Balmaseda, Luis Javier; Olmos, Ricardo - Mito y Figuración en La Cerámica Ática de Época...

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 Mit o  y  figur ación  en  la  cerámica  átic a de  época clásica  El  último  período arcaico Luis  JAVIER  BALMASEDA RICARDO OLMOS La  gran riqueza  iconográfica que  posee  la cerámica ática de época  clásica hace  de  ella  u na fuente  inagotable a la que deb e acu dir  u na  y  otra  vez  el estudioso  de  los mitos  y  de  la  historia  del  pasado  griego  Los documentos materiales  vienen  de  este  modo  a completar  la  visión,  en  muchas  ocasiones fragmentaría, que  suministran  las  fuentes  [iter aría s Pues las  imagenes  de los vasos  reflejan  en su evo luc ión  las  cate goría s y  e l  contexto  social  que los produjo  La  triple relación  patrón-artesanos-cliente  ju  un  papel  decisivo  en la  plasmación de  imágenes  y  de  mitos,  tal  bomo  h a visto recientemente  en  un libro  lleno  de  sugerencias  1  B  L Web stePero esta s  relaciones  de producción  son muy  complejas,  dependiendo  de  numerosos  factores  cultura- les  y  comerciales  cuya  mcídencía  se  manifiesta —muchas  veces  de  un  modo indirecto  y  velado— en  e l  trabajo creador  de  los  alfares  Po r  ello  nos  ocurre que, muy a menudo,  no  estamos capa citados  para  comprender  e l  sentido profundo  y  múltiple q ue pu do esc ond er en su trasfondo la imagen  figurada  d e un  vaso,  al haberse deshecho la  trama  vital  de  la  que surgió Veremos  cómo en ocasiones  e l  patrón  o dueño  del  alfar  utiliza  los vasos no  sólo  como  un  vehiculo  fun cional o un med io de exp res ión estética en mayor o menor medida  individual  o colectivo  S e  sirve de  ellos  también como sutil  propaganda  política  de  sus  ideas  Otras  veces  e s  la  mo da , el  hecho histórico 2  o  e l  nuevo  culto  que  s e  impone3  los que fue rza n a los art ist as a Portar ami patron  E n  C¡ass¡cal  Athans,  Londres (1972) 2  Ex  grat ía , E  1-larríson  en  «Preparatíons  for  Mar ath on, the Ni obí d  Painter  an d Herodotus,,,  en  Art  Bulletrn,  54  (1972),  estudía  el  famoso  crater del Pintor de los  Niobídes  del Museo del  Louvre,  en  relacion  a  los  preparativos de la  batalla del  Maraton Reflejo  también d e  las  guenas medicas  y  s u  aceptacion  e n  el  suelo  ateniense  puede  ser  el terna  d el  rapto  de  Oritsya  por  floreas,  como supone  T  fi  L  Webster,  o  ¡>  P p  254  y  sa, pero crítica  K  Schauenburg,  e n  D ía  Anuke  und Abenian4,  X  (196i),  p  78 ,  y  mantiene con ciert o escepticismo  J  Boardn,an,  Athansan   Red  Fíqura  Voses  The  archoac  Period  (AREl’),  Londres Cuadernos  de  Filología  Clásica  V 0 l  XVII  (198i-82)  Ed  Universidad  Complutense

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  • Mito y figuracin en la cermicatica de poca clsicaEl ltimo perodo arcaico

    Luis JAVIER BALMASEDARICARDO OLMOS

    La gran riqueza iconogrfica que posee la cermica tica de poca clsicahace de ella una fuente inagotable a la que debe acudir una y otra vez elestudioso de los mitos y de la historia del pasado griego Los documentosmateriales vienen de este modo a completar la visin, en muchas ocasionesfragmentara, que suministran las fuentes [iteraras Pues las imagenes de losvasos reflejan en su evolucin las categoras y el contexto social que losprodujo La triple relacin patrn-artesanos-cliente jug un papel decisivo enla plasmacin de imgenes y de mitos, tal bomo ha visto recientemente en unlibro lleno de sugerencias 1 B L Webster Pero estas relaciones deproduccin son muy complejas, dependiendo de numerosos factores cultura-les y comerciales cuya mcdenca se manifiesta muchas veces de un modoindirecto y velado en el trabajo creador de los alfares Por ello nos ocurreque, muy a menudo, no estamos capacitados para comprender el sentidoprofundo y mltiple que pudo esconder en su trasfondo la imagen figurada deun vaso, al haberse deshecho la trama vital de la que surgi

    Veremos cmo en ocasiones el patrn o dueo del alfar utiliza los vasosno slo como un vehiculo funcional o un medio de expresin esttica enmayor o menor medida individual o colectivo Se sirve de ellos tambin comosutil propaganda poltica de sus ideas Otras veces es la moda, el hechohistrico2 o el nuevo culto que se impone3 los que fuerzan a los artistas a

    Portar ami patron En Casscal Athans, Londres (1972)2 Ex grata, E 1-larrson en Preparatons for Marathon, the Niobd Painter and

    Herodotus,,, en Art Bulletrn, 54 (1972), estuda el famoso crater del Pintor de los Niobdes delMuseo del Louvre, en relacion a los preparativos de la batalla del Maraton

    Reflejo tambin de las guenas medicas y su aceptacion en el suelo ateniense puede ser elterna del rapto de Oritsya por floreas, como supone T fi L Webster, o > Pp 254 y sa, perocrtica K Schauenburg, en Da Anuke und Abenian4, X (196i), p 78, y mantiene con ciertoescepticismo J Boardn,an, Athansan Red Fqura Voses The archoac Period (AREl), Londres

    Cuadernos de Filologa Clsica V0l XVII (198i-82) Ed Universidad Complutense

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    desarrollar nuevos enfoques de un mismo mito, o bien a crear nuevasrepresentaciones con las que satisfacer esta necesidad comunicativa de lonovedoso Parece tambin evidente que los vasos reflejan con cierta frecuen-cia el gusto y las exigencias del cliente que los encarga4Pero este cliente es en muchas ocasiones desconocido para el ceramista yel pintor Por ejemplo, cuando se trata de vasos para la exportacin Como essabido, el comercio de vasos ticos adquiere un enorme desarrollo a partir delsiglo VI a J C y a lo largo de todo el siglo y En todas las tierras baadaspor el Mediterrneo y en muchas de sus principales rutas de penetracincomercial tierra adentro puede documentarse la presencia de vasos ateniensesde los siglos VI al Iv Esto trae consigo un dstancamento entre el artesanoque produce los vasos y crea los temas icogrficos y el lejano cliente que losadquiere Se establece as una compleja relacin, que se traduce eil unaseleccin de temas destinados a la exportacin, marcados por las preferenciasde los compradores6 Ahora bien, esta preferencia no la encentramosexpresada directamente en los vasos, sino que viene transformada omediatizada por la transmisin oral de los comerciantes e ntermedario~Estos pregonan y ensalzan el producto ante el rico que los compra,explicando tal vez laescena figurada a aquellas gentes para quienes el mito encuestin era algo totalmente extrao o ajeno, a su ve~ a su regreso,transmiten al artesano el grado de aceptacin y las reacciones de estospueblos frente al producto3 Se crea asi una relacin dialctica compleja Los(1975), p 224 Segn el culto, vid E Smon en Antke und Abenland, XII (1967), PP biS y SS,quien situa el rapto de Ortya en la Acrpolis cuando participaba en la procesin sagrada enhonor de Atena, como transmite Acusilao de Argos (Schol Odisea, XIV, 533), y posiblementetamben recogio Esquilo

    Sin embargo, sobre los problemas que plantea esta teoria de Webster de los bespokenvases, vid la reccnsion crtica de M Eisman, AJ, 77 (1973), p 448, quien muestra suescepticismo al respecto

    E L Bailey, The export of attic black-ligure ware>, en JHS, 60 (1940), PP 60-7Q SusanaDmtriu y Petre Alexandrescu, Lmportation de la cramique attque dans les colorees duPont-Euxn avant les guerres mdques, en Rey Ard (1973), PP 23-38

    6 Eneste sentido J D Beazley, Att del 1 Convegno di Stud Erusch, p 30, cree tamben queson los exportadores los que imponen el gusto en los clientes Sobreel tema, vid asimismo R MCook, Dic Bedeutung der bemalten keramk fur den griechische Handel, en Jahrbuch desDeurs Ard lnst,74 (1959), Pp 114-123, en especial PP 116-117 Sobre la adaptacion tematca alos gustos de los compradores de la Penmsuia Ibenca, vid R Olmos, La kylx de Medelln, enRey Ard Bib y Museos (1977), PP 867-887 Existen ceramstas especializados en clientesextranjeros tal es el caso de Sotades que crea muchos de sus vasos para los nobles persas,egipcios, etc Vid L Kahil, Rey Arch (i972), Pp 271-284, y E Simon, Die grechsehen asen(i976), p 125, 1am XXXVIII, con un rhton que imita incluso el posible ritual persa para labebida En todo caso hay que distinguir los vasos estereotipados, en serle, de aquellas piezas deexcepcional calidad

    Este aspecto de la introduccion de una temtica figurada, en especial intologica, a pueblosque no participaban del contexto initco griego, ha sido cuidadosamente estudiado con relacional mundo etrusco Las opiniones son divergentes y da a da se abre nueva luz sobre el tema Id,fundamentalmente, K Schauenburg, Jahrbuch des Dents Arch Inst, 85 (1970), y F Prayon, Ron,Mtt, 84(1977), p 181, con bibliografla en nota 1

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    entresijos de semejante trama, tejida cotidianamente por el comercio, se nosescapan El arquelogo y el historiador del mundo griego se encuentran deeste modo ante un pasado en ruinas, ante la abstraccin de unos mudosdocumentos materiales arrancados a la vida Queda tan solo la labor,ciertamente sugestiva, de interpretarlos, esto es, de acercarlos en lo posible alo que fue su ambiente originario

    Otro factor que es decisivo en el juego de la variedad y de la riqueza delos temas y modos de hacer cermica es el propio contexto artesanal8Vmculados los alfareros estrechamente a una tradicin que remonta a siglosatrs de tanteos y de bsquedas, vemos cmo poco a poco se van perfilandolos motivos que, con frecuencia, no son sino los mismos del pasado Perootras veces, de la rivalidad entre los distintos talleres nace el estmulo dela superacin en gran cantidad de vasos del perodo arcaico vemos reflejadoel espritu agonal que existe entre los alfares del Cermico Lutmides, unesplndido pintor ateniense de finales del siglo vi, escribe con orgullo sobreuna de sus ms conseguidas obras Qg o55izore E~pvo, como jams(pint) Eufronio9 Competitividad caracterstica de un sistema de produc-cin artesanal que rige durante todo el periodo arcaico y al que muy bienpodran ser aplicadas las palabras hesidicas0

    IaL Ksp~Jtet); *CCpCqtLf KOraiel alfarero envidia al alfarero

    La tirana foment este sistema de produccin basado en la rivalidad EnAtenas, Psstrato y sus hijos favorecieron la instalacin de alfarerosextranjeros en el barrio del Cermico Ello trajo consigo la aparicin detemas y de gustos nuevos, encontraremos ahora un predominio de elementoscoloristas y formas recargadas y amaneradas ms propias de lo jonioi2 Losmismos nombres de los artistas que firman los vasos denotan la procedenciaextranjera as Amasis, con nombre egipcio 3, o Lydos, el t4 Lanvalidad existente entre estos artesanos se refleja mcluso en alusionespersonales, como se ha querido ver en un vaso de Exequias5 sobre la cabeza

    Sobre el tema, J D Beazley, Poner aid palma in classcal Athens (1944), passmAnfora de Munich, num mv 2307 Id sobre el tema O M A Richter, Mac Red-figured

    ases, A snrvey (1946), PP 15 y 55iO Erga, y 25 Cl Moise, La tyranne dans la Grece ano que (1969), p 71~~ Por ejemplo, el Pintor Afectado Sobre este artista, cf H Mommsen, Ocr Affecter, en

    Kerarneus (1975) Vid sobre el problema del mamerismo las observaciones de D C Kunz en surecension al libro de Vi Mommsen en JHS, 97 (1977), Pp 225 y ss

    Sobreel nombre y origen, vid S Boardman en JHS, 78(1958), PP 1 y ss, y el mismo autor,Athenan Black-Jgured oses (=ABFI) (1974), p 54

    1 Boardman, ABFV, p 52~ Recueil Charles Dugas (1960), p 13 (=Melanges Gloiz, 1, 1972, p 335) V y Struve,

    Histora de la Antigua Grecia, Madrid (1974), Pp 336 y ss

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    de un negro deforme leemos el nombre de Amasis, una alusion posiblementea su carcter extranjero con toda la valoracin negativa que ello comportaante los ojos de un artista heleno Por lo aos de la tirana en que florece lacermica tica de Figuras Negras, los artesanos (ceramista y pintor) alcanzanuna conciencia clara de su personalidad creadora, de su vala mdivdual6Abundan entre los artesanos del Cermico los nombres parlantes quepregonan las cualidades del artista Son nombres ligados a veces a familias detradicin en el arte7 De este modo Erqtmos, el alfarero que model elVaso Francois, significa algo as como el que se honra por su realizacincon su sentido de la zgt~ estrechamente vinculado a la actividad desarrollada,al pyov18 Su hijo es Eucheros, que significa el hbil, el de la buenamanotQ

    Pero la relacin de Psstrato y, en general, de la tirana ateniense con losartesanos no se redujo a la simple aceptacin de artistas inmigrantes Algunosautores, como T 8 L Webster, en su libro ya citado, y J Boardman20subrayan el control que los tiranos ejercieron sobre algunos de estos alfaresEs muy verosmil, como ha visto Boardman2t, que Psstrato y sus hjosutilizaran la imagen visual que ofrecan los vasos para hacer propagandapolitca de su poder En un nfora del Pintor de Pramo, conservada enOxford22, podra relatarse, bajo el ropaje de una transposicin mtica, laascensin de Psstrato a la Acrpolis, aludindose de este modo al tiranobajo los rasgos de I-Ierakles en su aceptacin final en el Olimpo como jpw6823 La aproximacin del pasaje mtico con el hecho hstnco es, sm duda,muy sugerente La tradicin histrica narra el ardd del que se sirvi

    ~ Cf J 13 Beazley, o c, en nota 8 Sobre la firma de los vasos con noflaav vid ademas ladscusion sobre su significado entre R M Cook, JHS, 91(1971% PP IB? y ss (cree que designarael boi~cev al dueo del alfar), y C M Robertson en JHS, 92(1972), Pp 180 y ss (critca lapostura de Cook) y M M Esman en JHS, 94 (1974), p 172 (1 would terid to see the sgnedpieces as idenfication vases for shpment>) Fi problema no esta solucionado Ultmamente, Rfliateren Ant Welt (1977), 4, p 57 (en algunos casos muy especifcos la firma puede ser imitadapor motivaciones comerciales por otra mano distinta)

    ~ Segun nos comunico oralmente el profesor M Ruiperez los nombres parlantes parecendocumentarse ya en epocio micenica Cf M Lejeune, Les forgerons de Pylos en Mernoires dephlologe mycenienne, deuxeme serie, Roma (1971), p 187 manasweko (pvnaFepyo), proweko(~u~ZFepyo)

    ~ Sobre Fucheiros cf R Olmos, art ct en nota 6, Pp 882 y ss~> Sobre este mismo sentido de habilidad artesanal, cf el adjetivo etycip Soph, o c, y 463

    Kp~zflpa L~ioiV. ~VpO dtIpO4 ztyYq20 ABFI< p 112, y sobre todo el mismo autor en Herakles, Peisstratos and sons, Rey

    rch (1972), 1, PP 57-7221 Herakles, Peisstratos and Eleuss, en JHS, 95 (1975), PP 1 y Ss, donde cumpla los

    puntos de vista del articulo anteriormente citado22 Ashmolean, num mv 212, CVA (2), pl 7,9,8, 5, 6,9, 3 ABV~ 331, 523 Pind Nemea III, 92 Sobre el culto a Herakles en Atca vid Susan Woodford, Cults of

    Herakies ni Atucais, PP 111-226 en Sades presented so George M A Hanjmann, Mamnz (1971),p 212, Hero or god

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    Psistrato para regresar por segunda vez a Atena0 Un personaje mortal, lamuchacha Phye, de caractersticas fisicas singulares como su gran tamao(cerca de cuatro codos)25, se asimila a la figura de Atena vstindose con losmismos atributos de la diosa y acompaando en su carro al tirano exiliadoque regresa El colondo que hubo de tenerla entrada tnunfal de Psstrato enla Acrpolis revisti este singular episodio tindolo de un clima de sugestinreligiosa que propiciaba la tradicional expectativa del griego ante lasepifanas de los dioses26 Encontramos en los vasos de estos aos numero-sas representaciones plenas de elementos sensibles que realzan el carctercuasi-divino y sagrado de Heraldes, modelo milco para el tirano En unadna de Wurzburg (lm Y a) Herakles entra triunfal en el Olimpo entre lossonidos solemnes de la ctara de Apolo y la presencia protectora de la diosaAtena, el carro tirado por cuatro esplndidos caballos confiere al cuadro unmarcado carcter aristocrtico Msica, ceremonia, epifana divina, resaltanla iniciacin de un hroe en el Olimpo Y reflejan muy posiblemente la actitudtemeraria y audaz, pero guiada por la prg o inteligencia prctica28 de otromortal Psistrato Al igual que Herakles, hroe popular, el tirano se muestratambin asociado a la clava se hace acompaar de un grupo de hombresarmados con garrota, los Kopvvfl(ppoi, y prescmde de la clsica guardiapersonal de lanceros o opinppo29 Pues Psstrato trata de apoyarse en lanueva fuerza poltica que surge el demos rural cuya anna ms primaria einmediata es la clava

    En un segundo momento de la vida de Psstrato, tal vez tras su definitivoregreso a Atenas, encontramos en la ciudad la presencia de numerososarqueros escitas que se ejercitan y actan al lado de los hoplitas, comorefuerzo del ejrcito30 Nos consta su presencia en los vasos ticos desde losaos 530 hasta el 500, en que prcticamente desaparecen3 Su auge en lacermica coincide, pues, con el gobierno de Psstrato y sus hijos, por lo queparece verosmil su vmculacin estrecha con la tirana durante su destierroen la Tracia pudo muy bien Psstrato haber entrado en contacto con estosmercenarios valorando la estrategia, basada en una gran movilidad, de los

    24 Herod 1, 60, Arstot, Athenaon Polteia XIV, 425 Herod, 1 c. payaO~ aro zscpo,v ,rq~scvv d,ro2a,wua zpck &4Kzit4og ~cxi

    edc&jg26 Arist, 1 c. of y rd ~azc zrpou,cvvoiYvzr~ beyov-ro Ocupa~ovrr~2~ L3i3 E Simon y colaboradores, Fuhrer dure>, die Antkensamnlungen, p 115, F

    Brommer, Vo.senlstent p 163, 13~ Cf M Detienne y J 1 Vernant, Les ruses de Pntellgence la metis des grecs (1974)29 Clistenes, tirano de Sicion, tamben utilizo una guardia similar de protaclavas Cf Cl

    Mosse, o c, p 6330 M F Vos, Scythan Archers mn Archac Attc Vase-paintng, Groningen (1963) Mas

    recientemente y considerado bajo el punto de vista de la representacin histonca, od T Hoischer,Gnedsche flstorlenblder des 5 un 4 Jahrhundens y Chi, Wurzburg (1 973~ pp 44) y si

    M F Vos,o c,p 61

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    d

    f

    a

    b c

    e

    Fg 1 a)HeraiclesespresentadoporAtenaaZeus, byc)Arquerosesctas,d)HeraklesylosCercopes,e) Herakles y Furisteo, 1) i-Ierakies y Busrs

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    arqueros en la batalla32 Las imgenes de los vasos gustan de narrar elcolorismo de los atuendos escitas (fig 1 c) y el exotismo de los rostros deestos arqueros Pero con el transcurso del tiempo encontraremos un doblefenmeno de asimilacin por una parte la figura del escita se hace familiar yse helenza En un dno de Madrid algunos de los escitas visten ya coraza yfaldellin, como es habitual en el hoplita ateniense, pero, sin embargo,conservan su peculiar gorro en punta o tiara (flg 1 b) Resulta difcil saberrealmente s se trata aqu de un escita o de un aristcrata ateniense vestido ala moda oriental33 Simultneamente se revtaliza la funcin de arquero en lafigura de Heraldes, el hroe tpicamente griego A veces lleva Herakles elcarcaj y las flechas colgadas sobre su hombro, a la manera griega Perotambin los pintores nos describen al hroe bajo la vestimenta de un arqueroescita el carcaj se ha transformado en grtoscaja para las flechas y fundapara el arco unidas, y ste va colgado no ya del hombro, sino de la cintura,al modo orientalM La mentalidad del artista ha sintetizado as en esta figurahbrida la realidad cotidiana de los escitas, ingualables arqueros, con lapersonificacin mtica de Herakles, el griego ms que ningn otro hombrediestro en el manejo de los dardos35

    La poca de la tirana en Grecia se caractenza por el auge y florecimientode la vida ciudadana Los tiranos transforman y embellecen la phs a la quedotan de una amplia mfraestructura de servicios pblicos36 Psstrato o sushijos adornaron el templo de Atena, en la Acrpolis, con una columnata ycon esculturas marmreas En esta poca de exaltacin religiosa en honor delas divinidades poliades se multiplica el colorismo de la Acrpolis connumerosas estatuas de kra ofrendando o, simplemente, manifestando sux&pzg esto es, el encanto o belleza fascinante de la mujer ante la proximidaddivina37 En este mbito de lo sagrado se introduce tambin por estos aosun curioso grupo escultrico de dos jinetes a caballo uno de ellos, elconservado, es el conocido caballero Rampin, imgenes de nobles que seha supuesto pudieran representar muy bien a los Pisstratidas38 De ser cierta

    32 M F Vos, o c, pp 66 y s~ Cf 1 Holcher, o c, p 40~ Ex grano, nfora del ceramista Andocides, Louvre F 208 CVA (3), 111 He pl 23, 1 y 2 Cf el tema de la Oixccin &o,ai~, en el que Herakles venceen el concurso del arco a los

    hijos de Furytos Sobre este tema vid R Omos, Dic Ennahme von Oichala, en Madr Mu(1977)

    ~ Cl Moise, o c, pp 70-71, E E Adcock, Athens and the tyrants, en CAH (1974),PP 66-67, cf H A Ihompion y R E Wycherley, The ,4thenian gora XIV (1912), p 20(construcciones en la Acropolis y fuente del sureste del Agora, acueductos y suministros del aguaen la zona)

    O M A Richter, Korai, rchac Greek Maidens, Nueva York (1938)38 Apuntanesta opmn Lullies-Hrmer, Grechische Plastik, Munich (1956), p 41 y 1am 29,

    W Fuch, Die Skulptur der Orechen (1969), p 333 Sin embargo, O M A Richter, A Handbookof Greek Art (1959), pp 58 y si, considera que se Irala de los Dioscuros

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    esta interpretacin, nos encontraramos con otro mdco ms de ese inters delos tiranos en aproxtmarse a sus dioses protectores de la Acrpolis

    Pero, paralelamente, la ciudad baja se transforma Bajo la tirana, porejemplo, se construyen en Atenas numerosas conducciones de agua, como lasque han sacada a la luz recientemente las excavaciones del gora ateniense39Los vasos de la poca recogen con frecuencia estas construcciones40hacindose propaganda as de la maguificenca del nuevo rgimen que, porotro lado, fonaenta el comercio exterior de sus alfares Una hdra de Madriddescribe la reunin de unas mujeres en la fuente pblica4 Consta la fuentede un prtico sostenido por columnas dricas42 El agua mana de unascabezas de len Bajo los chorros se baa un nio, ajeno a la prohibicinreligiosa de enturbiar las aguas43, elemento casi sagrado en la sedientaAtenas Las mujeres tal vez son heteras44 o nmfas, y la fuente en torno a lacual se renen resulta ser as la protagonista de la escena Las ramas vegetalescon que las muchachas coronan, como 00oppo, el edificio son sin dudaun elemento sagrado de la fiesta45 Porque es una fiesta la que aqu se

    ~ R Gnouves, Balaneutke, Reclerches Sur le Ruin duns lAntquite Grecque (1962), p 28, RMartn, Lurbansme duns la Grece antque, Pars (1965), p 213, subraya el hecho de que lasconstrucciones de las fuentes son les preners man,festations urbanistes des tyrants auxsepteme et sxeme siecles

    ~ R Gnouves, o C, PP 21-28, vease tamben el articulo de K 5 Gorbunova, Frauen amBrunnen, en 144ss Zerschr der Una, Rostock 7/8, Pp 64i-3, sobre el tema de las muchachas enla fuente en relacion con la poltica de Psstrato

    4i Nm mv 10924, CVA (1), 11 He, pl 12, R Gnouves, o c, lam 1,2, y p 21, Beazjey, ABI4p 335, num 1 (atribuido al Pintor de la Fuente de Madnd)

    42 R Olmos, Ceramca Griega (1973), 1am , en color Cf B Dunkley, Greek FountanBwldings before 300 B C en BSA, 36 (1935 y 1936), p 160

    ~ Sobre esta prohibcion, vid E Ginouves, o y, nota 5 Anth Graeca IX, 330ItOOO7 E /1>7 rut> Vi7rrpz rpEpeivrpvart2tivoz N,y~&v ,pa

    Existen algunos indicios que permitiran proponer esta hipotess en primer lugar lafrecuente asociacin en las representaciones con este tema de muchachas con nombres de flores oelementos florales As en una ludria de Wurzburg

  • Milo yfiguracion en la cerannca anca de poca clsica 119

    describe y no un simple acto de la vida cotidiana ~Vana buscar el agua parael bao ritual de la desposada o del difunto~46 ~O es sencillamente un actopblico de ofrenda a las divinidades de la fuente, las sagradas nyades ovupqn Kpflvai~l947 (lm II a) Ello entroncara plenamente con la tendenciade los tiranos hacia el fomento de las fiestas y los cultos populares

    La tirana, en efecto, acogi los cultos agrarios oficializando y dandocabida en la religin ciudadana a lo que hasta entonces habla quedadoexcluido en el marco de la religin olmpica del noble Tambin los vasoscontemporneos son ncos en imgenes que nos muestran la exaltacin deesta nueva religin campesina, manifestando una vertiente sagrada que tienesu fundamento en la dialctica econmica de la pis arcaica Este influjo delsector campesino en las fuerzas componentes de la ciudad se refleja en laprofusin de motivos agrarios en la cermica de Figuras Negras, desapare-ciendo estos temas prcticamente en el siglo V, cuando en la economa de lapolis adquiere un peso mayor la industria y el artesanato48 A mediados delsiglo vi, y como influjo o desarrollo paralelo de los contemporneos vasos dekmo corintios49, puede fecharse una singular nfora del Museo de Ma-dnd ~, en la que unos kopnsta desnudos danzan en torno a un gigantescoelemento floral constituido por lotos y por palmetas Los danzarines elevansus brazos y piernas en un rito de la vegetacin, posiblemente unapropiciacin mgica de la fertilidad del campoS los saltos de sus piernasalargadas, expresivamente desprovistas de carne para poder subir ms alto52,parecen querer estimular mmtcamente el brotar peridico de la naturale-

    46 E Smon, 1 e en nota 44 (1959)~ Odisea XVIII, 240 y ss Sobreel tema W F Otto, Die Musen (1961), p 14, y E. Dieh, o c,

    p 201~e Ch G Starr, The econo,nc an social growd of early Greece (1977), p 105 Pueden verse

    representaciones rurales en su lam IV~ A Seeberg, Corxntla, (ornas ases (1971), quien no torna partido eri la nterpretacon de

    las representaciones, P Ghron Bstagne, A propos du Komos corinthen, en Re, Arch II(1973), Pp 303 y ss, A D Trendal y T E L Webster, Illustrauons of Greek Drama (1975), PP 15y ss, insisten en un influjo del mundo del teatro, siguiendo la tradicin de E Buschor, SatyrnzeundfrL~hes Drama (1942) H Metzger, en Rey Et Grecs, 89 (1976), en una recension a Ohronndica que el postulado de una influencia del teatro sobre los pintores de vasos se pone hoy enduda

    ~ Num mv 10929, CVA (1) III Hd, pi 1,6 a y b La reproduccion del Corpus esta llena derepintes decin,ononjcos, lo que hace necesaria una nueva publicacion de esta pieza

    ~ Sobre estos rituales y su sentido mflujo en los orgenes del teatro, vid E R Adrados,Fiesta, Comedia y Tragedia Sobre los origenes Griegos del tearro, Madrid (1972), IV parte, capIII De la Fiesta Agraria al Teatro, pp 447 y ss Vid recension de O Oangrande en JHS, 97(1977), Pp 190 y ss A Dieterich en Hermes, 56 (1961), Pp 36 y ss, crtica esta extendidanterpretacon magica que, sin embargo, admiten autores como H Metzger en Rey Arch, 1972,p 34

    52 Vid W I-lornbostei, Zwe neue Komasten-schalen, en Freundesgabe/iir Willy Zschiets-~lmann (1975), p 73 y nota 11

  • 120 Lus J Balmaseda y Ricardo Olmos

    za53 Uno de estos komdsta lleva en su mano un kras o cuerno repleto devino (lm lib), elemento asociado desde antiguo a los ritos agrarios de latransformacnM La apancin de semejante tema en la cermica de la pocapuede indicar una relativa aceptacin de los ritos campesinos en la religinciudadana Tal vez fue labor de los tiranos el canalizar en las fiestas de la pliseste elemento popular hasta entonces desdeado, despojndolo de suprimitivo carcter demoniaco (recordemos los Dwkbauchtanzer) para inte-grarlo en el ksmos ciudadano De este modo, la figura de Dnysos y susquito asimlarian muchos de estos elementos campesinos La presencia deeste dios es popular sobre todo en las representaciones de los vasos del ltimoperiodo arcaico55 Con el tiempo, el elemento agreste queda claramentepolarizado frente al puramente humano se definen, cada vez con mayorprecisin, los lmites dc lo que va a ser una contraposicin tpicamente griega,la dualidad naturaleza y cultura Paralelamente surgir la necesidad deestablecer un puente que supere esta apora del hombre56 La mentalidadplastca del griego supo expresar dicha dualidad creando para ello nuevostipos figurados que participan a la vez de ambos mundos los stiros y loscentauros57 Su contraposicin al mbito humano queda clara en la figuramonstruosa, semanmal, pero sobre todo en su comportamiento prototpcaes la histora de los centauros, invitados a la fiesta de bodas de los lptas,aqu se nos cuenta cmo aqullos supieron comportarse en una eomumdadhumana58 ~m IVb) El tema de la lucha entre el hombre y el centauro esrepresentado una y otra vez en la cermica arcaica, cuando se fijandefinitivamente los tipos iconogrficos para estos personajes59

    Pero tambin en la cermica se recogen aquellas versiones generaimen -te no cannicas en las que hombre y naturaleza tratan de superar esaseparacin insalvable El tema del centauro educador Quirn acogiendo aAquiles nio de manos de su padre Peleo aparece ya representado sobre unnfora tica de mediados del siglo VII60, documentando una versin no

    Sobre los gestos del danzante, vid C Sttl, Die Gebarden der Greclen und Rmer (1890),p 224, Tanz und Pantomnus, con la asociacin constante alegra-danza-komos Cf Arstofanes,Paz, y 324 ~ .>5ov~q, 0~iK 6/100 >CiVooi*roq, tZW UD 05 Sobre los centauros, P V C Baur, Centaurs in ancenh art(1912)

    ~> 144 Roscher, Lexkon II, 1, col 1035~ J O Beazley, ABV mdce en p 724 Sobre la formacion de las primeras representaciones

    vid FC Fittschen, Untersuchungen zum Beginn der Sagendarsrellungen be des Griechen (1969), PP104 y ss y p 125, nota 630

    60 Berln A 9 J O Beazley, TIte Developmenr of Attc Black Figure, a Sketch (195i), p 10

  • Mito y figuracin en la cermica auca de poca clsica 121

    homncai~ que recoger mucho ms tarde el Pseudo-Apolodoro62 Porotra parte, la cermica tica de finales del siglo VI gusta de la representacindel tema de Herakles y de Folo, el centauro hospitalario que invita en sucueva al hroe griego para beber un vino igualatorio, fratermzador63 Es sinduda este motivo una plasmacin de la trgica apora que vive el hombre dela Grecia arcaica el convite acaba en h5brs, en desastre, como la felicidadexcesiva

    Los tiranos, hemos dicho, fomentaron el culto a los dioses protectores dela ciudad En Atenas, Pisistrato engrandece y populanza los festivalespanatenacosTM del mismo modo que se ocupa de ornar la casa de la diosaAtena en la Acrpolis No es todo ello sino una adaptacin al suelo ateniensede los grandes festivales panhelncos, como los de Olimpia o los de DelfosLas grandes Panateneas que regula Pisistrato vienen a ser as, con sucapacidad de convocatoria ante tantos pueblos de Grecia, el correlato festivo,ldco, de la creciente supremaca comercial y artesanal que alcanza por estosaos Atenas La fiesta reviste un claro significado de propaganda poltica decara al exterior, a la vez que crea una conciencia, cada vez ms definida, de lapoderosa identidad cultural ateniense

    Gira el festival en torno al concepto griego de agn, de certamenCertamen atltico en el que se ofrece al vencedor una creacin tpicamenteateniense el nfora panatenaica, llena de aceite especialmente escogido de losolivos sagrados del Atica65 Sobre una de las caras de estos vasos serepresenta a la diosa entre dos columnas que seguramente son alusin a sutemplo de la Acrpolis66 En la otra cara se representa al vencedor un aurigaque conduce atento los caballos en el estadio67, un concurso de carrerapedestre68, de pancracia69, de jabalina, etc Generalmente una inscripcinjunto a la imagen de la diosa (TON AeENEFJEN AeAON, rJv Ae4v~&v&O2wv, de los juegos de Atenas) garantizaba la procedencia festiva ypermita a quien la llevaba la exportacin libre de aceite refinado ms all delas fronteras del Atca La gran suntuosidad arcaica que acompaa alvencedor en los juegos nos lo documentan diversas inscripciones ticas el

    U Vid J Grlfn, JHS, 97 (1977), Pp 40-41~ Bibloth III, 13, 7 Quiron alimenta a Aquiles con las entraas de osos, jabales y leones,

    parece un motivo demasiado bestial para ser aceptado en la Ilada Esta version la documenta elvaso, del siglo vii a J C, aludido en nota 60

    63 lId nota 5664 j A Davson, Notes on the Panatenaia,>, en JHS 78 (1958), PP 23-4265 j D Beaziey, Developnent, PP 88 y ss, J Frel, Panatenasche Preisamphoren, en

    Kera,neikos, Helft 2(1973), y J Boardman, ABFV(1974), cap VII66 E Smon, Ole Griec/ischen asen (1976), p 105, asocia las columnas con el culto de Zeus

    Cf asimismo esta autora en RE, Suppl XVI (1977), sv Zeus (testimonios arqucologicos)7 Ex grata, Madrid, num mv 10900, E Smon, 1 c en nota 64~ Ex grata, Mumch, Antkensammlungen, num mv 1453, J Boardman, ABFI< fg 29869 J Boardman, 1 c, flg. 301 (Leiden, Rijkmuseum, XV i, 79)

  • 122 Lus J Balmaseda y Ricardo Olmos

    auriga triunfante puede ganar en el concurso hasta ciento cuarenta de estasnforas70Paralelamente con los juegos atlticos los tiranos regulan la rectacinoficial de los poemas homricos en los mismos festivales2 La Ilada y laOdisea resultaran as familiares al odo del ateniense, quien en ocasionesquerr emular en su mundo cotidiano las hazaas de los hroes del pasadoLos vasos de la poca muestran este ambiente quendo del noble, estaaoranza por el universo heroico que se trata ahora de revivir Las imgenesplsticas mezclan anacromcamente escenas del pasado bajo un ropaje formaldel presente Pramo, partiendo en su carro, tal vez para ir a recuperar elcadver de su hijo Hctor, como cantaba la Ilada, es el tema de una hdra deFiguras Negras de Madrid72 Gm Ib) Diversos criados, o tal vez los mismoshijos de Pramo, ayudan a armar el carro Priamo, bajo el esquemaconvencional del guerrero que va a marchar, aguarda impaciente su partida,el pe izquierdo est ya apoyado sobre el carro mientras que el derechoaguarda todava sobre el suelo La mejor glosa a este pasaje son las mismaspalabras de la Ilada (XXIV, 263)

    01)7< YV it o ~Ja4~V cpour2co~zs -r~yaz~,rcwr~ ti nvz nOdr, iv~ 7rp4aawpcv 6

  • Mito y figuracin en a cermica tica de poca clasca 123

    escena se narra una escena igualmente ambigua una carrera de caballos en elestadio, en la que dos cudrgas al galope tratan porfiadamente de alcanzar lameta Los aurgas exhortan, con gritos ininteligibles, a los caballos

    KINIK74 EAATOAE75

    Se trata de una escena de la vida cotidiana, de la celebracin de unavictoria concreta como tal vez ndica la nscrpcn (IHIONIKE) que leemosbajo uno de los caballos> ~,Opodemos ver aqul escondido, bajo esta imagenfestiva, un tema pico ya tradicional en el repertorio iconogrfico de lospintores atenienses la representacion de los juegos funerarios en honor dePatroclo>76

    Estos anacronismos vagos son an ms frecuentes en las escenas de luchaPor un lado el recuerdo del mundo pico es evidente Nuestra fig 2, undetalle de una copa de bandas de hacia el 530 a 520 a de i C ~ describe elcombate individual o monomaquia de dos guerreros La lucha est concebidabajo un esquema totalmente smtnco a ambos lados de los guerreros, dospersonajes envueltos en sus mantos ricamente bordados contemplan eldesenlace de la lucha Cada uno de ellos sostiene una lanza En realidad,tenemos aqu un esquema inspirado en la vida cotidiana, un motivocomposcional del cual dispone el pintor de vasos en su repertorio deimgenes el esquema individual de la lucha en la palestra, con el combatevigilado por los jueces76 La vara habitual en manos de stos ha quedadoaqu sustituida por la lanza Asimismo el esquema de contenido es paralelza-ble la funcion de estos varones que contemplan el agn es, a modo de uncoro de tragedia, la de exhortar al valor y la de ser testigos de la lucha queda glora a los hombres Al igual que en el mundo homrico, la palabra tieneuna funcin muy concreta en esta escena Los guerreros de la copapronuncian palabras aladas, somdos que el pintor ha querido dibujarplasmando en unos caracteres ilegibles, informes, una especie d pseudons-cnpcones que tratan de recoger este universo de la palabra pica en elmomento decisivo del combate tal vez los nombres de los guerreros, acasolas palabras de vanaglora que pronuncian

    Un ambiente pico similar encontramos en un esplndido ilirio o lebete

    H R Smith en CV,4, San Francisco, num 701, pl Xi, 2 Se refiere a ias inscripciones eneste tipo de es~nas y, concretamente, a las que aparecen bajo los vientres de los caballos,poscion que el autor como a licensed ocus despend~ Cf este grito sobre el anfora panatenaica de la Universidad de Mainz, R Hampe y E Smon,Gr,echsches Leben m Spege der Xunst (1959) La mnterpretacion como a2a es deKretschmer, Greehiscle Vasennsehrijten, p 91

    < Por ejemplo, en ci fragmento del dno de Soflo hallado en Farsalo o en el Vaso FrancoisSobre el tema 5 D Beaziey, De~eopment, PP 1849

    Num mv 0942 CV4 E ~ E Norman Gardner, Athetcs of the ancent world (i930), flgs 162, 164, i65, etc

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    del Museo Arqueolgico Nacional79 El contenido de las escenas que lodecoran sugiere que el vaso hubo de ser realizado ex professo para un ricoaristcrata amante de los caballos80 Concebido bajo un significativo estilocclico, en el que las escenas se enlazan unas con otras mediante un nexomeramente formal la presencia de un objeto o una persona en accinsugiere y exige automticamente otro objeto o accin yuxtapuesto a aqul,este vaso pudo tal vez narrar un suceso contemporneo idealizado bajo elesquema de una lucha homrica8 El ncleo central lo ocupa de nuevo unamonomaquia (1am IIIb) un gterrero, herido. se desploma sobre el suelo, con

    el cuerpo vuelto haca la izquierda, orientacin sta cargada de unaconnotacin negativa, de derrota, en el pensamiento visual arcaico Como enla lucha homrica, por ambos lados acude un grupo de guerreros, los cualesse enfrentan en torno al herido82 Es el momento decisivo de la lucha por lavida o por la muerte de un hroe A ambos lados tenemos el carro con el

    Num mv 10902e~ El Vaso fue exportado en la Antiguedad a Agrigento (Sicilia) Vid sobre la vnculacion de

    estas piezas con la aristocracia, T E L Webster, o c, cap XIV Horsemen and charots, PP179 y ss

    ~ Una hdra de este mismo pintor en Basilea (Beazjey, Paralpomena, 119, 35 bis, y MDaves, Ant Kunst, 1977, p 75, nota 12) nos reafirna en la idea de que en estas representacionesel paso de lo mtco a lo cotidiano, a lo actual, es imperceptible para el hombre de los aos delarcasmo La realidad se mitologiza y viceversa En esta hidria de Basilea el testimonio clave sonlas nscnpcones sc narra en ella una escena de lucha inspirada en la Pequea Ilada con lamuerte de Lcaon a manos de Neoptolemo

    82 Sobre el problema de la lucha colectiva cf 1 Salmon, Political Hopltes,en JHS, 77(i977), PP 75 y ss, especialmente PP 87-88 Pero no sabemos sien el dno de Madrid se intenta

    1- g 2Monomaquia Dos varones coricrnplan la lucha Detalle de una copa dc bandas dcl MuscoArqucologico de Madrid

  • Mito yfiguracon en a cermica tica de epoca clsica 125

    auriga que espera mientras protege su espalda con un gran escudo, recuerdodel antiguo escudo beocio con telamn83 Pero el dpliros heroico es sustituidoaqu por la tpica cuadriga de carreras tica Otros anacronismos son lasarmas, como el escudo redondo, propio de los aos del pintor con elprpax o abrazadera y las antilabal o asas bien definidas, que coexistircon el escudo en forma de ocho, recuerdo desdibujado del homrico Ellomuestra cmo elementos del presente y del pasado se entrelazan en lasimgenes idealizadas de la poca que aqu consideramos84

    Paralelamente con la populandad que por estos aos alcanza la picaencontramos tambin en las representaciones del siglo VI el florecimiento dela figura del hroe, cuya iconografia se fija definitivamente un hroe que aveces aparece estrechamente vinculado con el origen y desarrollo de la pls85y, en otras ocasiones, con la expansin colonial griega por el MediterrneoRecientemente ha subrayado Coldstream basndose en elementos arqueo-lgicos el mflujo que tuvo la expansion de la pica durante los siglos viII yVII en el establecimiento del culto de los hroes La rectacin oral que ahorase extiende se uni al redescubrinisento por el pueblo, tras los siglos oscuros,de las antiguas tumbas micnicas que ahora se atribuirn cultualmente a loshroes de los poemas86 De un modo paralelo a poesa y a culto se iniciantambin ahora los primeros tanteos iconogrficos que buscan una fijacinplstica del mito Pero hay que esperar al siglo VI una poca de especialvitalidad creadora en vida y pensamiento para encontrar el florecimientoen el arte de estas tendencias antropoplsticas del pensamiento mitco Setratar ahora de plasmar en imgenes-prototipo los momentos culminantes,las akma4 de la actuacin heroica idealizando de este modo la realidadcotidiana

    Entre los hroes ms famosos y significativos tenemos aHerakles y juntoa l a su doble, su paralelo estrictamente ateniense, Teseo, 22~ oi5ro.Hpcodq~87 Herakles alcanz su populandad en el Atca gracias al apoyo delos tiranos Psstrato se asmil en cierto modo, como vimos, a su figura88

    representar tan solo el desenlace de un combate individual, esto es, la lucha en tomo al guerrerocado al que se intenta despojar Sobre este tema vid el exterior de la famosacopa de Exekas enMunich, con el mismo motivo de la lucha en torno al compaero cado E Smon, 0wGrechsehe asen, p 86 y 1am 73

    83 A Snodgrass, Early Greek arniaur

  • 126 Luis J Bamaseda y Ricardo Omos

    Por ello es frecuente en las representaciones de estos aos el motivo de ladivinizacm de Herakles, concebido plstcamente bajo la imagen dramticade su introduccion en el Olimpo, donde es aceptado por su padre Zeus89(fig 1 a) Atena, que aparece vinculada en tantas ocasiones con Psstratocomo su protectora, es aqu, en los vasos coetneos, la que agarra a Heraklesde la mano y le lleva, materialmente y en escenas llenas de animacin, ante lapresencia de Zeus90

    Por otra parte, el banquete desmesurado de Herakles que nos narran losvasos no sabemos s interpretarlo como una fiesta en honor del hroedivinizado el banquete se celebrara entonces en el Olimpo9i~ o como eldescanso despus de alguna victoria concreta, a modo de zijiq u honra quese materializa, como muestra un nfora de Madrid92 (lm lic) en lasuperabundancia del vino y de la carne, en el elemento sensible y religioso dela corona de flores con que le cie su cabeza una muchacha, en el can-to aristocrtico de la ctara de siete cuerdas que tae un cantor, y en laparticipacin de Dinso quien se acerca, entrelazado en simpata bquicacon un sileno, para beber con el heroe y exaltarlo La muchacha queacompaa en el banquete a l-Terakles es en otras ocasiones la misma diosaAtena93 Este motivo encuentra una especial aceptacin en los alfares de laAtenas arcaica de los Pisistrtidas~

    Herakles, como hroe popular, fue, a la vez que un personaje trgico ygrandioso una figura que destaco tamben por sus connotaciones cmicas, loque le hacia ms proxmo al ambiente cotidiano y familiar del ateniense quesiempre gust de este aspecto festivo Los vasos abundan en dichos temasgrotescos, que acentuan la polandad de la accin humana y el contrasteagridulce de la existencia El hombre arcaico acept con agrado la figuracinde su heroe preferido, Herakles, en los relieves de sus santuarios y, como

    ~ El tema aparece esculpido sobre ci fronton de un pequeo templo en la Acropols (ca 560a JC) Cf K Schefold, Ole Griechen aid 6to Nachbarn (1967), num 27c, p 166 (R Luilies)

    90 Kyix del Pintor de Frino Hrtsh Museum, B 424, i D Beazjey, Devetopment, p 54,Boardman ABFIK fig i23, 2

    ~ Se ha discutido s los pintores de vasos han querido situar estas escenas festivas en elmundo terreno o bien en la esfera de los inmortales, esto es, s deben ser consideradas como unaapoteosis de f-ierakles sensu stricro Esta segunda postura es adoptada por H Kneii, DieDar stellunq dei- (Stterversammanq (i965), contra esta opnion cf 1< Schauenburg, Gytnnasum, 70(1963), p 118 la presencia de los olmpicos en el symposon de Herakies no es una prueba enabsoluto de la diviniancion del heroe S bien compartimos nosotros la opnion de Schauenburgci festn no tiene por que celebrarse en el Olimpo debemos sealar, sin embargo, que elmotivo de la divinizacion del heroe es frecuente en los pasajes pndarcos Nen iii, 92, VII, 94 yss, 1, 69 y ss , etc

    92 Nuni mv 10916, CItA (1> lliHe, 21, 3b Vid R Olmos, Dic Ennahme von Ochala, enMad,- Mtt (1877), en prensa

    ~ Cf la famosa anfora bingue del Pintor de Andocdes en Munich E Smon, Dieqrech,schen Vaen, lams 86-87

    ~ El lema de Herakles gloton tuvo una ~mculacion en el culto atico Vid L Deubner,Arase/ii FeMe (1932), Pp 226 y ss

  • Mito y figuracin en la cermica aflca de poca clasica 127imtacion, en la ceramica de la epoca Comco es el motivo de Herakles y losCercopes, especie de genios traviesos que quisieron sorprender al hroemientras dorma (flg 1 d) Herakles les dio caza y les at con la cabeza hacaabajo en un palo, transportndoles a la manera como el cazador lleva a casasus capturas95 Llena de humor es tambin la escena, muy habitual en losvasos del ltimo periodo arcaico, de Herakles llevando sobre sus hombros eljabal de Enmanto ante la presencia de un Euristeo aterrorizado que asomasu cabeza por el borde de una tinaja, a la par que extiende sus manos enexpresin de pnico (fig 1 e) Con idntico gesto los antiguos solan describirla actitud expansiva de la mujer dominada por el terror96 No es otra laexpresin de Rustrs, rey de Egipto, sorprendido por la violencia de unHerakles desmesurado cuando se dispona a sacrificarlo como extranjerosobre el altar97 (fig 10 Los vasos de esta poca describen el momento delsacnfco los sirvientes huyen arrojando al suelo todos los instrumentossacnfciales, llenos de un cmico espanto ante la actitud decidida deHerakles98

    Este tema nos introduce en otro aspecto muy caracterstico del momentoarcaico Es el motivo de la oposicin entre el griego civilizado y el brbaro,tema que tiene su origen histrico en la colonizacin griega por elMediterrneo, unos siglos antes99, pero que encontrar su ms completaexpresin plstica en el arte de la poca arcaica, como consecuencia de unacompleja conjuncin de motivaciones sociolgicas y artsticas OO En los aosde la tirana el artista griego logra definir plsticamente la oposicin de lafigura griega civilizada a la del brbaroO Una de estas concreciones mssignificativas la encontramos en la figura de Alcioneo, donde se ofrece laejemplificacin visual de un motivo ideolgico que por estos aos preocupa

    ~ Vid ex grara, una metopa del tesoro del Heraon en la desembocadura del ro Sele, demediados del siglo vi a JC, en Paestum O la metopa del templo C de Selnunte (ca 530 a JC),en Palermo Ambas reproducidas en E Langlotz y M Hrmer, The art o] Magna Graeca,Londres (965), iams II y 14

    96 C Sttl, o c, p 13~ F Brommer, Vasenlisten (1973), p 34, sv Herakies-Busris Sobre el tema, vid T B L

    Webster Cred. Art ami Literatitre, 530-400 B C, p 1398 Munich 2428 (iahn, num 342) d el dibujo, muy preciso, de C Recbhold, Ausce

    Vasenb,der (Blder auf Krugen) (1975), 1am 23~ As explica, por ejemplo, J Boardman, The greek over seas (1964), p 169, la configuracion

    del mito de J-lerakles y Anteo en su rejacion con la colonzacion griega en la Crenaica100 Este conjunto de motivos confluyen en la contraposcion de los dos polos que se

    comparan Por un lado, la apertura del mundo griego hacia el exterior y su mejor conocimientode la variedad de modos de vivir del mundo barbaro, por otro indo, la maduracion interna delproceso evolutivo de la cultura griega

    i0i Los problemas de historia y aculturacion han sido estudiados con relacion a lacontraposcion de la cultura griega y la indgena en la Magna Creca, desde un punto de vistaantropologco por 5 Gruzinski y A Rouneret en Melanges de lecole francaise de RomeAntiquite, 88 (1976), 1, Pp i67-219 Sobre el barbaro, od en especial p 162 y nota 4

  • 128 Luis J Balmaseda y Ricardo Olmos

    al ateniense inmerso en la vida de la phsiO2 es el tema, que el griego mirarcon ojos atnitos, pero con el deleite de lo extico, en torno al hombreircpavyog, el ser cuasi-monstruoso que vive en soledad y que, por consi-guiente, ni conoce ni respeta los deberes de la hospitalidad sagrada Alcioneono tiene casa, habta una cueva y vive siempre desconocedor de otras gentes,de otros lugares distintos de su propio habitat Permanece en estrechavmculacn a la tierra madre que le protege y de la que no debe separarse squiere sobrevivir03 El artista ateniense generalmente asoca su figura con elelemento vegetal y agrest (rboles, ramaje, etc) Su cuerpo, cubierto de vello,es gigantesco, su barba es larga y descuidada y sus cabellos prolijos y endesorden~ Los pintores gustaron de representar su rostro de frenteiO5,cargndolo de expresvdad salvaje y directa que sustituye en l a lacomuncabildad civilizadora de la palabra del griego Por el contraro, elpintor describe a un Herakles de tamao humano y generalmente vestido,con cabello y barba finamente recortados El actuar del hroe se caractenzapor su habilidad y prudencia, por la rntzs del civilizado griego En lasimgenes de los vasos (lm III a), y ayudado siempre por la diosa Atena, tratael hroe de sorprender el pesado sueo tal vez un elemento cmico msdel gigante al que da muerte con las flechas, con la espada o con la clavaLterana y plsticamente el motivo est inspirado en la Odisea La habilidadde Ulises y su contraposicin al implo Polifemo es trasladada aqu, bajo unmismo esquema conceptual y en el lenguaje visual del hombre ateniense, alenfrentamiento de Herakles y Alcioneo iO Este tema de la lucha de un griegocon un forneo esconde motivaciones econmicas y comerciales que sematerializan en los riqusimos rebaos que apacienta Aiconeo otraasociacin odiseica ms, rebaos que busca aqu arrebatar Herakles Esste un motivo que vemos repetirse en el enfrentamiento del hroe conGerini7 En uno y otro caso subyace un elemento colonizador la posesinde la riqueza de tierras lejanas. De ah la multiplicidad de lugares que la

    i02 Sobre este tema hemos escrito un artculo nonografico para el Lexicon IconographcunMythoogae Classuae (LIMfl, actualmente en prensa (vol II Vase F Brommer asensten3,pp 5-7, y especialmente B Andreae en Ja/ir buch des Deuts Arch Inst, 77 (1962), PP 130-210, yC Robert en Hermes, 19 (1884), Pp 473-483

    103 Apoil, Bib 1, 6,1 Ah1V ~V ;r&p yEVO>1 7>1i04 F Van, La guare des Geanrs, Pars (1952), Pp 20 y ss Lexpresson du monstrueux dans

    lart archaquelOS d catalogo de Van, o c, p 21, nota 12iO Cf la figura de Polifemo recostado, en la enocoe dei Pintor del Vaticano G 49, Louvre,

    mv A 482, J 1-lenle, Greek Myths A vase Pa,nters Notebook (1973), fig 77, p 164 (fuga de Ulisesde la cueva del gigante) l~d asimismo B Fellmann, Die antken Darsteflwgen des Polyphemsa-benteurs, Mumch (1972), y F Brommer, asensten3, pp 437 y ss d los vasos de Argos yFleuss en K Schefold, Fruhgreclsche Sagenbder, ng 15 en pag 45 y 1am 1 en p 47

    ~ Munich, 2620 (Jahn 337), ART2, 16, 17 Sobre el mito de Geryon, Robertson, ClassQuarterly 19 (1969>, PP 207 y ss

  • Mito y figuracin en la cermica tica de poca clasca 129

    mitologa asgna al mismo combate mtco Alcioneo es desplazado de lugarde acuerdo con el momento histrico vivido08Otro motivo caracterstico de la contraposicin griego-brbaro es la luchade Herakles con el gigante Anteo i09 Este motivo es ms reciente que elanterior y est claramente inspirado en las artes de la lucha en la palestraateniense iO (ln IVa) Anteo, figura ms modernizada quela marcadamentebestial de Alcioneo, es tambin un experto en las artes de la lucha Inventorde tretas puglstcas, le cita en una bella imagen Platn, denotando sucomparacin coloquial la popularidad del mito entre los atenienses del sigloIV al igual que al gigante, una pasin terrible (un gp~ &v) impulsa aScrates Todo aquel con qmen se encuentra ha de despojarse de la ropa paraenfrentarse en una lucha cuerpo a cuerpo en la palestra de los yo (Teet 169B y C) Pero Anteo viene a encarnar la imagen del peligro desconocido al quese enfrenta el viajero o comerciante griego al igual que lo hizo primordial-mente Herakles Anteo, Avr~7oq, significa etimolgicamente el queaparece, el que hace frente en los caminos>51i2 Como brbaro es hostil y pocohospitalario a todo aquel que pasaba por sus dominios le obligaba a luchardecorando con los despojos del vencido el templo de PosidniS Lasupremaca del griego se refleja en el triunfo sobre el gigante venciendoprecisamente con sus mismas tretas Estos esquemas ms civilizados vamos aencontrarlos repetidos en Teseo, hroe tpico ateniense, cuya iconografia ymito se remodelan en esta poca, sm duda como resultado de motivacionespolticas ii4 Uno y otro hroe deben inciarse en un largo camino lleno depeligros y obstculos As, Teseo hubo de realizarlo desde Trocn a Atenas yHerakles a travs de su ms largo dodekthlos Ambos figuran el aspectobienhechor de la cultura griega (en Teseo especialmente la ateniense) Amboslimpian los caminos frecuentados por los griegos de alimaas, monstruos y

    iOi C Robert, i c, supone que la saga es interpretada en diversos momentos hstorcoscorrespondiendo a cada uno de elos una localizacion y sgnticacion diferentes Sobre lalocalzacion, vid Apol 1, 6, 1

    iOQ F Broinmer, asenlsten, 25-27 Sobre el tema cf nuestro artculo en el LIMC, vol 1 (enprensa)

    iiO N Gardner, Aderhcs of rhe ancenr world (1967), PP 181-196 y 212-221, el mismo, JHS26 (906), Pp 4-22

    ~ L Lacroix, Herakies, heros voyageur et cvlsateur, en Bdetn de la casse des Leureset des Scences morales a poltques, 60 (1974, Pp 32 y Ss

    i12 M P Nlsson, Cescinchie der grechsc/en Relgion (1959), p 184, K Kereny, The heroesofthegreeks

  • 130 Lus J Balmaseda y Ricardo Olmos

    gigantes posedos por la hj5brs Es el tema, muy fecundo en las pocashelenstica y romana, del hro~ c&{c&KaKogt15 i. $ filiemos esbozado aqu algunos aspectos de la iconografia-ateniense~n lapoca de los~ Pisistrtidas Los aos dd la tirana representanain momntoenormemente vivo y creador en los< terrenosreligoso~ poltico y artsticoGrecia recoge ahora los frutos de varios siglos de aperturasy cohtactos conelOriente y de bsquedasy de colonizacin comercial con el>Ocideite -Elarcasmo fija, como hemos visto, unsinnmero de imgenes mticas, a Ja vezque expresa suscontenidosreligiosos confirindoles ma fornia ciudadanarSefija en esa poca el tipo-de heroe panhelncoy se establecen sustrabajoscanmcos Se diferencian plstdamente los atributos y fdrmas dedos dioses ~sus representaciones ms familiares (fodo ello no tendra sentido sin haberexistido una evolucin profunda>en el interior de la-plsgriega La vidaciudadana, con elauge del artesanato y. del comercio de sus productos en losmercados del.Medterraneo, la>evolucin de la misma udad con sus nuevosedificios religiosos y publicos,.coh sus flestas-ppulares, con la recitacin delos poemas heroicos que acercaban al ateniense al mundo pico del pasado~todo ellotrajo~consigo una nuevaLvisin ordenadora del ihundo,un nuevksmos que permiti la plasmacindefntiva de todo un complejo organismoiconogrfico en el que quedanfijados>losstipos figurativos fundamentales

    - En la poca> de la tirana tenemos s duda el momento crehdor masfecundo y desbordante devda detoda la historia del arte gtego Hemosdedejar. como tema de un estudiofuturo cules fueron los cndicionanteshistricos y cultrales que influyeron en la conformacin del mito y.:0suplasmacin en el arteduranteel siglo y a J C r. - .. ~ . fA ~l

    1Relarion de las aminas

    Lam 1a) Hdra n L 312 del Martin von Wagner Museo de Wurzburg Procesioin de doses(fotocortesadel Museo) b) Hdran0 0920 dei M IseoArqucologco Nacional de Madrid l?riamoysucarro(fotoMAN) , 14 o o

    Lam iia)Hdradel Museo de Wurzburg n L 316 Mujeresen la Fuente(fotocortesadelMuseo)b) Detalle del anfora de Madrid a> mv 10229 Cpmasta danzando (foto codesrndel M A N)c) nforA de Madiid o> mv 10916 Banquete> de Herkles (foto ortesa del M A N)

    Lam III a) Copa de la Antkensammiung de Munich n mv 2617 Heraklesy Alcioneo (fotocortesa del Museo) b) Dno d~ Mhdrd n> mv 10902 Lucha de guerreros (foto cortesa delMAN) , 1

    Lam 1Va) Cratera del Museo del Louvren>G 103 HerakjesyA=eo~otocortesadel Museo)b) Hidra de Madrid 10919 Centaurmaquia (foto del M N)

    ir

    liS Lucano IV, 609 y ss

  • Mito y figuracin en la cermica tica de poca clsica 131

  • Lus J Balmaseda y Ricardo Olmos132

  • Mito y figuracion en la cermica tica de poca clsica t33

  • Lus,J .Balmaseda y Ricardo Olmos134

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