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BENJAM IN RUIZ LOYOLA * E n un debate realizado en octubre de 2000 durante su primera campaña por la presidencia de Estados Unidos, George W. Bush declaró que llevaría a cabo una política exterior humilde: " Si somos una nación arrogante, ellos lo resentirán; si somos una nación humilde, pero fuerte, seremos bienvenidos". 1 Después delll de septiembre de 2001, Bush se olvidó de ese compromiso, y su política exterior se llenó de odio, ira y maniqueísmo. Luego de los ataques delll de septiembre, el sueño ame- ricano de la invulnerabilidad se derrumbó igual que las to- rres gemelas del World Trade Center. El temor se apoderó de un pueblo que nunca había sufrido ataques en su terri- torio. 2 La propia reacción de Bush fue desconcertante y se le percibió desconcertado. Hasta el 20 de s eptiembre no compareció ante el Congreso y el pueblo para informar a cabalidad sobre el estado de las cosas. En su discurso no hubo una sol a mención de las armas de destrucción masi- va. Sí dijo que la evidencia apuntaba a al-Qaeda y O sama Ben Laden como autores del atentado. En una parte del discurso señaló: "Al Qaeda es al terror lo que la mafia al c rimen. Pero su objetivo no es ganar dinero; su objetivo es reformul ar el mundo e impon er sus creencias radicales en 1. James Ri sen, S ta te of War The Secret History of the CJA and the Bush Admi- nistration, Free P ress, Nueva York, 2006, p. 2. 2. S al vo las in cur sio nes de Pancho Vi lla a principios del si gl o xx , el ata que a Pearl Harb or y las agres iones co nt ra va ri as de sus embajadas. Sin emba rgo, ni en la guerr a civ il hubo una acció n bélica tan devasta dora co mo la de los ata qu es del11 de septie mb re de 2001 .

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BENJAM IN RUIZ

LOYOLA *

En un debate reali zado en octubre de 2000 durante su primera campaña por la presidencia de Estados Unidos,

George W. Bush declaró que llevaría a cabo una política exterior humilde: "Si somos una nación arrogante, ellos lo

resentirán; si somos una nación humilde, pero fuerte, seremos bienvenidos". 1 Después delll de septiembre de 2001, Bush se olvidó de ese compromiso, y su política exterior se llenó

de odio, ira y maniqueísmo. Luego de los ataques delll de septiembre, el sueño ame­

ricano de la invulnerabilidad se derrumbó igual que las to­

rres gemelas del World Trade Center. El temor se apoderó de un pueblo que nunca había sufrido ataques en su terri­torio. 2 La propia reacción de Bush fue desconcertante y se

le percibió desconcertado. Hasta el 20 de septiembre no compareció ante el Congreso y el pueblo para informar a cabalidad sobre el estado de las cosas. En su discurso no hubo una sola mención de las armas de destrucción masi­

va. Sí dijo que la evidencia apuntaba a al-Qaeda y O sama Ben Laden como autores del atentado. En una parte del

discurso señaló: "Al Qaeda es al terror lo que la mafia al crimen. Pero su objetivo no es ganar dinero; su objetivo es reformular el mundo e imponer sus creencias radicales en

1. James Ri sen, S ta te of War The Secret History of the CJA and the Bush Admi­nistration, Free Press, Nueva York, 2006, p. 2.

2. Sal vo las incursiones de Pancho Vi lla a principios del siglo xx, el ataque a Pearl Harbor y las agres iones contra va ri as de sus embajadas. Sin embargo, ni en la guerra civil hubo una acción bélica tan devastadora como la de los ataques del11 de septiembre de 2001 .

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pueblos por todas partes". 3 (Hay quienes se refieren de ma­nera similar a Estados Unidos, con la diferencia de que en su caso tiene como objetivo, además, ganar dinero).

La alocución de Bush en ese discurso fue un ultimá­tum para el régimen talibán que gobernaba Afganistán y, de manera simultánea, una declaración de guerra con­tra el terrorismo. En ese punto sentenció: "N uestra guerra

contra el terror comienza con al-Qaeda, pero no conclu­ye allí. No conclu irá hasta que todos los grup os terro­

ristas de alcance glob al sean encont rados, detenidos y vencidos". En lu gar de aborda r el origen o las causas del

terrorismo para entender y cam bi ar todo lo que ori ll a a algunas -muchas- personas a tomar ese camino, Bush dijo que " la única manera de vencer al terrorismo como

amenaza a nuestra forma de vida es detenerlo, eliminarlo y destruirlo desde sus raíces".

La invasión de Afganistán come nzó el 7 de octubre, casi un mes después de los ataques. A pesar de todo el es­fuerzo y el poderío del aparato bélico estadounidense, a l­

Qaeda se mantiene en pie y actuando; O sama Ben La den sigue libre y pocos, muy pocos de sus lugartenientes han sido cap turados o muertos. El régimen talibán fue despla­zado, pero los talibanes siguen llevando a cabo acc iones terroristas en contra de so ldados de la coa lición encabe­zada por Estados Unidos (en 2006). El 11 de octubre de

2001, Bush so lic itó el respa ldo de los niños estadouni­denses para apoyara los niños afga nos; el 23 declaró que los terroristas no cambiarán el esti lo de vida en Estados

Unidos, y el 26, a l firmar la Ley Patriota y el conjunto de leyes contra el terrorismo, hizo la primera referencia, aunque muy tangencial, a las armas de destrucción ma­siva: "Los estatutos actua les tratan con mayor severidad

a los n arcotraficantes que a los terroristas. Eso cambia

hoy. Estamos promulgando penas nuevas y más drásticas contra la posesión de armas biológicas". 4 Nótese que sólo se refiere a las armas biológicas; nada se dijo respecto a armas químicas, radiológicas o nucleares. 5

El presidente se dirigió de nuevo a la nación el8 de noviem­bre si n hacer referencia a las armas de destrucción masiva ni

a la posibilidad de que fueran empleadas por organizacio­nes terroristas. Desde luego, hizo mención al as unto de las

3. George W. Bush, Discurso ante una sesión conjunta del Congreso y el pueblo estadounidenses, 20 de septiembre de 2001.

4. George W. Bush, Declaraciones por el presidente al firmar la Ley Patriota y el conjunto de leyes contra el terrorismo.

5. Hay que recordar que para esa fecha ya habían muerto al menos dos em­pleados postales de Wash ington a causa del ántrax en cartas, y que del caso se dejó de hablar públicamente cuando se encontró que la cepa de origen del ántrax se ubicaba dentro del ejército de Estados Unidos.

cartas con ántrax, aunque alegó desconocer su origen. Tex­tualmente seña ló: "El segundo ataque contra Estados Uni­

dos vino por correo. No sabemos si este ataque provino de los mismos terroristas; desconocemos el origen del ántrax, pero quien realizó este acto sin precedeme e incivili zado es un terrorista. Cuatro estadounidenses ya han muerto de

ántrax, de un total de 17 personas infectadas. El correo ha procesado más de 30 000 millones de piezas de correspon­

dencia desde el11 de septiembre, y hasta ahora hemos iden­tificado tres cartas con esporas de ántrax. Podemos rastrear

la fuente de infección en todas las personas menos una , y aún estamos tratando de averiguar cómo fue expuesta una mujer que murió en N u e va York". 6

En resumen, luego del ataque a las torres gemelas , en sus discursos posteriores, en su declaración de guerra al terro­rismo y dura me más de dos meses, Bush no hizo referencia

alguna al víncu lo entre armas de destrucción masiva y te­rrorismo. No representaban, a pesar de lo cruento del ata­

que sufrido en territorio propio, una amenaza grave contra su pueblo. Sin embargo, algo ocurrió en muy poco tiempo.

Se puede suponer que sus asesores y colaboradores ce rcanos (Condoleezza Rice, Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz y demás) lo convencieron de que las armas de des­

trucción masiva representaban un verdadero peligro para Estados Unidos y decidieron que debían hacer algo. Enton­ces comenzó a madurar ya no la idea si no la ejecución de los

planes de ataques preventivos. El discurso sobre el estado de la nación pronunciado el 29 de enero de 2002 ya lo anun­ciaba. Primero hizo referencia al hallazgo de" diagramas de

plantas estadounidense de energía nuclear e instalaciones públicas de agua, instrucciones detalladas sobre cómo ha­cer armas químicas / mapas de reconocim iento de ciudades

estadounidenses y descripciones minuciosas de los lugares de importancia en Estados Unidos y por todo el mundo". 8

Luego anunció su decisión de prevenir que terroristas y re­

gímenes que respa ldaban el terrorismo amenazaran a Esta­dos Unidos y al mundo con armas de destrucción masiva. Hizo referencia concreta a Corea del Norte, Irán e Ira k. Los

llamó eje de! mal, y anunció que haría lo necesario para ga­rantizar la seguridad del país.

6. George W. Bush, Declaraciones del presidente durante el discurso a la nación, 8 de noviembre de 2001

7. No se puede omitir la pregunta de por qué, si hay tanta preocupación sobre estos hallazgos en Afganistán, se permite dentro de Estados Unidos la venta indiscriminada y por correo de libros como The Preparatory Manual of Chemical Warfare Agents de Jared Ledgard. El autor del libro y quienes lo adquieran, ¿serán en algún momento considerados terroristas /

8. George W. Bush, Discurso del presidente sobre el estado de la nación, 29 de enero de 2002.

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Pa rre d e lo que viene suced iendo desde entonces se ha

d isc uti do m ucho. La invas ió n de Irak, co n e l p re texro d e

las a rm as de d es tru cc ió n mas iva qu e la Co mi sió n d e las

Nac io nes U nid as d e V ig il a ncia, Ve ri f icac ió n e In specc ió n

(UNMOV IC) no pudo enco mra r, se ha ll a en un m o m em o

críti co. E l g rupo m o ntad o po r Estados U nid os y sus a li a­

d os pa ra de m os tra r la ineficacia d e la UN!viOV IC (e l Ira­

q ui Sur vey G ro up , ISG) u·a bajó m ás d e 18 meses y ll egó a

la mi sm a conclusión : nad a hab ía.'¡ De m a nera ostentosa,

en m enos de d os m eses, Bush decla ró la misión cumplida y conside ró que la g ue rra hab ía termin ado . A pa rrir de en­

ro nces h a n muerro miles d e c ivil es, so ldados y po li cías ira­

qu íes ta nto a li ad os d e Es tad os U nidos co m o insurge nres;

ha n ca ído m ás de 2 000 so ld ad os es tad o uniden ses y el p aís

se encuenrra a l bo rde d e la g uerra c iv il. Los gobern a ntes

supues tam ente elec ros ha n m a ntenido vínculos impo rra n­

tes con la Age ncia Centra l d e Inte li ge ncia (CIA), a los re­

presenta ntes m ás populares se les impidió pa rri cipa r en las

elecciones, la pos ibil idad de u na ve rdad era d em ocracia que

lleve a l po der a la m ayo ría chi ita ll en a de pá nico a Bush y

sus co labo rado res, p o r lo que ha n co menzad o a establece r

a li a nzas con los sunnit as, e l g ru po en que se sos tuvo Sad­

d a m Hussei n . Ante la incapacidad pa ra enconrra r las a rmas

co n las que tan ro es pa nta ro n a l mundo enrero , vista la es ­

ca nda losa m anipulación d e la info rmació n y la inteligencia

ta nto en W as hing ton com o en Lo ndres, la sa lida d e Bush,

Bl a ir y Azn a r ha sido decla ra r que "e l mundo es tá m ejo r

sin Sadd a m Hu ssein ". La m enr ira, el en ga ño, la violencia,

la muerte, el aplas t amienro d e un pueblo se justifica n con

esa frase que se h a rep etido ad nauseam. 10

9. La Comisión de las Naciones Unidas de Vigilancia, Verificación e Inspección (UNMOVIC) (y la Agencia Internacional de Energía Atómica, AlEA), en los escasos tres meses y medio que trabajó en lrak, no tuvo (al mismo tiempo) más de 120 inspectores en te rritorio iraquí, con un presupuesto sumamente modesto. Su contraparte, ellraqui Survey Group contó con más de 1 200 inspectores (y al menos 1 800 millones de dólares) que se afanaron por encontrar la famosa pistola humeante que justificara a Washington, Londres y Madrid.

1 O. Se trata de justificar lo injustificable, al grado de que no ha habido contem­plación con los disidentes internos a los que se ha tachado, lo menos, de antipatriotas. El diplomático estadounidense Joseph Wilson renunció y se retiró por su desacuerdo con la política exterior de Bush, y la represa lía del gobierno fue hacer público que la esposa de Wilson era en realidad una espía que trabajaba para laC IA, lo que constituye un delito que no se ha castigado debidamente; un colaborador cercano del vicepresidente Dick Cheney fue obligado a renunciar, pero la investigación se ha silenciado pese a la grave­dad del hecho para el espionaje estadounidense. Para Blair las cosas no han sido senci llas; David Kelly, quien fuera inspector de la Comisión Espec ia l de las Naciones Un1das (UNSCOM), declaró de manera encubierta a la BBC que los informes de in teligencia británicos habian exagerado la amenaza que representaba lrak . El gobierno ex1gió saber la identidad del declarante y cuando lo supo se dedicó a hostigarlo hasta que Ke lly, incapaz de soportar la presión, se suicidó. La invest igación oficia l declaró que el gob1erno de Blair no fue el responsable, pero la mayoría de la opinión pública mundial piensa lo contrario.

790 PERSPEC TIVAS DE DESARME DESPUÉS DE LOS ATENTADOS

Como se ve, a nres de los atenrad os d el11 d e se ptiembre y

u nos cua ntos meses des pués, n i Bush ni sus a li ados prestaba n

de m as iad o interés a las ar mas de d es trucc ión m as iva. E nt re

la nav idad de 2001 y el 29 de enero de 2002, c ua ndo nac ió

de ma nera ofi c ia l el eje del mal, estas a rmas se tra nsfo rm a­

ron en el más gra nde fl agelo de la hum a nidad . Sin emba rgo,

la guerra contra el terror ismo , la invas ió n deAfga ni stá n y la

apa ri ció n d e la Secre ta r ía de Segurid ad Interi or (en Es tados

Un idos) en apariencia a lejaron los refl ecro res de orros hechos

ma nejados o in sti gad os po r Washingro n : el golpe de es tado

en el seno d e la O rga ni zación pa ra la Pro hibi c ió n d e las

A rm as Q uímicas (OPAQ), e l intenro d e m anipulac ió n y

h as ta d e burda compra d e vo tos en el Co nsejo d e Seguri ­

d ad d e las Nacio nes U nidas cu a ndo se a li staba n a invadir

lrak son ejemplos a los que se pres ta rá m ayor a tenc ió n en

los p á rra fos sig ui entes.

Los esfuerzos de desa rme en el ám bito de las a rmas de des­

t rucción mas iva han ca mbiado desp ués del11 d e septiem bre

de 200 1. Los principales insrrumen ros d e los que dispo ne la

huma nidad pa ra tra ta r de d es hace rse de es ta a m en aza per­

m a necen casi es táticos, pero los países que cuentan con los

m ayo res a rsenales dirige n ahora sus esfuerzos d e negoc ia­

ció n a la no prolife ració n , m ás que a la d es trucción d e esas

a rm as . A ntes del11 d e septiembre se combinaba n las d os

cues tiones, pero en la ac tualidad se h a m odificado d e m a­

nera rad ica l esa perspectiva.

LA CONVENCIÓN PARA LA PROHIBICIÓN

DE LAS ARMAS QUÍM ICAS

La Convención para la Prohibi ció n d e las A rmas Químicas

(CAQ) te nía cuatro a ños en vigo r cuando ocurrió el a ten­

tad o contra las torres gemelas. A lgo ya aprendido en ronces

era q ue en un ambiente polít ico hos til para las negociaciones

no se p ued en alcanza r resultados satisfacto rios. En el á mbito

de la d es trucción de los a rsenales q uímicos se avanza ba d e

manera lenra, pero (a l menos en apariencia) h ab ía prog re­

sos .11 E l embajador bras il eño J osé Busta ni era el pres idente

de la OPAQ; había cubierro su primer periodo a l frente de la

o rga ni zació n d e m ayo d e 1997 a m ayo de 2001 y hab ía sido

electo pa ra un segundo pe ri od o que termina ría en m ayo de

11 . De hecho, las largas negociaciones que culminaron con la firma de la Con­vención para la Prohibición de las Armas Químicas (CAQ) enfrentaron puntos muy complicados. Se argüía, por ejemplo, que no era un asunto prioritario porque el armamento qu ímico no ocupaba un sitio de integración plena en las estructuras y doctrinas militares de las dos alianzas que se enfrentaban durante la guerra fr ía (aunque sin duda lo estaban entre los líderes de tales alianzas: Estados Unidos y la Un ión Soviética).

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2005.12 En ese en ro nces se publi caba la rev ista trim es tral Synthesis qu e, entre otras ca rac terísticas, solicitaba a los lec tores contribuir con su contenido editorial.

Bustani es taba muy comprometido con el trabajo que se le había enco mendado. Puso rodo su empeño en lograr que Irak firmara la CAQ, lo que dio como res ultado que Es ta­dos Unidos se pusiera abiertamente en su contra y, en una acción sin duda antidemocrática, busca ra hace rlo a un lado para poner en el pues to a alguien más a modo de sus dicta­dos. Al final acusa ron a Busrani de "mala administrac ión fin anciera, des morali za r a la Sec retaría Técnica y tomar iniciativas equi vocadas". El orques tador del golpe fu e el subsecretario de Es tado para el control de armas John Bol­ron , 13 quien en algunos momentos pretendió ordenar va rias cosas a Bustani . Comenzó por sugerirle la nacionalidad de los inspec tores de la OPAQ que se rían bien vistos por Was­hington cuando se rea liza ran las inspecciones. Bustani no res pondió sino que, sin perder de vista el bien de la OPAQ y la neces idad del desa rme, se opuso de manera abierta a una ley dictada por Washington en la que se autorizaba al pre­sidente estadounidense a bloquea r cualquier visita de ins­pección no anunciada en Estados Unidos y podía prohibir a los inspectores de la OPAQ lleva rse mues tras recolec tadas durante las inspecciones. Sin embargo, lo que más dolió a los es tadounidenses fue el intenso trabajo de Bustani para que Saddam Hussein firmara la Convención para la Prohi­bición de las Arm as Químicas.14

A principios de 2002, Estados Unidos so licitó informal­mente al gobierno bras ileño el re ti ro de Bustani , pero se olvi­daba de que és te había sido electo , no era un representante de Bras il. Más adelante, Bol ton solicitó a Bustani su renuncia, a lo que se rehusó con indignación. Luego se pretendió que el

12 . La elección fue unánime. con aplausos de parte del secretario de Estado Col in Powell. Las finanzas de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) las llevaba un representante de ese país .

13. Bol ton es un destacado representante del grupo de los halcones protago­nista de la obst inada oposición a los tratados internacionales (en vigor y en propuesta), como los de minas terrestres, armas biológicas, niños so ldados, prueba de armas nucleares y otros. En marzo de 2005, Bush lo propuso como embajador ante la ONU , candidatura que recibió largas demoras en el Senado por la representación del partido demócrata y algunos republ icanos moderados. Ante ello, Bush hizo uso de un arti lugio legal y de todas formas lo envió a la ONU. Se espera que dure en el cargo hasta que se forme un nuevo Congreso en 2007 o hasta que sea vuelto a postular y confirmado en el ca rgo, lo que ocurra primero. Esto indica lo que se puede esperar de la representación estadounidense en la ONU los próximos meses.

14. Ésta era una de las iniciativas equivocadas de Bustani, pues la aceptación de Hussein dejaría a Estados Unidos sin pretexto para invadir lrak . Bustani comenzó a presionar fuerte a Ira k cuando, a finales de 1998, los inspecto­res de la UNSCOM sal ieron de territor io ir aquí. Durante el mandato de Bill Clinton, las cosas marcharon bien, pero al asumir Bush el poder las baterías se enfocaron contra Bustani.

Los esfuerzos de desarme en el

ámbito de las armas de destrucción

masiva cambiaron tras elll de

septiembre de 200 l. Los principales

instrumentos de los que dispone la

humanidad para deshacerse de esta • 1 •

amenaza permanecen casz estatzcos,

pero los países que cuentan con los

mayores arsenales de esta clase dirigen

ahora sus esfuerzos de negociación

a la no proliferación, más que a la

destrucción de esas armas

COMERCIO EXTERIOR, SEPTIEMBRE DE 2006 791

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Consejo Ejecutivo de la OPAQ io despidiera, otro intento fa­

llido. Al fin al, Estados Unidos destapó su juego convocando a una ses ión es pecial de los es tados miembro (una asamblea ex traordinari a) en la que amenazaron con que , si no se reti­raba a Bustani , Es tados Unidos dejaría de paga r sus cuotas, lo que en los hechos dejaría en la bancarrota a la OPAQ. Para

no perder una instancia de desarme tan importante como és ta, la mayor ía de los países miembro de la CAQ cedió al chantaje y Bustani 1> fue remplazado por el actual director, el

argentino Rogelio Pfirrer. Poco ruido internac ional se hi zo

para comentar es te ultraje que mostró el rostro de la ve rda­dera democracia de Estados Unidos y su compromiso real con los esfuerzos de desa rme internacionales.

Como se mencionó, los esfuerzos d e los p aíses que almacenan armas quími cas se enfocan , en la no proli­

feración. E ll o implica que las inspecciones en países no poseedores se hayan al m enos duplicado, mientras que en los otros se m antienen al mismo ritmo. Esro ha cau-

15 . Bustani hizo una declaración muy fuer te e interesante ante los del ega dos de los estados parte en la asamb lea en la que fu e finalmente despedido. Entre otras rosas, dijo "La cul tura de no discriminación y equidad que he luchado por establecer en el Secretariado está siendo retada por otra de silencio y obediencia incuestionable a los intereses de uno o varios de los mayores contribuyentes. Si esta cu ltu ra logra prevalecer, los miembros del staff que actúan con integridad y están compromet idos con la just icia deberán se r los primeros en sa lir, comen za ndo por el di rector genera l 1 ... 1 Se me acusa de buscar que Ira k se adhiera a la CAQ, aun cuando esto es parte del mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Un idas y es parte del mandato que he recibido de ustedes 1 .. 1 Se me acusa de buscar un sistema que permita a todos los paises protegerse de un ataque con armas químicas, no solamente a un pequeño grupo de países y sus aliados 1 ... 1 Se me acusa de ofrecer las manos de la OPAQ a la com uni­dad in ternaciona l en su lucha contra el terrori smo 1 .. . 1 Se me acusa del deseo de mantener informados a todos los estados partes de los avances en la destrucción de las armas químicas rusas y de sugeri r que el empleo de la asistencia internaciona l por parte de Rusia se haga bajo el escrutinio de la comunidad internacional 1 .. 1 Si hubiera renunciado y acced ido a hacerme a un lado, mi s ejecutores hubieran elogiado y aplaudido mis logros de cinco años de trabajo, garantizándome una sa lida digna 1 ... 1 No necesito una sali da he roica 1 .. . 1 Me rehú so a ren unciar no porque quiera asirme al ca rgo sino porque al no renunciar preservo el derecho de ustedes, hasta el más pequeño estado parte, de establecer pública­mente su posic ión respecto a este asunto y a hacerse conscientemente responsab les de su decisión 1 ... 1 Considero mi deber darle a todos, y no solamente a los más poderosos entre ustedes, el derecho a hacerme a un lado [ .. 1 Este procedimiento sin precedente, rudo y arbi trario, se lleva a cabo lejos de la luz pública [ ... 1 Las elecciones que aqu í se tomen en esta sesión de la Conferencia determ111arán si subsiste el mul tilateral ismo o si será reemplazado por el un ilatera lismo con un disfraz multilatera l [ .. . 1 La responsabil idad de esta deci sión la tienen ustedes". En ese momento hab ía 145 esta dos part e de la Conve nc ión; só lo se presentaron 113 a la asamblea, 15 no tenían derecho a vo to por distintas razones . El resultado de la votación fue de 48 votos a favor de destituir a Bustani, siete en contra y 43 abstenciones . Para mayor información, consúltese < h t tp : //www. g loba 1 po 1 icy. org/em pi re/u n/2 O O 5/0 604 bo 1 to nf i re . h t m> y <h t tp://www.globa lpolicy .o rg/wtc/analysis/2002/0421 bustani . htm>.

792 PERSPECTIVAS DE DESARME DESPUES DE LOS ATENTADOS

sado males ta r entre muchos países que con sidera n in­justa es ta situ ació n. Adem <is, se ha pretendido qu e los

costo s d e la destru cc ió n de arse n a les se prorratee n e n­tre rodas los es tados parte . D e a lgun a m a nera, es to es co nsecuencia d el unil a tera li smo disfrazado , como di­ría Busta ni . Es cl aro que países como Es tados U nidos,

algun os de la Unión Europea y Ca n adá , que h a n d ado a Ru sia cas i 1 000 mill o nes de dó la res pa ra d es truir sus

armas químicas, pretenden recup erar algo d e lo gas ta­do ,1 6 so bre roda a l ver que los trabajos de des trucció n se

demora n una y otra vez . De las cerca de 4 0 000 ro nelad as

métricas de armas químicas qu e a lmacen a Ru sia, só lo se han des truido m enos de 2 000 , ni siquiera 5%. Ru sia

sigue diciendo que tendrá ro do destruido para 201 2. 17

Por otra paree, h ay insta laciones viejas con problem as de derrames provocados por la corrosión tan ro en contene­

dores como en las piezas de artillería, bombas, mi siles, etcétera. Asimismo , en a lgunas d e estas insralac iones,

sobre roda rusas, hay problemas d e seguridad que posi­bilitan la ex tensión d el mercado negro, pues algunas de las piezas de artillería son de un tama ño tal que caben en una m a leta. Así lo dijo el senador republicano Richard Lugar luego de visitar un a planta ubicada en los Montes Urales, en donde se pretende construir una in sta lación para la destrucción de arm as químicas, propósito bas ­tante demorado por razones diversas. Cada año Estados

Unidos debe certificar que Rusia rea li za actividades de no proliferación a fin de mantener el apoyo económico derivado de la Ley para la Reducción Cooperativa de Ame­nazas; el dinero para construir dicha insta lación vendría

de esa cooperación, pero Estados Unidos la ha suspendido por varias razones: la negativa rusa a entregar una cepa de ántrax al Pentágo no y permitir a éste visitas de inspección

anunciadas con apenas 24 horas 18 de antelación en cualquier

16. Aunque gran parte del financiamiento proviene no de la OPAQ sino de la Ley para la Reducción Cooperativa de Amenazas.

17. La Chemical Weapons Convention (CWC) establece que 100% de losar­senales ex isten tes deberán estar destruidos 1 O años después de en tra r en vigor (1997), es deci r en 2007. Previniendo las posibles demoras, la propia Convención establece un periodo de gracia de cinco años más, por lo que se prolonga hasta 2012 . En la página <http://www.opcw.org> se informa que al31 de marzo de 2006 ya son 178 1os estados parte; allí mismo se en­cuentra que el total declarado en volumen es de 71.3 millones de toneladas métricas de agentes químicos, en tanto que el volumen destru ido alca nza 13.2 millones, es deci r, 18.5% del total en casi nueve años. A ese ritmo, de ninguna manera se cumplirá ni con el plazo original ni con la extensión de gracia hasta el2012.

18. Es al menos curioso que Estados Unidos se oponga a que la OPAQ pract ique ese tipo de inspecciones en su territorio, pero pretenda realizarlas en Rusia, en contra de todo sen tido de equidad; no se puede exig ir lo que no se está dispuesto a otorgar.

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lugar de Rusia que el propio Pentágono determine y el pro­

blema de que Estados Unidos se ha comprometido a construir

la planta de des trucción en los Urales, en tanto que Rusia se

comprometió a construir infraes tructura externa a la plan­

ta en beneficio de los trabaj adores, como casas, guarderías,

jardines de niños y escuelas. El problema es que ninguna de

las partes quiere tomar la iniciativa.

El ca mino de la CAQ es difícil , pero (a l m enos en apa­

riencia) es menos complejo que el de otros tratados in­ternacionales.

LA CONVENCIÓN PARA LA PROH IBICIÓN

DE ARMAS BIOLÓGICAS

La Conve nción para la Prohibición de Armas Biológicas

(CAB) se firmó en 1972. Muy imporrante en su momento ,

ahora resulta, si no del todo obsoleta, al menos demasiado

elemental para el estado acm al del mundo . Se han realizado

reuniones de revisión para intentar modificar y actualizar

su co ntenido , pero han res ultado infruct uosas. E l texto

original es tipula prohibiciones para la producción, el em­

pl eo y el a lm ace namiento de microorganismos y toxinas

m anipulados para usos bélicos; sin embargo, no se habla de

procedimientos de vigilancia y verificación para garantizar

que la CA B se cumpl a. 19 También hay problemas semánticos para la interpretación adecuad a. Así, a lgunos estados parte

sos ti enen mantener en su poder ca ntid ades de algunos

mi croorga ni smos patógenos para estudiarlos de manera defensiva y, dado el caso, cont ar co n medidas sa nitari as

que permitan conrrolar una ep idemi a o, tal vez, ay udar

en una pandemia. Pero surge la duda de si no los estarán

es tudiando para buscar m ejores formas de emplearlos como

armas. ¿ Dónde termina el es tudio defensivo y comienza a

convert irse en ofensivo?

A los intentos de incorporar a la CAB capítulos de verifica­

ción y vigilancia, algunos gobiernos (entre otros el de Estados

Unidos) se han opuesto con a rgumentos de carác ter comer-

19. El hecho de haber firmado la Convención para la Prohibición de Armas Biológicas (CAB) no impidió a ningún país la investigación y, en algunos casos, el desarrollo y la producción de armas biológicas . Lo sucedido en Sverdlovsk, URSS, en marzo de 1979, donde una fuga masiva de ántrax en una instalación que producía este bacilo para emplearlo como arma, y sobre todo las consecuencias de esta fuga sobre la población civil, permitió conocer que la CAB no se estaba cumpl iendo en la URSS. K en Alibek, tal vez de manera exagerada, alertó al mundo sobre este problema; sin embargo, ¿de qué manera asegurar que paises como Estados Unidos, Francia o el Reino Unido no estén haciendo lo mismo si no se dispone de mecanismos de inspección yvigilancia7 Véase K. Alibek y S. Handelman, Biohazard, Delta Books, Nueva York, 2000.

cial: invoca ndo el miedo a que sus innovaciones indust ri a­

les pudiera n ser robadas durante las visitas de inspección o

vigilancia. La CAQ ha mostrado de manera fehaciente que la

confidencialidad con que act úan los inspecto res es digna de

todo respeto y encomio; a pesar de ello, el mismo argumen­

to se repite una y otra vez, dejando ver que más que temer a

la piratería industrial hay algo que ocultar. Una posibilidad,

para no ahondar en el asunto, podría ser que no se quieren

di scutir procedimientos relac ionados con la posibilidad de

terrorismo biológico.

El miedo a que grupos terroristas pudieran hacerse con

m icroorga nismos patógenos útiles para su causa está fuera de

control en algunos aspectos. Un grupo terrori sta no neces i­

taría adquirir cepas de viruela para emplea rlas en un ataque.

Los terroristas tenderían a utili za r aq uello que se pudiera

maneja r con facilidad y es m viera a su alcance con menos di­

ficultades. El virus del N ilo, por ejemplo, sería menos com­

plicado de utili zar y crea ría las condiciones de éxito para un

ataque terro rista .20 Si es te aná li sis es más o menos acep tado ,

entonces¿ qué se podría es ta r ocultando ?

Es posible que con todos los logros en biotecnología, genó­

mica e ingeniería genética se esté ava nza ndo en la manipula­

ción de microorganismos para que expresen su patogenicidad

de manera selectiva; por ejemplo, contra aquellos individuos

que cuenten, denrro de la estructura de su genoma, con el

gen que provoca la generación intensa de mela mina , es decir,

quienes tengan la piel oscura. ¿Ciencia fic ción ? Pues pare­

ce, pero puede no se rlo . Al menos no lo se rá hasta que se de­

muest re de m anera convincente la imposibilidad de que tal

cosa ocurra. ¿Hasta dónde se invo lucran la biotecnología y

la ingeniería genética con proyectos de aplicación militar?

Esto no lo sabe el grueso de la población, y este desconoci­

miento hace que el temor no só lo permanezca, sino que se

autoalimente y crezca.

En el fumro inmediato es difícil que la posición de blo­

queo cambie a un auténtico ava nce para acmalizar y hacer

más operativa la CAB. Al menos no ocurrirá mientras Bush

y Blair siga n al frente de sus gob iernos , pues no mues tran

intención de modifica r su posición, ni se los permitirían los

20. Si el virus del Nilo se esparciera en un sector de la comunidad, y se hiciera público que se trata de un ataque terrorista, la población, ante cualquier síntoma de malestar, aun ajeno a la enfermedad, acudiría de inmediato a la consulta méd ica. El miedo provocaría malestares imaginarios que, de cualquier forma, reclamarían atención . El sistema de salud del área afectada se saturaría de manera casi inmediata y, ante la imposibilidad de atender a todos los solicitantes, aparecerían la indignac ión y el malestar de la población en contra de sus autoridades hasta quizá devenir en un estallido social. El objetivo terrorista se cumpliría sin gastar mucho, sin el complicado empleo de microorganismos y sin provocar un alto grado de destrucción o muerte.

COMERCIO EXTERIOR. SEPTIEMBRE DE 2006 793

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grupos que los apoyan y sos tienen en el poder. Avanzar en este terreno representa una imperiosa neces idad mundial,

así como un reto gigantesco para roda la humanidad. La diplomacia internacional, las negociaciones y los esfuerzos

individua les no deben cesa r porque un puñado de irrespon­sables antepongan sus intereses particulares a las necesidades

globales de paz y desarme.

EL TRATADO DE NO PROLIFERACIÓN NUCLEAR

El caso de Libia

M ohamar Kadafi subió al poder en 1969, cuando el ejér­cito derrocó a la monarquía. Eso lo convierte en uno

de los gobernantes más antiguos del mundo. Siempre con una políti ca contrar ia a Israel , se opuso a los tratados de paz de cua lquier Estado árabe . Sus choques con Estados

Unidos comenzaron en 1981 por la territorialidad del golfo de Sidra , en donde aviones estadounidenses derribaron dos

aeronaves libias. En ese entonces se decía que unos 8 000 terroristas extranjeros se adiestraban en territorio libio y

que cierras organ izaciones con sede en Palestina recibían del gobernante hasta 100 millones de dólares anuales. Uno

de los terroristas más famosos protegidos por Kadafi era Carlos "el C haca l", 21 reclutado por el Frente Popular para la Liberación de Palestina .

Ronald Reagan culpó a Kadafi de todos los ataques terroristas contra personal o intereses estadounidenses

ubicados sobre todo en Europa, y en 1986 ordenó bom­bardeos a lugares clasificados por la inteligencia de Esta-

21. Aunque cua ndo comenzó a cambiar la política oficia l respecto al terrorismo, incluso Carlos se quedó fuera de Libia, de modo que tuvo que moverse por va rios países hasta que al final Sudán lo extraditó a Francia . Es curioso que quien llegó a secuestrar a varios ministros de la OPEP en Viena se quejó ante la Corte Europea de Justicia en Estrasburgo de haber sido no extraditado sino secuestrado y encadenado para trasladarlo a Francia . Lo peor del asunto es que parecía estar convencido de que lo habían engañado.

794 PERSPECTIVAS DE DESARME DESPUÉS DE LOS ATENTADOS

dos Unidos como centros terroristas en los que murió una hija p equeña del pres idente libio. En 1988 el vuelo 103 de la compañía Pan-American exploró sobre Lockerbie , Escocia, por efecro de una bomba. Los supuestos respon­sables huye ron a Libia y el gobierno se negó a entregarlos a la justicia internacional.

En 1992 se acusó a Kadafi de estar fabricando armas quí­micas y desde el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se impuso un embargo comercial contra Libia por negarse

a entregar a los supues tos responsables del ataque al vuelo 103. En 1996 el gobierno estadounidense impuso sa nciones adicionales a las decretadas por Naciones Unidas .

El aislamiento económico, comercial y hasta turístico hizo

que Kadafi modificara poco a poco su ac ritud. En 1999 deci­

dió entregar a los sospechosos para se r juzgados en La H aya con las leyes escocesas, hecho que dio como resultado que la ONU levantara las sa nciones impues tas al país. Sin embar­go, eso fue insuficiente para Estados Un idos, que no só lo no

leva ntó las sanciones contra Libia si no que las ex tendió en 2001 porque Kadafi se negó a indemniza r a los familiares

de las víctimas del vuelo 103 y con ello no admida tener res­ponsabilidad sobre el acto terro ri sta. D e esa forma , algunos aliados de Estados Unidos tampoco rea nudaron relaciones

comercia les con Libia, aunque la ONU lo autori zaba , para no enemistarse con aquel país.

En un hecho sin precedente, Kadafi se refirió a los ataques del11 de septiembre de 2001 como terroríficos y, sin restable­

cer rel aciones diplomáticas entre ambos países, Libia comen­zó a compartir información importante de inteligencia sobre

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redes terro ri stas con Es tados U nidos. E n 2003 el gobierno

libio ace ptó que había m ante nido un programa de desa rro­

llo de a rmamento nuclea r, a l fi nal desco nt inuado ; anun ció

públicamente que renunciaba a todo tipo de a rmas de des­

trucc ión m as iva, y comenzó su cooperac ión con la ONU y

los orga ni smos de desa rme internaciona les.

Ese mi smo año Libi a , después de nega rlo po r 15 a ií os,

aceptó tener responsabilidad en el ataque a l vuelo 103 de Pan­

Am y comenzó la indemnización de los deudos, con lo cua l

Es tados U nidos eliminó las sa nciones económicas y empe­

zó la normali zación de las relaciones entre ambos países . La

Agencia Internacional de E nergía A tómica (AlEA) anunció

que, de ac uerdo con las visitas rea li zad as a Libia y los infor­

mes recabados, el program a nuclear libio es taba mucho m ás

adelantado de lo que supon ía n , aunque aún se encontraba

lejos de se r una potencia a rm amenti sta .

En 2004 Libia se adhirió a la C onve nción sobre Armas

Químicas y solicitó la reconve rsión de la planta industrial ins­

talada para la fabricación de armas químicas en instal aciones

dedicadas a fin es lícitos permitidos por la OPAQ. Ese mismo

año se res tablec ieron las relaciones diplomát icas entre Libia

y Estados Unidos, con lo que se asegura un incremento en la

cuota de producción y exportación petrolera para Libia.

El caso de Irán

A la ca ída d el sha Mohamed Reza Pahlev i, en las prim eras

semanas d e 1979 , as umió el poder el líde r reli gioso (aya­

rola) chiita Ruholl ah Komeini , quien desde el comienzo de

su go bierno realizó cambios fundamentales . Un acto que sig­

nificó un pa rteaguas fue que, en noviembre de ese año, co mo

res pu es ta a que Es tados U nidos permiti era la entrada en su

territorio al depuesto sha, la embajada de Es tados Unidos en

Teherán fue asaltada por supues tos es tudiantes y 66 miembros

del se rvicio di plom áti co fueron tomados co mo rehenes. En

poco t iempo, 13 de ellos fuero n liberados, pero a cambio de

los otros 53 Irán (Komeini apoyaba a los estudiantes) exigía

que el sha fu era entregado a Irán para juzga rlo y que devol­

viera vari os cientos de millones de dólares que, supues tamen­

te, había sacado del país y ll evado consigo a Es tados Unidos;

por último, el go bierno estadounidense debería disculparse

por haber apoyado al sha. 22 Es ta crisis, que se prolongó du­

rante todo 198 0, fue un a de las much as razones por las que

James R. Carrer y su partido perdi eron las elecciones de ese

mismo año. Los rehenes fueron liberados en enero de 198 1,

pero el go bi erno es tado unidense no o lvidó ni perd onó la

ofensa, apoyando a Saddam Husse in durante todo el ti em­

po que duró la guerra entre Irán e Ira!<. A Es tados Unidos le

conve nía mantener a Husse in en el poder como contrapeso

de la balanza ante un go bierno que co nsideraba hostil , fun­

damentali sta y con m ayo res tendencias proárabes.

22. Es curioso que en julio ele 1979 el gobernante de lrak se retira y asume el poder Saddam Hussein con el beneplácito del gobierno de Estados Unidos como medida para contener el avance de los religiosos chiitas iraquíes. El líder rel igioso chiita Mohamed Baqir al-Saciar tuvo que emigrar a Irán para proteger su vida. En septiembre de 1980 Ira k invadió Irán, una guerra que du ró ocho años y dejó más de tres mi llones ele víctimas entre muertos, heridos y refugiados; en esa guerra, Irán fue el primero, pero ambos países hicieron uso ele sus armamentos químicos en diversas ocasiones.

COMER CIO EXTERIOR, SEPTIEMBRE DE 2006 795

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D esde aquel entonces, la tensión e m re Estados Unidos e

Irán no ha sufrido mayores variaciones , menos aún después

de que Bush declarara que Irán form a parre del eje del mal. Luego de la invasió n de Ira k quedó claro que el gobierno es­tadounidense busca so meter a los tres países mencionados

como imegrames del citado eje. Sin embargo, el entorno es

por completo di stinto. Irán es firmante de la CAQy la CA B, as í

como del Tratado de no Proliferación Nuclear (TNP) , aunque

en fecha s recientes manifestó que considera la posibilidad

de abandonar es te último por la di sputa que mamiene ace r­

ca de sus intemos de disponer de energía nuclear útil. Tiene

también una i mpresionanre fami lia de misiles Shihab, 23 así

como otras piezas nuevas de arril lería , por lo que no resul­

taría tan fácil pelear una guerra contra es te país.

El conflicto actual se mueve a lrededor de la preten sión

de Irán de disponer de energía nuclea r. Luego de incluir a

Irán en dicho eje, Estados Unidos comenzó a presionar para

que aquel país abandonara su programa de energía nuclea r.

Mientras Estados Unidos aduce que el programa persigue

la fabricación de a rmamento , el gobierno iraní alega que su

programa es civil, orientado a la construcción de centrales

nucleoeléctricas. La gran disputa estriba en que Washington

enrra en pánico cuando Teherá n inicia sus esfuerzos de en­

riquecer uranio para emplearlo como combustible nuclea r.

Para Bush esto es inadmisible, de modo que ha amenazado

con lograr que Naciones Unidas imponga sanciones a Irán .

Mienrras tanto, el trabajo no se suspende en Irán, que a prin­

cipios de 2006 anunció haber logrado el enriquecimiento

del uranio , además del descubrimiento de tres nuevos yací­

miemos de mineral de uranio yellow cake (concenrrado con

60 a 70 por ciento de esta sustancia química). Los inspec­

tores de la AlEA no han tenido problemas para reali za r su

trabajo en ese país, pero subsiste la idea de que , además de

la producción de energía eléctrica, Irán persigue hacerse de

a rmas nucleares . Ante las presiones del ex terior, dicho país

se ha decla rado dispuesto a abandonar el TNP y prohibir la

entrada de los inspectores de la AlEA ames que renunciar a su

programa de desarrollo nuclear. Moscú ha tratado de mediar

en la disputa ofreciendo vender a Teherán combustible para

23 . También conocidos como Shahab, se supone que derivan de los misiles No-dong de Corea del Norte. Tienen un alcance de entre 1 300 y 1 500 kiló­metros. Se dice que en la actualidad están por terminar el modelo Shihab-4, derivado del norcoreano Taepo-dong, con más de 2 000 km de alcance. Los primeros días de abril de 2006 Irán hizo el anuncio de que en el estrecho de Hormuz había probado con éxito un nuevo torpedo que se mueve a una velocidad cercana a 200 km por hora; a fina les de abril de 2006, Israel hizo público que Irán estaba por recibir de Corea del Norte un cargamento de mis iles BM-25 con un alcance de 2 500 km. Lo anterior muestra que Irán, a diferencia de lrak, tiene con qué defenderse, y sus misiles pueden alcanzar a varios países europeos, no se diga al enemigo por excelencia: Israel.

796 PERSPECTIVAS DE DESARME DESPUÉS DE LOS ATENTADOS

los reac tores y luego disponer de los res iduos , ofrecimiento

que no se acepta porque implica gastos excesivos para Irán.

Si ti enen el mineral para prepara r el combustible y lo pueden

enriquecer para utili za rlo en reacto res,¿ por qué habrían de pagar a Rusia por combustible, algo que se antoja un capri­

cho miedoso de Washington? Parece lógico que Irán bus­

que tener armas nucleares si a fin de cuentas varios vecinos

cercanos y lejanos ya las poseen (Israel, la India, Pakistán)

y al m enos uno de el los represenra un enorme peligro para

Teherán. Si los inspectores de la AlEA cumplen bien su tra­

baj o, ¿por qué Es tados Unidos sigue poniendo en duda su

actuación y busca llevar el asunto a las Naciones Unidas ?

¿Se busca nuevamente el aval internacional para invadir al

país? 24 A principios de mayo, en una acción por completo

inesperad a, el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad,

envió a Bush una carta por intermedio de la embajada Suiza

en Teherán . En ella invoca cuestiones religiosas, como que

los fa llos de la democracia occ idental, la invasión de Irak,

el trato dado por los estadounidenses a los prisioneros y el

apoyo a Israe l son as untos que no pueden conciliarse con los

valores cristianos. 25 Fue el primer intento de comunicación

direc ta entre ambos gob iernos después de 27 años de igno­

rarse. En una primera reacción, la ca rta fue desechada por el

gobierno de Estados Unidos; la secretaria de Estado Condo­

leezza Rice dijo que nada en la cana sugiere que las partes se

encuenrren en un rumbo distinto al que ya seguían; mencio­

nó que su contenido hablaba de historia y de filosofía, pero

que en materia diplomática no representaba una apertura o

algo parecido, ni tocaba con cla ridad el asunto nuclear. Por

su parte, el vocero presidencia l Scout McClellan se refirió

en forma simi lar al contenido de la carta, mencionando que

en el tema nuclea r no tenía ningún contenido de interés in­

ternacional. El director de Inteligencia Nacional ,] ohn Ne­

groponte, consideró necesario ubicar la carta en el tiempo

histórico para conectarla con una posible forma de influir

en el debate en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU.

Como sea, representa una apertura en las comunicaciones

oficiales y se espera que Estados Unidos la aproveche para

amplia r el ca nal y permitir un entendimiento enrre ambos

24. A principios de 2006, Bush visitó la India y declaró que, pese a su poco control del armamento nuclear y a la manera poco convencional con que lo construyó, la India es un país ejemplar. Tuvo el infortunio de no declarar lo mismo res­pecto de Pakistán, lo cual provocó resentimientos que se han re fl ejado en el debilitamiento del presidente paquistaní. Se está por otra parte repitiendo el patrón de la invasión de lrak: informes de in te ligencia que contradicen lo que encuentran los inspectores y desprecio por el trabajo de los mismos, aunque luego se demuestre que la intel igencia fue equivocada, amañada, exagerada o, simplemente, inventada, como se verá más adelante.

25. Se puede consultar en <http://hosted.ap.org/specials/interactives/_docu­ments/ahmadinejad0509.pdf> .

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gobiernos. Al momento de escribir estas líneas Bush no había

respondido ni comentado al respecto, pero algunos gobiernos como el de Indones ia recibieron bien la ca rta y se ofrecieron a actuar como mediadores en el confli cto .

El caso de Corea del Norte

La situación de Corea ha sido compleja desde la guerra que separó en dos al país. El presidente Kim Jong Il heredó el car­

go de su padre Kim Il Sung en julio de 1994 . Su mandato se ha caracte rizado , cosa curiosa, por buscar hacer las paces con muchos de los países con los que Corea del Norte ha tenido

enfrentamientos. En 1997 en Ginebra, por primera vez desde la guerra los gobiernos de las dos Co reas se sentaron para ini­

ciar pláti cas de paz, con la participación de Estados Unidos y C hina. Se trató de un acercamiento inicial. En junio del2000

en Pyongyang los presidentes de las dos Co reas sostuvieron su primera reunión cumbre, ges to refo rzado por el hecho de

que durante los Juegos Olímpicos de Sidney las delegaciones de los dos países desfilaron codo co n codo.

En sept iemb re de 2002, el primer ministro de Japón, Ju­nichiro Koizumi, reali zó una vis ita de Es tado a Corea del Norte y se reunió con Kim Jong Il para firmar una declara­ción conjunta que daba inicio a las negociaciones tendientes a normalizar las relaciones entre ambos países .26

Corea del Norte tiene plantas hidroeléc tricas y termo ­eléctricas que no alcanza n para sat isfacer las neces idades

del país. Debido a que tiene yacim ientos de gra fito y de ura nio, pued e producir en ergía eléctrica con reactores

nuclea res. E n 1989 sa téli tes es pías d e Es tados Unidos descubrieron que un reac tor generador de electricidad se h abía cerrado, lo que, mirando las cosas con susp icacia,

abría la posibilidad de utili zar con fines militares el plu­tonio obtenido como residuo del uranio. Esto provocó

una primera crisis que nunca se reso lvió porque jamás se logró la construcción-plasm ad a en un acuerdo de 1994 entre Es tados Unidos, Jap ón y Corea del Sur- de dos

reactores de tecnología de ag ua pesad a (que difícilmente se pueden desviar h acia propósitos militares) .

A fin ales de 2002 Estados Unidos acusó a Corea del Nor­

te de haber iniciado un programa secreto para desa rrollar armas nucleares, lo que correspondió con puntualidad a la

clasificac ión de país integrante del eje del mal. Se acusó al gobierno de Pyongyang de violar los ac uerdos de 1994 y se le amenazó con la cancelación de envíos de combustible al

país, según esos mismos acuerdos de 1994; Kim J ong Il res­pondió que esos acuerdos habían quedado rotos . Acto segui-

26. Se trató de la primera visita oficial de un gobernante japonés desde 1948.

do se impidió a los inspectores de la AlEA rea li za r su trabajo

y se anunció públicamente que , en virtud del rompimiento de los acuerdos de 1994, se ac tivaría n de nueva cuenta un reactor y unas instalaciones para reciclar combust ible nu­clea r. A fina les de ese año , los inspecrores d e la AlEA fueron

expulsados y sus equipos de vigilancia quedaro n desconec­tados y desmantelados, lo que dejó al resto del mundo sin información acerca de lo que sucedía en las insta laciones nu­

clea res corea nas. A continuación, en enero de 2003, Corea del Norte anunció su retirada del TN P, hecho sin precedente

entre los firmantes del Tratado. 27

En agosto de 2003, Kim Jong 11 fue reelecto al frente del gob ierno. Las negociaciones entre Es tados Unidos y Corea del Norte se mantuvieron es tancadas por la negativa esta­

dounidense a negociar con una base de uno a uno con Corea del Norte y por el comienzo de una serie de pláticas entre se is

países involucrados: C hina, Japón, Es tados Unidos, Rusia, Corea del Norte y Corea del Sur. En un periodo de dos años (de agos ro de 2003 a agosto de 200 5) se rea liza ron cinco re­

uniones de es tos seis países, rodas en Pekín. En febrero de 2005, el gobierno de Corea del Norte afi rmó que posee ar­mas nuclea res fabricadas con fin es defensivos, para disua­di r a Estados Unidos de una política de ca mbio de régimen en ese país. Comenzaron nuevos intentos de restablecer las

negociac iones, pero en rea lid ad no ha habido progresos, ni grandes ni pequeños, ni se esperan grandes cambios al menos

hasta las próxi mas elecciones en Estados Unidos.

El caso de Ira k

Antes de los atentados del 7 7 de septiembre

Como se dijo , la llegada de Saddam Hussein al poder coincidió con la entrada del aya rola Jomeini en Irán. Hussein se convir­

tió en un gran socio de Estados Unidos para tratar de mante­ner tanto el equilibrio político en la región como el suministro de petróleo hacia el mercado estadounidense.28 Durante la

guerra co n Irán, Saddam recibió apoyo militar, eco nómico

27. Corea del Norte es Estado parte en la CAB, no se ha adherido a la CAQ ni se ha dado de baja del TNP, según información reciente de la ONU. Véase <h ttp ://disa rma ment2. un. o rg/TreatyS tatus. nsf >.

28. Circu la en internet un video de aquella época, titu lado shakinghands, en el que se muestra a Saddam Hussein en un fuerte apretón de manos nada menos que con Donald Rumsfeld, enviado por su gobierno para auxiliar a Ira k en lo necesario. El encuentro se verificó el20 de diciembre de 1983, cuando Rona ld Reagan era presidente y George Bush padre director de la CIA. El video se puede consultar en varios sit ios: <http://moviesOl.archive.org/open­sou rce _movies/newsreal/indybay/u ploads/sha k i ng han ds _h ig h. wmv>. o <http://www.whale.to/b/hussein9.html> (11 de mayo de 2006)

COMERCIO EXTERIOR, VOL. 56. NÚM. 9, SEPTIEMBRE DE 2006 797

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La reseña de estos atentados

posteriores alll de septiembre de

2001 refuerza el planteamiento

aquí presentado) en el sentido de

que la guerra contra el terrorismo

no ha hecho más que despertar al

monstruo. Mientras se siga por este

camino de confrontación directa)

sin escuchar a nadie ni buscar las

causas que engendran al terrorismo

y los terroristas) ninguna guerra

servirá para otra cosa que como

propaganda de los gobiernos y medio

de enriquecimiento para algunos

fabricantes de armamento

798 COMERCIO EXTERIOR, VOL. 56, NUM. 9, SEPTIEMBRE DE 2006

y di p lomát ico de Es tados Unidos, al grado de que cuando

se em plea ro n arm as qu ímicas la delegació n es tado unidense

en la ONU se pronunció en co nua de cualq ui er ci po de san­

ción con tra Ira k. 19

Termi nad a la guerra con Irán, los ac uerdos dejaron a Ira k

sin sa lida a puerro en el Golfo Pérsico. Lo ún ico que se le

ocurrió a Hu ssei n fue invad ir Kuwa it alega ndo razo nes his­

tóricas . A mediados de 199 0, el ejérciro iraquí (en aquel en­

ronces numeroso y bien equi pado) romó posesión de Kuwair.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió con ca rác ter de

urgente, conminó a Irak a abandonar Kuwa it y auro ri zó el

uso de la fuerza para obligar a I rak a acatar las reso luciones

del Consejo. Se formó una coa lición militar inrernacional

que comenzó a prepararse para inrervenir en caso necesa rio .

Siguieron varios meses de negociaciones en los que las prin­

cipales voces fueron las de James Baker por Es tados U nidos

y Tareq Aziz po r Ira k. Al no lograrse ac uerdo, el1 6 de enero

de 199 1 comenzó la operación Tormenra del D es ier ro, pa ra

liberar Kuwa ir. El 3 de m arzo los líderes de Ira k aceptaron

el cese a l fuego, Kuwai t es taba liberado y Husse in seguía

en el poder. 30

Luego de la g uerra del golfo, Irak tuvo que enfrenrar un embargo y sanciones co mercia les, as í como el co mpro­

miso de desh acerse de rodo su armamenro de des trucción

mas iva. Conforme a la resolución 687 del Consejo de Se­

guridad de la ONU, se creó para tal efec to la Comisión Es­

pecial de las N aciones Unidas (UNSCOM). Es ta comisión

trabajó desde mediados de 199 1 has ta final es de 1998, entre

acusaciones de espionaje, problem as para permitir el tra­

bajo, bloqueos, a rgucias, m enri ras y cuanra m a niobra se le

ocurriera a Hussein para a l menos enrorpecer esa labor. Al

final , en 1998 los inspec rores fueron expulsados del terri­

torio de Ira k, a lo que Estados Unidos respondió con bom­

bardeos quirúrgicos sobre blancos iraquíes . El Consejo de

Seguridad de la ONU diso lvió la UNSCOM y creó la Co mi­

sión de las Naciones U nidas de V igi lancia, Ver ificación e

Inspección (UNMOV IC), que se preparó para te rminar el

trabajo iniciado por su anrecesora, pero de m anera reitera­

da se le negó la entrad a al país. Mientras tanto, el embargo

y las sa nciones comerciales cont inuaban vige ntes, lo que

empobrec ió cada vez m ás al país.

29. Tampoco se mencionó ni sancionó el empleo de armas químicas contra los kurdos del norte de Ira k, ejecutado por un primo de Saddam (conocido por esa acción como Ali, el químico), principalmente en la ciudad de Halabja, durante la semana dellS al 19 de marzo de 1988.

30. Las resoluciones hablaban de liberar Kuwa1t, no de deponer a Hussein, por eso sigu ió en el poder después de que decidiera no prolongar el con­flicto.

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Entre los atentados del 11 de septiembre y 2002

Pocas horas después de la ca ída de las torres gemelas, la tele­visión mom ·ó escenas casi incomprensibles que ll egaban de distintas ciudades del mundo árabe, en las que se veía a perso­nas en las calles expresando su satisfacción por la des trucción

presenciada. Eso hizo que en la mente de muchos estadouni­

denses surgiera una pregunta después repetida por muchos periodistas : ¿por qué nos odian? Es ta pregunta sigue todavía sin respues ta, al menos entre los es tadounidenses.

¿Por qué se m enciona es to ? Po rque si bien la primera reacción del gobierno estadounidense fue atacar a los ta­

liba nes en Afganistá n , la mira ya es taba pues ta en Ira lc E l eje de! maL as í lo a nunciaba con claridad. Se comenzó a

presionar en el Consej o d e Seguridad de la O N U para que se tomara una resolución de invadir Irak a fin de ga ranti­za r el desa rme total en cues tión de a rm as de destrucción

masiva. E n noviembre de 2002 el C onsejo adoptó la re­solución 1441 en la que se ad vertía a Irak que no coope­

rar con las inspecciones le traería graves consecuencias y otras m edidas para obligarlo a desarma rse. E n diciem ­bre de 2 00 2, la UNMOV IC entra en territo r io iraquí y

comienza a labora r a m arch as forzadas porque, desde el ini cio mism o de su trabajo, E stados Unidos y el Reino Unido, entre otros p aíses, cues tionaban sus resultados ,

ex igía n loca liza r las a rmas ocultas de Ira k y acusaba n de incompetencia a los inspectores por no encontrar lo que

los se rvicios de inteligencia es tadounidenses y británicos sabían a la perfección que no existía .

Entre 2003 y 2005

Así las cosas, la UNMOV IC se enfrentó a muchas complica­

ciones para poder trabajar de manera adecuada en el desar­me de Iralc Mientras un puñado de inspectores trabajaban de m anera ardua en ello , los diplomáti cos en el C onsejo de

Seguridad buscaban, de inmediato , una nueva resolución que autorizara el uso de la fuerza contra Iralc Es tados Uni­

dos, el Reino Unido y España (acompañados de Portugal) pres io naron y pretendieron comprar votos en el Consejo de

Seguridad y, al fin al, viendo que no lograrían que se aproba­ra una nueva resolución , decidieron in te1pretar a su antojo la resolución 144 1. El 17 de marzo de 200 3, Bush anun­

ció que no someterían al Consejo de Seguridad una nueva resolución , que la 1441lo autorizaba a actuar, que había form ado un a ali anza intern ac ion al y que daba a Saddam

Husse in y sus hijos 48 horas para dejar el país o afrontar las consecuencias. El 20 de marzo comenzaron los bombar­deos y continuaron de manera in exo rable sobre todo el país

has ta que cayó Bagdad. Un poco después, en mayo, Bush declaraba ' triunfante' la misión cumpLida.

Pero si los estadounidenses (en el gobierno) creyeron que de verdad el conflicto había terminado, se equivoca ron de manera rotunda. A la fecha hay va rios hechos explica tivos. La conquista fue rápida porque hubo en rea lidad poca resis­tencia al avance de las tropas es tadounidenses (o "aliadas" ).

En diciembre de 2003, Saddam Hussein fue capturado a las

afueras de Tikt·it, pero desde entonces se ha desarrollado una resistencia armada (insurgencia) férrea que ataca no sólo a los

intereses extranj eros, 31 si no que se vuelve contra los iraquíes que colaboran con los aliados. El terrorismo se intensifica

cada vez más dentro de Ira k y los presuntos responsables no han sido capturados, o si alguna vez fueron capturados, los dejaron escapar. 32

En cuanto los aliados pusieron pie en Ira k se constituyó el Iraqui Survey Group (ISG ), form ado por cerca de 1 200 ins­pectores, para encontrar las armas que la UN MOVIC no pudo ver. Los gobiernos aliados esperaban que el grupo encontrara

pruebas irrefutables en un plazo sin duda breve. A principios de 200 5, el jefe del grupo renunció y a finales del mismo año hubo una confirmación: Irak no tenía armas de des trucción mas iva. El pretex to había sido una falsedad 33

Los ali ados decían que, una vez terminada la guerra y con

Saddam fuera del poder, el país sería más seguro, pero flot a en los cielos de Irak un extraño sentimiento de nostalgia, se añora la presencia de Hussein , que mantenía al país en cal­ma, for zada, pero ca lma al fin .

2006 y prospectiva

La pretendida vuelta (o entrada) a la democracia en lrak ha resultado toda una falacia. En el gobierno provisio nal, cuyo

cometido fue redactar una nueva constitución y organizar elecciones, había muchos exempleados de la CIA. Por si fuera

poco , el sistema de registro electoral fue amañado para im­pedir la participación de legítimos líderes de opinión o reli­

giosos , sobre todo ante el temor de que la mayoría chiita se hiciera del poder e instaurara un gobierno similar al de Irán. Con ello se dejó fuera a una de las figuras más prominentes

31 Dos veces se hicieron explotar coches bomba ante el edificio de las Naciones Unidas en Bagdad y lo mismo ocurrió an te las instalaciones de la Cruz Roja, en 2003 .

32. Al menos ese ha sido el rumor respecto a Aimam ai-Zarkawi, a quien se señala como el lider insurgente terrorista, integrante de ai-Qaeda y coordinador de esa organización en territorio iraqui [N de la R.: ai-Zarkawi murió el 7 de junio de 2006 du rante un ataque estadounidense en lrak.]

33. Se sabe ahora que los info rmes de inteligencia fueron falseados, manipulados y exagerados para ajustarlos a los deseos de los gobernantes de invadi r Ira k y just ificar esa decisión.

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de Irak, Moqtada al-Sadar. Como consecuencia, en mayo

de 2006 no hay aún gobierno formado y continüan las ne­gociaciones entre chiitas y sunitas, con intermediac ión de

representantes de Estados Unidos , para formar un gobierno que sa ti sfaga a todos, menos a la mayoría, en una franca vio­

lación al espíritu democrático . Lo que se observará en los próximos meses (tal vez años)

será un Irak aü n más empobrecido, con profundos resenti­mientos sociales, no sólo internos sino hacia occidente (Esta­dos Unidos, sus vecinos y sus aliados) por haber pretendido

imponer un modelo democrático fuera de la tradición tribal

de la región. La guerra civil está a la vuelta de la esquina, no sólo por motivos religiosos (chiitas contra sunitas) o polí­ticos (fundamentalistas contra moderados), sino también

étnicos (kurdos contra todos). Un país con tanta historia y de tanta riqueza cultural y económica se seguirá hundien­do en la miseria.

CONSIDERACIONES FINALES

Los actos terroristas no cesaron ni con los atentados del 11 de septiembre ni con la invasión deAfganistán. Tam­

poco sirvió de mucho acusar a tres países de formar un eje del mal. Mucho menos sirvió a ese propósito la masacre en

Irak, pues se comprobó que las causas (pretextos) eran, en el mejor de los casos, inventos de las inteligencias británica y estadounidense: la existencia de armas de destrucción ma­

siva en Ira k y los vínculos del gobierno de Saddam Hussein con el terrorismo internacional. Atentados en Indonesia, Israel, Afganistán, Egipto y otras partes del mundo dejan

patente el recrudecimiento del terrorismo. Entre los actos terroristas que cimbraron el planeta ente­

ro se han seleccionado cuatro como ejemplo. En octubre de 2002, un grupo de entre 40 y 50 terroris­

tas tomaron prisioneros a espectadores, actores, ayudantes

y demás personas presentes en el teatro Dubrovka en Mos­cú. Después de dejar salir a la mayoría de los niños y los mu­sulmanes, mantuvieron cautivos a cerca de 700 rehenes. Al

día siguiente, la vicepresidenta de la Duma (cámara baja del parlamento ruso), Liubov Sliska, hizo declaraciones a la agencia noticiosa rumana Rompres: "Es una acción sin precedente en Rusia que demues tra la existencia del te­

rrorismo en Chechenia y los lazos de los rebeldes chechenos con la red al-Qaeda y con otras redes terroristas del mundo".

Es obvio que se trataba de establecer una posición oficial en al menos tres sentidos: vincular a los rebeldes chechenos con al-Qaeda; con ello, ganar las simpatías del mundo entero,

por el recuerdo del11 de septiembre del año anterior, y jus-

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tificar cualquier acción que se tomara, implantando la idea

de que no se trataba de se res humanos sino de terroristas, a quienes la misma Organización de las Naciones Unidas les

había declarado la guerra un año antes. Las dema ndas de los chechenos eran, en lo principal , que

nadie se acercara al teatro a tratar de liberarlo y que lastro­pas rusas salieran del territorio de Chechenia a más tardar

en una semana a partir de la toma del local. Al tercer día , un grupo del ejército ruso irrumpió en el tea­

tro luego de saturarlo con gases. La acción dio como resultado la muerte de todos los rebeldes y de más de 125 rehenes, casi

todos ellos víctimas del gas que se utilizó. Pasó un tiempo considerable desde el ataque al teatro y el momento en que se pretendió dar a la opinión püblica tanto rusa como mun­

dial información sobre el gas (o mezcla de gases) empleados, pero sin aclarar su composición química real , 34 lo que provo­

có muchas preguntas nunca contestadas. Como fuere, este hecho marcó dos circunstancias importantes : los terroristas

atacaron de manera cruenta a un grupo de civiles, aunque dejaron en libertad a niños y musulmanes, y la autoridad se desentendió de esos civiles y los consideró "bajas de guerra" en su lucha contra el terrorismo. Peor aún, la mayor parte de

la comunidad internacional se despreocupó por igual de las víctimas, en apoyo de esa misma guerra.

Con posterioridad vino el ataque del11 de marzo de 2004 en Madrid, en que un acto muy bien coordinado y sincro­nizado provocó el estallido de diez bombas en distintos tre­nes de Madrid, en particular en la estación Atocha. El peor

acto terrorista en Europa desde el vuelo 103 de Pan-Amen 1988, con un saldo inicial de 190 muertos y 1 200 lesiona­

dos. El gobierno de José María Aznar se apresuró a culpar del atentado a la organización terrorista vasca ETA, por la cercanía de las elecciones Y ETA respondió que no era res­

ponsable de ese horror. Poco después se localizó una mochila que, llena de explo­

sivos y con un teléfono celular que serviría como detonador,

de manera milagrosa no hizo explosión. El hallazgo permitió

34. Se habló del empleo de un medio especial para neutralizar a las mujeres chechenas, terroristas suicidas que llevaban atado un cinturón explosivo; el medio incluía algún gas narcótico, según los médicos que dieron una conferencia de prensa horas después del ataque, pero sin precisar de qué gases se trataba o la composición química exacta del medio, lo que hubiera permitido una acción más adecuada de las organizaciones de protección a los derechos humanos. En apariencia se trató de una mezcla de fentanyl y BZ . Al final, la vida de los rehenes fue tan desechable para los terroristas como para el gobierno ruso.

35. El atentado fue un jueves y las votaciones se llevarían a cabo el domingo siguiente. En parte por este error desmedido y en parte para cobrar algo ­bierno el apoyo brindado a Estados Unidos y el Re ino Unido en la invasión a Ira k, el gobierno de Aznar perd ió en las urnas y ascendió al poder el actual presidente, José Lu is Rodríguez Zapatero.

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iniciar una invest igación que , a la larga , reveló que el aten­tado fue obra de una célu la independiente de al-Qaeda , cu­

yos integrantes , cuando fueron rodeados por la policía y a punto de ser capturados, se sui cidaron.

Otro acto terrorista, se va lió de una costumbre escolar

rusa antiquísim a. El primero de sep tiembre de cada año , en todas las escuelas de Rusia se celebra el "Día del Cono­

cimiento". Todos los estudiantes van acompañados de sus

padres y familiares cercanos. Los alumnos de primer grado entregan una A.or a los del último quienes, luego de acep­tarla, conducen a los pequeños a su primera clase. El 1 de

septiembre de 2004, unos 30 terroristas armados, hombres y mujeres, atacaron la escuela número uno de Breslan , en

la República de Osetia del Norte, cerca de la frontera con Georgia. A es ta escuela asisten es tudiantes desde los siete

has ta los 18 años. La policía di sparó sus armas tratando de repeler el ataque. El resultado fue un terrori sta y cinco po­licías muertos. Los rebeldes usaban pasamontañas negros

y varios portaban cinturones explosivos . Los insurgentes se hicieron con el control de la escuela y retuvieron a alrededor

de 1 300 rehenes, aunque la primera inform ación propor­cionada por el gobierno ruso, que trató de minimiza r la gra­vedad de la situación, mencionaba sólo 350. Los prisioneros

fueron tras ladados al gimnasio y tanto los alrededores del mismo como los demás edificios de la escuela fueron mina­dos con explosivos.

Hubo casos indignantes y nauseabundos: separar a las madres de sus hijos, no permitir que los cadáveres fueran re­tirados del lugar ni la entrada de agua, alimentos y medicinas

para los rehenes. El2 de septiembre por la tarde se permitió la salida de 26 mujeres lactantes, con sus respectivos bebés,

además de un bebé adicional que sa lió si n su madre porque ella se negó a abandonar a sus otros hijos. Una madre viuda recibió la propues ta de unirse al grupo terrori sta y conver tir­

se en bombardera suicida, a cambio de lo cual cuidarían de sus hijos. Una mujer trataba de atender a una persona cuan­do un terrori sta le exigió silencio poniéndole el rifl e contra

la cabeza, a lo que el la contestó: " déjense de estupideces , sus mujeres chechenas vienen a nues tra ciudad, se atienden en nuestros hospitales y dan a luz a sus hijos chechenos". El re­belde se alejó sin chistar.

El3 de septiembre se autorizó a personal médico el retiro de cadáveres, pero cuando comenzaba a hace rlo los secues­

u·adores di spararon y dieron muerte a dos de los elementos médicos .36 Las fuerzas especia les respondieron los disparos,

36. Más tarde se supo que estos elemen tos eran miembros de las fuerzas espe­ciales herederas de los servicios de la KGB .

igua l que algunos civil es, desa tándose una balacera encar­ni zada y sin control. Luego, sin causa apa rente, comenzó

un incendio. Una parte del gimnasio se colapsó y se abrió

un hueco por el que unos 30 rehenes sa lieron corriendo en busca de la liberrad ; los rebeldes comenzaron a di spararle a personas que de por sí ya tenían que esquiva r las balas de

quienes pre tendían rescatarlos; muchos murieron por el

fuego cruzado. El incendió se propagó y el sa ldo fue de 344 civiles muertos, 186 de los cuales eran niños. En agosto de 2005 murió la víctima más reciente, luego de pasar cas i 11

meses hosp italizada. Muchos de los sobrevivientes acusan al gobierno de Putin de haber empleado napalm durante el

asalto a la escuela . Aún más, en ti empos recientes se ha de­clarado que las fuerzas especiales emplearon un lanzador de misiles co nocido como Shmel , pero que ello no pudo haber

iniciado el fuego .57

Lo que es te episodio confirma es que el gobierno se des­entiende de los rehenes para atacar con todo a los terroris­

tas. D esde 1995 se sabía que los rebeldes chechenos bajo el mando de Shamil Basayev no tienen respeto por los civiles,

pero el gob ierno había sido más cauteloso . Con los episo­dios del teatro de Moscú y de la escuela de Breslan , dejó de serlo y mostró que lo más importante (tal vez lo único im­

portante) es preservar la seguridad del Es tado aun a cos ta de la población civil.

Falta mencionar los ataques del 7 de julio de 2005 en Londres . En una de las horas de mayo r congestión (entre las 8:50 y las 9:50 de la mañana) se activaron artefactos explo­

sivos en tres líneas del metro londinense y en un autobús pa­norámico de doble piso. Al menos hubo 52 víctimas fatales (tal vez incluidos los cuatro terrori stas suicidas) y 700 les io­

nados. Un par de horas después , desde un sitio de internet, una rama de al- Qaeda se atribuyó el ataque. Las inves tiga­

ciones lograron establecer que al menos dos de los suicidas tenían nexos con la organización terrorista, pero a la fecha estos vínculos permanecen poco claros y concluyentes. La

percepción pública es que en el ámbito oficial al gobierno no le co nviene aceptar esos nexos porque establece ría un en lace entre los bombazos y la política ex terior británica,

como sucedió en Madrid . De manera curiosa, el ataque fue perpet rado a u nos cuantos días del lanzamiento mundial

37. Nikolai Shekel hizo esta declaración enjulio de 2005. La noticia aparece en un medio electrón ico ruso que se puede consultar en la página <http://www. mosnews.com/news/2005/07112/shepel. shtm[>. El Shmel es un lanzador de misi les explosivos o incend iarios que funciona con un cohete. Existe la posibilidad de que, en lugar de un explosivo, las fuerzas especiales hayan lanzado un incendiario y con esto dieran comienzo al desenlace con tan deplorables resultado s.

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del sexro lib ro de la escritora ]. K. Rowlin g, que tiene como

héroe ju ve nil a Harry Porre r, lo que hizo redoblar la vigi­

la nci a, pues una enorme canridad de fanát icos se di eron

cita en Londres para adquirir el libro y ce lebrar a super­

sonaje favoriro. A pesa r de ello , el 2 1 de julio se trató de

repe tir el ataque, pero todo quedó en el in ten ro. De nueva

cuenra se n·a taba de tres líneas de metro y un aurobús. En

m ayo d e 2006 se sigue exigiendo la reali zac ión de audien­

cias pública s para determinar si en efecto la autoría es de

a l-Qaeda y los atenrados vinieron como consecuencia de

la política ex terior británica. A l mismo tiempo, un comité

parlamenrario determinó (elll de mayo de 2006) que "no

hubo neg ligencia de los servicios de inreligencia británicos

para detener los bombazos del 7 de julio". Por lo visto, hay un

divorcio entre el gobierno y la opinión pública o, al menos,

ana li za n de muy distintas forma s el problema.

La reseña de estos atentados posteriores alll de septiem­

bre de 2001 refuerza el planteamiento aquí presentado, en

el senrido de que la guerra contra el terrorismo no ha hecho

más que despertar al monstruo. Mientras se siga por este ca­

mino de confrontación directa, sin escuchar a nadie ni bus­

car las causas que engendran al terrori smo y los terroristas,

ninguna guerra servirá para otra cosa que como propaganda

de los gobiernos y medio de enriquecimiento para algunos

fabricantes de armamento.

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Podría pensarse de var ias maneras, pero no cabe duda de

que la torpeza de establecer el ll amado eje deL maL provocó que,

si no pensaban en ar marse hasta los di entes, luego de ve rse

en el espejo de Irak, los gob iernos ta nto de Co rea del Norte

como de Irán decidieron hace rlo para di suadir a los es tado ­

unidenses . La guerra contra el terror, enfocada en países bien

determinados por la política es tadounidense, ha estancado

los avances del desa rme en lo que toca a las a rmas de destruc­

ción masiva y no se ve cómo podría lograrse la reactivac ión

de ta les esfuerzos. @]