Cáncer de Pulmón

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CÁNCER DE PULMÓN Introducción Los pulmones son un par de órganos que dan oxígeno al cuerpo y expulsan el dióxido de carbono, un producto de desecho producido por las células del cuerpo. Los bronquios, por su parte, son unos tubos a través de los cuales llega el aire inspirado desde la boca a los pulmones; se dividen en otros tubos cada vez más pequeños, denominados bronquiolos, hasta formar los alveolos que es dónde se produce el intercambio de gases con la sangre venosa. El cáncer de pulmón se produce por el crecimiento exagerado de células malignas en este órgano, y que si no se diagnostica a tiempo puede desplazarse hacia otros órganos del cuerpo. La mayoría de las formas de cáncer de pulmón se origina en las células de los pulmones; sin embargo, el cáncer puede también propagarse (metástasis) al pulmón desde otras partes del organismo Definición Cáncer que se forma en los tejidos del pulmón, por lo general, en las células que recubren las vías respiratorias. Epidemiologia El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer en hombres y también es frecuente en mujeres, aunque por detrás del cáncer de mama, el de colon, y otros cánceres ginecológicos. Por desgracia, aproximadamente el 85% de los pacientes fallecen cinco años después de ser diagnosticados. Más del 80% de los casos de cáncer de pulmón derivan exclusivamente de la exposición al humo del tabaco. Todo ello indica que a pesar de su alta mortalidad es uno de los cánceres más evitables. Sin embargo, aunque el tabaco es el principal responsable de la aparición de esta afección, cualquier persona puede desarrollar un cáncer de pulmón. En los últimos 30 años han sido muchas las campañas contra el tabaquismo, y esto, junto al desarrollo de nuevos tratamientos, ha contribuido a que disminuya notablemente el número de hombres muertos por cáncer de pulmón. Por el contrario, el número de

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CÁNCER DE PULMÓN

IntroducciónLos pulmones son un par de órganos que dan oxígeno al cuerpo y expulsan el dióxido de carbono, un producto de desecho producido por las células del cuerpo. Los bronquios, por su parte, son unos tubos a través de los cuales llega el aire inspirado desde la boca a los pulmones; se dividen en otros tubos cada vez más pequeños, denominados bronquiolos, hasta formar los alveolos que es dónde se produce el intercambio de gases con la sangre venosa.

El cáncer de pulmón se produce por el crecimiento exagerado de células malignas en este órgano, y que si no se diagnostica a tiempo puede desplazarse hacia otros órganos del cuerpo. La mayoría de las formas de cáncer de pulmón se origina en las células de los pulmones; sin embargo, el cáncer puede también propagarse (metástasis) al pulmón desde otras partes del organismo

Definición Cáncer que se forma en los tejidos del pulmón, por lo general, en las células que recubren las vías respiratorias.

EpidemiologiaEl cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer en hombres y también es frecuente en mujeres, aunque por detrás del cáncer de mama, el de colon, y otros cánceres ginecológicos. Por desgracia, aproximadamente el 85% de los pacientes fallecen cinco años después de ser diagnosticados.

Más del 80% de los casos de cáncer de pulmón derivan exclusivamente de la exposición al humo del tabaco. Todo ello indica que a pesar de su alta mortalidad es uno de los cánceres más evitables. Sin embargo, aunque el tabaco es el principal responsable de la aparición de esta afección, cualquier persona puede desarrollar un cáncer de pulmón.

En los últimos 30 años han sido muchas las campañas contra el tabaquismo, y esto, junto al desarrollo de nuevos tratamientos, ha contribuido a que disminuya notablemente el número de hombres muertos por cáncer de pulmón. Por el contrario, el número de mujeres con cáncer de pulmón ha aumentado, debido a que hay más mujeres fumadoras que antes.

Causas del cáncer de pulmón Tabaco. Es la principal causa. El humo de tabaco, con su elevada concentración de carcinógenos,

va a parar directamente al aire y es inhalado tanto por los fumadores como por los no fumadores. Dejar de fumar también reduce de manera significativa el riesgo de contraer otras enfermedades relacionadas con el tabaco, como las enfermedades del corazón, el enfisema y la bronquitis crónica.

Efectos del radón. El radón es un gas radiactivo que se halla en las rocas y en el suelo de la tierra, formado por la descomposición natural del radio. Al ser invisible e inodoro, la única manera de determinar si uno está expuesto al gas es medir sus niveles. Además, la exposición al radón combinada con el cigarrillo aumenta significativamente el riesgo de contraer cáncer de pulmón. Por lo tanto, para los fumadores, la exposición al radón supone un riesgo todavía mayor.

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Exposición a carcinógenos. El amianto es tal vez la más conocida de las sustancias industriales relacionadas con el cáncer de pulmón, pero hay muchas otras: uranio, arsénico, ciertos productos derivados del petróleo, etc.

Predisposición genética. Se sabe que el cáncer puede estar causado por mutaciones (cambios) del ADN, que activan oncogenes o los hacen inactivos a los genes supresores de tumores. Algunas personas heredan mutaciones del ADN de sus padres, lo que aumenta en gran medida el riesgo de desarrollar cáncer.

Agentes causantes de cáncer en el trabajo. Entre las personas con riesgo se encuentran los mineros que inhalan minerales radiactivos, como el uranio, y los trabajadores expuestos a productos químicos como el arsénico, el cloruro de vinilo, los cromatos de níquel, los productos derivados del carbón, el gas de mostaza y los éteres clorometílicos.

Marihuana. Los cigarrillos de marihuana contienen más alquitrán que los de tabaco. Igualmente, el humo se inhala profundamente y se retiene en los pulmones por largo tiempo. Además, los cigarrillos de marihuana se fuman hasta el final, donde el contenido de alquitrán es mayor.

Inflamación recurrente. La tuberculosis y algunos tipos de neumonía a menudo dejan cicatrices en el pulmón. Estas cicatrices aumentan el riesgo de que la persona desarrolle el tipo de cáncer de pulmón llamado adenocarcinoma.

Polvo de talco. Algunos estudios llevados a cabo en mineros y molineros de talco sugieren que éstos tienen un mayor riesgo de desarrollar dicha enfermedad debido a la exposición de los mismos al talco de calidad industrial. Este polvo, en su forma natural, puede contener amianto.

Otros tipos de exposición a minerales Las personas con silicosis y beriliosis (enfermedades pulmonares causadas por la inhalación de ciertos minerales) también tienen un mayor riesgo de padecer de cáncer de pulmón.

Exceso o deficiencia de vitamina A. Las personas que no reciben suficiente vitamina A tienen un mayor riesgo de padecer de cáncer de pulmón. Por otra parte, tomar demasiada vitamina A también puede aumentar el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón.

Contaminación del aire. En algunas ciudades, la contaminación del aire puede aumentar ligeramente el riesgo del cáncer de pulmón. Este riesgo es mucho menor que el causado por el hábito de fumar.

Tipos de cáncer de pulmónHay varios tipos de cáncer de pulmón. Es clave poder identificar qué tipo de cáncer padece el paciente, ya que el tratamiento y el pronóstico son radicalmente diferentes entre ellos. En primer lugar, se pueden dividir los tipos de cáncer en dos grandes grupos:

Cáncer de pulmón de células pequeñas: también se llama cáncer microcítico o en “granos de avena”; representa el 10-15% de todos los cánceres de pulmón. Este tumor suele encontrarse en la parte más central de los pulmones y es el más agresivo de todos; casi siempre invade partes del cuerpo humano muy lejanas de los pulmones. Además, es capaz de provocar síndromes paraneoplásicos, es decir, puede sintetizar hormonas y otras sustancias que provocan alteraciones a nivel neurológico, endocrinológico, etcétera.

Cáncer de pulmón de células no pequeñas: se engloban en este grupo distintos tipos de cáncer que se asemejan en su tratamiento y pronóstico. Se puede distinguir cada tipo por sus diferencias celulares microscópicas, es decir, por las diferencias de sus células al microscopio.

Adenocarcinoma: este tumor se encuentra en la periferia del pulmón y no tiene una relación muy estrecha con el tabaco. Es típico de mujeres, no fumadores, y se relaciona con antiguas cicatrices en el pulmón (por ejemplo, por una neumonía o por antiguas cirugías). Se puede diseminar a

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través de la sangre, así que sus primeros síntomas muchas veces no tienen nada que ver con los pulmones.

Carcinoma epidermoide o escamoso: es un tumor que surge en el centro de los pulmones y es el más relacionado con el tabaco. Es cada vez menos frecuente en los hombres, pero aumenta el número de casos en las mujeres. Cuando se diagnostica, en la mitad de los casos no se extiende más allá del tórax.

Carcinoma de células grandes: son variantes de los dos anteriores. Como su nombre indica, las células tienen un tamaño mayor al habitual.

Otros tipos de cáncer de pulmón a tener en cuenta son el mesotelioma, que es un tumor benigno o maligno de la pleura que recubre los pulmones, y distintos tipos de tumores benignos, que no tienen complicación alguna, como son los hamartomas y adenomas. Tampoco se debe olvidar que los pulmones son un lugar frecuente de metástasis de otros tumores que pueden aparecer originalmente en otros órganos.

Síntomas del cáncer de pulmónSólo al 5-15% de las personas se les detecta un cáncer de pulmón sin síntomas, normalmente al realizarles una radiografía de tórax de rutina, así que la gran mayoría de las personas tienen síntomas cuando se les diagnostica el cáncer y, a veces, la enfermedad está bastante avanzada. Los síntomas más frecuentes en una persona con cáncer de pulmón son los siguientes:

Tos: por compresión de los bronquios o la tráquea; es el síntoma más frecuente en el cáncer de pulmón. Un cambio brusco en el tipo de tos de un fumador mayor de 50 años puede ser suficiente para que esté indicada una radiografía de tórax.

Hemoptisis: toser sangre, cuando el tumor provoca una herida abierta en la luz de las vías aéreas. Hay que tener en cuenta que la primera causa de hemoptisis no es el cáncer de pulmón, sino una infección respiratoria (por ejemplo, por tuberculosis).

Pitos, dificultad al paso del aire, neumonías de repetición... (todo por obstrucción de las vías aéreas bajas).

Dolor torácico y dificultad para inspirar aire: por afectación de la pleura y las costillas a causa del tumor.

Derrame pleural maligno: líquido entre las costillas y el pulmón que impide que los pulmones se puedan expandir correctamente.

Además de estos síntomas comunes, el cáncer de pulmón puede afectar a otras zonas del cuerpo humano según su localización. Así, también se pueden encontrar trastornos de disfagia, es decir, dificultad para tragar por compresión del esófago, o al comprimirse alguno de los nervios internos se puede provocar ronquera o afonía por parálisis de las cuerdas vocales, dificultad para respirar por parálisis del diafragma, caída del párpado, debilidad de un brazo, etc. También pueden afectarse las grandes venas internas, provocando que la sangre de la cabeza no retorne al corazón correctamente y se produzca una hinchazón de la cara y el cuello.

Cuando el cáncer está más desarrollado, el paciente comienza a perder el apetito, pierde peso y sus defensas disminuyen. La fiebre también es una manifestación del cáncer, así como alteraciones analíticas que se pueden apreciar en análisis de sangre.

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Diagnóstico del cáncer de pulmónUn diagnóstico temprano de la enfermedad puede evitar que el cáncer de pulmón se haya extendido demasiado y resulte incurable. Para ello se necesita una alta sospecha clínica y la ayuda de pruebas complementarias.

Clínica: se debe estar alerta ante la aparición de tos que no cesa u otros cambios bruscos en las vías respiratorias; esta alerta es de especial importancia en fumadores o ex-fumadores. El médico debe informarse sobre el número de paquetes diarios-año que consume el paciente para así conocer cuál es el nivel de su riesgo.

Radiografía de tórax: es capaz de detectar pequeñas manchas y lesiones hasta dos años antes de que aparezcan síntomas.

TAC: la tomografía axial computerizada realiza imágenes del tórax en cortes, y ayuda a ver el tamaño del tumor y si afecta a órganos vecinos.

Broncoscopia: se realiza una vez localizado el tumor y si este se encuentra cercano a un bronquio. Consiste en introducir una cámara con unas pinzas que toman muestras del tumor, para realizar un análisis al microscopio y poder diferenciar qué tipo es; de esta forma, se puede decidir cuál es el mejor tratamiento.

Citología de esputo: es un método menos invasivo que el anterior. Consiste en realizar un análisis al microscopio del esputo del paciente para buscar células malignas. Se realiza cuando hay sospecha previa de cáncer de pulmón.

Toracocentesis: punción del tórax para extraer líquido del derrame pleural, si lo hay, y buscar al microscopio células malignas.

Biopsia a cielo abierto: cuando el tumor no resulta accesible por broncoscopia y se encuentra en la periferia del pulmón, se puede realizar una biopsia haciendo una pequeña apertura al tórax desde el exterior

Tratamiento del cáncer de pulmónPara decidir cuál es el mejor tratamiento para un tumor es esencial conocer qué tipo de cáncer de pulmón es y cuál es su extensión. Además, es igual de importante saber la edad del paciente y su estado de salud. Todos estos datos indican si un paciente es susceptible de ser operado (se puede operar porque su estado físico lo permite), y si el tumor es resecable (la cirugía puede extirpar el tumor).

Cuando lo es, el paciente puede ser intervenido quirúrgicamente y, en algunos casos, la cirugía resulta curativa. Los tipos de cirugía son más o menos agresivos según la extensión del pulmón que sea preciso eliminar:

Resección en cuña: se extirpa solo una cuña del pulmón con el tumor.

Lobectomía: se extirpa un lóbulo pulmonar.

Neumectomía: se extirpa un pulmón entero.

Si la cirugía no es suficiente, o para ayudar a la curación, se utilizan la radioterapia y la quimioterapia. La radioterapia consiste en suministrar rayos X dirigidos hacia el tumor, con el fin de destruir las células malignas que se están multiplicando sin control, ya que son especialmente

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sensibles a la radiación. El problema es que la radiación también daña células sanas del organismo como son las células de la piel, de la sangre o del esófago.

Quimioterapia

La quimioterapia consiste en la administración de fármacos que también destruyen las células tumorales pero, al igual que la radioterapia, tiene efectos nocivos sobre las células sanas del organismo y provoca efectos indeseables como náuseas, vómitos, cansancio, caída del cabello y llagas en la boca.

Medicación

En la actualidad se están descubriendo nuevos medicamentos que serían capaces de actuar específicamente sobre las células malignas; esto se conoce como terapias dirigidas, y muchas de ellas están en proceso de estudio para aplicarlas en pacientes.

Prevención del cáncer de pulmónDesgraciadamente no hay una prueba de rutina que sirva para detectar el cáncer de pulmón, como lo es la mamografía en el cáncer de mama. Se han realizado estudios con la radiografía de tórax, pero no han dado buenos resultados en la detección del cáncer, además de aportar radiación innecesaria.

Por ello, la única prevención posible del cáncer de pulmón es evitar la exposición a sus desencadenantes ambientales, siendo el principal de ellos el humo del tabaco. Abandonar el tabaco es la única forma de evitar una enfermedad que, en la mayor parte los casos, acaba con la vida de los que la sufren. Es por ello que los médicos están comprometidos a ofrecer toda su ayuda a los fumadores que están motivados para dejar su hábito.

Sin embargo, conseguir abandonar el tabaco es realmente difícil, ya que la adicción física y psicológica a la nicotina es muy fuerte. Hay diversos métodos para ayudar a los fumadores, entre los que se incluye el asesoramiento, la terapéutica conductual, la restitución de la nicotina (chicles, parches, inhaladores) y ciertos medicamentos (bupropión). Sin embargo, solo se consiguen buenos resultados en el 20-25% de los pacientes, por ello lo mejor es no empezar a fumar.

Hay que tener en cuenta, además, que la exposición al humo del tabaco no se da solamente en fumadores, ya que son muchas las personas que inhalan el humo del tabaco no habiendo elegido fumar. Ahí es cuando la sociedad interviene para evitar el perjuicio que supone sobre la salud de la población, y se implantan legislaciones que promueven un ambiente sin humo.