Boido Historia de la Ciencia parte 2

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  • 7/23/2019 Boido Historia de la Ciencia parte 2

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    66 O Mdulo 2

    Larevolucin copernicana O 67

    Suponga que un planeta describe tres vueltas alrededor del centro de suepici-

    do o en el mismo tiempo en que dicho centro da una vuelta alrededor de la

    Tierra.

    Dibuje a ojo la trayectoria del planeta.

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    Fig. 14. La construccin fundamental de

    la ast ronoma ptolemaica : deferente y

    epiciclo.

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    t

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    ACTIVIDAD 5

    Fig. 15. Composicin del movimiento de

    O alrededor de la Tierra con elmovimien-

    to del planeta P alrededor de O. (Lnea

    de puntos.)

    Sin embargo, la sencillez de estos recursos geomtricos (deferente y epiciclo) es s-

    lo aparente. La act ividad anterior muestra que si exist iese un planeta cuyo comporta-

    miento fuese tan regular, la solucin alproblema de Platn no hubiese generado elrom-

    pecabezas ms complejo de la historia de laastronoma anterior a Coprnico. Mercurio,

    por ejemplo, retrograda una vez cada 116 das, pero vuelve a ocupar su posicin original

    en la esfera estelar al cabo de 365 das ( ao deMercurio). Puesto que 365 no esml-

    t iplo de 116 (365 = 3 x 116 17) lacurva que resul ta de lacomposicin de los dos mo-

    vimientos no puede ser cerrada. El modelo epiciclo-deferente deber ajustarse a estos he-

    chos, y elresultado seindica en lafigura 16.

    Los astrnomos alejandrinos abordaron el problema de los planetas por un camino

    radicalmente distinto al que haba emprendido Eudoxo. Admitieron la existencia de la

    gran esfera de estrellas que rota alrededor de una Tierra esfrica central e inmvil , pero

    introdujeron un modelo geomtrico distinto para explicar los movimientos aparentes de

    los astros vagabundos . La idea central es la de lafigura 14. Cadauno de esosastros tiene

    asignada una circunferencia, cuyo centro es laTierra; elastro, a suvez, gira alrededor de

    un punto O, describiendo una segunda circunferencia. La primera fue llamada deferente;

    la segunda,

    epiciclo

    Los movimientos de O (alrededor de T)y deP (alrededor de O) son

    un iformes, de acuerdo con la mald ic in de Pla tn , y de su combinacin resul ta una

    trayectoria semejante a una roseta. (Figura 15).

    La funcin del epicido es esencialmente explicar las retrogradaciones planetarias.

    En lafigura 15, en 1 el planeta semueve con relacin a las estrellas hacia elEste, pero en

    el tramo 3-4-5 vemos desde la Tierra que el sentido del movimiento seha invertido: esta-

    mos en presencia de una retrogradacin. Luego el planeta retorna su movimiento hacia el

    Este. Tambin se deduce que el planeta, al describir el lazo 3-4-5,

    se acerca a la Tierra

    con lo cual seexplica el aumento de brillo y tamao que observarltos durante la retrogra-

    dacin. (En particular, el Sol no retrograda, y por ellono serequiere emplear elrecurso

    del epiciclo para explicar su movimiento con respecto a las estrellas.)

    LA ASTRONOMA PTOLEMAICA

    Argumentos como el que acabamos de mencionar explican, al menos en parte, el

    prest igio de la cosmologa aristotl ica en los siglos siguientes a su muerte. El universo

    nico, finito y lleno de Aristteles, con su estructura celestial de capas de cebolla ope-

    rada por el primer motor de la esfera de las estrellas , sus cuatro elementos, sus lugares

    naturales y, muy en especial, su geocentrismo y geoestatismo, se incorporaron de lleno a

    la corriente principal de la cosniologa. Fueron desdeadas (aunque no olvidadas) otras

    cosmologas alternativas, como la de los pitagricos y la de los atomistas . Aun cuando

    estn formuladas en un lenguaje altamente elaborado, las propuestas de Aristteles seme-

    jan generalizaciones de nuestras experiencias cotidianas, de nuestro sentido comn .

    Insistimos: no existi, hasta el siglo XVI, otra cosmologa que pudiese presentarse como

    alternativa de fuste capaz de desplazar a la que tuvo su origen en la obra del gran filsofo

    griego.

    Nos interesa aqu destacar la influencia de la cosmologa aristotlica a propsito de

    la astronoma terica. El primer intento de resolucin del problema de los planetas, por

    Eudoxo, propona un modelo planetario geocntrico. El mismo camino siguieron los

    grandes astrnomos de la antigedad y sus herederos rabes y europeos medievales y re-

    nacentistas: la posicin central y lainmovilidad de laTierra no fueron cuestionadas, pues

    ello hubiese involucrado destruir la coherencia del universo aristotlico. Propuestas en

    contrario, como las de Herclides

    y

    Aristarco, quedaron relegadas por ello.

    A la muerte de Aristteles , y como resul tado de las conquistas deAlejandro, elepi-

    centro de la cultura mediterrnea se traslad a Alejandra, junto alNilo. La ciencia ale-

    jandrina, que incorpor a su raz griega ideas e informaciones de origen egipcio y meso-

    potmico, result menos filosfica, ms cuantitativa y ms prctica que la del perodo

    anterior. Los astrnomos, en posesin de los registros astronmicos babilnicos, atacaron

    el problema de los planetas desde una perspectiva diferente a la de Eudoxo. Los nombres

    ms ilustres de la astronoma antigua se vinculan con esta etapa histrica: Aristarco, Hi-

    parco, Ptolomeo. Con excepcin de Aristarco, todos ellos adoptaron una posicin cos-

    molgica de tipo aristotlico. Y sus modelos planetario s fueron, por ello, geocntricos.

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    Larevolucin copernicana O 69

    s

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    T

    T

    Es poco lo que sesabe con exactitud de Claudio Ptolomeo. Vivi en el siglo II

    d .C. y f loreci ent re 127 y 151, en Alejandra. A parti r dela obra de su i lus-

    t re antecesor Hiparco de Nicea (sig lo II a .C .) realiz una gran s ntes is, con

    aportes propios, de la astronoma antigua. El resultado fue laobra ms influ-

    yente, en este campo, hasta lapoca de Coprnico: la Gran sntesis matem-

    t ica , t tulo en griego que los rabes tradujeron como

    lmagesto

    Esta obra

    volvi a ser conocida en Europa, en versin rabe, a fines del siglo XII. Curio-

    samente, Ptolomeo fue tambin autor del ms cJebre tratado de astrologa

    en boga durante el Renacimiento: los Cuatro Libros o Tetrabiblos Se con-

    servan de l, adems, escri tos sobre tcnicas para construir relojes de sol, teo-

    ra musical y geografa.

    PTOLOMEO

    Fig. 17. Un ejemplo de laversatil idad de

    la construccin deferente-epiciclo. La

    curva que resulta es cuadrada

    b

    ACTIVIDAD 6

    Fig. 16. Cuando el punto O retorna a su

    pos icin in icial, a l cabo de un giro, P ha

    dado algo ms de tres vueltas, y se en-

    cuentra en P'. La curva que resulta no

    es cerrada y se ajusta:ms eficazmente al

    comportamiento de Mercurio.

    Observe atentamente la figura 16. Qu sucede con la

    posicin

    de lasretrogra-

    daciones (con respecto a las est rellas f ij as ) con el t ranscurso de los aos de

    Mercurio ?

    Figura 18. Para lograr un razonable acuerdo con las observaciones, no bast em-

    plear solamente deferentes y epicidos. En (a) elastrnomo introduce un segundo epici-

    clo : el p laneta P gira alrededor 'de O', que gira alrededor de O, que gi ra alrededor dela

    Tierra. En (b) el astro gira alrededor de B, que no coincide con laposicin de laTierra

    ( excntr ica ) . Este art if ic io fue empleado por Ptolomeo para explicar por qu el Sol

    (8), sibien no retrograda y por ello no requiere epicido, se

    mueve con velocidad variable

    a lo largo de laeclptica Todo se complica

    Al referimos al modelo ptolemaico, en el prrafo anterior, hemos empleado adred6

    el trmino instrumento astronmico . En efecto, las complejas construcciones que el

    astrnomo se vea necesitado de emplear para calcular las posiciones delos planetas in-

    volucraban el trazado de innumerables deferentes, epiciclos, circunferencias excntricas,

    segundos epicidos, etc. El resultado est bien lejos de semejar un mecanismo explicativo

    del movimiento de los astros, como lo hubiera deseado un cosmlogo. Es, ante todo, un

    procedimiento de clculo, e ineficaz en muchos casos. En esta etapa histrica, los astr-

    nomos han abandonado la pretensin de coherencia de un sistema planetario, de encaje

    entre unos elementos y otros : les bas ta poder predecir , con cierto margen de error , l a

    posicin de Marte o Jpiter en determinada poca del ao. Y aun as , no s iempre lo lo-

    gran.

    La versati lidad de esta construccin es muy amplia. (Como ejemplo, vea la figura

    17) Pero ser posible ajustar las dimensiones relativas de cada par epicido-deferente y

    sus perodos de rotacin de tal modo que las predicciones del modelo resulten acordes

    con las observaciones realizadas desde la Tierra? La respuesta es negativa. Para lograr un

    ajuste razonable con los datos observacionales, los astrnomos se vieron obligados a in-

    ,traducir nuevos recursos geomtricos; por ejemplo, a emplear deferentes cuyo centro no

    coincide con la Tierra ( excntricas ) o a hacer girar elplaneta alrededor de un segundo

    epicido (con centro en elpunto P). El resultado fue catastrfico para lasencil lez y belle-

    za que reclamaba Platn a modo de solucin de su clebre problema.

    El sistema de epicidos y deferentes tuvo su origen hacia el siglo III a.C., sibien sus

    orgenes no han sido develados por los historiadores. Fue empleado por astrnomos co-

    mo Apolonio (siglo III a.C.) e Hiparco (sigloII a.C.), pero selo vincula con elltimo de

    los grandes astrnomos de la antigedad, Claudio Ptolomeo, que vivi en elsigloII d.C.

    En particular, Ptolomeo sistematiz todo elsaber astronmico de su poca en su muy fa-

    moso libro lmagesto (nombre que le asignaron los rabes). Su modelo astronmico in-

    troduce una serie de artificios geomtricos destinados a tratar, no sienpre con xito, de

    compatibilizar las predicciones con los resultados observacionales. En el siglo XIII, ante

    las complejidades del instrumento astronmico ptolemaico, el rey de Espaa Alfonso

    el Sabio coment que, si Dios lo hubiese consultado antes de disear el universo, leha-

    bra sugerido algo ms sencillo.

    En la figura 18 se dan dos ejemplos de artificios que los astrnomos ptolemaicos

    debieron emplear para hacer concordar las observaciones con laspredicciones del modelo.

    a

    b

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    70 O Mdulo 2

    La teor a de P tolomeo slo sa lva los fenmenos , es deci r, expl ica las pos ic iones

    planetarias y los movimientos de los astros errantes y predice acontecimientos futuros

    mediante clculos . No pr etende i r ms a ll y afi rmar, por e jemp lo, la real idad de defe ren-

    tes y epici clos. En una poca en que, en Alejandra, la ast rol oga era gua de puebl os y

    reyes, era exigible de los astrnomos que pudiesen predecir la marcha de l os astros y no

    ms. Este programa, como es obvio, dista mucho del que trazara Aristt eles casi seis si-

    glos antes.

    Pese a lo cual, Ptolomeo (en materia cosmolgica) se declara aristotlico. En el

    lmagesto

    reitera argumentos en favor de la esfericidad de l a Tierra, su i nmovil idad,

    su ubicacin en el centro del universo. Cri tica a quienes, como Aristarco y Hercl ides,

    haban sostenido el movimiento terrestre. La opini n d~ tales gentes , escri be, se

    l).OS

    muest ra ridcula . Ello no obst a para que muchos de los art ifi cios del sistema ptolemai -

    co sean incompatibles con la f s ica a ri stotl ica. (Por e jemp lo, e l movimiento a lr ededor

    del epi ciclo violenta el principio de que el movimient o circular exige un centro fij o en

    tomo de l cua l gi ra r. )

    Ptolomeo fue el ltimo de los grandes ast rnomos ant iguos. Con la ca da del Impe-

    rio Romano y el surgimiento de la sociedad feudal en Europa, la herencia griega y ale-

    jandrina fue r etornada por los rabes y r eingr es muchos siglos despus, a part ir d el s ig lo

    : ia I, a una Europa radica lmente dist inta de aqu lla en la que sehaba or iginado.

    E l cuadro de la f igu ra 19 le permi ti raubica r histr icamente a a lguno s pro tagon is tas

    de la cosmologa y la ast ronoma ant iguas.

    Fig.19.

    VI

    V

    VIIII

    I I DEMOCRITO

    ITGORAS

    EUDOXO

    ARISTARCO

    HIPARCO

    PTOLOMEO

    APOLONIO

    HERCLIDES

    .1

    RISTOTELES

    IMPERIO ROMANO

    CIENCIA ALEJANDRINA

    1,

    La r evol uci n c op er ni ca na O 71

    UN POCO DE HISTORIA

    Ptolomeo viv i en sig lo

    n

    d.C., durante el apogeo del Imperio Romano, en una po-

    ca en la cua l la cul tur a a le jandrina se ha llaba en plena decadenc ia . Luego sobr evendr a e l

    derrumbe imperial y con l la finalizacin de l o que los text os llaman Edad Antigua .

    Hemos comentado, en el Mdulo 1 (pgina 36 ) las consecuencias de est a dest rucci n

    del ord en romano y e l surg imiento pos te rior d e las soc iedades feudales . La act ividad cul -

    tural se redujo a la tarea de salvar unos pocos rest os del naufragio, pues los ant iguos tex-

    tos se hab an perdido. Los erudit os de est a poca, imposibi lit ados de acceder al fondo

    documental gr iego y a le jandr ino, se ocuparon de r edactar r esmenes de segunda mano,

    imprecisos y carentes de t odo espritu crt ico. (Por ejemplo, los

    lementos

    de Euclides

    quedaron reducidos a una ser ie de enunciados de los que no sedaba demostracin alguna) .

    Los g randes problemas ast ronmicos y cosmolg icos cayeron en e l olvido: Ptolo-

    mea era desconoc ido, y de Ar is tteles haban sob revivido apenas a lgunos textos de lgi -

    ca. La i nfl uyente i deologa cristiana, por otra parte, menospreciaba el est udio de los fe-

    nmenos naturales: l a meta del cri st iano no deba ser el conocimi ento si no la sal vacin

    personal . (Vase el recuadro pg. 74 . ) P ero en 570, l ejos de l a cuenca medi terrnea, na-

    ci MallOma y con l cambi la hi st ori a de Occidente. A partir del sigl o VII l os conquis-

    tador es musu lmanes invadieron Egipto y todo e l,norte a fr icano , hasta pene tr ar en Espa-

    a . (El poderoso imperio fr anco imp idi que se extendier an ms a ll de los P irineos .) Ha-

    cia el este, la dominacin rabe al canz a la India. Fueron ell os quienes recuperar an pa-

    r a Europa la perdida sabidu ra ant igua .

    S i bien Mahoma haba p redicado una guerra santa de conquista y adoct rinamiento,

    tambin manda cul tivar y ensear la ciencia. En el Cor~ se lee:

    Quien ensea (la ciencia) teme a Dios. Quien la apetece l e adora. Quien combate

    por e lla, t raba una pelea sagrada . Quien la r eparte, d a l imosna a los ignor antes .

    La t inta de l sabio es tan preciosa como la sangr e de l mrt ir.

    El paraso espera lo mismo a quien hizo buen uso de la pluma que a quien cay

    a l go lpe de la espada .

    Los cuatro apoyos del mundo son: la cienci a del sabi o, l a j ustici a del grande, la vir-

    tud de l bueno y e l a rr ojo de l va liente.

    Al ocupar los terr itor ios conqu is tados , los rabes tomaron contac to con los manus -

    crit os que, en su mayora, haban sido transportados a Oriente poremigrados de Alej an-

    dr a. Se ocuparon de t raduc ir a l rabe las grandes obr as de Aristteles , P tolomeo, Euc li -

    des y Arqumedes (con lo cual, al mismo tiempo, crearon los matices de su propia len-

    gua). Su tarea de conservacin y difusi n de la tradicin clsica, basada en el respet o ha-

    c ia la cul tura de los pueblos conquistados , imp idi la prdida defini tiva del saber griego

    yalejandrino.(*)

    Al mismo t iempo, a l asumir como p rop ia aque lla t radicin, su s estud iosos r einicia-

    ron el debate de l os problemas que haban abordado los ant iguos en materi as tales como

    l a astronoma, l a ptica, la matemtica. (Algunos de estos aportes de la cienci a rabe

    ser n t ra tado s a lo largo de uest ro cur so .)

    A part ir d el s iglo X, consol idada la c ri st iandad europea , la g radual recuperacin de

    l os terri torios ocupados por l os rabes permit i el reingreso de l os anti guos textos a Eu-

    ropa mediterrnea. La ca da de Toledo en 1085 y la de Sicili a en 1091 fueron epi sodios

    (*) Una ancdota es i lust ra tiva : e l conqu is tador Almamn obl ig a lemperador b izan tino Migue l

    I II , a qu ie n hab a d er ro ta do e n b ata ll a, a c on ce rt ar l a p az a c ambi o d eun t ri bu to d e l ib ros gr ie gos . Con

    e llos , Almamn fund en su cor te una academia.

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    trascendentes. Una Europa dinmica tom posesin de grandes centros de cultura mu-

    sulmana, en particular en Espaa. Traductores clebres de la poca, como Gerardo de

    Cremona y Adelardo de Bath, empearon su vida en verter al latn las magnas obras de

    los clsicos griegos.Toledo fue elepicentro de esta empresa. A veces la traduccin serea-

    lizaba directamente del rabe allatn; otras veces, un grupo de traductores trabajaba en

    equipo , en el que se inclua al castellano o alhebreo como lengUasintermedias. Puesto

    que muchas obras haban sido vertidas al rabe a partir de versiones siracas del original

    griego, ste pudo haber sufrido traducciones mltiples: griego-siraco-rabe-castellano-la-

    tn. Como se comprende, la versin final latina contena mltiples deformaciones con

    respecto al original.

    De hecho, un solo traductor , Gerardo de Cremona, pudo haber alterado el curso de

    la ciencia en Occidente . Tradujo el Almagesto, la obra cosmolgica de Aristteles F{si-

    ca, Del Cielo , De lageneracin y lacorrupcin , Meteoro loga ,

    los

    AnalUicos posteriores

    (obra metodolgica fundamental de A'ristteles), los Elementos de Euclides, el Algebra

    del matemtico rabe AI-Khwarizmi (que recoge aportes de la matemtica hind, desco-

    nocida por los griegos), elArte mdico de Galeno, y muchos otros. Sin este pequeo gru-

    po de traductores como Gerardo, no puede concebirse revolucin cientf ica alguna. El

    volumen de la nueva ciencia fue, por otra parte, abrumador,

    y

    el proceso de elabora-

    cin ocup todo el siglo XIII. La tarea ofreci mltiples dif icultades. No exista laim-

    prenta. El copista no siempre comprenda qu estaba copiando, o careca del trmino

    adecuado para traducir al latn. A veces trabajaba con fragmentos desordenados,

    y

    deba

    determinar por su cuenta y riesgo lasecuencia correcta. La sabidura antigua era con-

    siderada en bloque y no siempre haba elementos para decidir siAristteles haba vivi-I

    do o no antes de Euclides o Ptolomeo. Pero a comienzos del siglo XV, Occidente dispo-

    na nuevamente del bagaje cultural antiguo, razonablemente sistematizado y elaborado.

    Los problel):lasastronmicos, fsicos

    y

    cosmolgicos eran nuevamente debatidos,

    y

    de tal

    debate surgir la revolucin cientfica. (Figura 20.)

    ACTIVIDAD 7

    A comienzos del siglo XIII surgen las primeras universidades europeas (Pars,

    Oxford, Bolonia, Padua). Qu relacin supone usted quepuede existir entre

    este hecho y el reingreso del saber antiguo en Europa?

    ACTIVIDAD 8

    Cuntos siglos abarca la sabidura antigua , que en un comienzo fue consi-

    derada como un nico

    y

    coherente cuerpo de conocimientos? (Utilice comoreferencia los textos griegos

    y

    alejandrinos traducidos por Gerardo de Cremo-

    na).

    ACTIVIDAD 9

    Qu clase de malentendidos podra originar, entre los eruditos medievales del

    siglo XIII, identificar, por ejemplo, el pensamiento de Aristteles con el de

    Ptolomeo?

    La revolucin copernicana

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    73

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    74 O Mdulo 2

    LA CIENCIA Y LA IGLESIA CATLICA

    La actitud de la Iglesia ante la investigacin cientfica de la naturaleza tuvo

    matices dispares a lo largo de la historia. La autoridad espiritual y polt ica de

    la institucin eclesial no se consolid en Europa hasta el siglo X. Hasta enton-

    ces, el pensamiento cristiano fue francamente hostil a la ciencia, identificada

    con el paganismo de los antiguos. Por ejemplo, en el siglo II, el telogo Ter-

    tuliano expuso con claridad su posicin al respecto:

    Qu tiene que ver Jerusaln con Atenas, la Iglesia con laAcademia (de

    Platn), el crist iano con el hertico? Nuestra doctrina proviene de laca-

    sa de Salomn,

    y

    s te nos ha enseado: debemos buscar a l Seor en la

    simplicidad de nuestro corazn. (...) Toda curiosidad termina en Jess

    y

    toda investigacin en el Evangelio._Debemos tener fe

    y

    no desear nada

    ms.

    Tertuliano fue contemporneo de Ptolomeo. A San Agustn, el ms influyente

    telogo de este perodo (muri en el 430), se le conocen opiniones semejan-

    tes. Pero a partir del siglo X, en una Europa ideolgicamente controlada por

    una Iglesia organizada, una parte del clero adquiri para s el privilegio del

    ocio necesario para interesarse y discutir cuestiones naturales. En particular,

    el reingreso de la obra cosmol6gica de Aristteles en traducciones rabes (se-

    gunda mitad del siglo XII) produjo un formidable impacto intelectual y doc-

    trinario. Por una parte, no era posible ignorar la coherencia y persuasin del

    gran filsofo; por otra, no' podan violentarse las afirmaciones de las Escrituras

    en aquellos aspectos en que laopinin de Aristteles entraba en conflicto con

    llas. (Por ejemplo, el universo aristotlico es increado y eterno, a diferencia

    del cristiano.)

    La s ntes is fue real izada en el siglo XIII por santo Toms de Aquino, quien

    compatibiliz (hasta donde ello fue posible) el pensamiento crist iano con el

    aristotelismo. Con ello se aliaron el prestigio del pagano Aristteles y laau-

    toridad de las Escrituras. Pero esta alianza fue un arma de doble filo, pues la

    libre difusin de las ideas aristotlicas facilit su crtica y la deteccin de con-

    tradicciones en distintos sectores de su cosmologa. (Tal fue el caso de sus le-

    yes de movimiento , que trataremos en laEstructura II, discutidas con entera

    libertad pues no parecan afectar cuestiones de doctrina cristiana.)

    Este perodo de aceptacin y promocin de los estudios cientficos por parte

    de la Iglesia acab abruptamente en elsigloXVI, en que seprodujeron los cis-

    mas luterano y ca lvinis ta ( la Reforma). En 1563, veinte aos despus de la

    muerte de Coprnico y un ao antes del nacimiento de Galileo, elConcilio de

    Trento precis al mximo los aspectos doctrinales del catolicismo; desde Ro-

    ma, elSanto Oficio comenz a actuar a modo de polica intelectual en defensa

    de la ortodoxia. Nuevamente se recre la original hostilidad de la Iglesia hacia

    la ciencia y las filosofas alternativas del tomismo, manifestadas en clebres

    episodios tales como la muerte en la hoguera de Giordano Bruno (1600) yel

    proceso y condena de Galileo (1633).

    Larevolucin copernicana O 75

    ACTIVIDAD 10

    La remodelacin del aristotelismo por santo Toms de Aquino se halla en su

    Suma Teolgica

    pero sumanifestacin artstica ms difundida es la

    ivina

    Co-

    media

    de Dante Alighieri, quien vivi entre los siglosXIII y XIV. En la figura

    21 se reconstruye el universo que el Dante recorre a lo largo de las tres partes

    del poema (Infierno, Purgatorio y Cielo).

    Compare el universo aristotlico de la figura 12, pgina

    63 ,

    con el que se

    muestra aqu. Qu similitudes encuentra?

    ~ ,

    ((. (. ~;. ,. EL PAAAISO

    '~ .', EMPIAEO

    :.

    Fig.21.

    ACTIVIDAD 11

    El tema tico crist iano por excelencia esel dela salvacin y lacondena. Trate

    de hallar, en ellenguaje en que se lo presenta, resabios de la fsica de Aristte-

    les. (Ejemplo: cada .)

  • 7/23/2019 Boido Historia de la Ciencia parte 2

    6/10

    76 O Mdulo 2

    l Interludio

    TRES TRADICIONES CIENTFICAS

    A fines de la Edad Media, los eruditos europeos redescubrieron la cultura antigua

    e intentaron conciliarla con el pensamiento crist iano. Elimpacto de este episodio his-

    trico fue espectacular y sign el desarrollo posterior de la cultura occidental. La tarea

    de traducir, absorber, comprender y elaborar aquella sabidura antigua fue abrumado-

    ra; sobrevino, adems, la certidumbre de que griegos y alejandrinos haban dicho, en

    cuanta disciplina poda imaginarse, cuanto poda decirse. Pero hacia el siglo XV la cien-

    cia escolstica medieval, centrada en la visin cosmolgica de Aristteles, no slo haba

    alcanzado su pleno desarrollo: tambin haba acumulado una serie de crticas antiaristo-

    tlicas

    dentro

    del marco escolstico. Adems, la sabidura antigua haba trado consi-

    go muchas obras griegas y alejandrinas (e incluso rabes) que tenan un carcter muy dis-

    t into de las de Aristteles. Fueron redescubiertos tratados sobre los atomistas, los pita-

    gricos, sobre la alquimia alejandrina y rabe, la geometra de Euclides, lamecnica de

    Arqumedes. 'Aunque el pensamiento aristotlico tuviese carcter oficial para la influ-

    yente Iglesia Catlica, numerosos eru,ditos se volcaron al estudio de textos que propo-

    nan visiones del mundo alternativas. A ello debe agregarse que, fuera de las cortes y las

    universidades, florecan talleres en los cuales aspirantes a pintores, escultores o ingenie-

    ros debatan problemas tcnicos de gran inters para lapoca, en apariencia alejados de

    aqullos que preocupaban a filsofos y acadmicos. En uno de ellos fue educado Leonar-

    do da Vinci.

    Las teoras cientficas y las visionesdelmundo no nacen ni crecen en un vaco cul-

    tural , social, econmico y polt ico. La historia de la ciencia suele a veces ser narrada co-

    mo una acumulacin de hallazgos en el tiempo, sin mayores vinculaciones con el contex-

    to en el cual sus protagonistas vivieron y trabajaron. Sepiensa en un modelo acabado

    de la ciencia , elactual , y se concibe el quehacer de los cient ficos anter iores como un

    borrador del presente . Se destacan los lpgros' ; de talo cual cient fi co en mri to a

    que se los puede vincular con ideas posteriores que hoy consideramos verdaderas o,

    al menos, aceptadas por la comunidad cient f ica actual, En cuanto a sus errores , se

    los ignora o selos considera el desliz momentneo de un genio.

    Este modo de concebir la historia ha sido llamado

    whig

    por el historiador escocs

    Ilugh Kearney, en su libro

    Orgenes

    de

    la ciencia moderna.

    El trmino ha sido tomado

    del nombre que recibieron, en el siglo XVII, los promotores de las revoluciones burgue-

    sas en Inglaterra, quienes se consideraban progresistas (whigs) por oposicin a los con-

    servadores (tories). Narrar una historia whig significa clasificar, segn patrones actua-

    les, a sus protagonistas en progresistas y conservadores , sin tener en cuenta el con-

    texto en el cual realizaron su obra o a parti r del cual formularon sus propuestas. En el

    caso de la historia de la ciencia, un historiador

    whig

    nos dira que Aristarco de Samos

    fue un progresista (pues propuso un sistema planetario heliocntrico mucho antes que

    Coprnico), incomprendido por los astrnomos de la poca, quienes recibiran por ello

    la calificacin de conservadores . Pero sise abandona este esquemtico punto de vista,

    se comprende que las objeciones al modelo eran tan poderosas (basta considerar el pro-

    blema de la torre ) que fue razonable surepudio y eljuicio dePtolomeo: una opinin

    ridcula .

    Larevolucin copernicana O 77

    ACTIVIDAD

    Considere el modo habitual en que se expone la historia argentina en laense-

    anza primaria y secundaria. Analice, por ejemplo, el trmino patriota que

    se emplea para ciertos protagonistas en detrimento de otros. Advierte rasgos

    de lo que Kearney llama historia

    whig

    en estas exposiciones? Si larespuesta es

    afirmativa, cree que ese enfoque permite una comprensin mnimamente ob-

    jetiva de la historia argentina? Redacte un breve texto y cotjelo con nuestra

    opinin en la Clave de Respuestas.

    Esimportante que aqu vuelvaa leer lacita de lapgina 16 delMdulo 1,enlacual

    se hace referencia a los puntos de vista modernos en materia de historia de la ciencia .

    Una comprensin integral de la misma obliga a considerar factores histricos que inclu-

    yen creencias extracientficas, valoraciones, aspectos que tradicionalmente han sido con-

    siderados irracionales o supersticiosos .

    En el origen y desarrollo de la revolucin cientfica de los siglosXVI y XVII, que

    comenzamos a tratar ahora, abundan los ejemplos. Kepler, por ejemplo, era astrlogo

    la vez que astrnomo; adhera al culto del Sol y el lenguaje de sus libros est mucho

    ms cerca de la mstica que de la ciencia ( actual ). Newton, por su parte, dedic dca-

    das de su vida a la alquimia y a t ratar de determinar la fecha de la Creacin a parti r de

    los textos bblicos. Hoy en da, el historiador no desdea esosrasgos no cientficos en

    la actividad de Kepler o Newton; por elcontrario, cree que le ayudarn a comprender la

    gnesis de las leyes planetarias de Kepler o la de la mecnica de Newton.

    'Kearney adopta el punto de vista de que, sise quiere comprender elsurgimiento y

    el desarrollo de la revolucin cientfica de este perodo, es necesario considerar laexis-

    tencia de tres tradiciones cientficas en pugna. Se trata de modalidades de acercamien-

    to a la naturaleza que en mayor o menor grado incidieron sobre lacomunidad cientfica

    de la poca y sus protagonistas. Kearney las llama tradiciones organicista mgica me

    canicista. Las describiremos brevemente.

    La tradicin organicistao aristotlica

    El origen de esta tradicin seremonta a Aristteles, e incluye a Ptolomeo y almdi-

    co Galeno, su contemporneo. Concibe al universo como una suerte deser vivo, orgni-

    co' (de all su nombre), sometido a cambios regulares: lasemilla origina un rbol, y ste,

    a su vez,frutos y semillas, que darn lugar a nuevos rboles. En elcosmos hay una inten-

    cionalidad, un desarrollo hacia un fin que semanifiesta en el cambio. De all el lenguaje

    aristotlico a propsito de las cosas inanimadas: lapiedra cae porque busca sulugar na-

    tural (el centro de la Tierra), el hierro crece en lugares montaosos que le son propi-

    cios. Los telogos medievales hallaron esta concepcin finalista muy adecuada para con-

    cil iar el aristotelismo con el pensamiento crist iano: identificaron el fin de lavida con la

    salvacin personal.

    Esta tradicin no atribuye a la matemtica sino un rol secundario: lariqueza y di-

    versidad del mundo y de la vida no puede traducirse en cantidades. La realidad parece

    manifestarse por las cualidades concretas que perciben los sentidos: colores, olores, soni-

    dos. La fsica de Aristteles esuna fsica de cualidades .

    El Dios de los aristotlicos es una divinidad cuya inteligencia se pone de manifiesto

    en el finalismo del universo. Es, ante todo, un Gran Lgico. De all el mtodo demos-

  • 7/23/2019 Boido Historia de la Ciencia parte 2

    7/10

    78 O Mdulo 2

    trativo que Aristteles adopta como procedimiento de acceso a conocimiento. Por este

    camino, santo Toms de Aquino propone sus clebres pruebas lgicas de la existencia

    de Dios.

    En esta miniatura del sigloXIII vem0l\un astrno-

    mo que observa las estrellas con un astrolabio le

    dicta cif rasa un escriba. A su derecha un sabio le

    presenta un manuscrito en rabe. Del Universo de

    Galileo Newton, de W.Bixbi.

    La tradicin mstica o neoplatnica

    En el s ig lo XV el l lamado humanismo modific los cnones literarios y artsticos

    medievales a partir del conocimiento de obras griegas en versiones originales. Estas obras

    tenan un carcter fuertemente antiaristotlico, y originaron una concepcin del mundo

    radicalmente distinta. Las fuentes son diversas, pero entre ellas sedestaca el misticismo

    que carac teri za a par te de la obra de Pla tn y que seremonta a Pit goras de Samos (si -

    glo VI a.C.). Detrs del mundo que percibimos, pensaba Platn, existe una realidad tras-

    cendente, a la que slo puede accederse por medio de lapura inteleccin. En la huella de

    Platn, los llamados neoplatnicos'~ de los primeros siglosde la era cristiana (como Plo-

    tino, siglo III d.C.) revitalizaron tales ideas y combatieron el racionalismo aristotlico.

    Pero la tradicin, tal como llegara a Europa, reconoce tambin la influencia de escri tos

    alqumicos y mgicos alejandrinos. En el siglo III d.C., en Alejandra, fueron compuestos

    una serie de libros atribuidos a un misterioso personaje, Hermes Trismegisto, que ejercie-

    ron gran influencia en los medios cultos europeos cuando fueron vertidos al lat n en el

    siglo XV. (De all proviene el trmino hermtico que se aplica a tales escritos.)

    Esta tradicin, neoplatnica, mstica o mgica, est teida de un fuerte contenido

    estt ico; la simplicidad y laarmona deben ser tenidas en cuenta en el momento de con-

    ceb ir una v is in del mundo . E l Sol , c re an sus cultores , es s mbolo de d ivinidad y por

    ello no puede ocupar otro lugar que no sea elcentro del universo. Dios, el Gran Mago, el

    Gran Artis ta, cifr los secretos del cosmos en un lenguaje perdurable, el de la matemti-

    ca. La armona del mundo esuna armonla matemtica, como la de lamsica. Y esemun-

    do ha de ser infinito, pues Dios, en suinfini ta bondad, no pudo haberse l imitado a crear

    un nmero finito de seres y cosas. Quien intente develar los secretos de lanaturaleza'

    ha de comportarse como un mago o bien como un mstico, pues debe previamente acce-

    der a una contemplacin casi religiosa del universo.

    Larevolucin copernicana O 79

    Como veremos ms adelante, Coprnico adopt algunas de estas ideas al concebir

    su modelo planetario hel iocntrico; las que serefieren a la ubicacin del Sol y laexigen-

    cia de senci llez y armona para toda concepcin del mundo. (En Bolonia estudi astro-

    noma con el neoplatnico Domenico Novara, quien criticaba el desorden del sistema

    ptolemaico.) Pero no fue ms all. Kepler, en cambio, adopt una actitud decididamente

    mstica, que lo convierte en el principal representante de esta tradicin en lahistoria de

    la revolucin copemicana.

    La tradicin mecanicista

    Los mecanicistas repudiaron por igual a las tradiciones organicista y mgica. Fue cri-

    ticado el aristotelismo, pero tambin el esoterismo y ocultismo de los neoplatnicos. El

    inters se centr en laobra del ms clebre matemtico e ingenero de la antigedad: Ar-

    qumedes (siglo III a.C.). A diferencia de los filsofos que admiraban organicistas y neo-

    platnicos, Arqumedes haba atacado y resuelto problemas de inters prctico, y lo pro-

    pio haban hecho otros ingenieros alejandrinos como Hern, citado en el Mdulo 1.

    En esta tradicin se enrolan quienes, lejos de las universidades y del pensamiento mera-

    mente especulativo, prestan atencin a las mquinas Leonardo da Vinci, Simn Stevin,

    Nicol Tartaglia, y en particular Galileo Galilei.

    El universo es concebido como un grn mecanismo, un gran reloj . Puede compren-

    derse el funcionamiento de la mquina universal si sedesmontan sus partes y selasana-

    lizan por separado. Por ello los mecanicistas abordan problemas limitados y concretos;

    de qu modo oscil a un pndulo , por qu ciertos cuerpos f lo tan enagua y ot ros no, quleyes se aplican al movimiento de los proyectiles. Dios esel Gran Ingeniero. La naturale-

    za est escrita en caracteres matemticos, pero no al modo mstico de los neoplatni-

    cos, s ino porque se revela un instrumento apto para describirla. Para emplear con preci-

    sin dicho instrumento es necesario cuantificar, medir, tratar de hallar relaciones funcio-

    nales entre cantidades.

    En elsigloXVII, esta tradicin sevincul con elatomismo de Leucipo y Demcrito,

    popularizado por el poeta romano Lucrecio en su libro Sobre la naturaleza de lascosas

    (siglo I a.C.). Un universo constituido por partculas enmovimiento, que chocan entre s

    y que originan los cuerpos macroscpicos al reunirse en grandes cantidades pareca ms

    adecuado a la visin mecanicista que el plenismo de Aristteles. Las experiencias sobre

    vaco, que hemos descripto en el Mdulo,1, volvieron an ms persuasiva esta creencia.

    Sin embargo, no todos los mecanicistas adhirieron a ella. No lo hizo Ren Descartes, por

    ejemplo, en cuya visin del mundo perduran an rasgos aristotlicos.

    Coda

    La palabra cientfica aplicada a estas tradiciones no implica que hallan concebido

    a la ciencia tal como lo hacemos hoy en da. Lo que se quiere destacar esque exist ieron

    en ellas elementos que, al incorporarse al gran debate cosmolgico de los siglos XVI y

    XVII, incidieron en el gnero de preguntas que sus protagonistas seformularon y trata-

    ron de responder. Ilustran adems la complejidad de las influencias sobre la investigacin

    de factores que en principio podran parecer ajenos a lamisma, y que sealaremos con el

    correr de esta historia.

    Como cualquier encasillamiento, tambin ste puede ser peligroso. Las tradiciones

    permiten ordenar, en cierto modo, el panorama extremadamente complejo que sirvi

    de marco a la revolucin cient fica. Pero cada una de ellas tuvo sus matices, su propia

    evolucin. Y los grandes protagonistas no puede ser encasillados rgidamente. El tibio

  • 7/23/2019 Boido Historia de la Ciencia parte 2

    8/10

    80 O Mdulo 2

    LA RUPTURA COPERNICANA

    neoplatonismo de Coprnico puede explicar su conviccin extracientfica de un universo

    heliocntrico, pero, en muchos aspectos, Coprnico era aristotlico. El mecanicismo de

    Galileo tiene rasgos neoplatnicos (su conviccin en laexistencia de leyes numricas sim

    pIes) y aristotlicos (su creencia en un universo finito). Con estaS salvedades, veremos a

    continuacin que puede ser til referimos a las tres tradiciones cientfias como marcos

    de referencia vlidos para el estudio de larevolucin cientfica. (Figura 22).

    (*) Kearney, H.: Orgenes de la ciencia moderna , Madrid, Guadarrama, 1970.

    Larevolucin copernicana O 81

    Por qu ese proceso revolucionario se inici cuando promediaba el siglo XVI? La

    pregunta, que ha conci tado el inters de todos los his toriadores de la ciencia quiz en

    mayor medida que cualquier otra, se ha revelado de una extrema complejidad. Dcadas

    atrs era habitual narrar esta historia de un modo lineal (es, decir, whig como lo caracte-

    riza Kearney). Con palabras de este mismo historiador:

    Reducida a sntesis, la interpretacin

    whig

    dela his toria de laciencia (en loque res-

    pecta a la revolucin cient fica de los siglosXVI y XVII) quedara como sigue. La

    primera brecha de importancia fue obra de Coprnico, astrnomo polaco (1473-

    1543), qu ien propuso la t eo ra de que la ti er ra g ira en torno del Sol ,y no al revs,

    como pensaban los conservadores . Su punto de vis ta lo acept a finales desiglo

    el cientfico alemn Johannes Kepler (1571-1630) y tambin el italiano Galileo Ga-

    lilei (1564-1642). Kepler descubri que las trayectorias de los planetas eran elpti-

    cas, no circulares, y Galileo fue quien us por primera vez el telescopio en astrono-

    ma y quien formul la ley matemtica de lacada deloscuerpos. Por fin apareci

    Isaac Newton (1642-1727), que en susPrincipia aplic brillantemente la misma ley

    almovimiento planetario y 'ala cada de los cuerpos por igual. (*)

    La astronoma y la cosmologa que hered Coprnico

    En tiempos de Coprnico (fines del s iglo XVy primera mitad del s igloXVI) elRe-

    nacimiento se hal laba en su apogeo. Fue contemporneo de Coln, deLeonardo, de los

    grandes artistas del perodo (Boticelli, MiguelAngel, Rafael, Durero). La imprenta seha-

    llaba en plena expansin y con ella culminaba larevolucin tecnolgica medieval. En Eu-

    ropa se asista ya a las primeras manifestaciones de importancia del modo de produccin

    capitalista y, con ellas, a una revalorizacin cada vezmscreciente de lainvencin tcnica.

    El viejo problema de los planetas an no haba sido resuelto. Los astrnomos ra-

    bes y sus herederos medievales, en base al lmagesto de Ptolomeo,continuabanluchando

    con deferentes, epiciclos y dems artificios para intentar el clculo de las posiciones pla-

    netarias. Al cabo de dos milenios, lapregunta de Platn no haba sido contestada. El ins-

    trumento ptolemaico empleaba distintas construcciones para distintos planetas, o para

    un mismo planeta en distintas pocas del ao. Un nuevo enfoque pareca necesario, y

    ello por dos razones. La primera era la estrecha relacin que guardaban laastronoma y

    la astrologa. Los planes y decisiones, de los gobernantes de la poca estaban fuertemen-

    te influidos por las predicciones astrolgicas, cuyas fallas seatribuan a la deficiencia de

    los clculos astronmicos. (Astrnomo y astrlogo solan coincidir en el mismo indivi-

    duo . Kepler iba a resumir en una f rase esta relacin : Dios provee a todo animal de su

    medio de subsistencia, para los astrnomos ha provisto la astrologa .)

    Una segunda razn que exiga lapronta resolucin del problema de los planetas es-

    taba referida a cuestiones que afectaban a lanavegacin (elaboracin de mapas, orienta-

    Al fin de eludir la tentacin de desarrollar una descripcin esquemtica de la revo~

    lucin cientfica, es necesario considerar unJlserie de factores que la desencadenaron y

    ,promovieron' su desarrollo. Tales faCtores son de muy diverso orden, e incluyen (deacuer-

    do con las orientaciones actuales de la historia de la ciencia) aspectos tradicionalmente

    considerados no cientficos e inclso no racionales . Comencemos desde esta pers-

    pectiva, con el anlisis de la obra de Coprnico.

    XVIII

    VII

    VI

    V

    ;,l COPER~NICO KEPl~~\')

    NICOLA,S nco BRAH,

    _. ;lElA.,_.__--- --- '-r-..1

    r----- ---CALILEO----r---\

    ,'''' LEONARDO 1, N,E,WTON ')

    , {,) 1

    BOYLE

    , ,,.) JOR,RICH 211L.-1

    IMmNT'A - REVOLUCION CIENTIFICA

    RENAClf'lIENTO' I I

    XIV

    ORSEME

    BURIDAN

    SANTO

    TOMAS

    XIII

    DANTE

    I

    FUNDACION

    DE UNIVER-

    SIDADES

    REINGRESO

    DEL SABER

    ANTIGUO

    Figura 22

    Las tres tradiciones cientficas. (1) La tradicin organicista, originada en la obra de Aris-

    tteles y sus adherente s rabes y medievales (escolst icos), tales como Jean Buridn y

    Nicols de Oresme. (2) La tradicin mgica o neoplatnica, cuyas fuentes seremontan a

    Pitgoras (siglo VI a.C.), Platn (siglo V a.C.) y los escritos hermticos atribuidos a Her-

    mes Trismegisto. (3) La tradicin mecanicsta, heredera del atomismo y de laobra de Ar-

    qumedes.

    Durante el s iglo XVI se produjo un autntico cataclismo intelectual en el pensa-

    miento europeo. El temblor de t ierra comenz aproximadamente en

    1543

    (aunque sus

    efectos ms intensos no acontecieron sino hasta algunas dcadas despus) con la publica-

    cin del libro de Nicols Coprnico Sobre la revolucin de lasesferas celestes Su impor-

    tancia fue tal que puede, de un'modo quiz un tanto convencional, del imitarse elpero-

    do llamado Revolucin cientfica de los siglosXVI y XVII o Revolucin cientfica

    entre dicha fecha y 1687, en que Isaac Newton dio a conocer sus Principios matemticos

    de filasofta natural El perodo abarca, por tanto, casis iglo y medio. Como resultado de

    esta gran conmocin, seprodujo el desmoronamiento del gran edificio cosmolgico cons-

    truido por Aristteles

    y

    el afianzamiento definitivo de una nueva cosmologa, de carc-

    ter mecanicis ta, fundada no slo en una nueva concepcin dela naturaleza sino tambin

    en novedosos procedimientos de abordaje y resolucin de los problemas cientficos.

  • 7/23/2019 Boido Historia de la Ciencia parte 2

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    82 O Mdulo 2

    La r evol uc in coper ni cana O 83

    El sistema planetario copernicano

    Por lt imo debemos tener en cuenta ladifusin, en tiempos de Coprnico, de ideas

    de raigambre neoplatnica y que reactualizaban antiguas cosmologas radicalmente dis-

    tintas de la aristotlica. Pertenecen a lo que Keamey llama la tradicin mgica o ms-

    t ica , con su creencia en la armonlf y simplicidad del mundo, en elrol preponderante

    del Sol y en la inf in itud del universo. Al parecer, Coprnico no fue indiferente a estas

    convicciones extracientficas .

    En

    Sobre la revolucin de las esferas celestes

    Coprnico instala al Sol en el centro

    del universo y asigna a la Tierra un movimiento de rotacin alrededor del ejepolar Norte-

    Sur y un movimiento orbital alrededor del Sol. (El primero explica el desplazamiento

    diario de los astros; el segundo, el desplazamiento anual del astro con respecto a las es-

    trellas, como indica la figura 23. (Un tercer movimiento, que Coprnico atribuye a la Tie-

    rra, no requiere ser considerado aqu.)

    .

    ,.

    **

    ***~

    * ... ,..

    .t -l f. ~*Jr* .

    .. ~1t4 ;j fr-JF.

    .,

    1

    2

    rbi ta d e

    la Tierra

  • 7/23/2019 Boido Historia de la Ciencia parte 2

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    84 O Mdulo 2

    La figura 24 muestra cmo el sistema copernicano explica laretrogradacin deun

    planeta, enestecasoMarte. Elobservador desde laTierra ocupa lasposiciones Tl, T2, Ta..,

    al t iempo que elplaneta seencuentra en Ml, M2, Ma ... Sobre elfondo de estrellas , cuya

    esfera est fija con respecto alSol, seobservaal planeta proyectado en 1,2,3 ... El movi-

    miento aparente durante el tramo 1-2-3 secumple en un sentido, pero ste seinvierte en

    el tramo. 3-4-5. En el tramo 5-6-7 elplaneta vuelvea moverse con respecto a las estrellas

    en el sentido habitual. Se ha producido una

    retrogracIacin.

    Fig.24.

    orbita de

    la Tierra

    ACTIVIDAD 13

    Se explica de este modo tambin elaumento de bri llo y tamao aparente del

    planeta cuando ste retrograda? Por qu?

    Con la inmovi li zacin del Sol en el cent ro de la esfera de las estrel las y laasigna-

    cin del doble movimiento terrestre, junto con la suposicin de que los planetas descri-

    ben trayectorias circulares alrededor del Sol, Copmico parece encaminado a hallar una

    solucin del problema de los planetas no slo ms exacta, sino tambin ms armoniosa.

    As lo hace saber a lpapa Pablo III , a quien dedica elp refacio de suobra. Luego de que-

    jarse acerca de lo insatisfactorio de las construcciones de raz ptolemaica empleadas has-

    ta entonces, y de los magros resultados que producen, explica otro tipo de motivaciones

    que lo llevaron a elaborar su modelo heliocntrico:

    ( . .. ) En lo que respecta a l problema principal, es decir la forma del mundo y la in-

    mutable simetra de sus partes, (los astrnomos) no han podido ni encontrarlani

    deducida. Suobra puede ser comparada a la de un art is ta que, tomando diversoslu-

    gares, pies, cabeza y dems miembros humanos (muy hermosos en smismos pero

    no formados en funcin de un solo cuerpo, y por tanto sin correspondencia alguna

    ent re e llos) los reuniera para formar algo ms parecido a un monst ruo que a un

    hombre.

    Larevolucin copernicana O 85

    El problema principal de Coprnico es, pues, eliminar la monstruosidad de la

    astronoma matemtica heredada, su falta de elegancia, simplicidad, economa y claridad.

    En estas preocupaciones estticas del gran astrnomo esposible rastrear la influencia del

    pensamiento neoplatnico. Coprnico crey que, al asignar al Sol funciones que en el sis-

    tema ptolemaico se atribuan a la Tierra, su instrumento astronmico resultara ms

    eficaz y ms bello. Lamentablemente no ocurri as . Los datos de observacin de que

    dispona Coprnico (heredados esencialmente del

    Almagesto

    no concordaban con las

    predicciones de un modelo tan simple (una rbitapara cada planeta) y tambin ldebi

    recurrir a epiciclos y circunferencias excntricas. Incluso debi ubicar al centro de la r-

    bita terrestre en un punto que no coincida con elcentro del universo, elSol. El sistema

    copemicano resul t, en suma, un instrumento de clculo almenos tan complejo como el

    ptolemaico, y no ms eficaz.

    Dicho de otro modo, tampocoCoprnico resolvi el problema de Platn. PropUso

    nuevas formas de componer movimientos circulares y uniformes para el clculo de las

    posiciones planetarias, esta vez a parti r de un Sol central y una Tierra en movimiento,

    pero no con ello logr su objet ivo depredecir con exact itud por medio deun sistema ar-

    monioso. Por qu, entonces, se dice que inici una revolucin cientfica, llamada inclu-

    so copemicana ?

    En pginas anteriores hemos sealado el carcter instrumental de la astronoma

    ptolemaica; se trata de calcular la posicin de los planetas, no de filosofar acerca dela

    realidad fsica

    del modelo planetario en anlisis. Esta ltima funcin queda reservada a

    los cosmlogos (que hoy llamaramos fsicos ). Y acerca de ello Aristteles pareca

    haber dicho la ltima palabra.

    Coprnico puso fin a este divorcio entre astronoma

    y cos-

    mologa.

    Sus herederos (Kepler, Galileo) iban a negar que elproblema de los planetas y

    la cuestin cosmo~gica pudiesen ser encarados como aspectos desvinculados entre s: la

    revolucin cient fica fue la respuesta a una serie de preguntas que Coprnico formul

    aunque no pudiese l mismo responder.

    Pues Copmico incluye, en su libro, toda una serie de consideraciones cosmolgi-

    casoCuando trata el tema de la movil idad de la Tierra, no elude laconsideracin delas

    serias objeciones que pueden plantearse a tal hiptesis. Intenta, desde una perspectiva

    aristotlica, responder a las mismas. Lo que quedar claro a sus lectores venideros es que,

    si se quiere sostener la realidad fsica del movimiento terrestre, no bastar con remen-

    dar aspectos parciales del aristotelismo, sino edificar una nueva cosmologa y, en parti-

    cular, una nueva fsica. Y este programa, formulado tmidamente por Copmico, esde

    tal envergadura que la revolucin copemicana bien merece su nombre.

    Losherederos de Coprnico

    Coprnico muri en 1543, en el mismo momento en que sepublicaba Sobre lare

    volucin

    de

    las esferas celestes.

    (La tradicin afirma que recibi el primer ejemplar im-

    preso en su lecho de muert e. ) Mient ras e l libro sehal laba en pruebas de imprenta, su

    amigo Osiander, un pastor luterano a cargo dela edicin, aadi un prlogo sin firma en

    el cual se aclara que el sistema copernicano no debe ser entendido literalmente, sino co-

    mo un conjunto de hiptesis sin pretensin de realidad . A los astrnomos, dice Osian-

    der, les corresponde calcular el movimiento de los astros, y no decidir acerca de laverda-

    dera naturaleza del mundo, tarea reservada a la teologa. Coprnico, en verdad, opinaba

    otra cosa, durante dcadas los lectores no especializados (a quienes las complej idades

    tcnicas del libro les eran inaccesibles) atribuyeron al astrnomo polaco el prlogo y los

    puntos de vista que all se exponan.

    Los astrnomos recibieron la novedad con inters exclusivamente profesional. Co-

    prnico ofreca nuevos procedimientos de clculo de posiciones planetarias, y se reco-

    noci que su obra era elnico tratado de astronoma denivel comparable

    alAlmagesto.