ÍNDICE: Introducción Capítulo I - Generalidades 1.1 1.2 1.3 2
Capítulo i (2)
-
Upload
jacqueline-poblete-ortega -
Category
Documents
-
view
247 -
download
21
description
Transcript of Capítulo i (2)
“Composición Étnica y Social del pueblo de Codegua, 1800-1830”
Análisis acerca de las repercusiones que tuvieron las etnias en la estructuración de la sociedad bajo la consolidación del estado y las post-
Independencia
Tesis de grado para optar al título profesional de Historia y Ciencias Sociales
Estudiante: Fabián Ignacio Poblete Ortega
Profesor Guía: Leonardo León Solís
1
ÍNDICE
Prefacio…………………………………………………………………………..4
Introducción……………………………………………………………………..5
Capítulo I: Una mirada al Tiempo……………………………………………..11
Ubicación geográfica…………………………………………………..11
Codegua durante el período Colonial………………………………..14
¿Dónde quedaron los Indios?...........................................................18
Capítulo II: “Etnía y Sociedad”…………………………………………………20
Codegua en los albores de la Independencia……………………….20
Un bebé viene al mundo ¿bendición o castigo?................................27
Un niño a este mundo ¿castigo de Dios?..........................................29
Factores económicos…………………………………………………....35
Factores Políticos………………………………………………………..37
Características Sociales………………………………………………...38
Capítulo III: Codegua y su Pueblo…………………………………………….41
El censo de 1813………………………………………………………...41
Los españoles americanos……………………………………………..42
Los indios o naturales…………………………………………………..44
Los mestizos……………………………………………………………...46
La población mulata……………………………………………………..46
Otros……………………………………………………………………….47
Negros…………………………………………………………………….49
Codegua como pueblo en el nuevo Estado………………………….50
Capítulo IV: “Basilio Barro”. Una historia desde abajo………………………56
El fenómeno de la campenización en Codegua…………………….68
Conclusiones……………………………………………………………………73
2
Bibliografía……………………………………………………………………….78
Anexos……………………………………………………………………………81
3
PREFACIO
La presente investigación, es una idea que hace mucho tiempo he querido
concretar, intentando buscar una real imagen de la historia de este Pueblo. La
tarea de recopilar datos que no son oficiales ha sido difícil, ya que muchos de ellos
nunca han sido utilizados para investigación alguna, como lo son los registros
parroquiales de nuestra iglesia. Llenos de polvo hemos logrado recuperarlos y
mostrarlos mediante este estudio. Desgraciadamente, parte de esa historia ha sido
irrecuperable, dado que, estos archivos se encontraban guardados en la catedral
de Rancagua a la hora de la lucha aquel 1 y 2 de octubre de 1814, y bajo el asedio
español y guerra desatada en el lugar, muchos de los archivos se volvieron
cenizas.
La Tarea ha sido ardua, pero que a pesar de ello ha sido reconfortante y ha
permitido que un pueblo, como muchos otros hayan podido recuperar parte de su
historia, que no les perteneces a otros ni a los libros, sino que a quienes forman
parte de ella, es decir, a su pueblo y a su gente.
4
INTRODUCCIÓN
La Historia, por siglos la han escrito los vencedores, y a partir de allí se
legitiman como tales, dejando de lado al resto de los actores que conforman esta
historia, contada desde su perspectiva. Pues bien, en las últimas décadas del siglo
XX, dicha interpretación de la historia comenzó a dar un giro hacia el otro extremo.
Poco a poco se comenzó a construir una historia que no era precisamente la de
los vencedores, una historia oficial por así decirlo; sino que se comenzó a construir
una historia desde abajo, de los vencidos y de los oprimidos por la “otra historia”,
esta vez comienza a tener voz propia.
Es bajo esta perspectiva que pretendemos realizar esta investigación, bajo
el alero de esta “Historia Social”, que proviene desde los pensamientos de Eric
Hobsbawm, y que en nuestro país se materializa bajo la “nueva historia”, que
encabezan Villalobos, Salazar, León, Meza, entre otros. Pretendemos desarrollar
una línea investigativa en la que se tomen los documentos oficiales, y se trabajen
a partir de la mirada del bajo pueblo, de sus repercusiones, de sus visiones, y no a
partir del discurso oficial, que menoscaba al oprimido; pretendemos entonces,
revitalizar esta perspectiva, dando un giro en la interpretación histórica de nuestra
tierra.
Este trabajo busca establecer las relaciones en las cuales se
interrelacionaron los diversos actores sociales y etnias de la época, buscando
dejar establecido “el mecanismo general de todos los cambios sociales: la
formación de relaciones sociales de producción que corresponden a una etapa
determinada del desarrollo de las fuerzas productivas materiales”1 En este sentido,
la hacienda es la que juega el rol principal como derrotero económico, principal
generador de ganancias y excedentes, a raíz de la fuerza de trabajo y de las
relaciones de producción establecidas por la misma. Las relaciones sociales de
producción, es decir, la organización social en su más amplio sentido, y las
fuerzas productivas materiales correspondientes a un nivel dado no pueden
divorciarse. La estructura económica de la sociedad (en este caso la hacienda)
está formada por la totalidad de estas relaciones de producción”2.
Por lo anterior, es que la presente investigación adquiere relevancia, dado
que se busca a partir de esta visión generalizada, por tanto abstracta, de la
sociedad, desde Marx a Hobsbawm, que se aterrice bajo la mirada histórica que
otorgan tan particularmente los fundadores de esta “nueva historia”, esta historia
1 Hobsbawm, Eric. Introducción a la formación económica precapitalista. Ed. Crítica. Barcelona 1978. Pág. 13.2 Ídem. Pág. 20.
5
desde el punto de vista social, desde una mirada popular para dar cuenta de las
coyunturas y de la épocas y de una óptica diferente, desde lo más recóndito de un
poblador, de un labrador, por ejemplo. Se intenta explicar, Desde la mirada del
bajo pueblo las transformaciones étnicas y sociales que ocurrieron en el territorio
nacional y especialmente en Codegua luego de la lucha por la Independencia.
“La homogeneidad nacional de la cual tanto se ha hablado en la historia de
Chile, proviene de este hecho: los terratenientes establecieron desde muy
temprano un territorio homogéneo y relativamente comunicado, sobre el cual
constituyeron un Estado, una nación, una cultura, una hegemonía. El patriotismo
temprano, tanto de ricos como de pobres, es producto de este hecho. Los
cantores populares hablaban de los patriotas de la Independencia, luego cantaron
al ejército triunfador de Yungay, a los grandes soldados que llevaron a las tropas
al triunfo. Los campesinos veían en sus patrones crecientemente a los jefes, y la
oligarquía halagaba al roto diciendo que era un bandido, pero fuerte, valiente y
bien chileno. Se había constituido, por tanto, reciprocidad, esto es sociedad”.3
En la presente investigación, el fenómeno que se intenta explicar dice
relación con cómo está conformada la sociedad en el Pueblo de Codegua durante
el período que transcurre entre 1800 y 1830. El objetivo fundamental de esta
investigación consiste en esclarecer cuáles son los orígenes tanto biológicos como
sociales-culturales del pueblo de Codegua y cómo ésta composición étnica se ha
perpetuado y si es que ha permanecido en el pueblo hasta el presente. Es por ello
que también, debemos indagar acerca de las costumbres y tradiciones que aún
perviven en el pueblo de Codegua para comprobar nuestra hipótesis.
La hipótesis que se intenta comprobar en este trabajo es la siguiente: “La
composición étnica del pueblo de Codegua tiene directa incidencia en las
relaciones sociales del mismo, y cómo se van conformando los grupos sociales del
mismo poblado”. Esto quiere decir que los fenómenos que están involucrados
están en estrecha relación entre ambos, ya que dependiendo de cuál sea la
composición étnica va a conformarse una composición social en la que van a
estratificarse las etnias correspondientes. Si los resultados obtenidos arrojan que
existe una mayoría étnica de indios o naturales, esto puede significar que en el
lugar existió desde tiempos prehispánicos un pueblo de indios, el cual pudo
haberse subyugado a los españoles durante la conquista. Conclusiones de esta
envergadura son las que podemos llegar a vislumbrar si es que se puede
comprobar nuestra tesis.
3 Bengoa, José. El poder y la subordinación. Ediciones Sur. Año 1988. Pág. 101.
6
La historia ha dado cuenta de los cambios sufridos por las distintas capas
de la sociedad a lo largo de ella. En Chile, y en sus pueblos, como Codegua, no
ha sido la excepción. Desde los tiempos de la conquista, se comenzó a construir
poco a poco la sociedad que conocemos hoy en día, la Colonia, y la lucha por la
Independencia jugaron un rol activo en todos estos procesos.
Descubrir como se ha ido transformando una sociedad es sin duda, un
proceso complejo y difícil, pero la historiografía nos ha permitido llegar a lo más
recóndito de ella para dilucidar cuestiones que nos asedian día a día en nuestro
pensar. En base a ello, es que comienzan a aparecer actores sociales que
mirados desde todas las aristas, adquieren una importancia y un rol activo dentro
de la sociedad como “un todo” que se sirve a sí misma. Dichos actores, aparecen
y “desaparecen” a lo largo de la historia. Nuestra tarea, nos obliga a esclarecer si
realmente desaparecieron, o realmente sufrieron transformaciones y cambios que
los obligaron a adaptarse a los nuevos requerimientos conforme la sociedad
cambiaba, o bien fueron obligados a aceptar una nueva sociedad, una nueva
cultura, y un nuevo folklore, sin embargo, demostraremos que a pesar de ello, la
idiosincrasia y procedencia de los que conforman la sociedad, logra permanecer
de una u otra forma, con adaptaciones y fusiones entre ellas, pero que sin duda
han permitido que los menos favorecidos con el sistema económico y político, nos
vale decir nuestro “pueblo”, se las haya arreglado a través del tiempo mantenerse
en el tiempo, a pesar de la hegemonía criolla a lo largo de medio milenio.
Para desarrollar la investigación se utilizarán como fuentes primarias y
primordiales los archivos parroquiales de la época, los cuales nos suministrarán
los datos que necesitamos para abordar nuestra investigación. Se recurrirá a
revisar todos los bautizos, matrimonios, nacimientos y defunciones de todas las
personas del pueblo de Codegua. En estos registros, se exponen los orígenes
étnicos, tanto de los recién nacidos, como de los padres de éstos como de los
padrinos de bautizo. Con esto, podemos interpretar cuáles son los lazos que se
generan entre los pobladores del lugar y cómo se manifiesta a través del tiempo.
Sin embargo, los archivos parroquiales del pueblo de Codegua para
aquellos años no se encuentran en la parroquia de Codegua (Parroquia Nuestra
Señora de la Merced), ya que ésta data del año 1824. Según el catálogo del
Archivo y registro parroquial, aquellos datos se encuentran en la parroquia el
Sagrario de Rancagua que es la más antigua de la zona.
Este poema escrito por un profesor, que entregó su vida al trabajo con los
niños de Codegua, refleja, en resumen lo que se abordará en esta investigación:
7
Me sorprendió la tarde caminando
por las calles de antaño
que aún conserva Codegua.
Contemplé sus casas,
palpé sus muros traspasé puertas,
me transporté en el tiempo,
imaginando esos años lejanos
¡y admirado me adentré en su historia!
Veraz, insólita, inquietante, audaz.
Transité en mi mente por sus calles
que dos siglos atrás eran solo barrizales,
senderos de piedra y de polvo
por donde transitaban belicosos
desconfiados indios Chiquillanes.
CODEHUA llamaban a este lugar
en su lengua nativa.
“Rincón de aguas frescas” decían…
argumento de un encomendero
del hidalgo conquistador don Pedro
que pasó parte de su visa aquí.
Clérigos de La Compañía
ocuparon esta región a su partida
cubriendo de olivos y vides
todo este fértil valle que lo cubría.
Difundieron Fe y Religión
como fundieron también
las primeras campanas de la región
para llamar a la gente
a encontrarse con Dios.
Doña Catalina años más tarde
adornó el valle con su hermosura
desafiando en embrujo y belleza
al propio hechizo y encanto de la cordillera.
Los espantosos conjuros
de amor de La Quintrala, decía temerosa la gente:
“desde la Cuesta Chada… hasta Doñihue
¡horrendos se oían!
Un día de mil ochocientos catorce
8
en primavera plena
la plazuela de aquel Codegua se asombra
bajos los centenarios acacios descansaba
¡el más ilustre de los soldados!
El general O´Higgins recibió aquel día generosidad
y gratitud de esta sencilla gente
¡y también doña Paula!,
cuentan algunos pacientes
Historia y Leyenda,
Leyenda e Historia
¡qué más da!
Es la verdad de un pueblo
y nadie se la puede acallar.
Mientras tanto… ¡Si Dios quiere!
Yo seguiré caminando por entre sus casas,
su historia y su gente.
Mirando de Nuevo… lo que antes no vi…
o soñando despierto…
en lo que imaginé ayer.4
Para reafirmar lo anterior, en primer lugar daremos una mirada histórica al
asentamiento conocido como CODEHUA de los indios Chiquillanes, y de
Picunches, y cómo afectó en ellos la conquista y la encomienda. Dentro de
aquello, instauraremos las relaciones que existieron entre el indígena y el
poseedor de las tierras de Codegua durante la conquista y la Colonia; dentro de
los cuales pasaremos desde la Cacique Elvira de Talagante, La Quintrala y Mateo
de Toro Zambrano y Saavedra. En síntesis, una mirada al los antecedentes que
nos servirán de base para comprender las transformaciones étnicas y sociales que
sufrió el poblado entre 1800 y 1830.
Luego, más adelante, veremos cómo se componía étnicamente el pueblo
de Codegua por los años de 1810, y a través de ello, cuáles fueron sus
interrelaciones ya sea en los matrimonios o en el trabajo. Sin duda que para este
análisis, los registros de matrimonios nos han sido de gran ayuda, además de los
datos aportados por el censo de 1813. A raíz de estos datos veremos si un
nacimiento era una bendición o un castigo, dependiendo de las condiciones socio-
económicas en las cuales nace este nuevo ser, es decir, la economía y el status,
van a determinar el futuro de una nueva vida. Aquí podremos dilucidar la vida del
4 Bahamondes, Luis. “Rincon de manantiales” Codegua: historia y leyenda. Extraído desde: Vilches, Tadeo. Codegua y sus Tradiciones. LOM ediciones. Santiago 2002. Pág. 53.
9
niño “huacho” y del niño que nació con todas las regalías, atravesando los factores
que conllevaron a que éstos vivieran condiciones opuestas, que muchas veces
escapan a la voluntad propi, más bien, obedecen a voluntades obligadas por el
sistema hacendal y las condiciones de sometimiento, por un lado, y la hegemonía
económica y política de los criollos, por otra.
Dado lo anterior, la Hacienda, y en especial en esta zona del país, adquiere
una impresionante importancia, ya que se convierte en el núcleo económico por
excelencia, y además el lugar en dónde por exclusividad interactúan todas las
capas sociales y todos los grupos étnicos. La hacienda se configura como el
reducto relevante para la subsistencia de unos y para la riqueza de otros.
Desde un punto de vista distinto, se abordará la vida desde el nacimiento
hasta la adultez de un niño llamado Basilio, que debe afrontar los entreveros de
una vida difícil y los recovecos del campesinado en formación, bajo el nombre del
inquilinaje y del peonaje.
Por último, trataremos de dar cuenta, del proceso de “campenización” que
se dio en esta zona, luego del decaimiento de la hacienda (cosa que va a ocurrir
muchos años después), pero que en la primera mitad del siglo XIX, dentro de la
hacienda con los inquilinos, los peones y gañanes van a configurar el campesino y
darán también forma al “roto chileno”. Las etnias de la Colonia, y las castas darán
forma, cuando el Estado Chileno se consolide, a la sociedad estructurada del siglo
XIX y de esta sociedad moderna. Veremos que, no hubo transformaciones
estructurales radicales, sino que sólo hubo matices que dieron nueva forma a la
sociedad, pero que, sin embargo, los que mantuvieron el poder, siguieron siendo
los mismos, y quienes se quedaron en la base de la pirámide, difícilmente
pudieron salir de ella. No obstante, lo anterior, el bajo pueblo, supo arreglárselas
para mantener e imponer algo de ellos: su Folklore; ellos lograron imponer sus
costumbres dentro de los pueblos, porque son ellos el motor de la sociedad a
pesar de que no tengan el control, en otras palabras son un engranaje
fundamental, ya que sin ellos el motor no puede marchar.
CAPÍTULO I: UNA MIRADA AL TIEMPO
10
“Todos los pueblos tienen su origen y su Historia, y aquellos que no la tienen no existen”
Patricio Gallegos Labra
(Figura emblemática de los últimos decenios de Codegua)
Ubicación geográfica
El pueblo de Codegua, que por aquellos años fuera pueblo de indios, se
ubica a “…4 leguas de distancia…”5 de la ciudad de Rancagua. Perteneció al
partido del Maipo, y estuvo por siempre gobernada bajo el comando del cerro
grande de la Compañía, que servía de fuerte para la guerra y otras veces como
centro de intercambio entre los propios promaucaes. Codegua, “…nace con la
llegada del conquistador don Pedro de Valdivia, quien para mantener gratos a sus
oficiales a mitigar la separación de sus hogares, decide entregarle parte de sus
dominios en parte de pago, lo que se conocía como encomiendas. Una de ellas
fue la de “Codehua” (que en la lengua de los Chiquilanes significaba piedra de
moler)”6.
Este pueblo que antes pertenecía a los indios, primero a los promaucaes, y
luego sufrió fuertes disputas por el dominio del incanato, tuvo gran importancia
durante el período prehispánico y posterior a la conquista. “Una vez que los
nativos fueron conquistados o expulsados de sus tierras, evento que tuvo lugar
entre 1542 y 1558, quedó el nombre que les pusieron los cuzqueños:
Promaucaes, hombres del montes, lobos monteses”.7Su importancia radica por su
ubicación estratégica del Cerro grande de La Compañía. Ello se debe a que este
cerro isla permitía a quien lo dominara pudiese tener control total del valle del
Cachapoal, desde Angostura de Paine hasta la rivera norte del río Cachapoal. En
palabras de Vilches:
“La data de “codehua” como poblado indígena es muy
antigua, figurando ya en el elenco de poblaciones del
Reino de Chile en 1565, dentro de la jurisdicción. Según
los historiadores Encina y Castedo, la encomienda de
Codehua entregada a uno de los capitanes de Valdivia,
comprendía los territorios ubicados desde Angostura 5 Góngora, Mario. Origen de los inquilinos en chile central. Ed. Universidad de Chile. Seminario de historia colonial. Año 1960. Pág. 886 Vilches, Tadeo. Codegua y sus tradiciones. LOM ediciones. Año 2002. Pág. 77 León Solis, Leonardo. Pukaraes Incas y Fortalezas Indígenas en hile central, 1470-1560. Institute of Latin American Studies. University of London 1989. Pág. 2.
11
hasta el río Cachapoal, según lo mostraba el primer plano
de Chile en el año 1793”8
En esta zona predominaba dicen la crónicas de la época los pomowcaes o
promaucaes que aproximaciones a su significado la entienden como “gente
salvaje”, esto según la perspectiva de los incas, cuyo primer reducto de
importancia sería el cerro grande de la Compañía. Por otro lado se dice que esta
zona estaba predominantemente habitada por los Picunches (pikun= norte; che=
gente), es decir gente del norte en mapudungun. Sin embrago, la tradición
Codeguana por excelencia dice que su procedencia proviene de los indios
Chiquillanes, los cuales habitaban las zonas precordilleranas, y que no fue solo
hasta fines del siglo XVIII, que se diferenciaron en las crónicas, puesto que esran
considerados Puelches.
Por otra parte Codegua estaba bajo el mando y dominación del cacique
Elvira de Talagante, la cual se le reconoció el dominio de estas tierras por el
incanato. “…derechos que reafirmó Don pedro de Valdivia”.9 Además Valdivia
otorgó derechos sobre la hacienda de Rancagua a los capitanes Andrés de
Torquemada y Agustín Briceño, quienes llegando su muerte donaron sus tierras a
la Compañía de Jesús. Elvira de Talagante, al ser dueña de las tierras de la
hacienda de Codegua, heredó “a don Alfonso de Campofrío y Carvajal y a doña
Catalina de los Ríos y Lisperguer (La Quintrala), nieta de doña Elvira. El 23 de
septiembre de 1628, hicieron donación de las tierras a la “Sagrada Religión de la
Compañía de Jesús”10
Nombrado lo anterior, es que la unión de la hacienda de Rancagua y la
Hacienda de Codegua, ambas donadas a la Compañía de Jesús, conformaron la
Gran Hacienda de la Compañía, la cual se transformaría en una de las más
importantes de Chile central durante los tiempos de la Colonia.
Desde tiempos anteriores a la colonia, el pueblo de Codegua se ha erigido
como un punto estratégico como puerta de entrada al valle del Cachapoal, ya que
es paso obligado del camino del Inca que hasta el día de hoy se mantiene como
principal avenida de la actual comuna. El Cerro grande de la Compañía fue un
importante reducto de resistencia indígena promaucae en contra de los incas en
un principio y luego en contra de los ataques de Valdivia en los alrededores de
1541 “… este sitio corresponde al fuerte utilizado por el cacique Cachapoal en los
8 Ídem. Pág. 89 Fuente internet: www.iglesia.cl. Visitado el 22-02-2013. http://www.iglesia.cl/rancagua/parroquias/datos_historicos/historia_la_compania.html10 Ídem.
12
episodios de resistencia indígena…”11. Para la política del Virreinato era
conveniente erigir pueblos de indios, y más aún cuando era un punto estratégico y
puerta de entrada a otro valle como es el caso de Codegua. “Erigir pueblo de
Indios constituyó así, una práctica guiada por un conjunto de preceptos, leyes y
ordenanzas, insertas en una política gubernamental estructurada bajo un fin
determinado y conocido: mantener a los indígenas- como vasallos del rey- en
buenas condiciones conviviendo con los demás súbditos en paz y policía
cristiana”12. No obstante, en la mayoría de las ocasiones esto se realizaba sin
previo consentimiento de los Indios, que por ser militarmente sobrepasados y
tecnológicamente rebasados, no podían imponerse ante los designios del Rey y
de Dios, ya sea también por ser en número en los pueblos menores a españoles
armados. Sin embargo, “la población indígena por su parte había encontrado en la
religión cristiana una fuente de esperanza y consuelo para aceptar con
resignación condiciones de vida muy limitadas y opresivas, pero también encontró
en la doctrina elementos para criticar la conducta hispana predominante, con lo
cual sus planteamientos y acciones podían coincidir con aquellas de sus
religiosos y provocar cambios significativos en el contexto colonial”13.
En 1767 lo Jesuitas fueron expulsados del Reino de Chile, y dichas tierras
bajo su posesión, pasaron durante unos años de arrendatario en arrendatario, sin
embargo, fue en 1771 que por medio de un remate público, Don Mateo de Toro
Zambrano y Ureta adquiriera estas tierras por la suma de 90.000 pesos a pagar
durante 9 años. En palabras de Bengoa: “… compró la hacienda de la Compañía,
que poseía más de cincuenta leguas cuadradas y abarcaba prácticamente la
actual provincia de O´Higgins”14. Luego de ello estas tierras fueron heredadas a su
segundo hijo José Gregorio, el que también heredó sus tierras a su hija María
Nicolasa Isidora de las Mercedes, puesto que sus hermanos murieron en las
batallas independentistas, la cual se casó con Juan de Dios Correa de Saa y
Martínez.
Toda la sucesión de estas tierras tan ricas para el cultivo y trabajo agrícola
y ganadero, dan cuenta que son miembros exclusivos de la nobleza Chilena
quienes tienen la potestad y capacidad de mantener estas tierras, lo que 11Planella, María Teresa, Rubén Stheberg. Etnohistoria y arqueología en el estudio de la fortaleza indígena de cerro grande de la Compañía. Revista Chungará, volumen 26, N° 1, Enero-junio 1994. Universidad de Tarapacá. Pág. 112 Cerpa, Daniel; Denis Labbé; Víctor Quilaqueo; Alen Quinteros; Cristián Robles. Informe de Seminario de grado para optar al grado de licenciado en humanidades con mención en Historia. Estudios Promaucaes Chile Central (Siglos XVII- XIX). Santiago 2004. Pág. 68.13 Hidalgo Lehuedé, Jorge. Dominación y Resistencia en el Cacicazgo de Pica. Fondecyt N° 1941199: Historia de los pueblos andinos de Arica, Tarapacá y Atacama en el contexto colonial Hispano. Pág. 12.14 Bengoa, José. Historia social de la agricultura Chilena. Tomo 1. El poder y la subordinación. Ediciones Sur. 1983. Pág. 75.
13
demuestra exclusivamente que el poder territorial sólo se reduce a unas cuantas
familias en todo el territorio nacional, por cuanto, el resto sólo se reduce a
someterse al trabajo de éstos, lo que va a significar que toda la composición
étnica de los tiempos coloniales se va a convertir en la posterior estructura social
del país bajo la forma de inquilinato y oligarquía que predomina en el siglo XIX.
Codegua durante el período Colonial
Codegua se mantuvo después de la conquista como un lugar generalmente
despoblado de indios. Uno de los motivos a que se debe este respecto es que
simplemente unos se morían y otros eran llevados como encomienda al pueblo de
La Ligua. Un censo a favor de los indios de Codegua lo expresa de la siguiente
manera (en palabras del testigo capitán Gaspar Venegas):
“… vió que la gente natural del dicho pueblo de Codegua
iba a menos, unos que se morían y otros que los llevaban
sus encomenderos a La Ligua…”15
Siguiendo el mismo contexto este testigo dice que por el motivo de que no
hay casi ya indios en la zona, los territorios son ocupados por otros haciendo uso
de sus recursos naturales. Gaspar Venegas lo expresa así:
“… y sin gente que habite en él a cuya causa este testigo y
los demás estancieros de por allí ocupaban las tierras de
los dichos indios sin interés alguno que a los suso dichos
ni a sus protectores se les diese y así por todo lo dicho, es
de creer que les será de más utilidad y provecho el
aceptar el convenio y trato que dicha petición refiere de
que con los dichos quinientos patacones poniéndose a
censo tendrán renta de ello y más tierras queriendo volver
a poblar…”16
“Se deja especial constancia en un certificado referente al pueblo de
Codegua que han sido adjudicadas a los indios las (tierras) que por ordenanza les
corresponde”17.
15 Muñoz, Juan Guillermo. Documentos relativos a indígenas. Chile central siglo XVII. Universidad de Santiago de Chile. Año 1992. Pág. 11-12.16 Ídem. Pág. 1217 Silva Vargas, Fernando. Tierras y pueblos de indios en el reino de Chile. U. Católica de Chile. Estudios de historia del derecho Chileno. Pág. 115.
14
Por otra parte, era difícil establecer dominio sobre los indios, sobre todo, de
los Indios Chiquillanes, ya que acostumbraban a vivir en la pre cordillera. “En
1642, los curas mencionan que los indios estaban repartidos en estancias y
chacras de los vecinos moradores, pero señalan también la existencia de una
inclinación del indio a vivir espaciadamente. Las grandes distancias, los ríos
caudalosos y la dispersión de los habitantes, impedían llevar a cabo el
adoctrinamiento de los indios”18
Otro registro documental da cuenta de que en general el partido de
Rancagua no presenta existencia mayoritaria de indios, sino que subsiste sólo una
pequeña población:
Al de ribera del consejo de su magestad presidente de la
rreal audiencia de la ciudad de Santiago gobernador y
capitán general de el rreyno de Chille don fray Ju° Peres de
Espinosa obispo de Santtiago de Chille de el consejo de su
magestad etc. Por quanto los Yndios de el pueblo de
Rancagua asi naturales como beliches an venido en tanta
deminuycion que solamente ay al presente sinquenta indios
los cuales an pagado asta agora a mas de quatro pesos de
oro cada yndio de dotrina y por que conviene rreformar y
rrebajar el dicho estipendio hordenamos y mandamos que
de aquí en delante de la fecha desta no pague el (no se lee)
pueblo de Rancagua juntamente con los demás indios
beliches que estobieren en dicho pueblo y dotrina
solamente siento sincuenta pesos de oro atento a que
también es poco el trabajo de el dotrinero por no tener
dotrina mas que el dicho pueblo rrepartidos en esta manera
que el encomendero del dicho pueblo pague sesenta de oro
de contrato en frasadas y sayal al precio que balen y se
vende de comúnmente el el obraje del dicho pueblo y dies
pesos de oro en bino que son por todos setenta pesos y el
protetor y la persona a cuyo cargo estuvieren las aciendas
de los indios de el dicho pueblo pague otros sesenta pesos
en la misma especie de fresadas y sayal al precio rreferido
y diez en comida y dies en será que por todos son siento y
sinquenta pesos de oro de contrato los quales se le pasaron
18 Cerpa, Daniel; Denis Labbé; Víctor Quilaqueo; Alen Quinteros; Cristián Robles. Informe de Seminario de grado para optar al grado de licenciado en humanidades con mención en Historia. Estudios Promaucaes Chile Central (Siglos XVII- XIX). Santiago 2004. Pág. 72.
15
en quenta la persona que tuviere a cargo las haciendas de
los indios de el dicho pueblo y no mas y asi lo hordenamos
y mandamos en fe lo qual lo firmamos de nuestros nombres
fecho en 28 de el mes de enero de 1613 anos Al° de Ribera
obispo don fray Juan de Espinosa19.
Con esto se desprende que en la zona los pueblos no tenían mucha
población indígena; “…hacia 1613 se encontraba tremendamente disminuido
demográficamente…”20 “Las tierras indias serán pues, objeto de las apetencias de
los gobernadores del reino y de la junta de Poblaciones desplegando una intensa
actividad en los parajes habitados por naturales dentro de las jurisdicciones de
cada nueva cabecera, al tiempo que se intentaba conciliar la demanda de tierras
para españoles primeros pobladores con una revitalizada política de reducción de
naturales a pueblos que incluía traslados y unión de pueblos y obtener para el
fisco las tierras sobrantes o aplicarlas directamente a las villas de españoles”21Así,
desde ese punto de vista, el pueblo de Codegua se fue configurando a partir del
poblamiento de españoles, y luego mestizos adinerados que compraron terrenos
que les pertenecían a los indios que allí vivían. Cuando se terminó con la
encomienda en el reino de chile, en Codegua, fueron los jesuitas quienes tomaron
poder en los terrenos de dicho pueblo. “A la muerte de los encomenderos, éstos
dejaron como legado parte de Codehua a los monjes jesuitas de la Hacienda de
La Compañía y abarcaba todo el sector entre lo que hoy es Carén, Picarquín, La
Punta, La Leonera y parte de la Hacienda de La Compañía, todo dividido
longitudinalmente, hacia el norte, por el camino real, Puente los Morros y
Santiago”22.
Con el paso del tiempo, en el pueblo comenzó a asentarse una importante
colonia española “… (la) que logró implantar sus costumbres y tradiciones…”23. En
relación a estos nuevos poseedores y dueños de estas tierras, podemos señalar
que hacia 1678 era dueño del pueblo “…Juan Fernández de Porras, dueño de
Codegua…”24. Hacia 1735 los dueños del pueblo eran los Jesuitas25.
19 Archivo Nacional fondo Real Audiencia 2496. Pág. 49. Extraído de Cerpa, Daniel; Denis Labbé; Víctor Quilaqueo; Alen Quinteros; Cristián Robles. Informe de Seminario de grado para optar al grado de licenciado en humanidades con mención en Historia. Estudios Promaucaes Chile Central (Siglos XVII- XIX). Santiago 2004. Pág. 44.20 Cerpa, Daniel; Denis Labbé; Víctor Quilaqueo; Alen Quinteros; Cristián Robles. Informe de Seminario de grado para optar al grado de licenciado en humanidades con mención en Historia. Estudios Promaucaes Chile Central (Siglos XVII- XIX). Santiago 2004. Pág.44.21 Urbina, Rodolfo. Notas sobre las tierras de Indios de Chile en la segunda mitad del siglo XVIII. Revista Notas Históricas y geográficas. N° 3. Año 1992. Pág. 87-88.22 Vilches, Tadeo. Codegua y sus tradiciones. LOM ediciones. Año 2002. Pág. 823 Ídem. Pág. 824 Muñoz, Juan Guillermo. María Inés Abarzúa. Cuatro pobladores de Rancagua y sus familias. Universidad de Santiago de Chile. Pág. 325 Ídem, Pág. 5
16
Parafraseando a Jorge Cáceres podemos decir que se constituyó una elite
provinciana que por su poder económico como base del poder político, predominó
por sobre las otras clases o castas que conformaban la sociedad del chile
colonial. Bajo esta perspectiva, el indio, una vez que la encomienda se extinguió,
no tuvo otra opción que someterse a otro que le prestara un terreno para trabajar
producto que no tenía donde ir.
Un ejemplo que nos invita a hacernos preguntas es el que dice relación con
que “en 1806, el Fiscal de la Real Audiencia, como protector general de Indios,
obtuvo que se entregasen a los naturales de Rancagua ciertas tierras de las que
habían sido desposeídos. Para ello, se procedió a matricular a los indígenas de
los pueblos de Codegua, Peumo y Rancagua, señalándoles diez cuadras al
cacique, cinco a los indios tributarios y tres a las indias viudas. No hay en este
caso asignación de tierras a la comunidad lo que por lo demás, ocurre con
frecuencia”26. Además, “… se deja especial constancia en un certificado referente
al pueblo de Codegua que han sido adjudicadas a los indios las tierras que por
ordenanza les corresponde”27.
Lo anterior, nos indica que a pesar que se le entregaron tierras por medio
del protector de naturales a los Indios, el gran poderío de la hacienda en la zona
central de nuestro país, menoscabó a los agricultores rústicos que trabajaban la
tierra, y debido a eso, no les quedó otra que someterse a los lineamientos
económicos que marcó la hacienda por 150 años. Siguiendo esta misma línea,
cabe destacar que la política expansionista de los españoles estuvo destinada a
satisfacer la sed de gloria, poder y riqueza de los conquistadores, dando forma a
un señorialismo que en el viejo mundo ya se estaba extinguiendo, todo esto bajo
el poder de la Hacienda. Y a pesar de que muchas veces como lo mencionamos
anteriormente (en el pleito a favor de los indios) se les reconocía las tierras a los
naturales, la propiedad indígena, en la práctica su realidad era completamente
distinta “…parece que esta limitación no envolvía propiamente un respeto al
derecho de propiedad de los indígenas, sino que tenía por objeto evitarles un
perjuicio concreto, como por ejemplo, privarlos de terrenos en los cuales tenían
que hacer sus siembras y mantener sus animales”28. En resumidas cuentas, los
indios fueron reducidos solamente a las tierras que ocupaban con su ganado y
siembras para su alimentación, y el resto de tierras fueron desarraigadas para el
español y para el reino.
26 Silva Vargas, Fernando. Tierras y Pueblos de Indios en el reino de Chile. Universidad católica de Chile. Pág. 114-115.27 Ídem. Pág. 115. (op Cit. Real Audiencia, Vol. 697. Pza. 2.a.28 Huneeus, Andrés. Historia de la polémica de Indias en Chile durante el siglo XVI. Santiago año 1953. Pág. 65.
17
¿Dónde quedaron los indios?
Los indios, o indígenas, o aborígenes del reino de chile, una vez que la
encomienda se abolió, surgió una problemática en relación a la situación de los
mismos. La historiografía no ha sido capaz de dar cuenta qué fue lo que sucedió
con estos, dónde quedaron, si desaparecieron o sólo se transformaron. Claudio
Gay sostiene que los indios se convirtieron en inquilinos:
“…el inquilinaje procede de los indios de encomiendas
que, después de la abolición, se quedaron en las
haciendas, sin poder constituirse en trabajadores
enteramente libres”29
“Aunque los trabajadores indígenas estaban oficialmente domiciliados en
sus pueblos, la mayor parte del año no vivían en ellos. Es que, por largas
temporadas, los encomenderos los empleaban en llevar a cabo una multiplicidad
de tareas distintas, situación que los obligaba a residir provisoriamente- en
general, sin sus familias- en las estancias o minas u obrajes de sus amos”.30
Desde que llegaron los españoles a Chile central hasta las revoluciones
independentistas, el pueblo de Codegua se caracterizó por tener una población
indiana escasa, producto de las encomiendas, y también producto del dominio
terrateniente de unos cuantos hacendados chilenos, y también por el dominio
Jesuita en su debido momento. Es por ello que el pueblo Codeguano se fue
conformando a partir del mestizaje colonial, ya sea por las encomiendas
provenientes de otros lugares y no por indios originarios del mismo lugar. “Los
promaucaes no desaparecieron después de la Conquista, sino más bien se
adaptaron a las nuevas exigencias y desafíos planteados por el sistema
colonial”.31 Además, “La unión residencial de indios, españoles, mestizos, y en
algunos casos, negros, mulatos y zambos, era la nota común en los llamados
pueblos de Indios. El número de naturales decrecía a la par que aumentaba el de
los foráneos que aprovechaban las tierras de los indios a cambio de un canon
mientras estos vivían en el ocio. La indiferencia por la conservación de sus tierras
y la preferencia por arrendarlas a terceros, así como su inclinación a ausentarse o
huir de sus pueblos explican el por qué de las facilidades que encontraron
29 Citado por Mario Góngora. Origen de los inquilinos de Chile central. Universidad de Chile. Seminario de historia Colonial. Año 1960. Pág. 1530 Salazar, Gabriel. Labradores, peones y proletarios. Ediciones Sur. Año 1985. Pág. 37.31 Cerpa, Daniel; Denis Labbé; Víctor Quilaqueo; Alen Quinteros; Cristián Robles. Informe de Seminario de grado para optar al grado de licenciado en humanidades con mención en Historia. Estudios Promaucaes Chile Central (Siglos XVII- XIX). Santiago 2004. Pág. 12.
18
autoridades y vecinos para apropiarse de tales terrenos considerados, por lo
mismo, vacos”.32
Por último, como los indios poseían tanto terreno, y no siempre lo
utilizaban, con la llegada del español, estas tierras fueron requeridas por los
mismos. Como el Indio, no trabajaba esa tierra y esa tierra que poseían “eran en
buen número de casos de superficies mayores que las que les correspondían
según ordenanza. No siempre eran terrenos fértiles, pero solían ser de las
mejores existentes y, por lo tanto, los más apetecidos por los españoles”33. En
este contexto el Indio quedó en una posición de sometimiento, dado que ahora no
tenía toda la tierra bajo su poder y no la compartía sólo con otros indios, sino que
la tuvo que entregar a los españoles de la Colonia, por ende, el natural sufrió las
consecuencias de ello, y no desapareció sino que se transformó en el de la
encomienda, y más adelante en el inquilino, en el labrador y en el gañan de las
Haciendas.
CAPÍTULO II: “ETNÍA Y SOCIEDAD”34
“No podemos pretender dar cuenta de la sociedad del siglo XIX sin comprender su composición étnica. Son las Etnias las que crean a la sociedad moderna.”
32 Urbina, Rodolfo. Notas sobre las tierras de Indios de Chile en la segunda mitad del siglo XVIII. Revista Notas Históricas y geográficas. N° 3. Año 1992. Pág. 94.33 Ídem. Pág. 96.34 Título tomado del texto Etnía y Sociedad de María Rotsworoski. Instituto de estudios Peruanos.
19
En este capítulo abordaremos los cambios que se sucedieron luego de las
revoluciones independentistas, y cómo aquello repercutió en la conformación de
la estructura social en Chile, y específicamente en el pueblo de Codegua.
En base a los registros parroquiales existentes en el período, es que
trataremos de explicar cómo influyó el matrimonio, y los vínculos parentales en la
conformación del pueblo durante el siglo XIX. Para ello construiremos un relato a
partir de los matrimonios y bautizos que datan desde inicios del siglo XIX hasta
1830 aproximadamente.
En Codegua, a inicios del siglo XIX, el territorio, comenzaba a ser poblado
por españoles americanos que muchas veces no tenían tierras o títulos de
nobleza, y que por el solo hecho de ser descendientes directos de los españoles,
pudieron optar a un pedazo de tierra. Por otra parte, luego de que la hacienda de
la Compañía pasara a manos de Don mateo de Toro Zambrano y Ureta, hombres
con sus familias se apatronaron en ese terreno para optar a un pedazo de tierra a
cambio de su mano de obra sobretodo durante las épocas de cosecha y bonanza
que ello traía para las familias.
Codegua en los albores de la independencia
Hacia 1809 el pueblo de Codegua ya se encontraba relativamente formada
por unas cuantas familias, que por decir lo menos, se dedicaban a trabajar la
tierra para poder subsistir, sin embargo, existía un grupo de personas de origen
español que se asentó en estos lugares buscando expandir sus tierras y
patrimonios debido a la fertilidad y abundancia de buenas tirras para el cultivo que
el sector cercano a la cordillera llamado Codegua le ofrecía a estas personas.
Ahora bien, debemos dejar en claro que esta formación anterior a las
batallas por la independencia, que conformaba el pueblo, se debía a la existencia
de castas en el lugar, las que posteriormente conformarían la estructura social del
pueblo y también del resto del territorio nacional dominado por los patriotas. No
obstante, la información oficial que se nos brinda, en este caso la del archivo
parroquial de Rancagua; sólo ofrece cierta cantidad de la misma, debido que en el
caso de matrimonios y bautizos, se presume que sólo acudían a recibir dichos
sacramentos quienes tenían oportunidad de hacerlo y quienes no estuviesen
privados para ello, vale decir, no todos quienes figuran en dichos registros nos
brindan una información total de la situación en el pueblo, no obstante ayuda en
gran parte a comprender y entender su conformación como pueblo.
20
Es bajo la premisa anterior que podemos decir que en Codegua, por los
últimos días de la primera década del siglo XIX estaba conformada
mayoritariamente, según el registro parroquial, por tanto oficial, por españoles de
origen directo de Europa, pero nacidos en su gran mayoría en el continente
Americano. Los documentos revisados nos muestran que en 1809 en Codegua
existía una pequeña población de españoles que poseían un pequeño terreno en
el cual se hacendaban y vivían precariamente según la expresión utilizada para
estos en el censo de 1813.
Ahora bien, el pueblo era de importancia, debido a su historia y como una
de las puertas de entrada y salida de la capital, y es por ello que fue escogida por
muchos como lugar definitivo para vivir. En este año de 1809 en el pueblo se
produjeron un total de 12 matrimonios, simple acto que nos demuestra que 12
futuras familias se establecerán definitivamente en dicho territorio. El siguiente
recuadro, nos grafica lo explicado anteriormente:
Cuadro general Matrimonios en Codegua 1809
LINAJE MATRIMONIAL CANTIDAD
ESPAÑOL/ESPAÑOLA 10ESPAÑOL/INDIA 1
MESTIZO/MULATA INDIO/INDIA
PARDO/ESPAÑOLA PARDO/PARDA MULATO/NN
SIN CLASIFICAR 1 Total 12
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. Arzobispado de Rancagua 201235.
Claramente el cuadro anterior nos da a entender que en su mayoría,
quienes contraen el sagrado vínculo, son mayoritariamente personas de origen
directo de los españoles, que grafica una tendencia en la formación de este
territorio como pueblo y como comunidad.
El hecho que los datos oficiales nos muestren que sean mayormente
españoles quienes se casan y realizan estos ritos, se debe a que son ellos
quienes tienen mayor oportunidad de tener un futuro próspero, sin inconvenientes,
y sin mayores sobresaltos en el ámbito económico. Seguramente, estos
españoles americanizados tenían algún pequeño cargo político dentro de su
35 Los recuadros que se muestran en este texto, son elaborados a partir de la información recopilada en los archivos parroquiales del obispado de Rancagua, en los libros que dicen relación al pueblo de Codegua y que se encuentran disponibles en los registros de la parroquia el Sagrario.
21
jurisdicción, o eran artesanos, zapateros, o militares de bajo rango, que con un
pedazo de tierra eran capaces de mantener con un tanto de holgura a su esposa
y familia.
Ahora bien, nos cabe preguntarnos ¿por qué el resto de castas no se
casaba? ¿Era acaso que no querían; o simplemente porque no tenían los medios
para hacerlo, no veían futuro en ello, o porque la sociedad, vecinos, o
simplemente quienes ostentaban el poder consideraban que el sagrado vínculo
era solo para algunos? Son preguntas que es menester resolver a continuación.
En primer lugar debemos remontarnos al año 1545, año en que se celebró
el concilio de Trento, el cual nos explica las principales condiciones para contraer
los sacramentos, dentro de los cuales, el título del octavo capítulo dice “en casar
los vagos se debe proceder con mucha cautela”36. Es bajo esta premisa que los
párrocos actuaban a la hora de casar a los contrayentes, y muchas de las veces
que una persona de una casta quería casarse, se le ponían trabas, dada su
condición de casta, su condición económica, las que muchas veces se entendía
como condición de vagabundo.
Pues bien, no es fácil interpretar lo anterior, dado que la documentación
oficial no lo estipula, sino que sólo documenta a quienes si contrajeron el sagrado
vínculo, y no a los que se les impidió. Explicado aquello, el pueblo de codegua se
fue conformando, en base a pequeños hacendados muy rudimentarios, que como
se explicó más arriba pudieron tener una pequeña porción de tierra como
herencia, como premio a su trabajo en labores estatales, etc.
Por otra parte, debemos tomar en cuenta que muchos de los pobladores de
este pequeño pueblo, no estaban casados, ni mucho menos bautizados, por
diversas razones que no están documentadas oficialmente, pero que la historia
social, sin duda nos puede brindar una ayuda para dilucidar tales hechos.
Antes de pasar a explicar la otra parte de esta historia de la conformación
del pueblo, debemos revisar toda la documentación oficial disponible para este
análisis, esto es los registros de matrimonios y bautizos parroquiales, así como
también el censo de 1813.
Para el año de la revolución independentista, en el modesto pueblo de
Codegua registró un total de 8 matrimonios que se muestran en la siguiente tabla:
Cuadro general Matrimonios en Codegua 1810
36 Concilio de Trento. 1545. Información extraída del sitio www.mulitimedios.org. Consultado el 06/03/2013.
22
LINAJE MATRIMONIAL CANTIDAD
ESPAÑOL/ESPAÑOLA 5ESPAÑOL/INDIA
MESTIZO/MULATA 1INDIO/INDIA
PARDO/ESPAÑOLA PARDO/PARDA MULATO/NN
SIN CLASIFICAR 2 Total 8
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. Arzobispado de Rancagua 2012.
En este recuadro también la tendencia de matrimonios se inclina hacia
españoles mayoritariamente, lo que ratifica lo expuesto, en cierto modo, más
arriba. Para el año de 1811, el cuadro nos muestra un panorama bastante similar:
Cuadro general Matrimonios en Codegua 1811
LINAJE MATRIMONIAL CANTIDAD
ESPAÑOL/ESPAÑOLA 17ESPAÑOL/INDIA
MESTIZO/MULATA INDIO/INDIA
PARDO/ESPAÑOLA PARDO/PARDA MULATO/NN
SIN CLASIFICAR 2 Total 19
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. Arzobispado de Rancagua 2012.
En 1812, las tendencias siguen demostrando que quienes se casaban en
este pueblo, eran efectivamente españoles, que dadas sus condiciones
económicas y sociales, si podían hacerlo:
Cuadro general Matrimonios en Codegua 1812
LINAJE MATRIMONIAL CANTIDAD
ESPAÑOL/ESPAÑOLA 39ESPAÑOL/INDIA 1
MESTIZO/MULATA INDIO/INDIA 1
PARDO/ESPAÑOLA PARDO/PARDA
23
MULATO/NN 1SIN CLASIFICAR
Total 42
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. Arzobispado de Rancagua 2012.
Por último, en el año de 1813, se documentan los últimos casamientos en
este pueblo antes del período de reconquista (antes de la batalla de Rancagua),
cuyo siguiente recuadro grafica de la siguiente manera:
Cuadro general Matrimonios en Codegua 1813
LINAJE MATRIMONIAL CANTIDAD
ESPAÑOL/ESPAÑOLA 1ESPAÑOL/INDIA 1
MESTIZO/MULATA INDIO/INDIA 1
PARDO/ESPAÑOLA 1PARDO/PARDA 1MULATO/NN
SIN CLASIFICAR 1 Total 6
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. Arzobispado de Rancagua 2012.
En este último recuadro, recién podemos ver cierto equilibrio en el registro
de matrimonios, que viene a demostrar que siempre existe una excepción a la
regla. Por primera vez existe igual cantidad de matrimonios de castas con los de
españoles, y a su vez españoles (as) con una persona de otra casta.
Esta documentación que data de 1809 a 1813, nos muestra claramente,
que quienes contraían el sacramento del matrimonio eran en su mayoría
españoles que se casaban con españolas, lo cual ratifica el sistema u orden de
castas que preexistió en el territorio nacional en los comienzos del siglo XIX.
Estos matrimonios dan cuenta que el pueblo de Codegua, comenzó a formarse
social y políticamente en base a españoles nacidos en América, en su mayoría, y
que por tanto, son la base del futuro pueblo y de su formación. Así Codegua
comienza a estructurarse en base a las políticas de estado ya que predominaba
gente cercana a esa política, ya sean pequeños propietarios o inquilinos que se
apatronaban, pero que sin embargo no tenían derecho a voz ni voto; y si lo tenían
debían hacerlo a favor de su patrón.
24
El matrimonio entre españoles es el que más se documenta en los archivos
de las iglesias, eran quienes con mayor frecuencia realizaban el sagrado vínculo.
Entre ellos podemos ver el matrimonio entre Gerónimo y Mamerta:
En la capilla de codegua em quinse de agosto de mil
ochocientos nueve corridas las tres proclamas que dispone
el derecho y no aviendo resultado impedimento case y vele
según orden de nuestra santa madre iglesia a geronimopinto
esp y natural desta doctrina hijo legitimo de tomas pinto y
(…) quintanilla con mamerta baesespa y natural desta
doctrina hija legitima de domingo baes y mercedes
sepulveda. Fueron testigos francisco gonsales juan
sepulveda mercedes bera. Doy fee37
También podemos ver este vínculo reflejado en las nupcias entre Juan y
María:
En esta vise parroquia de misa de la candelaria y en primero
de enero de este año de mil ochocientos trese corridas las tres
proclamas qe previene el derecho y no haviendo resultado
impedimento y con dispensa del parentesco de tercero grado
de sanguinidad misto en quanto por el (…) vic capitular deste
obispado es sa. Jose ant. Irrasuris case y vele según orden
de nuestra madre iglecia a juan bielma esp y nat desta
doctrina de codegua leg de juan bielma y de maria lisperguer
con maria Toledo espa y nat desta misma doctrina leg de juan
Toledo y de Petronila balcasar siendo testigos eugenio
moreno juan manuel (…) y da. Dolores luco madrina, doy fee38
El recuadro que se muestra a continuación es un resumen de los
matrimonios realizados en Codegua entre el período señalado con antelación:
Cuadro general Matrimonios en Codegua 1809-1813
LINAJE MATRIMONIAL CANTIDAD
ESPAÑOL/ESPAÑOLA 72ESPAÑOL/INDIA 3
MESTIZO/MULATA 1INDIO/INDIA 2
PARDO/ESPAÑOLA 1
37 Obispado de Rancagua. Archivos Parroquiales. Libro de Fragmentos de matrimonios y Bautismos 1752-1806. 38 Ídem.
25
PARDO/PARDA 1MULATO/NN 1
SIN CLASIFICAR 6 Total 87
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. Arzobispado de Rancagua 2012.
Aquí se muestra que de las 87 uniones matrimoniales, 72 corresponden a
vínculos entre españoles, y solo 15 al resto de las castas. Justo en este año de
1813, en que se termina esta documentación, tenemos el Censo encomendado
por Juan Egaña, que nos muestra oficialmente un panorama general del pueblo o
de la partida de Codegua. Sin embargo, los casos de uniones donde la mujer
pertenezca a una casta superior a la del hombre son contados con los dedos de
las manos, ya que se buscaba mantener esa diferenciación y tensión que existía
entre las etnias y las castas. Flores Galindo lo expresa así: “Pocas veces las
mujeres optaban por mantener relaciones sexuales con hombres de una casta
considerada inferior”39
Según el Censo de 1813, la población total de la diputación de Codegua
llegaba a las 1566 personas, de las cuales 185 mujeres y 185 hombres estaban
casados40. Existían además, un total de 509 solteros y 621 solteras, además de
viudos y viudas. Dentro de la población soltera, se entiende que se inserta a todos
los niños y niñas.
Por otro lado, el censo también nos muestra un panorama bastante
atractivo acerca de la cantidad de población existente por casta y también de
profesionales. Según el documento en Codegua viven en la época 1308
españoles americanos (hombres y mujeres); 149 Indios; 23 mestizos; y 86
mulatos.41
Durante este período es donde se marca un quiebre entre el sistema de
castas, que pasará a conformar luego la estructura social de los pueblos,
existieron diversos factores que contribuyeron a que las antiguas castas
terminaran por ser las capas sociales que después se erigieron con tanta
diferencia entre una y otra durante el siglo XIX y más aún en el siglo XX.
39 Flores Galindo, Alberto. Los Rostros de la Plebe. Ed. Crítica. Barcelona. Pág. 90.40 Censo de 1813. Levantado por Don Juan Egaña. Descargado en PDF desde el sitio www.ine.cl. El día 25/02/2013. Pág. 194 41 Ídem.
26
Bajo esta perspectiva es que los nacimientos, ratificados oficialmente a
través de los bautizos, adquieren importancia, ya que estos niños conformarán las
futuras clases sociales de la segunda mitad del siglo XIX.
Un bebé viene al mundo: ¿bendición o castigo?
Los bautizos documentados, datan entre 1820 y 1830. Al igual que los
matrimonios, en su mayoría, quienes se bautizaban, sobre todo a comienzos de la
vida del bebé, eran de origen español según los registros, y luego de 1824 todos
son nombrados como chilenos, cuestión que abordaremos más adelante. Entre
1820 y 1824 se registran 124 bautizos, de los cuales 120 corresponden a
españoles y solo 2 a indios y 2 a mestizos. Es en este preciso momento que la
historia social tiene la facultad de explicar porqué ocurrió aquello tan
marcadamente y con la balanza tan inclinada hacia los españoles.
Al momento de que un niño viene a la vida, dependiendo de la posición
económica y de casta en que se encontraban los padres del futuro niño, cabe
preguntarse, ¿es realmente una bendición; o acaso era un castigo de Dios? Pues
bien, es preciso señalar que la familia se convirtió en el principal núcleo de la
sociedad, luego de la llegada de los españoles al territorio nacional, sobretodo en
esta zona que siglos atrás tenía otra estructura social con influencia incásica.
Partiendo de esta premisa, para una familia acomodada o relativamente con
recursos para tener un buen pasar, era siempre una bendición recibir un hijo en la
familia, ya que pasaba a engrosar el orgullo del padre como símbolo de su
hombría y de su fertilidad. Para un pequeño propietario, con independencia de un
patrón, cuya labor era trabajar su propia tierra para vivir con su familia, no existían
mayores inconvenientes para criar ni alimentar un nuevo miembro de la familia.
Un claro ejemplo de lo anterior se refleja en la familia Rubio, que desde los
comienzos de la colonización, se establecieron en la zona de Codegua, y cuya
importancia en la zona es muy relevante, incluso para la región del valle del
Cachapoal, dado que su riqueza, sus tierras y sus títulos, permitieron que esta
acomodada familia pasara a engrosar las filas de las pocas familias que tenían el
control y el poder en el Chile colonial.
A continuación mostramos un bautizo de una de las familias más
importantes e influyentes del valle del Cachapoal, y que precisamente, gracias a
27
esta investigación se pudo dilucidar que eran ellos quienes bautizaban al niño que
no está documentado en los libros pero sí lo está en la iglesia:
ANASTACIO RUBIO
En la vice parroquia de Codegua a once de febrero e
ochocientos veinte puse oleo y chrisma a anastacio chileno
de seis meses hijo legitimo de juan jose rubio y de rosalia
Valdivia y fueron padrinos nicolas rubio y matea gomez. Lo
bautiso el mismo padre qe le puso el oleo y fueron padrinos
de agua los mismos del oleo. De qe doy fee42
Esta es una familia, para la cual la llegada de un hijo es una total bendición
de Dios, por lo cual no representa ningún impedimento económico para la familia,
poder mantener y criar de la mejor forma a este nuevo ser.
Una bendición, que no hacía más que aumentar en número los miembros
de tan renombrada familia en el pueblo. Su padre Juan José Rubio Droguett,
poseía grandes terrenos en la zona:
El 13 de agosto de 1805 vendió un sitio a Juan Francisco
Díaz. De su padre heredó tierras en La Isla de las que vendió
el 15 de septiembre de 1819, junto al apoderado de Feliciano
Angulo que transó algunas vecinas con aquellas, a Justo
Luengo, colindantes con Isabel Angulo, comprador, Antonio
Angulo, José Ignacio Gómez Rubio y vendedor Rubio. El 16
de octubre de 1820 vendió otra parte a Simón Lira, linderas
con el vendedor, comprador, Justo Astorga y Bernarda Rubio
Gómez. El 5 de Febrero de 1830 compró a Valentín Rubio
Droguett parte de las que éste había heredado en la Punta,
vecinas a las del finado Pablo Moreno, José Martín Avaria,
Matea Gómez y comprador.43
Esta Familia remonta su Colonización al territorio nacional hacia el año
1640, con Juan Rubio Veloso, quien “falleció en Codegua antes de 1705”44. Este
es el hombre que marcó el precedente de la generación de los Rubio en
42Archivo parroquial Rancagua. Parroquia el Sagrario bautismos libro nº 5 1823-1830 título: “libro de baptismos y oleos ordenado por el cvra y vicario don juan rafael braíar año de 1823”
43 Muñoz, Juan Guillermo. Abarzúa María Inés. Cuatro pobladores de Rancagua y sus Familias. Depto de Historia Univ. De Stgo de Chile. Año 1995 Pág. 158.44Ídem. Pág. 148.
28
Codegua, ya que se “casó con Luisa de Porras Cabiedes, hija del teniente Juan
Fernández de Porras Tordesillas y de Francisca Cabiedes Araya”45
Uno de sus hijos, Francisco Rubio Porras, que fue capitán y vecino del
partido de Rancagua “se dedicó a las labores agrícolas en sus posesiones en
Machalí y en la estancia La Isla de Codegua”46. Este tuvo 10 hijos, en donde
Antonio Rubio Cabiedes, toma relevancia en el pueblo. Éste se dedicó a la
explotación de su estancia en La Isla de Codegua, heredadas de sus padres.Uno
de sus hijos; Juan José Rubio Droguett (que aparece como el padre de Anastacio
en el bautizo) “el 13 de agosto de 1805 vendió un sitio a Juan Francisco Díaz. De
su padre heredó tierras en la Isla de Codegua”47.
Con esta breve descripción acerca de una de las familias más influyentes
de Codegua durante la Colonia, podemos explicar que para este tipo de familias,
la venida de un nuevo ser al mundo, es siempre una bendición, ya que tiene
asegurado per se una herencia, ya sea en tierras, enseres, o riqueza. En
resumidas palabras, el niño desde que nace, tiene un futuro y un patrimonio
relativamente asegurado.
Un niño a este mundo ¿Castigo de Dios?
Contrariamente a lo relatado más arriba, muchas de las veces, traer hijos a
la vida, se convertía en un verdadero martirio, esto porque las condiciones
económicas no eran lo suficientemente estables como para mantener una familia
con cierta cantidad de hijos.
Por aquellos tiempos, subsistir para una persona con precarios ingresos
económicos, era de por si una tarea incansable y constante. Más aún cuando
llegaba la hora de mantener una familia, lo que terminaba por ser un verdadero
martirio. En el Chile de comienzos del siglo XIX, las familias que lograban
mantenerse, por lo general no estaban del todo constituidas, dadas las difíciles
condiciones a las cuales debían enfrentarse a diario. Por lo general este tipo de
familias antagónicas a las mencionadas anteriormente, eran aquellas que se
asentaban en los territorios que sus patrones les otorgaban a los padres de
familia a cambio de su mano de obra en los tiempos de cosecha y para los
quehaceres del hogar del patrón.
45Ídem. Pág. 148.46Ídem. Pág. 149.47 Ídem. Pág. 158.
29
No obstante, mantener y criar un niño en esas condiciones se convertía en
una tarea monumental, era una tarea compleja conseguir el alimento para una
boca más y la vestimenta para un cuerpo más. Bajo estas premisas es que en la
mayoría de los casos tener un hijo se convertía en un verdadero castigo. Esto
provocaba que los padres de familia muchas veces se fugaran a otros lugares en
busca de mejores oportunidades, o simplemente porque no eran capaces de
asumir la responsabilidad de mantener una familia con los pocos pesos que podía
percibir durante sus jornadas de trabajo. Existen varios ejemplos en donde los
niños son bautizados por la madre, pero aludiendo que su padre es un
desconocido; entre estos casos podemos ver los siguientes:
CARMEN ARANGUEZ
En la vice parroquia (se corta la hoja) ochocientos veinte
puse oleo y chrisma a maria del Carmen chilena de año, hija
legitima natural de mariaarangues y de padre no conocido y
fueron padrinos Santiago aranguis y agustina baez. Lo
bautiso el mismo padre que le puso el oleo. De que doy fee48
También tenemos el registro de Juana Santander en 1820:
JUANA SANTANDER
En la vice parroquia e Codegua a treinta e abril e ochocientos
veinte, puse oleo y chrisma a juana chilena e año hija natural
de juana Santander y de padre no conocido: y fueron
padrinos Fernando vera y maria Santander la bautiso el
mismo padre que le puso el oleo de que doy fee49
Visto los casos anteriores, durante los años de 1820 y 1830 hubo una cantidad
considerable registrada de hijos nacidos y bautizados sin saber absolutamente
nada de su progenitor, así como lo muestra la siguiente tabla:
Niños Bautizados sin padre/madre conocido
SIN PADRE 35SIN MADRE 2TOTAL 37
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. Arzobispado de Rancagua 2012.
48 Archivo parroquial Rancagua. Parroquia el Sagrario bautismos libro nº 5 1823-1830 título: “libro de baptismos y oleos ordenado por el cvra y vicario don juan rafael braíar año de 1823”49 Ídem.
30
A continuación se demuestra un gráfico que demuestra las cantidades que
indican que los niños que nacen en el pueblo sin uno de sus padres es una
cantidad considerable:
28%
2%70%
NIÑOS BAUTIZADOS SEGÚN SU TUTOR A CARGO
SIN PADRESIN MADRECON PADRE Y MADRE
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. Arzobispado de Rancagua 2012.
Este gráfico nos muestra que entre los niños que fueron bautizados, y por
ende se entiende que crecieron en ausencia, sin padre o sin madre concentra un
30% de niños en ausencia de uno de los dos padres. Para la época es un número
considerable, de niños, ya que también se desprende de este gráfico que estas
cifras representan alrededor del 30% de familias del pueblo.
Ahora bien debemos tratar de comprender cuáles fueron los motivos por los
cuales estos bebés y niños crecieron en ausencia de uno de sus dos padres. En
primer lugar, uno de los motivos que explican esta gráfica radica en que muchas
de las veces los padres biológicos de estas criaturas eran simples peones. Gabriel
Salazar nos demuestra aquello:
No es cosa de maravillarse, sin embargo, por el
comportamiento irresponsable de Mateo Vega. Porque,
cuando se tenía un padre como ese Mateo, es decir: un
simple “peón”, entonces había que hacerse la idea de que
papá no era sino un accidente- o una cadena de incidentes-
en las vidas de su prole. Pues los hombres como Mateo no
formaban familia. Se sentían compelidos, más bien, a “andar
31
la tierra”. En camino a otros valles, de vuelta de otros fundos,
en busca de vetas escondidas…50
Ser padre, en calidad de peón, sin duda era algo incompatible, y quizás sea
una explicación para tan marcado ausentismo para con sus hijos procreados, en
uno y en otro fundo.
Otra de las causas que pueden ayudarnos a explicar que existiera tanto
niño sin uno de sus padres lo podemos entender bajo el mismo contexto que
explicamos más arriba. Al tener la connotación de peón o de gañán, el padre
ausente no conseguía trabajo más que por una ración de comida y sin salario, es
por ello, que debía de andar por un lugar y por otro. “Que por hallársele en el
camino sin ocupación- es decir: sin una papeleta que atestiguase que tenía “amo”-
se le consideraba un “vagabundo mal entretenido” y que, como todo vagabundo,
era visto por las autoridades como un sujeto de suyo pre- criminoso, razón por la
que se le acosaba y perseguía”51.
Sumado a lo anterior, también debemos agregar que en varias ocasiones,
una madre tenía más de un hijo, por lo cual, bajo las condiciones señaladas arriba,
y sumado a que la madre podía tener 4 o 5 o más hijos, la situación se tornaba
insostenible. Es por ello que muchas de las veces, las familias con un buen pasar
económico adoptaban a estos niños. Sin embargo, no era precisamente porque
ellos lo deseaban por iniciativa propia, sino que estas madres que no podían
mantener a sus hijos, tomaban la difícil decisión de repartir a sus hijos con el
objetivo de que éstos tuvieran una vida más digna en otro lugar. Es así como eran
dejados en las puertas de estas casas de familias un poco más acomodadas, con
la esperanza de que tuvieran la posibilidad de tener una mejor calidad de vida.
Dentro de aquel 70% que señala el gráfico, acerca de los bautizados con
padre y madre podemos encontrar a todos estos inquilinos padres que formaban
familia dentro del territorio de su patrón, ya que por el hecho de tener un “ranchito”
donde cobijarse, se sentía cierta estabilidad, a pesar de no tener muchos
beneficios, más que la estabilidad y seguridad de poseer un techo donde pasar la
noche. Sin embargo, esto trae consigo una serie de beneficios también para su
patrón. Muchas de las veces el patrón se iba a los ranchos “…sabiendo que no
vienen a otra cosa sino a divertirse a costa de la mamá, o las tías o las hermanas
de uno”52. Tal situación no dejaba más que una sensación de injusticia, no
50 Salazar, Gabriel. Ser niño “huacho” en la historia de Chile (siglo XIX). LOM ediciones. Año 2006. Pág. 21. 51 Ídem. Pág. 2352 Ídem. Pág. 26.
32
obstante no había mucho que hacer, ya que a la más mínima oposición al inquilino
se le podía echar del rancho sin derecho alguno de reclamo.
Es por ello, que en gran parte de las veces, estos inquilinos buscaban
ascender dentro del fundo, buscando ser un capataz más del terreno, no obstante,
de lo positivo que podía ser económicamente para éste, el inquilino ascendido
terminaba convirtiéndose en un patrón más para los otros y más aún para sus
hijos, que sin tener obligación de trabajar allí (porque era el padre el inquilino),
eran obligados a trabajar por su padre “a ración y sin salario”, lo que provocaba el
éxodo de estos hijos en busca de mejores condiciones por el territorio. Esto no
hacía más que acrecentar la población de peones, que repetía las situaciones de
ausentismo en familias que formaban ellos, donde embarazaban mujeres en un
lugar y en otro, tal como los otros peones. Era en definitiva un círculo vicioso, que
repetía las situaciones y las intensificaba.
Para resumir todo lo anterior, podemos decir que éstos vienen a ser los
factores sociales que permitieron la conformación de la estructura social del
pueblo de Codegua para aquel entonces y para el futuro. Ausentismo, de uno de
los padres, inquilinos, peones- gañanes y patrones conformaron entre ellos y a
través de sus lazos las bases de la futura sociedad de pueblo.
Para contraponer los datos de ausentismo de uno de los padres en estos
párvulos, a continuación detallaremos una tabla que nos muestra la cantidad de
bautizos realizados en el pueblo de Codegua durante el período:
Bautizados hombres y mujeres 1820-1824
HOMBRES 69MUJERES 55Total 124
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. Arzobispado de Rancagua 2012.
Bautizos en el Pueblo de CodeguaAño Hombres Mujeres
1824 4 5 91825 20 23 431826 2 6 8
Total 26 34 60
33
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. 2012.
El primer gráfico nos da cuenta que durante 1820 y 1824, nacieron en
Codegua 124 niños, los cuales fueron bautizados en Codegua, pero que sus
registros se encuentran en la parroquia el Sagrario en Rancagua. Además, entre
1824 y 1826 en Codegua y sus registros anotaron 60 niños más, los que otorgan
una suma de 164 niños nacidos en el pueblo entre 1820 y 1826. Ahora bien, la
diferencia en los gráficos se anota porque en el primer gráfico existe una
diferenciación entre su origen étnico, mientras que los datos anotados en el
segundo no aportan dicha información, dado que para ese entonces todo aquel
que venía a este mundo, se le otorgaba la categoría de Chileno. El siguiente
gráfico corrobora lo indicado anteriormente:
Hombres y mujeres bautizados según casta
1820-1824CHILENOS 66CHILENAS 54MESTIZOS 2MESTIZAS 0INDIOS 1INDIAS 1TOTAL 124
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. Arzobispado de Rancagua 2012.
Por último, es menester considerar, que en Codegua, la mayoría de los recién
nacidos corresponden a chilenos y/o criollos, dada la fuerte colonización en la
zona, y por la segregación a los espacios más lejanos a los Indios; y si ocurría lo
contrario, por lo general el Indio había sido reducido a un pueblo, en donde se
contagiaba con toda la costumbre cristiana impuesta por el español. Además,
debido al proceso de Campenización, muchos de los inquilinos (entre ellos
mestizos, mulatos e Indios), luego de la Independencia se tomaron tierras para su
propio cultivo, lo que conllevó a que se adaptaran a las costumbres y necesidades
de la época, entre ellas bautizar bajo la fe Católica a sus hijos.
Factores económicos
Ahora bien, nos corresponde explicar algunos factores económicos que
contribuyeron a que el pueblo se constituyera de la forma que lo hizo y avanzó
hasta el día de hoy. En primer lugar, podemos decir que a inicios del siglo XIX, en
34
el pueblo de Codegua, se trabajaba principalmente la tierra en cultivos de
cereales, hortalizas y también se vivía de la crianza de ganado, además de el
cultivo de vides y de olivos. Pues bien, en este contexto, los fundos adquirieron
relevancia, y junto con ello quienes tenían el poder económico eran obviamente
los dueños de estos fundos y parcelas.
Quienes eran reconocidos como los dueños (patrones) de los fundos de la
zona, eran quienes tenían el dominio económico y político del lugar. En este caso
cabe hablar de los Rubio, de los Agüero, de los Porras, y de los Angulo, que
fueron los grandes dominadores del valle en el siglo XIX. Por debajo, o más bien
bajo la orden de estos apellidos, aparecían los inquilinos, y peones libres, que se
apatronaban en ciertas fechas donde la paga por la abundante cosecha, que por
cierto, requería abundante mano de obra, conformaban el segundo grupo de
habitantes del pueblo. Estos inquilinos eran el grueso de la población Codeguana
en ese entonces, y por lo tanto quienes movían la actividad económica de aquel
período. Además existía un pequeño grupo que llamaremos burgueses ya que
tenían cierta estabilidad y tenían aspiraciones de ascender socialmente, y por
cierto, con grandes posibilidades de hacerlo.
Entre estos burgueses podemos encontrar a los militares retirados que
instalaban su casa de reposo con su familia junto a algún pequeño negocio, los
artesanos, los herreros, zapateros y carniceros; que por sus oficios calificados
mantenían cierto reconocimiento por la clase más alta del lugar, y que muchas
veces la élite necesitaba de ellos para ciertas labores específicas como la de
confeccionar un traje, arreglar los zapatos, etc. En resumen constituyen
estructuralmente una capa media de la sociedad.
Por último dentro de esta capa social están los peones y gañanes libres que
llegaban itinerantemente a la zona en busca de trabajo para subsistir, y además
huían de otros lugares producto de robos que se le inculpaban, familias
abandonadas por ellos, o simplemente por necesidad.
Bajo los parámetros que regían la economía por aquel entonces, si bien es
cierto no estaban determinados claramente, se intentó a través de La Sociedad de
la Agricultura intentar establecer cierto orden. Debido a que existía cierto temor e
inseguridad ante los inquilinos y peones que no garantizaban del todo que la
inversión en las tierras hechas por los patrones rindieran las ganancias esperadas.
Ante ello, “las preocupaciones de los primeros asociados expresan la realidad
agrícola de aquel entonces: una agricultura muy rudimentaria, campos con una
35
población muy escasa y poco arraigada a la tierra, y una gran inseguridad en las
áreas rurales, producto del bandidismo de la peonada levantisca”53.
Por otra parte “si se considera que hacia 1790 las haciendas de Colchagua,
tenían como promedio 28 labradores (en su mayoría inquilinos con extensas
familias), cabe estimar que la población por hacienda ascendía a no menos de 100
personas (…) las haciendas parecían haber alcanzado el punto en que podían
generar internamente no sólo el número adicional de peones que su desarrollo iba
requiriendo, sino también un excedente, esto es, una súper-población relativa.
Como consecuencia de ello, los hijos más jóvenes de los inquilinos y peones
estables adquirieron el status de trabajadores excedentes. Las fuentes describen
como gente suelta, individuos, o simplemente afuerinos.”54
El análisis de Salazar nos conlleva a concluir que muchos de estos factores
económico- sociales, como el excedente de población, haya repercutido en
engrosar la población de peones libres, vagabundos y montoneros, dado que al no
tener un trabajo se veían obligados a trashumar de hacienda en hacienda, y no
por convicción propia, sino por obligación. Si no trabajaban, no comían, y si no
comían simplemente se morían. “No es extraño, pues, que, para los peones, el
deambular de una hacienda en otra en busca de trabajo fuese, al final de cuantas,
un esfuerzo improductivo. La fuerza joven de trabajo rural devino en un factor
afuerino, en una oferta intrusa de utilidad ocasional pero de riesgo creciente”.55
Factores Políticos
Dentro de este punto abordaremos el problema de los terratenientes versus
la política, y sobre todo en este pueblo del valle del Cachapoal. En la primera
mitad del siglo XIX, quienes comenzaron a tener preponderancia, en la política, y
relevancia en la toma de decisiones, fueron sin duda los latifundistas. Los jefes de
las haciendas (dueños) tenían el control económico de sus zonas, y en su
conjunto, del país; es por ello, que poco a poco se comenzaron a dar cuenta que
el poder político también podía estar a manos de ellos. Es así como comenzaron a
tener injerencia en el parlamento, en palabras de Bengoa: “Los latifundistas
formaron el estado y lo administraron mientras no hubo otros grupos”56. En el caso 53 Bengoa, José. El poder y la Subordinación. Ed. Sur Colección estudios históricos. Año 1988. Pág. 93. 54 Salazar, Gabriel. Labradores, peones y proletarios. Ediciones Sur. 1989. Pág.15555 Ídem. Pág. 151.56 Bengoa, José. El poder y la Subordinación. Ed. Sur Colección estudios históricos. Año 1988. Pág. 98.
36
de Codegua, existe un ejemplo que grafica y materializa esta situación, la cual se
extiende a lo largo de todo el territorio nacional:
Los latifundistas manejaban la votación de las provincias a su
entera voluntad. Se conocen decenas de casos de
senadores vitalicios a los que les bastaba la población de sus
haciendas y contornos para alcanzar un puesto en el
parlamento. Por ejemplo, Juan de Dios Correa, propietario de
La Compañía, casi todo el departamento de Rancagua, fue
senador entre 1846 y 1876; antes lo había sido su
hermano… El control de base electoral o clientela cautiva
aseguraba el control del parlamento.57
Góngora establece la estancia como propiedad territorial predominante
sobre los pueblos de indios a partir de la década de 1650. “El problema de la
residencia del indio en el pueblo o en la estancia quedó irresoluto en el derecho, el
régimen hispano no pudo acometer radicalmente la reducción a los pueblos”58. Lo
anterior, se debe en gran medida “… al interés de los propietarios en tener una
fuerza de trabajo segura. En tal sentido el contacto entre la sociedad indígena e
hispana, estuvo siempre mediado por los intereses de los encomenderos y los
estancieros, siendo su modo de explotar los recursos, el predominante y
responsable de la desarticulación económica y territorial sufrida por la sociedad
indígena en Chile central59
Características Sociales
Junto a los factores económicos y políticos es que derivamos a los factores
de índole social, que contribuyeron a la conformación de la estructura social
posterior a las luchas de la independencia y la conformación del Estado Chileno.
En primer lugar, debemos mencionar que durante la Colonia, el “bajo
pueblo” había sido segregado totalmente de esa sociedad española, blanca y
criolla, esa sociedad de “vecinos” que se formaba sólo entre ellos. A raíz de ello es
que las castas tomaron fuerza en la Colonia, tanto así que cada miembro de todos
los lugares tenían una adscripción a una casta, la que estaba consagrada en
censos, decretos públicos, litigios, parlamentos y en la vida en general.
57 Ídem. Pág. 9658 Góngora, Mario. Encomenderos y estancieros. Ed. Universitaria. Santiago 1970. Pág. 2.59 Cerpa, Daniel; Denis Labbé; Víctor Quilaqueo; Alen Quinteros; Cristián Robles. Informe de Seminario de grado para optar al grado de licenciado en humanidades con mención en Historia. Estudios Promaucaes Chile Central (Siglos XVII- XIX). Santiago 2004. Pág. 69.
37
Otra cosa importante que cabe destacar es el hecho de que al ser
marginados de una sociedad, este “bajo pueblo” constituyó “otra sociedad”, la que
instauró sus costumbres, creencias, etc. Bengoa es muy claro en lo que se
explica más arriba: “el pueblo, impedido de comerciar, marginado de los negocios
y la sociedad, fuera de la sociedad criolla y española, se constituía en sus propios
reductos de vida cotidiana independiente, con sus propias costumbres y formas de
vida. Es por ello que en la colonia existía una sociedad popular vagabunda,
trashumante, semi- delictual e independiente de mucha raigambre”60.
En este sentido, la estructura social, sin duda fue hija de la composición
étnica de los tiempos coloniales, en donde las castas, propendieron a separarse
una de otras, impidiendo la movilidad social entre ellas. Dicha segregación impidió,
en cierta forma, establecer lazos que fuesen más allá de patrón- trabajador
(inquilino, peón, gañán). Sin duda, esto no ayudaba a mejorar las relaciones, sino
más bien, a crear un ambiente de disidencia y enemistad. “Mestizos, mulatos y
zambos, es decir, todo lo que las fuentes llaman castas, constituyen una fuente
perenne de vagabundaje, al cual estaban ellos destinados como en cierto modo
por su propio status, excluidos del deber de trabajar que pesaba sobre indios y
esclavos negros, privados de posibilidades de ascenso social por la tacha de
ilegitimidad eclesiástica que tantas veces les afectaba, o por el bajo nivel social de
matrimonio paterno, la falta de honor social los identificó casi con la noción de
vagos.61
Sin duda, que existía una segregación de carácter racial, de castas, la que,
luego de la revoluciones independentistas, van a sufrir un cambio, no obstante, la
estructura, se mantiene casi intacta, sólo que con otros nombres y fuerzas. Ahora
bien, las políticas de la Corona, se centraron en fortalecer el inquilinaje, ceder
terrenos a los que no poseían, esto para estos grupos que deseaban trabajar la
tierra, a cambio de obediencia, para no ser un peligro para el orden, es decir,
muchas veces se les reprimía.
En las guerras de independencia, este orden que habían logrado
establecer, se disuadió y pasó al otro lado siendo ahora un desorden social, lo que
trajo como consecuencia, un relajo y una pérdida de autoridad hacia los españoles
y criollos. Esto porque quienes lucharon en los campos de batalla, eran, en
muchas ocasiones, peones, inquilinos, indios, mulatos, etc. También, producto de
la guerra, se dio una posibilidad única en aquel entonces; al quedar en cierto
60Bengoa, José. El poder y la Subordinación. Ed. Sur Colección estudios históricos. Año 1988. Pág. 10461 Góngora, Mario. Vagabundaje y sociedad fronteriza en Chile siglos XVII y XVIII. Ed. Universitaria. Año 1971. Pág. 75.
38
abandono algunas haciendas, se dio la posibilidad de ascenso social, en el sentido
de que algunos inquilinos- campesinos se enriquecieron ya que cultivaron y
sacaron provecho de las haciendas abandonadas.
El inquilinaje republicano, que se dio luego de la independencia, se dio a la
par de lo mencionado arriba. Como el centro de ganancia económica se volcó a la
industria cerealera, es que se necesitó mayor cantidad de mano de obra:
… y las necesidades de mayor asentamiento de la población,
como consecuencia de las guerras de la Independencia. Por
el mayor requisito de mano de obra de la hacienda cerealera,
los patrones querían tener gente establecida y atrajeron con
“regalías” a los campesinos vagabundos o ambulantes. Era
necesario “tener gente”. Tener gente para defenderse de los
salteos, para los rodeos y la crianza de los animales, como
era tradicional; tener gente para atraer a más cantidad de
población para las cosechas; para tener prestigio y también,
si fuera necesario, tener gente para votar, robarse las urnas
o imponer su candidato. Con el advenimiento de la
República, la población asentada o instalada, esto es,
inquilinizada, adquirió renovada importancia.62
Siguiendo esta línea de análisis, podemos establecer lo anterior como
causales de la conformación del pueblo de Codegua, tanto territorialmente, como
económicamente y también Socialmente, y sentaron las bases definitivas de lo
que hoy es el pueblo en sí. En primer lugar, el estado de semi abandono que
sufrieron las haciendas y fundos durante la independencia permitió que en la zona
se establecieran nuevos y pequeños trabajadores de la tierra, otros en las lejanías
de las haciendas establecieron sus ranchos y trabajaron la tierra abandonada. En
segundo lugar, la necesidad de la emergente industria cerealera obligó a los
terratenientes a dar más privilegios y mejorar las condiciones de los inquilinos para
poder mantenerlos bajo su mandato, para tener réditos de sus tierras; y ello
conllevó a que estos inquilinos en conjunto con sus familias se asentaran de
manera definitiva en un territorio, el cual sin duda colaboró en la conformación
social del pueblo, ya que este inquilino poco a poco iría adquiriendo importancia,
ya que a medida que pasaba el tiempo iba obteniendo, a su vez, más privilegios,
no obstante dentro de los pocos que poseía.
62 Bengoa, José. El poder y la subordinación. Ed. Sur. Año 1988. Pág. 118
39
Sin embargo, siempre hubo disputas por tratar de mantener el orden
establecido por parte de los terratenientes, donde Bengoa lo menciona
enfáticamente: “… la instalación tanto de inquilinos como de pequeños agricultores
se topó permanentemente con la avaricia del latifundio, que impidió que estos
pequeños agricultores fuesen prósperos, o que los inquilinos mejorasen su
situación de vida”63.
CAPÍTULO III: Codegua y su pueblo
En esta tercera parte, abordaremos de manera explícita cómo se estableció
de manera definitiva el pueblo de Codegua, luego de que se estabilizara el país
(posterior a la independencia), y de que se formara el estado Chileno. Es en este
apartado donde analizaremos con cifras y estadísticas, que grupo étnico, fue en
definitiva el que predominó en el asentamiento, y cuál fue su repercusión en el
tiempo, así como también cuáles fueron sus injerencias sociales políticas y
económicas. No obstante, debemos tener en cuenta que en ciertos casos se
produjeron simbiosis de grupos, los que, contribuyeron a formar el pueblo y
estabilizarlo en todos los aspectos durante el Siglo XIX y hacia su futuro.63 Ídem. Pág. 119.
40
El censo de 1813
Durante este año de 1813, en el pueblo de Codegua se realizó una cuenta
de población encargada en todo el país a Don Juan Egaña, el que recopiló
información de cada uno de los pueblos del territorio nacional para realizar una
cuenta oficial de habitantes del país. Entre aquellos pueblos, se encuentra el
pequeño pero importante pueblo de Codegua que se ubica a unos 65 km de
Santiago, y que es paso obligatorio hacia las ciudades de Rancagua y más al Sur,
debido que por este poblado atraviesa el “camino del Inca”, desde tiempos
prehispánicos.
En dicho período, en el pueblo, se contabiliza de manera oficial a 1566
habitantes64, entre los cuales se cuenta a todas las castas y grupos étnicos que
habitaban en cada una de las zonas y del país. Siguiendo con esta estadística, se
desprende de este total, lo siguiente:
ORIGEN Y CASTASESPAÑOLES
AMERICANOS 1308ESPAÑOLES EUROPEOS 0ESPAÑOLES ASIÁTICOS,
AFRICANOS Y CANARIOS 0EUROPEOS
EXTRANJEROS 0INDIOS 149
MESTIZOS 23MULATOS 86NEGROS 0TOTAL 1566
64Egaña, Juan. Censo de 1813. Descargado desde internet: www.ine.cl. Pág. 194
41
Fuente: Censo de 1813. Disponible en www.ine.cl
Como lo muestra el gráfico anterior, en el pueblo de Codegua existe, según
el informe oficial una mayoría de españoles americanos, y una minoría de castas
de otra índole. Sin embargo existe un número de habitantes que no fue censado,
esto por el hecho de que no querían someterse al proceso, así como también por
obligación, es decir, porque se encontraban en otro lugar, fuera de la zona, y no se
le contabilizó, o porque huían de la justicia, entre otros. Muchos de estos que no
quisieron someterse al proceso, muchas veces lo fue por temor, porque querían
una vida de montonero, libre, sin deber obediencia ni pertenecer a nadie, ni a
ningún territorio.
Los Españoles Americanos
Este grupo fue el de mayor presencia en la zona según los datos oficiales;
éstos configuraron los grupos en los cuales se encontraban los hacendados y los
agricultores rústicos en la zona. Uno de los documentos que nos dan cuenta que
por regla general, éstos establecían lazos parentales entre ellos, vale decir dentro
de su mismo grupo, son los matrimonios:
En esta vice parroquia de misa de la candelaria de codegua y
en veinte y cinco días del mes de diciembre deste año de mil
ochocientos y once corridas las tres proclamas que previene
el derecho y no haviendo resultado impedimento case según
el orden de nuestra madre iglecia a dionicio Ayala hijo
legitimo de pedro Ayala y de Josefa romo con Carmen
moreno espa y natural desta doctrina hija legitima de dn
elisardo moreno y de pascuala romero siendo testigos jose
vega y nicolas moreno. De que doy fee65
Matrimonios de esta índole se presentaban con frecuencia en la parroquia
del pueblo, dando cuenta que era éste grupo de personas quienes acostumbraban
a realizar estos rituales, por un lado, y eran quienes eran aceptados por la iglesia
(concilio de Trento) para realizarlo, por otro.
Además dentro del grupo de españoles americanos, bautizar a sus niños
era una práctica de carácter obligatorio, y las fuentes indican que también la
mayoría de bautizados aparecen como Chilenos, es decir, como parte del grupo
oficialmente reconocido como ciudadano. 65 Obispado de Rancagua. Archivos Parroquiales. Libro de Fragmentos de matrimonios y Bautismos 1752-1806.
42
JOSE SANTOS MENA
En la vice parroquia de Codegua a veinte y tres e abril de
ochocientos veinte bautise puse oleo y chrisma a jos santos,
chileno, hijo legitimo de tomas mena y de rosalia angulo, y
fueron padrinos mateo rubio y bartola rubio. De que doy fee66
Fray diego reyes
JOSE LORETO MORENO
En la vice parroquia e Codegua a veinte y siete e mayo de
ochoceintos veinte, bautise, puse oleo y chrisma a jose
Loreto chileno hijo legitimo e Victorino moreno y e caietana
sanches y fueron padrinos Feliciano y juana romero. De que
doy fee. Fray diego reyes67
En base a dichos registros, es que podemos deducir que los españoles, y
criollos conformaron un grupo importante y poderoso dentro de la comunidad, ya
que en ellos radicaba el poder económico de la zona, además del poder político.
Era importante para ellos no vincularse con otros que no pertenecieran a su grupo,
ya que no era visto de la mejor forma en el ámbito social y quizás tampoco
religioso.
Sin duda que fue este grupo de personas identificadas por aspectos
comunes quienes dieron gran parte de la vida al pueblo, y contribuyeron con sus
costumbres y estilo de vida a otorgarle idiosincrasia al pueblo en construcción
social, luego de que se estableciera el estado Chileno definitivamente como
expresión nacional y de identidad.
Los Indios o Naturales
En este grupo o casta se encuentra el segundo grueso de la población
existente en la zona, según el censo de 1813, no obstante, la cantidad indicada en
dicho censo puede que esté errada, dado que, muchos Indios, en esencia, los
Indios Chiquillanes, acostumbraban a vivir de manera semi- nómada escondidos
en la pre cordillera andina de Codegua, muy pocas veces se les veía en tierras
bajas, y es probable que por esa razón no hayan sido contabilizados en el Censo
de 1813.
66 Obispado de Rancagua. Bautismos: Parroquia el sagrario; Libro N° 5 1823-1830. Libro de baptismos y oleos ordenado por el cvra y vicario Don Juan Rafael Braíar año de 1823.67 Ídem.
43
Por otra parte, había un grupo de Indios, quienes por sus antepasados
vivieron en tierras bajas, ya sea porque eran parte de la encomienda, o porque sus
antepasados les heredaron tierras y animales de esos lugares, fueron quienes
hicieron de esta casta un grupo importante. Se les considera de vital importancia,
ya que ellos fueron la población esclava de Codegua en algunas ocasiones, y
también fueron parte de ese grupo de “pobres” y de peones libres que rondaba la
zona, tratando de estabilizarse económicamente, trabajando las tierras de los
patrones y tierras colindantes, pobres e infértiles para poder subsistir.
Los Indios, por su condición como tales, en la mayoría de las ocasiones
sufrieron este “karma” de ser segregados por los otros, y ser desplazados “de las
tierras que históricamente les pertenecieron”, por el hecho de haber sido
sometidos por los españoles y obligados a ser parte de algo que no formaba parte
de su estructura social. Es este grupo, el que sufrió las penurias de la
encomienda, del sometimiento y de la esclavitud; y Codegua no fue la excepción.
Al existir este sometimiento a una nueva estructura de raigambre fuedal, el
Indio tuvo que obligadamente adaptarse a las situaciones, y es por ello que
también deben adaptarse no sólo en lo económico y político, sino que también en
lo religioso. Así es que existen fuentes que demuestran este sometimiento a una
nueva costumbre religiosa, social y cultural, como lo es el matrimonio y el
bautismo, que son traídos de esta cultura feudal cristiana.
En este de codegua y en veinte días de sep. De mil
ochocientos trese corridas las tres amonestaciones que
manda el concilio y no haviendo resultado impedimento case
vele según orden de nuestra madre iglecia a narsiso
caravajal indio nat desta doctrina leg de ramón caravajal
martina ríos con Petronila aguilera ija de Ignacia aguilera
india nat desta doctrina y pe no conocido. Testigos juan (…)
jose ríos madrina loreta jara. Doy fee.68
En la vise parroquia de codegua y en nueve días del mes de
mayo de mil ochocientos dose corridas las tres proclamas
que previene el derecho i no haviendo resultado impedimento
case y vele según orden de nuestra madre iglecia a juan
gomes indio nat desta doctrina leg de pedro gomes y de
Isabel peres con juana gonsales india hija de Andrea
68 Obispado de Rancagua. Archivos Parroquiales. Libro de Fragmentos de matrimonios y Bautismos 1752-1806.
44
gonsales y padre no conocido y nat desta doctrina. Testigos
jose carabajal jose ríos. De que doy fee.69
JOSE MARIA INDIO ROSALES
En la vice parroquia de codegua a trese de marso de
cochocientos veinte y dos puse oleo y chrisma a jose maria,
indio de ocho meses, hijo legitimo de Toribio rosales y maria
del Carmen vera y fueron padrinos jose hernandes y catalina
pardo lo bautiso don francisco garcia y fueron padrinos de
agua los del oleo
Fray diego reyes70
Bajo esta perspectiva, podemos decir que los Indios, que acarreaban
costumbres desde tiempos inmemoriales, por razones que ellos no pudieron
impedir, tuvieron que adaptarse a un modo de vida completamente diferente, y si
se negaban, como en reiteradas ocasiones lo intentaron de hacer, sobretodo en
este lugar (frontera promaucae), era probable que terminaran muertos, por ello no
les quedó otra que someterse a este nueva forma de llevar la vida, con
costumbres y leyes antagónicas a las suyas.
Los Mestizos
Según la información estatal, en Codegua existía un grupo minoritario de
mestizos (23) para el año de 1813, lo que nos demuestra que aún existía una gran
barrera de carácter social y por sobre todo racial por vincularse con personas de
otra casta o condición natural que no fuera igual a la persona. No obstante,
podemos decir, que este grupo, comienza a marcar un precedente para la futura
confirmación social cuando el Estado se legitime como forma de gobierno, ya que
a través de estos grupos que mezclan un poco de cada grupo o raza de la
Colonia, las brechas y las posibilidades de ascenso social comienzan a dar una
pequeña luz de posibilidades a otros que no eran precisamente españoles puros.
69 Ídem.70 Obispado de Rancagua. Bautismos: Parroquia el sagrario; Libro N° 5 1823-1830. Libro de baptismos y oleos ordenado por el cvra y vicario Don Juan Rafael Braíar año de 1823.
45
A pesar de la escasez de esta casta en el pueblo de Codegua, existen
registros de un par de niños bautizados bajo esta categoría, entre los cuales
tenemos al siguiente:
FELIPE PADILLA
En la vice parroquia e codegua a ocho de noviembre de
ochocientos veinte puse oleo y chrisma a Felipe mestiso de
seis meses hijo legitimo de julian padilla y de petrona
arangues y fueron padrinos roque arangues y segunda
arangues. Lo bautiso el padre fray mateo soto de san
franciscon y fueron padrinos de agua los del oleo. De que
doy fee
Fray diego reyes
La Población Mulata
El censo de Egaña nos indica que la población de mulatos en Codegua
ascendía alrededor de 86 personas, lo que indica que existían minoritariamente
por debajo de la población India. Ahora bien, a pesar que prevalecieron en menor
cantidad que los Indios, no son menos importantes. Entendemos a los Mulatos
como aquella cruza entre un blanco y un africano, sin embargo, éstos eran
quienes estaban casi al final de la pirámide social Colonial, ya que ellos se les
encargaba las tareas forzosas y pesadas de las haciendas. No obstante, en
muchas de las ocasiones no formaban parte del grupo de esclavos, por el hecho
de tener una parte del hombre blanco. En este mismo apartado también podemos
encontrar a los pardos que tienen pequeñas diferencias con los mulatos, que sin
embargo, no son suficientes para que sean otro con el mulato.
En Codegua existe un registro de un matrimonio entre pardos, que
demuestra que también se adaptaron al sistema al cual pertenecían, quizás no por
gusto o por opción más no por obligación:
En este de codegua y en tres días de junio de mil
ochocientos trese corridas las tres proclamas que previene el
derecho y no aviendo resultado impedimento case y vele
según orden de nuestra madre iglecia a mateo salasar pardo
y nat desta doctrina hijo de paula salasar i pe no conocido
con bitoria Ferreira parda nat desta doctrina hija de flora
46
Ferreira y pe no conocido. Testigos Benedito moreno juan
sepeda madrina anta Ferreira. Doy fee71
También existe un antecedente que nos muestra que hubo matrimonio de
mulatos:
En esta parroquia de codegua y en primero de junio de mil
ochocientos y dose corridas las tres proclamas que previene
el derecho y no haviendo resultado impedimento (…) del
orden de la merced con lisensia del santo cura sn jose
Antonio bajilla case y vele a ramón neira mulato de pp no
conocidos con Carmen gairas de pps no conocidos siendo
testigos Jorge birro pedro Moncada y madrina Petronila
Moncada de que doy fee72
El censo de 1813 no muestra que en Codegua hubiese existido población
negra, sin embargo si nombra la existencia de 29 esclavos, los que no categoriza
dentro de un grupo étnico en específico.
Otros
Dentro de los registros parroquiales existen grupos matrimoniales que no
forman parte de un grupo específico, pero que marcan un quiebre dentro de estos
parámetros de población establecidos por el censo. Hay matrimonios en los cuales
las uniones de marido y mujer no necesariamente pertenecen a un mismo grupo,
pero que si tuvieron descendencia, lo más probable es que ya lo hicieran durante
el período de eliminación de las castas, por ende serían chilenos, como todos los
demás.
En esta de codegua y en veinte y quatro de mayo de mil
ochocientos trese corridas las tres proclamas que previene
el concilio i no aviendo resultado impedimento case y vele
según orden de nuestra madre iglecia a Antonio moreno nat
desta doctrina leg de Fabiana toro y pedro moreno con
mercedes Monsalve india leg de Santiago ríos y mercedes
Monsalve. Testigos marcos silva juan peres madrina Loreto
jara. Doy fee73
71 Obispado de Rancagua. Archivos Parroquiales. Libro de Fragmentos de matrimonios y Bautismos 1752-1806.72 Ídem.73 Ídem.
47
En la capilla de codegua en dos de julio de mil ochocientos y
nueve corridas las tres proclamas dispuestas por derecho y
no aviendo resultado impedimento case vele a andres suñiga
esp. Natural desta doctrina y de padres no conocidos con
dionisia camilo india natural desta doctrina hija legitima de
francisco camilo y de Felipa cortes. Testigos santos Ibarra
jose maria pinto felis moreno. Doy fee74
En esta vise parroquia de misa de la candelaria de codegua y
en diez días del mes de abril de mil ochocientos dose
corridas las tres proclamas que previene el derecho y no
haviendo resultado impedimento case y vele según orden de
nuestra madre iglecia a andres cortes esp y nat desta
doctrina hijo de Micaela cortes y padre no conocido con
marcia chanqueante india hija de juana chanqueante y padre
no conocido siendo testigos andres montecinos Eugenio
moreno Josefa peres doy fee75
En estos casos, hay un claro indicio de mestizaje, vale decir, que si el hijo o
hija que llegase a tener sería dentro de estos parámetros un mestizo, dado que
aquí ocurre un vínculo entre un español natural (criollo) y una India.
En esta de codegua y en sinco de junio de mil ochocientos
trese corridas las tres proclamas que previene el derecho i no
aviendo resultado impedimento case vele según orden de
nuestra madre iglecia a pedro pontigo pardo nat desta
doctrina leg de lucas pontigo luisa casello con (…) catalana
espa y nat desta doctrina leg de Javier catalano y luisa
bustos, testigos mateo arrue juan miranda madrina matea
arrue. Doy fee76
En esta situación un Pardo se casa con una española, que ya escapa a los
criterios de selección que se muestra en el censo de 1813. En realidad un caso
aislado dentro del orden general, pero que sin duda, es un precedente que
muestra el quiebre de las castas.
74 Ídem75 Ídem.76 Ídem.
48
En esta vise parroquia de misa de la candelaria de codegua y
en siete días del mes de octubre deste año de mil
ochocientos diez. Conociedas las tres proclamas que manda
el concilio y no habiendo resultado impedimento case y vele
según orden de nuestra madre iglesia a juan espina mestiso
hijo de Antonia espina y de padre no conocido, con maria
aguilera mulata esclava y natural desta doctrina legitima de
jose aguilera y de maria garcia. Fueron testigos jose cordova
Antonio ponse y madrina rosaria arangues. De que doy fee77
Por último tenemos un caso de un matrimonio entre un mestizo con una
mulata esclava, lo que no deja de ser un caso extraño, No obstante, en la realidad
de aquello, el hecho de haberse un mestizo, casado con una esclava, la mujer
mulata deja de ser una esclava, ya que de ahora en adelante le pertenece al
marido mestizo (que es libre), por tanto ella, no será más esclava.
Negros
En el pueblo no existe registro alguno que nos de cuenta de la existencia de
población negra, por un lado el censo de 1813 dice que no hay negros en
Codegua, y por otro, los registros parroquiales tampoco datan existencia de
personas de esa raza.
Para resumir los datos arrojados más arriba, podemos decir que en la zona
se produjo una diversidad cultural, una mezcolanza de castas, en la que a veces
ocurrían uniones entre distintos grupos, lo cual abre mucho más el espectro de la
diversidad. Sin embargo, el predominio económico, lo siguió manteniendo el
español criollo, ya que por un lado había tenido ese poder desde tiempos de la
conquista, y también porque eran el grupo con mayor número de habitantes dentro
de Codegua.
Codegua como pueblo en el nuevo estado
“Mi papá era zambo y mi mamá chola. Es mezcla. Yo hubiera preferido ser más
negrito porque mis hermanos son más
77 Ídem
49
zambos. A mí me engríen por ser un poco blanquiñoso.”78
Nuestra tesis dice relación con que la composición étnica del pueblo de
Codegua tuvo directa relación con la estructura social que se conformó cuando el
Estado se estabilizó ya hacia 1830. Es en este período cuando comienzan a
esbozarse las primeras líneas de las “clases sociales” que tendrán tanta fuerza en
los años posteriores.
Los españoles criollos, quienes se hicieron del poder luego de la
independencia, comenzaron a formar un círculo poderoso a través del cual
mantenían el orden dentro del Estado. En Codegua, fue este grupo, que a su vez
era bastante numeroso, quien se hizo con el poder local en el ámbito político,
económico y social. Políticamente, se hicieron del poder, gracias a su gran
dominio económico; todo hacendado o terrateniente tenía el suficiente poder
económico como para incidir en una elección de cargos públicos a cambio de
regalías para sus propios trabajadores o también a cambio de un favor o donación
al pueblo. No profundizaremos más en este asunto, dado que está citado en el
capítulo anterior.
En este apartado nos corresponde establecer la relación que existe entre
español criollo y aristócrata. Pues bien, este grupo de personas, de tez blanca, por
regla general, desde la conquista, se ubicaron en la cúspide de la pirámide, por lo
cual se hicieron del poder, de la dominación y del sometimiento. Durante la
Colonia fueron los terratenientes españoles, que hacían valer su poder por sus
grandes tierras, luego de que se construyera el nuevo estado, la situación de ellos
no varió mucho. Su carácter casi utópico de herencia española los mantuvo en el
poder por sus tierras y procedencia, sin embargo lo que comenzó a cambiar fue el
nombre que se les atribuye, y se les comenzó a nombrar aristócratas, y como dijo
Bengoa “los terratenientes se mantuvieron en el poder mientras no hubo otro
grupo”79.
Codegua por ser una zona agrícola y campestre, para estos terratenientes,
no hubo obstáculo por parte de otros grupos poderosos que amenazaran con
quitarles el poder, ya sea dueños de asentamientos mineros, dueños de las
nacientes industrias (pequeñas industrias), etc. Su dominio no se puso en jaque.
En otras palabras, fueron exclusivamente los grandes hacendados y algunos un
poco más rústicos quienes detentaron el poder sin que nadie se los impidiera.
78 Testimonio de un poblador de Huerta Perdida, tugurio de Lima, recogido por Nancy Fukumoto. 1972. Extraído de Los Rostros de la Plebe. Alberto Flores Galindo. Ed. Crítica. Barcelona. Pág. 87.79 Bengoa, José. El poder y la Subordinación. ED Sur. 1988. Pág 125.
50
Tener dominio económico se convirtió en sinónimo de poder político. Es la nueva
Aristocracia de Codegua.
Por otra parte, los grupos medios nacieron como tales (ya no eran castas),
en este pueblo producto de la simbiosis de algunos grupos y principalmente por
estos mestizos que vivían en el lugar. La unión matrimonial de españoles con
indias, de pardos con españolas, muchas veces dieron el pase para que este
grupo medio cobrara fuerza (ver cuadro pág. 14), ¿el motivo? Uno de ellos por el
hecho de que para los blancos criollos (españoles) no era bien visto que ellos
establecieran vínculos con las castas, y por lo general, esta persona que se unía
con alguien que no fuera español (a) era apartado socialmente por el grupo, y
muchas veces por su familia, para no ensuciar el linaje de la misma. Es por ello
que las personas terminaban por auto marginarse del mismo círculo social para
empezar una nueva vida con su esposo o esposa. Otro de los motivos, dice
relación con que uno de ellos podía ser pobre, pero con el hecho de haberse
casado con un mestizo que poseía un pedacito de tierra o con un español (aunque
no tuviera tierras), pero que por su color y procedencia tenía opciones de tener
cargos que otro no podría obtener, dejaba de ser pobre y se instalaba un poco
más arriba que ellos.
Este grupo de personas que se sitúa en el medio de la estructura social, lo
conformaron todo aquel que en algún momento fue inquilino, y que a su vez no era
cualquier inquilino, sino que aquel que tenía la venia del terrateniente, que era de
confianza, y al cual se le daban tareas diferentes al común de los inquilinos, entre
ellos los capataces.
No obstante, debemos dejar en claro que por aquellos años era muy
complejo establecer un grupo medio en tal situación económica y política, sino
más bien existía una separación solo entre ricos y pobres.
Estos últimos, los pobres, son quienes conforman y dan vida socialmente
hablando al pueblo de Codegua, ya que son los peones, gañanes, inquilinos,
quienes ocupan el lugar de los pobres en el pueblo. En términos étnicos, son los
naturales (indios), mulatos, pardos y los grupos mal llamados castas los que
engrosan la fila de este grupo social. Sin embargo debemos destacar que es
precisamente este grupo de personas el que otorga la idiosincrasia popular
característica de la zona, debemos ser conscientes que son estos sectores los que
entregan vida y características a un pueblo, a una comunidad. Un lugar, en donde
existen diferencias de procedencia, es capaz de conjugar costumbres, folklore
para enriquecer la vida del pueblo, y por sobre todo la vida popular.
51
Es importante, por otro lado, dejar en claro, que no fue sino gracias al
sistema de hacienda que se instauró en el país como principal nicho económico,
que se produjeran estas condiciones de vida popular en la que sólo algunos tenían
acceso a los privilegios de la época, a las tecnologías, y a las comodidades. “Las
estancias requerían una escasa mano de obra, mucho más adecuada al nuevo
nivel de la población indígena en el valle central”80. Lo anterior nos dice claramente
que la estancia pasa a marcar un precedente de la estructura social que se va a
asentar por largo tiempo en el país luego de que se constituya el Estado Chileno;
esto porque al necesitar escasa mano de obra, las haciendas, prescindieron de
muchos trabajadores, por lo cual dejó gran cantidad de mano de obra sin ejercer.
A raíz de ello, quienes quedaron sin poder trabajar, sobre todo en tiempos de
invierno, quedaron no en condición de inquilinos, sino que engrosaron las filas de
los peones libres y los gañanes; ello acrecentó las precarias condiciones en las
cuales se mantenían, y sólo unos pocos (inquilinos), pudieron mantenerse
relativamente cómodos bajo el alero de su patrón.
Por otra parte, las haciendas fueron el gran centro económico del Chile
central y articuló las relaciones sociales de vida de los poblanos durante la colonia
y el siglo XIX, en palabras de Villalobos:
Las haciendas constituyeron unidades económicas que, por
una parte, se vinculaban al mercado y, por otra, se
encerraban en una vida propia, se satisfacían casi por
completo las necesidades de los campesinos, los indios y
los negros, que constituían la masa rural y eran la población
mayoritaria del país. Ellos se acogían a las haciendas,
nacían y morían en el lugar, aunque es cierto también que
la movilidad geográfica y el vagabundeo rompían, en cierto
modo, el arraigo. Conformada en el siglo XVII, la hacienda
traspasaría los dos siglos y medio siguientes, como
elemento esencial de la vida de la nación81
Codegua como pueblo en el nuevo estado Chileno, se conformó en base a
todos las características citadas más arriba, una de las principales, por la fuerte
influencia de los criollos y por su marcado poder “… su capacidad económica, su
intachable prestigio y su condición de clase culta, les permitió erigirse en el
segmento rector de la sociedad…”82. Además por la gran riqueza cultural que 80 Góngora, Mario y Jean Borde. Evolución de la propiedad rural en el valle de Puangue. Ed Universitaria. Santiago. Año 1956. Pág. 48.81 Villalobos, Sergio. Historia del pueblo Chileno. Santiago 1983. Vol. 2. Pág. 14682 Revista Que Pasa. Colección práctica del estudiante. Tomo 8. Editorial Portada. Año 1986. Pág. 58.
52
aportaron la naciente población mestiza y la población indígena, la cual formó
parte de este bajo pueblo, el que estuvo en permanente contacto con los criollos,
sin perjuicio de que cada grupo estableciera costumbres diametralmente opuestas,
así como también puntos en común.
La composición étnica del pueblo fue la piedra angular de la conformación y
establecimiento de la estructura social que comienza a consolidarse por los años
de 1830, ya que son los españoles americanos quienes como grupos mayoritarios
y dominantes se armaron con el poder económico y desde allí instauraron su
poder político con base en sus haciendas, estancias y grandes campos de tierra
explotable de recursos. Las mal llamadas castas formaron parte estructural como
base de la pirámide, los mestizos, engrosaron gran parte del bajo pueblo, y
algunos en carácter de inquilinos formaron un grupo pequeño de personas que
puede llamarse del “sector medio”; vale decir con un rancho y tierras relativamente
buenas para cosechar y sembrar. Los de origen Africano, como mulatos y pardos
(que en realidad también podemos categorizarlos como mestizos porque nacen a
partir de un vínculo entre un africano y otra persona de raigambre diferente),
formaron parte del bajo pueblo, y se adaptaron a las costumbres que se iban
haciendo cada vez más fuertes y sólo lograron mantener ínfimas costumbres de
sus orígenes ancestrales del continente negro.
Por último, los naturales de la zona desde tiempos inmemoriales, también
fueron sometidos por la fuerza y se quedaron en la base de la pirámide, por lo cual
fueron parte del bajo pueblo, y su presencia no hizo más que enriquecer las
costumbres y el folklore de este grupo social, sin embargo, su exclusión de la
sociedad obligó a que se adaptaran a nuevas costumbres; entendiendo el
concepto de sociedad en el discurso de los vencedores. “Para León la exclusión
de la sociedad indígena- popular en la conformación del espacio tradicional
Chileno, corresponde al más complejo y grave ocultamiento de las raíces
históricas de nuestra sociedad”83.
A pesar de lo anterior, el curso de la historia, nos ha dado a entender que la
sociedad se conformó a partir de esas directrices, no obstante, en Codegua el
pueblo, lo popular se construyó en base al legado indígena en su parte, el que se
ha mantenido en la memoria, mas no en los escritos, y fuertemente por su legado
criollo, el cual se manifiesta hasta los días de hoy en su forma, en su arquitectura
y en sus costumbres. El fuerte arraigo español en la zona agrícola, por intermedio
de la hacienda, hizo que su sociedad se superpusiera a la otra, con la salvedad
83 Cerpa, Daniel; Denis Labbé; Víctor Quilaqueo; Alen Quinteros; Cristián Robles. Informe de Seminario de grado para optar al grado de licenciado en humanidades con mención en Historia. Estudios Promaucaes Chile Central (Siglos XVII- XIX). Santiago 2004. Pág. 118.
53
que aún hay personas que recuerdan aquella historia como suya. “En otras
palabras, el dueño del latifundio aparece también como el dueño de la historia”84
Es bajo esta perspectiva que la estructura social que se instauró en el
pueblo perduró al ritmo de las fuerzas sociales y políticas que acarreaban al país,
sin embargo, no debemos olvidar que bajo esta estructura preexistieron pueblos,
costumbres y tradiciones diferentes, en donde unas se perdieron, otras se
adaptaron a los nuevos modelos y otras, simplemente desaparecieron. León hace
un rescate a aquello, mencionando lo siguiente:
Al frente de mi casa había un conventillo y, al lado, una
casa de gitanos. De un lado el almacén de Don Raúl, “el
pulpo” (…) Que me perdonen los historiadores científicos
esta indiscreción, que me perdonen los colegas que
piensas que para ser un “distinguido” historiador debemos
dejar de lado nuestras historias personales. Pero no puedo
escapar a la cárcel que ha tejido en torno mío mi propia
historia85.
Para el año de 1830 cuando se comienza a consolidar el Estado Chileno,
Codegua se configura como un lugar en donde predomina una estructura social
dominada por los españoles que se convierten en Aristócratas, y con las castas y
grupos populares reducidos al bajo pueblo. Son en definitiva los grupos de
raigambre española los que terminan por imponerse en términos de sociedad, sin
perjuicio de lo que contribuyeron las castas coloniales. La estructura social del
pueblo se conformó a partir de dichos parámetros, a través de los cuales forjó una
historia que en muchas ocasiones no representaba al pueblo en su totalidad, sino
que solo al pueblo que construyeron a partir de la dominación.
Sin embargo es nuestra tarea rescatar el legado del bajo pueblo que vivió a
la sombra de la sociedad que construyó oficialmente el pueblo criollo. Para esto,
construiremos una historia a partir de un niño que nació sin padre en este, pueblo
de Codegua. Pero aquello es tarea del próximo capítulo.
84 Ídem. Pág. 115.85 León, Leonardo. Los combates por la Historia. En Sergio grez y Gabriel Salazar. Manifiesto de los historiadores. Santiago 1999. Pág. 102-104.
54
CAPÍTULO IV: “BASILIO BARRO”. UNA HISTORIA DESDE ABAJO
En este capítulo abordaremos la vida en términos sociales y económicos de
un ser del bajo pueblo desde su perspectiva, desde su punto de vista, es decir
desde sus propios zapatos. Tal caso es el de Basilio barro, el cual abordaremos
desde su nacimiento hasta se adultez.
BASILIO BARRO
En la vice parroquia de codegua a ocho de febrero de
ochocientos veinte y dos puse oleo y chrisma a Basilio
chileno de siete meses hijo natural de teresa varro y de
padre no conocido y fueron padrinos Bernardino padilla y
55
francisca flores. Lo bautiso el padre fray jose Antonio silva
de san francisco y fueron de agua Eusebio Guajardo y
Luciana poblete, de que doy fee
Fray diego reyes86
Era Agosto de 1821 y Teresa daba a luz a Basilio, al parecer, un niño
absolutamente sano. El niño creció poco a poco bajo el alero de su madre, ya que
el padre brillaba por su ausencia. En 1822 fue presentado ante Dios y se convirtió
oficialmente en un miembro más de la comunidad, ya que pasaba a formar parte
de los registros oficiales que manejaba la parroquia.
Basilio creció en medio de las “faldas” de su madre, sin embargo, se le
categorizaba como un “huacho” por el hecho de no tener padre. Desde muy
pequeño tuvo que aprender a trabajar la tierra para ayudar a su madre, ni hablar
de la escuela, eso era solo para los ricos, para los hijos de los patrones. Su patio
de juego pasó a ser el cerro, las cumbres, ya que estaban cerca de él; esto porque
su madre tenía un ranchito en los límites con un fundo que ocupaba todas las
mejores tierras (como el de La Compañía). Mientras tenía tiempo libre, Basilio, se
iba a jugar al cerro tal cual como se relata la historia de “Carmelo”:
En los primeros meses de invierno, cuando salen los pastos
verdes en los cerros con las primeras lluvias, y los cerros se
ponen refalosos con la humedad y el pasto verde, Carmelo,
en compañía de otros chiquillos amigos, inventaron un
nuevo deporte, que consistía en refalarse cerro abajo
sentado en un palo. Carmelo iba al cerro a cortar un palo a
propósito, como de 50 centímetros de diámetro y de unos
60 de largo y que tuviera un gancho, que le sirbiera como
cabeza de caballo para de ahí tomarlo con las dos manos y
guiarlo cerro abajo… A este aparato raro él le daba el
nombre de “caballo”… se lo hechava al hombro y se hiva
cerro arriba en busca del punto que habían elegido para
deslizarse. Este punto era una lomita de cerro que no
tuviera piedras y estuviera parejita y bastante pendiente y
con bastante pasto…87
Juegos de esta índole realizaban probablemente niños como Basilio, pero
que, sin embargo, escasamente podían hacer cuando ellos quisieran, dado que su
86 Obispado de Rancagua. Bautismos: Parroquia el sagrario; Libro N° 5 1823-1830. Libro de baptismos y oleos ordenado por el cvra y vicario Don Juan Rafael Braíar año de 1823.87 Salazar, Gabriel. Ser niño “huacho” en la Historia de Chile. LOM ediciones. 2006. Pág. 64.
56
vida sin padre lo obligó a trabajar desde muy pequeño, cosa que siguió
repitiéndose por lo menos hasta mediados del siglo XX. Estudiar no se encontraba
dentro de las prioridades para este niño, sino que la prioridad era llevar unos
cuantos centavos para la casa y poder comer algo.
A esa edad de los 12 a 14 años ya casi Basilio debía desarrollar las tareas
de un adulto, de un jefe de hogar; en esto Salazar da en el clavo con un relato de
una profesora de Rancagua: “En las calles se ven grupos de niños, también en la
placita, aquí. Es que no hallan qué hacer. En este tiempo están en la fruta
trabajando y no se ven, pero les dura unos meses, no más. Después quedan sin
hacer nada. O van a sacar arena al río… ¿Para qué voy a estudiar –dicen- si,
total, puedo ir a limpiar autos al centro y así ganarme unos pesos?88
Resulta complejo entender cómo un niño de apenas 12 años tenía que
trabajar para poder obtener su pan de cada día. Como dice el relato de la
Profesora, lo más probable es que estos niños trabajaban a ración y sin salario en
una hacienda en los meses de cosecha en donde se requería la mayor cantidad
de mano de obra, pero después, en invierno no tenían nada que hacer porque los
patrones de haciendas no los necesitaban.
Por otra parte, Teresa, su madre, probablemente se dedicaba a criar a
hermanos de Basilio, y se dedicaba a tejer, lavar ropa, y trabajos de poco tiempo
que colaboraran a poder traer el alimento para los niños pequeños del hogar.
Basilio, así, se convierte en la piedra angular de una casa sin quererlo, sino
obligado por las condiciones en las que su familia se encuentra. Como en invierno,
el trabajo en las haciendas no era muy requerido, había que buscar otras
estrategias para conseguir dinero o alimentos para pasar los crudos inviernos.
El rol de una madre, terminaba convirtiéndose en una tarea que era casi
imposible de realizar, ya que el arduo trabajo para mantener, muchas veces, “un
tropel” de niños, hacía que la madre trabajara todo el día, donde los niños debían
quedarse solos, o en su defecto quedarse con los abuelos. “Si era lavandera, la
seguíamos hasta los pilones y acequias de la plaza, donde junto a otros huachos,
estorbábamos días enteros, lo que obligaba a la policía a intervenir. Si era
fritanguera o vivandera, la seguíamos hasta las cañadas, plazuelas y
descampados donde instalaba su cocina, sus ramadas, tendales, mesones y
ventas. Pero si era cocinera o sirvienta puertas adentro, no podíamos seguirla y
teníamos que quedarnos en el rancho donde vivíamos, a veces solos, a veces en
88 Ídem. Pág. 99.
57
custodia de la abuela. En cualquier caso, estaba siempre ocupada… No la
poseíamos. Era para nosotros, una madre ajena”89.
Bajo esta línea, Basilio, trabajaba como el jefe de hogar para llevar el
alimento a sus hermanos. Como inquilino, no tenía mucho que ganar, pero al
menos podía entregar una ración de comida a su rancho. En este punto, podemos
entender el espacio más bajo de la estructura social que se forma en el pueblo de
Codegua.
Sin embargo, lo más probable, dadas las condiciones de sometimiento en
las que se encontraba Basilio, es que se convirtiera en un peón libre o bandolero,
ya que su padre, por un lado los abandonó (quizás por la misma razón), y por otro,
porque no resistió más la subyugación. Basilio quizás puedo haberse dedicado a
trabajar una tierra magra y pedregosa, para tratar de obtener alguna vid u olivar de
esa tierra, o volverse un peón libre viajando por las tierras en busca de
condiciones un poco más favorables.
La primera clase en esta estructura social que comienza a consolidarse
desde 1830, la conforman aquellos inquilinos que trabajan a ración y sin salario,
peones y gañanes, dentro de ellos la mayoría sin uno de sus padres. Étnicamente
hablando, nos referimos a Indios, mestizos, esclavos, mulatos, zambos, etc.
Dentro del pueblo, existe una diversidad racial, de procedencia, de origen;
aquello da origen a la cultura popular, a lo folklórico, que enriquece este estadio
social. En este sentido, Basilio creció hasta la adultez y es lo más probable que
haya formado familia, o en su defecto, engendró unos cuantos hijos sin
reconocerlos. Eso era algo normal dentro de esta naciente sociedad, o bien grupo
social en formación, que poco a poco comenzaría a darse cuenta de sus injusticias
y comenzaría a reclamar derechos para sí. Esto gracias a que “la guerra de
independencia desordenó el reino y la sociedad. La relación entre criollos y pueblo
se relajó y se desdibujó la autoridad”90.
Sin embargo, el hecho de que el bajo pueblo, se tomara atribuciones, no
cayó bien a los criollos, tanto así que “la instalación de inquilinos como de
pequeños agricultores se topó permanentemente con la avaricia del latifundio, que
impidió que estos pequeños agricultores fuesen prósperos o que los inquilinos
mejorasen su situación de vida.”91
89 Ídem. Pág. 3990 Bengoa, José. El Poder y la Subordinación. Ediciones sur. Año 1988. Pág. 10691 Ídem. Pág. 119.
58
Este grupo que se agrupaba y consolidaba por condiciones económicas y
sociales que tenían en común, fuera de su aspecto físico y de su procedencia, se
unificó bajo un mismo parámetro: la pobreza y las condiciones de vida
insuficientes. Es decir, las castas que sufrieron sometimiento durante la conquista
y durante la colonia, lo siguieron sufriendo, no bajo el yugo de un encomendero, o
de un conquistador, o de un rey, sino que lo sufrieron, bajo la mano de quien
ostentaba el poder económico y político: el hacendado. “El deterioro en las
condiciones económicas condujo a que los plebeyos aumentaran en número y
acabaran imponiendo su estilo de vida al conjunto de las capas populares de la
ciudad”92 Lastarria agrega lo siguiente respecto del último período colonial, que
sin embargo sigue perpetuándose posterior a la lucha Independentista:
No es por consiguiente exagerado establecer, en vista de
tales hechos que de los 400 mil habitantes de la Colonia
Chilena, por lo menos 390 mil estaban sujetos a la voluntad
del pequeño número restante, componiéndose la mayoría
de los infelices mestizos proletarios que nada eran en la
sociedad y que vivían condenados a una perpetua y
desesperante esclavitud disimulada.93
Es por ello, que las malas condiciones de vida generaran grandes índices
de mortalidad, ya sea de niños, adultos y ancianos. Las enfermedades adquieren
fuerza y son el miedo de este grupo social, más aún en los crudos inviernos. La
higiene es escasa, por tanto las enfermedades son aún más proclives. En los
registros parroquiales de Codegua existe una mención a esto: “En los meses de
octubre noviembre y diciembre se han sepultado veinte y siete cadáveres
contagiados de la peste en el campo de la Leonera.” 94 Esto se refiere al año de
1830. Las pestes, eran muy comunes en la época y generaban el miedo por parte
de la población más expuesta a ello, que no eran más que los grupos de la base
social.
El siguiente gráfico, nos muestra, en resumen, las defunciones de los
habitantes del pueblo, que son atribuibles a lo que se menciona más arriba:
DefuncionesAño Hombres Mujeres Párvulos
92 Flores Galindo, Alberto. Los Rostros de la Plebe. Ed. Crítica. Barcelona. Pág. 80.93 Lastarria, José Victorino. Obras Completas, Tomo VII, “Investigaciones sobre la influencia social de la conquista y del sistema colonial de los españoles en Chile” (Edición 1868). Pág. 77- 78. (Extraído de Bengoa, José. El Poder y la Subordinación. Ediciones sur. Año 1988. Pág. 121)94 Archivo parroquial de Codegua. Libro en q se sientan las partidas. Año de 1830.
59
1830 6 7 1 141831 21 11 12 44
Total 27 18 13 58
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. 2012.
En tan sólo dos años, se sucedieron a lo menos 58 muertes registradas, y
un dato no menor es que 13 de ellas corresponden a bebés de la zona, que es un
indicio de la cruda realidad que tenían que atravesar estos niños durante sus
primeros meses de vida. Lo más seguro, es que hayan sido de familias pobres
como la del niño Basilio.
Muchas de las personas que crecieron en el pueblo como el joven Basilio,
lo más probable es que hayan vivido hasta su muerte en el pueblo, y seguramente
bajo la misma condición social en que nació, producto del poder y control
económico criollo, no pudo generar riqueza y vivió subyugado al trabajo a “ración y
sin salario”. Un ejemplo de ello es el siguiente caso, que ocurrió en abril de 1831:
Gaspar Pozo
En la parroquia de Codegua a seis días del presente mes
enterre el cuerpo de Gaspar Poso viudo de (no entiendo el
nombre) Cordova. Se confeso y recibió los santos
sacrmentos y no testo por pobre. De qe doy fe.
Miguel J Cubillos95
Pedro, fallece en abril de 1831:
Pedro Angulo
En la parroquia de Codegua a veinte y siete del mismo mes
enterre el cadaver de Pedro Angulo Casado con Juana
Aguilera. Se confeso y recibió los santos sacramentos. No
testo por pobre De que doy Fe
Miguel J Cubillos96
Alejandro fallece en Junio del mismo año:
95 Ídem.96 Ídem.
60
Alejandro Bobadilla
En la parroquia de Codegua a dies y nueve del presente
mes enterre el cadaver de Alejandro Bobadilla casado
Juaquina Quinteros. Se confeso y recibió los santos
sacramentos. No testo por pobre. De qe doy Fe
Miguel J Cubillos97
Lo importante de destacar en estos casos es que todos en su acta de
defunción “no testaron por ser pobres”, vale decir que no tenían nada que heredar
para sus sucesores, muestra de que las condiciones de pobreza no permitían
mantener nada para la posteridad, sino sólo obtener para subsistir. Es la realidad
del pueblo de Codegua y de su grupo popular, en los comienzos del siglo XIX.
DIFUNTOS QUE TESTARON Y NO TESTARON POR
POBRESNO TESTARON 32
TESTARON 13TOTAL 45
Fuente: Registros parroquiales de la parroquia de Codegua. 2012.
De los 45 difuntos en calidad de dejar herencia, 32 no lo pudieron hacer por
ser pobres, los documentos son similares a los que arriba se muestran, y nos
indican muchos de ellos que no pudieron dejar herencia por ser pobres, otros más
fuerte aún por ser indigentes, o porque se murieron de repente, que puede ser
atribuible a que no alcanzó a ser diagnosticado por un doctor, el cual era bastante
caro contratar, o por la lejanía de su rancho con algún doctor o curandero.
No obstante existen un par de casos, en los cuales se muestra el nivel
máximo de pobreza local, y de las condiciones en que algunos vivían para
sobrevivir, el primer caso corresponde al mes de diciembre de 1830 y el segundo
a abril de 1831:
Jose de la (…) Aguilera. Insolvente
En la parroquia de Codegua a treinta días del presente mes
enterre el cadaver d Jose (…) Aguilera Soltero. No se
confeso y ni recibió los santos sacramentos por que dicen
que murio de repente y esto por miserable. De que doy Fe
97 Ídem.
61
Miguel J Cubillos98
En la parroquia de Codegua a veinte del presente mes
enterre el cadaver de Francisco Araya Soltero Hijo legitimo
de Flaviano Araya y de Andrea Aguilera. No se confeso
porque lo asesinaron violentamente, ni testo por indigente
Miguel J Cubillos99
En el primer caso el difunto se le refiere como miserable, es decir por pobre
y por “malo”, mientras que el segundo no pudo testar por ser indigente. Esto refleja
las precarias condiciones en las que se encontraba el bajo pueblo en el lugar
conocido como Codegua.
A continuación, trataremos de dar cuenta de un pequeño grupo de personas
y de familias que lograron establecerse como pequeños comerciantes, artesanos,
los cuales no tuvieron que vivir en precarias condiciones, pero que a su vez no
poseían grandes riquezas, ni tampoco tenían el control político de la zona, en esta
ocasión lo llamaremos “grupo medio”.
En primer lugar, debemos decir que en el censo de 1813 existe un grupo de
personas que están categorizadas por oficio, los cuales creemos que pertenecen a
este grupo pequeño pero importante en el lugar.
PROFESIONESPÁRROCOS 0CLÉRIGOS 0
RELIGIOSOS 1RELIGIOSAS 0
HACENDADOS Y PRIPIETARIOS RÚSTICOS 64
LABRADORES INQUILINOS 52JORNALEROS 43ARTESANOS 12
COMERCIANTES 3MILICIANOS DE
CABALLERÍA 49MILICIANOS DE
INFANTERÍA 50PRFESORES, LITERARIOS 0
98 Ídem.99 Ídem.
62
Y ESTUDIANTESPEONES Y SIRVIENTES DE
MINAS 0CRIADOS LIBRES 57
ESCLAVOS 29
Fuente: Censo de 1813. Disponible en www.ine.cl
De este gráfico, podemos decir que quienes pertenecen a este grupo, sólo
quedan fuera, los criados libres, los esclavos y los jornaleros. El resto de
profesiones la podemos enmarcar dentro del grupo medio. Dentro de los
artesanos, tenemos a: “1 platero, 3 carpinteros; 4 zapateros; 1 tinajero; 1 herrero;
1 albañil; 1 peinero”100. Estos profesionales y artesanos conformaron este grupo
medio en Codegua, dado que son ellos quienes dan vida, en cierto modo, a la
actividad económica a nivel local, y son el grueso de fuerza de trabajo para
muchas haciendas y satisfacen las necesidades básicas del bajo pueblo, cuyo rol
principal lo ejercen los artesanos mencionados arriba.
Existe un grupo de inquilinos que es parte de este grupo estructural que
conforma la sociedad Codeguana, son los inquilinos que se ganan la confianza del
patrón, aquellos que tienen por función, la de ser capataces, mayordomos, los
jardineros, etc. Es decir, que están en el círculo más cercano al terrateniente.
“Adentro y afuera de la hacienda son dos categorías claves para comprender la
agricultura y la mano de obra rural: los de adentro eran los de confianza patronal:
los de afuera nunca tuvieron esa confianza…”101. Además, existe un grupo que
Egaña los denomina como “ hacendados y propietarios rústicos”, los cuales se
hicieron de tierras probablemente por la confianza que les tenía el terrateniente, o
bien luego de la guerra independentista, se apoderó de un lugar cuando la
hacienda perdió un poco de poder debido a la escasez de mano de obra. “… la
aspiración de los inquilinos a lo largo de la historia siempre fue llegar a constituirse
en pequeños propietarios independientes”102. Algunos de ellos lograron este
objetivo y se independizaron, y a su vez tuvieron su propia tierra para trabajar sin
estar sometido a un aristócrata y produciendo excedente que le permitía obtener
ganancia de su tierra, que era diferente a lo que ocurría con los del bajo pueblo
con tierras, que apenas producían para subsistir.
Por último, dentro de este grupo o sector medio del pueblo de Codegua,
podemos categorizar a los grupos milicianos y de caballería que indica el censo de
100 Censo de 1813. Levantado por Don Juan Egaña. Descargado en PDF desde el sitio www.ine.cl. El día 25/02/2013. Pág. 194. 101 Bengoa, José. El poder y la subordinación. Ediciones sur. Año 1988. Pág. 121.102 Ídem. Pág. 122.
63
Egaña, dado que son éstos quienes mantienen el orden público que toma
relevancia, y con mucha fuerza, cuando asume el poder Diego Portales. Si bien es
cierto, estos individuos eran autoridad máxima en cada uno de los poblados del
territorio nacional, no obstante, se debían, por lo general a las decisiones de los
terratenientes locales, dadas sus influencias políticas que podían significar la
remoción de los cargos de policía de la milicia, cosa que significaba, quedar en la
ruina para una familia cuyo jefe de hogar pertenecía a la milicia, por lo tanto era
mejor para ellos obedecer y hacer caso a los consejos que muchas veces
impartían los aristócratas terratenientes del lugar.
Ahora nos queda abordar el grupo más acomodado de la sociedad: los
criollos. Éstos conformaron la Aristocracia terrateniente en los inicios del siglo XIX.
Este grupo social se formó desde siglos en la cúspide de la pirámide social. Esto
porque tenían el control económico y político del país. En Codegua,
particularmente, este grupo no fue la excepción, ya que también ejercieron su
dominio por sobre los otros grupos de la sociedad.
Los criollos fueron el grueso étnico que es parte de este grupo social
dominante y hegemónico. Son los criollos, quienes eran dueños de las tierras y de
las grandes haciendas de la zona, y en donde existían las tierras más fértiles. Bajo
esta perspectiva, desde tiempos de la Conquista y Colonia, que los españoles, y
luego lo españoles americanos tuvieron el poder económico, que le otorgó poder
político y dominio donde tuvieran tierras. Posteriormente, su mestizaje devino en lo
que conocemos como criollos; decimos mestizaje, entendiendo que hubo algunos
que mantuvieron poder económico, pero que, algunas veces, su vínculo con otros
linajes hizo desvirtuar un tanto esta idea de que, los españoles eran quienes
tenían el poder total por sobre estas tierras.
Este grupo, poderoso, instituyó el núcleo económico en la zona: la
hacienda. Era ingenuo pensar que un negro, o un indígena natural de la zona
tuvieran en sus manos una hacienda. Si el caso se hubiese dado, lo más seguro
es que haya sido despojado de sus tierras como ocurrió con los caciques y
naturales de todo el territorio. Los españoles que se hicieron del poder a partir de
la Conquista, instauraron un sistema haciendo un símil al feudo europeo, en donde
se establecían relaciones entre un señor y un vasallo, los cuales le debían respeto
y obediencia a un rey que radicaba a muchos miles de kilómetros de distancia.
Bajo esta premisa, los españoles americanos se radicaron rápidamente en
las distintas zonas del territorio nacional, y Codegua no se excluyó de tal proceso:
64
En la vise parroquia desta doctrina en nueve días del mes de
marso de mil ochocientos i diez case según el orden de
nuestra santa madre iglesia y con la licencia de (…) dn jose
Antonio rodrigues a tomas mena natural desta doctrina hijo
legitimo de jose mena y de Josefa cuevas con rosalia rubio
natural desta doctrina hija legitima de jose rubio y de pilar
angulo. Se corrieron las tres amonestaciones que proviene el
derecho y no resultado impedimento se casaron y no se
velaron por ser tiempo prohibido. De que doy fee. Testigos
ant arangues Benedicto moreno103
La familia de los Rubio, tanto como la de los Angulo, tenían influencia
poderosa en el pueblo de Codegua y en la diputación de La Punta, es decir,
ejercían influencia en un amplio sector del valle pre cordillerano. Más aún si el
dominio se materializaba por medio de un matrimonio entre miembros de ambas
familias, como ocurrió con los padres de Rosalia Rubio que es quien se casa en el
matrimonio indicado anteriormente; ella es producto de la unión matrimonial entre
José Rubio y Pilar Angulo.
En este caso también se muestra un vínculo matrimonial entre españoles
que sin duda dan cuenta de que se instalaron en la zona para ejercer poder,
hegemonía, enriquecerse con tierras y fortuna:
En esta vise parroquia de codegua y en veinte y siete días
del mes de enero de mil ochocientos y dose corridas las tres
proclamas que previene el derecho y no haviendo resultado
impedimento case y vele según orden de nuestra madre
iglecia a camilo moreno esp y nat desta doctrina hijo leg de
Daniel moreno y de maria errera con maria molina esp y nat
desta doctrina lega de Cornelio molina y de juana asevedo.
Testigos martin inostrosa Benedicto moreno peres. De que
doy fee104
Camilo Moreno y María Molina forman familia ante Dios, y de seguro que
por herencia han obtenido un lugar donde vivir, donde criar animales y donde
trabajar la tierra.
Socialmente este grupo más acomodado, estos aristócratas, formaron parte
de la élite social del pueblo en su expresión local, y fueron parte del mismo
103 Obispado de Rancagua. Archivos Parroquiales. Libro de Fragmentos de matrimonios y Bautismos 1752-1806.104 Ídem.
65
proceso en su expresión nacional. Este grupo se hizo del poder, dado que
sustentaba la economía en base a la tierra, tierra de la cual ellos eran los dueños.
En este sentido encontramos también a los Rubio, mencionados en esta
investigación como una de las familias más influyentes de la zona. Un ejemplo de
ello es el de Tristán Rubio que:
Tuvo tierras lindantes con Mercedes Moreno y los hermanos
Mercedes, Bernarda y José Antonio Rubio Gómez. Con una
heredera de este último tuvo pleito en 1889 por cercas e
intromisión de ganados. En 1858 compró a su padre y a
Isabel Rubio dos cuadras en Codegua lindantes con
Santiago Durán, José Rubio y María Garcés Rubio. En la
hacienda de Angostura fue administrador del Canal Lucano,
del que tenía el derecho a un regador para sus tierras. En
1886 siguió juicio por aguas con Samuel Rojas. Tuvo su casa
inmediata a Rancagua, otra en Codegua y algunos fundos.105
Ahora bien, cabe preguntarnos, si en realidad hicieron alguna contribución a
lo popular, a lo social, a lo de abajo; creemos que si lo hicieron, lo hicieron de
modo ínfimo, interactuaron con el bajo pueblo sólo para establecer relaciones de
producción, sólo para establecer un servilismo, sólo para que el bajo pueblo
trabajara su tierra, y sólo para que este grupo se enriqueciera a costa del otro. Los
criollos formaron una sociedad de élite al margen de lo popular, se unieron en las
zonas rurales para ser parte de lo más importante de las zonas; se erigieron como
los dueños de la tierra y crearon esa imagen para el resto de las capas sociales.
Criollos adinerados crearon otra sociedad, aquella que se influenciaba de
Europa, una sociedad en la cual se hablaba de las tierras, de los cargos públicos y
donde se miraba al bajo pueblo como una epidemia que era necesaria para ellos.
Este grupo en definitiva, fue el grupo que dominó las tierras y por ende, la
economía local en primera instancia, y nacional a nivel global.
En definitiva, debemos decir que, las tres capas sociales que hemos podido
vislumbrar hasta ahora, son las que dieron forma a la sociedad futura y moderna, y
sobre todo en Codegua, en donde el pobre, el inquilino y el peón fueron la misma
cosa, los inquilinos de confianza del patrón, esos inquilinos “de adentro” que
menciona Góngora, los milicianos y artesanos se levantan un escalafón más arriba
que éstos, pero sin embargo no tienen un poder real que les permite un ascenso
105 Muñoz, Juan Guillermo; María Inés Abarzúa. Cuatro Pobladores de Rancagua y sus Familias. Universidad de Santiago. Año 1995. Pág. 161.
66
social o de estatus, ya que quienes se mantienen con el poder son los españoles,
esos criollos que se impusieron por vía de la fuerza en nuestro continente, y que
luego bajo su sistema económico de hacienda deslegitimó toda otra forma de
generar recursos, y por ende hundió toda esperanza de hacer frente a tan grande
dominio político y económico del terrateniente blanco de la época. El blanco se
impuso en la cúspide de esta pirámide social, algunos mestizos , con contadas
ocasiones miembros de otras castas, formaron parte de esta capa media entre el
español blanco y el bajo pueblo (que no es la clase media como la entendemos
hoy en día); y este bajo pueblo que lo conforman las castas y los grupos étnicos
sometidos al sistema Europeo feudal, de servidumbre, pero que sin embargo se
las arreglaron para que su pueblo, el bajo pueblo, lograra internalizar un espíritu
de pertenencia y arraigo a sus tradiciones y costumbres. A pesar de que esto se
dio de tal forma, es una reproducción de las relaciones sociales que existían antes
de la Independencia, donde las castas se quedaron donde estaban, sólo que con
un nombre distinto, y los criollos se quedaron también donde se impusieron en un
comienzo. No obstante, luego de la lucha por la Independencia, el reducto
económico por excelencia de la zona: la hacienda comenzó a desdibujarse, por el
hecho de que no había quien trabajara la tierra, esto gracias a que “la guerra de
independencia desordenó el reino y la sociedad. La relación entre criollos y pueblo
se relajó y se desdibujó la autoridad”106. La hacienda da pie a lo que Salazar llama
la “campenización de la sociedad”, cosa que para estos efectos, dio las primeras
puntadas para que la estructura social comenzara a exigir cambios en dicha
estructura, con posibilidad de ascender. Es decir, con la campenización, bajo el
Estado ya consolidado, se comienzan a erigir los primeros atisbos de descontento
social que por los fines de este siglo XIX van a terminar por llamarse algo así
como una “cuestión Social”.
EL FENÓMENO DE LA CAMPENIZACIÓN EN CODEGUA
La campenización en el pueblo de Codegua, fue un proceso que repercutió
fuertemente en su forma de vida y en las costumbres de esta zona, que por
historia, se ha caracterizado por ser un reducto rural, en donde el trabajo de la
tierra ha predominado a lo largo de los siglos. Como mencionamos más arriba,
luego de la lucha independentista, la hacienda perdió, sólo un poco de autoridad,
en tanto su patrón y no como estructura. “La guerra de Independencia provocó en
el país una fuerte crisis en los sistemas de propiedad y control sobre la población
106 Bengoa, José. El Poder y la Subordinación. Ediciones sur. Año 1988. Pág. 106 (citado en pág. 58)
67
(…) una parte de la población aprovechó de afincarse de forma independiente en
la tierra… ”107.
Este es un primer indicador que nos da cuenta de este fenómeno de
campenización, dado que muchos se toman tierras para trabajarlas para sí y no
para un patrón como antes de 1810. Esto porque los patrones reclutaron a sus
inquilinos en un bando y en otro, en donde los perdedores perdieron esa
legitimidad y autoridad frente a sus subordinados, y frente a eso, dichos
subordinados se sintieron con el poder de arrebatar tierras a sabiendas que su
patrón o dueño no tendría como quitárselas.
En una primera instancia, a pesar de que sus tierras eran un tanto rústicas,
este trabajador, siempre tuvo una idea de ascender en la escala social, en el
sentido de que no quería trabajar sólo para subsistir, sino que trabajar para
“acumular” lo máximo posible y obtener un beneficio de ello. “Los documentos de
la época muestran abundantemente que esos labradores (y en especial a los que
se decidían a contraer matrimonio) estaban seriamente interesados en acumular
patrimonio material a través del trabajo”108. En este sentido el trabajo para el
labrador adquiere una relevancia trascendental y se aleja del concepto de trabajo
del hacendado, “…trabajar significaba no otra cosa que trabajar en un sitio propio,
y no someterse a un trabajo asalariado…”109
Un labrador como los llama Salazar, que no son más que muchos de los
inquilinos que se tomaron las tierras de los patrones, que por diversas razones
ellos no las trabajaban, eran quienes adquirieron estos terrenos, y a su vez con el
hecho de contraer el sagrado vínculo, en cierto modo legitimaban su deseo de
trabajar una tierra para dejarle algo a sus herederos y familia, no sólo como una
tierra sino que alguna ganancia extraída de esa misma tierra. Algunas de estas
personas que mencionamos del bajo pueblo también se hizo parte de este
proceso tomándose tierras o bien solicitando a los municipios que se les otorgue
tierras para trabajar. “El deseo de tener un sitio propio para iniciar un esfuerzo
productivo prolongado, aparece patentemente en las “peticiones de sitio” que
fueron escritas y remitidas a ruego de los campesinos”110. Algunos de estos
individuos quedan de manifiesto en los matrimonios realizados en el pueblo de
Codegua:
En la (…) parroquia de codegua corridas las tres proclamas
qe previene el derecho y no abiendo resultado empedimiento 107 Ídem. Pág.107.108 Salazar, Gabriel. Labradores, peones y proletarios. Ediciones Sur. Año 1985. Pág. 74. 109 Ídem. Pág. 74.110 Ídem. Pág. 75.
68
case y vele según orden de nuestra madre iglesia el dia diez
y ocho de noviembre del mil ochocientos nueve alamiro
garcia y de padre no conocido con maria del transito selada
y de padre no conocido y naturales des esta doctrina siendo
testigos transito garcia Benito moreno y agustina garsia de
qe doy fe.111
En esta vise parroquia de codegua y en diez días del mes de
julio de mil ochocientos y once corridas las tres proclamas qe
previene el derecho y no haviendo resultado impedimento
case y vele según orden de nuestra madre iglecia a juan de
la cruz Santander, esp y natural desta doctrina hijo de
lorensa Santander y de padre no conocido con maria moreno
espa y natural desta doctrina hija de Antonia moreno y de
padre no conocido fueron testigos Eugenio moreno; juan
gomes. De que doy fee112
Matrimonios como el de Alamiro con María, o el de Juan de la Cruz con
María, quizás formaron parte de estos matrimonios en los cuales se buscaba tener
un pedazo de tierra para acumular un excedente para posteriormente tener un
buen pasar con la familia. El matrimonio, fue parte importante en este proceso de
campenización y desarraigo de la propiedad hacendal. Muchos de estos
labradores en definitiva lograron enriquecerse, ya sea en ganado o en tierras. “Los
campesinos se habían enriquecido, sobre todo en ganados, por la permisividad de
las haciendas en un estado de semi abandono, lograron en muchos casos vender
esos ganados y con ese dinero, comprar tierras en las partes más alejadas o en
pueblos y caseríos”113. “En verdad, la posesión de un sitio no era otra cosa para el
labrador que el punto de partida para un proceso familiar más o menos sistemático
de acumulación”114.
La campenización, sin duda fue una de las alternativas de salida al sistema
de Haciendas del país, así como también lo fue el bandolerismo, o vagabundaje.
Este último lo fue en menor medida, dado que no otorgaba una estabilidad para
las personas, los obligaba a permanecer en calidad de semi nómades. “El 111 Obispado de Rancagua. Archivos Parroquiales. Libro de Fragmentos de matrimonios y Bautismos 1752-1806.112 Ídem.113 Bengoa, José. El Poder y la Subordinación. Ediciones sur. Año 1988. Pág. 110.114 Salazar, Gabriel. Labradores, peones y proletarios. Ediciones Sur. Año 1985. Pág.80.
69
bandolerismo no fue esa [especie de venganza contra el señor] que Fernand
Braudel observó en las costas del mediterráneo; aquí parece alejarse de la historia
consciente de las clases populares, para reducirse sólo a la expresión del malestar
social, un signo del deterioro de las haciendas, del inicio de la crisis comercial y de
la descomposición política que antecede a la independencia”115.
El bandolerismo, a su vez fue una manifestación de desagravio en contra
de la propiedad hacendal, donde en ella aparecen los denominados “bandoleros
sociales” que “… son campesinos fuera de la ley, a los que el señor y el Estado
consideran criminales, pero que permanecen dentro de la sociedad campesina y
son considerados por su gente como héroes, paladines, vengadores, luchadores
por la justicia…”116. Éstos, aparecen según el mismo Hobsbawm, cuando los
campesinos son oprimidos y explotados por algún otro, ya sean señores,
gobernadores o en este casos los terratenientes. No obstante lo anterior,
Daitsman, establece que “uno de los rasgos principales del campesinado histórico
Chileno es su lazo precario con la tierra”117
Como se establece páginas arriba, el matrimonio es un elemento que
otorga estabilidad en un labrador que se aventura en esta tarea de generar
ingresos y excedentes en base al trabajo de su propia tierra, tanto así que uno de
sus objetivos para enriquecerse, no era otro que tener una vida sin contratiempos,
como ocurrió con inquilinos antes de la Independencia, y dejar por testamento,
además, algo a sus hijos si fuese el caso. En Codegua hay un par de casos en
que al momento de fallecer, el Padre deja testamento para su esposa y familia:
Francisco Pinto
En la parroquia de Codegua a veinte y dos días del presente
mes enterre el cadaver de Francisco Pinto viudo de Clara
Gonzales. (…). Se confeso y recibio los santos
sacramentos.- Testo. De qe doy Fe.
Miguel J cubillos118
Probablemente, Francisco haya sido uno de esos casos en que pudo
obtener algún excedente para dejarlo en su testamento para quienes pudieran
aprovecharlo después de su partida. En este caso, podemos decir de Caballos,
Vacas, un rancho, y algún pedazo de tierra para sus sucesores.
115 Flores Galindo, Alberto. Los Rostros de la Plebe. Ed. Crítica. Barcelona. Pág. 69.116 Hobsbawm, Eric. Bandidos. Ed Crítica. Barcelona. 1976. Pág.10.117 Daitsman, Andy. Bandolerismo: mito y sociedad. Revista Proposiciones. N° 19. Año 1990. Pág. 266.118 Archivo Paroquial de Codegua. Libro en que se sientan las Partidas. 1830.
70
Finalmente, debemos agregar que en base a los fenómenos de la
campenización ocurridos en esta zona del valle de Cachapoal, comenzaron a
determinarse ciertos parámetros de estructura social. Sin embargo el punto de
inflexión que determinó la sociedad moderna con sus estructuras fue la Hacienda,
dentro de la cual se establecieron relaciones de producción en las cuales poco a
poco fueron determinando los lineamientos en relación a la economía y a lo social.
La hacienda y la Campenización de muchos inquilinos, que luego de la guerra
independentista se tomaron tierras para trabajarlas para sí mismos, fueron
conformando poco a poco la estructura de la sociedad Codeguana, y las etnias,
que fueron despojadas de su poder económico, poco y nada pudieron hacer frente
a ello, y el sistema de castas finalmente repercutió fuertemente en la estructura
social moderna que comenzó a cimentarse bajo el régimen Portaliano.
En definitiva, la campenización, fue el punto de quiebre que poco a poco
comenzó a despojar las Haciendas en Chile central, y el bajo pueblo, adquirió,
bajo este proceso, tierras y estabilidad económica; no obstante las relaciones de
producción que aparecieron bajo el dominio Inglés, hicieron que la mano de obra
de los peones de las antiguas Haciendas no pudiera levantarse del todo, y por lo
general las etnias, que por siglos habían sufrido el yugo del hacendado,
mantuvieron su dependencia hacia el trabajo a ración y sin salario, producto del
nuevo actor que aparecía: La Industrialización.
Poco a poco, se cimentó esta estructura social, determinada por esta
estructura económica en donde “… la totalidad de estas relaciones de producción
constituye la estructura económica de la sociedad, la base real, sobre la cual se
levanta la superestructura legal y política, y a la cual corresponden formas
definidas de conciencia social”119.
119 Marx, Carl. Preface to a contribution to the critique of political economy. 1859 (Moscow 1970). Pág. 20.
71
CONCLUSIONES
La historia social del pueblo de Codegua, y en general de los pueblo que no
concentran la atención de los historiadores, es siempre complejo de abordar, en
primer lugar porque la información es escasa, y en segundo lugar, porque muchas
veces las problemáticas de un pueblo no requieren la atención del ojo crítico. Sin
embargo, estudiar el pueblo de Codegua y sus cambios estructurales en lo social,
ha abierto el espectro de opciones de investigación en lo personal, dado que los
pueblo, pequeños como éste tienen mucho que aportar a la historiografía local y
nacional, puesto que su historia tiene mucho en común con la historia general del
pueblo Chileno.
En primer lugar debemos rescatar que el pueblo de Codegua comenzó a
ser parte del reino de Chile, justo en el momento en el cual se había desatado una
guerra entre promaucaes y el incanato, existía un leve recuerdo de esa guerra y
enfrentamientos que habían ocurrido años atrás. Este reducto, estaba habitado
por Indios Chiquillanes, los cuales se caracterizaban por vivir en los cerros y en
los sectores que los lugareños nombran como pie de cordillera. El centro estaba
habitado por Picunches, que al momento de la conquista fueron sometidos a la
encomienda. Lo anterior detonó en que el pueblo quedara casi deshabitado y
72
comenzara a llenarse de españoles que reclamaban tierras por doquier al reino de
Chile.
Con este dato no menor, podemos decir que étnicamente, el pueblo se fue
llenando de colonos y de la mano con sus esclavos parte de la encomienda.
Codegua comenzó, entonces, a experimentar una diversidad étnica dominada por
los españoles americanos en su mayoría, pero que también estaba nutrida por la
población indígena de la zona, además de algunos miembros de castas de color
negro.
La llegada de la orden de los Jesuitas a Codegua, y junto con ello el reducto
más importante que construyeron en Chile: La Hacienda de La Compañía,
comenzaron a sentar las bases de la estructura social y económica que
predominaría en el Chile central por un par de siglos. Tal es la repercusión
histórica de los jesuitas, que lograron establecer un dominio en la economía, sobre
todo de este valle, ya que tenían tierras tan extensas, que no había espacio para
que otro le hiciera fuerza ni competencia. Bajo las estancias de la Compañía de
Jesús, se fueron configurando las relaciones sociales del valle y del futuro pueblo
de Codegua, es allí donde nace la estratificación social que es tan marcada
durante la segunda mitad del siglo XIX.
Las etnias y/o castas, sufrieron el yugo por parte del criollo, del vencedor,
no obstante, las etnias, tuvieron la suficiente fuerza para hacer frente a lo que
ocurría. A pesar de que no quedó otra opción para los naturales, más que
adaptarse y conformarse con el nuevo sistema económico y social, el bajo pueblo
supo arreglárselas para enriquecer la historia de este pueblo, ya sea con sus
tradiciones, aunque mezcladas, y con sus estilo de vida, que en esta zona
tradicionalmente ha sido con un apego al campo y a la tierra.
Los españoles americanos, descendientes directos de Europeos, de
primera generación, impusieron su forma de vida feudal, señorial y de trato
asimétrico. El criollo logró crear una suerte de elite provinciana, la cual plasmó sus
costumbres en cada zona donde se instauró. Como existió una tradición feudal, en
el nuevo mundo se intentó hacer lo mismo; y ello se concretó bajo el reducto
económico, político y social más fuertemente implantado en Chile y Latinoamérica:
La Hacienda.
La Hacienda, fue el lugar por excelencia de los españoles de la Colonia,
que ostentaban poder económico y político. Es en este lugar donde se establecen
las relaciones de producción entre español e indio, entre rico y pobre, entre
terrateniente y siervo. Los inquilinos fueron los que se sometieron a trabajar la
73
tierra del señor por una ración de comida, y muchas veces sin salario para
mantener una familia. Es por ello, que el control social lo ostentaban estos
personajes, dado que controlaban muy ciertamente el destino de un inquilino, que
no eran más que los naturales del lugar, o los de una encomienda, varados a su
suerte. En Codegua, la Hacienda tuvo tal relevancia, que las etnias existentes en
la zona, pasaron a ser parte del sistema económico de la misma, ya que ésta
cubría vastas zonas de producción y no dejaba espacio para que otro produjera
para sí y no para la hacienda.
Tal es la repercusión, que un inquilino, dadas las condiciones en las cuales
trabajaba, se veía en la obligación de buscar suerte en otra hacienda,
esperanzado que su suerte cambiara de rumbo. Bajo estas circunstancias, es que
muchos dejaron familias y nunca más regresaron; se dedicaron a deambular de
una hacienda en otra. Esto no hizo más que profundizar la situación del bajo
pueblo, ya que en ocasiones se dejaban señoras con hijos pequeños, y ésta con
obligación de trabajar o de entregarlos a quienes podían darle una mejor vida. Así
surge la categoría de niño huacho que nombra Salazar, en donde el niño se ve en
un estado de abandono por uno de sus padres y en ocasiones por ambos. Ello
hacía que probablemente la situación anterior se repitiera, es decir, que el niño
creciera y se pusiera a trabajar de hacienda en hacienda, y en ese deambular
embarazar a alguna mujer en alguno de los pueblos, tal como lo hizo su posible
padre.
El aporte historiográfico en este sentido, es notable, la historia social nos ha
permitido dar cuenta de ello en esta ocasión, además de poder utilizar
documentos inéditos de los archivos parroquiales, los cuales han servido para
legitimar nuestras hipótesis, y de dar cuenta de la realidad de la época en el
pueblo de Codegua. En base a estos registros, y a la nueva historia, pudimos
dilucidar cuáles fueron los orígenes de los grupos sociales en este pueblo en
particular. Dentro de toda la investigación logramos dar cuenta que se
conformaron tres grupos sociales en el lugar. El primero corresponde al bajo
pueblo, en el cual se identifican a todas las etnias que fueron sometidas al sistema
hacendal, es decir, naturales, mestizos, pardos, mulatos y esclavos que aún
existían a la hora del censo de 1813. Todos ellos formaron este bajo pueblo, que,
con sus costumbres, tradiciones y estilo de vida, dieron forma a una parte
importante de la sociedad: el lado “popular” de la sociedad. A ellos los une una
historia de sacrificio, de esfuerzo, de sometimiento, el que ha sido profundizado
por la estructura económica que llegó para quedarse: La Hacienda.
74
El segundo grupo corresponde a los españoles que con su potestad política
de conquistadores, se hicieron de las tierras reclamadas para el rey, y en donde
ejercieron su poder económico y político por sobre el resto de las almas. Ellos
formaron parte de la Aristocracia terrateniente del siglo XIX en nuestro país, y
nuevamente en este pueblo no fue la excepción. Este grupo dominó la pirámide
social y se mantuvo hasta los tiempos modernos del siglo XX y XXI. Su dominio
fue tal dado que eran los dueños de los medio de producción y del capital en todo
sentido, cosa que obligaba al bajo pueblo a someterse a su trabajo, sin otra cosa
que su propia fuerza para trabajar, es por ello que el poder en este grupo es tan
marcado a lo largo de la historia.
Existe un grupo que en esta investigación denominamos “grupo medio” el
cual logró obtener, luego de la independencia, cierta estabilidad económica, pero
que no fue suficiente para detentar cierto dominio político local ni mucho menos
nacional. Este grupo se caracterizó por tener una tierra en la cual se podía trabajar
y obtener recursos, pero no en el grado que lo hacía la hacienda. Dentro de ellos,
podemos destacar a artesanos, mayordomos, capataces e inquilinos que se
ganaban la confianza del patrón y éste le otorgaba un pedazo de tierra para que la
cultivara para su familia. Es un grupo reducido, en donde también se destacan los
policías, que pese a su autoridad y ley, debían someterse a los grandes
terratenientes que tenían influencias políticas que podían implicar la degradación o
destitución de ellos como policías.
Una coyuntura importante de mencionar, y que condicionó la posterior
estratificación social es sin duda la lucha por la Independencia del territorio
nacional. Esta lucha o guerra hizo que la hacienda y el terrateniente perdieran
legitimidad, dado que, los terratenientes ocuparon a sus inquilinos en los frentes
de batalla, esto es, para ambos bandos. Lo anterior en cierto sentido, desdibujó la
autoridad que por años ostentó el patrón y su fundo. Debido a que por aquel
entonces las haciendas quedaron en estado de semi abandono, muchos inquilinos
se tomaron las tierras para trabajarlas y obtener recursos para ellos y no para el
patrón, dado que el patrón no tenía quien trabajara la tierra por lo explicado
anteriormente, no tuvo otra opción que dejar que ocuparan las tierras a las cuales
él no podía mantener. Este proceso se conoció como campenización.
La campenización tuvo tal relevancia en el pueblo de Codegua, que
conllevó a que muchos de los inquilinos dejaran esa categoría y se convirtieran en
campesinos, cuya diferencia radicaba en que los primeros trabajaban la tierra de
otro, mientras el segundo trabajaba su propia tierra, con la salvedad que la
trabajaban no con el objetivo de subsistir, sino con el objetivo de enriquecerse al
75
igual como lo hacían los terratenientes, pero con su propia fuerza de trabajo. Este
fue un proceso difícil, dado que el terrateniente siempre se impuso a que otro
tuviera réditos de una tierra y el no la obtuviese, no obstante este importante
proceso que ocurrió durante el siglo XIX, nos da cuenta de el surgimiento de una
clase social trabajadora, que en primer lugar va a bogar por sus derechos como
campesino, y en segundo lugar va a comenzar, por primera vez a romper con el
estigma de ser casta, condenado a ser pobre por naturaleza, y lograr un ascenso
social por medio de su fuerza de trabajo.
Sin duda, que la composición étnica de Codegua, determinó la estructura
social al momento de consolidarse el Estado bajo el régimen autoritario de
Portales. No obstante aquello no hubiese sido posible sin el eje central que dio el
giro de grupo étnico a clase social, esto es, la Hacienda. En este sentido la
Hacienda determino la estructura social del siglo XIX y transformó los grupos
étnicos en clases sociales. Gracias a la Independencia y al proceso de
Campenización, poco a poco las etnias comenzaron a tener una conciencia de
clase que les permitió, en cierto sentido comenzar a recuperar lo enajenado en la
conquista, y dar un pequeño paso hacia el empoderamiento social que hemos
querido plasmar en esta investigación. El bajo pueblo comienza a buscar una
reivindicación que posteriormente podremos ver en las luchas de la clase
trabajadora por sus derechos y sus demandas comienzan a movilizar el país,
donde una de las coyunturas más importantes será la cuestión social, a fines del
siglo XIX.
Hoy en día, Codegua, se muestra como un pueblo plasmado
arquitectónicamente por la influencia española, pero que en sus raíces más
recónditas siempre ha recordado a través de la memoria que ha sido una tierra de
sacrificio, de trabajo duro, y por sobre todo de origen Indígena, que por ellos
fundados CODEHUA siempre ha sido y será un reducto que vivió y sufrió el
sometimiento conquistador, pero que sin embargo, ha sabido recuperar la historia
del pueblo, del bajo pueblo, el cual reivindica, como en todos los pueblos que “un
pueblo sin memoria, es un pueblo sin historia”. Recuperar esta historia desde otra
mirada ha sido el objetivo de esta investigación y otorgar otra arista a la
investigación de los pueblo en su ámbito social y popular.
76
BIBLIOGRAFÍA
a) Fuentes primarias
1.- Archivo Parroquial de Codegua.
Libro Bautismo N° 1. Año 1824-1829.
Libro Defunciones N° 1. Año 1830-1842.
2.- Archivo Parroquial Arzobispado de Rancagua.
2.1- Parroquia El Sagrario bautismos libro nº 5: 1823-1830 título: “Libro de
baptismos y oleos ordenado por el cvra y vicario don juan rafael braíar año de
1823”
2.2- LIBRO DE FRAGMENTOS DE MATRIMONIOS Y BAUTISMOS 1752-1806 RANCAGUA- CODEGUA- DOÑIHUE.
b) Fuentes Bibliográficas
1.- Bahamondes, Luis. “Rincon de manantiales” Codegua: historia y leyenda.
Extraído desde: Vilches, Tadeo. Codegua y sus Tradiciones. LOM ediciones.
Santiago 2002.
77
2.- Bengoa, José. El poder y la subordinación. Ediciones Sur. Año 1988
3.- Cerpa, Daniel; Denis Labbé; Víctor Quilaqueo; Alen Quinteros; Cristián Robles.
Informe de Seminario de grado para optar al grado de licenciado en humanidades
con mención en Historia. Estudios Promaucaes Chile Central (Siglos XVII- XIX).
Santiago 2004Góngora, Mario. Origen de los inquilinos en chile central. Ed.
Universidad de Chile. Seminario de historia colonial. Año 1960.
4.- Daitsman, Andy. Bandolerismo: mito y sociedad. Revista Proposiciones. N° 19.
Año 1990
5.- Flores Galindo, Alberto. Los Rostros de la Plebe. Ed. Crítica. Barcelona.
Góngora, Mario y Jean Borde. Evolución de la propiedad rural en el valle de
Puangue. Ed Universitaria. Santiago. Año 1956.
6.- Góngora, Mario. Vagabundaje y sociedad fronteriza en Chile siglos XVII y XVIII.
Ed. Universitaria. Año 1971
7.- Góngora, Mario. Encomenderos y estancieros. Ed. Universitaria. Santiago 1970
8.- Hidalgo Lehuedé, Jorge. Dominación y Resistencia en el Cacicazgo de Pica.
Fondecyt N° 1941199: Historia de los pueblos andinos de Arica, Tarapacá y
Atacama en el contexto colonial Hispano.
9.- Hobsbawm, Eric. Bandidos. Ed Crítica. Barcelona. 1976.
10.- Hobsbawm, Eric. Introducción a la formación económica precapitalista. Ed.
Crítica. Barcelona 1978.
11.- Huneeus, Andrés. Historia de la polémica de Indias en Chile durante el siglo
XVI. Santiago año 1953.
12.- León, Leonardo. Los combates por la Historia. En Sergio grez y Gabriel
Salazar. Manifiesto de los historiadores. Santiago 1999.
13.- León Solis, Leonardo. Pukaraes Incas y Fortalezas Indígenas en hile central,
1470-1560. Institute of Latin American Studies. University of London 1989.
14.- Marx, Carl. Preface to a contribution to the critique of political economy. 1859
(Moscow 1970).
15.- Muñoz, Juan Guillermo. María Inés Abarzúa. Cuatro pobladores de Rancagua
y sus familias. Universidad de Santiago de Chile.
78
16.- Muñoz, Juan Guillermo. Documentos relativos a indígenas. Chile central siglo
XVII. Universidad de Santiago de Chile. Año 1992.
17.- Planella, María Teresa, Rubén Stheberg. Etnohistoria y arqueología en el
estudio de la fortaleza indígena de cerro grande de la Compañía. Revista
Chungará, volumen 26, N° 1, Enero-junio 1994. Universidad de Tarapacá.
18.- Vilches, Tadeo. Codegua y sus tradiciones. LOM ediciones. Año 2002.
19.- Revista Que Pasa. Colección práctica del estudiante. Tomo 8. Editorial
Portada. Año 1986. Pág. 58.
20.- Salazar, Gabriel. Labradores, peones y proletarios. Ediciones Sur. Año 1985.
21.- Salazar, Gabriel. Ser niño “huacho” en la historia de Chile (siglo XIX). LOM
ediciones. Año 2006.
22.- Silva Vargas, Fernando. Tierras y pueblos de indios en el reino de Chile. U.
Católica de Chile. Estudios de historia del derecho Chileno.
23.- Urbina, Rodolfo. Notas sobre las tierras de Indios de Chile en la segunda
mitad del siglo XVIII. Revista Notas Históricas y geográficas. N° 3. Año 1992.
24.- Villalobos, Sergio. Historia del pueblo Chileno. Santiago 1983. Vol. 2.
FUENTES VIRTUALES
1.- Fuente internet: www.iglesia.cl. Visitado el 22-02-2013.
http://www.iglesia.cl/rancagua/parroquias/datos_historicos/historia_la_compania.ht
ml
2.- Concilio de Trento. 1545. Información extraída del sitio www.mulitimedios.org.
Consultado el 06/03/2013.
3.- Censo de 1813. Levantado por Don Juan Egaña. Descargado en PDF desde el
sitio www.ine.cl. El día 25/02/2013. Pág. 194
79
80