Bosque boreal o bosque de coníferas

Las coníferas (árboles que producen conos o piñas) son productores primarios de los bosques de coníferas. Casi todas tienen hojas aciculares de cutícula gruesa y estomas sumidos: adaptaciones que les ayudan a conservar agua durante las sequías y el invierno. Dominan en los bosques borales, bosques de montaña, pluviobosques templados y pinares yermos.

Los bosques boreales se extienden por el norte de Europa, Asia y Norteamérica. Estos bosques también se conocen como taigas, que significa “bosques pantanosos” Casí todos stán en regiones glaciadas con lagosy arroyos fríos. Llueve principalmente en verano, y la evaporación es baja en el fresco aire estival. Los fríos y secos inviernos son más severos en las partes orientales de estos biomas que en el oeste, donde los vientos oceánicos moderan el clima. Las píceas y abetos dominan los bosques boreales de Norteamérica. Se forman bosques de pinos, abedules y álamos en áreas que han sido quemadas o taladas. Si los suelos no están bien drenados, imperan tuberas muy ácidas dominadas por musgos, arbustos y árboles enanos. Los bosques boreales son menos densos al norte, donde se funden con la tundra ártica.

En el hemisferio norte, los bosques de coníferas de montaña se extienden hacia el sur por las grandes cordilleras. Las píceas y abetos dominan en el norte y en las partes más altas, y ceden su lugar a pinos y abetos en el sur y a más baja altura.

Recursos Naturales

Los bosques se clasifican, evalúan , describen, cartografían, valoran y estudian de diversos modos. Las evaluaciones de los bosques indican la extensión y estado de las diversas zonas forestales. La vegetación forestal se divide en esas zonas sobre la base de características geoclimáticas o fisionómico-estructurales. Estas clasificaciones combinan el aspecto de los bosques (bosque abierto o cerrado) con la estructura vegetativa (bosque perennifolio o caducifolio). Cada clasificación contiene diversas variantes que responden a diferentes factores económicos, geográficos y biológicos. Cada uno de éstos métodos tiene sus ventajas según quién recoja, utilice y evalúe la información.

Hoy en día es indispensable que los silvicultores, las autoridades encargadas de formular políticas y los científicos tengan amplios conocimientos sobre las regiones y ecosistemas forestales. Por ejemplo, los genetistas forestales han demostrado que el origen geográfico de las semillas de árboles utilizadas para regenerar los bosques es crucial para su supervivencia. Sin embargo, la creación de esta base de conocimientos es una tarea formidable. Los silvicultores deben proporcionar información sobre los ecosistemas y sus procesos internos, en los que pueden intervenir miles de especies que se influyen mutuamente en un medio en constante evolución.

En la evaluación más reciente de los recursos forestales, la FAO (rganización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), estima que la superficie forestal mundial es de 3,400 millones, es decir un 26% de la superficie de las tierras emergidas.

Los bosques