Cambio

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CAMBIO: un gran acuerdo de salvación nacional. A veces la necesidad de cambio parece más un clamor que un proceso arduo de definición de una perspectiva, ahí puede encontrarse su debilidad. El propósito del cambio es la superación de aquello que se percibe como una perturbación del bienestar. Las motivaciones para el cambio deben trascender el simple deseo para que sea posible su materialización. Eso representa un reto de dimensiones considerables para cualquier sociedad. En Venezuela ese momento llegó. Lo que nos mueve Cuando algo no funciona, la reacción más humana frente a ello es el deseo de cambio, como un legítimo derecho a la superación de la adversidad; el cambio es la promesa de transformar aquello que agobia, que oprime. Pero el cambio es por supuesto mucho más que un anhelo, es un motor de lucha en el sentido del esfuerzo para alcanzar un objetivo. Por esa razón, hablar de cambio en el ámbito político o social, es mucho más complejo. En política, esa necesidad de cambio está asociada -aunque no exclusivamente- a la búsqueda de otras opciones. Generalmente se plantea la discusión política en torno a propuestas, en las que se persigue identificar una situación crítica (diagnóstico) para proponer un conjunto de prescripciones que permitan reducir la brecha con la situación ideal. Nada más eso, representa un enorme reto para cualquier sociedad. El camino del cambio ¿Pero por qué no exclusivamente? Porque como seres racionales que somos, tenemos la posibilidad (¿o el deber?) de rectificar, sobre todo en circunstancias en las que el cambio implica riesgos o las divisiones de la sociedad lo hacen inviable. Es ahí donde ese cambio está antecedido por esfuerzos de acercamiento que permitan generar acciones concretas que incidan sobre la brecha (situación ideal – situación crítica). En nuestra historia política, tenemos suficientes experiencias en cuanto a fracasos y rectificaciones. Sin embargo, rectificar no es suficiente para generar un cambio, es necesario demostrar disposición para superar las diferencias y hacer los esfuerzos por alcanzar acuerdos concretos. Porque solamente a través de acuerdos, que sean consecuencia de la identificación de aspiraciones comunes, es que la rectificación puede conducir al cambio.

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Artículo de opinión

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  • CAMBIO: un gran acuerdo de salvacin nacional.

    A veces la necesidad de cambio parece ms un clamor que un proceso arduo de definicin de una perspectiva, ah puede encontrarse su debilidad. El propsito del cambio es la superacin de aquello que se percibe como una perturbacin del bienestar. Las motivaciones para el cambio deben trascender el simple deseo para que sea posible su materializacin. Eso representa un reto de dimensiones considerables para cualquier sociedad. En Venezuela ese momento lleg.

    Lo que nos mueve

    Cuando algo no funciona, la reaccin ms humana frente a ello es el deseo de cambio, como un legtimo derecho a la superacin de la adversidad; el cambio es la promesa de transformar aquello que agobia, que oprime. Pero el cambio es por supuesto mucho ms que un anhelo, es un motor de lucha en el sentido del esfuerzo para alcanzar un objetivo. Por esa razn, hablar de cambio en el mbito poltico o social, es mucho ms complejo.

    En poltica, esa necesidad de cambio est asociada -aunque no exclusivamente- a la bsqueda de otras opciones. Generalmente se plantea la discusin poltica en torno a propuestas, en las que se persigue identificar una situacin crtica (diagnstico) para proponer un conjunto de prescripciones que permitan reducir la brecha con la situacin ideal. Nada ms eso, representa un enorme reto para cualquier sociedad.

    El camino del cambio

    Pero por qu no exclusivamente? Porque como seres racionales que somos, tenemos la posibilidad (o el deber?) de rectificar, sobre todo en circunstancias en las que el cambio implica riesgos o las divisiones de la sociedad lo hacen inviable. Es ah donde ese cambio est antecedido por esfuerzos de acercamiento que permitan generar acciones concretas que incidan sobre la brecha (situacin ideal situacin crtica).

    En nuestra historia poltica, tenemos suficientes experiencias en cuanto a fracasos y rectificaciones. Sin embargo, rectificar no es suficiente para generar un cambio, es necesario demostrar disposicin para superar las diferencias y hacer los esfuerzos por alcanzar acuerdos concretos. Porque solamente a travs de acuerdos, que sean consecuencia de la identificacin de aspiraciones comunes, es que la rectificacin puede conducir al cambio.

  • Lo que conduce a un cambio

    El cambio poltico puede nacer de la necesidad o de la frustracin. Pero ninguna de esas condiciones por s sola es suficiente para conseguirlo. Es imprescindible adems de la voluntad, la claridad en los propsitos de ese cambio. Cuando se trata de superar una situacin crtica, la alternativa debe expresarse de forma transparente y adems encarnar una oferta creble, para que pueda generar confianza.

    En este sentido, resulta razonable pensar que mientras no exista una propuesta que represente de forma honesta la posibilidad de transformacin del presente, es ms probable que persista el respaldo popular al modelo vigente (causante o asociado a la situacin crtica): mientras el 67,8% percibe como negativa la situacin del pas [de acuerdo al Perfil de Junio de Consultores 21], el 62,7% considera como responsable de los problemas del pas al Presidente Maduro, pero solo el 36,1% considera su gestin como muy mala. Esto debe ser objeto de inters por parte de todos aquellos que creen que promover el cambio basta solo como anhelo para lograr respaldo.

    Cundo vamos a salir de esto?

    A la pregunta de cundo vamos a salir de esto?, muy posiblemente ser cuando dejemos de verla como una condicin transitoria, una mera coyuntura, ignorando las circunstancias estructurales en las que se encuentra el pas, 73% considera que la inseguridad es el principal problema del pas, el 64% cree que es la escasez y el desabastecimiento, el 23% seala el desempleo y el 16,5% refiere el alto costo de la vida. [segn la ltima encuesta de Delphos]. El deterioro de Venezuela en los ltimos quince aos se est expresando en una profunda crisis poltica, econmica y social que requiere de respuestas inmediatas, que pasan por un gran acuerdo nacional.

    Hablar de la Unidad de la Oposicin ya no es suficiente, es necesario hablar de la Unidad del pas frente a la crisis, en ello radica el verdadero cambio. No podemos plantearnos la superacin de una crisis estructural como la que vive Venezuela sin tomar en cuenta a todos los sectores polticos, econmicos y sociales. No se trata de convencer a quienes estn convencidos de la crisis y su origen, es impostergable encontrar espacios en comn con aquellos que se resisten a reconocer la realidad. Una pista puede encontrarse en lo que seala Eugenio Martnez en su Blog: El consenso entre no chavistas e independientes aparece cuando se habla de construir una mayora electoral. Esta opcin recibe el aval de 71,6% de los chavistas moderados, 74,6% de los extremos y 67,7% de los independientes, pero para construir

  • esa mayora electoral, no es suficiente solo con un sector del pas.

    Un nuevo desafo

    Hallar lo que nos une nunca haba sido un imperativo como en este momento. Es posible que, y sobre todo en los ltimos tres lustros, el esfuerzo desplegado para marcar nuestras diferencias haya sido superior a la bsqueda de los intereses que nos unen. Lo estamos viviendo con incredulidad, aquello que a veces luce como inercia o indiferencia. Pero en realidad de lo que se trata es de evasin, temor de reconocer que ya no nos reconocemos como la sociedad que solamos ser.

    Nuestra realidad poltica cambi a tal punto que no es exagerado decir que ser imposible que vuelva a ser lo que fue, sino que adems es muy probable que tampoco sea nada parecido a lo que aspiran en este momento todos los sectores de la sociedad, que tambin han cambiado. Los actores polticos han cambiado (unos por las circunstancias y otros porque son nuevos en la escena), as como el modelo de ejercicio del poder, no solo por causa de la novedosa institucionalidad, sino por su misma praxis poltica.

    El momento de la organizacin

    Luego de quince aos en el poder, todos los errores cometidos, las polticas desacertadas y la ilusin revolucionaria se combinan en lo que se revela como una crisis estructural, que afecta a todos los sectores y que no distingue filiacin poltica; la inseguridad personal, la escasez de artculos de primera necesidad y las fallas en los servicios pblicos, no son exclusividad de un sector en razn de sus preferencias polticas. Se trata de lo poco que efectivamente se encuentra democratizado en el pas.

    Esta nueva realidad poltica se manifiesta en un escenario complejo, agotado por los aos de confrontacin entre el poder y sus adversarios, en el que adquiere relevancia la capacidad de organizacin de los partidos polticos, en una tarea impostergable porque de ella depende que ocurra un verdadero cambio. Los partidos polticos, por su naturaleza, a diferencia de los grupos de presin, pueden lograr articular y agregar intereses de sectores diversos, sin que por ello se comprometan sus intereses particulares.

    Es el momento de encontrar las coincidencias que puedan unir al pas en una estrategia comn, no es suficiente un sector frente a otro, es necesario que quienes padecen las consecuencias de la crisis econmica y social, se esfuercen por superar la crisis poltica mediante un compromiso de salvacin nacional.