Capítulo4.

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*La fantasía es el mayor anhelo en cada ser humano, en ella ideamos y viajamos. Madeline Levine; Ph .D. La violencia en los medios de comunicación. Pág. 356 28 CAPÍTULO 4: “LA REALIDAD DE LAS CARICATURAS” Por medio del capítulo pretendemos hacerles entender a los niños que no todo lo que pasa en la televisión, en especial las caricaturas, son ciertas, debido a que ellos (los niños de entre 6-11años) constantemente tratan de imitar lo que ven, pero desafortunadamente no todo lo que repiten es bueno, ya que de cierto modo ese comportamiento que adquieren al ver caricaturas no aptas para ellos, no es útil o buena para su desarrollo. Este capítulo es muy significativo ya que es de suma importancia tanto para los niños como para los padres, pues ellos deben estar atentos al desarrollo de sus niños, y que me mejor que hacerlo de una manera adecuada y de cierto modo entretenida para sus hijos. 4.1Definición de fantasía: Aquel conjunto de ideas, situaciones, representaciones y fenómenos que forman parte de la imaginación de una persona y que no tienen correlato verídico en la realidad. Sin embargo, el hecho de que sean meras imaginaciones o creaciones del inconsciente de un individuo no significa que no tengan valor: por el contrario, de acuerdo a lo que establecen diferentes ramas de la psicología, la fantasía es el modo en que un individuo expresa sus deseos, intereses, miedos, objetivos y hasta perversiones. La fantasía siempre tiene que ver con la creación o generación de situaciones a nivel mental o imaginativo que no pueden darse en la vida real o que deben permanecer reprimidas por ciertas pautas morales o sociales.

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*La fantasía es el mayor anhelo en cada ser humano, en ella ideamos y viajamos. Madeline Levine; Ph.D. La violencia en los medios de comunicación. Pág. 356 28

CAPÍTULO 4:

“LA REALIDAD DE LAS CARICATURAS”

Por medio del capítulo pretendemos hacerles entender a los niños que no todo lo

que pasa en la televisión, en especial las caricaturas, son ciertas, debido a que

ellos (los niños de entre 6-11años) constantemente tratan de imitar lo que ven,

pero desafortunadamente no todo lo que repiten es bueno, ya que de cierto modo

ese comportamiento que adquieren al ver caricaturas no aptas para ellos, no es

útil o buena para su desarrollo. Este capítulo es muy significativo ya que es de

suma importancia tanto para los niños como para los padres, pues ellos deben

estar atentos al desarrollo de sus niños, y que me mejor que hacerlo de una

manera adecuada y de cierto modo entretenida para sus hijos.

4.1Definición de fantasía:

Aquel conjunto de ideas, situaciones, representaciones y fenómenos que forman

parte de la imaginación de una persona y que no tienen correlato verídico en la

realidad. Sin embargo, el hecho de que sean meras imaginaciones o creaciones

del inconsciente de un individuo no significa que no tengan valor: por el contrario,

de acuerdo a lo que establecen diferentes ramas de la psicología, la fantasía es el

modo en que un individuo expresa sus deseos, intereses, miedos, objetivos y

hasta perversiones. La fantasía siempre tiene que ver con la creación o

generación de situaciones a nivel mental o imaginativo que no pueden darse en la

vida real o que deben permanecer reprimidas por ciertas pautas morales o

sociales.

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Definición de realidad:

La realidad es la existencia verdadera y efectiva de las cosas, comprendiendo

todo lo existente en oposición a lo imaginario.

Esta existencia de las cosas exteriores al sujeto son captadas por él a través de

los sentidos, de los que ya desconfiaba el filósofo griego Platón, que distinguía

una realidad sensible e imperfecta captada por los sentidos, y el mundo de

las ideas captadas por la razón, inmutables, eternas y verdaderas que eran el

mundo real.

4.2 Imitación de una caricatura (¿por qué lo hacen y cuál es la finalidad?):

La vida normal de los niños no está rodeada, como aparece con frecuencia en la

televisión, de guerras, bombas, golpes, ni muertes. Suele ser una vida

normalizada de familia, amigos, colegios y deberes escolares. Los niños, incluso

los más pequeños, pasan muchas horas viendo la televisión, aunque parezca que

no les interesa, que no miran, esta información la están recibiendo

constantemente, ya que en muchos hogares la televisión esta casi siempre

encendida.

No es adecuado que los niños menores de ocho años vean los diarios

informativos, las noticias, ni aquellos programas en dónde la violencia aparece con

frecuencia. Los niños pueden imitar las conductas violentas, identificarse con los

individuos violentos, los que siempre vencen despreciando a las víctimas,

conductas que pueden reproducir en su ambiente.

La televisión puede enseñar ideas erróneas de la realidad, porque aparece un

mundo y una sociedad, la que corresponde al que hizo la información o la película

y a su entorno. Éste es diferente del real, quizás es un mundo inalcanzable para el

niño que ve la televisión, pero no por ello menos apetecible. La posesión de

artículos de lujo, coches o costumbres que parecen gratuitas, entretenidas y

agradables, contagian rápidamente a los niños de cualquier sociedad.

Esto hace que los niños demanden unas condiciones de vida, de casa, padres,

coches, zapatillas, modas y juguetes, que favorece el consumismo, especialmente

el de una marca o tipo determinado. Induce la imitación en la forma de ser, hablar,

vestirse o comportarse, a copiar modelos no siempre adecuados a la forma de

entender por los padres el presente y el futuro de tu hijo.

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Otras veces la televisión enseña un mundo imaginario no real, lleno de fantasías

que confunden a los niños pequeños. Los personajes reales o los muñecos

mueren y reviven, se caen y se levantan, vuelan, saltan por precipicios o pasan

por el fuego sin que les afecte, los animales y los pájaros hablan y cantan, toda

esta fantasía puede inhibir la creatividad de los más pequeños haciéndolos

observadores pasivos. Los niños deben estar jugando activamente en su mundo

real, no es uno ficticio o fantástico.

La realidad, respecto a los anuncios de la televisión, muchos de ellos

específicamente dirigidos a los niños, incluso a los de edad preescolar, son con

frecuencia engañosas. Luego, cuando se reciben estos juguetes, no son o no

hacen lo que decían los anuncios, creándose un sentimiento de frustración y

desengaño por poseer algo diferente de lo esperado.

La imitación de los modelos dados por la televisión se limita, en general, al juego, real o imaginario. Los niños imitan personas y las conductas socialmente aceptadas. El niño telespectador no mira la televisión como un individuo, sino como un miembro de un grupo social con un rol dado. Este rol determina el tiempo consagrado a la televisión; el niño no imita todo lo que ve, sólo lo que está de acuerdo con los modelos personales formados conscientemente o inconscientemente por su familia, amigos, colegio.

Los niños de familias tradicionales, donde los amigos son considerados como peligro, imitan los personajes infantiles. Los niños eligen lo que está aprobado o reconocido, lo que le gusta a los amigos, lo que les sirve para jugar. La imitación de los modelos televisivos se da en la similitud de éstos y los de los del medio social. Se limita al juego real o imaginario y se realiza por intermedio de los juegos del grupo

Podemos concluir que los niños tienden a imitar lo que ven en las caricaturas

debido a que se encuentran en un medio y tiempo de desarrollo, sin embargo, al

no tener un buen cuidado de ello podemos notar, que tienden a ser ellos

influenciados por lo que ven sin importar lo que pueda pasar, imitando las

actitudes y comportamientos de las caricaturas, de esta es como suelen

identicarse pero sin diferenciar su contenido de ellas (fantasía o realidad) por eso

es recomendable como padres, dialogar con nuestro hijos a fin de hacerlos

entender y ver que es lo bueno, lo malo, lo que se debe hacer y lo que no.