BIOETICA-1

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INTRODUCCION

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INTRODUCCION

BIOETICA1. DEFINICION:El trmino biotica fue utilizado por primera vez por V. R. Potter hace poco ms de treinta aos (Potter, 1970). Con este trmino aluda Potter a los problemas que el inaudito desarrollo de la tecnologa plantea a un mundo en plena crisis de valores. Urga as a superar la actual ruptura entre la Ciencia y la Tecnologa de una parte y las Humanidades de otra. sta fisura hunde sus races en la asimetra existente entre el enorme desarrollo tecnolgicoactual que otorga al hombre el poder de manipular la intimidad del ser humano y alterar el medio, y la ausencia de un aumento correlativo en susentido de responsabilidadpor el que habra de obligarse a s mismo a orientar este nuevo poder en beneficio del propio hombre y de su entorno natural.2. ALCANCE DE LA BIOTICALa biotica no slo trata las cuestiones morales en el mbito de la biomedicina, sino que adems incluye: Cuestiones epistemolgicas: modelos explicativos sobre la conducta humana (p.ej. debate entre el determinismo biolgico y la influencia ambiental), metforas y modelos sobre el papel de los genes, etc. Cuestiones ontolgicas (estatuto de lo humano al comienzo y al final de la vida; estado vegetativo persistente; relacin entre la dotacin gentica y la identidad del individuo, etc.).La biotica se desarrolla en el contexto de una sociedad pluralista, ajena a los grandes relatos unificadores de tipo religioso o ideolgico. Por lo tanto, la biotica es una tica civil que se sustenta en la racionalidad humana secularizada, capaz de ser compartida por todos, en un terreno filosfico neutro. Como dice Marciano Vidal (1989) "ms all de un ordenamiento jurdico y deontolgico, y ms ac de las convicciones religiosas". Es una tica laica, racional, que formula la dimensin moral de la vida humana en cuanto sta tiene de repercusin para la convivencia ciudadana en general. Pero con la consciencia de las limitaciones de la razn, es decir, evitando el racionalismo ingenuo. Es una tica pluralista: acepta la diversidad de enfoques, desde los que se intenta construir un acuerdo moral en una unidad superior. Es una tica "mnima" (Adela Cortina), es decir, el mnimo comn denominador moral de una sociedad pluralista, que garantiza al mismo tiempo la diversidad de proyectos humanos (culturales, religiosos, etc.). Sus contenidos se van descubriendo tras evaluacin y discusin crtica, por sucesivas convergencias surgidas de la comn racionalidad humana. Se trata, pues, de una tica dinmica y enraizada en la historia, que acepta moverse provisionalmente en la duda y en la perplejidad, pero que avanza hacia niveles cada vez mayores de bsqueda del bien y de la justicia para toda la humanidad, contrastando sus conclusiones continuamente con la realidad de cada momento y de cada cultura.3. FUNDAMENTOS DE LA BIOETICA

3.1. Valor absoluto de la persona: Deriva de la idea kantiana de que las personas no son meros medios, sino fines en s mismas. Sin embargo, nos encontramos con problemas que no se han resuelto de modo unnime: dependiendo del estatuto ontolgico que se conceda a los no nacidos (embrin, feto), se hace necesaria o no la misma consideracin que a la vida humana nacida. La determinacin del estatuto del embrin no depende solamente de datos biolgicos, sino de consideraciones sociales y culturales no compartidas por todos, aunque ello no debe dar pie al relativismo, sino que debe animar a seguir buscando y debatiendo.El valor de la persona humana es una intuicin o "a priori" que sirve de marco referencial para elaborar la biotica. Por lo tanto, el ser humano tiene dignidad, y no precio. De aqu se deriva el que todas las personas merecen la misma y absoluta consideracin y respeto.4. LOS CUATRO PRINCIPIOS DE LA BIOTICAPretenden dar contenido al esbozo moral que supone la declaracin del valor y dignidad de la persona.4.1. Principio de no maleficenciaEste principio ya se formul en la medicina hipocrtica:Primum non nocere, es decir, ante todo, no hacer dao al paciente. Se trata de respetar la integridad fsica y psicolgica de la vida humana. Es relevante ante el avance de la ciencia y la tecnologa, porque muchas tcnicas pueden acarrear daos o riesgos. En la evaluacin del equilibrio entre daos-beneficios, se puede cometer la falacia de creer que ambas magnitudes son equivalentes o reducibles a anlisis cuantitativo. Un ejemplo actual sera evaluar el posible dao que pudieran ocasionar organismos genticamente manipulados, o el intento de una terapia gnica que acarreara consecuencias negativas para el individuo.4.2. Principio de beneficenciaSe trata de la obligacin de hacer el bien. Es otro de los principios clsicos hipocrticos. El problema es que hasta hace poco, el mdico poda imponer su propia manera de hacer el bien sin contar con el consentimiento del paciente (modelo paternalista de relacin mdico-paciente). Por lo tanto, actualmente este principio viene matizado por el respeto a la autonoma del paciente, a sus valores, cosmovisiones y deseos. No es lcito imponer a otro nuestra propia idea del bien.Este principio positivo de beneficencia no es tan fuerte como el negativo de evitar hacer dao. No se puede buscar hacer un bien a costa de originar daos: por ejemplo, el "bien" de la experimentacin en humanos (para hacer avanzar la medicina) no se puede hacer sin contar con el consentimiento de los sujetos, y menos sometindolos a riesgos desmedidos o infligindoles daos. Como diceHans Jonas(1997 edicin espaola), aunque la humanidad tiene un inters en el avance de la ciencia, nadie puede imponer a otros que se sacrifiquen para tal fin. Matizado de esta manera, el principio de beneficencia apoya el concepto de innovar y experimentar para lograr beneficios futuros para la humanidad, y el de ayudar a otros (especialmente a los ms desprotegidos) a alcanzar mayores cotas de bienestar, salud, cultura, etc., segn sus propios intereses y valores.Tambin se puede usar este principio (junto con el de justicia) para reforzar la obligacin moral de transferir tecnologas a pases desfavorecidos con objeto de salvar vidas humanas y satisfacer sus necesidades bsicas.4.3. Principio de autonoma o de libertad de decisinSe puede definir como la obligacin de respetar los valores y opciones personales de cada individuo en aquellas decisiones bsicas que le ataen vitalmente. Supone el derecho incluso a equivocarse a la hora de hacer uno mismo su propia eleccin. De aqu se deriva el consentimiento libre e informado de la tica mdica actual.4.4. Principio de justiciaConsiste en el reparto equitativo de cargas y beneficios en el mbito del bienestar vital, evitando la discriminacin en el acceso a los recursos sanitarios. Este principio impone lmites al de autonoma, ya que pretende que la autonoma de cada individuo no atente a la vida, libertad y dems derechos bsicos de las otras personas.Se pueden plantear conflictos no slo entre miembros coetneos de un mismo pas, sino entre miembros de pases diferentes (p. ej., acceso desigual a recursos naturales bsicos), e incluso se habla de justicia para con las generaciones futuras.Nuestra cultura ha sido ms sensible al principio de autonoma, a costa del principio de justicia, pero es posible que la misma crisis ecolgica nos obligue a cambiar este nfasis. La justicia e igualdad de los derechos de los seres humanos actuales y la preservacin de condiciones viables y sostenibles para las generaciones futuras pueden hacer aconsejable, e incluso obligatoria, una cierta limitacin del principio de autonoma, sobre todo en una sociedad de mercado que espolea el deseo desmedido de nuevos servicios y bienes, y en la que el individuo atomizado reclama ilimitadamente "derechos" de modo narcisista.Los pases industrializados, con menos poblacin que los pases pobres, contaminan ms y derrochan ms recursos. Las sociedades opulentas deberan bajar del pedestal la autonoma desmedida que va en detrimento del desarrollo justo y viable para todos.5. EJEMPLO DE PAPEREJEMPLO 1: BIOETICA Y CLONACIONINTRODUCCIN

La clonacin constituye un tipo de reproduccin asexual mediante la cual el producto o descendencia conserva el mismo genoma que el individuo parental. Evolutivamente la reproduccin asexual es anterior a la reproduccin sexual. Efectivamente, aquella es la condicin primitiva de los organismos vivos. Sin embargo la predominancia evolutiva de la sexualidad sobre la asexualidad, a pesar del "costo biolgico" de esta nueva forma de reproduccin, se explica por sus enormes ventajas adaptativas para individuos y especies.

En lo que se refiere al significado biolgico de la clonacin humana y a los eventuales riesgos que sta entraara, las experiencias en mamferos han sido tiles y contundentes para algunas presunciones. Sabemos que un mismo gen puede tener, en un individuo, expresin variable segn provenga de su madre o de su padre. De este fenmeno de imprinting, desconocido hasta hace poco tiempo, recin comienzan a evaluarse sus consecuencias. Por lo pronto, se sabe que no slo los genes estn sometidos a imprinting, sino tambin trozos de cromosomas y hasta cromosomas completos. Cuando un individuo es producto de una dotacin gentica uniparental, como ocurre en la clonacin, se pueden suponer alteraciones de imprinting por metilacin defectuosa o ausente o hipermetilacin de secuencias codificantes.Estas y otras modificaciones relacionadas con este mecanismo de expresin diferencial significan una probabilidad aumentada para malformaciones, para envejecimiento prematuro y para cncer. Esto est ampliamente probado en animales inferiores e incluso en mamferos.

Tambin se debern conocer mejor los aspectos regulatorios de la accin gnica, y an los mecanismos epigenticos que tanto tienen que ver con las relaciones intercelulares y la definicin de ejes y segmentos corporales. Las interrogantes que surgen son: Cul es el futuro de individuos as dotados desde el punto de vista de su salud y de su capacidad reproductiva? Cmo se modificara el acervo gentico poblacional segn la proporcin de individuos gestados de esta manera? Teniendo en cuenta que una peligrosa disminucin de la variabilidad gentica atentara contra la existencia misma de la especie humana cul es el lmite del riesgo?1. Conceptos de clonacinDe acuerdo con su aspecto reproductivo, clonar es aislar y multiplicar un segmento del genoma, sin embargo, en un contexto ms amplio, significa obtener uno o varios individuos a partir de una clula de otro individuo, de modo que las especies clonadas son idnticas o casi idnticas al original.Con la clonacin se consigue que el individuo posea los mismos genes que el padre o la madre. Se puede obtener entonces lo mismo hombre o mujer con esta tcnica, la reproduccin sexual es sustituida por la artificial, sin embargo, los genes los aporta un nico individuo cuyo descendiente tendr los mismos genes, aunque est demostrado cientficamente que es posible que sus rasgos puedan variar. No es posible conseguir una copia exacta respecto al fsico, cada persona tiene grupos de clulas que se activan en un determinado momento, que dan lugar a cambios en su imagen. Su personalidad por suerte, tampoco sera idntica, puesto que se encuentra influenciada en parte por el modo de educacin, las motivaciones que reciba y el entorno en que crezca y se desarrolle, adems, si una persona tuviera una determinada enfermedad hereditaria, mientras que con la reproduccin sexual slo hay un determinado porcentaje de transmisin a los descendientes, con la clonacin este porcentaje sera del 100 % de que la contraigan, puesto que con la manipulacin gentica no es posible corregir los defectos. Al ser tratados los genes humanos, puede producirse ms fcilmente una mutacin.1.1. Tipos de clonacin:

La clonacin se puede clasificar en dos tipos segn su finalidad. Reproductiva: Con el objetivo de crear personas idnticas. Teraputica: Se limita a la obtencin de embriones y a partir de ellos obtener clulas madres para tratar enfermedades, no se encamina a la obtencin de un individuo, sino a la manipulacin de clulas embrionarias, a partir del cual se puedan desarrollar tratamientos de todo tipo. Las clulas embrionarias pueden generar cualquiera de los 200 tejidos del ser humano, siendo una tcnica esperanzadora para la eliminacin de trasplantes y enfermedades de degeneracin como Alzheimer y Parkinson. Mundialmente la clonacin ha tomado estas dos vertientes muy distintas: la clonacin para lograr un ser idntico al donante de la informacin gentica, ambicionada por personas que pierden un ser querido y desean una copia del mismo, aunque tambin se plantea que se pudiera clonar personalidades e la ciencia para que su conocimiento perdure a otras generaciones, aunque es sabido que los experimentos demuestran que solo se copian sus caractersticas fsicas y no intelectuales. La otra rama de obtencin de embriones con fines teraputicos.

Uno de los campos que mayoritariamente utiliza la clonacin es la medicina, pero sus investigaciones debern estar encaminadas a beneficiar la salud y el bienestar del pueblo, mejorar el conocimiento gentico y psicolgico, posibilitar un mejor estudio de las enfermedades que atacan a los seres humanos, producir protenas, sustancias importantes para el desarrollo y rganos o tejidos para trasplantes. El desarrollo de la ciencia, pone en nuestras manos mucho poder, su mal uso podra llevarnos a la autodestruccin. En el contexto del descubrimiento de Einstein de la teora de la relatividad, que fue utilizada por otros cientficos para lograr la fisin del tomo y la creacin y puesta en prctica de la bomba atmica, surge el descubrimiento de la biologa molecular y con ello la manipulacin gentica y tcnicas de clonacin.Es importante destacar que la aplicacin de tcnicas de clonacin en seres humanos, muchas de las clulas madres, pasan a ser clulas tumorales, trayendo consigo que muchas personas que reciben el tratamiento padezcan de tumores. Varios cientficos en el mundo se mantienen al margen de aplicar estos descubrimientos.Con la clonacin se alimenta la idea de que algunos hombres pueden tener un dominio total sobre la existencia de los dems, hasta el punto de programar su identidad biolgica la cual se selecciona sobre la base de criterios arbitrarios.Una aplicacin positiva de la clonacin seria con el fin de perpetuar animales con caractersticas especiales, para la produccin de alimentos, frmacos, rganos para trasplantes.

Los gobiernos hablan muchas veces de la clonacin de la vaca Ubre Blanca que implanto record de produccin de leche. La clonacin de especies como esta contribuira en gran medida a aliviar la situacin imperante actualmente con los alimentos. Actualmente se generan gemelos, en una situacin aunque no abundante muy comn en la sociedad, pero los genes de los gemelos tienen el legado de varias generaciones de antecesores que constituyen la idiosincrasia de cada persona y cada nacin. La clonacin humana violara el patrimonio gentico de la sociedad.

Como ejemplo en Cuba se trabaja en la clonacin de animales desde 1991, con embriones de vaca y de conejo. Pero no se autoriza la realizacin de estudios referente a la clonacin de seres humanos, porque como lo ha mencionado en varias ocasiones el Dr. Ovidio Castro: lo impiden los principios ticos que sostienen nuestra sociedad y en consecuencia, amparan nuestro desarrollo cientfico. Resulta necesario experimentar con las tcnicas de clonacin, existe una decisin estratgica de continuar en nuestro pas, con esta lnea de investigacin. La Biotica traza las pautas para conciliar los valores que aporta una solucin cientfica, con los peligros que sta puede reportar, la finalidad de la ciencia debe ser servir a la humanidad, y no causarle prejuicio.

1.2. Biotica aplicada a la Clonacin teraputica

Dado el potencial beneficio para la Humanidad que conlleva esta tcnica, se debe considerar lcita la clonacin de embriones humanos para su posterior utilizacin (despus de disgregar el embrin clnico) como fuente de clulas troncostem cells. Posteriormente, a partir de estas clulas se obtendrn determinados tejidos compatibles con el progenitor que se trasplantaran a ste. Este procedimiento ha sido bautizado terminolgicamente por algunos con el nombre declonacin teraputica, y se tratara de una tcnica con indicacin de tipo mdico. En cambio para otros, entre los que me sito, este procedimiento supondra una instrumentalizacin de un ser humano por terceros, que ira en contra de la inviolabilidad de todo hombre y de su consideracin como fin y nunca como medio. Atendiendo a este ltimo criterio, considero que no puede hablarse de clonacinteraputica, que tendra una valoracin tica aceptable, oponindola a clonacinreproductiva, que sera rechazable. No existe, como algunos autores han indicado, una clonacin blanda lcita, y otra dura, ilcita. Poner adjetivos puede que semnticamente responda bien al objetivo utilitarista que subyace en tal estrategia del lenguaje -contraponer el potencial beneficio para la Humanidad, frente a obstaculizar la ciencia en su lucha contra la enfermedad-, pero, considerando la accin en s misma, se aprecia claramente que clonar es una accin reproductiva independientemente del fin subjetivo que se le d al producto de tal reproduccin, sea destruirlo al poco tiempo, o dejarlo crecer y nacer. No se ve cmo el paso del tiempo puede cambiar substancialmente la misma accin de generar un nuevo ser humano asexualmente. Es ms, la intencin de crearlos para destruirlos agrava ms la situacin de la eufemsticamente denominada clonacinteraputica, al convertirla en una nueva forma mortal de esclavitud por la que unos seres humanos son creados para provecho de otros; un abuso de los ms fuertes sobre los dbiles, una disposicin de unos por otros, contraria a la igualdad de todos los seres humanos. As pues, destruir a unos seres humanos para salvar a otros parece algo contradictorio y opuesto a la pretendida finalidad humanitaria con que nos quieren justificar la clonacin teraputica. Adems, incrementara el grado de desproteccin en que, poco a poco, se ve envuelto el embrin humano. No slo sera, como es en la actualidad, un medio para satisfacer los deseos reproductivos de una pareja, sino que adquirira un grado ms de cosificacin. Simplemente se tratara de un material biolgico sujeto a las leyes del mercado, o a intereses sanitarios, personales o sociales. 1.3. Sobre el estatuto tico de la clonacinEn Espaa en el ao 2009 fueron ratificadas las Conclusiones y Recomendaciones del Comit de expertos sobre Biotica y Clonacin.Conclusiones y Reflexiones

Los bioeticistas pueden comenzar por aclarar el conjunto de errores obvios y problemas falsos. La clonacin produce una copia gentica, pero no una fotocopia de una persona. Un clon gentico es una persona diferente que tendr un ambiente, oportunidades, suerte elecciones, un espritu o un alma distintos. Un clon de Einstein podra utilizar su inteligencia superior para crear un crculo de drogas a nivel mundial. No se puede clonar la voluntad de libertad. El entorno, en especial el familiar, an sigue teniendo una gran influencia en lo que algn da llegaremos a ser. Un nio clonado puede ser muy diferente del hermano que se utiliz para el experimento slo debido a la influencia del lugar en la familia. Los clones se vern parecidos, pero no tendrn la misma experiencia y, por consiguiente, sern distintos. Sabemos que esto resulta cierto de acuerdo a lo que conocemos acerca de los gemelos monocigotos que constituyen clones naturales. Por otra parte, cualquier consideracin tica seria de la clonacin debe tomar en consideracin el hecho de que los seres humanos tienen la capacidad tanto para distinguir el bien como el mal. No se descuenta ninguna posibilidad. A medida que avanza la ciencia gentica, pueden emerger muchos beneficios de la clonacin. Sin embargo, incluso los beneficios objetivos pueden ser socavados por actitudes y disposiciones humanas de naturaleza negativa. Las personalidades narcisistas pueden hacer uso de la clonacin para satisfacer sus almas enfermas de egocentrismo o para tramar sus propias versiones acerca de la inmoralidad. La gente envidiosa y ambiciosa usara la clonacin para obtener dinero. Los individuos enfermos por conseguir poder usaran la clonacin para aumentar su dominio sobre los otros. El potencial humano por la maldad es un hecho real y no se puede dejar de lado de las consideraciones acerca de la tica de la clonacin.

Si bien la clonacin puede beneficiar al ser humano a encontrar la cura a numerosas enfermedades y trastornos, es necesario realizar un seguimiento a nivel mundial de las actividades que se realizan en materia de clonacin, generalmente cuando los experimentos son aplicados en animales solo es cuestin de tiempo y dinero que se apliquen en seres humanos, lo que provocara una violacin a los principios ticos, adems los resultados pueden ser utilizados en contra del propio hombre, se ha estudiado que se puede obtener seres humanos con caractersticas fsicas especiales, si le unimos que la conciencia gira en torno a la educacin y el ambiente que rodea al individuo, resultara peligroso si no se controla.EJEMPLO 2:Reproduccin humana asistida: los problemas que suscita desde la biotica y el derecho. Resumen:El artculo trata de los problemas ticos y jurdicos que surgen a raz de la puesta en prctica de tcnicas de reproduccin asistida, al querer determinar la paternidad o poder elegir el sexo de un embrin viable, entre otros. La reflexin sobre la reproduccin humana asistida permite diversos enfoques complementarios: Las ciencias sociales propician los planteamientos interdisciplinares: el punto de vista del jurista se enriquece con la consideracin de los que defienden los diversos colectivos implicados. La reproduccin no solo es un asunto individual sino tambin social. El objetivo de este artculo es reflexionar desde un punto de vista biotico sobre las normas que regulan las tcnicas utilizadas en la reproduccin asistida. Las cuestiones clave que se analizan hacen referencia a la proteccin de los derechos humanos de los distintos implicados, los problemas de los donantes, el estatuto del embrin, el diagnstico pre- natal, la informacin y el consentimiento de la mujer, la distribucin de recursos y la igualdad de acceso a las tcnicas.Al hablar de modelos de reproduccin hoy es preciso considerar una posibilidad absolutamente nueva: la reproduccin asistida, cuyas tcnicas otorgan la posibilidad de ser padres, biolgicamente, a algunas personas que sin la ayuda de estos adelantos biotecnolgicos no habran tenido descendencia. Estas tcnicas suelen ser uno de los primeros aspectos regulados cuando los Estados quieren normativizar problemas de biotica y nuevas tecnologas. Precisamente porque obligan a considerar desde un punto de vista nuevo muchas cuestiones que se daban por resueltas de forma tradicional y porque, junto a los indudables beneficios que suponen, se encuentran implcitas posibilidades de abuso. El problema de las relaciones entre la ley y la moral (siempre central en la biotica), reaparece y se reaviva cuando no hay un consenso realmente establecido y se pide que sea el derecho quien lo establezca.Antes de tomar decisin alguna sobre la utilizacin de las nuevas tecnologas hay que evaluarlas detenidamente: Cules son las consideraciones de carcter tico que nos ayudan a decidir? Podemos justificar los fines y los medios empleados? Cules son los valores relevantes para justificar los objetivos y el uso legtimo de las tecnologas reproductivas y de la investigacin que se lleva a cabo median- te las mismas? Existen responsabilidades con respecto a consecuencias no buscadas?Conviene tener presente que la proteccin de los derechos humanos es la lnea bsica del razonamiento moral y jurdico. Junto con las valiosas orientaciones que proporcionan estas pautas, hay que tomar en consideracin que los mdicos y los poderes pblicos tienen la obligacin de atender la sanidad, y ello incluye la tecnologa disponible, por otro lado la Constitucin considera la libertad de investigacin como un derecho fundamental. La dignidad humana queda afectada por las nuevas formas reproductivas?, por la experimentacin con embriones? El derecho a la vida tradicional- mente interpretado de forma que su primera colisin tena lugar con el derecho al aborto, queda implicado en los problemas de las transferencias de embriones, las reducciones embrionarias o los embriones sobrantes?, qu opinar sobre el diagnstico preconcepcional y preimplantatorio?, sobre el diagnstico prenatal y el consejo gentico?El derecho a crear una familia, se altera por las nuevas posibilidades que sur- gen: alquiler de teros, inseminacin de mujeres solas, donaciones de vulos?,La paternidad? Los derechos de la mujer, no sufrirn retrocesos al perder el control de su propio cuerpo como resultado de la absoluta medicalizacin de las decisiones?, se crean nuevas necesidades y nuevas desilusiones?, la informacin es suficiente?, el consentimiento es verdaderamente informado? Desde el punto de vista de los seres no autnomos, qu decir en cuanto a los derechos del hijo? El derecho a la asistencia y al cuidado de la madre, puede extender- se a los nuevos procedimientos?, sin limitacin alguna? La igualdad de acceso a las prestaciones sanitarias, podr garantizarse teniendo en cuenta que el presupuesto sanitario es necesariamente limitado y los gastos de salud siempre crecientes? Para todos los especialistas sean mdicos, bilogos, juristas, socilogos, filsofos, educadores, etc., las posibilidades que presentan las nuevas tecnologas reproductivas llevan consigo dilemas difciles de resolver3. Las decisiones a tomar se han incrementado de manera vertiginosa y obligan a someter a revisin los planteamientos habitualmente aceptados.La reproduccin asistida plantea de forma especialmente sealada los tradicionales problemas de las relaciones entre el mdico y el paciente19: informacin, consentimiento, confidencialidad, etc. El diagnstico prenatal y el consejo gentico se constituyen en ejemplos paradigmticos, ms an si se les pone en relacin con el problema del aborto, y si se tiene en cuenta el hecho de que no son tcnicas curativas sino que su xito se limita a solucionar el problema para una sola vez.Tras las nuevas tecnologas se evidencia que subyacen los mismos planteamientos tradicionalmente patriarcales. Lo que se presenta como un logro para la mujer tiene importantes costos que deben ser tenidos en cuenta, ya que una vez iniciado el proceso el control del mismo escapa totalmente de sus manos y lo que se plantea como una nueva opcin reproductiva puede devenir una nueva forma de opresin. Debe ponerse de manifiesto la existencia de otras opciones alternativas, como la adopcin. Debe considerarse que las tasas de xito son bajas, especialmente en algunas de las tcnicas de reproduccin asistida. Y si fracasan, el tener que aceptar la esterilidad de forma reitera- da y definitiva genera nuevos sufrimientos.Jacques Testar, padre del primer beb probeta francs, Amandine, ha sealado reiteradamente que estas tcnicas no son inocuas y que no pueden ser consideradas neutrales. Su conocido texto El embrin transparente24, pone de manifiesto los peligros del xito en s mismo: del beb probeta al beb espectculo, y nos recuerda que si bien la inteligencia humana tiene la virtud de adaptar al hombre a su entorno dndole los medios para resolver los pequeos problemas, esta misma inmediatez le absorbe y le ahorra plantearse problemas graves de ms largo alcance, convirtindolo en un inadaptado del universo. La misma aceptacin social antes mencionada conoce sin embargo ciertos lmites. No suele aceptarse fcilmente ni la maternidad de alquiler ni la aplicacin de estas tcnicas como medio para dar hijos a parejas de mujeres homosexuales; en este sentido se plantean problemas semejantes a los que se suscitan con la adopcin.Tanto desde el punto de vista jurdico, como del tico, del mdico o del sociolgico la libre eleccin del sexo de los hijos genera problemas que pueden ser resueltos de distinta forma si se considera la cuestin como una decisin individual, simplemente, o como algo que repercute en la comunidad misma. Esto nos lleva al dilema fundamental entre los derechos del individuo y los del grupo: hasta dnde puede pedirse al individuo que renuncie a sus mejores intereses en nombre de una colectividad genrica? La propia concepcin del mundo y de la sociedad sern determinantes a la hora de identificar los intereses en juego y de establecer cules deben ser los valores a proteger y su jerarquizacin. Las conclusiones a que se llegue deben ser cotejadas con las del conjunto de la sociedad en una discusin libre e informada. La existencia de una determinada regulacin legal no cierra el asunto de manera definitiva: las interrelaciones entre las normas jurdicas y la sociedad son mutuas, y de esta influencia se deriva en gran medida la evolucin y la vida de ambos.CONCLUSIONES La aplicacin consciente y consecuente de los principios de la Biotica llevan, a todas aquellas personas responsabilizadas con las investigaciones y la prestacin de servicios biomdicos, a una mayorcompetenciay mejor desempeo en el ejercicio de sus actividades, hacia una excelencia investigativo asistencial en el campo de la Biomedicina.

El necesario e indetenible desarrollo de la tecnologa mdica, en su aplicacin concreta, puede conllevar la vulnerabilidad de los principios bioticos, sobre todo, el de la justicia y el de la beneficencia, con detrimento de los beneficios que se pretenden alcanzar en los sujetos implicados.

EJEMPLO 3.BIOTICA DEL CONTROL DEMOGRFICO DE LA POBLACINEn primer lugar podemos decir, aunque parezca excesivo o muy negativo, que la situacin moral global de nuestro mundo no alcanza los mnimos ticos definidos por los principios de no-maleficencia o justicia. El dato incontestable de la muerte diaria de millones de personas supone, en primer lugar un enorme quebranto colectivo del principio de no-maleficencia. En segundo lugar, dado que esas muertes son en gran medida el fruto de la actual estructura de la economa internacional, ponen de manifiesto una violacin constante del principio de justicia. Por su parte, la evidencia cada vez mayor de que estamos produciendo un serio dao ecolgico a nuestro planeta, traduce tambin un quebranto permanente del principio de no-maleficencia aplicado tanto a la Humanidad actual, como a la futura, como a la Naturaleza como un todo. Por tanto, aunque planteemos unas polticas, estrategias o tcticas de limitacin de la natalidad escrupulosamente respetuosas con los principios de no-maleficencia, justicia y beneficencia, si simultneamente no actuamos sobre el problema del desarrollo y del medio ambiente, elevaremos bien poco el nivel colectivo de moralidad, dada la sealada interdependencia de los tres factores. El principio de no-maleficencia: Nos obliga a lo siguiente a) Evitar el dao fsico y / o psicolgico a quien usa dichos mtodos o a su potencial descendencia, lo que excluye ya directamente el aborto y el infanticidio como mtodos que puedan promoverse en los programas de planificacin familiar, los procedimientos de control de la natalidad que se utilicen debern, en cada caso: carecer de contraindicaciones tener eficacia suficiente mostrar un adecuado balance riesgo / beneficio a corto, medio y largo plazo, tanto para la usuaria o usuario como para su descendencia realizarse en contextos higinicos y ambientales adecuados que minimicen dichos riesgos y garanticen una adecuada efectividad. b) Respetar las decisiones autnomas de las personas. Esto implica que la adopcin de un determinado procedimiento de control de la natalidad debe ser, en cada caso: Primero una decisin libre y voluntaria. Esto implica a su vez satisfacer varios requisitos. En primer lugar no puede existir coaccin de ningn tipo. La coaccin ha sido ampliamente usada en muchas estrategias de limitacin de la natalidad, como por ejemplo las desplegadas en China, donde se ha llegado a secuestrar a las mujeres embarazadas del segundo hijo para trasladarlas a clnicas y obligarlas a abortar. En segundo lugar debe evitarse la manipulacin, existe manipulacin cuando se reducen intencionadamente las opciones que tiene una persona para forzarle a escoger en una determinada forma, cuando se emplean argumentos tendenciosos, falsos o se proporcionan informaciones incompletas (manipulacin del proceso de informacin) y cuando se apela a la emotividad mediante la adulacin, la sugestin subliminal o la induccin de sentimientos de culpa (manipulacin psicolgica). Todas ellas han sido empleadas a lo largo de la historia para realizar control de la natalidad. Por ltimo debe evitarse el dominio. El dominio aparece cuando el sujeto permanece inmerso en un medio ambiente, en una estructura social u organizativa dominada por personajes con poder que le dicen de manera directa o indirecta cmo debera comportarse. Las situaciones de dominio tambin han sido muy frecuentes en las polticas de control de la natalidad, cuando la toma de decisiones tena que hacerse teniendo enfrente a un funcionario gubernamental, un coordinador de salud del barrio, un jefe de tribu, un mdico o un militar. Lo que s parece en cambio que no lesiona la libertad de las personas es el uso de la persuasin. La persuasin se diferencia de la coaccin en que no contiene amenazas, y de la manipulacin en que no trata de propiciar una determinada respuesta mediante argumentos falsos o emotivistas, o mediante informaciones sesgadas. Lo caracterstico de la persuasin es el tratar de convencer a la persona de que una determinada opcin es la mejor exclusivamente mediante argumentos razonables y veraces. La persuasin es bsica en toda relacin sanitaria y su uso es beneficente. Una cuestin enormemente debatida es la potencial limitacin de la libertad que pueden inducir los incentivos monetarios, materiales, de servicios o de otro tipo- que con frecuencia incluyen muchos programas antinatalistas Obviamente los incentivos pueden situarse en un continuum que los lleva desde simples argumentos persuasivos a deleznables instrumentos de coaccin como los incentivos negativos o punitivos- pasando por sinuosas estrategias manipuladoras. Si es monetario, y en tal caso de su cuanta en relacin al poder adquisitivo del que lo recibe, si es material alimentos, medicinas, etc o si es un servicio mejor atencin sanitaria, mayores facilidades en el acceso a la educacin, a la vivienda, etc Si quien recibe el incentivo es slo aquel a quien se le aplica el mtodo o tambin quien lo aplica, o quien atrajo el paciente al programa, o si es toda una comunidad la incentivada. Si la conducta a inducir es la esterilizacin la ms frecuentemente incentivada-, el aborto, el uso de pastillas o la simple inexistencia de embarazo en un perodo de tiempo de terminado. Si el afectado por la incentivacin positiva o negativa es slo el que decide sobre el mtodo de limitacin de la natalidad, o puede ser tambin su descendencia caso de las penalizaciones econmicas por exceso de natalidad- o toda su comunidad. Si el incentivo es positivo premio- o una penalizacin castigo Un caso especial de incentivacin es la que afecta, no ya a los individuos, sino a los Estado. Esta incentivacin proviene de organismos internacionales pblicos o privados, y puede tener una forma positiva, mediante la concesin de fondos para la puesta en marcha de programas de control de la natalidad, o una forma negativa, mediante el condicionamiento de ayudas o crditos para otros fines habitualmente para el desarrollo a la puesta en marcha de dichos programas antinatalistas. La incentivacin positiva plantea en este caso el grado de implicacin que tendr el organismo financiador en la tctica de diseo y aplicacin del programa. Dicha implicacin ser legtima si el organismo logra un equilibrio adecuado entre la visin que el pas tiene de las dimensiones y causas de su exceso de poblacin y de los mtodos que pueden resultar ms adecuados para solucionarlo y la bsqueda de la mayor efectividad y eficiencia por la organizacin, todo ello en un marco de respeto a los Derechos humanos. Esto ltimo es muy importante, porque una organizacin internacional no debera nunca financiar programas maleficentes o injustos, y si lo hace liga su destino moral como organizacin al de ese programa. La incentivacin negativa es, con frecuencia, una estrategia coactiva de claros tintes malthusianos, practicada con frecuencia, entre otros, por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que resulta difcil de justificar porque parece violar gravemente el principio de justicia. La cuestin de la libertad de la persona para reconsiderar la decisin adoptada y decidir, por tanto, su suspensin, es otra cuestin debatida. En particular se ha planteado en el caso de mtodos que requieren personal sanitario entrenado para su colocacin y retirada, como es el caso de los DIUs o de los implantes subdrmicos de anticoncepcitovos hormonales. No ha sido infrecuente que los programas planteen dificultades a las usuarias hacindolas pagar dinero por ello- alegando, por un lado la lesin que ello produce en la efectividad del programa y, por otro, un presunto incremento del coste del mismo. Sin embargo este tipo de razonamientos parecen poco consistentes y, por tanto, dichas prcticas suponen una forma inaceptable de limitar el derecho a la libre autodeterminacin de las personas. - Segundo, una decisin informada. Esto tambin implica a su vez tres requisitos Que la informacin sea suficiente. Para ello debe contener datos acerca del objetivo del procedimiento, la forma de realizarse, los beneficios esperados, los riesgos y efectos secundarios ms importantes, las consecuencias sobre todo en el caso de procedimientos irreversibles- y las alternativas reales que estn disponibles en ese momento. Que la informacin sea veraz. Es decir, que no est falseada o sesgada. Que la informacin sea comprensible. Es decir, que se trasmita al interesado o interesado de tal manera que pueda comprenderla adecuadamente. La historia de los programas de control de la natalidad est plagada de ejemplos en los que ninguno de estos requisitos resultaba adecuadamente cumplido. Uno muy clsico es que muchos programas de esterilizacin puestos en marcha en Asia y en algunos pases de Amrica Latina ocultaban sistemticamente la irreversibilidad del mtodo o sus posibles complicaciones. Tercero, quien toma la decisin debe ser un sujeto capaz, esto es, con madurez suficiente para adoptarla. Y si el sujeto est incapacitado es un sustituto legalmente reconocido quien podr adoptar dicha decisin en el curso de un procedimiento con garantas ticas y jurdicas adecuadas. Los grupos de personas ms vulnerables en este punto son los menores de edad sin madurez suficiente y los mentalmente discapacitados. PRINCIPIO DE JUSTICIA obliga a lo siguiente: a) Generar estructuras sociales, econmicas, polticas, educativas, culturales y sanitarias que permitan a los ciudadanos alcanzar un grado de bienestar suficiente que les permita poder decidir en libertad en materias de planificacin familiar. Como muy bien seala el Programa de Accin de El Cairo, son las mujeres uno de los grupos ms vulnerables en este punto, por lo que necesitan atenciones y medidas complementarias especficas b) Facilitar el acceso a los mtodos de planificacin familiar a todos los grupos sociales y distribuir, por tanto, cargas y beneficios de forma equitativa entre todos ellos. Esto requiere evitar dirigir la oferta exclusivamente a determinados grupos, como los ms pobres o los grupos indgenas, por un deseo xenfobo de que su poblacin se acorte en mayor medida que las dems, o porque se consideran ms fciles de convencer o extorsionar que otros grupos de mayor nivel cultural o econmico. c) Proporcionar, a todos los participantes en un programa de control de la natalidad, acceso equitativo a la atencin sanitaria que precise la instauracin, seguimiento, y control de dichos procedimientos, as como la atencin sanitaria adecuada de sus complicaciones, efectos secundarios o fallos. PRINCIPIO DE BENEFICENCIA Obliga a promover que los pacientes tomen decisiones autnomas que sean consistentes con sus propias escalas de valores, personales o comunitarias, y con sus planes de vida y de felicidad. Por ello, los programas de control de la natalidad deben procurar que la eleccin de un determinado procedimiento de control de la natalidad sea el resultado de una valoracin conjunta de los implicados y los profesionales del programa en una dinmica de escucha activa mutua y comunicativa. Los procedimientos persuasivos, como dijimos antes, o mejor que todo eso, la educacin para la salud son los procedimientos adecuados para tomar este tipo de decisiones. Slo ellos pueden propiciar realmente la excelencia y hacernos alcanzar elevadas cotas de calidad. Cualquier programa de control de la natalidad, si quiere ser moralmente correcto, debe respetar las reglas emanadas de los principios de no-maleficencia y justicia que acabamos de exponer. Slo en condiciones excepcionales un gobierno o una agencia internacional podr poner en marcha programas que incumplan alguno de esos principios o reglas. Dichas situaciones habrn de ser rigurosamente justificadas en cada caso, y debern estar en vigor slo el tiempo estrictamente necesario para dar salida a la situacin urgente o grave. Adems, todo programa de control de la natalidad deber contener orientaciones para la bsqueda de la excelencia. De nuevo, slo en caso de excepcin, podrn ponerse en marcha programas que, aun respetando los principios de nivel 1, tengan un bajo nivel de excelencia y calidad.

CONCLUSIN. El anlisis aporta un esquema adecuado para revisar crticamente desde el punto de vista moral los programas de control poblacional, incluidos los que tratan de limitar la natalidad. Dichos programas debern ser siempre respetuosos con las normas derivadas de los principios de no-maleficencia y justicia, y los consejos y mandatos extrados del principio de beneficencia, a no ser que se pueda justificar adecuadamente una excepcin a su quebrantamiento. Generar estructuras sociales, econmicas, polticas, educativas, culturales y sanitarias que permitan a los ciudadanos alcanzar un grado de bienestar suficiente que les permita poder decidir en libertad en materias de planificacin familiar como las mujeres uno de los grupos ms vulnerables en este punto, por lo que necesitan atenciones y medidas complementarias especficas . Facilitar el acceso a los mtodos de planificacin familiar a todos los grupos sociales y distribuir, por tanto, cargas y beneficios de forma equitativa entre todos ellos. Esto requiere evitar dirigir la oferta exclusivamente a determinados grupos, como los ms pobres o los grupos indgenas, por un deseo xenfobo de que su poblacin se acorte en mayor medida que las dems, o porque se consideran ms fciles de convencer o extorsionar que otros grupos de mayor nivel cultural o econmico