Boletín 010

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Boletín Informativo Nº 010 Mayo 2012 Desde cierta línea del análisis economicista, encumbrado por el reconocido Club de Roma en su ensayo informe los límites del crecimiento, se propone que el tamaño de la población es un grave problema en sí mismo por la presión sobre los recursos del conjunto creciente de humanos. De hecho, es posible establecer una relación inversa entre crecimiento de la población y pobreza, por lo que durante décadas prácticamente se conminó a los países no desarrollados a la reducción de sus tasas de fecundidad. Este análisis, sin embargo, peca por simplista. Aunque es posible asociar grandes cifras, como las tasas de crecimiento poblacional y de fecundidad, con el PIB o el ingreso per cápita, sin embargo, las conclusiones directas atropellan la realidad, las crisis económicas de la mano con tasas muy altas de desempleo en países de los cuadrantes del norte, muestran la fragilidad de las ecuaciones donde se iguala desarrollo a crecimiento poblacional. Otros analistas indican que el tamaño poblacional no es lo determinante del desarrollo, sino la distribución equitativa de la riqueza y la provisión de servicios sociales como educación y salud. Un concepto interesante en el análisis de la dinámica poblacional es el que se condensa en el llamado bono poblacional. Cuando una población tiene una alta tasa de crecimiento, cuenta con un gran contingente de niños y niñas, que si son sujetos de la garantía de derechos producirán un empuje considerable de la sociedad hacia el progreso. Es un hecho que los niños son el presente, lo que no le quita verdad a la afirmación de que de ellos depende el futuro. Según el censo nacional de 2005, cerca de 16 millones (38,6% de la población colombiana) estaban entre 0 y 19 años. El cálculo en 2010 ubicaba esa cifra en 17.405.226 (38,3%). Hay un aumento real de la población en infantil, adolescente y juvenil, pero desacelerado. En otras palabras, el crecimiento actual se debe a la inercia poblacional que se verá paulatinamente mermada por la reducción en la natalidad. Considerando los problemas en acceso a la educación de calidad, el desempleo juvenil y otros factores que afectan a las poblaciones en cuestión, puede concluirse que el país está desperdiciando su bono poblacional. Por ejemplo, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud del año 2010, un 12,1% de las personas entre 0 y 19 años no tenía afiliación a salud. Adicionalmente, cuando se considera que entre las primeras causas de mortalidad en Colombia, aparecen en el grupo de 0 a 4 años las afecciones respiratorias y en el grupo de 5 a 14 accidentes y agresiones, se tiene una radiografía de una sociedad con un atraso importante en la concreción de los derechos de la población, con inequidades que se profundizan según la condición étnica, la ruralidad y el ingreso. Lo más importante sería lograr que nuestros niños y niñas puedan hallar más de la felicidad que a todos nos es racionada, y eso que quienes leemos estas líneas tenemos acceso a educación, salud, alimentación, techo, vestido, descanso y otros esenciales que a millones, aquí mismo en Colombia, se les administran como su fueran privilegios. 1

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El Proyecto

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Boletín Informativo Nº 010 – Mayo 2012

Desde cierta línea del análisis economicista, encumbrado por el reconocido Club de Roma en su ensayo

informe los límites del crecimiento, se propone que el tamaño de la población es un grave problema en sí

mismo por la presión sobre los recursos del conjunto creciente de humanos.

De hecho, es posible establecer una relación inversa entre crecimiento de la población y pobreza, por lo

que durante décadas prácticamente se conminó a los países no desarrollados a la reducción de sus tasas

de fecundidad. Este análisis, sin embargo, peca por simplista. Aunque es posible asociar grandes cifras,

como las tasas de crecimiento poblacional y de fecundidad, con el PIB o el ingreso per cápita, sin

embargo, las conclusiones directas atropellan la realidad, las crisis económicas de la mano con tasas muy

altas de desempleo en países de los cuadrantes del norte, muestran la fragilidad de las ecuaciones donde

se iguala desarrollo a crecimiento poblacional.

Otros analistas indican que el tamaño poblacional no es lo

determinante del desarrollo, sino la distribución equitativa de la

riqueza y la provisión de servicios sociales como educación y

salud. Un concepto interesante en el análisis de la dinámica

poblacional es el que se condensa en el llamado bono

poblacional. Cuando una población tiene una alta tasa de

crecimiento, cuenta con un gran contingente de niños y niñas,

que si son sujetos de la garantía de derechos producirán un

empuje considerable de la sociedad hacia el progreso.

Es un hecho que los niños son el presente, lo que no le quita verdad a la afirmación de que de ellos

depende el futuro. Según el censo nacional de 2005, cerca de 16 millones (38,6% de la población

colombiana) estaban entre 0 y 19 años. El cálculo en 2010 ubicaba esa cifra en 17.405.226 (38,3%). Hay

un aumento real de la población en infantil, adolescente y juvenil, pero desacelerado. En otras palabras, el

crecimiento actual se debe a la inercia poblacional que se verá paulatinamente mermada por la reducción

en la natalidad. Considerando los problemas en acceso a la educación de calidad, el desempleo juvenil y

otros factores que afectan a las poblaciones en cuestión, puede concluirse que el país está

desperdiciando su bono poblacional. Por ejemplo, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud del

año 2010, un 12,1% de las personas entre 0 y 19 años no tenía afiliación a salud. Adicionalmente, cuando

se considera que entre las primeras causas de mortalidad en Colombia, aparecen en el grupo de 0 a 4

años las afecciones respiratorias y en el grupo de 5 a 14 accidentes y agresiones, se tiene una

radiografía de una sociedad con un atraso importante en la concreción de los derechos de la población,

con inequidades que se profundizan según la condición étnica, la ruralidad y el ingreso.

Lo más importante sería lograr que nuestros niños y niñas puedan hallar más de la felicidad que a todos

nos es racionada, y eso que quienes leemos estas líneas tenemos acceso a educación, salud,

alimentación, techo, vestido, descanso y otros esenciales que a millones, aquí mismo en Colombia, se les

administran como su fueran privilegios. 1

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Esta semana ··············································

Hasta el 04 de Mayo, el equipo de lectores logró evaluar 1045 informes, lo que equivale a un 95,7% de

la totalidad de informes. Por otra parte, se revisaron 274 informes, lo que corresponde al 49,5% de la

totalidad a pasar por control de calidad.

Logrado el gran avance en la lectura, el equipo se reorganizó para fortalecer los procesos de revisión. Es

importante tener en cuenta que el equipo de revisores, durante el primer mes de trabajo, cumplió los

papeles de lectura, lo que adelantó parte del trabajo de captura de información, por lo que ahora se

hace necesario que parte del equipo refuerce el proceso de revisión para balancear los procesos.

María Angélica Vera Martínez. Nació en Bogotá. Estudió derecho y actualmente cursa una

especialización en derechos humanos. María angélica ama la libertad y la tranquilidad, se considera

responsable y amorosa. Su motivación principal son sus hijos: Sebastián y Gabriela de 14 y 5 años

respectivamente.

Ha enfocado su acción profesional en el campo de las políticas públicas, lo que aplicó en el trabajo previo

con el Concejo de Bogotá, el Congreso de la República y la Fundación Esperanza. En esta última

organización desarrolló la dimensión de la atención psicosocial a víctimas del delito

de trata de personas y tráfico de migrantes.

“Desde mi experiencia en la garantía de los derechos humanos he aportado en el

análisis del contexto social del país en cada reporte que surge de los informes de

gestión de las entidades territoriales”.

María Angélica puntualiza que “se debe priorizar la garantía y protección de los

derechos de las personas; en este sentido, pareciera que los gobiernos locales no

tienen clara la incidencia en las políticas públicas en la calidad de vida de los

habitantes de un territorio. Tal vez se requieren más recursos de capacitación y

asistencia técnica para las regiones”.

····························································· Vera

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De lo que hemos aprendido ························

Siendo los indicadores de contexto básicos en los informes de gestión, los indicadores de tamaño

poblacional son esenciales dentro de lo básico. Estos datos son la base para entender las condiciones de

la entidad territorial desde donde se produce cada informe, como debieron serlo para el cálculo de otros

indicadores que tienen como denominador la población.

La fuente oficial del tamaño de población en Colombia es el DANE, tomando como origen el censo de

2005. Si bien el censo se discute por probables errores técnicos, esa es la fuente oficial.

Otra dificultad para tomar el dato censal, tiene que ver con que los datos actuales son proyecciones

desde 2005 que pueden ser inexactas por movimientos no previstos en la población (desplazamiento por

diferentes causas). Cambios aparentemente pequeños en la población pueden ocasionar distorsiones

importantes en áreas geográficas menores.

Durante el curso de la valoración de los informes de gestión se han encontrado municipios que apelan a

otras fuentes, como la encuesta Sisben, la cual no fue diseñada para estimar tamaños ni dinámicas

poblacionales, sino para identificar beneficiarios de subsidios.

Para el caso de la valoración de los informes de gestión, se analiza cada caso, partiendo de plano de que

cuando se cita al Sisben para establecer el tamaño poblacional, no se está presentando la fuente

adecuada.

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Álvaro Antonio Aarón Forero. Nació en la ciudad de Bogotá pero creció en la ciudad de Valledupar. Estudió derecho en la Universidad Libre de Bogotá y realizó una especialización en derecho procesal y laboral en la misma institución. Su apellido es de ascendencia libanesa. Desde su graduación, ha litigado vinculado a un grupo de abogados.

Ama la naturaleza, la música y los deportes, se siente orgulloso de su tierra y cada vez que tiene ocasión viaja a visitar a su familia. Especial importancia en esta visita tiene su “nana”, quien lo cuidaba de niño y le preparaba arepas de maíz molido con queso. Se declara fiel enamorado de los amaneceres del Valle de Upar y de las aguas frías del río Guatapurí.

Álvaro participó en el proyecto Análisis de la garantía y la protección de los derechos de la infancia, la adolescencia y la juventud en los planes de desarrollo de los departamentos y los municipios de Colombia, 2008-2011, en el marco de la estrategia Hechos y Derechos. Para él, “este tipo de proyectos toca la parte social del derecho, en el sentido de que resulta primordial el conocimiento de ley de infancia y adolescencia y es obligación de todos los ciudadanos, el conocimiento de la verdadera situación de la niñez en el país y el marco jurídico de protección y garantía de los derechos de la infancia”.

… & Áarón: Abogados ··········································

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DERECHOS AHORA

Siguiendo el acontecer nacional aparecen como asuntos urgentes la

atención del invierno actual y la sequía que viene; la seguridad

nacional; la atención a las demandas multimillonarias al Estado; la

construcción de vías (no se diga la reparación de la red vial porque

en buena parte del país tal red no existe).

Como se expresó al inicio de este boletín, la garantía de los

derechos de la infancia, la adolescencia y la juventud son un asunto

en las coordenadas de lo importante, aunque no parecieran tener el

carácter de urgencia en la conciencia pública. La pregunta acerca de

si los resultados en la garantía de los derechos van de la mano con

el volumen de inversión estatal y privada en estos asuntos, arroja balances incómodos.

Los hallazgos recientes acerca de estudiantes inexistentes en las cuentas cobradas a la

nación, llegan a acompañar el ya prolongado hurto por cobros fraudulentos en salud.

El asunto es que el aumento en inversión es tanto necesario como insuficiente,

considerando las fallas en eficiencia y las faltas a la ética en la administración a los

recursos públicos. Desafortunadamente el efecto retardatario de las oportunidades en

cada niño o niña cuyos derechos han sido vulnerados es difícilmente recuperable. Mientras

se producen los ajustes institucionales necesarios, los derechos de muchos niños y niñas

se quedan postergados.

El Proyecto es una publicación electrónica dirigida a las personas directamente relacionadas con la evaluación de los informes de gestión de las alcaldías y las gobernaciones de Colombia del periodo 2008-2011. Su finalidad es facilitar el conocimiento del grado de avance en esta iniciativa y al tiempo presentar a las personas que la hacen posible.

La circulación de este documento es limitada. Se sugiere a las personas que reciben este boletín discreción en su divulgación

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