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Titulo de la obra original:Les espctces économiquesPresses Unlversltaires de France,' Paris,

1961

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INTRODUCCI6N

Pril1~cracdiciiJh: enero de 1965

~.tcgul\da cdiciún: !\hril de 1966

La revisión técnica estuvo a cargo del doctor

GUILLERMO AHUMADA,

profesor de la Universidad .de Buenos{lreS .'\ '

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Traducida por

ANA O'NEILL

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"''''.11 Universidad Nacional de La Plata~ ti Facultad de Ciencias ECQn6micas. . Sibil otee.6 entre 47 Y 48. 1° [email protected] 0221-423-6772/6769

IIIIII'HIIIIMI~I

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El hombre no solamente vive en el espacio, sino que le. da forma. En él emplaza sus ciudades, sus caminos, e implanta

culturas y civilizaciones. En este sentido es más historiadorque geógrafo, o más bien crea la geografía casi. al mismotiempóque la historia. Es así como, en 1960, Suiza ya no esun Estado agrícola; el 47 % de su mano de obra activa estácrientada hacia el terreno industrial, mientras que solamenteel 17 % se dedica todavía a los tr-tbajoS del campo. Compa­rativamente, .Francia ha permanecido más IUral c¡ue Suiza yla divisi6n de sus trabajadores se realiza siguiendo los por­centajes de 37 % para la industria y 27 % para la' agricul­tura. En el Brasil, aún no' suficienOtemente desarrollado peseal admirable progreso de los último$ cinco alios, estas pro-porciones se invierten: 13 % y. 58 %..... ~._. - - ... .~n6mico

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¿Es esto favorable o desfav()rable? ¿Debe propiciarseun desarrollo rural o un .desarrollo. urbano? ¿Cómo repartir.la localización de las empresas entre las capitales regionales,

las pequeñas ciudades, las villas y los pueblos? ¿Cómo se­leccionar los puntos de erecimiento· Y las industrias motrices

que se hallan en el corazón mismo de todo desarrollo eco­nómico? ¿Cómo asegurarIes un mercado suficientemente ex­

pandido, una adecuada eSpecialización y precios competi-tivos? .

Todos estos interrogantes, antes desconocidos salvo porescasos especialistas, se hallan ubicados en el primer planode las reflexiones' y políticas económicas de la segunda mitaddel siglo xx. Tanto en Europa como en América, equipos dejóvenes jefes de empresa, administradores Y teóricos, reuni­dos en grupos de investigación comanQados por dinámicospioneros, se esfuerzan por' resolverlos; procedeI)tes de loscuatro puntos cardinales se reúnen en la común aspiraciónde la construcción voluntaria de un espacio económiCO.Hoyen día, en Europ~ y en América se abren paso, claramente,los mismos métodos de análisis de una regióll determinada.,

destinados a obt~er la cooperación ~e los individu?s y de

los grupos con mIIas al desarrollo y a la salvaguardIa de laregión; las mismas concepciones de una planificación des-centralizada y coordinada.

PRóLOGO DEL AUTOR PARA LAEDICióN EN ESPA~OL.

Como la amistad que me une al profesor GuillennoAhumada me incitara a dar una versión argentina de estaobrita sobre Los Espacios Económicos, he aprovechado laocasión para sacar partido de algunos comentarios' que ha,tenido a bien formularme sobre la primera' edición en idio­ma francés. Pienso que de ello' resultará una mayor COIR­

prensión recíproca para la ciencia regional de nuestros dospaíses.

El espacio económico es un hombre pleno de resonan­cias afectivas y políticas. La apertura de los grandes merca­dos (CEE o ALALC), el desplazamiento de las zonas deinfluencia, el énfrentamiento con programas de distribución,no scbmente, mueven a la controversia, sino que tambiénponen en juego la prosperidad y el desarrollo de los espa­cios nacionales.

Los procesos de circulación y de cambio de ningunamanera son independientes del espacio geográfico. Se sitúanen el espacio trivial cuyas tres dimensiones nos resultan fa­miliares y que proyectamos en dos dimensiones sobre los­mapas, según técnicas diversas.

Estos mismos procesos contribuyen, por otra parte, adar forma al espacio, suscitando las inversiones fundamen­tales, las redes de transporte, las aglomeraciones urbanas ylas especializaciones. El espacio, geográfico constituye unade las dimensiones de un espacio más complejo: .el espacioeconómico.

, ¿Quiere decir, entonces, que el esp:lcio económico seconfunde con el espacio matemático? No, puesto que sus i

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EL ESPACIO ECONóMICO

CAPITULO I

Aq'w deberíamos, tal vez, haceralgunos comentarios sobre el espa­cio, palabra que cambia de sentidoseg(m Ja manera de "ver" o de

pensar. El esrcio común no esexactamente e mismo que el delge6metra, puesto que no están de­finidos' por las mismas experien-.cias u operaciones.

PAUL V.u.ÉRY

(Introducción ,,1 M~fododé Uon..rdo tI. Vinci)

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O~:i6.~ €AcM~ 'h l~'t!?Las últimas conferencias internacionales de econoDÚa

han demostrado 1 que el estudio del espacio económico y la'distribución de las zonas subdesarrolladas no constituyen ya

ese copioso "maquis" donde, hasta hace muy poco, se per­dían los espíritus más esclarecidos y donde debían enfren­tarse los diferentes puntos de vista de g~fos, economis-

tas, sociólogos, matemáticos y hombres de negocios. Espe­dalmente en la reciente conferencia europea de Bellagio,presidida por· \Valtér lsard, ha sido .reconocido que, según~

1 Coloquio dedicado a las economías regionales por la Univer­Sidad de Lieja, 21-23 de abril, 1960; Congreso internacional de eco­Jiomías regionales, Nantes, 12-15 de mayo, 1960; Jornadas regionalesdel ISBA, 1+15 de junio, 1960; Conferencia de estudio sobre eldesarrollo econ6mico regional, realizada en Bell,agiq PO' el0ECE,20 de junio - IQ de ju1io~ 1960.

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JACQuEs-R. BOUDEVILLEProEesor de la Facultad de Dere­cho y Qenclas Económicas de

Lyon.

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definiciones, como lo demostraremos, representan una con­cepción más restrictiva.

El espacio matemático aparece· en la representación deun grupo de hechos y en .el instrumento de su transforma­ción en un conjunto de resultados. No es un espacio real;es una abstracción pura, útil para el economista, sobre todoen sus análisis de actividades localizadas.

El espacio económico se define como una aplicacióndel espacio matemático sobre o en un espacio geográfico, yesto de tres maneras distintas según se trate de un espaciohomogéneo, polarizado o espacio-plan, de acuerdo a la yaclásica división del profesor F. ·Perroux.

Sea como fuere, las tres actitudes se oponen y se com­plementan. El geógrafo. sitúa al hombre en su medio. Elmatemático construye un instrumento abstracto con la re­presentación de las interdependencias. El economista pone

. sobre el medio los instrumentos a disposición de las éOns~trucciones humanas. -,

Este pequeño libro solo aspira a dar algunos ejemplosdel estudio exploratorio de los espacios econóníicos.

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1ndice de la renta promedio por habitante en 1955-1956.

1. Aumento del índice en más del 5 % (desde 1951), _ 2. Dis­minución demás del 5 %. - 3. Promedio ~ 120. _ 4. Promedio de108 a 120. - 5. Promedio de 96 a 108. - 6. Promedio de 88 a 96• ..:.7. Promedio de 80 a 88. - 8. Promedio de 70 a 80. _ 9. Promedioinferior a 70. . .

. Posiciones extremas: Sena:::: 167; Sena y Ois~ :::: 127; Ródano= 124¡'Mayenne:::; 59; LOl :::: 55; Córcega ~ 45.

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2 Las tres nociones de espacio econ6mico pueden ser abordadas

desde dos puntos de vista diferentes: el de la unidad que en él seencuentra localizada (micro-economía) y el de la extensi6n en suconjunto (macro-economía). Sobre estos puntos ver L'uni'PBrS éco­nomique et social, Encydopédie fran{(llise, t. IX, pp. 9. 70. 16, Edit.

.Larousse. _.8 La pIÍD}eranoci6J).se. relaciona con la :nU:didade los hech()5.

(morfología); la segunda, con la medida de loSprocesos (fisiología), yla última, con la medida de IQsresultados (propiedades). Sobre eSf;~punto versa la notable obra breve de RiCHA1U) STONB, The TOle ofMeasuTement in Economics. Cambrldge, University Press, 1951.

l. Las tres nociones de espacio J

la vía abierta por Fran~ois Perroux, lá,· noción· de ·regiónpodía anlllizar5e en términos de región homogénea, regi6npolarizada· y región-plan. Es importante definir y distinguirtres nociones regionales esenciales. Luego aparece el métodode observación que les es propio, así como l<>sinstrumentosde acción que corresponden.

Desde el punto de vista -econ6mico existen tres nocio­nes fundamentales pertenecientes a tres realidades diferen­

~ tes, que corresponden a la vez al buen sentido y a los tresaspectos distintos de toda definici6n: -'.

La región puede caracterizarse por su mayor o menor .uniformidad: es más o menos homogénea.· En segundo lu­gar, puede ~studiarse desde el punto de vista de su mayoro menor coherencia, es decir, de la interdependencia de susdiversas partes, según se encuentre más o menos polarizada.Puede, en fin, contemplarse de acuerdo al fin que persiga,al programa que se trace: es la regi6n programa o regi6n­plan.·

. 1. ESpClcio homogé~eo. La noci6n de. región hómÓ­- génea es la más clásica y, ala vez, la más simple. Desde hace

mucho tiempo es conocida por losge6grafos, losdem6grafosy los economistas. Corresponde a un espacio conUn1to en elque cada una de las partes o zonas constituyentes presentacaracterísticas lo .más pr6ximas posible a las demás. Tomemoscomo ejemplo, desde el punto de vista de su capacidad adqui-

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como Un 'espacio. heterogénCl).en el cual las clil'ers:Jspartesson complementarias y mantienen entre sí ~yespecialmeJ1.te c6n los polos domin~ntes- mayor intercambio que Conla región vecina. Se trata, en definitiva, de un Jugar de intercambio de bienes y de servicios en el que la i,ntensidadinterna es SUperior en todos los puntos a la intensidad ex­terna. La región polaÍ"izada es una integración, pero no esuna autarquía.

, Un buen ejemplo de esta relación donde juega laafluencia de servicios y de mercaderías se halla en la regiónJionesa v en la intensidad del tráfico caminero sobre las víasnacionaÍes (fig. 2). La importancia· del crecimiento de estetráfico es aún más· significativa por el hecho de que suscaracterísticas dinámicas tienden un puente entre la noción,estadística de región polarizada y la noción operativa de polode desarrollo, lo que más tarde nos suministrará una de lasJJaves del crecimiento francés y mundial. .

Existe· una jerarquía de las· regiones pol,arizadas, corres­

pondiente a la de -los bienes especializados que elJas pro­dúcen; pode:mos definir una polarización nacional, otra 'J'e­

gional y otra local. Los bienes nacionales circulan por el con­junto del territorio. Los regionales poseen una irradiaci6nde distribución mayoritaria limitada a las fronteras de Ja re­gión. El desarrollo polarizado supone, como se ve, una divi­sión del trabajo entre las ciudades y las regiones y aun entrelas naciones. Las ciudades de una región se jerarquizan deacuerdo a la diversidad de sus funciones. Las más pequeñassuministran, esencialmente, mercaderías V servicios de irra­diación local, y por excepción, un produéto de alta especiá­Jizaci6n. Las más importantes disponen de toda la gama delos productos y servicios locales, departamentales, regiona­les y, en ocasiones, nacionales.

Esta propiedad fundamental descubierta por Alexan­c1erson y que desarrollaremos en el capítulo In al estudiarla distribuci()n urbana, puede resumirse en el siguientecuadro:

flsitiva, a Francia y al conjunto de los depar~m,entos franceses.Tenemos, a priori, la idea imprecisa de que el Norte es más'rico que el Mediodía, y el Es~e más rico que el Oeste. Pero,¿cómo delimitar estas regiones útiles para las investigacionesde mercado? Resulta conveniente una primera aproximaci6ncartográfica. Si se divide al país en dos regiones, de acuerdoa una observación practicada el) 1955-1956, se aprecia inme­diatamente que el Norte parte de Calvados en Normandía,engloba el Loiret CQrleáns), Allier CMoulins),'Puy-de-Dame ~,yse detiene en lsere y la Saboya. Así, ·según el· concepto ec~n6mico, Clermont, Lvon, Saint-Etienne y Grenoble formanparte del Norte; es de~ir, de la zona rica de Francia. Un estu­dio más a fondo nos mostrará, además, que Nievre y Yonnedeben ser excluidos de la región septentrional y que, de acuer­do a la renta de sus habitantes, pe.rtenecen al Oeste. El niver­nés no-ha estado jamás allí y Yonne ya no se halla en Borgoña ..Volveremos luego ,sobr~ el procedimiento estadístico de deter-,éminaci6n de las fronteras. Pero si fuera preciso dividir másadelante se notaría en seguida que la región Norte. se divid~'en dos y la frontera va botdeando al Norte, el Allier, Saone-et~~Loire y el Jura para formar el Centr~Este. Del mismo modose bifurca la parte pobre de Francia: el Oeste y el valle delLoire en que la frontera bordea al Sur, la ,Loire-Atlántica,la Maine y Loire, lalndre y Loire, y la Indre, para unirse ala Allier. Es así como, desde el punto de vista de la.homogenei­dad de las rentas, o sea del poder adquisitivo por habitante,

Francia se divide en cuatro. ¿Significa esto que los problemasecon6micos hallan de tal· modo sus cuadros regionales actua­les? Ello equivaldría a creer que vivimos en un mundo está­tico, constituido por una juxtaposici6n de equilibrios parciafes,olvidando los fen6menos de interdependencia.

2. Espacio polarisado. La noción fisiológica de inter­dependencia es representada por la reKión polarizada, ftut()de observar la irradiaci6n comercial de las aglomeracion,esurbanas. La ciudad trafica con el camjXl y con las ciudadessatélites que gravitan en su tomo .. Dé esta manera, se for~ma una regi6n alrededor de una capital regional: LilJe yLyon en Francia, Belo, Horizonte y Sa~ Pablo en Brasil. Enrazón de los intercambios que la. constituyen, la región ,polarizada Dl es uniforme~ for el contralto, puede definirse

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CUADRO

Jerarquía de 101 polol urbanos-en función de lo difuliónd. las mercad.ríos

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_ El centro regional abastece, pues, de bienes y servicios

regionales a su espacio polari.zado, pero los recibe igualmen­te en pago. Lo caracteriza el h~cho.de que en sí mismo poseetoda la gama de ellos. Al mismo tiempo, es centro departa- .mental y centro local.

De la misma forma en ~.que hemos trazado un mapa de

las regiones homogéneas francesas, en lo que concierne alpoder adquisitivo individual, podemos delinear otro ~de lasregiones francesas, polarizadas, en cuanto· se refiere" a losintercambios por carretera.' Siendo que el movimiento demercaderías y servicios regionales y locales se realiza, en sumayor parte, por las vías camineras, esto tiene una signifi-cación fundamental.

¿Habremos agotado, así, la noción económica de región?Eso significaría olvidar el aspecto más moderno de la cien­cia contemporánea: la prospectiva. La ciencia no es sola­mente previsión, descripción desinteresada; es también, ins­trumento, medio de obtener, lo más económicamenteposi­ble, un objetivo determinado. Se observa cambio· de actitudy de método. Como, escribe Gastón Gerger". "Antes de ayer,seguíamos inconscientemente aquello que llamamos natura­leza. Ayer noS conformábamos a esto con conciencia y apli­cación. Hoy nuestro poder ha aumentado tan considerable- .

4 "L'univers économique et social", Encyclopedie fran;a;se,t. IX, prefado.

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mente que no -pOaemos'ya contar con las regulaciones exte- ~~riotes de nuestros propios actos. Es a nosotros a quienes co­rresponde ora proteger a la naturaleza, ora orientada hacia

las vías que nos parecen favorables. En cierta medida somosresponsables de la evolución". 'La prospectiva está directa­mente ligada al aspecto operativo d~ la i~vestigación y dela ciencia: ella engendra ,1aregión-programa, la región-plan."

3. Región-plan. La regi6n-plan o región-programa esun espacio en el cual las diversas partes proceden de unamisma decisión, como las filiales proceden de Una casa ma­triz. Es un instrumento en manos de la autoridad, locali­zada o no en la región, para alcanzar un fin econ6mico es­tablecido. Elfo'urnal Officiel del 2 de junio de 1960 ·deter­mina, por ejemplo, en Francia, 21 regiones de programa,cuyo objetivo es la ordenación y el desarrollo del territorio.Esta divisi6n regionál se, halla ligada a una coordinaci6n delas diversas regiones administrativas fra;Jlcesas cuyo fraccio­namiento funcion~l conducla a inextrÍCables problemas y ala imposibilidad de toda desconcentraci6n. En definitiva con-duce a la subdivisión indicada en el mapa. lo que se per­sigue con la misma es el máximo de eficacia en el funciona­miento de los programas regionales incluidos en el plan dedesarrollo del conjunto del territorio.

'1 De una manera general y abstracta, el espacio-plan es-¡~el análisis de la elección de los medios geográficos disponi-

,bles para llevar a la práctica un fin determinado -dentro de'un plazo previsto: cinco o quince años, por ejemplo. Estos,medios pueden ser la localizaci6n de un tipo de industria. motriz, la selecci6n de secto'res motores en un esp~cio regio-nal dado, la apertura de nuevas vías de comunicación, fe­rrcviarias, camineras o fluviales, la creación de nuevas fuen­tes de energía, la determinación de un nivel local de sala­rios o toda otra medida tendiente a favorecer las activida­

des que se desea llevar al máximo. Por supuesto que existi-~dn tantas regiones-planes como problemas distintos; de ahí'los fraccionamientos heterogéneos. Pero la interdependenciatdelas diversas actividades exige la construcción de una re-¡gión-plan relativa a la coordinación de los diversos proble­~as. Expresa Fran~Qis Perroux: "Lasprii.Jridac1es en el plan

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dros generales de previsión Y de procedimientos globales de

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estabilizaciónY armonización donde los proyectosespeclfiCOSencuentran, en efecto, su lugaJ.11, ,

Es aconsejable comparar los tres tipos de, regiones: re-

gión h.""ogénea de inspiración agrlcola, región polarizadade inspiración industrial y comercial, y región-plan de ins-

,piraci6n prospectiva. Las dos primeras son"instrumentos es­fáti<;osde análisis puestos a disposición de la tercera, seaque' ésta emane de la empresa que persi~e elevar al"má­ximo el importe de sus ventas (sujeto a la obtención de unaganancia mínima), o bien de la autoridad pública empe­ñada en el incremento armónico de los diversoSrecursos re-'~C:)Dalesy nacionales. Así, las tres definiciones del espacioeconómiconOson forzosamente concordantes ni, sobre todo,exclusivas. Pero las tres resultan indispensables.:

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n. Método de observación

Toda ohra es función del instrumento. Esto es parti­cularmente aplicahle a las ciencias sociales que requierenprecisión científica. El valor de una concepción, así como suprofundo sentido, deben' ser hallados mediante la ohserva­ción de "lo que un homhre realiza con ella y no de lo quedice sohre ella5• Tal es la justificación de las definicionesoperativas, especialmente de la región de programa que he­mos convenido denominar "región-plan". La definición taxo­nómica basada en la descripción de hechos y cuyo mejorejemplo es el de la región homogénea, no puede precisarse"sino a partir del"estudio estadístico de un medio y por laohservación de las dispersiones en torno de éste. En cuantoa la definición de la región polarizada, la misma está ligadaa la ohservación estadística de las interdependencias paradesembocar en el estudio funcional de los procesos de desa­rrollo. A cada paso, la ciencia económica regional se fundaen la"obse1Vación estadística. Pero la estadística descriptivano es nunca otra cosa que una tarea auxiliar orientada haciala concepci6n de una política regional." Desde este punto de vista, uhicar el prohlema econ6-

mico y social en el plan regional conduce a contemplar dosaspectos complementarios: 1) es necesario ohtener las hasesde informaciones locales indispensahles para la utilizaciónde los esquemas explicativos. En otros términos, se"trata dereunir los elementos de una estadística descriptiva que per­mita diferenciar las regiones según su carácter homogéneoo polarizado;.2) es necesatiodeterminar con un sentido de

proSpecti1'a -es decir de decisión- cuáles son los medios ylos espacios localizados que permiten la óptima realizaciónde un ohjetivo político estahlecido. De esta manera, conPierre Massé 8, consideramosa la prospectiva más que comoinstrumento, de conocimiento, como auxiliar de la acci6n.Ella consiste en no contemplar el futuro solo en función delpresente, sino a partir' del propio futuro; se trata, en otraspalahras, de fijarse un ohjetivo. A partir de este ohjetivo y

11 P. W. BRIDGMAN, The Logic of Modern Ph.ysics" 1928. p. 7.6 PXEIUlBMAssÉ. "Prévision et prospective". Prospecti17e. nQ 4.nov. 1959.

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El problema del establecimiento de fronteras para lasregiones homogéneas, las regiones polarizadas y las regionesprogramas, es complejo. En efecto, los datos regionales sonreunidos por unidades administrativas, y estos agrupamien­tos políticos no coinciden con las diferenciaciones y las orga-nizaciones econ6micas. .

De acuerdo con ello, en una ciudad las fronteras admi­nistrativas no corresponden nunca a la aglomeraci6n urbana.Por otra parte, sabemos que las regiones homogéneas y lasregiones polarizadas no se hallan imbricadas regulá"rmentelas unas en las otras, sino que se superponen. ,

Finalmente, no es necesario que la región-plan coincidacon la regi6n polarizada correspondiente. Por el contrario,su funci6n es tender a la creaci6n de nuevas regiones pola­rizadas de rendimiento económico superior a las anteriores,Conviene, por lo tanto, estudiar sUCe$~V3mente,y en orden.creciente de complejidad, los métodos de establecimiento dela regi6n homogénea, regi6n polarizada v regi6n-plan.

Para la regi6n homogénea el priridpio es simple: con­siste en .agrupar en el espacio, pequeñ~s unidades localesQue presentan las mismas caracteristicas.~stas, además, pue­den ser de naturaleza muy variable. Las frontetasde reS!i~nes naturales o ~eográficas serán establecidas en funci6nde índices que indican la naturaleza del suelo. el cJim~ v lahid~ografía. Las fronteras de regiones l'lgrícolas se fundarásobre índices relativos a la naturaleza' de las producciones,los sistemas de cultivo y los tipos de nropiedad. Por último,las fronteras de regiones econ6mic::Is homogéneas serán de­terminadas J)9r la uniformidad, del mavor número posible

.de características, entre las· cuales nodrán figurar: la renta

.por habitante. el p.rado de industria1i7..aci6n v el ~rado dealfabetismo. De ahí surgirá un problellúl de ponderaci6ncuya importancia se evidencia por los dos métodos funda­mentales de utilización de índices: el de los índices fijos y..el de los especiales. .

Llamamos ahora la atención del lector sobre el método,de sondeos. Indices complejos V sondeos representan dos no­ciones cercanas, pues la primera constituye una aplicaci6na priori de la segunda. . .

Para determinar las .fronteras de las regiones polariza­das. se' utiliza un criteljo funcional y no de homogeneidad.

FIG. 4. Esquema de ohservaci6n regional(Fuente: Encyclopédie fra~aise, tomo. IX).

nales. Para encontrar su camino, es necesario saber ad6nde

queremos ir. Las encuestas sirven de base a la investigaci6n.operativa regional que exige nuevas encuestas para permi­tir la construcci6n de una eficaz política regional. El cora­z6n, el nudo de este método está constituido por la estadís­

tica descriptiva y por esta primera e1ahoraci6~u ...ee repre-··senta la contabilidad regional. ~~ \20 \

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remontándose hacia el presente, se seleccionan· los mejoresmedios que permitan su logro. Si el fin se revela irreal~za­ble, se modifica el plan. Lo esencial es no considerar. comodatos las estructuras presentes y sus distorsiones espontáneas.Por el contrario, es preciso definir .las estructuras que sepresentarán y las VÍas más cortas que conducen a ellas. Elmétodo de observación se concibe en función de estos pro­blemas.

El esquema que presentamos seguidamente sintetizalos comentarios. preliminares que acabamos de hacer. La teo­ría econ6mica permite conducir las primeras encuestas regio-

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111. Instrum.entos de acci6n

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licularmente interesante. Hemos trazado sobre el mapa lasdiversas fronteras correspondientes a la circulación cami­nera, por agria y por ferrocarril, las conexiones telefónicas, lairradiación comercial de los diferentes polos-fronteras esta­blecida en funci6n ,de la ley de Reil1y.De inmediato apareceuna frontera general T.

Es necesario insistir en el hecho de que las conversa-ociones telefóniéas depende~ de la ley de ReiIly y que unregistro.de comunicaciones de acuerdo con su procedencia,realizado en una regi6n piloto, permitiría trazar las fronte­ras de la red de informaci6n para toda Francia. Deseamosvivamente-que sea encarado este estúdio tan sencillo. .

Dado que no se dispone de suficientes datos estadfsti­cos, pueden utilizarse fn~ices indirectos. Estos últimos no'enseñan nada sobre las relaciones funcionales, pero sus cau­sas probable~ son interesal\tes: nos permiten tener una idea'aproximada de aquéllos_Los más comunes se refieren -aladensidad de poblaci6n y a los costos de transporte. Ligadosa un modelo económico rudimentario, orientan al investiga-dor hacia la noción de estructura. '

La regi6n-plan es, por naturaleza, un modelo de deci­sión en el cual interviene la noci6n de espacio balo sus dosformas: efecto de 'Precio(tosto de transporte Ycosto de 'Pro­ducci6n), efecto de renta (multiplicador) V efecto de agIo­meraci6n o polarizaci6n. Los obietivos perSeguidos d;fierende los problemas planteados al hombre 'POlítico:'Pueden refe­rirse a la eRcilda-escolarmáxima o a la im7estigaci6n de larenta máxima por habitante hacia fines del periodo consi­de\'ado, o bien inclusive, a un meloramiento de las condi­ciones de"intercambio con las regiones vecinas. Lo esenciales disponer del modelo anropÍlldo al fin perseguido y deter­minar, gracias a éste, la frontera 6ptima.

~ El espacio homogéneo y el espacio polarizado no tienen. otro interés definitivo que el de aclarar una poHticay ayudarconstrúir un espacio plan (programa) en la mejor forma

T ,Una técnica más precisa -la del plegamiento maximal- es~

necesario determinar' los polos, sus, esferas de influencia ysu jerarquía. Por supuesto, todo depende de la esfera. deinfluencia de que se trata: 'comunicaciones telefónicas"áreade la prensa local, traQsferenciasde mano de obra,.,circula­ción de diversos tipos de mercaderlas. Existen tantas fron­teras como tipos de flujos económicos. El esfuerzo ulteriorconsisteen combinaresos flujos con el fin de trazar las fron­teras de una esfera de influencia lo más general posible.

Una vez más la región lionesa aporta un ejemplo par-

En efecto, es aconsp.jabletrazar los ~ontornos de r~gionesintegradas, es d~dr, interiormente' interdepe.ndicntes. Estaintegración se efectúa alrededor de \)n polo;por lo '~anto',.es

. FIG. 5. B,asil, re~ones homoRéneas.Renta por habitante, 8!lldo de industrializaci6n y grado de alEa-.betizaci6n (índice promedio). .

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posible. Resulta importante, entonces,. estudiar los instru­mentos de una política económica regional. Ante todo esnecesario establecer debidamente su lugar en el. estudio delespacio que consideramos, para lo cual se echará mano .aalgunas simples nociones teóricas.

La investigación operativa es, en efecto, el estúdio yla elección de los diferentes medios encaminados al logro deun objetivo dado. Antes de encarado,s, resulta útil descartardos errores muy comunes: en primer lugar debe tenerse laprecaución de no considerar los instrumentos ni clasificadossino en función del objetivo que les ha sidó adjudicado. Enla ciencia financiera no' existe. una afectación especial de losrecursos en estudio a fines d~~erminados; sino que los_im­puestos y los gastos públicos no 'pueden ser considerados solodesde el puntode vista del equilibrio financiero, puesto quesus efectos son mucho más amplios. Igualmente, una mani­pulación de los índices de salarios no puede ser encáradasolo en relación al empleo: influye también sobre el nivel delos precios y de los intercambios externos. En forma gene­ral, conviene recordar que existen .intenelaciones sirilultá~neas entre los diversos instrumentos y numeIOSOSobjetivosparciales que, a menudo, son perseguidos al mismo tiemposin coordinación.

Si los instrumentos de política económica no puedendasificarse según sú, objetivo, pueden ser· distinguidos de

ac?~rd~ a. su .naturaleza o, mejor a4n,. a .sus posibilidades deutilIzaCIón en las fronteras de la.s regIones de mayor o meDar amplitud que sea posible contemplar. Ciertos instru­mentos son de naturaleza cuantitativa, como la nacionaliza­ción de las industrias-llave, el desplazamiento de las fron­teras, la introducción de· un área monetaria o de una uniónaduanera,. la creación o disolución de monopoliosintema-'ciomiles.<Po.r eso, los diversos instrumentos se diferenciansegún el tipo de región que se contemple, su autonomía'polí­rica y las, dimensiones económicas propias de su espacio.

ta~nciencia de una vida regional puede provocar la .polarización de las actividades más favorables a· un acrecen­tamiento de laproducción nacional concebida en su con-

indicada en nuestroinEorme de Bellagioy en DECI,J::RCQ r VANNES'rB.

StTUctUféle WerlonJ&heid, Courtrai, -1957. l' parte. 2' té:1ic. .

24

JUQto. Él progreso económico puede ser ~rseguido no parala región, sino por la ~egión.

Conviene señalar los polos urbanos de desaxrolIo y me­dir el impacto regional de sus industrias matrices; La expe­riencia industrial francesa demuestra cuán oneroso resulta

trabajar demasiado tiempo con un capJt~.1ya amortizado yque, en apariencia, no ocasiona gastos~ Ruede suceder .10mismo en los dominios del urbanismo. La utilización de lainfraestructura de las aglomeraciones con pérdida de velo­cidad puede resultar menos económica, a largo plazo, que el

i'equipamiento de nuevos polos de crecimiento. ;

Sobr~ el plan de las comunidades nacionales e interna~,cionales se plantea el problema de la integración. Los me-)jores ejemplos son Italia y Brasil. .La Italia del Norte y la del Sur, el Brasil de Salvador

o de Fortaleza y el de San Pablo o Porto Alegre tienen enel siglo xx niveles de renta por habitante y géneros de vidanetamente distintos. Esta falta de homogeneidad es la me­dida de una ausencia de integración. Por otra parte, estos

·4 dos pares de regiones, al igual que Gran Bretaña y el Com­~ monwealth, efectúan entre ellos la mayor parte de sus inter­

cambios exteriores: son interdependientes, puesto que nodependen del extranjero, y aun cuando el fenómeno estémenos definido en Brasil, desde este punto de vista la inte-

igración es indiscutible.

; La integración reviste, además, un tercer sentido. Las'~dosregiones italianas d~penden de un gobierno único. Gran¡Bretaña y el Commonwealth solo poseen, como autoridad;!común,.aquella que reparte las reservas de cambio. Entre

-estos dos extremos, Brasil, al igual que los Estados Unidosde América, forma una federación y cuenta con veinte go-biernos distintos. La Europa de los Seis no dispone de un,verdadero poder ejecutivo supranacional que determine unapolítica com~n. De acuerdo a este concepto, no se halla in- .

~egrada. Esta tercera noción de integración se refiere a. J~,."'.

~~~atibiJidad de. los pl,an~s de l~s diferentes ce~ie:;,"-'

.~.:-.,~Slóndel f. spaclO econ<;>mlcoconsldera~o, y su....:P....,~í~';_:",_,. '"~to de regIón-plan. ¿;~. "', ";/' \

:¡; El problema de la contabilidad de los .;f~ €"s,esen- \ªalmente, el dé elegir ~tre uha política ;tle<-'ejnítralizaci<$n-.

-otra de descentralización. Además, an.:10 se .~~ . :,' /- =-- f :,; ~5 ,e,,' ,;<: ~- ~ 'V' .O-::S'~· /a u- 'lo ~'''' _f

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sino en razón de las diferencias que existen entre las tablasde valores de los diversos Estados. Se, impone una solucióncentralizadora, según se trate de instrumentos políticos diver­

gentes o cooperativos 8. Este principio interesa al fiSCO,a~índice de salarios "1 al índice de cambio a plazos breves; alas migraciones de trabajadores, a los movimie~tos de capi-tales y a la unificación monetaria a largo plato. -

"

• Cf. CClhiérS de. l'ISEA, serie L, n9 3, pp. 73 Y ss.

26

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CAPITULO 11

- - - - ------LA REGIÓN INTERNACIONAL

EL EJEMPLO DE EUROPA

"Se esboza un nuevo equilibrioen el cual el centro de wavedad~conómico abandona· nuestras....-­fronteras."

ANnRÉ SIEGl'RmD

(Prefacio a DEL CoRRAl:" .

L..D., Rapt de l'Europe).

"Ella permanece como patriauniversal de quienes descuhien· e'inventan tierras nuevas bajo cie­los nuevos."

FRANQOIS PERROUX

(L'Europe sans rivages)

El hogar del Occidente sin fronteras ¿se halla aún enEuropa?

En puridadde verdad, "el término Occidente es impre-ciso! relativo, mutable; está llamado a emigrar como el astro

~t solar cuya imagen evoca", Así se expresa Luiz Diez del1Corral en Rapt de· l'Europe. Los historiadores de nuestrapatria común ~ resisten a considerar que· la crisis europea,que se remonta a 1914, -se va ahondando a medida que sedesarrollan los imperios ruso y americano. Si el río Oronteafluye al Tíber, eso no significa que el valle del Tíber sehaya hundido, sino que el del Oronte se ha elevado. Europajamás ha sido tan rica y poderosa como hoy en día y, sinembargo, su ubicación en el mundo nunca estuvo tan ame-

\ nazada.

La Europa que se concibe todavía sin fronteras recuer­da 'haber sido el Occidente, mientras que la Europa de los

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seis países del Mercado Común negocia con la de los ochopaíses de libre intercambio. ¿Cuál es, actualmente, el espa-'cio económico europeo? ¿Cuál es su ubicación en el mundoy su estructura interna? Solo después de haber precisadoestopodrerilos interpretar su actual vocación económica ygeográfica, y discernir los medios políticos adaptados a '-ella.

l. Estructura económica de Eurqpa

El problema de Europa no consiste únicamente en c.reei­miento o estancamiento. En el mundo en vías de transfor­

mación de la segunda mitad del siglo xx~~eseprobtema es elde una situación relativa declinante o insuficientemente

adaptada. " Debemos contemplar esta situación desde dospuntos de vista: el dela homogeneidad yel de la polariza­ción, y utihzarlos para evaluar la ubicación de Europa en elconsenso mundial y para analizar la estructura de sus subdi­visiones occidentales.

A) Irradiación y riqueza de Europa en el munclo.La civilización europea no es solamente. cultur;,¡; es. tambiéntécnica, conjunto de lazos comerciales y ·financieros. Resu­miendo: es una red de información y de intercamhiode bie­nes o de servicios. Esta red determina la irradiación· de· Euro-·

pa, y en la medida en que los vínculos que refleja seanmás intensos que con cualquier .otra región, ..Estados Unidoso la URSS, es ella la que define .la extensión del espacio·polarizado europeo. Desearíamos estuªiarlo en primer ter-.mino. ..

_ Pero ¿que es Europa?· H •..J. Mackipder, en Democratic'Ideals and Reality 1, op<íne"theseaman's point of view",elpunto de vista del hombre de mar, y uthe landman's pojntof view", el punto de vista del hombre de tierra. La Europaoccidental actualmente se halla limitada al element()maIÍ-

tin:to. La parte continental pertenece a Europa del Este. Elgran eje central de Europa la corta hor por la mitad y nada

1 H. J. MACItINDER, "Democr«tic 1"_$ «7td ReeJlitr", PenguinBooks, pp. 29 Y ss.·

28

10 demuestra mejor que el mapa de los diecisiete países euto-peos miembros del OECE. .

Su superficie se limita a 3.500.000 km2, o sea menos. de la mitad de la de los Estados Unidos 2, pero como desquite,su población .-290 millones de habitantes~ alcanza casi al

FIG. 6. Los 17 países de EuropaOccidental. Renta por habitante(OECE, 1954). Las cifras indica­das' representan la producción na­cional por habitante en u$s. 1954

. (Fuente: INSEE).

doble (170 %) de la USA, mientras que la producción nacio­nal europea en 1954, al precio de mercado, no se elevabamás que a 206 mil millones de- dólares contra 365 de losEstados Unidos, O sea solamente un 57 %.' La renta por

. país y por habitante. aparece en el mapa correspondiente.

~:Europa occidental solo equilibra el peso demográfico de

2 7.828.000 km2, 170 millones de habitantes.

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r!_ 4 MAIlCHAL, A., "Faux dogmes d'organizatiOBeuropéenne" R-.c.con., nQ 9, 1960. ' el'.

:1 Boletín SEDEIS, 20/3/1960.

" • Export. 1956:- dls. 552 millones 5/2.500, o sea 20 %; imp.1956: dls. 890 millones 5/2.600, o sea 37 %.

'; 7 Exp. 1956: dls. 3.930 millones 5/8.400, o sea 48 %; imp.3.680miUonessl7.292, o sea 50 %.

danubianos y de Európa central. De 1946 a 1949, el por­eentajecle los satélites. en el comercio exterior ruso mere­mentóse del 26 a 60 %.. Recientemente, entre los años1953-1957,el comercioexterior de los países del Este ha cre­cido con más rapidez que el comercio mundial. Pero esteaumento .solo ha beneficiado moderadamente a los países

occidentales: el volumen de este comercio·intereuropeo esinferior al de antes de la guerra. En 1958,el comerciodel blo­que soviéticono,re:eresentabamás que alrededor de la décimaparte de los intercambios mundiales. Casi las tres cuartaspartes del mismo se desarJ"ollanen el 'interior del bloque,donde los intercambios se ordenan en tomo de la dominanteeconomía rusa. El comercio con el resto del mundo no re­presenta, pues, más que el 4 % del comercio internacional(volumen aproximado de los.intercambios holandeses)~. Porel contrario, lo~,intercambios exteriores socialistas son deci­didos por los planificadores que, al señalar los objetivos que<Jebe.alcanzar el monopolio del comercio con el extranjero,constituyen un arma formidable frente a las reacciones ins-

. tintivas y dispersas del comercio occidental.En 10 que respecta a los Estados Unidos, sus i~tercam­

bios no representan más que el 19 % del comercio mundial,contra el 22 % de la Europa de los Diecisiete. Los países conlos que comercia generalmente son: Japón, polo satéliteS,

'¡Américalatina 7,Canadá, Filipinas y Vietnam del Sur. En

¡definitiva, la polarización comercial tiende a esta.blecerse'bajo la forma de husos, si ·seexceptúa el. "imbroglio" comer-l. cial asiático con su división entre los Estados Unidos y Gran

Bretaña.

'Resulta también interesante :presentar los intercambiosinterregionales no ya bajo la forma de una polarizaciónamericana,· europea o· ruso-china, sino desde el punto devista de la homogeneidad de tres grandes bloques: el bloque

Etiopía

Posesiones francesas

4t.,J~' de Oeeanra,

Guadalupe/lB U.E.Po { MartinieaGuayana

IIU Egipto

camer6!!

PakistánIndia

dép.+ zonatl.' Ceilán

76.:/ Nueva ZelandiaO.E.c.E. a dep.+ G:B.

55.5Angola Australia

li.E.P. .Zonar; La ReuniónMozambiQue

Arriea

del Norte \ss.,u.l.P,

A.OI. u.u

3 Nota- 2, p, 31.

3U

FIG. 7. Europa sin fronteras. Espacio polarizado europeo(Fuente: "Espace opérationnel", Cahiers de l'ISEA, serip L. I)Q 3).

En lo ~ue concierne a Europa del Este, es necesariopuntua..hzarcon André Mardial que la Unión Soviética seaparta cada vez más de Europa occidental y de los Estados,Unidos para intensificar sus intercambios con sus satélites

RhOClesiadel Sur

UniónSudafrieana

o.E.C.L a dep.+zonaC

Europa del Este y de Rusia (292 millones) 3. Pero es aúnmás rica que éstas (540 dls. por habitante en 1954). Parti­remos de la E~ropa de los Diecinueve, comprendidas Españay Yugoslavia, para determinar la región polarizada que en1960 gravita alrededor. del polo occidental tradicional, poroposición a las regiones mundiales que, en su mayoría, de,:,penden para sus intercambios; de los Estados Unidos yde laUnión Soviética.

En un Cahier de l'ISEA, aparecido en 1958,había­mos represeptado la noción de Europa sin fronteras del pro­fesor Perroux mediante un mapa del.espacio polarizado euro­peo, definido como el conjuntó de las unidades geográficasque mantienen la mayor parte ~e sus intercambios con ·la.Europa de los Diecisiete. A continuación reproducimos estémapa.

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8 Cf. W. W. ROSTOW, The Stages of Economic GTO'Wt11, Cam­bridge University Press, 1960.

1) ,Las sociedades de arranque econ6mico, e~Jas que

el crecimiento de la renta nacional sobrepasa el límite de&umen~o demográfico y llega al 3 % por año, m~~~~a a laintroducción de la técnica moderna v a un intenSd:esfuerzo

.1 ',', ,.- .

inversor(aproximadamentelO % de la renta naci~~.a1)~Tales el caso de América latina. La tasa de crecimiento.aumen­

ta durante algunas décadas hasta alcanzar un· DláJCimO cer-cano al 7 % por año. .'

2) Las sociedades. adultas (madurez), que h<1Dsupe­rado la etapa de arra:qque económico y en las que la tasa decrecimiento se ve disminuida tanto desde el punto de vistademográfico como del de la producción (2 %). El n.ivel de

,vida por habitante supera un límite de 250 dls (1950). Estenivel de renta es superior al que se logra en Portugal; 200

comunista, el •.de los países. d~sarrollados y él de los paísessubdesarrollados. El mélpa~~~riente (Hg. B)deI11\1estra que,para el año 1956, el conjunto de los intercambios interna­cionales de mercaderías (importllciones+ expqrtaciones)·representaba 206 mil millones de dólares, o sea el 18 % delproducido bruto mundial. La parte más' importante corres­ponde a los intercambios de los países industrializados: 136mil millones de dólares, representativos del 33 %. de su pro­ducción nacional. Los países subdesarrollados solo realizanintercambios por un total de 4~ mil millones de dólares,peto esta cifra representa un porcentaje más elevado de suproducción: 37 %, Y está t>rientaqa hacia el exterior. Por elcontrario, los 21 mil millones de~dólares del bloque comu­nista .solo se refieren al T% de su producción aproximada-mente. Su desarrollo es autárquico. .

Para completar el estudio de Europa occidental en elamplio sentido de los diecinueve países del OECE,es nec~.sario considerar éstos desde el punto de vista no ya de su

. interdependencia y de la polarización de las econOllllas quegravitan en su torno, sino desde el de su homqgeIleiclad.

COllvienecIasificar las economías nacionálescontem­poráneas según el grado de desarrollo alcanzadoppf ellas 8.

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•'::::~::. .:.... .OrIente;::::::::::~::.. , .

~ ~fricatP del Sur

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FIG. 8. El comercio mundial. Oriente-Occldente-Naciones comprldidas. Exportaciones + Importaciones 1956. '

Fuente: United Natiom Statimcal Office··

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,_. 9 En 1958, el 59 % de las importacioncs r el 39 % dc las CXPOf­

'taéiones suizas. se realizan con la Europa de los Seis. En lo que~ncierne a Austria, las proporciones son del 52 % y50 %.

dólares, Grecia: 220, Brasil: 230. .Para llegar al grado demadurez, es preciso que la población activa empleada en elsector industrial alcance la proporción del 30 %; que no es

.el caso de Portugal, ni de Grecia, ni tampoco de Brasil.Re~lmente, estas naciones no han franqueado aún esta eta­pa, por lo demás peligrosa, como lo revela la historia deOccidénte durante el período comprendido entre las -dosguerras.

3) Las sociedades que han llegado al grado del consu­mo masivo, que se define por la existencia de empleo gene­ral por un nivel de vida por habitante que sobrepasa 500dólares, 1950, yen fin, por el hecho de que la tasa de creci­miento se mantiene o inclusive se acelera (5 %). Es el casode Francia, Alemania y,. en menor medida, de los EstadosUnidos y Gran Bretaña durante los años 1945-1960. .

En estas condiciones, ¿cómo se presenta la Europa de

los Diecinueve? El cuadro que reproducimos (cuadro I1)'resume el concepto y clasifica los Estados según pertenez­can a algunoA.e _lo~_m~sgrados citados de desarrollo.

8) Europa continental, Europa británica, Euro­,pa mediterránea. Si se desea avanzar en el estudio deEuropa, resulta útil distinguir dos grandes polos de desarro­llo, uno británico, otro con,tinental,y oponer dos tipos homo­géneos de nivel de vida: atlántico y mediterráneo.

El núcleo central de~uropa, desde la época medieval,reposa sobre tres vocaciones complementarias: la de Italia,conservadoradel sacerdotium¡ la de Alemania, poseedora delimperium, y la de Francia, promotora del magisterium. Enla segunda mitad del siglo xx, estos tres países constituyen

. ,el alma de la comunidad econ6micaeuropea. Sería neceSario,,Isi consideramosel aspecto de interdependencia de los inter­

'cambios comerciales, incluir además a Suiza y Austria '.Solo consideraciones 'ligadas a las instituciones financierasy pOlíticashan obstaculizado esta integraci6n.

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Luxembur¡o •••Paises Bajos

Industria,incluyendo construcción

-Agricultura

Bélgica

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R. F.de AI.mania

10 Desde 1961, la zona de libre intercambió comprende, porcorporación de Finlandia, ocho países.

" La .hemos llamado terrestre solo por oposición respecto¡de los siete países de la zona de intercambio libre 10, Entefccto, el papel que desempeña la agricultura en la produc­rción nacional es sumamente débil, corno lo demuestra el(gráfico pertinente (fig. 9). La propia Italia, en cuanto a su¡producción, solo resulta terrestre en un 22 %.

EE.UU.' Pero la Europa de los seis paí~s del Mercado ,Com~n. fno posee, como la Europa de los SIete, the seaman s pomt

771.'· :of l'iew, la mentalidad de la gente de mar. Para persuadirse380... d.·.e ello es.'sucifiente comparar, en primer término, las flotas374: ,.acionales y luego la impOltancia del comercio exterior.", La clasificación de las flotas nacionale~, por. orden de

anelaje y grupos europeos, al 30 de junio de 1959 era la':iguiente (ver cuadro IV):

CUADRO 11I

Estadisticas d.· producción 1958

(millones de toneladas)

La Europa occidental terrestre, que acabamos de bos~I'quejar, posee un poderoso polo de desarrollonetamente loca-1

lízado.Es el grupo Ruhr-Lorrain.e. En un .triángulo, en. e)lr••cual cada lado mide alrededor de 350 km , se haBan losre-lcursos europeos esenciales en mineral de hierro y en ·car· l

bón. Merced a la creación de la CECA, este grupo único enel mundo no está ya desmembrado por cinco fronteras. Unadefinición más precisa del polo franco-belga-alemán puede1ser dada, indudablemente, por un cálculo de los intercam­bios con cada uno de los países europeos, o mejor. aún, delas regiones europeas.

¿En qué medida se aprovisiona cada unidad territorialno soJamentede carbón y acero, sino también de productos'de las industrias asociadas (mecánicos, eléctricos, químicos)!situadas en el polo Ruhr-Lorraine? Aspiramos a que estdtrabajo, de enorme importancia económica, sea rápidamenteencarado por la Comunidad Económica Europea. La nece-:sidad de desarrollar la industria lorenesa y la del Mosa bélga.1aparecería así a plena luz, tanto más cuanto que los proble-;

mas dereconversión carbonífera presentarán graves dificUH¡!tades, cuyo' ejemplo más palpable hallamos, en la hora· FIG 9 ComunI"dad ew0r.: t d. l . l dI' d ..'. .'. .. . . a: par e e a agncu twa, e a ID ustría

actual, en BélgIca. . ,y de los serVICIOSen a producción social (afíos 1955-1956 enporcentajes) .

Si denominamos a los seis países de la CEE Europtenestre es por oposición a la Europa maótima anglo-sajo.¡nao Por cierto que, a priJ11eravista, en el mapa de la Euro!,:de los Diecinueve se advierte qúe todo el Occidente eur~.peo es una franja 'rodeada enteramente pare! mar. .

CEEIRUIURSS--Producci6n de acero •.58

I 20, I55

Producción de hulla ..246219353

Petr61eobruto tratado en refinería .......... 1

92I 32I 97

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CUADRO IV

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1956

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Importancia de los intercambios ,entre la OCE

(En miles de millones de dls.)(1957)

X 1%1 M

1958

-1....,.1-

Importancia de los intercambiosentre los Siete

(En miles de millones .de dls.), (1957)

Inglaterra posee'los 2/3 de la renta y representa el 60 %del .comercio exterior de la zona de. libre comercio.

Es así como,como muy bien lo destaca el profesor AndréMarchal, la asociaci6n entre el Benelux, Francia, Italia y-Alemaniaes una asoclaci6neIltre-iguales, y la de los Siete.un club' dominado por la ~ononúa británica.

Un segundo aspecto fundamental de la polarizaci6nes el de los ejes de desarrollo, que permiten no solo una

progresi6n en forma de estrella, a imagen de los grandescentros urbanos, sino también la localizaci6n lineal de acti­vidades según las grandes VÍasde penetrati6n, naturales oartificiales. La creaci6n del nuevo conjunto. econ6mico cons­tituido por el Mercado Común, 'implica la ádaptaci6n de losrecursos existentes al crecimiento de tráfico resultante de la­integraci6n progresiva de las economías nacionales.

39

Resulta indispensable, -ante todo, determinar la inten­sidad de tráfico sobre estos grandes ejes comunitarios, o me­jor aún, el incremento absoluto de tal intensidad. Este estu­dio indispensable, según nuestras informaciones, no ha sidoaún encarado en escala europea. Afortunadamente, el cuer­po ejecutivc del Mercado Común ha difundido diversas re­comendacionesrelativas a los grandes ejes viales, ferroviariosy fluviales, mientras que la OECE y la Conferencia Europea

Suiza ..... " ..40;~37,7Italia ...•.. ;.2540

Noruega ....

36,924,4Países Bajos .•3822

Suecia •....•39,439,9Francia ......2523

. Dinamarca ..•21,321,4Alemania ...•2924

Portugal •...

17,210,4Bélgica .....• 4233

CONJUNTO DE

CoNJUNTO DELOS SIETE

16,320,1LOI SEIS I 22,4 I124,8

3689

31551.

534

5119147434538!728

453

- Bloque del E~te

Europa de los Seis 11(CEE) ,

6. Italia •••.••••7. Países Bajos •.9. Francia •••••.

10. Alemania ••••

19. Bélgica ....•. '

2075610444

36232204.

580128

37735

2151 I 12. URSS •.....•1712 23. Polonia •.•...~88207

l;r 1-4896 ,- Fuente: Comité Central des Armateurs de France,

Studesstatistiques, 1960, La tnarine marchande.

Europa de loS SieteCABLE)

Otros países(OECE)

14. Grecia ••••• ~.15. Espaiía •••.••21. Turquía •••••24. Yu.goslavia ••••33. Irlanda ••••••

~37. Islandia •••.••

Se aprecia en seguida qu,e la Europa de los Siete e~netamente la del hombre de mar, puesto que posee una.

flota que duplica a la de la Europa terrestre de ,los Seis, ylsolo el bloque del Este es en- realidad continental conuná 'flota que represe:nta únicamente 1/5 de l~ correspondiente·a la Comunidad econ6mica europea. .~

Consideremos ahora el comercio exterior. La medid.'en: que los Siete dependen,de Gran Bretaña es apreciable' ':r;nentemás importante que l~ interdependencia de los SeiEs evidente que los Seis coñstituyen una economía abierta,mientras que los Siete conforman una economía dominadpor Inglaten:a y abierta por ésta.

11 Desde 1961, la Europa de los Seis, por incorporaciónGrecia~ incluye siete países.

38

Flotol europeol

l. Gran Bretaña •

4. Noruega •••••11. Suecia •••••••13. Dinamarca •••22. Portugal .....35~ Suiza •.•...••

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41

:11. Vocación y medios económicos de Europa

12 _"Variété", Essais quasi politiques: La crise de l'esprit, nota.iiblioteca de la Pléiade, t. I, p. 1000.

. "Europa", escribió Valéry, "no es solamente un cabodel Viejo Continente, sino un sistema formado por una diver­

}idád humana y por un espacio particularmente favorable ...Fsuna vasta usina; usina..enel verdadero sentido: máquinade transformación, pero además usina intelectual incompa­

,rable"-Cll. Es ella la que encierra toda la esperanza y todo el

¡,miedodel siglo, al par que todos los conflictos políticos, la: más grande extensión pacífica de inteJ:cambios y la más vas­ta empresa de fecundación intelectual. Creadora de naciona-lidades, acaba de concebir la constitución progresiva de una;federación económica bajo el nombre de Comunidad Euro­pea, y la oposición de los Seis y de los Siete no es más que1ma de las fases (~eadaptación institucional de la Europa de',los Diecinueve, que la OECE tuvo por misión reunir.Cuálesquiera que sean sus agrupamientos internos, el pode-río económico de esta nueva Europa, en la que la tasa acu­\rnul_ativade desarroJ)o alcanza 5 % por año y no es sobre­¡pasada más que por Rusia, en la que la producción bruta no'''s superada más que por América y dOl}de-la irradiaci6n de,os intercambios es la primera del mundo, ha concebido, enlos diez últimos años (1950-1960), una nueva filosofía. La

40

de 1\Jihistros de Transporte dirigieron comunicaciones sobre t'sto en parte es dabiuoaque la producción por habitantec.l mejoramiento de lasestadí~ticas. La fígura correspondiente había descendido, por influencia de la Segunda Guerra Mun­(fig. 15) traza los más importantesde estos ejes y, en cuanto _dial, a niveles muy bajos. Sobre un período más extenso, laFrancia, la intensidad del tráfico. Se apreci~ inmediata- 'separación entre la Europa agrícola del Sur y la Europa in­mente que el eje fundamental de esta Europa terrestre occi- .dustrial del Oeste y del Norte, no ha cesado de acrecentarse.

dental que es la Comunidad Económica de los seis países La evolución general del Occidente eurppeo es muy seme­del i\IercadoCmnún, está constituido por la vía Bhin-Mosa- jante a aquella que se observa entre países evolucionados yMosel¡¡~Saona-Ródan(), que une el Mar del Norte con el otros insuficientemente desarrollados en el conjunto mun­Mediterráneo. Alrededor -del gran eje Norte-Sur se ha de. dial. De acuerdo a este plan -y solamente a él- existe unconstruida intt'gración europea, y -Ia-dudad-llamada a tener i problema de proletarización creciente. Por el cÓl1trario, en

.la expansión más considerable es .Lyon, la antigua metró- el interior de cada país, el margen que separa los niveles qepoli gala, cuya función -como la de Estrasburgo y la de - renta más elevados ,de los más baj~s ha experimentado unal\1c;tz- es equilibrar la atracción monopolizadora de París. -reducción.

Debemos ahora abandonar por ~n instante el punto devisu de la interdependencia y de la-polarización para abor­dar eL aspecto de la _homogeneidad. Tal es la característicade Europa mediterránea. _

Un tercio de la población de Europa· occidental, o seaalrcdedtlr de 110 miJIones-de habitantes, vive con una renta­nor per!'ona inferior a 250 dls., 1950. Se trata de Turquía,Crecia, Yugoslavia, España, Portugal y el Sur (lC Italia. Enestos países esencialmente agrícolas, la mano de obra indus­trial nunca representa más de un cuarto de la poblaciónactiva. Entre un 50 y un 70 % de sus habitantes viven delos prociuctos' de la tierra. Estas naciones.tienen un génerode vida bastante. semelante al que existía durante los añosanteriores a 1860 en Europa occidental. Su tasa de creci­miento y desarrollo secular por habitante. desde 1850 a1950, _ha sido indudablemente il1ferior al 1 %, Y mucho me- -,nor aún con anterioridad a dicha época. En efecto, aun aeste ritmo tan lento, la renta real de cada uno hubiera de­bido multiplicarse por 50 en cuatro siglos y es sabido queal 3 % se duplica cada 25 años. Europa meridional es dosveces más pobre que Irlanda, y ésta, a su vez, dos veces máspobre que Gran Bretaña .. Además, es en los países europeospobres, es decir, los de Europa meridional. donde las dispa­ridades regionales son más marcadas. El mapa que reprodu­cimos Cfig. 10), emanado de la Comisi6n Econ6mica deGinebra, es particularmente silZnificativo.,

Si durante los años inmediatamente posteriores a 1950se ha elevado en -Europa meridional la tasa dedesarrolloJ

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irradiadón de Europa no es ya aquella del máximo _de ambi.1ci6n y de poderío de que hablaba Valéry; se polariza, esencialmente, alrededor de un máximo de fomento de los recur·sos y de un máximo de relaciones e intercambios. Los fen

,O MenQSde 65

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11 BD-I2S

• 12S-150M~s

• de '150

FIC. 10. Disparidad de lasrent..s regionales en los países de EUro:Occidental. La renta por habitante en cada regi6n está expresada' e

, ,porcentaje de cada renta nacional. i

menos de dominación se desvanecen ante la humana vocición de desarrollo. Como escribe el profesor Perroux, el pr~blema fundamental del crecimiento armónico se halla ligaq~31 de los costos. Llevar la producción r~al global al máxim@es un fin admisible siempre que esté sometido a ciertas lim~

42

taciones: las de esperanza de vida, de, equilibrio físicq y men­tal, de acceso a las relaciones y a la comodidad. Los precioscontables de hoy, dictados úni~amentepor las máximas pre­ocupaciones. eéonómicas inmediatas, deben inClinarse ante elimperativo del progreso del hombre y de los' costos compara­tivos ,d~l mañana 13. Resumiendo, la perspectiva occidentalno es ya la de Inglaterra frente a Portugal o la de Inglaterrae Irlanda, sino la de Occidente y la de los países en vías dedesarrollo.

André Marchal14 define de esta manera la vocación

europea: "Apunta a ]a independencia de los pueblos subd~sarrollados y no a su sujeción. Es de naturaleza colectiva.Tampoco tiende a la especialización territorial, sino al des­arrollo industrial diversificado. En definitiva, su objetivo esla colaboración entre :iguales y la ayuda de los más favore­cidos a los menos privilegiados."

l. Los medios de colaboración entre iguales.Según el plan' de la Com'unidad Económica Europea. lacolaboración no se limita a una política aduanera que im­plique una discriminación común con respecto a otras nacio­nes. Se traduce, además, en una política regional y en elordenamiento de grandes vías de comunicación continen-tales. ' ,

La existencia de desigualdades geográficas de desarrollo,la de políticas regionales en el seno de los· diversos Estadosy, en fin, la adaptación de las regiones fronterizas y perifé­ri~as a la constitución de un gran espacio económico, seránaJgunos de los asuntos principales por tratar por el Banco Eu­ropeo de Inversiones. Su capital de mil millones de librasesterlinas estará, en su cuarta parte, compuesto por los apor­tes de los 'Estados miembros y los empréstitos sobre el mer­cado constituirán las otras tres cuartas partes. La capacidaddel Banco podrá, además, alcanzar el 250 % .de su capitalsocial, o sea 2.500 millones de libras esterlinas. Por otraparte, este Banco europeo se complementa con un Fondo

l::P. PERROUX, "Les l'rojets spécifigues et les plans de développ­_mrn! ¡lam les, pays a crOlssance retardée", "] t Ini,'ers écollomiqueet sllcial", Encycl. fram;aise, t. IX.

,14 "Faux do~es d'organization européenne; Problemes écono­miques de l'Europe". Rev. f:con•• sept 1960.

43

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····aeri~$a(rói1otfelos territorios asociados, como 10 veremosulteriormente.

A los efectos de participar en el ordenamiento del espa­cio europeo, una de las funciones fundamentales del Banco ,.,será la de colaborar en la realización de proyectos detrans­porte, apuntando tanto al incremento de los intercambiosCOI1)O. a la creación de nuevas corrientes de tránsito. ~se esel motivo por el cual· las autoridades del Mercado Común

hacen llegar a los seis países de la Comunidad' precisas reco­mendaciones relativas al desarrollo de la infraestructura delos transportes. El problema más urgente toca ala efectivi­zación de grandes ejes comunitarios, y los proyectos se refie­ren tanto a las comunicaciones fluviales como a las víasferroviarias y camineras. .

Es conven'iente, .por lo tanto, evitar rozamientos entrelos seis países del Mercado Común y los siete agrupadosalrededor de Inglaterra. La OECE -hoy OCDE-tienepor misión realizar esta colaboración europea. A priori, elproblema parece delicado. Una tarifa exterior común acuerdaal interior del muro aduanero, por otra parte reducido, eS1supresión de la tasa físcal preferencial que resulta de laausencia de todo derecho de aduana. Por este motivo, lasempresas americanas 'prefieren hacer inversiones e instalar­se en la Comunidad antes que en Gran Bretaña, Suiza opaíses escandinavos. Con todo 15, la influencia de los preciosserá más acentuada en el sentido de la creación de iriter­cambios que· de un desvío de tránsito hacia el interior dela Comunidad europ~a. Es aconsejable, además, agregar alefecto de precio el de actividad o de renta. Indudablemente,toda demanda es más o menos sensible o "elástica" frentea una baja de los precios, pero nO lo es~~menQS_conrespectoa un incremento del poder adquisitivo. Dicho en. otras pala­bras, por obra de los fenómenos de polarización, de aglomera­ci6n y de economía de escala, ligados a la apertura del gran

mercado, los problemas de actividad máxima y de precio netomínimo cesan de constituir las dos caras (duales) de una mis­ma medalla. Es, por otra parte, lo que nos enseña la propiaobservación estadística en los casos menos evidentes. La de-

115 MORDECHAI E., KREININ, "The outer seven and europeanintegration", Tbc American Economic Re ..•.·je·w,·junio, 1960.

44

manda nacional global es•.a la vez, función de la elasticidaden relación al precio y de la elasticidad con relación a lasrentas 16.

Desde el punto de vista de los países comprometidos, lasupresión de tasas internas hace jugar a la ehlsticidad, enrelación a los precios, en un sentido desfavorable; en cam­bio, la aceleración del incremento de la renta debida a losfenómenos de polarización, resulta siempre favorable. Si talaceleraci6n llega a 1 % por año durante 15 años, y si lasbarreras tarifarias medias de la Comunidad son del 15 %, seaprecia que para elasticidades, precios y rentas de igual di­mensión, el efecto resultante es nulo. En otros términos, laelasticidad de la demanda frente a un aumento del poderadquisitivo es generalmente superior a la elasticidad de lademanda frente a un alza relativa .de precios. La zona delibre intercambio no tiene nada que temer, a largo plazo, dela Comunidad Econ6mica Europea.

Pero el problema es otro. Se"encuentra en la cohesión 'yextrema complementaridad de las economías que componenla zona de libre intercambio dominada por Gran Bretaña.Además, las dos pequeñas Europas, marítima y terrestre,poseen una ventaja comparativa simultánea sobre dos terciosde sus exportaciones; son, pues, altamente competidoras 17.

La gran mayoría de los productos en competencia son ar­tÍCulos manufacturados, químicos o de equipamiento. En 10inmediato, la constitución de dos bloques· rivales no seríanefasta ni para el uno ni para el otro, pero a largo plazorepresentaría una barrera que haría peligrar una futura inte"graci6n. Si no se crea desde el principio un vínculo entre elClub y la Comunidad, la constitución del primero es suscep­tible de ahondar las divisiones europeas. La función de laOCDE es evitar un rompimiento de esa naturaleza.

La funcióp que debe cumplir en segundo término es lade llenar ciertas lagunas que existen en cuanto a la ayudade los más favorecidos a los más desfavorecidos.

18 D = kRa p~, siguiendo la fórmula de Cobb-DouRlass, o:D = demanda; R = renta; P = precio; a = elasticidad en relacióna la renta; ~ = elasticidad en relaci6n al precio.

. 11 Kreinin utiliza ]a relación exportación-importación de cadamelcadería como índice de la ventaja comparativa de una nación enla producción de esa mercadería.

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2. La ayuda -de los más favorecidos a los másdesfavorecidos. Escribe Fran~ois' Perroux: "Los móvilesalocéntricos no poseen un rendimiento económico necesaria­mente más débil e incierto que los móviles egocéntricos"18.Las sociedadeséomercialesdel Occidente europeo lo demues­tran pOi'su evolución. De los tres procedimientos inmemoria­les, la compulsión, el intercambio y la cesión, renuncia pro­gresivamente ~ primero para recurrir de manera cada vezmás intensa a estas "transferencias sin contrapartida que en­trañan atribuciones económicas más racionales".

Ayuda.de capitales, estabilización de precios, formaciónde cuadros para cooperación técnica; ninguno de. estos ins­trumentos implica dominación si son aportados en comúnpor los países competidores. Más aún, los acuerdos bilatera­les entre las naciones asociadas superan, en su voluntad decolaboración y sociabilidad a la par que en su importanciafundamental, lo que instituciones aún muy jóvenes permi-ten actualmente realizar. -

En el esfuerzo cumplido para facilitar el progreso depaíses en vías de desarrollo, la nu.eva Europa se halla parti­cularmente bien ubicada para ayudar a la formación de los­cuadros administrativos y económicos que requieren las na­ciones subdesarrolladas.-. .

- En 1955-1956,los países de la Comunidad europea hanacogido a 29.000 estudiantes extranjeros, comparados con12.000 recibidos por la URSS y 10.000 por el Reino Uni­do. En este terreno, las tendencias de-la ComUnidad econ6­mica europea son innovadoras y reposan sobre dos princi­pios: la creación de. un instituto, europeo de desarrollo, en­cargado-de la designación de expertos y de la formaciónprofesional, y -la realización de un plan regional de coope­ración técnica para el conjunto del continente africano, aimagen del plan Colombo, administrado por igual por lospaíses donantes y)os países beneficiarios. .

Para liberar a los países en vías de desarrollo de unmonocultivo que, como sucede con el café brasileño, sometala economía a las.variaciones de precios de un solo artículo,la .Comunidad europea .se halla especialmente bien situada

18 FRANQOIS PElUlOux., Economie et sociéú: contrainte, éc1lang~et don, Presses Universitaires de France, pp. 13-16.

46

...• -.

-'para estabilizar los valores de las materias primas. En efec­'to, es simultáneamente la pÍincipal compradora de estosproductos y el lugar donde las-ímportacionesaumentan másrápidamente. Deberán celebrarse acuerdos que mejoren los

-precedentes de las cajas de estabilizaciQnen las· posesiones

francesas de ultramar, o los "marketing boards" británicos.De todas maneras, l~s productos tropicales de los países aso­ciados cuentan, en el Mercado Común, con la protección dela tarifa exterior, contra la cual se rebela América latinasin -otra razón que la zona de libre comercio.

Esta estabilizaCiónde .ningún modo apunta hacia unnuevo pacto colonial de seis, ya que! el tratado de Romaprevé la protección de -las incipientes industrias -de ultramarfrente "ala de sus mayores, los europeos. Esos países puedenpercibir derechos de aduana que respondan a las necesida­des de su desarrollo y a los requerimientos de su industria-lización (art. 133). .

En lo concerniente' a las inversiones indispensablespara un crecimiento armónico19- de los países más pobres,puede fácilmente establecerse un orden sumario: para per­mitir una producción final de un millón, se necesita unequipo tres veces más importante, Para aumentar la produc­ción global en 1% anual, es preciso, pues, invertir 3 % dela renta nacional. Como-la población de los países subdesa­rrollados tiencie-a-irtcrementarseen un 2 % anual, p~ra man­tener el tren de vida nacional en su nivel actual, es indis­pensable invertir el 6 % de la rettta. y para asegurar unaumento de ésta del 2 % anual -que es mínimo- se hacenecesario invertir e112 % de la renta de los países subdesa-rrollados.

Este considerable esfuerzo, que dichas naciones no pue-den realizar por sí solas si no es pagando el precio de unrégimen marxista autoritario, retardando' veinte años el be­nef.iciode una inversión forzada, es el sacrificio del bienes­tar de una generación y del accesoa la libertad democrática,sacrificio que puede ser evitado mediante la ayuda de laComunidad Europea, de la ODCE y del Banco Interna-cional.- _....,

19 Es decir, concebido de tal manera que en cad., sector laoferta responda a la demanda.

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Los países de ultramar asociados a la Comunidad Euro,'.pea representan 55 millones de almas cuya renta puede ser'evalu~da en 20 100dls por habitante, o sea 5,5 mil IllilJones.de dólares. La inversión anual indispensable puede alcanzara 660 milJonesde dólares por año. , .

El Fondo' Europeo de Desarrollo se halla dotado, paralos 5 añosc;oIDprendidos entre 1958 y 1962, de 580 millonesde dólares. Los dos contribuyentes principales son Alemaniay Franciá,' que aportan cada uno 200 millones ded61ares. fLa distribución se aplica a los proyectos presentados por.loscLgobiernos deilos territorios de ultramar. En 'realidad, el Fon-)do ha comenzado a funcionar solo en 1959, siendo 196mel primer año de actividad normal. Desde su creación,por¡:

160 milloncs de dólarcs han financiado 180 proyectos. Perojla actividad del Fondo Europeo es progresiva y representará!un promedio de 116 millones por año. Se trata, evidente-~mente, de un esfuerzo suplementario que se agrega a laf!­acción bilateral de los países asociados y a las inversiones decapitales privados que acompañan a las de los capitales pu-'blicos.

A título de ejemplo: a la ayuda que la CEE otorga allos países asociados a Francia, que' representa unos 100IIlHllones de dólares por año, término medio, agrégase la ayuda~'publica bilateral de 200 millones de dólares promedioJ acor­dada por Francia 21. Si se añade el aporte de los capitale:;.privados, queda claro que para los países de la Comunidad~

francesa casi dos tercios .de las inversiones se hallan~~&~ra-~Idos por Europa y la metrópoli, quedando para los países su~~desarrollados solo un tercio de la carga. Y si se piensa' enla proporción inversa -un tercio-dos tercios representa, se­gun el profesor Tinberger, un ideal difícil de alcanzar-, elejemplo de Francia induce a la reflexión.

20 África Occidéntal, 50 dls, Congo belga, 60; Túne~, 120; Ma­rruecos, 160 aproximadamente.

21 Argdia se halla excluida de esta cifra. Francia invierte 1.200millones de dólares por año en los países subdesarrollados, o sea 6.000nlil10nes de nuevos fiancos.

48

'''---

CAPITULO 11I

COOPERACION DE LAS REGIONES NA~CIONALES

La región dentro del Estado no debe ser considerad~como entidad independiente, sino, como parte de un todo,ligada a las demás unidades regionales y subordinada a laconcepción' nacional de bienestar com1Ín. .

En lo que se refiere al in terés de las diversas regiones,nadie puede admitir un conflicto cuya .solución se alcan­zara independientemente de los intereses de la nación. Aunen el seno de la federación americana, el.interés regionaldebe .sacrificarse al interés nacionaI,y con más razón todavíaen los Estados que han repudiado el federali$IllO. Un ejem­plo típico de esta situación ló constituy~ la represión delmovimiento girondino en los primeros años de la Republicafrancesa. En. todos los Estados soberanos, la región no cons·tituye un fin· en sí misma, sino un instrumento del bienestarnacional.

lo que define a .la región es la ause:ncia de una unidadpolíticayfa existencia de lazos económicos y sociológicos.

En Francia, un reciente decreto del 2 de junio de 1960~a permitido la armonización de las circumcripciones admi­

nistrativas en el seno de 21 regiones de pro~rama Cfigs.l,3). Estas ci!cunscripeiones pueden, ya sea subdividir las re­giones (Administración de Bosques), o bien reagrupadas(Navegación aérea). Es así que la región de programa cons­tituye tan solo una cómoda unidad de base para la acciónadministrativa y la valoración del ,país. ' ,

Elprohlema de la unificación administrativa regionalno es nunca otro que el de una eficiencia económica má­xima, y no ppr cierto la satisfacción de aspiraciones locales

49

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de renacimientos locales favoreciendo a las metr6polis regio­nales susCeptiblesde equilibrar el crecimiento parisiense.

En, otras palabras, la espontaneidad regional debe poner­se al servicio de una creación voluntaria. Indudablemente,esta espontaneidad es, ante todo, local, y la realidad socio­lógica y autónoma lo es en pequeña escala. Y para hacerdesaparecer estos conflictos -resulta particularmente útil la

noción regional. Al mismo tiempo se trata de una creación.. continua, para colaborar con la cual es' preciso primeroIl poseer elementos de estudio y de información, y segundo,

forjar los instrumentos generales y locales de acción.

1. Elementos de estudio e información. Los me­dios de estudio son indispensables para la puesta en marchade los instrumentos de acción, pero no poseen valor si nose hallan aliados a los procedimientos de información nece­sarios para la adaptación y la eficacia del conjunto.

Sin duda, las nociones modemasrelativas a la investi­gación operativa y a las relaciones públicas de las empresassaldrían ganando si fueran trasladadas al dominio econ6­

mico regional; las técnicas clásicas, tanto aquí Comoallí, apa­recerían inmediatamente como poco eficientes y anticuadas.Cada una de las empresas privadas sabe que debe con­

tar con el apoyo del púbHco. Y con mayor raz6n aún, con .el apoyo de los organismos regionales. Como estos últimos

t tienen por fin modificar ciertas actividades y costumbres,necesariamente deben encontrar resistencia respecto de loscambios proyectados. Ya sea que se trate de inercia, decreencias colectivas,.de inter~ses personales o de resistenciaa la subordinación, las técnicas son las misma~en la regióno en la empresa. Las estudiaremos más estrechamente con

'relación al problema planteado. Asimismo, a la par que losinstrumentos de acción regional, iremos estudiando:

a) formación de investigadores;b) información de la opinión;

c) conducta de la investigación.

a) Formación de investigadores, En materia de inves'"~igación,la.falta de técnicos ha dificultado en Francia, desde¡tiempoatrás, la concepción de los programas regionales. Con

50

l. Problemas comunes

con Un fin independiente. Se hace necesario, pues, dar unpaso más. La eficiencia económica supone la participaciónespontánea de los productores y consumidores regionales:los problemas sociológicosy los económicos están ligados, ,entre SI.

En Francia, las discusiones,suscitadas .pOr las regiones­de programa y por su agrupamiento eventual en 9 regioneseconómicas,han demostrado que la conciencia de los proble­mas regionalesse había definido y reforzado.Hoyes necesariosolucionar las interdependencias regionales. En efecto, las re- ~'giones no podrían ser concebidascomoun mosaico,de espacios'poco diferentes entre sí en cuanto a la industrialización ya lariqueza de sus ac.tividades.De acuerdo al estado actual dela técnica, una concepción semejante solo es aceptable enla escala europea. Necesariamente, se establecen vínculosentre las regiones justificadas por las zonas de merc~do ylas posibilidades de desplazamiento relativas a los consumosy a las actividades corrientes. Dichos vínculos son ~osresul­

tantes de los intercambios indispensables y de la necesidadde unirse para resolver cierto número de problemas quesobrepasan la escala de la región de programa, sin exigiraquella de la comunidad nacional o europea. '

El error más grave sería' suscitar' un~ competencia des­tructiva entre regiones deseosas de obtener ciertas ventajasde la capital a expensas' de otras partes del territorio. Taldivisión aseguraría, indudablemente, el reinado económicode la metrópoli nacional, pero no el progreso económico.

Corresponde, entonces, a las regiones agruparse espon­táneamente y c00E.erarpara la solución, por una parte, desus problemas comunes y por la otra, de sus interdepen­dencias.

La conciencia de una vida regio~~l debe provocar lapolarización de actividades más favorable al acrecentamientode la producción nacional, concebida en su conjunto. Debetender, no a respetar un reparto intangible de la población,sino por el contrario a asegurar la flexibilidad del empleo yel desplazamiento de la mano de obra. Tampoco a detenerla declinación de las ciudades ,muertas, sino a sacar partido

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8 Nuestro pen'samiento se halladefmido en Cahiers de scfenceéCO'llOttJique(ll'1'liq:uée. serie L, nO 3.

"~:

S3

de una misma región, sino entre diversas facultades y ádmi·­, nistraci!lnes en e} plano internacional8•Si se reconoce que el crecimiento econ~mico. eS,ante

todo, regional, un proyecto semejante -preconizado, porotra parte, por el ConseJo Económico-'::' será sin duda con­siderado como particula~ente necesano, en especial, en elperíodo de adaptaciúnal Mercado Común. Pero tal esfuerzono podría ser encarado ni producir sus frutos, sin la activaparticipación de la opinión pública, a la que es, preciso in·formar.

b) Información de la opinión públi~. Tan topara laregión como para la gran empresa,' resulta especialmenteIlecesaria una organización de "relaciones públicas". Enefecto: es conveniente preparar una favorable acogida a lasnuevas ideas, pues éstas tropiezan al principio, inevitable­mente, COn la inercia, las creencias establecidas, el interéspersonal y la aversión hacia toda nueva subordinación. .

El individuo se resiste instintivamente a todo nuevo

comportamiento, por la sola razón de que está habituado a'las antiguas costumbres. ·Todo ca~bio le resulta penoso,pues trae consigo incertidumbres y el abandono de normasde conducta conocidas. Nadie está seguro de las consecuen­cias del cambio proyectado. En es~ial, la comunicaciónestadística de datos re~ionales considerados confidencialespor las empresas, engendra temores incalculables, no obstan­te las garantías que podrían ot~arse contra, una posible di­vulgación. El peso de las opiniones locales no es el menorobstáculo. Qi~rtas convicciones que, pertenecen al folkloreregional deben ser pasadas por el tamiz. La más extendida,indudaMemente, e~ el mito que se remonta a los poemas deHoracio según el cual la emigración de los campesinos hacialas ciudades es motivo de decadencia. Pero esto que resul­taba acertado en tiempos de' una economía de producciónesencialmente awicola, ya no lo es con respecto a una eco­nomfa industrial como la nuestra.

El progreso técnico v la natalidad originan el desplaza­miento forzoso delexce~ente de ~blación rural, mientrasque el crecimiento industrial engendra escasez de mano de

1 Ciertas obras extranjeras, traducidas al franc~ constituy~~:un aporte inestimable: HOOVER, lA loctIliSllticns des caem;tés ~~miques (trad. J. ALAtIllJUfr), Ed. Ouvrieres, París, 1955. M

2 M. BVÉ, "In{orme de la Comisión de las Economías Regió-j,I)alcs", Les moyens d'rme politique des économies régitmalcs. Co¡(s.cjo Económico, 12 de abril dé 1957.

52

frecuencia nos hemos limitado a simples monografías de graninterés folklórjco y científico, pero de limitados horizontes.A falta de 'investigaciones suficientemente informativas

y de análisis más económicos que geográficos o morfológicop, ~.fuefolZOso recurrir a un empirismo de circunstancias o aun romanticismo de tem¡ño.

Estas circunstancias explican el porqué delmétódo-utilizado con tanta frecuencia- de recurrir a algunos ex",:pertos extraños a la región, de quienes se espera un informe "objetivo que seguidamente se So~eterá, para que den suparecer, a las competencias locales. El primer problema re­gional es crear técnicos regionales.

Es indudable que el dominio de, la--ciencia"-económiCar€gional no se halla aún suficientemente desarrollado. Nohay a disposición de los investigadores ningún manual.elemental lo bastante difundido como para que asimilen el!rud~entoeconómico .indispen~~le 1. T~l comp. lo se~al:,n1losmformes al ConseJo Econornlco,sena esencIal la rap1dalcreación de una cátedra de economía regional ~ en ,el sen9;jde un número limitado de universida~es-lIave. '

El heCho de que·su asiento se halle en una Facultad de

Letras o en una Facultad de Ciencias Económicas, es una •.~querella de profesores que debemos considerar Con irónical~

indulgencia. , .' ._,Cada una de las capitales regionales debería impartir!

enseñanza poli técnica de investigación operativa que en­,samblarÍa las diversas especialidades interesadas: economía, a

geografía, sociopsicología, derecho administrativo y especia",:, lidades científicas diversas. En resumen, tales centros debe-."rían especializarse también en el estudio del crecimiento y"lplanificación de los países subdesarrollados con los cuales)la región mantiene lazos más estrechos. De este modo, nO}1solo sería posible realizar la colaboración entre las facultades~

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hacia'lás ciudades es solo un ejemplo. La conciencia de gru­po se halla sujeta a desplazamientossocialesy ligada a facto­res que posiblemente hayan sido decisivosen el pasado, peroque'ya no lo son. .

Asimismo, quienes suministran los datos estadisticos ypreparan- los estu;diosecon6micos, deben proporcionar unfuIldamento objetivo lo más seguro posible, destinado a per­mitir la' formaciÓnde una nueva conciencia de grupo y deuna cooperación regional.

Aun cuando frecuentemente la conducta de los hom­bres es irracional, no les agrada que se les mencione tal cosay, prefieren ~parecerl6gicos ante los demás y ante si mismos.

Cuando la "clientela" de los organismos regionales tie­ne la' impresi6n de que los datos solicitados se hallan des­provistos de un fin preciso inmediato, 'explicará su actitudhablando de "papelería administrativa". Esto si~nifica quelas intenciones relativas al ordenaIniento regional no son niconocidas ni comprendidas y, en consecuencia, no sqri acep­tadas.

'--' En el ordenamieIito del territorio, los realilftdores pri-. 'Vados,es decir las empresas, son no solamente los mejoresinformantes, sino también los agentes indispensables para laformación de investigadores cientificos. Es conveniente,puesJ que estas empresas adquieran conciencia del interésde las investigaciones regionales, independientemente de laayuda financiera que el poder central, es decir la capital,pudiereotorgarles. De lo contrario, el ordenamiento regionalse les aparecerá siémpre ~omoun intermediario oneroso quese interpone entre sus sindicatos y el poder centralizador.Es necesario, además, Que las empresas adquieran el con­vencimiento de que quien concibe el ordenamiento no esun te6riconacional, sino alguien que conoce la regi6n y par­ticipa de su vida efectiva. Tales son las caractensticas y.f1.Jncionesde las facultades regionales~

Q>mo toda regi6n debe ser dinamica y constituir unode los elementos de la solidaridad nacional, parec~ria queciert?S problemas son inássusceptibles que otros de hacersurgIr una conciencia y una solidaridad económica locales,independientes de las' acciones sindicales dispersas y noregionales. .', Uno de estos problema~tipo es el siguiente: ¿en qué

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obra en las ciudades. La eco~omia francesa es de las ~enos'urbanas y, a t$tulo deejeinplo, la región lionesa presentauna pobreza considerable de centros urbanos de medianaimportancia (20.000 a 50.000 habitantes). Resumiendo, elpropio plan económico nacional estima que para la genera­lidad de Francia y hasta 1965, la población activa,agrlcoladel sexo ~asculino ha de dismipuir, en Jorma algq másr~pi­da que en el pasado: 60.000 agricultores por año en lugarde 50.000; este movimiento entrañaria .también un descensode la, población agrícola femenina, cuyo promedio, alrecle­dor. de 30.000 unidades, es activa. En. total,. la poblaciónagrrcol~activa debe.disminuir, desde 1956 a 1965, en aproxi­madamenteun millón de' personas, de las cuales 2/3 seránhombres y 1/3 mujeres. Ello, sin embargo, no representarátina baja absoluta de la población rural4 •. ,

, ........•.No hay que creer que las emigraciones representen unmal por sí mismas. Lo importante es el númetode empleosl'emunerativos que una región de partida puede suministrary lasposibi~idades de ascensión social que reserva la regiónªe acogida. Entre 1929 y 1949, el Far West, región de esteultimo tipo, acrecentó su rentaglobal:en un 227 %, pero larenta por habitante realiza un progreSo menos rápido quela del conjunto de la nación, o sea una media de 86 % COm-parada con una de 96 %'. .

'. La filosofía ~e esta paradoja es simple: los nuevos in­migrantes, muy numerosos, hán incrementado sus mejorassociales de. una manera inesperada,. pero partiendo de unnivel apreciablemente inferior. al promediQ nacionaL, '

Por el contrario, ,el·Noroeste, región de partida, cuyapoblación permanece' prácticamente estacionaria, durante elmismo lapso ha visto progresar su renta por habitante másrápidamente que la del conjunto de la nación (1"38 %).'Demanera genera4 las, regiones.de emigración en los EstadósUnidos (Sudeste, Sudoeste, Noroeste), constituyen los es­pacios donde el aumento del nivel de vida por habitante ha"sido mayor entre 1929 y 1949. Es ésta una verdad sobre laque deberían meditar los regionalistas cuando pretenden. de­tener los movimientos de población.

La prevención con respecto a la emigración del campo

4 Teniendo en cuenta el actual índice de natalidad.

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57

T Más adelante daremos un ejemplo típico.

las facultades, los centros de ordenamiento del territorio, lasoficinas regionales del INSEE y las direccione:i regionalesdel Banco de emisión. La reciente toma de conciencia delespíritu regional constituye, en efecto, el principal motor dela realización de las investigaciones operativas que permitanel mejor aprovechamiento posible del territorio.

c) Conducci6n de la investigaci6n. Toda investigaci6ndebe adaptarse, necesariamente, al problema estudiado, yvariar en función de aquél. Un estudio profundo de estasadaptaciones será presentado más edelante. De todos modos,es posible enfocar al problema bajo su aspecto más genera~pues si te6ricamente el método de investigación regionales sencillo, en la práctica choca contra graves obstáculos.

En su forma más sencilla, la investigación regional tie­ne que ver con la producci6n, el consumo y la· adaptaci6nespacial a los menores costos de la oferta' y la demanda.·Prácticamente se traduce en tres etapas distintas y sucesi­vas: estructura, oportunidad, programa.

La primera etapa consiste, an~e todo,' en una descrip-_ción y un análisis de la actual situación por sectores econó­

micos, por grupos sociales y por subregiones geográficas,trátese de corrientes financieras o de corrientes reales. El

encuadre de una contabilidad económica regional y de Una

tabla de las entradas y salidas por sector, resulta aquí. parti­cularmC]lte precioso 7. Por lo demás, se hace necesario unanálisis de las últimas evolu.ciones, como asimismo la iden­tificaci6n de los factores dinámicos de crecimiento Y losprincipales obstáculos al progreso. Aquí es- donde resultaparticularmente eficaz la cooperaci6n interregionaL LOs mo­vimientos interregionales de mercaderías son importantesen los grandes ejes. Los movimientos de capitales -podránser útilmente racionalizados. El problema de las evolucionesde estructura y de las ventajas comparativas exige estudiossimultáneos después de un previo acuerdo. Asimismo, es me­nester realizar una nueva valuacióndel potencial de los ro-cursos locales. El conjunto permite deslindar las posibilida­des de crecimiento y el esfuerzo que resulta necesario para

Ii J.-R. BoUDEVJLLB, "Contribution a l'étude des póles de erois·sanee brésiliens", Cahiers de "ISEA., (F, ne>10). ~

(1 Cabiersdes ~éminaires d'Econo11lie Politiqtte de la Faculté deJLyon. .

56

medida la región lionesa, por ejemplo, procura más divisaspor sus exportaciones que las que consume por sus importa­ciones? ¿De qué manera debe favorecerse su desarrollo paracompensar este aporte gratuito a la nación? El desenvolvi­miento de las oficinas regionales aduaneras responderá, enparte, a estos interrogantes.

Es conveniente, además, llevar la información a unplano más elevado y demostrar a los espíritus esclarecidosde las diversas profesiones el avance de los estudios regiona-'les en el extranjero. Se advierte así que el análisis de lasrentas locales adopta las normas clásicas V se halla eficiente­mente puesto en marcha en los Estados Unidos desde 1952.Asimismo, en Brasil, desde. la misma época existen evalua­ciones predsas de la renta de los diversos Estados y han sidopuestas en vigencia matrices técnicas regionales a partir de195611• El autor ha tenido la especial satisfacción de partici­par personalmente en estos trabajos. En Francia, el mismoesfuerzo se ha visto brillantemente coronado por el éxito en·Lorena yen el Norte, regiones particularmente modernas yactivas. Es de desear que Lyon figure igualmente en el- cua­dro de honor de los propulsores.

Por lo tanto, las diversas "sociedades de economía pQIí­tica" podrían ser llamadas a multiplicar las conferencias so­bre la contabilidad ~conómica regional y los numerosos cua­dros de entradas y salidas confeccionados tanto en el exte­rior como en Francia.

Las facultades deberían difundir traducciones de los

artículos y obras más interesantes que existen sobre la ma­teria 6.

Cabe destacar, en fin, la particular importancia deefectuar censos cada diez años, no solamente en lo que con­cierne a la agricultura y a la demografía, sino también ysobre todo en el campo industrial. .

En el momento actual, v en lo referel)t~JlI;l~ reJaciones

públicas regionales, surge 'l~ necesidad de una coordinaciónentre los servicios económicos de las prefecturas regionales,

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de trabajo ciertas administraciones regionales. La ayudaaportada por los seminarios de ,las diversas facultades, porintermedIO de sus institutos de jnve~tigación, será inaprecia~ble. Por consiguiente, y siguiendo, el criterio del Congreso

, ,de Montpellier,parece indispensable' sujetar el investigador'econ6mi~0 al secreto profesional y a las sanciones econ6micas.':JJn,segupdo obstáculo es la distorsi6n espontán~a d.eciertas encuestas en un nivel comunal. Esta es la falla delas encuestas realizadas por distintos alcaldes. Puede sucederque sean más conscientes respecto del interés local que dela exactitud obje!iva. Por el contrari~ los'miembros del cuer­po docente, dotados de una formaci6n deptífica y técnica,constituyen los .ÍnterIocutores ideales para las encuestas re-giOliales.Más que ningún otro, ellos cuidaran de contestaren fo~maexacta y precisa cualquier cuestionario, por com­pl~Oque sea~,' '

, Un tercer obstáculo lo constituye la competencia queciertas regiones se sienten· tentadas de hacerse respecto delóssel'Viciosparisienses, con gran perjuicio para cada unade ellas. El hecho de, que numerosas sedes .sociales se en­CUentren en la capital, aumenta el peligro de no poseer enFrancia ,más que-'un centro de decisi6n: París.

Finalmente, en un nivel nacional, conviene señalar dosdeficiencias casi igtla1mente funestas. En primer lugar, laausencia de un censo indusma1 que precede a todo -estudio

profundo de la estructura y de las corrientes econ6micas re­gionales. Francia es, actualmente, el único país evoluciona-do que presenta tal deficiencia. En segundo lugar, una mul­

ti- Jiplicidad de organismos de estudio en, un nivel nacional:Direcci6n de Administraci6n Territorial, Servicio Econ6­

Lmicodel Ministerio de la Industria, Servicios Regionales del!'Comisariato de Planes, todos ellos insuficientemente dotadostqe efectivos, insuficientemente coordinados y en contacto epi­

s6dico tan'o con el INSEE como cón el Servicio de Encuestas'Económicas del Ministériode Finanzas. Además, si conside­',:ramos que el gran dispensador de ayuda financiera, es elfPonsejo~ de Direcci6n de los Fondos de Desarrollo Econ6-é/micoy Social, pasamos de la diversidad de los organismost~e estudio a la multiplicidad de los instrumentos de ~cci6n~~e1a política econ6mica regional.

lograr las tasas y los tipos de crecimiento contempladospara el porvenir.

La segunda etapa consiste en el diagn6stico de lastendencias futuras probables a corto pla~. Conviene des­lindar las posibilidades de' modificaci6n o de persistencia delos, principales factores de influencia internos y externo.s. Eléstudio de l~"propagaci6n regional de las fluctuaciones eco­n6micas exige' una' coordinaci6n de los métodos y uriacen-tralizaci6n interregional, de todos los datos. '

La tercera etapa consiste en realizar una exacta vaIua­ci6n de los recursos públicos y privados disponibles, tanto¡desde el punto de vista, financiero como del técnico. Estosinstrumentos, 'una vez reestimados, permitirán la fOrmula­ci6n de programas científiCos y de proyectos parciales, cuya

,prioridad 'sera más o menos imperativa según .la escasez 'de'recursos disponibles: Resulta fundamental el acuerdo entrelas regiones interesadas para logra,run Iiláximo de rendí- 'miento en pro del interés común.

En definitiva, ,larealizaci6n de una investigaci6n impo­ne la formaci6n regional' e interregional de un gmpo o~

rativo interdisciplinario, análogo a los que actualmente estándemost":3n~o su ef~cacia ?l. servicio de !as ~ande~ empr~s.

ASImIsmo, baJO la eglda de los smdIcatos mterprofe-sionalcs, los comités de organización y las cámaras ,de co~mercio, es menester ,reunir, siguiendo un plan de 'libre dis­cusi6n y bajo la direcci6n de un simple árbitro, a los.admi­nistrador~s públicos, los ge6grafos, los representantes lieIaciencia econ6micay de la ciencia política, los psic610gos so- ,ci:iles, los ingenieros, y los juristas. . , ,

La necesidad de trabajar en común resulta aún JIl8yoren el. plano regional que en el plano nacional o de la fin:na.Si es menester convencerse de esto, baste considerar c6mo,en la práct,ica, la investigaci6n' regional tropieza con gravesol),stáculos., "

Los obstáculos con que se ,tropieza en la inv.cstigaci6nregional son de cuatro 6rdenes. Citaremos aquellos a losque mas urge poner remedio en Francia.

Recordemos, por ejemplo, al nivel de la empresa, el te.•mor a divulgar el secreto de los negocios. Ahora, bien, lªposibilidad de una fusi6n an6nima de, los documentos esm­dísticos tropieza a menúdo con la imposibilidad de recargai

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11. La interdependencia de los problemas particulares

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agua exige la construcción de embalses aguas arriba dentrode un país, y de diques aguas abajo en otro (como en el CélSO

del· río Colum?ia), los países, ~ a~túánpor sel)arado, difícil~mente adoptaran un plan que dlsmmuya los gastos y aumentelos mutuos beneficios. La estimaci6n de las ganancias y cos­tos de cada país puede, por el contrario, servir de base a lasinversiones monetarias que se realizarán de un país a otro,

los pagos en especies y otros convenios destinados a una equi- .tathra distribución. Este ejemplo, que se refiere a la produc­ción de energía, puede ser extendido a los ejes de transporte.Pero aquí nos referimos a las interdependencias económicasgenerales, que constituyen el objeto de la segunda parte denuestro' estudio. .

La cooperaci6n regional se justifica, esencialmente,. porla interdependencia de los problemas que ligan regiones con­tig\las, ya se trate de la actividad en curso o de evoluciones alargo plazo.

A) Problemas de funcionamienta y de equilibrio.La búsqueda de una sOlución óptima a los problemas de fun­cionamiento y de equilibrio es fundamental tanto para lasempresas cómo para las regiones. En uno como en otro cás()se pone de relieve la importancia de-Ias relaciones exteriores deaprovisionamiento y de utilización, de entradas (input) y desalidas (output). A semejanza de las empresas, la interdepen­denciade las regiones encuentra su origen en la diversidad deestrllcturas y de especializaciones de cada una de ellas. Elmejor servicio de clientes _yproveedores exige una coordina­ción de los intercambios y una centralización de dichos ser-vicios. .

La diversidad de las estructuras regionales resulta menosde las condiciones de producci6n· de artículos del mercado re­gional o Jocal que de la especialización en artículos cuyo mer­cado es internacional. Desde el punto de vista de-la demanda,el nivel de rentas regional, fuente esencial del poder adquisi­tivo, constituye una base común para las investigaciones demercado respecto de aquellos artículos cuya comercializaci6n

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8 En 1956.

2. Instrumentos de acción. Crecer. organizar -es­

cribió Edgar Pizani-,· significa crear plazas fuertes, diseñarlíneas de fuerza. Una polítka decrecimiento y de organiza­ción debe evitar el ser monopolizadora de centros tentaculares,pero no debe limitarse a llenar los vacíos calificados de zonascríticas. Debe, ante todo. favorecer el crecimiento de polosintermedios locales y de capitales económicos regionales quedan prueba de vitalidad, y cuyo desarrollo garantizará el delas· regiones que han perdido vitalidad. .

Esta concepción general de la acción regional vincula

menos los instrumentos económicos del progreso a los proble­mas parti.:ulares-comunes que la interdependencia privilegiada Ide los intercambios.

Los problemas particulares comunes se hallan vinc1.1'adosal mercaqo de los capitales y al esfuerzo de una inversión pú- ­blica. Francia solo conoce Una plaza financiera: París, mien­lras el Benelux alberga dos y Suiza tres.

La descentralización financiera de París en 9 b91sas y.-plazas bancarias regionales será, sin duda, el paso más im­

portante para el camino de ·la verdadera autonomía o espon­taneidad regional. La federación de nuestros 168 bancos 8 re­gionales V locales, el establecimiento de sus sedes en una delas 9 grandes plazas bancarias, junto a las sociedades de des-arrollo regionáles, será uno de los grandes adelantos del por­\-·enir. La cooperación privada regional podrá extenderse gra~cias ál apoyo dispensádo por los poderes públicos que localicenen los mismos puntos a los centros aduaneros, los aeródromos,las oficinas de patentes y las sociedades de economía mixta.Se tocan allí otros problemas de iñf~~estructura. .

U n ejemplo clásico del problema de infraestructura re­gional es el de la valorizaci6n de las cuencas fluviales. St:ráestudiado en detalle más adelante. Solo queremos citar en esta

oportunidad un ejemplo americano estudiado por el profesorV. Krutilla, que se refiere al caso de las vías de agua que ~.atraviesan una frontera internacional. Cada regi6n o país, al 1

actuar en su propio interés, tenderá a adoptar el plan de des- 1arrollo que, desde el punto de vista local, pueda dar los me­jores resultados, aunque signifique un gran derroche de ven­tajas econ6micas. Si el ~provechamiento 6ptimo del curso de· __

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'se contraeI1 O se desarrollan los intercambios entre las re­giones.

Los contactos industriales interregionales sacl:lpan granventaja del conocimiento de una técnica del multiplicadorcomercial interregional. El error consistirá en no pasar dela simple observación de la circunstancia. El precio seráactuar siempre demasiado tarde y no poder prev~r.

B) Cooperación y problemas de crecimiento. Lasdiver~s regiones francesas no crecen todas al mismo ritmO ysus estructuras no evolucionan de idéntica manera. Estas

tendencias divergentes a largo plazo no derivan. sus particu­laridades solamente de la demanda regional, Sino tambiénde la oferta regional de los artículos de difusión regional einterregionaI. Las variaciones de los tipos de crecimiento sonfunción de los recursos naturales, de su explotaci6n en lospolos de desarrollo urbano, de su vinculación por intermediode los ejes de transporte.

Uno de los problemas importantes de la valorizaci6n.reside en el estudio de las corrientes de mercaderías y de lainterpenetraci6n de los mercados respecto de las fronteras .re­gionales. La, coopcraCiún de las cámaras de com.ercio veci­nas y de distintas regiones, como, por ejemplo, las de Chaolons y MAcon, será fundamental desde este punto de vista.Zonas de atracci6n comercial, importancia y fronteras delos mercados urbanos, localización de los centros de produc­ci6n y de distribuci6n, impacto del mejoramiento de las con-

1diciones de transporte sobre los aprovisionamientos, la acce­r¡ sibilidad~ las instalaciones nuevas; todos estos estudios, ani­

: 'mados por los comités de desarrollo de las distintas regio-nes, deben fusionarse en las investigaciones periféricas. Si;.' las fronteras dividen a un nivel internacional, deben unir a

"un nivel interregionaI.. Un ejemplo actual de esta cooperación es proporcionado

ífporlos problemas de recanversi6n.El problema de la reconversi6n no se resolverá sola­

,ente creando ocupación en las regiones y localidades don~~~ela desocupación hace estragos y constituye' una amenaza,',~no repartiendo armoniosamente entre las diversas regio-'nes las instalaciones industriales y comerciales. El ejemplo

,as importante lo ofrecen las regiones carboníferas.

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9 '!Les courants 'commerci~ux interrégionaux en 1954", Ctihiersde l'ISEA., serie L, nQ 8, 1961.

supera)as fronteras de la región. La definición precisa y uni·forme de estas Qiferencias mediante un sistema de contabili­dad regional y de alcance interindustria1, permitirá determinarlas interacciones regionales privilegiadas, que a menudo cier­tas fuerzas negativas de la competencia, ya carentes de'objeto,

,impiden visualizar. Solamente las reuniones industriales in­terregionales pueden remediados.

La determinación de las corrientes de intercambio exis­

tentes y de su tendencia constituye uno de los puntosregionales fundamentales e insuficientemente conocidos. De

,modo general, el tráfico caminero tiende a la preponderanciaregional; los ferroviarios y fluviales, a la interregional. Su 01>­

. servación permite determinar las vinculaciones espontáneas.Su comparación con un programa óptimo de transporte haceposible determinar su eficiencia 9. '

. No menos importante es el problema de la transmisiónregional de las fluctuaciones económicas. Toda política de or­ganización debe tomar en cuenta las consecuencias de lamisma sobre la sensibilidad a las fluctuaciones económicas.Es más ventajoso favorecer una combinación industrial cuan­do las tendencias cíclicas tienden a equilibrarse, o por' lomenos no tienden a multiplicarse. Volvemos a encontrar aquíel problema de la composición industrial de las. regiones. El,implldo de las industrias sobre las fluctuaciones regionaleses sumamente variado.· Ciertas industrias son dominantes'Ckasic) sobre todas aquellas de mercádo nacional. Su acti­vidad se hace sentir en la renta regional, lo que a su veziptplica comercio y serVicios. e influye sobre su capacidadadquisitiva. En resumen, las fluctuaciones de las industriasdominantes (básicas) tienen un efecto mu1tiplica4or.Es in­dispensable conocer el VÍnculo que une las fluctuaciones dela ocupaci6n en las industrias básicas y la ocupación enlas otras industrias que son de mercado local. Pero e~teestu­dio no pasa de ser superficial, ya que las regiones ~o sonnunca entes aislados respecto de la nación y de su capital.Las regiones son interdependientes. Se necesita saber porqué vías se transmiten las fluctuaciones y sobre todo cómo,

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El problema ha sido estudiado recientemente, en forma ,

muy profunda, por la Comunidad Europea del Carbón y; E~ Francia, lo~nuevos palos de desarroll b .hdel Acero10. Pero es muy -generaL Como consecuencia de <:Idode la instalación de plantas de autoo , r~tones an na-un ~IUSCOcambio estructural. producido por un adelan~o., d~n de la región parisiense.En los Paf=;vNe~ que 1epen-técmco, puede resultar necesano efectuar una transferencia; ma se han hecho las mismas observ . . aJos y lema-de fuerzas productivas cuyo empleo se halla afectado de :papel de las sucursales. Por consiguie~clOnes, ¿~'fect? .delregresión, hacia las industrias cuya ocupación--.se-halla en Interés, ~ara Francia que este. ensambf~~::a € m8Xlmo

ascenso. El problema, por lo tanto, consiste en vincular la c?mo umco origen a París, sino a una de las ;t'1 no f~ngaregresión de la demanda y de la producción de una merca- Clerasque hemos mencionado antes Ad ' P azas 111~-deda con la progresión simétrica de otros productos. Es me- pensado ~s directamente mediant~ lo emb, el apoyo dl5-nester hacer notar que la fuerza pública destinada a actuar ganando baJOlos auspicios de una coo~ s~ótr~tados ~ldráen ca~ de declinaciÓilde una actividad importante, tal como que hará cortocircuito COnla ca ital Rracj n l~terr~glonalla actividad carbonera, deberá tomar en cuenta no solamente. paso a paso, que nos encontra~~s i' '~bl ta aSl eVl~ente,el costo de producción considerado por yacimiento o empre- j '. dos ~acla un problema clave: el de te~~dmen;edonenta­sa, sino asimismo el costo social, vale decir, por ejemplo, el ',~ .namlento urbano. a CIUa y e. el orde-costo que incluye los gastos de adaptación profesional. Elreparto de estos.gastos entre diversas regiones vecinas sus-cep.tiblesde beneficiarse con el empleo de la mano de' obraliberada, constituye un elemento interesante de lacoop.e-ración regional.

Toda conversión no debe necesariamente restringirse;,al lugar de empleo. Un desplazamientomás o'menos jmpoÍ-~tante puede ser condicÍón del éxito. Así, Rodez y FigeaeJ:¡lsituadas a unos cincuenta kilómetros de Decazeville} po-ldrfan recibir los obreros de aquel yacimiento. La región del~,Bajo-Ródano/Languedoc, en plena conversión, podrían reci-:~bir una parte de la nianode obra de Ales o Graissessac.D~la misma manera, el centro de gravedad del .yacimiento!Saint-Etienne es susceptible de sacar ventaja de las líneas de~comunicaQó~ y de transporte de energía del valle del R6=1

dano. Es útil recordar que los polos industriales intercam-Jbian sus productos siguiendo líneas interregionales que con5:'Jtituyen los ejes del desarrollo. J

Aun en el casode que la reconversiónestuviera en form~(~local, con frecuencia no llegará a feliz término sin la ayud~técnica y financiera de las regiones vecina.sen crecimiento.¡

10 Véase especialmente MAUBICE BYE, Expériences de conver(

sion industrielle, informe general presentado a la CoiIferenci;¡ int~'gubernamental sobre la reconversión industrial, en Luxemburgo, .<

tiembre, 1960.

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l. Crecimiento de la población urbana

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trarío, deben esforzarse en torcer el curso de una evoluciónque puede deSembocar en una de estas dos imágenes: Parísy el desierto francés, Nueva York y la productividad ame·'ricana.

Los acoiltecimientosre1ativos a los instrumentos de

acción regionales ponen en evidencia una distinción esencialentre las poblaciones capitales y las poblaciones y polos saté­lites de otro ·orden. La importancia de la población -urbanadeptro de un país no se justifica solamente por la cantidadde comunas que superan una cifra determinada de habitan­t.es.La misma queda determinada al estudiar el crecimientode distintos tipos de población y Jos gastos de infraestructura

'que se .hallan incluidos. En cada caso debe determinarse a_partir de qué punto el aumento de población presenta índi­'ces decrecientes. Solament,e después de habernos provistode los elementos necesarios para el estudio de estos dos pro­blemas, estaremos en condiciones de presentar los instru­mentos. mejor adaptados al ordenamiento de las estructurasurbanas.

CAPITULO IV.

"Los pueblos situados en lo. altose iluminaban sobre todo frente·al mar •••

11 1~n otros' lugares, la historiaera menos dara. Los pueblos bajos

prosperaban ignorando el ínar, ins­talados entre sus cinco colinas ysus pinzas de .hierro." .

SAINT-JOBN POSE.4

LA. 1»EQUEAA REGióN:PROBLEMA LLAVE DEL

Oft¡D'ENAMI~NTOURBANO

66

La división entre comuna urbana y' comuna rural es

. . . ¡Jundamental para todas las ciencias sociales. Está relacio-La teoría econ6miCa contemporánea de los ejes y polos' -nada con' todos los fenómenos de la vida humana con todas

de desarrollo tiene la gran ventaja de poner de. r~lieve la,' ."las al~~ati~~s políticas, econ6micas y biol6gica¿ En nues,importahcia de los ins~mentos urban~s y. mUmGlpales ~ef,tra clvlb~a~lOn puede afi~arse .que las poblaciones, tan·una política de ordenanuento de los t.errlton~s. "fa n.o se ~IS..to pequenas como grandes~ constitu~en los centros de gra-cute que los J1lecanismos.de producción Y dlstrIbuCl6n tien-. "vedad de la ~st~ctura socw:-econ6mlca del espacio~ .den a fomentar.el. crecimiento de las zonas urbanas a. ,?n> \, . ~or conslg~lente, para permitimos realizar estudios deritmo más elevádo que el conjunto del país. Eso se verIfica, \~~flclente magmtud debemos encontrar un criterio interna·no solo en los Estados Unidos, sino también en todos los paí -~ ;c~ona1que ,separe los centros urbanos. de la campaña. Haciases,.nuevos. Se trata de un fen6~eno espontáneo en el que~ fInes del. Slg~O.XIX, cuand~ se prodUjeron los primeros bal·la América del Norte noS da la Imagen d~ ~a etapa evolu;.-, puceos ,Clentlfl~oS, el In~tltuto estadístico internacional se

cionada, satisfactoria y, en cierta fo~a, ultima. Como t<13( fOntent~~n fIjar la can~l?ad de .h~bit~ntes en 2.000. Pero,evolución natural,. no se trata, preCisamente, de la meJor,c?n el. rapldo avance de la mdustnahzaclón, con las modifica­

posible, y se presenta el problema de saber si los in~trumen-, ,,~ones de 1a~ eS!IUcturas S?Ciales que acompañan una cre­tos de tina política económica local deben dedIcarse~F lente ur~lzaC1ó~, ese cnterio se, convirtió evidentementemedir la adaptación de las aglomeraciones nu~s a las nece;: .n ~o satísfactono para las comunas más reducidas, valesidades más evolucionadas de los hombres, o SI, por el con:: afCII, entre 2.000 y 10.000 habitantes. En rea'idad, existen

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69

j; 2 Estas cifras y los d~tos que siJlUenhan sido tomados del nota­~ble estudio de RAYMOND VEBNaN, "ProductÍon and Distribution in'ithe large MetropoJis" The Annals, noviembre, 1957.~" S "Les 33 zones industrlelles les plus importantes des U .S.A.",;R. VEBNON, 0l'. cit.

1 Solo falta, en lo relativo 'a créditos, laregi6nparisiense.,

68

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en la actualidad comunas impertantes que cuentan ccm más coruna l)ondrá en. evidencia ciertas correlaciones fundamen"de 2.000 habitantes y, sin embargo, presentan un definido' ta es. Es a~ como cI~rtos tipos de comunas se hallan reladona­carácter rural. En estas poblaciones rurales, la mayoría de dos co~ cIertas d~nsldade~ de poblaci6n, ciertas e~tratificacio­sus habitantes dependen directamente de la tierra. "n~ socIales, con tipos de ambientes determinados, cOn 'diversos

A la inversa, existen pequeñas comunas industriales y, : n~ve!es de concentraci6n ~ de aglomeraci6n industriales. Acomerciales que presentan un carácter predominantemente.. pa~lI de un caso dado pueeten producirse las generalizaciones.

Ulbano, aunque cuenten con menos de 2.000 habitantes.:, ,,' (). emlos comprender mejor la dinámica de las estructuras" reglona esPor este motivo se han presentado numerosas propue~ ¡' •

tas de reforma a la mencionada clasificaci6n. Todas ellas se'l Una vez más, los ~stados Unidos nos hacen ver aquífundan, no solamente en la cantidad de habitantes, sino: as escenas. de nuestra vIda futura; sin esta imagen se podríatambién en la estructura de la poblaci6n, esencialmente 50", creer, a mI modo de ver, en una socializaci6n inevitable de

bre el porcentaje de la que no es agrícola. El trabajo que sé, :uestros mecanismo~ .econ6mic<?S.Las r~giones urbanizadasprepara en Francia, relacionado con el censo de 1954, se¡; epíesen~I' :? Amenca, una parte de incesante crecimientoestá finalizando con rapidez 1. En efecto, el problema debe:, en a po aClOn'y en. los e~p]eos. En 1800, por ejemplo,

ser discutido y resuelt,o en l~ nivel internacional, para el,;'o solo ~l 6 % de l~ nacI6n h,abltaba en las ciudades; en 1850censo mundial de 1960.' esa CIfra se elevo a 15 %; en 1900 lleg6 a 40 % Y en 1950

, Siempre desde el punto' de vista estadístico, la divisióI1' eradde! 59 % 2. Una parte considerable de este crecimientoentre agl?merac.iones rurales y urban~s ~s insuficiente par~ d~seehado, a que las c.IUdades del s~glo XIX, han i?o amplián­los estudIOSregIonales. Hace falta, aSImIsmo, que cada UQlf " ~ forma contmua, a 1,111ntmo mas rápIdo que losdad territorial sea caracterizada por su tipo de producció .,'" poblados y las ,~J}r~rurales. Pero una parte también im­(clasificaci6n por sectores), la estructura de su 'poblaci6¡ '; portan te se debe al, ~ec1t9 de. qu~ las pequeñas aglomeracio­(clasificación socio-profesional), la estructura del mercad9 ..'?e¡sc: han. conve.~tida en CIUdades importantes y existen,del trabajo, etc., cun el fin de llamar laatenci6n de los admj: {mc ~slVe, Ciertos S1~OS en el sentido de que las ciudades

nist~adores, economistas y dir~gentes de empre.sa sobr~ l~ dY , ~edlanas .han creci:Jo ~ás rápidaf?ente que las de mayorversldad de problemas y soIUClOn~s..Es necesa~lOrepetIr mc: ,I~p?rtancda. Más aun: SI.uno conSIdera los empleos, ,el cre­santemen te que los datos estadIstlcoS constItuy~nsolol9. ,CImIento e I~, ~ran?es CIudades se halla esencialmente Ii­instrumentos que preceden a la acción, la informaci6n nec< gado a la multiph~ac.I6n de las actividades comerciales y mássaria para tomar una .dc:c~si6n.,Es por ese moti~oq,!e tant.;generca~mente terCIanas. La parte, de las grandes zonas urba­los ponen en tela de )UICI0.Tales lIlgenuos se lmaglllan·qq.nas. cll~dades r alrededores) 3, en lo que se refiere a la ocu­

la e~ta~ística es t?dopoderosa X s~ es!uerzan por "estofbars, "~i~I6n lIld?stríal~ ha ido en' progresiva declinaci6n en lossurgImIento medlapte la multiplIcaCIón de los fraudes.~; U,timostremta a?os, de 58 % en 1919 a 54 % en 1947. Másse dan cuenta de que la finalidad de lamiS1l1a c()Ilsist; .:aun,' el ~pI~o lIldustrial tiende a crecer más rápidamenteesencialmente, en ayudarlos y no en perjudicarlos, como sft ~en. la' penfena de las grandes ciudades que en la ciudad

gier: un complejo patológico de culpa muy .difundido~, :~sma. En 1929, el. 66.% de la mano de obra activa de lasOCCIdente. . ',: "" zonas urbanas pnnclpalesse encontraba en la misma ciu-

, Es verdad que la estadística no se limita a la recolec,~X;,dad; en 1954, la proporción había declinado hasta el 58 %.de datos, sino, que incluye igualmente una g~an part~'rQelaboraci6n. En particular, en el dominio que nos' conCie "la evaluación sistemática de los datos relativas-a-los tipo

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No es éste el lugar para investigar las interpretacio~nes teóricas de· estas comprobaciones.Basta, por el momen­

to, poner de relieve las principales tendencias. El crecimien­to de las ciudades principales está lejos de haber terminado.Por de pronto, Nueva York tiene ocho millones de habi­tantes, sin presentar una traba que frene el auge norteame­ricano. Pero una tendencia se manifiest~ claramente respecto'de la superposición de ciudades satélites muy cercanas que-lejos de constituir aglomeraciones estacionarias- han des­arrollado sus propios complejos industriales y pueden ofrecereconomíasexternas, de otro modo solamente disponibles para·el centro de la ciudad. . .

Resulta útil poner de relieve el ejemplo ,de lá regiónparisiense,.que se halla definida por un plan de ordenamien- .oo. Agrupa tres departamentos: Sena, Sena-y-Oise, Sena-y-'Mame y cinco cantones situados al sur del Oise, con untotal de 13.000 kml, donde viven inás de 8 millones de per­sonas, o sea cerca de una quinta parte de la,población fran­cesa. Se ha calculado en un millón la cantidad de habitantessuplementarios para 1970. Fue menester hacer viable"unaregión que no es otra cosa que una implantaci~n caótica.de los sectores industriales y de migraciones cotidianas de..trabajadores. Sin duda, se. debió acelerar la descentraliza­ción en un nivel nacional. Pero simultáneamente fue nece­sario realizar una .descentralizaciónlocal en el interior de laregión parisiense. Los núcleos urbanos importantes, organi;.

zados para constituir los polos de atracción, deben permitirun ordenamiento de las estructuras. Para evitar que la comu­na se est.acionea lo largo de las vías de comunicación, seequipararán cinco núcleos principales en ,el interior de lapropia aglomeración. La región de Rond-Point de la De­fensa constituye el mejor ejemplo. Por lo demás,.los grandes·conjuntos terminados o en construcción, tales como ,MassY"Antoriy, Créteil, desempeñaron el papel de núcleos secun­darios..En el. contorno de la región, ciertas ciudades.se·con­virtieron en verdaderas capitales locales, tal~s como Meaux,Montereau y Melun, que fueron al mismo tiempo los saté-;.ilites de París. Por el contrario, Fontainebleau, Chantilly y:1Rambouillet constituyeron una corona residencial.. "J

En segundo lugar, el crecimiento de las capitales fe-:i"

. . gionales se acelera al mismo.tiempo que' el de ciertos polosf0

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11. Dimensiones, funciones y relaciones urbanas

De todas modas, canviene nO'canfundir crecimientO' can

progresa. Desde el punto de vista ecanómica, salamente paracada tipO' de ciudad existe -a deteÍminada altura de evalu­ci6n técnica- cierta límite a partir del cual el crecimiento'de dimensi6n a de población implica rendimientas decre­cientes. Por con~iguiente, deben determinarse las dimensio­nes 6ptimas de las diferentes tipas de ciudades: ciudadesnuevas o viejas, ciudades camerciales nacidas espontánea­mente en el cruce de las vías de camunicaci6n,ciudades in­dustriales resultantes de una palarización en tamO' de unaactividad motriz, ciudades administrativas, ciudades turísti·caso Cada una de estas ciudades tiene su prapia ritmo decrecimientO' y distinta dimensi6n óptima.

Indudablemente, un elementO' primardial podrá ser en­cantrada en la evaluciónJ'-delas gastas de infraestructura quelas diversos tipas de ciudades requieren por habitante y deacuerda a sus dimensianes. Puesta que el pr.oblema se re­fiere al crecimiento, cOll\'cndría: 1) dctcrmin¡lr regional.mente las aglameraciones del más denso crecimiento" demo­gráficO' y clasificarlas de acuerda a la distribución de la po­blación activa; 2) evaluar, para cada una de ellas y para lasdepartamentos O' candadas cansideradas, las gastas de infra­estructura por habitante; 3) buscar, de acuerdó a la composi-

4 El problema es tanto más f'cil de resolver cuanto que el índice

de urbanización (crecimiento relativo de la población nacional quevive en las ciudades) tiende a disminuir en los países evolucionadoscomo Francia, Inglaterra y los Estados Unidos, mientras aumenta enlos países nuevos como la URSS •

contribuir a aumentar el peso de las tradicianes y de lasdifi­cultades para utilizar salucianes nuevas, adaptadas a losproblemas de nuestra época. La que es indudable, en tadaslas casas, es que en ta~a país en vías de crecimientO' ecan6­mica y demagráfica, el proceso de urbanización no tieneprababilidad alguna de invertirse durante nuestra genera­ci6n, y las únicas países importantes en un nivel mundialserán los que sepan adaptarse y utilizar esta fuerza de capi­tal impartancia 4.

73

~

72•

intermedias de mediana importancia. Las das mejares ejem­plas san Lyan y Mantbéliard. La primera ciudad es una delas únicas de Francia que pudO' equilibrar la atracci6nde París a un nivel más armaniaso: el décima. El grupa deurbanismo de la regi6n lianesa se elevaba a 773.000 habi- .,'tantes según el censo de 1954, de las que 471.000 carres­pondían a la ciudad de Lyan. Pertenecen a tres departamen- .tas: el R6dana, el Isere y el Ain. Entre 1954 y 1975, elgrupa de urbanismO' lionés crecerá a un pramedia de 1,4 %,a sea alrededar de 12.000 personas al añO'.Par cansiguiente,el plan de agrupamientO' implica la realizaci6n de zonas r~ ,.'sidenciales (La Duchere, Mantessuy), el remadelaje deciertas sectares (La Part-Dieu, Le Tankin) y finalmente elardenamienta de zanas industriales (Pierre-Bénite, Fevzin).

En el canjunta del mundO', el futura parecepert~necera la pablaci6n javen a punta de canvertirse en una ciudad,que puede apravechar el ejemplO' de sus campetidoras demás edad. En tadas las países adelantadas, su pablaci6noscila entre 300.000 y 500.000 habitantes. Tamemas sala­mente cincO' ejemplas: Medellín (Calambia) tiene 360.000habitantes; Perth (Australia accidental), 380.000 habitan­tes; Pretaria (Uni6n Sudafricana), 350.000 habitantes; Ca~ventry, destruida par la guerra, 300.000 habitantes, y Lyon,en vías de rejuvenecimientO', llega a 400.000. Puede ser queel porvenir nas canduzca al crecimientO' de ciudades tandiversas, si las medias que luegO' estudiaremas san -puestasa su dispasici6n.

Tal vez una se sienta desanimada cuandO' trate de en;'

tender las quejas de aqúéllas a quienes inquietáelc:reci;'mienta de las ciudades francesas -harta raras- de mediana

impartancia, cama si tada urbanizaci6n fuese un mal en símisma. Son muy pocos lo~ que han hecha notar que <.'n-lamavoíÍ41de los casos Francia. ciudad- \' civilizadtlll man:han,añ() tras añO',a la par. Los valares ecan6micas, culturales y so­dates de las ciudades en tada el mundo ejercen una atracciónbienhechara sobre millanes de habitantes. Vistas de cerca,muchos de las males de la urbanizaci6n tienen el as~ta deser una transferencia de Japobreza rural al seno miSma de:las ciudades, dan de ofrecen brusca contraste, O' bien el fra..icaso del inmigrante para adaptarse a un nueva génerO' de:;vida. AsimismO', ciertas reticencias administrativasparecen,~

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Superficie'44 X 45 km15 X 18 "9 X 13 "9 X 12 ,~7 X '15 , "9 X 10 "

Poblacion

6.484.000451.00085.000

128.00058.00053.000

París ..............••....••Burdeos ................•.....

Troyes ••.•••••.•.••••••••••Reims ••••.••••.•.•••.••.••

Belfórt •••..•• ',' . • • • • • • . • •• r""

Mézieres-CJillrlevilJe ....••...•

-DeSGrrol,loespacial de las aglomeraciones francesas

Es a partir de la idea de aglomeración y de los datosestadísticos correspondientes que debe estudiarse el problemaurbano francés y rever las nociones de polarización y de fun- ,cionesmÍnimas.

Un centro urbano no vive nunca sobre sí mismo. Se

halla esencialmente abierto al mundo rural que lo rodéfl ya los otros centros. Irradia. Tal es la manifestación de sus

funciones industriales, comerci~]es y administrativas. Ésa esla trama de las jerarquías urbanas, las que resultan de unaestrecha vinculación ,entre las funciones y las dimensionesdé las aglo~eraciones. Todos los centroll urbanos próducenbienes y servicios locales cuya circulación se reduce a la in­mediata vecindad. Es éste el .fenómeno que estudia, en for­ma espec~all la ley de ReilIy. Ciertos pueblos solamente pro­dl\lcen la gama de servicios y mercaderías que tienen unmercado regional. Una o varias grandes aglomeraciones pro­ducen toda la gama de las mercaderías y de los servicios dis- ,tribuidos sobre el conjunto del territorio. Estas caracterís­ticas dan jerarquía a los centros locales regionales y nacio­nales. Ahora bien, existe una estrecha relaci6n entre lasfunciones y las dimensiones de las ciudades. La estmcturade las ciudades es, por supuesto, tanto más especializadacuavto más pequeñas son las mismas, y más diversificadacuando se trata de una ciudad importante.

Al considerar todas las ciudades de una misma dimen­

si6n y el porcentaje mínimo por emplear en cada sector deactividad, es posible determinar el total de porcentajes mí­nimos que uno está seguro de encontrar, en las ciudades de

,".determinada dimensión. Este ejemplo mínimo corresponde~. de manera" ajustada a lo estrictamente necesario para la vida,

dé ]a. aglomeración. Lo que supera el mínimo es destinadoala exportación y corresponderá a lo que el lenguaje féc-

". !

15 RouoÉ, Revue Urbanisme, nÚJDS. 60 y 65. ,

74

<.:1011, las eorr~la(:i()ncs aparentes, l;;¡s dimensiones y la ubi­cación de las ciudades.

Tal estudio deberá ser puesto en práctica con la ayudade la adlllinistraciún y de la I~SEf. por todas las faculta­des económicas regionales de Francia: Debe hacerse notar

que, en este sentido, la CERES ha 'efectuado" obra de pio-nero. "

-En estas circunstancias, dos nociones fundamentales de- "

ben despertar nuestra atención: la 'de la aglomeración, bri­llantemente estudiada por Maurice-Fran<;ois Rouge, y la de

funciones mínimas y especializaciones, que deben reempla­zar la noción va anticuada de base económica.

"El proces~ de urbanización pasa por tres/etapas que cú­,rre~ponden a, otras tantas estructuras diferentes: la de pue­blo, la de ciudad y la de aglomeraciones. Cada dimensión,tiene sus propias estructuras, cada tipo de estructura soloresulta válido dentro de ciertos límites de dimensión. Eri

un nivel de aldea, la estructura queda reducida a la exis-, tellcia de un pequeño núcleo (plaza en el cruce de los cami­

nos, iglesia, alcaldía) y de una trama residencial (viviendaso granjas). En un nivel urbano, el centro que sirve de n{¡­cIeo único a la trama urbana, resulta insuficiente. Aparecennúcleos secundarios, en tomo de los cuales gravitan los barrioS'

correspondientell a las diferenciaciones existentes en el i:qté~rior de la ciudad. ,En un nivel de aglomeraci6n, la capacidadde ordenamiento del centro y su poder de atracci6n sobrelos núcleos secundarios resultan insuficientes. Numerososcentros, cada uno de los cuales corresponde a una unidadurbana, se hallan unidos pOr un vínculo de naturaleza fedé-.,ral. En la práctica, "la zona urbanizada supera' los límites'comunales e invade el territorio de otras unidades adminis-:trativas" l.

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gedor y a: la aldea con vocación industrial. Por necesariosque sean los planes del urbanista, nunca nos deben hacerolvidar, en cada caso particular, la eficacia de medios indi­

le~tos mcnos espectaculares.

1. Los planes de urbanismo. Una ruptura repentinaha apartado la vida social de Occidente de su ámbito tradi­cional, de acuerdo a la geografía. La causa de esta rupturaes la intervención de la velocidad en la producción y eltransporte de las cosas y de los hombres. La velocidad mecá­nica ,ha convulsionado la industria, que se ha localizado enlas ciudades preexistentes: ciudades de intercambio y ciu­dades administrativas, donde se encuentran albergue, apro­visionamiento, mano de obra. No ha cesado el desplaza­miento creciente entre el desarrollo de las técnicas y el es­tancamiento de los conceptos en máteria de medio ambiente.De esto ha resultado un gigantesco despilfarro que consti­tuye una de las cargas más aplastantes de la sociedad moder-na y en particular de Francia. .

.Por tal motivo, en este ultimo país, el ordenamientodel térritorio se ha producido bajo los impulsos del minis­terio de Reconstrucción y Urbanismo 9. Un c6digo de urba­nismo incorpora las mOdalidades de ejecución financierafundamental para poner en obra el ordenamiento urban.o.Ciertas disposiciones 10 pueden ser consideradas revolucio­narias, principalmente en materia de expropiación. Si uni­mos a estas consideraciones el hecho de que uno de los másgrandes urbanistas internacionales se _llama Le Corbusier,no podemos. dejar de sentirnos sorprendidos ante el atrasode Francia en este sentido.

Ya quc o citamos el nombre de Le Corbusier,convienerecordar su ley de las 24 horas o del ciclo solar, que al fijarlos límites dentro de los cuales se realiza el desplazamientode los hombres en el trabajo, da la medida de toda empresade urbanismo. Es esta ley la que. elimina el pequeño Joteoque, con una dispersión de pánico, caracteriza los antiesté-

77

o 'Ley del 8 de agosto de 1950, convertida en el arto 80 delCódigo de Urbanismo.

10 ley del 6 de agosto de 1953, convertida en los arts. 141 a.,. 152 del Código de Urbanismo.

76 .

A la luz de las precedentes reflexiones, convieneallte> o

todo llamar la atenciÓn sobre el arsenal de instrumentos.de

que dispone el administrador contemporáne~ para proIÍi()v~t'el ordenamiento de sus estructuras urbanas. Es ob-vio q't1~los mismos difieren de acuerdo a los problemas y a las· di·mensiones de la aglomeración y van desde el plan de urba->nismo hasta la modesta reducción de impuestos locales,pa­~ando por los gastos de vialidad municipal, a medida queuno va descendiendo de la capital regional al puebla' ac-o-

6 Ver sobre este punto, ULLNAN y DACEY,PAPRSA, vol. 00

6, 1960, pp.l75 Y ss. --

T En el informe que presentáramos al Q>ngresode BeU.gio,OECE, se encontrará el complejo nexo existente entre esta noci6n .y la del multiplicador. 00

8 Vt:r el espacio operativomacroecoDÓmico, C"hiers de ¡'ISEA,·serie L, nI:>6, p. 5. .",

111.Instrumentos de ordenamiento de-í~II':' .'~..estructuras urbana.'

nico llama la base c;'con6mica de la ciudad &. En definitiva,la noción de empleo mínimo necesario a la aglomeracióntiene dos aplicaciones igualmente fundamentales. Ante todo,este método permite, mejor que ningún otro, distinguir,sector por sec,;tor,el empleo que se aplica al consumo internoy el que se aplica a la exportación. Se descubre, por ejem­

plo, que a cada obrero exportador se halla asociado 1,5 ol>re~ro local, de donde surge un grosero. multiplicador de o emPleorespecto de la exportación 7. En segundo lugar, la noción o

de mínimo de -empleo permite predecir en gran medida laestructura de las ciudades, en la proporción de su creci­miento espontáneo. Motriset demuestra que en los EstadosUnidos la estructura de una ciudad de 10.000 habitantes re-

o sulta explicad~ por su población hasta en un 30 %, V la' de unametrópoli de 1 millón de habitantes es explicada hasta el60 %. Por lo demás, resulta posible clasificar las ciudades de

acuerdo a su especialización (tipo de ciudad~. Un estudiosimilar ha sido ya iniciado en la región de Lyon 8. Espe­ramos que el mismo se extienda al conjunto de Francia;

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mos sobiesus posibles variantes., Una buena illlstración re­lacionada con la noción de aglom.eración precedentementedesarrollada es la que' nospropordonan los esquemas COn­trarios.

A decir verdad, todo urbanismo requiere, por una par­le, una _filosofía .directiva: la de la polarización o ejes dedesarrollo, y por otra, la coordinación de los especialistasdecUcados a diversas disciplinas y administraciones. El ar­quitecto, e! ingeniero, el eco~omista y el paisajista son res­ponsables del medio ambiente; los técnicos de ciencias so-ciales, polít~cas y económicas son responsables' de la vidaadministrativa y de las a~tividades diversas de los ciudada- ,nos. Finalmente, la eficacia del urbanismo depende tantode la colaboración de los medios urbanos como de la dé los

(specialistas. La tarea cs' más o menos -difícil según que laautoridad responsable se encuentre en presencia de una aglo­meración antigua, una ciudad en vías de transformación otina' ciudad completamente nueva.

1J Sir William Holford es profesor de planificaci6n urbana enla Universidad de Londres. Ver The Annals af the American Aca­demy, nov., 19.57, y Design afTowns and 'villllges.

]2 El papel de un plan l'onsiste en aclarar la opini6n, no, enseguirJa.

79

, Hoy en día, hace notar Sir William l:Iolford 11, n'" se trata ya'de saber si pueden trazarse' planes y programas de urbanismo. Latarea de urbanizacj6n, unida al progreso ccon6mico, exige que losean. La única pregunta se refiere a saber a qué nivel y por cuáles-

, procedimientos. Como mínimo, el plan puede limitarse a algunos

principios de referencia, y el rrograma, a los servicios estrictamenteindispensables para permitir e crecimiento. Contrariamente, el planpuede ser glo1)al y representar una serie de iniciativas, de sav.oif'faire -Yo de capitarlocal que afecta todas las actividades de la ciudad.Sin lugar a dudas, semejante plan puede resultar un poco avanzadopara la opinión. pública -en caso contrario carecerá de valor 12-:-, perode todos modos será aceptado unánimemente por los hombres debuena voluntad de una ciudad dinámica.

Uno de los planes de urbanismo más admirados en el extranjeroes el del barón Haussmann, que transform6 París entre 1853 y 1870.

Constituye el ejemplo típico de una renovación operativa. Por elcoiltrario, el plan de Canberra, trazado por Walter 13urley Grifñns,es la imagen de un sueño irrealizado. A mitad de camino entre estos ,dos, ejemplos, la nueva capital del Brasil, construida a 1.000 km,' deRío, en el estado de Goyas, centro geográfico del continente brasi-

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Fuente: RouGn,~1{, F.J~l1ue Urbani'D1C:.

Federación de unidades urbanas

f//2I Tejido,_residual

• lndustria.' Papel principal

•••• Vías férreasAutopistas

Aglomeraciones

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FIG. 12. Urbanismo estructural y desestructuraI.

ticos suburbios de nuestras ciudades. Es ella la que, para .evitar que nuestras ciudades se diluyan y pierdan su ,'alma,'exige que se construyan en altura. Es ella, finalmente, laque frepte a la ciudad de cambios radiocéntricos, opone laciudad industrial lineal, situada sobre las grandes vías decomunicación. De este modo, la ciudad de los cambios se

. desprende de los centros industriales que la asfixian. Simul­táneamente, la ciudad industrial rechaza el híbrido de Ford:el obrero-campesino. Finalmente, la aldea y el poblado agrí~_

colas concilian la ley de -los 4 -km por hora de marcha y lade los 50 km por hora del centro 'cooperativo mecanizado.Esta triple distinción es una de las formas dominantes de .la concepción de la ciud3d moderna. Posteriormente volvere-

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leño, cOllstituyeel modelo de realización de una capital cuya infra­estructura es indispensable a la descentralización y al ordcnamientonacional. Constituye, simultáneamente, la sede de una ciudad adDÚ­:nistrativa de 500.000 habitantes yel centro de una red de comunica­

ciones indis~nsables. Del DÚSmomodo, Chandigarh, la nueva capitalde Punjab (India), ha sido concebida para una población de 150.000habitantes, con un máximo de 500.000.

Existe una gran diferencia entre estos planes de ciudades nue-'vas y los planes de renovación de las ciudades tradicional~. En esteúltimo caso, el marco existe ya y se protegen los intereses adquiridos.El único problema universalmente experimentado es el del tráfi­co, ya se trate de la congestión de tráfico en el centro, o de la dura­ción del transporte hacia los lugares de trabajo. El resto permanece

inadvertido y solo tropieza con oposición a los controles más indispen­sables. A pesar de tOdo,los antiplanificadores suelen mostrar frecuente­mente un vivo interés ~r los proyectos particulares: puente, aeródro:mo, conjunto de inmuebles. Se oponen solamente a las vistas de con­junto. En efecto, una concepción global, para la ciudad o ,la agIo­meración, en sentido general, se expresa en términos de orden polí­

tico local, naturalmente objeto de controversias. Por consiguiente, elordenaDÚento resulta más difíCil y más lento que en la aparici6n ori:­ginal. Existe el culto de la conservaci6n hist6rica, y todo cambio re­sulta, por naturaleza, doloroso 13.

, En Francia, recientes ordenanzas permiten el mejora ..miento en las funciones de los sindicatos de la cómun~yJacreaci6n de distritos urbanos. Pero no resuelven los. proJ>le"mas de estructura. Como ha escrito Maurice-Fran~ois. Rouge,ni la noci6n de barrio, forma de urbanizaci6n en un nivelsubalterno, ni la noci6n de ciudad satélite, aportan~asoluci6n al problema de las aglomeraciones. En ~aÍltoal()sgrupos de urbanismo, no constituyen más que un mareoof~­cia! en el que pueden realizarse los·estudios de ordenamient():.

Inglaterra, después de la Segunda Guerra Mundial, con la in­troducción del "New Planning System" en 1947, ha visto también elnaciDÚentode una planificación quinqueñal.--El "Town and GountJ:yPlanning" ha ¡revisto una revisión regular de los Elanes urbanosrelativos al conjunto del país. Las críticas no han 'podlCIó aey.lÍ'de .serviolentas. Lo importante es que ellas han puesto en evidencia"lanecesidad de una unidad de decisión. Todo plan de ordenamien~ourbano debe implicar una autoridad central que establezca plan y pre­supuesto y esté dotada de suficientes poderes para establecer laS prio-

13 En términos británicos, este instinto se traduce por' el consejode HILAIBB BELLOCQ: So always Iceel' 4 hold. on Nurse, lar 'fe9r ..,9fgetting something worse. De la misma manera, el francés evOCa"labene époque" y las nieves de antaño. '

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ndades necesarias V coordinar' lasdtfererites administraciones localesde desarrollo. E~ 'Inglaterra, d mejor ejemplo ,es el del "LondonCounty Councü". Asimismo, alrededor de IpI1dres han surgido yaocho ciudades satélites en un radio de 20 a 50 km. Harlow, al nor­deste, tiene ya 40.000 habitantes. Stevenape. al norte~ Bracknell, Aloeste, Crawley al sur, pueden ser consideradas como ciudades reali.zadas, que constituyen un conjunto autónomQ. El "London CountyCouncil", en 1958, ha elegido una novena ciudad satélite que seunirá a las ocho precedentes, organizadas a costa del· Tesoro.

, En Francia, sin embargo, el profesor Laufenburger pre­senta serias objeciones a esta política u,peró deben ser con­sideradas dentro del estudio de los medios indirectos rela­

tivos a la organiz~ci6n de las estructur~s urbanas.

2. Mediosindireetos de organi*ación d~ estruc~ti"as urbanas. Las. críticas. más frecuentes, y principal­.mente las ,del peor Laufenburger, ~dJrigen.hacia el costo.de la dcscctI'trqJizadún \' el uso de ciert<>$medios financierosL~iilt;lad(Js para promovérJos. ' , . . ' ,

' En Francia, el 'papel de. las inuni~jpaHdadesy dejos<consejos generales resulta a menudo dctermil1ante. Se basa

'spbre tocio"en las instigaciones fiscales ll\quefavorecen ,a las>~mpresas nuevas que, se instalen en 'su territorio. Se completacon la organización de unainfraestructu,ra favorable, particu­larmentecon la creación de zonas industriales 18•. Este procedi-,

. miento ~s, por lo general, el más efica~~·En Inglaterra, parahacer surgir las ciudades satélites de Londres, el Tesoro bri­tánico financia no solamente la construcci6n de ·las usinas

'arrendadas a los industriales, sino también ,los diversos traba­jos de vialidad, transportes, energía y canalización del agua.

,Para estos barrios industriales, creados con todo lo disponible,el montó de los gastos de establecimiento inicial se elevan a

.alrededor de 800 libras por persona 17, ,

¿Resulta realmente más econ6mico utilizar las aglome­raci<ffiesque cuentan ya con instalaciones y que se encuen-

14 Ver Journal de Geneve, 1Q de abril 1958.15 Reducción del 50 %, durante 5 años, de la tasa de patente.

Ley de ñnanzas del 7 de febrero de 19.53~" ltJ Decretosdel 10-11-1954 y 30-6-1955 (Sociedades de Econo-DÚaMixta).

, ·17 'Estimación realizada por el profesor Sykes, de la Universidadde Exeter.

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ORDENAMI'ENTO DE LAS GRANDESCUENCAS FLUVIALES

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CAPITULO V

Pocas cuestiones son más ac.tuales y más discutidas que. el ordenamiento de las cuencas fluviales. ~se es, ante todo,

el caso del ordenamiento del eje Mosela-Saona-Ródano, den­tro del plan de evolución francesa y del ordenamiento delespacio europeo. De la misma manera, el problema de orde­namiento de la cuenca del San Francisco se halla relacio-

.nado con la inauguración de Brasilia y la conexión de laseconomías del nott~ S. .d~l.sur brasileños. Finalmente, elvalle del Tennessee pone de relieve el interés y la posibili­dad de dar' vida a una región particularmente deprimida.

Paralelamente a este interés práctico se destaca un in~ter~s teórico. En efecto, estos diversOs ordenamientos .se. en­cuentran en el seno de cada uno de los tres problemas fun­damentales:

1. La coordinación de los transportes

2; La política de energía

3. La reconversión agrícola

Por consiguiente, su concepción exige una visión de

conjunto de la planificación regional, y asimismo, una in ter­regionalización, al menos parcial, de los esquemas o mode­Oos directivos. En efecto, por regla general el eje fluvial atra-~íesa numerosas regiones polarizadas. .

El uso de esta palabra .sugiere la posibilidad de ciertasdificultades de vocabulario que tienen su origen, en primer

12

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tran en vías de disminuir su aceleramiento? Inicialmente" elcosto económico se mide por la diferencia entre los preciosde fabricación de la ciudad nueva y los de la aglomerac.iónantigua. El costo social se aprecia teniendo en cuenta lo quehemos dicho con respecto a )a inadaptación de las antiguasestructuras urbanas a las necesidades de la vida moderna.

Una de nuestras tareas consistirá en evaluar uno y otro, yen tencr en cuenta los divcrsos coefic.ientes de polarizaciónde la actividad. Sin duda alguna, ciertas industria~ son rela-

. tivamente libres en cuanto a su localización, como, por ejem­plo, las industrias químicas, plásticas, la mecánica de preci~sión y las piezas separadas. Pero estas actividades, cuya re­unión puede crear los centros o ejes de polariza.::ión nuevos~no deben de manera alguna resultar perjudicadasp'or la' in­tención de'" salvaguardar ciertos equipos anticuados y paraevita'r el costo de las inversiones modernas. Por el con~ta-

. rio, el capital de un país, cuando debeafronlar la compe-'­lencia internacional, ha de renovarse incesantemente. En el

plano industrial, Francia ya ha podido comprobar lo que cues­ta trabajar demasiado tiempo con un equipo ya amortizadoy que en apariencia no le cuesta, nada~ Lo mismo sucede.en el campo del habitat, y del 'urbanismo. Los problemas

. que impone el impacto del.Mercado Común ponen (!ere~J1eve estas verdades del buen sentido y nos vemos así IJeWl­dos a encarar los medios de organización de la región inter-nacional. .

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En lo que se refiere a la superficie, el valle del'Tennessee tiene

una superficie de 240.000 1cm2, que de~ compararse a la superficiede Francia, o sea 551.000 km2• Ocupa un lugar intermedio entre lacuenca del San Francisco (600.000 km2) y la cuenca Mose)a,Saona~

R6dano <fue, aunque abarca 23 departamentos, solo representa el22 % del conjunto francés. (Mosela, Meurthe-y-MoselIe, Vosges,]\fosa, Alto Saona, Bajo Rin, Alto Rin, Alto Mame, COte-d'Or, Saona" Loire. Doubs, Be)fort, Jura,. Ain, Alta Saboya, Saboya, R6dano,Loire, Ardeche, I~re, Dróme, Vaucluse, Gard, Bocas del Ródano).

a) Importancia de la cuenca fluvial. Esta impor­tancia .puede demostrarse con cierta cantidad de datos bási­cos. Los primeros son de orden físico: superficie de lacuen­ca administrativa y largo del río; los otros son de orden hu­mano : población y renta por habitante.

Los iremos considerando en forma sucesiva.

1:/1 lQ que se refiere a la longitud, el 'T ennessee alcanza'J .030 km. Por consj~iente, ocupa un Jugar intermedio entreeJ San Francist'¡l (3.160 :km) " d de Mosela-Sauna-Ród;mo,que recorre 940 km 'en territorio francés, la :distancia de1.500 km que separa a Marsella de Rotterdam.

En 10 que se refiere a la población, el valle del Ten­

nessee, n 6 millones de habitaptes, ocupa también en este. caso, un fugar intermedio entre e' eje Mosela-Saona-Ródano,donde la población asciende a 10 millones de habitantes yla cuenca del San Francisco, que cuenta con 3.100.000 habi­tantes.

En lo que se refiere a la renta global por habitante, el\,a]]c del Tennessee constituve, con mucho, la cuenca flu­vial más rica. Sin duda, el 'San Francisco tiene una rentamuy reducida y un nivel de vida muy bajo, sensiblemente

¡igual a la núad de rel1U hrasi leila. (1 sea u$s ll5 por habitan­te, lo (lue representa en totaJ alrededor de 350 millones dedólares. La renta del ele Moscla-Saona·Ródano se halla bas­tante cerca delll1()Jlt(l de renta promedIO francés deu$s IHOpor habitante, y su cifra global es de alrededor de 7,6 mi­nones de d6Jares. La renta del valle del Tennc~see, que essolamente eJel'60 % de la renta norteamericana, alcanza porb tanto a' u$s 1.100 por hahitante. lo que representa 6.600

'millones de dólares para el conjunto de la pohlación.

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término, en el hecho de que, para muchas buenas personas,la noción de eje de desarrollo se identifica con la de cuenca'fluvial o de vía de comunicación, principalmente ferroviaria:

Los polos de crecimiento situados sobre estos ejes cons­tituirán los núcleos o relais del sistema.

A decir verdad, lo esencial es no confundir lanoci6nclásica de región polarizada y el concepto más original depolo de desarrollo. La primera se refiere a una estructuraeconómica dada; la segunda indica el lugar privilegiado deun cambio de estructura:

-la región polarizada, campo de fuerza, es el lugar de l~aglomeraciones que, junto con el polo y su región saté­lite, mantiene la mayoría relativa de los cambios;

_ el polo de desarrollo es el lugar donde se producen prefe­rentemente los fenómenos de localización y de asociaciónindustrial, Y de ese modo mantienen el crecimiento de latotalidad de la región. .e,"

En estas condiciones, dos ideas directivas pareéen~~n::}i~tralizar la atención en el 'estudio del problema de :or~~p,~jj¡miento del Tennessee, del San Francisco y del eje Mo~el~~c••~Saona-Ródano: ;,~,:; i)

l. Las tres cuencas han alcanzado muy distintas' etapas~a~';:~idesahollo econórilico.j ',:<~.~

2. Su ordenamiento pone de relieve, deversiones de un método, único.

1. Tres cuencas fluviales. Tres etapas deCle'añ'oll~';~,-.·~.';f]

El.ordenamiento del valle del Tennessee, en 1933, pre/:§cedió en 5 años al de San Francisco, y en 30 años,al dc:!leje~~Mosela-Saona-Ródano. De todos modos ocupa un puestoin-'!J:termedio entre los otros dbs:

_ por la importancia de su cuenca fluvial;

- por su situación estratégica;

_ por las modificaciones' aportadas a una .ecori~piía~c1. etapa de evolución ha' sido ,muy particular .. ' " '

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Recordemos -ciu~·la··rentapor habitante, en Suiza, estambién de u$s 1.100, lo que tiende a identificar una de lasregiones menos ricas de los Estados Unidos y una de lasmás prósperas de Europa. Por consiguiente, nuestra primeraimpresión es que el valle del Tennessee ha hecho del "ca­minp del tabaco", una Suiza de los Estados Unidos. SiendoasÍ, ¿qué no podrá lograr la explotación del eje Mosela-Sao­na-Ródano?

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b) Tres ríos de unidad interregional. El valle delT ennessee ha logrado la unidad .de una· región dividida pormúltiples circunscripciones administrativas y económicas.Pero su papel interregíonal es mucho menos importante queel de la cuenca· del San Francisco o el del eje MOSela-Saona~R6dano, que son los principales instrumentos de unidadnacional, tanto en Brasil como en Francia.

1) Los tres ríos han creado vínculos entre las múltiplesdivisiones administrativas.

En lo que se refiere a la '7ennessee Valley Authority"(T.V.A.), su sede' se en~uentra en Wáshington, ,peI? suestado mayor se halla radIcado en Knoxville. La autorIdad·agrupa, en torno· del estado de T ennessee, los fragmentos de

otros...:~is estados: Kentucky, Alabama. Virginia, Carolinadel l"lOrte, Georgia y el Misisipí (fig. 14). La ~uto-ridad no forma un estado nuevo. Los poderes son sumamen­te limitados; no existe de manera alguna el socialismo delEstado, ya que lo eluden la política banc<lria y la monetaria.~a polí!ica fiscal no depende del mismo. la reglamentaciónmuustnal no es de su incumbencia, no fija las tarifas deportes, no decide la política agraria;" finalmente, elude lapolítica de emigraciones. No es menester aclarar que losgastos públicos de los servicios públicos en general, y de laeducación y salud en partIcular -se entiende asimismo de ladefensa "llacional- también seeIuden. El valle del Ten­

nessee ti~e un programa de evolución de los recursos na­turáles suIn\mente limitado. El 97 % de sus gastos se des­tina a ob~s fluviales (energia, navegación, irrigación). Noexiste un verdadero programa de explotación del territorio .Es una tentativa tímida -pero en escala. norteamericana­y tiene puntos comparables con la Compañia Nacional

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FIC. 13. Cuencas del Tennessee y del San FranciscoEn el ángulo; la cuenca Mose1a-Saona-Ródano.

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del Ródano. ,Sus realizaciones .han sido más rápidas ysobre todo más compl~tas. Agreguemos que desde lbs diezprimeros años de su existencia, la "Tennessee Valley Autho­rity" no h~ gastado más. que el 3 % de la renta de sus habi­tantes, y:al1J:1que tales fondos hubieran sido recaudados di­rectamente;Sülo habrí!1n pesado en (orm.a mínima sobre loscontribuyentes locales.

La situación de la Comisión del Valle del San Fran­cisco CC.V.S.F.) es levemente distinta. Su sede se encon.

traba en Río de Janeiro, luego en Brasilia. Agrupa en tor­no al valJe del San Francisco cinco estados brasileños: MinasGerais, Bahía, Sergipe, Alagoas y Pemamhuco. Las facul­tades de la C.V.S.F. son teóricamente más amplias que lasde la T.V.A., pero sus medios financieros se han limitado ala recaudación del 1% sobre los impuestos federales, queen países subdes:lrrolJados son impuestos directos y de escasorendimiento. Sus actividades alcanzan el número de ocho: .

1) estudios generales y mediciones topográficas; 2)' regula­rización fluvial; 3) ener~Ía; 4) transportes; 5) irrigación ydrenaje; 6} salubridad; 7) desarrollo cultural; 8) desarrollode la producción.

El conjunto abarcado por el Yalle del San .Francisc(lha sido detallado en la fig. 16. Agreguemos que se \:11.

cuentran ligadas direetamt!nte a la C.V.S.F., la compañía hi­droeléctrica .de San Francisco y la Compañía de Navegación,también de. San Francisco. .

El eje Mosela-Saona-Ródano se debe desarrollar a tra­.vés de 23 departamentos, repartidos entre 7 regiones de pro­grama. Permitirá, en un futuro, reestructurar las grandesregiones socio-económicas de Francia, de acuerdo a la escalade la Comunidad Económica Europea. Por consiguiente,

Francia será dividida en 9 gr~ndes regi0lJes, de las que !adel c;udcste agrupa, sobre el eje Saona~Rodano, la Borgonay la región lianesa, y la del este, une el Masa y el ~[oscla

. a la región del Saona. El surco rodaniano constituye la arti­culación esencial de Francia del sudeste; era normal agregarel valle afluente del Saona hasta el suelo de Borgoña, dedonde un camino maestro se dirige hacia Lorena y por elMosela, luego canalizado, hacia el I\uhr y los Países Bajos.La política prevista consiste en reforzar en todos sentidosel eje del Ródano. La Compañía Nacional <lel Ródano tiene

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resante hacer notar que estas' 7 reg~ol1cspolarizadas tienenalrededor de 80 km de radio, mientras que en Francianuestras regiones urbanas tienen un radio promedio de 100km; para lograr la comp~ación, recor~emos que el valle delTennessee tiene una Sliperficie de 240.000 km2 y 25 habi­tantes por kilómetro cuadrado, mientras que Francia tiene

'. una superficie de 551.000 km2 y80 habitantes por cada unode ellos. ~ .

Un radio de 100 km -de acuerdo a la hipótes~s se­gún la cu~l una región será igualmente desarrollada en todossentidos- representa una superficie de 31.400 km2, o sea2.512.000 habitantes, para una densidad de 80 habitantespor kilómetro cuadrado y 785.000 habitantes para una den­sidad de 25 habitantes por kilómetro cuadrado.

Solo la relativa riqueza por habit~nte del valle del T en­neSSl't.' (u$s,l. 100) explica la' proximidad de los lugares ('entrales de esta región. .

En el" valle de San Francisco, no existen centros depolarización en~endidos en el sentido estricto: 1/3 del \'nlledepende de Recife; 1/3 de Bahía)' 1/3 de Belo Horizonte,situado sobre el Rio' das Velhas (fig. 16, En cuantoa los futuros centros, se situarán en Pirapora (en el crucedel ferrocarril Belo Horizonte-Brasilia y del río San Fran­cisco) y en ]uazeiro, en el otro extremo del trecho navega­ble; las otras ciudades, en la actualidad, no son otra cosaque puertos sobre el río, priI!cipalmente Carinhanha y BomJesús. Hagamos notar, de paso, que por el valle del SanFrancisco transitan cada año 40.000 personas y que las emi­graciones netas, hasta 1960, han sido de 10.000 personas.

". En lo que se refiere al eje Mosela-Saona-R6dano, pode­mos distinguir 4 regiones polarizadas:

-:-la región de Marsella, que llega hasta Mondragon;

-la 'región de Lyon, que va desde Mondragon hasta Cha-lon~sur-Saona;

- la región de' Dijon, que va desde Chalon a Langres yVesoul; ."

.-finalmente, la región de Metz, que va desde Epinal a lafrontera.

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Illr-FIG. 15. Eje. Rhin-Mosela-Sa()na-R6dano ¡. '

ficada, s~ construirán una autopista y una tubería: Tambiénserá creado un vínculo entre Francia y el mundo ín~dife­Tránco, .por una parte, y Alemania y Europa del Norte, por)a otra.

2) Los tres ríos tienden a aumentar y a favórecer la~'inteidependenéias económicas. . .

En lo que se refiere a1'valle del Tennessee, se pueden'

d~stinguir ~ centros urbanos y sus regiones,po.lariza~as: K~ox­vIlle, AshvIlle, Chatanooga, Gadsenl NashviUe, Mel11p:q,~yfinalmente Bristol. En torno de estos siete centros gravi,an101 ciudades ~télites -de más de 2.500 habitantes. Es ,rite-

. ,como m'i~ión, realizada en parte, la explota,ción del río mis­mo, desdé el triple punto ,de vista de su energía, la navega­€ión y la irrigación. Una línea ferroviaria ha sido electri-

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subpoblada, que todavía no ha alcanzado la etapa de sepa­ración;

1 Los transportes sobre el T ennessee han evoluclonadoasí:940.000 toneladas en 1933; .

2.869.000 toneladas en 1943;7.119.000 toneladas en 1953;

12.742~000 toneladas en 1957, de las que:6.725.000 son de carb(m;

886.000 de cereales;2.524.000 de piedras y arena.

- El Valle del T ennessee se encuentra en un.a regió!1 de­primida, pero que desde 1933 habia logrado un estado demadurez; después de 1945 reencontró el nivel de vida yel ritmo de consumo en masa;

-Finalmente, el eje Mosela-Saona-Ródano ha logrado, des­de su origen, la estructura econÓmica y el nivel de vidadel consumo en masa, pero permaneció inarticulado einadaptado aun a la vocación motriz y coordinadora quedebe ser suya.

El \ -alle del T ennessee constituye un innegable éxito.Su nivel de vida ha sido triplicado en 25 años (entre 1933

y 1958). La autoridad ha ,construido 20 diques, pero sola­mente es dueña de 5, siendo los otros de propiedad privada.Se han permitido ganancias económicas considerables: desde.1936, 26 rutas maestras han economizado 53 millones dedólares solamente a la ciudad de Chatanooga, unie~do losApalachcs al Misisipí por un canal de 1.040 kilómetros

.abierto a la navegación durante todo el año. El Tennesseeha visto multiplicado por 50 su tonelaje kilométrico, desde1933 t, lo que asegura una economía de 14 millones dedólares al año, por comparación con los transportes porcaminos o ferrocarriles (éstos no han resultado perjudicadospor el desarrollo fluvial, sino que su tráfico ha ido aumen­tando paralelamente, aunque en proporciones menores, comoconsecuencia de un efecto de arrastre). Durante la guerra, lat;:reación de un centro de energía atómica en Oak Ridgeprodujo un efecto considerable y, en la actualidad, esta in­~ustria consume la mitad de la producción eléctrica delValle (en Francia, Marcoude y Pierrelatte, aunque de men(}­res dimensiones, está~ igualmente destinadas a un consi-

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FIG. 16. Cuenca del San Francisco y regiones polarizadas br~silefias"l. Urnite de los Estados. - 2. Umite de las áreas comerciales•..~ ..

3. Cuenca del San Francisco. ..--~---- - - --

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puede salvar esta interrupción? La experiencia delv~lle gel'Tennessee autoriza, como veremos, a responder enfonna,:afirmativa. " ,

e) Los tres valles constituyen tres ejes de desar,.­110 privilegiado. Sin lugar a duclas,. se encuelltnu) ,.$itua~,,dos dentro de las economías que han alcanzado tnuydt~tm'"·tos grados de evolución:· ' ,

,,-El San Francisco recorre ~na región

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proyectos,franceses de ordenamiento de los territorios y pro­tección de las poblaciones.

,.Los trabajos del San Franci~, limitados por la insuficienciafinanciera de su dotaci6n fiscal, se caracterizan, esencialmente, porla creaci6n de dos grandes di'lues, aguas arriba y _aguas abajo, unoen Tres Maria, otro en Paulo Afonso, de triple función: producciónenergética, regularización fluVial e irrigaci6n. _

El primer dique, de 22 mil millones de metros cúbicos y 70 m

de altUra, produciría hasta 520.000 kilowatios. Entre otras cosas, con­tribuirá á la regl;llarizaci6n del curso del río, llevando la capacidadde Paulo Monso de 540.000 kilowatios a 900.000, o sea un aumentode 360.000 kilowatios.

Asimismo, el· transporte- fluvial, hasta ahora difícil, se moder­nizará de Pirapora a Juazeiro, gracias a la organizaci6n de la Com­

pañía de Navegaci6ndc1 San Francisco, que fusionará y racionalizarálas cuatro compañías actualmente en existencia.

La irrigaci6ny trabajos de desagüe cubrirán 60.000 hectáreas.Pirapora es el término de las -vías férreas que unen Río y BeloHorizonte con' el valle del San Francisco. La mejora de éste exige elensanchamiénto de la vía, llevándola de 1 m a 1,60 m. La prolonga­

ci6n de la miSma hasta Brasilia no solo ser~rá para abastecer la capi­tal, sino que convertirá a Pirapora (28.280 habitantes en 1950) enlIn núcleo de comunicaciones definitivamente más importante queCorinto (25.670 habitantes en 1950). Corinto es el ram8l de las vías

·férreas que llega hasta Salvador. El puerto de Pirapora, porIo demás,está siendo restaurado para evitar las interrupciones de carga dema­siado prolongadas entre las vías. férreas o camineras y la fluvial. Asi­mismo, existen los.puertos de Januana, Bom Jesús, Petrolina y otros.El valle medio del San 'Francisco es esencialmente agrícola. El cul­tivo del maíz, del.a~.9n,-ª.eJ~_cebolla,de arroz, está siendo enérgica­mente activado. El cultivo de la vid y. del mel6n es objeto de exitosaaclimatación. la cría de ganado, todavía pobre, mejora sistemática­

mente. Se han instala.d.ocentros de colonización agrícola, principal­mente en el valle det Paracatu, afluente del San Francisco, lo quecontribuirá al servicio de la ruta de Brasilia.

Las ganancias obtenidas por el mejoramiento de la cuenca flu·vial serán de cuatro orígenes: la transferencia de mano de obra, la

economía de transporte, la apertura de nuevos mercados debido ala .disminuci6n de los costos,' los fen6menos de polarización.En 1958, con el fin de mitigar los efectos de la sequía, fueron

empleados por la Federación 500.000 desocupados, principalmente enla construcci6n de la ruta Forteza ·Juazeiro, lo que permitirá la futuraemigraci6n. La cantidad de flagelados auxiliados se eleva a 2,5 millo­nes. Por consiguieme, se puede admitir que una emigraci6n. de esteorden se orientará espontáneamente hacia San Francisco y Goias. Su

productividad, hoy en día sumamente reducida (1/3 del promediobrasileño), alcanzará entonces este último nivel. La ganancia asilograda debe ser asentada en el activo de las inversiones realizadas.

~14

derable desarrollo). Finalmente, en lo que se refiere a la'restauración de las tierras, la irrigación y la lucha c0-rttraelpaludismo han asegurado un aumento del rendimiento. agrí­

cola; que la experiencia de Languedoc-Roussillon.-animadopor Philippe Lamour- tiende a repetir en Francia~Este crecimiento económico se halla acompañado de

urbanización. Los 7 centros urbanos, o polos, incluyen 30 %de la 'población, 50 % de 'la industria, 40% del comerciominorista. El crecimiento del valle ha superado ~l de losEstados Unidos. En efecto, entre 1947 y 1954 la industriade transformación se ha acrecentado en un 69 %, mientras .~que en la totalidad de los Estados Unidos solo había adélan­tado en un 57 %; la industria eléctrica se ha aumentado enUn 91 %, comparado con el 84 % para la totalidad' de losEstados Unidos, y la industria agrícola en un 14 %, respectoal 12% en dicho país. Pero el empleo de la mano de ol>rano ha aumentado con idéntica rapidez que en el-resto delos Estados Unidos. Es así como se ha podido asistir a unadisminución del empleo agrícola y minero, aunque la pro­ducción de estas actividades haya aumentado. En definitiva,la renta por habitante ha pasado de un nivel igual ~14S~%-del Jlivel promedio norteamericano en 1949, a un nivel querepresenta el 55 % del de los Estados Unidos. Sin embargo,la población ha permanecido estacionaria, lo que se débé _

, tanto a un Índice de natalidad relativamente 'bajo como.a .una .emigración hacia eJ resto' de los Estados Unidos, IiÍ~srico que el valle del Tennessee. Este moVimiento.eníigra­torio solo podrá ser detenido hacia 1970, cuando el 35 % dela población se habrá reagrupado en las ciudades de más de

. 50.000 habitantes, 45 % en las ciudades más pequeñas, noquedando más del 20 % de la población en la campaña.Lfproductividad urbaná' es, por mucho, lá más elevada, y elreagrupamiento de las propiedades rurales, al mismo tiempoque él aumento de la productividad de los granjeros, asegu­rará a estos últimos un nivel de vida suficiente para fijadosen forma definitiva en una región donde la renta por cabeZaha resultado considerablemente aumentada. Se asistirá en­tOÍlcesa un aumento de la poblaci6n, que sin duda llegaráa los 7 millones de habitantes. .

Se trata de.un ejemplo en el que pueden inspirarse los

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Resulta fácil de ca1cula1"."La renta hrasileña ascendía, en 1957; a852 mil millones para 60 millones de habitantes, o sea 14.200 cruce­ros por cabeza. El promedio de renta de 2,5 millones de almas es de3,5 mil millones de cruceros. Eso no obstante, la ganancia neta es másreducida y solo representa un aumento ,de productividad del 2/3,vale decir, 23,6 mil millones de Cruceros.

El segundo elemento se halla representado por las economías detransporte. El ejemplo de las rutas Río-San Pablo y Ríq-Belo Horizon­

te muestra que la disminución de los costos alcanz6 al 50 %. LosEstados brasileños cuentan con estadísticas de exportaci6n (CommercioiHteTestadual par Vías Internas, 1947-1950). Se puede admitir quelas economías abarcarán el conjunto de los gastos de importaci6n-yde eX1'?rtaciónde Goias y de una parte nada insignificante de Minas,espeCIalmentelo que se refiere al triángulo "lineiru y al nlle del SanFrancisco. Pero ha\, mas aún: el comercio interno de estos Estados seencuentra en gran 'medida aligerado por el hecho de la construcci6n

de los nuevOs ejes. Las valuaciones realizadas en Minas demuéstranque los gastos de transporte representan, té~mino medio, el 4 % delprecio de los productos terminados. El producto neto de Minas y deCoias alcanzó, en 1957, alrededor de 111 mil millones de cruceros.Por consiguiente, la economía lograda s,obre el tráfico existente. ~aproximadamente de dos mil millones por afto,o sea de 6 mil~o­nes entre 1960 y 1963. . ~, .

Pero la baja del mercado implicaría, a su vez, una ampliacigndel mercado. Sin duda, una disminuci6n del 2 % parece insigriificari~e~,Pero al sentar la más simple hip6tesis, o sea la de una elasticida<hde(];"demanda igual a'la unidad, el aumento, de las cantidades consuínid~s, . cJserá igual al descenso de los precios. Cada año deberán acreditai$e' ,',~a Brasilia otros dos mil millones. En definitiva, hasta 196~,eLe~cto .del precio se calcula en cuatro mil millonrs por año y como sieUípie' .. 'rtsulta relativamente reducido, comparado con los 24 mil millones'p!,Co.cedentemente estimados. Por haberlo considerado es que loseconO:'nlÍstas clásicos denunciados por Fran~s Perroux se desorientaroii;'concibiendo como "ideaun equilibrio estacionario. '.

Más adelante desarrollaremos el estudio del efecto. de precios yde la polarización. Lo esencial, actualmente, es hacer notaf que elnuevo eje' así creado pondrá en comunicación demográfica, y econ6­mica dos regiont's del Brasil que hasta este momento solo comerciaron.por vía marítima.

Es interesante hacer notar, a este res~cto, que en 1956, las ex­portaciones del Brasil hacia el extranjero representaron 59 mi1rnillO:nes de cruceros; las exportaciones de cabotaje, 65 ini1 mill()n~;!asimportaciones del extranjero, 71' mil millones; las importaci()nes....d~cabotaje, 65. En su totalidad, las dos formas de comercio se equin~-ron en 130 mil millones. .

En cuanto al eje Mosela~Saona-R6dano,' consti~Y~\l:l~~,~,,']de las regiones más· activas de Francia,peroeortadá'eíi''d~s' "

96

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por el estrechamiento de. ~aint-Jean~'~ios~¡r~' la desiertaruta de Langres-Vesoul a Epinal. .

El mapa caminero y el del, tráfico ferroviario nos IIJues­tran que la parte situada al sur de Dijón se encuentra Ínte­

gramente ligada a París, y que la región de Lyon, Grenobley Saint-Etienne, espacio polarizado por excelencia y que re­presenta por sí mismg una imagen reducida al décimo delconjunto de Francia, parece fracasar en su misión, que esla de poner en comunicación la Europa renana del norte yla Europa meridional del sur.

· En particular, Metz y Nancy, ·la región siderúrgicafrancesa, que pronto se hallará orientada hacia el Atlánticopor el canal del Mosela, exigen igualmente que se encuen­.t¡e una salida mediterránea por el canal del este, desdeEpinal a Corres.

No resulta inútil recordar que en el esfuerzo de equipa-· miento francés de 1955, las inversiones por vialidad asciendena 280 mil millones, las vías férreas a 185 mil millones V lasvías navegables solamente a 15 mil millones. .

.'," Debe emprenderse un cálculo económico análogo a los•.que han justificado la v~lorización de' las cuencas del Ten­

nessee y del San Francisco, pero al sacar ventaja de los re­. c~entes adelantos de. la técnica moderna, los procedimientos.' I1orteam~Eicanospara evaluar ganancias y costos, con respec­

to a las 'grandes obras públicas, resultan a este respecto bas­~n.te anticuados, como lo ha puesto en evidencia la recienteC'oÍlferenc,:iade Bellagio, realizada por la Agencia Europea deProductividad, en junio 1960.

Al descuidar las interdependencias económicas interre­.gionales",¡tanto los espíritus más iluminados como los expertosmejor avisados corren el riesgo de tomar por una ruta falsa.

· Teniendo en cuenta la escasez de nuestros recursos en hom­

'"l~~~i;hresy en capital, no puede permitírsenos error alguno; dadaIr urgencia que reviste la integración europea, ninguna de­mora resulta excusable.

, A 'oontinuación, y a título informativo, proporCionamoslas previsiones de tráfico establecidas por la Comisión deVías N avegables de la cuenca de Lorena. Estas cifras cons­tituyen, sin 16gar a dudas, una primera aproximación.

El r~ente plan de desarrollo de la regi6n Ródano­Alpes pone. en evidencia que de acuerdo a una decisión de

97

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99

no olvidar quemenudo pero no

la Conferencia Europea' de los l\'1inistros de .Transportes., elestudio técnico y ecunómicu de una relación Rhin-Ródanopara embarcaciones europeas de 1.350 tóne1adas ha sidolealizado sobre el plano internacional. A nuestro modo" dever, este estudio contribuirá a confirmar que solalPente lalínea Mosa-Mosela-Saona-Ródano, favorable a nuestras.in­dústrias metalúrgicas y a los intercambios África del Norte-

,Lorraine, es susceptible de evolucionar y favorecer los. polosde crecimiento importantes, al transformar el eje Rhin-Rit'da'n~ en ~n Saint-Laurent bivalente a la .escala europea.

11. Método de éstudios,...•.

. Toda región económica .,crece por efectos, de la infl\len­cia de las industrias motrices que se desarrollan rápidamenteo se establecen en forma repentina.

Estas industrias no solamente influyen sobre sus' abas­tece"dores regionales directos o indirectos, sino también~'sObrelos clk:l~es regionales nuevos, respecto de los cualt=;sper­miten su desarrollo acelerado o suscitan su localización~ 'Asi­

mismo, permiten. ~a aparicíón de actividades carenté(de,:vínculos directos entre sí y que benefician las econórliías,/externas o de aglomeración. La a~ción sobre los abastecedo­res (en ascenso) es el clásico multiplicador de actividad. Laacción sobre los clientes nuevos (en descenso}, y sóbrelas'actividades indirectamente asociadas (laterales), constituye;

.el efecto de polarización. ,', .... '.-A corto alcance, estos efectos se estudian a través deja

actividad regional, la matriz técnica que la caracteriZar] "­sectores de polarización que' modifican su estructura. A1!ltgéalcance, es menester relacionar las inversiones inducidasasociadas y la c;orrespondiente matriz de coefic,ientes de capi~tal, asimismo modificada por la. polarización. - . ".

Fi~almente, ~as regiones son interdependientes. Actúalas unas sobre las otras y se atraen recíprocamente. De 1misma manera que existen incustrias motrices, hay tambiéregiones motrices." . ..•

Mejor aún, la creación -de un nuevo eje dé t{ansportccomo,.d eje Mediterráneo-Mar del Norte .en Europa; contlbu iría: 1) a' favorecer o dar origen a ciertas industrias

98

trices en 'las regiones pularizádas yá existentes; 2) a modifi­car la estructura de los cambius y a trazar las fronteras entreestas regiones. .

Por último, hay que insistir en el hecho de que todo~studio aisladg.de -UF~-proyecto de desarrollo, sea de una em­

presa o de l;lna obra pública, y la comparación de las ganan­cias y costos que le son inherentes, no pueden ser separadosde un estudio de conjlinto de la región en vías de desarrollodonde se encuentra localizádo:

Principios directivos. a) El principio de todo estudiode valorización de una cuenca fluvial es necesariamentetécnico. Aquí, solo deseamos dar una idea esquemática desu· complejidad. En la práctica desemboca a' cada paso en.:los programas lineales y la teoría de los juegos.

}Q) Estudio inicial de las localizaciones o crecimientosmotrices.-debidos a ]a modificación de accesibilidad v de costoque resulte de la nueva cstructur:l: a) de ]os trál\l;p,>rtcs;b)de la energía; c) de la agril'l~ltll,.a. l:~el aspccl.O müssencillo y el único que puede enfrentar la economía clásicade empresa;

,2Q) Estudio por interdependencia y polarización delimpacto regional:

.....• estructura del mercado (oferta, demanda y precio en com­. petencia imperfecta);

- confección de las matrices técnicas existentes (cantidades,valor) y su triangulación;

- marcación de las corrientes de intercambio con las regionesvecinas y de los problemas relacionados con las rentas delocalización' en competencia perfecta (programas linea­les);

- estudio de los coeficientes de polarización (actividad" pre­cio por análisis de correlación).

Como ha escrito Perroux, conviene'ó " ."una regl n es, motnz por tres razones, a

siempre en conjunción: '

- por sus aglomeraciones urbanas;

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&lnlctura de la mano de obra activa ~ 8 lagares ,O)'. Censo 1954

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/' ~4,31,87,620,73,88,34.79,781,9

23,0 1a,5 24,190,6 12,9 33,0 16,6 24,5243,4

34,4 49,2 43,180,9 15,432,1. 17,7 25,6802..7

38,41,114,7·73,7 3,9 17~3 10,4 10,4171,~

25,40~36,222,340,S8,7S,2 .8,181,2

33,00,85,425,02,8~,2S,l7,188,3

4,20,23,620,81,85,62,63~6,42,7

40,7 12,4 20,985,0 8,2 ·27,2 11,2 19,3231,7

76,01,7 29,491,817,6 42,1 25,1 29,4314,5

36.00,39,857,43,2 16,19,9 11,3' 145,5

38,1' 0,66,827,02,99,8 .6,77,1]01,1

43,01,311,029,3 9,0 22,4 12,7 16,9147,5

944110,111;6.54,0 -6,4 ",26,1. }1J,3 13,4232,5

54,7 17,615,3130,0 7~4 34,3 20,1 16~2297,8

41,71,1 27,8192,4 22,2 1~,~ 53,3 36,7459,1

66,40,3~,335,04,7 15,3 10.59,8151,8

67,S3,'8 '2~.8112,56,3 31,3 20,7 18,6282,6

47,5 '-0,48,024,02,$9~07,95,9105,S

iJ3~10,38,631,03,7 14,09,08.3118,2

. 41,1 15;. 10,222,16,7 18,4 n,4 15,0142,4

'39,0 '0.,5 8,221,34,2 17.99,58.,4109,8

39,1'5,'833,8Uta,8 ~7.S n,.} 45,2 52,1412,1--~ ~. -.,......... ~-

.•:U,5951,3 139tO33~,2 1 351,21197,6 '50,0 338,.351,

, ':extractlvas; . 3, constru~elones y TrabaJ.os6, Collle~cl0,B~ncos,' Seguros; 8,~~rv1cios Públicos.

-1 Eje. Norte-Sur.

-'índice\1 .de renta

1/1000toda

.·.Francia

4,6 4,315,9 15,419,7 20,5'9~1 8,04,3 4,14,1 3,72,8 2,5

12,3 12,317,3 16,2-,8,3.' .7,9·'4;6, 4,1,7,2 7~6

..10,5 10,017,1 15,0

'1'29,3 28,0:.. ' 6,9 6,4"1",6 14,6, ,",3~7 -3,9

f.•.'.,.'j. '.•.'.'-!.:fii:.-.:. '- ,{25,9 24,8

213

635.819381­203

212,'lÓ4,

. 510-708~34f';2223'366''51a:66793:i315"·641"249281405

--2781082,~I.

10'089 ._

,62405279{i252590362565375

6083530479352605~b558786862747992859·5825823655566561588035785'247

120505

Super­(¡eie

'Ikm",

Alsada .

Borgoña

'Lotena

Rccionesde programa

Ródano-Alpes

Franco Cpndado

ChamJlllgneFrll~lco Condado

Departamento:'

TOTAL •••••••••••••••••.••••••••

(1) Nomenclatura en8 ltlgares: 1, Agricultura:! NPúblicos; 4, Otras industrias de transformación;' 5,Tr~

l. Mosa ••••••••..•••2. Meurthe y Mosel~.3. Moti-ela ••••• ·••• L.

4. Vosgos ••••••••• _.5. Alto Marne ••••••6. 'Alto Saona7. Bel!ort .•••••••...8. Alto Rhin •••••••••9. Bajo Rhin ••••••• "

10. Doubs •••••••••11. Jura •••••••••••• ~12. Costa de Oro ••• ,.13. Saona y Loira ••••14. "'Loira ••••.•••••••••15. Ródario .• : ••••••••16. Aio .•••••.••••.•••

. 17. Isere -.•.•••• '••••.18. Ardeche ••• , ••••••

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19•. rome··········'··l· d20. Gard •••••• •••••• LaDcue oe21. VaucJu.se .:........ Pro venza22. Bocas del RódaDo.

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Actual Futuro

1950:1960

1960-1970--

l. Autom6vill. Gas natural de petr61eo.

~. Química

2. Química (petroquímica y, car-boquímica)....•..

3. Petr6leo 3. Electr6nica (energía termonu-clear).4. Electromecánica

4. Constmcci6n inmobiliaria.5. Electricidad

5. Industria mecánica y eléctrica.6. Acero

6. Vestidos.

. 7. Papeles y pulpas de madera.

- por sus industrias motrices áclimatadas;

- por sus jndu~trias nuevas 2.

39) Estudio por interdependencia del impacto sobre lasregiones vecinils: '

- efecto de atracción en competencia perfecta y de ensam­bladura en competencia imperfecta;

- modificaciones de fronteras.

49) En una economía sub~sarrollada hay que tener'en cuenta dos características. ..

Los desplazamientos e inmigraCión de mano d~ obra~ constituyen un aporte fundamental especialmente en el domi­

nio agrícola. ,El pasaje de una región a otra o de un sectora otro de importantes efectivos, que puede JIegar a un mi­116n o varios millones de hombres al cabo de 5 años.(San~Francisco), pueden asegurar el éxito de un arranque econó­mico.

La transformación de una economía cerrada, de pue!:)}o:"o "fazenda", en una economía de mercado, atrae en torno'de",'la gran empresa ha poco implantada, los complejos efecloslcl~~>~"aglomeración y de economía externos cuyo razonami~nt~·?.3'.depende en gran parte de la existencia de una red. suficieri,te/:,de transportes. En su defecto, la influencia queda entorpé-'¡ícida y hasta interrumpida. La. usina de Arbeet eneI monte,. ¡F,Levade, fue un ejemplo hasta la construcción de la ruta y .

. de las vías férreas. La implantación de la Mannesmannen~ 'Belo Horizonte presenta e1ejemplo contrario.

Instrumentos de estudio.' Los instrumentos. de ~stu"­dio son tanto clásicos como novedosos, pero todos indi~~l1:sables. '. .

El estudio de las "localizaciones espontáneas" media.nteel método de los costos comparados de la mano de obra;d~>la energía y de los transportes, no necesita ser descrito. Enfunci6n de las modificaciones aportadas,. por ejemplo, por>'el eje Mediterráneo-Mar del Norte, es posible determinarlos mejores sitios de producción n-ueva por cada gran zona

2 FRA~~IS PERROUX, La fir11le 11lotrice da1lS la région 1I1otrice.

102

de mercádo existente. Los elementos de estos e~t\.ldios pre­parados por los comités de organizacit'm v las cánfaras decomercio, siguiendo la cost\Jmbre nortcainedcana, influye_esencialmente sobre ,las industrias dinámicas revel~das por elejemplo de losEstados Unidos y el crecimiento de los diver­sos sectores.

El estudio de "las localizaciones de impacto maXlmopara una estructura dada" constituye, en otras palabras. lamarcación de la industria motriz a través del juego de unamatriz regional. Dos puntos resul~an importantes: la com­posición sectorial de la matriz, la importancia de las corrien-tes de intercambios interregionales. En principio se puedendistinguir las corrientes existentes (ferrocarril, camino, agua) .

, Siguiendo la apertura del eje fluvial, la modificación de lascomentes de intercambio para una estructura de produccióny de éonsumo dad:r, puede ser fácilmente señalada. Los índi­

ces de aglomeración (empleo, capital, rédito) permitfncla­sificar a priori las mercaderías de mercado departarpental,regional y nacional. Asimismo, ponen en evidencia la hete-rogeneidad de la estructura de una región polarizada y la

-eventualidad de precios directivos. .El estudio de los efectos de polarización y de complejo

industrial permiten pasar por sobre las etapas elementalesprecedentes. Esto~ efectos son estudiados en Francia por elprofesor Fran~ois Perroux 3, y en los Estados Unidos, por el

S FRAN~OIS PERROUX, La firme motrice dans la région motrice.:

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profesor Walter lsard 4. Los dos métodos son complementa- .lios y exigen evoluciones técnicas que escapan a los alcan­ces de este libro. El efecto de complejo es; por lo demás,un caso particular (microeconómico) de lo que el profesorPerroux llama acción- organizada y se limita al complejoindustrial motor. "Un estudio histórico y concreto permitediscernir las firmas ':atraídas o creadas (complejo) por lafirma motriz y las firmas atraídas hacia la región por razonesextrañas," .

Siguiendo al profesor Perroux, el estudio de los efectosde ensamb!amiento interregional puede ser profunclizadodesde el triple punto de vista de las actividades, de los pre-

.cios y de los anticipos, en anlbos casos particularmente inte­resantes al evitar confundir los modelos normativos Y. losexplicativos. El primer caso es la. puesta en comunicaciCSnde una regi6n "vacía" o subdesarrollada, con una región .quecontiene un polo de evolución: las transferencias de inver­sión y la puja para la adquisición de factores -de producción·(mano de obra) pueden entonces ser analizadas. El se~undocaso es la puesta en comunicación de dos regiones, cada :u;pa­de las cuales tiene una firma motriz cuvos productosp~~'.den ser sustituibles o complementarios. En talesdomiñii~E\el análisis por la teoría de los juegos debe completar,'l?ara-. .la explicación de los comportamientos reales, el análisis:·npl''':,'mativo de los programas lineales interregionales.

En definitiva, es importante subravar que, en el pe1'Íodó.de arranque económico (San Francisco); el período defu~do-,:rez y de depresión (Tel111essee Valley Authority ),o,~les~_·- .tado de consumo en masa (Mosela-Saona-Rqdano), es siem- ...~pre el mismo esquema económico el que, a -cosla -de- eiertas.is.precauciones 11, permite juzgar los fundamentos de unavalo-<:.rización y seguir V controlar sus efectos. ..' .

Se trata, por lo demás, del mismo esquema que permite

• ISARD, ScHOOLER VATORICSZ, IndustTÜlIComplex Analysis and

Regiotultl Development, Wiley & Sons, 1959.

11 FRANQOIS PSRROUX, "Les projets spéciñques et les_.plans de'."

développment dans les pays a croissance retardée", "L'Univers éco-iZ-:­nomique et social", en· Encyclopédie franfaise.

104

it

.

apreciar .las consecuencias de una organizaci6n interregionalsobre el coniJ.Into d~ la economía nacional 6.

No carece de importancia indicar que la ciencia económi­ca regional ha llegado, en el curso de los últimos años, a unaetapa de evolución que permite fundar racionalmente Una po­lítica. Sin ~uda, las valorizaciones regionales notables -comola de Languedoc-Roussillon- han. sido emprendidas sin lautilización directa de umodelos de decisión" similares. Pero

tal como los acueductos· romanos y las catedrales góticas nohan esperado los cálculos modernos de .resistencia de losmateriales para realizar proezas arquitectónicas, asimismo re­sulta normal que nuestros organizadores regionales, en di­versas oportunidades, hagan obra de' grandes constructoressin utiliza~ los instrumentos de la ciencia regional contem- ,

poránea. El papel. de aquélla es deducir reglas generales y . jdar a luz .los instrumentos que permitan superar el pragma- .tismo de las antiguas grandes obras y el trabajo por pieza,en cada caso particular.' <

Baste decir aquí que la noción de espacio polarizado esel mejor instrumento econ6mico de organizaci6n de la re­gi6n y que la misma debe ser valorizada .po.r el mejor bien­estar del conjunto de la nación más que por sí misma.

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;...

6FRANQOIS PSRROUX, La firme motrice dam la région motriu,ISEA" J.-R. BOUDEVILLE, "La région plan", en Cahiers de I'ISBA .•,serie L, n9 6, c~p. IV.

Page 53: Boudeville_Los espacios economicos0001.pdf

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CONCLUSiÓN

HACIA UNA PROSPECTIVA :DEL ESPACIO

"El espacio ~o es un~ sqstancla,sino el orden de coexistencias po­sibles,"

LEmmz -

"Jamás las sociedades organizadas han :tenido .tan daraconciencia de que su porvenir econ6mico no se deduce de,'su pasado y que·contiene el riesgo de la novedad" l. 'fal;~s><¿el impulso profundo que justifica la noci6n moderna y ftaIl->;.cesa de prospectiva. " .", -' : ,~>:~' '

Analizar la repartici6n geográfica de los fen6menoseco­n6rnicos, suponiendo que el hombre debe seguir inconscieIl-:temen te la naturaleza <> adaptarse con conciencia y' aplica­ci6n a las realidades geomorfol6gicas y humanas, es querermantenerse con la ayuda de instrumentos modernosderitro-de una época ya terminada. ,

. Es necesario comprender que nuestra fuerza de. inter- .,venci6n ha aumentado de manera tan considerable., qu~ 19s -,datos ya no pueden ser considerados como constantes. Elespacio depende de nosotros. Para Leonardo de Virtci, unabismo hacía soñar en un puente o parecía poder servir 'alos ensayos de algún gran pájaro mecánico 2. El renacimientodel siglo xx no debe, ser menos ambicioso. ¿Quién no. \'~que nuestra Europa es la Italia del siglo XVI?

1 FRANQOIS PE~ROUX, "L'Univers écoriomiqueet 'social", enEncyc10pédie frant;aise. ' " " "

2 PAUL VALÉRY, If¡trod1lction a la méthode de Léonard deVincl.

Pero aún hay más: I~ prospectiva del esp~cio ecollómico no es solamente una previsión a largo )!llazode las de­formaciones voluntarias de la extensión y de las modifica­ciones de su estructura, sino también un auxiliar de la acción.

,He aquí el espacio tal como existe, con sus heterogen.eidad€s,~inferdependencias y movimientos que lo animan. He ahí losinstrumentos de que podemos disponer. ¿Consideraremos alas sociedades humanas por sus movimientos espontáneos: lavariaci.óll creciente y opuesta de los movimientos demográ-

Jicos, el enriquecimiento y los conocimientos individuales?¿Aminoraremos solamente los inconvenientes al exaltar lasventajas? Socorrer las zonas que pierden la rapidez de suritmo, 'frenar las emigraciones, combatir el exceso de lospolos de desarrollo; en resumen, ¿nos consagraremos a con­trolar nuestros reflejos? Equivaldría a rechazar la parte real­mente humana de lo posible, producir una esclerosis de lasestructuras y, por respeto al presente, construir una ciencia-dé 'hormiguero. .

Por el contrario, la ciencia económica del espacio se ha.fijádo una, finalidad; el presente es solo el punto inevitabledesde donde conviene partir. El problema, por consiguiente,reside en saber si los instrumentos disponibles permitiránlograr los objetivos fijados y en qué medida las modificacio­nes de estruC1:iira-contempladas autorizarán a rechazar, cadavez más lejos, las limitaciones que retardan el progreso hu­mano y el rendimiento desigual de una región' respecto deotra.

Pese a esa vocación universal, el crecimiento es locali- •zado., El desequilibrio geográfico del progreso económicoconstituye, hoy por hoy, el problema dominante. Por un(enqmeno de aglomeración, las regiones más desarrolladastienden a experimentar un ritmd de avance superior al delas regiones insuficientemente valorizadas. También dentrode cada E-;tado existen regiones más ricas que otras. De ahílas tensiones de diverso grado y una aspiración universalhacia la armonización de los espacios.

En el punto neUrálgico de las disonancia s actuales seencuentra el mecanismo de localización;' y de propagacióndel avance. El crecimiento se manifiesta en puntos o polos

;con intensidades variahles. En cada región, las cantidadesglobales resultan del cotejo, del juego y de las coaliciones

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de -unidad geógráfka a unidad geog,ráfica, de a.justes suple~mentarios y ecuaciones nuevas, va~ apareciendo a medidaque se produce la, agregaci6n de los distintos' elementos.

Ahora bien, la armonizaci6n del desarrollo de los espa­

cios puede interpretarse como el contrapunto de tres mpvi­mientos paralelos e interdependientes: la realízaci6n de unamayor homogeneidad- en los niveles de vida y de cultura, loque supone un crecimiento acelerado de las regiones meno­res; la intensificación y ,la multiplicaci6n polarizada de losintercambios, lo que supone la implantaci6n de centros jerár­

quicos de nuevo desarrollo; finalmente, la creaci6n de órga­nos de coordinaciónsuprárregionales, susceptibles de arbitra!los juegos de e~t.rategia econ6mica impuestOS por las grandesfuerzasalli donde se enfrentan las zonas de influencia.

Toda ciencia se desarrolla frente a los límites de otras

disciplinas y se integta en una filosofía. Los espacios eco-,nómicos, geográficos, socio16gi~0s, constituyen interpretacio­nes complementarias de la realidad humana. Pero. para cadauno de ellos; nuestro universo quedará mutilado si lo redu­cimos a lo' demasiado grande y a lo demasiado pequeño. Jun­to a lo individual y lo global (micro, macro), organizado 10uno y lo otro,!)parecen la convergencia espiritual y la cre­ciente complejidad de la vida, esta cuarta dimensi6n 3.

---------~-;;'"""'~,é~,j~~tg:f?,;~TJN--·-- ,-?tR~pg,;a-~!~§·jndiyiduales.Su armoniiacilm lógica, como

simlsmo su -fusión material, se 'analiza a través de las nocio­nes de espacio en una palabra de tres alcances: la integra~ción.

Región homogénea, región polarizad~, región - plan: acada una de ellas corr~sponde un modo distinto de agrega­c;ión y un diferente sentido de la integración. En el siglo xx,

.", Cataluña y Andalucía tienen un nivel de renta por habi-:,tante y un género de vida netamente distintos. Esta ausen­

ciade homogeneidad es la medida de una auSencia de inte­gración. Francia y los pueblos de la comunidad francesarealizan entre ellos mismos la mayoría de sus intercambios;por consiguiente constituyen una región polárizada, V deSdeeste punto de vista, su integración es indiscutible. Ef nortey el sur de Italia dependen de un gobierno único; GranBretaiia y el Commonwealth tienen como autoridad comúnla que reparte las reservas de cambio. Desde el punto devista de la prospectiva, la región.•plan italiana -se encuentra,por consiguiente, más plenamente integrada que la región,:plan británica. La regi6n_plan europea es prácticamente in­existente. Esta, triple distinción regional no deja de tene,r­importancia desde el punto de vista científico de la :agJ;é:gación. -

Generalmente, el problema de la conexión entr~ -Jospuntos -de vista individuales y colectivos difiere' deacuerd~a los 'tipos .de ,espacio; El 'agregado de las pequeñas unidades~eográficas es más sencillo dentro de la noción de regiónhomogénea, y se resume en un problema. de promédip', yadición (Courtin). La analogía con la integractón,ho:riiQU!!l1de las industrias es evidente. Lá agregación- es más complejadentro ,de la noci6n funcional de regi6n polarizada y de it,t­terclependencia.En cada región, los coeficientes _técnico.s~comerciales y sociol6~icos no dependen solamente de losparámetros correspondientes de cada unidad geográfica.c;lemental, sino también del conjunto de todos los parámetrosindividuales inscritos en todas las relaciones del sistema. La

analogía con' la integraci6n vertical de las industrias se im­pone. Finalmente, desde el punto de vista de la decisi6necon6mica, vale decir, de la prospectivay de la región-plan,los criterios o las finalidades por perseguir varian de acuerdoa los espacios jerárquicos estudiados. Las distintas, func:iones,

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BIBLlOGRÁFIA SUMARIA

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PRÚUXiO DEL ACTOR PARA LA El)ICIÚX EX ESPAS;ar. .....

CAPÍTULO 11. La regi6n internacional. El ejemplo de

Europa .................•..................l. 'Estructura econ6mica de Europa, 28. 11. Vocaci6n y

medios e~on6micos de Europa, ·41.

CA:rÍTULO L El espacioecon6mico .:: ; .l. Las tres nociones de espacio, 10. 11. Método de ob·

. servaci6n, 19. III. Instrumentos de acci6n, 23.

INTRODUCCION

CAPfriJLO 111. Cooperaci6n de las regiones nacionales 49

l. Problemas comunes, 50. 11. La interdependencia de los

problemas 'particulares, 61.

CAPÍTULO IV. La pequeña regi6n: Problema Jl~X~:<1elordenamiento urbano ,,:.i'{;'. . •. 66'i{',..:

l. Crecimiento de la poblaci6n urbana, 67. Ir~,j)imensio­nes, funciones y relaciones urbanas, 73. I1L}litj;trumentosde ordenamiento de las estructuras urbanas;' fi.9.~,'" 'l: I

%[~~;~ V.· Ord~naDlie~1Ode las g"\f~s, cuencas /!p:' \ '. jluVlales "; ~ \. ~ /.~.">'1_/":- .~ < • 'i' \ .•••." ( '.

- 00 .. o, :. 1; -r.:tescuencas fluviales. Tres etapas de desarig}01 84. n,~o

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B,~!bOGP.ÁFÍA SlJl'....·...... ; _;.=~~_ ..~. __._._,_.._1_10'. ·'·Jfl~tariG- N:R.s~~~l

"L'univers économique et social", en Encyclapédie fran~ise,"Laróus~,1960. '. .'F. PERROUX, La firme motrice dans la région motrice, ISEA, 1960;

OECE "Techniquesd'analY$e pour la planiEication économiquerégionale" (Congreso de Bellagio), 1961. '..HAIT'I Y RSISS, Cities and Society, Free Press, 1957.E. ISARD, Methods of regional AnalJ'ses, Wiley Be Son, 1960. "C. PONSABD,Sconomie et espace, SEDES, 1955.J. BOUDEVILLE,''L'espace plan", Cahiers ISBA, serie L, nQ 6.

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