Cap. 2 de Teoría Didáctica

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Capítulo2.- De la comunicación a la didáctica de la lengua 1 TEORÍA DIDÁCTICA CAPÍTULO 1 De la comunicación a la Didáctica de la Lengua Introducción Una explicación de lo que el fenómeno de la comunicación supone para el hom- bre implica, de entrada, una reflexión sobre el hombre mismo y su vida desde el punto de vista antropológico, para así poner de manifiesto qué relación e influencia existen entre la comunicación y las funciones vitales que en el hombre se desenvuelven y las dimensiones en que se desarrolla la vida humana. El hombre actual apareció sobre la Tierra hace ya unos 50 000 años, aparición re- lativamente reciente si la comparamos con los 50 millones de años que datan los ma- míferos; más aún con los 2 000 millones en que se manifiesta la naturaleza viva, y mu- chísimo más con los 5 000 millones en que se cifra la edad de nuestro planeta. No obs- tante su tardía aparición, el hombre logra alcanzar la posición suprema en el escalafón de los seres vivos. Lo que ha contribuido de manera decisiva a la primacía humana so- bre los otros seres es una cuestión que vamos a abordar a continuación. Cualesquiera que sean los criterios que se argumenten sobre el origen de la hu- manidad, hoy nadie pone en duda seriamente la condición animal del hombre. En efecto, con los animales comparte la capacidad de moverse, dormir, comer, crecer y reproducirse, y la más simple comparación con los mamíferos, por ejemplo, pone de manifiesto sorprendentes similitudes en el cráneo, cerebro, miembros superiores e inferiores, sentidos y disposición general de los órganos internos. Nada tiene, pues, de extraño que desde Linneo (s. XVIII) y Darwin (s. XIX) se incluya al hombre en el reino animal. La moderna Antropología, más precisa en sus conclusiones, lo clasifica, en la ta- xonomía animal, en el orden de los primates y lo incluye en la familia de los homíni- dos, especímenes antropomorfos que vivieron y alcanzaron su plenitud durante la Era Cuaternaria, con una antigüedad comprendida entre 2 y 4 millones de años, o tal vez 5. A lo largo de este periodo de tiempo, acontece el proceso de hominización, durante el cual aquel hombre arcaico experimenta en su estructura anatómica una serie de muta- ciones cualitativas de tal importancia, que ha motivado la consideración del género homo. Entre estas características diferenciadoras podemos citar la que le permitió andar de pie, de ahí su catalogación de homo erectus, pero, sobre todo, aquella otra trascendente variación que se originó en el volumen y la corteza de su cerebro, que ha llevado al género humano a su condición actual, constituyendo la especie homo sa- piens sapiens. Este rasgo diferenciador que la especie supone y que ha contribuido de manera decisiva a la primacía del hombre sobre los otros seres vivos, se fundamenta en el hecho de que el ser humano, como veremos, no es un animal como los demás.

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  • Captulo2.- De la comunicacin a la didctica de la lengua 1

    TEORA DIDCTICA CAPTULO 1

    De la comunicacin a la Didctica de la Lengua

    Introduccin

    Una explicacin de lo que el fenmeno de la comunicacin supone para el hom-bre implica, de entrada, una reflexin sobre el hombre mismo y su vida desde el punto de vista antropolgico, para as poner de manifiesto qu relacin e influencia existen entre la comunicacin y las funciones vitales que en el hombre se desenvuelven y las dimensiones en que se desarrolla la vida humana.

    El hombre actual apareci sobre la Tierra hace ya unos 50 000 aos, aparicin re-lativamente reciente si la comparamos con los 50 millones de aos que datan los ma-mferos; ms an con los 2 000 millones en que se manifiesta la naturaleza viva, y mu-chsimo ms con los 5 000 millones en que se cifra la edad de nuestro planeta. No obs-tante su tarda aparicin, el hombre logra alcanzar la posicin suprema en el escalafn de los seres vivos. Lo que ha contribuido de manera decisiva a la primaca humana so-bre los otros seres es una cuestin que vamos a abordar a continuacin.

    Cualesquiera que sean los criterios que se argumenten sobre el origen de la hu-manidad, hoy nadie pone en duda seriamente la condicin animal del hombre. En efecto, con los animales comparte la capacidad de moverse, dormir, comer, crecer y reproducirse, y la ms simple comparacin con los mamferos, por ejemplo, pone de manifiesto sorprendentes similitudes en el crneo, cerebro, miembros superiores e inferiores, sentidos y disposicin general de los rganos internos. Nada tiene, pues, de extrao que desde Linneo (s. XVIII) y Darwin (s. XIX) se incluya al hombre en el reino animal.

    La moderna Antropologa, ms precisa en sus conclusiones, lo clasifica, en la ta-xonoma animal, en el orden de los primates y lo incluye en la familia de los homni-dos, especmenes antropomorfos que vivieron y alcanzaron su plenitud durante la Era Cuaternaria, con una antigedad comprendida entre 2 y 4 millones de aos, o tal vez 5. A lo largo de este periodo de tiempo, acontece el proceso de hominizacin, durante el cual aquel hombre arcaico experimenta en su estructura anatmica una serie de muta-ciones cualitativas de tal importancia, que ha motivado la consideracin del gnero homo. Entre estas caractersticas diferenciadoras podemos citar la que le permiti andar de pie, de ah su catalogacin de homo erectus, pero, sobre todo, aquella otra trascendente variacin que se origin en el volumen y la corteza de su cerebro, que ha llevado al gnero humano a su condicin actual, constituyendo la especie homo sa-piens sapiens. Este rasgo diferenciador que la especie supone y que ha contribuido de manera decisiva a la primaca del hombre sobre los otros seres vivos, se fundamenta en el hecho de que el ser humano, como veremos, no es un animal como los dems.

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    La comunicacin

    En su sentido ms amplio, el trmino comunicacin podra ser definido como poner algo en comn, es decir, llevar algo de un lugar a otro, o, tambin, de un indivi-duo a otro. Una interpretacin simplista de esta definicin podra explicarnos expre-siones como Esta habitacin no tiene comunicacin con el exterior y El fuego se comu-nic a las casas vecinas, que, con relativa frecuencia, omos en la vida cotidiana. En estas expresiones y en otras similares, aunque entran en juego los trminos comuni-cacin y comunic, no se expresa, en realidad, lo que los tcnicos de la comunica-cin entienden por tal. La lengua corriente ha empleado ambos trminos en los dos enunciados tomados como ejemplo, no queriendo significar con ellos otra cosa que, sencillamente, un simple contacto o paso entre cosas.

    Pero si por ese algo que se pone en comn entendemos una idea, un senti-miento, una noticia, una informacin o una novedad del tipo que sea, una interpreta-cin, indiscutiblemente ms trascendente que la anterior del trmino, nos conducira a pensar que lo que se ha producido entre los elementos comunicantes ha sido la transmisin de algo que no era conocido todava por uno de dichos elementos.

    Si nos fijamos en el mbito de la Naturaleza, observaremos fenmenos que po-dran inducirnos a pensar en la existencia de comunicacin. As, una ojeada al cielo nos informa sobre el estado del tiempo, y los 39 grados de temperatura del term-metro indican al mdico que el enfermo tiene fiebre.

    En el mundo de los seres vivos, hoy ya se sabe que el cerebro acta como un or-denador, organizando las mltiples funciones que se operan en el interior de los orga-nismos, continuamente recibiendo estmulos y transmitiendo rdenes a travs de impulsos nerviosos. Y los bilogos han descubierto recientemente que la conservacin y reproduccin de las clulas se basan en un intercambio de comunicaciones.

    De igual modo, al estudiar la conducta de los animales, incluyendo entre stos al hombre, se han observado ciertas manifestaciones, como desprendimiento de olores, movimientos, emisin de sonidos, etctera, que han puesto de manifiesto que los miembros de cada especie evidencian una tendencia natural a establecer relaciones sociales con los otros miembros de la misma especie y, consecuentemente, a comuni-carse con ellos.

    Pero cindonos estrictamente al mbito humano, observaremos que si, por ejemplo, dos personas se encuentran en un lugar, muy probablemente intentarn co-municarse y tratarn de establecer una relacin social entre ellas. Cada una pensar en algo y lo expresar con palabras, y si no resulta, lo expresar con gestos, y si tampoco resulta, quiz con dibujos. Si la otra persona comprende uno de estos recursos, lo ma-nifestar utilizando mtodos similares. Si esto sucede, habr habido comunicacin y se habr establecido una relacin social. En efecto, en cualquier sociedad humana obser-vamos que una persona habla con otra para pedirle tal o cual cosa, que los estudian-tes reciben en la escuela los conocimientos necesarios para su formacin, que el locutor de radio o de televisin nos informa de los ltimos acontecimientos, etcte-ra. El hombre se ve envuelto todos los das de su vida en un sinnmero de cosas que quieren decirle algo: semforos, banderas, carteles publicitarios, uniformes, sirenas,

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    mapas, etc. En hombre, en definitiva, vive inmerso en un mundo de seales cuyo nico objetivo es la comunicacin de alguna cosa.

    Por consiguiente, la comunicacin consiste en la transmisin de una informa-cin desde un punto a otro, sea persona o animal. Esta informacin se transmite me-diante un mensaje, que es algo sensible y concreto (sonidos, grafas, gestos, movi-mientos, dibujos, etc.) y que ha recibido una cierta forma, esto es, que ha sido codifi-cado. De donde se infiere que codificar un mensaje es conformar dicho mensaje en un sistema de seales de cualquier tipo, y, para que ese mensaje, una vez recibido, pueda ser descodificado, se hace necesario que las partes (o elementos) que componen la comunicacin estn en posesin del mismo cdigo o sistema de seales, signos o sm-bolos. Y cuando un mensaje es comprendido por el que lo recibe, tiene lugar lo que se llama acto de comunicacin.

    De lo anteriormente considerado podemos deducir las siguientes conclusiones importantes:

    a) Que el fenmeno de la comunicacin est presente en las ms diversas mani-festaciones de la vida misma, de modo que puede afirmarse que all donde hay vida hay comunicacin.

    b) Que la comunicacin es una consecuencia del trato entre individuos, constitu-yendo un componente de importancia capital en el funcionamiento de los numerosos y complejos mecanismos que hacen posible la vida y la sociedad: incluso el propio fe-nmeno de la reproduccin es, en definitiva, un caso de comunicacin.

    c) Que en cualquiera de los casos que hemos considerado, encontramos siempre un rasgo comn a todos ellos: siempre hay un hecho que, una vez percibido, informa sobre otro hecho.

    d) Y, por ltimo, que no basta la emisin de un mensaje para que haya informa-cin; para que se establezca la comunicacin es necesario, primero, que dicho mensaje sea percibido y, segundo, que sea comprendido.

    La comunicacin humana

    La comunicacin humana consiste en un acto mediante el cual una persona esta-blece con otra un contacto que le permite transmitirle una informacin. Pero, puesto que la persona no es sino un participante ms dentro de un proceso caracterizado por la interaccin de mltiples sistemas de significacin, en la comunicacin participan no solamente los intercambios verbales, sino otros elementos que la enriquecen y com-pletan. Por tanto, la comunicacin es un proceso continuo en el que la informacin fluye desde mltiples niveles, en diversos modos e incluso a tiempo simultneo.

    En dicho proceso se distinguen los siguientes comportamientos comunicativos:

    Verbal o lingstico (fonemas, letras, palabras). Paralingstico (cualidades de la voz, pausas, intensidad). No verbal (gestos, posturas, usos del espacio).

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    Sobre estos comportamientos no existen jerarquas absolutas, ya que importa tanto lo que se dice como lo que emana del emisor a travs de la comunicacin no-verbal.

    El lenguaje y las lenguas

    Desde los antiguos presocrticos hasta finales del siglo XIX en que fue abando-nndose la doctrina de las facultades, son raros los momentos de la Filosofa, a excep-cin de los estoicos, en que se concibe el lenguaje como una facultad del hombre. Hasta entonces, las especulaciones metafsicas slo incluan en el mbito de las facul-tades humanas atributos como el raciocinio, la voluntad, la memoria, los sentimientos, etctera, ya que el lenguaje se asociaba al concepto de potencia. Por tanto, desde muy antiguo, el lenguaje era una potencia humana, no una facultad. Aunque ambos trmi-nos nos los presenta ya el diccionario de la Real Academia como sinnimos, nosotros nos decidimos preferentemente por el empleo de facultad, por ser ste el trmino que utilizan los expertos en esta materia al referirse al lenguaje.

    Actualmente, en el mbito de la Psicolingstica se encuentran definiciones de lenguaje que utilizan la palabra facultad con un valor riguroso. A ttulo de ejemplo, citaremos a continuacin una de las que nos parecen ms representativa en este cam-po.

    En un contexto que atae estrictamente al ser humano, David Crystal (1987) define el lenguaje como la facultad biolgica que capacita a los individuos para aprender y utilizar una lengua. Desarrollando esta definicin en todas sus posibilida-des, tenemos que el lenguaje es una potencia o facultad exclusivamente humana que permite a las personas aprender un sistema muy complejo de signos que se llama len-gua y a utilizar dicho sistema de signos para comunicarse con sus semejantes. Por otra parte, de dicha definicin tambin se infiere que mientras el lenguaje es algo biolgico, pues todos nacemos con los rganos que lo posibilitan, la lengua es, por el contrario, algo externo al ser humano, ya que es el instrumento de que se vale esa facultad inna-ta para la comunicacin entre todas las personas; se trata, pues, de dos cosas distintas.

    Por tanto, aunque estn estrechamente vinculados, se trata de dos elementos distintos. El lenguaje es un instrumento del pensamiento, y, como tal, contribuye deci-sivamente en la interpretacin y comprensin de la realidad, ya que, mediante opera-ciones cognitivas estrechamente relacionadas con el lenguaje, interiorizamos los con-ceptos, analizamos los problemas, organizamos la informacin, elaboramos planes y regulamos nuestra propia actividad. La lengua (o las lenguas), por su parte, es un pro-ducto social y un medio cultural que se aprende, desarrolla y perfecciona interactuan-do con otras personas.

    Aunque los seres humanos poseamos la facultad de comunicarnos mediante una lengua, sta no se presenta del mismo modo en todas las comunidades. Cuando de-terminado sistema de signos es empleado por un grupo social o comunidad lingstica para establecer sus intercambios comunicativos ms comunes, se constituye lo que llamamos idioma. Por consiguiente, una lengua (o idioma) es el producto social de la facultad del lenguaje. As entendida, el rasgo fundamental de una lengua sera enton-

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    ces la de establecerse segn un consenso social, es decir, de una convencin entre sus usuarios.

    Llamamos lengua materna a la que se adquiere en la infancia como lengua pri-mera, y segundas lenguas a las aprendidas posteriormente. El idioma de un pas es la lengua que, por razones histricas, se ha instituido en la lengua predominante y la que se utiliza con preferencia, sea o no la primera que se aprendi.

    Las funciones lingsticas

    La funcin principal con la que el hombre pone en juego su potencia lingstica y hace uso de la lengua es para el intercambio de informacin. Sin embargo, es fcil comprobar que estos intercambios adoptan diversas modalidades en virtud de la in-tencionalidad que los preside. Estas modalidades se concretan en las seis funciones distintivas del lenguaje propuestas por Roman Jakobson, que son:

    Funcin representativa: cuando el emisor se limita, simplemente, a trasmitir una informacin: seala un hecho objetivo, con total ausencia de subjetividad. En ella predomina la dimensin denotativa:

    Hemos salido de clase a las dos. Cervantes nuestro mejor novelista.

    Funcin expresiva: se halla presente en todo intercambio comunicativo cuya intencionalidad sea expresar un sentimiento, ya que el mensaje refleja la actitud subje-tiva del hablante:

    Ojal no sufra ningn percance durante el trayecto. Dios santo, qu escndalo ests armando con este trasto!

    Funcin conativa: cuando el hablante llama la atencin del oyente o pretende influir o actuar sobre su conducta o comportamiento; las arengas, consejos, rdenes, sermones y mensajes publicitarios tienen abiertamente este objetivo:

    Haz el bien y no mires a quin.. Devulveme ahora mismo el libro que te prest.

    Funcin ftica: pretende mantener y garantizar la comunicacin con el recep-tor, procurando que no se interrumpa; es una funcin que facilita la eficacia de la fun-cin representativa:

    En casos como este, comprendis?, es imposible una relacin estable. Fue entonces cuando, fijaos, l se le acerc y le dio, sin ms, la bofetada.

    Funcin metalingstica: se da cuando utilizamos el lenguaje para hablar del lenguaje mismo; es lo que ocurre en los diccionarios o en las gramticas, o cuando preguntamos por el significado de una palabra:

    Significan lo mismo los trminos hdrico e hidrolgico? Oracin impersonal es la que carece de sujeto.

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    Funcin esttica o potica: pretende la creacin de belleza, ya mediante la modulacin de las palabras, ya en la escritura; se da, especialmente, en los textos lite-rarios:

    Con cien caones por banda, viento en popa, a toda vela, no corta el mar, sino vuela, un velero bergantn.

    Cuando sobre mi pecho inclinas tu melanclica frente, una azucena dorada me pareces.

    Factores de la comunicacin

    En el sentido que le dan los tericos de la comunicacin y los lingistas, la comu-nicacin es el hecho de transmitir una informacin desde un punto (aparato o perso-na) hasta otro. Cuando se establece la comunicacin, se dice que los elementos que componen esta transmisin constituyen un sistema de comunicacin.

    Un sistema de comunicacin se compone de los siguientes elementos fundamen-tales:

    1) El emisor (individual o colectivo), que constituye la fuente del mensaje. Com-prende los mecanismos de la codificacin y el aparato emisor mismo. Esto supone que el emisor es un codificador-emisor, es decir, que selecciona en el interior del cdigo una seal o un cierto nmero de seales que le permiten transmitir el mensaje a travs del aparato de emisin.

    2) El receptor (tambin individual o colectivo), que constituye el destinatario del mensaje. Est en posesin de los mecanismos de la descodificacin y del aparato re-ceptor mismo, lo que supone que el receptor es un receptor-descodificador, esto es, que busca en su memoria las seales seleccionadas por el emisor para la elaboracin del mensaje.

    3) El cdigo, que comprende un conjunto ms o menos extenso pero limitado de seales especficas y una serie de reglas de combinacin propias de dicho conjunto. Al cdigo recurre el emisor para codificar el mensaje, as como el receptor para descodi-ficarlo, lo que implica que, para que el proceso de comunicacin pueda tener lugar, es necesario que el cdigo sea idntico (al menos parcialmente) en el emisor y receptor.

    4) El mensaje, que es la seal o secuencia de seales que sirven de soporte al contenido que el emisor quiere participar al receptor.

    5) El canal, que es la va o conducto de naturaleza fsica por el cual circula el mensaje del emisor al receptor. Los canales son primeros medios o vas a travs de los cuales emisor y receptor se comunican. Por medio de los canales auditivos (lenguaje

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    oral) y visuales (lenguaje escrito) se trasmite el conjunto de signos que crean significa-do para las personas. Los signos forman parte del cdigo con que se componen los mensajes. Ejemplos de estos signos son las palabras, la entonacin, las letras y las se-ales no verbales: dar la mano, hacer el gesto de corte de mangas, etc. Adems de los canales auditivos y visuales, nos podemos comunicar por medio de otros sistemas al-ternativos y complementarios.

    6) La situacin o contexto, que es el entorno situacional o temporal, o el conjun-to de datos relativos al estado cultural y psicolgico, o las experiencias y conocimien-tos (lo que saben, lo que creen saber y lo que suponen que sabe el interlocutor). Por consiguiente, los procesos de comunicacin (produccin y recepcin) son subjetivos y se realizan en unas determinadas coordenadas espaciales y temporales en las que in-tervienen las presiones externas y la estructura psicolgica de los interlocutores. Una condicin indispensable para que se d una correcta interpretacin del mensaje es que todas estas circunstancias sean comunes al emisor y al receptor.

    Del valor que estos factores tienen en la comunicacin, hablaremos con ms de-talle en el epgrafe siguiente. Por ahora slo nos interesa conocer su naturaleza y saber de la necesidad de su existencia en la verificacin del proceso.

    7) Intencin, que son los propsitos u objetivos que tienen tanto el emisor como el receptor cuando establecen comunicacin. As, pueden pretender informar o infor-marse, persuadir, saludar, entretenerse o solicitar una accin. Sin embargo, esto no quiere decir que todas las conductas comunicativas sean intencionales. A uno se le puede escapar algo que no quera decir o puede expresar su enfado no verbalmente, sin pretenderlo.

    8) Ruido, que es cualquier interferencia que impide o distorsiona el proceso de comunicacin. Los ruidos pueden ser externos (visuales o acsticos), internos (preocu-paciones, distracciones, falta de concentracin) y semnticos (malos entendidos, doble sentido, etc.).

    La comunicacin didctica

    La comunicacin didctica es un tipo de comunicacin humana que se da espec-ficamente en el mbito educativo y est estrechamente relacionada con los procesos de enseanza-aprendizaje escolar.

    Los elementos participantes en la comunicacin didctica son:

    El profesor o maestro, que se constituye en la fuente de informacin y en el or-ganizador y regulador de los procesos comunicativos que tienen lugar en el aula, ade-ms de ser un participante activo en tales procesos (ya que puede considerarse como el intermediario, consciente o inconsciente, entre el currculum y sus instancias crea-doras).

    Los mensajes didcticos, que son los transmisores (o portadores) de los cono-

    cimientos y de los valores que integran los objetivos programados, y de la provocacin sistemtica de actividades en orden a producir el desarrollo cognitivo.

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    El alumno, nico receptor de esos mensajes, el cual participa de manera activa en el proceso educativo y formativo.

    El contexto lo constituye, en primera instancia, el aula, y, en una perspectiva

    ms amplia, el centro escolar, en el que se desenvuelven las relaciones escolares al amparo y supervisin de las instituciones educativas y el sistema organizativo.

    Adems, los procesos comunicativos que se dan en el aula poseen la especifici-dad que la cultura les asigna como marco delimitado de interaccin social.

    Concepto de Didctica de la lengua

    La Didctica de la lengua (ms sencillamente, Glosodidctica) es un campo cien-tfico relativamente joven pero que se ocupa de un ejercicio muy antiguo: la enseanza y el aprendizaje de la lengua.

    Esta actividad est siendo sometida en los ltimos aos a una profunda revisin que coincide cronolgicamente con la inclusin de la disciplina como rea de conoci-miento en el sistema universitario espaol y con la gestacin e implantacin de la Re-forma Educativa propugnada por la LOGSE y otras posteriores. El nuevo marco institu-cional que todo esto supone est posibilitando considerablemente en nuestro pas tanto el impulso de la actividad investigadora acadmica como las oportunidades de aplicaciones prcticas en el mbito escolar. Esta necesaria correlacin entre teora y prctica ha contribuido a consolidar a la Didctica de la Lengua como disciplina cientfi-ca independiente con mbito especfico de investigacin y de actuacin propias.

    Sin embargo, aunque hoy en da la Didctica de la Lengua ha superado su perio-do precientfico gracias a un amplio conjunto de estudios que han contribuido a definir su marco epistemolgico, el concepto de la disciplina est an en fase de definicin. Y as hay autores que la han reducido a una mera disciplina encargada del diseo y apli-cacin de los currculum, otros la consideran como una Lingstica Aplicada y otros, en fin, amplan su espacio al plano terico, tecnolgico y prctico.

    Aunando las aportaciones de diferentes autores, actualmente se concibe la Di-dctica de la Lengua como una disciplina de orientacin pragmtica que surge de la observacin de las prcticas escolares y que tiene como objetivo analizar e intervenir en los fines, contenidos y mtodos de la educacin lingstica de los alumnos, as como dar respuesta a los mltiples interrogantes que se plantean los profesores de lengua.

    As entendida, su campo de actuacin estara comprendido en lo que conforma el sistema didctico, constituido bsicamente por la interrelacin entre los aprendiza-jes que realizan los alumnos, la enseanza de los profesores y la materia objeto de estudio, a lo que habra que aadir el elemento que se refiere a la sociedad. Este sis-tema estara representado por un tetraedro en donde la cara oculta sera el referente de la lengua.

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    Espacio disciplinar de la Didctica de la Lengua

    Algunos autores sitan la Didctica de la Lengua en la confluencia de una varie-dad de campos cientficos que le aportan apoyo terico e instrumental, sin que ello comporte una suma de las contribuciones de tales saberes. As, si bien es cierto que la Psicologa contribuye a una mejor comprensin de los procesos de enseanza y aprendizaje, cierto es tambin que no aporta nada sobre los fines de la educacin lin-gstica; por su parte, las disciplinas lingsticas, aunque nunca deben obviarse, y mu-chos menos olvidarlas, procurando el futuro docente su conocimiento y buena prcti-ca, la verdad es que carecen de fines pedaggicos, y, aunque la Didctica General es una teora de la enseanza, ciertamente no da respuestas a cuestiones especficas de un rea. Esto hace que la Didctica de la Lengua se nutra de varias ciencias, pero, a su vez, determine su propio espacio de estudio e investigacin.