Bitácoras.

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Érase Una vez. Unos niños del barrio que querían hacer una gran casa en el árbol, pero ellos no sabían cómo y los padres casi nunca tenían tiempo para eso, ellos deseaban hacer eso como par aun refugio para ellos, porque ya estaban aburridos de siempre estar reuniéndose en una casa. Pero ellos, eran muy pocos niños apenas eran 5 y para ellos, para poder hacer una casa en el árbol necesitaba muchos amigos así que empezaron a conocer niños casi de su edad entonces ya eran 15, amigos entre todos. Y la primera semana: ellos no empezaron hacer la casa de una si no lo que hicieron era que todos se conocieran así que pusieron a que cada uno escuchara las historia de la vida de otro y la contara, para ellos era muy genial, porque ellos se conocían más y sabían con quién iban a trabajar. La segunda semana: ellos miraron fotografías, y se reían de ellas aunque eran unas fotografías muy bobas porque era de mala ortografía. Siempre el mayor hablaba más, y el mayor que era como un líder o un profesor dijo: vamos a decorar la casa con palabras pero todos tenemos que escribir bien. A la tercera semana: el mayor le diré mejor que todo el líder, nos dijo. “chicos, decoremos la casa con una cultura, y por qué no la cultura colombiana que nosotros todos amamos Colombia y somos de Colombia decorémosla así ¿no?” a todos les atrajo la idea y entonces todos aceptaron, ellos estaban divididos en grupo así que, cada grupo se puso a pensar en cómo la van a decorar. Así que tenían muchas ideas como, hacer un bosque llenos de libros con personas importante de Colombia con actores, u hacer una especie de museo, en fin eran muchas ideas de cada grupo todo era muy bacana las ideas, porque todos concuerdan con la mismas cosas, así

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Érase

Una vez. Unos niños del barrio que querían hacer una gran casa en el árbol, pero ellos no sabían cómo y los padres casi nunca tenían tiempo para eso, ellos deseaban hacer eso como par aun

refugio para ellos, porque ya estaban aburridos de siempre estar reuniéndose en una casa.

Pero ellos, eran muy pocos niños apenas eran 5 y para ellos, para poder hacer una casa en el árbol necesitaba muchos amigos así que empezaron a conocer niños casi de su edad entonces ya eran

15, amigos entre todos.

Y la primera semana: ellos no empezaron hacer la casa de una si no lo que hicieron era que todos se conocieran así que pusieron a que cada uno escuchara las historia de la vida de otro y la contara, para ellos era muy genial, porque ellos se conocían más y sabían con quién iban a

trabajar.

La segunda semana: ellos miraron fotografías, y se reían de ellas aunque eran unas fotografías muy bobas porque era de mala ortografía. Siempre el mayor hablaba más, y el mayor que era

como un líder o un profesor dijo: vamos a decorar la casa con palabras pero todos tenemos que escribir bien.

A la tercera semana: el mayor le diré mejor que todo el líder, nos dijo. “chicos, decoremos la casa con una cultura, y por qué no la cultura colombiana que nosotros todos amamos Colombia y

somos de Colombia decorémosla así ¿no?” a todos les atrajo la idea y entonces todos aceptaron, ellos estaban divididos en grupo así que, cada grupo se puso a pensar en cómo la van a decorar. Así que tenían muchas ideas como, hacer un bosque llenos de libros con personas importante de

Colombia con actores, u hacer una especie de museo, en fin eran muchas ideas de cada grupo todo era muy bacana las ideas, porque todos concuerdan con la mismas cosas, así cada día se

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asían más amigos.

El cuarto semana: ese día ya todos empezaron a trabar a cada uno en sus equipos asían como una especie de taller, unos leían como un cuento para emocionarse más.

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En la quinta semana: seguía lo mismo con los talleres así ellos se entusiasmaban más y se metían más en el cueto en la fantasía de hacer una gran casa del árbol la mejor del mundo, ellos cada día

leían un gran cuento que era muy hermoso con ese cuento se emocionaban demasiado así que con más ganas trabajaban todo funcionaba fundamental eso era una cosa muy hermosa por que

las persona mayores de edad se acordaban a toda su niñez sus padres lloraban de alegría.

La sexta semana: empezaron como en otro taller que era, en la cual ya empezar a montar todos los materiales al árbol así, que eso era un trabajo de equipo, ya empezaron fue a armar la casa del

árbol.

Desde que se subió la primera tabla, todos se llenó de alegría porque ellos dijeron ya empezó a construirse su gran sueño.