para evitar pasar muy cerca de los alambrados. La poblacin del ghetto estaba aterrorizada. Era peligroso pasar por equivocacin por una calle

    donde haba un puesto de vigilancia. La intervencin de Rumkowski ante jerarcas nazis cambi esta situacin peligrosa. El pnico que cunda se calm. La vigilancia del ghetto fue reemplazada por alemanes de edad madura.

    Frente a nuestra casa logramos trabar cierta amistad con varios. En alguna oportunidad nos

    pasaron por el alambrado algn trozo de pan. - Cules fueron las principales actividades en el ghetto? - El principal ramo era la sastrera. En estos establecimientos trabajaban miles de hombres y

    mujeres. Un hospital fue convertido en central de confeccin de ropa. Previamente los alemanes lo asaltaron sorpresivamente y evacuaron a todos los enfermos, algunos recin operados. Los apilaron en camiones y los llevaron a un destino desconocido.

    Este enorme edificio qued transformado en un establecimiento modelo. Un complejo de entre

    80 a 100 mquinas con transmisin a motor fue instalado en cada pasillo. La tarea consista en confeccionar prendas de vestir con un buen rendimiento.

    - La gente que estaba trabajando en estos establecimientos obtuvo alguna mejora? - Muy poca. Consista en una sopa de 750 grs. que se reparta a medio da. La sopa no tena

    valor nutritivo, pero serva para calentar el cuerpo en los fros das de invierno. Los hombres y las mujeres que efectuaban el trabajo estaban todos hambrientos, extenuados y esquelticos. Pero el trabajo haba que realizarlo en la forma establecida. Expertos alemanes del ramo, de Berln u otras comisiones que visitaron estos estable-cimientos, quedaron impactados por la magnfica organizacin de trabajo. Pero estos expertos no tenan mando alguno. Los que ostentaban el poder eran los del partido nazi y los SS de Himmler, un conglomerado de matones y sdicos que no saban valorar ni apreciar nada.

    Tu pap terna un puesto de trabajo, poda el solo sostener a toda la familia? Lo que l ganaba apenas alcanzaba para la msera racin. Cuando yo era escolar -antes de la

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  • 13

    guerra-sola en mi tiempo libre prestar ayuda en una fbrica de dulces. Esta estaba ubicada en la planta baja del edificio donde nosotros vivamos. Con el pasar del tiempo logr adquirir alguna experiencia. Ahora encerrados en el ghetto y por iniciativa de mi hermana Ana hicimos una prueba con azcar marrn racionada y por medio de coccin la convertimos en caramelo.

    Fue una iniciativa exitosa. Lo logramos comercializar y sacar cierto beneficio. El caramelo en la

    boca paliaba en algo el hambre que reinaba en el ghetto. Pero haba que hacerlo en la clandestinidad porque no se permita fabricar ni comercializarlo. Si nos descubran seramos candidatos para ser deportados. Corramos el riesgo y gracias a esta actividad el hambre no se adue de nuestra casa.

    - Hubo amistad entre los vecinos que habitaban el edificio donde ustedes vivan? - En el edificio donde vivamos se alojaban ms de treinta familias. Esa casa era de

    apartamentos; tena cinco pisos y no qued totalmente terminada por el estallido de la guerra. Las relaciones entre los vecinos eran sumamente amistosas. Recuerdo un caso que me qued grabado. En el piso superior al nuestro, vivan un matrimonio y un nio de casi un ao. Muchos vecinos se reunan casi todas las noches en ese apartamento y se distraan jugando al ajedrez o al domin. Pero haba otra atraccin, el chiquito Elas. El nio con sus ojos magnetizaba a los vecinos. Me llam la atencin que hasta mis padres iban para hacerle algn mimo.

    Por curiosidad fui a conocer a Elas. Era realmente un nio amoroso. Era la mascota y el deleite

    de todo el vecindario. Por descuido del padre pas una gran desgracia. Estaba echando alcohol al calentador no estando la llama totalmente extinguida. El calentador explot estando Elas con su madre muy cerca. Un vecino arriesg su vida para traer del otro lado del ghetto medicamentos, pero no se logr salvarlo. El nio despus de 24 horas de sufrimientos, lamentablemente muri.

    La madre despus de muchos meses, algo se pudo recuperar. Todo el vecindario por largo

    tiempo sinti el dolor y la tristeza. El ghetto era abastecido con luz elctrica? La luz elctrica era abastecida normalmente, pero en forma limitada. Por pieza fue autorizada

    una lmpara de 25 Watt como mximo. El gasto de luz se abonaba mes a mes. Se poda estar con luz de noche, pero las ventanas tenan que estar tapadas. Ningn reflejo poda verse del exterior. La tarea (le cubrir las ventanas la tena nuestro padre.

    Todas las noches colocaba el cerramiento, y cuando lo hacia, deca estas palabras: "hasta

    cuando voy a tener que hacer esto? Cundo vamos a poder liberarnos del custodia que est enfrente de nuestra ventana?"

    - Qu alimentos ingresaban al ghetto? - Cuando el ghetto qued cerrado los alemanes enviaban bolsas con cebada en grandes

    cantidades. Nos enteramos que esta cebada provena de los depsitos de los cuarteles del vencido ejrcito polaco. El alimento estaba ya pasado de fecha, pero para el ghetto serva. Las amas (le casa tenan que ingeniarse para cocinara, porque otra cosa no haba. La gente qued harta de este alimento. Nosotros comparbamos nuestra situacin con aquella de antao en el desierto del Sina, cuando los hebreos salieron de Egipto y slo se alimentaban con el man. La cebada dur cierto tiempo y pronto desapareci y nunca ms nos enviaron un slo gramo. Sobrevino el hambre, y sus consecuencias. Cuando la situacin se agrav, los alemanes comenzaron a enviar papas. Antes de llegar el invierno del ao 41, enviaron una cantidad para que durara toda la temporada del invierno. La administracin del ghetto requis depsitos y stanos que fueron llenados a granel.

    Se comenz a repartir a cuenta gotas racionando. Y cuando empez el intenso fro de 20 o ms

    grados bajo cero, toda la papa qued congelada. Por no tener la proteccin adecuada se echaron a perder miles de toneladas.

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  • 14

    El hambre hizo estragos en la poblacin. Para el ao siguiente se reparti la papa directamente a la poblacin y dijeron que tena que durar los cuatro meses del invierno. El problema era que slo dur un mes, algunas familias estiraron la racin de papas hasta dos meses y luego haba que soportar el azote tremendo del hambre.

    - Qu otros alimentos fueron enviados? - De vez en cuando apareca carne, pero era de caballo. La gente religiosa prefera morir y no

    consumir esta carne. La Biblia dice que cuando la vida corre peligro es permitido comerla. Recuerdo cuando nuestra madre compr esa carne e hizo albndigas para nuestro hermanito

    Leibush de 7 aos, que era muy menudo y se tema que pudiera enfermar de tuberculosis, ella no la prob. Un da insisti en que yo probara y com una, pero sent que la albndiga me qued en el estmago por varios das. Al pasar el tiempo el hambre venci y la gente empez a consumir esa carne, pero ya no era nada fcil conseguirla.

    Otro alimento que los alemanes enviaban al ghetto era zapallo. Era un alimento nutritivo para

    los animales vacunos o porcinos; la poblacin en general consuma poco. Antes de la guerra slo se coman las semillas de zapallo tostadas. En una temporada lleg una partida grande de este producto y las madres se las ingeniaron para paliar el hambre porque otra cosa no haba. Despus apareci una considerable cantidad de repollos. Este producto era popular y se consuma mucho en Polonia. Pero el repollo solo sin otro agregado provocaba a mucha gente diarrea y malestar.

    El tiempo transcurra y no se vislumbraba ninguna mejora. Alguna gente tena cierta esperanza

    de que la Unin Sovitica pudiera interceder en favor de nuestra precaria situacin, pues las relaciones con los alemanes nazis eran amistosas. Pero esto se desvaneci cuando sorpresivamente los alemanes emprendieron un ataque contra su aliado.

    - La poblacin del ghetto estaba al tanto de los acontecimientos mundiales? - Las noticias se infiltraban por la prensa local alemana a la que algunos tenan acceso. Tambin

    por radio escuchas clandestinos. Los radio-receptores fueron confiscados enseguida con la entrada de los alemanes a Polonia,

    bajo el apercibimiento de pena de muerte si se llegaba a descubrir una radio escondida. Hubo muy pocos que se arriesgaban. As supimos que el ejrcito sovitico no pudo contener el avance alemn, que los nazis penetraron a las puertas de la capital, frente a la ciudad de Mosc y quedaron detenidos.

    En un momento volvi a renacer una gran esperanza. Alguna gente compar esta situacin con

    la de Napolen que tambin lleg hasta las puertas de Mosc y luego fue derrotado, interpretando que quizs lo mismo podra pasar con Hitler. Pero para desgracia nuestra esto no sucedi.

    Hubo algn cambio en tu vida en el ghetto? - A medida que pasaba el tiempo surgan nuevos establecimientos industriales y

    oportunidades de trabajo. Para no ser deportado era importante tener un puesto en uno de esos lugares. Significaba tambin obtener una sopa caliente a medio da. A esa altura ya era adolescente y pensaba que sera bueno aprender un oficio.

    Haba una reparticin que necesitaba jvenes interesados. Acud a esta oficina de registro; all

    en una planilla me tomaron los datos correspondientes.

    Despus de varias semanas fui notificado y asignado a una metalrgica. Era justo lo que anhelaba aprender. El establecimiento metalrgico al cual fui asignado se compona de dos plantas. La planta alta era donde se reparaban mquinas de coser y la planta baja donde funcionaba un taller de afilados, un sector de tornera y otro fabricacin de piezas de repuestos. El grupo de doce jvenes

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  • 15

    que yo integraba fue presentado al tcnico de nombre Bronowski a quien le toc la tarea de ensearnos e instruir al grupo. Reparti a cada uno una lima, despus nos llev frente a una morsa v nos ense a limar. Le ped para cambiar de lima, pues la que me toc estaba ya muy gastada. Me di cuenta poco a poco que saber limar es un arte. Despus de un mes de prueba fui aceptado. Slo aprobaron la mitad del grupo.

    Haba posibilidad de aprender otras materias: dibujo mecnico, clases tericas y matemticas.

    Se preparaba a los jvenes para los exmenes como en una escuela industrial. Realmente admirable, en una situacin tan adversa.

    - La gente del ghetto observaba las festividades religiosas? - Por ejemplo, cuando se aproximaban las fiestas de pascuas, por tradicin, nuestro pueblo en

    lugar de pan consuma matz" galletas. La administracin Rumkowsk (Bairat), tranquiliz a la poblacin del ghetto con una publicacin que deca: Est en proceso la matz de harina de sorgo, la gente podr optar por uno o por otro". Nuestra familia opt por matz, pero esta galleta de sorgo no era nada rendidora y pasamos la fiesta de pascuas con un hambre terrible.

    Los alemanes podan entrar al ghetto para ensaarse y molestar a la poblacin? - No sucedi esto, pero lo efectuaron de otro modo. Funcionaba la Kripo", polica criminal. La

    tarea era elegir entre los habitantes del ghetto a los pudientes. A los que antes de la guerra eran dueos de un comercio, por medio de castigos y torturas les exigan que les entregaran joyas u otros valores. El citado era desnudado y con ltigos le propinaban castigos; era golpeado brutalmente. El padre de mi amigo tena antes de la guerra una carnicera; fue llamado por la Kripo. Logr sobrevivir por su fortaleza fsica, pero qued destrozado. Por casualidad pas por el lugar donde estaba la mansin de la Kripo (antes de la guerra haba all un convento). Qued horrorizado al or los gritos desde esa mansin amurallada. Trat de evitar pasar por ese lugar otra vez. Durante cuatro aos y medio, fueron vctimas all, centenares de hombres.

    Los nios que nacieron en el ghetto tenan alguna posibilidad de sobrevivir? Los pocos que all nacieron no tenan posibilidad de desarrollarse, estaban condenados. Los

    nios de ms de dos aos tenan ms oportunidad para subsistir, porque la racin diaria era la misma para menores como para mayores. Los nios en el ghetto maduraban antes de tiempo. Eran callados, en sus rostros faltaba la alegra, se les vea tristes. Comprendan lo que significaba vivir all.

    Pudiste lograr algn progreso en tu nuevo trabajo? A medida que pasaba el tiempo aprenda algo nuevo. El encargado de la parte mecanizada,

    seccin tornos, me eligi para integrar su grupo. Era para m muy reconfortante el pase a esta seccin, porque tena una pasin muy grande por

    aprender tornera. Mi superior de nombre Gurvitz ya era tcnico en el ramo, posea grandes conocimientos en mecnica y al lado de l tena la posibilidad de aprender y hacer avances.

    EN EL AO 1942 El tiempo transcurra lentamente y nos acercamos al invierno del 42. En el frente del este, el ejrcito alemn qued detenido por el intenso fro, nevadas y por la

    resistencia cada vez mayor de los soviticos. Para nosotros, los que estbamos encerrados en el ghetto, no se vislumbraba por el momento

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  • 16

    ninguna salvacin que slo poda llegar desde afuera. Los alemanes solicitaron a medida que pasaba el tiempo una mayor produccin. La necesidad

    principal que tenan era la confeccin de vestimenta para sus soldados que quedaron empantanados. La administracin del ghetto alegaba que no dispona de suficientes mquinas. En poco tiempo

    empezaron a llegar grandes transportes de mquinas de coser. Los alemanes las haban confiscado de las zonas por ellos ocupadas. Las mquinas llegaban todos los das, muchas de stas eran modelos antiguos. La cantidad era tan grande que colmaba todos los depsitos disponibles.

    Por orden de los alemanes fue abierta la gran iglesia (Catedral), que fue convertida en depsito

    para apilar las mquinas que seguan llegando. Esta iglesia ocupaba una manzana, estaba ubicada en la zona del ghetto y frente a sta pasaba

    el tranva. La calle estaba toda alambrada. Los polacos que pasan miraban con estupor por las ventanillas del tranva como los pobladores del ghetto estaban profanando su iglesia. Era una tctica de los alemanes para inculcar odio hacia nosotros. Mucha gente de nuestro establecimiento fue destinada para ayudar a la descarga. Pero lleg un da en que el ingreso de maquinaria declin y ces por completo. La llegada de esta gran cantidad de mquinas de coser cre un problema, porque a la mayora de estas les faltaba la bobina. Puede ser que se hubieran perdido en el transporte y esto era lo ms probable. Los alemanes no las pudieron proporcionar sus industrias funcionaban slo para crear armamentos con fines blicos.

    Los ms expertos de nuestra planta opinaban que no estaban en condiciones de fabricarla,

    porque se trataba de ma pieza de alta precisin y no disponamos de los medios necesarios. Pero el dirigente de nuestra seccin demostr que era factible.

    Prcticamente a mano, confeccion la primera bobina y funcion perfectamente. El hecho lleg

    al presidente del ghetto, Rumkowski. Este se hizo presente, concediendo a nuestro establecimiento un privilegio. Consista en elevar el trabajo de 8 a 12 horas diarias, compensadas con una sopa adicional.

    La primera bobina fue puesta en exposicin, tena un brillo igual a un espejo. Rumkowski

    exigi 100.000 a corto plazo. No era una tarea fcil. El responsable del proyecto fue el dirigente de nuestro grupo. Qued ascendido a instructor y bajo su direccin se comenzaron los trabajos necesarios. Haba que hacer dibujos moldes, matrices, inventar sistemas.

    Los das de trabajo de 12 horas parecan interminables. Pero la sopa adicional nos vena bien. El fro ya se haca sentir a esta altura del ao y una bombita elctrica que tena pegada cerca del

    torno me serva para calentarme los dedos congelados. A medioda en la planta, el trabajo quedaba cortado por una llora y esto nos posibilitaba consumir la sopa.

    Eran dos muchachas las que estaban a cargo de la tarea de repartirla, una controlaba las tarjetas

    y la otra la despachaba. La muchacha con el cucharn en la mano, tena suma habilidad para conformar a sus hambrientos "clientes".

    Si haba algn reclamo, volcaba el contenido de nuevo en el cucharn para comprobar si el

    reclamante tena razn. La sopa consista en tres trocitos de papas y el resto era lquido. A mi me despachaba bien, me

    recompensaba por el pelapapas que haba hecho para ella. Recuerdo el da cuando de improviso apareci el comisario del establecimiento. Nuestra

    seccin que estaba ubicada al fondo del local ya estaba ocupada en sus tareas. El motor principal ya haba entrado en su funcin habitual, pero las personas de las otras secciones, por ser un amanecer muy fro, se hallaban todava alrededor de una especie de estufa de la que emanaba calor. El comisario entr a inspeccionar y al no encontrar todava a la gente en sus respectivos lugares de

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  • 17

    trabajo, castig a todos los operarios de esa planta. El castigo consisti en no repartir las tarjetas para consumir el alimento diario (la sopa), a excepcin de nuestra seccin, pues nos repartieron los cupones sin problemas. Pero nos solidarizamos con los dems compaeros y los devolvimos. Prcticamente no haba probado un bocado en todo el da. Cuando llegu a casa ca extenuado.

    El tiempo transcurra lentamente y pareca una eternidad. La dieta que se soportaba en el

    ghetto debilitaba a todos. Nos enteramos que los alemanes quedaron estancados en el frente ruso, sin hacer avances de

    importancia. Para proteger a las tropas del congelamiento de los pies, se cre en el ghetto una nueva industria. Consista en fabricar botines de paja. Primero se trenzaba la paja, luego se confeccionaba el botn, finalmente se le daba un bao con un preparado asfltico. Varios miles de mujeres se especializaban en este tipo de trabajo.

    Otra industria era la que fabricaba alfombras de los retazos de sastrera o simplemente de

    trapos de vestimenta o de sbanas que venan en grandes cantidades y no se sabia de donde. Luego supimos que stos venan de los campos de exterminio, de la gente que fue llevada a las cmaras de gas. Las alfombras las utilizaban para las trincheras. Centenares de mujeres se especializaban en disearas, todas a mano y en colores, lo que les daba un aspecto muy original. Los alemanes necesitaban la mano de obra del ghetto y trataron de mejorar en algo a los desfallecientes trabajadores. Mi hermana Ana trabajaba en ma fbrica de alfombras.

    Locales, donde antes de la guerra se exhiban pelculas, quedaron habilitados y fueron convertidos en comedores populares. A los operarios de los establecimientos industriales por necesitar de su mano de obra especializada y regalada, se les compensaba con una cena adicional. Esas cenas bien servidas slo duraban dos semanas, pero salvaron a muchos de la inanicin. Fun-cionaron algn tiempo y quedaron interrumpidas.

    Se logr algn progreso con respecto al proyecto de fabricacin de las bobinas? El instructor del grupo quien tena la mayor responsabilidad trabaj sin tregua. Inventaba

    diferentes e interesantes aparatos para cada funcin especfica. Al lado de l yo tena oportunidad de aprender. A la vez qued contagiado de su entusiasmo y del empeo extraordinario de mi superior. Estbamos casi seguros, que a corto plazo bamos a tener un xito rotundo. Pero aconteci algo que interrumpi el proyecto que casi estaba por concretarse. Los alemanes descubrieron en algn lugar desconocido para nosotros, un escondrijo donde haba gran cantidad de partes de mquinas de coser y tambin bobinas originales americanas. Miles de repuestos Singer (Simanco), fueron proporcionados a la direccin de nuestro establecimiento. Los moldes fueron ubicados en un estante y all permanecieron sin prestar ninguna utilidad.

    La penosa vida en el ghetto segua sin variantes. Se acercaba el tan temido invierno y no se

    vislumbraba ningn cambio. Haba que enfrentar la difcil situacin y luchar para sobrevivir. EN EL AO 1943 El ao 1943, comenz con importantes acontecimientos. En el diario local alemn apareci en la

    primera pgina la foto del Gral. Von Paulus, en un recuadro negro y el ttulo deca que haba cado en la batalla de Stalingrado. Lo ascendieron a mariscal y decretaron tres das de duelo. La verdad de este acontecimiento fue otra. Hitler haba ordenado a este general conquistar la ciudad de Stalingrado para abrirse paso a los ricos yacimientos petrolferos de aquella zona. Von Paulus, al mando del sexto ejrcito, lanz una gran ofensiva pero fracas. Qued aislado por el ejrcito sovitico y obligado u rendirse. Esta versin se obtuvo de los radioescuchas que lo captaron por onda corta, de Londres o Mosc. Dicha noticia se esparci y lleg a los habitantes del ghetto produciendo alegra y esperanza.

    Este revs influy en algo para que cesaran las persecuciones?

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  • 18

    En absoluto, el departamento de asuntos raciales segua con el plan de aniquilamiento. De los poblados y ciudades cercanas fueron capturados judos y trasladados al ghetto de Lodz. Varios miles de ellos llegaron, algunos eran familiares nuestros. Mis padres hicieron lugar para dos primos. No todos tenan la suerte de ser evacuados a Lodz, mucha gente fue llevada hacia un destino desconocido para ellos; al exterminio.

    Haba pasado un tiempo relativamente corto y surgi un acontecimiento de honda

    preocupacin. Rumkowski, hizo saber en un discurso, que los alemanes exigan se les entregara a los nios que tuvieran hasta 10 aos y a los mayores desde los 50 aos. La tesis alemana era que el ghetto iba a quedar transformado en un campo de trabajo y los nios iban a ser trasladados a otro lugar. Se les dara una mejor educacin y los mayores se ocuparan de esa tarea.

    Rumkowski, encomend a la polica del ghetto cumplir con la exigencia alemana. Por medio de

    un registro comenzaron la tarea de seleccionarlos. Pero les fue imposible, las madres se les opusieron tenazmente.

    - Hubo alguna reaccin alemana Frente a esta oposicin? - La reaccin alemana no se hizo esperar. Los nazis emplearon sus mtodos a los que nadie

    osaba oponerse. En la plaza frente a nuestra vivienda observamos que se hacan trabajos con troncos de madera y esto nos llam la atencin. Una vez finalizados nos dimos cuenta que se trataba de cadalsos. Los alemanes decretaron el toque de queda; bajo la pena de muerte estaba prohibido salir a la calle. En vehculos militares aparecieron oficiales nazis pertenecientes a la Roll Komando; eran corpulentos, tipos especialmente adiestrados. Vehculos con ametralladoras fueron colocados alrededor de la plaza. Apareci un camin que trajo en su interior a hombres que ya tenan las manos atadas hacia atrs. Eran judos capturados de lugares cercanos de Lodz. Los nazis con ltigos los hicieron subir al cadalso uno por uno. Un joven de unos 18 aos se resisti. Los latigazos caan sobre el desdichado; destrozado lo arrastraron para ahorcarlo. El ltimo grito desesperado de los sentenciados era: Shma Israel (Oye Dios de Israel). El eco seguir por siempre retumbando en mis odos. En dos cadalsos fueron ahorcados 18 hombres. Cumplida la sentencia los nazis formaron con el brazo en alto, seal de que la tarea fue cumplida en honor a Hitler. Varios das los hombres estuvieron expuestos con las sogas en el cuello, mostrando un espectculo horripilante. El propsito era atemorizar a la poblacin del ghetto. El toque de queda estaba vigente. Los comandos alemanes acompaados de la polica del ghetto, iban casa por casa y seleccionaban preferentemente a los nios y a los ancianos.

    Cuando llegaron a nuestro edificio de apartamentos, reconoc que eran los mismos verdugos

    alemanes que ahorcaron en la plaza a los 18 hombres. A gritos exigan a todos bajar al patio del edificio. Amenazaban con fusilar de inmediato a los que no obedecieran. Con armas cortas y ltigos, seleccionaron un numeroso grupo entre los vecinos. Fueron llevados en un camin y luego evacuados a un destino desconocido.

    Despus de finalizada la guerra, se pudo saber que perecieron en el campo de exterminio

    Maidanek. Entre ellos fue mi hermanito Leibush, de 10 aos. .. En todas las casas se oan llantos, en todas faltaban integrantes. Un verdadero duelo colectivo.

    Los nazis castigaban a la poblacin del ghetto donde ms dola, 25 mil habitantes fueron evacuados, la mayora nios. Por mucho tiempo los padres de los pequeos que les fueron arrancados de los brazos, no se pudieron reponer del shock, quedaron destrozados y envejecidos.

    El toque de queda fue levantado despus de 15 das de duracin y la gente del ghetto tuvo que

    reincorporarse a sus tareas cotidianas. - Despus de este acontecimiento hubo alguna reaccin entre la poblacin?

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  • 19

    - Todos sentamos un odio incontenible contra los nazis. Este acontecimiento provoc un deseo de venganza sin lmite. Pero estbamos en una situacin deplorable. Nos encontrbamos dentro de una gran crcel impotentes para vengarnos. Un acto contra los alemanes era impensable, poda significar un alto costo en vidas humanas. Mataran a cientos y quizs a miles de nosotros. Lo sensato era resistir y esperar.

    El rgimen hitleriano con su plan de aniquilamiento sistemtico, dej una herida profunda en

    todos los sectores de la poblacin. Despus de esta horrenda accin de los alemanes nazis, la gente que estaba en el ghetto, no

    tena otra alternativa que volver a sus trabajos. En la seccin donde trabaj, faltaban integrantes. Algunos fueron evacuados, otros por estar

    enfermos no estaban en condiciones de volver a sus tareas. Un compaero del grupo enferm de tuberculosis, falleci poco tiempo despus de la visita que le hice en su casa. Era un joven proveniente de Alemania de apellido Breslau, trabaj en uno de los tornos. Prcticamente fui el nico que qued de todo el grupo. Fui nombrado por la direccin, para ensear y dirigir a nuevos integrantes. As culmin un ao con grandes penurias. Nos acercbamos al ao 1944, evidentemente pasar un ao en cautiverio pareca un siglo.

    EN EL AO 1944 Despus de la gran derrota de los alemanes en Stalingrado, las divisiones de Hitler, empezaron

    a perder terreno. El ejrcito sovitico tras duras luchas prcticamente reconquist todos los territorios perdidos. La lnea del frente de batalla se acercaba, pues ya se luchaba en territorio polaco. Estbamos al tanto del desarrollo de los acontecimientos por medio de nuestro primo Berek. El cedi parte de su pan para obtener noticias y esto le cost la vida; fue fusilado.

    Renaci una esperanza cada vez ms firme de poder liberarnos de este encierro llamado ghetto. Aunque los alemanes se encontraban en retirada su actitud era igual o peor an. Todava se

    sentan fuertes y confiados de su victoria porque el Fuhrer se los haba prometido. Llegaron rumores que los aliados iban a abrir un segundo frente. Tambin se saba que las ciudades alemanas sufran constantes bombardeos areos. Pero en el ghetto no se notaba ningn cambio, todo segua con la misma rutina.

    En la planta donde trabajaba, sucedi algo inusitado. Todas las maanas se conectaba la llave

    para poner en marcha el motor principal. Pero ese da al motor y a varias mquinas les faltaron las correas que haca poco tiempo haban sido cambiadas por nuevas. Se comprob que se trataba de un robo. Las correas les servan a los ladrones de suela para zapatos y eso que haba una vigilancia tanto diurna como nocturna. Despus de rigurosas averiguaciones hubo que reponerlas. Las correas robadas no fueron localizadas.

    Dentro del recinto del ghetto, haba terrenos baldos. Estos campos abandonados se

    encontraban lejos de los centros poblados. La administracin del ghetto, los otorgaba a los interesados con el fin de cultivarlos. Para los cuatro integrantes de nuestra familia nos fueron otorgados 60 metros cuadrados. Fui con mi hermana Ana al lugar donde estaba nuestra parcela.

    Cuando la vimos no sabamos qu hacer, pensamos que mejor sera desistir. Era un verdadero

    basural con toda clase de inmundicias y un olor nauseabundo. Al fin nos decidimos a efectuar la tarea de limpieza que nos llev un mes de esfuerzos. Todos los das despus del trabajo en los establecimientos, dedicbamos un par de horas para preparar el terreno. La intencin era plantar algunas especies de rpido crecimiento, con el fin de ayudar a paliar el hambre existente. Lo que ms convena era: remolacha, cebolla, rabanitos, lechuga y otras legumbres.

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  • 20

    Por suerte se pudieron conseguir semillas. Un to nuestro que tena alguna experiencia con plantas, nos daba instrucciones. Pasaron algunos meses y empez a verse el fruto de nuestro trabajo. Todos los das bamos al campito y llevbamos a casa un bolso con verduras que nos venan muy bien y por lo cual sentamos gran satisfaccin. Muchas familias con esfuerzo y sacrificio se dedicaban a estas tareas y prcticamente todos los terrenos baldos se convirtieron en reas cultivadas.

    Haban pasado varios aos desde que empec a trabajar en el establecimiento metalrgico. En

    ese lapso aprend el oficio de tornero mecnico. Por tener ms experiencia, fui ascendido para dirigir al grupo. El ascenso no significada nada, pues la vida en el ghetto era una pesadilla. Por falta de protenas y vitaminas la mayora de la gente padeca dolores en las articulaciones. Esa sensacin la empec a sentir en las piernas. Los sufrimientos se agudizaban cuando tena que caminar un trayecto largo.

    Los das transcurran y pareca que el tiempo pasaba a favor nuestro. Las tropas soviticas

    irrumpieron en territorio polaco. Hicieron considerables avances, y se acercaban cada vez ms hacia nuestra ciudad Lodz. Podramos haber quedado liberados siempre y cuando los alemanes no hubieran tenido tiempo y medios para evacuarnos. Pero sucedi algo que fue una desgracia para todos nosotros. Los polacos de Varsovia se anticiparon y se levantaron en armas contra el opresor alemn. Creyeron que iban a poder liberarse solos, sin ayuda de los soviticos. Las tropas rusas se encontraban bastante cerca pero por no coordinar con ellos, no obtuvieron ninguna ayuda ni apoyo. El levantamiento fracas. Fueron diezmados por los alemanes. Miles de jvenes polacos que no cayeron en la lucha, fueron llevados a los campos de concentracin. Esto fue desastroso tambin para nosotros. Los soviticos no movieron sus ejrcitos por varios meses, esto les dio tiempo suficiente a los alemanes, para llevar refuerzos por va frrea, que pasaba cerca del ghetto. Podamos ver el suministro de material blico que era transportado en trenes. En las plataformas de los vagones de carga se vean pasar vehculos blindados, artillera de grueso calibre. Todo el material de guerra nuevo, pasaba a velocidad hacia el este. Pareca que los alemanes se encontraban en apuros y ya no iban a tener tiempo para ocuparse de nosotros. Pero la suerte nos fue adversa. Comenz la evacuacin y nadie saba a donde bamos a ser llevados.

    Todos creyeron que estaban necesitados de nuestra mano de obra barata, que bamos a ser

    reubicados en algn otro lugar ms alejado de la lnea del frente. Nadie imagin el maquiavlico plan de los alemanes nazis. Nos tenan reservado un lugar apartado y resguardado. Mantenido en secreto. Ese lugar era el gran campo de concentracin y de exterminio - Auschwitz - Birkenau.

    No fue suficiente mantenernos cuatro aos y medio encerrados en el ghetto y explotarnos. El

    nazismo sediento de sangre, segua con su plan de aniquilamiento de nuestro pueblo. Los miles de hitlerianos, pertenecientes al aparato de represin seguan masacrando a todo nivel. No vacilaron en hacerlo a pesar de que tenan reveces en todas las lneas de lucha. Los ejrcitos aliados, lograron importantes xitos al abrir el segundo frente, en las playas de Normanda. Con el transcurso del tiempo, Pars fue liberado. Pero nuestros carceleros no tomaron en cuenta esta situacin adversa para ellos. Las 70 mil personas del ghetto, quedaron a merced de los nazis.

    A esta altura despus de casi cinco aos de sufrimientos, la gente estaba tan abatida, que todo

    ya le era indiferente.

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  • 21

    II Parte

    HACIA AUSCHWITZ

    - Qu mtodo utilizaron los nazis para evacuar u toda la gente del ghetto? - Camiones con efectivos bien armados irrumpieron en el ghetto. Los SS y la polica

    reagrupaban a la gente de una determinada zona. Dio la casualidad que nuestra familia estaba entre los primeros para ser evacuados. Una considerable cantidad de personas fue concentrada en una plaza donde ya tenan carros tirados por caballos esperando. La gente fue ubicada en estos carros; luego la columna se dirigi hacia la estacin ferroviaria. Apretujado en el piso del vehculo con mi familia pude observar como un oficial de la polica juda se dirigi al comandante nazi rogndole por su madre. El alemn SS hizo degradar al polica en pblico y junto a su madre fueron destinados a ser evacuados.

    Cada tres carros que conducan a la gente se ubic un camin de guardias nazis. As llegamos

    hasta la estacin donde haba decenas de vagones de carga, esperndonos. Pasamos a ocupar uno de esos vagones. Nos dieron para el viaje un pan para cada uno. Cuando no hubo ms lugar la puerta corrediza fue cerrada desde la parte exterior. Dentro del vagn nos encontrbamos muy incmodos ya que estaba repleto de gente. Por un hueco pude ver como los alemanes festejaban entre ellos con botellas de vodka la tarea cumplida. Tragaron el lquido como si fuese agua. El tren segua avanzando cada vez con ms velocidad. En ese transporte viajaban unos dos mil o ms desdichados. Se trataba de restos de familias que haban logrado sobrevivir al ghetto. Viajbamos apretujados sin conocer el destino de nuestro viaje. Al mirar hacia afuera por la rendija vi los hermosos paisajes del campo, los bosques y las plantaciones.

    Despus de tantos aos de encierro todo pareca nuevo y maravilloso. Me llam la atencin

    que cuando nos cruzbamos con campesinos las mujeres tenan lgrimas en los ojos y exclamaban algo que no poda entender o quiz rogaban a Dios. Tambin nos cruzamos con ferrocarriles transformados en hospitales que trasladaban soldados alemanes heridos del frente.

    Llevbamos varios das de viaje. La incomodidad y el cansancio se hicieron insoportables.

    Perdimos la nocin del tiempo. A pap le insinu que se afeitara y me contest que lo hara cuando llegsemos a un lugar. El tren empez a maniobrar y entr en una va solitaria. Lentamente se iba acercando al destino. Se detuvo y ante mis ojos apareci un panorama que me dej atnito. Mis padres me preguntaron: Qu te pasa hijo? Notaron la tremenda impresin que me haba provocado el lugar donde el tren se haba detenido. A todos nos caus la misma sensacin cuando miramos por la abertura del vagn.

    Lo que se vea era la obra maestra" del rgimen nazi de Hitler. Aqu donde habamos llegado,

    era la solucin final para nuestro pueblo como solan decir los nazis. Hasta donde llegaba la vista, haba postes y alambrados de pas electrificados. Esto era Auschwitz, el gran campo de concentracin. Se extenda por muchos kilmetros cuadrados. Los postes tenan una altura de unos cuatro metros, la parte superior terminaba inclinada. Por ambos lados se extendan alambrados ali-mentados con corriente elctrica de alta tensin. Ms all otra impresin horrenda daban los barracones y por ltimo vimos all a la gente. En un recinto alambrado, mujeres sin pelo, con vestimenta rara, parecan provenir de un manicomio. Tambin hombres todos rapados, como si pertenecieran a otro planeta. Nuestro vagn todava permaneca cerrado, daba la impresin que el viaje iba a continuar. Todos nos hicimos esa ilusin, y rezamos en silencio invocando a Dios. De golpe la puerta de hierro corrediza fue abierta. A gritos nos hicieron descender. La gente tuvo que dejar las pertenencias que haba trado all mismo. Se formaron filas de hombres y mujeres por separado hacia un lugar determinado. Perd de vista a mi madre y a mi hermana que avanzaban en otra fila. Me cost reencontraras. Logr intercambiar con ellas el bolso que tena un trozo de pan ms claro. Ese pan lo habamos reservado para pap, pues tena un malestar digestivo. Lo encontr nuevamente entre la fila de los hombres y me qued con l. Estbamos aterrorizados. Se escuchaban tiros y me di

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    cuenta que era una diversin de los SS. Decenas de stos estaban en formacin y con su fusil ametrallador tiraban contra los recin llegados.

    Encontr en mi bolso un peine. Le pein el cabello a pap para darle un mejor aspecto. Me di

    cuenta que nos encontrbamos muy cerca de un oficial alemn que seleccionaba a la gente para uno y otro lado. El gigante militar nazi con un movimiento de su mano sellaba la suerte de cada uno. Me toc enfrentarme y me puse rgido. Me indic el lado derecho. A mi pap que estaba algo debilitado, le indic el lado opuesto. Me di vuelta, pero con gritos amenazadores me indicaron que siguiera. Me encontr entre un numeroso grupo de hombres destinados a ser internados en uno de los campos de concentracin. Entre alambrados nos obligaron a hacer una caminata. Una pandilla de "capos" nos hostigaba constantemente. Despus de varios kilmetros llegamos exhaustos frente a un edificio en cuyo interior haba cofres. Despus de un discurso amenazador exigieron tirar dentro de los cofres todo lo que tuviera algn valor. Se referan a joyas, anillos de oro y otros. Dentro de los cofres haba montones de billetes que circulaban y tenan valor slo en el ghetto. Obligaron a todos a desnudarse y slo permitieron llevar los zapatos.

    Despus nos toc pasar por una seccin donde a todos nos cortaban el cabello. Estos

    peluqueros no demostraron tener delicadeza alguna. Antes de pasar a las duchas haba que pasar por una zanja con agua. Dentro de sta exigan enjuagar las botas o zapatos. A latigazos haba que pasar por las duchas fras y todava mojados seguamos por un camino que llevaba a un depsito de ropa. Pasando por ese depsito, un encargado me tir una camisa, otro un pantaln, por ltimo un saco. El pantaln que me toc era demasiado largo, pero lo solucion, hice un cambio con otro. Me lo prob y me qued demasiado corto, pero acept el cambio. Nos miramos unos a los otros y no sabamos que hacer, si rer o llorar. Nos parecamos a esos tipos de otro planeta que habamos visto desde el vagn cuando apenas habamos llegado. Nos hicieron emprender de nuevo una caminata acelerada. Por fin llegamos al recinto del campo de concentracin con todo nuestro grupo. Pasamos por el portn de entrada en formacin de a cinco. Bajo estricto control de conteo por los SS ingresamos a ese campamento alambrado. Frente al portn haba un muy numeroso contingente de guardias bien armados. Nuestro grupo fue conducido por el camino central. De los dos lados estaban simtricamente ubicados los enormes barracones de madera. En total haba 32 barracas, 16 de cada lado del camino principal. Nuestro grupo fue llevado al nmero 6. El "capo" era un polaco que estaba tambin preso y tena ayudantes que estaban confinados haca ya tiempo. Por el medio de la barraca se extenda un muro de casi un metro de altura. Nos hicieron entrar, permitindonos ocupar slo medio bloque. El grupo de gente que yo integraba lleg tan cansado, que apenas nos sostenamos en pie. Un ayudante del capo polaco subi sobre el muro y con voz fuerte y amenazante exigi que se le entregaran de inmediato los objetos de valor que algunos haban logrado pasar. Cuando se dio cuenta que nadie se presentaba, los dems ayudantes del capo, unos tipos fuertes con bastones se lanzaron contra la masa humana y apalearon corriendo a todos de un lado y otro del muro. Cuando ya haba transcurrido ms de una hora de martirio, un muchacho joven nos salv. En un taco de sus zapatos tena una alhaja o piedra de valor, que los padres le haban dado para que usara en caso de apremio. Cuando la entreg, satisfizo a los hampones. Despus de este incesante hostigamiento sin piedad, todos quedamos extenuados.

    Afuera ya anocheca. Los ayudantes del capo empezaron a extender una especie de alfombras

    sobre el piso de tierra dentro del bloque. Llegaba la hora de acomodar a la gente en el suelo como sardinas. Los zapatos haba que dejarlos en el muro. Uno de los ayudantes not que yo esconda mis botines debajo de la cabeza y me los quit, aparentemente para llevarlos al muro. Me encontraba aprisionado entre otros cuerpos y por el cansancio me qued dormido.

    El tumulto de la gente me despert, cuando todava acostado en el piso not que los dems ya

    estaban levantados. Me qued algunos instantes sin recordar donde me encontraba. La barraca estaba alumbrada con una luz muy tenue. El ambiente era grisceo por el polvillo; estaba envuelto en una neblina. Me levant de un salto en busca de mis zapatos, pero no haba ningn par. Afuera estaba todava muy oscuro. El capo polaco y sus ayudantes ya estaban corriendo a la gente hacia el exterior del bloque para el "appel" (conteo). No era el nico que no haba encontrado los zapatos, ramos unos cuantos y nos dirigimos al capo polaco, pero no nos quiso escuchar. Nos mostr en un rincn algunas holandesas de madera. Afuera el suelo era barroso y yo no estaba acostumbrado a andar descalzo.

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    Sent una gran desesperacin. Recorr toda la barraca y tuve suerte, encontr un solo zapato. Despus de seguir buscando encontr una bota. La suela de la bota estaba despegada, pero era mejor que andar descalzo. Afuera estaba bastante fresco y haba que formar de a cinco.

    Despus de varias horas apareci uno de los SS y cont a los "presos". Terminado el conteo,

    busqu donde sentarme, pero el piso estaba fangoso, haba que permanecer parado. Cuando ya el da aclar, ech una ojeada a mi alrededor y exclam: Dios mo! En qu lugar horrendo me toc caer! Vi las torres de vigilancia ocupadas por los guardias de la SS. Hasta donde alcanz mi vista todo era divisiones por interminables postes y alambrados de pas. Lo que ms quera saber era dnde diablos me encontraba, tambin quise saber la suerte de la gente que fue seleccionada para el lado izquierdo porque entre ellos se encontraba mi pap.

    Del otro lado del alambrado haba un campo de concentracin similar y pegado al nuestro,

    pero los que se encontraban all estaban presos desde haca tiempo. Entramos en contacto con ellos a travs del alambrado y nos enteramos de todo lo que ms nos inquietaba. Los del otro lado buscaban parientes entre los recin llegados. Se pudo saber que este lugar era Auschwitz-Birkenau y que donde nos encontrbamos haba sido habitado por gitanos. El campo en que fuimos internados lo llamaron "Ziegeuner Lager" campo gitano. Nos dijeron que ninguno de ellos qued con vida. Miles haban sido exterminados. Nos sealaron algunos edificios donde se encontraban las cmaras de gas y las humeantes chimeneas de los crematorios que funcionaban da y noche. Tambin nos contaron que estaban llegando transportes con judos de Francia, Blgica, Holanda y Hungra todos los das y que las fbricas de muertos no daban abasto. Nos informaron que desde que Auschwitz haba sido construido, perecieron millones de seres humanos. Queramos saber qu destino haban tenido nuestros familiares que haban sido separados de nosotros cuando habamos llegado. Nos con-testaron que haban pasado a otra vida. Adems nos dijeron que habamos tenido suerte, porque a un transporte anterior al nuestro que haba llegado desde Grecia, castraron a todos los hombres. No queramos dar crdito a esas horribles revelaciones. Quedamos atnitos y conmovidos.

    En varios tachos trajeron sopa bien caliente; ya era medioda y todos estbamos muertos de

    hambre. De los gitanos haban quedado algunos recipientes, pero cucharas no haba. Cuando logr obtener mi porcin de sopa, tuve que emplear los dedos como hacan los dems. Era un martirio, pero no haba otra alternativa, haba que acostumbrarse a la horrible vida de un campo de concentracin.

    Al da siguiente fuimos trasladados a otro barracn. Previamente los capos separaron a los

    jvenes de entre 14-17 aos. Logr escurrirme y pas con el grupo de mayores. Fui trasladado al bloque N 27. En este barracn ya haba una gran cantidad de gente. Eran judos provenientes de Hungra. Estos tenan un aspecto saludable en comparacin con nosotros que parecamos esquelticos. El capo que tena el mando era un alemn convicto por algn hecho criminal. Era de estatura baja y de complexin fuerte. Se mova con un bastn y se hizo respetar repartiendo bastonazos; tena alma de asesino. Con los hngaros no me poda entender, pues ellos no hablaban el idish.

    El men diario consista en una sopa al medioda, un trozo de pan negro de 250 grs. y una

    cuchara de carne en conserva en la tarde. Dos veces al da, a primera llora de la maana y en la tarde haba que formar para el "appel".

    Los alemanes mantenan ese lugar muy en secreto para que no se divulgara lo que estaba

    sucediendo en ese gran campo de concentracin y de exterminio. All en ese horrendo lugar perd la esperanza de sobrevivir. Si hubiese tenido a alguien ms de mi familia para no estar solo. . . Esa sensacin de estar solo, entre gente desconocida, debilitaba la moral, pareca que el triste desenlace final estaba cerca. Pero sucedi algo inesperado que elev de nuevo mi espritu de lucha. Oleadas de aviones aparecieron en el cielo despejado. Cientos de aviones. Podan ser norteamericanos, volaban muy alto y lanzaban tras ellos estelas blancas. La artillera antiarea alemana disparaba sin cesar, pero no alcanzaban sus objetivos. Por primera vez vi un espectculo tan sorprendente, pareca que ya estbamos a salvo. Si los pilotos de esos aviones hubiesen tenido una idea de lo que estaba sucediendo all. . .! Por mi mente pas una vaga ilusin; tal vez podran lanzarse en paracadas y

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    liberarnos. Pero los aviones hicieron slo una pasada por el cielo de Auschwitz. Igual me dio una gran satisfaccin y me renov la esperanza. Pens que en los das sucesivos se podra ver de nuevo el poder areo aliado, pero no sucedi y todo segua sin cambio alguno.

    El bloque N 27 al que fui asignado estaba ubicado casi al fondo de este campo. Desde all a

    travs del alambrado pude observar la Llegada de los nuevos transportes con gente. Llegaban trenes repletos de hombres y mujeres elegantemente vestidos. Probablemente eran judos de Francia, Blgica y Holanda. No fueron seleccionados y se encaminaban directamente hacia las cmaras de gas. Ellos no lo sospechaban. Les hubiera querido gritar, advertirles, pero estaba demasiado lejos. Me senta impotente desde ese lugar para poder hacer algo para salvar de la muerte a esos seres humanos. En ese momento en mis ntimos sentimientos herva un odio tremendo y un deseo de venganza contra los asesinos nazis. A esa altura de los acontecimientos mundiales, la victoria alemana ya era dudosa. Pero los nazis to se queran dar cuenta todava que estaban al borde de la derrota y proseguan en forma ms acelerada con el plan de aniquilamiento del pueblo judo. El gigantesco campo de concentracin de Auschwitz fue construido no slo para aniquilar a nuestro pueblo, si hubiera obtenido la victoria la Alemania de Hitler, la misma suerte le hubiese tocado a los pueblos eslavos y a otros. Nosotros ramos el pueblo ms desamparado y fuimos los primeros en ser sacrificados. Auschwitz fue ideado para devorar decenas de millones de seres humanos segn la ideologa nazi, slo a la raza aria alemana le perteneca ser amo del inundo.

    A las tres de la madrugada, el capo y sus ayudantes ya nos empezaron a desalojar del barracn.

    En poco tiempo, a latigazos todos fuimos corridos hacia afuera. Los "presos" se agrupaban y formaban una masa compacta para protegerse del fro otoal, que se haca sentir. Cuando los capos notaron que nos agrupbamos, empezaron a repartir bastonazos con furia. Si llova, igual haba que permanecer a la intemperie. Despus del riguroso "appel" de la maana, lleg un grupo de mdicos con tnicas blancas. Nos ordenaron desvestirnos y haba que desfilar desnudos frente a ellos. Los que no posean un fsico suficientemente apto, fueron apartados. El aspecto de los hngaros era notoriamente mejor, pues ellos no venan de un ghetto. Fui apartado para una posterior revisacin. Muy preocupado me acerqu al jefe mdico y le dije que era experto en el ramo metalrgico. Me contest:

    Si no te retiras inmediatamente, te mato. Un capo del bloque me hizo luego una observacin, me dijo que tuviera ms precaucin

    porque a los presos no les era permitido hablar y el jefe mdico a quien me haba dirigido era Mengele. (Despus de la guerra fue afanosamente buscado por todo el inundo por haber hecho terribles experimentos con seres humanos en Auschwitz). Luego nos enteramos que esa seleccin era para llevar a los presos que iban a trabajar en un establecimiento industrial en Alemania, cerca de la frontera francesa, pero todo qued anulado.

    La noticia que circul posteriormente fue que aquella zona haba sido destruida por un

    bombardeo de la aviacin aliada. El tiempo pasaba muy lentamente. Sobrevivir un da pareca una eternidad. El aspecto de los

    prisioneros era deplorable. Las condiciones en que estaban los presos los hacan sentir como intiles. Cuando aparecan los corpulentos capos, haba que abrirles paso. Se divertan repartiendo

    bofetadas a los que estaban distrados. Tambin solan aplicar un fuerte golpe con la mano abierta al mentn de su vctima, para derribarlo al suelo, que siempre estaba barroso.

    Los trenes seguan llegando, traan vagones llenos de gente casi todos los das. Me llam la

    atencin en especial la llegada de un transporte que desde lejos pude identificar que era del ghetto de Lodz. En ese tren vinieron los dirigentes y tambin la polica del ghetto con su vestimenta y gorros con una cinta anaranjada. Estos confiaron demasiado en los alemanes y cayeron en la trampa. En el ghetto los policas eran una "secta" privilegiada. Creyeron que iban a seguir en lo mismo, pero al bajar de los vagones, los "canadienses" embistieron contra ellos y los gorros volaron por el aire. Las mujeres lanzaban horripilantes gritos por la paliza que reciban sus esposos. Se pudo saber que en ese tren

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    haba llegado tambin el presidente del ghetto, Rumkowski con sus colaboradores. Era portador de un certificado o "credencial" de Hans Biebow. Este era allegado de Himmler y tena el alto cargo de ser el enlace entre el ghetto de Lodz y los alemanes. Rumkowski lleg a Auschwitz seguro de seguir en su cargo. Hubo una versin que present la credencial al oficial nazi y ste la rompi en pedazos.

    Jaime Rumkowski, el ex rey" del ghetto fue llevado a dar un paseo. Le mostraron los campos

    de concentracin de Auschwitz, luego las cmaras de muerte, al final los crematorios. En uno de esos hornos fue introducido vivo. Pereci devorado por las llamas.

    Los "canadienses" o grupo "canad" as fueron llamados, eran los primeros muchachos judos

    que llegaron a Auschwitz, Esto sucedi entre 1942-43 y muy pocos pudieron sobrevivir los severos e inhumanos tratos de aquellos aos. Los que quedaban con vida eran sumamente fuertes. Muchos de ellos eran de Lodz. Llamaba la atencin su estado fsico, eran altos y corpulentos, parecan superhombres. Despus de un tiempo consiguieron ubicarse en lugares de privilegio. Fueron utilizados por los alemanes de la SS en la terminal ferroviaria para sacar la gran cantidad de valijas o bolsos que la gente traa y que haban quedado al lado de la va frrea.

    Cuando llegaba un nuevo transporte, no podan quedar vestigios del anterior. La tarea de los

    "canadienses" era limpiar el terreno. Otros grupos canadienses fueron utilizados para tareas en las fbricas de muerte. En las

    cmaras de gas retiraban a los ya sacrificados, y tambin los utilizaban en los crematorios. El lmite de vida de los que hacan estos trabajos ingratos, era relativamente corto, slo de algunos meses. Los alemanes los eliminaban para que no hubiera testigos. Vivan del otro lado del alambrado.

    En muchas oportunidades nos trataron de ayudar. Por encima del alambrado electrificado

    tiraban trozos de pan o nos pasaban recipientes con comida. Haba que tener mucha pericia para no recibir una descarga o para no ser visto por el vigilante desde lo alto cuidando que no se le ocurriera disparar. Pero se arriesgaban y nos ayudaban, tambin nos pasaban informacin. Se pudo saber que hubo un levantamiento y que no cristaliz con xito.

    Al lado del bloque 27 estaban los barracones vecinos N 25 y 23. En esos bloques fueron

    ubicados jvenes que oscilaban entre 12-17 aos, la mayora era de Lodz. Casi a diario iba a ver a algunos que eran amigos de la infancia. En una oportunidad pude presenciar el momento en que se reparta la sopa. El que estaba a cargo de hacerlo era un hombre conocido en Lodz. Los traviesos muchachos se acercaban en una fila muy desordenada. Al hombre se le hizo cada vez ms difcil el reparto. Los chicos hambrientos empujaban con sus recipientes para llegar primero y l ya se haba puesto nervioso. Sin querer golpe a un chico con el cucharn grande y lo lesion en la ceja. Inmediatamente dej de repartir para atender al muchacho. Se notaba que se le parta el corazn por el hecho. Exclamaba: Dios mo dnde podr estar la madre de este chico! Era un chiquiln de facciones delicadas de unos 12 aos.

    A medida que pasaban los das se notaba que disminua la actividad ferroviaria. Ya no

    llegaban tan-tos transportes con gente. De nuestra ciudad de Lodz ya haban sido evacuados prcticamente todos. De los 70 mil que llegaron a Auschwitz ms de la mitad fueron destinados a las cmaras de gas. Los otros se encontraban en los barracones de ese campo "gitano" y las mujeres en algn otro recinto. Los alemanes comenzaron a formar grupos que desde Auschwitz fueron como esclavos trasladados hacia otras latitudes. Los presos fueron llevados en los mismos trenes bajo estricta vigilancia para trabajos forzados en otros centros de reclusin. Todos los que estaban confinados, tenan deseos inmensos de salir de all. Se tena la certeza que una vez afuera habra mejores posibilidades para sobrevivir.

    Despertamos con una noticia que nos provoc estupor y nos horroriz a todos, cuando

    supimos que los dos barracones vecinos donde estaban ubicados los jvenes, quedaron vacos. Los SS en plena noche asaltaron los bloques y evacuaron en camiones a todos los menores de edad. Se ensaaron contra aquellos chicos porque no llegaban ms transportes con material humano. Fueron llevados por los asesinos nazis para ser exterminados en las cmaras de gas. Esos jvenes haban

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    pasado por la seleccin y se encontraban bien de salud. Estaban aptos para cualquier trabajo, para ganarse el sustento, por eso a todos los internados nos sublev y nos provoc un tremendo shock. Eran aproximadamente unos tres mil jvenes. Por largo tiempo todos los confinados de este campo quedamos conmovidos y deseosos de vengarnos de los asesinos nazis. Y pensar que me hubiese correspondido estar entre ellos.

    Fui trasladado a otro bloque, esta vez al N0 12. En este barracn no estbamos tan apretujados

    como en el anterior. Esto fue debido que a medida que salan transportes de los bloques para trabajos forzados, fueron transferidos presos de otros bloques densamente superpoblados, a aquellos en los que haba quedado lugar disponible. Las condiciones eran en todos lados igual. A las tres de la madrugada ya nos despertaban en el barracn. Afuera el fro del otoo se haca sentir. Los presos se agrupaban para protegerse del azote del fro. Nos estbamos acercando al invierno. Trat de introducirme entre la masa humana. Me haba llamado la atencin que desde el centro del conjunto se elevaba una voz serena. Pude distinguir que se trataba de plegarias que sola escuchar en la sinagoga en otros tiempos. Result que era "Yom Kipur" el da del perdn.

    Trat de acercarme ms para ver al que oficiaba las plegarias. Era un hombre casi esqueltico

    que conoca las oraciones de memoria a pesar de que para este da son bastante extensas. El cntico de Las oraciones a cielo descubierto en Auschwitz era de tal magnitud que conmovi a todos. De los ojos ya resecos de los que estbamos presentes, salan lgrimas, otros lloraban sin poder contenerse. Casualmente no aparecieron capos y el oficiante pudo seguir sin ser interrumpido.

    En otra oportunidad, me toc integrar un grupo para traer al barracn los tachos de sopa. Nos

    dirigimos hacia la cocina que se encontraba cerca del portn. Este lugar estaba siempre custodiado por un pelotn de los SS. La cocina era todo un complejo. Desde fuera se poda ver los enormes recipientes en fila con instalaciones para coccin a vapor. Era un gran edificio especialmente diseado para eso. El complejo era atendido por los propios presos, bajo el control de los alemanes. Las latas de 50 litros de comida caliente haba que llevarlas a los bloques. A cada barracn ya le era asignada la cantidad correspondiente. El tacho haba que llevarlo por las asas entre dos. Los capos repartan la-tigazos a los que cargaban las latas, exigan moverse con ritmo acelerado. Nos cost mucho esfuerzo llegar hasta el bloque donde los hambrientos ya estaban formando largas filas.

    Los das pasaban y uno tena que aprender y acostumbrarse a esta Vida msera. Observaba a

    mi alrededor y me daba cuenta que la historia haba retrocedido en varios miles de aos. Auschwitz tena un aspecto igual a Egipto hace milenios, como nos relata la Biblia. Vi carros con enormes rejas tirados por hombres que me parecan esclavos autnticos. En otro sitio vi a desdichados prendidos a los tachos ya vacos de comida que sacaban con los dedos lo ltimo que poda haber quedado en los bordes del recipiente.

    Entre un barracn y otro haba un espacio libre donde se formaba para el "appel" dos veces al

    da. Slo alrededor del bloque se extenda una faja de pasto. Pobre del que osara sentarse sobre el verde! Prcticamente debamos estar parados todo4 da. Auschwitz no era slo un campo de concentracin y de exterminio, era un mercado de esclavos. Los que tenan la suerte de quedar con vida, fueron convertidos en verdaderos esclavos y como tales explotados en tareas extremadamente difciles.

    Vinieron empresarios alemanes interesados en adquirir mano de obra gratuita. Frente a

    nuestro bloque aparecieron dos corpulentos tipos muy bien vestidos, acompaados por un militar de alto rango. Los dos de civil tenan en la solapa la insign4a nazi. Nos dieron la orden de formar, luego empezaron a elegir. Aparentemente estaban interesados en los