Brochure Constitucion
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No basta con hablar de paz. Uno debe creer
en ella y trabajar para conseguirla…!
Eleanor Roosevelt
LA PAZ
La paz como signo de bienestar, felicidad y armonía, nos hace más humanos y permite relacionarnos, además de darle salidas satisfactorias a los conflictos. Así, lo define como una práctica universal y forma parte indisoluble de nuestra condición humana. En la actualidad sin embargo, se hace más difícil identificarla debido precisamente a que se tiene mayores problemas de violencia y es por este motivo que se hace más necesaria. Por eso, la paz es una de las grandes preocupaciones en la actualidad que conlleva a un punto de interés de la opinión pública en general (gobernantes, religiosos, mujeres, organizaciones, entre otros) (Muñoz, 2008, párr.1).
A lo largo de la historia de la humanidad
se encuentra caracterizada por una serie
de actos de violencia en sus diferentes
manifestaciones (guerras, marginación,
explotación) unos más crueles que otros;
sin embargo, a partir del holocausto de la
II guerra mundial; se han dado esfuerzos
por evitar todo tipo de guerras y
conflictos bélicos; esta pareciera ser una
de las ópticas con las que se mira el
derecho a la paz, enfocada a evitar todo
tipo de agresión y enfrentamiento, en
otras palabras la ausencia de guerra.
Al respecto, Moyano (1993) sostiene que
en la década de los sesenta la paz no
guardaba ninguna relación directa con los
derechos humanos, ya que como hemos
manifestado sólo se circunscriben a evitar
la guerra, entre otros.
La interrogante surge de forma natural ¿de
qué derecho a la paz hablamos en un
mundo caracterizado por la violencia?
Todos los esfuerzos por la búsqueda de
vivir en condiciones de igualdad implica en
si mismo la “participación” constante en la
elaboración y práctica de las leyes que
regulen la convivencia en la sociedad.
La ONU, organismo
internacional creado luego de
esta gran guerra, proclamó en
el artículo 1 de su Carta de los
propósitos de la institución que
son: mantener la paz y la
seguridad entre las naciones,
tomando medidas de tipo
colectivo para prevenir y
eliminar todo atentado contra
la paz.
LUCHA
POR TUS
SUEÑOS
EL DERECHO A LA PAZ COMO DERECHO HUMANO
Para Jares (1999) la Declaración Universal de los Derechos Humanos recoge
derechos de primera y segunda generación; los primeros menciona son
aquellos derechos de las libertades y están referidos a los derechos
individuales y políticos mientras que los otros hacen referencia a los
derechos sociales, económicos y culturales, derechos; los mismos que para
Oraá y Gomez Isa (citado Jares, 1999) eran los derechos defendidos por los
países de tendencia socialista.
1. Sin embargo, para Borrelli,
(citado por Jares, 1999) “el
verdadero desarrollo de los seres
humanos depende de la globalidad
del goce de los derechos
humanos”. Por ello, es que se viene
buscando reconocer una serie de
derechos que no son reconocidos
como tal en la Declaración
Universal y que algunos han
denominado de tercera generación
o simplemente de solidaridad. 2. Jares (1999) sostiene que si bien
estos derechos no son reconocidos
como tales, han sido abordados en
diferentes acontecimientos y
declaraciones internacionales
como:
•Declaración de las Naciones
Unidas sobre el medio ambiente
(1972)
•Derecho de los Pueblos firmada
en Argel (1976), etc.
3. Ante ello podemos decir que,
este grupo de derechos no está
referido específicamente al ser
humano como ser individual sino
más bien como colectivo, como
grupos de naciones, es decir la
propia humanidad en general. En
donde estos no dependen de la
ayuda de un Estado sino del
esfuerzo de todos tanto
organizaciones como sociedad. 4. Para culminar Gros (2005) nos
plantea una tercera mirada respecto
al derecho a la paz y es que si todos
los seres humanos son titulares de
este derecho, reconocidos
normativamente y si partimos de
que toda persona debe velar por la
protección de este derecho,
respecto a lo establecido por el
derecho internacional; debe evitar
toda actividad que promueva
directa o indirectamente la violación
de la paz.
Como vemos queda mucho para hacer
en materia de este derecho, reconocido
aún como anhelo, pero difícil de
concretar en la práctica, donde intereses
mezquinos llevaron a enfrentarse a los
hombres en guerras desde los inicios de
la historia de la humanidad. Erradicar
este flagelo (el de la guerra) es una
ambición acariciada por la mayoría de
los habitantes del planeta, La paz
duradera es premisa y requisito para el
ejercicio de todos los derechos y deberes
humanos.