Camino a Bizancio (Robert Silverberg)

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7/23/2019 Camino a Bizancio (Robert Silverberg) http://slidepdf.com/reader/full/camino-a-bizancio-robert-silverberg 1/58 CaminoABizanci CaminoABizanci Robert Silverberg  Pasado y futuro se unen y forman un solo conjunto en esa espléndida historia de uno de los autores de ciencia-ficción más sensibles que ha dado el género. Camino a Bizancio mereció con todos los honores en !"#$ el  premio %ebula a la mejor no&ela corta de ciencia-ficción publicada aquel a'o. (saac )simo& responsable de la edición americana de esta re&ista se limitó a comentar al conocer la noticia* +%o pod,a ser de otro modo. Se levantó al amanecer y salió al patio para echar su primera mirada a Alejandría, la ciudad que aún no había visto. Este año las cinco ciudades eran Chan!an, Asard, "ueva Chicao, #ombuctú y, Alejandría$ la me%cla de &pocas, culturas y realidades habitual. 'l y (ioia, tras e)ectuar el laro vuelo desde Asard, en el distante norte, la noche anterior, habían lleado tarde, mucho despu&s de la puesta del sol, y se habían ido directamente a la cama. Ahora, a la suave lu% color melocotón de la mañana, las orullosas torres y almenas de Asard parecían simplemente alo que habían soñado. *e todos modos, corría el rumor de que el momento de Asard había terminado. +abía oído decir que dentro de poco iban a desmantelarla y reempla%arla, en alún otro luar, por ohenjo!daro. Aunque nunca había m-s de cinco ciudades, &stas cambiaban constantemente. odía recordar una &poca en la que habían tenido la /oma de los C&sares en ve% de Chan!an, y /ío de 0aneiro en ve% de Alejandría. Esa ente no veía ninuna utilidad en mantener alo durante mucho tiempo.  "o le resultaba )-cil ajustarse a la bochornosa intensidad de Alejandría despu&s de los helados esplendores de Asard. El viento, procedente del mar, era )uerte y tórrido a la ve%. Suaves olas color turquesa lamían los espiones. 1uertes presencias asaltaban sus sentidos$ el c-lido y pesado cielo, el punente olor de la roji%a arena de los bajíos arrastrado por la brisa, el sombrío aroma  pantanoso del cercano mar. #odo temblaba y rielaba a la temprana lu%. Su hotel estaba maní)icamente situado, en la parte alta de la ladera norte del enorme montículo arti)icial conocido como el aneium, consarado al dios con pies de macho cabrío. *esde allí tenían una vista total de la ciudad$ los amplios bulevares nobles, los altos obeliscos y monumentos, el palacio de Adriano en la parte baja de la colina, la solemne y maravillosa 2iblioteca, el

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Camino A BizanciCamino A Bizanci

Robert Silverberg

 Pasado y futuro se unen y forman un solo conjunto en esa espléndidahistoria de uno de los autores de ciencia-ficción más sensibles que ha dado

el género. Camino a Bizancio mereció con todos los honores en !"#$ el  premio %ebula a la mejor no&ela corta de ciencia-ficción publicada aquel 

a'o. (saac )simo& responsable de la edición americana de esta re&ista selimitó a comentar al conocer la noticia* +%o pod,a ser de otro modo.

Se levantó al amanecer y salió al patio para echar su primera mirada aAlejandría, la ciudad que aún no había visto. Este año las cinco ciudades eranChan!an, Asard, "ueva Chicao, #ombuctú y, Alejandría$ la me%cla de&pocas, culturas y realidades habitual. 'l y (ioia, tras e)ectuar el laro vuelodesde Asard, en el distante norte, la noche anterior, habían lleado tarde,mucho despu&s de la puesta del sol, y se habían ido directamente a la cama.Ahora, a la suave lu% color melocotón de la mañana, las orullosas torres y

almenas de Asard parecían simplemente alo que habían soñado. *e todosmodos, corría el rumor de que el momento de Asard había terminado. +abíaoído decir que dentro de poco iban a desmantelarla y reempla%arla, en alúnotro luar, por ohenjo!daro. Aunque nunca había m-s de cinco ciudades,&stas cambiaban constantemente. odía recordar una &poca en la que habíantenido la /oma de los C&sares en ve% de Chan!an, y /ío de 0aneiro en ve% deAlejandría. Esa ente no veía ninuna utilidad en mantener alo durantemucho tiempo.

 "o le resultaba )-cil ajustarse a la bochornosa intensidad de Alejandríadespu&s de los helados esplendores de Asard. El viento, procedente del mar,

era )uerte y tórrido a la ve%. Suaves olas color turquesa lamían los espiones.1uertes presencias asaltaban sus sentidos$ el c-lido y pesado cielo, el punenteolor de la roji%a arena de los bajíos arrastrado por la brisa, el sombrío aroma pantanoso del cercano mar. #odo temblaba y rielaba a la temprana lu%. Suhotel estaba maní)icamente situado, en la parte alta de la ladera norte delenorme montículo arti)icial conocido como el aneium, consarado al dioscon pies de macho cabrío. *esde allí tenían una vista total de la ciudad$ losamplios bulevares nobles, los altos obeliscos y monumentos, el palacio deAdriano en la parte baja de la colina, la solemne y maravillosa 2iblioteca, el

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

templo de oseidón, la atestada pla%a del mercado, el pabellón real que habíaconstruido arco Antonio despu&s de su derrota en Actium. 3 por supuestoel 1aro, el sorprendente 1aro con sus numerosas ventanas, la s&ptimamaravilla del mundo, esa inmensa columna de m-rmol y piedra cali%a yranito rojo!púrpura de Assu-n al%-ndose majestuoso al e4tremo de sucal%ada de m-s de un 5ilómetro de laro. El nero humo del )ueo en su cimatra%aba pere%osas volutas en el cielo. 6a ciudad estaba despertando.Aparecieron alunos temporeros con cortos )aldellines blancos y empe%aron arecortar los densos y oscuros setos que bordeaban los randes edi)icios públicos. 7nos cuantos ciudadanos con amplias ropas de estilo vaamenterieo empe%aron a recorrer las calles.

+abía )antasmas y quimeras y ensueños por todas partes. *os esbeltos yeleantes centauros, macho y hembra, pastaban en la ladera de la colina. 7nrobusto espadachín de recios muslos apareció en el porche del templo deoseidón, a)errando la cercenada cabe%a de una orona8 la aitó en un ranarco, sonriendo ampliamente. En la calle de debajo de la puerta del hotel, tres

 pequeñas es)ines rosas, no mayores que atos dom&sticos, se despere%aron y boste%aron y empe%aron a merodear junto al bordillo de la acera. 9tra m-srande, del tamaño de un león, las observaba cautelosamente desde uncallejón$ su madre, sin duda. :ncluso a aquella distancia podía oír su sordoronroneo.

rotei&ndose los ojos con la mano, miró m-s all- del 1aro, al otro lado delaua. Esperaba ver las imprecisas orillas de Creta o Chipre al norte, o qui%- laran curva oscura de Anatolia. 0le&adme hacia esa gran Bizancio, pensó. 1onde todo es antiguo y canta al e2tremo de los remos. ero sólo pudo ver elinterminable mar vacío, iluminado ceadoramente por el sol de primera horade la mañana. "ada era nunca como esperaba que )uese. 6os continentes no

 parecían estar ya en sus luares correctos. (ioia, hacía mucho tiempo, lohabía llevado en su pequeño aleteador y se lo había mostrado. 6a punta deSudam&rica estaba muy inclinada hacia el ací)ico8 ;)rica se mostrabae4trañamente reducida de tamaño8 una lenua de oc&ano separaba Europa yAsia. Australia no parecía e4istir. <ui%- la habían e4cavado por completo y lahabían empleado para otras cosas. "o había rastro del mundo que una ve%había conocido. 'ste era el silo 6.

 =>El silo 6 despu&s de qué? =había preuntado varias veces, pero nadie parecía saberlo, o nadie se preocupaba de decirlo.

 =>Es muy hermosa Alejandría? =preuntó (ioia desde dentro.

 =Sal y míralo tú misma. *esnuda y con aire soñoliento, salió al patio de blancas losas y se acurrucó junto a &l. Encajaba per)ectamente bajo su bra%o.

 =@9h, sí, sí =dijo con vo% suave=. Es tan hermosa, >verdad? @ira allí, los palacios, la 2iblioteca, el 1aro >*ónde iremos primero? Al 1aro, supono.>Sí? 3 lueo a la pla%a del mercado, quiero ver a los maos eipciosB, y al

-ina de D

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estadio, las carrerasB, hoy habr- carreras, >verdad? @9h, Charles, quieroverlo todo

 =>#odo? >#odo el primer día?

 =#odo el primer día, sí =dijo ella=. #odo.

 =ero tenemos mucho tiempo, (ioia.

 =>6o tenemos?

'l sonrió y la apretó )uertemente contra su costado.

 =El tiempo su)iciente =dijo con suavidad.

6a amaba por su impaciencia, por su burbujeante ansiedad. (ioia no se parecía en nada a los otros en ese aspecto, aunque )uera id&ntica en todos losdem-s. Era bajita, esbelta, el-stica, de ojos neros, piel oliv-cea, caderasestrechas, hombros amplios y músculos planos. #odos eran así, cada unoindistinuible de los dem-s, como una horda de millones de hermanos yhermanasB, un mundo de pequeños, -iles, in)antiles mediterr-neos, nacidos para la manipulación, el charloteo, el vino blanco dulce al medio día y el vinonero )uerte por la noche. #odos tenían el mismo cuerpo el-stico, la misma boca ancha, los mismos randes ojos brillantes. "unca había visto a ninunoque pareciera ser m-s joven de doce años o mayor de veinte. (ioia era alodistinta, aunque no sabía decir e4actamente cómo8 pero sabía que era precisamente por esa imperceptible aunque sini)icativa di)erencia que laamaba. 3 probablemente era por eso tambi&n que ella le amaba a &l.

*ejó que su mirada vaara de oeste a este, descendiendo por la uerta de la

6una a lo laro de la ancha calle Canopus hasta el puerto, deteni&ndose)inalmente en la tumba de Cleopatra, en la punta del laro y esbelto cabo6ochias. #odo estaba allí, y todo per)ecto$ los obeliscos, las estatuas y lascolumnatas de m-rmol, los patios y los templos y los jardines, el propioAlejandro en su ataúd de cristal y oro$ una espl&ndida y resplandecienteciudad paana. ero había inconruencias$ una incon)undible me%quita cercade los jardines públicos, y lo que parecía ser una ilesia cristiana no muy lejosde la 2iblioteca. 3 aquellos barcos en el puerto, con todas esas velas rojas yaltos palosB, seuro que eran medievales, del )in del medioevo incluso.+abía visto los mismos anacronismos antes, en otros luares. :ndudablementeesa ente los hallaba di vertidos. 6a vida era un jueo para ellos. 0uabanincesantemente a &l. /oma, Alejandría, #ombuctúB, >por qu& no? >Crear unaAsard de translúcidos puentes y resplandecientes palacios de hielo, lueocansarse de ella y eliminarla? >/eempla%arla por ohenjo!daro? >or qu& no?or su parte le parecía una ran l-stima destruir esos soberbios salones de)iesta nórdicos en bene)icio de una ciudad achaparrada de ladrillo rojo, brutaly requemada por el sol8 pero esa ente no veía las cosas del mismo modo que&l. Sus ciudades eran sólo temporales. Aluien en Asard había dicho que#ombuctú sería la siuiente en caer, y que 2i%ancio se al%aría en su luar.2ueno >por qu& no? >or qu& no? odían tener cualquier cosa que quisieran.

-ina F de D

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Aqu&l era el silo 6, despu&s de todo. 6a única rela era que no podían e4istir m-s de cinco ciudades a la ve%.

 =6os límites =le había in)ormado solemnemente (ioia cuando viajaron juntos por primera ve%= son muy importantes. =ero no sabía por qu&, o nole importaba.

iró de nuevo hacia el mar.

:mainó una ciudad reci&n nacida adquiriendo repentinamente solide% entrelas brumas, all- a lo lejos, al otro lado del aua$ brillantes torres, randes palacios coronados por domos, mosaicos dorados. "o representaría un ranes)uer%o para ellos. 6es bastaría con hacerla surir entera del tiempo, con elemperador en su trono y la ebria soldadesca del emperador alborotando porlas calles, el resonar broncíneo del on de la catedral creando ecos por todoel (ran 2a%ar, los del)ines haciendo sus cabriolas m-s all- de los pabellonesde la orilla. >or qu& no? #enían #ombuctú. #enían Alejandría. ><uer&isConstantinopla? @ues ahí est- Constantinopla 9 Avalon, o 6yon, o Atlantis.odían tener cualquier cosa que quisieran. Aquí es puro Schopenhauer$ elmundo es voluntad e imainación. @Sí Esa esbelta ente de ojos oscurosviajando incansablemente de milaro en milaro. >or qu& no 2i%ancio acontinuación? @Sí >or qu& no? 3ste no es un pa,s para los &iejos, pensó.6os jóvenes en bra%os los unos de los otros, los p-jaros en los -rbolesB, @sí@Sí Cualquier cosa que quisieran. Siempre lo habían tenido. *e pronto sesintió asustado. reuntas que no se había )ormulado desde hacía muchotiempo surieron bruscamente a su consciencia. 45uién soy6 4Por qué estoyaqu,6 45uién es esa mujer que está a mi lado6

 =Charles, de pronto te has quedado tan quieto =dijo (ioia, que no podía

soportar mucho tiempo el silencio=. >or qu& no hablas conmio? <uieroque hables conmio. Cu&ntame lo que est-s buscando ahí )uera. Se encoióde hombros.

 ="ada.

 =>"ada?

 ="ada en particular.

 =uedo ver que est-s mirando alo.

 =2i%ancio =dijo &l=. Estaba imainando qu& aspecto tendría mirar

directamente al otro lado del aua v ver 2i%ancio. Estaba intentando captarun atisbo de las murallas de Constantinopla.

 =9h, pero no puedes ver hasta tan lejos desde aquí. *e veras, no.

 =6o s&.

 =3 de todos modos, 2i%ancio no e4iste.

-ina G de D

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 =#odavía no. ero e4istir-. 6lear- su momento.

 =>*e veras? =dijo ella= >6o sabes seuro?

 =*e buena )uente. 6o oí en Asard. ero aunque no lo hubiera oído,2i%ancio sería inevitable, >no crees? Su momento ha de llear. >Cómo

 podríamos pasarnos sin 2i%ancio, (ioia? Seuro que tendremos 2i%ancio,m-s pronto o m-s tarde. S& que la tendremos. Es sólo cuestión de tiempo. 3tenemos todo el tiempo del mundo.

7na sombra cru%ó el rostro de ella.

 =>6o tenemos? >6o tenemos?

Sabía muy poco sobre sí mismo, pero sabía que no era uno de ellos. Eso losabía. Sabía que su nombre era Charles hillips y que antes de empe%ar a vivir entre aquella ente había vivido en el año HIG, cuando e4istían cosas talescomo ordenadores y aparatos de televisión y b&isbol y aviones a reacción, y el

mundo estaba lleno de ciudades, no solamente cinco sino miles de ellas. "ueva 3or5 y 6ondres y 0ohannesburo y arís y 6iverpool y 2an5o5 y San1rancisco y 2uenos Aires y una multitud de otras, todas a la ve%. or aquelentonces el mundo tenía cuatro mil quinientos millones de habitantes8 ahoradudaba que tuviera m-s de cuatro millones y medio. Casi todo habíacambiado m-s all- de cualquier comprensión. 6a luna seuía pareciendo lamisma, y el sol8 pero por la noche buscaba en vano las constelaciones)amiliares. "o tenía la menor idea de cómo lo habían traído de entonces aahora, o por qu&. "o servía de nada preuntar. "adie tenía ninuna respuesta para &l8 nadie parecía comprender qu& era lo que quería saber. Al cabo de untiempo había dejado de preuntar8 al cabo de un tiempo había dejado casicompletamente de desear saber.

'l y (ioia estaban subiendo al 1aro. Ella iba delante, aprisa como siempre, y&l la seuía con un paso mucho m-s tranquilo. *ecenas de otros turistas, lamayor parte en rupos de dos o tres, subían tambi&n las amplias rampas delosas de piedra, riendo, llam-ndose entre sí. Alunos de ellos, al verle, sedetenían un instante, señalaban. Estaba acostumbrado a aquello. Su estaturaera tan superior a la de cualquiera de ellos8 evidentemente, no )ormaba partede ellos. Cuando le señalaban sonreía. A veces hacía incluso una breveinclinación de cabe%a.

 "o pudo hallar nada de inter&s en el nivel in)erior, una enorme estructura

cuadrada de sesenta metros de alto, construida de randes bloques dem-rmol$ dentro de sus )rías y mohosas arcadas había centenares de pequeñasestancias oscuras, las o)icinas de los cuidadores y mec-nicos del 1aro, losalojamientos de la uarnición, los establos de los trescientos mulos quetransportaban el combustible al )anal de arriba. "ada de aquello le parecióinvitador. Siuió adelante sin detenerse hasta que salió a la terra%a queconducía al siuiente nivel. All- el 1aro se hacía m-s estrecho y empe%aba a

-ina D de D

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ser octoonal$ su )achada, ahora de ranito y de )orma raciosamentea)lautada, se al%aba en una imponente perspectiva sobre &l.

(ioia le auardaba allí.

 =Esto es para ti =dijo, teni&ndole un tro%o de carne empalado en una

 brocheta de madera=. Cordero asado. Absolutamente delicioso. Comí untro%o mientras te esperaba. =6e tendió tambi&n un ta%ón de un heladosorbete de color verde, y se )ue corriendo a comprar una ranada. *ocenas detemporeros iban de un lado para otro de la terra%a, vendiendo re)rescos detodas clases.

*io un mordisco a la carne. Estaba muy hecha por )uera, sabrosamente rosaday juosa por dentro. ientras comía, uno de los temporeros se le acercó ycontempló blandamente su rostro. Era un hombre robusto y musculoso queno llevaba m-s que un tro%o de tela roja y amarilla enrollado en torno a sucintura.

 =Jendo carne =dijo=. Cordero asado, estupendo, sólo cinco dracmas.

hillips indicó el tro%o que estaba comiendo.

 =3a teno =dijo.

 =Es una carne e4celente, muy tierna. +a estado tres días en adobo en juodeB

 =or )avor =dijo hillips=, no quiero comprar carne. >#e importaríamarcharte?

Al principio los temporeros le habían desconcertado e inquietado, y aún habíamucho sobre ellos que no acababa de comprender. "o eran m-quinas =  parecían criaturas de carne y hueso=, pero no parecían seres humanostampoco, y nadie los trataba como si lo )ueran. Suponía que eranconstrucciones arti)iciales, productos de una tecnoloía tan consumada queresultaba invisible. Alunos parecían m-s intelientes que otros, pero todos secomportaban como si no tuvieran m-s autonomía que los personajes de unaobra de teatro, y eso eran esencialmente. +abía un número indeterminado deellos en cada una de las cinco ciudades, representando todo tipo de papeles$ pastores y porqueri%os, barrenderos, comerciantes, barqueros, vendedores decarne asada y bebidas )rescas, reateadores en los mercados, escolares,conductores de carros, policías, caballeri%os, ladiadores, monjes8 artesanos,

 prostitutas y rateros, marinosB, todo lo necesario para sustentar la ilusión deun centro urbano pulsante y populoso. 6a ente de ojos oscuros, la ente de(ioia, nunca reali%aba ninún trabajo. "o eran los su)icientes para manteneruna ciudad en )uncionamiento, y en cualquier caso eran estrictamente turistas,que parecían )lotar con el viento, iban de ciudad en ciudad seún el viento lesllevaba. *e Chan!an a "ueva Chicao, de "ueva Chicao a #ombuctú, de#ombuctú a Asard, de Asard a Alejandría, hacia adelante, siempre haciaadelante.

-ina K de D

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El temporero no iba a dejarle en pa%. hillips se alejó y el hombre le siuió,acorral-ndole contra una pared de la terra%a. Cuando reresó (ioia, unosminutos m-s tarde, los labios seductoramente manchados con el juo de laranada, el temporero seuía revoloteando aún a su alrededor, intentandovenderle con lun-tica persistencia un tro%o de cordero. Estaba casi peado a&l, nari% contra nari%, y sus randes ojos tristes de vacuno le mirabanintensamente mientras desranaba con imiente urencia la calidad de lo quevendía. hillips había tenido ya problemas semejantes con los temporeros enuna o dos ocasiones anteriores. (ioia dio unos olpecitos en el codo a lacriatura, y dijo con un tono seco que hillips nunca la había oído usar antes$

 ="o est- interesado. Jete. =Se marchó de inmediato. Jolvi&ndose ahillips, señaló$

 =#ienes que mostrarte )irme con ellos.

 =6o estaba intentando. ero no quería escucharme.

 =>6e ordenaste que se )uera, y se neó?

 =6e rou& que se )uera. Educadamente. <ui%- demasiado educadamente.

 =Aún así, hubiera tenido que obedecer a un humano =dijo ella.

 =<ui%- no pensó que yo )uera humano =suirió hillips=. or mi aspecto.i altura, el color de mis ojos. #al ve% pensó que yo tambi&n era una especiede temporero.

 ="o =dijo (ioia, y )runció el ceño=. 7n temporero nunca intentar-venderle nada a otro temporero. ero tampoco desobedecer- nunca a un

ciudadano. +ay unos límites muy especí)icos. "unca puede producirse unacon)usión. "o puedo comprender por qu& siuió atosi-ndote. =hillips sesintió sorprendido por lo turbada que parecía$ mucho m-s, decidió, de lo queel incidente merecía. 7n dispositivo estúpido, qui%- desajustado de aluna)orma, intentando vender sus productos con demasiado entusiasmoB, >yqu&? ><u& sini)icaba aquello? Al cabo de un momento, (ioia pareció llear ala misma conclusión. Se encoió de hombros y dijo$

 =Supono que debe tener alún de)ecto. robablemente esas cosas son m-s)recuentes de lo que sospechamos, >no crees? =+abía alo )or%ado en sutono que le preocupó. Ella sonrió y le tendió su ranada=. #oma. *a unmordisco, Charles. Es maravillosamente dulce. Se habían e4tinuido, >sabes?

>Seuimos subiendo?

6a sección media del 1aro, octoonal, debía tener m-s de cien metros dealtura, un lóbreo y claustro)óbico tubo ocupado casi en su totalidad por lasdos anchas rampas en espiral que ascendían y descendían en torno al enorme po%o central de la construcción. El ascenso era lento$ un rupo de mulosavan%aba por la rampa un poco m-s adelante de ellos, carado con leña parael )anal. ero al )in, cuando ya hillips estaba empe%ando a sentirse un poco

-ina L de D

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mareado, &l y (ioia alcan%aron la seunda terra%a, la que señalaba latransición entre la sección octoonal y la parte superior del 1aro, cilíndrica ymuy esbelta.

Ella se apoyó en la balaustrada.

 =@9h, Charles, mira qu& vista @írala

Era sorprendente. A un lado podían ver toda la ciudad, y el pantanoso laoareotis y la polvorienta llanura eipcia m-s all-, y al otro divisaban hastamuy lejos el ris-ceo y aitado editerr-neo. hillips hi%o un esto hacia losinnumerables arreci)es y bajíos que in)estaban las auas que conducían hastala entrada del puerto.

 ="o me sorprende que necesiten un )aro aquí =dijo=. Sin ninún punto dere)erencia de ran tamaño, jam-s serían capaces de hallar su camino desdemar abierto.

7n estallido de sonido, un )ero% resoplar, brotó justo encima de &l. Al%ó lavista, sorprendido. Enormes estatuas de tritones sosteniendo trompetassurían de las esquinas del 1aro a aquel nivel8 el resonante sonido había brotado de la m-s cercana de ellas. 7na señal, pensó. 7na advertencia a lasembarcaciones que se aventuraban por aquel di)ícil paso. 9bservó que elsonido era producido por aluna especie de mecanismo accionado a vapor,manejado por un rupo de sudorosos temporeros apiñados en torno a randes)ueos en la base de cada tritón.

*e nuevo se sintió abrumado por la admiración ante la h-bil )orma en queaquella ente llevaba a cabo sus reproducciones de la antiMedad. Aunque,>eran realmente reproducciones?, se preuntó. Aún seuía sin comprender

cómo habían traído a la vida aquellas ciudades. or todo lo que sabía, aquelluar era la aut&ntica Alejandría, arrastrada hacia delante desde su propiotiempo del mismo modo que lo había sido &l. <ui%-s aqu&l )uera el aut&ntico1aro oriinal, y no una copia. "o tenía la menor idea de cu-l era el caso, y detodos modos el milaro seuía siendo el mismo.

 =>Cómo se sube a la parte superior? =preuntó (ioia.

 =or aquí, creo. or esa puerta.

6as rampas en espiral para los mulos terminaban allí. 6as caras decombustible para el )anal seuían su ascensión por medio de un montacaras

en el po%o central. 6os visitantes seuían su camino por una empinadaescalera, tan estrecha en su último tramo que era imposible dar la vueltamientras se subía. (ioia, incansable, abría la marcha. hillips se sujetó a la barandilla y siuió subiendo, contando las estrechas rendijas de las ventanasque iba pasando para matar el hastío de la ascensión. 6a cuenta lleaba ya acien cuando )inalmente alcan%ó el vestíbulo de la c-mara del ha% del )aro. 7nadocena o así de visitantes se apiñaban en ella. (ioia estaba al )ondo, junto a la pared que se abría al mar.

-ina de D

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#uvo la impresión de que allí arriba podía sentir la estructura del edi)iciooscilar al viento. >A qu& altura estaban? >A ciento cincuenta metros, adoscientos? 6a c-mara del )anal era alta y estrecha, dividida por una pasarelaelevada en dos secciones, una superior y otra in)erior. Abajo, rupos detemporeros tomaban la leña del montacaras y la echaban en el llameante)ueo. Sintió su intenso calor desde el luar donde estaba, al borde de la plata)orma sobre la que colaba el iantesco espejo de metal pulido.6enuas de llamas ascendían lamientes y dan%aban ante el espejo, quearrojaba su ceador ha% hasta mar adentro. El humo escapaba por unrespiradero. Como remate de la estructura había una colosal estatua deoseidón, austera, )ero%, ravitando sobre el )anal.

(ioia avan%ó por la plata)orma elevada hasta situarse a su lado.

 =El uía estuvo hablando antes de que llearas =dijo, señalando=. >Jes eseluar ahí arriba, debajo del espejo? Aluien que se sitúe de pie allí y mire alespejo conseuir- ver los barcos en alta mar que no pueden verse desde aquí a

simple vista. El espejo aumenta el tamaño de las cosas. =>#ú crees eso?

Ella señaló al uía con la cabe%a.

 ='l lo dice. 3 tambi&n nos dijo que si miras de una cierta manera, puedes ver directamente la ciudad de Constantinopla al otro lado del aua.

Es como un niño, pensó. #odos lo son. urmuró$

 =Esta misma mañana me dijiste que no es posible ver hasta tan lejos.Adem-s, Constantinopla no e4iste ahora.

 =ero e4istir- =respondió ella=. 78 me lo dijiste, esta misma mañana. 3cuando e4ista, ser- re)lejada en el espejo del 1aro. 'sa es la verdad. Estoyabsolutamente seura de ello. =Se volvió bruscamente hacia la entrada de lac-mara del ha%=. @9h, mira, Charles @Ahí vienen "issandra y Aramayne @3tambi&n +aN5 @3 Stenard =(ioia se echó a reír e hi%o señas y los llamó =. @Eh, vosotros 97odos:

Entraron apelotonados en la estancia, tantos reci&n lleados que alunos delos que ya estaban allí se vieron obliados a bajar por las escaleras del otrolado. (ioia avan%ó por entre ellos, abra%ando, besando. hillips apenas podíadistinuir los unos de los otros, incluso le resultaba di)ícil decir qui&nes eran

hombres y qui&nes mujeres, vestidos como iban con el mismo tipo de ropasholadas, pero reconoció alunos de los nombres. Eran sus amios especiales,su rupo, con el que ella había viajado de ciudad en ciudad en un interminabley alere tour  en los viejos días, antes de que &l entrara en su vida. +abía sido presentado a alunos de ellos antes, en Asard, en /ío, en /oma. El uía de lac-mara del ha%, un viejo temporero rechoncho de amplios hombros con unacorona de laurel sobre su calva cabe%a, reapareció y empe%ó de nuevo suacostumbrado discurso, pero nadie le escuchaba8 todos estaban demasiado

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atareados salud-ndose entre sí, bes-ndose, riendo. Alunos se abrieroncamino hasta hillips y se pusieron de puntillas para ro%ar su mejilla con layema de sus dedos, en aquel e4traño saludo característico suyo.

 =Charles =dijeron ravemente, pronunciando su nombre con dos sílabasseparadas, como hacían a menudo$ Char!less=. <u& alería verte de nuevo.

<u& placer. #ú y (ioiaB, qu& pareja maravillosa. Encaj-is per)ectamente eluno con el otro.

>Encajaban? Suponía que sí.

6a estancia %umbaba con conversaciones. Era imposible oír al uía. Stenardy "issandra habían visitado "ueva Chicao para el baile acu-tico, Aramaynecontó historias de una )iesta en Chan!an que había durado días, +aN5 y+e5na habían estado en #ombuctú para ver la lleada de la caravana de sal y pronto iban a volver all-, no tardaría en celebrarse una )iesta de despedida para señalar el )inal de Asard y no había que perd&rsela, se hacían planes parala nueva ciudad, ohenjo!daro =tenemos reservas para la inauuración, nonos la perderíamos por nada=, y sí, de)initivamente iban a hacerConstantinopla despu&s de todo, los plani)icadores estaban pro)undi%ando ensus investiaciones sobre 2i%ancio, qu& alería verte, luces tan hermosa comosiempre, >has estado ya en la 2iblioteca? >El %oo? >El templo de Serapis?

 =><u& piensas de nuestra Alejandría, Charles? =preuntaron a hillips=.or supuesto, debiste conocerla bien en tu tiempo. >#iene el mismo aspectode como la recuerdas? =Siempre estaban preuntando cosas así. "o parecíancomprender que la Alejandría del 1aro y la 2iblioteca había desaparecidohacía mucho tiempo y se había convertido en una leyenda en su &poca.Sospechaba que para ellos todos los luares que habían devuelto a la

e4istencia eran m-s o menos contempor-neos, la /oma de los C&sares, laAlejandría de los tolomeos, la Jenecia de los duques, la Chan!an de los#Oan, la Asard de los Aesir, ninuna menos real que la siuiente ni menosirreal, cada una simplemente una )aceta del distante pasado, el )ant-stico pasado inmemorial, un )ruto arrancado de aquel oscuro y alejado abismo deltiempo. "o poseían conte4tos para separar una &poca de la otra. ara ellostodo el pasado era un reino sin tiempo ni )ronteras. >or qu& no tenía quehaber visto el 1aro antes, &l que había saltado a esta &poca desde la "ueva3or5 de HIG? "unca había sido capa% de e4plic-rselo. 0ulio C&sar y Aníbal,+elena de #roya y Carlomano, la /oma de los ladiadores y la "ueva 3or5de los 3an5ees y los ets, (ilamesh y #rist-n y 9telo y /obin +ood y(eore Pashinton y la /eina JictoriaB, para ellos todos eran iualmentereales e irreales, nada m-s que brillantes )iuras movi&ndose sobre una tela pintada. El pasado, el pasado, el elusivo y )luido pasadoB, para ellos era unsolo luar de in)inita accesibilidad e in)inita conectividad. or supuesto, pensaban que &l había visto el 1aro antes. Sabía que no valía la pena intentare4plic-rselo.

 ="o =dijo simplemente=. 'sta es la primera ve% que visito Alejandría.

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ermanecieron allí todo el invierno, y posiblemente parte de la primavera.Alejandría no era un luar donde uno )uera muy consciente del cambio de lasestaciones, ni el paso del tiempo en sí se hacía lo bastante evidente cuandouno vivía toda su vida como un turista.

*urante el día siempre había alo nuevo que ver. El jardín %oolóico, por

ejemplo$ un maravilloso parque, milarosamente verde y lujuriante en aquelclima c-lido y seco, donde sorprendentes animales vaaban en cercados tanenerosos que no parecían en absoluto cercados. +abía camellos,rinocerontes, acelas, avestruces, leones, asnos salvajes8 y tambi&n, de una)orma casualmente adyacente a todos aquellos animales a)ricanos )amiliares,había tambi&n hipori)os, unicornios, basiliscos, y draones de irisadasescamas que arrojaban )ueo >#enía el %oolóico oriinal de Alejandríadraones y unicornios? hillips lo dudaba. ero &ste sí8 evidentemente noresultaba m-s di)ícil para los artesanos responsables de todo aquellomanu)acturar animales míticos que devolver la vida a camellos y acelas. ara(ioia y sus amios, todos ellos eran iualmente míticos, de todos modos. Se

mostraban tan maravillados ante los rinocerontes que ante el hipori)o. "inuno de los dos era m-s e4traño =o menos= que el otro. or todo loque hillips había conseuido descubrir, ninuno de los mamí)eros o aves deaquella era habían sobrevivido e4cepto unos pocos atos y perros, aunquemuchos habían sido reconstruidos.

@3 lueo la 2iblioteca @#odos aquellos tesoros perdidos, rescatados de lasmandíbulas del tiempo Abrumadoras paredes de m-rmol llenas de columnas,espaciosas salas de lectura de altas bóvedas, oscuros montones de rollose4tendi&ndose al in)inito. 6os manos de mar)il de setecientos mil rollos dequebradi%o peramino en las estanterías. Eruditos y bibliotecariosdesli%-ndose silenciosamente de un lado para otro, sonriendo con suaves

sonrisas de e4perto y claramente ocupados con los serios asuntos quellenaban sus mentes. hillips se dio cuenta de que todos eran temporeros.era comparsería, parte de la ilusión. >ero eran tambi&n ilusiones los rollosde peramino?

 =Aquí tenemos los dramas completos de Só)ocles =dijo el uía con unliero aitar de su mano, señalando estante tras estante de te4tos. Sólo sietede sus ciento veintitr&s obras habían sobrevivido a los sucesivos incendios dela 2iblioteca en los tiempos antiuos, a manos de romanos, cristianos, -rabes$>estaban ahí los dramas perdidos, el 7riptolemus, el %ausicaa, el ;asón ytodos los dem-s? >3 encontraría tambi&n allí, milarosamente restaurados a la

e4istencia, los dem-s tesoros perdidos de la antiua literatura, las memoriasde 9diseo, la <istoria de oma de Catón, la =ida de Pericles de #ucídides,los volúmenes perdidos de 6ivio? ero cuando preuntó si podía e4plorar lasestanterías, el uía sonrió disculp-ndose y dijo que todos los bibliotecariosestaban ocupados en aquel momento. >9tra ve%, qui%-? <ui%-, dijo el uía. "o importaba, decidió hillips. Aunque aquella ente hubiera conseuidorecuperar de aluna )orma aquellas obras maestras perdidas de la antiMedad,>cómo podría leerlas? 'l no sabía rieo.

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6a vida de la ciudad %umbaba y pulsaba a su alrededor. Era un luarmareantemente hermoso$ la enorme bahía siempre llena de velas, las randesavenidas que avan%aban rectas de oeste a este, de norte a sur, la lu% del solrebotando casi audiblemente en las brillantes paredes de los palacios de reyesy dioses. 6o habían hecho muy bien, pensó hillips8 realmente muy bien. En la pla%a del mercado, los comerciantes de suspicaces ojos reateaban en mediadocena de misteriosas lenuas sobre el precio del &bano, el incienso -rabe, el jade, las pieles de pantera. (ioia compró una dracma de p-lido y almi%cleño per)ume eipcio en un delicado )rasquito de cristal tallado. aos y julares yescribas llamaban con voces estridentes a los transeúntes, suplicando unosmomentos de su atención y un puñado de monedas por su labor. Esclavosencadenados, neros y cobri%os y alunos que podían ser chinos, erane4hibidos a subasta$ se les hacía )le4ionar los músculos, enseñar los dientes,mostrar los pechos y muslos a los posibles compradores. En el imnasio,atletas desnudos arrojaban jabalinas y discos y luchaban entre sí con terriblecelo. Stenard, el amio de (ioia, apareció corriendo con un realo para ella,una arantilla de oro que Cleopatra no hubiera despreciado. 7na hora m-s

tarde la había perdido, o qui%- la había tirado mientras hillips estaba mirandohacia otro lado. Compró otra, m-s )ina aún, al día siuiente. Cualquiera podíaconseuir todo el dinero que deseara con solo pedirlo$ era tan asequible comoel aire para aquella ente.

Estar allí era muy parecido a ir al cine, se dijo hillips. 7n )ilme distinto cadadía$ no mucho arumento, pero los e)ectos especiales eran maní)icos y laambientación di)ícilmente podía ser superada. 7na RmeapelículaR, un enormeespect-culo ininterrumpido e interpretado por toda la población de la #ierra.3 todo era tan sin es)uer%o, tan espont-neo$ del mismo modo que cuandohabía ido al cine no se había molestado en pensar acerca de la miríada de

t&cnicos que había tras las escenas, los c-maras y los diseñadores delvestuario y los uionistas y los electricistas y los constructores de maquetas ylos responsables de la )otora)ía, aquí tambi&n había decidido no hacerse preuntas sobre los medios a trav&s de los cuales Alejandría había sido puestaante sus ojos. arecía real. Era real. Cuando bebía el )uerte vino tinto, producía un placentero %umbido en su cabe%a. Si saltaba al vacío desde lac-mara del )anal del 1aro sospechaba que moriría, aunque qui%- no permaneciera mucho tiempo muerto$ indudablemente tenían aluna )orma derestaurarle a la vida tantas veces como )uera necesario. 6a muerte no parecíaser un )actor en las vidas de aquella ente.

*urante el día visitaban cosas. or la noche &l y (ioia iban a )iestas, en su

hotel, en las villas al lado del mar, en los palacios de la alta noble%a. 6osasistentes habituales eran siempre los mismos$ +aN5 y +e5na, Aramayne,Stenard y Shelimir, "issandra, Aso5a, A)onso, rotay. En las )iestas habíacinco o die% temporeros por cada ciudadano, alunos como meros sirvientes,otros como an)itriones o incluso invitados secundarios, me%cl-ndose con elloslibremente y un tanto osadamente. ero todo el mundo sabía, en todomomento, qui&n era un ciudadano y qui&n sólo un temporero. hillips empe%óa pensar que su propio status se hallaba en aluna parte entre las dos

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cateorías. Ciertamente, le trataban con una cortesía que nadie dedicaría a untemporero, pero sin embaro había una condescendencia en sus modales quele decía no simplemente que no era uno de ellos, sino que era aluien o alode un orden de e4istencia totalmente distinto. El que )uera el amante de (ioiale daba una cierta prestancia a sus ojos, pero no demasiada$ evidentementenunca dejaría de ser un e4traño, un primitivo, antiuo y e4ótico. Al respectohabía observado que la propia (ioia, aunque incuestionablemente un miembrodel rupo, parecía ser considerada tambi&n un poco como una e4traña, comola nieta de un comerciante en una reunión de lantaenets. "o siempre seenteraba de las mejores )iestas a tiempo para asistir a ellas8 sus amios nosiempre le devolvían sus e)usivos saludos con el mismo rado de calide%8 aveces la observaba tender el oído para escuchar alún )ramento deconversación que evidentemente no se tenía intención que compartiera. >Eratodo esto debido a que lo había tomado a &l por amante? >9 era al rev&s$ lehabía tomado a &l por amante precisamente porque no era un miembrocompleto de su casta?

Ser un primitivo le proporcionaba, al menos, alo de lo que hablar en sus)iestas.

 =Cu&ntanos acerca de la uerra =le decían=. +-blanos de las elecciones.Sobre el dinero. /especto a las en)ermedades. =<uerían saberlo todo,aunque no parecían prestar demasiada atención$ sus ojos se velaban cone4traordinaria rapide%. Sin embaro, seuían preuntado. 6es describía losembotellamientos de tr-)ico, y la política, y los desodorantes, y las píldorasvitamínicas. 6es hablaba de los ciarrillos, los periódicos, los metros, las uíastele)ónicas, las tarjetas de cr&dito y el b&isbol.

 =>Cu-l era tu ciudad? =le preuntaban. "ueva 3or5, les decía=. >3

cu-ndo era? >El silo J::, dices? ="o, el , les decía. :ntercambiabanmiradas y asentían=. #endremos que traerla =decían, re)iri&ndose a laciudad=. El Porld #rade Center, el Empire State 2uildin, el CiticorpCenter, la catedral de St. 0ohn$ @)ascinante El estadio de los 3an5ees. El puente Jerra%%ano. #enemos que traerlo todo. ero primero tiene que venirohenjo!daro. 3 lueo, creo, Constantinopla. >#enía mucha ente tu ciudad? =Siete millones, les decía. Sólo en los cinco distritos electorales. Asentían,sonriendo amistosamente, imperturbables ante el número.

Siete millones, setenta millonesB, se daba cuenta de que para ellos era lomismo. Simplemente apelarían a los temporeros en el número que senecesitara. Se preuntaba lo bien que harían su trabajo. *espu&s de todo, no podía ju%ar realmente a los de Alejandría y Asard. Aquí podían tenerunicornios e hipori)os en el %oo, y es)ines vivientes merodeando junto a lascloacas, y &l no sentirse turbado por ello. Su Alejandría )ant-stica era tan buena como la histórica, o mejor. ero qu& triste, qu& decepcionante sería si el "ueva 3or5 que conjuraban tenía el (reenNich Jillae en la parte alta de laciudad y #imes Square en el 2ron4, y los neoyorquinos, atentos y educados,hablaban con el meloso acento de Savannah o "ueva 9rle-ns. 2ueno, ahorano tenía por qu& preocuparse por ello. 6o m-s probable era que sólo

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estuvieran siendo corteses con &l cuando hablaban de traer a "ueva 3or5.#enían toda la enormidad del pasado para escoer. "ínive, en)is de los)araones, el 6ondres de Jictoria o de Sha5espeare o de /icardo :::, la1lorencia de los edici, el arís de Abelardo y Eloísa o el arís de 6uis :J,el #enochtitl-n de octe%uma o el Cu%co de Atahualpa8 *amasco, Sanetersburo, 2abilonia, #roya. 3 lueo estaban todas las ciudades como "ueva Chicao, procedentes de un tiempo aún no nacido para &l pero historiaantiua para ellos. Con tanta rique%a, con tanta in)inidad de elecciones,incluso la poderosa "ueva 3or5 podía tener que auardar mucho antes de quelleara su turno. >Estaría &l todavía con ellos cuando lleara la ocasión, silleaba aluna ve%? or entonces, qui%-, tal ve% se hubieran cansado ya de &ly lo hubieran devuelto a su propia &poca. 9 posiblemente &l hubiera idoenvejeciendo y hubiera terminado por morir. :ncluso aquí, suponía, acabaríamuriendo, aunque ninuno de los otros parecía hacerlo nunca. "o lo sabía. Sedaba cuenta de que, de hecho, no sabía nada.

El viento del norte sopló durante todo el día. Enormes bandadas de ibis

aparecieron sobre la ciudad, huyendo del calor del interior, y se e4tendieron por todo el cielo con sus neros cuellos y sus laras piernas e4tendidos. 6asaves saradas, descendiendo a miles, se aposentaron en casi cada cruce, persiuiendo arañas y escarabajos, ratones, los desechos de las carnicerías ylas panaderías. Eran hermosos pero irritantemente ubicuos, y dejaban caer suse4crementos sobre los edi)icios de m-rmol8 cada día, escuadrones matutinosde temporeros los limpiaban escrupulosamente. (ioia hablaba poco con &l,ahora. arecía )ría, como retraída, deprimida8 y había alo casi intanible enella, como si poco a poco se )uera volviendo transparente. #enía la sensaciónde que sería entrometerse en su intimidad preuntarle qu& le ocurría. <ui%-sólo era inquietud. Se había vuelto reliiosa, y presentaba caras o)rendas a los

templos de Serapis, :sis, oseidón, an. Acudía a la necrópolis al este de laciudad para depositar coronas sobre las tumbas de las catacumbas. En un solodía subió al 1aro tres veces, el menor sino de )atia. 7na tarde reresó deuna visita a la sin 2iblioteca con un poco de arom-tico unMento verde.

 =Creo que ya es hora de abandonar Alejandría, >no crees? =dijo.

*eseaba ir a ohenjo!daro, pero ohenjo!daro aún no estaba preparada paralos visitantes. En ve% de ello, volaron al este, hacia Chan!an, que hacía añosque no habían visto. 1ue suerencia de hillips$ esperaba que la aleríacosmopolita de la antiua capital tOan alerara su estado de -nimo.

Esta ve% iban a ser hu&spedes del emperador$ un privileio muy poco habitual,que normalmente tenía que ser solicitado con mucha antelación, pero hillipshabía hablado con alunos de los amios de (ioia bien situados cont-ndoleslo in)eli% que parecía ella, y &stos habían hecho que todo quedara arrelador-pidamente. #res )uncionarios que no cesaban de hacer reverencias, vestidoscon amplios ropajes amarillos y cinturones púrpura, les recibieron en la uertade la 2rillante Jirtud, en la muralla sur de la ciudad, y les condujeron a su pabellón, cerca del palacio imperial y el 0ardín rohibido. Era un luarespacioso y alere, con deladas paredes de ladrillo enyesado y raciosas

-ina HG de D

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columnas de una oscura y arom-tica madera que no pudo identi)icar. +abíauna serie de )uentes en el techo de tejas verdes y amarillas, que creaban unainterminable cascada de )resca aua reciclada. 6as balaustradas eran dem-rmol tallado, los batientes de las puertas de oro.

+abía una suite de habitaciones privadas para &l, y otra para ella, aunque

compartirían el maravilloso dormitorio tapi%ado en damasco en el centromismo del pabellón. #an pronto como llearon, (ioia anunció que debía ir asus aposentos para bañarse y vestirse.

 =+abr- una recepción )ormal en nuestro honor en el palacio, esta noche = dijo=. *icen que las recepciones imperiales son espl&ndidas m-s all- decualquier cosa que puedas imainar. <uiero presentarme en mi mejor )orma. =El emperador y todos sus ministros, le dijo, les recibirían en el Salón de laSuprema (loria8 habría un banquete para un millar de personas8 actuaríanunos dan%arines persas, y los )amosos julares de Chun!nan. *espu&s, todoel mundo sería conducido al )ant-stico paisaje del 0ardín rohibido para

 presenciar las carreras de draones y los )ueos de arti)icio.hillips )ue a sus habitaciones. *os pequeñas y delicadas sirvientas ledesnudaron y le bañaron con )raantes esponjas. El pabellón estaba equipadocon once temporeros que actuaban como sus sirvientes$ chinos de vo% suave,discretos y )elinos, construidos con una per)ecta verosimilitud, lacio pelonero, piel reluciente, plieues epic-nticos. hillips se preuntaba a menudoqu& les ocurría a los temporeros de una ciudad cuando el tiempo de la ciudadse aotaba. 6os enormes h&roes nórdicos de Asard, >eran reciclados en aquelmomento a delados dradivianos de piel oscura para ohenjo!daro? Cuandolos días de #ombuctú se aotaran, >iban a verse convertidos sus nerosuerreros de abiarradas ropas en suaves bi%antinos para poblar los atrios de

Constantinopla? >9 los antiuos temporeros eran simplemente desechadoscomo una producción super)lua y apilados en alún almac&n en cualquierluar, mientras se creaban las cantidades necesarias del nuevo modelo? "o losabía8 y cada ve% que se lo había preuntado a (ioia &sta se había mostradoincómoda y vaa. "o le ustaba que &l la sondeara en busca de in)ormación, yhillips sospechaba que ello era debido a que en realidad tenía bastante pocoque o)recerle en este aspecto. Aquella ente no parecía hacerse nunca preuntas sobre la )orma en que )uncionaba su propio mundo8 su curiosidadera muy propia de su silo , le habían dicho a menudo, con aquella suavecondescendencia tan propia de ellos. ientras sus dos pequeñas doncellas)rotaban su cuerpo con las esponjas pensó en preuntarles dónde habían

servido antes de en Chan!an. >En /ío? >En /oma? >En la 2adad de +arúnal!/ashid? ero sabía que aquellas )r-iles muchachitas se limitarían a reírdiscretamente y se retirarían si &l intentaba interroarlas. :nterroar a lostemporeros no sólo era impropio, sino tambi&n inútil$ era como si aluien se pusiera a interroar a su propio equipaje.

7na ve% bañado y vestido con lujosas sedas rojas vaabundeó durante un rato por el pabellón, admirando los sonoros colantes de jade verde queentrechocaban entre sí en el pórtico, las lustrosas columnas castaño roji%as,

-ina HD de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

los re)lejos arco iris de las intrincadamente entrela%adas vias y puntales quesostenían el techo. 6ueo, cansado de su soledad, se acercó a la cortina de bambú que daba entrada a la suite de (ioia. 7n uardia y una de las doncellasestaban de pie al otro lado. 6e indicaron que no debía entrar8 pero &l les mirócon el ceño )runcido y se )undieron ante &l como copos de nieve. 7n rastro deincienso le condujo a trav&s del pabellón hasta el vestidor de (ioia, en la partem-s interna. Se detuvo allí, justo en el umbral.

(ioia estaba sentada, desnuda, de espaldas a &l, ante un adornado tocador dealuna madera e4ótica color llama taraceada con )ranjas de porcelana naranjay verde. Se estudiaba intensamente a sí misma en un espejo de bronce pulidosostenido por una de sus doncellas, pas-ndose los dedos por su cabellera,como hace cualquier mujer cuando busca aluna cana entre su pelo. ero eso parecía e4traño. >(ioia, canas? >Canas un ciudadano? 7n temporero podíamostrar qui%- una apariencia envejecida, pero un ciudadano seuro que no.6os ciudadanos eran siempre jóvenes. El aspecto de (ioia era el de unamuchacha. Su rostro era suave y sin ninuna arrua, su carne )irme, su pelo

oscuro$ eso era cierto para cualquiera de ellos, todos los ciudadanos quehabía visto desde su lleada allí. 3 sin embaro no había ninún equívoco enlo que (ioia estaba haciendo. Encontró un pelo, )runció el ceño, lo tensó,asintió, lo enrolló en uno de sus dedos, tiró. 6ueo otro. 9tro. Apretó la punta de su dedo contra su mejilla como para probar su elasticidad. elli%có la piel de debajo de sus ojos, tirando de ella hacia abajo. 7nos estos tan)amiliares de vanidad8 pero tan e4traños allí, pensó, en aquel mundo de jóvenes perpetuos. (ioia preocupada por volverse vieja? >Acaso no habíasabido ver en ella los sinos de la edad? >9 era ella la que había estadotrabajando intensamente a sus espaldas para ocult-rselos? <ui%- )uera esto.Entonces, >estaba equivocado respecto a los ciudadanos? >Envejecían del

mismo modo que lo habían hecho siempre los habitantes de &pocas menos bendecidas, y simplemente poseían mejores )ormas de disimularlo? ><u& edadtenía (ioia realmente? >#reinta años? >Sesenta? >#rescientos?

(ioia pareció al )in satis)echa. +i%o que apartaran el espejo con un esto desu mano8 se levantó8 se inclinó hacia sus ropas para el banquete. hillips, aúndesapercibido de pie en el umbral, la estudió admirativo8 las pequeñas yredondeadas nalas, casi in)antiles, la eleante línea de su espina dorsal, lasorprendente amplitud de sus hombros. "o, pensó, no envejece, en absoluto.Su cuerpo siue siendo el de una muchachita. arece tan joven como el primer día que nos conocimos, pese al tiempo transcurridoB, se dio cuentade que era incapa% de decir cu-nto8 era di)ícil mantener el control del tiempo

aquí8 pero estaba seuro de que habían pasado alunos años desde que sehabían juntado. Esas canas, esas arruas y bolsas que había buscado hacía unmomento con una intensidad tan desesperada, tenían que ser imainarias,meros arti)icios de la vanidad. :ncluso en esta remota &poca )utura, pues, lavanidad no se había e4tinuido. Se preuntó por qu& estaría tan preocupada(ioia por el temor a envejecer. >7na a)ectación? >E4traía aquella enteintemporal alún per)ecto placer preocup-ndose por la posibilidad del

-ina HK de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

envejecimiento? >9 era alún temor particular de (ioia, otro síntoma de lamisteriosa depresión que la había abrumado en Alejandría?

 "o deseaba que ella pensara que la había estado espiando, cuando todo lo quehabía deseado era hacerle una visita, de modo que se retiró silenciosamente,yendo a vestirse para la velada. Ella acudió a buscarle una hora m-s tarde,

maravillosamente vestida, en)undada desde el cuello hasta los tobillos en untraje de brocado de brillantes colores bordado con cuentas de oro, el rostro pintado, el pelo peinado tenso y sujeto con peinetas de mar)il$ el aspecto idealde una dama de la corte. Sus sirvientas tambi&n lo habían dejado espl&ndido a&l, con una lustrosa sobrepelli% nera bordada con draones dorados sobreuna túnica lara hasta los pies de brillante seda blanca, una arantilla y un pendiente de coral rojo, y un sombrero ris de cinco puntas que se eruía en)orma de torre sobre su cabe%a como un %iurat. (ioia, sonriendo, tocó sumejilla con la yema de sus dedos.

 =#u aspecto es maravilloso =le dijo=. @Como un ran mandarín

 =3 tú luces como una emperatri% =dijo &l=. *e alún distante país$ ersia,la :ndia. Jamos a presentar nuestros respetos ceremoniales al +ijo del Cielo. =7n e4ceso de amor inundaba su espíritu y, sujet-ndola lieramente por lamuñeca, la atrajo hacia sí, tan cerca como era posible teniendo en cuenta loelaborado de sus atuendos. ero mientras se inclinaba hacia delante, con laintención de ro%ar con sus labios, liera y a)ectuosamente, la punta de sunari%, observó alo inesperadamente e4traño, una anomalía$ el recubrimientode pintura que )ormaba su maquillaje parecía, sorprendentemente, real%arantes que disimular los contornos de su piel, resaltando y revelando detallesque nunca antes había observado. Jio una con)iuración de )inas arruas que partían radiando de las comisuras de sus ojos, y el incon)undible inicio de una

arrua en su mejilla, justo a la i%quierda de su boca, y qui%- la lieraindentación de otros )runces en su hasta entonces per)ecta )rente. 7nestremecimiento recorrió su espina dorsal. Así que no era a)ectación, despu&sde todo, el que ella se hubiera estado estudiando tan ansiosamente en elespejo. 6a edad estaba empe%ando a reclamar sus derechos sobre ella, pese atodo lo que había lleado a creer sobre la intemporalidad de aquella ente.ero un momento m-s tarde no estuvo tan seuro. (ioia se volvió y se apartósuavemente medio paso de &l =debió hallar su mirada inquietante=, y lasarruas que había creído ver desaparecieron. 6as buscó y sólo vio de nuevo la per)ecta lisura de la juventud. >7n enaño de su e4cesiva imainación? >7ntruco de la lu%? Se sintió desconcertado.

 =Jamos =dijo ella=. "o debemos hacer esperar al emperador.

Cinco uerreros con enormes biotes y armadura acolchada blanca y sietemúsicos tocando címbalos y )lautas los escoltaron hasta el Salón de laSuprema (loria. All- encontraron alineada a toda la corte$ príncipes yministros, altos o)iciales, monjes de amarillas túnicas, un enjambre deconcubinas imperiales. En un luar de honor a la derecha de los tronos reales,que se al%aban como andamios dorados por encima de todo lo dem-s, había

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un pequeño rupo de hombres de rostros severos con ropas e4trañas, losembajadores de /oma y 2i%ancio, de Arabia y Siria, de Corea, 0apón, el #íbet,el #ur5ist-n. En una serie de braseros esmaltados ardía el incienso. 7n poetacantaba una delicada y vibrante melodía, acompañ-ndose a sí mismo con una pequeña arpa. 6ueo entraron el emperador y la emperatri%$ dos pequeñas)iuras de edad avan%ada, como im-enes de cera, que avan%aban con in)initalentitud, a pasos no mayores que los de un niño. +ubo sonido de trompetascuando ascendieron a sus tronos. Cuando el pequeño emperador se hubosentado =parecía como un muñeco ahí arriba, viejo, ajado, arruado, y sinembaro no dejaba de ser una )iura e4traordinariamente en&rica=, tendióhacia delante ambas manos, y empe%aron a sonar enormes ons. Era unaescena de sorprendente esplendor, randiosa y abrumadora.

#odos eran temporeros, pensó bruscamente hillips. Jio sólo a un puñado deciudadanos =ocho, die%, posiblemente una docena como m-4imo=,repartidos aquí y all- en la enorme habitación. 6os reconocía por sus ojos,oscuros, líquidos, perspicaces. Estaban observando no sólo el espect-culo

imperial sino tambi&n a (ioia y a &l8 y (ioia, sonriendo secretamente,inclinando de )orma casi imperceptible la cabe%a en dirección a ellos,reconocía su presencia y su inter&s. ero aquellos pocos eran los únicos allídentro que eran seres autónomamente vivos. #odos los dem-s, la espl&ndidacorte al completo, los randes mandarines y paladines, los o)iciales, lasconcubinas con sus disimuladas risitas, los altaneros y resplandecientesembajadores, incluso los viejos emperador y emperatri%, eran simplemente parte del decorado. >+abía visto aluna ve% el mundo, antes, un espect-culo atan ran escala? >#anta pompa, tanta representación, conjuradas cada nochesólo para la diversión de una docena o así de espectadores?

En el banquete, el pequeño rupo de ciudadanos se sentó en una mesa aparte,

una losa redonda de ónice recubierta de translúcida seda verde. All- se revelóque eran en total diecisiete, incluida (ioia8 (ioia parecía conocerlos a todos, pese a que ninuno, por todo lo que hillips podía decir, era un miembro desus amistades directas a las que había ido conociendo a lo laro del tiempo. "o hi%o presentaciones. Como tampoco era posible ninuna conversacióndurante la comida$ el ensordecedor ruido de la habitación era constante. #resorquestas tocaban a la ve%, y había tambi&n rupos de músicos paseando porentre las mesas, y un constante )luir de monjes y sus ayudantes iban de unlado para otro cantando a vo% en rito sutras y aitando incensarios con unensordecedor acompañamiento de tambores y ons. El emperador nodescendió de su trono para unirse al banquete8 parecía estar dormido, aunque

de tanto en tanto aitaba la mano al comp-s de la música. (iantescosesclavos semidesnudos de piel cobri%a, amplios pómulos y bocas comoenormes bolsillos abiertos traían la comida, lenuas de pavo real y pechuasde )&ni4 dispuestas sobre montones de resplandeciente arro% color a%a)r-n,servido todo sobre bandejas de )r-il alabastro. Como palillos habían recibido)inas varillas de oscuro jade. El vino, servido en resplandecientes copas decristal, era espeso y dulce, con un reusto a pasas, y ninuna copa permanecíavacía m-s de un instante.

-ina H de D

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hillips se sintió proresivamente atontado$ cuando salieron las dan%arinas persas, no pudo decir si eran cinco o cincuenta, y mientras reali%aban susintrincados movimientos iratorios tuvo la impresión de que sus esbeltas)ormas recubiertas de muselina se me%claban y con)undían. Se sintió asustado por su destre%a, y quiso apartar la mirada, pero no pudo. 6os malabaristaschun!nan que siuieron eran tambi&n muy h-biles, iualmente alarmantes, yllenaban el aire con uadañas, llameantes antorchas, animales vivos, curiosasvasijas de porcelana, hachuelas de jade rosa, campanillas de plata, ta%asdoradas, ruedas, recipientes de plata, y nunca dejaban caer nada de aquello.6os ciudadanos aplaudían educadamente, pero no parecían impresionados.#ras los malabaristas volvieron las dan%arinas, que esta ve% bailaron sobre%ancos8 los camareros trajeron bandejas de humeante carne de un colorlavanda p-lido, desconocida en te4tura y sabor$ )ilete de camello qui%-, o pierna de hipopótamo, o posiblemente alún tro%o escoido de un draón joven. Sirvieron m-s vino. hillips intentó recha%arlo d&bilmente, pero loscamareros eran implacables. 'ste era m-s seco, de color dorado verdoso,austero, con un liero picor en la lenua. Con &l vino una bandeja de plata,

helada hasta una )rialdad polar, que contenía un helado aromati%ado con alúntipo de coñac de intenso olor ahumado. 9bservó que los malabaristas estabanrepitiendo su actuación. ensó que iba a ponerse en)ermo. iró impotente a(ioia, que parecía sobria pero tremendamente e4citada, casi maníaca, los ojos brillantes como rubíes. Acarició cariñosamente su mejilla.

7n soplo )río atravesó el salón$ habían abierto toda una pared, revelando el jardín, la noche, las estrellas. Al otro lado había una colosal rueda de papelaceitado tensado sobre puntales de madera. *ebían haberla eriido en laúltima hora$ tenía unos cincuenta metros de altura o m-s, y de ella colabanmiles de linternas, resplandeciendo como iantescas luci&rnaas. 6os

invitados empe%aron a abandonar el salón. hillips se dejó arrastrar al jardín,donde e4traños -rboles de retorcidas ramas con densas aujas nerasdominaban ominosamente el paisaje bajo una luna amarillenta. (ioia pasó un bra%o en torno al suyo. *escendieron hasta un lao de burbujeante líquidocarmesí y contemplaron una serie de aves parecidas a )lamencos escarlatas detres metros de alto arponeando melindrosamente anuilas de )uriosos ojosturquesa. Se detuvieron maravillados ante un 2uda de enorme barriamodelado a base de resplandeciente cer-mica a%ul, de veinte metros de altura.7n caballo de dorada crin avan%ó corveteando, despidiendo lluvias de brillantes chispas a%ules all- donde sus cascos tocaban el suelo. En un bosquecillo de limoneros que parecía tener el poder de aitar sus cimbreantesramas hacia todos lados, hillips trope%ó con el emperador, de pie y

 balance-ndose suavemente hacia delante y hacia atr-s. El viejo tomó a hillips por la mano y puso alo en su palma, obli-ndole a cerrar )uertemente susdedos en torno a lo que )uera8 cuando abrió el puño unos momentos m-starde, encontró su palma llena de irreulares perlas rises. (ioia las tomó ylas arrojó al aire, y estallaron como )ueos de arti)icio, lan%ando chorros decoloreada lu%. 7n poco despu&s, hillips se dio cuenta de que ya no llevaba susobrepelli% ni sus ropas de seda blanca. (ioia estaba tambi&n desnuda, y loatrajo suavemente a una al)ombra de húmedo muso a%ul, donde hicieron el

-ina HI de D

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amor basta el amanecer, violentamente al principio, lueo con mayor lentitud,con lanuide%, casi en un sueño. A la salida del sol miró tiernamente a (ioia, yvio que alo no iba bien.

 =>(ioia? =,dijo, dubitativo.

Ella sonrió.

 =9h, no. (ioia est- con 1enimon esta noche. 3o soy 2elilala.

 =>ConB 1enimon?

 =Son viejos amios. +acía años que no lo veía.

 =9h. Entiendo. 3 tú eresB

 =2elilala =dijo ella de nuevo, acariciando su mejilla con las yemas de susdedos.

Aquello no era in)recuente, dijo 2elilala. 9curría muy a menudo8 lo único raroera que a &l aún no le hubiera ocurrido nunca. Se )ormaban parejas, viajaban juntos durante un tiempo, lueo se separaban, volvían a unirse m-s tarde. Esono quería decir que (ioia le hubiera dejado para siempre. Sini)icaba sólo queen estos momentos había pre)erido estar con 1enimon. (ioia volvería.ientras tanto, &l no querría estar solo.

 =#ú y yo nos conocimos en "ueva Chicao =le dijo 2elilala=. 3 lueovolvimos a vemos en #ombuctú. >6o has olvidado? 9h, sí, veo que lo hasolvidado. =/ió encantadoramente8 no parecía en absoluto o)endida.

Se parecía lo bastante a (ioia como para ser su hermana. Aunque todos los

ciudadanos se parecían mucho entre sí. ero aparte su parecido )ísico se diocuenta muy pronto, 2elilala y (ioia no eran realmente tan similares. +abía en2elilala una calma, una pro)unda reserva de serenidad, que (ioia, ansiosa yvoluble y siempre impaciente, no parecía poseer. /ecorriendo las atestadascalles de Chan!an con 2elilala, no captó en ella nada de la )ebril ansia de(ioia hacia todo lo que había m-s all-, y m-s all-, y m-s all- de lo que habíam-s all-. Cuando visitaron el palacio de +sin!chin no empe%ó a los cincominutos =como seuramente hubiera hecho (ioia= a buscar las direccionesde la 1uente de +suan!tsun o la aoda de los ;nsares Salvajes. 6acuriosidad no consumía a 2elilala como lo hacía con (ioia. Creía sin luar adudas que siempre habría tiempo su)iciente para ver todo lo que deseaba ver.

+abía alunos días en los que 2elilala pre)ería no salir en absoluto, y secontentaba con permanecer en su pabellón juando a un jueo solitario con)ichas de porcelana plana o contemplando las )lores del jardín.

*escubrió, sorprendentemente, que o%aba de aquel respiro de los intensosapetitos de (ioia de enullir el mundo de un solo bocado8 y sin embaro,ansiaba su rereso. 2elilala =hermosa, entil, tranquila, paciente= erademasiado per)ecta para &l. arecía irreal en su resplandeciente impecabilidad,demasiado parecida a uno de aquellos jarrones celadón Sun que parecían

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demasiado per)ectos para haber sido modelados y vidriados por manoshumanas. +abía alo un poco carente de entusiasmo en ella$ un inmaculadoacabado )uera, un vacío dentro. 2elilala casi podría haber sido un temporero, pensó, aunque sabía que no lo era. odía e4plorar los pabellones y los palacios de Chan!an con ella, podía mantener con ella una aradableconversación mientras cenaban, podía sin duda o%ar haciendo el amor conella8 pero no podía amarla, ni siquiera contemplar esa posibilidad. Era di)ícilimainar a 2elilala contempl-ndose preocupada en un espejo, en busca dearruas o canas. 2elilala nunca sería m-s vieja de lo que era en estosmomentos8 como tampoco podía haber sido nunca m-s joven. 6a per)ecciónno se mueve a lo laro del eje del tiempo. ero la per)ección de la satinadasuper)icie de 2elilala hacía que su ser interior le resultara impenetrable. (ioiaera m-s vulnerable, m-s obviamente imper)ecta =su constante inquietud, suscambios de humor, su vanidad, sus temores=, y por ello era mucho m-saccesible a su imper)ecta sensibilidad del silo .

Jeía ocasionalmente a (ioia mientras recorrían la ciudad, o creía verla. #enía

la impresión de atisbarla entre los vendedores de milaros en el ba%ar persa, y)uera del templo %oro-strico, y de nuevo junto al estanque de peces e4óticosen el arque Serpentino. ero nunca estaba completamente seuro de que lamujer que veía era realmente (ioia, y nunca podía acercarse lo su)iciente aella para con)irmarlo8 tenía una )orma especial de desaparecer cuando seapro4imaba, como aluna misteriosa 6orelei atray&ndole una y otra ve% enuna in)ructuosa persecución. Al cabo de un tiempo empe%ó a darse cuenta deque no iba a encontrarla hasta que ella estuviera preparada para que laencontrara.

erdió el sentido del tiempo. >Semanas, meses, años? "o tenía ni idea. Enaquella ciudad de e4ótico lujo, misterio y maia, todo estaba en constante

)luir y transición, y los días poseían una cualidad intermitente e inestable. 6osedi)icios, e incluso calles enteras, eran derruidos cualquier tarde y edi)icadosde nuevo, al cabo de pocos días, en otro luar. Enormes paodas nuevas brotaban como setas en una noche. 6leaban ciudadanos de Asard,Alejandría, #ombuctú, "ueva Chicao, permanecían un tiempo ydesaparecían, reresaban. +abía una ronda constante de recepciones en lacorte, banquetes, representaciones teatrales, todas muy parecidas a cualquierade las anteriores. 6os )estivales en honor a pasados emperadores yemperatrices podrían haber dado aluna con)iuración al transcurso del año, pero parecían producirse de una )orma completamente al a%ar, y la ceremoniaque conmemoraba la muerte de #Oai #sun se celebraba dos veces en un

mismo año, o al menos eso le parecía, una ve% en la estación de las nieves yde nuevo en pleno verano, y la que honraba la ascensión de la emperatri% Putenía luar dos veces en una misma estación. <ui%- había comprendido malalo. ero sabía que no servía de nada preuntar a aluien.

7n día, 2elilala dijo inesperadamente$

 =>Jamos a ohenjo!daro?

-ina H de D

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 ="o sabía que estuviera lista para los visitantes =respondió.

 =9h, sí. +ace ya alún tiempo.

*udó. Aquello lo había tomado por sorpresa. Cautelosamente, dijo$

 =(ioia y yo habíamos pensado ir juntos, >sabes?2elilala sonrió amistosamente, como si el tema de discusión no )uera m-s quedecidir el restaurante al que iban a acudir aquella noche.

 =>*e veras? =preuntó.

 =#odo quedó decidido mientras est-bamos aún en Alejandría. :r contioB,no s& qu& decirte, 2elilala. =hillips se dio cuenta de que se sentía pro)undamente turbado=. Sabes que me ustaría ir. Contio. ero por otra parte no puedo evitar el pensar que no debería hacerlo hasta que estuviera denuevo con (ioia. Si aluna ve% vuelvo con ella. =<u& estúpido suena esto,

 pensó. <u& torpe, qu& adolescente. Se dio cuenta de que no conseuía mirarladirectamente a los ojos. :nquieto, con una especie de desesperación en la vo%,dijo=. Se lo prometí8 )ue una promesa, >sabes?, un acuerdo )irme de queiríamos a ohenjo!daro juntosB

 =@9h, pero si (ioia ya ha estado allí =dijo 2elilala de la )orma m-s casual.hillips dejó escapar un jadeo, como si aluien le hubiera pinchado.

 = 45ué6

 =1ue una de las primeras en ir, cuando la abrieron. +ace meses y meses. >"olo sabías? =preuntó, sonando sorprendida, pero no mucho=. >*e veras nolo sabías?

Eso le aturdió. Se sintió desconcertado, traicionado, )urioso. "otó que se leencendían las mejillas, abrió mucho la boca. Aitó la cabe%a una y otra ve%,intentando despejar su con)usión. #ranscurrieron unos instantes antes de queconsiuiera hablar.

 =>3a ha estado allí? =dijo al )in= >Sin esperarme? >*espu&s de todo lo quehablamos acerca de ir juntos, despu&s de acordarB?

2elilala se echó a reír.

 =>ero cómo podría resistirse a ver la m-s nueva de las ciudades? @3a sabes

lo impaciente que es (ioia

 =Sí. Sí.

Estaba sorprendido. Apenas podía pensar.

 =Como todos los e)ímeros =dijo 2elilala=. Corre sin cesar d& un lado paraotro. #iene que hacerlo todo ahora, ahora, inmediatamente, ya, al instante. "unca hubieras debido esperar que te auardara mucho tiempo para hacer

-ina de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

alo$ la impaciencia se apodera de ella, y lo hace. #endrías que haberte dadoya cuenta.

 =>6os e)ímeros? ="unca había oído aquella palabra antes.

 =Sí. #ú lo sabías. #endrías que saberlo. =2elilala e4hibió la m-s dulce de

sus sonrisas. "o mostraba ninuna señal de comprender su a)licción. Con unesto vivo de su mano prosiuió=. 2ueno, >vamos tú y yo? >A ohenjo!daro?

 =or supuesto =dijo hillips con un hilo de vo%.

 =>Cu-ndo quieres que vayamos?

 =Esta noche =dijo. +i%o una breve pausa=. ><u& es un e)ímero, 2elilala?

El color ascendió a sus mejillas.

 =>"o es obvio? =preuntó.

>+abía habido aluna ve% un luar m-s horrible en la super)icie de la #ierraque la ciudad de ohenjo!daro? hillips halló di)ícil imainar uno. "o podíacomprender por qu&, de todas las ciudades que habían e4istido aluna ve%,aquella ente había eleido restaurar &sta a la e4istencia. 6e parecían m-se4traños que nunca, insondables, incomprensibles.

iró desde la terra%a en la parte superior de la ciudadela de múltiples torres ala lóbrea y claustro)óbica ohenjo!daro, y se estremeció. 6a severa ydeprimente ciudad parecía, m-s que ninuna otra cosa, aluna colonia penal prehistórica. Se apiñaba como una inquieta tortua, cuadrada y compacta,contra la monotonía ris de la llanura del río :ndo$ 5ilómetros de reneridasmurallas de ladrillo encerrando 5ilómetros de terriblemente ordenadas calles,dispuestas en un sorprendente y monstruoso esquema cuadriculado demaníaca riide%. 6as propias casas eran deprimentes y repulsivas en sí,racimos de c&lulas de ladrillo reunidas en tomo a pequeños patios as)i4iantes. "o había ventanas, sólo pequeñas puertas que se abrían no a los paseos principales sino a estrechas y misteriosas callejuelas que avan%aban entre losedi)icios. ><ui&nes habían diseñado aquella horrible metrópoli? ><u& lúubresy duras almas habían tenido aquella aterradora y aterrada ente para crear para sí misma, en las )&rtiles y lujuriantes llanuras de la :ndia, una ciudad propia del Soviet Supremo?

 =Es encantadora =murmuró 2elilala=. @1ascinante6a miró sorprendido.

 =>1ascinante? Sí =admitió=, supono que sí. *el mismo modo que es)ascinante la sonrisa de una cobra.

 =><u& es una cobra?

-ina F de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

 =7na serpiente predadora venenosa =e4plicó hillips=. robablementee4tinta. 9 antiuamente e4tinta, para ser m-s e4actos. "o me sorprenderíaque vosotros hubierais recreado unas cuantas y las hubierais soltado porohenjo para hacer las cosas un poco m-s vívidas.

 =areces )urioso, Charles.

 =>*e veras? "o es como me siento.

 =>Cómo te sientes, entonces?

 ="o lo s& =dijo, tras una lara pausa. Se encoió de hombros=. erdido,supono. uy lejos de casa.

 =obre Charles.

 =*e pie aquí, )rente a esta ciudad de horribles edi)icios, escuch-ndote decirlo hermosa que es, nunca me he sentido m-s solitario en mi vida.

 =Echas a )altar mucho a (ioia, >verdad?

6an%ó otra sorprendida mirada a 2elilala.

 =(ioia no tiene nada que ver con esto. robablemente se sintió e4tasiadaante la hermosura de ohenjo, lo mismo que tú. E4actamente iual que tú.Supono que soy el único que no puede descubrir su belle%a y su encanto.Soy el único que mira ahí )uera y sólo ve horror, y lueo se preunta por qu&nadie m-s lo ve, por qu& aluien puede haber decidido edi)icar un luar como&ste como di&ersión, para su placer B

6os ojos de 2elilala brillaban.

 =@9h, est-s )urioso @6o est-s realmente

 =>Eso tambi&n te )ascina? =restalló=. >7na demostración de enuinaemoción primitiva? >7n típico estallido directamente surido del silo ? = Caminó por la muralla con cortos, r-pidos y anustiados pasos=. Ah. Ah.Creo que lo comprendo, 2elilala. or supuesto$ 3o )ormo parte de vuestrocirco, la estrella del espect-culo secundario. Soy el primer e4perimento antesde establecer el siuiente paso, >no? =6os ojos de ella estaban muy abiertos.6a repentina dure%a y violencia de su vo% parecía alarmarla y e4citarla almismo tiempo. Aquello lo ponía aún m-s )urioso. Siuió )ero%mente=. #raerciudades enteras a trav&s del tiempo )ue divertido, pero carece de una ciertaautenticidad, >no? or aluna ra%ón, no pod&is traer tambi&n a sus habitantes8no pod&is simplemente aarrar a unos cuantos millones de prehistóricos deEipto o (recia o la :ndia y dejarlos caer en esta %ona, y supono que es porque podrías tener muchos problemas para controlarlos, o porque no hab&isresuelto aún el asunto de deshaceros de ellos cuando ya os hay-is cansado desu presencia. Así que hab&is tenido que crear a los temporeros para que pueblen vuestras ciudades antiuas. ero ahora me ten&is a mí. Soy un pocom-s real que un temporero, y eso es una espectacular novedad para vosotros,

-ina G de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

y la novedad es lo que m-s anhel-is, por encima de cualquier otra cosa$ qui%-sea lo 8nico que anhel-is. 3 aquí estoy yo, complicado, impredecible,nervioso, capa% de irritarse, sentir miedo, triste%a, amor y todas esas otrascosas hasta ahora e4tintas. >or qu& limitaros a una arquitectura pintorescacuando pod&is observar emociones pintorescas tambi&n? @<u& divertido debeser para todos vosotros 3 si decidís que yo soy realmente interesante,entonces qui%- me devolv-is de vuelta all- de donde me recoisteis y busqu&isalunos otros tipos antiuos$ un ladiador romano qui%-, o un papa del/enacimiento, o incluso uno o dos neanderthalesB

 =Charles =dijo ella tiernamente=. 9h, Charles, Charles, Charles, qu&solitario debes sentirte, qu& perdido, qu& turbado. >odr-s perdonarme alunave%? >odr-s perdonarnos aluna ve%?

*e nuevo se sintió sorprendido. 2elilala sonaba completamente sincera, comosi comprendiera todas sus emociones. >6as comprendía? >6as comprendíarealmente? "o estaba seuro de haber detectado antes ninuna muestra de

aut&ntica simpatía por parte de aluno de ellos, ni siquiera de (ioia. Eso hacíaque no pudiera creer ahora a 2elilala. 6a temía, los temía a todos ellos$ su)railidad, su timide%, su eleancia. *eseó acercarse a ella y dejar que lotomara en sus bra%os8 pero se sentía demasiado torpemente prehistórico enestos momentos como para ser capa% de pedirle que le con)ortara. Se dio lavuelta y echó a andar siuiendo la enorme muralla de la ciudadela.

 =>Charles?

 =*&jame solo, por )avor =dijo.

Siuió caminando. 6e pulsaban las sienes, y había como un olpear en su pecho. #odos sus sistemas )uncionaban tensos, a toda potencia, pensó$ susl-ndulas secretoras estaban derramando litros de sustancias in)lamatorias ensu corriente sanuínea. El calor, la con)usión interna, el repelente aspecto deaquel luarB

:ntenta comprender, pensó. /el-jate. ira a tu alrededor. :ntenta dis)rutar detus vacaciones en ohenjo!daro.

Se inclinó pesadamente sobre el reborde e4terior de la muralla. "unca habíavisto una muralla como aquella8 debía tener doce metros de ancho en su base,calculó, qui%- incluso mas, y cada ladrillo había sido per)ectamente moldeadoy meticulosamente colocado. -s all- de la ran muralla, la %ona pantanosa

lleaba casi hasta el borde de la ciudad, aunque cerca de la muralla los pantanos habían sido desecados para la aricultura. Jio all- abajo una serie de-iles y morenos campesinos, ocupados en su trio y su cebada y su arveja. Elanado y los bú)alos pastaban un poco m-s lejos. El aire era pesado, húmedo.#odo permanecía en silencio. *e alún luar cercano le lleó el sonido de unimoteante instrumento de cuerda y un canto insistente.

oco a poco, se sintió inundado por una especie de pa%. Su irritación cedió.Se dio cuenta de que empe%aba a recuperar la calma. iró de nuevo a la

-ina D de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

ciudad, las ríidas calles que se entrecru%aban, el laberinto de callejonesinteriores, los millones de hileras de casas de meticulosos ladrillos.

Es un milaro, se dijo, que esta ciudad se halle ahora aquí, en este luar y&poca. 3 es un milaro tambi&n que yo est& aquí para verla.

Capturado moment-neamente por la maia dentro de la desolación, creyóempe%ar a comprender la maravilla y el deleite de 2elilala, y deseó no haberlehablado tan secamente. 6a ciudad estaba viva. 3a )uera la ohenjo!daro realque había e4istido hacía miles y miles de años, arrancada del pasado por alún poderoso an%uelo, o sólo una h-bil reproducción, no importaba. /eal o no,aqu&lla era la aut&ntica ohenjo!daro. +abía estado muerta y ahora, por elmomento, estaba viva de nuevo. Esa ente, esos ciudadanos, podían sertriviales, pero reconstruir ohenjo!daro no era en absoluto un loro trivial. 3el que la ciudad que habían reconstruido )uera opresiva y de aspecto siniestrocarecía de importancia. "adie era obliado a vivir en ohenjo!daro. Sutiempo había lleado y se había ido, hacía mucho8 esos pequeños transeúntes

y artesanos y mercaderes de piel morena de allí abajo eran simplestemporeros, meras cosas inanimadas, conjuradas a la vida como zombies parareal%ar la ilusión. "o necesitaban su piedad. Como tampoco la necesitaba &l.Se daba cuenta de que tenía que sentirse aradecido por la posibilidad de vertodas aquellas cosas. Alún día, cuando su sueño terminara y sus an)itrioneslo devolvieran a su mundo de metros y ordenadores e impuestos y cadenas detelevisión, pensaría en ohenjo!daro tal como la había visto ahora, con susaltivas murallas de cuidadosamente entrela%ados ladrillos bajo un pesadocielo, y solamente recordaría su belle%a. iró hacia atr-s y buscó a 2elilala, y por un momento no pudo encontrarla. 6ueo la vio descendiendocuidadosamente una anosta escalera adosada a la cara interior de la murallade la ciudadela.

 =@2elilala =llamó. Ella se detuvo y le miró, proteiendo sus ojos del solcon una mano.

 =>Est-s bien?

 =>Adónde vas?

 =A los baños =respondió ella=. ><uieres venir?

Asintió.

 =Sí. Esp&rame, >quieres? 6leo en un momento. =Echó a correr hacia ella alo laro de la muralla.

6os baños estaban peados a la ciudadela$ un ran tanque abierto del tamañode una amplia piscina, cerrado por paredes de ladrillos unidos con mortero deyeso e impermeabili%ados con as)alto, y ocho tanques m-s pequeñosinmediatamente al norte del primero, en una especie de atrio cubierto. Supusoque en tiempos antiuos todo el complejo había tenido aluna )inalidad ritual,y que el tanque rande debía ser utili%ado por la ente común y las c-maras

-ina K de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

m-s pequeñas reservadas a las abluciones privadas de sacerdotes o nobles.Ahora los baños, al parecer, eran mantenidos enteramente para el placer delos ciudadanos visitantes. ientras hillips recorría el pasadi%o que conducíaal baño principal vio a quince o veinte de ellos )lotando o nadandol-nuidamente en el aua, mientras alunos temporeros del tipo de pielmorena de ohenjo!daro les servían bebidas y raciones de olorosa carne conespecias, como si se tratara de alún lujoso complejo de vacaciones. 6o cualera en realidad, se dijo. 6os temporeros llevaban taparrabos de alodón blanco8 los ciudadanos iban desnudos. En su vida anterior había encontradoen alunas ocasiones ese tipo de casual desnude% pública en sus visitas aCali)ornia y al sur de 1rancia, y le había hecho sentirse lieramente incómodo.ero aquí estaba empe%ando a acostumbrarse a ello.

6os vestuarios eran pequeños cubículos de ladrillo conectados por hileras deestrechos escalones al patio que rodeaba el tanque central. Entraron en uno, y2elilala se despojó r-pidamente de la suelta túnica de alodón que llevabadesde que habían lleado aquella misma mañana. 6ueo permaneció de pie,

apoyada contra la pared, con los bra%os cru%ados, auard-ndole. #ras unosmomentos, &l se despojó tambi&n de sus ropas y la siuió )uera. Se sentía un poco aturdido yendo de aquel modo, desnudo, al aire libre.

Camino de la %ona principal de baños, pasaron junto a los baños privados. "inuno parecía estar ocupado. *isponían de c-maras eleantementeconstruidas, con suelos de ladrillo )inamente nivelado y desaMescuidadosamente diseñados para eliminar todo e4ceso de aua hacia el pasadi%o que conducía al desaMe principal. hillips se sintió admirado por lahabilidad de los inenieros prehistóricos. iró al interior de alunas de lasc-maras para ver cómo estaban dispuestos los conductos de ventilación, ycuando lleó a la última se sintió sorprendido y a%arado al descubrir que

estaba ocupada. 7n hombre )ornido, musculoso, de enorme pecho, con unae4uberante melena pelirroja que le caía sobre los hombros y una llameante barba cónica cuidadosamente recortada, estaba chapoteando aleremente condos mujeres en el pequeño tanque. hillips tuvo un r-pido atisbo de unentrela%ado de bra%os, piernas, pechos, nalas.

 =*isculpen =murmuró. Se sintió enrojecer. /etrocedió r-pidamente,murmurando sus e4cusas mientras lo hacía=. "o me di cuenta de que estabaocupadoB, no pretendía molestarB

2elilala le había precedido por el pasadi%o. hillips se apresuró tras ella. A susespaldas le lleó el sonido de unas roncas y aleres carcajadas y risitas m-saudas, y m-s chapotear de aua. robablemente ni siquiera se habían dadocuenta de su presencia.

Se detuvo un momento, desconcertado, revisando aquel sorprendente atisbo.Alo no encajaba allí. Aquellas mujeres, estaba completamente seuro, eranciudadanas$ pequeñas criaturas &l)icas, esbeltas, de pelo oscuroB, el modeloest-ndar. >ero el hombre? >Esa ran mata de pelo ri%ado? "o era unciudadano. 6os ciudadanos no se dejaban crecer el pelo hasta los hombros. >3

-ina L de D

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 pelirrojo? Como tampoco había visto nunca a un ciudadano tan )ornido, tanmusculoso. "i ninuno con barba. ero tampoco podía ser un temporero.hillips no podía concebir ninuna ra%ón por la que un temporero tuviera unaspecto tan anlosajón all- en ohenjo!daro8 y era impensable que untemporero se dedicara a ese tipo de jueos con unas ciudadanas.

 =>Charles?

Al%ó la vista y miró hacia delante. 2elilala estaba de pie al e4tremo del pasadi%o, silueteada contra una aureola de brillante lu% solar.

 =>Charles? =dijo de nuevo=. >erdiste el camino?

 =Estoy aquí mismo =respondió=. 3a lleo.

 =>A qui&n te encontraste ahí dentro?

 =A un hombre con barba.

 =>Con qu&?

 =Con barba =repitió=. elo rojo que crece sobre el rostro. e preuntoqui&n ser-.

 ="adie que yo cono%ca =dijo 2elilala=. Al único al que cono%co con peloen el rostro eres tú. 3 el tuyo es nero, y te lo a)eitas cada día. =Se echó areír=. @Anda, vamos @+e visto alunos amios en la piscina

6o arrastró con ella y salieron, coidos de la mano, al aire libre.:nmediatamente tuvieron a un camarero a su lado un pequeño y obsequiosotemporero con una bandeja con bebidas. hillips le hi%o un esto de que se

)uera y se encaminó hacia la piscina. Se sentía terriblemente e4puesto$imainó que los ciudadanos que estaban por los alrededores debían estarlemirando intensamente, estudiando su peludo y primitivo cuerpo como si )ueraaluna criatura mítica, un inotauro, un hombre lobo, traído hasta allí paradivertirles. 2elilala se apartó para hablar con aluien y hillips se metió en elaua, aradecido por la ocultación que le proporcionaba. Era pro)unda,caliente, con)ortable. 6a recorrió de un e4tremo a otro con unas cuantas poderosas bra%adas.

7n ciudadano eleantemente perchado al borde de la piscina le sonrió.

 =@9h, así que al )in has venido, Charles =Char!less. *os sílabas. Aluiendel rupo de (ioia$ >Stenard, +aN5, Aramayne? "o podía recordar qui&n.Eran todos tan parecidos.

hillips le devolvió la sonrisa de una )orma renuente, tentativa. 2uscó aloque decir, y )inalmente murmuró$

 =>6levas mucho tiempo aquí?

-ina de D

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 =Semanas. <ui%- meses. <u& espl&ndido loro esta ciudad, >eh, Charles?7na unidad tan rande de estilo, una a)irmación tan poderosa de una est&ticaobcecadaB

 =Sí. 9bcecada es la palabra =dijo secamente hillips.

 =En realidad la palabra es de (ioia. #oda la )rase es de (ioia. Sólo estabacitando.

>ioia. Sintió como si acabasen de apuñalarle.

 =>+as hablado con (ioia últimamente? =preuntó.

 =En realidad no. 1ue +e5na quien la vio. /ecuerdas a +e5na, >no? =+i%oun esto con la cabe%a hacia dos mujeres desnudas de pie en la plata)orma deladrillo que bordeaba la piscina, charlando, mordisqueando delicadamentetro%os de carne. +ubieran podido ser emelas=. Ahí est- +e5na, con tu2elilala. =+e5na, sí. *e modo que &l tenía que ser +aN5, pensó hillips, a

menos que se hubiera producido recientemente alún intercambio de parejas =. Es muy dulce tu 2elilala =dijo +aN5=. (ioia eliió muy sabiamentecuando la escoió para ti.

9tra puñalada$ &sta mucho m-s pro)unda.

 =>Así es como )ue? =preuntó=. >(ioia escogió a 2elilala para mí?

 =@9h, por supuesto =+aN5 pareció sorprendido. Evidentemente, era aloque ni siquiera valía la pena mencionar=. ><u& pensaste? ><ue (ioia iba airse sencillamente así, dej-ndote desamparado?

 ="o, claro. "o (ioia.

 =Es muy tierna, muy entil, >verdad?

 =><uieres decir 2elilala? Sí, mucho =dijo hillips cuidadosamente=. 7namujer estupenda, maravillosa. ero por supuesto espero poder volver areunirme pronto con (ioia. =+i%o una pausa=. e dijeron que vino aohenjo!daro casi cuando la abrieron.

 =Estuvo aquí, sí.

 => 3stu&o?

 =9h, ya conoces a (ioia =dijo +aN5 con tono liero=, 3a se ha ido,naturalmente.

hillips se inclinó hacia delante.

 ="aturalmente =dijo. 6a tensión hi%o que su vo% sonara ronca=. >*óndeha ido esta ve%?

-ina I de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

 =A #ombuctú, creo. 9 a "ueva Chicao. +e olvidado cu-l de las dos. "oshabía estado diciendo que esperaba hallarse en #ombuctú para la )iesta declausura. ero lueo 1enimon tuvo aluna ra%ón apremiante para ir a "uevaChicao. "o puedo recordar qu& decidieron hacer al )in. =+aN5 hi%o unesto triste=. *e todos modos, es una l-stima que abandonara ohenjoantes de que viniera el nuevo visitante. *is)rutó tanto de su tiempo contio$estoy seuro de que hubiera podido aprender mucho de &l.

El t&rmino no )amiliar hi%o sonar una alarma muy pro)unda en la conscienciade hillips.

 =>Jisitante? =dijo, tendiendo bruscamente la cabe%a hacia +aN5= >A qu&visitante te re)ieres?

 =>#odavía no lo has conocido? 9h, por supuesto$ acabas de llear.

hillips se humedeció los labios.

 =Creo que lo he visto. >elirrojo, con el pelo laro? >3 una barba así? =@E4acto Pillouhby, se llama. EsB, >qu&?B, un vi5ino, un pirata, aloasí. Con un tremendo vior y )uer%a. 7na persona notable. Creo quetendríamos que tener m-s visitantes. #odo el mundo est- de acuerdo en queson muy superiores a los temporeros. +ablar con un temporero es un pococomo hablar contio mismo, >no crees? "o te proporcionan ninunailuminación sini)icativa. ero un visitante, aluien como ese PillouhbyB, ocomo tú, CharlesB, un visitante puede ser realmente iluminador, un visitante puede trans)ormar tu visión de la realidadB

 =*iscúlpame =dijo hillips. Estaba sintiendo de nuevo aquella pulsación en

sus sienes=. <ui%- podamos proseuir esta conversación m-s tarde, >sí? = Apoyó las palmas de las manos contra los calientes ladrillos de la plata)orma yse i%ó r-pidamente )uera de la piscina=. *urante la cena, qui%-s, o m-stardeB, >de acuerdo? =Se diriió con paso r-pido hacia el pasadi%o queconducía a los baños privados.

Cuando entró en la parte techada de la estructura su aranta estaba seca, surespiración bruscamente aitada. Avan%ó con rapide% por el pasadi%o y seasomó a la pequeña c-mara de baños. El hombre de la barba estaba aún allí,sentado en el tanque, el pecho muy por encima del aua y un bra%o en torno acada una de las mujeres. Sus ojos resplandecían con una )iera intensidad en lasemipenumbra. Estaba sonriendo como si se sintiera maravillosamentesatis)echo de sí mismo8 parecía irradiar intensidad, con)ian%a, placer.

Esperemos que sea lo que pienso que es, roó hillips. +e estado demasiadotiempo solo entre esa ente.

 =>uedo entrar? =preuntó.

-ina FQ de D

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 =@Adelante, amio=retumbó el hombre en el aua=. @or mi palabra,entra, y tr-ete tambi&n a tu mo%a @or los dientes de *ios, quiero ver esteluar lleno con m-s ente de la que pueda caber en esta bañera

hillips captó un ran desbordamiento de alería en aquella ruiente vo%. @Erauna vo% aleremente pendenciera @<u& intensa, qu& llena de sensualidad, qu&

distinta de la de cualquier ciudadano

@3 esas e4trañamente arcaicas palabras 4Por los dientes de 1ios6 4Por mi palabra6 ><u& )orma de hablar era aquella? @3 su dicción era pura ysonoramente isabelina Sin luar a dudas había alo de la ampulosidad y el)ervor de Sha5espeare en ella. 3 pronunciada conB >un acento irland&s,qui%-? "o, no era eso8 era inl&s, pero inl&s hablado de una )orma quehillips no había oído nunca antes.

6os ciudadanos no hablaban de esa )orma. ero un visitante sí podía.

Así que era cierto. El alivio inundó el alma de hillips. @Entonces, no estaba

solo 9tra reliquia de una &poca anterior, otro vaabundo, un amio en elcaos, un hermano en la adversidad, un compañero de viaje, llevado desde m-slejos que &l por las tormentas del tiempoB

El hombre de la barba sonrió amistosamente e hi%o una seña con la cabe%a ahillips.

 =@2ien, únete a nosotros, únete a nosotros, hombre @Es bueno ver de nuevoun rostro inl&s, entre todos esos moros y toscos portuueses >ero qu& hashecho con tu mo%a? 7no nunca tiene bastantes doncellas a su alrededor, >nocrees?

Su )uer%a y su vior eran e4traordinarios$ casi e4cesivos. /uía, aullaba,retumbaba. Se parecía demasiado al clich& de lo que debería ser el personajede una vieja película de piratas, tan )an)arrón, tan real, que parecía irreal. 7nactor isabelino, m-s vital que la vida, un joven y orulloso 1alsta)) sin la barria.

 =><ui&n eres? =dijo roncamente hillips.

 =9h, soy 1rancis Pillouhby, hijo de "ed, de lymouth. Antes al servicio deSu uy rotestante ajestad, pero ahora arrancado de la manera m-shorrible por los poderes de la oscuridad y arrojado entre esos neros hindúeso lo que sean. >3 tú?

 =Charles hillips. =#ras dudar unos momentos, añadió=. Soy de "ueva3or5.

 =>"ueva 3or5? ><u& luar es &se? @or mi )e, hombre, no lo cono%co

 =7na ciudad de Am&rica.

-ina FH de D

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 =@7na ciudad de Am&rica, por todos los diablos @'sa sí es una buena broma*e Am&rica dices, >no de la 6una, o qui%- de las pro)undidades del mar? =3dirii&ndose a las mujeres=. >6o hab&is oído? @Jiene de una ciudad deAm&rica Con la cara de un inl&s, aunque no sus modales, y tampoco su)orma correcta de hablar. @7na ciudad de Am&rica 7na ciudad . or la sanrede *ios, >qu& voy a escuchar a continuación?

hillips se estremeció. El asombro estaba empe%ando a invadirle. Era probableque aquel hombre hubiera recorrido las calles del 6ondres de Sha5espeare.+ubiera chocado su jarra con la de arloNe o la de Esse4 o la de Palter/aleih8 hubiera visto los buques de la Armada cru%ar el Canal. El espíritu dehillips se tambaleó ante aquel pensamiento. El e4traño sueño en que se habíavisto sumerido se complicaba ahora aún m-s. Se sintió como un nadadoraotado vi&ndose asaltado por una )uerte resaca, aitado, revolcado. 6aatmós)era caliente y cerrada de los baños estaba conduci&ndole hacia elv&rtio. 3a no podía haber ninuna duda. 'l no era el único primitivo =elúnico visitante= vaando libre en aquel silo 6. Estaban reali%ando otros

e4perimentos. A)erró el lado de la puerta para a)irmar sus pies y dijo$ =Cuando hablas de Su uy rotestante ajestad, te re)ieres a :sabel :,>verdad?

 =@:sabel, aj- En cuanto a lo de rimera, eso tambi&n es cierto, >pero porqu& te molestas en nombrarla así? @Sólo hay una, la rimera y la Tltima, y por mi palabra, y *ios la uarde, no hay otra

hillips estudió cautelosamente al otro hombre. Sabía que tenía que ir concautela. 7n paso en )also en aquel momento y podía perder toda posibilidadde que Pillouhby le tomara en serio. >Cu-nto asombro meta)ísico podía

llear a absorber aquel hombre? ><u& sabía &l, qu& sabía nadie de su &poca,del pasado y el presente y el )uturo y la noción de que de aluna )ormaaluien podía trasladarse de uno a otro tan )-cilmente como iba de Surrey aUent? 'sa era una idea del silo como m-4imo, una )ant-sticaespeculación que muy probablemente nadie había tomado en consideraciónantes de que Pells enviara a su viajero por el tiempo a contemplar elenrojecido sol del último ocaso de la #ierra. El mundo de Pillouhby era unmundo de protestantes y católicos, de reyes y reinas, de pequeños barcos quese aventuraban a mar abierto, de espadas al cinto y carros tirados por bueyesen los caminos$ ese mundo le parecía a hillips mucho m-s e4traño y distanteque este mundo de ciudadanos y temporeros. El rieso de que Pillouhby nolleara a comprenderle era rande.

ero este hombre y &l eran aliados naturales contra un mundo que nuncahabían hecho. hillips decidió correr el rieso.

 =:sabel : es la reina a la que sirves =dijo=. +abr- otra reina con su mismonombre en :nlaterra, a su debido tiempo. *e hecho, ya la ha habido.

Pillouhby aitó la cabe%a como un desconcertado león.

-ina F de D

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 =>9tra :sabel, dices?

 =7na seunda, y no muy parecida a la primera. ucho tiempo despu&s de tu/eina Jiren. /einar- en lo que tú consideras tu )uturo. 6o s& m-s all- detoda duda.

El inl&s le miró y )runció el ceño.

 =>#ú ves el )uturo? >Así que eres un adivino? >7n niromante qui%-? >9 unode los demonios que me han traído a este luar?

 =En absoluto =dijo hillips con suavidad=. Sólo un alma perdida, comotú. =enetró en la pequeña habitación y se acuclilló al lado del tanque. 6asdos mujeres ciudadanas le miraban con blanda )ascinación. 6as inoró.*irii&ndose a Pillouhby, dijo$

 =>#ienes aluna idea de dónde est-s?

El inl&s había sospechado, con bastante apro4imación, que estaba en la :ndia. =Creo que esa pequeña ente de aspecto morisco es de tipo hindú =dijo.ero eso estaba tan lejos de su comprensión como lo que le había traído a &lhasta allí.

 "o se le había ocurrido en ninún momento pensar que ya no estaba viviendoen el silo J:. 3 por supuesto, ni siquiera había sospechado que aquellae4traña y sombría ciudad de ladrillo donde se hallaba procedía de una &pocaaún m-s remota que la suya. >+abía aluna )orma, se preuntó hillips, dee4plic-rselo?

6levaba allí solamente tres días. Creía que habían sido los demonios quienes lehabían arrastrado hasta aquel luar.

 =Jinieron a por mí mientras dormía =dijo=. e)istó)eles Satan-s y sussecuaces se apoderaron de mí, sólo *ios sabe por qu&, y me transportaron enun momento hasta este tórrido reino desde :nlaterra, donde reposaba entremis amios y mi )amilia. orque tienes que comprender que me hallaba de permiso entre un viaje y el siuiente, auardando a *ra5e y su barcoB,>conoces a *ra5e, el lorioso 1rancis? @or la sanre de *ios, &l sí es unmarino #eníamos que ir de nuevo al ain, &l y yo, pero en ve% de ello aquíestoy en este otro luarB =Pillouhby se acercó a &l y dijo=. #e preunto,adivino, >cómo es posible que un hombre se eche a dormir en lymouth y se

despierte en la :ndia? Es m-s bien e4traño, >no? =6o es =dijo hillips.

 =ero si uno est- en el baile tiene que bailar, aunque lo haa a la )uer%a, >no?9 al menos eso es lo que yo creo. =+i%o un esto hacia las dos mujeresciudadanas=. Así que me consuelo en esta tierra paana, y he hallado un poco de diversión entre esas mujercitas portuuesasB

-ina FF de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

 =>ortuuesas? =dijo hillips.

 =2ueno, >qu& otra cosa pueden ser, si no portuuesas? >"o son los portuueses quienes controlan todas estas costas de la :ndia? ira, la ente esde dos clases distintas aquí, los neros y los otros, los de piel m-s clara, losseñores y dueños que se relajan aquí en estos baños. Si no son hindúes, y creo

que no lo son, entonces tienen que ser portuueses. =6an%ó una carcajada yapretó a la mujer contra sí y pasó las manos por sus pechos como si )ueranracimos de uvas=. >"o es eso lo que sois, pequeñas mo%uelas papistas,desveron%adas y desnudas? 7n par de portuuesas, >eh? Se echaron a reír, pero no respondieron.

 ="o =dijo hillips=. Esto es la :ndia, pero no la :ndia que crees conocer.3 esas mujeres no son portuuesas.

 =>"o son portuuesas? =dijo Pillouhby, desconcertado.

 ="o m-s que tú o yo. Estoy completamente seuro de ello.

Pillouhby se tironeó la barba.

 =#eno que admitir que las encuentro muy e4trañas para portuuesas. "o heoído salir de sus labios ni una sílaba de su habla portuuesa. 3 tambi&n resultae4traño que todos vayan tan desnudos como Ad-n y Eva en estos baños, yque me permitan entrar a saco en sus mujeres, lo cual no es la )orma de actuar de los portuueses en su casa, por la omnisapiencia de *ios. ero he pensado$esto es la :ndia, han eleido vivir de otra )orma aquí.

 ="o =dijo hillips=. #e dio que no son portuuesas, ni de ninún otro pueblo de Europa que hayas conocido.

 =@or *ios, >qui&nes son, entonces?

*elicadamente ahora, se advirtió hillips. *elicadamente.

 ="o estaría muy equivocado pensar en ellos como en )antasmas de alúntipoB, demonios incluso =dijo=. 9 maos que nos han embrujadoarrebat-ndonos de nuestros luares en el mundo. =+i%o una pausa, buscandoalún medio de compartir con Pillouhby, de aluna )orma que Pillouhby pudiera comprender, aquel misterio que les había envuelto. Suspirósonoramente=. "os han arrebatado no sólo a trav&s del mar =dijo=, sinotambi&n a trav&s de los años. Ambos hemos sido arrastrados, tú y yo, a los

días que aún tienen que venir.Pillouhby le lan%ó una mirada de absoluta sorpresa.

 =>6os días que aún tienen que venir? >7n tiempo aún no nacido, quieresdecir? @"o comprendo absolutamente nada

-ina FG de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

 =:ntenta comprenderlo. @Ambos somos n-u)raos en el mismo bote, hombreero no hay ninuna )orma en que podamos ayudamos el uno al otro si noconsio hacerte verB

Pillouhby aitó la cabe%a y murmuró$

 =or mi )e, buen amio, hallo absoluta locura en tus palabras. +oy es hoy8 ymañana, mañana. >3 cómo puede un hombre caminar del uno al otro hastaque mañana se convierta en hoy?

 ="o teno ni idea =dijo hillips. 6a lucha interna era evidente en el rostrode Pillouhby8 pero tambi&n resultaba claro que no podía captar m-s que unnebuloso bosquejo de lo que hillips estaba intentando decirle, como m-4imo =. ero lo que sí s& =prosiuió= es que tu mundo y todo lo que estaba en&l est- muerto y desaparecido. 3 lo mismo puedo decir del mío, aunque yonací cuatrocientos años despu&s de ti, en tiempos de la seunda :sabel.Pillouhby lan%ó un irónico bu)ido.

 =CuatrocientosB

 =@#ienes que creerme

 =@"o @"o

 =Es la verdad. #u tiempo es sólo historia para mí. 3 el mío y el tuyo sonhistoria para ellosB, historia antiua. "os llaman visitantes, pero lo quesomos en realidad es cautivos. =hillips sintió un estremecimiento ante laintensidad de su es)uer%o. Era consciente ahora de lo alocado que debía sonar todo aquello para Pillouhby. Estaba empe%ando a sonarle a locura a &ltambi&n=. "os arrebataron de nuestros respectivos tiempos, nos

secuestraron como itanos en medio de la nocheB

 =@Calla, hombre @*ices insensateces

hillips aitó la cabe%a. Adelantó una mano y a)erró )uertemente a Pillouhby por la muñeca.

 =@#e lo suplico, escúchame =6as mujeres ciudadanas les observaban conatención, susurr-ndose cosas la una a la otra, riendo quedamente=.@reúntaselo a ellas =e4clamó=. @+a% que te dian qu& silo es &ste >ElJ:, dices tú? @reúntaselo

 =><u& silo puede ser, si no el J: de nuestro Señor? =+a% que te dian que &ste es el silo 6.

Pillouhby le miró compasivamente.

 =@+ombre, hombre, qu& l-stima, aluien como tú @El 6, sí =Se echó a reír  =. Amio, escúchame ahora. Sólo hay una :sabel, a salvo en su trono enPestminster. Esto es la :ndia. El año es el HDIH de nuestro Señor. Jen

-ina FD de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

conmio, rob&mosles un barco a estos portuueses y volvamos a :nlaterra, yqui%- tú puedas llear incluso a tu Am&ricaB

 ="o e4iste :nlaterra.

 =9h, >puedes decir eso y aseurar que no est-s loco?

 =6as ciudades y naciones que conocimos han desaparecido. Esta ente vivecomo maos, 1rancis. =ya no tenía utilidad ocultar nada ahora, pensósombríamente hillips. Sabía que había perdido=. Conjuran hasta aquíluares antiuos, y los construyen aquí y all- siuiendo sus caprichos, ycuando se cansan de ellos los destruyen y empie%an de nuevo. "o e4iste:nlaterra. Europa est- vacía, y sus costas son completamente distintas a lasque conocimos. >Sabes cu-ntas ciudades hay aquí? Sólo cinco en todo elmundo. Est- Alejandría en Eipto. Est- #ombuctú en ;)rica. Est- "uevaChicao en Am&rica. +ay una ran ciudad en ChinaB, en Cathay, suponoque dirías tú. 3 est- este luar, que ellos llaman ohenjo!daro, y que esmucho m-s antiuo que (recia, que /oma, que 2abilonia.

#ranquilamente, Pillouhby dijo$

 ="o. Esto es un absurdo. *ices que estamos en un lejano )uturo, y lueodices que estamos viviendo en una ciudad de un lejano pasado.

 =Sólo es un hechi%o =dijo hillips, desesperado=. 7n espejismo de esaciudad. <ue esta ente ha construido de aluna manera para su diversión. or eso mismo estamos nosotros aquí, tú y yo$ para divertirles. Sólo paradivertirles.

 =Est-s completamente loco.

 =Entonces ven conmio. +abla con los ciudadanos junto a la piscina rande.reúntales qu& año es este8 preúntales sobre :nlaterra8 preúntales cómohas lleado hasta aquí. =hillips a)erró de nuevo la muñeca de Pillouhby=.#enemos que ser aliados. Si trabajamos juntos, qui%- podamos descubriraluna )orma de salir de este luar yB

 =Su&ltame, amio.

 =or )avorB

 =@Su&ltame =ruió Pillouhby, y se liberó con un brusco esto. Sus ojos

ardían de ira. Se levantó del tanque, miró )urioso a su alrededor, como buscando alún arma. 6as mujeres ciudadanas retrocedieron, apart-ndose de&l, aunque al mismo tiempo se sentían cautivadas por el )ero% estallido delrobusto hombre=. @-rchate, ve a una casa de locos @*&jame tranquilo,loco @*&jame tranquilo

*esmorali%ado, hillips vaó por las polvorientas calles sin pavimentar deohenjo!daro, solo, durante horas. Su )racaso con Pillouhby le habíadejado hundido y melancólico$ había esperado poder alinearse codo con codo

-ina FK de D

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 junto al isabelino contra los ciudadanos, pero ahora veía que eso eraimposible. +abía estropeado las cosas8 o, m-s e4actamente, le había sidoimposible incluso hacer ver a Pillouhby la verdad de lo que decía.

Jaó bajo el intenso calor a trav&s de las conestionadas calles, junto a lascasas de techos planos y paredes lisas sin ventanas, hasta que desembocó en la

amplia pla%a del mercado. 6a vida de la ciudad iraba alocadamente a sualrededor$ la pseudovida m-s bien, las intrincadas interacciones de los milesde temporeros que no eran m-s que muñecos de cuerda puestos enmovimiento para proporcionar la ilusión de que la :ndia prev&dica latíatodavía. Aquí los vendedores vendían pequeños y hermosos sellos de piedratallada donde había re)lejados tires y monos y e4traños animales, y lasmujeres reateaban voci)erantes con los artesanos para comprarles adornos demar)il, oro, cobre y bronce. ujeres de aspecto cansado permanecíanacuclilladas detr-s de enormes montones de vasijas de barro reci&n hechas, decolor rosado roji%o con dibujos neros. "adie le prestó la menor atención. 'lera el e4traño allí, ni ciudadano ni temporero. Ellos pertenecían a alo.

Siuió caminando, pasó junto a los enormes raneros donde los trabajadoresdescaraban incesantemente carros de trio y otros trituraban el rano enenormes plata)ormas circulares de ladrillo. Se metió en un restaurante públicoatestado de ente lúubre y silenciosa de pie codo contra codo ante estrechosmostradores de ladrillo, y recibió un tro%o de pan redondo y plano, unaespecie de tortilla o chapatti, relleno con alún tipo de carne picada muyespeciada que picó en sus labios como )ueo. 6ueo siuió adelante, bajando por una amplia y poco pronunciada escalera de troncos hasta la parte in)eriorde la ciudad, donde vivía el campesinado en habitaciones como celdas,apiñadas como colmenas unas contra otras.

Era una ciudad opresiva, pero no escu-lida. 6a intensidad de la preocupación por la sanidad le asombró$ había po%os y )uentes y retretes por todas partes, ylos desaMes de ladrillo brotaban de cada edi)icio, conduciendo hastasumideros cubiertos. En ninuna parte se veían los conductos de desaMe alaire libre y las pestilentes %anjas que aún podían encontrarse en la :ndia de su&poca. Se preuntó si la antiua ohenjo!daro habría sido realmente tanhii&nica. <ui%- los ciudadanos habían rediseñado la ciudad para que encajaracon sus propios ideales de limpie%a. "o$ lo m-s probable era que lo queestaba viendo )uese aut&ntico, decidió, una )unción de la misma disciplinaobsesiva que había dado a la ciudad su riide% de )ormas. Si ohenjo!darohubiera sido un aujero putre)acto, lo m-s probable era que los ciudadanos la

hubieran recreado e4actamente así, y la hubieran amado por su )ascinante ymaloliente suciedad.

 "o era que hubiera observado una e4cesiva preocupación hacia laautenticidad por parte de los ciudadanos8 y ohenjo!daro, como las dem-sciudades restauradas que había visitado, estaba llena con los habitualesanacronismos casuales. hillips vio im-enes de Shiva y Urishna aquí y all- enlos muros de los edi)icios que supuso que eran templos, y el benino rostro dela diosa madre Uali estaba en todas las pla%as. Seuro que aquellas deidades

-ina FL de D

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habían surido en la :ndia mucho despu&s del colapso de la civili%ación deohenjo!daro. >Eran indi)erentes los ciudadanos a esos asuntoscronolóicos? >7 obtenían un cierto placer malsano me%clando las &pocasB,una me%quita y una ilesia católica en la Alejandría riea, dioses hindúes enla prehistórica ohenjo!daro? <ui%- sus reistros del pasado se habían vistocontaminados con errores a lo laro de los miles de años. "o le hubierasorprendido ver banderas con las im-enes de (andhi y "ehru siendo llevadasen procesión por las calles. 3 aquí tambi&n había )antasmas y quimeras enran número, como si los ciudadanos se despreocuparan del límite entrehistoria y mito8 pequeños (anesh con randes cabe%as ele)antinas hundíantranquilamente sus trompas en las )uentes, una mujer con seis bra%os y trescabe%as tomaba el sol en una terra%a de ladrillo. >or qu& no? Seuramente&se era el lema de aquella ente$ 4Por qué no por qué no por qué no6 odían hacer todo lo que les complaciera, y lo hacían. Sin embaro, (ioia lehabía dicho, hacía mucho tiempo. V6os límites son muy importantes.W >Enqu& sentido, se preuntó hillips, se limitaban a sí mismos e4cepto en elnúmero de sus ciudades? >+abía una cuota, qui%-s, en el número de

RvisitantesR que se permitían secuestrar del pasado? +asta hoy había creídoque &l era el único8 ahora sabía que había al menos otro8 posiblemente hubieram-s en otros luares, un paso o dos por delante o detr-s de &l, haciendo elcircuito con los ciudadanos que viajaban incesantemente desde "uevaChicao a Chan!an y a Alejandría. *eberíamos unir nuestras )uer%as, pensó,y obliarles a enviarlos de vuelta a nuestras correspondientes &pocas.4?bligarles6 >Cómo? >:niciar una demanda leal, qui%-? >+acer unamani)estación por las calles? ensó tristemente en su )racaso en hacer causacomún con Pillouhby. Somos aliados naturales, pensó. 0untos qui%- pudi&ramos haber conseuido una cierta compasión de esta ente. ero paraPillouhby le resultaba literalmente impensable el que su 2uena /eina 2ess y

sus súbditos estuvieran completamente lejos de su alcance al otro e4tremo deuna barrera de centenares de silos de rosor. re)eriría creer que :nlaterraestaba a tan sólo unos pocos meses de viaje rodeando el Cabo de 2uenaEsperan%a, y que todo lo que necesitaba era apoderarse de una embarcación ei%ar velas en dirección a casa. obre Pillouhby8 probablemente nuncavolvería a ver su casa.

El pensamiento olpeó bruscamente a hillips$

7ampoco t8.

3 lueo$

/i pudieras &ol&er a casa 4lo desear,as realmente6

7na de las primeras cosas de que se había dado cuenta allí era que no sabíacasi nada sustancial acerca de su anterior e4istencia. Su mente estaba repletacon detalles de la vida de la "ueva 3or5 del silo , por supuesto8 pero desí mismo no podía decir mucho m-s que su nombre$ Charles hillips, y que procedía de HIG. >ro)esión? >Edad? >"ombre de los padres? >#enía esposa?>+ijos? >7n ato, un perro, hobbies? "inún dato$ nada. osiblemente los

-ina F de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

ciudadanos habían arrancado todas aquellas cosas de su cabe%a cuando lohabían traído allí, para ahorrarle el dolor de la separación. Eran capaces de esadelicade%a. Sabiendo tan poco de lo que había perdido, >podía decir realmenteque lo añoraba? Pillouhby parecía recordar mucho m-s de su vida anterior,y en consecuencia la añoraba m-s. A &l le habían ahorrado aquello. >or qu&no quedarse allí, e ir de ciudad en ciudad, viendo todo el pasado a medida quelos ciudadanos lo conjuraban y lo hacían nacer a la vida? >or qu& no? >orqu& no? *e todos modos, probablemente no tenía ninuna otra elección.

Se abrió camino de vuelta a la ciudadela y a los baños. Se sentía un pococomo un )antasma, merodeando por una ciudad de )antasmas. 2elilala no parecía haberse dado cuenta de que había estado ausente la mayor parte deldía. Estaba sentada sola en la terra%a de los baños, bebiendo pl-cidamente un brebaje lechoso que había sido espolvoreado con una especia de color oscuro.'l aitó neativamente la cabe%a cuando le o)reció uno iual.

 =>/ecuerdas que mencion& que vi un hombre de pelo rojo y con barba esta

mañana? =dijo hillips=. Es un visitante. +aN5 me lo dijo. =>*e veras? =preuntó 2elilala.

 =*e una &poca cuatrocientos años anterior a la mía. +abl& con &l. Cree que)ue traído hasta aquí por demonios. =hillips le lan%ó una mirada escrutadora =. 3o tambi&n soy un visitante, >verdad?

 =or supuesto, amor.

 =>3 cómo )ui traído yo hasta aquí? >or demonios tambi&n?

2elilala sonrió, indi)erente.

 =#endr-s que preunt-rselo a alún otro. +aN5, qui%-. "o he estudiadomuy pro)undamente esas cosas.

 =Entiendo. >Sabes si hay m-s visitantes aquí?

7n l-nuido encoerse de hombros.

 ="o muchos8 no, no realmente. Sólo he oído de tres o cuatro antes que tú.uede que ahora haya otros, supono. =Apoyó lieramente su mano sobre lade &l=. >6o est-s pasando bien en ohenjo!daro, Charles?

*ejó pasar la preunta como si no la hubiera oído.

 =6e preunt& a +aN5 por (ioia =dijo.

 =>9h?

 =e dijo que ya no est- aquí, que se )ue a #ombuctú o a "ueva Chicao, noestaba seuro de adónde.

-ina FI de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

 =Es muy probable. Como todo el mundo sabe, (ioia raras veces se quedamucho tiempo en un mismo luar. hillips asintió.

 =El otro día dijiste que (ioia es una e)ímera. Eso sini)ica que va a envejecer y a morir, >no?

 =Creí que habías comprendido eso, Charles.

 =>ientras que vosotros no envejecer&is? >"i +aN5, ni Stenard, ni ninunode los dem-s de vuestro rupo?

 =Jiviremos durante tanto tiempo como queramos =dijo ella=. ero noenvejeceremos, no.

 =><u& es lo que convierte a una persona en e)ímera?

 =Creo que nacen así. Ausencia de alún en, e4istencia de alún ene4traB, no lo s& en realidad. Es un )enómeno e4tremadamente raro. "o se

 puede hacer nada para ayudarles. El envejecimiento es muy lento. ero no puede ser detenido.

hillips asintió.

 =#iene que ser muy desaradable =murmuró=. *escubrir que eres una delas pocas personas que envejecen en un mundo donde todo el mundo siue joven. "o me sorprende que (ioia sea tan impaciente. "o me e4traña quecorra de luar en luar. "i que se a)errara tan r-pidamente al b-rbaro visitante peludo del silo , que procede de una &poca en la que todo el mundo erae)ímero. >"o dirías que ella y yo tenemos alo en común?

 =En cierto modo, sí.

 ="osotros comprendemos qu& sini)ica envejecer. Comprendemos lamuerte. *ime$ >va a morir muy pronto (ioia, 2elilala?

 =>ronto? >ronto? =le lan%ó una mirada in)antil, con los ojos muy abiertos =. ><u& es pronto? >Cómo puedo decirlo? 6o que tú piensas como pronto ylo que yo pienso como pronto no son la misma cosa, Charles. =Entonces suactitud cambió$ pareció estar escuchando lo que &l decía por primera ve%.Suavemente, dijo$

 ="o, no, Charles. "o creo que muera muy pronto.

 =Cuando me dejó en Chan!an, >era porque se había cansado de mí?

2elilala neó con la cabe%a.

 =Simplemente estaba inquieta. "o tenía nada que ver contio. "unca secansó de ti.

 =Entonces voy a ir a buscarla. All- donde est&$ #ombuctú, "ueva ChicaoB6a encontrar&. (ioia y yo nos pertenecemos el uno al otro.

-ina GQ de D

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 =<ui%- sí =dijo 2elilala=. Sí. Sí, creo que realmente os pertenec&is. = Sonaba absolutamente imperturbada, sin acusar el recha%o, sin parecer dolida =. #ienes ra%ón, Charles. Je con ella. 2úscala. Encu&ntrala. All- donde est&.

+abían empe%ado a desmantelar y a #ombuctú cuando hillips lleó all-.ientras estaba aún muy alto por encima de la ciudad, con su aleteador

)lotando encima de la polvorienta llanura tostada donde el río "íer seencontraba con las arenas del Sahara, un brotar de auda e4citación seapoderó de &l mientras contemplaba los cuadrados edi)icios de barro de techo plano de la ran capital abandonada. ero cuando aterri%ó encontróresplandecientes robots de met-lica piel hormiueando por todas partes, unaaut&ntica horda de ellos yendo apresuradamente de un lado a otro comoiantescos insectos brillantes, desmontando completamente el luar.

+asta entonces no había sabido nada de los robots. Así que era de este modocomo se reali%aban los milaros, comprendió$ un ej&rcito de dóciles m-quinas.6os imainó apresur-ndose hacia all- donde eran requeridos sus servicios,

suriendo de alún est&ril almac&n subterr-neo para juntar las pie%as deJenecia o #ebas o Unossos o +ouston o cualquier otro luar que hubiera sidodecidido, hasta sus m-s pequeños detalles, y lueo, en alún momento posterior, reresando para deshacer todo lo que habían modelado. 6osobservó ahora, derribando dilientemente las paredes de adobe, demoliendolas pesadas puertas con sus incrustaciones met-licas, borrando con sus bulldo%ers el sorprendente laberinto de calles y callejuelas, barriendocompletamente el mercado. En su última visita a #ombuctú aquel mercadoestaba atestado con una horda de velados tuares y )an)arroneantes moros,neros sudaneses, mercaderes sirios de saaces rostros, todos ellosreateando activamente la compra y la venta de camellos, caballos, mulos, placas de sal, enormes melones verdes, bra%aletes de plata, espl&ndidos

Coranes de peramino. #odos habían desaparecido ahora, toda aquella pintoresca multitud de aceitunados temporeros. Como tampoco se veíaninún ciudadano. El polvo de la destrucción )lotaba as)i4iante en el aire. 7node los robots se diriió a hillips y le dijo con vo% seca y chirriante, como deinsecto.

 ="o deberías estar aquí. Esta ciudad est- cerrada.

Contempló la parpadeante y %umbante )ranja de sensores y sondas quecru%aban el resplandeciente y ahusado hocico de la criatura.

 =Estoy buscando a aluien, un ciudadano que puede que haya estado aquí

hace poco. Su nombre esB

 =Esta ciudad est- cerrada =repitió ine4orable el robot.

 "o iban a seuir allí mucho m-s de una hora. "o hay comida aquí, dijo elrobot, ni aua, ni alojamiento. Esto ya no es un luar. "o puedes quedarte. "o puedes quedarte. "o puedes quedarte.

 3sto ya no es un lugar.

-ina GH de D

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<ui%- pudiera encontrarla en "ueva Chicao, entonces. Jolvió a elevarse, sediriió hacia el noroeste por encima de la enorme soledad. 6a tierra a sus piesse curvaba en el brumoso hori%onte, desnuda, est&ril. ><u& habían hecho conlos vestiios del mundo que había estado allí antes? >+abían soltado a susresplandecientes escarabajos de metal para que lo limpiaran todo? >"o habíaruinas de aut&ntica antiMedad en ninuna parte? >"inún rastro de /oma,ninuna huella de 0erusal&n, ninún muñón de los edi)icios de la <uintaAvenida? #odo era desolación all- abajo$ un escenario vacío, auardando a la pró4ima representación. Joló en un ran arco sobre la sobresaliente joroba de;)rica y sobre lo que suponía era la Europa meridional$ el pequeño vehículohacía todo el trabajo, dej-ndole a &l dormitar o mirar cuando deseara. *etanto en tanto veía otro aleteador pasar a lo lejos, una oscura y distantel-rima alada delineada contra la dura claridad del cielo. *eseó que e4istieraaluna )orma de establecer contacto por radio con ellos, pero no tenía ni ideade cómo hacerlo. #ampoco había nada que deseara decir8 tan sólo quería oíruna vo% humana. Estaba absolutamente aislado. :ual podría ser el últimohombre vivo sobre la #ierra. Cerró los ojos y pensó en (ioia.

 =>Así? =preuntó hillips. En una habitación ovalada panelada en mar)ilsesenta pisos por encima de las suavemente resplandecientes calles de "uevaChicao, llevó una pequeña cajita de )río pl-stico a su labio superior y pulsóel botón que había en su base. 9yó un sonido como de espuma, y lueo unvapor a%ul ascendió hasta sus )osas nasales.

 =Sí =dijo Cantilena=. Eso es.

*etectó un d&bil aroma a canela, clavo, y alo que muy bien hubiera podidoser lanosta a la parrilla. 6ueo le olpeó un espasmo de aturdimiento, y lasvisiones se acumularon en su cabe%a$ catedrales óticas, las pir-mides, el

Central ar5 bajo una reciente nevada, las madriueras de ladrillo deohenjo!daro, y otros cincuenta mil luares, todos a la ve%, una locacabalata a trav&s del espacio y del tiempo. areció proseuir durante silos.ero )inalmente su cabe%a se aclaró y miró a su alrededor, parpadeando,d-ndose cuenta de que todo el proceso sólo había durado un momento.Cantilena seuía de pie a su lado. 6os otros ciudadanos de la habitación = quince, veinte de ellos= apenas se habían movido. El e4traño hombrecillocon la piel como de celadón junto a la pared m-s alejada siuió mir-ndole.

 =>3 bien? =preuntó Cantilena= ><u& piensas?

 =:ncreíble.

 =3 completamente aut&ntico. Es una verdadera droa de "uevo Chicao. 6a)órmula e4acta. >#e ustaría otra?

 ="o ahora =dijo hillips, inquieto. Jaciló, y tuvo que luchar por mantenerel equilibrio. Esni)ar aquello tal ve% no hubiera sido una buena idea, pensó.

6levaba una semana en "ueva Chicao, o qui%-s eran dos, y aún su)ría la peculiar desorientación que aquella ciudad despertaba siempre en &l. Era la

-ina G de D

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cuarta ve% que venía allí, y siempre había sido iual. "ueva Chicao era laúnica de las ciudades reconstruidas de aquel mundo que en su encarnaciónoriinal había e4istido después de su &poca. ara &l era una avan%adilla delincomprensible )uturo8 para los ciudadanos era un simulacro m-s del pasadoarqueolóico. Esa paradoja lo llenaba de imposibles tensiones y con)usión.

6o que le había ocurrido a la &ieja Chicao era alo que por supuesto leresultaba imposible descubrir. *esaparecida sin la menor huella, eso estabaclaro$ ni la #orre de Aua, ni arina City, ni el +ancoc5 Center, ni el edi)iciodel 7ribune, ni un )ramento, ni un -tomo. ero era inútil preuntar a nadiedel millón laro de habitantes de "ueva Chicao acerca de su ciudad predecesora. Sólo eran temporeros8 no sabían m-s que lo que tenían quesaber, y todo lo que tenían que saber era cómo debían hacer lo que se suponíaque debían hacer para crear la ilusión de que era una aut&ntica ciudad. "onecesitaban saber historia antiua.

Como tampoco era probable que averiuara nada a trav&s de un ciudadano,

 por supuesto. 6os ciudadanos no parecían preocuparse demasiado por losaspectos eruditos. hillips no tenía ra%ones para creer que el mundo )ueraalo distinto a un parque de diversiones para ellos. En alún luar, sinembaro, tenían que e4istir aquellos que se habían especiali%ado en el estudioserio de las civili%aciones perdidas del pasadoB, porque, >cómo, de otromodo, podían ser traídas a la vida aquellas ciudades sobrenaturalmentereconstruidas?

 =6os plani)icadores =había oído decir en una ocasión a "issandra oAramayne= est-n pro)undi%ando en sus investiaciones sobre 2i%ancio. = >ero qui&nes eran los plani)icadores? "o tenía la menor idea. or todo lo quesabía, eran los robots. <ui%- los robots )ueran los aut&nticos dueños de toda

aquella &poca, quienes crearan las ciudades, no primariamente para divertir alos ciudadanos, sino en su propio y diliente intento de comprender la vida delmundo que había desaparecido a su alrededor. 7na loca especulación, sí8 perono carente de una cierta plausibilidad, pensó.

Se sentía oprimido por la alería de la )iesta a todo su alrededor.

 ="ecesito un poco de aire =le dijo a Cantilena, y se diriió hacia la ventana.Apenas estaba entreabierta, pero entraba alo de brisa. iró hacia la e4trañaciudad a sus pies.

 "ueva Chicao no tenía nada en común con la vieja, e4cepto su nombre. 6a

habían construido al menos a lo laro de la orilla occidental de un ran laoque podía ser el lao ichian, aunque cuando lo había sobrevolado le había parecido m-s ancho y menos alarado que el lao que recordaba. 6a ciudaden sí era una )ilirana de )antasía de esbeltos edi)icios color pastel que seal%aban en e4traños -nulos, entrela%ados por una tupida red de suavementeondulados puentes. 6as calles eran laros par&ntesis que tocaban el lao ensus e4tremos norte y sur y se arqueaban raciosamente hacia el oeste en elcentro. Entre cada uno de los randes bulevares corrían una serie de carriles

-ina GF de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

 para transportes públicos =bruñidos vehículos!burbuja color auamarina quese desli%aban sobre silenciosas ruedas=, y )lanqueando esos carriles habíalujuriantes )ranjas de parque. Era hermosa, sorprendente tambi&n, peroinsustancial. En su conjunto parecía haber sido construida a base de rayos desol y seda.

7na suave vo% a sus espaldas dijo$

 =>Se siente usted en)ermo?

hillips miró a su alrededor. El hombre de la piel como de celadón estaba a sulado$ una persona compacta, precisa, de apariencia vaamente oriental. Su te%tenía un tono curiosamente ris verdoso, distinto al de cualquier otra piel quehillips hubiera visto nunca, y su te4tura era e4traordinariamente lisa, como si)uera porcelana )ina.

 "eó con la cabe%a.

 =Sólo un poco mareado =dijo=. Esta ciudad siempre me da escalo)ríos. =Supono que puede llear a ser desconcertante =respondió el hombrecillo.Su tono era como velado, las in)le4iones e4trañas. +abía en &l alo )elino.arecía )uerte, )irme, casi amena%ador=. Es usted un visitante, >no?

hillips lo estudió unos momentos.

 =Sí =dijo.

 =3o tambi&n, por supuesto.

 =>*e veras?

 =*e veras. =El hombrecillo sonrió=. >Cu-l es su locali%ación? >Silo ?: como m-4imo, diría.

 =Soy de HIG. HIG d. C.

9tra sonrisa, esta ve% de autosatis)acción.

 =Entonces no he ido muy desencaminado. =7na brusca inclinación decabe%a=. 3Oan 3eovil.

 =>erdón? =dijo hillips.

 =3Oan 3eovil. Es mi nombre. Antiuamente coronel 3Oan 3eovil, de la#ercera Sepentríada.

 =>Eso est- en alún otro planeta? =preuntó hillips, sinti&ndose alomareado.

 =9h, no, en absoluto =dijo placenteramente 3Oan 3eovil=. En este mismomundo, se lo aseuro. Soy de orien completamente humano. Ciudadano de

-ina GG de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

la /epública del +an Superior, nacido en la ciudad de ort Ssu. 3 usted,disculpeB, >su nombre?B

 =6o siento. hillips. Charles hillips. *e la ciudad de "ueva 3or5, hace yatiempo.

 =@Ah, "ueva 3or5 =El rostro de 3Oan 3eovil se iluminó con un brillo dereconocimiento que desapareció r-pidamente=. "ueva 3or5B "ueva3or5B, s& que )ue muy )amosaB

#odo aquello era muy e4traño, pensó hillips. Ahora sintió una rancompasión hacia el pobre y desconcertado 1rancis Pillouhby. Este hombreviene de un tiempo tan alejado del mío que apenas conoce "ueva 3or5B, dehecho, debe ser un contempor-neo de la aut&ntica "ueva Chicao8 me preunto si encuentra )iel al oriinal esta versiónB, y sin embaro, para losciudadanos, este 3Oan 3eovil tambi&n es sólo un primitivo, una curiosaantiMedadB

 ="ueva 3or5 )ue la ciudad m-s rande de los Estados 7nidos de Am&rica = dijo hillips.

 =or supuesto. Sí. uy )amosa.

 =ero virtualmente olvidada en tiempos de la /epública del +an Superior,supono.

3Oan 3eovil pareció incómodo. *ijo$

 =+ubo alteraciones entre su &poca y la mía. ero no pretendía en absolutoque a trav&s de mis palabras tuviera usted la impresión de que su ciudad eraB

En la habitación resonaron repentinas risas. Cinco o seis reci&n lleados sehabían unido a la )iesta. hillips miró, abrió la boca, jadeó. Seuro que aqu&lera StenardB, y Aramayne a su ladoB, y aquella otra mujer, medio ocultatras ellosB

 =Si me disculpa un momentoB =dijo hillips, apart-ndose bruscamente de3Oan 3eovil=. or )avor, perdone. Acaba de llear aluienB, una personaque llevo intentando encontrar desdeB

Corrió hacia ella.

 =>(ioia? =llamó= @(ioia, soy yo @Espera @Espera

Stenard le bloqueaba el camino. Aramayne, que se había vuelto para tomarun puñado de los pequeños esni)adores de Cantilena, se lo bloqueaba tambi&n.hillips los empujó y pasó por entre ellos como si no e4istieran. (ioia, amedio camino hacia la puerta, se volvió y le miró como un cervatillo asustado.

 ="o te vayas =dijo &l. #omó su mano entre las suyas.

-ina GD de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

Se sintió sorprendido por su aspecto. >Cu-nto hacía desde su e4traña partidaaquella noche de misterios en Chan!an? >7n año? >7n año y medio? Esocreía. >9 había perdido todo rastro del tiempo? >Eran tan poco dinas decon)ian%a sus percepciones del paso de los meses en aquel mundo? arecía almenos die% o quince años m-s vieja. <ui%- realmente lo )uera8 qui%- los añoshabían pasado para &l como en un sueño, y &l nunca se había dado cuenta.arecía desastada, ajada. *esde aquel delado y e4trañamente alteradorostro, sus ojos llamearon hacia &l casi desa)iantes, como diciendo$ 4=es64=es lo fea que me he &uelto6

'l dijo$

 =#e he estado buscandoB, no s& durante cuanto tiempo, (ioia. Enohenjo, en #ombuctú, ahora aquí. <uiero estar de nuevo contio.

 =Eso no es posible.

 =2elilala me lo e4plicó todo en ohenjo. S& que eres una e)ímeraB, s& lo

que sini)ica, (ioia. >ero qu& importa? Empie%as a envejecer un poco. >3qu& importa? Sólo dispones de tres o cuatrocientos años de vida, en ve% de laeternidad. >Crees que no s& lo que sini)ica ser un e)ímero? Sólo soy unsimple hombre antiuo del silo , >recuerdas? Sesenta, setenta, ochentaaños es todo lo que tendremos. #ú y yo su)rimos la misma en)ermedad, (ioia.Eso es lo que primero te atrajo hacia mí. Estoy seuro de ello. or eso nos pertenecemos el uno al otro ahora. Sea cual sea el tiempo que nos queda, podemos pasarlo juntos, >no entiendes?

 =#ú eres el que no entiende, Charles =dijo ella con suavidad.

 =<ui%-. <ui%- sia sin entender una maldita cosa de este luar. E4cepto que

tú y yoB, que te quieroB, que creo que me quieresB

 =#e quiero, sí. ero tú no comprendes. Es precisamente debido a que tequiero que tú y yoB, tú y yo no podemosB

Con un suspiro desesperan%ado, desli%ó su mano )uera de las de &l. hillips)ue a sujetarla de nuevo, pero ella aitó neativamente la cabe%a y retrocediócon rapide% hacia el pasillo.

 =>(ioia?

 =or )avor =dijo ella=. "o. "unca hubiera venido aquí si hubiera sabido

que estabas tú. "o me sias. or )avor. or )avor.Se volvió y huyó.

'l se quedó mirando unos instantes, inmóvil, el luar por el que ella habíadesaparecido. Cantilena y Aramayne estaban a su lado, y le sonrieron como sino hubiera ocurrido nada en absoluto. Cantilena le o)reció un )rasquito llenode alún líquido ambarino burbujeante. 'l lo recha%ó con un esto brusco.

-ina GK de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

>*ónde voy a ir ahora?, pensó. ><u& voy a hacer? /etrocedió de vuelta a la)iesta.

3Oan 3eovil se desli%ó a su lado.

 =Est- usted muy alterado =murmuró el hombrecillo.

hillips le miró con ojos llameantes.

 =*&jeme en pa%.

 =<ui%- pueda serle de aluna ayuda. ="o hay ayuda posible =dijo hillips.Se volvió en redondo, tomó uno de los )rasquitos de una bandeja y enulló deolpe su contenido. 6e hi%o sentir como si hubiera dos hillips, uno a cadalado de 3Oan 3eovil. Enulló otro. Ahora eran cuatro.

 =Estoy enamorado de una ciudadana =estalló, #uvo la impresión de estarhablando a coro.

 =Amor. Ah. >3 ella le ama?

 =Eso creí. Eso creo. ero es una e)ímera. >Sabe usted lo que sini)ica eso? "o es inmortal como los dem-s. Envejece. Est- empe%ando a parecer vieja. 3 por eso ha huido de mí. "o quiere que yo vea como cambia. Supono que piensa que me horrori%ar-. :ntent& recordarle hace un momento que yotampoco soy inmortal, que ella y yo podemos envejecer juntos, pero ellaB

 =9h, no =dijo 3Oan 3eovil suavemente=. >or qu& cree que usted va aenvejecer? >+a envejecido en el tiempo que lleva aquí?

hillips le miró, desconcertado.

 =or supuesto que he envejecido. 3oB 3oB

 =>+a envejecido? =3Oan 3eovil sonrió=. Jamos. írese a usted mismo. =+i%o alo intrincado con sus dedos, y una %ona resplandeciente, como unespejo, apareció entre ellos. hillips contempló su propio re)lejo. 7n rostro juvenil le devolvió la mirada. Era cierto, entonces. Simplemente no había pensado en ello. >Cu-ntos años llevaba en aquel mundo? El tiempo se habíalimitado a desli%arse silencioso a su alrededor$ mucho tiempo, aunque no podía calcular cu-nto. En aquel luar no parecían llevar una cuenta detalladade su paso, ni &l tampoco lo había hecho. ero tenían haber sido varios años, pensó. #odo aquel interminable viajar un e4tremo a otro del lobo, tantasciudades que habían lleado y se habían ido, /ío, /oma, Asard, &sas eran lastres primeras que habían acudido a su menteB, y había habido otras8 lecostaba recordarlas todas. Años. Su rostro no había cambiado en absoluto. Eltiempo había tratado con dure%a a (ioia, pero no a &l.

 ="o comprendo =dijo=. >or qu& no enveje%co?

-ina GL de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

 =orque no es usted real =dijo 3Oan 3eovil=. >"o se ha dado cuenta deello?

hillips parpadeó.

 =>"oB real?

 =>Cree usted )ue arrebatado corporalmente de su tiempo? =preuntó elhombrecillo=. 9h, no, no8 no tienen )orma de hacer alo así. "o somosaut&nticos viajeros por el tiempo$ ni usted, ni yo, ni ninuno de los visitantes.Creí que sabía usted eso. ero qui%- su &poca es demasiado preco% para unaaut&ntica comprensión de estas cosas. Estamos hechos muy h-bilmente, miquerido amio. Somos ineniosas construcciones, maravillosamenterellenadas con los pensamientos y actitudes y sucesos de nuestra propia&poca. Somos su m-s espl&ndido loro, >sabe?8 mucho m-s complejo quecualquiera de estas ciudades. "os hallamos un paso m-s all- de lostemporerosB, mas que un paso, mucho m-s. Ellos sólo hacen aquello quehan recibido instrucciones de hacer, y su campo es muy limitado. En realidadno son m-s que m-quinas. ientras que nosotros somos autónomos. "osmovemos seún nuestra propia voluntad8 pensamos, hablamos, incluso, por loque parece, nos enamoramos. ero no envejecemos. >Cómo podemosenvejecer? "o somos reales. Somos simples entramados de respuestasmentales. Somos meras ilusiones, tan bien hechas que incluso nos enañamosa nosotros mismos. >"o sabía usted eso? *e veras, >no lo sabía?

Estaba en el aire, pulsando botones de destinos al a%ar. *e aluna )orma, sedescubrió encamin-ndose de vuelta a #ombuctú. 3sta ciudad está cerrada. @ano es un lugar. "o le importaba. >or qu& debería importarle nada?

6a )uria y una as)i4iante sensación de desesperación ardían en su interior. Soyso)tNare, pensó hillips. "o soy m-s que so)tNare.

 %o somos reales. 3stamos hechos muy hábilmente. /omos ingeniosasconstrucciones. /omos meras ilusiones.

 "inuna huella de #ombuctú era visible desde el aire. *e todos modosaterri%ó. El ris suelo arenoso era liso, asentado, como si nunca hubierahabido nada allí. Aún quedaban unos cuantos robots, ocup-ndose de losúltimos detalles que requería el cierre de una ciudad. *os de ellos avan%aronen su dirección. Enormes y blandos insectos resplandecientes de plateada piel. "o eran amistosos.

 ="o hay ninuna ciudad aquí =dijeron=. 'ste no es un luar permitido.

 =>ermitido por qui&n?

 ="o hay ninuna ra%ón para que est&s aquí.

 ="o hay ninuna ra%ón para que est& en ninún luar =dijo hillips. 6osrobots se aitaron, emitieron inquietos sonidos %umbantes y ominosos clics,aitaron sus antenas en todas direcciones. arecen turbados, pensó. "o

-ina G de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

 parece ustarles mi actitud. <ui%- est& corriendo alún rieso de ser llevado acasa para que revisen mi so)tNare y eliminen todo lo indeseable.

 =Ahora mismo me voy =les dijo=. (racias. uchas racias. =/etrocedió,alej-ndose de ellos, y subió al aleteador. ulsó m-s botones de destinos.

 %os mo&emos seg8n nuestra propia &oluntadA pensamos hablamos incluso por lo que parece nos enamoramos.

Aterri%ó en Chan!an. Esta ve% no había comit& de recepción auard-ndoleen la uerta de la 2rillante Jirtud. 6a ciudad parecía m-s rande yresplandeciente$ nuevas paodas, nuevos palacios. arecía que era invierno$soplaba un viento )río y cortante. El cielo estaba desprovisto de nubes y brillaba de modo ceador. En las escalinatas de la #erra%a de lata encontró a1rancis Pillouhby, una enorme )iura con maní)icas ropas de brocado, condos pequeñas y delicadas temporeras, hermosas como estatuas de jade,anidadas en sus bra%os.

 =@ilaros y maravillas @El lun-tico est- tambi&n aquí =ruió Pillouhby =. @ira, mira, hemos venido a la lejana Cathay, tú y yo

 %o estamos en ning8n lado, pensó hillips. /omos meras ilusiones tan bienhechas que incluso nos enga'amos a nosotros mismos.

 =areces un emperador con estas ropas, 1rancis =le dijo a Pillouhby.

 =@E4acto, pequeño reste 0uan =e4clamó Pillouhby=. @Como elmismísimo #amerl-n >"o soy mayest-tico? =*io una alere palmada ahillips en el hombro, un esto amistoso que lo envió contra los escalones,tosiendo y jadeando=. Jolamos por los aires, como hacen las -uilas, como

hacen los demonios, como hacen los -neles @Jolamos como los -neles@Como los -neles =Se acercó m-s, dominando a hillips con su estatura=.+ubiera tenido que ir a :nlaterra, pero esa mo%a 2elilala dijo que había unencantamiento sobre mí que me impedía volver a :nlaterra por el momento8así que viajamos a Cathay. *ime, compañero, >vendr-s conmio como testiocuando veamos :nlaterra de nuevo? >0urar-s que todo lo que hemos presenciado es cierto y verídico? orque me temo que dian que estoy loco,como arco olo, cuando les cuente que he volado hasta Cathay.

 =>7n loco respaldando las palabras de otro? =preuntó hillips= ><u& puedo decirte? #odavía siues pensando que puedes volver a :nlaterra,>verdad? =6a ira brotó a la super)icie, burbujeando ardiente=. Ah, 1rancis,1rancis, >conoces a vuestro Sha5espeare? >+as visto sus obras? "o somosreales. %o somos reales. Estamos hechos de la misma materia con que est-nhechos los sueños. 6os dos. Eso es lo que somos. @9h, mundo per)ecto ><u&:nlaterra? >*ónde? "o e4iste :nlaterra. "o e4iste 1rancis Pillouhby. "oe4iste Charles hillips. "o somos m-s queB

 =*&jalo, Charles =le interrumpió una )ría vo%.

-ina GI de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

Se volvió. 2elilala, con el atuendo de una emperatri%, bajaba la escalinata dela #erra%a de lata.

 =S& la verdad =dijo hillips amaramente=. 3Oan 3eovil me lo dijo. Elvisitante del silo J. 6e vi en "ueva Chicao.

 =>Jiste tambi&n a (ioia allí? =preuntó 2elilala.

 =2revemente. Est- mucho m-s vieja.

 =Sí. 6o s&. Estuvo aquí recientemente.

 =3 se ha marchado, supono. =*e nuevo a ohenjo, sí. Je tras ella,Charles. *eja al pobre 1rancis solo. 6e dije que te esperara. 6e dije que tenecesita, y que tú la necesitas.

 =uy amable de tu parte. >ero de qu& servir-, 2elilala? 3o ni siquierae4isto. 3 ella va a morir.

 =#ú e4istes. >Cómo puedes dudar de que e4istes? Sientes, >no?

 =>Crees que me ama?

 =S& que te ama. Je con ella, Charles. Je. 6e dije que te auardara enohenjo.

hillips asintió torpemente. ><u& tenía que perder?

 =Je a ella =dijo 2elilala de nuevo=. Ahora. =Sí =dijo hillips=. :r&ahora. =Se volvió a Pillouhby=. Si aluna ve% nos encontramos en6ondres, amio, testi)icar& a tu )avor. "o temas nada. #odo ir- bien, 1rancis.

6es dejó, y estableció el rumbo a ohenjo!daro, medio esperando hallar a losrobots desmont-ndola ya. ohenjo!daro seuía aún allí, no m-s atractiva queantes. 1ue a los baños, pensando que podría encontrar a (ioia allí. "o estaba8 pero encontró a "issandra, Stenard, 1enimon.

 =+a ido a Alejandría =le dijo 1enimon=. <uiere verla una última ve%, antesde que la cierren.

 =3a casi est-n listos para abrir Constantinopla =e4plicó Stenard=. 6acapital de 2i%ancio, ya sabes, la ran ciudad junto al Cuerno de 9ro./etirar-n Alejandría cuando abran 2i%ancio. *icen que ser- maravillosa. "os

veremos allí para la inauuración, naturalmente. ="aturalmente =dijo hillips

Joló a Alejandría. Se sentía d&bil y perdido. #oda aquella inútil locura, se dijo. "o soy m-s que un muñeco intentando tirar de sus hilos. ero en alún puntoencima del resplandeciente seno del mar Ar-bio las pro)undas implicacionesde alo que había dicho 2elilala empe%aron a )iltrarse en su interior, y sintióque su amarura, su rabia, su desesperación, comen%aban de pronto a

-ina DQ de D

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abandonarle. 78 e2istes. 4Cómo puedes dudar que e2istes6 4)mar,a >ioiaalgo que no es real6 or supuesto. or supuesto. 3Oan 3eovil estabaequivocado8 los visitantes eran alo m-s que meras ilusiones. *e hecho,3Oan 3eovil había dado vo% a la verdad de su condición sin comprender loque estaba diciendo realmente$ Pensamos amamos nos enamoramos. Sí. 'seera el núcleo de la situación. 6os visitantes podían ser arti)iciales, pero noeran irreales. 2elilala había intentado decírselo la otra noche. /ufres. )mas. )mas a >ioia. 4)mar,a >ioia algo que no es real6

Seuro que &l era real, o al menos lo bastante real. 6o que era en realidad podía ser ciertamente e4traño, alo que probablemente resultaríaincomprensible a la ente del silo a la que estaba destinado a simular.ero eso no sini)icaba que )uese irreal. >Era necesario nacer de mujer paraser real? "o. "o. "o. Este tipo de realidad era su)iciente realidad. "onecesitaba sentirse averon%ado por ello. 3, al comprender eso, comprendióque (ioia no necesitaba tampoco envejecer y morir. +abía una )orma en que podía ser salvada, lo único que se requería era que ella la aceptara. Si

quisieraBCuando aterri%ó en Alejandría )ue inmediatamente al hotel en las laderas delaneium, donde se habían alojado en su primera visita, hacía tanto tiempo8 yallí estaba ella, sentada inmóvil en un patio que dominaba el puerto y el 1aro.+abía alo tranquilo y resinado en la )orma en que estaba sentada. +abíarenunciado a todo. "i siquiera tenía )uer%as para seuir huyendo de &l.

 =(ioia =dijo suavemente.

arecía m-s vieja que en "ueva Chicao. Su rostro estaba tenso y demacradoy sus ojos parecían hundidos8 y ni siquiera se molestaba ya en luchar contra

aquellos mechones blancos que destacaban en claro contraste con la nerurade su pelo. Se sentó a su lado y apoyó su mano sobre las de ella, y miró hacialos obeliscos, los palacios, los templos, el 1aro. 1inalmente dijo$

 =Ahora s& lo que soy realmente.

 =>6o sabes, Charles? =Sonaba muy lejana.

 =En mi &poca lo llam-bamos so)tNare. Sólo soy un conjunto de órdenes,respuestas, re)erencias cru%adas, actuando sobre una especie de cuerpoarti)icial. Es un so)tNare in)initamente mejor que el que jam-s hubiera podidoimainar. ero en mi &poca apenas habíamos empe%ado a aprender.

2ombearon hasta aquí, desde el silo , todos mis re)lejos$ los estados de-nimo, los apetitos, las irracionalidades, el tipo e4acto de combatividad.Aluien sabe mucho acerca de cómo eran los hombres del silo . #ambi&nhicieron un buen trabajo con Pillouhby, toda esa retórica y )an)arroneríaisabelinas. 3 supono que tambi&n construyeron bien a 3Oan 3eovil. l   parece creerlo así$ >qui&n mejor para ju%ar? El silo J, la /epública del+an Superior, ente de piel verdeamarillenta, medio chinos, medio marcianos,

-ina DH de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

 por lo que s&. )lguien lo sabe. Aluien aquí es muy bueno proramando,(ioia.

Ella no le miraba.

 =Estoy asustada, Charles =dijo, aún de aquella )orma tan distante.

 =>*e mí? >9 de las cosas que estoy diciendo?

 ="o, no de ti. >"o ves lo que me ha ocurrido?

 =#e veo. Se han producido cambios.

 =Jiví mucho tiempo preunt-ndome cu-ndo se iniciarían esos cambios.6leu& a pensar incluso que tal ve% no se produjeran. ><ui&n desea creer queva a volverse viejo? ero empe%ó cuando est-bamos en Alejandría esa primerave%. En Chan!an la cosa )ue mucho peor. 3 ahoraB, ahoraB

 =Stenard me ha dicho que van a abrir muy pronto Constantinopla =dijo &l bruscamente.

 =>*e veras?

 =>"o quieres estar allí para la inauuración?

 =e estoy volviendo vieja y )ea, Charles.

 =:remos juntos a Constantinopla. Saldremos mañana, >eh? ><u& dices?#omaremos un barco. Es un viaje corto, simplemente cru%ar el editerr-neo.@Camino a 2i%ancio >Sabes?, había un poema, en mi &poca. 3 que suponoque no ha sido olvidado, puesto que lo proramaron en mí. #odos esos miles

de años, y aluien recuerda aún al viejo 3eats. 0os jó&enes abrazados los pájaros en los árboles. Jen conmio a 2i%ancio, (ioia.

Se encoió de hombros.

 =>Con este aspecto? >Jolvi&ndome m-s horrible a cada hora que pasa?>ientras ellos siuen eternamente jóvenes? >ientras t8B? =Jaciló8 su vo%se quebró8 uardó silencio.

 =#ermina la )rase, (ioia.

 =or )avor. *&jame sola.

 =:bas a decir$ Vientras t8 siues tambi&n eternamente joven, CharlesW, >no?Sabías desde un principio que yo no iba a cambiar nunca. 3o no lo sabía, perotú sí.

 =Sí. 6o sabía. 1inía creer que no era ciertoB, que cuando yo envejeciera túlo harías tambi&n. 1ue una estupide% por mi parte. En Chan!an, cuandoempec& a ver las primeras señalesB, entonces me di cuenta de que no podíaseuir contio. orque te miraría a ti, siempre joven, siempre aparentando la

-ina D de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

misma edad, y me miraría a mí, yB =+i%o un esto, las palmas hacia arriba =. Así que te dej& en bra%os de 2elilala y huí.

 =7n esto completamente innecesario, (ioia.

 =3o no lo creo así.

 =ero tú no tienes por qu& envejecer. @"o si no lo deseas ="o seas cruel,Charles =dijo ella -tonamente=. "o hay )orma aluna de escapar a eso.

 =Sí la hay =dijo &l.

 =#ú no sabes nada de esas cosas.

 ="o mucho, no =admitió &l=. ero veo cómo puede hacerse. <ui%- seauna solución obcecada y primitiva, muy propia del silo , pero creo que)uncionar-. +e estado d-ndole vueltas a la idea desde que abandon& ohenjo.*ime esto, (ioia$ >por qu& no puedes ir a ellos, a los proramadores, a los

artí)ices, a los plani)icadores, sean quienes sean, los que crean las ciudades ylos temporeros y los visitantes, y pedirles que haan contio lo mismo quehicieron conmio?

Ella al%ó la vista, sorprendida.

 =><u& est-s diciendo?

 =Ellos pueden reconstruir a un hombre del silo a partir sólo dereistros )ramentarios y convertirlo en alo plausible, >no? 9 a un isabelino,o a cualquier otro de cualquier era que decidan. 3 es aut&ntico, esconvincente. Así que, >por qu& no pueden hacer un trabajo mucho mejorcontio? >roducir una (ioia tan real que incluso la (ioia oriinal no puedadecir cu-l es la di)erencia? ero una (ioia que nunca enveje%caB, una (ioiaconstruida, una (ioia prorama, @una (ioia visitante >or qu& no? *ime porqu& no, (ioia.

Ella estaba temblando.

 =@"unca he oído que se hiciera alo así

 =>ero no crees que es posible?

 =>Cómo puedo saberlo?

 =Claro que es posible. Si pueden crear a los visitantes, tambi&n puedentomar a un ciudadano y duplicarlo de )orma queB

 ="unca se ha hecho. Estoy seura de ello. "o puedo imainar a ninúnciudadano aceptando alo así. Ceder su cuerpoB, dejar que sea convertidoenB, enB

Aitó la cabe%a, pero parecía un esto de sorpresa m-s que de neativa.

-ina DF de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

 =Seuro =dijo &l=. Ceder el cuerpo. #u cuerpo natural, tu cuerpo queenvejece, se arrua, se deteriora. ><u& hay de horrible en ello?

Estaba muy p-lida.

 =Esto es una locura, Charles. "o quiero volver a hablar de ello.

 =A mí no me suena a locura.

 ="o puedes comprenderlo.

 =>*e veras? ero puedo comprender el miedo a morir. "o me cuestademasiado comprender lo que es ser uno de los pocos que envejecen en unmundo donde nadie envejece. 6o que no puedo comprender es por qu& noest-s dispuesta a tomar en consideración la posibilidad deB

 ="o =dijo ella=. #e lo dio, es una locura. Se reirían de mí.

 =><ui&nes?

 =#odos mis amios. +aN5, Stenard, AramayneB =*e nuevo se neó amirarle=. ueden ser muy crueles, incluso sin darse cuenta de ello.*esprecian cualquier cosa que les pare%ca poco aradable, cualquier cosasudorosa y desesperada y cobarde. 6os ciudadanos no hacen esas cosas,Charles. 3 eso es precisamente lo que parecer- esto. Suponiendo que puedallevarse a cabo. Se sentir-n terriblemente superiores. 9h, ser-n dulces yamables conmio, mi querida (ioia, qu& maravilloso. (ioia, pero cuando mevuelva de espaldas se echar-n a reír. *ir-n las cosas m-s horribles sobre mí. "o podría soportarlo.

 =ueden permitirse las risas =dijo hillips=. Es )-cil mostrarse valiente y)río acerca de la muerte cuando sabes que vas a vivir siempre. Estupendo paraellos8 >pero por qu& tienes que ser la única que enveje%ca y muera? 3 adem-s,no se van a reír. "o son tan crueles como piensas. Super)iciales qui%-, pero nocrueles. Se alerar-n de que hayas hallado una )orma de salvarte. 3 en últimoe4tremo se ver-n liberados de la cara de sentirse culpables respecto a ti, yeso les complacer-. uedesB

 =2asta =dijo ella secamente.

Se levantó, se diriió a la barandilla del patio, miró hacia el mar. 'l )ue trasella. +abía velas rojas en el puerto, la lu% del sol se re)lejaba en los costados

del 1aro, los palacios de los ptolomeos se destacaban blancos contra el cielo.Apoyó lieramente su mano sobre el hombro de la mujer. Ella hi%o un estocomo para apartarse, pero siuió donde estaba.

 =Entonces teno otra idea =dijo &l suavemente=. Si tú no quieres ir a los plani)icadores, yo lo har&. /eproramadme, les dir&. Arrelad las cosas demodo que yo empiece a envejecer al mismo ritmo que ella. Así ser& m-saut&ntico, les dir&, si se supone que debo representar el papel de un hombredel silo . Con el transcurso de los años se ir-n )ormando arruas en mi

-ina DG de D

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

rostro, mi pelo se volver- blanco, caminar& un poco m-s lentamenteB,envejeceremos juntos, (ioia. Al in)ierno con tus encantadores amiosinmortales, (ioia. "os tendremos el uno al otro$ "o los necesitaremos.

Ella se volvió en redondo. Sus ojos estaban desorbitados por el horror.

 =>Est-s hablando en serio, Charles?

 ="aturalmente.

 ="o =murmuró ella=. "o. #odo lo que me has dicho hoy es unamonstruosa estupide%. >"o te das cuenta de ello?

El buscó su mano y la rodeó con las suyas.

 =#odo lo que estoy intentando hacer es hallar aluna )orma en la que tú y yo podamosB

 ="o dias m-s=murmuró ella=. or )avor. =/-pidamente, como siretrocediera ante una repentina llama, retiró su mano y se la llevó a la espalda.Aunque su rostro estaba tan sólo a unos centímetros del de ella, hillips sintióque un enorme abismo se abría entre los dos. Se miraron el uno al otro por unmomento8 lueo ella se volvió r-pidamente hacia la derecha, pasó por su ladoy echó a correr hacia la salida del patio.

6a contempló marcharse, desconcertado, por el laro corredor de m-rmolhasta que desapareció de su vista. Era una locura seuirla, pensó. 6a había perdido8 eso estaba claro, m-s all- de toda duda. Estaba aterrori%ada de &l.>or qu& causarle m-s anustia? ero de aluna )orma se descubrió corriendo por los salones del hotel, siuiendo el serpenteante sendero del jardín,

entrando en la )resca y verde espesura del aneium. Creyó verla en el atrio del palacio de Adriano, pero cuando entró en &l las salas de piedra, repletas deecos, estaban vacías. reuntó a un temporero que estaba barriendo laescalinata$

 =>+as visto a una mujer ir en esta dirección? =7na melancólica einconcreta mirada )ue toda su respuesta.

hillips maldijo y se alejó.

 =>(ioia? =llamó=. @Espera @Juelve

>Era ella aquella silueta que se diriía a la 2iblioteca? asó corriendo junto alos sorprendidos y murmurantes bibliotecarios y por entre las estanterías,mirando por los sombríos pasillos, m-s all- de los montones de rollos de peraminos con sus dobles manos.

 =>(ioia? 9>ioia: =Era un sacrileio ritar de aquella manera en aquelsilencioso luar. ero no le importó.

-ina DD de D

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7/23/2019 Camino a Bizancio (Robert Silverberg)

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

Salió por una puerta lateral, bajó hasta el puerto. @El 1aro El terror loabrumó. Ella podía estar ya a un centenar de pasos subiendo aquella rampa,dirii&ndose al parapeto desde el que qui%- pensara arrojarse al mar.Apartando ciudadanos y temporeros como si )ueran bri%nas de paja, corrió alinterior. Empe%ó a subir, sin detenerse para recuperar el aliento, pese a quesus pulmones sint&ticos le chillaban pidiendo un respiro y su cora%ónineniosamente diseñado bombeaba alocado. En la primera terra%a imainócaptar un atisbo de ella, pero dio toda la vuelta sin descubrirla. Adelante,arriba. 6leó hasta la cima, a la propia c-mara del )anal$ ninún rastro de(ioia. >+abía saltado? >+abía descendido por una rampa mientras &l subía por la otra? Se a)erró a la barandilla y miró )uera, abajo, escrutando la basedel 1aro, las rocas de la orilla, la cal%ada de acceso. "inún rastro de (ioia.6a encontraría en alún luar, pensó. Seuiría buscando hasta que laencontrara. 2ajó corriendo la rampa, llamando su nombre. Alcan%ó el niveldel suelo y volvió a la carrera al centro de la ciudad. >3 ahora qu&? >Eltemplo de oseidón? >6a tumba de Cleopatra?

Se detuvo en medio de la calle Canopus, tambaleante, mareado. =>Charles? =dijo ella.

 =>*ónde estabas?

 =Aquí mismo. A tu lado. =arecía haberse materiali%ado del aire. Su rostrono estaba en absoluto enrojecido, sus ropas no mostraban el menor sino detranspiración. >+abía estado persiuiendo a un )antasma por toda la ciudad?Ella avan%ó hacia &l y tomó su mano, y dijo suave, tiernamente.

 =>+ablabas realmente en serio acerca de que ellos hicieran que envejecieses?

 =Si no hay otra )orma, sí.

 =6a otra )orma es tan aterradora, Charles.

 =>6o es?

 ="o puedes comprender cu-nto.

 =>-s aterradora que envejecer? ><ue morir?

 ="o lo s& =dijo ella=. Supono que no. *e lo único que estoy seura esde que no quiero que enveje%cas, Charles.

 =ero no teno por qu& hacerlo, si tú quieres. >#eno que hacerlo? =lamiró directamente a los ojos.

 ="o =dijo ella=. "o tienes que hacerlo. "inuno de los dos tiene quehacerlo.

hillips sonrió.

-ina DK de D

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7/23/2019 Camino a Bizancio (Robert Silverberg)

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

 =#endríamos que irnos de aquí =dijo al cabo de un momento=. Crucemoshasta 2i%ancio, >sí, (ioia? Estaremos en Constantinopla para la inauuración.#us amios estar-n allí. 6es diremos lo que hemos decidido hacer. Ellossabr-n cómo arrelarlo. Aluien lo sabr-.

 =Suena tan e4traño =dijo (ioia=. Convertirme enB >un visitante? >7n

visitante en mi propio mundo?

 =Eso es lo que has sido siempre.

 =Sí, supono que sí. En un cierto sentido. ero al menos he sido real  hastaahora.

 =>Acaso yo no lo soy?

 =>6o eres, Charles?

 =Sí. #an real como tú. Al principio me sentí )urioso, cuando supe la verdad

sobre mí. ero lleu& a aceptarlo. En alún luar entre ohenjo y aquí, me dicuenta de que no había nada reprochable en ser lo que soy8 que percibo lascosas, )ormo ideas, saco conclusiones. Estoy muy bien diseñado, (ioia. "o puedo decir la di)erencia entre ser lo que soy y estar completamente vivo, y para mí eso es lo su)icientemente real. ienso, siento, e4perimento alería ydolor. Soy tan real como necesito ser. 3 tú lo ser-s tambi&n. "unca dejar-s deser (ioia, >sabes? Es sólo tu cuerpo lo que desechar-s, ese cuerpo que te juóuna tan mala pasada. =Acarició su mejilla con la yema de sus dedos=. Senos dijo ya antes, hace mucho tiempo$

na &ez fuera de la naturaleza nunca debo tomarmi forma corpórea para ninguna cosa natural

 sino esa forma como la que construyen los herreros griegosde oro batido y oro esmaltado para mantener a un so'oliento emperador despiertoD

 =>Es el mismo poema? =preuntó ella.

 =El mismo poema, sí. El antiuo poema que aún no ha sido olvidado porcompleto.

 =#ermínalo, Charles.

Do elaborar una rama de oro para que cante

a los se'ores y damas de Bizanciolo que ha pasado o está pasando o ha de pasar.

 =Es hermoso. ><u& sini)ica?

 =<ue no es necesario ser mortal. <ue podemos permitirnos ser reunidos enel arti)icio de la eternidad, que podemos ser trans)ormados, que podemos irm-s all- de la carne. 3eats no quería darlo a entender e4actamente de lamisma )orma que nosotros, no comprendería ni una palabra de lo que estamos

-ina DL de D

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7/23/2019 Camino a Bizancio (Robert Silverberg)

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Camino ) Bizancio obert /il&erberg 

hablando ahora, y sin embaroB, sin embaroB, la verdad subyacente es lamisma. @Jive, (ioia @Conmio =Se volvió hacia ella y vio que el colorascendía a sus p-lidas mejillas=. 6o que estoy suiriendo tiene sentido, >no.?6o intentar-s, >verdad? Cualquier cosa que sea lo que crea a los visitantes, puede ser empleado para remodelarte a ti. >Correcto? ><u& crees? >uedenhacerlo, (ioia?

Asintió, de )orma casi imperceptible.

 =Creo que sí =dijo d&bilmente=. Es muy e4traño. ero creo que puedellear a ser posible. >or qu& no, Charles? >or qu& no?

 =Sí =dijo &l=. >or qu& no?

or la mañana alquilaron un pequeño barco en el puerto, una embarcación baja y esbelta con una vela rojo sanre, manejada por un temporero deaspecto truhanesco cuya sonrisa era irresistible. hillips proteió sus ojos conuna mano y miró hacia el norte a trav&s del mar. Casi creyó poder distinuir la

silueta de la ran ciudad e4tendi&ndose sobre sus siete colinas, la "ueva/oma de Constantino junto al Cuerno de 9ro, el enorme domo de +aiaSo)ía, las oscuras murallas de la ciudadela, los palacios y las ilesias, el+ipódromo, Cristo al%-ndose loriosamente sobre todo lo dem-s en un brillante mosaico re)lejando hacia todos lados la lu%.

 =2i%ancio =dijo hillips=. 6l&vanos hasta allí por el camino m-s corto ym-s r-pido.

 =Con placer =dijo el barquero, con una inesperada obsequiosidad.

(ioia sonrió. hillips no la había visto tan vibrantemente viva desde la noche

de la )iesta imperial en Chan!an. 2uscó su mano =sus )inos dedostemblaban lieramente=, y la ayudó a subir a la embarcación.

 

#ítulo oriinal en inl&s$ /ailing to Byzantium