Bioética. Queremos (Pero No Queremos) Un Mundo Feliz

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La Revolución Industrial es la gran revolución de nuestro tiempo, y así como vamos, pareciera que no tiene para cuando acabar. Gracias a ella, hemos sido beneficiarios directos de bienes y servicios, tecnologías y medicinas que en teoría, van encaminadas hacia el desarrollo en plenitud del hombre. Nos ha dado además una “economía social de mercado” marcada a fuego por el juego de la oferta y la demanda. Multimillonarios e inversionistas alrededor del globo han puesto sus ojos en los distintos productos de nuestra revolución, y como los mecenas actuales, no escatiman en gastos para que la ciencia y la tecnología se perfeccionen cada día más. Pero es aquí cuando encontramos el primer problema. Determinada por el mercado, ciencia y tecnología dejan de preocuparse por las personas (sujetos) y comienzan a prestarle una mayor atención a lo que se produce (objetos). ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar un enfermo de cáncer terminal por un medicamento que le curase su condición? Ahora bien, desde un punto de vista ético es válido preguntarse, ¿es correcto transar en el mercado el bienestar de las personas? ¿Que a demandantes desesperados se les oferten productos destinados –en primer lugar—a beneficiar a los mismos oferentes? Una de las grandes conquistas del ser humano en el campo del desarrollo científico y técnico es la posibilidad de manipular nuestros propios genes, para nuestro propio 1 Las citas de la novela de Huxley son tomadas de la edición en castellano: Editorial de Bolsillo, Mayo 2001, 2° edición, Barcelona.

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análisis somero de la problemática bioética subyacente en la obra Un Mundo Feliz de Aldous Huxley.

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La Revolucin Industrial es la gran revolucin de nuestro tiempo, y as como vamos, pareciera que no tiene para cuando acabar. Gracias a ella, hemos sido beneficiarios directos de bienes y servicios, tecnologas y medicinas que en teora, van encaminadas hacia el desarrollo en plenitud del hombre. Nos ha dado adems una economa social de mercado marcada a fuego por el juego de la oferta y la demanda. Multimillonarios e inversionistas alrededor del globo han puesto sus ojos en los distintos productos de nuestra revolucin, y como los mecenas actuales, no escatiman en gastos para que la ciencia y la tecnologa se perfeccionen cada da ms. Pero es aqu cuando encontramos el primer problema. Determinada por el mercado, ciencia y tecnologa dejan de preocuparse por las personas (sujetos) y comienzan a prestarle una mayor atencin a lo que se produce (objetos). Cunto estara dispuesto a pagar un enfermo de cncer terminal por un medicamento que le curase su condicin?Ahora bien, desde un punto de vista tico es vlido preguntarse, es correcto transar en el mercado el bienestar de las personas? Que a demandantes desesperados se les oferten productos destinados en primer lugara beneficiar a los mismos oferentes?Una de las grandes conquistas del ser humano en el campo del desarrollo cientfico y tcnico es la posibilidad de manipular nuestros propios genes, para nuestro propio beneficio, lo cual trae aparejado un no despreciable nmero de problemos en el campo tico. Otra de las conquistas es la produccin de drogas que ayudan a combatir la depresin y el estrs las condiciones de nuestro tiempopara poder hacer a los sujetos menos desdichados y ms felices.Para poder desarrollar estos dos puntos (manipulaciones biolgico-genticas y produccin masiva de drogas) utilizar Un mundo feliz1 de Aldous Huxley, entendindolo como un testimonio de las preocupaciones de una generacin anterior a la nuestra al problema biotico que se nos presenta. Si bien los contextos (tanto del libro como el actual) son distintos, la interrogante sigue siendo las misma: Hasta dnde hemos de llegar en este frenes de desarrollo cientfico?

1. El problema de la vida: manipulacin biolgica y gentica.Una de las caractersticas de la vida es su imprevisibilidad. Nadie puese saber qu va a suceder con su propia vida o con las del otro. La nica certeza es la muerte. Pero la manipulacin biolgica y gentica pone en duda esta afirmacin que hasta hace poco era casi como un axiomaal poder alargar la vida, transformarla para que los hombre no sufran enfermedades, para que nuestras existencias en este mundo sean ms sanas y plenas.En Un mundo feliz, en tanto, esta maniplacin se lleva al extremo de deshumanizar procesos tan bellos como el parto o la infancia. Todo en nombre del progreso. As, se describe el proceso de la vida, desde la fecundacin2, pasando por la incubacin, el parto y la infancia.Se describe, paso a paso, el mtodo de Bokanovsky, donde, de un embrin fecundado se producen noventa y seis seres humanos. Se consigue a travs de detenciones en el desarrollo embrionario. Rayos X, congelacin, dosis casi letales de alcohol, todo para generar noventa y seis hombres y mujeres idnticos, componiendo las castas ms bajas. Progreso. Este mtodo est acompaado por un proceso de condicionamiento biolgico a nivel embrionario para los fines que el sistema estima convenientes. De este modo, para los Gammas y Epsilones las castas ms bajasse les administran niveles menores de oxgeno ya que un embrin de psilon debe tener un ambiente y una herencia de psilon (p.30)ticamente, lo anteriormente sealado vulnera el principio de no-maleficencia, ya que la posibilidad de hacerle un mal al hombre se vuelve una obligacin. Cabe sealar adems, que a partir de un condicionamiento que comienza a nivel del embrin y contina en la infancia, los sujetos pierden su derecho a decidir sobre su propio cuerpo, lo cual transgrede el principio de autonoma, en tanto impone sobre las personas distitas realidades, que las condicionan en el transcurso de sus vidas.Asimismo, deberamos preguntarnos si este proceso, el de decantacin es correcto de momento que olvida el componente humano dentro del proceso de nacimiento. Actualmente gracias al desarrollo de la ciencia y la tecnologa, hemos visto como se incrementan las fecundaciones in-vitro, las cesreas y las incubaciones, como smbolo de progreso, de una forma del hombre de poder controlar hasta su propio nacimiento. Sin desmerecer esto (inclusive yo nac a travs de una cesrea y tuve que

conocer el moderno mundo de las incubadoras) es vlido preguntarse cul ser el siguiente paso, sabiendo que tanto la manipulacin biolgica y gentica son cada vez ms una realidad. Tener que elegir el futuro de los hijos, sus caractersticas fsicas, sus capacidades intelectuales y emociales, est a un par de dcadas de ser una realidad gracias a la manipulacin gentica. Ya hoy, gracias a sta muchas personas a nivel mundial han visto una mejora en sus vidas al poder tratar su diabetes con una insulina que procede de un microorganismo. Tambin a diario comemos alimentos transgnicos, frutas y verduras que se modifican genticamente para poder resistir mejor al clima, a pestes, as como poder mejorar su imagen y su sabor. Si todo esto ya es una realidad, si ya se pueden manipular unos cuantos genes para hacer una manzana ms dulce y grande, es cosa de tiempo para empezar a elegir en la sala de fecundacin si nuestros hijos deben tener los ojos verdes o pardos, si deberan ser ms intelegentes que la media o no. Y es esto lo que nos presenta el ms grande problema: transado en el mercado, esta manipulacin gentica y sus consiguientes efectosestarn disponibles para quienes sean capaces de pagar las altas sumas de dinero impuestas por las industrias mdicas. As, habran humanos transgnicos, que seran ms inteligentes, altos, menos propensos a enfermedades; y otros, que seran igual que ahora, fruto del azar del destino. De ser as esto: es vlido que terminen existiendo dos tipos de seres humanos, unos resistentes a enfermedades y otros dejados a su suerte? Si ya nos parece escandaloso el escenario que se nos presenta en frica, Asia y Amrica Latina, en relacin al acceso a la salud de los ms pobres, la marginalidad sanitaria que est presente da a da en estos lugares, cuando la salud se vea mejorada por la manipulacin gentica, qu les deparar a los ms necesitados?

2. El problema de la realidad: drogas para ser felices.Las drogas han existido desde que el hombre vive en sociedad. Las han utilizado para diversos fines, pero siempre teniendo presente que eran la conexin con un mundo fuera de los sentidos en los que constantemente se mueve el hombre. Chamanes las ocupaban para hablar con los espritus; sacerdotes, para hablar con los dioses. Pero ahora, pareciera que el recurso de las drogas tuviera tan solo una finalidad: evadir la realidad.Y es que vivimos en una realidad marcada por la competencia: todos debemos ser mejor que el otro y cumplir con una serie de expectativas que pueden llegar al extremo del agobio. No por nada he sostenido que el estrs y la depresin son las condiciones de nuestro tiempo; la gente no tolera la idea de no ser exitosa, de no cumplir con esos estndares que se nos han impuesto. Por lo mismo, las drogas, actualmente, son la salida ms inmediata a esta realidad, ya que nos sacan del pesar constante en el que se encuentra la sociedad, nos libera en cierto sentido. Como nunca, el narcotrfico y la produccin de drogas anti estrs y antidepresivas alcances niveles inauditos. Del mismo modo, en Un mundo feliz, se describe la droga que es capaz de enviarte a kilmetros de tus problemas y mantenerte feliz durante das: el soma. La declaran la droga perfecta: eufrica, narctica, agradablemente alucinante (p.68). Es capaz de mantener a la poblacin feliz, dominada. Una droga creada con esos fines, capaz de apaciguar cualquier nimo de rebelda de la poblacin, adems de pervertir la finalidad que a lo largo de la historia se le ha dado a las drogas plantea la siguiente pregunta: es correcto que necesitemos de drogas para poder ser felices?Y esa, es una interrogante que cala hondo tanto en el universo de Huxley como en el nuestro. Con unos niveles de depresin y estrs tan grandes como los actuales, pareciera que tanto para las personas como para la industria mdica el nico medio para tratarla sea el consumo de estupefacientes, que al igual que el soma, nos enva a kilmetros de nuestros problemas y nos mantiene felices. Desde la biotica es sumamente necesario preguntarse: es acaso correcto producir en masa drogas para solucionar los problemas de la poblacin? No estaremos, quiz, intentando resolver los problemas, produciendo ms?Pero la culpa no la tienen los pacientes que requieren de estas drogas; les han creado el hbito. La responsabilidad primaria recae en el sistema capitalista en el que estamos inmersos. Y de nuevo aqu el mercado juega un rol fundamental: en vez de preocuparse de las necesidades (las reales, no de aquellas que inventa el mismo mercado para satisfacer la tremenda oferta de toda clase de productos) de las personas, se preocupa de los objetos que produce. Qu le va a interesar al mercado el problema subyacente a toda la poblacin que est con depresin, cuando se hacen millonarias las farmacuticas transnacionales al venderles unas pildoritas que van a apaciguar en parte su condicn?

Para concluir este breve ensayo, nos damos cuenta de las problemticas que enfrenta la biotica en un momento en que las vidas de los hombres y mujeres se transan en el mercado. Hoy ms que nunca, somos llamados a cuestionar el orden imperante, a luchar contra un sistema despiadado que tan solo vela por s mismo. Y no tan solo por nosotros, que somos los que debemos dar la discusin, sino ms bien por nuestros hijos, por nuestros nietos, que sern quienes sufran las consecuencias. Es nuestra responsabilidad darle a nuestra descendencia un mundo ms fraterno, menos deshumanizado; un mundo donde prime el bienestar del gnero humano, de todos nosotros, y no tan solo de unos pocos.James Watson, uno de los descubridores de la estructura del ADN, dijo a la revista Times que nuestro destino, en gran medida, est en nuestros genes. Si esta afirmacin es correcta, y as lo creo, es indudable el nivel de repercusin que tendr en un futuro no muy lejanoel mundo que abre la ingeniera gentica y como podremos por fin, decidir sobre nuestros cuerpos. Todo poder conlleva una responsabilidad, y si no somos capaces de determinar ahora cul va a ser nuestra responsabilidad en el juego que se quiere hacer de la vida, ni siquiera quiero imaginar qu podra pasar. Es por esto tambin que eleg Un mundo feliz, libro que es capaz de adentrarse en los temores ms profundos del hombre en cuanto a la biologa y al mtodo de produccin en masa. Es un cuestionamiento a las lgicas de otra generacin, pero que tal como hoy, hace las preguntas necesarias a qu estamos haciendo bien y qu mal. Si bien la medicina ha ayudado enormemente en la vida de los hombres, tambien plantea una serie interrogantes que debemos responder ahora, ya.Si la vida es algo ms grande que nosotros, por qu creemos que podemos estar sobre ella, poder determinar hasta el ms mnimo detalle? Qu sentido tendra nuestro paso sobre la Tierra?El hombre dio muerte a Dios y puso en su lugar a la Razn. Pero esta racionalidad frentica y ciega, siempre en nombre del progreso del hombre parece cada vez ms ser ms peligroso que el mismo Dios. Los hombres no somos dioses y no podemos creer que algn da lo seremos; si existe algo divino es la vida misma. Este texto no plantea respuestas, ni pretendi hacerlo nunca, porque no es una cosa que pase tan solo por el autor; es un problema global, colectivo, y todos debemos ser parte de la discusin por un mundo mejor. Este texto es un grito de humanidad (o quiso serlo), un llamado no a la vuelta a las races, si no un llamado que pide que el hombre determine a la tcnica (o tecnologa), como debi ser siempre, y no que la tcnica determine al hombre, como creo podra suceder e inclusive, ya est sucediendo.En definitiva, queremos vivir en un mundo feliz, pero no queremos vivir en Un mundo feliz.2 Para poder ejemplificarlo mejor, diremos que la vida se produce desde la fecundacin, ya que en Un mundo feliz este problema tico es desplazado y eliminado, al producir, sin madres, hijos que bajo ningn concepto mueren antes de nacer. Un vulo, un embrin, un adulto: la normalidad (p.22)1 Las citas de la novela de Huxley son tomadas de la edicin en castellano: Editorial de Bolsillo, Mayo 2001, 2 edicin, Barcelona.