Boletin la voz_del_heraldo_no_1_07_2009

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El calendario de Dios y el plan profético de Dios. 2da. Parte. Por: Waldemar Hernández y Samuel Saldaña Puntos de interés especial Calendario establecido por Dios ¿Quiénes eran los samari- tanos, saduceos, fariseos y quiénes se preservaron hasta la actualidad? ¿Qué significado tiene los “tres días y tres noches Jonás en el vientre del gran pez” en la calendari- zación de fiestas solem- nes? Contenido: Los meses de solemnidades 2 El año hebraico 3 El calendario luni-solar 4 La señal de Jonás 10 El cisma católico 17 Los saduceos y fariseos moder- nos 17 Calendario de Lev. 23 y compa- rativa entre los fariseos y los saduceos 18 Coincidencia entre fariseos y saduceos en fiestas de Gran Solemnidad 20 Paralelismo en las apariciones de las Lunas Nuevas y Llenas 22 Receta licuado frutas 14 ¡Un Ministerio que profesa la Verdad Presente! julio, 2009 Volumen 1, 1 La Voz del Heraldo 4. El calendario hebreo de 1831 (judío- alemán) y las Fiestas Solemnes de YHWH Proponen que el día en el calendario hebreo ha de comenzar cuando salen las primeras tres estrellas, pero el día culmina con el ocaso o atardecer. La costumbre de ver al día comenzar con la caída del crepúsculo es tan antigua como la Biblia misma, la se basa en el texto bíblico del Génesis 1:5, que al cabo de cada día comenta "Y fue la tarde, y fue la mañana...", de lo que se entiende que cada uno de los días de la creación comenzaba por la tarde, en esto se diferencia del día según el calendario grego- riano, que discurre exactamente de mediano- che a medianoche. Al prescribir Dios el ayuno del Día del Perdón, el Yom Kipur: "El día décimo de este séptimo mes será el día de la Expiación... Será para vosotros día de descanso completo y ayunaréis; el día nueve del mes, por la tar- de, de tarde a tarde, guardaréis descan- so" (Levítico 23:27-32). Desde entonces, es práctica corriente y antiquísima, que las festi- vidades judías comiencen al caer el Sol. Cabe destacar, que estudios arqueológicos han revelado que también en la antigua Babilonia se señalaba el comienzo del día al atardecer, y se estima que es ése el origen de la costumbre, y no a la media noche donde empieza el Ca- lendario Gregoriano a regir el principio de la celebración de muchas fiestas como la ―Navidad y la cena de Noche Buena‖, el reci- bimiento del ―Año Nuevo‖, entre otros mu- chas más fiestas que dan inicio a períodos dedicados a la adoración de ―dioses fal- sos‖ (Maitreya, Tammuz, Semiramis, Ishtar o Astarté, Diana, Venus, la diosa de la fecundi- dad y el amor….). El mes en el calendario hebreo se basa en el ciclo que cumple la Luna al circunscribir por completo a la Tierra, captando el ojo humano desde nuestro planeta 4 diferentes estadios principales de la Luna, a saber: Luna nueva, Cuarto creciente, Luna llena o plenilunio, y Cuarto menguante. Tal ciclo dura aproxima- damente 29 días y medio. Resulta asombroso comprobar que ya los antiguos sabios hebre- os supieron calcular la duración exacta de tal ciclo, estimando de acuerdo con sus conoci- mientos astronómicos que el periplo del saté- lite en torno al planeta Tierra tenía una dura- ción de '29 días, 12 horas, y otras 793/1080 de hora' (o sea, otros 44 minutos y 3.33 se- gundos), siendo su error de cálculo de medio segundo. Debido a que la cantidad de días en un mes debía ser exacta, el calendario hebreo estipuló meses de 29 y de 30 días, intercala- damente. Al final de un mes hebreo, la Luna está com- pletamente a oscuras, y no es visible desde la Tierra. Al despuntar el Cuarto creciente, se alcanza a ver apenas a la Luna como una finísima guadaña, que desaparece en el hori- zonte minutos después del ocaso: es el co- mienzo del mes hebreo. Con el correr de los días, crece paulatinamente la parte iluminada de la Luna que se aprecia desde la Tierra, hasta llegar al plenilunio que marca exacta- mente la mitad del mes. A partir de ahí, vuel- ve la Luna a menguar con el discurrir de los días, hasta desaparecer por completo, culmi- nando también del mismo modo el mes del calendario hebreo. Los nombres de los meses hebreos, tal como los conocemos en nuestros días, tienen sus orígenes en la antigua Babilonia, donde fue- ron adoptados por los judíos allí desterrados por el rey Nabucodonosor II, exilio que duró 70 años (586 a.C. - 516 a.C.). Más antigua- mente, los meses eran denominados tan sólo por su orden numérico, comenzando en la primavera (boreal) por el mes primero, Nisán, y culminando con el duodécimo, Adar. En el Pentateuco se menciona a Nisán como el primer mes del año, al haber sido aquél en que el pueblo de Israel se liberó de la esclavitud de los faraones de Egipto: "Este mes os será principio de los meses; para vo- sotros será éste el primero en los meses del año" (Éxodo 12:2). Otros nombres de meses mencionados en ciertos libros de la Biblia, especialmente en el Libro de los Reyes, como www.alaluzdelabiblia.org

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1era edición Boletín La Voz del Heraldo, julio 2009

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El calendario de Dios y el plan profético de Dios. 2da. Parte. Por: Waldemar Hernández y Samuel Saldaña

Puntos de interés especial

Calendario establecido

por Dios

¿Quiénes eran los samari-

tanos, saduceos, fariseos

y quiénes se preservaron

hasta la actualidad?

¿Qué significado tiene los

“tres días y tres noches

Jonás en el vientre del

gran pez” en la calendari-

zación de fiestas solem-

nes?

Contenido:

Los meses de solemnidades 2

El año hebraico 3

El calendario luni-solar 4

La señal de Jonás 10

El cisma católico 17

Los saduceos y fariseos moder-

nos

17

Calendario de Lev. 23 y compa-

rativa entre los fariseos y los

saduceos

18

Coincidencia entre fariseos y

saduceos en fiestas de Gran

Solemnidad

20

Paralelismo en las apariciones

de las Lunas Nuevas y Llenas

22

Receta licuado frutas 14

¡Un Ministerio que profesa la Verdad Presente!

julio, 2009

Volumen 1, nº 1

La Voz del Heraldo

4. El calendario hebreo de 1831 (judío-

alemán) y las Fiestas Solemnes de YHWH

Proponen que el día en el calendario hebreo ha de comenzar cuando salen las primeras tres

estrellas, pero el día culmina con el ocaso o

atardecer.

La costumbre de ver al día comenzar con la

caída del crepúsculo es tan antigua como la

Biblia misma, la se basa en el texto bíblico del

Génesis 1:5, que al cabo de cada día comenta

"Y fue la tarde, y fue la mañana...", de lo que

se entiende que cada uno de los días de la

creación comenzaba por la tarde, en esto se diferencia del día según el calendario grego-

riano, que discurre exactamente de mediano-

che a medianoche.

Al prescribir Dios el ayuno del Día del

Perdón, el Yom Kipur: "El día décimo de este

séptimo mes será el día de la Expiación...

Será para vosotros día de descanso completo

y ayunaréis; el día nueve del mes, por la tar-

de, de tarde a tarde, guardaréis descan-

so" (Levítico 23:27-32). Desde entonces, es

práctica corriente y antiquísima, que las festi-vidades judías comiencen al caer el Sol.

Cabe destacar, que estudios arqueológicos han

revelado que también en la antigua Babilonia

se señalaba el comienzo del día al atardecer, y

se estima que es ése el origen de la costumbre,

y no a la media noche donde empieza el Ca-

lendario Gregoriano a regir el principio de la

celebración de muchas fiestas como la

―Navidad y la cena de Noche Buena‖, el reci-

bimiento del ―Año Nuevo‖, entre otros mu-chas más fiestas que dan inicio a períodos

dedicados a la adoración de ―dioses fal-

sos‖ (Maitreya, Tammuz, Semiramis, Ishtar o

Astarté, Diana, Venus, la diosa de la fecundi-

dad y el amor….).

El mes en el calendario hebreo se basa en el

ciclo que cumple la Luna al circunscribir por

completo a la Tierra, captando el ojo humano

desde nuestro planeta 4 diferentes estadios

principales de la Luna, a saber: Luna nueva,

Cuarto creciente, Luna llena o plenilunio, y

Cuarto menguante. Tal ciclo dura aproxima-

damente 29 días y medio. Resulta asombroso

comprobar que ya los antiguos sabios hebre-

os supieron calcular la duración exacta de tal ciclo, estimando de acuerdo con sus conoci-

mientos astronómicos que el periplo del saté-

lite en torno al planeta Tierra tenía una dura-

ción de '29 días, 12 horas, y otras 793/1080

de hora' (o sea, otros 44 minutos y 3.33 se-

gundos), siendo su error de cálculo de medio

segundo. Debido a que la cantidad de días en

un mes debía ser exacta, el calendario hebreo

estipuló meses de 29 y de 30 días, intercala-

damente.

Al final de un mes hebreo, la Luna está com-

pletamente a oscuras, y no es visible desde la

Tierra. Al despuntar el Cuarto creciente, se

alcanza a ver apenas a la Luna como una

finísima guadaña, que desaparece en el hori-

zonte minutos después del ocaso: es el co-

mienzo del mes hebreo. Con el correr de los

días, crece paulatinamente la parte iluminada

de la Luna que se aprecia desde la Tierra,

hasta llegar al plenilunio que marca exacta-

mente la mitad del mes. A partir de ahí, vuel-

ve la Luna a menguar con el discurrir de los días, hasta desaparecer por completo, culmi-

nando también del mismo modo el mes del

calendario hebreo.

Los nombres de los meses hebreos, tal como

los conocemos en nuestros días, tienen sus

orígenes en la antigua Babilonia, donde fue-

ron adoptados por los judíos allí desterrados

por el rey Nabucodonosor II, exilio que duró

70 años (586 a.C. - 516 a.C.). Más antigua-

mente, los meses eran denominados tan sólo por su orden numérico, comenzando en la

primavera (boreal) por el mes primero,

Nisán, y culminando con el duodécimo,

Adar. En el Pentateuco se menciona a Nisán

como el primer mes del año, al haber sido

aquél en que el pueblo de Israel se liberó de

la esclavitud de los faraones de Egipto: "Este

mes os será principio de los meses; para vo-

sotros será éste el primero en los meses del

año" (Éxodo 12:2). Otros nombres de meses

mencionados en ciertos libros de la Biblia,

especialmente en el Libro de los Reyes, como

www.alaluzdelabiblia.org

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el "mes de Ziv" (1 Reyes 6:37), o "el mes de Bul, que es el mes octavo" (1Reyes 6:38), y también "el mes de Eitanim, que es el

mes séptimo" (1 Reyes 8:2), fueron seguramente tomados de nombres de meses fenicios, ya que son mencionados en el contex-

to de las relaciones comerciales entre el Rey Salomón y el Rey Hiram de Fenicia. Los nombres babilónicos, que han llegado has-

ta nuestros días, aparecen por primera vez en el Libro de Ester y en los de Esdras y Nehemías, y fueron adoptados asimismo por otros idiomas, como el turco moderno (Nisan = abril; Tammuz = julio; Eylül = septiembre; Şubat = febrero). La duración de los

meses hebreos oscila entre los 29 y los 30 días, de la siguiente forma según el calendario civil:

1. Tishrei (30 días) ( - cae aproximadamente en septiembre u octubre

2. Heshván (29 ó 30 días) llamado también Marjeshván - - octubre o noviembre

3. Kislev (30 ó 29 días) - noviembre o diciembre

4. Tevet (29 días) - diciembre o enero

5. Shevat (30 días) - enero o febrero

6. Adar (29 días) - febrero o marzo

7. Nisán (30 días) ( - marzo o abril

8. Iyar (29 días) - abril o mayo 9. Siván (30 días) - mayo o junio

10. Tamuz (29 días) - junio o julio

11. Av (30 días) llamado también Menajém Av - - julio o agosto

12. Ellul (29 días) - agosto o septiembre

El calendario de Fiestas Solemnes de Dios conforme al registro bíblico está constituido de la siguiente forma:

1. Nisán

2. Yaar (Iyar)

3. Siván

4. Tamuz

5. Av 6. Ellul

7. Tishrei

Los siguientes meses se completan para el período anual. Los siete meses se detenían pero los otros doce meses avanzaban a su

culminación con respecto al calendario civil. Al finalizar, empezaba el nuevo año con Nisán o Abib (solemne).

8. Heshván

9. Kislev

10. Tevet

11. Shevat

12. Adar

Es importante destacar que dentro del calendario hebreo existe un calendario civil y otro calendario solemne para fiestas. Es

decir que, dentro de un mismo año se encuentra el calendario civil constituido de 12 meses y el calendario solemne conformado

por 7 meses. El año hebreo, según la cuenta bíblica, comenzaba con el mes de Nisán, llamado en la Biblia "el mes prime-

ro" (Éxodo 12:2), y concluía en el mes de Adar; mientras que más adelante primó la concepción del comienzo del año en el mes

de Tishrei, con la festividad de Rosh Hashaná literalmente "cabeza de año"), culminando el año en el mes de Elul, tal

como rige el calendario hebreo hasta nuestros días. Desde el punto de vista religioso, el calendario hebreo cuenta con 4 diferen-

tes "cabezas de año", siendo cada una de ellas el comienzo de la cuenta anual para diferentes finalidades:

1 de Nisán, es el principio de año de acuerdo a la cuenta bíblica, al conmemorar la salida de Egipto; y era el principio del

año para los reyes: de tal modo, aun si un rey de Israel asumiera el trono el 29 del mes de Adar, ya al ser el día siguiente el pri-

mero de Nisán, se consideraba su segundo año de reinado.

1 de Elul, el principio del año para realizar la cuenta del diezmo de ganado a apartar según las prescripciones religiosas.

1 de Tishrei, el principio del año según el calendario hebreo moderno, conmemorando el aniversario de la Creación del

mundo, y era la fecha en que comenzaba la cuenta de los años, los años sabáticos (cada séptimo año, en que las tierras quedaban

incultas y en barbecho), y los jubileos (cada 50 años, en que prescribían las deudas y los esclavos quedaban libres).

15 de Shevat, el año nuevo de los árboles, siendo ésta la fecha de su despertar luego del letargo invernal.

... Continuación del artículo anterior

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El año hebraico

Un año hebreo incluye un ciclo completo de las cuatro estaciones del año, y, a su vez, debe contar con un número exacto de me-

ses lunares. De esta manera, el año hebreo puede tener tanto 12 meses (año simple), como 13 (año bisiesto, o en hebreo

"año preñado"). Hoy en día es sabido que las estaciones del año se deben a la traslación de la Tierra en torno al Sol, ciclo denominado en astronomía "año trópico" (365 días, 5 horas, 48 minutos y 44 segundos).

Al ser el año trópico sensiblemente más largo que el año lunar de 12 meses (354 días, 8 horas y 49 minutos), se iría corriendo

la Pascua judía indefectiblemente hacia el invierno, contrariamente al precepto bíblico, si el año hebreo durase 12 meses de

manera constante. Para evitarlo, se agrega un décimo-tercer mes a fin de año, cada vez que la diferencia acumulativa entre el

año solar y el lunar, de unos 11 días por año, alcanza a formar un mes entero.

El año bisiesto, embolismal o "preñado"

El año hebreo bisiesto es un año de 13 meses, denominado en hebreo "shaná me'ubéret" ( "año preñado" o

embolismal), de manera gráfica el mes agregado toma la forma de su trayectoria –la Tierra- cual si fuera el feto de una mujer

embarazada; y de aquí que los métodos de institución de tal año, se llamen "ibur" (del hebreo "preñamiento"); y en

castellano, embolismo. El embolismo del calendario hebreo, consiste en la duplicación del mes de Adar, de manera que se in-

tercala un nuevo mes de 30 días, llamado Adar "A" ( "Adar álef"), antes del mes de Adar original, que pasa a ser Adar

"Bis" ( "Adar bet"). La principal razón por la que fue elegido justamente el mes de Adar para su duplicación es por ser el

mes inmediato anterior a Nisán, el mes de la primavera, el de la salida de Egipto y en el que cae la Pascua judía, "Pésaj" (

según indica la Biblia: "Guardarás el mes de Aviv (= primavera), y harás pascua a Yahveh tu Dios; porque en el mes de Aviv

te sacó Yahveh tu Dios de Egipto" (Deuteronomio 16:1). Otro motivo radica en que Adar era antiguamente el último mes del año, e históricamente se prefería hacer el agregado a fin de año. Ello se asemeja a lo ocurrido con el 29 de febrero, agregado

justamente allí porque antiguamente era febrero el último mes del año romano.

... Continuación del artículo anterior

Página 3 Volumen 1, nº 1

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El método original de embolismo, desarrollado alrededor del siglo VI a. C., establecía que habría de agregarse un mes más, en

tres años de cada ciclo de ocho. Ya en el siglo V a. C., se perfeccionó el sistema, estipulándose de ahí en adelante que el agrega-

do habría de hacerse en siete años por cada ciclo de diecinueve. Se estima que dichas técnicas tienen sus raíces en los conoci-

mientos de astronomía de los babilonios, muy adelantados para su época, y del astrónomo griego Metón (siglo V a. C.), y son aceptadas hasta el día de hoy. El Diccionario de la Real Academia Española define ciclo lunar, llamado también ciclo decemno-

venal o decemnovenario, como el "período de 19 años, en que los novilunios y demás fases de la Luna vuelven a suceder en los

mismos días del año, con diferencia de hora y media aproximadamente"; en tanto el ciclo cuádruple de 76 años, es llamado calí-

pico. De esto se deduce que cada 19 años coincidirán entre sí las fechas del calendario hebreo y el gregoriano; aunque puede

existir un desfase de uno o dos días, debido a movimientos efectuados en el calendario hebreo por motivos religiosos (ver más

adelante, "la semana en el calendario hebreo").

En el año 359, perfeccionó el sabio Hilel II los cálculos y métodos conocidos, y estableció los mecanismos de embolismo del

año utilizados hasta el día de hoy, que han sido corroborados por las últimas y más modernas observaciones astronómicas. Di-

chos cálculos ya eran conocidos desde cientos de años atrás, pero hasta aquellos tiempos se preferían los métodos empíricos para

establecer el comienzo del mes —dos testigos que habían de atestiguar ante el gran Sanedrín que habían visto el naciente de la Luna— y el comienzo de la primavera, en base a la maduración de las mieses y a la llegada del equinoccio de primavera (el 20

de marzo en el hemisferio norte), que es la fecha en que el día y la noche tienen la misma duración; mientras que el almanaque

era utilizado en caso de impedimentos, como días nublados.

Se cree que la razón por la cual publicó Hilel II el calendario hebreo tal como se utiliza desde sus tiempos (tribu de Judá) hasta

nuestros días (judíos ortodoxos), proviene de una de las decisiones tomadas por el Cristianismo en el primer Concilio de Nicea,

celebrado el año 325, a instancias del emperador Constantino I el Grande. Según la tradición cristiana, Jesús de Nazaret fue cru-

cificado el Viernes Santo, coincidente con el viernes de la Pascua judía. El Concilio decidió desvincularse del judaísmo también

en este aspecto, y prescindir de la necesidad de averiguar año tras año, la fecha exacta de la Pascua judía. A tal efecto, se estipuló

que el primer día de la Pascua cristiana, el Domingo de Pascua o de Resurrección, se celebre el primer domingo después de la

Luna llena, inmediatamente luego del Equinoccio de primavera o primaveral. Cabe destacar que al independizar al calendario

litúrgico cristiano del hebreo, perdió el primero la flexibilidad y el equilibrio que caracterizan a este último, lo que terminó cau-sando, con el correr de los siglos, el corrimiento de la Pascua cristiana hacia el invierno, desfase que hubo de ser corregido al

cabo de un milenio por el papa Gregorio XIII, por medio de su calendario gregoriano. De todos modos, la decisión de Nicea des-

pertó el temor entre los judíos de la época, que los cristianos les prohibiesen anunciar los comienzos de mes y los embolismos de

cada año, indispensables para el normal discurrimento de la vida judía; y de ahí la necesidad de un calendario preestablecido de

antemano y aceptado por todas las diásporas del pueblo judío. Mientras en la Biblia Mateo 28:1. Encontramos que el primer día

de la semana revisaron donde estaba, siendo domingo, el fue crucificado el miércoles.

Un año trópico, o circunvolución de la Tierra en torno al Sol, conlleva en sí 12,368 ciclos lunares, o vueltas que efectúa Selene

alrededor de nuestro planeta. Esto implica que 19 años trópicos, equivalen a 234,992 ciclos de la Luna, un número prácticamente

entero. Desde esta base se establece que cada 19 años, habrá de haber 235 meses, o 12 años comunes (de doce meses), y 7 años

embolismales o "preñados", con trece meses cada uno: los años número 3, 6, 8, 11, 14, 17 y 19 de cada ciclo decemnovenario. Para saber si determinado año hebreo es o no bisiesto, hay que dividirlo por el número 19: si el cociente obtenido luego de la

división, nos deja un resto luego del entero con uno de los siguientes guarismos: 0, 3, 6, 8, 11, 14 ó 17, estamos ante un año de

13 meses. Así, el año hebreo de 5765, equivalente al gregoriano de 2005, al dividirlo por 19 nos da 303 enteros, y un resto de 8

(5765/19 = 303 8/19). Por ende, el año de 5765 fue bisiesto, y se le agregó el mes de Adar "A" antes del último mes del año, el

mes de Adar "Bis".

Es importante destacar que el calendario gregoriano, que usan en la actualidad la mayoría de los países occidentales (aún el mun-

do entero usa para las transacciones comerciales), fue establecido por el Papa Gregorio VIII en 1582. Podemos destacar que el

cálculo empleado de este calendario está en torno al Sol (calendario solar); a diferencia del calendario hebreo y judío que se basa

en los movimientos de la Luna y del Sol, sin embargo, el calendario hebraico empieza con el atardecer, reiteramos, porque se

rige con la Luna tal como ya referimos.

¿Quiénes emplearon un método de cálculo para el calendario luni-solar?

Conozcamos un poco acerca de quiénes eran los descendientes de Israel y qué sucedió en el sistema de adoración y su relación

con Dios por medio de las ordenanzas y estatutos.

... Continuación del artículo anterior

Página 4 La Voz del Heraldo

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Los samaritanos

Los samaritanos (en hebreo Shomronim) en árabe as-Sāmariyyūn)) son un grupo étnico y religioso que se

considera descendiente de las doce tribus de Israel. Hablan árabe o hebreo moderno. Para sus ceremonias religiosas utilizan el hebreo samaritano o el arameo samaritano.

Según la tradición, son descendientes de Manasés y Efraím, hijos de José. En el año 926 a. C., las tribus del norte se rebelaron

contra el Rey Roboam, hijo de Salomón. De esta rebelión surgieron dos reinos: el de Israel, en el norte, con su capital en Siquem

(hoy Nablús) y el de Judá, en el sur, con su capital en Jerusalén. En el año 875 a. C. el rey de Israel, Omrí, trasladó la capital a

Samaria.

En el año 740 a. C. los asirios conquistaron a las diez tribus de Israel. La Bíblia cuenta que el pueblo original marchó al exilio y

fue reemplazado por gente foránea a quien se le dio cierta instrucción religiosa similar a la judía. Aunque el pueblo samaritano,

originado con esta mezcla, reconocía la Torá, fue despreciado por el pueblo judío.

Entre el siglo IV a. C. al VIII d. C. la lengua samaritana fue una rama occidental del idioma arameo, usada comúnmente para

hablar y escribir, produciéndose entonces la traducción del Targum samaritano. Luego, en el habla corriente fue desplazada por

el árabe y en los escritos fue muy influida por el árabe y también por el hebreo.

El Memar Marqah es el texto más importante para los samaritanos, después del Pentateuco y es la fuente teológica más antigua

de la tradición samaritana. Formula cinco creencias fundamentales.

Sólo Yahveh es Dios y no hay nadie como Él.

Moisés fue el profeta por excelencia elegido por Dios.

Observar la Ley dada por Yahveh a Moisés. Los samaritanos son guardianes de la Ley.

El monte Garizim o Gerizim es santo, la casa de Dios (Génesis 28:17, lugar escogido por Él para su santuario, el om-

bligo del mundo (Josué 9:37).

La venida del Ta'eb, el restaurador de todas las cosas, iniciará la época de la venganza y recompensa. El santuario del

monte Garizim será restaurado, los impíos serán destruidos y los justos serán premiados (Deuteronomio 32:35).

Según las Crónicas Samaritanas, la separación de los judíos fue causada por el sacerdote Elí, que decidió ir a Silo a construir un

santuario para rivalizar con el de Garizim. Dicen que los propios judíos reconocen la corrupción que reinaba en ese santuario

(1Samuel 2:12-17). Aseguran que los sacerdotes de Garizim se opusieron a la designación del rey Saúl, quien luego, como mo-

narca, destruyó el santuario de Garizim. Dicen que los samaritanos se opusieron tanto a los reyes de Judá como a los del norte. Cuando fue destruido el reino del norte de israel por los asirios, una parte de los samaritanos fueron deportados y cuando regre-

saron restablecieron el culto en Garizim. Reconstruyeron el Templo del lugar en el siglo IV a. C. pero fue destruido en el 128 a.C

por el monarca judío Juan Hircano, hijo de Simón Macabeo.

Su ciudad sagrada es Nablús, antiguamente llamada Siquem o Sicar, donde según Génesis 33:18-20, Jacob erigió un altar a Dios

y según Génesis 48:22 fue entregada por él como herencia a su hijo predilecto, José y allí fue sepultado éste (Josué 24:32). Du-

rante el Pesaj los samaritanos hacen sacrificios en el Monte Gerizim cerca Nablús, porque de acuerdo con el Pentateuco Samari-

tano (Deuteronomio 27:4) ese es el monte sagrado.

Los samaritanos solamente aceptan a Moisés como único profeta y no reconocen la tradición oral del Talmud, al libro de los

Profetas ni al de los Escritos porque se guían exclusivamente por los cinco libros de la Torá. Usan un código llamado Hillukh

que trata de aplicar la Torá a la vida social.

Generalmente los samaritanos son educados por sus rabinos (llamados "Cohanim", plural de "Cohén") como parte del pueblo

hebreo pero no del pueblo judío.

Era Moderna

La población actual de samaritanos es de 670 (2005), divididos en su sagrado Monte Gerizim y Jolón cerca de Tel Aviv, donde

tienen su barrio llamado Nevé-Pinjás. Hasta los años 1980, la mayoría de los samaritanos vivía en la ciudad palestina de Nablus

bajo el Monte Garizim.

... Continuación del artículo anterior

Página 5 Volumen 1, nº 1

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En 1954, el segundo presidente israelí, Yitzhak Ben-Zvi, creó la comunidad samaritana en Jolón. Los samaritanos generalmente

no quieren tomar parte en el conflicto entre palestinos e israelíes.

Debido a su población reducida, a su endogamia y a su negativa a aceptar conversos, los samaritanos han tenido problemas de enfermedades genéticas. Sólo, en tiempos recientes han aceptado que los hombres de la comunidad se casen con mujeres no sa-

maritanas (judías).

Los samaritanos en el Monte Gerizim hablan el árabe como primer idioma y el hebreo moderno como segundo. La mayoría de

los samaritanos de Jolón (especialmente las generaciones jóvenes) tienen al hebreo como su lengua materna, aunque también

entienden el árabe. El hebreo samaritano y el arameo samaritano son utilizados en la liturgia y no se hablan en la vida cotidiana.

Los fariseos

Los fariseos ( perushim, de parash que significa "separar") eran una comunidad judía que existió hasta el segundo siglo

de la presente era. El grupo atribuía su inicio al período de la cautividad babilónica (587 a. C.-536 a. C.). Algunos sitúan su ori-gen durante la dominación persa o los consideraban sucesores de los hasidim (devotos). Se definieron como partido durante la

revuelta de los macabeos contra los invasores sirios (167 – 165 a. C.). Fueron coetáneos de saduceos, esenios y zelotes. Este gru-

po es citado numerosas veces en los Evangelios cristianos.

Doctrina:

A diferencia de los saduceos (o zadokitas y otras variantes), los fariseos lograron que sus interpretaciones fueran aceptadas por la

mayoría de los judíos. Por ello, tras la caída del Templo (Santuario del pueblo Israelita), los fariseos tomaron el control del ju-

daísmo "oficial", y transformaron el culto. El más alto representante del judaísmo era el Sumo Sacerdote, cargo que a la destruc-

ción del templo se volvió innecesario; así el culto pasó a la sinagoga beit knéset, "casa de reunión" en hebreo).

De los antiguos fariseos surgió la línea rabínica ortodoxa de los doctores de la ley que fue la que redactó los distintos Talmud.

Conflicto político-religioso:

Los fariseos se opusieron a la política del Sumo Sacerdote Juan Hircano (134-104 a. C.), el cual reinó apoyado por los saduceos.

Juan Hircano, hijo de Simón Macabeo, vivía más como un rey pagano que como un sacerdote judío, y los sectores tradicionalis-

tas criticaban la identificación entre la realeza y el sacerdocio, reclamando una separación de ambas funciones. El líder fariseo

Eleázar exigió que Juan Hircano renunciara al sumo sacerdocio. El enfrentamiento de los fariseos contra los saduceos se agudizó

durante los reinados de los hijos de éste, Aristóbulo I (104-103 a. C.) y Alejandro Janeo (103-76 a. C.) Este último reprimió un

levantamiento popular e hizo crucificar a tres mil fariseos. La viuda de Alejandro Janeo, Alejandra Salomé reinó del 76 al 67 a.

C., rehabilitó a los sacerdotes fariseos y los hizo parte del Sanedrín o senado judío, acrecentando su influencia política y religio-

sa. La reina nombró a su hijo Hircano II como Sumo Sacerdote, con el apoyo fariseo. El hermano menor de éste, Aristóbulo II se

proclamó rey a la muerte de Alejandra y depuso a Hircano II, que buscó refugio entre los nabateos, con cuyo rey Aretas III y con apoyo fariseo sitió Jerusalén en el 65 a. C., pero fue derrotado debido a que los romanos apoyaron a Aristóbulo II.

Gracias a las gestiones de su canciller, el idumeo Antípatro, Hircano II logró el apoyo del general romano Pompeyo, quien tomó

Jerusalén en el 63 a. C., y lo reinstaló como Sumo Sacerdote, llevándose a Aristóbulo a Roma, mientras Antípatro ejercía de

hecho como gobernante de Judea. El poder político y religioso de los fariseos se mantuvo así. Muerto Pompeyo, Julio César

nombró a Hircano II etnarca de Judea y al hijo de Antipatro, Herodes, como estratega de Galilea.

En el 40 a. C., Antígono Matatías, hijo de Aristóbulo II, con apoyo del Imperio Parto y de los saduceos, tomó el poder, detuvo y

mutiló a Hircano II. Herodes que había huido y el general romano Socio, retomaron Jerusalén en el 37 a. C. Bajo el Imperio ro-

mano, Herodes fue rey entre el 37 y el 4 a. C. y contrajo matrimonio con Mariana, hija de Hircano II, a quienes luego ejecutó,

provocando la ruptura entre los fariseos y la dinastía herodiana.

En el 4 a. C. el fariseo Saddoq y Juan el Galileo se levantaron llamando a no pagar impuestos a Roma. El hijo de Herodes, Ar-

quelao y el jefe militar romano Varo reprimieron el levantamiento y dos mil rebeldes fueron crucificados. Se considera que esta

revuelta fue el origen de los zelotes, que consideraban que la única forma de quitarse el yugo romano era a través de una revuelta

armada, tal como intentaron con fatal resultado. La rebelión acabó con el suicidio colectivo de la asediada Masada (año 73 d. C).

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Los judíos

Aunque descendientes todos de la tribu de Judea, fueron agregándose otros en el transcurrir del tiempo, pero, su nombre provie-

ne de uno de los hijos de Jacob (Israel), llamado Judá. Posteriormente tienen su reinado predominante cuando Roboam hijo de Salomón adquiere por voluntad de Dios en las profecías reveladas a Ahías el reinado del sur, que heredaría como la potestad y

brazo de Israel, mientras que Jeroboam sería desechado como el rey del norte y no tendría más la representación de Israel.

Aunque los judíos provienen de Judá, David, Salomón y Roboam; Jeroboam era hijo de Nabat efrateo (de la tribu de Efraín) de

Sereda, su madre se llamó Zerúa (2 Cró. 13.6). Nabat fue siervo de Salomón, y su hijo Jeroboam fue quien gobernó como rey

del norte el cual tenía su potestad en la figura de los hijos de Efraín y Manasés (Samaria). Jeroboam huyó de Salomón hacia

Egipto a causa que el rey quería matarle.

―Entonces Amasías envió embajadores á Joas, hijo de Joachâz hijo de Jehú, rey de Israel, diciendo: Ven, y veámonos de rostro.

Y Joas rey de Israel envió á Amasías rey de Judá esta respuesta: El cardillo que está en el Líbano envió á decir al cedro que está

en el Líbano: Da tu hija por mujer á mi hijo. Y pasaron las bestias fieras que están en el Líbano, y hollaron el cardillo. Ciertamente has herido á Edom, y tu corazón te ha envanecido: gloríate pues, mas estáte en tu casa. ¿Y por qué te entrometerás

en un mal, para que caigas tú, y Judá contigo?

Mas Amasías no dió oídos; por lo que subió Joas rey de Israel, y viéronse de rostro él y Amasías rey de Judá, en Beth-semes, que

es de Judá.

Y Judá cayó delante de Israel, y huyeron cada uno á sus estancias.

Además Joas rey de Israel tomó á Amasías rey de Judá, hijo de Joas hijo de Ochôzías, en Beth-semes: y vino á Jerusalem, y rom-

pió el muro de Jerusalem desde la puerta de Ephraim hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos.

Y tomó todo el oro y la plata, y todos los vasos que fueron hallados en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa del rey, y los

hijos en rehenes, y volvióse á Samaria.

Lo demás de los hechos de Joas que ejecutó, y sus hazañas, y cómo peleó contra Amasías rey de Judá, ¿no está escrito en el libro

de las crónicas de los reyes de Israel.

Y durmió Joas con sus padres, y fué sepultado en Samaria con los reyes de Israel; y reinó en su lugar Jeroboam su hijo. Y Amasías hijo de Joas rey de Judá, vivió después de la muerte de Joas hijo de Joachâz rey de Israel, quince años‖. 2 Reyes

14.8-17.

Los saduceos

Los saduceos tsedduqim o zadokitas y otras variantes) es el nombre que en hebreo alude a la descendencia del Sumo

Sacerdote Sadoq (Ezequiel 40:46,44:15), de la época de Salomón (1Reyes 2:27,35), que a la vez significa "justicia" o "rectitud".

Pudieron haberse originado como un partido político en el siglo II a. C. y cesó de existir en algún momento después del siglo I a.

C. Se dice de sus rivales, los fariseos, que se originaron en el mismo periodo, pero que sobrevivieron como las posteriores for-

mas de Judaísmo Rabínico. Caifás, sumo sacerdote judío que fue responsable según la Biblia del juicio y condena de Jesucristo,

era saduceo.

Su nombre en hebreo fue tsedduqim, que eligieron para indicar que eran seguidores de las enseñanzas del Sumo Sacerdote Zado-

ki, que ungió a Salomón rey durante la era del Primer Templo. Aunque pocos o ninguno de sus propios escritos se han preserva-

do hasta hoy, parece que fueron un grupo de sacerdotes, asociados con el liderazgo del Templo de Jerusalén. Algunos dicen que

no eran verdaderos descendientes del Sumo Sacerdote Zadoki, sino más bien los seguidores de otro Zadok que se rebeló contra

su Maestro Rabínico.

La mayor parte de lo que conocemos sobre los saduceos es por Flavio Josefo, que escribió que eran un grupo belicoso cuyos

seguidores eran ricos y poderosos, y que les consideraba groseros en sus interacciones sociales. Sabemos algo de ellos por discu-

siones en el Talmud, el corazón del Judaísmo rabínico, que está basado en enseñanzas del Judaísmo farisaico.

Historia

El origen de los saduceos probablemente se remonta a la protesta de muchos sacerdotes, cuando en el año 175 a. C. se interrum-

pió el ejercicio y la sucesión legal del Sumo Sacerdocio en el Templo de Jerusalén. El cargo fue comprado al rey seléucida Ant-

íoco IV Epífanes y lo usurpó Jasón, hermano de Onías III y legítimo Sumo Sacerdote (2 Macabeos 4:7-20). La venta del Sumo

Sacerdocio por el rey seléucida recayó luego en Menelao, hermano del administrador del Templo, quien logró derrotar a Jasón (2

Macabeos 4:24-26). El comercio del más alto cargo religioso tuvo como corolario la sustitución de las costumbres judías por las

griegas, la imposición del culto a los dioses griegos y la persecución de los judíos que seguían fieles a la Ley.

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El sacerdote Matatías, su hijo Judas Macabeo y sus demás hijos desencadenaron una rebelión guerrillera, que finalmente logró

en diciembre de 164 a. C. la Purificación del Templo (1 Macabeos 4:36-61; 2 Macabeos 10:1-8). Después de luchas contra De-

metrio I Sóter, quien intentó imponer como Sumo Sacerdote a Álcimo, y tras la muerte en combate de Judas Macabeo, su herma-

no Jonatán fue designado etnarca en 149 a. C.. Asesinado Jonatán, su hermano Simón Tasí asumió el cargo de etnarca y además fue confirmado en 142 a. C. como Sumo Sacerdote por el nuevo rey Demetrio II. En 141 a. C. se convirtió en gobernante inde-

pendiente y desde ahí se afianzó la preeminencia en el Templo de un grupo de sacerdotes, que luego serían conocidos com parti-

do saduceo. El anterior Sumo Sacerdote Onías III y un grupo de seguidores no habían reconocido las nuevas jerarquías y estable-

cieron otro Templo en Leontópolis (Egipto).

Los saduceos apoyaron firmemente al hijo de Simón, Juan Hircano, quien además de ejercer como Sumo Sacerdote, en la prácti-

ca se hizo rey (134-104 a. C.) y logró convertir el nacionalismo defensivo macabeo, en un nacionalismo agresivo y expansivo,

que le permitió conquistar a los países y pueblos vecinos, a los cuales obligó a judaizarse. De esta época data el enfrentamiento

frontal de los saduceos con los fariseos, opositores a Juan Hircano. Las diferencias religiosas entre los dos grupos se plasmaron

en choques políticos que se agudizaron durante el reinado de los dos hijos de Juan Hircano, Aristóbulo I (104-103 a. C.), quien

encarceló a su propia madre y la dejó morir de hambre en prisión, y Alejandro Janeo (103-76 a. C.). Este último hizo crucificar a 3.000 fariseos que se habían rebelado.

La viuda de Alejandro Janeo, Alejandra Salomé, que reinó del 76 al 67 a. C., rechazó la hegemonía saducea y rehabilitó a los

sacerdotes fariseos. Su hijo Hircano II, como Sumo Sacerdote, tuvo el apoyo fariseo. El hermano menor de éste, Aristóbulo II, se

proclamó rey a la muerte de Alejandra y depuso a Hircano II, quien buscó refugio entre los nabateos, con cuyo rey Aretas III y

con apoyo fariseo sitió a Jerusalén en 65 a. C., pero fue derrotado porque los romanos apoyaron a Aristóbulo II.

Gracias a las gestiones de su canciller, el idumeo Antípatro, Hircano II logró el apoyo del general romano Pompeyo, quien tomó

Jerusalén en 63 a. C. y lo reinstaló como Sumo Sacerdote, llevándose a Aristóbulo a Roma, mientras Antípatro ejercía de hecho

como gobernante de Judea. En 40 a. C., Antígono, hijo de Aristóbulo II, con apoyo del Imperio Parto y de los saduceos, tomó el

poder, detuvo y mutiló a Hircano II. Herodes, que había huido, y el general romano Socio reconquistaron Jerusalén en 37 a. C.

El poder de los saduceos comenzó a decaer paulatinamente desde entonces, aunque se mantuvo, relegado al Templo, por un si-glo.

El origen legendario

Josefo no relata nada con respecto al origen de los saduceos; él sabe sólo que las tres "sectas" — fariseos, esenios y saduceos —

de "tiempos muy antiguos" (Ant. Xviii. 1, § 2), que apuntan a una época antes de Juan Hircano (ib. xiii. 8, 6) o la guerra de los

macabeos (ib. xiii. 5, 9).

Entre los rabinos del siglo II circuló la siguiente leyenda: Antigonus de Soko, el sucesor de Simeón el Justo, el último de los

Hombres de la Gran Asamblea, y por tanto viviendo en el tiempo del influjo de ideas helenistas, enseñó la máxima "No seáis

como sirvientes que sirven a su maestro por una recompensa, sino como los que sirven sin pensar en recibir una recompen-sa" (Avot 1:3); después de lo cual dos de sus discípulos, Zadok y Boethus, confundiendo el alto significado ético de la máxima,

llegaron a la conclusión de que no había futura recompensa, diciendo "¿Qué sirviente trabajaría todo el día sin obtener su recom-

pensa debida por la tarde?" Inmediatamente se separaron de la Ley y vivieron en gran lujo, utilizando muchas vasijas de plata y

oro en sus banquetes; y fundaron escuelas que declaraban el disfrute de esta vida como la meta del hombre, compadeciéndose al

mismo tiempo a los fariseos por su privación amarga en este mundo sin ninguna esperanza en otro mundo para compensarlos.

Estas dos escuelas se llamaron, tomando sus nombres de sus fundadores, saduceos y betusianos.

Características

Los saduceos eran los miembros de la clase alta de la sociedad judía de esa época, por lo que todos los conquistadores buscaron

su apoyo para poder someter al pueblo. Esta era efectivamente la política de este grupo, es decir, eran los colaboracionistas que

se sometían al poder extranjero, ya fueran griegos o romanos, y adoptaban sus modas y cultura, por lo que eran muy odiados por el grupo más extremista, los zelotes. Esta sumisión al poder les permitía tener los cargos públicos más importantes; el sumo sa-

cerdote era miembro de este grupo, así como la aristocracia y los principales propietarios de tierras.

En la época en que vivió Jesús (siglo I d.C.) se encontraban muy reducidos en su poderío, ya que los romanos les habían quitado

su poder político y parte de su poder religioso (los romanos se reservaban el poder de elegir al sumo sacerdote); además, habían

perdido su influencia religiosa ante el pueblo en manos de los fariseos. Casi todos ellos residían en Jerusalén.

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Creencias

Se considera que los saduceos negaban la inmortalidad del alma y la resurrección (Mateo 22:23-32), y bajo esta luz son tratados

en el Nuevo Testamento debatiendo el asunto con Jesús. También negaban la existencia de espíritus o ángeles (Hechos 23:8). Según Flavio Josefo no aceptaban la predestinación y enfatizaban en el libre albedrío humano para escoger entre el bien y el

mal. Este autor les atribuye un rechazo a los extranjeros. Debido a que por la destrucción del Templo de Jerusalén se perdieron

todos los escritos de los saduceos, la mayoría de lo que sabemos de ellos se debe a sus contrincantes.

Rechazaban la interpretación de la Torá de los rabíes, y se los presenta habiendo negado que nada de la Biblia Hebrea, aparte de

la Torá, tenía autoridad. Como la misma Torá, los saduceos son presentados interpretándola literal y rigurosamente en materias

que cubre directamente, al mismo tiempo que rechazando las tradiciones rabínicas o leyes orales que mitigan los castigos más

duros o intentan prevenir faltas no intencionadas. Por esto los saduceos son mal vistos por el Talmud.

Sin embargo, hay evidencia de que hubo un cisma interno entre los llamados "saduceos" – algunos que rechazaban a los ángeles,

el alma, la resurrección – y los que aceptaban estas doctrinas y la Biblia Hebrea al completo.

Sostenían que Dios premiaba a los hombres buenos en vida, por lo que ellos, al ser ricos, eran el pueblo bueno. Su filosofía era

materialista, liberal y mucho más mundana que la de los demás grupos.

En cuanto a los registros siguientes del Talmud, uno debe tener presente que las historias con respecto a los saduceos fueron es-

critas por un pueblo que que los derrotó, y pueden contener muchas inexactitudes.

Con respecto a la jurisdicción criminal, eran tan rígidos que el día en que su código fue abolido por el Sanedrín Farisaico bajo el

liderazgo de Simeon Ben Shetah, durante el reinado de Salomé Alexandra, se celebró como una fiesta. Se dice que los saduceos

insistieron en la ejecución literal de la ley de la venganza: "Ojo por ojo, diente por diente", que rechazaron el judaísmo farisaico

y posteriormente el judaísmo rabínico. Por otro lado, no infligían la pena de muerte en testigos falsos en un caso donde la pena

capital se hubiera llevado injustamente a cabo, a menos que el acusado hubiera sido ejecutado únicamente como consecuencia

del testimonio de tales testigos.

Según el Talmud, otorgaban a la hija el mismo derecho de herencia que la hija del hijo en caso de que el hijo estuviera muerto.

Las particulares interpretaciones de los saduceos los llevaban a múltiples especificaciones propias sobre el calendario, las fiestas,

el culto, los sacrificios, los rituales y asuntos jurídicos.

De acuerdo con el Talmud, sostenían que las siete semanas desde la primera ofrenda de gavilla de cebada ("omer") hasta el Sha-

vuot (Pentecostés en la referencia cristiana) debían, según Lev.23:15-16, ser contados desde "el día después del sábado" y, con-

secuentemente, que el Shavuot siempre se debería celebrar en el primer día de la semana (Meg. Ta'an. i.; Men. 65a). En esto se-

guían la antigua concepción bíblica que considera la fiesta de los primogénitos sin conexión con la Pascua, mientras que los fari-

seos, conectando la fiesta del Éxodo con el festival de la entrega de la Ley, interpretaban el "el día después del sábado" como el segundo día de Pascua.

Escritos hallados por ellos y redescubiertos a finales del siglo XIX en el depósito de una sinagoga, como el Documento de Da-

masco o el Libro de los Jubileos, así como el Sirácida, eran atribuidos a los fariseos, pero hoy se piensa que fueron obra de ese-

nios, tras haber sido hallados entre los Manuscritos del Mar Muerto, cerca de Qumrán, con una colección que en su conjunto

sostiene interpretaciones muy diferentes a las de los fariseos.

En la Edad Media, los karaítas se opusieron al rabinismo talmúdico y se proclamaron continuadores de los saduceos.

Con respecto a rituales en el Templo en Jerusalén:

Sostenían que los holocaustos diarios debían ser ofrecidos por el sumo sacerdote a su propia costa, mientras que los fari-

seos sostenían que debían ser provistos como un sacrificio nacional a costa del tesoro del Templo al que se pagaban im-puestos.

Sostenían que la ofrenda de carne pertenecía a la porción del sacerdote, mientras que los fariseos lo reclamaban para el altar.

Insistían en un grado especialmente alto de pureza en aquellos que oficiaban en la preparación de las cenizas de la Novilla

Roja. Los fariseos, por el contrario, se oponían a tal severidad.

Declaraban que el encendido del incienso en la nave con que el sumo sacerdote entraba el Santo de Santo en el Día de la

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Expiación debía suceder afuera, para que estuviera envuelto en el humo al encontrarse con el Shekhinah dentro, según

Lev. xvi. 2; mientras que los fariseos, negando al sumo sacerdote la alegación de tal visión sobrenatural, insistían en que

el incienso fuera encendido dentro.

Se oponían a la festividad popular de la libación de agua y la procesión precediendo la misma cada noche del banquete de

Sukkot.

Se oponían a la afirmación farisaica de que los rollos de las Sagradas Escrituras tuvieran, como cualquier vasija santa, el

poder de rendir ritualmente impuras (tabú) las manos de los que las tocaran.

Se oponían a la idea farisaica del eruv, la unión de varias zonas privadas en una para poder llevar comida y vasijas de una

casa a otra en sábado.

Al fechar todos los documentos civiles usaban la frase "después del sumo sacerdote del Altísimo" y se oponían a la

fórmula introducida por los fariseos en documentos de divorcio, "Según la ley de Moisés e Israel".

Muchos eruditos creen que el libro Apócrifo de Sirach fue escrito por un saduceo.

5. La señal que Cristo dio era una profecía por cumplirse: Controversia entre los saduceos y fariseos

La señal de Jonás

―Y llegándose los fariseos y los saduceos para tentarle, le pedían que les mostrase señal del cielo.

Mas él respondiendo, les dijo: Cuando es la tarde del día, decís: Sereno; porque el cielo tiene arreboles.

Y a la mañana: Hoy tempestad; porque tiene arreboles el cielo triste. Hipócritas, que sabéis tomar decisiones basadas en la faz

del cielo; ¿y en las señales de los tiempos no podéis?

La generación mala y adúltera demanda señal; mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta. Y dejándolos, se fue‖.

Mat. 16.1-4.

¿Quiénes aparecen aquí en esta controversia?

Los samaritanos, los saduceos y los caraítas emplearon sus propios métodos de cálculo lunar y la ubicación del Equinoccio. Los

judíos emplearon otros métodos los cuales fueron cambiados después de la división de Israel y realizaron también cambios des-

pués de la deportación babilónico.

El judaísmo decidió cambiar el calendario. Determinaron que el Año Nuevo comenzara en el primero de Tishri, que es el sépti-

mo mes del año. Este mes era tradicionalmente el principio del año civil, sin embargo, este principio fue asimilado por los judíos

como una idea de los babilonios, evento que ocurrió después de los siete reinados de Israel hasta Jeroboam con la cual la profec-

ía se cumplía en la división del reino de Israel entre el rey del norte y el rey del sur.

Los judíos determinan todo el calendario a partir de lo que llaman el Molad del mes de Tishri, y es establecido por el cálculo y no se apoyan en las manifestaciones de la verdadera Luna Nueva, ya sea por conjunción u observación. Éste método es un siste-

ma creado por el capricho de los hombres y no Divino tal como lo había instituido por mandato perpetuo.

Las determinaciones rabínicas adoptadas de los babilonios en el 344 d.C. las cuales fueron aprobadas por el Rabino Hillel II en

el 358 d.C., el sistema final no se estableció como normativa sino hasta el siglo once, sin embargo, se reitera que no existe un

apoyo de base bíblica para realizar estos cambios.

Dios dio instrucciones claras a Moisés, que Abib o el mes de Nisán debía ser el primero de los meses para todo Israel. Él retiró

deliberadamente la usanza babilónica que colocaba el Año Nuevo a partir de lo que sería el mes séptimo de Tishri. El nombre

babilónico para Tishri es Teshritu, de donde claramente se deriva el término Tishri. El cual tiene por significado mes de los prin-

cipios. El calendario judío empieza en Tishri y termina en Elul. Nisán, bajo este método humano, cae en medio de la secuencia anual, seis meses posteriores al mes de Tishri.

Éxodo 12:1-2 refiere: “Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, y les dijo: Este mes [Abib] será para voso-

tros el principal entre los meses; os será el primero de los meses del año”.

Este mes Abib o Nisán debía ser el primero de los meses y, de ahí, su determinación indicaría el principio y el fin del año y, por

lo tanto, el calendario.

La verdad que debería alarmar a todo estudioso sincero sobre todo este asunto es que, cuando examinamos la Biblia, la historia

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antigua y la arqueología, encontramos que el antiguo Israel realmente obedeció las instrucciones de Dios guardando el primero

de Nisán como el Año Nuevo y como fiesta solemne para YHWH. Al judaísmo le costó mucho tratar de cubrir este hecho al

punto de alterar la interpretación de los textos bíblicos y las traducciones. Sin embargo, Dios está al control de todo, y en el año

de 1948 cuando se encontraron los Rollos o Manuscritos del Mar Muerto, así como los detalles que aparecen en la versión Se-tenta o LXX así como estudios modernos, nos han ayudado a clarificar este vital tema. Como si fuera poco, un estudioso rabino

principal de Budapest llamado Kohn, en sus escritos de 1894 declara categóricamente que el Año Nuevo de Rosh haShanah

(fiestas de las Trompetas) en Tishri, es una innovación del período post-Templo de fines del tercer siglo (ref. Sabbatarians in

Transylvania (Sabatarios en Transilvania), Publicación de la CCG, 1998).

El salmo siguiente:

―¡Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra! ¡Al Dios de Jacob aclamad con júbilo! Entonad canción y tocad el pandero, el

arpa que deleita y el salterio. Tocad la trompeta en la nueva luna, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne,

porque estatuto es de Israel, ordenanza del Dios de Jacob. Lo constituyó como testimonio en José cuando salió por la tierra de

Egipto. Oí un lenguaje que no entendía: Aparté su hombro de debajo de la carga; sus manos fueron descargadas de los cestos.

En la calamidad clamaste y yo te libré; te respondí en lo secreto del trueno; te probé junto a las aguas de Meriba. Selah‖. Salmo

81.1-7.

Muestra que la Luna Nueva es un día de fiesta solemne para Dios. Sin embargo, los que mal han interpretado mal emplean para

que este pasaje se refiera a la Fiesta de las Trompetas en Tishri. Cuando se refiere a la Luna Nueva, se sabe que el evento

apunta hacia la Pascua y no a las Trompetas. Para buscar apoyo en el mes séptimo, se intenta hacer que la traducción del texto

hebreo diga ―Luna Nueva y luna llena‖ a la vez, note este tipo de sustento del texto en manos de la Interlineal de Green, ella

trata que se lea:

―Tocad la trompeta en la luna nueva y la luna llena, en el día de nuestra fiesta solemne‖.

El texto hebreo usa las palabras del Diccionario Hebreo Bíblico la DHS 2320 y la DHS 3677 como Luna Nueva. Sin embargo,

la versión Green toma del judaísmo la interpretación de que DHS 3677 es aplicado como Luna Llena.

La versión Soncino traduce el texto como:

―Tocad el cuerno en la luna nueva, en la luna llena de nuestro día de fiesta‖.

La puntuación incluso es dispuesta en la traducción para hacer de la Luna Llena el día de fiesta solemne, de modo que logran

así apartar la atención del primero de Nisán como el día de fiesta solemne tal como dejó el Señor para estatuto perpetuo.

Algunos han empleado dicha atribución al séptimo mes o Tishri, porque la Biblia King James en este mismo pasaje no mencio-

na Luna Llena, sino sólo refiere la Luna Nueva y por tanto, asumen que Tishri tiene que ser el primer mes de fiesta, pero esta

interpretación es circular, porque reconocemos que los judíos no guardan el primer mes de Nisán como Año Nuevo ni tampoco

como fiesta solemne.

La versión Soncino hace el esfuerzo vano de los comentaristas para aplicar el texto al mes de Tishri.

Note:

4. cuerno. Shofar en hebreo, cuerno de carnero.

en la luna nueva. Esto no puede referirse al soplo en cada luna nueva (Núm. x.10) porque en esa ocasión se tocaban

trompetas de plata, y no el shofar. El primer día del séptimo mes, sin embargo, fue marcado al tocar (el shofar) (Núm.

xxix.1), y se observó como conmemoración proclamada con el sonar (del shofar) (Lev. xxiii.24). Sin embargo, Ibn

Ezra mantiene que esto puede referirse también a cada luna nueva, ya que en aquella ocasión, el shofar también se

tocaba. El uso de la palabra hodesh, como referencia al Año Nuevo, es una alusión a la palabra hadesh (que significa

nuevo o renovación) de la misma raíz, y sugiere que el Año Nuevo es el mismo tiempo para la renovación de los actos

de cada uno (Midrash Shocher Tov).

en la luna llena. Literal, poniendo un velo sobre [la luna]; por lo tanto, Hirsch. Mientras todos los otros días santos se

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llevan a cabo más tarde en el mes, en la luna llena, sólo el Año Nuevo ocurre a principios del mes, cuando la luna to-

davía está 'cubierta' (R. H. 8a). La mayoría de los comentaristas lo traducen ‗en el tiempo designado‘ (ref. Prov. vii).

día de fiesta. Chag en hebreo, un festival de peregrinación a Jerusalén, que eran tres: Pascua, Pentecostés y Taberná-culos (Deut. xvi.16). La palabra chag se usa por lo general relacionada a la fiesta de tabernáculos, que en efecto ocurre

en el mismo mes que el Año Nuevo. Meiri pone tocad el Shofar en la luna nueva, en el tiempo designado del mes en

el que nuestro día de fiesta se lleva a cabo.

5. éste... Dios de Jacob. El cuerno se toca por mandato del Dios de Jacob, que había redimido a Sus descendientes de

Egipto.

6. éste. Podría referirse al establecimiento del Año Nuevo, la luna nueva o al tocar del cuerno (ver Hirsch).

El primero, y principal argumento del Salmo, es que relacionan este festival al tiempo en que Dios redimió a Israel de Egipto y

lo probó en las aguas de Meriba, tal como se ve en el verso 7. Esto sucedió en el mes de Abib o Nisan, cuando Israel fue saca-do de Egipto y probado en Meriba. De esta forma, la Luna Nueva que hablamos es la del primer mes (Nisan o Abib) y no la del

séptimo mes (Tishri).

Vemos de los comentarios otra serie de factores los cuales se toman en consideración. El término traducido Luna Llena aquí

significa literalmente poner un velo sobre la luna. De manera que no puede significar Luna Llena. Hirsch reconoce esta inter-

pretación. La palabra implicada es DHS 3677 Keseh, la cual la versión Strong considera que es llenura o Lluna Llena, pero

reiteramos que esto saca el uso correcto, sin embargo los rabinos dice que este concepto aparentemente se deriva de DHS 3680,

el cual significa rellenar, es decir, llenar huecos y, de ahí entonces su posible interpretación de: vestir o cubrir, ocultar, huir,

esconder o colmar.

El Nuevo Lexicón hebreo Brown-Driver-Briggs-Gesenius coloca su significado como Luna Llena pero su origen es dudoso.

Es una palabra prestada, tal como ocurre con Kuseu, el cual significa tocado o gorra y lo que también haría interpretarse a la Luna Llena verla como una diadema del dios luna... y por tanto como un día de fiesta: adorador y sistema de adoración.

Esta palabra no la entendió Hirsch y, tampoco la entendió de esa manera el antiguo Israel en la traducción griega del hebreo, la

versión LXX. La versión Septuagésima (o la Septuaginta) se confeccionó en Alejandría, dieron el siguiente significado a este

versículo:

―Tocad la trompeta en la nueva luna, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne, porque ésta es una ordenanza

para Israel y un estatuto del Dios de Jacob. Él la hizo para que sea un testimonio en José, cuando él salió fuera de la tierra de

Egipto...”. Salmo 80[81]:3-5. (Brenton, Hendrickson, impreso 1992).

No hay duda alguna que al momento de la traducción del LXX, se entendió que este texto se refería a la Luna Nueva del mes de Abib o Nisan en ocasión al Éxodo de los hijos de Israel desde Egipto. Éste fue el día de fiesta solemne del Año Nuevo para

los hijos de Israel. Por lo tanto, reiteramos que existe un sólo estatuto para siempre sobre la fiesta solemne del primer mes de

Nisan, y no puede interpretarse jamás refiriéndose a Tishri. Todo apunta a que se trataba indudablemente de la Luna Nueva de

Nisan.

Aún El Rollo del Templo (Col. 14) dice del Año Nuevo de Nisan:

―Durante el primer día del [primer] mes [cae el principio de los meses; para ustedes es el principio de los meses] del año. [No

deben de realizar] ningún trabajo, [ofrecerán un macho cabrio como un ofrecimiento por los pecados,] que debe ser ofrecido

por separado de los otros sacrificios como expiación [suya. Además, deben sacrificar un toro joven,] un carnero, y [siete sin

mancha] corderos de un año[...] sin in[cluir el] holo[causto normal del primer día del mes; junto con un ofrecimiento de grano

de tres décimos de un efa de harina selecta mezclada con aceite,] medio hin [para un toro; y vi]no como ofrecimiento de bebi-da, [medio hin de olor agradable al Señor; y dos-] décimos de un efa de harina selecta como ofrecimiento de grano, mezclado

[con aceite, un tercio de un hin; y vino como ofrecimiento de bebida.

[Deben ofrecer] un tercio] de hin para [un] carnero, [un ofrecimiento por fuego, un olor agradable al Señor; y un décimo de un

efa de harina selecta] como un [ofrecimiento de] grano, mezclado con aceite, un cuarto de hin; y vino para un ofrecimiento de

bebida...]. Wise, Abegg y Cook, The Dead Sea Scrolls: A New Translation (Los Rollos del Mar Muerto: Una Nueva Traduc-

ción), Hodder y Stoughton, 1996, p. 460-461).

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... Continuación del artículo anterior

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Los autores del trabajo del cual el texto arriba es citado, hicieron la observación de que este texto no estaba en la Biblia. Eze-

quiel 45:18 muestra la intención, y quizás se refiere a la secuencia donde el toro es el primer elemento. Los arreglos especia-

les para el sacrificio no fueron nombrados. Sin embargo, la ordenanza del Año Nuevo del primero de Nisan como el principio

de los meses, fue ordenada por Dios como un estatuto perpetuo, y la comprensión del día como un día de fiesta solemne que aún es conservada en los Salmos y fue guardada también hasta el primer siglo de la era actual. Dicho de otra forma, todo el

establecimiento fue una ordenanza o estatuto válido durante todo el período del Templo.

Sólo en el judaísmo rabínico del período post-Templo encontramos que Tishri viene a ser el Año Nuevo. El calendario está

entonces basado sobre Tishri desde un molad (nacimiento de la Luna Nueva) pospuesto, en vez de estar basado sobre un mo-

lad verdadero en la conjunción en Nisan, como la fiesta solemne correcta del Año Nuevo, como lo vemos en el Salmo 81.

¿Existen evidencias para la opinión de que Judá (judaísmo) cambió la intención y el método para determinar el calendario y

el Año Nuevo?

Samaritan Origins and the Qumran Texts (Orígenes Samaritanos y los Textos Qumran) de Ferdinand Dexinger. Methods of Investigation of the Dead Sea Scrolls and the Khirbet Qumran Site (Métodos de Investigación de los Rollos del Mar Muerto

y el Lugar del Khirbet Qumran). Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York, Volumen 722, 1994 (ISBN 0-89766-

794-8).

―En el contexto de nuestras consideraciones metodológicas en lo que concierne a la relación entre la Samaritanolog-

ía y Qumranología, debemos recurrir al calendario de festivales. ¿Es posible encontrar en la tradición litúrgica sama-

ritana existente pistas de la fecha de la separación de las tradiciones litúrgicas samaritanas de las tradiciones litúrgi-

cas judías? ¿Y de qué manera puede el material Qumran ser provechoso en este campo de la investigación? (Ibíd.,

Capítulo: la Fiesta del Séptimo Mes, p. 239)

El punto de partida de nuestras deliberaciones es el hecho patente que el calendario samaritano comparado al judío

tiene sus ventajas y sus desventajas. Sin asombro, observamos el hecho que los judíos y los samaritanos comparten las fiestas Pesah, Shavuot y Sukkot, todas mencionadas en el Pentateuco. Una cierta diferencia existe en lo que con-

cierne la fiesta Mazzot, que es celebrada por los samaritanos como una fiesta diferente a Pesah. No seguiré con este

tema, pero tocaré otra fiesta bíblica, a saber la "Fiesta del Séptimo Mes", como se menciona en Lev. 23,24 y se cele-

bra en el calendario judío como Rosh ah-Shanah.

...

La "Fiesta del 7º Mes" puede verse como otro ejemplo de una antigua, es decir, tradición del Segundo Templo de-

ntro del Samaritanismo.

Ambos textos litúrgicos, el judío como el samaritano, asocian, aunque con palabras totalmente diferentes, varias ideas religiosas basadas en textos bíblicos con la Fiesta del Séptimo Mes. A algunas de éstas se les da importancia

primordial... mientras que a las otras obviamente se les considera de menor importancia. El papel del Shofar puede

según mi opinión ser de ayuda para ganar un poco de perspectiva en el desarrollo histórico de esta fiesta. Nueva-

mente, el material Qumran será útil para este fin.

El Tocar el Shofar es parte esencial de la liturgia judía del Rosh ah-Shanah, pero no se menciona en Lev. 23,24. La

prueba bíblica del Shofar, como instrumento del Teruca, sólo se puede obtener refiriendo a otro pasaje bíblico, a

saber Lev. 25,9. En cuanto a tocar el Shofar como mandato en esta fiesta, el Amidah cita los tres versículos existen-

tes en el Pentateuco que mencionan el Shofar como parte de la historia de Sinaí. A pesar que estos textos tocan el

tema del Decálogo, el Decálogo en sí no se recita en el Rosh ah-Shanah Musaph judío, mientras que se hace en el

Shaharit samaritano. Esto nos recuerda lo que fue dicho antes con relación al Decálogo. El Núm. 10,10, como el

versículo final del Pentateuco, está contenido como texto bíblico en la liturgia samaritana de este día. Sin embargo, este versículo no habla del Shofar, pero sí del Hswsrt. Éste nos recuerda que no se menciona el Shofar en mRH 3,3-

4. Heinemann concluyó, por lo tanto, que el Mishnah aquí describe una práctica que se remonta a los tiempos del

Segundo Templo. Esta parte del Amidah que usa Núm. 10,10, por lo tanto, era parte de la Liturgia judía del Templo.

El Shaharit samaritano no contiene ninguno de los versículos del Shofar, mientras que el Hswsrt es mencionado

varias veces. El "Shofar" no está relacionado con la Fiesta samaritana del 7º Mes.

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... Continuación del artículo anterior

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Comparando este material con el Rollo del Templo (11QTemp 25,3) mencionando la Fiesta del 7º Mes y también basa-

do en el Levítico, observamos que el Shofar tampoco se menciona, aunque debemos reconocer que el texto de la Co-

lumna 25 es muy fragmentario.

Si no se asume que los samaritanos comenzaron la celebración de su Fiesta del 7o Mes en alguna fecha desconocida, se

tiene que buscar algún punto de partida cronológico razonable.

Teniendo en cuenta que los samaritanos no aceptan el uso de los nombres judíos del mes, pero en cambio sí usan los

números ordinales, parece plausible la asunción de que los proto-samaritanos no siguieron el calendario judío a partir

del tiempo en que los nombres babilónicos para los meses finalmente fueron introducidos junto al Calendario de Otoño.

Un apoyo adicional a esta fecha es el hecho que los samaritanos no celebran las Fiestas judías de Purim y Hanukkah

introducidas en el período Macabeo. Esto es otra vez un paralelo al Calendario / festivales Qumran. Por lo tanto, llego a

la conclusión que comenzando con el período Macabeo, los proto-samaritanos dejaron de desarrollar sus tradiciones

religiosas y litúrgicas dentro de la herencia bíblica común de los judíos (Ibíd., p. 240).

Lo que Frank Moore Cross dijo sobre el texto del Pentateuco samaritano puede ser aplicado a la religión samaritana en

general. "El tipo / texto samaritano es, entonces, un ejemplo tardío y completo de la tradición palestina común, en uso

tanto en Jerusalén como en Samaria." Entonces, es la herencia judía común que forma antecedentes similares tanto de

los del Qumran como de los samaritanos. Y es el material de Qumran lo que nos permite alcanzar una opinión educada

nueva de los orígenes samaritanos. (Ibíd., Capítulo: Conclusión, p. 244)

MICHAEL WISE (Univ. de Chicago): Tengo una pregunta para usted en cuanto al concepto de la herencia judía

común. Pienso expresamente aquí en los textos de Qumran sobre el calendario. Como usted sabe, hay un grupo de ellos

que establecen una concordancia entre un calendario lunisolar (una forma o versión de ello, o así parece) y el calendario

de 364 días conocido por nosotros. Lo que es interesante para mí referente a esta concordancia consiste en que la ver-

sión lunisolar calcula para el día durante el cual termina el mes. Este hecho me parece implica que la luna nueva se cal-

cula y es el equivalente a la luna nueva astronómica moderna, en vez de ser una luna nueva determinada por observa-ción. En otras palabras, es cuando ocurre la conjunción entre el sol y la luna, en vez de cuando la primera parte de la

luna es visible, que la nueva luna es designada.

Veo lo mismo en el calendario lunisolar samaritano. O sea, una luna nueva calculada: no basada en observación, sino

una luna nueva astronómica. En su opinión, ¿representa entonces éste uno de los elementos de la herencia judía, regre-

sando al Período del Segundo Templo? (Ibíd., Capítulo: Discusión del Artículo).

¿Representa, entonces, el calendario judío un cambio del original, que parece ser parecido al samaritano, excepto por la

regla de la Luna Nueva post 25 de marzo?

Ferdinand Dexinger (Univ. de Viena, Austria): No soy un experto en la investigación sobre el calendario, porque tiene que ver con matemáticas, pero en lo referente a estudios samaritanos, Sylvia Powels escribió sobre el calendario sama-

ritano. Regresando a su pregunta, pienso que esto tiene algo que ver con la herencia común. Los expertos como usted y

otros deberían tratar de lograr una comparación exacta. El calendario tiene suma importancia para la vida de una comu-

nidad. A pesar de todos los cambios medievales, el cálculo del calendario se mantuvo conservador. Mi respuesta es sí.

(loc. cit.).

1 Cro. 24:1-18 describe cómo el orden de las asignaciones sacerdotales una vez estaba determinado por suerte. Como

es presentado en Crónicas, el orden comenzó con Joiarib y se terminó con Maazías. Los mishmarot de Qumran usan los

mismos nombres para las asignaciones – por lo visto indicando que su sistema post fecha a 1 Crónicas 24 – pero en

orden diferente. En vez de comenzar con Joiarib, los textos de Qumran comienzan con Gamul. Probablemente la razón

de este cambio es que la lista dada en 1 Crónicas comenzó su rotación en otoño. Joiarib regresó al servicio a principios

del séptimo mes, Tishri. En contraste, los textos del calendario de Qumran asumen un Año Nuevo de equinoccio ver-nal, comenzando el año en Nisan. El principio diferente se deriva de una interpretación de la narrativa de la Creación.

La creación ocurrió en primavera. Un orden eterno, basado en la creación, por lo tanto también debe comenzar en ese

tiempo. Un Año Nuevo vernal quiere decir que la rotación sacerdotal comenzaría con Gamul.

Existen indicaciones que el calendario de Qumran al principio comprendió un ciclo completo de seis años. El tiempo de

la llegada de cada asignación fue anotado, como lo eran las "Lunas Nuevas "7 y los festivales principales del calendario

religioso...

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... Continuación del artículo anterior

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7 El texto habla de sdvdv dh porque en el sistema de Qumran, la Luna Nueva astronómica sólo de vez en cuando caía a

principios del mes. (Michael O Wise, An Annalistic Calendar from Qumran (Calendario Analítico de Qumran)

NYAS722, Capítulo: Discusión, p. 395).

No podemos encontrar una base bíblica para apoyar las acciones del judaísmo rabínico de colocar al mes de Tishri como el pri-

mer mes anual.

¿Cómo se estableció el Año Nuevo?

La determinación del Año Nuevo en el primero de Nisan está entrelazada bíblicamente con la Pascua. La regla antigua para la

determinación de Nisan era una fórmula simple, a partir de la cual se determinaba para todo el año.

La fórmula se encuentra en Schurer (The History of the Jewish People in the Age of Jesus Christ (La Historia del Pueblo Judío

en la Era de Jesucristo), volumen I, Apéndice del Calendario, pps 590, 593). Él dice simplemente que la fiesta de la Pascua, que

comenzaba en el 14 de Nisan (Ibíd.) debe caer siempre después del equinoccio vernal, cuando el sol estaba en el signo de Aries (p. 593). Schurer señala los comentarios de Anatolio, conservados en Eusebio, que sostiene que esto es el punto de vista unánime

de todas las autoridades judías.

Así, el método es simple. El Año Nuevo era la Luna Nueva más cercana al Equinoccio que aseguró que la luna llena caía des-

pués del Equinoccio, mientras que el Sol estaba en el signo de Aries. La simplicidad de esto es obvia. No hubo ningún problema

serio en la determinación de la Luna Nueva. El único problema que la gente tenía era el determinar el Equinoccio. Era simple

dentro del conocimiento de los judíos en que el año solar y el Equinoccio siempre se calculaban por los egipcios, y los judíos

tenían ese conocimiento. Es demasiado hasta para el más crédulo aceptar que ellos eran dependientes del sistema occidental, que

en las fechas julianas era identificado con el 21 de marzo desde Alejandría, aunque Roma tuviera el Equinoccio tan pronto como

el 18 de marzo (juliano) (ver Nicene and Post Nicene Fathers; second series (Padres Nicenos y post Nicenos; Segunda serie),

Volumen XIV, p. 55 y sigs., para detalles del conflicto). En el sistema gregoriano, puede caer en el 21-23 de marzo.

Así, la fecha más temprana para el Año Nuevo era 14 días antes del 21 de marzo (juliano) – a saber el 8 de marzo. Ésta era la

fecha más temprana para el primero de Nisan. La fecha más tarde es determinada por el 15 de Nisan y el Sol en Aries. El Sol

deja Aries el 19 de abril. Así, el día 19/20 de abril es el último día en que puede comenzar la Pascua. Asumiendo que esto puede

referirse al 14 de Nisan, entonces, el último día para la Pascua en cualquier de los calendarios es el 20 de abril. Así, el 15 de Ni-

san no puede ser más allá del 20/21 de abril.

Así, según las antiguas reglas de los hebreos, el 1er de Nisan o el principio del año sagrado no era antes del 8 de marzo y no más

tarde del día hebreo en abril 5/6 (juliano) o abril 8/9 (gregoriano) en el caso de un mes de treinta días cayendo con el equinoccio

en el 23 de marzo.

Es imposible, por lo tanto, que la Pascua sea antes que el equinoccio vernal y después del 20/21 de abril.

La Gavilla Mecida del domingo no puede caer antes que el 23 de marzo (22 de marzo juliano) y no puede caer más tarde que el

20/21 de abril. Así, la última fecha es el 25 de abril (juliano) o 26/27 de abril (gregoriano) para la Gavilla Mecida, si la Pascua

cae en el 20/21 de abril.

Éste ahora nos trae a la diferenciación entre el calendario samaritano y el calendario saduceano observado en el período del Tem-

plo. Los samaritanos y saduceos guardaron exactamente el mismo método para determinar los meses por el cálculo de las fases

de la luna nueva astronómica. Sin embargo, tenían una diferencia importante en la cual los registros samaritanos parecen mostrar

que el método para determinar el Año Nuevo era según la luna nueva subsiguiente al equinoccio y no anterior al mismo. Esto

significa que, por mucho tiempo, el calendario samaritano estuvo un mes detrás que el Calendario judío en el período del Tem-

plo a partir de por lo menos el segundo siglo AEC. Así, los samaritanos a menudo guardaban sus fiestas en el octavo mes del

Calendario del Templo. Además, tuvieron otro error antiguo que parece confirmar el punto de Dexinger de que, de alguna mane-ra, congelaron su calendario en algún momento hasta por lo menos el período Macabeo. Ahora somos capaces de determinar,

con cierto grado de certidumbre, que ellos quedaron realmente inmovilizado en el tiempo en un período anterior al principio del

segundo siglo a.C..

Philo de Alejandría [tr. por F H Colson (Harvard University Press, Biblioteca Clásica de Loeb, Cambridge, MA, 1937); Las Le-

yes Especiales, II, XI, 41] dicen: "La tercera [fiesta] es la luna nueva que sigue la conjunción de la luna con el sol". Y en el II,

XXVI, 140:

... Continuación del artículo anterior

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"Ésta es la Luna Nueva, o el principio del mes lunar, a saber el período entre una conjunción y la siguiente, la duración de ella

ha sido exactamente calculada en las escuelas astronómicas". Debería notarse que la edición de Hendrickson Publishers (de

1993) de la traducción de 1854 de C. D. Jonge no tiene la misma información que la traducción de Colson brinda. Todo indica

que las conjunciones fueron determinantes para la decisión del primer del mes.

Tanto los samaritanos como los saduceos determinaban el calendario según la conjunción. El festival fue determinado según la

conjunción por todos los sistemas durante el período del Templo, excepto por los esenios que tenían un calendario fijo y el 14

de Abib caía en martes cada año, intercalándose con un ciclo fijo. Los samaritanos hasta el día de hoy todavía determinan

basándose en la conjunción.

Los samaritanos introdujeron un error en su calendario, el cual determinó que el Primer Mes ocurría con la Luna Nueva, que

siempre debe caer en o después del equinoccio, que ellos determinaron como que caería el 25 de marzo. Los cálculos (1988-

2163 EC) como observado por el sacerdote Eleazar ben Tsedeka, están incluidos en el libro de oraciones para la Pascua y el

Mazzot, Knws tplwt hg hpsh whg hmswt (Holon, 1964), pp. 332-336 (ref. Samaritan Rituals and Customs (Rituales y Costum-

bres Samaritanas), de Reinhard Pummer, p. 681-682, n. 201 en Alan D. Crown Ed. Los Samaritanos, 1989, J. C. B. Mohr (Paul Siebeck) Tubingen). Este hecho también indica que estamos frente a una fuente común antigua, que está basada en un calenda-

rio en uso cuando el equinoccio era el 25 de marzo. Esta fecha precedió por mucho tiempo la época de Cristo y fue estandariza-

da en el calendario de Julio César (ref. David Ewing Duncan, The Calendar (El Calendario), 4º Estate Londres, 1998, p. 81).

Esto indica la probable fuente del error. El tiempo antiguo para determinar la conjunción según el 25 de marzo realmente es

sacado a partir del período del Segundo Templo. Esto también indica que miramos probablemente una combinación de errores,

uno de los cuales puede haberse originado con el calendario bajo Jeroboam.

El Calendario Católico de Nicea y las Fiestas Solemnes de Nisán de la Biblia

A principios del siglo IV había en la cristiandad una gran confusión sobre cuándo había de celebrarse la Pascua cristiana o día

de Pascua de Resurrección, con motivo del aniversario de la resurrección de Jesús de Nazaret. Habían surgido en aquel mo-mento numerosas tendencias o grupos de practicantes que utilizaban cálculos propios. Ya en el Concilio de Arlés (en el año

314), se obligó a toda la Cristiandad a celebrar la Pascua el mismo día, y que esta fecha habría de ser fijada por el Papa, que

enviaría epístolas a todas las iglesias del orbe con las instrucciones necesarias. Sin embargo, no todas las congregaciones si-

guieron estos preceptos.

Es en el Concilio de Nicea I (en el año 325) donde se llega finalmente a una solución para este asunto. En él se estableció que

la Pascua de Resurrección había de ser celebrada cumpliendo unas determinadas normas:

Que la Pascua se celebrase en domingo.

Que no coincidiese nunca con la Pascua judía, que se celebraba independientemente del día de la semana. (De esta manera

se evitarían paralelismos o confusiones entre ambas religiones). Que los cristianos no celebrasen nunca la Pascua dos veces en el mismo año. Esto tiene su explicación porque el año nue-

vo empezaba en el equinoccio primaveral, por lo que se prohibía la celebración de la Pascua antes del equinoccio real

(antes de la entrada del Sol en Aries).

No obstante, siguió habiendo diferencias entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Alejandría, si bien el Concilio de Nicea dio la

razón a los alejandrinos, estableciéndose la costumbre de que la fecha de la Pascua se calculaba en Alejandría, que lo comuni-

caba a Roma, la cual difundía el cálculo al resto de la cristiandad.

Finalmente fue Dionisio el Exiguo (en el año 525) quien desde Roma convenció del cálculo alejandrino, unificándose al fin el

cálculo de la pascua cristiana.

La Pascua de Resurrección es el domingo inmediatamente posterior a la primera Luna Llena tras el equinoccio de primavera, y se debe calcular empleando la Luna Llena eclesiástica; sin embargo, ésta casi siempre coincide con la Luna Llena astronómi-

ca, de modo que para efectos de cálculo es generalmente válido emplear la más tradicional definición astronómica. Por ello

puede ser tan temprano como el 22 de marzo, o tan tarde como el 25 de abril.

El Concilio de Nicea adoptó una fórmula para la determinación del mes Pascual o Nisan. El sistema romano había estado guar-

dando una secuencia para la determinación, que estaba basada en un sistema de cálculo diferente al del este, y que estaba basa-

do en un ciclo de un ochenta y dos años, en lugar del ciclo de diecinueve años observado en Siria y el este.

Página 16 La Voz del Heraldo

... Continuación del artículo anterior

Page 17: Boletin la voz_del_heraldo_no_1_07_2009

Los Cristianos británicos se supone usaron también este sistema (según Krusch, ref. Enciclopedia Católica, art. Pascuas Flori-

das, Vol. V, p. 229). Los de Gala habían adoptado un ciclo de quinientos treinta y dos años de Victorio (Ibíd.). A los de Ale-

jandría se les encargó el calendario a partir de Nicea, pero Roma no siempre siguió su ciclo largo, lo que también atribuye a los

britanos (y probablemente incorrectamente, para evitar ser Cuartodecimanos; Ref. Joseph Schmid, Die Osterfestberechnung auf den britischen Inseln, 1904, ref. Cath. Encyc., Ibíd. Después de Nicea, quedaron fuera de paso con Alejandría con respecto

a las Pascuas Floridas en los años 326, 330, 333, 340, 341 y 343. Los romanos también difirieron de los griegos en la obser-

vancia de las Pascuas Floridas. Ellos no las celebraban al día siguiente cuando la luna llena caía en sábado. El problema no se

resolvió con el este durante algunas décadas. El resultado fue que la variación afectó la simplicidad de la determinación del

mes de Nisan y, así, la observancia de la Pascua o la observancia posterior del festival pagano de las Pascuas Floridas.

El cisma Ortodoxo / Católico

Cuando el cisma entre el Este y el Oeste ocurrió, la Iglesia del Este regresó a guardar las fechas según Nisan, como eran deter-

minadas por los judíos. El único problema fue que, entre el Concilio de Nicea y el Concilio de Constantinopla y los concilios

posteriores, los judíos habían adoptado otro calendario bajo el Rabino Hillel II en el 358 d.C. y que cambió hasta el siglo diez. Así, la Iglesia Ortodoxa, en desventaja también por el uso del calendario juliano que usa todavía para efectos religiosos.

Los fariseos como judíos ortodoxos en la actualidad

Los fariseos eran una comunidad judía que existió hasta el segundo siglo de la presente era. El grupo atribuía su inicio al perío-

do de la cautividad babilónica (587 a. C.-536 a. C.). Fueron coetáneos de saduceos, esenios y zelotes. Este grupo es citado nu-

merosas veces en los Evangelios cristianos.

Los judíos actuales se rigen bajo los mismos principios de los fariseos en los días de Cristo, quienes también seguían las tradi-

ciones de la nación como herencia desde los días del cautiverio y diáspora de Babilonia.

Los saduceos y los caraítas

Dentro del judaísmo de la Diáspora babilónica de la época talmúdica surgió una nueva filosofía. La idea siempre había sido

que Dios había dado dos Leyes (Torá)en el Sinaí una Oral y otra Escrita. Ya durante la época del Segundo Templo de Jerusalén

aparecieron sectas (los Saduceos y los Esenios), que iban en contra de las enseñanzas de los Prushim (Fariseos), que eran con-

siderados como la corriente ortodoxa, en cuestión del valor divino de la Ley Oral, pero con la destrucción del Templo, las sec-

tas heterodoxas desaparecieron.

El Caraísmo apareció en el siglo VIII, con la figura de Anán ben David.

Anán procedía de una familia noble judía, descendientes del Rey David, y por ello aspiraba al título de 'Jefe de la Diáspora',

que le fue negado.

Desde aquel momento se convirtió en el líder del movimiento heterodoxo que predicaba que la Ley (Torá) Oral no era palabra

divina. Escribió un Libro de los Mandamientos en el cual concentraba sus ideas y enseñanzas (bastante divergentes de lo que

actualmente se considera la doctrina caraíta) que se negaban a la obediencia de las tradiciones rabínicas y declaraba el poder de

cualquier judío a explicar y practicar los mandamientos bíblicos a su propio modo de ver, cada uno según sus capacidades.

Después de la muerte de Anán ben David, el desarrollo de los caraítas se hace patente, alcanza popularidad e influencia exten-

diéndose fuera de la comunidad judía de Babilonia por Oriente Medio y en la misma Jerusalén, en esta ciudad se abre un centro

caraíta importante. Los siglos IX y X experimenta su época dorada, período de rápido crecimiento. El proselitismo del judaís-

mo caraíta supuso una clara amenaza al judaísmo rabínico. Aunque hubo desacuerdos entre guías caraítas y no se reconocía a

un líder en particular, el peligro vino de Saadia Gaon del judaísmo rabínico el cual comenzaría a derrotar a los caraítas con sus

propias armas a saber: "la Ley escrita". Acabaría imponiéndose el judaíamo rabínico, a la manera de Saadia, pero el que daría el golpe mortal a este movimiento fue Maimónides, destacado talmudista del siglo XII, que debido a su eficiente erudición,

actitud tolerante con los caraítas se ganó la admiración de éstos, cosa que hizo que se debilitase la posición de los líderes caraí-

tas. Con el tiempo perderían fuerza modificando criterios y principios, en esencia perdieron el objetivo principal y se adaptaron

en parte al judaísmo rabínico.

Desde la gran oposición al rabinismo talmúdico de la Edad Media, los caraítas decidieron tomar la misma postura que los sadu-

ceos y han continuado con sus prácticas de las cuales se define como: caraísmo.

... Continuación del artículo anterior

Página 17 La Voz del Heraldo

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El caraísmo proviene del término hebreo bené mikrá, que significa "Seguidores (o 'lectores') de la Escritura".

"Escudriñad a fondo la Torá [Ley escrita de Dios] y no confiéis en mi opinión", estas palabras las mencionó Anán ben David,

judío secesionista que proclamaba el derecho de todo judío a estudiar las Escrituras Hebreas de un modo libre, sin tener en cuenta la interpretación rabínica ni el Talmud; debido al énfasis que le daban a las Escrituras, se les llamó desde el siglo VIII

"Qara'ìm" (en hebreo "lectores") a los seguidores de Anán, que se oponían a la autoridad religiosa de los rabinos y a sus creen-

cias.

Gráfica de las Fiestas de Levítico 23: Waldemar Hernández

Página 18 La Voz del Heraldo

... Continuación del artículo anterior

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Gráfica La Pascua: Waldemar Hernández

Controversia existente en la forma de calcular la Pascua de Levítico 23 entre los judíos ortodoxos y los judíos caraítas. Aun-que existiera discrepancias en ambos métodos, cuando caía un Gran Sábado Solemne (Juan 19.31) ambos modelos dejaban

caer de su propio peso la evidencia que el Sábado Solemne caía en el Sábado Semanal, y por ello también era conocido como

un Sábado Doble.

Note la coincidencia de la gráfica en la fila No. 3 de ambos métodos (fariseo y saduceo) cuando el sacrificio caía en viernes 14

de Nisán, el color rojo de la casilla representa el sacrificio. Para el 15 de Nisán, el Sábado Ceremonial coincide con el Sábado

Semanal, pero el 16 que es la presentación de la Gavilla o las Primicias de Dios, caen ambos en el primer día de la semana,

después del Gran Día Solemne. A su vez, esta fecha (16 de Nisán) daría inicio al conteo de la Fiesta de las Semanas o Pente-

costés.

... Continuación del artículo anterior

Página 19 La Voz del Heraldo

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Gráfica Primer Mes después del Equinoccio: Waldemar Hernández

La fiesta de la Pascua se daba inicio el 14 del mes de Nisán o Abib, sin embargo, la fiesta iniciaba con el primer mes lo que

sería de referencia algunos elementos importantes. Tenía que ser contada conforme a la aparición de la Luna Nueva y esta se

vio el primer día de este mismo mes. El 10 de Nisán conforme al mandato debía apartarse el cordero con todas sus especifica-

ciones para ser inmolado el día 14. El 15 sería el Primer Día de los Panes Sin Levadura tendiendo en cuenta que el mandato

refería una semana de consumo al primero y el último día que caería una fecha de 21. En el término de los 7 días, ocurría in-

mediatamente después del primer día de los Panes Sin Levadura, la recolecta de los primeros frutos y la presentación de las

primicias para Dios, se le conocía a este último acto como la Gavilla Mecida. Esta presentación como primicia de Dios daba el

inicio del conteo para la Fiestas de las Semanas o la Gran Cosecha del Pentecostés, cincuenta días a partir del 16 de Nisán se

celebraría, lo que determinaría la celebración en el mes tercero.

Cabe destacar que a partir del primer día del mes de Nisán cuando coincidía con Luna Nueva, inmediatamente se sabía que el

14 y 15 de Nisán era Luna Llena, ocasión para la Pascua en Gran Día de Solemnidad.

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... Continuación del artículo anterior

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Gráfica El Jubileo: Waldemar Hernández

Existen muchos detalles que se reservaban para las fiestas otoñales entre los meses de septiembre y octubre. El primer día del

mes séptimo de Tishri coincidía también con Luna Nueva siempre y cuando el mes de Nisán su primer día aparecía la Luna Nue-va y se hacía el llamado a la nación al son de Trompetas (Roshá HaShanna), pues es santa convocación, en ocasión a los prepara-

tivos venideros del día 10 de Tishri para Expiación, Perdón o Purificación de los pecados anuales de toda la nación, este día era

conocido en lengua hebrea como el Yom Kippur. A los cinco días después que se contaban a partir del día diez, coincidía con

Luna Llena; era el inicio para la fiesta de los Tabernáculos o Cabañas (Sucot), la culminación de las fiestas de los Tabernáculos

terminaría el 22 de Tishri, 7 días + 1 (inclusive) para dar fin en el día octavo.

Cabe destacar que Dios había dado por mandato a la nación de Israel que, cada 49 + 1 años, debía en el día de Expiación (10 de

Yom Kippur), sonarse las trompetas para dar una celebración particular conocida como el Jubileo, habían prácticas particulares

para este ocasión en la cual Dios daba también por mandato perpetuo.

Apoyándonos con las gráficas que preparó el hermano Waldemar, la particularidad que el autor plantea aquí, es que tanto los fariseos como los saduceos tenían una coincidencia cuando se trataba de la Pascua coincidente en Gran Día de Solemnidad (Jn.

19.14); dado que la Pascua (por cálculo lunar) caía en una celebración de viernes y reposo del sábado tanto ceremonial como

semanal, por tanto conocido como Un Gran Sábado o Sábado Doble. Pero como notamos en la cita bíblica, es importante perca-

tarse que está refiriendo precisamente un sábado de ―gran solemnidad‖ y por lo tanto, doble sábado, cuando esto ocurría, ningu-

na facción podía entrar en controversia si Cristo murió un miércoles o un sábado; o bien, Su resurrección fue un sábado o domin-

go.

... Continuación del artículo anterior

Página 21 La Voz del Heraldo

Page 22: Boletin la voz_del_heraldo_no_1_07_2009

Gráfica de las Fiestas Solemnes: Waldemar Hernández

Tal como referimos, cuando se iniciaba la Luna Nueva en el primer día del primer mes Nisán, en el mes séptimo de Tishri tam-

bién coincidía la naturaleza con una manifestación de Luna Nueva. En lapso invariable entre el primero de Nisán y el primero

de Tishri era de 177 días desde la conjunción de ambos meses. Es curioso apreciar que mientras en Abib el mes iniciaba con un día sábado para terminar en sábado, pero en Tishri, iniciaría con domingo para terminar con un domingo. El enlace del mes

Abib entre el último día de los Panes Sin Levadura y el día del Pentecostés sería así:

Viernes -> Sábado y Sábado -> Domingo

Tal como habría sucedido con el Sábado -> Domingo del primer día de los Panes Sin Levadura y la Gavilla Mecida respectiva-

mente, se tomaba como punto de partida para el Pentecostés en Shavuot, tiempo para Gran Cosecha (a difería con el primer

mes de Abib) que terminaría también con un Sábado -> Domingo.

(continuará en la siguiente edición)

Las Fiestas, el Servicio del Santuario y el paralelismo con las Profecías

Que el Señor le bendiga y guarde para la eternidad.

Página 22 La Voz del Heraldo

... Continuación del artículo anterior

Page 23: Boletin la voz_del_heraldo_no_1_07_2009

Licuados de frutas:

Hígado mal sano y mal

aliento (halitosis)

De Durazno, Kiwi y Men-

ta

2 Porciones

Ingredientes

225g de duraznos

2 kiwis picados

1 manojo pequeño de menta

Agua necesaria

2 cucharadas de miel

Preparación

Colocar los ingredientes en la licuadora y batir

por unos segundos. Endulzar con la miel.

Función

Es un buen fortalecedor de las funciones hepáti-

cas, elimina toxinas alojadas en el hígado y que

podrían ser las causantes del mal aliento. Tam-

bién depura el hígado.

Dosis del Tratamiento

Tomar un vaso diario al medio día.

Recetas de Plantas Medicinales. Por: María A. Villalobos

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Comité Editorial: María A. Villalobos, Samuel Saldaña.

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Editado quincenalmente por este ministerio.

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El Ministerio A la Luz de la Biblia, tiene como propósi-

to, pregonar la Verdad Presente dado desde lo Alto del

Cielo. Por la Gracia de nuestro Señor Jesús, es entre-

gado a toda nación, tribu, lengua y pueblo.

Estamos gustosos que Dios bendiga al mundo por me-

dio de Su Verdad, ésta no debe permanecer oculta como

si tuviese algo por qué temer, más bien, debe ser exalta-

da como joyas preciosas y lucida a un mundo que pere-

ce en tinieblas.

Por lo tanto, desde ahora usted tiene una cita con Cris-

to!

¡Que el Señor Todopoderoso les bendiga y guarde para

la eternidad!

Nos complacemos en poder servirle.

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