Residencia ies universidad laboral de toledo curso 2013 2014
Bitácoras -Residencia 2014
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Introducción:
El siguiente documento es un compilado de las experiencias vividas durante el periodo de
residencia en campo en las distintas instituciones destino. Dichas experiencias fueron
narradas por los alumnos de la cátedra Residencia Docente del profesorado de Inglés del
Instituto Superior de Curuzú Cuatiá.
Alumno residente Institución destino – curso asignado
Mariela Meza Escuela Técnica N° 1 “Ing. Juan J. Gómez Araujo” – 5to. 1ra.
Yoana Robol Colegio “Barnidio Abelardo Sorribes” – 2do. 1ra.
Amanda Nuñez Colegio “General Manuel Belgrano” – 5to. 3ra.
Sergio Fernández Instituto Superior de Curuzú Cuatiá – 3ro Capacitación
Eliana Franco Escuela Técnica N° 1 “Ing. Juan J. Gómez Araujo” – 4to.
Noelia Alegre Balbi Colegio Secundario para Jóvenes y Adultos “Malvinas Argentinas”
– 1ro.
Natalia Miño Colegio “Barnidio Abelardo Sorribes” – 3ro. 1ra.
Mercedes Maidana Colegio “General Manuel Belgrano” – 4to. 3ra.
Mariela Gauna Escuela Técnica N° 1 “Ing. Juan J. Gómez Araujo” – 1ro. 5ta.
Fernando Vich Escuela Técnica N° 1 “Ing. Juan J. Gómez Araujo” – 5to. 1ra.
Camila Acuña Colegio “General Manuel Belgrano” – 2do. 4ta.
Para recordar algunas de mis clases del período de mi
Residencia, no habría mejor forma que redactar mis propias
bitácoras reflexionando sobre las clases elegidas. Debo
destacar que la institución destino y el grupo de alumnos el
cual estaba a cargo me confortaron desde el comienzo hasta
el final. Y hoy, me siento sumamente agradecida.
Para empezar con el relato de mis clases, he elegido la N° 1 y
2, dada el día Jueves 10 de Julio. Con esta clase comenzaba
la etapa de Residencia, es decir, la instancia evaluativa. Esta
clase fue un desafío porque estuve a cargo del grupo de
alumnos bajo la autorización de la institución sin la presencia
ni de mi Co-formadora ni de mi Prof. de Residencia.
Al llegar a la escuela, me sentía algo insegura hasta que sonó el timbre a las 10: 45
a.m. ( hora de entrada a la clase de Inglés) e ingresé al aula. Mi
preocupación era el control del grupo ya que
era mi punto débil al principio.
Afortunadamente, fue una linda clase,
desafiante y satisfactoria aunque tuve
dificultades con el manejo del tiempo
período el cual fui mejorando durante todo el
de la etapa de Residencia.
El tema de la clase estaba relacionado a Argentina, su cultura y tradiciones; así como
también hacía referencia a la familia Argentina conocida como Los Argento. Fue un
1
Por Yoana Alejandra Robol
tópico motivador para los alumnos porque se los veía participar y querer hablar de las
tradiciones y de la familia Argentina. La idea principal era motivarlos con un tema el
cual siempre tuve interés y así fue, los resultados fueron positivos.
Como el conocido dicho expresa:
¨Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.¨
En cuanto a actividades durante la clase, las mismas se llevaron a cabo sin ningún
problema. Los chicos disfrutaban de cada una de ellas ya que consistían en métodos
como trabajar en el pizarrón ( armado de rompecabezas de Sur América y rompecabezas
sobre rutinas) y en grupos ( armado de frases escritas) . Y al final de la clase, los
alumnos representaron a los personajes de ¨Casados con hijos¨ usando elementos de
actuación relacionados a la familia y a la vez leyendo viñetas ( hechas y completas
previamente) las cuales contenían información sobre cada figura.
Sin dudarlo, esta clase fue un desafío de suma importancia. Corría el riesgo de que algo
saliera mal; sin embargo, obtuve buenos resultados y siempre algo por mejorar hubo.
Me interesó la propuesta ya que disfruto de los desafíos y por
ende disfruté la clase así como los chicos lo hicieron también.
Cometer errores y enfrentar desafíos nos da posibilidades de
avanzar positivamente, algo así como dice este refrán;
¨La vida sin pruebas y desafíos no sería provechosa, sino
¿cómo aprenderíamos?̈
Otra de las clases la cual disfruté plenamente fue la N° 9 dada el día Miércoles 13 de
Agosto. Sinceramente, fue una instancia la cual me llevé gratas sorpresas por parte de
los alumnos y satisfacción por mi parte.
2
Ese mismo día llegué a la escuela quince
minutos antes de que la clase comience. El
timbre sonó a las 08: 25 a.m. Como era cambio
de hora, tenía que ingresar al aula donde mis
alumnos esperaban por mí. Recuerdo que no
hubo una clase en la cual los chicos no me
preguntaban: ¨Qué nos trajo hoy, profe?¨. Era suficiente la
pregunta para darme cuenta de que ellos tenían ganas de aprender
y trabajar. Ese interés en ellos fue conmovedor y me incentivaba
a brindarles lo mejor de mí en cada clase.
En esa clase del día Miércoles, tuve hermosas sensaciones porque me sentía muy segura
de mí misma y además intuía que mi clase planeada iba a obtener buenos resultados en
cuanto a motivación y trabajo al final. Y así fue.
La clase estaba basada en conocer sobre el país y la cultura de Reino Unido (geografía,
ubicación, costumbres, tradiciones) . Y a la vez, el principal foco era reconocer un
personaje famoso de ese mismo país ( Mr. Bean) y comentar sobre él y sus rutinas
diarias. Esta temática referida a los países y sus culturas fue desarrollada desde el
comienzo de mi Residencia. Me interesaba y disfruté muchísimo tratar el tema de
interculturalidad en las clases de Inglés. Así como también hacer que los chicos se
motiven y relacionen / comparen culturas y personajes.
Respecto a las fortalezas en ésta clase, puedo decir que me presenté a la misma con
optimismo. Me sentía muy segura de mí misma y del tema a desarrollar. La actitud de
los alumnos fue positiva. Las actividades desarrolladas en clase estaban vinculadas a
trabajar grupalmente con mapas, realizar un perfil sobre Mr. Bean en el pizarrón y
armar frases relacionadas a rutinas. Este tipo de interacciones en el aula fueron una de
las principales causas del interés y disfrute de los alumnos.
Una de las grandes sorpresas que me llevé fue que mis alumnos aún no conocían el
aspecto geográfico de Reino Unido en nuestra lengua madre. Ellos mismos lo
expresaron diciendo: ¨No aprendimos sobre éste país con la profe de Geografía¨. Esto
me brindó la satisfacción de proveer a mis estudiantes con conocimiento totalmente
nuevo para ellos en una segunda lengua ( Inglés) . Otra sorpresa fue que los chicos se
motivaron desde el principio hablando sobre Reino Unido y el personaje famoso Mr.
Bean de Inglaterra. A pesar de que Mr. Bean es un personaje de los 90, los alumnos
tenían mucho interés por comentar sobre él y su país. ¨Es muy chistoso¨, decían
riéndose.
Considerando las debilidades de esta clase, puedo agregar que hubo algunos alumnos
que hablaban mucho durante la clase. Al tratarse de un grupo numeroso, inquieto y
locuaz, debía llamarles la atención. El control del grupo fue uno de mis puntos más
débiles desde el comienzo de mi Residencia. Otro aspecto para remarcar como debilidad
es la organización del grupo, tenía que adecuarlos y prepararlos para cada paso de la
clase. Sin embargo, hubo instancias de la clase en las cuales no los organizaba del todo
bien.
Al llegar la hora 09: 05, el timbre de recreo sonó. Los alumnos
se despidieron de mí al igual que yo de ellos y dejaron el aula
para disfrutar del recreo. Yo partí de la institución
reflexionando sobre lo ocurrido en esta clase y pensando
cómo seguir avanzando y mejorando en las próximas
instancias.
Es inevitable dejar de lado lo que estuvo mal y enfocarnos solamente en lo que hicimos
bien. Es por eso que para la mejora de nuestras acciones, es necesario mirar hacia atrás
y analizar cuáles fueron nuestros errores para así evitarlos o repararlos en las próximas
instancias de enseñanza-aprendizaje. De ésta clase, un aspecto positivo fue que pude
entender que la motivación en los alumnos es el principal elemento del aprendizaje
significativo. Y, un aspecto negativo por optimizar fue el manejo de un grupo inquieto
como su edad lo dispone pero con ganas de participar y trabajar en clase.
La última de las clases que elegí para estas bitácoras fue la N° 13 y 14 referida a
Holanda y la Familia Real. El día Jueves 21 de Agosto decidí usar una herramienta
tecnológica ( proyector) ; por esta razón, la clase fue dada en la biblioteca donde había
tres mesas grandes con sus respectivas sillas.
3
Es importante remarcar que ésta no fue unas de mis mejores clases ya que fue difícil
para mí controlar el grupo. El hecho de que los alumnos estaban sentados en grupos
tampoco ayudó ya que ellos hablaban toda la clase y perdían la concentración.
Al comenzar la clase, 10: 45 a.m., el proyector no funcionaba, por lo que tardé unos
minutos solucionando el inconveniente. Sin embargo, luego de que éste funcione
correctamente, pude seguir con mi clase.
El tópico de ese día fue de mucho interés para los chicos. Se mostraban curiosos por
saber más sobre la Familia Real y Holanda. Muchos de ellos aportaban información
extra sobre el tema y también se sentían libres de hacer preguntas. Ésto fue muy
satisfactorio y productivo no solo para los alumnos sino también para mí.
En cuanto a actividades, todas fueron desarrolladas en tiempo y forma, a excepción de
un ejercicio el cual no estaba adecuado para el nivel de los chicos y fue difícil para
ellos hacerlo. Cuando noté que los alumnos no respondían con la actividad, decidí
hacerla junto con todos los alumnos y así obtuve mejor resultado. Hubo una última
actividad la cual resultó sumamente bien. Ésta consistía en la participación completa de
los alumnos en frente de la clase. El método de participación de los alumnos en frente
del aula siempre fue efectivo ya que era un grupo de alumnos activo y ellos disfrutaban
moverse y participar.
A pesar de que tuve inconvenientes con la tecnología al
principio, esta clase tuvo puntos a favor los cuales fueron
útiles para
próximas implementarlos en las
clases. En cuanto al control
del grupo, fue un hecho
que me costó mucho al principio
pero supe mejorarlo clase a
clase. Era una situación frustrante pero de ella y de otros
errores aprendía.
Para resumir con estas bitácoras, me gustaría agregar una frase expresada por el
escritor Paulo Coelho que dice así:
¨Los errores son una manera de reaccionar¨
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Bitácora Residencia
“Un viaje de mil millas comienza con un solo paso.”
2014
Meza Mariela Lis
Bitácora Residencia 2014
Meza Mariela Lis
Profesorado de Inglés
Profesora Patricia Raimondi
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Bitácora Residencia 2014
ENET N°1 Juan José Gómez Araujo
Co-formadora: Eugenia Fornarolli
Curso: 5to 1ra
Residente: Meza Mariela Lis
“Un viaje de mil millas comienza con un solo paso.”
Desperté esa mañana del 7 de julio y dije: "lo voy a hacer porque puedo hacerlo".
Ese día tenía que dar mi segunda clase de Residencia pero me sentía un poco
insegura ya que sentía que este primer paso de este viaje me estaba costando un
poco, principalmente la elaboración de planes de clase. Mi clase iniciaba a las 9.55
hs. Caminaba hacia el colegio ensayando los pasos del plan de clase en la mente.
Cuanto más me acercaba al colegio los nervios eran cada vez más notorios.
Comencé la clase diciendo "buenos días alumnos" “ ¿Cómo están hoy?” los
alumnos a esto contestaron “bien profe” con entusiasmo, pero la que no estaba
bien era yo, los nervios no se iban y eso hacía que mi actitud fuera un tanto
extraña. Después de eso continúe haciéndoles preguntas a los chicos sobre la
clase anterior en la cual trabajamos con el famoso cantante Michael Jackson. Los
alumnos contestaron todas las preguntas y eso hizo a que me sintiera mejor y
continuara la clase con otra actitud. Entonces les di a los alumnos un juego, este
consistía en ordenar los verbos en pasado de acuerdo a los verbos en presente
que tenían en el pizarrón. Les pedí formar dos grupos e hicimos una competencia
entre ambos; el grupo que conseguía ordenar todos los verbos como
correspondían serían los ganadores. Los chicos se mostraron muy
entusiasmados y yo disfrute mucho ese momento. El error vino en la actividad
siguiente. Les di a los chicos un texto sobre la vida de Michael Jackson. Leímos el
texto entre todos y seguí con la próxima actividad sin hacer una comprensión del
texto dado como lo había planificado. Lo di todo por entendido, cosa que no
debemos hacer ¡Ahora lo sé! Aparte de eso, después de hacer la última actividad
que consistía en que cada grupo debía ordenar las oraciones dadas, me sobro
minutos de la clase y tuve que crear en ese momento de forma espontánea otra
actividad. Pero eso hizo a que bajara un poco mi clase por no saber manejar el
tiempo de la misma. Las reflexiones de mi co-formadora fueron obviamente
muchas sugerencias para mejorar como los errores antes mencionados, pero
también hubo algunos puntos positivos como la motivación que creé en los
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chicos a la hora de darles los juegos de competencia. A pesar de haber aprobado
la clase, yo no supere mis expectativas. Ciertamente estaba empezando y había
muchas cosas que mejorar todavía. Entonces, me dije a mi misma: “No tengo que
solo decir que lo voy a hacer, que tengo que cambiar la actitud y crear estrategias
innovadoras, sino que realmente tengo que hacerlo…”
…y así seguí viaje, me fue un poco difícil desarrollar las clases impartidas
anteriormente ya que la mayoría de las veces fue un poco difícil para mí el
manejo del tiempo de las mismas y la realización de planes desde el inicio de este
proceso, pero afortunadamente pude darme cuenta a tiempo de que si quería ser
una buena profesora debía cambiar mi punto de vista y empezar a pensar en
algo más innovador. Y eso es lo que hice. Lo que sucedió al principio fue sólo un
revés temporal en ese momento y así fue como mi primera y segunda clase
quedaron guardadas en mi gran equipaje de experiencias durante este viaje. El 10
de Julio di la clase número 3 y 4. La misma iniciaba a las 14 hs. Minutos antes de
empezar mi clase, mientras esperaba en el colegio, me preguntaba si esta vez
todo iba a mejorar, si esta vez era mi turno de poder hacerlo, y si los alumnos iban
a responder como lo venían haciendo, porque la que tenía que cambiar la actitud
era yo. En ese momento veo a mi co-formadora llegar, me saluda con un beso y
me regala una sonrisa como diciendo; “vamos!!!, esta vez va a salir todo bien
Mariela”. (Bueno, eso es lo que yo imaginé y creo que eso ayudó bastante).
Empecé la clase y mi actitud fue muy positiva frente al grupo de estudiantes.
Desarrollé la clase número 3 y 4 con satisfacción. He utilizado recursos como
carteles y afiches muy coloridos que les gustaron mucho y he usado el lenguaje
corporal para enseñarles vocabulario sobre el equipo de buceo. Los cuales
después me permitieron enseñarles necesidades y obligaciones. Les hice jugar a
juegos de competencia y parecían estar tan entusiasmados y competitivos a la
vez. Pude no crear algo maravilloso, pero traté de dejar de lado los nervios y
comenzar a ser la misma persona que era antes de empezar el proceso. Me
mostré como soy todos los días de mi vida diaria frente a los alumnos. Lleve a
cabo todas las sugerencias de las profesares que me observaron y eso fue lo que
me ayudó a brillar como una estrella. Lo más significante fue el hecho de que yo
hablaba en Inglés todo el tiempo y ellos conseguían entenderme! Realmente me
sentí orgullosa de mis alumnos en esta clase. Y entonces me di cuenta de que si
tenemos la intención de lograr algo, sin duda, lo conseguimos!
El viaje terminó... esa es la frase que usé para cerrar el proceso de residencia en la
escuela ENET, curso 5to 1ra. Mi última clase fue un jueves 28 de agosto. Para esta
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última clase planifique dar una revisión de todos los temas dados durante el
proceso de Residencia. Me pasó algo inesperado el día anterior. Me avisaron del
colegio que no podía hacer uso de la biblioteca, lugar donde yo debía dar mi
última clase. Pero como me considero una persona optimista le dije a mi
profesora de residencia: “tengo un problema, pero también tengo la solución”.
Le había sugerido a mi profesora condicionar el aula usado habitualmente para
proyectar y así poder dar la clase sin inconvenientes. Mi profesora me acompaño
al colegio para asegurarse que eso fuera posible y me dio el Ok. Minutos más
tarde recibo un mensaje de mi profesora diciendo que no hacía falta condicionar
el aula ya que había otra habilitada especialmente para poder dar mi clase. Creo
que todo estaba a mi favor, pero también considero que sin el apoyo
incondicional de mi profesora de residencia, Patricia Raimondi y del personal de la
ENET N°1 no lo habría logrado. Desarrollé mi última clase con mucha emoción y
entusiasmo. Preparé un Power P.P. para los chicos y así poder repasar temas
dados anteriormente como el pasado simple, medios de transporte, necesidades
y obligaciones, comparativos y superlativos teniendo como contexto viaje ya que
antes de empezar la clase entregué a los chicos un pasaje de avión de Aerolíneas
Argentinas simulando un viaje. Les mostré un mapa diciéndoles que ese día
íbamos a viajar por algunos lugares del mundo (países y provincias mencionadas
en clases anteriores) teniendo en cuenta también Liverpool, la ciudad de Los
Beatles ya que al finalizar la clase les mostré a los alumnos un video con imágenes
suyas durante el proceso de Residencia con la canción imagine de los Beatles
como música de fondo. Me observaron muchas personas esta vez; la directora de
carrera Roxana Proz, Laura Issler del consejo de directivos del profesorado, mi co-
formadora Eugenia Fornarolli, dos alumnas del profesorado, y por supuesto mi
profesora de residencia, Patricia Raimondi. Recibí críticas muy positivas de todos
y todos se emocionaron al finalizar mi clase ya que pudieron notar mi crecimiento
durante la carrera y ver en mí una futura docente. Fue una de las experiencias
más significativas durante todo el tiempo que llevo en el Profesorado.
Ciertamente, fue como un viaje a una aventura extraordinaria, haciendo lo que
me gusta hacer: enseñar. Durante el desarrollo de las clases en este proceso me
di cuenta de que no me equivoque en absoluto al elegir la carrera y es
definitivamente lo que quiero ser; una profesora de Inglés. Es una profesión que
he elegido no sólo para el hoy, sino también para el resto de mi vida entera. Sentí
emociones y sensaciones mezcladas entre sí por la felicidad de hacer mi sueño
realidad y la satisfacción de cumplir con mi objetivo, el cual fue enseñar y
entretener a los estudiantes. Afortunadamente creo que lo pude lograr. Hubo
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una gran cantidad de comentarios positivos que fueron muy alentadores. He
aprendido mucho de las sugerencias de mi co-formadora y de mi profesora de
Residencia. Esas sugerencias me ayudaron y me dieron las herramientas para
mejorar cada día durante este proceso de aprendizaje. Hice lo mejor que pude
para seguir todas las sugerencias y reflexiones que me hicieron. Sin embargo, he
aprendido mucho de los estudiantes también. He aprendido que si uno muestra
una actitud positiva hacia ellos, ellos también van a mostrar una actitud positiva
hacia nosotros. También he aprendido que no importa cuánto uno sabe sobre la
materia sino la forma en que se la enseña. Si enseñas a los alumnos de una
manera que ellos puedan sentirse cómodos y ayudándolos si se sienten inseguros
acerca de algo, uno conseguirá resultados optimistas. Es muy importante que uno
pueda conseguir lo que necesite o requiera de sus alumnos. No preparé un plan
de clase o desarrolle una clase perfecta para ellos, pero me esforcé para
enseñarles de una manera muy amigable. Muchas veces los animé a participar en
las clases a fin de tener su atención y participación. Por último, lo más importante
que he aprendido de los alumnos es que antes de ser un buen profesor uno debe
ser una buena persona. Somos personas y vamos a trabajar con personas
también en un futuro cercano. Creo que si uno demuestra ser una buena persona
a sus alumnos, uno será un buen profesor para ellos. Fue una experiencia
increíble que será inolvidable! Este viaje terminó, pero estoy lista para el que
viene!
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INSTITUTO SUPERIOR DE CURUZÚ CUATIÁ
2014
Bitácoras Cátedra: Residencia docente – Curso: cuarto
RESIDENTE: SERGIO FERNÁNDEZ
PROFESORA: PATRICIA RAIMONDI
P R O F E S O R A D O D E I N G L É S
Instituto Superior de Curuzú Cuatiá
Carrera: Profesorado de Inglés
Cátedra: Residencia docente
Co- formadoras: Eugenia Fornaroli – Margarita Pedreira
Residente: Sergio Fernández
Curso: 4to
Ciclo Lectivo: 2014
Bitácora clase experimental
Después de una larga espera, comenzaba esta “aventura”…
Si bien ya tenía aprobada la materia del profesorado que me faltaba para poder llevar a
cabo la residencia en campo, sabía que tendría que esperar un tiempo. Por lo tanto era
necesario tratar de equilibrar mis ansias que me caracterizan hasta que el momento
llegara. El momento llegó, y un conjunto de sentimientos encontrados se presentaron. Así,
después de una larga espera, comenzaba esta “aventura”. Si bien no era un grupo
numeroso de alumnos, esta instancia en la carrera constituía un desafío que debía hacer
frente sea como sea. A pesar de que no era una clase evaluada, sentía que debía
preparar esta clase teniendo en cuenta todos los detalles, recursos, etc. Esa era la idea..
pero como generalmente suelo pensar: una de cal y una de arena. En la mañana previa a
esta clase comienzo a imprimir todo lo que utilizaría. De repente.. la impresora sin tinta y
aún faltaba varias impresiones. Así que rápidamente (y tratando de estar calmo) salí a
realizar las impresiones. Después vendría la parte de recortar las impresiones y pegarlas
en cartulinas. A pesar de todos estos imprevistos sabía que tenía que poner la mejor de
las actitudes y continuar. Así, la clase experimental comenzaba a las 2 p.m. el viernes 11
de julio. Sentí que el grupo aparentaba haberme aceptado desde el comienzo y me había
dado una cálida bienvenida. A diferencia de los alumnos de un colegio secundario,
1
los cuales aprenden una lengua extranjera por imposición, el grupo de 3er año
Capacitación demostraba predisposición y buena voluntad hacia el proceso de
aprendizaje. La clase comenzaría dando imágenes a los alumnos para que trabajaran de
a pares, lo cual pude percibir que estaban muy familiarizados. Luego vendría una lectura y
comprensión a modo de repaso de los tiempos verbales: Presente perfecto y Pasado
Simple con la cual los alumnos se desempeñaban bien en términos generales. Después,
tendría lugar un trailer de la película “Corazón valiente” como disparador para introducir el
tema de tipos de película pero previamente tenía en mente animar a los alumnos a
realizar una suerte de predicción sobre una de las películas más populares del actor. Es
aquí cuando sentí que debía haber priorizado las necesidades de los alumnos. Al ser
personas (la mayoría de ellas) adultas necesitan su tiempo para realizar las distintas
actividades en la clase. Tal como me lo había señalado mi co – formadora en mi diario,
esto era uno de mis puntos débiles a trabajar en este periodo de residencia. Por otro lado
los alumnos asumían plena responsabilidad y concentración en la realización de las
tareas. Así también puede percibir que el grupo estuvo muy cómodo y a gusto trabajando
con la última actividad programada para esa clase. En la misma, trabajaron en dos grupos
formando oraciones y decidiendo el tiempo verbal correcto. Sin embargo, y teniendo en
cuenta otra de las devoluciones de mi co-formadora, otro aspecto a trabajar sería el hecho
de dar las instrucciones cortas y claras. Pero esta “aventura” recién iniciaba, y como era
de esperarse, había mucho por trabajar y seguir aprendiendo.
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Instituto Superior de Curuzú Cuatiá
Carrera: Profesorado de Inglés
Cátedra: Residencia docente
Co- formadoras: Eugenia Fornaroli – Margarita Pedreira
Residente: Sergio Fernández
Curso: 4to
Ciclo Lectivo: 2014
Bitácora clases 10 -11
Tomando riesgos para aprender
Me quiero concentrar en esta idea puesto que esta es la sensación que más se hizo
evidente al terminar las clases 10 – 11 de mi residencia. Desde el momento en que había
comenzado a transitar este período deseaba implementar el juego de la línea roja en
alguna clase. ¡Calma!, me decía mi voz interior, ya surgirá esa oportunidad. De hecho,
creí que este sería el momento preciso. Para comenzar la clase, y como lo pensaba para
cada una en particular, tenía la premisa de de adoptar una actitud positiva al ingresar al
salón de clases. Había planificado una actividad que consistía en un rompecabezas para
que los alumnos resuelvan y de este modo constituiría un disparador para el tema a
trabajar. A pesar que no se cumplieron mis expectativas en cuanto al escaso número de
alumnos, esta actividad tornó la clase más dinámica y los estudiantes trabajaron
adecuadamente. Luego, la siguiente parte de la clase, en la que los alumnos contribuían
con ideas relacionadas al tema de una posterior lectura; pude percibir que participaban
dando muchas opiniones y plasmándolas en el pizarrón. De la misma manera, la siguiente
consigna que consistía en predecir de lo que se trataría el texto de acuerdo al título fue
llevada a cabo exitosamente. A continuación, vendría la sensación expresada
anteriormente; este “tomar riesgos” y enfrentarlos sea cual fuese el resultado. Era el
momento en que los alumnos debían leer un texto en sus libros. Podía notar como
muchas dudas comenzaban a surgir
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entre los estudiantes a medida que iban leyendo. Al terminar la lectura se suponía que los
alumnos tendrían que contestar una serie de preguntas que fueron establecidas de
antemano. Es decir, ellos debían hablar la mayor parte del tiempo. Pues bien, resultó ser
lo contrario. Creí que estaría favoreciendo a los estudiantes al ser yo quien más hablaba
dándoles detalles sobre el texto leído. ¿Lección aprendida? - ¡No! Debí haber previsto con
anterioridad algún tipo de guía que los mueva a decir o dar el tipo de respuesta que yo
esperaba. Pasó ese momento… Sentía que los riesgos mermaban en cierto punto. Este
era el momento que lo había ideado (eso pensaba y creía erróneamente) Llegaba el juego
de la línea roja, y a la vez el poder cumplir mis expectativas al respecto. Comenzaba a dar
las instrucciones, mientras veía las miradas desconcertadas de los alumnos. ¡No! (me
decía a mi mismo) Esto no estaría al nivel de mis expectativas. Intentaba dar nuevamente
las instrucciones para tratar de clarificar. Pero… ¿Qué pasaba? La incertidumbre con
respecto a cuál era el objetivo del juego era aun mayor. Después (y con las dudas
pertinentes en los alumnos) el juego en sí. Más dificultad para llevar a cabo la actividad,
los estudiantes no encontraban las palabras en el texto que se ajusten a la definición que
yo les daba. Por lo tanto, los riesgos no habían mitigado y sabía que debía sobrellevarlos.
Rescato que los alumnos demostraron una postura de trabajo y colaboración durante todo
el juego sin desistir en ningún momento a pesar que no fue el resultado más deseado. La
siguiente actividad requería que los estudiantes completen una especie de resumen
acerca de lo que habían leído previamente. Al estar en la resolución de la actividad, me di
cuenta que los alumnos comenzaban a demostrar su falta de certeza. ¿Y ahora? me
preguntaba. Debía poner en práctica un “plan B”. Es entonces cuando decidí en el
momento darles las palabras que debían utilizar en un orden aleatorio. De esta manera, el
desempeño de los alumnos fue exitoso y estuvieron cómodos realizando la tarea. Para
culminar la clase, la actividad estaba basada en el texto leído con anterioridad y consistía
en identificar si las oraciones propuestas eran Verdaderas o Falsas. En esta parte ya me
sentía más relajado (en cuanto a lo que había experimentado con el juego
particularmente) y podía percibir que los alumnos llevaron a cabo la actividad
favorablemente. De este modo, esta experiencia con el texto presentado en esta clase, y
a la vez con el “tan esperado” juego de la línea me permite afirmar: las situaciones áulicas
son un constante “tomar riegos” que dejan un aprendizaje y al mismo tiempo fomentan el
crecimiento personal.
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Instituto Superior de Curuzú Cuatiá
Carrera: Profesorado de Inglés
Cátedra: Residencia docente
Co- formadoras: Eugenia Fornaroli – Margarita Pedreira
Residente: Sergio Fernández
Curso: 4to
Ciclo Lectivo: 2014
Bitácora clase final
La tercera… la vencida.
Llegaba el final del periodo de mi residencia en campo. Pero para esto debía atravesar
estadios imprevistos. En una primera instancia, mi clase final tendría lugar el viernes 19
de septiembre. En el Instituto Superior se había programado el festejo con motivo del día
del estudiante por lo que la institución estaría cerrada ese día durante la tarde. ¡Paciencia!
(pensé) Habría que esperar hasta el próximo martes 23 de septiembre en que tendría
lugar la clase de tercer año capacitación. Llegó el día esperado. Mi energía y
concentración giraban en torno a la clase que estaba prevista a las 20.30 horas. Todo
indicaba estar listo para dar la última clase. Así también yo tenía todo preparado. De
repente…17.30 hs el clima comenzaba a cambiar: truenos, el clima cálido se tornaba un
poco ventoso. ¿Qué estará por suceder? (pensaba) Más tarde comenzaría a llover, y con
el correr de los minutos se intensificaba. Más aún: lluvia con viento, y un momento
después la luz que cortaba. Luego, mensajes en el grupo de Whatsapp de alumnos que
confirmaban su inasistencia debido a las inclemencias del tiempo. De acuerdo al número
de alumnos con los que contaba para la clase, más de la mitad no estaría y presentía que
el resto estaría presente pero con mucha dificultad. Mi clase del martes 23 también sería
postergada. Llegó el viernes 26 de septiembre, y la tercera… la vencida. El sol radiante y
brillante, no había dudas que el día llegó. Mi clase estaría
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centrada en la idea de que uno se expone a experimentar fracasos o infortunios toda vez
que se experimenta algo nuevo. Pero a pesar de eso, la clave en cierta manera radica en
continuar sin importar el número de veces que se ha fracasado. Este era el mensaje que
quería transmitirles a mis alumnos de tercero capacitación a modo de cerrar este periodo.
Y mucho mejor si lograba que adopten parte de esta filosofía en sus experiencias
personales, de la misma manera que lo he hecho en la mía. Para esto tenía pensado
utilizar un video con una reflexión constructivista sobre personas famosas que
experimentaron o han experimentado fracasos en sus vidas pero a pesar de eso fueron o
han sido tales personas. Estaba todo preparado para comenzar la última clase a las 14
horas del viernes 26 de septiembre, amén de que por un momento durante la mañana de
ese día se había nublado pero al poco tiempo ya estaba despejado y con un sol radiante.
Llegaba al instituto, como habitualmente lo hacía durante el tiempo de mi residencia, unos
minutos más temprano. Todo esto para estar bien predispuesto y con la actitud necesaria
para dar la clase y justo conmigo llegaba mi compañero de residencia (y observante ese
día) Fernando. Estaba preparándome para comenzar, con algunos alumnos ya en el aula
y como le había comunicado previamente a mi co – formadora ese día utilizaría el
proyector. Por lo tanto le recordé tal cuestión. Al cabo de unos minutos, regresa mi co-
formadora y me dice: “Relajate, el proyector no se puede sacar de dirección porque no se
puede abrir la puerta. Están tratando de abrir” ¿Una prueba del destino al comenzar la
clase? Pareciera ser que si. En el fondo presentía que todo se solucionaría en breve y
traté de poner la mejor de las actitudes y calmarme. Sabía que si “reaccionaba” lo único
que conseguiría era empeorar las cosas. Es más, anteriormente ya había escuchado que
se habían dado situaciones similares en el instituto, es decir que una puerta no se puede
abrir por un momento pero que en instantes logran abrirla. De todos modos tenía
pensado un “plan B” de antemano. Pero no hubo necesidad de recurrir al mismo porque
se cumplió mi presentimiento. No transcurrió mucho tiempo para que el proyector esté en
el aula y disponible para ser usado. En la primera actividad destinada a establecer la
atmósfera de la clase, los alumnos se ubicaban en pares de acuerdo al color de fondo en
el que estaban ciertas imágenes (algunas relacionadas con los temas vistos en este
periodo y otras en relación a personas famosas que luego verían en el video) Pude
percibir que los estudiantes participaban y hablaban libremente, cómodos y con confianza.
Luego vendría una presentación que había preparado utilizando la herramienta “Prezi”. En
esta actividad los alumnos tenían que predecir quien era la persona famosa basándose
solo en una imagen borrosa y una frase acerca de algún fracaso que experimentó esa
persona. Tuve la sensación que fue desafiante para los estudiantes el tratar de “adivinar”
y a la vez lo disfrutaron al igual que yo preparando esas imágenes borrosas. Luego
vendría el video mediante el cual los alumnos chequeaban sus predicciones y al finalizar
el mismo, la frase en la cual se centraba la clase. Dicha frase estaba usada con uno de
los tiempos verbales vistos en este periodo. Noté que los alumnos podían decir muchos
ejemplos usando ese tiempo verbal. Posteriormente la clase seguía con un poema que en
el momento que lo habían visto, atrajo mucho a los alumnos. Entonces, la consigna esta
vez era comenzar con la primera línea igual a la del poema y, trabajando en grupos
agregar tres líneas más. Para esto tuvieron un tiempo para preparar sus estrofas de
poemas y luego compartirlos con el resto de la clase. Pude advertir que los alumnos
ponían en práctica su imaginación, creatividad y lenguaje para producir poemas
maravillosos. Al finalizar la clase, cada grupo pasaba al frente a leer sus producciones
tratando de copiar el ritmo del poema original. La percepción que tuve aquí es que los
estudiantes se deleitaron al exhibir sus poemas. Es así como culminaba mi etapa de
residencia en campo. Además, sabiendo que aún hay cosas por seguir aprendiendo,
mejorando y enriqueciéndose en experiencias áulicas.
7
Mi Bitácora
Residencia Docente
Alumna: Noelia Alegre Balbi
Profesora: María Patricia
Raimondi
Co – formador: Cristian Gobo
Colegio: Col. para Jóvenes y
Adultos “Malvinas Argentinas”
Curso: 1° “A”
Año: 2014
Comenzamos el cursado de la materia
con mucha ansiedad, nervios y
expectativas hasta que llegó el gran día
en el que realizamos el sorteo y supe que
institución me tocaba. Colegio para
Jóvenes y adultos “Malvinas
Argentinas”…todo un desafío, pero
con muchas ganas y optimismo pues esto
es lo que yo elegí para mi futuro.
Mi entrada a campo, como lo
llamamos, estuvo demorada,
inclemencias del tiempo, actos,
feriados, etc. Hasta que al fin llego el
gran día…….
Martes 24 de Junio de 2014….mezcla
de emociones, nervios, alegría, ansiedad,
curiosidad.
Llegó la hora tanto esperada a lo largo
de toda mi carrera, de la mano de mi
profesora de Residencia, quién fue y es
mi guía en este proceso, llegamos a la
escuela, presentación a los directivos,
preceptores. Luego, ingresamos y conocí a
quienes serían mis alumnos, esas
personitas que me dejaron y ayudaron a
aprender junto a ellos, alumnos de 1°
división “A”, en sus caritas mostraban
desconfianza, curiosidad por saber quien
era y que hacía ahí. Mi co-formador
me dio la bienvenida y les explico que a
partir de la semana siguiente yo estaría
como profesora.
Y así fue. Martes 1 de Julio, con
muchos nervios y una inmensa alegría,
me presenté al establecimiento, llegó la
hora de mi clase y comencé. Al
principio, no lo voy a negar que costo un
poco manejar el grupo, pero de a
poquito me gane mi lugar y la confianza
de los alumnos. A pesar de que
conversaron bastante las actividades
propuestas se llevaron a cabo de buena
manera y con buenos resultados.
Los alumnos, conversadores y
ruidosos, se mostraron participativos
y colaborativos.
Así, sin darme cuenta del correr de la
hora, terminó mi primera clase, mi
primera experiencia frente a estos
alumnos. Mi primer gran desafío.
Mi proceso de residencia se venía
desarrollando con normalidad, hasta
que…..y cómo lo dice Patricia, un
tropezón no es caída, y en este mágico
proceso todo el tiempo nos equivocamos
para aprender, fallé en una clase. Me
sentí muy frustrada, decepcionada. No
actúe bien frente al grupo, tuve
problemas con la tecnología y me
paralicé; las actividades propuestas no
fueron acordes al grupo, utilicé una
canción y un video que mis alumnos no lo
entendieron. Mi clase no estuvo bien y
sentí que fallé. Fallé a mis alumnos, a
mi profesora
de Residencia, a mi co- formador,
me fallé.
Pero, sabias palabras dicen, que de
eso se trata este proceso, de
equivocarnos y poder aprender del
error y poder remediarlo.
Y…..al fin llegó el tan ansiado y esperado
día de la clase final…
Clase preparada, recursos didácticos listos,
actividades preparadas y ensayadas de ante
mano, tecnología preparada, lágrimas a flor
de piel, una mezcla de emociones.
Martes 7 de octubre, mi clase final,
después de pasar varios meses junto a mis
alumnos llegaba el momento de despedirme y
no quería. Disfrute cada paso de la clase y
sentí que los alumnos también lo hicieron.
Todo salió tal cual lo había
planificado. Actividades, juegos,
todo tuvo su resultado positivo.
Y llegó la hora del cierre y de
decir adiós….
Convencida y segura de que esto
es lo que quiero para mi vida.
Agradecida eternamente de la
guía, apoyo, comprensión,
palabras de aliento de mi
profesora de Residencia, de mi
co-formador y de mis pares.
Comencé a dictar mis clases de Residencia Docente en el Colegio General Manuel Belgrano en el mes de Octubre del corriente año. Al principio del año la mayoría de mis compañeros estaban ansiosos por comenzar; mis deseos eran todo lo contrario. Yo deseaba que el momento de entrar a un aula nunca llegara. Con el paso del tiempo mi pensamiento cambió y me di cuenta que en algún momento tenía que suceder y así fue; pasó mi período de pre-residencia y mis primeras clases, hasta que llegué a la clase 4-5.
Mi segunda semana de Residencia y yo ya estaba pensando en cuando sería mi última clase. Sentía tanto rechazo hacia la materia, preparar planes de clases, la idea de ir a dar clases, todo me estresaba muchísimo. Pensar los planes de clase es algo que me sale muy fácilmente pero a la hora de redactarlos soy la peor. Me costaba mucho transmitir lo que quería hacer en mis clases.
Cuando comencé a planear mi clase 4-5 no se me venía una idea a la cabeza pasaban las horas y
los días y yo tenía que entregar mi plan de clases. Así que recurrí a lo que hace un profesor
mediocre y dije: “Hagamos las actividades que están en el libro” ese fue mi gran error.
Mi profesora de Residencia me devolvió mi plan de clases y me dijo que mi clase estaba bien
didácticamente pero que tenía un enfoque muy gramatical. En ese momento no entendí que
quería decir con eso pero no pregunté y así con ese plan, me fui a mi clase.
El comienzo de la clase estuvo muy bien; comencé con una dinámica en la que los alumnos tenían
que moverse por el aula y buscar unas tarjetitas de colores.
Luego hicimos una actividad en el pizarrón entre todos. Los alumnos eran muy tímidos pero si les
pedía directamente que pasen al frente ellos colaboraban.
Hasta que llegó el momento de la ejercitación y ahí fue el momento en donde mi clase se pinchó.
Darles tres ejercicios escritos uno detrás de otro fue una pésima decisión; mientras los alumnos
realizaban los ejercicios yo me daba cuenta que cada vez había más silencio e incomodidad y no se
me ocurría nada como para cambiar esa atmosfera tan densa que yo misma había creado.
La clase seguía y en ese momento pensé: “ya estoy jugada, que sea lo que Dios quiera”. Vino la
preceptora dictó una comunicación para los chicos y seguimos haciendo actividades escritas,
densas, aburridas.
Terminó mi clase y ahí recibí todas las devoluciones de mi profesora co-formadora y mi profesora
de residencia. En ese momento escuché una y cada una de las sugerencias de ambas pero no
lograba entenderlas del todo aún.
Seguía mi Residencia Docente, lo que me quedó más que claro fue que no podía suceder
nuevamente lo que pasó en las clases N° 4-5. Así que decidí que en cada clase iba a llevar un juego
o una dinámica, algo que despertara el interés de mis alumnos y le diera un toque de vida a mis
clases.
Residente: Camila Acuña
Así fue, trabajé mucho en las sugerencias que había recibido de mis profesoras hasta que llegué a
la clase N° 7. En esta clase tenía miedo de caer nuevamente en algo súper gramatical, denso y
aburrido... Mi desafío era encontrar una forma de presentar el tema de una forma dinámica y
divertida.
Jueves de 17:30 hs a 18 hs, tenía treinta minutos de clases en los cuales me tenía que lucir.
Cuando comencé a pensar mi plan de clase lo primero que pensé fue: “A esa hora los chicos están
cansados y lo único que quieren es irse a sus casas”. Así que decidir poner toda la carne al asador y
propuse una dinámica al comenzar y un juego para el final de esa clase.
Tenía todo preparado para mi clase, había juntado y arreglado mis recursos, mis cuadernos, miles
de fichas, fotocopias, tizas, todo está ahí, nada podía salir mal. Cuando estoy saliendo de mi casa
siento que me estoy olvidando de algo pero no podía recordar que cosa era, me fui a la escuela y
cuando llegué me di cuenta que me había olvidado mi reloj.
Soy muy obsesiva y si no tengo una cosa me desespero pero luego me calmé y pensé en un plan b
que fue poner mi celular dentro de la cartuchera, listo solucionado.
Toca el timbre y no sé si fue la adrenalina de haberme olvidado el reloj, la ansiedad que sentía por
hacer el juego final o que era que me dio una energía extra.
Cuando entré al aula saludé a los chicos que estaban fastidiosos por que estaban de hora libre
desde las 15:20 hs y ya eran las 17:30, lo único que deseaban era irse a sus casas. Ahí les dije:
“Bueno chicos estamos un ratito más y nos vamos”, en ese momento sentí aún más la presión de
hacer las cosas bien para que no sea una clase tediosa para mis alumnos.
Cuando les di la primera actividad, casi no fue necesario explicarles lo que tenían que hacer; ellos
mismos comenzaron a moverse a formar grupos, ese era el principal objetivo de la actividad.
Luego llegó el momento en donde en mi clase iba a decaer un poco la energía: la presentación.
Traté de que sea algo oral en donde los alumnos tengan que interactuar entre ellos pero no
resultó como yo me lo esperaba y ahí sentí que estaba volviendo a pasar lo que había tratado de
evitar.
Así que decidí darle un cierre a esa actividad que no los estaba motivando ni un poquito y pasar
directamente al juego final. Cuando les dije: “Guarden todo, vamos a pararnos en el fondo para
hacer un juego” Los alumnos saltaron de sus sillas, expliqué el juego y ahí volvió la energía, la
motivación y la atmosfera que debe haber en una clase de Inglés.
Una vez que había aprendido a manejar la atmosfera en mi clase, todavía había cositas que ajustar. En
clases anteriores tanto mi profesora de residencia como mi profesora co- formadora habían hecho hincapié
en la presentación de los materiales que utilizaba durante las clases.
Cuando comencé a planear mis clases N° 12-13 mi objetivo era focalizarme y lucirme con los recursos
didácticos que iban a ser utilizados en mi clase. Para esta clase tenía que hacer un cierre sobre la obra:
Caperucita Roja adolescente, que los alumnos habían visto en el teatro Cervantes.
Y así fue, preparé imágenes coloridas que estaban pegadas en cartulinas para darles más resistencia y las
plastifique para que se vieran mejor. Chequeamos actividades que los alumnos debían realizar durante o
después que miraran la obra.
Luego llegó el momento en el cual tenía que seguir con mi proyecto áulico y debía presentar partes del
cuerpo. Mi idea original era usar el contexto de Los Vengadores pero mi profesora de residencia me dijo
que me ajustara al libro What’s up starter, que es el libro utilizado en ese año del colegio.
Me resulta muy estresante trabajar sobre un contexto con el cual no estoy cómoda pero igualmente
modifiqué mi plan original e incluí los personajes que aparecen en el libro. También me tuve que sentar a
investigar acerca de las películas que aparecen en esa unidad ya que yo no soy una fan de las películas,
menos las de Ciencia Ficción.
Evité que todo eso me alterara o me provocara stress, suspiré, conté hasta diez y preparé todo para mi
clase.
Al entrar al aula sabía que mi actitud debía ser súper positiva y que en ese momento debía dar lo mejor de
mí. Los primeros veinte minutos hablamos sobre la obra que habían visto y cómo vi poco interés en los
alumnos decidí darle un cierre a eso y continuar lo que venía que para mí era mucho mejor.
Comenzamos a hablar sobre los personajes de diferentes películas que aparecen en el libro. Luego yo había
preparado un poster el cual tenía la imagen de un personaje y “accidentalmente” se me cayó. Ni siquiera
tuve que pedir ayuda, automáticamente los alumnos se levantaron de sus bancos a ayudarme a armar el
poster nuevamente; luego les indiqué las partes del cuerpo en inglés e hicimos varias actividades orales.
Faltaban diez minutos para terminar mi clase así que decidí cortar con un juego de la memoria que
estábamos haciendo en el pizarrón.
Yo había preparado un juego llamado Twister. Pensé que mis alumnos se iban a enganchar mucho con eso,
de hecho las chicas si querían jugar pero los varones no así que, luego de insistir e insistir a los varones,
decidí seguir con las chicas hasta que terminó la hora.
En esa clase todo funcionó muy bien y ahí fue cuando comprendí no solo que cada actividad en el plan
tiene un objetivo sino que también los alumnos se dan cuenta y valoran todo el esfuerzo y las ganas que le
ponemos a cada una de nuestras clases.
Hoy me doy cuenta que haciendo cosas muy simples pero con mucha dedicación las clases pueden ser
verdaderamente mágicas.
Instituto Superior de Curuzú Cuatiá
CARRERA: Profesorado de Inglés para EGB3 y Polimodal
CÁTEDRA: RESIDENCIA DOCENTE
Profesora:Patricia Raimondi. Co-formadora: María Eugenia Fornaroli. Alumna: Amanda N. Nuñez. Colegio Nacional “General Manuel Belgrano” Curso: 5to. 3ra.
Bitácora
Durante la cursada de mi período de Residencia se me ha solicitado que haga una
auto reflexión y elija tres de mis clases realizadas en el “Colegio Nacional General Manuel
Belgrano” para volcar dicha propia reflexión de las clases en el presente trabajo denominado
“Bitácora”.
Regreso con mi proceso
La primera clase que he elegido para tal fin fue la número 4 y 5 de un día lunes justo
después de las vacaciones de invierno. En esta clase ya había comenzado mi Residencia de
manera formal por lo cual cada clase ya presentaba una instancia de evaluación. Durante las
clases previas había tenido problemas con los tiempos de cada actividad y en esta clase en
particular pude superar este obstáculo, me sentí mucho más confiada y afortunadamente
mis nervios no estuvieron presentes. Ensayé esta clase previamente razón por la cual me
sentí más relajada y disfruté las actividades junto con mis alumnos. Las actividades
integraban contenidos con juegos y los estudiantes se sintieron motivados con esas
actividades y que fueron desarrolladas en grupos. La última actividad integraba contenidos
dados no sólo en esta clase sino también en las anteriores y pude cerrar el trabajo de ese día
con entusiasmo.
Nostalgia antes de tiempo
Otra clase que tuve en cuenta para este trabajo fue la número 13. En esta clase en
particular comencé a sentir que no quería que este período terminara ya que sentía (y aún
siento que es así) que cada vez que estaba en el aula interactuando con los estudiantes y
cada una de las actividades aprendía algo diferente y eso me enriquecía cada vez más. Con
esta mezcla de emociones desarrollé esta clase en la que realmente no manejé el grupo,
algunos de mis estudiantes no tenían ganas de trabajar y yo solo me enfoqué en mi plan de
clase y en llevarlo a cabo como lo había planeado. Por ese motivo mi clase pareció
desordenada y ruidosa por momentos y en un gran porcentaje de la clase los estudiantes
sentados en la parte de atrás del salón no me prestaron mucha atención. Si bien las
actividades se desarrollaron el manejo de clase no fue el mejor en esta instancia.
Mezcla de emociones
La última clase que se tuvo en cuenta fue la número 17 y 18. En esta clase utilicé una
presentación con la herramienta multimedia Power Point. Esta vez tenía preparado un plan
alternativo (el famoso “plan B”) sugerido incontables veces por mi profesora y mi co-
formadora, pero no tuve en cuenta cuestiones organizativas de la Institución tales como
reservar con tiempo el lugar adecuado para desarrollar el tipo de clase planeada. Mi clase
por tanto se hizo en el salón habitualmente utilizado, esto hizo que mi presentación no sea
clara debido a la excesiva iluminación del aula. Esto se sumó a mis nervios previos por fallas
en mi netbook que impidieron que comience mi clase en forma puntual, y el fantasma de un
nuevo fracaso con la tecnología en mis clases se asomó desde el principio. Mis alumnos
estuvieron completamente desmotivados y yo no logré darles lo que necesitaban en esta
clase en particular para poder completar los ejercicios en una forma amena. Me dejé llevar
esta vez por las fallas y no pude tomar las cosas de una manera positiva para poder
desarrollar la clase de mejor manera para mis alumnos.
Luego de la lectura de mi libro de registro formalmente denominado “Journal”
durante el desarrollo de Práctica y luego Residencia y todavía con mucha emoción por
haber pasado y seguir estando en este proceso enriquecedor puedo concluir que amo
estar en el salón de clase. Como experiencia personal fue un período de mucha presión
ejercida por mí misma y de una mezcla de múltiples emociones siendo esta materia no
sólo la más importante de la carrera si no con la cual terminaría este camino de la
docencia que hace algunos años comencé en otra provincia. Muchos recuerdos pasaron
por mi cabeza durante toda esta transformación: mis primeras clases en ambos Institutos,
mis profesores y cada una de las materias que ayudaron a mi formación, mis primeros
alumnos, los finales, los trabajos entregados, mis grandes desafíos, batallas y dolores
personales que tuve que ir superando en cada instancia de tal proceso. No fue fácil,
muchas personas me ayudaron con muchas cosas para llegar a este momento y estoy
plenamente agradecida con todas y cada una de ellas. Pude comprobar cuánto puedo
aprender del intercambio con otras personas y sobre todo del intercambio con ellos, los
que hacen posible que yo quiera seguir aprendiendo.y superando obstáculos; mis
estudiantes: los que tuve, los de mi Residencia y mis futuros estudiantes. Espero ser la
persona que haga brillar la luz en cada uno de ellos para iluminar los caminos que los lleve
a ser individuos llenos de pasión y ganas de mejorar día a día.
Amanda Noemí Nuñez
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BITÁCORA
RESIDENCIA DOCENTE Profesora: Raimondi Patricia
Escuela Técnica N°1: Ingeniero Juan José Gómez Araujo
Curso: 4to Madera
Co- formador: Calgaro, Dardo
2014
Franco, Eliana Andrea
No es tarea sencilla seleccionar solo tres clases para describir cuando todo el proceso fue
algo sumamente gratificante y enriquecedor, ya sea que hayan sido momentos positivos o
“negativos”. Con una mentalidad abierta y receptiva pude confirmar que de cada
experiencia se aprende y todo deja una enseñanza si estamos dispuestos a ver la parte
del vaso medio lleno y tratamos de convertirlo en algo productivo para nuestro propio
beneficio. Es por esto que las clases elegidas para relatar cuentan con esas
características.
La primera clase que elegí para relatar es la primera clase
experimental, no evaluada. Todavía lo recuerdo como si
fuera ayer que paso. Fue un día de sentimientos
encontrados. Si bien no estaba nerviosa creo que llegaba
con muchas ansias y temores. Previamente a salir rumbo a
la institución me tome el debido tiempo para repasar la clase
por lo que eso en si no representaba mayor dificultad para
mí. Si bien iba a romper el hielo con una clase de 80 minutos
estaba convencida de que todo iba a dar cierto. Afortunadamente el tema a dar en la
clase se relacionaba con la culminada, por ese entonces, Copa Mundial. Llegue minutos
antes y espere en el patio a que los chicos formaran para pasar al salón en su último
modulo. Verlo a mi co-formador ya me transmitió paz y una vez que atravesé el umbral del
aula active el chip a “teacher” modo ON. Tuve la fortuna de haber pensado en una buena
actividad para que los chicos se presentaran lo cual a la hora de poner en práctica pude
notar su agrado, tal fue su aceptación que querían seguir con la actividad pero por
recomendación de mi profesora de cátedra decidí acortarla. Todo marchaba bien y fue
entonces que empecé a percibir las primeras sonrisas, tanto en los rostros de lo chicos
como en la mía misma. Me relaje y todo lo siguiente empezó a fluir naturalmente. Tanto
fluyo que a casi 10 minutos de finalizar la hora me percaté de que me quedaba sin
actividades. Si bien siempre se hablaba de tener plan B, C, D etc. En ese dia no estaba
dentro de mis consideraciones. “¿Qué hago?” me lo pregunte solo una vez hasta que me
decidí a volver a la primera actividad que les había gustado a los alumnos y por la cual
me pedían. Eso permitió que termináramos la primera experiencia distendidos. Minutos
antes de terminar los chicos ya estaban presurosos por irse y entonces les dije que quería
repasar sus nombres rapidito. A esto uno de ellos (Matías) me dice “¿Para qué quiere
aprenderse nuestros nombres si después que termine no nos vamos a ver más ni se va a
acordar más de nosotros?” a lo que solo atine a sonreírme y decirle que no sería así pero
por dentro yo ya sabía y era consciente que los alumnos de 4to Madera iban a ser de
esas personitas de las cuales uno nunca se va a olvidar. Así fue entonces que termino mi
primera experiencia, llena de satisfacciones pero a su vez sabiendo que ya tenía un factor
para ajustar y que luego fue una constante en el
proceso: equilibrar actividades y tiempo.
La segunda clase que elegí para narrar fue la
número 14. Ya estaba casi a mitad del proceso y muy
contenta por los logros que venía cosechando paso a
paso. Llegue así a la instancia en que debía hacer
que los alumnos utilizaran el modelo 1 a 1 con sus netbooks. La clase anterior me había
asegurado de saber con cuantas maquinas contaba el curso. Como respuesta tuve una
cifra que según mis cálculos me iba a permitir que los chicos trabajaran en grupos no tan
numerosos, lo cual iba a ser productivo. Pues bien, inicie la clase con un warming up
repasando contenidos. Siempre trataba de buscar estrategias que fueran del agrado de
los chicos, siempre haciéndolos mover y participar a todos, incluso a los más tímidos.
Hasta ahí de maravillas y yo venía contenta. Momento de que sacaran sus netbooks y
entonces la debacle total: solo un alumno llevo su computadora. Si bien preveía que los
chicos no llevaran las imágenes que les pedí para que trabajaran en las computadoras,
por lo cual yo decidí buscar y llevarles yo, nunca me imaginé que solo uno iba a hacerlo.
Trate de mantenerme calma pero sentí algo adentro mío que me desestructuro. A modo
de plan B decidí que hicieran el mismo trabajo pero por escrito en sus carpetas.
Definitivamente no fue lo más brillante. Era día miércoles, 14 hs, ellos recién comenzaban
su tarde de clase y con sueño y pereza. Pero yo tenía que cubrir esos 40 minutos sí o sí.
Hasta donde más pude intente motivarlos pero la clase se terminó cayendo. Resultado:
Algunos de los alumnos se percataron de mi inconformidad y disgusto por su falta y me
pidieron disculpas por no haber llevado el material y yo termine sintiéndome frustrada y
con impotencia. Clase desaprobada (que vaya sea dicho de paso me entere casi al
finalizar el proceso) seguido de llanto. Enseñanza: nunca confiar del todo en tus alumnos.
No obstante eso, luego mirando a la distancia y en frio ese día me sirvió para empezar a
pensar clases mucho más distintas, dinámicas y entretenidas a las que venía teniendo
hasta ahora y valiéndome de la tecnología como aliada.
Como última clase a relatar no podía más que elegir el
broche de oro, mi “grand finale”. Si bien no fue algo de un
gran despliegue creo que sintetizo lo que hice durante
todo mi proceso. Una conjunción de aprendizaje y
entretenimiento tanto para mis alumnos como para mí.
Para esta altura ya estaba super encariñada con mi
grupo, pudimos entablar una linda relación docente- alumno sin caer en algo dictatorial.
Ellos ya sabían que había momentos para reírnos y disfrutar y momentos en que debían
prestar atención. Y bueno, comencé la clase conteniendo mi emoción pero decidida a
disfrutarla como hice durante todo el proceso. Ya para esta altura me encariñe con la
tecnología (proyector) y base mi clase apoyándome en presentaciones que pude ver eran
del agrado de los chicos. Todo se sucedió sin mayores contratiempos pero lo que me
acompaño en varios momentos del proceso volvió a aparecer en la última clase. Superávit
de actividades y déficit de tiempo jaja. Afortunadamente para este momento ya sabía que
el plan es una herramienta flexible por la cual pude decidir sobre la marcha que actividad
era más productiva y significante para esa última clase. Fue así que se aproximaron los
últimos minutos de mi experiencia en el aula. Y la emoción no podía seguir siendo
contenida. En ese momento se me vinieron infinita cantidad de momentos vividos durante
el proceso pero ni así podía caer en que estaba concluyendo.
Me quede con muchas ganas de decirle a los chicos muchas cosas pero a veces hay
cosas que no hace falta decirlas porque se sienten y yo creo y estoy segura de que ellos
las sintieron. Me lleno de alegría leer sus palabras y escucharlos dirigirse a mí con tanto
respeto y cariño, lo cual me demostró que hice las cosas bien y siendo yo en un 100%.
Porque de la sencillez también se pueden obtener grandes resultados y al menos para mí
creo que lo logre. El camino ciertamente no fue fácil pero rindió sus frutos y si bien queda
mucho por seguir aprendiendo hoy confió plenamente en mí y siento que al fin hoy puedo
decir que adopté y encontré en la docencia mi vocación.
INSTITUTO SUPERIOR DE CURUZÚ CUATIÁ
MI BITÁCORA
Cátedra: RESIDENCIA DOCENTE Profesora: RAIMONDI, Ma. PATRICIA
Alumna: MAIDANA, ELSA MERCEDES
2014
El principio de un largo camino:
Clase Experimental N°1
Mi primer clase empezó mucho antes del día que la di. Comenzó el día que me asignaron el curso y lo fui a observar dos veces. También en el momento que decidí que tenía que hacer mi plan de clase porque hace años que ya pase por la experiencia de Práctica de 3° año. Por lo que creí necesario que debía poner en práctica y habituarme nuevamente a ello. Lo primero que se me ocurrió en el momento de elaborar mi plan fue la manera en que me iba a presentar y a su vez como mis alumnos se presentarían conmigo. ¿Cómo haría eso? fue la gran pregunta. Me facilitó mucho la idea de enseñar el tema: "Likes" y "Dislikes". Y preparar un poster para que ellos se presentaran creo que fue una idea muy acertada. Una vez que el plan había pasado por la aprobación de mi profesora de Residencia, lo único que quedaba era preparar todo para mi primera clase. Y así llegó el día tan esperado desde hacía tanto tiempo; Martes 16 de Septiembre de 2014. Temprano comenzó mi jornada y los nervios empezaban a surgir muy de a poquito. Los recursos listos y el uniforme también. Las preguntas eran: ¿les gustará mi clase? ¿no será muy infantil la idea de presentarse con unos caramelos? ¿serán inquietos? ¿me entenderán? eran muchas preguntas pero a las 10:15 marché para el colegio. La cita era a las 10:40. Al llegar al colegio, la tranquilidad me invadió, tenía todo listo, todo debía funcionar. Al tocar el timbre, subí las escaleras y llegué al curso donde me esperaban los chicos de 4° 3era Humanidades. La presentación, todo un éxito, los chicos debían hablar de sus gustos mientras degustaban caramelos de distintos sabores. Mis alumnos participaron un montón, pegaron imágenes con sus correspondientes nombres en el pizarrón. Fue muy útil la utilización de los símbolos de facebook para me gusta y no me gusta, porque la mayoría conocían dichas palabras tanto en inglés como en castellano. Contestaron preguntas, armaron oraciones, crearon sus propios diálogos en pares. Mis puntos débiles fueron, que hablé mucho en Castellano, tenía recelo que mis alumnos no me entendieran, además mi plan fue muy corto. Pude sobrellevar este pequeño traspié con actividades extras. Para mí fue una excelente experiencia, fueron 80 minutos que disfruté y en los que realmente sentí que es la profesión que elegí por vocación. Fue el primer paso de un largo camino.
Un desafío que casi terminó en traspié: ¡Llegó mi Clase N°11!
El día viernes 10 de Octubre estaba pautado el acto por el "Día de la Diversidad", por lo que ese día mi clase no se iba a realizar. Yo debía hacer un informe sobre el acto realizado en el establecimiento. Ese día 10 amaneció lloviendo copiosamente por lo que el acto se suspendió, no concurrí al establecimiento. El día lunes subsiguiente fue feriado por lo que las autoridades del colegio decidieron realizar el acto el día martes 14, sí, el día de mi clase. Por esa razón de mi plan de 80 minutos solo desarrollé 40. En la segunda parte del plan estaba incluida una actividad de escucha, para nosotros: "un listening." Ese listening tiene toda una historia, como buscando podcasts relacionados con Likes and Dislikes en el contexto de Deportes no encontré. Consulté a un compañero si estaba dispuesto a grabar uno conmigo. Varias veces lo grabamos, según la devolución de nuestra Profesora de Residencia, el primer podcast, carecía de entonación pero que el contenido estaba bien. Decidimos volverlo a grabar y en esta oportunidad agregarle sonido de fondo, para que todo sonara más natural. Debía llevar todo en una computadora porque en el aula no había enchufes y también utilizar parlantes para que todos los chicos pudieran escuchar en el aula sin problemas. Mi plan contaba con la aprobación de nuestra profesora, pero debido a la realización del acto, esta actividad pasó para el viernes 17. Tenía el plan aprobado, solo que debía agregar un warming up para el inicio de la clase. La verdad ese día tenía un poco de recelo porque uno de mis puntos débiles es el uso de la tecnología. Y marché hacia mi clase ese día 17 a las 11:10. Minutos más tarde se produce el cambio de hora. Todo marchaba de 10. Debo reconocer que el horario no es muy conveniente, los chicos estaban cansados, ese día hacía mucho calor, eran un combo de cosas que podía llegar a funcionar mal. Los chicos de atrás no escuchaban bien, por lo que los hice acercarse, en la actividad propuesta debían escuchar a dos amigos que estaban hablando de las actividades que realizaban y la frecuencia con la que realizaban las mismas. Ellos debían escuchar el diálogo y completar el texto con los adverbios de frecuencia. Cuando por fin los chicos se entusiasmaron y empezaron a realizar la actividad propuesta, empezó un desfile de gente que entraba y salía del curso: preceptora, profesora, alumnos de otros cursos, etc. Fue todo un movimiento de gente que cuando los chicos se motivaban con la actividad, otra vez su atención se veía interrumpida .
Por suerte mis alumnos pudieron terminar la tarea propuesta y en forma correcta. Desde ese día aprendí que la actividad que requiere de mucha concentración y atención de parte de los chicos es imposible llevarla a cabo un día viernes y en la ¡última hora! Mi primer clase con uso de computadora había funcionado, con inconvenientes, pero que pudieron ser solucionados. Y como es mi postura de siempre: De todo: ¡Se aprende! Todo tiene: ¡Su lado positivo!
Diversión y aprendizaje van de la mano: Clase N° 16-17
Esta clase fue muy especial, porque me permitió sin saberlo empezar a despedirme de mis alumnos. Mi profesora de Residencia me había pautado una evaluación para realizar el día viernes 7, razón por la cual debía hacer una revisión de los temas: Pasado simple en sus formas interrogativas, exclamativas y afirmativas de verbos regulares, adverbios de frecuencia y así como también la presentación de un nuevo tema: Places (lugares) que también formaría parte de la evaluación del próximo viernes. Debía utilizar ICT en esta clase, para lo cual debía solicitar cañón en el ISCC. La pregunta era ¿qué hago?. Todo resuelto, vamos a jugar y aprender a la vez. El juego es una constante que estuvo presente en la mayoría de mis clases. Para el desarrollo de la clase necesitaba que los chicos trabajaran en grupos, una vez en grupos presenté el tema nuevo, "places" utilizando cañón; luego debían completar diferentes friezes con imágenes de los lugares correspondientes. También completaron oraciones con verbos que extrajeron de una imagen que se proyectaba en el pizarrón. Realizaron diálogos con cartas para repasar oraciones afirmativas y negativas en Pasado Simple. Finalmente con un juego de mesa y dados crearon sus propias oraciones utilizando frases y adverbios de frecuencia que aparecían en el cartón del juego. Fue una clase muy variada, muy animada en la que los chicos produjeron un montón, lo cual me permitió darme cuenta de todo lo que habían aprendido mis alumnos a lo largo de este período. Los chicos participaron, hablaron en inglés y se divirtieron. Fue una clase muy productiva tanto para los alumnos como para mí. Y muy dinámica en la que los chicos trabajaron individualmente (en las copias), en grupos (con los distintos juegos), en parejas (para crear sus propios diálogos). Y como todo no puede ser perfecto, la computadora en un determinado momento mientras estaba presentado imágenes se bloqueó, la pantalla quedó totalmente azul.
Mi co-formadora se acercó a ayudarme pero mi netbook no funcionaba, pero como tenía marcado a fuego las palabras de mi profesora de Residencia, siempre tiene que haber un "plan B", "acuérdense que el abecedario tiene muchas letras". Por lo tanto tienen que tener el mismo número de planes por si algo no funciona. Y siguiendo su consejo, llevé también mi notebook en la que tenía cargada la misma presentación. La clase continuó como si nada hubiera pasado. ¿Por qué digo que empecé a despedirme de mis alumnos? Porque al inicio de esta clase, mi profesora de Residencia me confirma que el próximo viernes 7 no voy a dar mi evaluación, sino que daría mi última clase. ¡Sí, mi clase modelo! Esa noticia cambió un poco mi ánimo, porque ya rondaba en mi cabeza la idea de "mi Clase Modelo". ¿Qué haría en solo 40 minutos? Debía ser una mezcla de emoción, diversión, aprendizaje y un poquito de nostalgia. Pero esa ¡es otra historia!
Mercedes Maidana
BITACORA
Cátedra: Residencia docente
Profesora: Patricia Raimondi
Co-formadora: Norma Alicia Cornaló
Alumna: Natalia Miño
Escuela: Barnidio Sorribes
Curso: 3ro 1ra
Año: 2014
Los estudiantes de cuarto año del Profesorado de Inglés del Instituto Superior Curuzú
Cuatiá llevamos a cabo nuestra residencia docente en diferentes escuelas de la ciudad.
Una vez finalizado este éste periodo, debemos presentar una bitácora donde relatemos
tres clases que consideremos significativas para nuestra formación como futuros
docentes. Para elaborar esta bitácora, debemos mirar hacia atrás para reflexionar sobre
las cosas buenas y malas que vivenciamos para luego trabajar sobre nuestras debilidades
y valernos de nuestras fortalezas. En mi experiencia personal, fui asignada al curso 3ro
1ra de la Escuela Barnidio Sorribes. Esta institución me dio la posibilidad de conocer a 26
alumnos que en cada clase me presentaron un nuevo desafío y me enseñaron cosas
nuevas, cosas que no se aprenden leyendo un libro, sino en la vida del aula.
La primer clase que voy a relatar, se trata de mi clase número 1. Esta clase formaba parte
de las dos clases experimentales en las cuales se establece un primer contacto con los
alumnos. Las mismas no son calificadas con una nota numérica, pero de todas maneras,
la profesora provee de un feedback en nuestro cuaderno llamado ´´journal´´. Este
feedback es muy valioso ya que nos permite identificar qué aspectos debemos mejorar en
las próximas clases. Cuando mi profesora me informo que yo era una de las próximas
que iba a comenzar la residencia me puse muy contenta. Sentía mucha ansiedad y quería
empezar de una vez, ya que disfrute mucho de estar en el aula durante mis prácticas
pedagógicas de 3er año. Prepare esta clase con bastante tiempo de anticipación como
para decir en qué contexto iba a desarrollar mis clases y comencé a buscar material sobre
el cine. El plan no tuvo correcciones, entonces me dedique a preparar los recursos y tenía
todo listo. El dia de la clase me sentía un poco nerviosa, espere que sea la hora para
irme cuando de repente mi co-formadora me pregunta en un mensaje porque no estaba
todavía en la institución. En ese momento me puse aun más nerviosa, me fui en un remis
y cuando me di cuenta ya había llegado. Pedí disculpa varias veces a los alumnos ya que
me sentía avergonzada por haber llegado tarde. No me di cuenta que había anotado mal
el horario de mi clase y por eso me sucedió esto. Cuando comencé con las actividades,
recuerdo que de tan nerviosa que estaba no logre terminar mi planificación. Por tal motivo,
tuve que modificar mi plan de la clase siguiente que ya lo tenía listo para entregar y al otro
dia, más relajada, concluí con el primer contenido satisfactoriamente.
La segunda clase que quiero contar, se trata de mi clase numero 12-13. En realidad esta
clase debería haber sido la número 10-11, pero ese dia llovió y solo fueron tres alumnos
por lo que no podía presentar un tema nuevo así que lo postergue para la semana
siguiente, tal como me lo sugirió mi profesora co-formadora. Por esa razón, ya tenía listo
todos los recursos y tuve tiempo de ensayar la clase, lo que me dio más seguridad y
tranquilidad. Antes de llegar a esta etapa mi profesora me venía aconsejando que trate de
variar un poco las actividades y también que incluya textos, lo cual no lo había tenido en
cuenta hasta el momento porque pensé que iba a ser difícil para los alumnos
comprenderlos. Preparé un texto que se trataba del artículo de una revista y me sorprendí
al ver que los alumnos trabajaron muy bien. Por lo general, me costaba que se
mantuvieran concentrados y ese dia comprendí que mis actividades eran muy sencillas y
su capacidad les permitía trabajar con actividades más complejas. Esa clase, escribieron
su propio articulo en grupos de seis utilizando imágenes de escenas de películas y la
mayoría empleó bien el uso de la nueva estructura.
La tercer clase que voy a relatar, se trata de mi clase numero 20-21. Planificar mi última
clase fue una de las dificultades más grandes que se me presentó durante este período.
Me costó mucho debido a que mis alumnos ya habían realizado su producción final en
proceso durante las dos clases previas a esta última. Por tal motivo, no sabía que
actividades diseñar previamente a la proyección el video clip realizado por ellos mismos al
final de la clase. Para este dia, decidí planificar una clase con tecnología, con actividades
desarrolladas en una Presentación en Power Point integrando los contenidos previamente
desarrollados. También decidí llevarles un celular grande hecho por mí misma en
cartulina, en el que escribieran un dialogo junto con un compañero. Los chicos estuvieron
sumamente motivados y yo me sentí alegre al ver el desarrollo de sus producciones. Al
final de la clase les mostré a los alumnos una cartelera con sus fotos, las cuales fueron
tomadas después de la última filmación. En ese momento me preguntaron si estaba listo
su video y todos me pedían para verlo. Durante la proyección, disfrutaron tanto como lo
hice yo. En ese momento sentí un nudo en la garganta y trate de ser lo más fuerte posible
para contener las lagrimas. En ese instante, me di cuenta de la satisfacción que se siente
después de haber hecho tanto esfuerzo durante todo este tiempo. Si bien me sentía muy
cansada porque me llevo mucho trabajo preparar todo para esta clase, también me sentía
feliz de saber que mis alumnos estaban contentos con lo que habían logrado.
Después de haber vivido esta experiencia, creo que no hay nada más lindo que formar
parte de la educación de personas que se cruzan en nuestras vidas de casualidad, pero
que ocupan un lugar importante en nuestras vidas para siempre. Comezé con el pie
izquierdo en mi primer clase pero luego seguí caminando y me di cuenta de lo mucho que
me gustaba transitar ese camino, y al final, cuando mire para atrás, me di cuenta que ese
camino lleno de obstáculos y desafíos, tenía una vista hermosa ya que en el no solo vi
mis huellas, sino la de todos mis alumnos y mis profesoras que me acompañaron en este
trayecto.
En la siguiente bitácora, trataré de plasmar mis vivencias y emociones durante mi
período de Residencia Docente.
Como la mayoría de mis compañeros, estaba muy ansiosa a ser asignada a una
institución y poder comenzar mi Residencia. Cuando éste momento llegó, comencé a
sentirme confundida. Me pregunté varias veces si me sentía preparada o no. Como
soy fan de los riesgos, decidí comenzar esta aventura sabiendo que tenía mis
falencias en el idioma. Procurando de mejorar, mis primeros planes de clases
experimentales eran revisados por mi profesora. Había muchos aspectos por pulir y
así lo hice.
En mi primera clase con nota, había preparado una actividad con escucha de audio.
Todo había sido chequeado antes de tiempo y también contaba con un plan B por si
algo no funcionaba. En ésta primera clase lo que en realidad no funcionó fue mi
manejo de grupo. Los mismos son chicos muy activos y conversadores, lo cual
dificultó realizar con éxito la actividad. No me había dado cuenta de lo que mal que
estaba manejando el grupo, hasta que mi profesora intervino en plena clase. Esto
me sirvió para abrir mis ojos y empezar a cambiar en mi manera de pensar.
Luego de varias clases ajustando mis puntos débiles. En mi clase n° 11 decidí cambiar
de contexto y usé una película, la cual me encanta y me sirvió como motor para
seguir relacionando los temas a enseñar con mucha dedicación. Me di cuenta de que
comenzar a relacionar los temas con esta película no sólo motivó a los alumnos a
aprender, sino también me motivó a mí. A partir de ésta clase, sentí que hubo un
antes y un después en mi manera de enseñar. Las actividades y trabajos en grupo
fueron apareciendo solos, lo cual favoreció mi postura frente al aula.
Luego de escuchar muchas sugerencias, también cambié mis dinámicas. En esta
última parte de la residencia en campo, utilicé muchas actividades para realizarlas en
grupo. Lo cual me costó bastante porque al haber diferencia en edades, ellos se
negaban a “mezclarse” con otros. Los grupos fueron mis dificultades en esta etapa.
Me tomaba mucho tiempo de la clase organizarlos y que nadie se oponga.
Por suerte, esto se vio reflejado en mi clase final. Al preparar en cada clase
dinámicas para integrarse, ellos se fueron acostumbrando a este sistema de trabajo.
Residente: Mariela Gauna
También ayudó a sentirme más cómoda para trabajar con ellos y sobre todo, segura.
En mi última clase, preparé una competición con juegos para revisar los contenidos
que estuvimos dando. Organizarlos en grupo me llevó un tiempito pero mucho
menos de lo que me llevaba cuando comencé a implementarlos. Me di cuenta de que
todo lleva su tiempo, pero también es resultado de la dedicación y el empeño que
le pone cada uno.
Ahora, puedo decir que este proceso ayudó a cambiar mi punto de vista sobre las
estrategias de enseñanza. Es una etapa de aprendizaje y lo viví así. Hay muchas
cosas para seguir ajustando pero no hay nada que no se pueda solucionar. Muchos
aspectos que con experiencia van a ir mejorando solos. Ahora sé, que la clave está
en tener una mente abierta, dejar de lado los miedos y sobre todo, estar dispuesto
a seguir aprendiendo.
Fernando Damián Vich
Con el fin de recordar algunas de mis clases del período de mi Residencia, considero que una de
las mejores formas de hacerlo sería escribiendo sobre ella a modo de bitácoras. Cabe mencionar
que mi institución destino fue la Escuela Técnica Ingeniero Juan José Gómez Araujo. Por este
medio quiero destacar que me siento totalmente agradecido por el excelente modo con el cual
tanto los directivos como los docentes y demás personal institucional se dirigieron hacia mi
persona brindando todas las posibilidades para llevar a cabo mi residencia.
Para comenzar con el relato de mis clases, he decidido elegir mi clase Nº1 y 2 del período de
pre-Residencia dada el día 2 de octubre de 2014. El motivo porque he decidido elegir esta clase
es por todo el significado que tuvo y además por todo los pequeños inconvenientes que se
suscitaron previos al inicio de la clase.
Los mencionados inconvenientes hacen referencia a qué en primera medida, necesitaba del uso
del proyector para dar mi clase y el instituto Superior de Curuzú Cuatiá requiere que el docente
de la cátedra retire el proyector de biblioteca para su uso y en el momento de retirar el
proyector se hace presente una alumna de 3er año que también expresaba su necesidad de
utilizar el proyector pero esta alumna no había realizado ninguna reservación del mismo. Por
otro lado, en un principio no tenía aula para dar la clase, debido a qué había intentado reservar
el aula biblioteca de la Escuela Técnica pero ya se encontraba reservada para otra cátedra y en
el aula que el curso 5º 1ra normalmente utiliza no cuenta
con toma corrientes. Afortunadamente, se me brindó la
posibilidad de hacer uso del aula de informática para dar
mi clase.
El tema de la clase hacía referencia a “Parques
Nacionales”, un tema que llamó la atención de los
alumnos, me gustaría destacar el gran
conocimiento de ellos acerca del tema, lo que hizo mucho más llevadera la clase y me facilitó
la explicación de información específica. El objetivo principal del tema era introducirlos al
ambiente de parques nacional y cuáles son sus funciones dentro de nuestro país.
En cuanto a las actividades, debo reconocer que me
encontraba un tanto nervioso debido a qué en mi
planificación se me había mencionado que mi plan de
clase podía ser un tanto largo y que me iba a faltar
tiempo para realizar todas las actividades.
Afortunadamente llegué con lo justo al final del plan.
Como mencioné anteriormente, la mayoría de los
alumnos encontró el tema interesante, lo que hizo que
ellos trabajen mucho más entusiasmados.
En fin, a pesar de haber comenzado la clase con muchos nervios, éstos fueron desapareciendo
de a poco y la clase paso de ser una preocupación a un verdadero disfrute.
Otra de mis clases que considero satisfactoria fue la dada el día 20 de octubre de 2014. Ésta
clase representaba las clases Nº 4 y 5 de mi período de full-residencia. Ésta clase era muy
especial para mi debido a que un tiempo antes de empezar mi residencia había me empezado un
proyecto de obra de teatro junto a mis pares del profesorado. Esa obra se llamaba “Teen Red
Riding Hood” y presenta la vida diaria de una adolescente de 16 años adicta a las redes sociales
y los peligros que ellas presentan, en ésta obra el jardinero de la abuela Gerard Gardner juega el
rol de un criminal que secuestra niños que no hacen caso a sus padres.
Una vez que el proyecto de la obra fue presentado a las
escuelas, fue un verdadero desafío para mí ya que la
obra en sí la obra me ocupaba una gran parte mí tiempo,
si bien yo tenía un papel secundario en la obra, tenía que
estar presente en muchas escenas y no sabían cómo los
alumnos iban a reaccionar ante ella.
El objetivo principal de la clase era presentarles a los alumnos los actores de la obra a través
de los personajes de su propia historia, ya que en la obra los compañeros clase de “Teen Red
Riding Hood” son otros personajes famosos de otras
historias conocidas popularmente ( Pinocchio, Ugly
Duckling, Peter Pan, Alice in Wonderland) . Y también
los demás miembros de la obra, los padres de la joven,
el jardinero, Bill Wolf y por supuesto la abuela. Además
de presentarles los personajes de la obra también era mi
intención introducirles los distintos escenarios donde se
llevaría a cabo la obra. Éstos eran el aula de clase, la
casa de la abuela, la casa de la protagonista y la cabaña
del jardinero Gerard Gardner.
Otro de los motivos por los cuales encontré la clase desafiante fue que esa clase fue la primera
vez que mi profesora de residencia fue a observar la clase, lo que representaba todo un desafío
para mí.
Ésta vez llegue a la clase más tranquilo, aun que ya sabía que la profesora de residencia iba a
asistir a la clase me sentía calmado y traté de afrontarlo lo mejor posible. Desde el momento
en que los alumnos visualizaron el primer video pude notar que a la mayoría les gusto la idea
de la obra de teatro. Muchos conocían a todos los personajes y pudieron relatar sin problemas
las historias de cada personaje. Los alumnos se mostraron entusiasmados durante las
actividades y pudieron reconocer todos los personajes de la obra cuando se los compararon con
los personajes originales, así como también la mayoría de los escenarios de la obra. Como
producción los alumnos compararon sus propias casas con la de la protagonista, a ellos les
gusto la idea de contar sus propias vivencias.
En general, traté de mejorar mis errores de clases anteriores y me sentí motivado a continuar
con la obra de teatro ya que al final de la clase los alumnos quedaron muy entusiasmados por ir
a ver la obra y como sería el final para ver si sus predicciones fueron correctas o no, además
querían ver actuar a su profesor. Todos los alumnos participaron en las actividades y querían
contar como era su propia casa.
Otra de las clases que disfrute mucho fue la clase dada el día 6 de noviembre de 2014. Ésta
representaba mis clases Nº 8 y 9 de mi período de full residencia. Uno de los motivos por el
cual elegí es debido que había preparado para ésta clase una actividad que a mi entender les iba
a gustar mucho a los alumnos, y afortunadamente así fue.
Llegué a la institución a las 13: 45 hs como usualmente lo
hacía en las clases de mi residencia por el turno tarde. El
timbre sonó a las 13: 55 por primera vez y luego volvió a
sonar 3 minutos más tarde para que los alumnos finalmente
se formaran e ingresaran al aula. Por primera en todo el
período de mi residencia, ésta clase fue dad en el aula en
que los alumnos regularmente tienen clases los días jueves
por la tarde. El salón se encuentra ubicado en el segundo
piso del edificio justo por encima de la entrada principal.
Me sentí algo entusiasmado por éste motivo.
La clase estaba relacionada con un tema nuevo y el vocabulario se trataba de accidentes diarios
y de trabajo en la vida diaria. En una de las actividades los alumnos debían reconocer los
accidentes y pudieron relacionarlo con el que Pinocchio tenía durante la obra de teatro, además
ellos mismos recordaron y mostraron sus cicatrices de sus propios accidentes.
Como producción final ellos debían inventar un diálogo
similar al que se encontraba en el libro y además debían
actuarlo. Al principio nadie mostraba voluntad de pasar al
frente a actuar porque temían que sus compañeros se iban a
reír. Pero una vez que una pareja rompió el hielo,
enseguida los demás grupos pasaron. Fue una actividad que
a los alumnos les gustó y además se divirtieron haciéndola.
En fin, fue una clase muy satisfactoria para todo el grupo porque no sólo los alumnos vieron
actuar al profesor sino de una forma u otra el profesor también vio actuar a los alumnos. Si
bien, fue un diálogo corto, se los vio muy motivados a participar y parecía que lo disfrutaban
mientras lo hacían.