Biografía, Autobiografía y Descripción
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Biografía, autobiografía y descripción.Biografía y autobiografía
La biografía, según la define el diccionario de la R.A.E., es la historia de la vida de
una persona.
La persona que desempeña la labor de contarla es el biógrafo, oficio éste que se
asemeja a una labor detectivesca, pues el autor quiere recuperar la verdad, quitar
al mito sus ropajes de artificio para saber qué ser humano vivió debajo. El
biógrafo también ejerce de historiador, pues debe relacionar la vida de la persona
con el entorno en que vivió, ya que sólo así podremos llegar a entenderla.
Tipos de biógrafos:
1. Biógrafo-testigo. El narrador es una persona cercana al personaje
protagonista y forma parte, por tanto, de la historia que cuenta, por lo que su
mirada es personal y subjetiva.
2. Biógrafo-investigador. No presenció los hechos que narra y, por tanto, lo
hace de forma objetiva e histórica.
Sus características más relevantes son:
1. Utiliza el punto de vista de la tercera persona. La mayoría de las veces, el
narrador es un testigo ajeno a la vida de su biografiado, lo cual le permite obrar
con cierta libertad a la hora de exponer juicios, valorar, etc.
2. Veracidad. El autor cuenta una historia verídica sobre una persona real
basada en hechos también reales, que se apoya en documentación y testimonios.
3. Elección adecuada de aquellos acontecimientos que sirvan para conocer
mejor al protagonista. Una labor esencial del biógrafo es la selección de aquellas
|
cartas, documentos, testimonios... que le resulten más interesantes y sirvan para
iluminar una parte de la vida del biografiado o para mejor entender su obra.
4. Estructura lineal que sigue cronológicamente todas las edades del
biografiado.
5. Relacionar la vida y obra del protagonista con el momento histórico que le
tocó vivir, puesto que este último aspecto influye decisivamente en el primero.
Tipos de biografías:
1. Biografía documental. Intenta reconstruir lo más fielmente posible la vida
del personaje.
2. Biografía novelada o novela biográfica. El autor se introduce en la mente del
biografiado e imagina lo que pensó o sintió e interpreta los hechos, pero respeta
siempre los datos verídicos.
3. Autobiografía. Relato retrospectivo que emplea la primera persona, en el
que el tema tratado es la propia existencia de su autor. El lector asiste, pues, a
una imagen desenfocada del pasado del protagonista, pues éste ha podido
modificar episodios embarazosos o bien ocultar información importante.
4. Autobiografía novelada. El biógrafo recrea en primera persona la vida del
biografiado.
Proceso de elaboración de biografías:
1. Elección de un personaje suficientemente interesante como para
desempeñar la labor investigadora con la necesaria motivación, al tiempo que se
destacan los aspectos de él que más interesan al biógrafo para después
profundizar en ellos.
2. Determinación del tipo de lector al que va dirigida la biografía. La narración
podría variar teniendo en consideración si el lector potencial conoce o no al
biografiado y, por tanto, tiene una idea u opinión sobre él.
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3. Realización de un cuadro cronológico de su vida, consignando la fecha y lo
que ese momento significó en la existencia del protagonista. También se
determina en qué períodos y aspectos de la vida del personaje centrará
preferentemente su atención el biógrafo.
4. Recopilación y evaluación cuidadosa de los datos, testimonios y documentos
(correspondencia, diarios, apuntes personales, periódicos de la época y biografías
de otros autores) sobre el personaje en diferentes fuentes de información:
A. El mismo biografiado, si vive.
B. Familiares.
C. Personas de su entorno: amigos, condiscípulos...
D. Otras personas: libreros, coleccionistas...
E. Archivos públicos: históricos, municipales, parroquiales...
F. Bibliotecas y hemerotecas.
G. Asociaciones y colegios profesionales.
H. Instituciones académicas, culturales, etc.
5. Recopilación de información sobre el entorno histórico del individuo
biografiado para entender mejor su vida y su obra.
6. Clasificación de la información obtenida empleando un sistema de fichas
que permita desplegar los materiales, compararlos y ordenarlos. Las fichas se
pueden agrupar de la siguiente forma:
A. Aspectos principales de la vida del personaje (infancia, viajes...) con sus apartados correspondientes (formación académica, estancia en la universidad...)
B. Referencias documentales que posteriormente deberán citarse en la obra.
7. Selección de los datos y acontecimientos que se consideran más relevantes.
8. Ordenación cronológica de los acontecimientos.
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9. Elección del tono con el que se va a contar la historia, según se quiera
reforzar el imaginario colectivo sobre ese personaje o, por el contrario, se
prefiera desmitificarlo: de adhesión, irónico, sarcástico, intimista, frío...
10. Redacción
AutobiografíaLa autobiografía es el relato de la vida de una persona escrita por ella misma.
Es una obra personal ya que es el propio autor el encargado de expresar los
pormenores de uno o varios aspectos de su vida. Es un tipo de redacción
típicamente literario.
Ejemplo de una autobiografía.
El género de la autobiografía.La autobiografía pertenece a los escritos de no ficción. Lo narrado en ella es verídico ya que se trata de la vida del autor escrita por él mismo.En la obra autobiográfica, el escritor tiene absoluta libertad de expresar sus ideas o sentimientos. Se trata de una obra artística de carácter sumamente personal.
Características de la autobiografía.Es posible resumir las características de la autobiografía de la siguiente manera:
-Relata la vida del autor: Se trata casi de una confesión íntima que realiza el autor de la obra, ya que supone narrar hechos sumamente personales que le ha tocado vivir.
- El autobiógrafo es autor y protagonista: Se trata de la principal característica de la autobiografía. El escritor de la obra es al mismo tiempo centro de la misma porque es él quien está relatando su propia historia.
Autobiografía de José María Soler García.
Nací en Villena, el treinta de septiembre de 1905, en la calle de La Trinidad, n.º 2, tercer piso, en la misma habitación donde hoy tengo instalado mi despacho particular. Y no es que hayamos vivido allí toda la vida, sino que mi padre, en cierta ocasión tuvo una agencia de seguros en Cartagena y allí vivimos desde 1914 hasta 1917 en la calle Santa Florentina, n.º 11 -allí nació y murió mi hermana Caridad-.
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
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-Libertad en la estructura y en el lenguaje: El autor de la obra no está sujeto a una estructura rígida al momento de escribir su autobiografía.
La forma de hacerlo depende solo de él mismo.
No es obligatorio seguir un determinado orden cronológico en la narración de los
acontecimientos.
En cuanto al lenguaje empleado se aplica la misma regla. Es decir, todo queda en
manos del escritor. Será él quien escoja la manera correcta de expresarse para
hablar de su vida.
Diferencias y semejanzas entre la autobiografía, la biografía y las
memorias.
Estos tres tipos de obras guardan una estrecha relación y muchas veces pueden
prestarse a confusión el distinguir el carácter de cada una. En primer lugar, hay
que destacar las similitudes.
Tanto la autobiografía, como la biografía y las memorias pertenecen a los escritos
literarios de no ficción y narran episodios o la vida completa de una persona.
Por otro lado, entre las mismas existen algunos rasgos que las distinguen unas de
otras.
La diferencia entre autobiografía y biografía consiste en que, mientras que la
primera es el relato de la vida del autor escrito por él mismo, en la biografía, si
bien narra la vida de una persona, la misma se encuentra escrita por una tercera
persona.
Un ejemplo actual de biografía lo encontramos “Steve Jobs”, escrita por el autor
Walter Isaacson.
La distinción entre la autobiografía y la memoria es más compleja.
El Diccionario de la Real academia española define a la memoria en los siguientes
términos:
Libro o relación escrita en que el autor narra su propia vida o acontecimientos de
ella.
Seguidamente, la definición de autobiografía establece:
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Vida de una persona escrita por ella misma.
Teniendo en cuenta estas definiciones ambas obras son prácticamente idénticas
en cuanto a sus características.
Sin embargo, frecuentemente, las memorias se escriben con la intención de
hablar de una etapa o de un acontecimiento determinado de la vida del autor.
La autobiografía es más completa, ya que no abarca un periodo específico, sino
que se relata toda la vida.
Cabe agregar que esto no es una regla y que siempre dependerá del autor de la
memoria o la autobiografía hasta qué punto de su vida pretende darse a conocer
en su obra.
Ejemplos de autobiografías.
Se han escrito autobiografías a lo largo de la historia. Aquí abajo se exponen unos
párrafos que pertenecen a distintos autores de diversas épocas:
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La DescripciónSe ha dicho muchas veces que describir es pintar con palabras. La descripción es
una clase de texto que recuerda a la pintura y a la fotografía, pues intenta
reproducir la realidad. Así como un pintor utiliza su paleta de colores, y el
fotógrafo la cámara, el escritor pinta o fotografía a los personajes, los objetos, los
ambientes... con PALABRAS.
Autobiografía de Jean-Jacques Rousseau, la cual lleva por título “Confesiones”.
Emprendo una obra de la que no hay ejemplo y que no tendrá imitadores. Quiero mostrar a mis semejantes un hombre en toda la verdad de la Naturaleza y ese hombre seré yo. Sólo yo. Conozco mis sentimientos y conozco a los hombres.
No soy como ninguno de cuantos he visto, y me atrevo a creer que no soy como ninguno de cuantos existen. Si no soy mejor, a lo menos soy distinto de ellos.
Autobiografía de San Ignacio De Loyola. Wikisource.
Hasta los 26 años de su edad fue hombre dado a las vanidades del mundo y principalmente se deleitaba en ejercicio de armas con un grande y vano deseo de ganar honra....
Autobiografía de Manuel Belgrano. Wikisource.
Yo emprendo escribir mi vida pública -puede ser que mi amor propio acaso me alucine- con el objeto que sea útil a mis paisanos, y también con el de ponerme a cubierto de la maledicencia; porque el único premio a que aspiro
por todos mis trabajos...
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FASES DEL PROCESO DESCRIPTIVO
1. Observación. El autor tiene que observar -mirar con atención- previamente
lo que pretende describir. La acción de observar incluye:
A. Utilizar los cinco sentidos, ya que con ellos percibimos el mundo
exterior. He aquí una lista de adjetivos relacionados con los sentidos.
Sentido
Adjetivos
Vista Amarillo, anguloso, azul, blanco, circular, cuadrado, grande, minúsculo, negro, pequeño, redondo, verde, violeta, rojo, triangular...
Oído Agudo, alto, atronador, bajo, bullicioso, cadencioso, cascabelero, chirriante, clamoroso, crujiente, estrepitoso, estridente, estruendoso, fragoso, fuerte, gangoso, martilleante, metálico, mugidor, rechinante, resonante, ronroneante, ruidoso, silbante, sostenido, susurrador, ululante, vibrante, zumbador...
Gusto
Amargo, ácido, agridulce, ahumado, delicioso, dulce, fresco, insípido, picante, rancio, sabroso, salado, soso, suave...
Olfato
Agradable, apestoso, aromático, asqueroso, delicioso, desagradable, embriagador, excitante, fétido, fragante, hediondo, hediente, maloliente, mefítico, oloroso, odorífero, penetrante, pestilente, pestífero, refrescante, subyugante...
Tacto Áspero, aterciopelado, blando, caluroso, deformado, delicado, duro, fino, flexible, frío, húmedo, liso, macizo, pastoso, pegajoso, pesado, pulimentado, refrescante, rígido, rugoso, seco, sedoso, suave, tibio, untuoso...
B. Valorar el objeto dentro del contexto en que lo hemos observado. Debemos preguntarnos por la función que desempeña y su relación de espacio y situación con los demás objetos circundantes.
C. Observar el espacio fijándonos primero en la impresión general que produce y centrar la atención en el momento, las condiciones ambientales de luz, sonido, etc.
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D. Enumeración de los elementos. Para evitar olvidos, el primer paso consistirá en hacer una lista lo más completa posible de los distintos elementos, donde se incluyen también posibles sinónimos para elegir, en la redacción definitiva, el término más adecuado.
E. Cualidades de dichos elementos. A cada uno de los elementos reseñados en el paso anterior se le adjudican los adjetivos que resulten más característicos.
2. Selección. El autor considera los datos recibidos y los valora, entresaca lo
esencial y rechaza los detalles superfluos. Debe hacer una selección,
evitando ser prolijo, en función de la impresión que pretende producir.
3. Ordenación. A la hora de redactar, necesitamos seguir un criterio de
ordenación de los rasgos observados de golpe y por los diversos sentidos:
A. Espacial:
a. De arriba abajo o viceversa.
b. De dentro afuera o viceversa.
c. De lo más próximo a lo más alejado o viceversa.
B. De lo general a lo particular o viceversa.
C. De lo real a lo imaginario o viceversa.
D. Según el sentido con el que observemos.
E. Datos esenciales antes que los secundarios o viceversa.
4. Expresión. Es el resultado de todos los pasos anteriores, la descripción
propiamente dicha realizada con una expresión adecuada:
A. El lenguaje debe ser claro, preciso y conciso.
B. Es fundamental el uso de frases breves, sencillas y perfectamente
estructuradas.
C. La descripción tiene que crear la ilusión de cosa vivida, ya que se
describe a través de las propias emociones.
Procedimientos empleados en la descripción
1. Formas verbales que implican la intención de no mencionar el final de la
acción; por tanto, es constante el empleo de formas de aspecto
imperfectivo:
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A. Presente, que comunica el carácter intemporal de la materia descrita.
B. Pretérito imperfecto, que circunscribe la descripción a un
determinado período temporal.
2. Sustantivo, ya que la referencia a objetos es superior a la de acciones. Da
nombre a los objetos de la realidad, clasifica estados y seres a los que de
otro modo, no se les podría precisar
3. Adjetivo. Al expresar cualidades del sustantivo, completa la información del
mismo, matiza su sentido y dota de mayor expresividad al sintagma. No es
conveniente la acumulación de adjetivos, sino sólo de aquéllos que mejor se
adapten a la tonalidad afectiva que el autor pretende comunicar. También
es frecuente el empleo de estructuras atributivas, así como la
complementación de un sustantivo por medio de varios adjetivos para
mostrar la impresión que un objeto produce en el escritor. Los adjetivos
ponen de relieve también los componentes sensoriales de toda descripción.
Clasificación del adjetivo calificativoTipos Caracterización
Especificativo
Este tipo de adjetivo delimita la extensión significativa
del sustantivo. Si hablamos de "revista deportiva", el
adjetivo "deportiva" excluye todos los demás: cultural,
política, gastronómica, etc. Este tipo de adjetivos nunca
se puede anteponer al sustantivo.
Explicativo o epíteto
Destaca una cualidad del sustantivo. Cuando hablamos
de "una estantería alta que hay en el salón", el adjetivo
alta no delimita la extensión del sustantivo, porque en el
salón sólo hay una estantería, que es alta; no la
diferencia de otra posible baja que hubiera allí.
La colocación de este tipo de adjetivo es objeto de
elección por el escritor ya que es indiferente decir "una
alta estantería" o "una estantería alta", porque en el
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salón no hay más que una.
Valores estilísticos del adjetivoValores Ejemplos
Abundancia de adjetivos. El texto destacará por su belleza y subjetividad.
«Las pintadas manzanas coloreaban de una áspera alegría aquel sencillo idilio».
Escasez de adjetivos. El texto destacará por su concisión y objetividad, al mismo tiempo que -por reducir la extensión del S.N.- acelera la acción verbal.
«Cogieron en silencio sus ropas y las botellas y se alejaron hacia las zarzas. Se vistieron. Sebas había reclinado la cabeza sobre el regazo de Paulina».
Anteposición del adjetivo. Responde al interés del escritor por resaltar una cualidad sobre el significado del sustantivo.
«Tenía un poco abultada y rubicunda la nariz, gruesos los labios, áspero y moreno el cutis y negra la dentadura».
Posposición del adjetivo. Respeta la estructura lógica de la oración y reduce los valores expresivos del texto, acercándolo al lenguaje común.
«Por fondo tenía uno de esos cortinajes amarillos y opulentos, que hacen pensar en los mantos de los príncipes orientales».
Epítetos. Expresan una cualidad redundante, puesto que ya está implícita en el sustantivo al que acompaña.
«En este agosto caluroso, el fiero león persigue a la mansa oveja, mientras la fresca agua de la fuente daba a las flores una belleza especial».
Adjetivos determinativos. Responden al interés del escritor por evitar ambigüedades significativas.
«Tuvo sus dudas sobre si debía poner "El destino", pero al final, y después de consultar con algunos poetas ya más hechos, pensó que no...».
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Adjetivos para describir personajesA
S
P
E
C
T
O
F
Í
S
Aspecto general
Ágil, alto, atlético, bajo, barrigudo, canijo, corpulento,
débil, delgado, deportivo, esbelto, firme, flaco, fuerte,
gordo, joven, ligero, macizo, maduro, robusto, sano, torpe,
viejo.
Boca Fina, firme, fresca, grande, pequeña, redonda, torcida.
Cabellos
Abandonados, ásperos, brillantes, castaños, claros, cortos,
cuidados, desordenados, despeinados, espesos, finos,
grasos, largos, lisos, lustrosos, negros, ondulados, opacos,
peinados, recogidos, rizados, rubios, sedosos, sucios,
Cara Afligida, amplia, ancha, ascética, castigada, chupada,
confiada, cuadrada, curtida, delgada, desconfiada, dulce,
dura, endurecida, expresiva, fina, franca, fresca,
impenetrable, inexpresiva, inteligente, jovial, larga, llana,
llena, redonda, rolliza, salvaje, seca, serena, severa,
simpática, tranquila, triste.
Cejas. Arqueadas, delgadas, espesas, gruesas, juntas,
separadas...
Cuello Corto, elegante, fino, grueso, largo.
Dientes Alineados, amarillentos, blancos, torcidos...
Frente Abombada, amplia, arrugada, baja, estrecha, inteligente,
lisa...
Labios Blanquecinos, delgados, estrechos, finos, grandes,
|
I
C
O
herméticos, sensuales, voluptuosos...
Manos Ágiles, blancas, cálidas, delicadas, finas, firmes, grandes,
gruesas, jóvenes, rudas, rugosas, sensibles, torpes,
Mejillas
Blandas, caídas, chupadas, deshinchadas, hinchadas,
redondas, rojas, rudas, suaves...
Nariz Aguileña, amplia, chata, fina, larga, puntiaguda, recta,
redonda, torcida...
Ojos Ausentes, azulados, bajos, concentrados, despiertos,
duros, fugitivos, impenetrables, inexpresivos, intensos,
lacrimosos, maliciosos, movedizos, muertos, negros,
nerviosos, serenos, soñadores, tiernos, tristes, turbios,
vivos...
Orejas Grandes, largas, pequeñas, redondas...
Pestañas
Claras, espesas, largas, negras, rizadas...
Piernas Delgadas, enclenques, flacas, fuertes, gruesas,
rechonchas, robustas, secas...
Tez Aceitosa, aceitunada, albina, amarillenta, blanquecina,
bronceada, ceniza, lívida, morena, oscura, pálida,
pelirroja, rosada, tostada.
Vestido Abandonado, bonito, chillón, discreto, elegante, feo,
pobre, sencillo, sofisticado...
Carácter
Afable, alegre, antipático, apasionado, atento,
atolondrado, atrevido, bárbaro, bobo, bruto, burlón,
calmoso, campechano, cazurro, chiflado, chulo, cobarde,
confiado, contestatario, culto, débil, decidido,
desordenado, despierto, desvergonzado, divertido, dócil,
educado, entusiasta, estúpido, exigente, extravagante,
extrovertido, fanático, fanfarrón, feliz, fiel, generoso,
grosero, gruñón, honrado, huraño, idiota, iluso, imbécil,
inexpresivo, ingenioso, insolente, inteligente, listo, llorón,
|
majadero, malhumorado, malicioso, memo, mentiroso,
meticuloso, miedoso, nervioso, orgulloso, presumido,
prudente, rebelde, risueño, sabihondo, salvaje, sensato,
sereno, serio, simpático, sincero, sociable, soez, solitario,
soñador, soso, tímido, trabajador, triste, valiente, zopenco,
4. Estructuras sintácticas:
A. Yuxtapuestas, que responden al deseo de expresar el objeto descrito
como un todo, logrando así la simultaneidad de las impresiones
recibidas.
B. Coordinación. Implica ya cierto dinamismo, pues introduce la noción
de sucesión de los distintos componentes de la descripción.
5. Procedimientos literarios
A. Comparación
a. Consiste en asociar dos términos que guardan entre sí una relación de semejanza que puede ser física o no (cuando decimos "en aquella fiesta me sentí como un pulpo en un garaje" no nos estamos comparando físicamente con él, sino que nos imaginamos lo fuera de lugar que estaría un pulpo en un garaje y nos identificamos con esa extraña situación).
b. En toda comparación hay tres elementos: Término real: Tus dientes. Término imaginario: perlas. Nexo de unión entre ambos: como.
c. Ayuda a comprender mejor aquello que se describe, sobre todo
cuando se trata de un objeto poco conocido o de cualquier
noción abstracta. Así, a través de la comparación entre dos
realidades, una conocida y otra desconocida, la desconocida
deja de serlo.
d. Añade riqueza expresiva, pues presenta plásticamente lo que
queremos decir. El término imaginario nos sirve para que el
|
término real adquiera matices nuevos al entrar en contacto con
el imaginario.
e. Es necesario buscar analogías lejanas, es decir, huir de los
tópicos manidos de siempre para que el efecto de la
comparación sea nuevo, sorprendente y evocador.
f. Usémoslas con moderación no sea que su acumulación nos
impida ver la historia que queremos contar.
g. Palabras comparativas son:
Adjetivos: semejante, similar, mismo, igual. Verbos: parecer, semejar, asemejar, parecerse,
asemejarse... Adverbios: semejantemente, similarmente, como Locuciones: una especie de..., tanto como, tan... como,
más... que, menos... que, igual que, de modo semejante, con... de...
B. Metáfora: a. Asocia dos términos que presentan una relación de semejanza,
pero suprime la comparación directa.
b. Contribuye a superar las limitaciones del lenguaje, dado que
éste es incapaz de describir o nombrar todo aquello que existe
en el mundo, ni mucho menos lo que sentimos.
c. Ayuda también a la comprensión de la materia descrita y
despierta en el receptor sensaciones insospechadas producto de
la imaginación creadora del autor.
d. Al elaborar metáforas conviene no quedarse en lo obvio, sino
buscar aquella analogía original que expanda el término real y
lo lleve a un lugar donde ese término nunca ha estado.
e. Hay que evitar el exceso de metáforas, sobre todo en narrativa.
Tienen valor no sólo por su belleza, sino porque apoya aquello
que se está contando, porque nos enseña un nuevo matiz de lo
que se narra.
|
Tipos de metáforasImpura
Su estructura consta de término real (dientes), término imaginario (perlas) y fundamento (color blanco): Tus dientes son perlas.
Pura Su estructura sólo consta del término imagen (perlas) y fundamento (color blanco): Las perlas de tu boca.
C. Sinestesia a. Es la unión de palabras que pertenecen a distintos dominios
sensoriales y que, al unirse, consiguen una sola impresión sensorial: rojo chillón.
b. Es una respuesta del lenguaje a nuestra complejidad sensorial.D. Otras: hipérbole, personificación, etc.
Funciones de la descripción
1. Mostrar. Su función primordial es hacer ver lo que se quiere decir. Para
que lo descrito sea vívido y creíble, el procedimiento no consiste en copiar
la realidad tal cual es, sino en reorganizarla en el texto con un sentido
estético. Hemos de plantearnos:
A. Qué mostramos.
B. Por qué necesitamos mostrarlo.
C. Cómo lo mostramos. Qué aspectos destacamos y cuáles no
mencionamos.
2. Potenciar el ritmo de la narración:
A. Ritmo lento. Cuando en determinado momento de la narración nos
detenemos en el medio ambiente u otros aspectos descriptivos,
podemos hacerlo para conseguir lo siguiente:
a. Distender el clima después de un pasaje de acción o entre dos
acciones.
b. Inmovilizar la acción. Se consigue enumerando elementos a
modo de inventario o describiendo una actitud impasible e
impersonal.
|
B. Ritmo moderado. Para conseguir un ritmo que juegue con la
movilidad y la inmovilidad en el mismo texto, podemos intercalar
inventario y acción.
C. Ritmo rápido. Con él conseguimos crear suspense y fantasear.
Decálogo para la realización de descripciones
1. Evita las adjetivaciones vagas e imprecisas: Era una mujer bella, blanca y
rubia.
2. No seas pobre adjetivando; tampoco excesivo. Busca el adjetivo más
caracterizador, el más preciso, el más certero.
3. La escasez de adjetivos dan ligereza a la frase.
4. La abundancia de adjetivos confiere lentitud a la frase.
5. Los adjetivos que hacen referencia a los distintos sentidos suponen un gusto
especial por lo externo.
6. Los adjetivos pertenecientes al campo semántico del afecto (cariñoso,
dulce...) denotan un fuerte estado emocional.
7. Los adjetivos compuestos (rojiblanco, agridulce...) indican agrupación de
sensaciones indiferenciadas.
8. Lee mucho y buenos textos; la lectura de los grandes maestros te ayudará a
desarrollar tus dotes descriptivas.
9. Adopta la actitud del eterno aprendiz: escribe, corrige, tacha, vuelve a
escribir.
10. Haz siempre uso de un buen diccionario.
|
Tipos de descripción
Dependiendo de lo que se tome en cuenta para realizar la descripción pueden distinguirse tres formas de clasificarla:
Según la finalidad:
1. La descripción subjetiva, estética o literaria
Supone una interpretación de la realidad. Intenta plasmar, de forma subjetiva, la
visión que de un paisaje o de un objeto posee el autor. En ella intervienen de
forma manifiesta las apreciaciones y sentimientos personales del escritor. Sus
características fundamentales son:
Según la finalidad
Subjetiva, estética o literariaTécnica, objetiva o científica
Sergún el objeto
RetratoTopografíaCualquier realidad abstracta
|
a. Selección personal de los recursos expresivos utilizados, lo que
pone de manifiesto su carácter eminentemente individualista.
b. Uso de sustantivos abstractos y de epítetos, así como de vocablos
con doble significado, que permiten la abstracción del contenido y
traslucen los sentimientos del autor.
c. La gran variedad oracional que, enriquecida con abundantes nexos,
se adapta con mayor flexibilidad a la expresión del pensamiento y de
las reflexiones íntimas.
d. El uso preferente de la primera persona, que sirve al escritor para
mostrarse como protagonista ante el lector.
e. Emplea un lenguaje connotativo (las palabras se cargan con
múltiples asociaciones significativas), recursos literarios y es
característico de la ficción, aunque no exclusivamente.
2. La descripción objetiva o técnica
Cuando explicamos las características de algo, podemos reflejarlas de dos
maneras: de un modo subjetivo, es decir, tal y como nosotros las percibimos; o de
un modo objetivo, es decir, representándolas tal y como son. El primer tipo de
descripción es la que denominamos subjetiva, estética o literaria.
El segundo tipo de descripción es la que conocemos como descripción objetiva o
técnica. Su intención es práctica y trata de informar de las características de lo
representado sin emitir valoraciones personales y de una manera ordenada,
precisa y clara. Para informar de una manera más exacta, este tipo de textos
suele ir acompañado de imágenes que completan la información verbal.
Presenta las siguientes características:
1. Las definiciones han de cumplir los siguientes requisitos:
A. Deben ser más claras que lo definido.
|
B. El nombre de lo definido no debe entrar en la definición. No podemos
decir, por tanto: La circunferencia es una circunferencia redonda y
plana.
C. La definición ha de convenir a la totalidad de lo definido, por lo que
primero clasifica el objeto definido y después se enumeran los rasgos
que lo diferencian de otros de su misma clase: La circunferencia es
una línea curva, cerrada y plana, cuyos puntos equidistan todos, de
otro interior, llamado centro.
D. La definición y lo definido pueden permutar sus lugares de sujeto y
predicado en la oración sin que ésta sufra merma en su significación.
2. Empleo de palabras denotativas. El significado de las palabras hace
referencia a la definición que de las mismas da el diccionario.
3. Precisión rigurosa en el empleo de la lengua y en la reproducción de los
detalles.
4. Utilización de tecnicismos propios del oficio, arte, industria o ciencia a la
que corresponda el contenido de la descripción.
5. Los sustantivos concretos proporcionan una rigurosa exactitud a la
descripción.
6. Los adjetivos especificativos y pospuestos seleccionan al sustantivo al que
califican dentro de un grupo y evitan ambigüedades significativas.
7. Empleo de oraciones enunciativas, según la actitud del hablante, y de
oraciones copulativas, según la naturaleza del predicado.
8. El constante uso del presente de indicativo aporta un valor habitual o
atemporal a la descripción.
9. El uso indiscriminado de la tercera persona favorece la impersonalización
del texto.
La descripción objetiva presenta la siguiente tipología:
|
1. Técnica: informa sobre los aspectos que permiten a un usuario entender en
qué consiste y cómo se utiliza un producto.
2. Científica: a través de ella, los científicos ofrecen información sobre objetos,
procesos, fenómenos científicos.
3. Referencial: informa con finalidades divulgativas o didácticas. Por ejemplo:
la información enciclopédica.
4. Retórica: pretende dar a conocer y persuadir. Puede incluir figuras
literarias, pero no con una intención estética, sino persuasiva. Por ejemplo: el
folleto turístico.
La realización de una descripción objetiva o técnica presenta los
siguientes pasos:
1. Observación. El autor tiene que observar –mirar con atención- previamente
lo que pretende describir.
2. Enumeración de los elementos. Para evitar olvidos, el primer paso consistirá
en hacer una lista lo más completa posible de los distintos elementos, donde se
incluyen también posibles sinónimos para elegir, en la redacción definitiva, el
término más adecuado.
3. Selección. El autor considera los datos recibidos y los valora, entresaca lo
esencial y rechaza los detalles superfluos. Debe hacer una selección, evitando ser
prolijo.
4. Ordenación. A la hora de redactar, necesitamos seguir un criterio de
ordenación de los rasgos observados:
A. Espacial:
- De arriba abajo o viceversa.
- De dentro afuera o viceversa.
- De lo más próximo a lo más alejado o viceversa.
B. Temporal.
|
C. De lo general a lo particular o viceversa.
D. Por el tamaño.
E. Por la forma.
F. Datos esenciales antes que los secundarios o viceversa.
5. Redacción. Es el resultado de todos los pasos anteriores, la descripción
propiamente dicha realizada con una expresión adecuada:
A. El lenguaje debe ser claro, preciso y conciso.
B. Es fundamental el uso de frases breves, sencillas y perfectamente
estructuradas.
Según el objeto descrito:
Es posible describir todo lo que ha existido y existe en el mundo físico
(personajes, espacios, objetos...), y también todo lo que se presenta en el espíritu
(sentimientos, emociones, fantasías, etc.), tanto si es real como si es imaginario.
Los elementos que más comúnmente aparecen descritos en un relato son el
espacio, los personajes, los objetos, los sentimientos y el tiempo.
A. Retrato o descripción de una persona: consiste en describir conjuntamente
los rasgos físicos y externos de una persona, y su carácter psíquico o moral.
a. Prosopografía: si sólo se atiende al aspecto físico de la persona.
b. Etopeya: si sólo se hace referencia a sus cualidades morales.
c. Autorretrato. Retrato de una persona hecho por ella misma.
d. Caricatura:
Es un retrato que consiste en seleccionar el rasgo o rasgos más
destacados del personaje y exagerarlos.
La caricatura deforma, con intención generalmente burlesca,
determinados rasgos característicos de un personaje.
Su fin no es el reflejo realista del modelo, sino una mirada
peculiar y subjetiva del mismo.
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Emplea fundamentalmente la personificación, la cosificación y la
hipérbole.
B. Cualquier realidad abstracta: una sensación, un sentimiento, emociones,
es decir, aspectos del mundo psíquico.
C. Topografía. Es la descripción detallada de un lugar. Estos fragmentos
descriptivos sirven para informar sobre el escenario en donde tiene lugar la
acción y la enmarca.
a. Interiores
b. Exteriores
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Antes de abordar las diferentes estructuras que ofrecemos en el presente bloque de contenidos, convendría repasar lo que ya ha sido tratado en cursos anteriores y que reseñamos a continuación:
1. Tipologías textuales. Narración 2. La narración y sus elementos 3. La narrativa. Estructura. La épica, el cuento y la novela 4. Tipologías textuales. Descripción 5. Tipologías textuales. Diálogo 6. El teatro. Sus elementos 7. El teatro: texto y representación. Aspectos generales de la tragedia y de la comedia
Dentro de la comunicación periodística, como narración informativa, vamos a abordar los géneros de la noticia (información objetiva por excelencia) y el artículo (aunque utilice informaciones, su fondo es claramente subjetivo).
Otras estructuras narrativas que trataremos son el diario, la biografía y la autobiografía.
Dentro de las estructuras descriptivas, profundizaremos en la llamada descripción objetiva o técnica, ya que la subjetiva o estética fue abordada en Tipologías textuales. Diálogo.
Por último, presentamos como estructuras dialogadas: el debate, la tertulia literaria, la mesa redonda, la encuestael monólogo teatral. El diálogo teatral se abordó en El teatro. Sus elementos y en El teatro: texto y representación. Aspectos generales de la tragedia y de la comedia, apartados I-II. Para el género de la entrevista remitimos a Tipologías textuales. Diálogo.
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II. La noticia
La noticia, como estructura narrativa que es, presenta los siguientes rasgos diferenciales con respecto a la narración en general:
Noticia Narración
TIPOLOGÍA
EXPRESIVA Género periodístico. Forma de expresión literaria.
FINALIDAD Reflejar la realidad escuetamente. Contar de forma amena e interesante hechos reales o imaginarios.
CARACTERÍSTICAS Se cuentan los hechos desde fuera y de forma distanciada, de la manera más objetiva posible y evitando los juicios de valor. El narrador es libre de adoptar el orden de la narración y el punto de vista más adecuado para su historia.
ESTRUCTURA Los hechos deben presentarse en primer lugar, dejando para el final los datos y detalles menos representativos. En el relato literario clásico, los datos más importantes se guardan para el desenlace de la historia.
La noticia es el género periodístico por excelencia: trata de informar, con el menor número de palabras posible (brevedad), de lo esencial de un hecho. Relata un acontecimiento actual y novedoso que interesa al lector, aunque muchas veces lo que se produce con inmediatez no es el hecho en sí, sino el descubrimiento de un hecho que ocurrió hace tiempo y que ahora se hace público.
Es el género más cercano a la objetividad del periodista. La información transmite datos y hechos concretos, nunca opiniones; por eso la primera persona del singular no tiene cabida en ella y, en ocasiones, la noticia ni siquiera lleva firma y su estilo es frío e impersonal.
1. Características lingüísticas:
A. Claridad, puesto que se escribe para un lector heterogéneo, que puede tener muchos niveles culturales. Es preferible utilizar los verbos en voz activa y en tiempo presente, así como evitar la ambigüedad, huyendo tanto de las palabras muy generales o palabras comodín como de las muy especializadas.
B. Concisión, ya que el lector, comúnmente, no suele tener mucho tiempo. Las frases deben ser cortas, con una extensión máxima aconsejable de 20 palabras; la estructura preferida es sujeto, núcleo verbal y predicado. Conviene variar la longitud y estructura de las frases y los párrafos para mantener el interés del lector, puesto que normalmente no lee el periódico con la necesaria concentración.
2. Proceso de elaboración de la noticia:
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A. Localización de los acontecimientos. Hay que procurar que el hecho que se desea reseñar sea original y que llame la atención del lector. Los centros de interés de una noticia son:
a. La proximidad. Al lector le interesan más los hechos que ocurren cerca de su entorno.
b. La actualidad. Lo más reciente es lo que más interesa.
c. La rareza. Un hecho raro y curioso, poco frecuente, será noticia precisamente por su anormalidad.
d. La continuidad. La espera de un desenlace también despierta la atención de los lectores.
e. La personalidad del protagonista. Un suceso irrelevante, protagonizado por un personaje popular, adquiere dimensiones de verdadero acontecimiento.
f. El interés humano. Son los acontecimientos que apelan fundamentalmente a la emotividad del lector.
g. Los conflictos entre personas relevantes, el sexo, la cultura y los avances médicos y científicos, el espectáculo y el ocio.
3. Realización de una sinopsis. Es un resumen del mensaje que queremos comunicar, el hilo conductor que seguiremos más tarde para su redacción.
4. Elección de la estructura de la redacción.
A. Estructura externa. La noticia, en su configuración formal, consta de los siguientes apartados:
a. Antetítulo. Explica algunos detalles complementarios y es opcional.
b. Titular. Es lo primero que vemos y condensa la idea central de toda la noticia. Ocupa un lugar destacado y separado del grueso del texto e identifica visualmente el espacio de la noticia y la distingue de las demás. Conviene escribirlo después de haber construido la entradilla, pues así se tiene claro qué se debe destacar. Al redactarlo, es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:
Debe captar la atención del lector, pero evitando el sensacionalismo.
Ha de ser claro y preciso. El mejor titular es el más corto.
Los verbos siempre van en presente.
No se emplean siglas.
c. Subtítulo: tiene la función de completar el título o hacer referencia a ideas secundarias que se quieren resaltar.
d. Entradilla, lid o "lead". Es el primer párrafo de la noticia y puede tener diferentes tipografías. Contiene las claves de la información, de tal manera que con sólo su lectura se comprenden los contenidos principales de toda la noticia. Ha de atenerse a las siguientes características:
Debe llamar la atención del lector para que éste lea todo el cuerpo de la noticia.
Ha de ser breve y contar lo esencial, pero no contarlo todo. No es un resumen. Si el lector lee dos veces lo mismo terminará aburriéndose.
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La forma más fácil y completa de redactarla es respondiendo a las 5 W (preguntas que en inglés comienzan por dicha letra: what?, who?, where?, when?, why?).
Sintaxis sencilla (sujeto, núcleo del predicado y complementos).
e. Cuerpo. Desarrolla la noticia con todos los detalles de que dispone o quiere ofrecer la redacción, poniendo en antecedentes al lector e informándole sobre las reacciones o consecuencias derivadas del hecho. Suele recoger otras ideas secundarias que matizan la principal. El párrafo final incluye los datos y detalles menos importantes, pues es esta parte la que se elimina cuando falta espacio o se reajusta el texto.
f. En general, el texto está dividido en párrafos, parte del mismo comprendida entre dos puntos y aparte, que contiene una idea simple. En periodismo, muchas veces se emplea el párrafo partido, es decir, una idea simple es expresada en varios párrafos unidos por palabras y frases de transición porque tal estructura facilita visualmente la lectura apresurada y permite al periodista introducir datos nuevos en cualquier lugar del texto sin romper la coherencia de la narración y sin tener que rehacer la noticia entera.
B. Estructura interna. El contenido de una noticia puede estar distribuido de tres formas básicas:
a. Estructura de pirámide: el relato sigue un orden cronológico en el que lo actual, nuevo e interesante se encuentra hacia el final del texto.
b. Estructura de pirámide invertida, que consiste en elaborar la información empezando por lo más importante. El resto del texto son detalles, complementos y ambientación. Es la más utilizada.
c. Estructura de pirámide truncada: es una combinación de las dos anteriores, con la que se pretende conciliar el interés de los hechos con un orden cronológico en el relato.
d. En cualquiera de los tres casos, la parte ancha de la pirámide contiene la contestación a siete preguntas sobre el hecho que se convierte en noticia:
Qué: los acontecimientos que han sido noticia.
Quién: protagonistas o antagonistas de los hechos.
Dónde: informa sobre el lugar de los hechos.
Cuándo: nos dice en qué período de tiempo se produjo.
Por qué: desarrolla los motivos de los acontecimientos y sus antecedentes. Ésta es la más importante de la prensa escrita.
Cómo. Relata los acontecimientos tal y como ocurrieron.
Quién le ha informado: al conocer las fuentes, el lector estará en la posición de decidir y valorar la noticia.
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III. Artículo de opinión o literario
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Forma parte de los llamados géneros de opinión de la prensa, los cuales hacen tomar al lector una posición a favor o en contra de los hechos. Estas páginas dedicadas a la opinión deben estar firmadas y bien delimitadas en el periódico porque no es lícito ni honesto ofrecer la opinión como si fueran hechos objetivos.
El artículo es el género de mayor libertad del diario y otra de las fuentes de las que mana la literatura en los periódicos: puede tratar todo tipo de temas y su enfoque puede ir desde la más estricta objetividad hasta el lirismo encendido, el humor o la sátira. Es elaborado por personas ajenas a la plantilla del periódico que reflexionan sobre un tema y presenta las siguientes características generales:
1. Predomina la subjetividad, al contener el pensamiento u opinión particular de una persona.
2. Responde a una finalidad didáctica, hasta el punto de que algunos artículos adquieren naturaleza de ensayo.
3. La primera frase, el primer párrafo, es esencial, pues debe enganchar al lector.
El artículo también puede adoptar las siguientes formas diferenciadas:
1. Comentario. Texto que contiene opinión, pero también interpretación sobre cuestiones políticas y se incluye, por tanto, dentro de las secciones de Nacional o Internacional.
2. Tribuna libre. Son artículos de cierta extensión escritos por personas que, sin ser profesionales de la información, tienen opiniones autorizadas sobre determinados temas que les interesan y sobre los que, además, son especialistas.
3. Columna. Es un artículo breve que sólo ocupa una columna del periódico y cuya finalidad es interpretar, orientar y valorar la información. Se caracteriza por una libertad absoluta. Va firmado, por lo que la responsabilidad del texto es del autor, que escribe periódicamente en el mismo espacio sobre diferentes temas. La necesaria concentración obliga al redactor a aguzar el ingenio y a crear una obra completa y de interés en límites reducidos.
[^]
IV. El diario
El nombre de diario proviene del hecho de que, aparentemente, se escribe cada día. Su valor radica en que cualquier cosa puede ser contada en él, y de cualquier manera. Unos recorren la vida de su autor, otros reflejan sólo un período concreto de su existencia. Los hay que están redactados con orden, consignando la fecha y el lugar desde donde se escriben, pero también encontramos diarios que son fragmentos perdidos de la realidad, sin indicaciones temporales y espaciales, aunque estén presentes de un modo implícito (si desaparecieran dejaría de ser un diario)...
El autor de un diario escrito como género literario para su publicación finge que el lector no existe a la vez que es perfectamente consciente de su presencia.
Escribir un diario puede presentar las siguientes utilidades:
1. Rescatar instantes de nuestra vida que, de otra manera, se perderían irremediablemente.
2. Autoconocernos mejor, puesto que el yo del autor dialoga consigo mismo.
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3. Servir como entrenamiento para el aprendizaje de la escritura literaria.
El diario presenta las siguientes características:
1. Aborda la intimidad del autor y refiere situaciones personales de su entorno más cercano.
2. Autor y narrador coinciden, pues son una misma persona.
3. Está escrito en conexión constante con el momento presente. El tiempo verbal empleado es, pues, el presente de indicativo, que refuerza la credibilidad del lector al coincidir el tiempo de la escritura ("ahora") con el tiempo siempre presente de la lectura.
4. Presenta un estilo fragmentario, pues salta de un tema a otro, de un suceso a una reflexión, de una impresión a un recuerdo; lo que le da unidad es la personalidad y la vida de quien escribe.
5. Requiere una periodicidad en el tiempo. Unas cuantas anotaciones dispersas no conforman un diario.
6. La explicitación del topónimo del espacio en el que sucede lo narrado puede deberse a una actitud de relación emotiva con ese lugar.
El diario, como estructura narrativa de ficción, es una variante del punto de vista en primera persona: el protagonista cuenta la historia a su diario y así el lector recibe información de primera mano.
[^]
V. Biografía y autobiografía
La biografía, según la define el diccionario de la R.A.E., es la historia de la vida de una persona.
La persona que desempeña la labor de contarla es el biógrafo, oficio éste que se asemeja a una labor detectivesca, pues el autor quiere recuperar la verdad, quitar al mito sus ropajes de artificio para saber qué ser humano vivió debajo. El biógrafo también ejerce de historiador, pues debe relacionar la vida de la persona con el entorno en que vivió, ya que sólo así podremos llegar a entenderla.
Tipos de biógrafos:
1. Biógrafo-testigo. El narrador es una persona cercana al personaje protagonista y forma parte, por tanto, de la historia que cuenta, por lo que su mirada es personal y subjetiva.
2. Biógrafo-investigador. No presenció los hechos que narra y, por tanto, lo hace de forma objetiva e histórica.
Sus características más relevantes son:
1. Utiliza el punto de vista de la tercera persona. La mayoría de las veces, el narrador es un testigo ajeno a la vida de su biografiado, lo cual le permite obrar con cierta libertad a la hora de exponer juicios, valorar, etc.
2. Veracidad. El autor cuenta una historia verídica sobre una persona real basada en hechos también reales, que se apoya en documentación y testimonios.
3. Elección adecuada de aquellos acontecimientos que sirvan para conocer mejor al protagonista. Una labor esencial del biógrafo es la selección de aquellas cartas, documentos, testimonios... que le resulten más interesantes y sirvan para iluminar una parte de la vida del biografiado o para mejor entender su obra.
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4. Estructura lineal que sigue cronológicamente todas las edades del biografiado.
5. Relacionar la vida y obra del protagonista con el momento histórico que le tocó vivir, puesto que este último aspecto influye decisivamente en el primero.
Tipos de biografías:
1. Biografía documental. Intenta reconstruir lo más fielmente posible la vida del personaje.
2. Biografía novelada o novela biográfica. El autor se introduce en la mente del biografiado e imagina lo que pensó o sintió e interpreta los hechos, pero respeta siempre los datos verídicos.
3. Autobiografía. Relato retrospectivo que emplea la primera persona, en el que el tema tratado es la propia existencia de su autor. El lector asiste, pues, a una imagen desenfocada del pasado del protagonista, pues éste ha podido modificar episodios embarazosos o bien ocultar información importante.
4. Autobiografía novelada. El biógrafo recrea en primera persona la vida del biografiado.
Proceso de elaboración de biografías:
1. Elección de un personaje suficientemente interesante como para desempeñar la labor investigadora con la necesaria motivación, al tiempo que se destacan los aspectos de él que más interesan al biógrafo para después profundizar en ellos.
2. Determinación del tipo de lector al que va dirigida la biografía. La narración podría variar teniendo en consideración si el lector potencial conoce o no al biografiado y, por tanto, tiene una idea u opinión sobre él.
3. Realización de un cuadro cronológico de su vida, consignando la fecha y lo que ese momento significó en la existencia del protagonista. También se determina en qué períodos y aspectos de la vida del personaje centrará preferentemente su atención el biógrafo.
4. Recopilación y evaluación cuidadosa de los datos, testimonios y documentos (correspondencia, diarios, apuntes personales, periódicos de la época y biografías de otros autores) sobre el personaje en diferentes fuentes de información:
A. El mismo biografiado, si vive.
B. Familiares.
C. Personas de su entorno: amigos, condiscípulos...
D. Otras personas: libreros, coleccionistas...
E. Archivos públicos: históricos, municipales, parroquiales...
F. Bibliotecas y hemerotecas.
G. Asociaciones y colegios profesionales.
H. Instituciones académicas, culturales, etc.
5. Recopilación de información sobre el entorno histórico del individuo biografiado para entender mejor su vida y su obra.
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6. Clasificación de la información obtenida empleando un sistema de fichas que permita desplegar los materiales, compararlos y ordenarlos. Las fichas se pueden agrupar de la siguiente forma:
A. Aspectos principales de la vida del personaje (infancia, viajes...) con sus apartados correspondientes (formación académica, estancia en la universidad...)
B. Referencias documentales que posteriormente deberán citarse en la obra.
7. Selección de los datos y acontecimientos que se consideran más relevantes.
8. Ordenación cronológica de los acontecimientos.
9. Elección del tono con el que se va a contar la historia, según se quiera reforzar el imaginario colectivo sobre ese personaje o, por el contrario, se prefiera desmitificarlo: de adhesión, irónico, sarcástico, intimista, frío...
10. Redacción del texto de manera clara, persuasiva y amena.
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VI. La descripción objetiva o técnica
Cuando explicamos las características de algo, podemos reflejarlas de dos maneras: de un modo subjetivo, es decir, tal y como nosotros las percibimos; o de un modo objetivo, es decir, representándolas tal y como son. El primer tipo de descripción es la que denominamos subjetiva, estética o literaria que ya hemos visto en Tipologías textuales. Descripción.
El segundo tipo de descripción es la que conocemos como descripción objetiva o técnica. Su intención es práctica y trata de informar de las características de lo representado sin emitir valoraciones personales y de una manera ordenada, precisa y clara. Para informar de una manera más exacta, este tipo de textos suele ir acompañado de imágenes que completan la información verbal.
Presenta las siguientes características:
1. Las definiciones han de cumplir los siguientes requisitos:
A. Deben ser más claras que lo definido.
B. El nombre de lo definido no debe entrar en la definición. No podemos decir, por tanto: La circunferencia es una circunferencia redonda y plana.
C. La definición ha de convenir a la totalidad de lo definido, por lo que primero clasifica el objeto definido y después se enumeran los rasgos que lo diferencian de otros de su misma clase: La circunferencia es una línea curva, cerrada y plana, cuyos puntos equidistan todos, de otro interior, llamado centro.
D. La definición y lo definido pueden permutar sus lugares de sujeto y predicado en la oración sin que ésta sufra merma en su significación.
2. Empleo de palabras denotativas. El significado de las palabras hace referencia a la definición que de las mismas da el diccionario.
3. Precisión rigurosa en el empleo de la lengua y en la reproducción de los detalles.
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4. Utilización de tecnicismos propios del oficio, arte, industria o ciencia a la que corresponda el contenido de la descripción.
5. Los sustantivos concretos proporcionan una rigurosa exactitud a la descripción.
6. Los adjetivos especificativos y pospuestos seleccionan al sustantivo al que califican dentro de un grupo y evitan ambigüedades significativas.
7. Empleo de oraciones enunciativas, según la actitud del hablante, y de oraciones copulativas, según la naturaleza del predicado.
8. El constante uso del presente de indicativo aporta un valor habitual o atemporal a la descripción.
9. El uso indiscriminado de la tercera persona favorece la impersonalización del texto.
La descripción objetiva presenta la siguiente tipología:
1. Técnica: informa sobre los aspectos que permiten a un usuario entender en qué consiste y cómo se utiliza un producto.
2. Científica: a través de ella, los científicos ofrecen información sobre objetos, procesos, fenómenos científicos.
3. Referencial: informa con finalidades divulgativas o didácticas. Por ejemplo: la información enciclopédica.
4. Retórica: pretende dar a conocer y persuadir. Puede incluir figuras literarias, pero no con una intención estética, sino persuasiva. Por ejemplo: el folleto turístico.
La realización de una descripción objetiva o técnica presenta los siguientes pasos:
1. Observación. El autor tiene que observar –mirar con atención- previamente lo que pretende describir.
2. Enumeración de los elementos. Para evitar olvidos, el primer paso consistirá en hacer una lista lo más completa posible de los distintos elementos, donde se incluyen también posibles sinónimos para elegir, en la redacción definitiva, el término más adecuado.
3. Selección. El autor considera los datos recibidos y los valora, entresaca lo esencial y rechaza los detalles superfluos. Debe hacer una selección, evitando ser prolijo.
4. Ordenación. A la hora de redactar, necesitamos seguir un criterio de ordenación de los rasgos observados:
A. Espacial:
a. De arriba abajo o viceversa.
b. De dentro afuera o viceversa.
c. De lo más próximo a lo más alejado o viceversa.
B. Temporal.
C. De lo general a lo particular o viceversa.
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D. Por el tamaño.
E. Por la forma.
F. Datos esenciales antes que los secundarios o viceversa.
5. Redacción. Es el resultado de todos los pasos anteriores, la descripción propiamente dicha realizada con una expresión adecuada:
A. El lenguaje debe ser claro, preciso y conciso.
B. Es fundamental el uso de frases breves, sencillas y perfectamente estructuradas.
[^]
VII. El debate
El debate es una técnica de expresión oral que implica una discusión entre al menos dos grupos distintos de opinión sobre un determinado tema. Cada persona argumenta su postura, es decir, trata de justificar sus ideas mediante razones más o menos convincentes.
Conjuntamente se elabora un guión mínimo para que cada participante sepa los puntos fundamentales que, en principio, se van a tratar y puedan prepararlos, ordenar sus ideas, buscar datos y documentación, etc. Por supuesto, no se trata de un guión rígido, ya que tiene que dar cabida a todas aquellas cuestiones que vayan saliendo a lo largo del coloquio.
Cada interlocutor, por su parte, debe preparar un guión individual que recoja las ideas fundamentales que piensa exponer, las anécdotas con que va a ilustrarlas, etc.
El moderador se encarga no sólo de ceder la palabra a los interlocutores que la vayan pidiendo, sino también de encauzar y dirigir el coloquio.
Las características básicas del debate son las siguientes:
1. El tema elegido tendrá que ser único.
2. Tiene que haber al menos dos grupos distintos de opinión. Si hay un acuerdo básico entre los participantes, difícilmente puede surgir un debate.
3. Hay que prever su duración para agotar los argumentos y procurar no interrumpirlo por falta de tiempo.
4. El respeto hacia el otro y sus ideas es un principio esencial.
5. El tiempo hay que repartirlo equitativamente, procurando ser breves y no acapararlo para nosotros con exclusividad.
6. Cuando uno de los interlocutores hace referencia a algo que ha dicho otro, es costumbre que este último intervenga "por alusiones", aunque no sea su turno.
7. Es necesario no dar rodeos y ceñirse al tema propio del debate.
8. Debemos ser claros en nuestras intervenciones.
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9. Debemos ser amenos, usando el humor y la ironía –sin faltar al respeto- para romper posibles tensiones y evitar las subidas de tono, las voces y el diálogo de sordos.
10. El debate se cierra con un resumen de las posiciones de los participantes con el fin de que los posibles oyentes conozcan mejor el tema debatido y vayan formándose una opinión personal al respecto.
La estructura del debate consta de los siguientes apartados:
1. Presentación general a cargo del moderador.
2. Breve exposición, por parte de cada participante, de su postura en torno al tema.
3. Intercambio de opiniones e información.
4. Conclusiones finales.
[^]
VIII. La tertulia literaria
Una tertulia literaria consiste, simplemente, en la reunión de un grupo de aficionados a la lectura que fijan con dos semanas de antelación un libro para leerlo y se reúnen después para hablar y opinar sobre él. Se parte, pues, de un texto, se continúa con un intercambio de ideas, y se termina con la deducción de unas consecuencias que permitan la aplicación de lo tratado a la realidad de cada participante. Todo se realiza en un ambiente serio, pero a la vez informal y de camaradería.
Se trata, pues, de una actividad en que la lectura pierde su carácter de placer solitario para convertirse en una experiencia compartida que aporta, además, las siguientes utilidades:
1. Son eminentemente participativas, por lo que el alumno se desinhibe y se acostumbra a hablar en público con corrección y a argumentar.
2. Facilitan la escucha y comprensión de los demás y disminuyen prejuicios, dogmatismos y autoritarismos.
3. Su atmósfera relajada fomenta unas relaciones de mayor cordialidad entre los alumnos y entre profesor-alumno.
4. Ayudan a pensar con claridad y orden, pues permiten la adopción de una posición personal que se ve enriquecida al confrontarla con la que toman quienes nos acompañan.
5. Fomentan el espíritu crítico y la sensibilidad literaria.
6. Permiten descubrir, valorar y asimilar el significado total o parcial de la obra leída.
La práctica de la tertulia enseña que su funcionamiento no se puede abandonar a la improvisación, sino que hay que someterla a unas mínimas normas para hacerla efectiva:
1. Elección del texto literario. La obra debe de cumplir la propiedad de la adecuación al grupo que participe en la tertulia. Su temática tiene que ser rica, variada, profunda e interesante. Ha de ser capaz también de alimentar un diálogo amplio, tipificar actitudes fundamentales del ser humano y desencadenar una reacción en el grupo por antipatía o simpatía. Por último, el texto ha de ser lo suficientemente original como para ser leído con agrado y estar expresado en un lenguaje accesible.
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2. Número de participantes. No deben ser más de doce o quince personas, con objeto de permitir que todos participen y que en ningún momento se perciba la sensación de pobreza si fueran pocos, o la de que se ahoga la participación, si el número de alumnos fuera excesivo.
3. Disposición del grupo. La disposición en semicírculo favorece la realización de las tertulias, pues de esta forma todos los participantes pueden verse y estar a la misma altura.
4. Moderador. Puede ser el mismo profesor o un alumno que se preste voluntario. Se encarga de que el diálogo se desarrolle de una manera adecuada y que el tema se aborde con profundidad:
A. Debe crear una atmósfera de simpatía, donde cada participante pueda expresar sus ideas con espontaneidad y libertad, y donde todos se escuchen, hablen en orden y no se interrumpan.
B. Tiene que animar y dar seguridad a los participantes.
C. Tiene que tener capacidad de síntesis para resumir lo esencial, dejando de lado lo anecdótico.
D. Ha de mantenerse neutral, es decir, no intervenir en la tertulia con las propias ideas.
E. Ha de conceder la palabra democráticamente y ser capaz de formular preguntas, tiene que tener habilidad para mitigar a los más lanzados y para alentar a los más tímidos, así como para ayudar al grupo a salir de los atolladeros.
5. Los participantes. Su presencia y participación son decisivas. Si éstos no participan y se sitúan como meros espectadores pasivos, no se produce la necesaria comunicación:
A. Tienen que participar con deseo de aprender y relajados. Les ayudará apuntar las ideas ajenas y propias que vayan surgiendo.
B. Conviene madurar las propias ocurrencias, tomar nota de las mismas y esperar el momento en que le den la palabra.
C. Ha de aportar una idea cada vez y tratar de expresarla con claridad.
D. Si no es necesario, no debe desviar el tema que se está tratando.
E. Debe evitar la agresividad, ser respetuoso con los demás y no tratar de cambiarlos o convertirlos.
F. Ayuda a desarrollar la capacidad de escucha el intentar repetir la opinión de los otros.
6. Guión. No se trata de un esquema rígido que hay que seguir en su totalidad, sino de un punto de partida flexible que servirá al moderador para orientar el diálogo:
A. Línea argumental, forma expresiva y estilo.
B. ¿Qué otro título le hubieras puesto al libro? ¿Por qué?
C. Análisis de los personajes y de sus relaciones.
D. Coordenadas espacio-temporales.
E. Análisis de las situaciones más interesantes.
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IX. La mesa redonda
En la técnica de expresión oral que denominamos "Mesa Redonda", un equipo de expertos expone sucesivamente ante el grupo diferentes puntos de vista sobre un determinado tema.
Los alumnos participantes en la mesa deben documentarse ampliamente sobre los contenidos que cada uno va a exponer y mostrar habilidad suficiente para exponer y defender con argumentos sólidos su posición.
El coordinador abre la sesión, presenta el tema, el procedimiento a seguir y a los diferentes expertos, advierte al grupo de oyentes que sólo podrán hacer preguntas al final, ofrece la palabra al primer ponente y la irá cediendo alternativamente también a los demás. Cada ponente dispone de diez minutos y, si se pasa del tiempo, el coordinador se lo advertirá pasándole una nota por escrito.
Conviene que la duración de la "Mesa Redonda" no exceda los 50 minutos para permitir luego las preguntas que desee formular el auditorio.
[^]
X. La encuesta
Es una técnica de acopio de información que se obtiene mediante consulta o interrogatorio, generalmente de manera anónima, referente a estados de opinión, costumbres, nivel económico o cualquier otro aspecto de la actividad humana (saber si se debe o no mejorar un servicio, cuáles son los productos de mayor consumo, qué tipo de publicidad sería más efectiva para un producto concreto...).
Los pasos necesarios para su realización son los siguientes:
1. Selección de una muestra representativa de personas a las que se va a encuestar.
2. Elaboración del cuestionario, teniendo en cuenta las siguientes normas:
A. Las preguntas han de ser muy concretas, breves y claras, para evitar que se conteste a una pregunta sin comprenderla.
B. La precisión es también un requisito esencial, pues evita que los encuestados interpreten las preguntas de manera distinta y las respuestas, por tanto, no sean comparables.
C. Hay que evitar en todo momento influir en la opinión de los encuestados.
D. Las preguntas pueden ser:
a. Abiertas. Son preguntas que admiten respuestas libres: ¿Qué periódico lee usted los fines de semana?
b. Cerradas. Son preguntas con respuestas concretas: ¿Cuántos libros ha leído usted en el último mes? Ninguno – Entre 1 y 5 – Más de cinco.
3. Realización de la encuesta. En general, se prefiere la entrevista presencial o por teléfono, más que la enviada por correo, pues así el emisor se asegura las respuestas. La función de intermediario entre quien encarga la recogida de información y el entrevistado la ejerce el encuestador o persona encargada de realizar las preguntas.
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4. Ordenación de los datos. Una vez recogida toda la información, se suman las respuestas que coinciden y se analizan por porcentajes sobre el número total de personas encuestadas. Estos resultados se reflejan en forma de tablas numéricas, gráficos circulares o de barras, etc.
5. Interpretación de los datos. El objetivo final de toda encuesta es el permitir extraer conclusiones de los resultados.
[^]
XI. El diálogo, monólogo y aparte teatrales
El diálogo teatral es el intercambio verbal entre dos o más personajes y sirve para transmitir la acción. Para realizar con eficacia su finalidad dramática, el diálogo debe poseer las siguientes características:
1. Claridad. Expresar directamente el pensamiento del personaje.
2. Intención concreta. Cuando un personaje habla, no habla porque sí, lo hace con una finalidad precisa. Si no es así, el diálogo carece de sentido.
3. Caracterizar y diferenciar a los personajes. Cada personaje se define no sólo por lo que hace, sino fundamentalmente por lo que dice.
4. Sugerir el conflicto de la escena.
El monólogo es el discurso que mantiene un personaje sin dirigirse a ningún interlocutor. Habla, pero no espera respuesta. El hecho de no esperar respuesta de ningún interlocutor hace que las frases sean más largas que las del diálogo, lo cual afecta al ritmo, que siempre es más lento. El monólogo establece una cierta complicidad con el espectador, que se convierte en receptor de la intimidad de los personajes. El monólogo ofrece las siguientes utilidades:
1. Presentar acontecimientos pasados.
2. Expresar la emoción íntima del personaje.
3. Reflexionar sobre alguna conducta.
Algunos especialistas consideran el monólogo como una forma textual antidramática. Le reprochan su inverosimilitud, porque al hombre solo no se le concibe hablando en voz alta. Debido a este argumento, el teatro realista no admite el monólogo a no ser que esté motivado por una situación especial, como un sueño, que el personaje se halle bajo los efectos de alguna droga o que no esté en sus cabales.
El monólogo puede darse de manera autónoma y ser en sí mismo una obra completa, o puede presentarse dentro de una obra como fragmento de la misma.
El aparte es una variante del monólogo. Es la intervención de un personaje que se supone se realiza sin conocimiento de todos o algunos de los demás personajes que están en escena en ese momento. En muchas ocasiones es una reflexión en voz alta, y en otras, una especie de confidencia dirigida directamente al público para darle a conocer algo sobre el desarrollo de la acción no manifestado en el transcurso de ésta. Es una técnica de anticipación y de mantener el interés del auditorio y, a veces, constituye también un recurso humorístico.