Barreras Culturales Al Acceso a La Justicia en Venezuela

8/16/2019 Barreras Culturales Al Acceso a La Justicia en Venezuela

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Segunda Parte: BARRERAS CULTURALES PARA EL ACCESO A LA

JUSTICIA EN VENEZUELA

1. LA ‘CULTURA JURÍDICA

La cultura jurídica de una sociedad o de un grupo en particular puede

incluir aspectos que tiene un peso fundamental entre las barreras para

hacer valer los derechos consagrados. Entonces, debido a la importancia

que este elemento tiene en el tema del acceso a la justicia se le dará un

tratamiento más detenido. Dentro del mismo se incluirá el examen del

concepto de cultura jurídica, la distinción entre cultura jurídica interna

externa las dificultades para su medición. Luego se examinaran los rasgos

de la cultura vene!olana que más inciden en la cultura jurídica interna externa del país.

1.1. C!n"e#t! de ‘"u$tura %ur&d'"a

El t"rmino #cultura jurídica$ comien!a a ser utili!ado corrientemente

en la %ociología del Derecho cuando es empleado por el autor La&rence

'riedman, en su conocida obra ()he Legal %stem*, aparecida en +-.

'riedman la inclue como uno de los elementos de lo que "l llama #%istema

/urídico$, dentro de su propósito de explicar el Derecho desde un enfoque

sociojurídico que va más allá del concepto formal del Derecho como un

sistema de normas coercibles.

El sistema jurídico estaría constituido por tres partes, incluendo

evidentemente el sistema de normas en la parte que el autor denomina

#sustancia$ del sistema, que comprende la forma de interpretación de

aplicación concreta de esas normas en un momento dado. 0tra parte, la

#estructura$ engloba el conjunto de las instituciones que intervienen en la

elaboración, interpretación aplicación de la sustancia. El tercer elemento

sería la #cultura jurídica$.

En esa obra, donde el autor habría hecho su (discusión teórica más

extensa de #cultura jurídica$* 12otterrell, +-3, la define de varias maneras.

4or un lado, como una parte de la cultura en general, cuando afirma que se

trata de (aquellas partes de la cultura general 5costumbres, opiniones,

maneras de hacer de pensar6 que inclinan las fuer!as sociales hacia o las


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apartan del derecho lo hacen de maneras particulares*. En otro lugar de

esa obra se refiere a ella como (el conocimiento p7blico, las actitudes los

patrones conductuales con respecto al sistema jurídico*, , más adelante,

como (cuerpos de costumbre orgánicamente relacionados con la cultura

como un todo*. En estas definiciones, como bien se8ala 2otterrell, el "nfasis

se pone tanto en las ideas como en los patrones de comportamiento,

íntimamente relacionados.

En obras posteriores, 'riedman define la #cultura jurídica$ en t"rminos

de ideas, descartando los aspectos conductuales. La #cultura jurídica$

consistiría en (las actitudes, los valores las opiniones que una sociedad

tiene en relación con el Derecho, el sistema jurídico sus diversas partes*

1+--3, o en otra parte (las ideas, actitudes, valores creencias que la

gente tiene acerca del sistema jurídico* 1+9:3, o (las ideas, actitudes,

expectativas opiniones acerca del Derecho, que tienen las personas en

una determinada sociedad* 1+;3. En una obra más reciente 1+-3

explica que en su definición del t"rmino, la #cultura jurídica$ se refiere (a las

ideas, valores, expectativas actitudes hacia el Derecho las instituciones

jurídicas, que tiene alguna población o parte de ella*.

2otterrell, en su obra a citada, critica la imprecisión de estas

formulaciones que harían difícil ver exactamente qu" es lo que el concepto

cubre cuál es la relación entre los varios elementos que en "l se incluen.

%in embargo, acepta la utilidad del concepto de #cultura jurídica$, siempre

que se utilice sólo (como una categoría residual para hacer referencia al

ambiente general de pensamiento, creencia, prácticas e instituciones dentro

de las cuales puede considerarse que existe el Derecho*, sin que se le

atribua una significación explicativa. 4ara "l es un concepto que puede ser7til siempre que se quiera hacer referencia sólo a agrupaciones de

fenómenos sociales que coexisten en ciertos ambientes sociales, donde la

relación que existe entre los elementos de esas agrupaciones no es clara o

no interesa determinarlas.

El concepto de #ideología jurídica$ reempla!aría para 2otterrell de

manera más conveniente al de #cultura jurídica$, pues, al igual que este

concepto, hace referencia a una sobreposición de corrientes de ideas,creencias, valores actitudes insertas en expresadas a trav"s de la


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práctica, la cual les da forma. < diferencia del concepto de 'riedman, el de

#ideología$ puede considerarse atado de una manera específica a la #doctrina

jurídica$, aunque no se confunde con ella. La #doctrina jurídica$, en los

t"rminos de 2otterrell, se relaciona de manera general con lo que 'riedman

llama #sustancia$, las normas jurídicas la manera como ellas son

interpretadas aplicadas. De esta manera, la #ideología jurídica$ estaría

compuesta por los elementos valorativos cognitivos que son presupuestos

de la #doctrina jurídica$ que se expresan adquieren forma a trav"s de las

prácticas que desarrollan, interpretan aplican esa #doctrina jurídica$ dentro

de un sistema jurídico. 2otterrell considera que una ventaja del concepto

de ideología sobre el de #cultura jurídica$ sería que ofrece una idea más

específica de la fuente de la #ideología jurídica$ de los mecanismos de sucreación, así como de sus efectos.

'riedman 1+-b3, como a lo había hecho en varias de sus obras,

pero ahora respondiendo a 2otterrell, reconoce la vaguedad del concepto de

#cultura jurídica$ las dificultades para definirlo, pero replica diciendo que

esa característica la comparte el concepto en cuestión con muchos otros

que son básicos en las ciencias sociales, como son los de #estructura$,

#institución$ o #sistema$, lo cual no es sin embargo ra!ón para negar suvalide! utilidad. 2onsidera que el concepto de #cultura jurídica$$, al igual

que muchos otros, constitue una manera 7til de reunir un rango de

fenómenos en una categoría mu general, dentro de la cual se pueden

subsumir otras categorías menos vagas generales.

En cuanto a la sustitución del t"rmino #cultura jurídica$ por el de

#ideología jurídica$, considera que esta 7ltima es una noción enteramente

diferente, que parte de presupuestos mu distintos. %e8ala que la maneracomo 2otterrell define la #ideología jurídica$ esconde una hipótesis sobre el

origen que tendrían las influencias jurídicas que dan forma a la sociedad,

(una hipótesis que afirma que la #doctrina jurídica$, institucionali!ada,

desarrollada profesionalmente, así como aplicada, tendría un poderoso

efecto sobre la conciencia jurídica de los ciudadanos*. 2onsidera además,

que ambos t"rminos siendo igualmente vagos generales, se diferencian de

manera evidente por su centro de gravedad. La noción de #ideología jurídica$

llevaría a poner atención en la #doctrina jurídica$, en las teori!aciones sobre


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el Derecho en las maneras como la doctrina sus apologistas audan a

confundir al p7blico. En cambio, el estudio de la #cultura jurídica$ tiene su

centro de gravedad fuera de la doctrina de la práctica profesional, en los

pensamientos, deseos, ideas 5e ideologías6 de algunos miembros de la

población en alguna sociedad en particular o de todos sus miembros.


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#cultura jurídica$, en cuanto destacan la importancia que para el

comportamiento de los ciudadanos frente al sistema jurídico, tiene lo que "l

llama el lado de la #oferta$, que tendría que ver con #la suma de las

relaciones entre los factores institucionales$. En ese sentido, sostiene

tajantemente que, (ni el derecho positivo, ni los valores actitudes hacia el

Derecho pueden servir para predecir cómo las #culturas jurídicas$ funcionan,

pues la efectiva aplicación e invocación del Derecho sólo puede explicarse

en la reciprocidad entre el lado de la oferta de las instituciones del sistema

jurídico el lado de la demanda de los factores sociales que determinan

cuándo, hasta dónde por qui"n esas instituciones están siendo utili!adas*.

%in negar la utilidad del trabajo de =lan>enburg, para demostrar la

importancia del lado de la #oferta$, puede sin embargo afirmarse que, para

los fines que persigue este estudio, a saber, el estudio de la #cultura jurídica$

como una barrera para el acceso al sistema jurídico, su concepto de #cultura

jurídica$ no es 7til. Esto se debe más que todo a que da tal importancia a la

estructura de los órganos del sistema jurídico, como factor determinante del

maor o menor uso que los ciudadanos hacen de ellos, que equivale a negar

la influencia de los factores del lado de la #demanda$, donde se sit7an con

maor fuer!a #los valores, creencias actitudes$ de los individuos conrespecto al Derecho la justicia. )ampoco parece ser 7til a nuestros fines el

concepto de #ideología jurídica$, por la carga que este t"rmino envuelve, el

cual, aunque podría tener un sentido más preciso, por lo mismo resulta

limitado para los fines que aquí se persiguen.

0tra noción vecina a la de #cultura jurídica$ es la utili!ada por ciertos

estudios etnográficos norteamericanos 1


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#!$a"'9n ! #arte de e$$a. La utilidad para este estudio de la noción de

#cultura jurídica$ así entendida está en que ella sería un factor condicionante

de la acción o la inacción de los ciudadanos frente al sistema jurídico por

ello determinaría la existencia de un maor o menor acceso al mismo por

parte de ellos.

%in embargo, es conveniente en este momento hacer de nuevo

referencia a la relación dial"ctica de mutua influencia que existe entre la

#cultura jurídica$ el ;un"'!na,'ent! de$ )')te,a. La definición de

'riedman no niega esta mutua influencia, pero no hace referencia expresa a

ella, por lo que vale la pena destacar nuevamente este aspecto, que es

se8alado, como se vio antes, aunque de distinta manera, por 2otterrell

1+-3 =lan>enburg 1+-a b3. En este sentido, el adoptar el concepto

de #cultura jurídica$ de 'riedman no implica desconocer que los valores,

creencias actitudes de los ciudadanos frente al Derecho la justicia son

inseparables de sus experiencias con el sistema por ende, de sus

expectativas frente a "l.

4artiendo entonces del concepto de 'riedman, habría que a8adir que,

cuando se habla de #cultura jurídica$, puede hacerse referencia, tanto a la de

un país, de una región, de un grupo ocupacional, de un grupo etáreo o de

un grupo de otra índole. En este estudio, sin desconocer las diferencias en

los valores, actitudes opiniones que pueden existir entre los vene!olanos,

de acuerdo con su situación socio6económica, por ra!ones "tnicas, de !onas

geográficas otras, se hará referencia, de una manera general, al sustrato

de los tra!os más comunes duraderos de nuestra cultura, al complejo de

valores, creencias actitudes que explicarían de manera general el

comportamiento de los vene!olanos con respecto al Derecho. Es en estesentido que hablaríamos de una #cultura jurídica vene!olana$ como un todo.

Esto sería por lo demás compatible con el hecho de que $!) e)tud'!)

)!re $a 'dent'dad 7 )!re $!) 5a$!re) de $!) 5ene*!$an!) 8an

dete"tad! a$gun!) ra)g!) "u$tura$e) (ue atra5'e)an t!d!) $!)

e)trat!) )!"'a$e)3 aun(ue #uedan ,an';e)tar)e "!n de)'gua$ ;uer*a

en un!) ! en !tr!).


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1.=. ‘Cu$tura %ur&d'"a 'nterna 7 ‘"u$tura %ur&d'"a e6terna

2uando 'riedman habla por primera ve! de #cultura jurídica$ 1+-3,

distingue a entre la #cultura jurídica interna$ la #cultura jurídica externa$.

Establece desde el principio una diferencia entre la #cultura jurídica$ de

aquellos miembros de la sociedad que reali!an #tareas jurídicas

especiali!adas$, la de los otros ciudadanos. La #cultura jurídica externa$

1+-,+9:3, que tambi"n llama #cultura jurídica lega$ 1+--3 o #cultura

jurídica popular$ 1+;3 sería la correspondiente al p7blico en general. La

‘"u$tura %ur&d'"a de $!) #r!;e)'!na$e) de $! %ur&d'"!3 (ue e)

"!n)'derada #!r -r'ed,an "!,! e)#e"'a$,ente ',#!rtante3 e) a $!

(ue $$a,a ‘"u$tura %ur&d'"a 'nterna. A)& "!,! $a ‘"u$tura %ur&d'"a

e6terna #er,'te $a tran);!r,a"'9n de 'ntere)e) en de,anda)3 a )u5e*3 $a ‘"u$tura %ur&d'"a 'nterna deter,'na $a ,anera "!,! e$

)')te,a %ur&d'"! re)#!nde a e)ta) de,anda).

La #cultura jurídica interna$ refleja los rasgos centrales de la #cultura

jurídica externa$, sin embargo, existe tambi"n un pensamiento un

ra!onamiento jurídico específicos de los profesionales.

'riedman 1+--3 distingue d')t'nta) "$a)e) de )')te,a) %ur&d'"!)3

)eg>n e$ t'#! de ra*!na,'ent! %ur&d'"! (ue en e$$!) )e ut'$'*a. Babla

de sistemas cerrados, cuando en ellos el ra!onamiento jurídico toma en

cuenta se basa sólo en proposiciones jurídicas, o cuando no se acepta la

idea de cambio en las reglas o en su interpretación. Esos sistemas se suelen

caracteri!ar por el legalismo el exagerado uso de la analogía de las

ficciones jurídicasC. 0tros tienden hacia la apertura, pues toman en cuenta

proposiciones no jurídicas o se abren a las innovaciones doctrinales.

)ambi"n existen sistemas que son cerrados en un aspecto más abiertos enotro, como aquellos que no aceptan los cambios jurídicos, pero admiten

partir de premisas no jurídicas en el ra!onamiento. Otra) "ara"ter&)t'"a)

de $a "u$tura %ur&d'"a 'nterna (ue #ueden 5ar'ar de un )')te,a a !tr!

)!n $!) e)t'$!) de 'nter#reta"'9n (ue gu&an e$ ,ane%! de $a) reg$a)

de Dere"8!? e$ t'#! de $engua%e %ur&d'"! (ue )e ut'$'*a3 (ue )ue$e

e)tar $$en! de te"n'"'),!) 7 )er ,!n!#!$'! de $!) #r!;e)'!na$e) de$

Dere"8!, en aquellos sistemas donde existe esa profesión que puedeC 2onsiderar un hecho o situación como verdaderos cuando son evidentementefalsos o irreales.


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llegar a convertirse en ritualista@ los estilos judiciales, que tienen que ver

con ciertas variantes en la manera como los jueces conciben cumplen su

papel.

T!da) e)ta) "ara"ter&)t'"a) de $a ‘"u$tura %ur&d'"a 'nterna,!d';'"an $a e)tru"tura 7 $a )u)tan"'a de$ )')te,a por ello

deter,'nan $a ,anera "!,! e$ ,'),! 5a a re)#!nder a $a)

de,anda) de $!) "'udadan!), produciendo respuestas más o menos

efectivas, más o menos oportunas, más o menos adecuadas para resolver

los conflictos o problemas planteados. E)ta) re)#ue)ta)3 a )u 5e*3

'n;$u'r+n )!re $a) "reen"'a) 7 e6#e"tat'5a) de $!) "'udadan!)3 e)

de"'r3 )!re $a ‘"u$tura %ur&d'"a e6terna3 "err+nd!)e e$ "&r"u$! de

,utua 'n;$uen"'a entre e)!) d!) a)#e"t!) de $a ‘"u$tura %ur&d'"a.

1.@. D';'"u$tade) #ara deter,'nar 7 ,ed'r $a ‘"u$tura %ur&d'"a

'riedman considera a la #cultura jurídica interna$ como una variable

interviniente crucial entre los #intereses$ individuales o colectivos las

#demandas$ al sistema jurídico, o entre las #fuer!as sociales$ los #cambios

jurídicos$, pero reconoce que no es una variable directamente medible, a

pesar de que hace referencia a fenómenos medibles 1'riedman +-b3.

%e8ala que son pocas las mediciones propiamente dichas que se han hecho

de la #cultura jurídica$ en casi todas las sociedades. %in embargo, "l mismo

daba cuenta de la existencia, a en +--, de un creciente n7mero de

investigaciones que tenían que ver con la #cultura jurídica lega$. enciona a

ese respecto las investigaciones reali!adas sobre conocimiento actitudes

con respecto al Derecho, las cuales mostraban impactantes variaciones

entre los países. A$gun!) e)tud'!) )e 8a&an re;er'd! a "ue)t'!ne)genera$e)3 "!,! $a !ed'en"'a a $a) $e7e). Otr!) a "ue)t'!ne)

#art'"u$are)3 "!,! $a) a"t'tude) de$ #>$'"! 8a"'a $a #ena de ,uerte3

! a$ "!n!"','ent! 7 a"t'tude) 8a"'a "a,#!) e)#e"&;'"!) de$ Dere"8!3

"!,! $a $e7 (ue regu$a e$ d'5!r"'!.

4ara ese momento, 'riedman indica, que el estudio de la #cultura

jurídica interna$ estaba en cierta forma más avan!ado, a que los

investigadores se habían venido interesando desde hacía t'e,#! #!r


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'n(u'r'r )!re $a) a"t'tude) 7 e$ "!,#!rta,'ent! de $!) %ue"e)3

aun(ue en un #r'n"'#'! de ,anera #!"! )')te,+t'"a n' "'ent&;'"a.

ás recientemente, habría que mencionar los esfuer!os que se hacen

#ara e5a$uar e$ ;un"'!na,'ent! de $!) )')te,a) de %u)t'"'a3 $!)"ua$e) 'n"$u7en $a e5a$ua"'9n de a$gun!) ra)g!) de $a "u$tura

%ur&d'"a de $!) !#erad!re) de e)!) )')te,a)3 a)& "!,! !tr!) (ue

e5a$>an $a "u$tura %ur&d'"a de $!) u)uar'!) de e$$!). En lo que se

refiere al primer aspecto, existen propuestas e intentos de establecer un

4rotocolo de evaluación de la /usticia. El sociólogo espa8ol /os" /uan

)oharia 1;;+3 cita un trabajo no publicado de Linn Bammergren,

funcionaria del =anco undial, reali!ado en +, donde se inclue un

resumen del estado en que en ese momento se encontraba la cuestiónC. El

mismo )oharia ha reali!ado contribuciones para lograr ese objetivo, pero

centrándose fundamentalmente en el papel que puede corresponder a las

encuestas de opinión en un 4rotocolo de evaluación del funcionamiento de

la administración de justicia.

T!8ar'a ha venido desde hace cierto tiempo reali!ando estudios de

opinión sobre la justicia espa8ola para ello ha dise8ado un esquema de

evaluación de esa justicia, que en cierta medida intenta medir algunos

aspectos de la cultura jurídica espa8ola. En )u !ra 4La "u$tura $ega$:

"9,! )e ,'de3 #u$'"ada en 1///3 e)ta$e"e una )er'e de "r'ter'!)

#ara $!grar e)e #r!#9)'t!. 2on el fin de determinar con claridad qu" es

lo que pretende medir, selecciona como punto de partida un modelo contra

el cual contrastar la realidad concreta sujeta a observación. En tal sentido,

propone una de;'n'"'9n de $! (ue )er&a $a 4uena %u)t'"'a 7 e)ta$e"e

#ara e$$! )e') ra)g!) ! atr'ut!) e)en"'a$e) #ara t'#';'"ar$a (ue )!n:',#ar"'a$'dad3 'nde#enden"'a3 re)#!n)a'$'dad3 "!,#eten"'a3

a""e)''$'dad 7 e;'"a"'a. Dicha lista, dice, no pretende ser exhaustiva ni

indiscutible, pero sería el primer paso en el intento de operativi!ar el

concepto general abstracto de la (buena justicia*, a fin de desmenu!arlo

en dimensiones susceptibles de medición e indagación empírica.

C (Diagnosing judicial performanceF to&ard a tool to help guide judicial reformprograms (. Gashington D.2., mimeografiado.


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Harios de los rasgos se8alados por )oharia para identificar a una

(buena justicia*, fueron utili!ados, con adaptaciones, en el estudio de

opinión p7blica de la población de escasos recursos, sobre la administración

de justicia en Hene!uela, titulado (La) V!"e) de $!) P!re) #!r $a

Ju)t'"'a R!"8e et a$ter.23 rea$'*ad! e$ a! =1, "!n

;'nan"'a,'ent! de$ Ban"! und'a$3 e$ "ua$ tu5! #!r !%et! ,ed'r

a$gun!) a)#e"t!) de $a ‘"u$tura %ur&d'"a de $!) 5ene*!$an!).

E$ !%et'5! de $a ,en"'!nada 'n5e)t'ga"'9n ;ue rea$'*ar un

e)tud'! de $a !#'n'9n #>$'"a de )e"t!re) de $a #!$a"'9n de e)"a)!)

re"ur)!) )!re e$ )')te,a de ad,'n')tra"'9n de %u)t'"'a, tomando

este t"rmino en un sentido mu amplio, referido a todo tipo de instituciones

formales ante las cuales los individuos pueden acudir a plantear conflictos o

reclamos.


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semestral de 0pinión sobre la /usticia, habiendo completado para el a8o

;;;, la und"cima oleada. En Espa8a, )oharia ha dirigido la reali!ación de

los Bar9,etr!) de O#'n'9n )!re $a Ju)t'"'a, que se han llevado a cabo

desde +9K, por el 2onsejo eneral del 4oder /udicial. El autor a8ade,

además, que son abundantes los datos de opinión sobre alg7n aspecto

concreto del sistema judicial, de carácter disperso aislado sin

continuidad, en muchos países.

En


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ciudadanas que tienen vinculaciones con el Derecho, deben,

necesariamente, complementarse con investigaciones cualitativas, para que

sea posible, a partir de ellos, hacer las estimaciones, interpretaciones e

inferencias, que nos permitan acercarnos a una comprensión de algunos de

los rasgos de nuestra cultura jurídica.

=. LA ‘CULTURA JURÍDICA EN VENEZUELA

En esta parte se expondrán de manera general los rasgos de la

cultura del vene!olano que pueden audar a visuali!ar su #cultura jurídica$,

entendida en el sentido que a se ha explicado. Despu"s de ese tratamiento

general se anali!ará la manera cómo esos rasgos culturales generales se

expresan concretamente en la #cultura jurídica$ vene!olana, distinguiendo

entre la #cultura interna$ la #cultura externa$.

=.1. Ra)g!) "u$tura$e) de$ 5ene*!$an! (ue )e re$a"'!nan "!n)u a"t'tud re)#e"t! a$ Dere"8!

Los estudios reali!ados sobre la identidad nacional de los vene!olanos

aparecen como el punto de partida más adecuado para penetrar en losrasgos que caracteri!an culturalmente a los vene!olanos. Los trabajos

consultados !nter!3 1//@3 =? Sa$a*ar J',ne*3 =12 "!'n"'den

en )ea$ar (ue $a 'dent'dad na"'!na$ )e 8a "!n)tru'd!

;unda,enta$,ente )!re una aut!',agen negat'5a. ontero hace un

recorrido por nuestra historia republicana muestra cómo los diversos

e)tud'!) )!re $a 5ene*!$an'dad )e 8an "entrad! en re)a$tar $!)

a)#e"t!) negat'5!)3 5'n"u$+nd!$!) "!n nue)tr! !r'gen tn'"!. Se 8a

$$egad! 8a)ta a a;'r,ar (ue $a) !ndade) (ue #ud'e)en 8aer

a#!rtad! nue)tr!) an"e)tr!) e)#a!$e) ;uer!n anu$ada) #!r $a #arte

'nd&gena 7 negra.


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para nada los aspectos positivos. De hecho, de una simple suma aritm"tica

se constata que los atributos negativos que integran esa identidad son

num"ricamente superiores a los rasgos positivos, en todos los estudios.

!nter! 8a$a de )e') atr'ut!) negat'5!) 7 tre) #!)'t'5!):

4E6')te3 de)de una #er)#e"t'5a #)'"!)!"'a$3 una aut!',agennegat'5a na"'!na$ 5ene*!$ana "!,#ue)ta en )u ,a7!r #arte #!ratr'ut!) negat'5!) (ue $e ad%ud'"an ra)g!) ta$e) "!,! $a#a)'5'dad3 $a #ere*a3 $a ;a$ta de "u$tura3 e$ 'rre)#et! a $a) $e7e)3$a #r!d'ga$'dad. Entre $!) ra)g!) #!)'t'5!) ;'guran $a a$egr&a3 $a)',#at&a 7 $a 'nte$'gen"'a =:1F12

Las encuestas sobre la percepción que los vene!olanos tienen de sí

mismos, efectuadas desde los a8os :; por %ala!ar, tienden a confirmar esta

autoimagen negativa, aunque aparecen con cierta frecuencia los rasgos

positivos, que se vinculan fundamentalmente con el área socioafectiva.

La percepción que tienen las elites pareciera ser un factor mu

importante en la construcción de la autoimagen. ontero examina este

aspecto en la literatura sobre identidad nacional en encuestas hechas bajo

su dirección a estudiantes universitarios a profesionales. %ala!ar reali!a

trabajos similares, pero dentro de un espectro social más amplio, aunque

con preponderancia de encuestas en grupos universitarios. La percepción

más negativa del vene!olano se ubica en los grupos que han vivido en

sociedades desarrolladas. De a8& (ue n! e) a5enturad! )!)tener (ue

#ud')e,!) e)tar en #re)en"'a de una ,atr'* de !#'n'9n "!n)tru'da

e 'rrad'ada de)de $a) e$'te) 8a"'a e$ re)t! de $a )!"'edad3 en e)#e"'a$

8a"'a $!) )e"t!re) #!#u$are).

La construcción de la identidad nacional muestra un proceso de

desesperan!a aprendida. La 'dent'dad )e "!n)tru7e en $!) 'n'"'!) de $a

re#u$'"a por una diferenciación negativa+ más tarde esa diferenciaciónnegativa se reafirma con la comparación con los países del mundo

desarrollado. %e presenta 4un ;en9,en! de nega"'9n )!"'a$ de$ )&

,'),!3 a"!,#aad! de una 8'#er5a$!ra"'9n de$ !tr! !nter!3

=:0F2. Lo preocupante de esta forma de construir nuestra autoimagen

+ La ;a,!)a ;ra)e (ue re)u,e $a) d';eren"'a) entre $!) #a&)e) (ue

'ntegraan $a Gran C!$!,'a re;$e%a (ue e$ atr'ut! (ue )e a)'gn9 aVene*ue$a ;ue e$ ,en!) #re)t'g'!)!. E"uad!r e) un C!n5ent!3 C!$!,'a unaun'5er)'dad 7 Vene*ue$a un "uarte$.


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sería seg7n la autora, que n!) 4re"!n!"e,!) "!,! ,'e,r!) de un

gru#! )!"'a$3 #er! de una ,anera negat'5a.

Durante $a #r',era ,'tad de$ )'g$! = $a aut!',agen negat'5a

)e 5'9 re;!r*ada a$ )er5'r de %u)t';'"a"'9n a $a) d'"tadura)3 ene)#e"'a$ #!r #arte de $a) e$'te) de $a #!"a3 (ue re,ar"an $a

ne"e)'dad de g!'ern!) ;uerte) #ara $!grar e$ #r!gre)!3 de'd! a $a)

"ara"ter&)t'"a) de #ere*a3 de)!rgan'*a"'9n 7 #!"! a#eg! a$ traa%!

de $!) 5ene*!$an!). E$ 4Ce)ar'),! De,!"r+t'"! de Va$$en'$$a Lan*

e) un e6"e$ente e%e,#$! de e)a 5')'9n.

L!) 'n'"'!) de $a de,!"ra"'a #er,'ten "!,en*ar a e6a$tar $!)

ra)g!) #!)'t'5!) 7 $a $'teratura de e)a #!"a 'n'"'a un #r!"e)! de

"ue)t'!na,'ent! de $a aut!',agen negat'5a3 (ue 8a&a "entrad! $!

,a$! en una 'n"a#a"'dad #r!#'a de $!) 5ene*!$an!) 7 n! "!,!

#r!du"t! de un "!nte6t! 8')t9r'"!3 #r',er! de #a&) "!$!n'a$ 7 $ueg!

de #a&) de#end'ente. En este sentido, ontero sit7a la construcción de

esa autoimagen negativa en un contexto de expresión psicosocial de la

dependencia. 4ara esta autora, las sociedades dependientes no pueden

generar mecanismos de control. Bace mucho "nfasis en el hecho de que el

control del poder no puede hacerse efectivo en el marco nacional, debido a

que las principales decisiones en torno a la creación distribución de la

rique!a se toman en centros externos. Esta situación conduce a la sensación

de tener poco control sobre nuestro destino, lo que no habíamos atribuido a

la situación de dependencia sino a la existencia de una incapacidad interna

que impediría al grupo controlar su destinoF

4C'r"un)tan"'a) e"!n9,'"a)3 #!$&t'"a)3 )!"'a$e)3 "u$tura$e)3

#r!du"en $a ;!r,a"'9n de una 'dent'dad negat'5a en gru#!)"!$!"ad!) en )'tua"'!ne) en $a) "ua$e) "are"en de #!der 7"!ntr!$. E)ta 'dent'dad negat'5a e) #r!du"t!3 ade,+)3 de una'de!$!g&a !nter!3 =:H2.

Este proceso ideológico se expresa fundamentalmente en que se

revierte sobre el grupo nacional la responsabilidad sobre su situación de

minusvalía se produce una autoculpa. Dicho fenómeno se nutre de la

constante exaltación de los aspectos negativos de nuestra autoimagen, en

comparación con la supuesta positividad de otras naciones. La definición de

quienes somos se construe en un mea culpa por nuestras carencias en la


16/45

admiración de las virtudes de otros. Auestro alter ego no son países

similares al nuestro, sino las grandes potencias. En Hene!uela, el periodo de

u!mán =lanco se caracteri!ó por la exaltación de 'rancia el desprecio por

los Estados Inidos de


17/45

8a"'a e$ #r!gre)! 7 e$ de)arr!$$!=. En esta matri! de opinión jugaron un

papel predominante $!) ,ed'!) de "!,un'"a"'9n 7 $a) e$'te)

'nte$e"tua$e) de$ #a&). 0bviamente, si $a ,a7!r&a de $a #!$a"'9n ten&a

un n'5e$ 'nte$e"tua$ tan a%! (ue $e ',#ed&a "!,#render 'dea)

a)tra"ta)3 de)arr!$$ar 8a'$'dade) "!gn!)"'t'5a) "!,#$e%a)

ne"e)ar'a) #ara e$ traa%! "a$';'"ad!3 era ',#r!a$e (ue )e #en)a)e

(ue 4e)a ,a)a 'n"a#a* #ud'e)e entender 7 reg'r)e #!r a$g! tan

a)tra"t! 7 "!,#$e%! "!,! e$ Dere"8!. De ahí, que la idea de un

gobierno autoritario, que siempre había estado de alguna manera presente,

vuelve a tomar fuer!a en la elite del país. Ao se asume que la situación

puede revertirse que desde la elite puede iniciarse un proceso de

construcción de ciudadanía. %e tiene una visión pesimista sobre laspotencialidades del (capital humano vene!olano*. E) $a ,an';e)ta"'9n de

un ra)g! de $a aut!',agen: e$ #e)','),! 7 $a ;ata$'dad3 (ue en $a

e$'te )e e6#re)a3 #!r una #arte3 en a)u,'r (ue e$ #ue$! e)

'rre,ed'a$e,ente atra)ad!3 73 #!r $a !tra3 en e$ "!n5en"','ent! de

)u #r!#'a 'n"a#a"'dad #ara "!ndu"'r un #r!"e)! de tran);!r,a"'9n.

4or ello apuesta a un hombre fuerte que haga su trabajo de dirección. En

palabras sencillas, se ve una mala semilla en el pueblo no se concibe queexistan las habilidades para trabajar transformar esa mala semilla. La elite

parece asumir que es un trabajo tan arduo que excede a sus capacidades

que lo mejor es que una mano de hierro condu!ca a esos descarriados.

E$ aut!r'tar'),! 7 e$ #e)','),! )!n d!) de $!) ra)g!) (ue )e

8an )ea$ad! "!,! "entra$e) en $a 'dent'dad na"'!na$ 5ene*!$ana 7

(ue #ueden a7udar a e6#$'"ar nue)tra "u$tura %ur&d'"a. ontero

sostiene que el primero es el rasgo más importante en la creación de

nuestra autoimagen 1;;K3. E$ ,'),! )e e6#re)a en $a ne"e)'dad de un

"aud'$$!: un 8!,re ;uerte.

E$ aut!r'tar'),! 4#!dr&a )er de;'n'd! "!,! e$ )&ndr!,e de $a

#er)!na$'dad )eg>n e$ "ua$ "'ert!) 'nd'5'du!) t'enen $a tenden"'a a

)!,eter)e ante a(ue$$!) (ue )!n ,+) #!der!)!) (ue e$$!)3 7 a

!#r','r a $!) ,+) d'$e) !nter!3 =:12. Los autores de los

inicios del siglo pasado habrían asociado esta característica a la herencia La definición de progreso era copiar a los países desarrollados nunca secuestionó la pertinencia de ese modelo.


18/45

indígena negra. Ella haría que predominase en el pueblo vene!olano lo

que Let!urneau de;'n'9 "!,! 4$a !ed'en"'a a$ a,! en t!d! 7 #!r

t!d!.

Los estudios sobre intención de voto en la d"cada de los setentareafirman que el autoritarismo tiene una fuerte presencia en las creencias

del vene!olano, pues las campa8as se dirigen a resaltar las características

personales de los candidatosF 2


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relacionaban de manera despectiva con el país. La dependencia del petróleo

explicaría los vaivenes de la agricultura de la industria, las cuales nunca

han podido tener una vida autónoma propia. En "'ert! )ent'd!3 e$ 6't!

de $a 'ndu)tr'a 7 de $a agr'"u$tura de#end&a de ;a"t!re) e6tern!)

'n"!ntr!$a$e) 7 #!r ende )e re;!r*aa $a 'dea de (ue $a )uerte era

deter,'nante. 2on la nacionali!ación no se revierte el proceso, pues ahora

se depende de un ingreso sometido a los vaivenes políticos económicos

externos.

ontero expresa que esta falta de control lleva a una visión fatalista

del mundo, pues se aprende que la acción individual no influirá en el

resultadoF

4C'erta) "'r"un)tan"'a) de)an',an $a a""'9n 'nd'5'dua$ 7 8a"en;ra"a)ar $a) tentat'5a) #er)!na$e)3 ',#'d'end! a $!) 'nd'5'du!)8a"er #r!7e"t!) e 'ntr!du"'end! $!) ;a"t!re) (ue $$e5an a$a#rend'*a%e de $a "aren"'a de #!der 7 a $a "reen"'a en $a) ;uer*a)!)"ura) de$ de)t'n!3 dad! (ue e$ re)u$tad! de $a) a""'!ne)#er)!na$e) n! #uede )er #re5')t! en un ,ed'! )!"'a$ d!nde e$"!ntr!$ e)"a#a a$ 'nd'5'du! =:102

Los sujetos saben que no poseen poder por ello piensan que no vale

la pena intentar modificar el mundo circundanteF

$a au)en"'a de #!der 7 )u "!n"!,'tante #)'"!$9g'"!: e$"!ntr!$3 )e re;$e%an en e$ "!,#!rta,'ent! 7 "!ndu"en a $a'nd!$en"'a 7 #a)'5'dad. Íde,: 1F2

2ómo afecta a la cultura jurídica este fatalismo ha quedado de

manifiesto en un estudio de opinión sobre el Derecho efectuado en ;;+

R!"8e et a$t3 ==2. La ;ata$'dad )e e5'den"'9 en $a !#'n'9n (ue

t'enen $!) )e"t!re) de e)"a)!) re"ur)!) en re$a"'9n "!n $a

#!)''$'dad de ,e%!rar ! "a,'ar )u "!nd'"'9n )!"'a$. La en"ue)ta

'n"$u79 $a )'gu'ente a;'r,a"'9n: 4E$ (ue 8a7a r'"!) 7 #!re) e) "!)ade$ de)t'n! 7 n! #uede 8a"er)e nada #ara "a,'ar e)a )'tua"'9n.

'rente a esa afirmación se le pidió a los encuestados que manifestaran si

estaban de acuerdo o en contra.

En $a) "!,un'dade) ,+) #!re)3 e$ #!r"enta%e (ue e)taa de

a"uerd! "!n ta$ a;'r,a"'9n )e )'t>a en "a)' FK. Esta pregunta se

había incluido en estudios anteriores con resultados similares 1Meller,

varios estudios3. En el estudio de opinión citada, esta actitud fatalista


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resignada tambi"n apareció en las entrevistas en profundidad 1Noche et alt,

;;F+93.

E$ #e)','),! e6#re)a "!,! 'en $! )ea$a !nter! $a

"!n5'""'9n de $a "aren"'a de #!der3 $! (ue a )u 5e* #r!du"ede)"!n;'an*a ;rente a t!d! $! (ue re#re)ente #!der. E$ Dere"8! e)

#!der 7 )' e$ #!der e) a%en! 7 #!r tant! n! )e "!ntr!$a3 $a

de)"!n;'an*a a#are"e ;+"'$,ente. De)"!n;'an*a (ue der'5a 8a"'a

4!tr!) ra)g!) )e"undar'!)3 ta$e) "!,! $a a)tu"'a 7 $a #re"au"'9n...

!nter!3 =:1023 ra)g!) (ue 8an )'d! )ea$ad! "!,! t'"!) de$

"!,#!rta,'ent! de$ !#r','d!.

Oue el Derecho representa el poder de otro tambi"n queda de

manifiesto en el estudio de opinión citado. La %u)t'"'a )'e,#re ;a5!re"e

a$ r'"!3 e$ #!$'"&a nun"a )er+ )an"'!nad!3 e$ #atr!n! )'e,#re ganar+

;rente a$ e,#$ead!3 ;uer!n a;'r,a"'!ne) re"urrente) en $!)

en"ue)tad!) R!"8e et a$t3 ==2. S' e$ a#arat! de %u)t'"'a )e a)u,e

"!,! ',#!)'$e de "!ntr!$ar3 (ue )' te ;a5!re"e ;ue #!r )uerte ! #!r

e$ a*ar3 n! 8a7 #!)''$'dad de "rear $a "!n"'en"'a ! de a)u,'r)e

"!,! )u%et!) de dere"8!). S'n )u%et!) de dere"8!) n! 8a7

"'udadan!). S'n "'udadan!) n! 8a7 E)tad! de Dere"8!. E)t! re)u$ta

en una arrera ;unda,enta$ #ara e$ a""e)! a $a %u)t'"'a (ue )e )'t>a

en e$ )u)trat! ,'),! de $a #)'(u') 'nd'5'dua$ 7 "!$e"t'5a.

En )&nte)'), una tendencia al autoritarismo, que ontero asume

como central en la construcción de nuestra identidad, aunada a una visión

fatalista del mundo, a que el entorno se asume como un conjunto de

fuer!as externas, sobre las cuales no puedo influir, abonan un terreno que

hace que sea casi imposible el desarrollo de una cultura jurídica basada en

la internali!ación de la ciudadanía. De ahí, que la posibilidad de asumir el

Derecho como un instrumento para regular la convivencia poner límites al

poder se dilue. En efecto, si por un lado reivindicamos la necesidad de un

poder fuerte para conducir nuestros destinos, lo que implica una delegación

absoluta en el otro, pues asumimos que nada de lo que hagamos, a sea

individual o colectivamente, puede incidir en nuestro destino, no existe la

predisposición necesaria para generar espacios institucionales de control delpoder. E)ta) #er"e#"'!ne) 8a"en 'n5'a$e $a e6')ten"'a rea$ de un


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"!n%unt! de reg$a) (ue $','ten e$ #!der, pues se requiere para su

efectiva vigencia una acción conciente un convencimiento de que esas

reglas son imprescindibles. P!r !tr! $ad!3 a$ e)tar "!n5en"'d!) de (ue

$!) 5ene*!$an!) )!,!) 'n"a#a"e) de "!ndu"'r nue)tra 5'da 7 (ue

dee e6')t'r un 8!,re ;uerte (ue n!) ,eta en "'ntura3 $a n!"'9n de

Dere"8! #'erde )ent'd!.

Los rasgos positivos de nuestra identidad tampoco favorecen un

desarrollo de una cultura jurídica de ciudadanos. %ala!ar rese8a que la

autoimagen positiva se expresa en rasgos socio afectivos. Las encuestas

reali!adas desde la d"cada de los setenta son coincidentes en calificar a los

vene!olanos "!,! 4;$!%!) e 'rre)#!n)a$e)3 #er! a$ ,'),! t'e,#!

8!)#'ta$ar'!)3 a$egre) 7 )',#+t'"!) Sa$a*ar3 =1:1=@2.

La visión de un pueblo afectivo, alegre, generoso amable muestra

que tenemos una autoestima mu alta en el área de lo afectivo. Per! e) en

e$ #$an! 'n)tru,enta$3 (ue )e re;'ere a $a !rgan'*a"'9n3 a $a

"a#a"'dad de traa%!3 a$ re)#et! a $a $ega$'dad3 d!nde $a ,'nu)5a$&a

)e 8a"e e5'dente. En palabras de %ala!ar parece que nos vemos como

4atra)ad!) #er! uena gente =1:1@3. M e) %u)ta,ente #!r

nue)tra) 4uena) "ua$'dade) #!r $! (ue n! 5e,!) "!n uen!) !%!)

a (u'en re"$a,a a)ert'5a,ente )u) dere"8!) 7 ,en!) en (u'en "rea

d';'"u$tade) 7 "!n;$'"t!) #!r(ue e$$! anu$a #!r "!,#$et! e)a)

4uena) "ua$'dade) (ue n!) re'5'nd'"an 7 #!r $! tant! de%ar&a,!)

de )er 4uena gente.

E$ Dere"8! )e re$a"'!na "!n $! 'n)tru,enta$3 "!n $a

#$an';'"a"'9n 7 "!n $a) reg$a) #ara (ue e6')ta e$ !rden 7 #ara e5'tar

$a anar(u&a. %i asumimos que justamente por allí van nuestras carencias

que n! tene,!) "a#a"'dad #ara de)arr!$$ar $a) 8a'$'dade)

'n)tru,enta$e) 5'ta$e) #ara e$ #r!gre)!3 e$ #a#e$ de$ Dere"8! en $a

regu$a"'9n de $a "!n5'5en"'a #'erde re$e5an"'a.

4or otra parte, si lo socioafectivo es lo central en la autoimagen

positiva del vene!olano, se abre un amplio campo de legitimación de las

relaciones primarias o familísticas como mecanismo privilegiado para la

cohesión social.


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racionales sino por consideraciones afectivas. L! "!rre"t! 7 $!

'n"!rre"t! n! )e re$a"'!nan "!n e$ "u,#$','ent! de reg$a) genera$e)

7 a)tra"ta)3 )'n! "!n $a #r!te""'9n de$ ent!rn! a;e"t'5!, lo que

termina relegando al Derecho a un plano mu secundario en la vida social.

Harios autores coinciden en se8alar que la cohesión social en

Hene!uela se efect7a mediante relaciones familísticas o primarias con un

espacio reducido para las relaciones institucionales. Las relaciones primarias

se caracteri!an porque existen unas reglas para el grupo de pertenencia

otras para el entorno social desconocido. En cambio, las relaciones

institucionales implican reglas abstractas generales, aplicables

independientemente de las relaciones previas de los sujetos que

interact7an. %on reglas que se construen pensando en acrecentar lo que

De Hiana 1+3 denomina capital social que suponen la confian!a en un

tercero desconocido. In viejo adagio latinoamericano expresa mu bien la

existencia de reglas diferentes, dependiendo del grado de cercanía o

distancia entre los sujetos interactuantesF 4#ara $!) a,'g!) t!d!3 #ara

$!) ene,'g!) nada3 #ara $!) 'nd';erente) $a "!n)t'tu"'9n 7 $a) $e7e)

5'gente).

El hecho de que la cohesión social se base en relaciones primarias es

valorado de manera mu diversa por la literatura de ciencias sociales. 4ara

algunos, es la ra!ón de que seamos una sociedad premoderna con

resistencia al cambio social por ende con altas dificultades para salir del

atraso 1De Hiana, +3. 0tros ven algunos rasgos positivos en tal

situación, que adecuadamente tratados posibilitarían un progreso, sin negar

la esencia de nuestra identidad 1on!ále! 'abre, +-, +3. Ina opinión

sostiene que esa (premordenidad* es positiva que al hab"rsele tratado deimponer una visión moderna a la sociedad vene!olana, se han distorsionado

las potencialidades que expresan las relaciones familísticas. %e ha afirmado

que estas relaciones primarias, si se las valora adecuadamente permitirían

construir un país solidario con justicia social 1oreno, +J3.

4ara el Derecho, independiente de sus rasgos positivos o negativos,

las relaciones familísticas son la negación de la esencia misma de lo

jurídicoF reglas generales abstractas. De ahí que, si como sociedad


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tenemos reglas diferentes para los conocidos los desconocidos, la

posibilidad de que el Derecho regule la convivencia social es mu limitada.

La existencia de reglas diferentes, dependiendo de si la situación

afecta a alguien de mi entorno socioafectivo quedó de manifiesto en elestudio de opinión sobre el Derecho, a citado. Las respuestas a varias de

las preguntas lo reflejan. La encuesta incluó afirmaciones frente a las

cuales se le pedía a los encuestados se8alar si las compartían o estaban en

contra de ellas.

'rente a la afirmación (una madre está en la obligación de esconder a

su hijo, para que no lo agarre la policía, aunque sea un criminal*, el -P de

los encuestados respondió que estaba de acuerdo, lo que no deja de ser una

cantidad relevante si pensamos que la pregunta no inquiere simplemente si

esta (justificado* sino si es su obligación.

El porcentaje de aceptación sube al K9P frente a la afirmación 4a7

5e"e) en (ue e) ne"e)ar'! (ue un! ,'),! a#$'(ue $a %u)t'"'a #!r )u

#r!#'a ,an!3 $! (ue e6#re)a una ;uerte "!n5'""'9n ;a5!ra$e a$ u)!

de ,ed'!) n! 'n)t'tu"'!na$e) #ara $a )!$u"'9n de "!n;$'"t!).


24/45

en"ue)tad!) a"e#tan una reg$a (ue e) $a nega"'9n de $!) #r'n"'#'!)

(ue e)t+n en $a a)e de$ )')te,a %ud'"'a$. Se )u#!ne (ue e$ Dere"8!

e) $! !#ue)t! a $a %u)t'"'a #!r ,an! #r!#'a3 de$ !%! #!r !%!.

T!da $a "!n)tru""'9n te9r'"a (ue %u)t';'"a $a e6')ten"'a de$

Dere"8! )e a)a en $a "!n5'""'9n de (ue )9$! un ter"er! ',#ar"'a$3

'n5e)t'd! de aut!r'dad #!r e$ E)tad!3 #uede a#$'"ar $a %u)t'"'a. Per!

$a ',#ar"'a$'dad de e)ta e) #ue)ta en entred'"8! #!r $a ,a7!r&a de

$a) #er)!na) en"ue)tada) en e$ "'tad! e)tud'! de !#'n'9n. A)&3

;rente a $a a;'r,a"'9n 4S' $a 5erdad e)t+ de$ $ad! de un!3 $a #!$'"&a3

$!) tr'una$e) 7 $!) %ue"e) $e dar+n a un! )'e,#re $a ra*9n3 e$ @K

)e ,!)tr9 en de)a"uerd!. S' a e$$! )e $e )u,a $a !#'n'9n re)#e"t!de$ ;un"'!na,'ent! "!t'd'an! de $a %u)t'"'a3 5e,!) (ue $a ,a7!r&a

"!n)'dera (ue e) ,u7 ',#r!a$e (ue )ta )ea ',#ar"'a$. La %u)t'"'a

)'e,#re ;a5!re"er+ a$ (ue #ueda #agar$a3 e$ #!$'"&a nun"a ‘#agar+

"+r"e$ 7 e$ #atr!n! )'e,#re $e ganar+ a$ traa%ad!r3 "!,! #uede

!)er5ar)e en e$ "uadr! anter'!r.

-rente a un )')te,a (ue )e 5')ua$'*a "!,! ‘'n"!ntr!$a$e3 (ue

e6#re)a e$ #!der de !tr!, $a de)"!n;'an*a se transforma en ladesesperan!a aprendida a la que se refiere arit!a ontero. De a8& (ue )e

#'en)e (ue nada tenga (ue u)"ar)e a8& 7 (ue )e re;uer"e $a 'dea de

$a ne"e)'dad de tener una) reg$a) d';erente) #ara $a #r!te""'9n de$

ent!rn! )!"'!a;e"t'5!3 #ue) e$ Dere"8! ;!r,a #arte de un ,und!

a%en! )!re e$ "ua$ n! )e t'ene "!ntr!$.

Per! "!,! ade,+) )e "!n)'dera %u)t';'"ad! e$ e%er"'"'! de$

#!der a)!$ut!3 se asume que es correcto que el sistema judicial funcione

de manera d')"re"'!na$, seg7n el caso concreto. Se #'en)a (ue )' )e

51.7%

43.8%

4.5%

100.0

64.2% 31.8% 4.0% 100.0%

71.6% 22.2% 6.3%

100.0

Para ganar, pagar al juez

Policía nunca paga cárcel

Patrono siepre gana

!cuer"o #n contra

$o

sae&no

contesta 'otal


25/45

tu5'era a $a d')#!)'"'9n e)e #!der )e 8ar&a $! ,'),! 7 )e $e ut'$'*ar&a

#ara #r!teger a$ #r!#'! gru#! ! #ara #agar ;a5!re) re"''d!). De

a8& (ue nue)tr! aut!r'tar'),! re;uer*a3 7 en "'erta ,ed'da %u)t';'"a3

un "!,#!rta,'ent! ar'trar'! de$ )')te,a %ud'"'a$. 2omo vimos, uno

de los rasgos de nuestra identidad e) "reer (ue !t!rgar t!d! e$ #!der a

!tr! (ue #!r a$guna ra*9n )e 5e "!,! )a$5ad!r a7udar+ a )!$u"'!nar

nue)tr!) #r!$e,a). La idea del control del poder por parte de los

ciudadanos es ajena a quienes asumen la necesidad de un hombre fuerte.

La de)e)#eran*a a#rend'da "!ndu"e a a)u,'r (ue nue)tr!

de)t'n! de#ende de $a )uerte 7 de$ a*ar, si a eso le adicionamos la

"reen"'a )!re $a ne"e)'dad de un 8!,re ;uerte (ue re)ue$5a

nue)tr!) #r!$e,a), el profundo convencimiento de que quien nos

representa o guía sabe lo que es lo mejor cómo hacerlo no ha que

cuestionarlo3 8a"e ',#!)'$e (ue tenga,!) "!n"'en"'a de (ue $!)

dere"8!) e6')ten3 'nde#end'ente,ente de $a 5!$untad de e)e

e$eg'd!. S' e) !tr! e) e$ #!der!)! 7 5e,!) "!n natura$'dad (ue )u

#!der )ea a)!$ut!3 )te n!) dar+ $!) dere"8!) "uand! "!n)'dere

"!n5en'ente 7 #!r(ue e) ‘"!n)'derad! "!n n!)!tr!).

E$$! )e e5'den"'a en un e)tud'! )!re dere"8!) $a!ra$e) en $!)

#a&)e) and'n!). La) traa%ad!ra) #!re) e6#re)ar!n (ue )' )u)

#atr!n!) $e) daan e$ de)"an)! #re 7 #!)t nata$ era #!r(ue eran

uen!) 7 "!n)'derad!) "!n e$$a)3 n! #!r(ue e$$a) g!*aran de e)e

dere"8! 7 e$$!) e)tu5'e)en !$'gad!) a )at');a"er$! A"!)ta3 1//H2.

Esta opinión debe expresar con bastante exactitud la realidad, dado el alto

incumplimiento de las obligaciones laborales más elementales en la región.

En efecto, si los derechos son incumplidos reiteradamente el patrono noes sancionado, obviamente es ra!onable asumir que cuando los cumple, se

trata de un hecho fortuito que expresa características personales del

empleador no debido a la existencia de una regla de obligatorio

cumplimiento que confiere derechos.

La 'n!)er5an"'a de $!) dere"8!) ,+) e$e,enta$e)3 en e)#e"'a$

de$ dere"8! a $a 5'da3 las reiteradas arbitrariedades de los funcionarios

p7blicos, en particular de la policía, hacen que efectivamente el espacioestatal, supuestamente regido por el Derecho, se present" como expresión


26/45

de lo discrecional de lo arbitrario. Ello transforma a las instancias estatales

en un caldo de cultivo para la desesperan!a por ello es tan fácil escuchar

que si en una oficina p7blica te trataron bien fue porque tuviste suerte.

In espacio p7blico incontrolable, que act7a normalmente en contradel individuo, refuer!a la creencia de que se debe asumir la protección del

entorno socioafectivo se legitima la existencia de reglas contrarias a las

que supuestamente deben regir para regular la vida social, es decir, a las

normas jurídicas.

Las relaciones primarias se desarrollan en un contexto ideológico que

promueve una visión del progreso ligado a la adquisición de los atributos de

la modernidad. La modernidad se presenta como una meta socialmente

deseable una de sus manifestaciones es la existencia de reglas

institucionales. 4or ello, si ser modernos se manifiesta en la calidad

cantidad de nuestras normas jurídicas, entonces es deseable que nos

dotemos de ese instrumento de modernidad. 4or otro lado, si asumimos que

la solución de los problemas depende de una autoridad o del a!ar, que no

podemos de ninguna manera controlar, la norma jurídica se convierte en

una aspiración, en una apuesta a que su sola existencia solucione nuestras

carencias. El famoso fetichismo legal encuentra fundamento en la

desesperan!a en el autoritarismo.

El Derecho, si bien es cierto que es la negación del autoritarismo,

pues es poder reglado, no por ello deja de ser poder. La fatalidad hace que

asumamos que tal ve! ese poder jurídico pueda funcionar a lo mejor, con

esa propuesta legislativa, al fin #acertemos$ logremos, mágicamente, que

las cosas mejoren, sin que tengamos que intervenir activamente para

producirlo. De ahí que frente a cada problema la respuesta es elaborar una

le, si eso no soluciona el problema, la respuesta es modificar la le, a ver

si esta ve! por suerte, por magia, la le funciona, sin evaluar el contexto en

el cual esa $eg')$a"'9n 5a a"tuar. N! t'ene (ue 5er "!n $! (ue

8aga,!)3 )'n! "!n $a $e7 7 una) )u#ue)ta) 8a'$'dade) 'nterna) de

$a ,'),a. P!r e$$!3 "uand! un #r!$e,a n! $!gra )!$u"'!nar)e "!n

una #r!#ue)ta $eg')$at'5a )e $e a"8a"an a )ta ‘de;e"t!) ! ‘5a"&!).

Nue5a,ente3 $a 'dea de tran);er'r e$ #!der a !tr! #er,'te "!n)tru'rt!d! un ;et'"8e en t!rn! a $a $eg')$a"'9n: $a $e7 "!,! una 5ar'ta


27/45

,+g'"a3 n! 8a7 (ue 8a"er$a "u,#$'r, no ha preocupación por su

implementación, porque sea posible factible que se lleve a cabo.

Esta creencia en la necesidad de dotarse de un sistema de lees

modernas perfectas, lleva a un doble discurso que se expresa en diversosámbitos. Auestro autoritarismo tambi"n se refleja en lo jurídico, a no a

trav"s de la existencia de un hombre fuerte, sino de una le fuerte,

rigurosa, represiva de unas instituciones igualmente fuertes rigurosas.

2omo expresión de nuestro autoritarismo, pensamos siempre que la

solución al problema es la represión. La) $e7e) deen "a)t'gar

dura,ente a $!) tran)gre)!re). En el estudio de opinión efectuado en el

;;+, un tercio de la población encuestada cree que la función del Derecho

es castigar 1Noche et alt, ;;3.

4ero, como el ámbito p7blico estatal donde la regla jurídica debe

funcionar se visuali!a como arbitrario e incontrolable, de hecho así se

comporta, esas reglas sólo deben aplicarse a los enemigos o a los

desconocidos, mientras que al entorno socioafectivo debe proteg"rsele de

ellas o en todo caso, aplicársele reglas distintas. De allí que se cree una

disociaciónF somos represivos con los enemigos desconocidos

permisivos con el entorno socioafectivo. Esto se refleja claramente tambi"n

en otra cara del mismo rasgoF somos legalistas frente a situaciones

abstractas flexibles en lo concreto. En todo caso, las reglas concretas del

comportamiento aceptado se distancian frecuentemente de lo que

establecen las normas jurídicas.

Este doble discurso se expresó en los estudios sobre acceso a la

justicia que reali!amos 1Noche et alt, ;;3. En los cuestionarios en las

entrevistas en profundidad se construeron situaciones abstractas otras

concretas. En las situaciones generales en las cuales a las personas se les

preguntaba por el deber ser, sin ninguna referencia a su entorno

socioafectivo, surgía con naturalidad la respuesta basada en la aplicación de

la norma jurídica. 4ero cuando la misma situación se le presentaba desde

un ejemplo concreto en el cual participaba alguien de su entorno

socioafectivo, de manera casi natural aparecía la otra regla, que refleja la

obligación de protección de ese ámbito. Ello se evidenció por ejemplo en laspreguntas sobre la pena de muerte el linchamiento. En las comunidades


28/45

pobres la maoría se manifestó en contra de la pena de muerte a favor

del linchamiento.


29/45

estudio sobre los condicionantes culturales de la corrupción, nos dice que la

peque8a corrupción gratuita, es decir que se le permita a un amigo o a un

familiar no hacer la cola, o que obtengan un beneficio que no le

corresponde, no es visuali!ada como reprochable, pues expresa la

obligación de audar proteger el entorno socioafectivo. on!ále! 'abre

afirma que ese tipo de corrupción forma parte del (ethos* cultural

vene!olano difícilmente podrá ser visuali!ada como algo incorrecto o

negativo. %e piensa que se debe castigar al corrupto, pero como al mismo

tiempo se asume que se está cumpliendo un deber en caso de favorecer a

un amigo o un familiar, no se considera que esto 7ltimo constitua

corrupción. En un estudio sobre autoestima del vene!olano se reporta que

creemos que la función del funcionario es audar a sus amigos 1=arroso,++3.

%e asume que con los nuestros debemos ser comprensivos

permisivos, que el Estado al aplicar la norma jurídica normalmente es

injusto con ellos. 4or tanto, si el Estado act7a sólo para sancionarlos no

para protegerlos, entonces nuestro deber es buscar las formas de

atemperar esa situación refor!ar la protección, aunque eso implique violar

la norma jurídica. Esto no significa que se considere que la norma esincorrecta, sino que se percibe que su aplicación no es igual para todos,

que ella no protege los derechos de todos por igual, a que está mu

influida por la condición social la cercanía con el órgano que la aplica. En

la cotidianidad tenemos miles de ejemplos que reafirman esta creencia. El

Derecho no auda para cobrar una acreencia laboral, para evitar un despido

injusto, para lograr acceso a los servicios más elementales, pero sí aparece

para castigar a los nuestros rara ve! sanciona a los que nos agreden o

vulneran nuestros derechos. Ello reafirma la idea de que son reglas para

favorecer a los poderososF

(Los que tienen parece que este país fuera de ellos, parece que nostienen en sus manos, ellos son los que mandan, las lees lascumplimos nosotros los pobres, siempre somos nosotros los queestamos presos, a los que nos presionan a pagar esto lo otro* 1Nocheet alt, ;;F +;3.

Los espacios p7blicos estatales son mirados con mucha desconfian!a,

la experiencia #trasmitida$ por los contactos previos personales o por lo que


30/45

se escucha en el medio circundante refuer!a que nada bueno puede

buscarse ahí.

Desconfian!a desesperan!a aprendida son barreras fundamentales

para el acceso a la justicia. In sistema de justicia que se asume comoclasista, que defiende al poderoso sanciona al pobre, no puede ser

visuali!ado como un ámbito privilegiado para el ejercicio de la ciudadanía.

En síntesis, estos dos rasgos 5 autoritarismo pesimismo6 no

permiten pensar en construir en el corto pla!o una cultura jurídica

ciudadana. La posibilidad del reclamo se inhibe prácticamente antes de

nacer. %i estamos convencidos de que es necesario un poder fuerte que

castigue a los #flojos, vagos desorgani!ados$ vene!olanos si a la ve!

creemos que ese poder sólo está al servicio de los poderosos, que usan el

Derecho para protegerse ellos, no es fácil que se pueda concebir que es

justamente el Derecho lo que posibilitaría una protección frente a los abusos

del poder político económico. 4ara el uso del Derecho como límite al

poder, primero ha que estar convencidos de que es necesario restringir el

poder. Auestro autoritarismo legitima la existencia de un poder ilimitado.

4oder sin limites es poder arbitrario e incontrolable. El espacio de la

desesperan!a surge entonces casi de manera natural espontánea en el

ámbito de lo jurídico. 4or ello, los grupos en desventaja social están de

acuerdo con que #ser pobre es cosa del destino nada puede hacerse para

cambiar esa situación$.

=.=. I,#$'"a"'!ne) #ara $a ‘"u$tura %ur&d'"a 'nterna

La cultura jurídica de los operadores del sistema ha sido denominada

#cultura jurídica interna$. Ella determina la manera como funciona el

sistema, como se llevan adelante los procedimientos, como se interpretan

aplican las normas sustantivas o adjetivas, como se trata a los usuarios. En

opinión de 2otterrell 1+-3 lo que 'riedman denomina cultura interna, que

para "l sería la #ideología jurídica$, es determinante en las creencias, las

opiniones las actitudes sobre el Derecho, de los ciudadanos en general.

La parte de la cultura que tiene que ver con los conocimientos

jurídicos es fundamental para el desempe8o de todos los operadores no


31/45

sólo de quienes tienen maor responsabilidad, como serían los jueces

funcionarios administrativos de cierto nivel. Del maor o menor

conocimiento que ellos tengan de las normas jurídicas de la manera como

interpretarlas dependerá cómo las apliquen. Este aspecto sin duda incidirá

sobre la calidad de la protección que se d" a los derechos de los ciudadanos

en esos organismos.

En efecto, la solide! de esos conocimientos permitirá a los operadores

una acción más efectiva en la protección de los derechos de los ciudadanos.

En cambio, una mala formación abrirá un amplio campo a las actuaciones

discrecionales a las prácticas clientelares de todo tipo.

En Hene!uela, una característica de la #cultura jurídica interna$ es su

formalismo, que en nuestro caso se expresa, no sólo en una lectura rígidade las normas sustantivas, sino en un procesalismo formulismo, que

muchas veces impide que se discutan las características del Derecho que

está detrás del reclamo. Esta cultura del #formulismo$ se origina justamente

en la deficiente formación que otorga a los ciudadanos nuestro sistema

educativo en cualquiera de sus niveles. En el caso de los operados jurídicos

sin estudios universitarios, las carencias de la educación media se hacen

evidentes en la poca capacidad que poseen para comprender los procesoscomplejos que deben tramitar, lo que los lleva a hacer hincapi" en los pasos

administrativos en los requisitos formales a cumplir, sin evaluar muchas

veces si dichos pasos son pertinentes o proceden en el caso concreto.

Esta tendencia a refugiarse en los formalismos por falta de capacidad

para comprender procesos complejos, es estimulada por una característica

casi intrínseca a todas las burocraciasF el despla!amiento de metas.

erton se8ala que en toda organi!ación burocrática, con el tiempo, se

pierde de vista la finalidad de la acción se la sustitue por los trámites a

cumplir. El trámite se convierte en una finalidad en sí mismo no en un

medioF

( +3 Ina burocracia efica! exige seguridad en las reacciones unaestricta observancia de las reglas@ 3 Esta observancia de las reglas llevaa hacerlas absolutas@ a que no se consideran relativas a un conjunto depropósitos@ J3 Esto impide la rápida adaptación en circunstanciasespeciales no claramente previstas por quienes redactaron las normasgenerales@ K3


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%i la #sacramentali!ación$ de los procedimientos ocurre incluso en las

burocracias que se rigen por relaciones abstractas cuos funcionarios

tienen una adecuada formación, es obvio que ese proceso tenderá a

acentuarse en burocracias con problemas de formación de sus funcionarios,pues cumplir con el trámite es lo 7nico que les da la seguridad de que están

haciendo #bien$ su trabajo.

En los abogados, las carencias en la formación jurídica llevan a que

tambi"n se refugien en los formulismos en los #formularios$. %e demanda

con formularios se responde con formularios. E$ a!gad!3 a$ n! #!der

e5a$uar de ,anera g$!a$ $a) d'5er)a) #!)''$'dade) (ue $e !t!rgan

$a) n!r,a) %ur&d'"a) #ara )u)tentar )u #et'"'9n3 )e "entra en $! ,+)e$e,enta$. Aormalmente, repitiendo textualmente las normas, pero sin un

análisis profundo de su significado en el caso concreto. El abogado que

responde esa demanda tambi"n carece de formación por tanto se

concentra en evaluar el cumplimiento de los procedimientos de las

#fórmulas sacramentales$. Esta situación limita las posibilidades de una

defensa de calidad tanto para el demandante como para el demandado. Ello

quedó en evidencia en los estudios que hemos reali!ado sobre acceso a la

justicia 1Noche et alt, ;; Noche Nichter, ;;K3.

El formulismo de los abogados en ejercicio recibe un estímulo

importante de parte de la jurisprudencia, pues en la medida que los jueces

acepten los argumentos relativos a fallas procesales no esenciales para

negar una petición, se refuer!a la tendencia a litigar centrándose en las

fórmulas en el cumplimiento de pasos casi administrativos.

Los jueces, que tienen la misma formación de los abogados en

ejercicio, tienden a sentirse más seguros al decidir sobre fallas procesales,en particular sobre problemas de competencia, en ve! de entrar al fondo del

asunto.

La deficiente calidad de la producción normativa facilita en cierta

medida el desarrollo de la cultura del formulismo jurídico. La falta de t"cnica

legislativa produce normas poco claras, normas contradictorias

proliferación de procedimientos. )odo lo cual es un factor que aumenta el

formulismo jurídico.


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En un estudio sobre la evolución legal de la consagración del derecho

a la estabilidad en el trabajo, se evidenció cómo un dise8o normativo

deficiente unido a la existencia de diversos procedimientos aplicables,

pueden convertir en nugatorio el ejercicio del derecho a la estabilidad en el

trabajo, que cuenta con protección constitucional en nuestro país 1Nichter,

;;K3.

La diversidad de procedimientos la proliferación de normas de

diversas fuentes jerarquías 1lees orgánicas, lees ordinarias,

reglamentos, resoluciones3 convierten cualquier tema en un asunto tan

complicado que sólo una persona con un alto nivel de formación puede

identificar los elementos centrales de la regulación sacarle el máximo

provecho para fundamentar su petición. ?gualmente sólo un buen abogadopuede responder esa petición, centrándose en los aspectos medulares

contra argumentar jurídicamente. %ólo un jue! preparado puede evaluar

ambas argumentaciones extraer de ellas los elementos centrales tomar

su decisión. Esta necesidad de alta preparación se acrecienta en los actuales

momentos, pues los procesos de globali!ación le están otorgando un

espacio cada día más central a las reglas provenientes de los órganos

supranacionales, lo que hace más complejo el derecho vigente a aplicar aun caso en concreto.

El nivel de formación de nuestros abogados es deficiente por ello es

ra!onable que se refugien en formalismos, pues no poseen las herramientas

habilidades cognoscitivas para un desempe8o adecuado de su labor. Los

problemas de formación han quedado en evidencia tanto en los concursos

de oposición para la magistratura como para la docencia e investigación.

In porcentaje importante de los abogados que se han sometido a esas

pruebas carecían de las habilidades conocimientos jurídicos más

elementales. Lo más grave del asunto es que la maoría de ellos había

ocupado el cargo por un periodo a veces considerable.

La transformación de la cultura jurídica del formulismo requiere

revisar la educación jurídica formal. Una edu"a"'9n %ur&d'"a 'nade"uada

'n;$u7e en e$ r!$ )!"'a$ de$ a!gad!3 en $a #er"e#"'9n de e)e r!$ #!r

$a )!"'edad 7 en $a #er"e#"'9n #!r e$ a!gad! de )u ,')'9n )!"'a$

Pre* Perd!,!3 1/H1? T!rre)3 1//0? R!"8e3 =2.


34/45

La ne"e)'dad de %ue"e) ,u7 'en ;!r,ad!) )e 8a"e ,u"8!

,+) ne"e)ar'a #ara a$"an*ar $a) ,eta) (ue )e ',#!ne una )!"'edad

a$ "!n)agrar un E)tad! S!"'a$ de Dere"8! 7 de Ju)t'"'a. Este tipo de

dise8o constitucional le otorga una gran relevancia a la acción judicial para

el desarrollo de fines sociales, tales como la construcción de una sociedad

orientada hacia la equidad, basada más en una justicia distributiva que

retributiva. Los temas del reparto de la rique!a, la protección del medio

ambiente, el acceso a la educación, a la salud, a la vivienda, hacen que el

control de la acción gubernamental ingrese con notable fuer!a a la agenda

judicial. En un Estado %ocial de Derecho de /usticia el jue! es el guardián

del recto uso del poder del Estado el protector de los derechos

ciudadanos, lo que refuer!a su función política 1Delgado60cando, ;;;3.El nuevo dise8o constitucional implica una transformación del poder

judicial. De una justicia reactiva, centrada en el micro conflicto individual,

solucionado con base a la justicia retributiva se pasa a un poder judicial que

aplica la justicia distributiva. La protección jurídica de la libertad deja de ser

una mera obligación negativa para pasar a ser una obligación positiva que

sólo se concreta mediante servicios del Estado 1Dos %antos, +3. Ina

justicia que proteja, que haga efectivos los derechos sociales, tiene ser una justicia altamente calificada.

En consecuencia, el tema de la formación de los operadores del

sistema jurídico adquiere gran relevancia. 4ero además como la justicia se

convierte en la instancia privilegiada de protección de los ciudadanos frente

a los abusos del poder, se requiere refor!ar su independencia. La carrera

judicial facilitaría alcan!ar las metas de un jue! bien formado, imparcial e

independiente.

En Hene!uela, más allá de su consagración legal, la carrera judicial

nunca se ha podido desarrollar a plenitud en el país. El ingreso al poder

judicial por concurso de oposición ha sido excepcional. Este hecho se ha

acrecentado en los 7ltimos a8os ho en día los jueces sienten más que

nunca la #provisionalidad$ de su permanencia en el cargo. Esta situación

afecta la posibilidad de desarrollar una cultura jurídica ciudadanaF Q2ómo

proteger derechos de otros, si no se tienen derechosR Q2ómo poner límites

al poder político o económico, si de esos poderes depende la permanencia


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en el puesto de trabajoR Q2ómo puede un jue! refor!ar la ciudadanía si en

su vida cotidiana no la puede ejercerR

La falta de formación, la inexistencia de la carrera judicial la

intervención cada día maor del poder judicial por otros poderes, en

especial, por las fuer!as políticas que controlan las principales instancias

estatales, tornan casi imposible que el poder judicial pueda cumplir su

misión de protección de los derechos ciudadanos. %i el jue! se siente, de

hecho lo es, impotente para enfrentar los abusos del poder, trasmite hacia

la ciudadanía en general la convicción de que los poderosos son intocables.

4or ello, 2otterrell tiene mucha ra!ón sobre el efecto irradiador que tienen

las creencias convicciones de los operadores jurídicos sobre la sociedad.

4or otra parte, el cumplimiento de la función de protección dependerátambi"n del respeto que las normas jurídicas, por tanto de los derechos

de los ciudadanos, les mere!can a esos funcionarios. %i dentro de su

sistema de valores el respeto a las normas está por debajo de sus

preferencias políticas, de su afán de lucro, del cultivo de sus relaciones

sociales, el acceso igualitario a la justicia estará seriamente amena!ado. En

nuestro país, como se8alamos, las relaciones institucionales, basadas en

reglas jurídicas generales, tienen un espacio reducido en la vida social.Las relaciones personales primarias, como bien lo se8ala on!ále!

'abre, han (coloni!ado espacios como el Estado, inicialmente dise8ados

para ser portadores de cierta racionalidad sistemática abstracta* 1+-F3.

Los jueces abogados tambi"n comparte la creencia de que lo moral

correcto es facilitarle la vida a los amigos. 4or ello, aunque la regla jurídica

funcione ocasionalmente, la igualdad ante la le cede frente a otras

consideraciones, tales como, la pertenencia de los operadores del sistema

de una de las partes del proceso a la misma red de relaciones.

In espacio p7blico lubricado o coloni!ado por relaciones personales

primarias no permite desarrollar la noción de servicio p7blico. Dos efectos

importantes producen ese hecho para un adecuado funcionamiento del

sistema de administración de justicia. En primer lugar, la noción de servicio

p7blico debido requiere la internali!ación de reglas abstractas que se8alan

que el servicio debe prestarse a todos por igual. %i se asume que antes que

esa obligación ha otra más importante, como lo es, audar al entornosocioafectivo, no ha mucho espacio para que en el funcionario na!ca la


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idea de servicio debido. En consecuencia, si no es una obligación prestar el

servicio a un desconocido si por alguna ra!ón se hace, ello es porque se

está haciendo un favor al #favorecido$ en ning7n caso porque "ste tenga

un derecho. Ello se evidencia en cualquier oficina p7blica, pues los

funcionarios normalmente le hacen sentir al usuario de que #le están

haciendo un favor$. El usuario por su parte tiene la convicción de que se ha

recibido un favor de que si lo atendieron bien fue porque tuvo la inmensa

suerte de caerle bien al funcionario o de que le tocara un funcionario

amable.

De esta manera, no sólo la formación profesional la independencia

son requisitos necesarios para asegurar un funcionamiento de las

instituciones que garantice que todos los ciudadanos puedan hacer valer susderechos. )ambi"n tendrá ello que ver con los valores aceptados, tanto en

la sociedad en su conjunto, como en el sector social al que pertenecen los

operadores del sistema.

Dentro de los valores que son determinantes para que pueda

prestarse una adecuada protección de los derechos de todos está el valor

igualdad equidad. Inos operadores del sistema jurídico cuos prejuicios

sociales o de otra índole no les permitan ver a todos los ciudadanos comodiferentes pero con iguales derechos tenderán a hacer diferencias entre

ellos afectando su acceso equitativo a la justicia.

La igualdad tiene poco espacio en una sociedad con rasgos

autoritarios. El sólo hecho de pensar que se requieren elegidos para

conducir a la sociedad es en sí una negación de la igualdad, pues para

empe!ar, el líder tiene más derechos que el resto de la sociedad. %i se

justifica esa supuesta necesidad del líder fuerte por las carencias del pueblo,

al cual se le atribuen una serie de defectos, es obvio que no se considera a

todos los individuos como iguales con los mismos derechos. La idea de un

pueblo #incapa! e incompetente$ supone en quien piensa así que no se le

reconoce como un igual.

4or tanto, los rasgos negativos de nuestra autoimagen las

relaciones personales primarias que han coloni!ado los espacios p7blicos no

permiten que nos asumamos como sujetos de derechos ello hace difícil

que en esos espacios se nos d" la consideración de ciudadanos.


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4or otro lado, en el país, el ingreso al empleo p7blico no tiene tanto

que ver con las capacidades individuales del aspirante, como por la

pertenencia a alguna red de relaciones, a sea política o de amigos. Ello

tampoco facilita que el funcionario se sienta comprometido con su trabajo

menos con un buen desempe8o. %u permanencia en el puesto de trabajo

depende más de las relaciones personales que le permitieron acceder al

cargo, que de una evaluación por su desempe8o. Ello se ha profundi!ado en

el caso de los jueces en los 7ltimos a8os, como se expresó al rese8ar la

situación de la provisionalidad en el cargo de la maoría de los jueces en el

país.

Este c7mulo de circunstancias 6autoritarismo, clientelismo, relaciones

primarias6 hace mu difícil que en los espacios p7blicos estatales sedesarrollen la noción de servicio debido a todos por igual.

Los rasgos autoritarios de la población vene!olana se van expresar

tambi"n en la noción de pa! social que manejan los funcionarios. En cierta

medida se reafirma que ese rasgo es central no sólo para la construcción de

la autoimagen sino para la cultura del vene!olano. %e expresa no sólo en la

imposibilidad de asumir el valor de igualdad ante la le, en la ausencia del

servicio debido, sino que penetra con fuer!a en otros valores centrales que justifican la existencia del Derecho, como lo es la noción de pa! social.

La pa! social, para muchos funcionarios del sistema de administración

de justicia, es la pa! del cementerio. Es la negación del conflicto o tratar de

que "ste desapare!ca rápidamente. En e$ Dere"8! de$ Traa%! (ueda en

e5'den"'a e)a "!n"e#"'9n de$ "!n;$'"t! tant! en $a $e7 "!,! en $a)

#r+"t'"a) ad,'n')trat'5a). En $a $e73 $a 8ue$ga e) )!,et'da a t!d! un

#r!"ed','ent! #ara (ue #ueda ‘na"er e)e dere"8! de rang!

"!n)t'tu"'!na$ 7 $!) ;un"'!nar'!) de $a ad,'n')tra"'9n de$ traa%!

a#$'"an "!n r'gur!)'dad e)!) re(u')'t!) $ega$e) 7 reg$a,entar'!) 7

ade,+) "rean !tr!)3 (ue d';'"u$tan a>n ,+) $a e6#re)'9n de$

"!n;$'"t!. Los jueces del trabajo tambi"n aplican las normas legales

reglamentarias con rigurosidad, sin referencia a las normas constitucionales

convenios internacionales que visuali!an el conflicto de trabajo como

expresión de diversidad libertad. En esta materia la cultura jurídica del

formalismo tiene un campo privilegiado para actuar la tramitación delconflicto obrero6patronal se efect7a olvidando que los funcionarios están


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obligados a garanti!ar derechos no simplemente a verificar el

cumplimiento de procedimientos, muchos de dudosa legalidad

constitucionalidad.

La 5')'9n de$ "!n;$'"t! "!,! a$g! negat'5! (ue 8a7 (ue

‘errad'"ar ta,#!"! a7uda a de)arr!$$ar una "u$tura de$ re"$a,!. Ma

5',!) (ue nue)tr!) ra)g!) #!)'t'5!) )e re$a"'!nan "!n e$ +rea

a;e"t'5a: a$egre)3 )',#+t'"!) 7 uena gente 7 re"$a,ar e) $!

"!ntrar'! a )er 4)',#+t'"! 7 uena gente. Esta autoimagen pudiese

audar a explicar porque no es socialmente estimulado el reclamo. %i a ello

le adicionamos el rasgo autoritario que nos hace pensar que el poder

absoluto e incuestionable nos permitirá alcan!ar el ansiado orden, se

refuer!a en el espacio estatal la visión del conflicto social como algonegativo que ha que eliminar. P!r e$$!3 e$ u)! de $!) tr'una$e) #ara

re"$a,ar $a #r!te""'9n de $!) dere"8!) )!"'a$e)3 dada $a 5')'9n

negat'5a de$ "!n;$'"t!3 en"uentra una d!$e d';'"u$tad: en #r',er

$ugar3 #!r(ue e$ "!n;$'"t! "!ntrad'"e $a aut!',agen #!)'t'5a3 7 en

)egund! $ugar3 #!r $a 'n"$'na"'9n aut!r'tar'a (ue n'ega $a #!)''$'dad

de (ue $!) ‘)>d't!) e6'%an )u) dere"8!) a$ ‘,!nar"a de turn!.

2abe mencionar tambi"n como otro rasgo importante de la cultura jurídica de los operadores del sistema de administración de justicia, su

maor o menor inclinación a aceptar los cambios las innovaciones o por el

contrario su resistencia a ellos su afán conservador. Las interpretaciones

novedosas de las normas, las nuevas tendencias de la teoría jurídica, en la

medida en que busquen logren dar maor protección a los derechos de los

ciudadanos, facilitan el acceso a la justicia, pero ello requiere disposición

por parte de los funcionarios para abrirse a ellas, en la medida que puedan

hacerlo sin poner en peligro la seguridad jurídica.

Es tambi"n sumamente importante la sensibilidad social que puedan

tener los jueces otros operadores para captar las características de los

casos concretos, en la medida en que sea legalmente posible, así como para

prever las consecuencias sociales de los resultados de los procesos

tomarlas en cuenta como un elemento de juicio que informe sus decisiones.

La resistencia al cambio por parte de los funcionarios puede tambi"n

deberse a que los cambios propuestos afectan las rutinas existentes quefacilitaban su trabajo o porque los cambios representen una amena!a a la


39/45

integridad del grupo. Esta resistencia se manifiesta de manera particular en

las burocracias modernas, las cuales normalmente tienen un alto grado de

espíritu de cuerpoF

(Los funcionarios burocráticos se identifican sentimentalmente con su

modo de vida. )ienen un orgullo de gremio que los induce a hacerresistencia al cambio en las rutinas consagradas@ por lo menos, a loscambios que se consideran impuestos por otros.* 1erton, +KF 9+3. In cambio impuesto que afecte las formas comunes de hacer las

cosas no encontrará un ambiente favorable para desarrollarse, si ese

cambio además contradice creencias arraigadas en la burocracia, la

probabilidad de que el cambio realmente se d" es realmente mucho menor.

En el estudio sobre la defensa p7blica penal el acceso a la justicia, se

pudo observar que el cambio de paradigma en materia de proceso penalafectaba algunas creencias mu arraigadas en los funcionarios, lo que

dificultaba que el nuevo modelo garantista se implementase. 4ero, además,

el nuevo sistema acusatorio, al romper con los principios la cultura del

sistema anterior, requiere crear sus propias prácticas rutinas, que reflejen

tradu!can sus principios. Ello no ha ocurrido así de ha abierto un espacio

para que la resistencia al cambio pueda expresarse. Los funcionarios del

sistema de administración de justicia penal no comparten muchos de losprincipios del nuevo sistema, el cual aun no ha creado sus propias rutinas,

por lo que es normal que en su práctica cotidiana resuelvan sus problemas

de la misma forma como lo hacían antes. 1Noche Nichter, ;;J3. La

resistencia al cambio en este caso puede estar reflejando varias cosas

diferentes saber identificarlas puede ser un paso previo para impulsar

cualquier cambio jurídico.

=.@. I,#$'"a"'!ne) #ara $a ‘"u$tura %ur&d'"a e6terna

En el punto anterior se expusieron algunas de las características

de la cultura jurídica de quienes en Hene!uela son los operadores del

sistema jurídico. 2orresponde ahora examinar los valores, creencias,

actitudes opiniones de los miembros de la sociedad vene!olana con

respecto al Derecho, es decir, lo que se ha llamado #cultura jurídica

externa$, que seg7n 'riedman motori!a la estructura la sustancia del


40/45

sistema jurídico lo pone en movimiento por ello es un importante

condicionante del acceso al sistema jurídico.

%e trata en este punto en gran parte de indagar cómo se reflejan

en su #cultura jurídica externa$ los rasgos centrales de la cultura de losvene!olanos, que han sido evidenciados a trav"s de las investigaciones

sobre valores e identidad del vene!olano. 2abe sin embargo recordar

que los elementos culturales que se van a examinar tienen el mismo

sustrato de los que a han sido expuestos como integrantes de la cultura

jurídica de los funcionarios del sistema. 4or eso, se trata principalmente

de insistir ahora en aquellos rasgos elementos que caracteri!an más

específicamente la cultura jurídica de los ciudadanos que podrían hacer

uso del sistema.

In importante factor de acceso al sistema jurídico que forma

parte de la cultura jurídica de los ciudadanos, es el grado de

conocimiento que los mismos tienen de las lees de las instituciones.

Ao ha duda de que el conocimiento jurídico de quienes no forman parte

del sistema es uno de los puntos en que pueden existir maores

diferencias con la cultura de los operadores jurídicos, pero, como lo han

demostrado ampliamente las encuestas 1)oharia, varios estudios3, la

gente de a pie tiene, o cree tener, cierto conocimiento de las lees e

instituciones del sistema, que les permiten emitir opiniones sobre el

mismo, , que, en todo caso, guían sus reacciones a la hora de enfrentar

una situación vinculada con el Derecho.


41/45

2onstitución de +, el 2ódigo 0rgánico 4rocesal 4enal la Le

0rgánica de 4rotección al Ai8o al


42/45

información jurídica, casi siempre inexacta, por no decir francamente

falsa, se deja colar bajo otros formatos que no tienen una intención

directa de informar al p7blico, pero que frecuentemente tienen una

maor penetración. %e trata de las telenovelas, en muchas de las cuales

se pretende dramati!ar las situaciones, deformando la verdad sobre las

lees los procedimientos, bajo el supuesto equivocado de que puede

construirse una fantasía que llegue a superar en dramatismo a la

realidad, , de paso, desorientando al p7blico que tiene derecho a

conocer con exactitud sus derechos cómo reclamarlos.

0tro importantísimo halla!go de la investigación en el aspecto del

conocimiento sobre lees e instituciones por parte de los sectores de

escasos recursos, resultó ser la influencia fundamental que en esta

materia tiene la existencia de organi!aciones dentro de las comunidades.


43/45

evidentemente afectará la conducta de quienes se vean ante la situación

de acceder o no a los órganos del sistema de justicia para plantear

problemas de esta índole.

0tros aspectos explorados a trav"s de la encuesta de opiniónmencionada tenían que ver con la percepción que tendrían los

ciudadanos de escasos recursos respecto a la accesibilidad del sistema

de justicia. < este respecto se observó que los encuestados, que al

responder a otras preguntas habían identificado con cierta exactitud la

función que cumplen las distintas instituciones, que sabían donde se

encontraban que no las consideraban geográficamente distantes, sin

embargo poco mencionaron a los tribunales como una instancia a donde

acudirían a plantear alg7n problema jurídico. %in embargo, una cantidad

no despreciable había tenido que ir a alg7n tribunal, sabían donde

locali!ar un abogado, no consideraba demasiado complicado el lenguaje

que estos utili!an, ni en todos los casos estimaban mu caros sus

servicios. Estas respuestas a las preguntas del cuestionario contrastaban

con los resultados de las entrevistas en profundidad, cuando se

preguntaba a los entrevistados si alguna ve! habían tenido un problema

que hubiera ameritado acudir a un abogado o a un tribunal, ante lo cualexclamaban horrori!ados (SDios no lo quieraT*. 2on frecuencia la misma

persona, en el curso de la entrevista revelaba que se había divorciado,

que había sido despedido de su trabajo, que había tenido que audar a

un familiar preso, que había vendido su casa, sin que asociaran esas

experiencias con haber tenido alg7n #problema jurídico$. 1Aegación del

conflicto, lejanía cultural del tribunal del Derecho, falta de conciencia

de los derechosF servicios p7blicos, consumidores, derechos humanos,

etc. 3.

Oui!ás el aspecto más importante de la opinión sobre la

administración de justicia que tiene que ver con el problema del acceso,

que fue explorado en la encuesta, fue el que se refirió a la

imparcialidad de la justicia a la honestidad de abogados jueces. En

esta parte se demostró la opinión desfavorable con respecto a la

honestidad de los abogados de los jueces, aunque los primeros

salieron a7n peor parados que los segundos. %in embargo, el aspecto


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más resaltante fue la desconfian!a en cuanto a la posibilidad de que la

parte pobre o en desventaja social pudiera ganar un juicio o reclamo,

cuando la otra parte tenía poder económico.

2onfian!a en las institucionesFNepresentan en poder de otro.

Latinobarómetro

2onsorcio justicia

Experiencia con la policía, miedo a denunciar

)emor a los abogados 1estafadores3 a los tribunales 1a ser

testigos, a ser escabinos3

J. IA


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on!ále! 'abre Na7l 1+-3

Meller

Barreras Culturales Al Acceso a La Justicia en Venezuela

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