Cajeme, hijo del siglo XX - Dirección General de...
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Cajeme, hijo del siglo XXJosé Escobar Zavala
El órgano: Un instrumentopara lo sublimeJavier Martínez Rosas
Trilogía PoéticaObra de Carlos Ortega Bayón,Hanane Aad y Peter Waugh
Fidelidad al amoLuis Felipe Lomelí
Los Hüittich y los PalmerMarco Antonio Campos
Un desierto para la danzaRosario Manzanos
Pasajeros, libro de Josué BarreraReseña de Guadalupe Becerra
La Bestia acudióJesús Martín Mariscal
Poemas de Isaida Viart Dihigo
contenido
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Yuku JeekaJul. - Sept. 2010, No. 60
Publicación de laAgrupación para las
Bellas Artes, A. C.
Presidenta
Irma Arana Rodríguez
Editor
Sergio Anaya
Consejo Editorial
Juan Manz A.Margarita Montoya
Lilia B. NavarroGregorio Patrón
Colaboradores
Javier Martínez R.Cristina Rascón
Carlos Ortega BsayónHanane AadPeter Waugh
Luis Felipe LomelíMarco Antonio Campos
José Escobar ZavalaGuadalupe Becerra
Jesús Martín MariscalIsaida Viart Dihigo
Portada y contraportada
Edna Patricia Guzmán
Edición trimestral realizadacon apoyo de la Secretaría de
Educación y Cultura delGobierno del Estado, el Instituto
Sonorense de Cultura y laDirección Municipal de Cultura
del Ayuntamiento de Cajeme
Apalba, A. C.Calles Colima y 200
Int. Gimnasio MunicipalCd. Obregón, Son.
Tel. 416 55 53
Monsiváis: Sobran los elogiosRecién publicada la edición anterior de Yuku Jeeka (No. 59) se
conoció la noticia sobre el fallecimiento de Carlos Monsiváis. Como
es natural el hecho suscitó un cúmulo de expresiones laudatorias
sobre la vida y obra del gran cronista, ninguna exagerada, ni siquiera
aquéllas que lo ubicaron entre los más grandes escritores mexicanos
del siglo XX. En la despedida final es común destacar las virtudes y
aciertos de aquél que se va, y es congruente que el homenaje provenga
de quienes estuvieron cerca de él, que lo admiraron a distancia o
compartían sus ideales. Hasta aquí todo fue tal cual en la despedida
de Monsiváis. Es estimulante comprobar que la muerte de un escritor
puede convertirse en un hecho de interés nacional, de primera plana,
y que el luto es compartido por un público inmenso, amplio y
heterogéneo. Podemos decir, con jactancia, que en la masificación
de nuestros héroes intelectuales no andamos tan mal.
Esta admiración masiva, a la que se unieron los representantes de
la élite política y económica que gobierna al país, esconde la poca
importancia que como sociedad le concedemos a lo realmente
valioso: Las ideas, las propuestas, la obra de nuestros intelectuales.
Si éstas tuvieran algún peso importante seríamos sin duda otra
sociedad, tal vez más libre, democrática y justa. Una sociedad guiada
por la razón. Pero en la práctica sucede lo contrario. Somos una
sociedad gobernada por el afán de lucro de unos cuantos empresarios,
por las ambiciones de una clase política codiciosa y nunca satisfecha,
y somos, en tiempos recientes, una sociedad secuestrada por el miedo
y la violencia generalizada.
A propósito de Monsiváis y ahora que se festejan centenarios y
bicentenarios, podemos reflexionar:
¿Cómo influye el pensamiento juarista que guió la obra del gran
Monsiváis en una sociedad gobernada por el movimiento conservador
que controla al país a través de los dos partidos mayoritarios?
La respuesta es obvia. ¿Entonces para qué tanto elogio?
Sergio Anaya, editor.
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Cajeme es tierra de singulares perfiles. Ha conformadohombres recios, respetuosos de la palabra empeñada;hombres que conocen y practican cotidianamente lalealtad como norma. Aquí siempre hemos sabidojustipreciar a las instituciones y las consideramos comoforma superior de organización política, graciasseguramente al legado profundo de Obregón y ElíasCalles.
El proemio encaja porque este 2010 estamos celebrandoel 83 Aniversario de la erección de Cajeme comomunicipio. Fue el 29 de noviembre de 1927 cuando elentonces Gobernador de Sonora, Gral. Fausto TopeteAlmada, expidió el decreto que hizo vibrar de júbilo a losunidos habitantes de la hasta esa fecha Comisaría. Estecanje con Cócorit constituyó, indiscutiblemente, el factoresencial para el desarrollo sostenido de nuestra comunidady del valle del Yaqui.
Atrás queda mucha historia. Por ejemplo, cómo pasarpor alto la visión de hombre como el Ing. Carlos ConantMaldonado, auténtico precursor de la agricultura regionalal crear, a principios del siglo veinte o más bien a finalesdel siglo diecinueve, una empresa deslindadoraconcesionada por el gobierno porfirista para sacarprovecho, mediante un eficiente sistema de riego agrícola,a las impetuosas aguas del río Yaqui. Don Carlos nopudo ver convertido realidad su visionario proyecto, puesmurió en 1907 pobre y endeudado, a la edad de 66 años.
Pero volviendo al tema original de estos renglones, los83 años de nuestro Municipio, cabe señalar que en esetramo hemos contado con 52 presidentes municipales,incluyendo al actual Ing. Manuel Barro Borgaro. Elprimero fue Don Ignacio Ruíz Armenta, quien en realidadcomenzó a ejercer a partir del 2 de enero de 1928. En esetiempo el mandato duraba solo un año. Fue hasta 1933cuando se alargó el período a os años, y finalmente a
partir de 1943, en que asumió las riendas municipales elprofesor Heriberto Salazar, se extendió el ejercicio a tresaños.
En cierta ocasión desfilaron en un trienio cuatro alcaldes.Esto sucedió en el trienio 1970-1973, y los presidentesmunicipales fueron Luis Antillón Peñúñuri, José RomanoFélix, Dr. Carlos López Arias y Dr. Alfonso HernandoPola, todos ellos ya fallecidos. Hoy queremos mencionarque años atrás, en 1937 y 1938, no fueron cuatro sinoseis las personas que ostentaron el poder municipal. Asaber: Gral. Francisco Urbalejo, Mayor Felipe Ruiz yWistano García, en 1937; Félix Verduzco, Gral. ManuelM. Aguirrey Rafael A. Guirado, en 1938. En ese tiempogobernaba el Estado el General Román Yocupicio, nacidoen la región del Mayo, en Masiaca, y falleció en un cuartode Hotel Imperial de Ciudad Obregón.
De la sexta de alcaldes en ese par de años, únicamentecontamos en nuestros archivos con testimonios de la la-bor realizada por el Gral. Aguirre, quien dicho sea depaso, recibió una administración cargada de deudasdejadas por administraciones anteriores, incluyendosueldos pendientes por tres meses a los trabajadores delAyuntamiento. Sin embargo, debido a un buen manejo delos dineros públicos, sin menoscabo de los servicios a laciudadanía, logró cubrir todos los gastos y deudas,haciendo acopio además de la suma de 23 mil 34 pesos,que distribuyó durante su mandato hasta el 31 de agostode 1938, de la siguiente forma:
Mejoras al Mercado Municipal $ 857.50; arreglo decalles $ 332.50; mejoras a la cárcel pública, $ 860.20; enarreglo de bomba al servicio de abastecimiento de agua,$ 457.35; gastos de asilo y beneficiencia, $ 821.10;salubridad, $6,310.75; mejoras materiales, $18,934.00;el gasto excecente fue cubierto cabalmente con lasparticipaciones del gobierno del Estado.
CAJEME,
hijo del siglo XXJOSÉ ESCOBAR ZAVALA, CRONISTA DE CAJEME
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En salud pública el informe señala que el SanatorioMunicipal es atendido por tres personas: un médico, elDr Jesús C. Flores; un encargado del establecimiento yun practicante de medicina. ¨Durante el período quecomprende este informe ha habido 211 casas de enfermosinternos; se ha impartido curación externa a 397 perso-nas; se tienen cuidado de que la alimentación seaabundante y nutritiva, y en lo que respecta a medicamentosno se ha escatimado esfuerzo¨.
Para el riego de calles el informe habla de la adquisiciónde dos pipas, que riegan a mañana y tarde todas las callesde norte a sur y de oriente a poniente. En cuanto a tránsito,¨este servicio es atendido por un agente, Leonardo MadaVargas, cuyo sueldo es sufragado por el Municipio; susinformes los rinde directamente al departamento de quedepende, y es auxiliado en todos los casos que se necesitapor la policía local¨.
A lo anterior vale añadir que Mada Vargas fue maestrode banquillo, agente de tránsito, orador en el equipo deapoyo a Rafael ¨El Buqui¨ Contreras; Boxeador, instruc-tor de Educación Vial en las escuelas, recaudador fiscalen Vícam durante el gobierno de Faustino Félix Serna;cenecista y vendedor de periódicos y revistas en elmercado municipal.
Despedida del Gral. Álvaro Obregón en 1928, antes de emprender el viajede Cajeme a la capital del país para asumir la presidencia de la República.Entre los invitados aparecen el campeón de boxeo Jack Dempsey y eltorero Juan Silvetti.
Abajo: Empacadora del Noroeste, propiedad del general.
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No hay instrumento musical más complejo,completo y grandioso que el órgano. Su origensuele remontarse al hidraulus, un invento
atribuído al ingeniero griego Ktesibios (285-222 a.C.) queera un mecanismo hidráulico para el suministro de aire,al que se le añadiría luego una especie de llaves o teclaspara el control de la salida del aire por tubos de diferentesmagnitudes, con lo que se produciría diferentes tonos desonidos convirtiéndose de esa manera, en un instrumentomusical al que se le suele conocer también como órganohidráulico.
La palabra órgano proviene del latín organum, y éstedel griego organon, palabra que los griegos utilizabanpara referirse a cualquier herramienta o instrumento.Luego, autores posteriores, la utilizan para referirse acualquier instrumento musical. San Agustín (354-430)en uno de sus comentarios menciona que el término or-ganum "es el nombre general de todos los instrumentosmusicales, y es especialmente apropiado para elinstrumento hecho de muchas pipas”.
El hidraulus llegó a Europa Occidental. Se utilizóampliamente en Roma para acompañar celebraciones,teatro, duelos de gladiadores, etcétera. Fue allí, en Roma,donde surge un nuevo mecanismo para el suministro deaire a través de fuelles, nace el órgano romano.
De la temprana Edad Media se tienen registros de laexistencia de órganos en España, en donde lejos del usoprofano acostumbrado, se encuentra íntimamente ligadoa los monasterios e iglesias, la rica tradición de organería,de su construcción, se remonta a esta época en España.
Se cree que el Papa Vitaliano alrededor del 670, oficializael uso del órgano en la liturgia. Comienza a extenderselentamente pero de manera constante su uso en las iglesiaspor todo Europa. Destacan las primeras escuelas deorganería en Baviera, Italia, Francia e Inglaterra, demanera que para cuando llega el Renacimiento toda iglesiaimportante de Europa tiene su órgano.
En el siglo XVI tiene lugar la Reforma Protestante, yentre los múltiples cambios que genera, impacta también
EL ÓRGANO: UN INSTRUMENTO PARA LO SUBLIME
El órgano es a mis oídos y a mis ojos
el rey de todos los instrumentos…”
Mozart (Carta a su padre, 1777)
JAVIER MARTÍNEZ ROSAS
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en la música. El órgano adquiere mayor relevancia, elcoral en estilo nota contra nota, la cantata y los himnos,son las nuevas formas interpretadas en el órgano durantelos servicios en la nueva Iglesia Evangélica que buscabasu propia estética. El protestantismo durante elRenacimiento y Barroco se centra en territorio alemán eimpulsa el desarrollo del arte del órgano, convirtiéndoseen el centro organístico.
A México llegaron los primeros órganos portátiles en elsiglo XVI. Un órgano grande se importó de España en1695 para que fuera ensamblado en la Catedral de laCiudad de México. Los grandes órganos en las iglesiasde América impactaron profundamente a los naturales,siendo vehículo importante de conversión.
En el Barroco la música se convulsiona. Se expandenlos recursos musicales, surgen innumerables instrumentosmusicales, se perfecciona su construcción, la técnica deejecución alcanza niveles muy altos, se imprimen muchosmanuales didácticos, se escribe más música que se vuelvemás compleja, surgen nuevas agrupaciones deinstrumentos, el temperamento actual y nuevas formasmusicales. El músico maestro, está vinculado a la corte ytambién estrechamente al servicio en la Iglesia, y conello, al órgano.
Es en este periodo que el órgano alcanza su máximoesplendor. Se construyen grandiosos de ellos, algunos delos cuales aún funcionan, con dimensiones colosales, algrado que la arquitectura de muchas iglesias se realizabapensando en él y su acústica. Tenía ya una gama de tim-bres riquísima y un muy amplio registro. Aunado a laexcelencia de su construcción, surgen muchos de susgrandes compositores e interpretes, el más importante esJohann Sebastian Bach quien compuso cientos de obraspara órgano de gran belleza. El auge organístico se vivíaen toda Europa, especialmente en Alemania, basta revisarlos nombres de los más destacados compositores-organistas de este periodo para confirmarlo:
Alemania
Michael Praetorius, Christian Erbach, Samuel Scheidt,Georg Böhm, Froberger, Anton Scherer, Nikolaus Hanff,Johann Pachelbel, Vincent Lübeck, Heinrich Schütz,Heinrich Scheidemann, Dietrich Buxtehude y JohannSebastian Bach.
Italia
Girolamo Frescobaldi, Domenico Scarlatti y AntonioVivaldi.
Países Bajos
Jan Pieterszoon Sweelinck.
España
Aguilera de Heredia, Jusepe Ximénez, Sebastián Durón,Juan Cabanilles y Antonio Soler.
Francia
Jean Titelouze, Nicolas Lebègue, Guillame-GabrielNivers, Jaques Boyvin, François Couperin, Nicolas deGringy, Louis Marchand y Louis-Claude Daquin.
Inglaterra
Henry Purcell y George F. Handel.
También hacia América se transmitía este vigor por lamúsica para órgano. Música de europeos que migraron alas colonias como Matías Durango, Juan de Araujo, Tomásde Torrejón, Domenico Zipoli, Bartolomé Massa, José deCampderrós, entre otros maestros de quienes criollos eindios aprenderían el arte de la música y la construcciónde instrumentos.
Con el advenimiento de la Ilustración, el órgano,instrumento muy vinculado al cristianismo occidental,queda relegado junto con el intrincado estilo barroco dehacer música. Para la segunda mitad del siglo XVIII sepromovía el estilo galante de hacer música, que secaracterizaba por sus melodías fáciles de retener y que serepetían, sus formas simétricas, un uso de acordesreducidos a una tonalidad (principalmente tónica,dominante y subdominante) y una textura de menorpolifonía. De los tres grandes compositores de éste periodollamado Clásico, Haydn y Mozart compusieron entreambos apenas una decena de obras para órgano, yBeethoven, nada.
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Con el Romanticismo, son un poco más las obras ycompositores importantes (Mendelsshon, Schumann,Liszt, Brahms, Bruckner, Rheinberger) que escribenmúsica para órgano, aunque muy poca, elinstrumento continúa relegado. Es de destacar queel órgano, por muchos siglos hasta la RevoluciónIndustrial, fue el aparato más complejo hecho por elhombre.
Hasta el final del siglo XIX con compositores comoCamille Saint-Saëns, Gabriel Fauré, y principalmenteCésar Franck con su gran obra para órgano y laescuela que legó, fue que el instrumento retomaríagran auge con un nuevo y fuerte impulso en Francia.
En el siglo XX destacan los compositores-organistasfranceses Vincent d’ Indy, Gabriel Pierné, CharlesTournemire, Charles Widor, Maurice Duruflé, JeanLanglais, Marcel Dupré y Olivier Messiaen quien esla figura más importante del siglo, por su monumen-tal aportación a la literatura organística, creandoobras con un lenguaje que va más allá de la tradiciónoccidental y las corrientes de moda, realizando obrasde carácter espiritual inspirado en su fe católica.
En cuanto al instrumento, el cambio más importanteque ha tenido en el último siglo ha sido la sustituciónde los fuelles por motores eléctricos y la incorporaciónde la electrónica en el tablero para el control de losregistros.
Otros compositores importantes de las últimasdécadas que han escrito música para órgano son PaulHindemith, Gaston Litaize, Daniel Roth, Flor Peeters,Samuel Barber, György Ligeti, Sofía Gubaidulina,Fredrik Sixten, Jean Guillou y Arvo Pärt, quienes ensu mayoría han compuesto obras de carácter sacropara órgano, instrumento que mantiene su estatusde instrumento para lo sublime.
En su discurso de Bendición de un nuevo órganode la Basílica de Nuestra Señora de la Antigua Capillade Ratisbona en 2006, el Papa Benedicto XVIpronunció las siguientes palabras:
“(El órgano) es capaz de dar resonancia a todos losámbitos de la existencia humana. Las múltiplesposibilidades del órgano nos recuerdan, de algúnmodo, la inmensidad y la magnificencia de Dios (...)Los grandes compositores, cada uno a su modo, consu música querían glorificar a Dios. Johann SebastianBach escribió en el título de muchas de sus partituraslas letras S.D.G.: soli Deo gloria, solamente paragloria de Dios. También Anton Bruckner ponía alinicio las palabras: "Dedicado a Dios".
Fuentes
-Matthews J. A Handbook of the Organ: http://books.google.com.mx
-Drewes Michel. Los órganos de la Catedral
Metropolitana de la Ciudad de México. Anales delInstituto de Investigaciones Estéticas UNAM n.491979: 55-72
-"Órgano" Diccionario Harvard de Música. Comp.Don Michael Randel. Ed. Diana 1997.
-Jiménez, Raúl. El gran órgano alemán. AudioClásica, año X n.123 2007: 76-79
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Y ahora una cancioncita…”, así, con la sencillez y eldesenfado que lo caracterizan, Fernando Delgadillo lleva elritmo de su concierto y cautiva a los casi dos mil cajemensesaglutinados en la plaza central de la ciudad, frente a PalacioMunicipal.
La mayoría son jóvenes, pero también hay gente madura,señoras y señores que complementan el romanticismo de losboleros con los temas de la trova, o para ser más precisos,con la canción informal, como la llama el propio Delgadillo.
Cuando aparece en el escenario, su saludo es de una timidezya conocida:
“Hola, soy Fernando Delgadillo y les voy a cantar algunascanciones”. Eso es todo y comienza la charla musical,explicando el porqué de “Visiones”, la primera canción delprograma.
“Uno mira y otra lo mira a uno, a veces uno quiere transmitiro captar algo en la mirada pero cuando lo intentas no hallaslo que buscas…”, un preámbulo suficiente para que losjóvenes expresen a gritos la alegría de tenerlo aquí, porprimera vez entre ellos.
Es evidente el perfil del público. Seguidores de la trova quedisfrutan a intérpretes como Delgadillo a través de los CDspiratas, las rolas bajadas del internet y las experienciassentimentales que no alcanzan a cubrir los ritmos en bogade la industria musical.
Esta es otra música, algo más personal, y así lo manifiestanlos gritos adolescentes que piden temas desconocidos en laradio y en la tele, pero muy escuchados por las chicas que sesentaron en el pavimento, frente al escenario para estar máscerca de Delgadillo, y entre ellas el joven padre de familiacon su bebé en la carreola, la mujer a un lado y la atenciónfija en cada uno de las canciones que arriba canta el trovador.
Delgadillo no abandona su sencillez en ningún momento,habla mucho, a veces demasiado, pero esto es parte del estiloy de la ambientación que celebran los fans.
Acude a la ironía y a la burla de sí mismo, engola la vozpara decir “frases de profundo contenido”, y hay que ver sutrayectoria para entender que no se trata de una modestiahipócrita, a la Cabrundo Fecal o como se llamen lostrovadores sudamericanos que gustan de exhibirse sabios ymodestos.
Con “Balada Marinera”, “Entre pairos y derivas” semantiene el júbilo de la concurrencia que no deja de pedirsus favoritas. El trovador aclara: Esto es en dos partes, en laprimera van las escogidas por él; en la segunda atiende laspeticiones.
Termina así la primera parte del mejor modo, diciendo elpoema “Sol de Monterrey” de Alfonso Reyes, preámbulopara su conocidísima “Se llamaba Julieta”.
Temas que ya forman parte del nuevocancionero romántico de México, aunqueDelgadillo no pertenezca a la industriacultural que todo lo acapara y reduce unabella tradición mexicana a los nefastosmodelos de RBDs y Video Rolas.
Antes de subir al escenario nos platicabade cuando estuvo a punto de firmar parala Sony.
“Buen billete, sin duda, pero querían queles vendiera todo mi material y ellosadministrarlo”.
Reconoce: “A mí me interesaba uncontrato pero para que me proyectaran al extranjero, sinembargo ellos querían manejarme sólo en México durantevarios años, y como no tenía chiste eso pues dije no”.
Ese fue el contacto con “los que comercian con la músicasencilla y reciclada”, como dice uno de los temas queinterpreta en el escenario, ya en la segunda parte cuando lagente pide y él responde.
“Luna en lunes”, “Carta a Francia”, “Hoy hace un buendía” para celebrar el Bicentenario, “Olvidar”, “Ni” (un temaa la Cuco Sánchez) y otros para complacer a la gentilconcurrencia.
La función no estaría completa sin dos himnos: “Luna enlunes” y “Hoy ten miedo de mí”, que corean muchachas ymuchachos.
El programa llega a su fin entre gritos que reclaman unamás.
Pero curiosamente cuando Delgadillo anuncia y entona laúltima, se levanta y agradece, camina lento en el escenarioesperando que suba el volumen de “otra, otra, otra” pararegresar, sin embargo esto no sucede, la gente empieza aretirarse, como si se hubiera resignado a que de verdad erala última.
Con aire sorprendido Delgadillo baja del escenario y atiendea los caza autógrafos y a quienes quieren una foto con él.
Atrás de él alguien comenta la actitud del público que sefue sin insistir en la “otra, otra, otra”, y añade: “Así es lagente de Cajeme, muy fría”.
Quién sabe qué significa eso, porque al final la gente seretira satisfecha, feliz con la demostración del trovador ycon el agradable clima de esta noche que anticipa al otoño.
SERGIO ANAYA
Entre pairos y rolitas
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1.
Me lo dijea la manada de monstruos,a la piel que los retiene y los doma,y no quise escucharme.Todo lo que se pierde, no se deja,se queda dentro de unocomo monstruocon una vida de monstruode secreta dulzuray locuras de hogueras de gitanos,al frío y al calor,fuente de la bondad y de la cólera,vida peligrosa en la inteligencia sólo. 2.
Me crucé con mis hijos,
y no me conocieron;
me crucé con mi madre, mi mujer,
y no me conocieron.
Miraban con su fardo de mirar,
veían la costumbre de todos los días,
sin despertarse.
3.
Con un volar de pétalos se va
lo que se pierde
con tiempo favorable,
la vida sale afuera,
a morir donde nace
sin peso,
gran brizna de nada,
burbuja traspasada por un rayo.
4.
Salir afuera,al tiempo que deseca y lo endurecetodo,homenaje de ceniza al éxito seguro,girar en torno al argumento de la obracomo en torno a una trampa,menos oscuro, cortado en líneas,una planta ahogada por sus raíces,una idea que sale de la basura,y ser espectadordel juego de vientos y vaporesque los muertos manejancon persuasión de vivos,escapar de la ruidosa máquinaque envuelve el humo y la tierracomo una suertede químico intercambioentre un clavo y un martillo,reaparecer enseguidaal atardecer. 5.
Imagenúnica de esta cansina demora,la aparienciaresponde en este caso a la razón;el rostro aún complicado,un habitante de la luna,un perro verde. 6.
Falta tiempopara que ambas caras se juntenen una sola felicidad.
AutorretratosP
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DOS ESPECIES DE HOMBRE
Trilogía poéticaSELECCIÓN ELABORADA POR CRISTINA RASCÓN
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LA VERDAD
¿Es verdad lo que pienso?Lo único que hay ciertoes que pienso.Querer la bondades mejor que amar la verdad. Todo empieza en la frente,frontón de obsesiones,la delicadeza caede la cabeza
MENOS QUE UN TANGO
Por un cuerpo disgregado, no dormido,es lo que pagan, menos que un tango;por una fe ronca, fea como el frío sucio,no pagan más que por el abrazode un desconocido, el golpecitode un pecho nuevo, por vez primeraíntimo. La noche te hacepensar tranquilamente en lo peor,la noche vive de apariencias,catedral gótica, columnata griega,un reflejo de dedos en el vientreen señal de adiós,el paso que hay que dar,entrar y salirpor una puerta que no es puerta,arena del olvido.
AUTORRETRATO DE TI
La mariposa se asfixió en tu pelo,cayó el perfume; igual que los hombresse pierden en el barullo de la historia,así cayó el perfume,se desdijo de ti,y entregaste tu verdadero olor,el aliento, tu ojo. Corremos por la misma pista, metade la misma y repetida idea,desde el principio al final de tus días,siempre tú mismo,como un caballo es un caballo.No se perdona otro compromiso,y cada cual tiene su perdición.
Carlos Ortega Bayón (Valladolid, 1956), poeta, traductor y crítico literario. Ha sido director de la BibliotecaNacional en España y director del Instituto Cervantes en Viena, Austria. Entre sus libros de ensayo y poesía, seenlistan: La Perfecta Alegría, Lo excelso y lo raro, Cruciare Semetipsum, San Juan de la Cruz y el problema de
la experiencia mística, La lengua blanda, entre otros.
Soy diestra en el arte
de hablar a los muertos,
de escucharles.
Me veo cruzando
las fronteras de la muerte,
reuniéndome con ellos
tocando su decepción,
danzando con su alegría blanca,
cuestionando sus lágrimas.
Ellos responden:
“Nosotros los muertos
no morimos
desparecemos detrás del silencio.
No nos vamos.
Vemos,
oímos,
sentimos.
Sufrimos debido a la herida.
Sólo morimos cuando somos olvidados.
Lamentamos la ausencia de los vivos
pero no traicionamos
los muros del silencio –
porque sólo ahí
yace la nobleza de los muertos.
Poemas de
Hanane Aad
Nota: Poemas originalmente escritos enárabe y traducidos al inglés por HananeAad y Peter Waugh.
Traducción del inglés al español por
Cristina Rascón.
Elevación
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Trilogía poética
Un arco iris en tus venas,
desaparezco tras mi infancia.
Mi corazón se eleva, alto como mis labios
cada vez que sonrío para ti –
danza dentro de mis ojos
Es más que una sonrisa,
más distante que una mirada,
más profundo…
Me enlazo
a las sombras de una sonrisa,
para no caer en la estrechez.
Sonríe para mí,
para que los ángeles vengan a descansar
a la puerta de mi corazón.
Avanza sin tregua, mi hombre
y por la noche
vuelve a casa, a mí.
Camina. llevando mis ojos
en la palma de la eternidad.
Protege con tu corazón
el futuro, lleno de alegría hacia nosotros
como una gacela en juego.
Avanza sin tregua, avanza sin tregua.
No temas la tormenta.
Libérate de sus cellos,
es como el polvo, nada más.
Avanza sin tregua, mi hombre,
cuyo corazón es tan generoso
escucha bien el sonido del tiempo
llenando mi frente de zalamerías.
Siempre me dibujará
como un arco iris en tus venas,
un arco iris que sigues
en sorpresa y sombra,
secretamente siempre viajando
hacia el mago de la luz.
Hanane Aad es crítica literaria, traductora y periodista de temas de política y del área cultural. Su poesía hasido traducida a varios idiomas con reconocimiento internacional. Sus libros de poesía: Horriyati fi famiahmilou / Llevo mi libertad en mi boca (Beirut, 2010); Lou’lou alrouh aala sahwat alkima / Perla del alma
cabalgante de virtud (2005); Kama habbat al hinta / Como un grano de trigo (1999); Sada al hanin / El eco
de la nostalgia (1992).
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Un arco iris
en tus venas
SELECCIÓN ELABORADA POR CRISTINA RASCÓN
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No hasta que la tormenta ha estallado tus oídos
(con tal abuso,
trompeteado el descaro de tu desviación
(de estilo solitario,
viento salvaje y lluvia ácida indeleblemente
(grabaran los signos de lo efímero
tan profundo en el suave peñón de caliza blanca
no puedes ignorar ya el hecho de que cuencas oculares,
(fosas nasales,
oídos y cavidades donde la boca una vez estuvo-
(sólo entonces,
y no antes, podrías incluso escuchar el llamar
(de la conciencia,
menos atender o responder como es debido
(– sólo cuando parece
casi demasiado tarde y el camino hacia adelante
(es tan inmenso
como el camino de vuelta a casa se ha desvanecido
(– sólo entonces
podría tu cabeza, tal vez, girar hacia
(la fuente del sonido.
Castillo de Duino, Italia.
Pascua, 2008.
(Traducción de Cristina Rascón)
Respuesta a la primera
elegía de DuinoDos males hacen seis millones
Érase una vez
que nosotros vivíamos ahí
antes de que vinieran con armas durante la noche
y nos sacaran de nuestra casa
nos arrojaran de nuestros hogares
nos exiliaran de nuestra antigua tierra para siempre
para que ellos pudieran vivir ahí
felices para siempre
Después nos venderían armas
ahora vivimos lejos de donde ellos
de la gente que solía vivir aquí
venimos con armas durante la noche
y los sacamos de sus camas
los arrojamos fuera de sus hogares
los exiliamos de su antigua tierra para siempre
para que nosotros pudiéramos vivir aquí
felices para siempre
Ahora nosotros les vendemos armas, a ellos
a la gente que solía vivir ahí
vienen con armas en la noche
a sacarlos de sus camas
a arrojarlos de sus hogares
a exiliarlos de su antigua tierra para siempre
para que ellos puedan vivir ahí
felices para siempre
para siempre
para siempre
(Traducción de Cristina Rascón)
peter waugh
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Escribo, luego existo
Escribo porque escribo
Escribo porque es para salir del paso
Escribo porque debo
Escribo porque busco una respuesta
Escribo porque me encanta el pescado
Escribo porque mi padre dijo “No lo hagas”
Escribo porque muero
Escribo porque es la historia de la poesía
Escribo porque no puedo parar
Escribo porque es mi oficio
Escribo porque escribí
Escribo porque la sentencia no ha llegado a su fin
Escribo porque siempre es día un bello pero TU no puedes verlo
Escribo porque en el 68 fui vendedor de periódicos
Escribo porque mi vista era muy mala para ser piloto de combate
Escribo porque no podría dejarlo
Escribo porque es mi vieja y fiel amistad
Escribo porque todas las cosas son efímeras
Escribo porque mi padre nunca me escuchó
Escribo porque mi madre siempre me escuchó
Escribo porque quiero preservar tanto presente como pasado
Escribo porque soy una cámara
Escribo porque es una aventura
Escribo porque soy perfeccionista, el mundo es imperfecto
y la poesía es una aproximación a la perfección
Escribo porque el camino de un millar de páginas comienza con una simple letra
Escribo porque los Beats
Escribo porque los Mersey Poets
Escribo porque venían a la escuela a leer poesía
Escribo porque era algo diferente que hacer
peter waugh
Trilogía poética
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Escribo porque nadie más lo hizo
Escribo porque fue un reto
Escribo porque siempre te da algo que hacer cuando esperas
Escribo porque quería rebelarme
Escribo porque leí Ariel en la biblioteca de la escuela y luego lo robé
Escribo porque mi crecimiento se detuvo en la pubertad
y he intentado seguir siendo adolescente
Escribo porque es un hobby barato
Escribo porque el cannabis y el LSD abrieron mi mente a los colores secretos del Otro mundo
Escribo porque leí en una antología de cubierta púrpura de Geoffrey Grigson
con los poemas de Ginsberg, Ferlinghetti, Corso, Popa,
Adrian Henri, Rimbaud, Apollinaire, Baudelaire
y me estalló el cerebro
Escribo porque es divertido
Escribo porque puedo escribir
Escribo porque no puedo escribir
Escribo porque es el trabajo de Sísifo y soy masoquista
Escribo porque es fácil, lo hago fruto del azar, y soy un holgazán
Escribo porque sueño ser rico y famoso
Escribo porque estoy aburrido
Escribo porque TE amo
Escribo porque no puedo expresarme de otro modo
Escribo porque abre mis ojos, oídos, mi corazón y mente
Escribo porque no sé por qué escribo
Escribo porque sólo quiero escribir un gran poema
Escribo porque no entiendo la vida
Escribo porque temo a la muerte
Escribo porque quiero escapar
Escribo porque es un hábito
Escribo porque cuando niño solía hacer libros de cómics
–mi obra maestra era Drago the Gunslinger
Escribo porque es un modo de crear y guardar secretos
Escribo porque me dice nuevas cosas
Escribo porque la poesía es un espejo
Escribo porque otros lo han hecho antes que yo
Escribo porque creo que el mundo debe cambiar y no puedo hacerlo
Escribo porque odio el Primer mundo capitalista-imperialista
Escribo porque no hay formula científica para el sonido de la lluvia
Trilogía poética
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(Traducción del inglés por Enrique Moya)
Peter Waugh (London, Reino Unido, 1956). Poeta, traductor, profesor de escritura creativa en la Universidadde Artes Aplicadas, editor, escritor de canciones. Se le conoce por sus lecturas donde combina voz, coro einstrumentos musicales. Director de Labyrinth, la Asociación de Poetas de Lengua Inglesa en Viena; directorde la revista de poesía Subdream e iniciador del grupo de poesía experimental dastrugistenda. En Vienacoordina las lecturas mensuales de poesía en Café Kafka, así como los eventos anuales Poetry in the park yel festival internacional Höflein donauweiten poesiefestival. Sus libros: Horizon Firelight, Haiku Butterfly Death
Dream, entre otros. Ha sido traducido y publicado en revistas y antologías de diversos países.
Escribo porque creo en la magia
Escribo porque crecí con los Beatles, los Rollings Stones y Bob Dylan,
y fui cautivado por el espíritu de sus canciones
Escribo porque una voz interna me habla cuando mi mente está en silencio
Escribo porque es un acto de autoafirmación
y me gusta respirar el aire enrarecido de montaña,
en largas y profundas bocanadas.
Escribo porque el poema es un viaje y soy viajero
Escribo porque abre puertas y ventanas
Escribo porque es un acto sexual
Escribo porque no tengo más niños que cientos y cientos de poemas
Escribo porque soy adicto a la poesía y no quiero abandonar ese hábito
Escribo porque no sé tocar ningún instrumento musical
Escribo porque es un modo de conocerme a mí mismo
Escribo porque me gusta mentir con la verdad
Escribo porque soy cosechador
Escribo porque sigo al Gran Espíritu
Escribo porque solía traerme chicas
Escribo porque me hace libre
Escribo porque soy Houdini
Escribo porque atenúa la tristeza
Escribo porque aumenta la felicidad
Escribo porque soy un obsesionado de la escritura
Escribo porque no puedo pensar en nada más que hacer
Escribo porque me alivia
Escribo porque me hace sentir como Dios
Escribo porque me ofrece un lugar donde esconderme
Escribo porque soy tímido como un venado
Escribo porque soy atrevido como un león
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Te conté que estuve en Colombia, ¿verdad? Sí, enMedellín, de hecho me hospedé en el mismísimohotel donde se queda el Binomio de Oro cuando
va para allá. La primera los vi en el comedor,desayunándose, yo no sabía quiénes eran pero la meserame lo dijo. Chisme completo: nombres, historias, quéinstrumento toca cada uno, todo el rollo. Porque era elBinomio de Oro de América, no los originales, y ahíestaban todos echándose su almuerzo antioqueño con susarepas, que son así como gorditas de maíz desabridas, surebanada de queso y su jugo de lulo o de maracuyá, queson unas frutas que se dan mucho en Colombia. Sonbien sabrosas, nomás que aquí no hay.
¡A chingá!, no te burles: te estoy platicando chido y yopensé que no sabías. Bueno, no me esponjo, pero no lepegues al Mandrake. Además el asunto no es sobre elBinomio sino sobre el vecino de un amigo de allá. Loque pasa es que el día que me los encontré almorzandofue el día en que mi amigo me invitó al Parque Zen consu familia y de regreso a su casa, donde íbamos a cenar,nos encontramos el relajo: la bola de gente alrededor,viendo, aventándoles de pedradas a los perros que despuésde lamer la sangre de la banqueta se aventaban paraarrancarles otro pedazo u otro hueso, y los militares quellegaron a dispersar entre camarógrafos y reporteros ypersonas que iban soltando su versión de los hechos. Loshijos de mi amigo, Fredy, a la chille y chille y luego quea alguien se le ocurre decir que sabía quién había sido yque se arma el pedo antes de que los milicos pudieranhacer algo.
¿Qué!
Bueno, es que me sacas de onda y se me va el avión.Con eso de que dices que ya sabes, pues. Además tampocosoy chido para contar historias. Pero ahí va de nuez, porpartes, y tú interrúmpeme cuando algo no te quede claro,nomás no te claves y ya pásame la guama que te estáshaciendo pato para chingártela solo.
Chido.
Fredy fue quien me contó casi todo. Es un amigo queconocí allá. Trabaja de consultor de empresas y me dabauna clase sobre manejo de personal. Sólo que cuandoeres extranjero medio mundo quiere platicar contigo, teinvitan a un lado y a otro, y como Fredy quiere venirse avivir a México/ En serio, no te rías: quiere venirse aMéxico, así como hay raza que se quiere ir a vivir al otrolado, él se quiere venir para acá. Lo que pasa es que allála situación es más dura, de veras. Y por eso me invitabaa cada rato, para que le platicara qué onda: en qué lugareshay trabajo, a dónde le convenía llegar, todo el pedo.
Pero volviendo. Ya antes me había platicado de su vecino,una tarde que me convidó a probar el aguardienteantioqueño: está bien sabroso, tiene sabor a anís, que esalgo así como dulcezón. Y yo le pregunté acerca de lossecuestros, que si en realidad los hacía la guerrilla oquiénes eran los que secuestraban. Estábamos en unacantina de un centro comercial que está en lo alto, demodo que se puede ver toda la ciudad: más o menos comodesde aquí podemos ver Monterrey. Y me dijo que sí, quesí era cierto lo de los secuestros, que había que tenercuidado. Algunas veces los secuestradores son de la guer-rilla, me dijo, pero también a los narcos y a losparamilitares les da por competir en el negocio. Y paraejemplificar me comentó de un tío suyo, que era diputado,a quien no pudieron rescatar y luego los secuestradoreslo aventaron de un auto a las escaleras del palaciolegislativo: amarrado, hasta con tiro de gracia en la sien.A él, a su tío, lo había secuestrado la guerrilla pero a suvecino –me dijo ese día y después lo supe de cierto—lohabía secuestrado el narco.
¿Un cigarro?: Va. El vecino de Fredy se llamaba WalterRestrepo Moreno. Sí, chistoso el nombre: si yo hubierasido él, jamás habría dicho mis dos apellidos juntos: sifuera moreno, sí; pero si no, pues no. En fin, el fulanoRestrepo, era veterinario y criador de perros, noentrenador: criador nomás, de ésos que se ponen a cruzarunos perros con otros para sacar cachorritos que se vendenbien caros. Quién sabe qué tan rentable sea la empresa,
Fidelidad al amoLUIS FELIPE LOMELÍ
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el caso es que la mayoría de la gente siempre quiere ganarmás lana, ¿qué no? Y pues, según luego se publicó en ElColombiano –el principal periódico—, supuestamente estecompa se dedicaba a preparar a sus perros para transportarcoca. El proceso es similar al que se usa con las perso-nas. Se les da a tragar unas cosillas así como ampolletaspero de plástico llenas de polvo y ahí va el chucho conputimil dólares en la panza. Bueno, primero se les da unpurgante para que les quepa más y estén bien hambreados,de modo que cuando les dan las ampolletas cubiertas conjamón ni siquiera las mastican: enteritas se las echan.Claro que también les dan algo para estreñirlos y que noanden cagando bolsitas de coca por el camino. Imagínate:el apañadero de raza así como en las piñatas. ¡A huevo!
Y ya con el perro así, nomás es cuestión de mandarlo adonde se quiera con el cargamento. Quién va a sospecharde un perro, ¿verdad?, y menos si es de uno de esosgrandotes, un mastín, un rotwailer: quién se va a poner arevisarlo. Luego, ya que llega a su destino en el gabachoo las europas, te esperas a que cague y limpias lasampolletas. Pinche asco, pero ahí está la lana. A veces ala raza le vale madres, y para no andar luego cuidando alos animales, pues les pasan la filera por la panza ychingue a veinte: fuera coca y el perro a la basura.
Todo iba bien para el veterinario con el negocito,llenando perros de talco para que se fueran a dar el rol,nomás que lo que pasó fue que al compa se le ocurriójugar por ambos bandos y soltó el pitazo. O bueno, esoera lo que decía el periódico. Y lo que sigue no lo decíapero me imagino que los narcos tenían orejas en la cuicay, antes de que pudiera pintarse de colores, le cayeron ala casa sus socios. El día de los aguardientes, cuando yaiban quince días que no se tenía noticia del fulano, Fredyme dijo cómo estuvo, que una noche había escuchado undesmadre y se asomó a la ventana sin prender las luces,no fuera a ser. Que en la calle estaban dos camionetasToyota y, metralletas en mano, un grupo de cabronestrepaban a su vecino junto con la esposa y el hijo y/
No, no le hizo el paro la banda. Allá la gente no se metehasta que se encabrona. Es otra onda. Bueno, dependela colonia, es como aquí: si acá se sube alguien a armarlade pedo, se lo chingan ¿no?, pero allí abajo, en Contry,nel: nadie se mete, ¿verdad? Y, bueno, pues Fredy viveen una colonia como Contry. Así que nadie movió undedo a pesar de que mi amigo vio a varios que tambiénestaban de fisgones.
¿Ya te acabaste la cheve? Pinche wey, así le voy a hacercuando tú lleves el cotorreo.
No hicieron un carajo. O tal vez sí, pero no se supo osirvió de una chingada. Ni esa vez ni cuando, me dijoFredy que le contó su esposa, volvieron las Toyota y lascargaron con los perros del veterinario. Eso me lo platicó
el día que fuimos al parque, el día que durante el desayunoconocí a los del Binomio de Oro en el restaurante delhotel, me dijo que hacía siete días habían ido por losperros. Íbamos caminando descalzos sobre las piedrasdel par/ No, es chido, lo que pasa es que dicen que es lacopia de un parque japonés y la idea es caminar descalzopara que te den masaje las piedritas y la arena y un montónde ondas que tienen allí. Sí, es público. Y gratis. Y tieneuna zona para los niños, así que se la pasa uno bientranquilo. Claro que al inicio te da asco poner las patasdonde las ha puesto un chorro de gente, pero Fredy estababien contento presumiéndome el parque y ni modo dedecirle que no. Luego me puse a pensar en otra cosa y síse siente chido, neta: me cae. ¡Ah que la chingada! No,no tengo hongos en las patas. Y ya deja te termino decontar. Pásame los cigarros.
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Del parque nos fuimos a mercar un disco del Binomiopara conseguir el autógrafo al día siguiente y luego a casade Fredy, porque me había invitado a cenar con su esposay sus hijos –como te había dicho. Allí estaba el desmadre.Se dijo que hacía veinte minutos se habían ido las mismascamionetas Toyota después de amarrar a la reja alveterinario y a su familia y soltarles a los perros. Losniños se pusieron a la chille y chille cuando vieron elpedo y Fredy mandó a su esposa para que se metierantodos a la cocina y cerraran la casa. Nosotros nosquedamos. Allí estaba lo que quedaba de los cuerpos delveterinario, su esposa y su hijo. Pura pedacera, tirlangassanguaseadas. La gente medio ahuyentaba a los perrospero éstos no se iban lejos a pesar de las piedras y a cadarato volvían, primero, a lamer la sangre de la banquetaotra vez y, luego, a avalanzarse contra los cadáveresmientras los reporteros filmaban entre preguntas a la razay otros lanzamientos hasta que llegaron los milicos y,derecho, se pusieron a plomear a los mastines y a losrotwailer. Que, como quiera, ya estaban más tranqueques,porque ya llevaban un rato entrándoles al veterinario ysu familia. Es más, uno ya se andaba yendo con lapantorrilla del huerco en el hocico, como que ya con esotenía suficiente.
Luego llegó la ambulancia, o ya había llegado, o quiénsabe. El caso es que de todos modos estaba de oquis porquenomás sirvió para trasladar los cuerpos una vez que losdesamarraron de las rejas. A los cadáveres de los perroslos tiraron a la caja de una de las camionetas de losmilitares. También llegaron los bomberos, para limpiara chorrazos la sangre y los trozos de lo-que-sea que habíanquedado tirados. Todos seguíamos ahí. Luego un fulanodijo que sabía quiénes eran los cabrones de las camionetas,y dónde vivían. Entonces se prendió la raza y los militaresse hicieron guajes: tiraron a lión que la banda se estabaorganizando, diciendo que les iban a ir a partir sumandarina en gajos. Fredy me dio las llaves de su cochepara que me largara al hotel, que eso era cosa suya y nome correspondía, que como extranjero podía tener broncassi participaba.
Y pues le hice caso, compa, ¿tú qué hubieras hecho?No, pues yo sí soy sacatón.
Al día siguiente Fredy no me quiso comentar de loocurrido pero en el restaurante del hotel, mientrasesperaba con mi disco a que bajaran los del Binomio, vien El Colombiano la foto los cuerpos del veterinario y sufamilia amarrados a las rejas, chingos de sangre, losintestinos azules del morrillo chorreados por el piso, a lañora y al compa les colgaba la carne como si fueran hebras,y faltaban dedos y manos y pedazos grandotes porque yaves que los perros esos tienen un hocico bien machín.Pero también estaba la foto de unos cabrones desollados,con la piel arrancada, atados a unos postes de teléfono.La nota decía que un grupo de civiles los habían desolladoen venganza, y yo creo que fueron mi camarada y suscompas aunque el Fredy ya no quiso tocar el tema y cuandole preguntaba se hacía pato –así como tú te haces patocon la guama.
Los del Binomio ya no bajaron a almorzar, la meserame dijo que se habían ido muy temprano. Me quedé sinel pinche autógrafo.
Luis Felipe Lomelí (Guadalajara, 1975). Ha publicado los libros de cuento Todos santos de California (La flauta mágica, 2002) que obtuvo el PremioNacional de Literatura «San Luis Potosí» y Ella sigue de viaje (Andanzas, 2005), que incluye El Cielo de Neuquén, Premio Latinoamericano de Cuento«Edmundo Valadés». Como novelista ha publicado Cuaderno de Flores (Tusquets, 2007).
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De mis ancestros ingleses y alemanes ignoro casi todo.
Llegaron en el curso del siglo XIX y con la voluntad a cuestas fincaron en la tierrade los zacatecos. Hicieron los Palmer negocio de sombreros y los Hüttich – o Hüttig– se llenaron de óxido y oro corrosivo en la hacienda minera de San Bernabé ymiembros de las familias se unieron para formar descendencia. La abuela paterna,Juana Hüttich Palmer, se preciaba del árbol genealógico (aprecio que heredaron padrey mis dos tías mayores). Abuela desesperada por la limpieza al límite, el ordenmaniático y con abuelo luchaba para no querernos. Cuando a su muerte padre quisodarme fotografías de ambos, volví la cabeza y miré por la ventana. Pero abuelo, quetraía desde Real de Catorce impregnados en la piel el olor de fosfatos y polvosulcerantes, pintaba cuadros con pincel hábil, diría diestro, de escenas de mar, debosques, de los grandes volcanes, de casas y calles de pueblos de miseria. La gloriaartística representó para él lo mismo que los billetes usados que desechaba en elBanco de México en la década de los veinte. “Salud y pesetas”, me decía al fijar laficha de dominó, y padre memorizaba aritméticamente al triple juego de los jugadorespara ganar casi siempre. Padre me legó del abuelo en el testamento tres cuadros y mihermana me dio de la abuela un separador de libros.
Cuando oigo el inglés de Inglaterra y el alemán de Alemania algo remueve lasangre pero desaparece pronto como señales que se apagan en el tablero electrónicoa la partida del tren. Quizá, digo, quizá rayas sombrías del alma, el venenoparsimonioso de la atroz locura que sombrío cae gota a gota en el vaso del cerebro,un cierto regusto por el orden (que difícilmente aplico), provenga de esa estirpeoscura que a veces creía vérseme revelada en inviernos lluviosos de principios de losnoventa en las ciudades de Salzburgo y Viena. Pero jamás visité Inglaterra, y aAlemania, de pensar en sombras largas y en ciudades idénticas al color de la nieblao de la noche, me recorre de niebla un escalofrío, y prefiero oír como los pájarosrompen el mediodía y gorjean y trinan en los follajes de los plátanos de color platay aceituna en el soleado sur de Francia. Quizá por eso escribo en la pequeña terrazade un café de Saint-Rémy, en un julio de furioso sol, cerca del Mediterráneo y lejosdel adiós trístido de las golondrinas.
1996Viernes en Jerusalén
V Premio Casa de América de Poesía Americana
Los Hüittich ylos Palmer
MARCO ANTONIO CAMPOS
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Pasajeros, de Josué Barrera, es una serie decuentos que aborda a los protagonistas en un momentomuy particular de su existencia: el del inicio de una travesía (en sentidometafórico); o el del recuerdo de lo que pudo haber sido el comienzo deun viaje pero no se aceptó; o bien, la negativa rotunda a emprender undestino en el presente. Los relatos, más que historias, son momentosespecíficos.
¿Qué tipo de personajes pueden ser ubicados en estas situaciones?Muchos y variados: una mujer que cada tarde se sienta en un café yespera ser asediada por varios hombres (lo cual, en efecto, sucede); unmuchacho que en compañía de su primo hace sus primeras excursionesa un prostíbulo y descubre su sexualidad, pero no de la forma que esperaba;un matrimonio que decide revivir la pasión observando e imitando aotra pareja; o una mujer que está casi segura de la infidelidad de suesposo y decide buscarlo en su oficina para enfrentarlo, por citar algunos.
Y es que en la mayoría de los casos los viajes que se emprenden sedeben a otra persona, a la búsqueda de la aceptación del otro que le daráestabilidad y sentido a la existencia propia.
Pero no siempre. El relato “No hay mejor día que éste” narra cómoMauricio, a partir de un descubrimiento tan anodino como una línea ensu rostro, comienza a percibir todo de una forma distinta y emprende elviaje hacia lo que está fuera de él.
También hay cabida para el eterno observador, para aquél que (una vezmás en sentido metafórico) compra los boletos, prepara su equipaje, pagalos recibos mensuales por adelantado, llega a la estación y a punto departir decide que lo hará algún otro día. Decide que la espera y la ilusiónvan mejor con su perfil.
El cuento que da título al libro narra el momento en que un hombretermina su relación un domingo de noviembre y sale a caminar porReforma, cargando una maleta que contiene todas sus frustraciones y sinsaber exactamente a dónde dirigirse. Para prolongar su paseo, pero conmayor velocidad, toma un taxi. Sigue sin saber cuál es el rumbo, peroeso no le impide desplazarse, observar por la ventanilla a los viandantesen su constante ir, ir, ir y reflejarse en ellos, quizá no tan erróneamente.
La invitación a la travesía siempre será un eterno cuestionamiento:“¿Acepto? ¿Qué debo llevar? ¿Estoy preparado? ¿Mi pareja estará deacuerdo? ¿Mi vida sería diferente (mejor) si hubiera aceptado?” Preguntasque están de sobra cuando el viaje por sí mismo llega y obliga a tomarlo.Mejor aún: cuando se percibe que se viajó al llegar al destino (que, sobradecirlo, no es definitivo). Pero no siempre pasa así.
GUADALUPE BECERRA
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La Luna Llena era la dueña de la noche y la que habíadesatado, para mala suerte de los muchachos, a la Bestia.
En ese bosque desierto a orillas del lago oscuro, el mantonegro era iluminado por un puñado de estrellas que se alzabanante la oscuridad, pero éstas nada podían hacer ante su reina,un gran astro impuesto sobre el firmamento.
Los cuatro muchachos lamentaban haber asistido hoy,desafiando las viejas historias contadas por los abuelos y losantepasados que habían vivido en la aldea, pero eran historiasde viejos, meras supersticiones, sólo folklore. ¿A quién diablosle importaban? Todos sabían que no eran más que mentiras,¿O no?... no podían ser ciertas... ¿O sí?
Sin embargo la bestia había aparecido, presentándosesilenciosamente en la noche, cual gato indefenso, parasatisfacer su oscura necesidad. Entre gritos de terror y llantosde agonía, entre olor a miedo y muerte, entre la oscuridadque todo lo envolvía, llevarse a tres de los cuatro que dormíanen el claro del bosque.
La sangre había manado, fue derramada en la madre tierra,brotando de los cuerpos jóvenes que dormían, que ante lasorpresa y el terror, poco pudieron hacer. El líquido de vidahabía terminado embarrado en la corteza de los viejos árbolesque observaron desinteresados la sangrienta escena,observadores de miles de años de edad, a los cuáles otramasacre en la historia de los hombres se les antojaba repetitivay tediosa, más aún desde que la maldición había caído en eselugar con la llegada del Ser maldito.
Los cuerpos de los Tres que partieron del mundo esa nochefueron desgarrados, abiertos y posteriormente devorados, porel apetito voraz de la monstruosa bestia, hecho que diooportunidad para que un muchacho escapara, tratando de salirde esa pesadilla. Una vez que terminó de ingerir carne y roerlos huesos de los esqueletos de sus amigos, la criatura maldita,se dio cuenta que su apetito era insaciable y conociendo queno todos los días podía disfrutar de carne tierna, decidió saliren pos del postre para dar fin a tan carnívoro festín.
**
Reed, el único que logró escapar de la matanza del Claro,corría ahora tropezando entre la maleza, huyendo de los cadavez más cercanos y apresurados pasos que lo perseguían; giró
la cabeza hacia atrás, distinguió a la bestia acechándolo,corriendo a cuatro patas con el hocico chorreando el preciadoliquido escarlata que, unos minutos atrás, recorría las largascarreteras del sistema vascular de los cuerpos de sus amigos,que se encontraban reducidos a un puñado de huesos,esparcidos entre las raíces, sin carne alguna.
Comprendió que no saldría vivo, el linde del bosque quedabalejos y su cuerpo le estaba empezando a cobrar factura de suapresurada carrera, los pulmones le ardían como si respirarafuego, pero su mente se despejó: Pensó en el futuro. En lascosas que él habría podido lograr. Pensó en Cindy Kiddo. Enla hermosa Cindy. Pensó en las tardes completas que habíapasado observándola. Las largas sesiones de contemplacióndedicadas en la escuela a la bellísima Cindy; y las malas notasque acarrearon, las cuales le llevaron a ser azotado en lasnalgas tantas veces por su padre, que le hicieron pensar quese le habían muerto los músculos de ese lugar. Ahora, llegandoal pronto e inesperado final de su vida y recordando hasta elmas mínimo detalle de la figura de Cindy Kiddo, su cabelloondulando ante el viento que entraba por la ventana, sushermosos ojos llameando de felicidad, la curvatura de suslabios al sonreír, supo que todo había valido la pena, para quequería las nalgas vivas si él iba a estar muerto, y deseó contodo el corazón que le supieran de horror al monstruo que lodevoraría.
**
Su grito lastimero desgarró el silencio, mientras la bestia lodesgarraba a él, esparciendo sus entrañas entre la inmensacantidad de hojarasca que cubría el suelo de la arboleda,humectando la tierra seca, tiñéndola de rojo con los rubíeslíquidos que su cuerpo dejó escapar por la abertura que lohabía cortado en dos.
La Bestia lo devoró sin reparo o remordimiento alguno,lamiendo y royendo hasta el último hueso. Su apetito vorazamainó, pero no desapareció. Tal vez no encontraría máspresas tan deliciosas como ésas, pero el bosque estaba llenode animales jugosos que destazar y degustar. Antes de salirtras ellos, levantó la cabeza hacia el cielo, se encontró con laluna llena, y aulló, dejó escapar un largo y prolongado aullidoa su madre en la bóveda celeste. La madre que, una vez almes, lo traía al mundo, le daba a luz y lo dejaba escapar de ladébil y patética prisión que lo contenía, le aulló agradecido,clamándole que no tardara tanto en venir y que pronto, lodejara renacer.
Una vez seguro de que su Liberadora en lo alto lo habíaescuchado, salió precipitado tras una presa más, antes que lareina del cielo se ocultara, y Él tuviera que volver a su patéticajaula de dos patas que tanto aborrecía.
La BestiaacudióJESÚS MARTÍN MARISCAL*
*Jesús Martín Mariscal (Cd. Obregón, Son., 1992). Ganador en el génerode Cuento del XVII Concurso Juvenil de Literatura “Profra. MaríaGuadalupe Rico de Ramírez”, convocado por el Instituto Sonorense deCultura en el 2010. Actualmente cursa su último año de preparatoria enel COBACH, plantel Obregón II y participa en el taller de creación literaria
dirigido por Juan Manz.
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Amanecer
Entre mástiles y silencio, el amanecer.
Pincelada púrpura
se desliza hacia el horizonte
dejando atrás brechas de espuma
que despiertan al mar,
Expeliendo sus entrañas,
expeliendo su salitre,
zafando las mordazas
de la noche anterior
de la noche anterior.
En un santiamén
el sol se despereza, calienta
y domina los predios fascinantes.
Isaida Viart Dihigo (Matanzas, Cuba. 1939). Poeta y profesora. En el 2001 fue publicado su poemario Desde Adentro poreditorial La Tinta del Alcatraz y la Universidad del Estado de México.
Ha escrito obras para niños y jóvenes. Ganadora de la mención “La muñeca negra”, concurso convocado por la Casa de Culturade Plaza de la Revolución. Tiene dos libros inéditos de poemas, uno de los cuales recoge composiciones relacionadas con lavida de Orishas. Sus poemas han sido divulgados por la radio nacional de Cuba. Ha participado en recitales realizados porinstituciones de la capital. Es miembro del grupo de creación poética de la fundación Nicolas Guillén.
Isaida
Viart
Dihigo
P O
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C O
N T
E M
P O
R Á
N E
A
25
El mendigoEn un rincón,
el mendigo acurruca la miseria.
Aprieta el zurrón vacío de antojos.
Se duerme intranquilo,
transito de hambre…
Al cabo de un rato
penosamente, se incorpora.
una caterva de propiedades
lo acompañan.
Cuelgan de su cintura,
de su cuello, de sus ilusiones.
En sus ojos la insania
exige el mendigo.
Temeroso lo toma.
Va rezongando hacia el final
del camino inicuo de una vida infructuosa. Vieja HabanaSobre tu malecón descansas
estirando las piernas.
Secas sudores y llantos
con la punta de la enagua
y abanicas las calles
con tu amplia saya.
Vieja de gusto.
El tabaco en tus dedos,
el humo hacía el ambiente.
El son y la rumba
tu sexo despiertan.
Gran anciana de iglesias recogidas,
de patios enormes de silencios y hojas.
Imponente asomas
Con tu encanto de abuela.
Antonio GadesMovimientos
como gallo de lidia
expele tu cuerpo ligero, vibrante.
Abangas amplias, inquietas, cuelgan.
Manos incesantes que claman, exigen.
Regalas alegría o dolor
en giros increíbles.
Taconeo violento
machaca las mieses de Andalucía.
Vibras entre suspiros flamencos
y aleteos de castañuelas
que desbordan los sueños.