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    ON

    ios

    OVNIS,

    a

    pesar

    de su aspecto futurista y

    espacial, los herederos

    di-

    rectos

    de

    los

    mitos ances-

    trales

    del

    hombre? Ese

    «sentido

    ds

    l¿

    yid¿»

    que

    la humanidad

    buscó

    otro-

    ra

    en ritos, creencias

    en

    seres

    mágicos

    y

    religio-

    nes,

    ¿puede

    ser

    buscado

    hoy

    en

    el

    asunto

    de

    los

    fenómenos

    aéreos?

    tado»

    norteamericano que

    publicó

    en

    1954

    el

    libro

    "A

    bordo

    de un platiiio

    volante, y que

    no

    era

    precisamente un contestatario,

    declaró

    que

    el

    objeto

    de los

    tripulantes de

    los

    fenóme-

    nos

    aéreos

    era

    reafirmar

    en

    la

    Tierra

    las bases

    del

    matrimonio, ia

    familia y la fidelidad.

    Por

    otro lado la

    pequeña

    corriente

    marxista

    que

    se

    congrega en torno

    al político

    latinoairrericano

    Posadas

    tiene como una

    de

    sus

    tareas

    primor-

    diales

    el tomar contacto

    con

    los

    OVNIS,

    don-

    de

    -según

    ellos-

    viajan

    "comunistas

    de

    otros

    planetas».

    Como

    puede

    comprobarse,

    las

    opiniones de

    todos los

    gustos no

    faltan y

    cada

    cual

    ve en el

    OVNI

    1o

    que

    desea

    encon-

    trar

    en

    la

    Tierra

    (la

    implantación de

    tal

    o

    cual

    sistema político, el establecimiento

    de deter-

    minados valores morales, etc.).

    La. razón de

    unas

    apariciones

    Tradicionalmente

    las

    his-

    torias

    sobre apariciones sobrenaturales han ve-

    nido desempeñando un papel

    fundamental en

    nuestra

    cultura:

    colmar

    la

    necesidad humana

    de

    creencia

    en

    algo trascendente".

    Cicerón,

    en

    "De

    natura deorum,, establece

    que

    hay un

    pa-

    rentesco

    etimológico entre

    «superstitio»

    (su-

    perstición)

    y

    «superstes"

    (superviviente).

    Y es

    que, independientemente

    de que haya algo

    de

    verdad

    el

    gste

    juego

    lingüístico, los mitos

    (o,

    con

    un srnónrmo

    más

    despectivo, las supersti-

    ciones)

    recogen

    en

    mismos

    el

    ansia de tras-

    cendencia de los hombres,

    el esfuerzo por salir

    de la

    cotidianeidad tediosa,

    el intento

    de ven-

    cer

    a la

    muerte.

    Félix

    Ares

    y

    María del

    Carmen

    Garmendía es-

    tablecieron,

    a partir

    de

    unas

    encuestas

    distri-

    buidas entre ei

    público asistente

    a

    conferencias

    sobre

    OVNIS

    y a películas de tema espacial,

    que

    cuanto más

    se

    en los fenómenos no

    identificados,

    menos se

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    en

    esta

    línea de

    comportamientos nos

    laha

    re-

    cordado Peter

    Kolosimo en uno de sus

    libros,

    cuando refiere:

    .De

    un

    grupo

    de

    profetas

    incomprendidos

    (la-

    vados de pies

    a

    cabeza

    por

    las

    mangueras

    de

    la

    policía

    cuando, vestidos de luto, desfilaban

    por

    las calles de

    Boston

    anunciando una

    inmi-

    nente expedición demostrativa

    de

    pacifistas

    marcianos) aprendemos una sensacional

    parti-

    cularidad

    del

    asunto:

    reconociendo

    en

    el

    di-

    funto John F.

    Kennedy

    a

    un

    hombre

    verdade-

    ramente

    amante de

    la

    paz,

    los

    oseñores

    dei

    es-

    pacio" le habrían prometido su apoyo

    y

    el de

    otra

    docena

    de

    mundos

    en el

    caso

    de una agre-

    sión

    soviética.

    Y

    enfrentado

    con semejante

    coacción,

    ejercida

    por

    aquella

    especie de

    OTAN cósmica,

    el

    "premier"

    ruso se habría

    apresurado

    a

    refirar

    sus cohetes de

    Cuba

    y

    a

    firmar un tratado de

    amistad

    con

    Estados

    Unidos.

    Si durante

    la

    Primera Guerra

    Mundial

    los sol-

    dados

    alemanes

    llevaban

    grabada en

    sus

    cintu-

    rones

    la frase

    "Gott

    mit lJns"

    ("Dios

    está con

    nosotros»)

    y

    los

    ingleses

    creían peiear codo

    con codo con

    un

    ejército

    de

    ángeles,

    hoy hay

    quien

    -en

    medio

    de

    la guerra fría-

    cree

    tener

    a los OVNIS

    de su

    lado.

    Habla

    el

    psicoanálisis

    Carl Gustav

    Jung

    (1,876-1961), el eminente

    médico

    y

    psicoanalista

    suizo,

    discípulo

    desta-

    cado

    de

    Sigmund

    Freud

    y

    autor

    precisamente

    de

    un libro

    sobre OVNIS

    ("Ein

    moderner

    Mythus. Von Dinger,

    die

    am Himmel

    gesehen

    werde") afirmó en su día

    que los

    OVNIS apa-

    recían

    en nuestro tiempo

    precisamente como

    respuesta a Ia

    crisis

    de nuestra

    civilización.

    La

    angustia social e individual

    del

    hombre

    de

    nuestros días habría producido,

    mediante

    complejos

    mecanismos

    psíquicos que

    no

    co-

    rresponde

    analízar aquí,

    un mito

    de

    colosales

    características

    dotado

    de

    una función mesiáni-

    ca

    y

    redentora.

    Como

    él

    mismo

    escribió:

    ..En

    numerosas regiones

    del

    globo una ola de

    esperanza

    en

    la

    vuelta de

    Cristo

    y

    un rumor

    visionario

    han

    surgido

    expresando la

    espera

    de

    la

    redención.

    La

    forma que ha tomado

    no es

    comparable, a pesar de todo, con nada de

    Io

    que

    sucedió en el

    pasado,

    sino

    que

    es el

    mismo

    fruto

    de la

    tecnología: esto no

    es

    más que

    la

    distribución mundial del

    fenómeno

    OVNI.,

    EI 5

    de abril de 1935 un iabrador apellidado

    Mora vio desde

    un

    cortijo cercano a

    Aznalcá-

    zar

    (Sevilla)

    un

    objeto redondeado y brillante

    que

    se

    estacionó

    cerca

    del suelo..lJnas

    peque-

    ñas

    criaturas

    de color

    oscuro

    giraban

    a

    su

    alre-

    dedor.

    El

    señor

    Mora

    consideró

    que había

    presenciado

    un

    prodigio celestial con

    el

    que

    Dios

    había

    querido

    recompensarle.

    Y esto

    ocupó obsesivamente

    su

    pensamiento hasta

    el

    fin

    de

    sus

    días.

    En

    este caso,

    que

    parece

    hecho

    a medida de las tesis

    de

    Jung,

    la evolución

    de

    la creencia religiosa

    ala creencía

    en astronaves

    del

    espacio se

    hizo

    sin tránsito.

    Las

    argumentaciones de

    Jung

    sobre el carácter

    pararreligioso

    del

    asunto de

    los OVNIS

    han

    levantado

    enormes polémicas,

    la mayoría

    de

    las veces provechosas. Así

    se

    ha argumentado

    desde

    que

    esta

    circunstancia

    es

    puramente

    ca-

    sual,

    hista

    que

    los OVNIS

    son

    realmente

    "producidos»

    por

    alguna

    especie

    de

    divinidad.

    En un término medio más sensato

    están quie-

    nes

    afirman que

    la sacralizacií¡

    del

    OVNI

    es

    un hecho sociológicamente

    normal como

    res-

    puesta a sucesos de

    cariz

    tan

    espectacular: si

    el

    hombre

    necesita

    creer

    para sobrevivir

    -si-

    uieron

    con

    el

    juego

    de

    palabras

    de

    Cice-

    rón- lógico es que recubra de

    sus

    propias in-

    quietudes, miedos y

    esperaflzas la ocasión

    Los

    inztestigadores

    se

    plantesn

    la cuestión de saber cuál

    e:

    ;

    interuención de la

    menre

    humana,

    o

    del

    inconsciente

    colectitso,

    en el

    hecha

    de l¿s

    apariciones marianas

    1

    en ei

    aoistamiento de los

    O\\'IS.

    ¿Existe

    una

    realidad mateñd

    que

    soporta el

    fenómeno?

    L,t

    aparición mariana

    que

    recog€

    esta

    fotografía

    no

    es

    ni

    mj: ¡:

    menos

    discutible que los

    documentos gráficos que naaie

    pone

    en

    entredicbo

    en h

    bistoria

    del

    fenómeno

    O\

    1-1.

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    Los

    aaistamientos

    de

    OYNIS,

    como

    todos

    los

    fenómenos

    colectioos,

    se

    Producen

    en

    épocas

    de crisis.

    Algunos

    contaclos

    lsegurdn que

    seres de

    otros

    Planetal

    esaban

    disPwettos

    '

    a ayudar

    al asesinado

    Presidente

    KennedT.

    Los OVNIS

    en

    las encruciiadas

    ¿Se

    manifiestan

    los

    OVNIS

    en

    épocas

    de

    cri-

    sis?

    Esta

    es

    Ia

    pregunta

    crucial

    cuya

    respuesta

    podría

    certificar

    o

    no

    la

    tesis de

    un

    comPonen-

    ie

    sociológico

    en las

    observaciones

    del

    fenó-

    meno.

    Précisamente,

    el

    sociólogo

    Francesco

    Alberone,

    catedrático

    de

    Ia

    Universidad

    de

    Milán,

    afirmó

    en

    cierta

    ocasión

    a propósito

    de

    una

    oleada

    de

    OVNIS

    sobre

    Italia

    que

    «nor-

    malmente

    estos

    fenómenos

    colectivos

    suceden

    en estado

    de

    aiarma.

    Cuando

    murió

    César

    na-

    cieron

    mil

    presagios; cuando

    1os

    españoles

    in-

    vadieron

    México,

    los

    presagios

    se

    repitieron;

    en

    1968,

    en ltalia,

    muchos

    veían

    vírgenes

    que

    lloraban

    y se

    iluminaban

    con

    una luz

    celeste;

    en tiempos

    de

    ia

    guerra

    fría, platillos

    volantes

    aparecían

    y

    desaparecían

    continuamente».

    Y .r

    qr.,

    efectivamente,

    ias

    grandes

    oleadas

    de

    OVNIS

    han coincidido

    generalmente

    con

    mo-

    mentos de crisis

    y

    de cambios

    sociaies e

    histó-

    ricos.

    Así,

    por

    ejemplo,

    la gran

    oleada de

    1,954

    en

    Francia, estudiada magistralmente

    por

    Ai-

    Michel,

    coincidió

    nada

    menos

    que

    con

    la

    crisis

    del imperio

    francés

    de

    uitramar

    (eo 1954

    comenzó

    la-insurrección

    argelina

    y

    en

    Indo-

    china

    se produjo

    la

    histórica

    derrota

    de

    Dién

    Bién

    Phu) y

    la

    consiguiente

    crisis

    política

    na-

    cional

    que

    culminó

    con

    la

    caída

    de

    Ia IV"

    Re-

    oública.

    Asimismo,

    la

    oleada

    de

    1968 sobre

    hrancia

    e Italia

    se desarrolló

    en

    medio de

    pro-

    fundas

    sacudidas

    sociales

    que

    abrieron

    capítu-

    los

    como

    el

    Mayo

    francés.

    La

    ole¿da

    de

    1908-1910

    La

    primera

    gran

    proliferación

    de

    objetos

    des-

    conbcidos

    los

    cielos

    de

    Europa

    acaeció

    sin

    duda

    hacia

    1908-1910.

    En

    estos

    años, unos

    ex-

    traños

    «aerostatos»

    que

    no

    pertenecían

    a

    nin-

    gún

    gobierno

    y que

    no se aiustaban

    a

    ias ca-

    iacteiísticas

    de los

    dirigibles

    de

    la

    epoca

    fue-

    una

    investigación,

    como

    nos

    recuerda

    .Lyle

    Gauiding,

    áemostrándose

    de

    resultas

    de

    la

    mrsma

    que

    nlngun

    zeppelin

    alemán-había

    des-

    pegado hacia

    Iáglaterra

    en

    aquellas

    fechas.

    Los

    éxtraños

    dirigibles,

    según

    John

    Keel,

    fueron

    visualizados

    sLbre

    Gran

    Bretaña,

    Escandinavia

    e

    incluso

    en

    los

    Estados Unidos.

    Sobre

    Nueva

    York,

    por

    ejemplo,

    se

    observaron

    durante

    la

    noche del

    21

    dé septiembre

    de 1910.

    Avisos de

    la

    Primera

    Guerra Mundial

    Esta

    oleada

    de

    1908-1910

    coincide

    con

    el

    pro-

    fundo

    malestar

    en Europa

    Preparatorio

    de

    la

    Primera

    Guerra

    Mundial.

    Los

    dirigibles

    des-

    conocidos

    surgieron

    en

    medio

    de

    la psicosis

    belicista

    de

    la

    Ilamada

    ,.Paz

    Armada,,

    cuando

    el viejo

    continente

    veía

    venir

    la guerra

    de

    la

    mano'de

    las

    tensiones

    entre

    los

    dos

    bloques de

    la época:

    la Entente

    (Francia.

    Inglaterra

    y

    Ru-

    sia)-

    y

    la Triple

    Alianza

    (Alemania,

    Austria-

    Hur,'ería

    e

    Itálir).

    Apenas

    áo,

    *.t.t

    antes

    del

    iniciJ de

    las

    hostiiidades,

    un habitante

    de

    Hamburgo,

    G ustav

    Herwagen,

    era

    testiSo

    desde

    la

    -p,retta

    de su

    casa

    en

    junio

    de

    1914,

    del aterri)aje

    en un

    prado

    de uno

    ¿.

    s5¡s5

    "di-

    rigibles".

    Se

    tratabide

    un

    aparato

    alargado y

    br:illante

    junto

    ai

    cual

    se

    erguían

    cuatro

    figuras

    de

    aspecto

    humano

    y

    de

    no

    más

    de 7,20

    me'

    t.o. á. estatura.

    Los

    enanos

    huyeron

    a bordo

    del

    artefacto

    al intentar

    Herwagen

    acercarse

    a

    eilos.

    OVNIS

    en

    los años

    treinta

    Cuando

    Europa

    vuelve

    a prepararse

    Para

    ofra

    aventura

    militarista,

    durante

    los años

    treinta,

    de nuevo comienzan

    a

    circuiar

    las

    noticias so-

    bre objetos

    desconocidos en

    los cielos.

    Es la

    hora

    de

    los

    liamados

    oaviones

    f¿n1¿56¿s»

    que

    fueron vistos

    en

    Escandinavia

    hacia

    i934.

    Es-

    tos

    «aviones»

    se

    presentaban

    bruscamente

    so-

    bre

    ciudades

    y

    déspoblados,

    realizando

    com-

    plicadas

    acrobacias

    fuera

    de 1as

    ieyes físicas

    y

    rebasando

    todas

    las

    rnarcas

    de los aparatos

    normales

    de la

    época.

    Ni

    que decir

    tiene

    que

    estos

    oaviones

    fantasmas»

    no

    poseían

    distinti-

    vo alguno.

    Como

    para

    demostrar

    su

    singulari-

    dad,

    estos

    artefactos

    parecian

    sentir una

    esPe-

    cial

    predilección

    por

    voiar

    plácidamente

    en

    medib de los

    temporales más

    furiosos,

    entre

    las

    tormentas

    o

    en

    cuaiquier

    otra perturbación

    atmosférica.

    Basta ojear

    cualquier

    manual

    de

    historia contemporánea

    para

    descubrir

    la tre-

    menda crisis

    abierta

    en

    Europa

    en aquellos

    años.

    Y

    de nuevo,

    sobrevolando

    la crisis,

    1os

    fenómenos

    más

    pintorescos.

    La Segunda

    Gueira

    Mundial,

    sin duda

    ei con-

    flicto

    más

    devastador

    que

    el

    hombre

    ha vivido

  • 8/17/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº004 Entre La Realidad y El Mito Necesidad Del Fenomeno Ovni - Vicufo2

    5/12

    Estos

    pequeños

    objetos

    iuminosos,

    que

    revo-

    loteabán impasiblemente

    ante

    1os

    mismos mo-

    rros

    de

    los

    "Spitfire"

    y

    de los

    oStukasr,

    nunca

    fueron explicados

    satisfactoriamente.

    También

    én ios

    pasados siglos,

    las apariciones

    de objetos

    celestis

    simultáneamente

    a

    confiic-

    tos,

    guerras

    y

    desastres

    han

    sido

    frecuentes.

    Los árchivos

    históricos

    del

    fenómeno

    OVNi

    están

    repletos de

    avistamientos

    producidos

    precisaminte

    en

    medio de

    batallas,

    desde

    Ia

    época

    de

    Alejandro

    Magno

    hasta

    casi nuestros

    días.

    Dos episodios

    antológicos

    De

    muchos

    es conocida

    la famosa

    situación

    creada

    por

    la

    emisora

    radiofónica

    CBS

    de

    Nueva

    York

    cuando,

    en la noche

    del 30

    de

    oc-

    tubre de

    1.938 y

    sin previo

    aviso,

    retransmitió

    con la

    dirección

    de Orson

    Weiles

    la obra

    "La

    guerra

    de

    los

    mundos,

    de H.

    G.

    Wells.

    Un

    [ran

    número

    de

    personas

    en

    América

    fue

    presa de1

    pánico

    a1 considerar

    ia emisión

    co-

    mo un

    boletín

    de

    noticias

    real

    que informaba

    del aterrizaje

    de

    los marcianos,

    v

    se dedicó

    a

    las acciones

    más

    desesperadas,

    Hubo

    quien

    llegó.al suicidio,

    quien

    éxperimentó

    graves

    ai-

    teraciones

    nerviosas

    v

    quien

    abandonó

    su casa

    para, campo

    a

    través,

    huir

    de

    Ia

    amenaza

    ga-

    iáctíca.

    Se- calcula

    que

    cerca

    de

    un

    millón

    de

    norteamencanos

    se convulsionó

    aquella

    noche

    con la

    supuesta

    «noticia,

    de que nuestro pla-

    neta era

    invadido

    por seres de

    otros

    mundos.

    Lo

    extraño

    del hecho

    radica

    fundamentalmen-

    te en

    el elevado

    número

    de hombres y

    mujeres

    que no

    dudaron

    en

    creer

    hasta sus

    últimas

    consecuencias

    algo

    tan fantástico

    como

    e1

    des-

    encadenamiento

    de

    un

    día

    D marciano

    .

    Para

    todos

    ellos

    la

    invasión

    extraterrestre

    entraba

    dentro

    de

    lo posible

    y bastó

    Ia voz

    modulada

    de

    '§ü'elles

    pari creerlo

    a

    pies

    juntillas.

    Sociólo-

    gos

    destacados,

    como

    H.

    Cantril,

    extrajeron

    iabrosas

    notas

    de todo

    aquel

    pandemonio.

    El sonido de

    un OVNI

    En

    la noche

    del

    11

    al

    12

    de

    febrero de

    1975

    tn

    trabajador

    llamado Severin

    Antoine tuvo

    unos

    extraños sueños.

    En

    eilos

    oía un raro

    sonido

    intermitente,

    que

    siguió

    en su

    cabeza

    al

    des-

    pertar.

    Durante todo el

    día siguiente

    los

    piti-

    -dos

    pe...ranecieron

    en

    su

    cerebro,

    hiriéndole

    los

    oídos

    y sin

    que

    nadie más

    pudiera

    escu-

    charlos. Esto le duró

    tres días

    consecutivos,

    Io

    que

    llevó

    a

    Antoine

    a decidir

    ir al médico.

    Pe-

    ro,

    según

    declaró,

    .algo,

    se

    Io

    impedía.

    El

    14

    de

    febrero,

    al tercer

    día,

    Antoine pidió

    permi-

    so en

    el trabajo

    para marcharse

    a

    casa. Cuando

    enfiló

    el

    camino

    que conducía

    a

    su domicilio,

    los

    sonidos comenzaron

    a crecer

    en

    su cabeza.

    Le dio 1a impresión

    de

    que los

    tímpanos

    iban a

    estallarle. Entonces,

    al cruzar

    un

    sendero,

    sin-

    tió un extraño calor

    que

    le llegaba

    por

    oleadas.

    Comprobó,

    en

    ese

    momento,

    que no

    podía

    moverse: se

    había

    quedado

    paralizado.

    Vio

    en-

    tonces delante

    de

    él un objeto

    singular

    en for-

    ma

    de

    enorme sombrero,

    de

    unos tres

    metros

    y medio de diámetro

    por

    unos dos metros

    de

    alto. En

    1a

    parte

    superior

    se

    distinguían

    unas

    ventanillas.

    Pero

    lo

    más

    curioso

    fue compro-

    bar que era el

    OVNI

    quien emitía

    el sonido

    que

    desde hacía tres

    días

    le martirizaba

    la

    ca-

    beza.

    lJna escalerilla

    se desplegó

    bajo el

    ingenio y

    tres

    enanos

    de

    unos

    ochenta centímeiros

    des-

    cendieron

    por

    ella"

    Sus

    cuerpos

    estaban llenos

    de

    anillos, como

    los

    monigotes

    oMichelin".

    Todo aquei

    espectáculo

    emitía un brillo

    cega-

    dor.

    Un

    cuarto humanoide

    observaba

    a

    Antoi-

    ne desde una ventaniila

    del objeto.

    De

    pronto,

    el testigo

    fue arrojado

    al

    suelo por

    una fuerza

    desconocida, los enanos

    entraron

    en el

    aparato

    y

    éste se

    elevó

    con

    un fuerte

    silbido.

    El

    sonido

    intermitente

    abandonó

    Ia

    cabeza

    de

    nuestro

    hombre.

    Ies

    de estas apariciones.

    La experiencia

    de

    monsieur

    Antoine

    demuestra hasta

    qué punto

    e1

    enigrna de

    los no

    identificados

    ha ealado

    prcfundo en

    los hombres,

    traspasando

    1a ba-

    rrera entre

    vigilia y

    sueño, entre consciente

    e

    inconsciente. El caso

    sucedió

    en

    1a Isla de

    la

    Reunión,

    territorio

    francés

    del

    Indico, y

    fue

    investigado

    por el

    teniente coronel

    Lobet.

    Una

    misteriosa

    presencia

    invisible

    Este

    caso

    tiene una secuela

    importante.

    EI 20

    de febrero,

    seis días

    después

    del

    aterrizaje,

    Antoine

    va

    en

    un

    .,jeep"

    de

    la

    gendarmería'

    con

    algunos policías,

    a

    reconocer

    el

    Iugar

    exacto

    de1

    suCeso. Súbitamente,

    al descender

    del

    coche

    y

    dar

    algunos

    pasos, 1os

    gendarmes

    ven

    cómo

    Antoine

    se

    para en seco,

    se echa

    las

    Su pulso

    se

    La

    de

    extraña

    experiencia

    monsieur

    Antoine

    Convenir

    en

    que

    el fenómeno

    OVNI

    está

    dejando

    una

    prófunda

    hue1la

    en

    nuestra

    cuitu-

    ra,

    recreando

    1as tradicionales creencias

    de los

    hombres de

    hoy,

    lleva

    necesariamente

    a

    con-

    cluir

    que

    estas

    apariciones deben

    conectarse

    necesarlamente

    con

    nuestras

    voluntades.

    Si el

    asunto de

    los

    OVNIS

    deja su

    impronta en

    la

    gran

    mente colectiva

    de

    la

    humanidad,

    tam-

    Éi¿"

    debe

    formar

    huella

    en

    los

    mecanismos

    mentales

    individuales

    de

    la

    mayoría

    de los

    miembros

    de

    la sociedad.

    Encajarían

    en

    es¡a

    perspectiva

    esos casos,

    más

    LA

    CONSTANCIA

    DEL FENOMENO

    ¡\

    juzgar

    por la

    gran cantid¿J

    fLy

    variedad de

    restos que

    a

    ellos se refieren,

    encontrados

    en

    yacimientos

    arqueológicos

    en

    diferentes lugares,

    los

    se¡es lie-

    gados

    del

    espacio nos

    h¿n.is:-

    tádo' siempre.

    Su

    presencia

    i:a

    quedado

    grabada

    en

    la piej:a

    de las cuevas

    con

    todo

    el

    enc¿r-

    to. con

    que

    rodeaban

    los

    hor-

    bres

    primitivos

    los acon¡e;i-

    mientos

    que

    estrmaban

    sobrena-

    turales.

    Como

    prueba

    de eli"r

    pueden

    sen'irnos

    los

    e:crr.¡'.'.

    qqe

    slguen.

    Un

    extraño ser

    bumano.

    de

    aspecto ingrávido,

    ptrece

    rnoperse

    flotanda.

    con

    la

    -cabeza

    protegida

    por

    una.

    especie

    de

    escafani..;

    (En una cueoa

    de los

    Alpes

    suizos.)

    ar*- d

    E,il

    Los

    primitivos

    aborígenes

    africanos

    lepre

    sentaron

  • 8/17/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº004 Entre La Realidad y El Mito Necesidad Del Fenomeno Ovni - Vicufo2

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    =#fftrffi,.ff,Hg#

    :.:

    cct¡tt"t

    cle las característic'ds

    rtér'e.ts

    qLte

    presentan

    rts

    ^.í,:.1.)tles

    tie

    tipo reiigictsct.

    los

     i'\-15

    perec('/t

    reaj'irntar

    st

    ..,.:,-.

    -r.,i

    nt¿icriaL o.ft-ecientla

    itn

    ..'..:.)

    't

    t.ttt,ts

    l'r.tnnas

    coricretis

    '

    tie .1\pect() metálir:rt.

    aterrizaie. Cuancio

    1o

    intenta,

    sLrfre

    tre-qtcrrnos

    fisiológrcos \- ove

    en

    la

    lcjanía

    el

    sr¡nitjc.

    atroz

    que

    sirvió

    de rnúsica

    cle iondo

    a si1 trásica ex-

    periencia.

    La

    poiicía. que

    interrogo

    a

    las

    per-

    sonas

    allegadas

    a

    Arrtoin,J. suDo

    qu.:

    rrLrcstro

    testigo tenía f arna de persona eqr"riiiir:-,rcla i

    responsablc.

    Se

    con-rprobó qr,re

    Ar-rtoine

    nunca

    había

    leído

    nada sobre

    OVNIIS.

    Exarninaci,.r

    por psiquiatras.

    no pudo

    ser

    caiificado

    de

    en-

    fermo

    mental.

    No

    bebía

    siquiera. La gen,-lar-

    mería encontró

    en ia

    zona

    clcl

    incidente

    trrt

    agujeros en la

    tierra qLle

    i'ormaba.n

    un

    tri:ineulo

    de

    un metro

    de 1ado.

    An¡oinc

    perdió

    el

    ¡¡so

    cle

    la

    palabra

    durante cinco di¡s t'lespues dcl

    si

    cero.

    Este caso muestra con

    ciariciad

    que

    ia

    relación

    entre las apariciones a,éreas

    ,v

    los testigos no cs

    meramente

    casual. El

    hecho

    de

    que

    la

    observa-

    ción

    se

    anunciase tres días anies en la

    rrcnte

    cie

    Antoine

    a

    partir

    de

    un sueño

    v

    la

    extrana

    cir-

    cunstancia

    de qr-re

    el testigo

    rer.iviese

    a1gun,¡s

    aspectos

    dei

    encuentro

    a1 acercar-sc

    al

    lugar

    dc¡nde

    ocurrió,

    parecen señaiar que el

    {enór.r-re-

    no

    OVNI

    e-§tá más

    lieado a

    ias

    personas quc

    Io

    ven

    de lo

    q,"rc

    tradicionalme nte se

    hz.r

    creído"

    Y

    esto constituiría. como

    antes

    decía-

    mos, 1a

    variante

    psicoiclgica

    -ir"dii

    jr-'luai--

    clc

    la vertiente sociológica

    .-generai-

    en

    cl

    enis-

    ma

    que

    venimos

    an,rlizando.

    Hacia

    una

    sociología

    de los

    encuentrOs

    en

    la

    tercera

    fase

    Si

    descontar¡o-. los intentos de Pereira, \¡an-

    quelef

    I'

    aiguno más, nadie ha realiz¿rdo

    un

    es-

    tr"rciio riguroso

    ciel

    comportamiento

    de

    1as en-

    tidades

    que

    liamamos

    «humanoides".

    tr{ucho

    menos se

    ha intentado poner

    estc corl'lporta-

    miento

    en

    relación

    rron

    ia mentaiiclad

    v

    las

    pautas

    de conducta ¡le las zonas clonde

    se

    pre-

    sentan,

    Puestc¡

    que

    la

    antropología

    plrecc

    iralrer

    esta-

    bleciclo que

    las

    conductl'rs

    rie las c

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  • 8/17/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº004 Entre La Realidad y El Mito Necesidad Del Fenomeno Ovni - Vicufo2

    8/12

    Carl

    Gustav-'

    Jung

    afirmó

    nuc los

    O\

    -\

    1

    so¡t

    utt

    mit,'

    '

    de nuestros.líds'

    producido

    como

    resPuestd

    tl la

    crtrts

    ¿le

    nuestra

    ci'¿ilización,

    Jc

    cartttcr

    pararreliyiosr,.

    Lo,,

    O 'N1S, sin

    embargo,

    ,t

    t,t,tili.i'iestrttt

    conTo

    mát¡uittas

    nt

    eligentemente

    dirigidas

    c.¿.t/.1't

    ll',rlt

  • 8/17/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº004 Entre La Realidad y El Mito Necesidad Del Fenomeno Ovni - Vicufo2

    9/12

    Mistress

    Hingley

    denunció 1o ocurrido a Scot-

    land

    Yard,

    que

    abrió una

    investigación en

    re-

    g1a.

    Este caso

    -por

    encima

    de

    las

    variantes

    espaciales-

    parece sacado de una

    escena de

    1as

    adocenadas

    novelas

    de

    Jane

    Austen.

    Entra dentro

    de

    1o

    posible que

    un

    hecho

    de

    suficiente

    espectacularidad

    pueda producir,

    como una

    reaccron

    en

    cadena,

    numerosos

    in-

    formes de OVNIS similares.

    Si el

    "ambiente"

    en aquellos

    momentos

    se

    ha1la

    caldeado

    por

    ese tipo

    de

    noticias, hechos

    normales

    -como

    por

    ej.-plo

    la

    caída

    de

    meteoritos

    o la

    visuali-

    '

    zación

    determinados

    planetas-

    pueden

    ser

    percibidos

    por

    1a colectividad

    de modo

    ex-

    traordinario.

    Las

    oleadas

    que

    tal

    vez

    no se

    produjeron

    Valiée ha comprobado

    que

    numerosos

    casos,

    que después aparecen

    en

    la

    prensa especializa-

    da

    como

    encuentros

    sofisticados repletos de

    deta1les,

    se

    redujeron

    para el

    testigo

    a

    la visua-

    lización

    de luces

    imprecisas. La matización de

    estas

    luces

    ,v

    1a aparición de

    detalles

    secunda-

    rios fue

    obra

    de

    1os

    numerosos condicionantes

    por

    los

    que pasó

    la

    información.

    Jean-Claude

    Pecker, tras 1a caída de

    un

    meteo-

    rito

    en suelo gaio, conminó a través de

    1a

    prensa

    a

    las

    gentes

    a

    que

    1e refirieran

    cómo

    habían visto aquel

    fenómeno

    celeste. Pecker se

    guardó mucho

    de

    comunicar

    en

    aquel momen-

    to ei origen natural del

    asunto. Para

    su estu-

    por, las declaraciones

    sobre

    naves

    discoidales,

    ventanilias iluminadas, etc., no tardaron

    en

    lle-

    Con toda

    probabiLtdad,

    los reLatos

    fantásticos

    de

    algunos

    encuentros

    con extraños humanoides concuerdan

    poco

    con

    la realid¿d

    del

    fenómeno,

    qut'no

    se

    prede

    disrtrtir.

    gar.

    La sociedad francesa estaba sensibtlízada

    en aquellos días sobre el tema ufológico

    a cau-

    sa

    de un par de

    películas

    de

    televisién

    y

    de

    aquí

    procedía el mecanismo

    que estimuló

    la

    fantasía

    de los

    comunicantes

    de

    Pecker.

    Interpretaciones

    extraordinarias

    Estudiando

    unos

    incidentes

    sorprendentes

    en

    Nebraska

    y

    Dakota del Sur,

    en

    ios

    que

    intervi-

    nieron

    casos de

    muertes

    misteriosas

    de reses,

    el investigador

    James

    R. Stewart

    escribió:

    oPor

    razones

    inexplicables,

    la

    gente

    percibe

    de

    pronto 1o vulgar

    de una manera

    rara

    y

    nueva.

    Sucesos

    habituales

    se

    atribuyen a

    causas

    exci-

    tantes

    y

    terribles. La

    interpretación extraordi-

    naria

    desafía

    a la

    lógica.-

    Lo

    que Stewart

    1lama

    .razones

    inexplicables"

    podría ser

    la

    acción conjunta

    de

    1os medios de

    comunicación

    y

    la

    necesidad

    interior

    de los

    hombres

    de

    piesenciar hechos

    maravillosos.

    Cuando

    ambos

    elementos

    se aúnan,

    los

    casos

    más

    espectaculares

    no

    tardan

    en

    producirse.

    Así, en la época de

    emisión

    de

    la

    serie de tele-

    visión

    "Los

    Invasores,, se produieron

    las

    con-

    fusiones

    más

    chocantes.

    Por

    "

    humanoides"

    fueron

    tomados

    unos honestos

    miembros

    de la

    Cruz

    Roja en una carretera barcelonesa

    v

    has-

    ta un pobre oso de Gerona

    fue

    confundido

    con una criatura del

    espacio.

    Trmbién durante

    esas semanas

    fueron denunciados

    como

    astro-

    naves

    extraterrestres

    los

    repetidores de

    televi-

    sión de Guadarrama y una

    torre de

    vigilancia

    en

    Castellón.

    Esta es una

    foto

    mu1

    ci¡:c:,.

    y probabLemente

    faLsa,

    pe",.

    considcrada como

    drr,".-

    ::

    que plantea

    serias

    incó:a,::-.:,

    En

    eLla

    dpdrece

    un

    extrdterrestre

    de aspeci,,

    plateado.

    su

    jeto

    por ,1o. ,. .

    del tBl.

    5e

    publicct p,o

    .,'

    pnmerd

    en

    un

    períodtco

    de Alemania.

    ,l

    ,-

    :

    a:

    Las cámatas

    fotográftcas

    no

    padecen

    alurinati,t¡tt't.

    1

    sus obicti-

    o,

    han

    recogido

    multtpirs tcsti,4o4ios

    r/e

    OVNIS

    desplazándose

    t,

    maniobrando

    en eL ciek¡.

    p:?

  • 8/17/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº004 Entre La Realidad y El Mito Necesidad Del Fenomeno Ovni - Vicufo2

    10/12

    Documentos

    gráficos

    de

    todo

    tipo, incluso

    los aportados

    Por

    los tripulantes de los

    ingenios

    espaciales,

    esLán

    colaborando

    Para

    demostrdr

    que

    los O 'N1S

    son

    fenómenos

    toÍalmcttte

    independientes

    del' sent

    imien

    to

    religioso

    de las tnasas.

    El

    desencadenante puede ser,

    por

    tanto, un

    ca-

    so real de

    OVNIS

    muy difundido

    o

    un

    pro-

    grama

    de ficción. Durante

    la

    proyección

    de

    oEncuentros

    en

    la

    Tercera

    Fase,,

    el famoso

    film de Spielberg, en diversas

    capitales

    de Eu-

    ropa se produjeron pretendidos

    avistamientos.

    En

    marzo

    de

    1978

    y coincidiendo con

    la pre-

    sentación

    de

    esta película en Zurich,

    un

    fotó-

    grafo

    de la

    publicación

    "Ziri

    Leu",

    Willy

    Spi-

    ller, dijo haber

    visto

    una

    fiotilla

    de OVNIS

    sobre

    la

    ciudad.

    Lo

    mismo

    sucedió en

    muchas

    otras

    metrópolis.

    Los

    nuevos iniciados

    El asunto

    de

    los OVNIs, como

    hemos

    venido

    comprobando

    a

    1o largo

    de estas

    páginas,

    po-

    see todas

    las

    características simbólicas,

    psico-

    lógicas, culturales

    y

    sociológicas

    para

    conver-

    tirse

    en una

    "religión

    tecnológica".

    ¿Es

    posible

    que, a

    semeianza

    de las religiones tradiciona-

    les, logre trastocar

    las

    convicciones

    y

    las esca-

    las de vaiores de

    los

    hombres? Dicho de

    otro

    modo:

    las gentes

    que

    necesitan

    creer en

    ei

    ca-

    rácter sobrenatural

    y mesianico de

    los OVNIS

    ¿pueden,

    en

    un efecto de boomerang, quedar

    afectadas

    por este

    fenómeno?

    En

    una

    entrevista

    para la televisión,

    Jacques

    Vallée liegó a afirmar:

    "Lo

    que más

    impresio-

    na

    en

    los

    encuentros cercanos

    con un

    platillo

    volante

    es

    que

    los

    testigos describen

    un

    cam-

    bio fundamental de sus ideas sobre

    un

    gran

    número de

    problemas.

    Por

    ejemplo,

    sus

    no-

    ciones

    sobre la vida y la muerte. A menudo el

    testigo

    .sufre

    una

    conmoción.

    La observación

    es

    tan

    impresionante para

    é1,

    que

    acaba

    po-

    niendo

    en

    cuestión todo lo

    que pensaba,

    todas

    sus reflexiones sobre

    la

    existencia."

    Hablamos antes del señor Mora y

    de

    su obser-

    LA

    PSICOSIS

    DE

    INVASION

    T

    A

    expectación

    ante

    la

    posi-

    l

    bilidad

    de que

    nuestro

    pla-

    neta

    sea

    visitado o invadido

    por

    seres

    de

    otros mundos

    mucve

    los

    mecanismos

    más profundos

    de l¿ mente. dando

    lugar a

    reac-

    cioncs

    animicas que

    luego

    se

    treduccn en distintas m¿nifest¿-

    ciones plásticas

    o imaginativas,

    unas

    terroríficas

    y

    otras más

    amables.

    Pero

    puede

    iiegar

    a

    vación en

    1935,

    que él consideró

    de

    origen

    di-

    vino

    y

    que

    le

    obsesionó

    hasta

    la

    muerte. Pode-

    mos

    recordar

    ahora

    Ia

    historia

    de

    un

    pastor

    que,

    en

    1948

    y durante

    una tormenta, tuvo

    que

    guarecerse

    en una

    cabaña cerca

    de Gar-

    ganta

    la

    Olla

    (Cáceres),

    tal

    y como llegó a oí-

    dos

    del

    investigador David G.

    L6pez:

    ..Ya

    en la cabai.a, cuando

    se

    disponía

    a encen-

    der

    el fuego,

    para

    no pasar frío

    durante la no-

    che, oyó én el exterior

    unas

    voces.

    Creyendo

    que

    se

    trataba

    de alguien que

    se

    había

    perdido,

    se

    acercó

    a la puerta

    de

    la cabaña con el fin de

    prestar

    ayuda. Apenas hubo

    hecho esto, se en-

    contró

    frente

    a

    un hombre

    de pequeña

    esta-

    tura,

    al que

    invitó

    a

    pasar

    al

    interior

    y

    calen-

    tarse

    en

    el

    fuego.

    El recién llegado,

    sin decir

    una

    palabra, aceptó

    la

    invitación

    y se

    inrro-

    dujo

    en

    la

    cabaia, acercándose

    al

    fuego;

    pero

    fue entonces

    cuando

    se

    dio

    cuenta dé que

    su

    visitante no

    era

    una persona normal,

    ya que

    sus piernas terminaban

    en

    algo

    similar a

    ias

    patas

    de las cabras. Preso

    del

    pánico,

    dio

    un

    terrible grito

    que hizo que el recién

    llegado se

    pusiera

    en

    fuga. Transcurridos los

    primeros

    instantes,

    se aproximó

    nuevamente

    a la puerta

    y

    tuvo ocasión

    de contemplar

    una

    especie

    de

    bola

    de fuego, que

    a

    no

    mucha

    distáncia

    se

    elevaba

    en el cielo."

    Este

    testigo

    también

    cambió

    diametralmente

    después

    del

    encuentro.

    De

    ser

    una

    persona

    al-

    go

    agnóstica, pasó

    a

    convertirse

    en

    un

    fervien-

    te religioso.

    En general,

    casi todos los

    casos

    notables

    de

    aterrízaje

    provocan alteraciones

    de algún

    tipo

    en la personalidad

    de

    quienes

    los

    presencián.

    Lamentablemente,

    Ios

    investigadorés

    sólo

    en-

    trevistan

    a los

    testigos

    al

    poco tiempo

    de tener

    noticia

    de

    la

    observacíón

    y ya no

    vuelven

    a

    verlos.

    Cuando éstos

    han sido

    visitados

    al ca-

    Orson

    'Welles

    lanzó

    a la calle,

    presas de angwstia,

    .

    a

    cientas

    de

    Las

    pubLicaciones

    e$eiializadai

    en

    el

    tema

    proporciondn

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    11/12

    '-:,,t

    §t,'',,§F€FSEJTáEH§§

    EL

    ANALISIS

    FOTOGRAFICO

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    d UnA

    SeCilettCttl

    de'¿arias.

    Análisis del

    O\¡NI.

    Los

    computadores

    hacett

    ftr:;.;..

    AmDliactónmpltacron

    de

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    lotog")':.:

    urigint :

    t?

    ob't¡:.t

    ..'

    .

    bo

    de

    algún tiempo,

    lo

    más

    provechosas,

    las lecciones

    han sido

    de

    espiritualista

    de los

    años

    sesenta

    en

    Europa

    (quien sea

    un

    ferviente

    lector

    de

    Hermann

    Fiesse

    "rrcontrará

    sumamente

    Positivo

    el

    cam-

    bio

    experimentado

    por

    estos

    testigos).

    Un

    avistamiento

    en

    los

    Bajos

    AlPes

    Tal es

    1o que

    sucedió

    con

    el famoso

    Maurice

    Masse

    y

    etrcuentro

    del

    primero

    de

    julio

    de

    1965.

    Sobre

    las

    seis

    de la

    madrugada,

    el

    señor

    Masse,

    que

    era agricultor

    cerca

    de

    Valensole

    (Bajos

    Álp.t,

    Fraácia),

    vio un

    objeto

    ovoidal

    iob.e

    srs cultivos.

    EI

    artilugio,

    de

    unos

    cinco

    metros

    de

    largo,

    se

    sostenía

    sobre

    seis-

    Patas.,v,

    a través

    de

    ina

    escotilia,

    eran

    visibles

    dos

    asientos

    en su

    interior.

    Junto

    al aparato

    esta-

    ban dos

    enanos

    de cabeza

    voiuminosa

    que

    ob-

    servaban

    una

    Planta,

    Pero

    que

    apuntaron

    a

    Masse

    con

    un éxtraño

    artilugto

    que Ie

    parali-

    26.

    Por

    fin los

    enanos

    se

    fueron

    en

    el

    objeto,

    que se

    esfumó

    rePentinamente'

    ta

    vida

    de

    Masse

    iambió

    desde

    este

    incidente.

    Sus

    hábitos

    se

    modificaron Por

    completo,

    sus

    creencias

    acabaron

    trastocándose.

    Incluso

    tuvo

    Dosteriores

    encuentros.

    Los

    cambios

    mentales

    que

    experimentrn

    los

    testigos

    de

    aterrtzaies

    de OVNIS

    ¿tienen

    algcr

    en cómún?

    Sin

    temor

    a

    equivocarnos.

    pode-

    mos

    afirmar

    que

    sí:

    en

    la mayoría

    de

    los casos

    estos

    cambiol

    están

    orientados

    hacia

    concep-

    ciones

    espiritualistas

    del

    mundo,

    hacia

    creen-

    cias

    de

    cariz

    antimateriaiista,

    supuestamente

    universalistas.

    La

    mayoría de

    los

    testigos

    de

    aterrizajes

    espectaculáres

    manifiestan

    un

    ro-

    tundo

    rechazó

    de

    srrs

    ocupaciones

    anteriores,

    un

    orofundo

    desprecio

    por

    los

    "bienet

    nlun-

    drnt.,. u

    ron

    p.o.lires

    a'disertar

    interminable-

    mente

    *b..

    fot

    seres

    del

    espacio, el

    alma,

    el

    cosmos

    y

    1a divinidad.

    En

    definiliva,

    recogen

    muchos

    aspectos

    del

    discurso

    tradicional

    de

    algunas

    religiones

    orientales

    v

    dei

    movimiento

    ¿Están

    preparando

    la

    gran

    invasión?

    Estos

    hechos

    han dado

    paso

    a

    1as n-iás

    variadas

    teorías.

    Hav

    autores

    que,

    vislumbrando

    en es-

    tos cambios

    de

    v,rlores

    ¡norales

    auténticas

    «to-

    mas de

    conciencia,

    sr.rperiores,

    consideran

    que

    los

    OVNIs

    pretenden

    influir

    sobre

    la

    humani-

    dad para

    preparar

    lo qr.re

    .11oil

    _

    1lr¡1¿n

    «.La

    GrarrMutición".

    Así David

    Tansley,

    Partícipe

    de

    este tipo

    de opiniones,

    escribe:

    "Ha,v

    algo

    que

    está

    preparando

    e1

    escenario

    parl

    un

    cam-

    bio

    radicii ér,

    nuest.o

    pensamiento,

    algo

    que

    está

    intentando

    liberar

    al hombre

    de Ios

    con-

    ceptos

    limitados

    que

    ciegan

    y

    empequeñeccn

    su-existencia

    en

    la Tierra,

    algo

    que quiere

    que

    Ia

    mente humana

    ese

    salto al conocimiento

    que

    alterará

    su visión

    del

    mundo',

    En

    el

    otro

    extremo,

    diversos

    autores

    analizan

    el misticismo

    que

    se desprende

    del

    asunto

    co-

    mo un

    regreso

    á

    la irracionaiidad

    v

    sospechan

    de la

    posi-6le

    manipulación

    de

    este

    espiritualis-

    ,nc, pá.a

    fines

    mu1;

    omateriales''

    En

    esta

    línea,

    es

    e1 propio

    Vailée

    guien

    escribe:

    "Todó

    ei

    enigrna

    qüe

    estarnos

    discutiendo

    contiene

    del piimero

    a1

    último

    los

    elementos

    de

    un

    mito

    que

    podría utilizarse

    para fines

    po-

    líticos o sociológicos,

    1o que

    está

    corroborado

    por

    el curioso

    vínculo

    existente

    entre el

    conte-

    nido de

    los propios

    informes

    v

    1os

    progresos

    de

    la

    tecnología

    humana."

    El problema

    que

    subl'ace

    en

    toda esta

    polémi-

    ca

    és e1

    tradicional:

    No

    sabemos

    qué

    es

    causa

    y qué

    efecto

    en

    Ia

    relación

    del

    fenómeno

    OV-

    ÑI

    .or,

    la coiectividad,

    no sabemos

    de

    dónde

    ...

    o seres

    de

    extraño

    asPecto.

    como

    corresPonde

    I

    ambten

    el

    httmor

    gra|tco

    se

    ba

    hecho

    eco

  • 8/17/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº004 Entre La Realidad y El Mito Necesidad Del Fenomeno Ovni - Vicufo2

    12/12

    prL)ce de e

    I

    .

    e stíntn1o.

    q

    uc

    provoca

    las

    itbse

    r,

    r'¿cir¡lre.

    o

    si éste eristc rc,rlnrente

    conr()

    ti.rl.

    Sólo

    tcncnlos

    iniornres

    v

    nr¡is

    iniornrcr,

    l.l

    t'nr-tvori¡

    .ie

    i¿s

    vcccs

    itrlrqosur,

    mrLtii¡ti,rs.

    ,rtlrinr,r.l,,s

    arrifici¡lnrenr..

    r.aor-rrtrri.los

    v nr¡i

    r'(¡Pt.l(i()\.

    Los t.-.1iq,,..

    .,,¡1

    'U

    J¡.

    l.il,itt,,tl

    fresc¡

    r'

    sincer¿r,

    sc

    hell¡n rr

    n-lcr-rudo a

    rirnr:rsi.r

    dos kiltinretros de

    drstrrnci¡

    clc

    los

    csttrrliosos

    (lll(

    .1t1.lli7.ln

    \LJ\

    (\i\('r'i('rt\'i.t\.

    Por

    elio, las

    ciiatrib.ts

    Lntrc

    ut1.1\

    \'()¡r'.1\,,pcio-

    nL'\

    te(iric¿1s

    pcrteltr.cen

    l1 clntpcr.1e

    lo

    gr.rtui-

    to.

    L.¿r

    verdad

    cs

    qLrc

    l()\ tcll()llenus,1ül-L,r)\

    es-

    trin

    c;r¡rsando

    un

    protun..lo

    ir-npacto

    eir uLlr\tr.r

    srrcicil¡cl

    i

    un impircro

    rl vcccs

    sublinrrnrr),

    ¡rcrc,

    rlt'

    t

    t),)l

    llle\

    e(rtl\(

    t

    ltr'ltti.lr.

    asomL)rarn()s

    p()rquc

    ira

    sicl,r

    r',r

    intcriorizatlo.

    \o.

    hcnr,,.

    .r.,,'rLi:lrl.r'¿J,,

    .r

    ririr

    rorr

    l.t .ertr-

    za. 1a

    sospechr

    o:rl

    nrenos

    I.r.ir-¡,1.r

    de .¡ue

    so-

    bre

    nuestr¡r

    c¡bezrs

    puc'rlcn

    prr\cnt.rrsi. en

    cI

    rroment()

    nr,is

    incspera.lt,.

    crlr¡11.r.

    nricuin.rs

    que

    tle

    srrfírn i¡s le

    r

    i's aun(, irlr\.

    \-ir

    ulr,:

    cn

    ..era

    esp,tcill,.

    )

    ]

    t1

    ¡ene

    nt()5

    ltuü5tl-()s

    duende,*

    de aiun-rinio.

    Quc

    tc.do

    esto, pues.

    \er

    Lln

    prs()

    edeiantc

    cn l,r

    c,rnprcnsit¡n

    rle l.r

    rt¡rliciarl

    o

    que

    sup()ng.1

    Lull escrfi.trl,r

    tlcscs¡'rcr-,rcla

    h¿ci.r

    io

    abs,,rrr.1,li. rs

    e1

    tienr¡..)

    rlrrien .l.l.c

    .iecir'1t¡.

    La historir

    nos e

    nseil;t Ll uc n()

    cs 1i

    prinrcr',r

    \-ez

    clur c]

    lrt¡D-rl¡r.'ha

    ¡r.i.lr, tr:ncr

    presencr.rs

    magi.¡s

    ¡

    su,rlrctletlcr-.

    ]-.;r l¡ ¡ntigircilacl

    luc

    ron

    los núnrencs

    r'los

    dioses t¡nrili¿r-es.

    en

    Ed¿lc'l

    \1rdr¡ l,,s

    elfi¡s v l,¡s

    clrre n.le

    s, en

    1897.

    ios

    tripul,rrrtcs

    dt

    ia

    .n.1\

    (,

    .t(,tL.r.

    . cn

    19lS

    los

    zeppclrne

    s

    rie sconocicit-rs.

    tn

    l9-l-1 los

    ar ionts

    fant¿snr¡s

    r'

    llor'

    -clcsrlc

    l,r

    tr¡.lci-.ión

    .ie

    i {i-

    roshinr¿

    los

    p1atillos

    rol,rnt.lr.

    ¿Quci

    dccirrn

    los

    l.iorr-ibrcs

    rlc

    cicnci¿r

    cle 1S9i

    cuanclo

    lcs

    heirlaban

    dc

    "

    n,rvc

    eerea"

    ?

    .'1'¡l

    cosa

    no

    c,riste.

    Es irr-rposiblc

    (jLrc

    un

    cr-lcrp()

    más

    pe

    s.rdo

    q

    ue

    ei airc

    se

    clr. t \

    i-c.orre

    lrLrcs-

    tro

    ¡rlís.'.

    ,

    Qué

    .liccn

    i,

    rs

    e

    it'rrttiicos

    úlr Llnt-

    br,rcl,rs

    de hov

    cuanilt¡ ic.

    prtqunt:rn

    sobrr. i()\

    O\r\ils?

    ,,Esie

    tipo

    rlc

    c,.,s.rr

    no

    ti¡11¿

    lrn

    t,.rn-

    danrcnto

    re:11.

    L,s ir.nposiblc.1uc

    ¡.r-rr.dan

    ser.1t

    safi¿rcl:rs

    l¡s

    lcves

    lísicas.,. J)cr()

    t¿1nto

    ],r

    "rr,rr.

    ¿.iére

    ¿r.

    rie linaies

    de

    siqlo c,rnrt,

    krs

    C)VNIS tl.

    hov

    p,oscen

    miles..i.l

    cntr.r.l.i\t¿s

    cl'clcntrs.

    ; Conto

    c\

    cslL)

    posririr.

    t

    Lt.inrjrr

    l¡s itt¿r

    t,l e

    -.

    ¿,iutori.lrrcies

    ¿e¿rclelnti¡¿r'c

    .i..1i..rn

    ¡ des.trrtJr

    tar

    el

    ¡sr,rnto?

    La erplrcecion..sreria

    en

    (lr-iü

    üs

    tos fe'nr¡nrenos

    no só1o:il.ai.rn

    ¿

    1.,

    i]inrenri,rn

    intelcctutrl

    ticl hombrc.

    sirro sobre

    totlo.

    .r

    lr

    enrocir¡nrrl.

    El OVNI, una

    presencia

    mágica

    ]lcsult:r

    hov irr¡-rosiir]c

    crrcontr;rr

    en

    los

    p¡iscs

    occicle

    ntales

    ilne sol;r

    pcrsona

    nornr'r]

    qi

    "

    r,,,

    (-on()zca

    qué

    es

    un

    "pl:rtilio

    r,.olanrc..

    r\lgunt¡s

    diccionarios

    han lexiclliz¡do

    va

    esr;rs

    iios

    ¡.,,ri:r-

    trr¡s

    tn

    vari,rs

    l.'ngu¿s

    (no

    hace

    nlucho

    rrn,r

    rcunir',n

    intern¡ciorr¿l

    .1e

    esperan¡istrs

    lrrs

    vtr-

    tio.rl

    esperanto:

    "il¡.rqtclc.rO.l

    \

    cuelquicr

    nintt

    es

    cilp:12-

    c'le dibujrr

    su signiticer'io

    cn lur

    ¡'rrr¡r¡1.

    L)csrle ¿l

    mcnos los

    :rn,

    ,s

    e

    incucnt¡.

    ].r.

    r'r

    r,rcr'¿s

    gcncrrciones

    c'le

    scrcs lrunranr¡s

    que

    vicncn

    al

    munclo

    sc encucntrrln

    con

    quc

    el

    lsLrnto tlc

    los

    ()\'\lS

    está

    t:rn liq.1do

    .r

    nuestr¿

    c¡.r1rur¡

    c,rir-ro

    puede

    estario

    cnalrluicr

    orr¿1

    cr)s.1.

    I:l

    C)\'\I

    tonra

    partc

    r:r

    rlt uuestro

    i1rte,

    tle nr.rcstr¡

    1ir..-

    rJtLlrr.

    de

    nucstr¡

    cincllt:rtogr.lii¡,

    r]e

    nLtrt\tr¿s

    cr'rnVersacic¡nes.

    C.u:rn.lr¡

    en

    l:1

    prelt\.1

    :rp.rrL.ce

    Lrnrr

    noticia

    de

    tal índole,

    lo que

    rren()\ llcg¡

    a

    lrrr)\OLJI'

    ('\

    .t\,rtttlrt\'.

    I-lccti.,'an.renrc,

    li,

    nr.rra.'i11oso

    h,r

    de

    i¿do

    de

    ft')t(i(rtros

    .t-

    i¡:¡t'rPrt

    [¡r

    o;

    t

    tlt'itltt

    iit)\

    l'rr.\rñ.ic-").1

    '(.

    'i'l

    /l

    ir

    ¿'.i1

    ).r-i t

    t

    t'

    t

    t's d

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    ti

    e

    ¡

    I

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    //r'-i1

    /..i-i

    .

    /')t.lt.'t'lttl.i:,

    (i(,'.,..1..

    -1p.¿r.¿r¿,r¡¿¿'-t

    sl¡ltrt'it,ti

    ¡¡ tlt't i,

    LOS

    ANGELES

    DE

    MONS

    f T\

    rci.tt,'

    t.url.1.ti-(r

    cc

    -\r'

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    rhr-,, \1.r.

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    n.

    riru..r.1,

    I I

    Ai

    q

    uuru

    .

    rlu(

    n.u

    r.rli.r

    l.r

    ,lp.r:

    r

    cirin

    de

    los,rrquc«rs

    inglescs

    caídos

    cn

    i-115

    clurrrnrc

    la

    bat¿,

    lla

    dc Azincourt,

    sirvió

    c1e

    apovo

    mor:rl

    .r

    I,¡s

    sold¿dos

    bri-

    tánicos

    cn

    [¡¡ta]l¡

    .lc

    \lr¡ns.

    que

    arc\

    cr()n

    tcncr

    ¡

    su l:.Lrlo.

    ¡,'mb¿ri..r,1,,.

    .r

    ),'.

    ..¡rrirrr.,1.

    ,rqu.llo.

    lt,'l',,.'

    l.'l.n,l.r¡,,..

    Poio

    J..prr,'r

    l.r

    ¡rr,,

    1.,1

    ,c

    h.l.

    r.r

    ceo dc

    r¡lit,s

    rcl.lr,rs

    Lle

    tr.rilrr,

    prescncialcs

    Jcl

    ¡rrodigio:

    r.c)

    tenónreno

    cs¡-rcctrel

    sc

    intrrpre

    col-r-lo

    un f.rvor

    .lc

    f)ios.

    Fu.

    ron

    en

    \¡¡ro

    los .lcsnren¡idi¡s

    .]c

    \l.rihcn.

    .l\(

    {1il.1

    (:r,

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    .1

    t.rl¡:

    t.ll

    s,,1,,.l.

    trn.l

    i:..i,,n.

    \

    es

    quc

    tenrlclt.lr)s:r

    Creer an

    lo

    que

    ncccslt:llrr()s.

    Ll

    rt'/,trt¡

    tl.e

    .l1.ttf,t'n,tit.trtzo

    trttt

    di 'tsión

    r t'.i()rLli/t.tt t,¡,

    í

    crL',til(lo

    u¡t.t

    Fsl('o\rj

    /lttt t:

    Ll

    t1't\t':t,.t;t:t.:

    ¡:t,1,,1..t ,'

    LlL5.IL).Ü

    €(et.

    L,ts

    s¡¡1r ¿rl¡¡s

    brit,t¡ticcts

    (i(,r(,rolr

    (dl¡.'¡¿)

    ,.¡

    /.;

    .;t;,,i.;

    ,lr'

    1,,t ,trr¡ut,r'o:

    tilitertot

    t,,t

    il

    li

    lo

    qut'

    prab,tb ententr

    it¡llir\t,

    t

    t.l

    ',

    ';tf:.ttl,'

    ,it l.t i,.;t.¡i1.,