Brochure Concepcion a traves de los sentidos

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a través de los entidos Concepción ORFEBRERIA E IDENTIDAD PENQUISTA Orfebres Marcela Bugueiro Luna Violeta

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La Orfebrería es un oficio maravilloso, porque combina un proceso de fabricación complejo con la belleza de sus resultados, cautivando a cualquiera que se acerque al trabajo con metales y piedras.

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a través de los entidosConcepciónORFEBRERIA E IDENTIDAD PENQUISTA

Orfebres

Marcela BugueiroLuna Violeta

La identidad cultural de un pueblo está constituida por todos aquellos símbolos que nos brindan un sentido de pertenen-cia, que nos son comunes y nos diferen-cian de otros grupos. Los penquistas he-mos debatido ampliamente sobre cuál es nuestra identidad, sobre su existencia y su importancia, y es un debate necesario, porque para avanzar como sociedad es necesario saber quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.Pero la identidad no debería ser algo impuesto desde las ideas, la teoría y lo patrimonial, sino aquello que sentimos propio, es el alma de una cultura, porque para identificarnos debemos reconocer un lugar común entre tú y yo desde el cual construir un nosotros. Son todos esos de-talles que en el día a día pasamos por alto, pero que nos llenamos de nostalgia al re-cordarlos cuando estamos lejos de casa. Esos lugares comunes que trascienden nuestra edad, sexo o forma de pensar, pequeños espacios de complicidad pen-quista que remueven nuestras emociones y se graban en nuestra memoria colectiva. La ciudad es el escenario en el que ocu-rre el guion de nuestras vidas, en que los penquistas sueñan, ríen, sufren y aman, albergando nuestros recuerdos más im-portantes.

Identidad Penquista

Creemos que estas imágenes, sonidos, aromas, sabores y textu-ras cotidianas son como pequeños tesoros, porque son indiscu-tiblemente nuestros y nos acercan como penquistas a pesar de nuestras diferencias. La orfebrería, por sus materiales y técni-cas, es un oficio que tradicionalmente ha sido usado para poner en valor nuestros elementos más preciados, y por esto hemos querido homenajear estos íconos de identidad a través de joyas inspiradas en la experiencia cotidiana de ser penquista…

La Orfebrería es un oficio maravilloso, porque combina un proceso de fabricación com-plejo con la belleza sus resultados, cautivando a cualquiera que se acerque al trabajo con metales y piedras.La humanidad ha trabajado el cobre, plata y oro desde la prehistoria. Las primeras piezas de orfebrería encontradas tienen una data anterior al año 6.000 a.c., época en la que la que el trabajo de los metales marcó un hito fundamental para conocer nuestro desarrollo tecnológico e intelectual.Al sentarse en el banco de trabajo es imposible no pensar en toda la herencia cultural que significa este oficio y el origen cosmológico de los materiales que se utilizan. Pero también se trata de un desafío permanente, su infinidad de técnicas requieren fuerza, concentración y constancia, la capacidad de centrarse cada detalle, de resolver puzles y mecanismos, además de una visión estética de lo que se quiere lograr.Actualmente la combinación de nuevas técnicas y materiales y la aparición del con-cepto de joyería contemporánea, ha permitido a los orfebres utilizar sus conocimientos y creatividad para proponer piezas innovadoras y transmitir ideas a través de ellas.

Orfeberería

Concepción tiene la suerte de contar con un céntrico “pulmón verde” lleno de detalles que lo hacen único. Tiernamente protegido por el Cerro Caracol y adornado por la Cascada, el Parque Ecuador es un respiro de vegetación y naturaleza para los penquistas. Nos permite escapar en cualquier momento a disfrutar de la frescura del pasto a la sombra de un árbol en verano; a deleitarnos con el crujir de las hojas en otoño y su desfile de colores; a sentir esa típica nostalgia del olor a tierra mojada y los aromos florecidos en invierno; y a sentarnos en una banca a recibir los primeros rayos cálidos de sol en primavera, mientras escuchamos pájaros y vemos que los brotes han vuelto a florecer.Además es escenario de diversas jornadas culturales y musicales. Durante 50 años albergó la Feria Interna-cional de Arte Popular que constituía un paseo infaltable para todo penquista de vacaciones. Sus diversos juegos infantiles, son probablemente uno de nuestros más tempranos recuerdos de la ciudad, recuerdos de pequeños penquistas en un tiempo en el que sólo importaba divertirse, y paseos que se coronaban con alguna golosina típica del lugar.Estudiantes, deportistas, niños, abuelos, mascotas, parejas, caminantes solitarios… todos penquistas que habitan y han dado vida al Parque Ecuador desde hace casi 100 años.

Parque Ecuador

La Universidad de Concepción es sin duda el principal ícono de identidad penquista. Con 97 años y un campus de belleza im-presionante, la Universidad se abre a la comunidad y la invita a recorrer sus innumerables rincones. Los penquistas no solo la sentimos nuestra, también la vemos con cariño y cuidamos sus espacios.

Universidad De Concepción

El campanil suena y marca el paso del día en Concepción, obser-vando solemnemente todo lo que ocurre a su alrededor. Familias que pasean un domingo por la tarde, la orquesta sinfónica lle-nando el foro de música, actividades culturales, vida ciudadana, árboles llenos de colores, niños que juegan entre la laguna y la ballena, parejas que pololean entre la biblioteca y el plato, estu-diantes que caminan bordeando el escudo por si la leyenda se hiciera realidad.Verde y llena de paisajes memorables, la Universidad reúne a los habitantes de Concepción en torno al arte, la cultura y el apren-dizaje. Gracias a su importante presencia somos reconocidos como una ciudad universitaria, que está permanentemente ge-nerando conocimiento, intelectualmente activa y viva en torno a un valor fundamental como la educación.

El clima de Concepción es tan particular y extra-ño que hasta tiene su propio nombre. Aquí llueve de lado y nunca sabes con qué ropa salir de casa en la mañana, porque en cualquier momento pue-de pasar de tormenta a un caluroso día de sol.La lluvia no intimida a los penquistas, sabemos lo que es llegar a casa empapado, porque el vien-to se levantó con furia, dejando como testimo-nio decenas de paraguas rotos sobre las calles mojadas. Mientras secamos los calcetines frente a la estufa, pensamos en hacer sopaipillas, para acompañar ese toque melancólico de nuestro Concepción lluvioso. Muchas veces tenemos que cargar todo el día con un abrigo innecesario, so-portar el frío imprevisto o llevar el paraguas de paseo, pero a pesar de sus dificultades, también disfrutamos de los matices de Tropiconce, de poder ver un arcoíris, de refrescarnos con una llovizna en pleno verano o sentir el calor de una puesta de sol mientras la tierra está mojada bajo nuestros pies.Esto hace que los penquistas estemos prepara-dos para todo. Sentir los zapatos mojados, mirar a tu alrededor y saber que estamos todos igual, que el viento huracanado y la lluvia torrencial pronto van a pasar, que somos resilientes y que podemos hacer frente a cualquier dificultad, e in-cluso encontrar la creatividad para reírnos de ella.

Tropiconce

Las baldosas son la compañía imprescindible de cualquier caminante, testigos silenciosos que marcan los recorridos para llegar a nuestros lugares favoritos o especiales de la ciudad. Apurados para llegar a algún lugar o pisando hojas en un paseo tranquilo de otoño, mientras nos preguntamos acerca de las cosas que vemos, reflexionamos sobre nuestra vida o intentamos resolver un problema, vemos pasar bajo nuestros pies diferentes texturas y colores, esquivamos las baldosas quebradas o jugamos a ajustar nuestro caminar para pisar sólo un color. Debido a su fuerte invierno, las numerosas Galerías de Concepción son una prolongación de sus calles, pro-tegiendo a sus habitantes de la lluvia. Llenas de historia, crean la estructura que sustenta el comercio de la ciudad, con edificaciones patrimoniales y locales típicos que han acompañado a los penquistas durante generaciones. Gracias a las galerías nuestros recorridos por la ciudad incluyen pequeños atajos y laberintos, y se enriquecen con rincones escondidos y pequeños negocios que parecen haber estado ahí desde siempre.

Calles Y Galerías

Miles de penquistas transitan diariamente la ciudad, desplazándose a través de ella para llegar a sus lugares de trabajo o estudio. Es una de nuestras actividades más cotidianas, nos trasladamos de un punto a otro y damos vida a una ciudad en movimiento. Pero el desplazamiento no es un tiempo perdido, es un momento importante del día, donde hacemos una pausa y combinamos nuestros pensamientos con el paisaje. Vemos salir y esconderse el sol a través de la ventana, vemos gente, situaciones, recorridos y lugares que se vuelven familiares, mientras nuestra mente vuela entre anhelos, preocupaciones, recuerdos y planes. Observando la ciudad avanzar, sin darnos cuenta hacemos creativos origamis con los boletos de las micros, cuyos peculiares nombres y dibujos, con una gran tendencia hacia lo galáctico y futurista, son parte importante de nuestra historia e idiosincracia.

Desplazamientos

La zona de Concepción se ubica en el lu-gar preciso donde se une el río más ancho de Chile con el océano, dando lugar a una gran cantidad de riberas y costas a su al-rededor. El río Bío Bío es la razón estratégica de su ubicación y ha determinado la histo-ria y desarrollo de esta ciudad frontera, que permanece siendo una zona de re-sistencia en muchos ámbitos. Naciendo constantemente desde la montaña y nutriendo toda la región hasta llegar a la desembocadura, el Bío Bío está arraiga-do en nuestra historia e identidad y con su imponente presencia nos da la fuerza para continuar construyendo a sus orillas la ciudad que queremos.

Hacia el norte y sur de su desembocadura, encontramos nume-rosas playas y caletas que son un destino obligado y frecuente para todo penquista. Dichato, Coliumo, Cocholgüe, Tomé, Pen-co, Lenga, Ramuntcho, Chome, La Desembocadura, Laraquete, Playa Blanca… Todos tenemos una favorita! Cuando queremos despejar nuestra cabeza o disfrutar de una tarde libre, podemos arrancarnos a cualquiera de estas playas y disfrutar una puesta de sol, el sonido de las olas mientras hacemos dibujos en la are-na, comer mariscos, sentir la brisa en la cara y recoger piedras o conchitas que después encontraremos en algún bolsillo, y nos harán recordar un momento o lugar especial junto al mar.

Costas Y Ríos

EstudiantesConcepción es una ciudad llena de universidades, colegios y liceos, por lo que los Estudiantes son parte importante del paisaje urbano. Cada tarde los uniformes, mochilas y risas de miles de escolares llenan las calles y espacios de la ciudad de juventud y alegría. Al ser una ciudad universitaria, Concepción es un esce-nario permanente de manifestaciones artísticas y culturales, hay una presencia constante de música, danza, carnavales e iniciativas creativas que visten las calles de color y vida.Tal vez por lo mismo, hemos sido cuna de numerosos movimientos sociales. A lo largo de la historia, muchos jóvenes han salido a las calles a manifestar sus ideales y sueños, con energía y convicción. Los estudiantes son un agente de cambio y toma de consciencia dentro de sus hogares y fuera de ellos, movilizando la ciudad, recordándonos que es posible cambiar lo que no nos gusta y que vale la pena luchar por nuestros derechos y una sociedad más justa para todos.

Sabores De ConceComo cada ciudad, Concepción y sus alrededores tienen algunos sabores típicos de la zona que acompañan la cotidianeidad de sus habitantes. Productos de estación que debemos esperar todo un año para volver a comer y vendedores ambulantes que complementan estos sabores con sus cantos y gritos. También algunos negocios históricos y tradicionales de Concepción, han logrado que sus productos, como papas fritas, sándwich o pan de pascua, sean reconocidos y valorados por los penquistas como algo muy propio y lleno de identidad.Cuando estamos lejos de casa, extrañamos sabores que no se consiguen en otros lugares. Caminando por Concepción en primavera, aparecen en distintos puntos de la ciudad muchos canastos llenos de Digueñes, un hongo típico del centro sur de Chile, con su textura y color tan particular. A medida que avanzan los días de sol, también podemos encontrarnos con carros de nalcas y tentarnos con su esa sensación refrescante y crujiente, untado en el tradicional sabor ahumado de la sal con merken.

Aunque suene cliché, no es posible hablar de identidad penquista sin mencionar su música. Concepción ha visto nacer innu-merables bandas y músicos que han con-vertido sus canciones en himnos, volvién-dose embajadores del talento penquista en el país y el mundo.Esta ciudad tiene características espe-ciales como su clima lluvioso, su tradición musical, una gran presencia de jóvenes y ese ánimo nostálgico y sureño, que gene-ran un escenario ideal para que nuevos talentos se reúnan después de clases o del trabajo a practicar y crear, dando lu-gar constantemente a nuevas bandas y proyectos musicales. Aunque es complejo definirlo, existe un sonido penquista fácil-mente reconocible en estas canciones, cuyos autores logran transforman lo frío y gris de la ciudad en algo nuevo, bello, que nos aporta identidad y nos hace valorar lo nuestro, inflar el pecho y decir con orgullo “¡ellos son de Conce!”.

Se dice que Concepción es la cuna del rock, sin embargo de nosotros depende no ser solo una cuna, y que los talen-tos que aquí nacen no tengan que irse por falta de oportu-nidades. No sólo en la música, también en muchas ramas del arte, el penquista está transformando su realidad para idear piezas conmovedoras, y es nuestra responsabilidad conocerlas y valorarlas, porque son nuestro patrimonio y nos recuerdan todo que podemos lograr desde esta fértil y creativa ciudad.

Musica Penquista

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