Carabanchel

Primera edición en BDG, Enero 2014

© 2014, Matías Llanca Muñoz

BDG Editores

http://radiocarnet.blogspot.com

© 2013 BDG Histórica

Editorial Digital Ficticia

Correo: bdghistorica@gmail.com

Esta publicación puede ser reproducida, en todo

y en parte, pero no registrada. Se agradece, eso

sí, que su difusión sea con permiso previo

por escrito de la editorial.

Esta obra está bajo licencia Creative Commons

Impreso en la casa del que lo haga

o de quien, por fortuna o desgracia lo quiera hacer.

Adaptación al formato: Matías Llanca

Ilustración de la portada: La Comuna Blog

Imagen de la portada: Penal de Carabanchel, Madrid, España.

Matías Llanca

Carabanchel (Prólogo, por Ramiro Arlt)

bdg.-

Anacrónicos, sí. Egocéntricos, algo. Inteligentes,

bastante. Frágiles, mucho. Intensos, en demasía. No importa

(o quizá importa mucho). Los libros de historia nos dan la

razón y nos la seguirán dando.

Ricardo Tapia.

Dedicado a mis amigos, a mi ídolo,

Nigel Mansell, y a la mujer que abrió

la caja de Pandora.

Prólogo

Nunca me pregunté si debía o no revisar un libro de

este individuo. Llanca es la persona (o una de las

personas) más genial que conozco, y no me gusta dar

aprontes subjetivos de gente que estimo.

Sin embargo, cual loco, en esta obra agrede. Agrede

porque quiere, y agrede porque no quiere. En el fondo, le

gusta la hueá. Por eso me gustó el libro, porque es una

especie de viaje introspectivo que este Gary Moore de los

tiempos modernos hace por sus triunfos y fracasos. Es el

desate de su ello, y una verdadera patada en la raja al

Super-Yo ultra desarrollado.

Al pasar los años, diversos autores nos dejan retratos

del alma. No por nada ahora las novelas son cada vez más,

atisbos personalísimos de almas que se creen importantes o

que creen relevante que se sepa algún pasaje de su vida que

explique por qué están ahí. Vean a Gamboa, el periodista

que terminó por ser literato hecho y derecho, observen a

Manuel Bulnes, el aristócrata que renunció a su orgullo por

el servicio público, y a Ricardo Tapia, que renunció a una

vida privilegiada en la academia por bajar su conocimiento

gráfico a los mortales.

Matías pasa renunciando.

Entró a derecho alguna vez, pensando modelar su vida y

perdió. Volvió a perder socialmente cuando estuvo una

temporada como comunicador social. Volvió a dimitir cuando

se le ofreció toda una vida nuevamente en las leyes y dio

un paso al costado, paralizado ante la verdad, para venirse

a su tierra natal y probar suerte, como en innumerables

ocasiones, con un libro.

Esta no es la poesía selecta de Quevedo. No es la

continuación del tierno Azul de Rubén Darío, ni mucho menos

las rimas ejemplares de Becquer. Con la consabida

pretensión del que no tiene nada que demostrar, Llanca

aborda aspectos literarios como el erotismo, la frustración

y la alegría, de maneras que usted mismo constatará.

Tenía que ser así, corto y a la vena. Así se concibe

una idea de libro en estos días. Un texto que les invite a

sumarse al alegre tren de la renuncia, a la vital constante

que debe mover nuestra vida, y al afán de superación (no

confundir con autoayuda, por favor). Éste, entonces, es el

corolario de una cárcel propia.

Es como el olor a cebolla salteada: Puede causar un

inmediato rechazo o una atracción irrefrenable. La poesía

es una cosa de extremos. Es la pugna entre de Rokha y

Neruda, son los versos rebeldes de Huidobro, es la viuda de

André Bretón rechazando el surrealismo, es Braulio Arenas y

la necesidad de reconocimiento y son Rubén Darío, Becquer,

Quevedo, Góngora y Bertoni a la vez. Ámalo u ódialo, creo

que no hay más maneras posibles de ver este himno largo y

extraño.

El hablante es pervertido, es furioso, se quiebra

porque necesitan de él y se queja porque en realidad no es

tan así. Una prisión parece ser el hábitat que el tipo

necesitaba para seguir escribiendo.

Y ésta, entonces, es una introducción, sin la

necesidad de vender el humo diciendo que es el mejor libro

de la historia y que ustedes jamás podrán dejar de leerlo.

A lo más, identifíquese.

R. Arlt

Carabanchel, 1976.

Micro-Relatos

Desde la cárcel interior.

LO QUE ME PASÓ AYER

Ayer mi mujer se fue con un tipo. Resulta que ese

tipo, además de ser más alto, más fornido y con mejor

apellido, estaba forrado en plata.

Bueno, así es la Visa.

PARANOIA NEWS

Me decían que en el buscador de internet bastaba con

ver la primera página, para encontrar lo que quería buscar.

Contigo es diferente.

Voy en la página 142 intentando conocerte.

PASARSE PELÍCULAS

- Tu vida, dices, es como una película- me preguntó ella,

jugando a ser protagonista de una novela noir.

- Sí – respondí, seco.

- ¿Quién la dirige? – insistió.

- Alan Smithee seguramente - le dije, cuando la vi

alejarse.

ESQUINA

- ¿Que estás haciendo acá tan tarde?

- Ver si me puedo adelantar al sol y salir primero.

- Hueón, mañana llueve.

SERVICIO DE IMPUESTOS INTERNOS

Si no crees en el Estado, el Estado no cree en ti. Si

crees en el Estado, el Estado no cree en ti.

LA PRIMAVERA

Querido diario:

No, esta primavera tampoco. Esperemos el verano,

pisemos las hojas en otoño, confesémonos en invierno, y

esperemos la siguiente alergia, ¿si?

AL MARGEN DE LA LEY

“Eh, pensar que todo lo que se de amor, y todo lo que supe

acción, lo aprendí en las películas de Steven Seagal,

cuando no había nada más que ver en la tele”, solía pensar.

“Viejo culiao cabrón”, decía al final.

CARTA AL DIRECTOR

Señor Director:

Hoy sólo quiero estar en New York.

En el Square Garden, en alguna avenida perdida de Manhattan

o bien, en la cima del Empire State, lanzándome sólo porque

la pena por ese “delito” en NY es la muerte.

Ojalá le quede claro, lo escribo aquí porque sé que nadie

lee este pasquín.

HALIFAX

Sentado en una terminal del aeropuerto de Halifax,

Robert se dedicaba sólo a mirar aviones, cuartear azafatas,

admirar sobrecargos. Era ya todo un personaje en los Duty

Free, donde nunca compraba lo no comestible.

Sintió la necesidad imperiosa de explicarse a sí mismo

su actitud. De recordar ese instante en el que, estando aún

en Chile, su amada María Paz se paró frente a él, lo miró

con los ojos humedecidos de lágrimas, con un nudo en la

garganta, y un dejo de tristeza, y le dijo:

“Por favor, Rob, no te vayas… no te vayas, amor”.

Le rompió el pasaporte y el pasaje, obligándole a

quedarse.

Y acto seguido, ella se fue sola a Brasil.

GOL

El de arquero es un puesto ingrato. Antes vestían de

luto para denotar todo lo triste que podía ser recibir un

gol, ser culpado y crucificado por la derrota y morder el

polvo sólo, ya que las tapadas, pelotazos y descuelgues de

balón no eran celebrados por el público. Como cuando te

sacas una buena nota y no te felicitan, ya que lo ven como

“tu obligación”.

Rara vez alguien se ofrecía a ser arquero. Quizás por

eso tenían fama de locos, bizarros, introvertidos,

borrachos, perdidos, lachos y maricones. Así, sin más. Pero

a Damián le gustaba. Su ídolo era el Súperman Vargas, e

incluso tenía una camiseta fucsia, en donde se asomaban el

chuncho, el número 1 y el auspicio de “Chilectra

Metropolitana”.

Más de una vez se imaginó en el Nacional, volando,

atajando, hasta enojándose como su ícono. En la calle

demostraba toda su valía, ordenando, dirigiendo la línea

defensiva, compuesta siempre por los más grandes o los más

malos, cosas que a veces coincidían.

Pero ese día estaba solo. Muy solo.

Salió a acortar con resolución, convencido de que esa

pelota era la última del partido, ya casi era hora de la

cena y venía el delantero. A tiro de cañón, se estiró cuan

largo era tras el disparo del ejecutor. Pareció seguro, el

roce preciso, pareció que se le iba, con los ojos cerrados

el arquerito esbozó una sonrisa.

-¡VEINTICINCO!, ¡VEINTICINCO!– gritaron los traidores.

Había sido gol.

Nadie se explicó después por qué la carrera fue tan

lenta y las patadas tan dolorosas. El guardameta era un

alma en pena.

ROCK DE LA CARCEL

Se hizo una pistola con jabón, la pintó con pasta de

zapatos, tomó su moto y huyó del penal. El tema iba a

ser rápido, iba a asaltar un banco y a huir a Argentina

en moto, por el Cordón Zapaleri, el único paso que

ilegítimamente unía a los dos países sureños.

Cuando llegó al banco, no le quedó más que pensarla.

Al momento de gritar que todo era un asalto, resbaló su

pistola, debido al sudor de sus manos.

Y preso de sus traumas, no pudo recogerla.

TRONADOS

Fulgencio se incorporó de súbito en la litera. Como

siempre, sacó un picoso Coronas y se puso a fumar. Le

ofreció uno a su amigo y le dijo:

-En esta isla tan linda, debe ser una ofensa haber sido

bautizado con un nombre de mierda como ese, no George?

-No digas nada, tú nombre es Fulgencio.

-Sí, claro, por eso estamos acá.

Golpes en la puerta.

-¡Tronados! ¡Par de maricones!- gritó el oficial de la CDR,

al tiempo que se llevaba a los dos hacia un cafetal a

trabajar, para siempre.

CUANDO LA LIMOSNA ES GRANDE, HASTA EL SANTO DESCONFÍA

"- Podríai jugar por ahí. Total la mina es linda, es una de

las mejores personas que conozco, y está saliendo con

alguien, pero es un pelmazo."

N. de la R: Basado en un hecho real, escuchado por todos

los hombres desde tiempos inmemoriales.

NUNCA ENTENDÍ

Siempre he tenido que hacer un recorrido mental. Es raro,

porque soy un balazo para esto de la tecnología.

Existen varias redes sociales. Varios sitios para

comunicarse. Existe el instagram que hace "más lindas" las

fotos, el facebook que todo lo descubre, el twitter que

todo lo esconde, el YouTube para registrar.

Existen millones de sitios porno alrededor del globo y

puede que pases tu vida entera intentando verlos todos

aunque llenes tu computador de bacterias y banners que

dicen que eres el visitante número 9999999.

Existen también los foros, olvidados en los confines de la

red 3.0. Existen las páginas de cifrado de contenidos, o

para compartir cosas.

Entonces...

¿Para qué cresta usas el tumblr?

CETERIS PARIBUS

Los amigos que llegan hueveando a la pega, porque

supuestamente "la habían visto". El dolar que baja y que

hace mierda las chacras. Mi consejero, que la vio en la

biblioteca. Las candidaturas presidenciales que no

calientan a nadie.

Otro ex colega que la vio caminando en el Wheelwright,

donde acostumbraba antes a correr. La explosión de una

bencinera en pleno centro de Viña.

Un fracaso tropical en 140 caracteres.

La ansiedad que aumenta en el país por la primavera. Mi

jefe, que es tu vecino. Lo bueno que sería invertir en

Quiñenco o en Copec. Esa canción de Juan Gabriel que sonaba

en la única Radio AM disponible y no evangélica.

¿Cómo saber tanto? ¿Un full time stalker? No.

Sólo tuve la oportunidad de verte en una trasnochada

edición de El Mercurio.

Pero, en igualdad de condiciones, podría haber sido

diferente y todo lo demás, igual.

Ceteris Paribus, en difícil.

OSTALGIE

Ahora que se derribó el muro, ahora que no puedo ir a

la Karl Marx Universitat, ahora que me cambian los marcos

uno por dos, ahora que mi colegio se llama “Sandro

Pertini”, ahora que tengo que elegir en vez de comprar.

Ahora que mi vieja se separó de mi papá, ahora que la

apertura me dio empleo en un McDonald’s, ahora que conozco

la inseguridad social, ahora que mostrando mi pasaporte

puedo entrar libremente a ver películas porno.

Ahora que el camarada Erich arrancó como rata a Chile,

ahora que si me declaro obrero de Leipzig le da asco a los

demás, ahora que tengo que celebrar un triunfo en un

mundial que juraba que ganábamos sin los del Oeste, ahora

que los bávaros monopolizan el futbol, ahora que nos va de

manera horrenda en los Juegos Olímpicos de verano.

Ahora que el Bundestag no depende de nuestro amigo

Politburó, ahora que hasta en Moscú está lleno de Pizzas

Hut.

Hamburgo es la capital de las hamburguesas (lógico),

München es la capital de la cerveza, Frankfurt es la

capital de los bancos, Bonn es la capital constitucional y

Berlin es la capital de todos, Leipzig es capital de la

nada.

Ahora que somos libres.

Es difícil, amigos, ahora es difícil.

TELEX-CHILE

Mal escrita, corta, gobernada por un imperio de

palabras sin sentido. Difícil, como si ya no existiera.

Dependiente de una kilométrica cinta en la cual veías con

pena cada peso que se iba y cada letra que llevaban a las

redes, que a veces fallaban.

La venta, dolorosa venta, dio origen a los nuevos

vientos de la telecomunicación, al reparto de mercancías

caras, que a diferencia de antes, llegan siempre.

Mi telegrama hacia ella, fruto de todo este escrito,

nunca llegó.

…

Y más encima, me lo cobraron.

FRUTILLAR

Los trozos de frutilla de encima del kuchen se doraban

en silencio, los 220 grados del horno actuaban con sigilosa

quietud, quizás para que ella no se diera cuenta de mi

afición, que en unos años quiero usar para vivir. Más allá,

la Iglesia Luterana, el verde, más verde, el lago, la mole

a la que le llaman teatro y los quioscos.

Hasta yo me he creído pianista en la escultura de la

costanera, esa que tiene vista al volcán, como todo acá y

que le gana en visitantes a la escultura de la Nestlé.

Un ejemplar de “El Llanquihue” reposa sobre el

anaquel del living, hace rato que no publicaban mis

crónicas. Por su posición, supongo que ya lo leyó.

El plato de calafates está vacío en el comedor. Su

tazón de leche cultivada también.

Estoy contento. Sé que va a volver.

CORINTO

La estación era bella, sensualmente ladeada por el

paso de los años, adornada por árboles que daban brevas. Si

caminabas unos metros, podías robar sandías y llevártelas

libremente.

Eso lo hacíamos todos los días. Nos arreglábamos los

fundillos, suspensores para arriba y partíamos.

Hacíamos guerras de tomates, con los sobraditos que

después el camión solía llevar para el pueblito de Malloa,

para hacer una nueva invención.

Nunca supimos que años más tarde compraríamos el triple de

su valor en kétchup y que nuestras vidas seguirían tan

rutinarias y simples.

NO SIENTO

Los humanos no sentimos lo que queremos sentir en

realidad. Los grandes amores del siglo se han dado por la

correspondencia de sentimientos equivocados. Y eso, amigos,

no tiene nada de malo.

Lo que sí tiene algo de malo es no sentir.

Si nos pasamos la vida tomando posiciones de

resguardo, ¿quién nos atacará de una amorosa y sincera

forma, lo suficientemente clara para que nosotros lo

sepamos?

¿Quién?

Si no sabes, lo único que puedo decir es que recuerdo

y extraño cada uno de tus naranjos en flor.

LA CARTA DE AMOR DE UN SOLDADO DE LA GUERRA ESPACIAL

Andrómeda, 25 de Noviembre de 2035

Querida mía:

Al constatar que quizás nunca volveré, te quiero pedir que

jamás en tu vida, si quieres recordarme, te sientes junto a

alguien más en un anillo de Saturno.

Reserva ese lugar para el que te quiera querer toda su

vida, porque creo que elegiría conocerte, quererte y

acompañarte aunque me clonaran.

STARRING

Es la amargura de que a veces te crean protagonista de

una historia. De una historia de esas que no tienen un buen

final o no son coronadas por un beso, porque se complican

con la entrada de nuevos personajes a las diferentes

escenas, algunos de los cuales no podrás conocer jamás.

A ese paso, lo único que deseas es poder convertirte

un ratito en secundario. Total, los secundarios nunca se

quedan con la jovencita de la película, nunca le rinden

cuentas a nadie, nunca sufren demasiado.

Son lo que alguna gente llama “gente feliz”.

PREGUNTAS PENDIENTES

- ¿Cómo hacía sus críticas Díaz Arrieta, si se dice que

nunca quiso a nadie?

- ¿Aún el sol paga en sí mismo la culpa de su tarde?

- ¿Cuál es el futuro del Puerto?

- ¿Es peligroso asomarse al interior?

- ¿Victoria desde el principio o al último minuto?

- Si las puertas del cielo por fin se abren, ¿tenemos

alguna posibilidad?

- Si el silencio otorga, ¿qué nos quitan las palabras?

- ¿La flecha lanzada, la palabra dicha o la oportunidad

perdida?

- ¿También podemos ser Dalí?

- Sé que Jorge Edwards es un buen escritor, pero ¿fue

por eso que mi mamá me regaló “El Inútil de la

Familia”?

EL SACRIFICIO

A veces el escribir implica ciertas cosas. Como jurar,

re jurar y recontra jurar que esto será lo último que se

escriba.

Sin embargo, de una u otra forma, volvemos a escribir

sobre la misma.

O quizás, sobre los mismos.

INCLUIR ACÁ

Lo que usted quiera.

La vida es un relato y si quiere póngale hasta soundtrack.

Fin.

Carabanchel, 2014

Anexo:

Poemas.

No funcionó el joteo solapado

No funcionaron las cajas de Tic Tac

No funcionó la lógica sencilla

No funcionó cuando veo que no estás

Una caja de Cohibas acompaña al

ser que no quisiste

acompañar.

No tiene nada de malo, es más

se agradece

tu honestidad al arrancar.

Es la mejor manera de enviarme

a la cárcel.

Por voluntad propia y afortunadamente

sin jabones que recoger.

DEMASIADO REAL

No, no es un sueño, lo sé.

Soy demasiado real.

Treintón para los tests de internet.

Cuarentón para las minas.

Tiro como los primeros, pienso como los segundos,

Mientras pasan los segundos

Y seguimos saliendo segundos.

CARABANCHEL

Es un barrio de Madrid

que era famoso por tener una cárcel en medio

y a los criminales peligrosos

que necesitaban un correctivo o un modelo.

Todos eran unos fracasados,

algunos habían perdido la

Guerra civil Española.

Y yo con ellos, buscando por años

la redención de un fracaso tropical.

CARABANCHEL II

Se situaba en Madrid la generación del caos

y la condena para todo aquel que

no creyó en sí mismo.

Justo cuando todos creían en él,

porque era el sujeto más capaz del mundo.

Sin embargo, el mismo no era capaz

siquiera de llegar a la cúpula de la cárcel.

Nunca fue un preso peligroso

y cuando llegó al centro del penal, lo demolieron.

Y veo los claros de luz,

Y veo las olas que vienen,

Y veo el mar con neblina

Y veo que estoy en una parte con sol.

Y no veo claridad alguna,

Y no veo una oleada de abrazos,

Y siento un humo frio que me hiela,

Y aun así veo que estoy en una parte con sol.

Y no siento que te ignoro,

Y creo que me quedo pendiente,

Y siento que el miedo te vence,

Y creo que me debo rendir.

Pero la gente cuando construye su corazón, no lo hace junto

a banderas blancas, ni con la certeza de enjuagar y

repetir.

VALPARAISO

- - - línea de mar 1692 - - -

Hasta acá llegaba el mar.

Nos tapaba a todos.

Y quizás no sabíamos nadar.

WIN/WIN

Hagamos una cosa:

Yo te hago los ensayos

Tú (por fin) te pones el sayo.

AVENIDA PERÚ

Vivo en Avenida Argentina

y camino por Avenida Perú,

bordeándome lentamente la costa

mientras tú ves Avenida Brasil.

Soy como un lamento boliviano.

Todos los poemas de acá son una mierda

Y los relatos cortos quizás, no lo hacen mejor

Pero al menos lo intento porque

hay otros que se contentan con un cartón de

cigarros de mediana calidad

Una casa en el campo donde fumárselos

Y un árbol que quieren plantar, pero que terminan quemando

con las colillas que quedan.

AUN RECUERDO

El día en que me rompiste el corazón

Y me pegaste esa patada en las bolas,

me dejaste con un impotencia senil.

Ese día vi como te podían cabalgar.

El resto son puras huevadas.

Todos queremos que todo nos salga perfecto

En un mundo imperfecto, recovecos perfectos.

En una sala imperfecta, de un campus imperfecto.

En una actitud imperfecta, de un alma imperfecta.

Pero cuando podíamos alegar que todo era perfecto

dentro de su imperfección,

mandas todo a la mierda escribiendo “ferpecto”.

POLÍTICA Y NEGOCIOS

Si cambian las Piñericosas

Por Micheladas para todos,

yo feliz.

APRENDIDO EN LA ESCUELA DE DERECHO

Me acordé de una

Preceptora que tuve

En la academia judicial.

Parecía dominatrix,

Hablaba de castigos, penas,

Incluso de muerte.

Pero todo lo solucionaba

Con una sonrisa y

Tratándome de usted.

EN MARCHA

Veo de nuevo, tu cara sonriente,

saliendo del Metro,

con rastros de haber llorado

por obra y gracia de las Fuerzas Especiales,

tu bolso estilo cartero y el gesto que me dice:

“Te juro que no lo hago nunca más”.

HUMILDE

No sabía por qué lloviznaba con pocos claros de luz,

si estaba tan feliz.

¿Es que acaso ni el clima se entera

de que soy el centro del mundo?

No practico halterofilia profesional

ni siquiera fumo

por lo tanto no me queda más

que alejarme de a poco

de la órbita de tus posibles conquistas.

Si volví por un momento

Era para decirte

Que quedaron unas Kross verdes

En el refri, con unos limones.

Aprovéchalas porque ahora

sí que me retiro.