Caries del biberón

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Revista Pediatría de Atención PrimariaVolumen I. Número 4. Octubre/diciembre 1999

Caries del biberónAna Belén Navarro

Ángel GonzálezF. Javier Gil

Rafael RiobooDepartamento de Profilaxis, Odontopediatría y Ortodoncia.

Facultad de Odontología. U.C.M.

ResumenLa caries del biberón es un proceso rápidamente destructivo que afecta a la dentición

primaria y está caracterizada clínicamente por la rápida progresión de lesiones en superfi-cies lisas poco susceptibles a la caries. Se presenta sobre todo en niños con una alimenta-ción por biberón o con alimentación materna prolongada, y por tanto, un retraso a la intro-ducción de las comidas sólidas, también se asocia con el empleo del chupete impregnado ensustancias azucaradas. En las muestras de placa bacteriana recogidas de niños afectados poreste tipo de caries, se presentan altos niveles de colonias de Streptococcus mutans. A pesarde los importantes avances en las medidas preventivas, la caries del biberón sigue teniendouna alta prevalencia, especialmente en determinadas culturas.

El propósito de este artículo es el de revisar la etiología, las características clínicas, el diag-nóstico y las diferentes medidas en el tratamiento y la prevención de la caries del biberón.

Palabras Clave: Caries dental, Dentición temporal, Caries del biberón, Hábitos,Prevención.

SummaryNursing bottle caries is a form of rampant decay of the primary dentition distinguished

by the especifity of tooth surfaces involved and the rapid progression of carious lesions onsurfaces that otherwise are considered to be at low risk for decay. Inapropiate feeding ha-bits have been identified as major factors associated with the development of baby bottletooth decay. It appears to be strongly associated with an exceptionally heavy infection byStreptococcus mutans on tooth surfaces. Despite considerable advances in the preventionof dental caries, nursing bottle caries continues to have high prevalence, especially in cer-tain cultures.

The purpose of this article is to review the etiology, the clinical features, the diagnosisand the different measures in the treatment and prevention of nursing bottle caries.

Key words: Dental caries, Primary dentition, Nursing bottle caries, Habits, Prevention.

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IntroducciónLa caries del biberón es un término

que describe un proceso rápidamentedestructivo que afecta a la dentición pri-maria o decidua de lactantes y niños decorta edad. Se presenta sobre todo enniños con una alimentación por biberóno materna prolongada, y por tanto, unretraso en la introducción a las comidassólidas, también se asocia con el empleodel chupete impregnado en sustanciasazucaradas.

Muchas son las formas que existenen inglés para denominar este tipo deafección, tales como: night bottle syn-drome, bottle proping caries, nap bot-tle syndrome, bottle caries, baby bottlesyndrome, baby bottle tooth decay,bottle mouth caries, nursing bottle ca-ries, milk bottle syndrome, nursing ca-ries, early childhood caries… y en es-pañol: caries del lactante, caries circun-ferenciales o caries rampante específicadel niño. A la mayoría de autores1,2 lesparece más representativo el término“caries del biberón”, tal vez porque esel que mejor entienden los padres a lahora de explicarles su etiología y trata-miento. Sin embargo, otros autores3,4

prefieren otros términos por ser másdefinitorios de lo que es la clínica y por-qué no siempre es el biberón la causade su aparición.

Las condiciones socioeconómicas yculturales de la sociedad moderna juntocon el trabajo de la mujer se asocian conaumento de la alimentación por biberóne incrementan el interés de conocimien-to, prevención y tratamiento.

Entre los factores psicosociales para elinicio precoz de la ingesta por biberón yque condicionan asimismo el riesgo acaries podemos citar:

• Personalidad• Situación familiar• Actitudes personales• Medio social• Estado emocional• Comportamiento del niño

PrevalenciaLos diferentes estudios muestran una

amplia variedad en la caries del biberón,que oscila del 3,1 al 53% en algunaspoblaciones4. La prevalencia en paísesindustrializados como Canadá, Australiao EE.UU. es baja y no mayor de un5,4%, si bien estudios recientes infor-man del incremento que en esta últimadécada se está observando en la apari-ción de caries del biberón en EE.UU.5.Un 50% de los niños nativos america-nos y de Alaska tienen caries del bibe-rón46. En la población española se hanrealizado pocos estudios para determi-nar la prevalencia de las caries del bibe-

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rón. Ostos y cols.6 examinaron 230 pre-escolares en guarderías y clínicas priva-das observando una frecuencia del 13%en la población estudiada.

EtiologíaAunque la causa principal siempre se

ha atribuido al uso prolongado del bibe-rón, al uso del chupete endulzado o alactantes alimentados al pecho mástiempo del recomendado7,8 actualmentese considera que su etiología es multi-factorial, y por lo tanto, más complicadaque la simple instauración del hábito. Lapresencia de una sustancia azucaradaen la boca, la existencia de microorga-nismos acidógenos y la susceptibilidaddel huésped son los distintos factoresque al interaccionar conducen a la apa-rición de estas lesiones cariosas tanagresivas. Los factores del huésped(maduración y grado de mineralizacióndel esmalte, factores salivares e inmu-nológicos…) no están todavía bien do-cumentados9,10.

Berkowitz considera la caries del bibe-rón como una enfermedad infecciosa ytransmisible, ya que en sus estudios11-13

observa que en aquellas muestras deplaca bacteriana recogidas de niñosafectados por caries, éstas presentan al-tos niveles de colonias de Streptococcusmutans, en contraste con aquellas

muestras recogidas en niños libres de ca-ries. Sugiere que el primer paso en laetiología de este proceso sería una infec-ción primaria por estos gérmenes, estosorganismos se acumularían alrededor delas superficies de los dientes a unos nive-les patológicos y que posteriormente, ycomo consecuencia de la exposición asustancias con alto poder cariogénico,ocurriría la rápida desmineralización ycavitación de las superficies dentarias,dando lugar a caries sumamente agresi-vas. No se ha determinado si la presen-cia de altos niveles de Streptococcusmutans conduce a la aparición de cariesdel biberón o si son las lesiones de cariesdel biberón las que conllevan un elevadoacúmulo de estas bacterias10.

En cuanto al biberón el hábito puedeser nocturno o diurno, lo que determi-nará patrones distintos de afectación delos dientes. El más frecuente es el pa-trón nocturno, en el que el niño se que-da dormido con el biberón en la bo-ca14,15. La conversación con los padrespor lo general revela un factor común,el niño era acostado (en la siesta o porla noche), con un biberón con leche oalguna bebida azucarada (jarabes vita-mínicos, zumos de frutas…), el niño seduerme y la leche o líquido azucaradose acumula alrededor de los dientesbrindando un excelente medio de culti-

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vo para los microorganismos acidóge-nos11,13,16,17 (Streptococcus Mutans), y es-to, unido a la disminución del flujo sali-var que se produce durante el sueñoagrava la situación dando lugar a unambiente altamente cariogénico15,18 pro-piciando así la aparición de caries agre-sivas de localización preferente en elmaxilar superior, siendo los incisivos su-periores los dientes más afectados.Cuando el hábito es diurno, “niños quellevan el biberón a cuestas todo el día”,se afectan menos los incisivos superio-res y aparecen caries en lingual de mo-lares mandibulares.

No se han encontrado diferencias deafectación en función del contenido delbiberón19,20 aunque la mayoría de los es-tudios se han centrado en el estudio delpotencial cariogénico de la leche. Existecierta controversia sobre si la leche bo-vina y la leche materna son cariogéni-cas. En condiciones dietéticas normales,la leche tiene baja cariogenicidad pese aque su contenido en lactosa representaun potencial poder cariogénico, pero lapresencia de elementos como el calcio,el fósforo y proteínas como la caseína,suponen un papel protector14,21,22.

Sin embargo, algunos autores piensanque los radicales ácidos producidos en lametabolización de la lactosa presente enla leche humana y bovina, pueden des-

mineralizar el esmalte de los dientes, yhan observado que la caries es debida alpotencial descalcificador de la lactosa23,24.

Para la mayoría de autores la lecheconstituye el factor causal más impor-tante de la caries del biberón siempre ycuando se tome de una forma regulardurante más tiempo del consideradonormal para el destete7.

Bowen y cols.25 analizan el potencialcariogénico de diversas papillas y lechesinfantiles, concluyendo que aunque tie-nen menor poder cariogénico que unasolución al 5% de sacarosa, tienen cier-to potencial cariogénico (llegando a te-ner hasta el 30% del de esta solución).Para otros autores revierte mayor im-portancia la ingesta prolongada en el bi-berón de líquidos que contengan saca-rosa, como los jarabes vitamínicos y loszumos de fruta azucarados14,15. Los pa-dres frecuentemente dan a los niños zu-mos de fruta comercializados porquecreen que contienen grandes cantida-des de vitamina C; sin embargo, no sonconscientes del alto contenido en azú-car que éstos tienen, de su pH ácidoque puede oscilar entre 3-4 y de suefecto erosivo sobre el esmalte dental26.Gehrke & Johnsen27, presentaron el pri-mer caso donde se asociaba la caries delbiberón con la terapia anti-VIH. Al niñode 2 años no le gustaba el sabor del me-

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dicamento (Retrovir®), de manera quelos padres mezclaban el fármaco conuna bebida azucarada y se lo daban enel biberón.

El otro factor predominante en la apa-rición de este tipo de caries es el uso delchupete impregnado en sustancias azu-caradas como la miel, mermelada o le-che condensada. Puede asociarse tam-bién con lactantes alimentados al pechoque han prolongado los hábitos de ali-mentación7,8. Tanto esto, como darle elbiberón más tiempo del debido lo utili-zan los padres para calmar a niños conproblemas para dormir o simplementepara que no lloren.

Además de éstos, hay otros factoresque pueden influir en la aparición de ca-ries de biberón, tales como15,28:

• Frecuencia y duración del hábito.• Cantidad y calidad de la saliva del

niño.• Actividad muscular orofacial.• Patrón de erupción de los dientes

deciduos.• Alteraciones estructurales de los teji-

dos duros del diente.• Respiración bucal.• Falta de flúor.

ClínicaEl aspecto clínico de los dientes en la

“caries de biberón” en un niño de 2, 3 ó

4 años de edad es típico y sigue un pa-trón definido1,4.

Se caracteriza clínicamente por la rá-pida progresión de lesiones en superfi-cies lisas poco susceptibles a la caries,localizadas sobre todo en la región delmaxilar superior. Existe afectación tem-prana de los dientes antero-superiores yde los primeros molares temporales su-periores e inferiores. Debido a la se-cuencia normal de erupción dentaria,los caninos y segundos molares se afec-tan con menos frecuencia, por llevarmenos tiempo expuestos al medio. Losincisivos inferiores por lo general no es-tán afectados ya que están protegidospor el labio inferior y la lengua. Cuentantambién con otro mecanismo protectorque es el que desempeña la saliva prove-niente de las glándulas salivares sublin-guales en íntima proximidad4,6.

La distribución de las lesiones está enrelación con el trayecto del líquido des-de que sale del biberón. La lesión afectasobre todo a las superficies vestibulares(en contacto con labios) de los incisivossuperiores y las superficies oclusales delos primeros molares. La lesión inicialaparece generalmente en la superficievestibular de los incisivos maxilares, cer-ca del margen gingival, como un áreablanquecina de decalcificación en la su-perficie del esmalte poco tiempo des-

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pués de hacer erupción. Estas lesionesllegan a pigmentarse con un color ama-rillo claro y al tiempo van extendiéndoselateralmente hacia las superficies proxi-males (en forma de circunferencia) yhacia abajo en dirección al borde incisal.En estadíos más avanzados llegan aconfluir las lesiones interproximales (ca-ries circunferenciales) provocando lafractura patológica de la corona al míni-mo trauma4.

Debido a la rápida destrucción, en es-ta afección está involucrada de formaprecoz la pulpa. En caso de que este sín-drome no sea tratado a tiempo, irremisi-blemente la caries del biberón llegará aocasionar una serie de problemas:

• Problemas estéticos.• Dificultad para la masticación.• Dificultad para la fonación.• Malposiciones dentarias por altera-

ción de la erupción de los dientespermanentes que les suceden.

• Instauración de hábitos perniciososcomo la interposición lingual o la-bial.

• Aparición de infecciones y abscesosdentarios.

Acs29, en un estudio realizado con115 niños que presentaban lesiones decaries del biberón en comparación conun grupo control de 115 niños libres decaries, observó que los niños con caries

tenían menor peso. Ayhan30, en otroestudio realizado con 126 niños conedades comprendidas entre los 3 y los 5años que presentaban lesiones de ca-ries del biberón o caries rampante, sepropuso evaluar el efecto que dichas le-siones podrían tener sobre el peso, latalla y el perímetro de la cabeza, encomparación con un grupo de 126 ni-ños de características similares pero li-bres de caries (grupo control). Observótambién que los niños con caries teníanun menor peso y además una menortalla en comparación con el grupo con-trol, no observando diferencias estadís-ticamente significativas en relación conel perímetro de la cabeza. Esto nos llevaa pensar que la presencia de cariesagresivas afecta de manera adversa alcrecimiento.

Con nuestro tratamiento debemosconseguir que el niño pueda cumplir co-rrectamente con las funciones de masti-cación, fonación, mantenimiento del es-pacio y de la estética, al tiempo que evi-tamos la instauración de hábitos perni-ciosos y la aparición de infecciones yabscesos dentarios2.

Hay que resaltar que, en general, laslesiones producidas por el hábito delchupete son menos agresivas que lasque se relacionan con las del biberón,donde encontramos mayor frecuencia

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de afectación pulpar y mayor índice deextracción.

Diagnóstico diferencialEl patrón clínico de afectación va a

ser, junto con la detección del hábitonocivo, el principal elemento diagnósti-co en la caries del biberón. Por lo gene-ral la caries de biberón implica una si-tuación de urgencia que justifica la to-ma de radiografías. Durante décadas elequipo de diagnóstico para la caries haconstado de un espejo, una sonda y deuna buena luz, pero la mayoría de auto-res coinciden en que el examen clínicopor sí solo es incapaz de darnos undiagnóstico correcto de caries, de ahí,que en la actualidad sea clara la utilidadde las radiografías, en especial, de lasradiografías intraorales con la técnica dealeta de mordida, ya que es uno de losmétodos de diagnóstico de caries máseficaces, sobre todo, en aquellos casosen que los espacios interproximales nopueden ser explorados clínicamente31. Elvalor diagnóstico de las radiografías dealeta de mordida es bien conocido,prueba de ello es el amplio uso que sehace de ella desde hace muchos añosen la Odontología. Otro método pro-puesto desde hace más de 20 años paraayuda en el diagnóstico de caries ha si-do la transiluminación por medio de fi-

bra óptica. Los autores coinciden en queeste método no sustituye a las radiogra-fías intraorales, pero resulta útil y ayudaa mejorar el diagnóstico clínico, ya queen muchos estudios donde se ha com-parado el diagnóstico clínico convencio-nal respecto al realizado mediante fibraóptica se encontró que se diagnostica-ban más caries con la fibra óptica quecon el método clínico solo32. Resumien-do, las radiografías de aleta de mordidaconstituyen el método de elección, jun-to al examen clínico, en el diagnósticode la caries.

Hacer un diagnóstico precoz de la ca-ries del biberón es difícil, ya que los ni-ños a estas edades no visitan al dentistay además porque las lesiones en esta-díos iniciales no resultan alarmantes pa-ra los padres, así que cuando los padrestraen a los niños a la consulta, las lesio-nes suelen estar ya muy avanzadas33. Esimportante la colaboración e implica-ción de otros profesionales sanitarios,especialmente pediatras y enfermería,que ven más pronto y con mayor fre-cuencia a los niños.

Debemos establecer el diagnóstico di-ferencial de la caries del biberón con:

La caries rampante:La caries rampante afecta a todos los

dientes temporales incluidos los incisivos

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inferiores, en la caries del biberón no seafectan los incisivos inferiores1,4,16,18.

La hipoplasia de esmalte: La hipoplasia de esmalte puede defi-

nirse como una deficiencia en la forma-ción del esmalte, manifestándose clíni-camente como unos surcos o puntos,así como una falta total o parcial de lasuperficie del esmalte. El significado clí-nico de la hipoplasia de esmalte incluyeuna estética defectuosa, sensibilidaddentaria, maloclusión, así como predis-posición a la caries dental. Uno de lospatrones comunes de la hipoplasia deesmalte afecta a los incisivos maxilares.La hipoplasia del esmalte es diferente dela caries dental que se encuentra en lassuperficies lisas de los dientes. Sin em-bargo, hay un cuadro en las cuales lacaries dental puede ser secundaria a lalesión hipoplásica y puede ser difícil di-ferenciarla de la caries del biberón34.

La hipoplasia de esmalte difiere de lacaries de biberón en cuatro factoresfundamentales:

– Los incisivos superiores temporalesestán afectados en ambos casos. Ladiferencia importante es que la hi-poplasia del esmalte sigue los patro-nes de formación del esmalte (pa-trones circulares de los bordes inci-sales), mientras que en la caries de

biberón la lesión se iniciará en unade las superficies (vestibular, palati-no y/o interproximal), respetándoseel borde incisal, a no ser que la des-trucción coronal sea muy extensa. Eldiagnóstico diferencial llega a ser di-fícil si la caries es secundaria a la hi-poplasia de esmalte y la destruccióndel diente es extensa.

– La caries del biberón puede ser si-métrica o asimétrica cuando el niñose alimenta con el biberón en un la-do de la boca. La hipoplasia habi-tualmente es simétrica.

– Los padres normalmente observaránlas lesiones por caries de biberónaproximadamente a los 20 meses,manifestando que los “dientes sevolvieron blandos, oscuros y que-bradizos”, mientras que la hipopla-sia es evidente desde el momentoen que el diente erupciona.

– Por último, la hipoplasia suele estarasociada directamente con altera-ciones sistemáticas como la parálisiscerebral o un nacimiento prematu-ro. No existe asociación entre la ca-ries del biberón y cualquier defectosistémico.

TratamientoEl éxito en el manejo de estas lesiones

dentales involucra el conocimiento de

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este proceso en el ambiente del niño ydel diente. De hecho, la caries en ladentición temporal se está consideran-do cada vez con mayor frecuencia, máscomo una enfermedad del niño, que co-mo una enfermedad del diente1.

La caries del biberón, desde el puntode vista terapéutico, es sin duda una delas condiciones más difíciles y retadorascon las que se enfrenta el profesionalodontólogo que trabaja con niños,puesto que las posibilidades terapéuti-cas en muchos casos se encuentran limi-tadas, por una parte por lo avanzado delas mismas, y por otro, porque debido ala corta edad de los niños su coopera-ción se hace difícil35. Otro aspecto im-portante para el éxito de nuestro trata-miento es la actitud de los padres haciala enfermedad, ya que el abandono delhábito es fundamental para evitar pos-teriores recidivas así como la apariciónde nuevas lesiones19,36.

Para el manejo de conducta duranteel tratamiento odontológico dispone-mos de técnicas no farmacológicas, co-mo el control de voz, el decir-mostrar-hacer, la comunicación no verbal y ladistracción, que son empleadas en to-dos los niños, y las técnicas farmacoló-gicas, como la sedación consciente37 y laanestesia general38, que deberemosconsiderar como alternativas al trata-

miento. La anestesia dental electrónica,también es una alternativa efectiva quedebe tenerse en cuenta en pacientes in-fantiles que, llegando a la consulta conansiedades, temores o fobias, propias oadquiridas, que la anestesia inyectableparece causar, rechazan de una formacasi absoluta los tratamientos denta-les39. El efecto de la presencia de los pa-dres en la consulta durante el trata-miento dental y la conducta de los niñosha sido estudiado durante largo tiempo;el permitir o no que los padres acompa-ñen a los niños durante el tratamientopermanece como punto de controversiaen la comunidad pediátrica. Actual-mente se ha observado que la presenciade los padres no parece incrementar lasmalas conductas y posiblemente puedeincrementar las buenas, siempre tenien-do en cuenta que los padres ansiosospueden tener una influencia negativasobre sus hijos. La literatura recienteapoya la presencia de los padres duran-te el tratamiento dental en los niñosmenores de 4 años debido al procesoconocido como ansiedad de separa-ción40. En un estudio de Rousset y cols.41

se demuestra que la influencia de lospadres, especialmente la madre, es unfactor determinante en el comporta-miento del niño pequeño durante la ex-ploración dental. Parece ser que las ma-

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dres aportan mayor seguridad a los ni-ños que los padres. Para los autores espreferible aceptar la presencia de la ma-dre durante la primera visita cuando losniños son menores de 4 años, ya que enniños tan pequeños el encuentro con elprofesional sanitario constituye no sólouna situación con un adulto desconoci-do sino una nueva experiencia social.Por tanto, el examen clínico del lactantey el preescolar debe realizarse con laayuda de los padres, en un medio noamenazador, no es necesario ni aconse-jable utilizar el sillón dental sino quemadre/padre y el odontólogo se sientanfrente a frente en la posición de rodillacon rodilla, apoyando la cabeza del niñosobre el regazo del odontólogo. Estapostura permite que la madre/padredetenga de manera cuidadosa al niñode ser necesario, y le provee, al igualque al odontólogo, de visibilidad ade-cuada de la cavidad bucal. La posiciónes cómoda para el lactante y el contactomaterno/paterno le aporta un refuerzotranquilizador16.

Todo el arsenal terapéutico conocidoen odontología infantil se pone en prác-tica a la hora de tratar a estos jóvenespacientes. Lo primero en el tratamientode la caries del biberón es eliminar elagente causal, para lo cual necesitamosla cooperación del niño y, sobre todo, la

de los padres. En segundo lugar se reali-za un plan de tratamiento restauradordefinitivo, que estará en función de lacantidad de dientes afectados, la grave-dad de las lesiones, la edad del niño, laactitud de los padres y del niño, los me-dios disponibles, etc.

Si la pulpa no se encuentra afectada,las medidas terapéuticas en dientes an-teriores, si las lesiones no son extensas,implican la remoción cariosa de los mis-mos y reconstrucción anatómica me-diante grabado ácido y composite paraanteriores, o la restauración con nuevosmateriales, como los ionómeros de vi-drio fotopolimerizables y las resinascompuestas modificadas (compóme-ros), que tienen las ventajas de no pre-cisar de grabado ácido, con el consi-guiente acortamiento del tiempo detrabajo clínico tan importante en odon-topediatría y su sencillo manejo, así co-mo la ventaja adicional de liberar flúor,característica peculiar de todos los io-nómeros vítreos. Pero lo más normal esque haya que recurrir a métodos res-tauradores más complejos por la afec-tación de varias o todas las paredes deldiente de forma extensa. Emplearemosentonces coronas para dientes anterio-res: coronas de acero fenestradas, co-ronas de policarbonato o coronas deacetato. Los dientes posteriores, en ca-

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so de no afectación pulpar, recibirán eltratamiento habitual que se emplea enlos tratamientos de caries en molarestemporales, mediante remoción de lalesión cariosa y reconstrucción conamalgama de plata, composite paraposteriores, vidrios ionómeros tipo cer-met o resinas modificadas, cuando laintegridad de sus superficies lo permi-tan, o bien la adaptación de coronaspreformadas de cromo-níquel, de aceroinoxidable e incluso estéticas, en casode afectación múltiple de superficies42.

Si la pulpa se encuentra afectada,tanto para dientes anteriores como paraposteriores, el tratamiento debe con-templar siempre la terapéutica pulpardel diente afecto: protección pulpar,pulpotomía o pulpectomía y posterior-mente siempre la adaptación de una co-rona. Cuando existe contraindicaciónclínica o radiológica de tratamiento pul-par, el tratamiento de elección es laexodoncia del diente y la posterior colo-cación de un mantenedor de espacio fi-jo o removible43 o de una prótesis infan-til que llevará incorporada los dientesextraídos y que incluirá en su diseño untornillo de expansión que permitiráadaptar la prótesis infantil a los requeri-mientos del crecimiento y desarrollo delmaxilar superior, propios de los niños enestas edades44.

PrevenciónEn la prevención de la caries por el

síndrome del biberón debemos atendera tres fuentes principales: el pediatra,los padres-abuelos y el odontólogo.

El pediatra está en una excelente po-sición para informar a los padres acercade la caries de biberón antes de que seproduzca la primera visita dental, y ade-más los padres tienden a ser muy recep-tivos a sus consejos. De este modo, elpediatra revisará las estructuras denta-les y recomendará visitar al odontólogoen cuanto empiecen a erupcionar losdientes, para hacer las recomendacio-nes pertinentes, que atienden funda-mentalmente tres aspectos28:

Instrucciones dietéticas generalesSegún la Academia Americana de

Pediatría se debe interrumpir la lactan-cia materna y comenzar a administrar elbiberón a los 9 meses y finalizarlo a los12 meses (AAP, 1985). Para no inte-rrumpir el biberón de golpe (abandonodel hábito) se puede sustituir su conte-nido por agua, diluyéndolo paulatina-mente. Lo normal es que lleve de una atres semanas con una resistencia porparte del niño, así como algunas nochessin dormir por parte de los padres.

A pesar de que un gran porcentaje depadres saben de estas medidas, muchos

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no las ponen en práctica o al intentarlofracasan. Varios investigadores están deacuerdo en que muchos padres no estándispuestos a someterse al estrés del des-tete temprano o la retirada del biberón.No siguiendo las recomendaciones desalud se obtienen otros beneficios: el ni-ño no les despierta por la noche, no hayconflicto… En la mayoría de los casoslos padres eligen la última alternativa,arreglar las secuelas de la enfermedad.

Al analizar el ambiente familiar del ni-ño, Ostos y cols6 observaron en su estu-dio que el 25% de los padres admitíatener conocimiento del potencial cario-génico que suponía el biberón que su-ministraban a sus hijos cuando se iban adormir. Benítez y cols45 encontraron quela mayoría de los padres encuestadosrespondieron también de manera positi-va a la pregunta.

Nuestras recomendaciones dietéticas

van a ser:

– Desaconsejar el uso del biberón o eldar de mamar cuando el niño se vaa dormir. Por la noche únicamentese puede dar al niño agua.

– Sostener al niño mientras se le ali-menta, si el niño se duerme duranteel amamantamiento debe ser desper-tado y después acostado en su cuna.

– No deben utilizarse sustancias conpotencial cariogénico elevado como

miel, mermelada, leche condensada,zumos de fruta, etc. para impregnarel biberón o el chupete.

– Reducir en lo posible el consumode sacarosa por el niño entre lascomidas.

Instrucciones de higiene oralEl mantenimiento de una buena higie-

ne oral establecida a una temprana edades básico para la prevención de las ca-ries. Sin embargo, la higiene oral en losniños de esta edad suele ser de efectivi-dad dudosa, por lo que deben ser los pa-dres quienes la realicen y reciban ins-trucciones para ello. Deben limpiar conuna gasa los restos de leche u otra sus-tancia azucarada de la boca del niño einstaurar el hábito de cepillado en cuan-to los dientes hagan erupción (sin pastadentífrica hasta que el niño aprenda ano tragársela). En niños menores de 6años, por tanto, el cepillado dental debeser dirigido y supervisado por los padres.

Suplementación de flúorDebe administrarse en niños especial-

mente proclives a la caries en funciónde la concentración existente en el aguade bebida o posible ingesta46. El niñodebe chupar la tableta de flúor paraconseguir un efecto tópico sobre el es-malte dentario de los dientes ya erup-

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cionados seguido de un efecto sistémicotras su deglución. También son reco-mendables las aplicaciones periódicaspor profesionales de flúor en forma degeles o barnices de flúor (remitimos al

lector al artículo publicado reciente-mente en esta misma revista: Bases parael uso racional del flúor en la prevencióny la caries en pediatría, Pap, 1999; 1(2):93-111).

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