CARLOS ARROYO DEL Río - uees.edu.ec · equivocado, basado en el engaño y la fantasía; el cuento...
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ISBN - 9978 - 25 - 028 - x
Reservados los derechos de autor de acuerdo a la Ley de Propiedad Intelectual. Sin embargo, el Autor y la Universidad de Especialidades UEES autorizan la reproducción parcial de este Libro, cuando se trate de citas académicas o periodísticas, debiendo especificarse la referencia del autor, título de la obra y, además, que se trata de una publicación de la UEES.
Al Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río le correspondió conducir los destinos del Ecuador en los momentos más dramáticos de su historia; y lo hizo con valor, decisión y coraje, imponiendo su responsabilidad patriótica por encima del cálculo político y los intereses personales.
Amable lector, usted tiene en sus manos un libro en el que va a encontrar verdades que fueron irrepetibles y situaciones muy diferentes a las que la historia nos ha contado hasta hoy. Y esto resulta comprensible si aceptamos el hecho de que todos, incluyéndonos usted y yo, fuimos educados bajo principios de un patriotismo equivocado, basado en el engaño y la fantasía; el cuento histórico escolar y el demagógico discurso del político inescrupuloso.
El propósito fundamental de esta obra es aclarar algunas de esas fantasías y, sobre todo, reivindicar la memoria de uno de los hombres más notables que ha tenido el Ecuador: el Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río, a quien le correspondió conducir los destinos de este país en los momentos más dramáticos de su histotia.
Ecuatoriano cuya vida y participación dentro de la historia no ha sido estudiada ni analizada con sentido objetivo y, por el contrario, se la ha utilizado -y se la sigue utilizando- como un pobre pretexto para justificar -precisamente- esas mentiras y fantasías.
En busca de la verdad y para ser objetivo en mis apreciaciones, dediqué varios meses a investigar todos los acontecimientos relacionados con el gobierno del Dr. Arroyo del Río y, de manera especial, lo referente al problema territorial que desde el nacimiento de la República, en 1830, había mantenido nuestro país con el vecino del sur; problema que culminaría con la invasión peruana de 1941 y la consecuente firma del Protocolo de Río de Janeiro, al año siguiente.
Esas investigaciones me permitieron conocer sucesos hasta hoy ocultos y descubrir también factores y propuestas que durante más de ciento setenta años mantuvieron en el engaño a los ecuatorianos, haciéndonos creer que éramos herederos de un pasado heroico y de un país grande y extraordinario. Hoy he descubierto que no es así, pero también he comprendido que es preciso reconocer lo pequeño que somos para, partiendo de esa pequeñez, empezar a crear un país grande y poderoso, no por el tamaño de su territorio, sino por la estatura moral, el trabajo esforzado y la honorabilidad de sus
ciudadanos.
La misión del historiador no es escribir la historia, porque
esta ya la escribieron los protagonistas. Al historiador solo le
corresponde interpretarla, razonarla y transcribirla -lo más
apegada a la verdad- para que otros puedan nutrirse de ella.
El Autor
3
Tuve la suerte de conocer muy de
cerca al Dr. Carlos Alberto Arroyo
del Río, hombre extraordinario por su
talento, bondadoso por la nobleza de su
corazón, generoso en cada uno sus actos
y soberbio porque se sabía superior; a
quien cada 29 de enero y cada 28
de mayo -fechas en que se firmó el
Protocolo de Río de Janeiro, la primera,
y en que fue derrocado, la segunda
una pandilla de malandrines, gritones
a sueldo y estudiantes desorientados,
obedeciendo el mandato de oscuros
politiqueros, intentaba ofender con
insultos agrediendo su hogar, al tiempo
que en todos los periódicos del país se
publicaban artículos rememorativos
y patrioteros comunicados que
financiaban los dineros de aquellos
que se sentían muy por debajo de su
figura y trataban, a través de esa matonil
y cobarde actitud, de destacarse en su
propIO marasmo.
Era la única forma que ellos tenían para
salir de la oscuridad, aunque no sabían
donde estaba la luz.
El Dr. Arroyo había sido y continuaba
siendo el mejor y más notable jurista
U n día ... la infamia brotó desde su más profundo abismo, en el instante en que un asalariado arrojó un balde de pintura roja sobre la figura impoluta del anciano ex mandatario. 4
del país, y a pesar de su avanzada edad,
desde su casa situada en la esquina de
las calles Tomás Martínez y Panamá,
se trasladaba diariamente -en colectivo
unas veces y otras caminando- al
edificio situado en la esquina de 9 de
Octubre y Pichincha, donde tenía desde
hacía varios años su acreditado estudio
jurídico.
Un día -cuando ya su cabeza estaba
cubierta por venerables canas y con
pausado andar llegaba precisamente
al lugar de su trabajo- la infamia brotó
desde su más profundo abismo, en el
instante en que un asalariado arrojó un
balde de pintura roja sobre la figura
impoluta del anciano ex mandatario.
El Dr. Arroyo del Río no se inmutó ...
miró al agresor con una mezcla de
tristeza y lástima ... y este, acobardado,
salió corriendo en precipitada fuga, para
cobrar las treinta monedas que debió ser
el pago que le dieron por su canallada.
Ese día ... en esa esquina ... en ese
preciso momento ... estuvo también un
"oportuno" fotógrafo, cámara en mano,
que registró para la posteridad el infame
y cobarde atentado ...
No hubo quien defendiera al indefenso
que estaba siendo agredido ... nadie
acudió en su auxilio ... todos tenían
miedo.
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... el Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río fue calificado con el más humillante, con el más vergonzante de los estigmas: se lo llamó ¡Traidor .... ¡
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Muy pocos son quienes han consignado
en la historia el extraordinario desarrollo
que logró nuestro país durante el
gobierno del Or. Carlos Alberto
Arroyo del Río; pues los encargados de
escribirla, llámense estos historiadores,
profesores, cronistas o periodistas,
de manera malintencionada y poco
patriótica han preferido limitar su paso
por el Poder a dos hitos que marcaron
una de las épocas más trágicas de
nuestra vida republicana: La invasión
peruana de 1941 y su consecuencia
inmediata, la firma del Protocolo de
Río de Janeiro, al año siguiente.
No pudieron o no quisieron comprender
que la situación política, económica y
social que vivió nuestro país en esa
época era el resultado de más de ciento
diez años de revueltas, golpes de
estado y desgobiernos, que se habían
producido desde el nacimiento de la
República, en 1830.
A raíz del 28 de mayo de 1944 -fecha en
que se produjo la asonada militar que
puso fin al gobierno del Dr. Arroyo del
Río, cuando apenas faltaban tres meses
para terminar su mandato- se desató
una serie de acusaciones protervas
en contra del ex Jefe de Estado,
sobre quien sus detractores -durante
veinticinco años- vertieron todo el
odio de su pequeñez e inconciencia: Se
dijo -y posteriormente se ha continuado
diciendo- que Arroyo había sido el
culpable de la debacle nacional, que
por su culpa el país no había podido
defenderse de los ataques peruanos y
que era el único responsable de la firma
del protocolo de 1942, por medio del
cual el Ecuador había perdido grandes
extensiones de la región oriental y sus
derechos sobre la margen izquierda del
río Amazonas.
Estas acusaCiOnes, sostenidas
inicialmente por quienes planificaron
la asonada -y que para la desgracia de
este país le entregaron el poder al Dr.
José María Velasco Ibarra, iniciándose,
ahí sí, la ruina moral y económica
del Ecuador-, tuvieron eco en una
ciudadanía desinformada, y todo aquel
que buscaba un poco de protagonismo
político o social, con toda desfachatez
acudía a tales acusaciones para lograr
patriotera atención.
Se cumplía entonces la sentencia que
dice: "Una mentira repetida mil veces
termina convirtiéndose en verdad".
y gracias a esas mentiras -repetidas
una y mil veces- el Dr. Carlos Alberto
Arroyo del Río fue calificado con el más
humillante, con el más vergonzante de
los estigmas: se lo llamó ¡Traidor .... ¡
¿Quién Fue el Dr. Carlos Albe r to
Arroyo del Río?
Había nacido en Guayaquil el 27
de noviembre de 1893. en el hogar
formado por el Sr. Manuel Maria
Arroyo Valencia, caballero colombiano
oriundo de Popayán. y la Sra. Aurora
del Rlo y Vera, guayaquilei\a, hija
del Dr. Manuel del Rlo de Narváez,
quien entre 1862 y 1863 había sido
encargado de la Presidencia de
Colombia, y posterionnente -radicado
ya en Guayaquil- había sido, en 1867,
uno de los fundadores de la Facultad
de Derecho de la Universidad de
Guayaquil.
Guayaquil era entonces una floreciente
ciudad -la más próspera del Ecuador
y una de las más importantes de esta
parte del continente- y por sus puertos,
situados a lo largo del malecón, a
orillas del caudaloso Guayas, entraban
y salían toda clase de mercaderías. Las
primeras, provenientes de diferentes
paises del mundo, eran importadas por
prósperos comerciantes porteí'los que
abastecían al comercio local y nacional
con texti les, licores, porcelanas finas,
perfumería, herramientas de trabajo.
maquinaria industrial, lámparas y una
gran variedad de productos elaborados;
las otras, las que salían, eran algunos
productos artesana les como los
afamados sombreros de paja toquilla de
Montecristi, conocidos mundialmente
como "Panama Hats", algunos agrfcolas,
y entre estos, las grandes producciones
de cacao, llamado la "Pepa de Oro" por
la inmensa riqueza que generó -durante
muchos aftos- a nuestro pais.
CtJf\SlruuJa ~n 1850, en el mismo lugar que Iwy ocupa. la ig/6io de Lo Merced, pura 1892, I!ra una de los más bellas dtt Guayaquil y representaba el CO/'IUpfo ~ligioso de una ciudad moderna, afor-..Dda y trabajadora.
El templo)' lodas las ccatU clrrundanles, juef'Oll canrumido.J por el juego durome el I"cendio GI"QIIt/I de 189/>.
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Las embarcaciones de cabotaje que
navegaban por la gran maraila de ríos
afluentes del Guayas y de manera
especial por el Daulc y el Babahoyo, y
las que dando vuelta a la peninsula de
Santa Elena llegaban hasta las costas
de Manabí y Esmeraldas, utilizaban
también los muelles de Guayaquil,
transportando pasajeros y toda clase de
productos desde y hacia las diferentes
regiones, paro abastecer y enriquecer el
comercio interno del país.
Arroyo del Río craJió al influjo de las
Iransfonnaciones políticas y sociales
que se produjeron como consecuencia
de la Revolución Liberol que en 1895
llevó al poder al Gral. Eloy Alfaro, y
desde muy temprana edad demostró
poseer una notable inteligencia que lo
hizo sobresalir enlre sus compai'leros
de la Escuela San Luis Gonzaga de
su ciudad natal, donde realizó sus
primeros estudios bajo la dirección
de maestros como Gustavo Lemus.
En estufotogrojio de 189Ost! ap1T!t:iu. en prfmer plano. las hodt:gru de lu aduana (dufIúe fhsde t!1 añQ 1000 s. t!~l#enlra la ESPOL). a wntinuaciOn el Colegio de Los Sqgrodos Cora;;onet. y más utrá! alguflO.J casas qut! muestran las carQCluÍ5lk:as arquitectónicas rk la epoca. Todos estas edifICIOS foeron ccmsumldas por e/fuego de/Incendio Gro!kk de 1896.
Femlío Vera Rojas y Alfredo Sáenz,
que por su sabiduría y dedicación a
la cátedra alcan7..ari1Ul reconocimiento
nacional. Por esa época, los incendios
que azotaron a Guayaquil en 1896 y
1902 acabaron con todos los bienes
de su familia, y poco tiempo después
murió su padre dejando a su madre
sumida en una honorable pobreza, por
10 que desde temprana edad -al tiempo
que estudiaba- tuvo que trabajar para
poderla mantener.
La secundaria la inició en el mismo
colegio donde habia estudiado
la primaria, y la continuó en el
acreditado Colegio San Felipe de
Riobamba, establecido en 1838, para
finalmente volver a Guayaquil y, en
cumplimiento con lo dispuesto por las
nonnas educacionales de esa época,
culminarlos en el Vicente Rocafuerte,
donde en 1908 obtuvo el título dc
Bachiller en Filosofia, cuando apenas
había cumplido los 15 años de edad.
GuayaquIl "uta M fIOrle Q sur, desck /o 19les,a eJe Santo Domingo. IIIf!gO de/Incendio A la deNcho. la ¡gle.fia f!.flá Je.~/rulda ••. Más 0114, todo está desolado; pero la ciuJado.n(o «.ftó trabajondo En la calle Racafoerte. librr eJe l'..!combros, ya se han levantado las prlmuas "covachas" para o/fx>rgar a quienes lo perdieron todo, menD.S la I!SfNrQnzQ y el amor por su ciudod
9
El JI de IPIQ)'O tk J922 d Dr. .Arroyo tkl Río contrajo matrimonio con la Sna. t:/~1l(J tero"i Mathew, con qUlfm compartiría su vida hasta rlfall«;imlnrtQ <k á to. en /968. Un año Jrspuh se volver/mi a unir ' " " mlÍ.!' alld.
10
Al año siguiente ingresó a la Facultad
de Jurisprudencia de la Universidad
de Guayaquil -fundada por ilustres
guayaquileiios corno el obispo Luis de
Tola y el repúblico don Pedro Carbo-.
donde haciendo uso de la libertad de
estudios, el3 de agosto de 1914 obtuvo
el titulo de Doctor en Jurisprudencia;
pero como aún no habia alcanzado
la mayoría de edad, debió esperar
hasta cumplir los 21 años para poder
rendir Jos exámenes correspondientes
e incorporarse, el 19 de diciembre, al
Cuerpo de Abogados de la República.
Ya para entonces había empezado a
destacarse dentro de las actividades
poBlicas de la Universidad, por \0 que,
identificado con la ideología liberal,
al afio siguiente inició su vida pública
trabajando en favor de la candidatura
presidencial del Dr. Alfredo Baquerizo
Moreno. Ese mismo afta - 1916- fue
elegido Diputado por la provincia del
Guayas al Congreso Nacional. dignidad
que volvió a ejercer en 1917, 1922 y
1923, habiendo sido elegido además,
en los dos últimos MaS, Presidente de
la Cámara Joven. Ya para entonces, en
1922 habia presidido el M, l. Concejo
Cantonal de Guayaquil, cargo que
volvería a ejercer en 1925,
Como Presidente de la Cámara Joven
no tardó mucho en descollar gracias a
sus grandes dotes intelectuales y por
sus avanzados conceptos políticos, y
en poco tiempo se convirtió en uno
de 105 legisladores más notables de
esa época, razón por la cual -en 1924-
fue elegido Senador, y luego llamado
para encargarse de la Presidencia de
la Rcpüblica por haberse concedido
licencia al presidentc Dr. José Luis
Tamayo. En c!'>a ocasión y al igual
quc lo haría en otras. a pcsar de las
presIones prefirió exeusarse de accpLar
dicha dCMgnaclón.
Muchas veces se 10 ha querido rcspon·
sabili.!..ar de haber sido el mcntahzador
de la represión que sofocó el levanta
miento popular del 15 de Novicmbre de
1922, en Guayaquil: pero para entonces
él no ejercía ninguna función dentro del
gobiemo y -por el eontrario- disfrutaba
de merecido descanso en el seno de su
hogar.
Con rc~pcctO a 10 acontecIdo cn cMa fe·
cha sangnenta. el Grol. Marco!'> Gándara
Enrique.!. en la página 16 de su obra "EI
Ecuador del Mo 1941 y el Protocolo
dc Río de Janclro" dice: "También se
ha afirmado que aconsejó la repre·
sión del 15 de JlovJembre de 1922, en
Guayaquil; pero, después de haber
estudiado minuciosamente este episo
dio hist6rico, según consta en mi libro
"'La Semana frágica,Aproximación a
la Verdad", no he encontrado indicio
ni evidencia que lo confirme".
Su desprendimiento por el poder, su
extraordinaria capacidad parlamentana
y su elevado patriotismo hicieron que
el Partido Liberal ·en 1932- propusiera
!lU candidatura a la Prcsidencia de la
Repúbl ica, pero debió excusarse por no
haber cumplido aún los cuarenta aftas
de edad, que era la mínima requerida
por la Constitución para ejercer dicho
cargo. Un afto después fue propuesta su
candidatura por segunda vez, y volvió
a excusarse ante la falta de unanimidad
eltistente en su panido con relación a
su candidatura.
En 1935 fue nombrado Director
Supremo deJ Partido Liberal y volvió
al Senado como representante dc las
JI ¡W.5ar de las ",sist~lIt.lW, del Partido LiMral y de haber cumplido {O,i 40 o;;ru ck edud, que era lo mimma n'quendu pura t!j~rr~r la Pruidencio de la Reptihf/Co. e" 1933 una \'e:" mas se lH"gÓ o oceptar su cotfdukrttJ/V
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12
universidades. Fue entonces elegido
Presidente de dicho cucrpo legislativo
y su figura politica alcanzó estaturas
gigantcscas.
Gobernaba entonces el país el Dr. José
María Velaseo Ibarra. qUien había
alcanzado el poder luego de propiciar
la caída del presidente Sr. Juan de Dios
Martfnez Mera y de haber prometido,
juramento de por medio, que jamás
aceplarÍa candidatura alguna para llegar
a la Primera Magistratura.
En el Congreso Arroyo del Río se
convirtió en el líder de una oposición
frontal y razonada que hizo perder la
serenidad al mandatano, qUien en uno
de esos arrebatos que caracterizaron
su atolondrada vida pública decidió
disolver dicho cuerpo lcgislalivo y
poner en pnslón a la mayoría de Jos
-El Dr. José María Velruco lba"o irrumpi6 en la historia del Ecuador como Presidente del Congreso que hizo oposición parlamentaria al fJ"FSidente Juan de Dios Marlínez Mera, a qUIen acusábalo de haber subido al solio por efeclos del fraude electoral. No lo dejó en paz un S% dio y cuando Martinez Ml'ra abundonó Quito, renunctando tácitamente a la presidencia, Ve/asco lbarra prometió <on juromento t:k por medio-- que no aceptarla condlda/ura alguna para llegar o/ Poder: Inició así una cadena de juramentos que nunca CW1Iph'ó ... ".
AnlaniIJ Uonl Baslilas (Antología de la PM.fla Cuencana, Tomo IV, p. 30)
legisladores de la oposición, entre ellos
a su presidente, cl Dr. Arroyo del Río;
para, acto seguido, autoproclamarse
dictador y asumir todos los poderes
del Estado.
Pero el pueblo ecuatoriano no estaba
dispuesto a pennltlr que se atropellen
los derechos ciudadanos, y al grito
de ¡Viva la Constitución ... Abajo la
Dictadura".! ex;prcsó su rechazo al
intento dictatorial.
Las Fuer Las Armadas ·plenamente
identificadas con In ciudadanía y con
los principios constitucionales· también
respondieron a la indignación popular.
y en patriótica actitud procedieron a
la destitución del frustrado dictador,
a quien ese mismo día detuvieron
para obligarlo ·de inmediato· a que
abandone el país.
I
Ese mismo año de 1935 -habiendo
cumplido ya la edad mínima requerida
para ejercer la Pres idencia de la
Republica- fue propuesta su candidatura
por tercerd vez, pero las elecciones no
se realizaron debido a que el Encargado
de la Presidencia de la Republica -Dr.
Antonio Pons- renunció al cargo y
entregó el poder a una Junta Militar,
que a su vez lo traspasó allng. Federico
Páez, Así se manejaban los destinos
del país en esa época de anarquía
política.
En 1938 -por cuarta vez-nuevamente fue
propuesta su candidatura presidencial, y
En 1935, como Pre$idenre del Congrest>, el Dr. Arroyo del Río J'e convirtió en e/líder de una oposICión il'lle/¡ge'1fe J' r(lZonada que
hao perder lu seremdod 01 PNsidrn/e de la RepúbllL'a. Dr José ."'faTÍa Vcla.~co ¡barra
13
¿Por qué, habiéndose negado en repetidas (Icasio,,~s,finulmenle aceptó el Dr. Arro}'o la candidal"rQ Pres;denciQI?
"La Asamblea Liberal consideró mi excusa, La negó y dio, por concluidas, como he dicho, sus labores, en ese mismo acto, de manera que, cuando me fue participada tal negal;va, dicha Asamblea había terminado ya sus sesiones, varios Delegados habían comenzado a retornar a sus provincias,)')'o no tenía ante quien reiterar mi excusa",
"Me quedé, pues, enfrentando a la más grave disyunt,va: aceptar la postulación, contrariando mi voluntad expresa y repetidamente exteriorizada; o mantener mi excusa ... "
" De otro lado. medía la grave responsabilidad que pesaba sobre mi conciencia ideológica y partidista de convencido liberal, si dejaba a mi partido sin candidato, en trance de perder el Poder, captado en los campo.! de batalla desde 1895 ... Consulté con amigos y coldearios, y la respueslo no se hizo esperar: no me quedaba otro camino que someterme a la 1'Fpetida deci.Jión de la Asomblea Liberol-Radical",
(Por lo Pendiente del Sacrificio, p , 268-269).
una vez más se excusó de aceptar, por
lo que fue propucsta la de su coideario
el Dr. Aurclio Mosquera Narvácz, que
resultó elegido.
A mediados de novicmbre de 1939 y
ante el fallecimiento del presidente
Mosquera NarvacL, de acuerdo con
la Constitución y cn su calidad de
Presidente del Senado le correspondió
ocupar el cargo que quedaba vacante.
Esta situación fue aprovechada por
la Asamblea Liberal que un mes más
tarde lo postuló por quinta vez a la
Presidencia de la República y, para
La Asamblea Liberal postuló una vez más al Dr. Arroyo del Río, y para evitar que se excuse dio por terminadas sus labores.
evitar una nueva negativa, dio por
terminadas sus labores antes de que
se pudiera excusar. Entonces, y ante
la seguridad de que si se negaba podía
quedar al Partido Liberal sin candidato,
para poder aceptar renWlció al cargo que
venia dcscmpc~ando, que fue asumido
por el Presidente de la Cámara de
Dtputados, Dr. Andrés F. Córdova.
En 1939, ohllgudoporlas drcun:i/tlnCUU y oMdlTI cmio a /0 úl$puato por fa Asamhlea NaclQ/JU1 del Part"Ju LIberal, el Dr. Arro}'O tkl Ría.fc vio en la ob/¡gaclOn civica eH: uupttn' su postulación a la PIl'{idencia Út·/tI
RqJúhlKa
15
I'(lra 19J9('t(J)ad pc1líl"YJ IIUlf Importante ckll:cuodor )" h(Jbia rulo DIputado. SeflOtlor; Prt~idente del &naJo, r:lk'U'8uth rk 1,; "t't'fi· ck/l(.',a tk lo Rcptib/¡('(J l' DI/W"lor Supremo del Pun,do LlfHra/: fWrrI.
lo que lo hl:o ",..,.,:t:t:thr dt'/ rrt¡>t:/IJ t"lutkxlano fue lU de:.prend¡mielllu pc1r el pod<r. pl/Cl a pt:.for de hum:r ejen:icJo o,,-ho ,;argo. hahia n'Chu=udo en ella/m (x.·,/jlOne.f ,fU pof/ll
la,·¡tm a la /'rcs/(J .. ,,,,w de la Reptihh(u
16
Aún así , y en el afán de expresar una
vez más su voluntad de no aceptar
la candidatura presidencial que se le
exigía en contra de su voluntad varias
veces expresada, el Dr. Arroyo del
Río volvió a insistir en su excusa
dirigiendo un comunicado a la
Asamblea Liberal que, en algunos de
sus párrafos dice:
" P6ginu de patriotismo, de
heroicidad, de fama , han escrito
muchos¡ concédanme ustedes la
oportunidad de que pueda escribir
yo IIna página de desinterés ...
La calldidatura del Dr Arroyo del Río, "onlraríamó!lIIó! el lo l/U#!
sostumen sur tktractOreJl, contó con el respaldo no soJa del pueblo liberal sifl(). además. con el de amplios sectores de profesioll(1/es. estudiantes y trabajadores de lodos los rincones del Pals.
. ADHESIDN DE LAS " DATO RADICAL, DR.
"Yo no deseo ser Presidente de
la República. Mi resolución es
terminante; mi anhelo es irrevocable;
mi resistencia es permanente. El
número de los que han querido llegar
a la Presidencia de la República es
considerable; permítanme ustedes
quedar en el número, seguramente
más reducido, de los que no quieres
llegar a ese elevado cargo ...
" Pese la H. Aumblca estas
consideraciones, hlS más (Iue
verbalmente he expuesto a algunos
seí'iores Delegados, y acéptenme esa
excusa. Lo pido, lo encarezco, lo
ruego ...
" Permftanme demostrar que en el
liberalismo hay ciudadanos que no
se dejan arrastrar por ambiciones
de Poder, y que pasan por este, sin
........... -:.o--,:,=~, -::. .. '- :.:..::.,:.; -----"'" -"---" ~:"""" -:.c::rE •• .. =.r:::=' _. __
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.. .P~ = .J..':....""'i.;-.: _ ... __ ... .... - .. ---:-~ ..... ""
sentir el más leve anhelo de continuar
en él. La política, en mi concepto, no
es cuestión de posiciones eminentes,
sino de levantadas actitudes. "(Por la
Pendiente del Sacrificio, p. 267).
De nada sirvieron las excusas y los
ruegos, la Asamblea se negó a reconsi
derar su decisión y, finalmente, Arroyo
del Río debió aceptar esa candidatura
presidencial que en cuatro ocasiones
anteriores había rechazado.
En las elecciones celebradas entre ellO
y el 11 de enero de 1940 el Dr. Arroyo
triunfó sobre los candidatos Sr. Jacinto
Jijón y Caamaño, del conservadorismo,
y Dr. José María Velasco Ibarra, que
representaba al populismo y a los
socialistas.
Ante la derrota y respaldado por un
grupo de aviadores, el Dr. Velasco
Ibarra intentó un movimiento ilícito
para desconocer el resultado de las
elecciones, acusando al Encargado del
Poder Ejecutivo, Dr. Andrés F. Córdova,
de haber preparado un fraude electoral;
pero este no se dejó impresionar por la
prepotencia del insurrecto, y en uso de
la autoridad de que estaba investido
ordenó que fuera encerrado en el
Panóptico y de inmediato enviado fuera
del país.
A poco de finalizar el proceso electoral del día 11, Y con el convencimiento de que sería derrotado, ya que el Dr. Arroyo del Río se perfilaba como un seguro triunfador, el Dr. José María Velasco Ibarra, tal cual consta textualmente en el auto cabeza de proceso instaurado en la Comisaría 4ta. Nacional de Guayaquil, intentó subvertir el orden bajo el pretexto de que se estaba cometiendo un fraude electoral.
Dicho auto cabeza hace constar que " •.. al terminar los escrutinios electorales se han producido hechos de rebelión perpetrados en las calles de la ciudad dirigidos por un grupo de exaltados políticos de filiación velasquista". El mismo documento señala que estos, acompañados por más de 400 hombres intentaron asaltar los cuarteles del Batallón de Carabineros Guayaquil No. 2 y del Batallón Jambelí; y atacaron el domicilio del Gobernador de la Provincia, Sr. Enrique Baquerizo Moreno y la residencia particular así como el estudio profesional del Dr. Carlos Arroyo del Río. Señala también el documento que " ••• algunos oficiales de Aviación encabezados por el Capitán Galo Almeida •.• irrupcionaron en actitud francamente rebelde y subversiva a las dependencias donde funciona la Jefatura de la Cuarta Zona Militar y procedieron a intimidar y obligar a la subversión al señor Jefe de Zona, coronel Luis A. Rodríguez, a quien aprisionaron y llevaron en rehenes a la Escuela de Aviación que funciona en el campo de aviación "Simón Bolívar", donde se ha encontrado como Director y encauzador de estos hechos al doctor José María Velasco Ibarra ... ". (x)
Esta denuncia no constituye otra cosa que la demostración de lo que siempre sería y representaría el velasquismo acaudillado por su único líder: Atropellos y atentados contra la Constitución. Ya desde entonces, los derrotados empezarían a planificar una oposición desesperada a la que no le importaría los destinos de la Patria sino alcanzar sus protervos fines, esto es, llegar al poder aunque sea a través de la traición, la calumnia, el engaño, la mentira, el crimen y el golpe de Estado.
(x) El Universo, Enero 14 de 1940
19
Habiéndose visto ~n la obligaci6n de aceptar su candidatura a la Presidencia de la República, y ser preguntado cuales serIan sus a.vpiraciones en el caso de ser elegido, el Dr. Arroyo del Río respondi6 en los siguientes términos:
" .. . Si /legara al poder. mi mejor aspiración sería hacer un gobierno amplio y culto, de garantla para todos los ecuatorianos; un gobierno esencialmente de orden y de paz. La hora es eminentemente nacional y de prohlema.~ nacionales. Yo subirla al poder con el honrado e Intimo convencimiento de mi ideología poJílica inquebrantable, pero con el firme anhelo de ser un Presidente para todos IOl' ecuatorianos.
Me sentirla recompensado de cualquier sacrificio si consiguiera que durante el periodo del gobierno en que me tocara actuar. hubiera una tregua de esterilizan tes enconos, un deseo de parte de todos los ciudadanos honorables de trabajar decididamente por el resurgimiento del país, poniendo por encima de cualqllier discrepancia un hermoso ideal de patria.
No me sentiría complacido de una gestión administrativa de moldes estrechos y horizontes IimiWdos, Yo quisiera que me/uera dado realizar una labor medianle /a cual lodos los hombres de bien se sintieran sali.\fechos y lodos los derechos ciudadanos se enconlraran protegidos ".
(El Universo, jueves 7 de diciembre de /939)
Al respeclo del fra ude electoral,
supuestamente perpetrado por quien
biza de su vida un camino limpio y
aún hoy {."Stá reconocido como uno de
los juristas y politicos más honorablcs.
corrcc tos, impo lutos y notables del
Ecuador, el Dr. Andrés F. Córdo\a -a l
ser preguntado- respondió: "Se dijo
que yo habia enviado un telegrama
a la provincia de Manab( solicitando
46.000 votos para que triunfe
Arroyo del Río y al 6nal el total de
votos de Arro)o era de 42.000 en
toda la República" ("En el Palacio
de Carondeler".- Eduardo Muño=
Borrero).
As! las cosas y de acuerdo con la
Cons titución. el Dr. Arroyo del Río
asumi61a Presidencia de la República el
1 de septiembre dc 1940. Ese mismo día
declaró enfáticamente que 5U gobierno se
caracterizaría por la rectitud y firmeza de
los procedimientos que implemcntaria
en 5US decisiones. Dijo entonces: "Oe
todos los caminos que pueden conducir
a In concordia. s610 habrá dos por los
que nunca transitará mi gobierno: El de
la condescendencia deshonesta y el de
la debilidad dcseonceptuantc".
Arroyo del Río, que maliciosamente
había sido calificado por sus detractores
de ser un politico oligarca y sectario,
demostró todo lo contrario al momento
de fonnar su gabinete ministerial, al que
"Hombre hum dotado y de excepcionule.f cualidutk?s polir;cas, intelectllal y abogado jJlL~tre, ulla largo vida poliricu le mos/rabo como el más adecuado para la función de gobernar al pa(~ en una epoca dificil: La gtle"a, lat .firuo<:iones I?conómica.~ y comerciales que de ella ~e. derivaban, la agitación ideológIca provocada por la conlienda. exiglan mucho li"o en la conducció" de los asumos nacionole.f e internacionale.f. Para ello Arroyo buscó la colaboración de elemCI1IOS distinguidos fuera del Partido Libt!rul, col1lradic/endo su oferta ,le gobierno excfusi\'omente liberal. La:; cm:unstoncias demandaban al gobername que se mostrara digno del poder. y AlTOyo se propuw> hacrrlo ",
Gdbrit!l CetlQ/Jos GQTCíll (Hislorla del &uador. 2da. parte. p. 122)
21
22
Fragmentos del Discurso de Posesión
... siempre proclamé la necesidad de que la política ecuatoriana se culturizara, de que se limaran sus aristas y de que en sus manifestaciones, se levantase por encima de las explosiones de una pasión ciega, de un odio que deprime o de un encono que empequeñece; y al país le consta, también, que aún en los momentos más agitados de la lucha política, mi palabra y mi acción no se mancharon con grotescas expresiones ni con desrayadas actitudes ...
.. . Llego a la Primera Magistratura del País con esta profunda convicción: La Presidencia de la República es solo un medio, un medio de servir a la nación; y se califica únicamente por la manera como se la ejerce. Fiel a este concepto no es lo más interesante para mí recordar el tiempo que según nuestra Constitución, debo permanecer frente al Poder Ejecutivo. Una hora, un día, un año o un cuatrienio, me habrían sido iguales, para mi resolución de cumplir mi deber, porque durante la hora, el día, el año o el cuatrienio, podéis estar seguros que seré, por entero, el Presidente de la República del Ecuador.
... Me declaro un fanático de la cultura política. Y me sentiré feliz si la historia, al juzgar mi paso por el poder, me considera un presidente que defendió la cultura.
'" El gobierno que me corresponde presidir se esforzará porque la armonía nacional sea un hecho. Para la consecución de este hermoso resultado no omitirá medios decorosos. De todos los caminos que pueden conducir a la concordia, solo habrá dos por los que nunca transitará mi gobierno: el de la condescendencia deshonesta y el de la debilidad desconceptuante. Un mandatario no tiene derecho a ser débil. Porque no puede comprometer el principio del orden ni la dignidad del poder público; porque no puede sacrificar a la ambición insaciable de unos pocos la tranquilidad de los demás.
... Tres vicios han causado sensible perjuicio a nuestra vida colectiva: la falta de sanción, la cobardía colectiva y el temor a las responsabilidades. La carencia de sanción ha alterado normas y trastornado
valores. El miedo colectivo, que solo gusta de la censura en voz baja, alienta los desmanes. El temor a las responsabilidades ha hecho que las actuaciones se diluyan. Tenemos que extirpar valiente y radicalmente esos vicios. El pueblo ecuatoriano debe exigir sanción, cuando la sanción sea necesaria; el pueblo ecuatoriano debe hablar en voz alta; el pueblo ecuatoriano debe obligar a que cada cual asuma sus responsabilidades. Esas serán las bases de la nueva política ecuatoriana .
... Como verdadero liberal deseo que cada ciudadano goce de la libertad de sus creencias, en tanto que con ellas no pretenda alterar el orden social.
... los que se imaginan que van a tomar el país como campo indefenso para sus especulaciones, y que va a estar en sus manos conseguir o evitar decretos a su antojo, contra el sentir y la conveniencia del país, pueden desde ahora lamentar su error. Con la misma energía con que estoy decidido a apoyar el esfuerzo económico sano y honesto que sin empeños de predominio quiera servir a la República; estoy también resuelto a refrenar sin contemplaciones al capitalismo egoísta y desafiante que pretenda conquistar la hegemonía en el país y uncir a este, a su oropelesco carro de oscuras maquinaciones.
. .. uno de los problemas nacionales que más me preocupa es el de la cultura nacional. No ignoro que hay en nuestra vida de pueblo incipiente, muchos otros problemas cuya importancia no cabe negar. Pero el problema básico; sin cuya solución dificil, por no decir imposible, la solución cabal de los demás, es el problema de la cultura.
Desde ahora solicito al H. Congreso Nacional que se sirva dar a la nación un presupuesto efectivo. Esos presupuestos exagerados para cuyo cumplimiento, se requiere acudir al préstamo en el instituto emisor o a la falta de pago de las asignaciones, son funestos para el país. Dos caminos hay para llegar a la reducción el presupuesto: la rebaja general de las asignaciones o la supresión de los gastos innecesarios.
integró con representantes de todos
los sectores políticos, incluyendo en él
-junto a cuatro miembros de su partido
a dos militantes izquierdistas, un
independiente y un conservador. Ellos
fueron el Dr. Aurelio Aguilar V ásquez
y los señores Guillermo Bustamante,
Vicente Illingworth Y caza y Vicente
Santistevan Elizalde, en las carteras de
Gobierno, Educación Pública, Hacienda
y Defensa, respectivamente; el Dr.
Carlos Andrade Marín y el Sr. Rodrigo
Vela Barahona, en las de Previsión
Social y Trabajo, y Agricultura; el Sr.
Luis Cordovéz Borja, en la de Obras
Públicas; y el Dr. Julio Tobar Donoso
en la de Relaciones Exteriores. Todos
eran ciudadanos probos, intachables,
revestidos de altísimas virtudes cívicas
y morales, y de un patriotismo a toda
prueba.
"Ocho hombres de distintos
sectores geográficos y campos
ideológicos, fueron aquellos
a cuyo patriotismo apelé -no
me cansaré de repetirlo- para
formar un Gabinete en el que
predominara el civismo, la
honradez, la independencia, el
buen criterio, la amplitud de
miras, el anhelo de servir al país.
Había ahí quiénes eran coidearios
míos y quiénes no lo eran. Con
muchos de ellos no había tenido
la honra de ser amigo ... ".
... debido a la "'gra\'iSIPUl cnSl~ económica por la que atnn esaba el país ... el Dr. Arroyo no pudo comprar armamento ni equipar un ejército de siquiera 10.000 hombres"
No se había cumplido aún el primer año
de su gobierno, cuando el 5 de julio de
1941, aprovechándose de que desde
1936 el Ecuador ya había reconocido su
presencia en casi todas las cabeceras de
los ríos ecuatorianos que desembocan en
el Amazonas, el Perú asestó la traidora
puñalada invadiendo la provincia de
El Oro.
Nuestro ejército se preparó para la
defensa, pero "largos años de descuido
y mala diplomacia nos condujeron al
trágico final". Debido a la "gravísima
crisis económica por la que atravesaba
el país ... el Dr. Arroyo no pudo
comprar armamento ni equipar un
ejército de siquiera 10.000 hombres"
(Galo Román. - Ecuador: Nación
Soberana, p. 470).
En efecto, para entonces el Ejército
Nacional no era otra cosa que una
institución paupérrima que había
agotado todo su armamento en las
guerras fratricidas que desde 1895
habían librado liberales y conservadores;
en la revolución alfarista de 1906 en
contra del gobierno del Sr. Lizardo
García, en la guerra civil de 1912 que
enfrentó a costeños contra serranos
y que tuvo su epílogo de sangre en
23
LasarmasqueelEcuadorhab~
adquirido desde 1900 solo habían servido para que ecuatorianos de un bando maten a ecuatoriaos del otro bando.
24
los combates Huigra, Naranjito y
Yaguachi y el consecuente asesinato
del Gral. Alfaro y sus tenientes; en la
campaña de Esmeraldas, que entre 1913
y 1915 llevó a cabo el Cmel. Carlos
Concha Torres en contra del gobierno
del Gral. Leonidas Plaza Gutiérrez, a
quien acusaba de haber sido culpable
directo del asesinato del Gral. Eloy
Alfaro; en la Guerra de los Cuatro
Días, librada por la extrema izquierda
derrotada contra quienes respaldaban al
presidente electo Sr. Neptalí Bonifaz y,
en fin, en una serie de asonadas, golpes
de Estado y revueltas que destruyeron
la moral del ejército y todo el equipo
bélico que alguna vez había tenido el
Ecuador, y que solo había servido para
que ecuatorianos de un bando, maten a
ecuatorianos del otro bando.
Al respecto, el Cmel. Luis LarreaAlba,
en su libro "La Campaña de 1941",
dice lo siguiente: "Otra habría sido
nuestra situación en 1941, si los
medios económicos, materiales
y espirituales que estuvieron a
disposición de nuestros dirigentes
militares entre 1931 y 1941 se
hubieren utilizado con verdadero
sentido patriótico y profesional, a
base de planes concienzudamente
estudiados y poniendo todo el
corazón y todas las energías en
aprovechar el último centavo y
todos los medios disponibles en
la tarea de organizar nuestra
seguridad armada. El Estado Mayor
General tuvo siempre informes
precisos respecto a los sistemáticos
avances peruanos en el sur y en las
zonas orientales, particularmente
desde 1935, año en cual el Perú
activó con cinismo desafiante sus
planes de penetración en nuestros
territorios ... ¿Quiénes son los
responsables de esta omisión? Ya
lo señalamos: Los Congresos que
actuaron con negligencia, sumisión
e irresponsabilidad frente al
Ejecutivo; los dirigentes políticos
que pensaron más en su estabilidad
que en sus deberes patrióticos;
y los altos mandos militares que
buscaron o aceptaron situaciones
de responsabilidad sin hallarse
capacitados para ejercerlas".
Todo lo que denuncia el Cmel. Larrea
Alba sucedió, como podemos ver,
mucho tiempo antes de que el Dr. Arroyo
del Río ascendiera a la Presidencia de
la República, y sin embargo, aún hoy
se lo acusa de ser el responsable de
que nuestro país haya sido derrotado
militarmente en 1941.
El Perú conocía perfectamente cual
era nuestra condición militar y,
aprovechándose de ella, el 23 de julio
de 1941 desató furiosos ataques contra
las débiles guarniciones extendidas a
lo largo de la frontera en las provincias
de El Oro, Loja y el Oriente. Ante
esta situación, nuestras pocas fuerzas
militares, aunque lucharon con
heroísmo, fueron vencidas, no por
el valor, sino por la abrumadora
superioridad militar del enemigo.
Después de los primeros ataques
peruanos de los días 5 y 6 de Julio, al ser
preguntado por el Canciller -Dr. Julio
Tobar Oonoso- cual era la situación
militar de nuestro país, y si estábamos
preparados para enfrentar una guerra,
el Cmel. F. Urrutia, en su calidad de
Comandante General del Ejército había
indicado que el país estaba preparado
"para una guerra defensiva con el
apoyo de las fuerzas materiales";
pero en la Sesión Extraordinaria de la
Junta Consultiva celebrada el 31 del
mismo mes y año, es decir, apenas 25
días después, despertó en plena derrota
cuando ya habíamos sido vencidos por el
ejército peruano y debió reconocer que
había ignorado totalmente cuál era la
verdadera situación de nuestro Ejército,
aceptando además que: "El Ecuador,
en un siglo de vida independiente, no
ha podido armarse para su defensa,
solo por culpa de los malos gobiernos.
''''Hagalnos cualquier concesión" porque ahora el mal es pt'qlH.:.ño~ l11ás tarde será peor .. ~ Si n.:sisthl1os a la invasión del Perú" ..,erá peor para nosotros ... ~~
Ahora, con lo que ha sucedido, el
Ejército ha de ser acusado, cargando
con la responsabilidad de los que no
supieron atender sus necesidades ...
Ahora tenemos a la vista el principio
del desastre. Ahora el Ecuador debe
convencerse de que no puede armarse
por causa de la guerra europea ... ".
Pero como ya la derrota era definitiva
y contundente -precisamente por haber
ido a la guerra sin estar preparados
para ella- durante la misma Sesión
dijo: "Hagamos cualquier concesión,
porque ahora el mal es pequeño, más
tarde será peor. Pensemos en que no
podemos mantener el actual estado
de cosas. Para la movilización de dos
batallones transcurrieron 16 días
para que lleguen a sus destinos. Esto
hace ver la falta de caminos. Por lo
mismo, midamos las consecuencias
futuras. Si resistimos a la invasión
del Perú, será peor para nosotros ... "
(ernel. Rafael A. Puente.- La Mala Fe
Peruana y el Desastre de Zarumilla, p.
163-164).
Increíble ... en pleno conflicto, cuando
solo habían pasado 25 días desde que
se iniciaron las hostilidades, y antes de
25
26
¿Estábamos preparados para la guerra ... ?
Todos los enemigos políticos del Dr. Arroyo del Río, y todos los que medraron alrededor de los gobiernos velasquistas que se sucedieron a raíz de su derrocamiento, 10 han acusado de no haber preparado la defensa militar de la patria; pero muchos de esos detractores, así como todos los entendidos en la materia, contradicen esas acusaciones demostrando las condiciones militares en que la guerra de 1941 sorprendió al Ecuador.
El Cmel. Luis A. Rodríguez, a quien le correspondió actuar en el Comando del Ejército, en la frontera, en esa aciago año de 1941, en la página 62 de su obra "La Agresión Peruana" dice: "El conflicto nos sorprendió sin un centavo, desnudos, inermes, sin caminos, sin medios, sin almacenes, sin materia prima para nuestras fábricas, pues parece mentira, hasta el algodón para fabricar la tela kaki para los uniformes de los soldados, había que comprarla al Perú. Esa era la triste realidad. jUnicamente teníamos patriotismo! Mas con esto, no se improvisa la defensa, de la nada, en un momento, ni se combate contra la aviación, la marina, el tanque ... "
A esta angustiante narración podemos agregar la que hace el Cmel. Rafael A. Puente en la página 37 de su libro "La Mala Fe Peruana y los Responsables del Desastre de Zarumilla", donde dice: " .. .la invasión peruana nos sorprendió en la más angustiosa insuficiencia de fuerzas terrestres, marítimas y aéreas; sin preparación moral para el choque, sin orientación entre el Poder Público y el Poder
Militar, sin medios económicos para el sostenimiento de la guerra, sin servicio de inteligencia, sanidad, parque; sin agricultura para el mantenimiento del Ejército y de la población civil, sin la industria nacional de manera de poderla utilizar y realizar su transformación en sentido militar. En suma, con un Comando que no conocía la esencia de la guerra ni de los medios limitados de que disponía para poner en marcha las operaciones defensivas que el País exigía. No comprendían que en la guerra no es alegando derechos únicamente como se defiende lo que se posee, sino que es necesario también repeler con la fuerza las agresiones de la fuerza. Ignoraban que solo se puede esperar éxitos en la defensiva, esforzándose en debilitar al enemigo, a la vez que conservando y aumentando las propias fuerzas, de manera que se pueda alcanzar la victoria en la batalla decisiva y con ella estar en situación de tomar la ofensiva"
Por su parte, la Comisión Especial Investigadora, en su informe presentando al Ministro de Defensa dice: "Sin dinero nada se puede hacer en la defensa nacional, para la cual se requiere muchos millones de permanente provisión como fuente inagotable para la adquisición y relevo constante de elementos bélicos que se usan al día en el aire, mar y tierra, además de la atención ineludible de los servicios logísticos, sueldos, ranchos etc. para el personal del Ejército.
Debido a esta pobreza presupuestaria del Ministerio de Defensa, sobre todo en los últimos años anteriores a 1941, la agresión del Perú encontró al Ecuador con deficiente dotación de fusiles de varios sistemas, pocas ametralladoras, una irrisoria artillería de distintos tipos o modelos, escasísima dotación de cartuchos, almacenes militares vacíos, sin ningún servicio logístico, sin fortificaciones, sin vías de comunicación estratégicas, sin medios de alcance y comunicación, sin medios de transporte, sin aviación, sin maquinaria, sin regimientos o grupos de caballería, sin caballos con atalajes completos, etc. En una palabra, no sería exagerado el asegurar que el país se encontraba desarmado para enfrentar un conflicto internacional, y más aún para sostener una guerra.
Para tener una idea sobre la pobreza fiscal que ha imposibilitado la adquisición de material bélico, basta conocer que en los presupuestos del Estado de los años 1939, 1940 Y 1941, se ha asignado al Ministerio de Defensa las cantidades globales de SI. 29.414.044,00, SI. 26.740.000,00 Y SI. 24.676.930,00 respectivamente, con los cuales había de atender a sueldos, ranchos del personal del Ejército y otros gastos de admi-nistración, cuyo monto total aproximado pasa de SI. 22.000.000,00 por año, y que, por consiguiente, poco o nada quedaba
para la compra de armamento, dotación de cartuchos, equipos, obras de defensa, vías estratégicas, medios de transporte, etc., máxime si se toma en cuenta que solo para la mediana defensa de Guayaquil y parte de la costa ecuatoriana se ha presupuestado un costo de SI. 215.118.650.00. Con este detalle, ya se puede suponer lo que costaría la adquisición de materiales para la defensa del país".
Si se necesitaba el Presupuesto Nacional de casi diez años para cubrir solo el costo de la defensa de Guayaquil y parte de la costa, ¿Cuánto hubiera sido el presupuesto necesario para la defensa efectiva y segura de todo el territorio nacional...?
A lo señalado anteriormente y para finalizar este enojoso capítulo, es preciso consignar lo que dice el Cmel. Urrutia en uno de sus infonnes: " ... en 1939 no se pagó la cuota de ese año por cuenta del empréstito italiano para armamentos. Se dejó perder la venida de material bélico. Se dejó regresar de Panamá la munición para los cañones Greda de 20 mm. antiaéreos y antitanques".
¿Quiénes los responsables?, pregunta el Cmel. Puente ... y él mismo se responde: "El señor Ministro de defensa de ese entonces, señor Galo Plaza, tiene gran responsabilidad sobre el regreso de ese material de guerra. El país ha debido hacer cualquier esfuerzo para cubrir sus cuotas y atender de preferencia a la defensa del País" (ldem, p. 44)
27
que el Perú exprese sus exigencias, ya
el Comandante General del Ejército,
Crne!. Urrutia, propone rendirse y
hacer "cualquier concesión". Esto,
indudablemente, refleja cual era la
condición y la preparación militar no
solo de nuestro Ejército sino, también,
de sus altos oficiales.
Fue por eso que, ante este estado
de franca agresión, conociendo cuál
era la verdadera situación militar de
nuestro País, y tratando de aplazar
la recomendación que hacía el
Comandante General del Ejército
en el sentido de que era preciso
hacer "cualquier concesión",
porque "más tarde será peor", el
Ecuador acudió a los organismos
internacionales en busca de respaldo
a sus derechos y soberanía territorial,
pero ante la magnitud de la Segunda
Guerra Mundial y el ataque japonés
a Pearl Harbor nuestro problema fue
considerado de poca importancia.
Al respecto, el Myr. Francisco
Sampedro V. , en su obra "El Espacio
Territorial Ecuatoriano de 1830 a
1992" dice: "Arroyo del Río -como
catedrático universitario- fue
consagrado al derecho, y como tal,
Los derechos territoriales ecuatorianos no eran conocidos en el ámbito interamericano debido a la ineficaz acción de la Diplomacia ... 28
tuvo el error de creer en la eficacia
de los organismos internacionales,
sin tener en cuenta que los
derechos territoriales ecuatorianos
no eran conocidos en el ámbito
interamericano debido a la ineficaz
acción de la Diplomacia y sobre todo,
que el derecho debía estar respaldado
por la fuerza ... ".
Vencidos en todos los frentes de batalla
y con nuestro territorio invadido por
tropas peruanas, en enero de 1942 una
delegación ecuatoriana -presidida por
el Dr. Julio Tobar Oonoso- asistió a la
"Tercera Conferencia de Cancilleres
de América" que, promovida por los
Estados Unidos de América, se reunió
en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil,
"en pro de la unidad y solidaridad
continental".
En Río de Janeiro y luego de varios
días de discusiones, obligados por
la incapacidad militar de defender
nuestra soberanía, presionados por los
representantes de los países americanos
que habían acudido a dicha conferencia
y olvidados por los organismos
internacionales, en la primera hora
del 29 de enero de 1942 el Ecuador
sufrió el doloroso trance de firmar el
llamado Protocolo de Río de Janeiro,
el mismo que dio legalidad jurídica a
las posesiones militares que el Perú
mantenía, desde muchísimos años
atrás, en las regiones regadas por los
afluentes de la margen izquierda del
Marañón-Amazonas.
A pesar de que el Protocolo de Río
de Janeiro había sido un documento
salvador de la existencia de la
República, y sobre todo de Guayaquil
que siempre ha sido la presa más
codiciada por los peruanos, el 28 de
mayo de ese mismo año un grupo de
anarquistas y universitarios -seducidos
por la retórica patriotera del Cap.
Leonidas Plaza Lasso- intentó asaltar
el Palacio Presidencial supuestamente
con el propósito de exigir al Presidente
la renuncia, bajo la acusación de ser el
culpable de la derrota militar y de la
firma del Protocolo de Río de Janeiro.
Esa tarde, Luis Felipe Borja del Alcázar
-padre del Dr. Rodrigo Borja Cevallos
convertido en abanderado del motín
asesinó a quemarropa a un carabinero e
hirió a varios más. Ante esta situación,
la guardia presidencial abrió fuego y los
asaltantes tuvieron que huir envueltos
en su cobardía. Plaza fue capturado y
Borja buscó refugio donde sus amigos,
huyendo entre matorrales y páramos
hacia el Perú ...
Ironías de la vida: Se acusa al Dr.
Arroyo del Río de traición, de ser el
culpable del desastre militar del 41
y de la firma del Protocolo de Río
de Janeiro, se lo acusa de que por su
culpa el Ecuador ha dejado de ser país
HA pesar de que el Rector de la Universidad negó el salón para la conferencia que trataba de sustentar el capitán Leonidas Plaza, que la víspera había publicado en el diario conservador EL DEBATE, una carta abierta subversiva, se realizó tal acto en la Universidad, tomando a lafuerza el paraninfo.
La conferencia comenzó a las cinco y media de la tarde y asistieron algunos estudiantes y un público extremista reaccionario. La conferencia terminó con el juramento tomado por Plaza, expresando que se debía desalojar al Primer Magistrado, por lo que enseguida la manifestación haciendo disparos de revolver y fusil salió con dirección al Palacio de Gobierno.
En el Palacio encontrábanse el Presidente de la República, sus Secretarios y los edecanes. Los manifestantes se dirigieron a las gradas del Palacio con el ánimo de penetrar, siendo el objeto dar cumplimiento a un plan terrorista, acaso pretender asesinar al Presidente de la República.
El ciudadano Luis Felipe BOfja, portando bandera y pistola, y otros manifestantes bien armados, pretendieron forzar el paso, siendo detenidos por el teniente Juan Ruiz.
En esos momentos Borja sacó la pistola y disparó a boca de jarro contra dicho oficial y demás carabineros, matando instantáneamente al carabinero Gerardo Espinosa. Prosiguiendo el tiroteo, los terroristas hirieron a los carabineros Miguel Montalvo ... Manuel Castro ... Segundo Vargas ... y Sergio Narváez. Los heridos se hallan de suma gravedad.
La escolta rechazó a los atacantes, echando primero tiros al aire, pero el ataque continuó, especialmente contra el Palacio de Gobierno, que está completamente abaleado ... ".
(El Universo, Mayo 29 de 1942)
29
Arroyo del Río "no era un dictador ni mucho menos un tiranuelo., sino que trató de imponer un elemental sentido de disciplina ...
30
amazónico; pero uno de sus acusadores,
luego de asaltar el Palacio de Gobierno,
para evitar ser capturado busca la
protección -precisamente- del Perú.
El que huye busca refugio donde sus
amigos, no donde sus enemigos; de esto
se deduce que el Sr. Luis Felipe Borja
del Alcázar era amigo de los peruanos,
de esos peruanos que un año antes
habían invadido a nuestro país.
....•.•............•••••••••..•.•.......
Desde los primeros días de su gobierno
el Dr. Arroyo del Río se había empeñado
en rescatar la moralidad en los distintos
departamentos de la Administración
Pública; esto le generó -como no
podía ser de otra manera- el odio y el
resentimiento de un amplio sector que
no se resignaba a perder los beneficios
y prebendas alcanzados a favor de una
burocracia que -al igual que sucede
hoy en día- consumía gran parte del
presupuesto nacional.
Arroyo del Río '"no era un dictador
ni mucho menos un tiranuelo, sino
que trató de imponer un elemental
sentido de disciplina ... Se había
hecho corriente en el hombre del
Ecuador la inadmisible actitud de
vivir a la sombra del Presupuesto
del Estado y combatir al Gobierno.
En el caso del Dr. Arroyo del Río,
este se vio obligado a tomar ciertas
medidas represivas y poner en la calle
a quienes encasillados en las filas de
la educación pública, lo combatían
sordamente. Era precisamente lo que
esperaban los mencionados jóvenes
para adquirir la corona de espinas
del martirio" (J. Gonzalo Orellana.
Resume Histórico del Ecuador, Tomo
1, p. 139).
Estos resentidos no comprendían que
su obligación era trabajar para rescatar
la economía de un país que atravesaba
situaciones muy difíciles. Durante la
Segunda Guerra Mundial y sobre todo
después del 7 de diciembre de 1941
en que el Japón había atacado la base
naval norteamericana de Pearl Harbor
en Hawai, todas las exportaciones
de nuestro país se habían reducido
sustancialmente; esto, sumado al
desgaste económico que produjo la
invasión peruana y la reconstrucción
de las zonas afectadas por el conflicto,
ocasionó en las arcas fiscales un
des financiamiento de características
alarmantes: Le tocó entonces al
Presidente sortear con inteligencia y
habilidad las tremendas consecuencias
de la depresión económica, impidiendo
la inflación y la desvalorización de la
moneda, de tal manera, que al finalizar
1942 el endémico fisco ecuatoriano
obtuvo un apreciable superávit.
Ese mismo año -entre el 16 de
noviembre y el 16 de diciembre-,
por invitación de los gobiernos de
Colombia, México, Estados Unidos,
Cuba, Panamá y Venezuela , el Dr.
Arroyo del Río realizó un histórico viaje
que dejó recuerdos inolvidables en el
pueblo y gobernantes de cada uno de
esos países, que recibieron al "Apóstol
del Panamericanismo" con los mns altos
honores y consideraciones.
Digno de ser considerado es el hecho
de que, a pesar de que los Estados
Unidos se encontraba plenamente
involucrado en la 11 Guerra Mundial,
el Presidente de ese país, Sr. Franklin
D. Roosevelt, acudió personalmente a
recibirlo en el aeropuerto internacional
de Washington.
Durante esa inolvidable gira, en la que
nuestro pais fue extraordinariamente
representado por su Presidente
Constitucional, el Dr. Anoyo del Rio,
como 10 hizo siempre, "derrochó sus
altísimas dotes oratorias en discursos
que .trajeron la admiración,
especialmente de los congresos y
centros de cultura ... .. (Gral. Fernando
Dobronski Ojeda I GuilJermo Segarra
lñiguez.- I/istoria del Ecuador: El
Camino del Sol, tomo JI, p.2/4).
"Quise dar en el exterior la sensación
fundada de que el Ecuador había
abandOnado
revolucionaria
su inclinaci6n
que pareela
incorregible y que se respetaban los
gobiernos legalmente establecidos.
Fue uno de los propósitos que me
El 23 tk nowembre de 1942. ¡«ha en que el pre.fid~·nle Arroyo del Rio o"lbó o la Ciudad de Ifinhutgton. en el mismo <NTVf'WfflJ.fw r«'ihido p('t'<;{)f/(l/mentt!! por el prc~ldt:nle de lo.~ F.~laJrJ~ Unidos. Sr: FrunHin /) R(/(J,)t:\'f'II. con qui~n.le dirlglfi o 1(/ Caso 8Ian~'ll
JUniO u ~IJ(U rslO el EMho)ador- ti.:! EUlQdor en e.ft!! ¡xm. Cap Colón EloJ Alfarn
31
movió a efectuar la gira que en 1942
hice por varios países de América,
y durante la cual hallé quienes se
sorprendieran de que un presidente
ecuatoriano pudiese salir del país sin
peligro de que lo derrocaran ... " (Bajo
el Imperio del Odio, p. 27)
A pesar de la Guerra Mundial, de
la invasión peruana de 1941, del
desmembramiento territorial que
sufrió nuestra patria, de los gastos de
reconstrucción nacional y de la intensa
oposición que padeció durante todo su
mandato por parte de quienes buscaban
desestabilizar al país para continuar
con el festín de los desgobiernos y las
dictaduras, el Dr. Arroyo del Río pudo
realizar obras de gran beneficio social.
Pocos meses antes de finalizar su
gobierno y cuando se iniciaban los
preparativos para las nuevas elecciones
presidenciales, a principios de 1944
el Partido Liberal -aunque un poco
debilitado por las luchas internas
propuso la candidatura del Dr. Miguel
Angel Albornoz, Director Supremo de
dicho partido y último Presidente del
Congreso Nacional. Para contrarrestar
A pesar de la gravísima situación económica que vivía el País, el Dr. Arroyo del Río mantuvo estable la moneda y realizó obras de gran beneficio social.
32
esta candidatura, las fuerzas opositoras
organizaron una coalición que agrupó a
comunistas, socialistas, conserva-dores
y disidentes del Partido Liberal, a la que
denominaron Alianza Democrática
Ecuatoriana (ADE), la cual auspició la
candidatura del Dr. José María Velasco
Ibarra, que se encontraba -como fue
siempre su costumbre- radicado fuera
del país.
En Guayaquil dicho movimiento estuvo
integrado por destacadas personalidades
como los doctores Francisco Arízaga
Luque, Alfonso V. Larrea, Angel
Felicísimo Rojas y Alfredo Vera; y por
los señores Pedro Saad, Pedro Jorge
Vera, Enrique Barrezueta y Franklin
Pérez Castro. Los gestores de A.D.E. en
Quito fueron los doctores Camilo Ponce
Enríquez, Manuel Agustín Aguirre,
Mariano Suárez Veintimilla, Manuel
Elicio Flor y Eduardo Ludeña; juntos
a Modesto Larrea Jijón, José María
Plaza, Gustavo Becerra, Guillermo
Lasso, Aníbal Oña Silva, Julio Teodoro
Salem, Luis Maldonado Cornejo y Nella
Martínez. Rojos y azules entremezclados
para la revuelta.
Se empezaron a esgrimir entonces los
argumentos necesarios para levantar
a la población, y especialmente a los
estudiantes que, lamentablemente y por
su mala o ninguna orientación política,
eran fácil presa de los anarquistas.
El 28 de Mayo
La vergfJenza ' . . nacional ante la derrola
militar sufrida d urallle la invasión
peruana de J 941 J Sus culpas • e afán de ocultar
. por parte de quienes bab! Sido lo ' an
s causantes de elJa la ti del Protocolo de Río de J: . Jrma acusación d Delro, la
equeeJgobiemod Ano del Río era de pó . e yo
s tlCO y la Sunnc, ' '6 de q "., .• ICI n Ue se estaba fra
gtJando un fraude electoral, fueron los ::1m
es . . -burneDIQS que &nmleroD los golpistas. . .
la as da paraJustJficar Don que eslaJló el 28 d
de 1944 e mayo cuando ·a las 10 de la [)
al grito de 'V' oche_ , ,v. Vel.5CO lb se sublevó 1 . arra!
a guarnIción militar d Guaya 'J e
qUJ • y no el puebJ 0 , como tantas
veces se ha dicho.
Volvía entonces a a parecer -al igual
que hahia SUCedid d de141_ la o Urante la guelTa
"' " eXlnul"a COnjunción de ciertos mI ltares COn el Dr. Velase n. __ _
. o.~ a qUIen Jos eXlTemisras hab' .' .. lan escogIdo ... como ari te d
e e utilidad lraos itoria para la subversión la d el odi .. • estrucción y
o (Informe del M ' , G b' IOlstro de
o ICTno a la Cám . ara de Diputados
QUitO, 26 de Agosto de 1942), '
Aprovechaod o el caos -COmo .
OCurre Siempre en estos casos_, no tardaron
en aparee I er os politiqueros de tumo
que lograron . , reunir a un considerabl
numero de anarquistas . e deJ g b ' . y oPOSitores
o lemo a • qUienes los milita
rebeldes entregaron armas res al ré . para d(.'rrQcar
gImen.
LA 'VIAnRtrGAlJ¡\ RESISTIA CUERPO DE CARA.BINEROS
:... .. ,j. -
n Militar Anoche ENCABrZA C:\P. GIRON, DE'L-=-O"'R";UPO=-= DE ART11J J:HI -\ 'Y 11. L.o, M T L"
r.[ mI[ G!lIIPIl 11 _RIrnOS P~o,fJO A vm;os COi!SCllIPTOS
~~~~i:~;;~~~ • • r"
~JIW.IJIY FIIS'1r.!H I'1lVARjflSSEcrORFSDEUl'RBE ~
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I
34
Entonces -respaldados por tanques
militares-, soldados y civiles atacaron el
cuartel del Batallón de Carabineros, leal
al gobierno, ubicado en la calle Cuenca,
entre Chile y Chimborazo.
Lo que sucedió luego fue espeluznante:
Acosados por todos lados, los
carabineros se defendieron heroicamente
combatiendo desde barricadas, techos
y ventanas a fuerzas muy superiores
en número y armas. Decididos a no
rendirse resistieron durante varias horas
con encomiable y ejemplar valor, hasta
que -ante la imposibilidad de vencerlos
los atacantes decidieron incendiar el
edificio con sus defensores adentro.
Habiéndose agotado las municiones, el
Comandante de los Carabineros -Mayor
Lugardo Proaño- salió con las manos en
alto sosteniendo una ametralladora ZB
que tiró al suelo en señal de rendición.
Como respuesta, una ráfaga de balas
segó la vida del valeroso oficial.
A las 8 de la mañana del día 29 todo
había concluido. De los 300 carabineros
que defendían el cuartel, muy pocos
lograron sobrevivir: La mayoría había
perdido la vida durante la refriega,
muchos heridos fueron envueltos por
las llamas del incendio y murieron
carbonizados, y los que intentaron
escapar fueron vilmente asesinados.
Por parte del ejército golpista,
inmensamente superior en armamento
y en hombres, solo hubo 7 muertos y
34 heridos.
1944 - 28 de Mayo -1945 Trascendencia del Movimiento (Fragmentos)
Pero mi miedo debió se muy grande, hasta el extremo de oscurecerme la vista. Porque no vi a los héroes que aparecieron al día siguiente ...
Los Héroes de Mayo
"No quiero pensar en los héroes muertos. Vaya referirme solo a los vivos. Entre los muertos figuran algunos que fallecieron el 28 con disentería y tifoidea. Y figuran, también, pacíficos transeúntes atravesados por balas perdidas. Respetemos a los muertos, que nada tienen ya que esperar de la Revolución de Mayo. Los héroes que me interesan y me conmueven son los otros. Los que tienen muerta el alma y viven todavía. Brotaron la mañana del 29, por generación espontánea. Obligado por la labor periodística, me vi metido entre dos fuegos, en compañía de Abel Romeo. Pudimos observar el desarrollo del combate, en su mejor momento.
Del 27 a/29
A veces he pensado que el 28 de mayo no existió en el tiempo y en la vida. Faltó esa hoja en el calendario de 1944. Del día 27 se pasó al día 29. Y los hombres que el27 tejían en la rueca de las horas, siguieron el29 cruzando los mismos hilos. Posturas y detalles el 27. Detalles y posturas el 29. Pero el rico siguió siendo rico. Y el pobre, más pobre. Nada de lo que había el 27 dejó de haber el 29. ¿Entre el 27 y el 29 se hizo una revolución? ..
(El Telégrafo, Mayo 28 de 1945.- Porthos, Cosas que Pasan)
Esos ecuatorianos, que como veremos
más adelante, no supieron defender a
la Patria dumnte la invasión peruana de
1941, no dudaron en asesinar a otros
~uatorianos, simplemente para acceder
al Poder.
En Quito, y desde varios lugares del
pais, el ejército y los carabineros -leales
al gobierno- pidieron al Presidente la
autorización para enfrentar a los
anarquistas, pero éste prefirió renunciar
para evitar los horrores de una nueva
guerm civil. que se hubiera desatado
cuando faltaban solo tres meses para
concluir su ma.ndato.
Su renuncia pudo facilitar que el
país se mantenga dentro del régimen
constitucional sin destruirlo, pero eso
no era lo que querían los golpistas;
lo que estos querían era precisamente
todo 10 contrario: " ... La captación de
un poder dictatorial que les permita
aplicar, con libertad ilimitada y sjn
t!storbos legales, todas lu formas
posibles de aniquilamiento, de
muerte (jsiea o civil de los .d"ers8f;os
vencidos" (Oscar Efrén Reyes.- Breve
Historia General del EClludor. Tomo 2,
p. 301).
En efecto, aunque mucho se ha dicho
que la asonada del 28 de mayo fue una
rc\-olución popular en la que participó
todo el país, ha quedado demostrado
que no fue así, y que Simplemente se
trató de un levantamiento militar al
que se sumaron los anarquistas y los
detractores del gobierno con el (mico
propósito de impedir que se realizaran
las elecciones presidenciales y lograr, de
alguna manera, acceder al poder aunque
sea por la ventana.
y as' fue: Consumada la revuelta en
Guayaquil y cuando todos esperaban
que el Dr. Francisco Arízaga Luquc
-principal gestor civil del golpe y uno
de los poHticos más importantes de la
época- sea llamado a gobernar, este
fue dejado a un lado y se formó en
Quito un "gobierno revolucionario"
integrado por Julio Teodoro Salem,
en representación de los disidentes
del partido liberal; Mariano Suárez
VeintimiJla por los conservadores.
Manuel Agustín Aguirre por el Partido
17fncipa/~ protagonis. tas civil)' militar del 28 tk maya tk 1944. El Dr. "'ranCLfi'a Amaga Luque seria 'ra¡cwnado por 'a beruificwrio.r del golfM; Y d ClIP Sergio Enrique Glrón desaparecerla .sin
pel/Q ni g/orio.
35
A('OIfIpaAaao pot" e# 1)r F ranc:/lro "" ~"K(I Luqur. uno tN /0., prlrtClpolu mlr",bros dt' lo fllOlUO IkMocnillf-'i1 ELwtununo (ADE), Iwgo MIl" tk MOJ'U d Dr ' t-/wn.l {barro ~ rvtkodo por j lml'mí:lIl1tr , t¡11t' crr¡anu~~
1!1f ni.' tkmoj.~irn'
ujr«'lmlrmo' Pm"M Iwulrill lu J.. ... q"- ,,",
36
Soclahstn, Gustavo Becerra por el
Partido Comunista, el Gral. LUIS Larrea
Alba por Vanguardia Revolucionarla
Socialista y Camilo Ponce Enríqucz
por el Frente Democrático Ecuatoriano.
Estos, por miciativa del Dr. Salern,
llamaron al Dr. Ve!asco Ibarra -que
nada había tenido que ver e OIl la
revuclta pero a quien sabían sería
mu) fácil de manejar- y " través de la
aCh'\sla comunista NeUa Martinez -a
quien se habia designado con el cargo
de Mmislro de Gobierno- en la mai\ana
del 1 de junio le entregaron el mando
de la República.
.. o creáis que voy a hacer una
dicl.dunl, que es la lcorfa corrupla d~
los pueblm". dijo en su pnmerdiscurso,
pronunciado en Quito, el demagogo que
había rolO la Constitución en 1935 y
posiblemente ya CSlaba preparando su
segundo golpe, que lo darla el 30 de
marola de 1946, antes de cumplir un afio
en el gobierno.
Así, de la noche a In mai'J.ana, como por
arte de magia, el caudillo populista se
encontró por segunda vez con el Poder
en sus numos.
Posteriormente y durante cerca de
cuarenta ai1os. Jos usufructuadores del
golpe de Mayo han tratado de sostener
que este fue un le\antarniento popular,
pero basado en cartas y documentos
incontrastables. en su edición del 25
de mayo de 1945 diario El Telégrafo
de Guayaquil publicó una resefta
que dice: "Fue durante las últimas
semanas d~1 pasado alo de 1943, y
en la población orense de Piñas, la
fecha y el lugar donde se fraguó un
plan revolucionario militar que meses
más tarde, debía culminar en las
jornadas de reconstrucción nacional
de los días 28 y 29 de mayo, que libró
brillantemente el ejército y el pueblo
de Guayaquil, para liquidar la tiranía
de la oligarquía gobiernista del Dr.
Arroyo del Río.
El hoy Mayor de Artillería Sergio
Enrique Girón ostentaba en
noviembre del año pasado el grado
de Teniente, y por orden superior
se trasladó a la Plaza de Piñas para
prestar sus servicios en la Batería
Independiente "Atahualpa". El
hombre que comandó las fuerzas
militares revolucionarias en la
noche del 28 de mayo de 1944, se
reunió en aquella pequeña población
de la provincia de El Oro con otros
compañeros del Ejército tales como el
teniente Gustavo Corral, el teniente
Lalama y los subtenientes Marcos
Almeida y Arturo Moscoso.
La oficialidad de las unidades
que se mencionan más arriba, y
cuya adhesión debía ser obtenida,
declararon su entusiasta apoyo
ante las gestiones realizadas por el
entonces teniente Girón, antes de
que fuese trasladado -el 11 de marzo
de 1944- a la ciudad de Guayaquil, en
... el golpe militar del 28 de mayo de 1944 tuvo como objetivo "Liquidar la tiranía oligárquica gobiernista del Dr. Arroyo del Río" ... Cuando solo faltaban tres meses para terminar dicho gobierno.
cuya plaza ingresó, con el grado de
capitán, en la oficialidad del Grupo
de Artillería VilIamil.
Con el objeto de reclutar un número
mayor de adherentes al movimiento
que se planeaba, el capitán Girón
creyó necesario modificar el itinerario
de su viaje al puerto guayaquileño,
dirigiéndose desde Piñas aLoja,
y desde allí, por la provincia de
Cuenca. Durante este trayecto, el
joven oficial de artillería se puso en
contacto con gran parte de los oficiales
pertenecientes a las guarniciones
militares destacadas en las referidas
provincias. Todos los compañeros
de armas con los que habló en esa
ocasión el capitán Girón, empeñaron
su palabra para la realización del
movimiento revolucionario, tan
pronto como tuvieran conocimiento
de que el golpe se habría producido en
Guayaquil, en la fecha convenida".
Como se puede ver, no hay acusación
de traición a la Patria ... no se acusa
al Dr. Arroyo del Río de ser culpable
37
La "Gloriosa" no fue otra cosa que un golpe militar propiciado por un grupo de militares traidores a la Constitución y al Gobierno.
de la debacle militar del 41 ni de
haber firmado el Protocolo de Río de
Janeiro, en 1942. La asonada militar
intenta ser justificada con el simple
y pobre argumento de "liquidar la
tiranía de la oligarquía gobiernista
del Dr. Arroyo del Río", ¡cuando solo
faltaban tres meses para terminar dicho
gobierno!
Es indudable que el golpe militar del 28
de mayo de 1944 tuvo un solo objetivo:
Evitar las elecciones.
NI UN DIA MAS, NI UN DIA MENOS
Esa es la realidad de la pintorescamente
llamada "Gloriosa", que no fue una
revolución popular sino un golpe de
Estado propiciado por un grupo de
militares traidores a la Constitución
y al Gobierno que habían jurado y
tenían la obligación de defender. Y
esto lo demostró el propio beneficiario
de la asonada, el Dr. José María
Velasco Ibarra, en el Decreto No. 1
que suscribió al asumir el mando, por
medio del cual reconoció que fue el
Ejército Nacional quien destruyó " ...
un aparente orden legal basado en
el Decreto Legislativo de facultades
omnímodas ... etc. etc ... "
A continuación y obnubilado por
su desesperado deseo de acceder al
Poco tiempo entes de que finalizara el gobierno del Dr. Arroyo del Río, el periodista Natalio Burstein -que hacía un recorrido continental para la publicación de la monumental obra "El Anuario Americano" - visitó al Presidente de la República para lograr de él un reportaje. En esa ocasión, el Dr. Arroyo del Río expresó: "Todo el País sabe que yo nunca quise ser Presidente de la República; que cinco veces la rechacé, hasta que no tuve más remedio que aceptarla; pero dije bien claro que si seria Presidente era para cumplir con la Constitución y las leyes, y hacerlas cumplir con todo rigor si fuera necesario, para tranquilidad del país. Quería darle al país bienestar y paz, que mucha falta le hacían. Ese fue mi propósito al llegar a la Presidencia, y ese propósito lo estoy cumpliendo y lo cumpliré hasta e último día de mi Presidencia. Yen cuanto a lafalsedad de que quería reformar la Constitución, todo el pueblo sabe que es falso, por cuanto todos conocen que desde el primer día he dicho que iba a ser Presidente por el tiempo que me eligieron, es decir, por cuatro años, ni un día más, ni un día menos ... ".
A raíz de su derrocamiento, el28 de mayo de 1942, en su mezquino entendimiento o en la pequeñez de su talla, sus detractores y los beneficiarios del cuartelazo hicieron mofa de la frase "Ni un día más, ni un día menos ", y la repitieron con burla cada vez que tuvieron un interlocutor, de su misma talla, con quien compartir esa frase que nunca pudieron comprender.
Poder, Velasco Ibarra decretó que
asumía la Presidencia de la República,
olvidando que es el pueblo quien,
soberana y democráticamente, elige
a sus gobernantes. Lo que él asumió
fue, simplemente, una nueva y triste
dictadura.
Finalmente el dictador adoptó la
Constitución de 1906 " ... en cuanto
esta no se oponga a los principios
de la revolución" anunciando así -
por decreto- que no estaba dispuesto
a respetarla.
Para entonces, la turba embrutecida
gritaba sin comprender una frase que
sus cabecillas la obligaban a repetir: "Ni
un día más ... Ni un día menos"
Velasco Ibarra y la "Revolución"
En su calidad de Jefe Supremo el Dr.
Velasco Ibarra convocó a una Asamblea
Constituyente que se reunió en Quito a
partir del 10 de agosto de ese mismo
año. Dicha Asamblea Constituyente
debía elegir al nuevo Presidente
Constitucional de la República y,
conocedora de las pasiones políticas
que caracterizaban al Dr. Velasco
Ibarra, por primera y única vez en
nuestra historia no eligió al dictador
gobernante y se pronunció por el Dr.
Manuel Elicio Flor. Fue entonces que,
cumpliendo órdenes del dictador, tropas
militares al mando del Crnel. Carlos
Mancheno rodearon amenazantes el
Para ellos, que seguramente no han leído o no tuvieron tiempo para leer la obra del Dr. Arroyo, "Por la Pendiente del Sacrificio ", me permito -aunque es posible que hoy tampoco lo comprendan- transcribir el texto de la página 81, que dice:
"Ni un día más, ni un día menos", dije refiriéndome a mi estadía en el Sillón Presidencial. "Ni un día más", para demostrar que estaba allí, limpio de todo propósito de "continuismo", de todo apego bastardo a Poder, de todo afán de provecho cuya prolongación me sedujera. "Ni un día más", para manifestar que no extendería mi mandato, ni un instante,fuera del término por el cual me fue concedido, como lo imponía un comprensivo sentimiento de alternabilidad republicana. "Ni un día menos ", para indicar que mi permanencia en la Primera Magistratura, por el período constitucional de cuatro años, lo tomaba como la ejecución de un deber que había aceptado y a cuyo íntegro cumplimiento estaba decidido, pese a todo el sacrificio que él comportaba. "Ni un día menos", para hacer constar que apreciaba en su verdadera acepción democrática, el cometido que me confiara el pueblo ecuatoriano, y ante el cual no cabían temores, abandonos ni renunciamientos. "Ni un día más, ni un día menos ", dije entonces, y me satisfago y me enorgullezco de haberlo dicho, porque esas palabras, que han quedado imborrables en nuestra historia, representan al mismo tiempo, un claro concepto de responsabilidad y desinterés, de civismo y de entereza ".
Por algo, el Sr. Burstein cerró su reportaje con estas palabras: "Yen estos momentos pienso que cuando entré al Despacho Presidencial fui a ver al señor Presidente, y cuando salía del Despacho Presidencial acababa de ver a un Presidente Señor".
39
Va/M/JÚOSe de Jas Fuer;:Q!t A.rmodar y 114ego df.' rodear con tatlques fk guerra el recinto Jlgis/ativo, el Crnl'l Corlos Mllnc:henQ, cumplit!ndo órrknet del gobierno, amedrentú a los Ilg/:Jludorl'.$ y II.! IMpUSO lo obligociim de t!/~K;r al mISmo Dr. f',kuco lbarro paro el c0'iV de Prcsüknle ConslilucumoJ de lo Rtpúblico
40
recinto donde se habían reunido los
asambleístas y eStos, acobardados y
pusiJánimcs, cambiaron su votación y
por unanimidad eligieron al Dr. Vela.,<¡co
lbarra para el periodo de 1944 a 1948.
iniciándose en nuestro país una época de
pennanentc convulsión y persecuciones
políticas que duró muchos meses.
" El gobierno y los constituyentes,
deseosos de dar forma de legalidad a
ealas represalias, crearon comisiones
investigadoras y tribunales espedales
y, finalmente, publicaron drásticos
decretos punitivos contra los
principales inculpados, dAndose
varios casos de personajes con doble
unción por los mismos hechos, una
por parle del presidente Velasco
'barra y otra por parte de la
Asamblea" (Jorge Salvador wra.- El
Ecuador de /944 u 1960, Historia del
Ecuador. Sa/vat, tomo VII, p. /27) .
La violencia y los abusos no tuvieron
límites, y p818 fortalecer y apropiarse
totalmente de la "revolución", el Dr.
Velasco lbarra inició dos etapas de
persecución y venganza política: La
persecución y venganza política: La
primera en contra del Dr. Arroyo del Río
y de sus colaboradores; y la otra, contra
los socialistas y comunistas que habían
luchado para llevarlo al Poder.
Ve lasco cometió toda clase de atropellos
y, celoso de la obra de Arroyo, procedió
a apropiarse de ella. Fue así como el
Instituto Cultural Ecuatoriano, creado
en 1943 por el Dr. Arroyo del Río,
fue "vuelto a crear" con el nombre de
Casa de la Cultura Ecuatoriana. Al
Colegio Nacional Juan Pío Montúfar de
Quito, fundado por el régimen anterior
en octubre de 1943, le cambió la placa
de fundación por otra de 1944 que dice
solamente Colegio Montúfar. Puentes,
caminos, edificios y otras obras que ya
habían sido inauguradas por el gobierno
del Dr. Arroyo del Río, volvieron a ser
inauguradas solemnemente por el Dr.
Velasco Ibarra.
La biblioteca particular del ex
Presidente le fue arrebatada, y con ella
se creó la Biblioteca de la Universidad
de Loja; pero dicho centro de estudios
se negó a ser partícipe del robo y la
recibió sólo en custodia, para devolverla
posteriormente a su legítimo dueño.
Once militares que tenían el grado
de coronel fueron degradados y otros
fueron castigados con la denegación
de sus pensiones militares. También los
El gobierno del Dr. Velasco Ibarra procedió a imponer sanciones., que era como entonces se llamaba a la venganza política ... Los atropellos no tuvieron límites.
miembros de la Corte de Justicia Militar
fueron "castigados" por el Gobierno y el
Congreso que los declararon des-leales
a las fuerzas armadas.
Fue tan terrible la persecución, que al
Dr. Arroyo del Río le quisieron quitar
sus derechos de ciudadanía y se llegó al
extremo de pedir en su contra la pena
máxima de 16 años de reclusión mayor
extraordinaria.
Pero Arroyo del Río no se afectó, es
por eso que en carta dirigida desde
La Habana al Sr. Gustavo Illingworth
Baquerizo, en uno de sus párrafos
le dice: "El momento de la pasión
enceguecida tendrá que pasar; pasará.
La acción emponzoñada tendrá que
hundirse, y se hundirá en la noche
del remordimiento de muchas
conciencias. Y, entonces, es posible
que la verdad sea canción entonada
por labios juveniles y luz encendida
por pensamientos nuevos. Lo que dije
ayer, lo que estoy diciendo ahora, lo
que diré mañana, allí quedarán para
vergüenza de muchos, como hitos de
fuego que deslinden el campo limpio
de mi acción, de los abruptos eriales
de la envidia"
41
Velasco Ibarra -beneficiario de la
asonada del 28 de mayo- atropelló todos
los principios constitucionales, usurpó
bienes e incautó depósitos bancarios;
encarceló y maltrató impetuosamente a
quienes lo llevaron al Poder, e hizo caso
omiso del derecho de Hábeas Corpus.
Fue tanta la corrupción, y tantos lo
negociados y el saqueo de los fondos
públicos, que el Dr. Enrique Boloña
Rodríguez, Gobernador de la Provincia
del Guayas, presentó su renuncia en
noviembre de 1945 declarando que "El
lodo salpica hasta las mismas alturas
del Poder".
El 23 de agosto de 1947, luego de
haber gobernado como Presidente
Constitucional y como Dictador, y
de haber cometido todos los abusos,
delitos, desatinos y atropellos contra
la República, la Constitución, las
Fuerzas Armadas y la ciudadanía, su
propio Ministro de Defensa -Crnel.
Carlos Mancheno Cajas- por medio de
un golpe militar lo obligó a renunciar
vergonzosamente, poniendo fin a
esa época borrascosa que caracterizó
a la asonada del 28 de Mayo de
1944, llamada pintorescamente "La
Gloriosa" .
... el Dr. Velasco Ibarra reconoció que durante su gobierno en el Ecuador no había habido ni paz, ni tranquilidad., ni libertad, ni justicia. 42
Los términos de la renuncia del Dr.
Velasco Ibarra deben ser conocidos,
porque de ellos se deduce cual era
la situación moral y política que el
Ecuador vivió durante esta segunda
aventura velasquista. Esta renuncia
dice así:
"José María Velasco Ibarra,
Presidente Constitucional de la
República, en beneficio de la paz
de la República, para propender a
la unión y tranquilidad del país y
para facilitar que cuanto antes se
enrumbe la Nación por senderos de
libertad y justicia, entrego el mando
de la República al señor Ministro de
Defensa Nacional coronel don CarIos
Mancheno, y, por consiguiente,
renuncio irrevocablemente al cargo
de Presidente Constitucional de la
República ... "
Por medio de este documento, el Dr.
Velasco Ibarra reconoció que durante su
gobierno en el Ecuador no había habido
ni paz, ni tranquilidad, ni libertad, ni
justicia. Es decir que, incapacitado para
gobernar, el Dr. Ve lasco Ibarra aceptaba
que el gobierno que había presidido a
consecuencia de la asonada militar del
28 de mayo de 1944 había llevado al
país al más completo caos .
y aquí es preciso hacer referencia a una
carta del 16 de enero de 1949, dirigida
por el Crnel. Carlos Mancheno al
Director de diario El Telégrafo de
Guayaquil, en la que -entre otras cosas
dice: "Por consideración no le metí en
la cárcel el24 de agosto de 1947, para
que responda a los obscuros hechos
y manejos de que estuvo plagada
su administración, como el trueque
del arroz y el azúcar con Cuba; la
compra de terrenos del «Rancho San
Vicente» para el Palacio Nacional,
debiendo responder o aclarar
quiénes se repartieron el dinero de ese
negociado ... el derroche escandaloso
de los seis millones de dólares
arrancados a la fuerza al Banco
Central, después de que resultaron
insuficientes las entradas ordinarias
del presupuesto para la voracidad
oficial. .. el escamoteo del platino que
estuvo depositado en el Banco de
La Previsora ... y otra infinidad de
hechos que callo... A no ser por mí,
ellO de agosto de 1946 el Congreso
no le hubiese reelegido al violador de
la Constitución, sino al Dr. Manuel
Elicio Flor, que estuvo ya listo con los
arreos de Primer Magistrado".
En Defensa de la Verdad
Desde su destierro Arroyo del Río
publicó en su defensa dos importantes
obras de carácter histórico-político:
"Bajo el Imperio del Odio" y "En Plena
Vorágine"; y más tarde tenninó "Por la
Pendiente del Sacrificio", la misma que
debía ser publicada en 1992, esto es,
cincuenta años después de la finna del
Protocolo de Río de Janeiro. En 1995,
a pesar de haber estado lista su edición,
"por orden superior" fue incautada
(x) y se prohibió su publicación, que
solo pudo realizarse en 1998, cuando
el gobierno del Dr. Jamil Mahuad
Witt concluyó el largo proceso de
delimitar definitivamente las fronteras
entre el Ecuador y el Perú, aplicando
lo estipulado en el Protocolo de
Río de Janeiro. Esta obra -Por la
Pendiente del Sacrificio- constituye
un documento de gran importancia
histórica, pues a más de ser la defensa
de su gestión gubernamental, devela
numerosas verdades relacionadas
con la invasión peruana de 1941 y el
desastre militar de nuestro ejército.
Su publicación hizo que aquellos
(x) Así lo demuestra el Gral. Marcos Gándara Enríquez en su obra titulada "El Ecuador del Año 1941 y el Protocolo de Río I Antecedentes, Hechos Subsiguientes, Arroyo y su Tiempo" (Biblioteca del Ejército Ecuatoriano, Quito - 2000). En dicha obra, a partir de la página 1, el Gral. Gándara dice: " ... el 26 de julio de 1995 recibí del Comando Conjunto de las Fuerzas Annadas un ejemplar del anunciado libro del doctor Carlos Arroyo del Río "Por la pendiente del sacrificio", recién impreso, que se me remitió como había llegado, esto es con los cuadernillos sueltos dentro su pasta. El encargo que se me hacía, trasmitido por el Director de Operaciones de ese alto organismo, señor general don Patricio Lloret Ore llana, era el de estudiar la obra para que emitiera un infonne sobre ella, a fin de proceder a autorizar su publicación ....
43
que durante muchos años se llenaron
la boca con discursos patrioteros y
reivindicatorios, buscaran la sombra
para ocultar su vergüenza, aunque
hubo algunos que tuvieron la hombría
y el valor de reconocer su equivocación:
"Para Verdades el Tiempo".
Realidad Histórica
Para conocer cual fue la realidad
histórica de esa época sangrante en
la que le correspondió gobernar al
Dr. Arroyo del Río, es preciso hacer
un pequeño paréntesis -a manera de
prólogo- relacionado con los límites
del Ecuador, cuya historia comienza
-precisamente- cuando se creó la Real
Audiencia de Quito.
Son numerosos los mapas o croquis
que presentan una Audiencia de
Quito que se extiende desde el océano
Pacífico, siguiendo hacia el oriente
por las riberas del Amazonas, hasta
el Atlántico. En todas las escuelas, en
todos los colegios, en las universidades
y en todos los centros educativos, se
Los mapas que presentan una Audiencia de Quito que se extiende desde el océano Pacífico hasta el Atlántico son falsos ... de falcedad absoluta y sin ningún sustento histórico ni jurídico.
44
estudia en libros de texto que al tratar
sobre Historia y Geografía presentan
esos ridículos mapas, a través de los
cuales se pretende dar a la Audiencia
de Quito dicha extensión. Esos mapas
son falsos, de falsedad absoluta: No
tienen sustento ni histórico ni jurídico
y constituyen una de las tantas mentiras
que adornan nuestra historia nacional.
y paso a demostrar.
En 1494 -dos años después de la llegada
de Colón- España y Portugal finnaron
el Tratado de Tordecillas, por medio
del cual establecieron sus posesiones
en América, detenninándose entonces
los derechos de Portugal sobre la
costa oriental y ciertas regiones de la
amazonía, en tierras de lo que hoyes el
Brasil. (No. 1 en el croquis)
Seis años más tarde, en 1500, Pedro
Alvarez Cabral tomó posesión -a
nombre de Juan 11 de Portugal- de
esos extensos territorios, y a partir de
entonces se empezaron a establecer
las primeras colonias portuguesas
que, avanzando hacia occidente, en los
años posteriores se adentraron hacia
las regiones amazónicas. (No. 2 en el
croquis)
Al finales de 1539 y entusiasmado por
las fabulosas leyendas de El Dorado
y el País de la Canela, Gonzalo Díaz
de Pineda preparó y organizó una
expedición para ir en busca de esos
maravillosos lugares. Dlaz de Pineda
descendió desde Quito hacia el oriente,
se adentró en la selva inexplorada y
virgen, descubrió el volcán Sumaca,
estableció las poblaciones de Quijos,
Sumaca y Cosanga y luego de varios
meses regresó a Quito.
En 1542 Francisco de Orellana
descubrió el río Amazonas, y dos
años má'i tarde la corona espai\ola lo
nombró con los cargos de Adelantado,
Gobernador y Capitán General de esas
regiones por él descubiertas, que fueron
llamadas Nueva Andalucía. (No. J en
el croquis)
y aquí es preciso seftalar que, aunque
la expedición haya sal ido de Guayaquil
y pasado luego por Quito, esto no le
dio ni a la Audiencia de Quito y mucho
menos al Ecuador, derechos sobre la
región amazónica, pues en 1542, afto en
que se descubrió el fabuloso rio, Quito
y toda la región estaban supeditados a
la autoridad de Francisco Pizarro, en
el Perú.
En 1543, es decir, un afio después
del descubrimiento del Amazonas, la
Corona Espai10la croo el Virreinato de
Lima, cuyos territorios alcanzaban hasta
la parte sur de lo que hoyes Colombia.
(No. 4 en el croquis)
Con estos antecedentes, recién el 29
de agosto de 1563 -es decir, 20 MOS
después de la creación del Virreinato
de Lima- S. M. Felipe 11 expidió en
la ciudad de Guadalajara, Espafla, la
Publicaciones que pnsMtan ato! mapaJ.
lamltntablorJ~nfe
alán repaldadas por imtituclonu oficiala y corutafl cafl el aval del Mlflisurio de Relaciones Exlerlom d~1 Ecuador, del Imlifuto Geográfico Mifltar y del MiflLueria de Educación; a más de las "voces de atfmulo" de ~orfQCidos miembrm di! lo Academia NaciofIQl de HlSforia
45
46
Cédula Real por medio de la cual se
creó la Real Audiencia de Quito (No.
5 en el croquis), Cédula que -en la
parte correspondiente- dice: "En la
Ciudad de San Francisco de Quito,
en el Perú, resida nuestra audiencia
y Cancillería Real, con un Presidente,
cuatro Oidores, que también sean
Alcaldes del Crimen, un Fiscal, un
Alguacil Mayor, un Teniente de Gran
Cancillería, y los demás Ministros y
Oficiales necesarios, y tenga distrito
la ciudad de Quito y por la Costa
hacia la parte de la ciudad de los
Reyes, hasta el Puerto de Paita
exclusive, y por tierra adentro hasta
Piura, Cajamarca, Chachapoyas,
Moyobamba y Motilones, exclusive,
incluyendo hacia la parte susodicha
los pueblos de Jaén, Valladolid,
Loja, Zamora, Cuenca, La Zarza
y Guayaquil, con todos los demás
pueblos que estuvieren en sus
comarcas y se poblaren; y hacia la
parte de los pueblos de la Canela y
Quijos ha de tener los dichos pueblos
con los demás que se descubrieren, y
por la costa hacia Panamá hasta el
Puerto de Buenaventura inclusive,
y por adentro hacia Pasto, Popayán,
Cali, Buga, Champanchica y
Guarchicona, por que los demás
lugares de la Gobernación de Popayán
son de la Audiencia del Nuevo Reino
de Granada, con lo cual y la Tierra
Firme, parten términos con el
Septentrión, y con la de los Reyes por
el Mediodía, teniendo al Poniente la
Mar del Sur y al Levante provincias
aún no especificadas ni descubiertas"
(Recopilación de Indias.- Ley X Tit. XV,
Lib. 11).
Como podemos ver, la Cédula señala
cuales serían sus límites territoriales
tanto por el norte como por el sur, pero
no menciona, en ninguna de sus partes,
las regiones amazónicas.
Al especificar dicha Cédula Real que
" ... hacia la parte de los pueblos de
la Canela y Quixos ha de tener los
dichos pueblos con los demás que se
descubriere", y señalar más adelante
que hacia Levante tendría como límite
las " ... provincias aún no especificadas
ni descubiertas", si bien es cierto no
determina específicamente sus límites,
hace ver que los territorios de la
Audiencia jamás podrían extenderse por
las riberas del Amazonas hacia regiones
que ya se habían descubierto, que ya
eran conocidas y donde ya se habían
establecido otras jurisdicciones.
Vale la pena anotar también que la Real
Audiencia de Quito fue creada como
parte integrante del Virreinato del Perú
o de Lima, que había sido creado el
1 de marzo de 1543, es decir, consti
tuyendo una parte de dicho virreinato
y no una jurisdicción territorial con
límites propios.
Sin embargo -lamentable e
Inc reí blemente- p ublicaciones que
pn,-senlan estos mapas están respaldadas
por instituciones oficiales y constan con
el ava l de l Ministerio de Relaciones
EilC terio res del Ecuador, del Instituto
Geográfico Mi li tar y del Ministerio
de Educación, y con las "voces de
estímulo" de reconocidos miembros de
la Academia Nacional de Hi storia.
La Real Audiencia de Quito
Como quedó señalado en párrafos
anteriores, cl29 de agosto de 1563 el rey
Felipe JI de Espalia expid ió la Cédula
Real por medio de la cual se crcó la Real
Audiencia de Quito.
Pe ro ... ¿Qué importancia ten ía para
Espai\a la Real Audiencia de Q uito ... ?
Casi ninguna, tal es así que nadie
queda venir a hacerse cargo de ella
por considerarla de poca importancia.
Tal fue su poca o ninguna importancia
que -como lo señala Roberto Andrade
en s u Histo ria del Ecuado r- '" ... el
Rey arrendaba la Presidencia de
Quito, como arrendar una granja,
sin escrúpulo. El primero que la
arrendó fue D. Domingo Ezeya,
pero no Uegó a poseerla; D. Juan de
Sosaya dio por elh. 20 mil pesos, y
él sí la poseyó por algún tiempo. D.
Juan Goyeneche, rico peruano, la
arrendó también por 20 mil pesos,
no pa ra él, sino para D. Lo renzo
Vicuña, o a falta de éste, para D.
Santiago Larrain: no fue Presidente
el primero, pero sí el segundo. D. José
de Araujo y Río, peruano, también
dio igual suma, (20 mil pesos), y vino
ta mbién a la Presidencia. D. Juan
Pio Montúfar, primer Marqué¡ de
Selva Alegre, español avecinado en
Arequipa, (Perú), dio 32 mil pesos,
y vino a la Presidencia. U na de las
pruebas de que era nulo el interés
que a la corte de Espaíla inspiraba
esta infcliz colonia, es la tardanza con
que un Presidente vino a ejercer su
cargo: fue nombrado y tardó cinco
años en venir" .
l..af limita tk la Real Aud,et.Ón tk QuilO mmco ~ron e.rtoblec:uJos lk manero determlnant~ y d~fimli\'a ¡JQr la CQrofl<l
(!$JX,ño/Q
~. -.-
LlCMI ...... ............. ............. • CIMIGI Y QuIJc» ........ dlctlN ....... _10 ...... qut • dIIcubrIIre".
47
Ni los territorios de la Real Audiencia de Quito, y mucho menos los del Ecuador, se extendieron hasta el océano Atlántico, como nos han tratado de hacer creer.
48
Las autoridades de la Audiencia de
Quito -una vez posesionadas- solo se
preocuparon de administrar y sacar
provecho de los pueblos conocidos
entonces y que estaban señalados en el
Decreto de su creación; es más, desde
el principio las autoridades descuidaron
la atención de poblaciones como Pasto,
Popayán, Cali, Buga y otras situadas
norte de la Audiencia, al igual que
de otras situadas al sur, limitando la
influencia de su jurisdicción a los
territorios comprendidos desde Ibarra
hasta Loja, en la meseta andina; y la
región costanera desde Esmeraldas
hasta Guayaquil. Esas autoridades nunca
tuvieron interés en tomar posesión y
colonizar las regiones orientales,
por eso no lo hicieron, y fueron las
comunidades religiosas -por su propia
cuenta y riesgo- las que saliendo desde
Quito se adentraron en ellas para llevar
la doctrina de Cristo a los pueblos
aborígenes que ahí habitaban.
Finalmente, es preciso destacar que
la Real Audiencia de Quito -aunque
pretendió mantener una autonomía
propia- desde su fundación dependió
del Virreinato de Lima o Perú, creado
en 1543; luego, en 1717 fue anexada
al de Santa Fe o Nueva Granada, para
volver a depender de Lima en 1720;
hasta que en 1739 fue incorporada
definitivamente a Nueva Granada.
En cada uno de estos cambios
jurisdiccionales, los territorios que
se anexaban eran los señalados
específicamente en la Cédula de
1563, por lo que si bien es cierto que
Buenaventura, Pasto, Popayán, Cali,
Buga, Champamchica y Guarchicona,
integraron en su momento el
Virreinato de Lima; Piura, Cajamarca,
Chachapoyas, Moyobambo y Motilones
jamás fueron parte de Nueva Granada.
Todos los demás territorios circundantes
a la Audiencia de Quito no pertenecían a
esta sino a los virreinatos respectivos
Llegamos entonces a la conclusión
de que la Real Audiencia de Quito
jamás pudo extenderse hasta el
océano Atlántico, que no abarcó los
territorios al sur del río Amazonas,
ya que estos pertenecían a Perú, y que
su importancia, dentro de las colonias
españolas de América, era -por decirlo
menos- casi ninguna.
. .••...••...•.....•••...••....••....•••.
En 1740, por medio de una Cédula
Real expedida por S.M. Felipe V se
fijaron de una manera clara y definitiva
los límites entre los Virreinatos de
Lima y Nueva Granada. Dicha Cédula
Real, en la parte pertinente dice:
"Partiendo desde Tumbes en la costa
del Pacífico sigue la línea por la
serranía y demás cordilleras de los
Andes, por la jurisdicción de Paita
y Piura hasta el Marañón, a los seis
grados treinta minutos Latitud Sur,
y, la tierra adentro, dejando al Perú
la jurisdicción de Piura, Cajamarca,
Moyobamba y Motilones, y por la
cordillera de Jeberos, atravesando el
río Ucayali, a los seis grados de latitud
sur, hasta dar con el río Yaraví, en la
confluencia del Carpi; y las aguas de
este al Amazonas, y las de este abajo
hasta la boca más occidental del
Caquetá o Yapurá, en que comienzan
los límites con el Brasil", (x)
Esta Cédula, que como queda visto
determina los límites entre los dos
Virreinatos, nada dice con relación a
la Audiencia de Quito, posiblemente
porque la Corona Española no le daba
importancia debido a que siempre
la mantuvo sujeta a uno de los dos
virreinatos: Pero fue en base a ella que,
a petición de don José García de León
y Pizarro -vigésimo octavo Presidente
de la Real Audiencia de Quito, quien
gobernó desde el 23 de noviembre de
1778 hasta el 3 de mayo de 1784-,
el Ing. Francisco Requena dibujó y
entregó, en 1779, un mapa creado "para
acompañar a la descripción del nuevo
obispado que se proyecta en Maynas",
ya que en base a dicha Cédula, los
territorios bañados por ambas márgenes
del Marañón quedarían supeditados a las
misiones religiosas pertenecientes a esa
jurisdicción. Al no existir documento
Real que determine los límites de la
Audiencia de Quito por el oriente o
"levante", este mapa simplemente se
convierte en un referencial para crear
dicho obispado, señalando, además,
"por donde debe pasar la frontera
portuguesa según el último tratado
de 11 de octubre de 1777".
El Ing. Francisco Requena -que
permaneció en la Audiencia durante
más de 15 años- había sido enviado
por la Corona Española precisamente
para determinar los límites entre España
y Portugal.
(x) Al respecto de esta Cédula, en la página 14 de su obra "Historia de Límites de la República del Ecuador", el Dr. Xavier Molina Jurado (+) quien fuera Licenciado en Diplomacia y Ciencias Jurídicas Internacionales, dice: "Es de advertir que esta Cédula es apócrifa, esto es, no existe el documento original...".Por su parte, el Dr. Alberto Muñoz Vernaza, en la página 86 de su obra "Orígenes de la Nacionalidad Ecuatoriana" dice: "Parece que del Archivo de la Cancillería Colombiana, de los archivos del Virreynato de Santa Fe y de la Gran Colombia, ha desaparecido o se ha traspapelado la Cédula de 1740 ... "
49
Mapa de la Real Audiencia ck Quilo dibujado por el Ing. Francisco RequeM en 1778, en la mÍfma q,oca en q1M dibujó el mapa que 3erviria para detuminar 103 limites enlre las pru~ionu pontlguesas y I!Spañolas en América.
(Servicio Geográfico del Ejercito de &palJa)
so
Pero lo más importante. en lo relacionado
con este documento y con el plano de
Requena, es que -3 pesar de que el plano
existía desde 1779, en que fue entregado
a las autoridades coloniales- recién fue
descubierto o denunciado por don
Nicolás Clemente Ponce en 1894, es
decir, 64 atlas después del nacimiento
de la República y siete después de
que el gobierno del Ecuador hubiese
reconocido la soberanía peruana en
las regiones amazónicas, nombrando
al Sr. Benigno Orellana con el cargo de
Vicecónsul del Ecuador en Iquitos.
La Gran Colombia
A partir del 13 de julio de 1822 ,
fecha en que de manera prepotente y
abusiva Bolívar decretara la anexión de
Guayaquil a Colombia (Quito se habia
anexado voluntariamente el29 de mayo
del mismo afto), todos los territorios que
hablan fonnado la Real Audiencia de
Quito pasaron a ser parte de la gran
República de Colombia, creada por
Bolívar en e l Congreso de Angostura
d.1819.
Dos aftas más tarde -al dictarse la Ley
de División Territorial de Colombia
del 25 de junio 1824, en virtUd de la
cual se creó el "Distrito del Sur"·, la
Audiencia fue fraccionada en los tres
"Departamentos" de Ecuador (Quito),
Azuay y Guayaquil.
Dicha ley, en su artículo 1 t establece
que:
El Departamento de Ecuador
comprende las provincias: .0 de
Pichincha, su capital Quito; 2° de
1mbabura, su capital )barra; 3° de
Chimborazo, su capital Riobamba.
Los cantones de la provincia de
Pichincha y sus cabeceras son: ] 0
Quito, r Machacbi, 3° Latacunga, 4°
Quijos y 5° Esmeraldas. Los cantones
de la provincia de Imbabura son: 1°
Ibarra. r Otavalo, 3° Cotacachi
y 4° Cayambe. Los cantones de la
provincia de Chimborazo y sus
cabeceras son: 1° Riobamba, r Ambato, 3° Guano, 4° Guaranda, 5°
Alausí y 6° Macas.
En el artículo 12 sostiene que:
El Departamento del Azuay
comprende las provincias de: 1°. de
Cuenca, su capital Cuenca; 2°. de
Loja, su capital Loja; 3°. Jaén de
Bracamoros y Mainas, su capital
Jaén. Los cantones de la provincia
de Cuenca y sus cabeceras son: 1°.
Cuenca, r. Cañar, 3°. Gualaceo y 4°.
Girón. Los cantones de Loja y sus
cabeceras son: 1°. Loja, 2°. Zaruma,
3°. Cariamanga y 4°. Catacocha. Los
cantones de Jaén y Mainas y sus
cabeceras son: 1°. Jaén, 2°. Borja,
3°. Jeveros.
y finalmente, el artículo 13 dice:
El Departamento de Guayaquil
comprende las provincias: 1°.
Guayaquil, su capital Guayaquil;
r. Manabí, su capital Portoviejo.
Los cantones de la provincia de
Guayaquil y sus cabeceras son: 1°.
Guayaquil, r. Daule, 3°. Babahoyo,
4°. Baba, 5°. Punta de Santa Elena
y 6°. Machala. Los cantones de la
provincia de Manabí y sus cabeceras
son: 1°. Portoviejo, r. Jipijapa y 3°.
Montecristi.
Esta Ley de División Territorial de
Colombia fue muy perjudicial para el
destino de lo que sería nuestro país, pues
le arrebató al Departamento de Ecuador
(Quito) y por ende a la Audiencia,
toda la región de Cundinamarca con
las ciudades de Pasto, Popayán, Cali y
Buga, y los demás territorios del norte
que habían pertenecido a la Audiencia
de Quito desde su creación, en 1563; y,
al no mencionar territorios amazónicos,
demostró que estos nunca pertenecieron
a la Audiencia.
El Ecuador
Al separarse el Departamento del
Sur de Colombia en 1830 y crearse
la República del Ecuador, los límites
entre Colombia y Ecuador quedaron
relativamente señalados, tal consta en
documentos de la época, ya que para
entonces, la Ley de División Territorial
de Colombia del 25 de junio de 1824
había dispuesto que sea el río Carchi
el que divida los departamentos del
Cauca y del Ecuador, desconociendo
la demarcación de lo que había sido
la Audiencia de Quito y arrebatándole
grandes extensiones territoriales.
Pero con el Perú nunca se determinaron
los límites. El Ecuador decidió
unilateralmente hasta donde se
Desde su nacimiento, en 1830, el Ecuador no supo determinar con claridad sus límites.
51
"isla de RiooomOu. pocos años cu.'sputt de que se rt'umera en ella la Primera Asamblea Conslllu)'enle
52
extendería por el sur y el oriente,
argumentando en unos casos los
territorios de lo que alguna vez pudo
haber sido el discutido Reino de Quito
del que nos habla el padre Juan de
Velasco; en aLTos, los que en su momento
habían integrado los depanamentos de
Ecuador (Quito), Guayaquil y Azuay,
cuando estos pertenecían a Colombia y,
finalmente, los indefinidos límites que
en su momento habia tenido la Real
Audiencia de Quito.
y esto es muy fácil de demostrar.
Primera Constitución
En efecto, la Primera Constitución de
lo que hoyes el Ecuador, dictada por la
Asamblea Constituyente que se reunió
en la ciudad de Riobamba a partir del 14
de Agosto de 1830, en lo que respecta a
la conformación del F.'itado Ecuatoriano,
...::--. '- , "
dice: Art. 10.- Los Departamentos
del Azuay. Guayas y Quito quedan
reunidos entre si formando un
solo cuerpo independiente con el
nombre de Estado del Ecuador ... Y
al determinar el territorio nacional,
dice: Art. 60.- El Territorio del Estado
comprende los tres departamentos del
Ecuador en los limites del antiguo
Reino de Quito ...
Es increíble que una Asamblea a la que
asistieron personalidades de la talla
de José Joaquín Olmedo, Cayetano
Ramírez y Fita, Juan Bernardo de
León, Vicente Ramón Roca y José
Femándc-..t-Salvador, entre otros, haya
dictado articulas tan confusos como los
señalados anteriormente.
¿Cuál es el territorio del nuevo Estado?,
¿El que tenían los Departamentos de
Azuay, Guayas y Quito; que por eierto
no se llamaban así, SInO de Azuay,
Guayaquil y Ecuador, produciéndose
ahí un primer inmenso error jurídico?,
¿o el del Reino de Quito, del cual nos
habla el padre Juan de Velasco?
Si es el correspondiente a los tres
departamentos señalados -que fueron
creación Grancolombiana-, podría este
tener una definición territorial relativa,
que es la determinada por la Ley de
División Territorial de Colombia, del
25 de junio de 1824, la misma que ya
mutilaba los territorios del norte que
históricamente habían pertenecido a la
Real Audiencia de Quito; pero, en el
caso del Reino de Quito (x), ni siquiera
el padre Juan de Velasco pudo fijar de
manera precisa cual era su extensión
territorial; de hecho, en su Historia del
Reino de Quito el padre Velasco señala
que este solo se habría extendido en
los Andes centrales, sin llegar ni a la
costa ni al oriente, pues los pueblos que
lo conformaron eran eminentemente
andinos y nunca pretendieron extender
sus dominios hacia otras regiones más
allá de la cordillera; aunque hay que
aclarar que establecieron relaciones
comerciales tanto con pueblos de la costa
como con algunos de la región oriental.
La extensión territorial tan
imprecisamente señalada por el padre
Juan de Velasco en su Historia del Reino
de Quito no podía -de manera alguna
servir para determinar el territorio del
Estado que se estaba creando, ya que
aquella era simplemente parte de una
narración histórica muy poco cierta,
nada demostrable y sin ningún valor
jurídico.
La creación de los nuevos Estados
que se formaron a raíz de la
independencia estuvo siempre acorde
con las circunscripciones territoriales
determinadas por las instituciones
jurídicas españolas, llámense estas
Audiencias, Capitanías o Virreinatos;
no podía, entonces, cr~arse un nuevo
Estado amparado en una extensión
territorial que fue concebida única y
exclusivamente por el padre Velasco.
En todo caso, es de suponer que la
intención de los asambleístas fue la de
integrar en un solo concepto todos los
territorios con los que se estaba creando
el nuevo Estado del Ecuador.
(x) La extensión territorial del tan discutido Reino de Quito siempre fue muy confusa, pues el mismo padre Juan de Velasco lo determina inicialmente ubicándolo exclusivamente en la región de Quito y sus alrededores, en "un cuadro de 50 leguas de oriente a poniente y de norte a sur ... entre las dos Cordilleras de los Andes ... Más adelante, el mismo padre Velasco dice: Se hallaba situado este pequeño Reino en el centro de más de 50 Provincias o Estados mayores y menores, casi todos independientes ... ". Este último párrafo, al señalar que el Reino de Quito estaba rodeado de "Estados mayores y menores, casi todos independientes ... ", detennina su extensión territorial y confirma que estos no fueron parte de dicho reino. Posteriormente el padre Velaseo die e que el Reino se extendió hacia otras regiones, pero lo mantiene siempre dentro de la cordillera andina.
53
El Tratado de Guayaquil, de 1829, es un tratado de paz y no de límite, como de manera necia tantas veces se ha repetido.
54
Ahora bien, al momento en que
la Constitución de 1830 pretendió
determinar el territorio ecuatoriano
de acuerdo con lo establecido en sus
artículos l y 6, ya citados, desconoció
-de hecho- los acuerdos firmados
anteriormente entre Colombia y Perú, y
en consecuencia, la vigencia del Tratado
de Guayaquil de 1829, que no es otra
cosa que un complemento al Tratado de
Girón, firmado meses antes, luego de la
Batalla de Tarqui.
¿Qué son los Tratados de Girón y
Guayaquil ... ?
El Tratado o Convenio de Girón, por
ser la consecuencia de una bataIla,
constituye simplemente un acuerdo
en el que se señalan los pasos que
deberán seguirse para lograr la paz
definitiva, y no un tratado de límites.
En él se establece la liquidación por
parte del Perú de las deudas de la
independencia, la retirada inmediata
del ejército peruano de los territorios
situados al sur del río Macará (Loja), la
entrega y devolución de Guayaquil, el
compromiso de reunirse en esta ciudad
para lograr un arreglo definitivo y la
devolución a Colombia -por parte del
Perú- de la corbeta "Pichincha", entre
otras obligaciones.
Mención especial merecen el Art.
que dice: "Las fuerzas militares del
Norte del Perú y del Sur de Colombia
se reducirán al pie de guarnición, y no
pasarán de tres mil hombres en cada
país", el Art. 11, que dice: "Las partes
contratantes, con sus respectivos
gobiernos, nombrarán una comisión
para arreglar los límites de los dos
Estados, sirviendo de base la división
política de los Virreinatos de Nueva
Granada y del Perú en Agosto de
1809, en que estalló la revolución de
Quito ... ", artículo que -como su texto
lo señala- no especifica límites sino los
pasos a seguir para su determinación; el
Art. XI, que dice: "El ejército peruano
emprenderá su retirada por Loja
desde el día dos del próximo mes de
marzo y evacuará completamente el
territorio colombiano ... " y el Art. XV
que dice: "Las partes contratantes
se comprometen, desde luego, a que
estas bases sean forzosas para el
tratado de paz definitivo".
Queda claro que el Tratado o Convenio
de Girón es un tratado de paz y no de
límites aunque, de acuerdo al Art. n, se
comprometen a nombrar una comisión
"para arreglar los límites de los dos
Estados".
Igual cosa sucede con el "Tratado de
Paz y Amistad entre la República de
Colombia y el Perú", conocido como
"Tratado de Guayaquil" que, como
su nombre lo indica, al igual que el
de Girón constituye un tratado de paz
y amistad, y no un tratado de límites,
aunque en él también se indican los
procedimientos o pasos que deberán
seguir las dos naciones para determinar
sus límites.
Este Tratado, en sus artículos pertinentes,
dice: Art. 5: "Ambas partes reconocen
por límites de sus respectivos
territorios los mismos que tenían
antes de su independencia los antiguos
Virreinatos de Nueva Granada y el
Perú, con las solas variaciones que
juzguen conveniente acordar entre sÍ,
a cuyo efecto se obligan desde ahora
a hacerse recíprocamente aquellas
sesiones de pequeños territorios que
contribuyan a formar la línea de una
manera más natural, exacta y capaz
de evitar competencias y disgustos
entre las autoridades y habitantes de
las fronteras".
Este artículo no determina límites, y
simplemente señala la voluntad de
las partes -es decir, de Colombia y
Perú- de reconocer los límites que en
su momento tuvieron sus respectivos
virreinatos, pero para lograr esto, en el
Art. 6, las partes convienen en que " ... se
nombrará y constituirá por ambos
Gobiernos una Comisión compuesta
por dos individuos por cada
República, que recorra, rectifique y
fije la línea divisoria ... ".
Este artículo demuestra una vez más
que los límites entre las dos naciones
no estaban determinados. Finalmente,
el Art. 7 señala que " .. .la Comisión de
Límites dará principio a sus trabajos
cuarenta días después de la ratificación
del presente Tratado y los terminará en
los seis meses siguientes ... ".
Tan fue un Tratado de Paz y no un
Tratado de Límites, que el Congreso del
Perú, reunido en Lima el 16 de Octubre
. de 1829, informó a su gobierno que:
"Considerando que los tratados de paz
celebrados en Guayaquil por nuestro
Ministro Plenipotenciario con el de la
República de Colombia, terminan la
guerra de un modo estable y decoroso a la
dignidad del Perú, se ha servido aprobar
los veinte artículos que comprenden
y las dos declaraciones canjeadas
por el Ministro Plenipotenciario de
Colombia y puestas por el nuestro en
conocimiento del Gobierno en 23 de
septiembre último".
Es preciso destacar además que el
"Tratado de Guayaquil", en ninguna
de sus partes menciona siquiera al
río Amazonas; esta aclaración es
55
56
necesaria porque mucho se ha dicho
que el Tratado Mosquera-Pedemonte,
del cual hablaremos más adelante, es
un tratado de ejecución, por medio del
cual se habría cumplido con lo dispuesto
en el de Guayaquil.
El Tratado de Guayaquil -que fue
aprobado en Lima por el Congreso y
en Bogotá por el Consejo de Estado
no alcanzó a perfeccionarse porque no
se cumplió con lo señalado en el Art.
6, tal cual lo hizo constar el Dr. José
Félix Valdivieso en el protocolo del
4 de diciembre de 1841, durante las
conferencias celebradas en Quito con
el Ministro Plenipotenciario peruano
Sr. Matías León, cuando dice que:
" ... ambas Repúblicas convinieron
por el Art. 6 del mismo Tratado en
nombrar una Comisión compuesta
de dos individuos por cada República
que recorra, rectifique y fije la línea
divisoria conforme lo estipulado ... ".
El Dr. Valdivieso continúa en su
exposición afirmando que dicha
Comisión fue nombrada en efecto,
pero que los acontecimientos políticos
dejaron inconclusos sus trabajos en
1830.
y así fue: Aunque los delegados
colombianos hicieron grandes
esfuerzos para iniciar los trabajos de
delimitación, estos no se realizaron o no
se concluyeron, y al crearse el Ecuador
en 1830, éste nació -Iamentablemente
sin un terntor¡o detenninado.
Al crearse el Ecuador en 1830 y
dejar a un lado el ancestral nombre
de Quito, el Perú entró a ocupar
abiertamente Jaén y Mainas con el río
Marañón, proclamando además que
el principio jurídico de Vti Possidetis
Juris establecido por los libertadores,
por medio del cual "los países que
obtenían su libertad debían quedar con
la misma circunscripción territorial que
tenían como entidades coloniales", no
tenía vigencia para el Ecuador porque
este no fue ente colonial, declarando
además que el Tratado de 1829 caducó
al disolverse Colombia en tres Estados
distintos.
Al respecto, el Myr. Francisco Sanpedro,
quien fuera uno de los más eruditos
conocedores de la historia territorial
ecuatoriana, Miembro de la Academia
Nacional de Historia, de la Sección
Académica de Historia y Geografia de
la Casa de la Cultura Ecuatoriana y de
varias asociaciones geográficas- en su
obra "Auténtica Historia de Límites:
El Espacio Territorial Ecuatoriano
de 1830 a 1992" dice: "El territorio
de Quito mantuvo su soberanía
hasta 1829 como parte del territorio
Grancolombiano; y la jurisdicción
territorial Amazónica, aunque era
una vastedad selvática inexplorada,
se mantuvo también con las Misiones
Jesuitas y Franciscanas quiteñas
hasta 1829. Pero desde el momento
en que surge el Estado de Quito
independiente por la disgregación
del territorio gran-colombiano, y
con el cambio de nombre de Quito
por Ecuador, ya no puede hablarse de
jurisdicción ni soberanía ecuatoriana
en el territorio amazónico ... ".
Al hablar del nacimiento del Ecuador
es preciso puntualizar un detalle muy
importante. Muchos son quienes
sostienen que el Ecuador nació como
parte integrante de Colombia, pero
no es así: No les correspondía a los
asambleístas convocados en Riobamba
la creación de un nuevo Estado dentro
de Colombia: esta facultad estaba
reservada exclusivamente al Congreso
de Colombia. Por otro lado, al dictar una
Constitución y elegir a un Presidente
de la República, en este caso al Gral.
Juan José Flores, los asambleístas
confirmaron que se trataba de la creación
de un estado libre, independiente y
soberano, con leyes y gobierno propio.
El Ecuador no nació como parte
de Colombia, aunque proclamó su
condición de Estado Asociado.
Es tan cierto que el Ecuador no nació
como parte integrante de Colombia,
que dos años más tarde el Congreso
Ecuatoriano, reunido en Quito el 12
de octubre de 1832, expidió un decreto
que en su Art. 1 dice: "El Estado del
'" ... con el cambio de nOfHhre d¡:¿ (~" por Ecuador" ya no puede b:dJi:'j'
jurisdicción ni soberanía ecu~tl.or.::ln.· en el territorio amazúnÍco.u ~".
Ecuador reconoce del modo más
solemne la existencia política de los
estados de Venezuela y de la Nueva
Granada". Este artículo demuestra
que los estados de Venezuela, Nueva
Granada (Colombia) y Ecuador
constituían tres estados soberanos e
independientes el uno de los otros.
Ese mismo año el Perú se convirtió en
el primer país del mundo en reconocer
la existencia de la República del
Ecuador.
Segunda Constitución
La segunda Asamblea Constituyente,
reunida en Ambato entre Junio y
Agosto de 1835 bajo la presidencia del
Dr. José Joaquín Olmedo, eligió a don
Vicente Rocafuerte como Presidente
Constitucional de la República y
expidió una nueva Constitución que
en sus artículos correspondientes dice:
Art. 1.- La República del Ecuador se
compone de todos los ecuatorianos,
reunidos bajo un mismo pacto de
asociación política.
Art. 3.- El territorio de la República
del Ecuador comprende las provincias
de Quito, Chimborazo, Imbabura,
57
En el Ecuador, las clases gobernantes se empeñaron en sus enfrentamientos políticos domésticos y no priorizaron la defensa del territorio amazónico"
58
Guayaquil, Manabí, Cuenca, Loja y
el Archipiélago de Galápagos, cuya
isla principal se conoce con el nombre
de Floreana. Sus límites se fijarán por
una ley, de acuerdo con los Estados
limítrofes.
En esta Constitución aparece por primera
vez una relativa división política, y digo
relativa, porque los límites provinciales
no habían sido señalados de manera
precisa; por otra parte, establece que sus
límites -los del Estado- se fijarán por
una ley, de acuerdo con los Estados
limítrofes. Este artículo confinna que
-para entonces- el Ecuador no había
establecido sus límites, y era un país
que había nacido y existía sin saber cual
era su verdadera extensión territorial.
Al respecto de esta "irregularidad"
expresada en la Constitución con
respecto a lo relacionado con el
señalamiento de los límites del Ecuador,
y que se mantendría posterionnente de
manera indefinida, en la página 19 de
su obra "Ecuador-Perú: Historia del
Conflicto y de la Paz", el historiador
Enrique Ayala Mora dice: "Las
cuestiones limítrofes no fueron temas
de primera magnitud en nuestras
repúblicas latinoamericanas recién
fundadas. En el naciente Ecuador,
las clases gobernantes se empeñaron
en sus enfrentamientos políticos
domésticos y no priorizaron la
defensa del territorio amazónico.
Los pobres recursos estatales no se
dedicaron a consolidar las fronteras
sino a la lucha interna, de la que el
ejército fue parte".
y así fue, mientras Colombia, Brasil
y Perú impulsaban una diplomacia
documentada para consolidar los
territorios de sus estados y detenninar
los límites con sus vecinos, el Ecuador
descuidó esta vital preocupación para
su supervivencia y nació, creció y
desarrolló -corno continuaremos viendo
sin detenninar sus límites ni especificar
cual era su verdadera superficie.
Tercera Constitución
La Asamblea reunida en Quito a
mediados de 1850 nombró Presidente
de la República a don Diego Noboa y
dictó una nueva Constitución que en la
parte pertinente dice:
Art. 1.- La Nación Ecuatoriana es la
reunión de todos los ecuatorianos bajo
un mismo pacto de asociación política.
Es una, indivisible e independiente
de todo poder extranjero, y no puede
ser patrimonio de ninguna familia o
persona.
Art. 3.- La República del Ecuador
comprende todo el territorio
ecuatoriano, cuyos límites se fijarán
definitivamente por tratados públicos
con las naciones vecinas. Teniendo en
consideración sus derechos anteriores
y presentes.
Esta cantinflada caSI me provoca
risa: "La República del Ecuador
comprende todo el territorio
ecuatoriano". ¿Podría la República
del Ecuador comprender mejor todo el
territorio del Brasil? Así seríamos más
grandes, amazónicos y penta campeones
mundiales de fútbol.
Esta Constitución -a través del artículo
tres- vuelve a reconocer que para 1850,
es decir, 20 años después de haberse
creado el Estado Ecuatoriano, aún no
habíamos definido nuestros límites.
Cuarta Constitución
Dos años más tarde -en 1852- se celebró
en Guayaquil una nueva Asamblea, la
misma que -presidida por don Pedro
Moncayo- dictó una nueva constitución,
que al hacer referencia al territorio
nacional dice:
Ni la Constitución ni los constituyentes han sabido determinar el territorio ecuatoriano.
Art. 3.- El territorio de la República
comprende las provincias que
formaban la antigua Presidencia de
Quito y el Archipiélago de Galápagos.
Sus límites se fijarán definitivamente
por tratados que se celebren con los
Estados limítrofes.
Nueva discrepancia jurídica que
demuestra la falta de continuidad
en el concepto de territorio: En
cuatro constituciones tenemos cuatro
definiciones totalmente diferentes.
Hemos pasado, de los tres departamentos
grancolombianos en los límites del
Reino de Quito -como lo señala la
primera constitución- a 7 provincias no
delimitadas, como consta en la segunda;
para pasar luego a simplemente "todo
el territorio ecuatoriano", según señala
la tercera y, finalmente, a las Provincias
que formaban la antigua Presidencia de
Quito, de acuerdo con la cuarta.
En lo único en que las dos últimas
Constituciones concuerdan es en
que el Archipiélago de Galápagos es
ecuatoriano y en que aún no se ha
definido cuál es su verdadera extensión
territorial y, menos aún, cuáles son sus
límites, pues se sigue acudiendo a la
repetida muletilla de "Sus límites se
59
60
fijarán definitivamente por tratados
que se celebren con los Estados
limítrofes" .
A partir de entonces, el contenido del
artículo tres de la Constitución de 1852
se repitió en las de 1861, 1869, 1878,
1883, 1897, 1906, 1929, etc. etc. etc.; es
decir que habían pasado cien años desde
el nacimiento de la República y aún la
Constitución no establecía claramente
cual era el territorio ecuatoriano, y
mucho menos sus límites, aunque con
Colombia ya se había firmado, en 1916,
el Tratado Muñoz Vernaza-Suárez.
Mención especial merecen las "célebres
y progresistas" constituciones de 1945
y 1946, dictadas por los beneficiarios de
la revuelta que el 28 de mayo de 1944
puso fin al gobierno del Dr. Arroyo del
Río.
La de 1945 dice: Art. 3.- El territorio
del Estado, continental e insular,
es inalienable e irreductible. La
soberanía se ejerce en el territorio
nacional, el mar territorial y la
atmósfera que gravita sobre ellos.
Si esta definición es vaga, peor
aún es la de 1946, que en lo que
respecta al territorio ecuatoriano
dice: Art. 4.- El territorio nacional
comprende, además de las provincias
continentales, situadas en la América
del Sur, las islas adyacentes, el
archipiélago de Colón o Galápagos,
el mar territorial, el subsuelo y la
atmósfera respectiva ...
Increíble pero cierto; al dictar estas
constituciones, los "honorables
constituyentes" productos de "La
Gloriosa", ya sea por miedo o por
ignorancia, ni siquiera se molestaron
en averiguar o especificar donde
quedaba el territorio ecuatoriano, y
estas "Provincias situadas en América
del Sur", bien podrían estar, unas en
Argentina, otras en Brasil y otras, por
qué no, en el Perú.
Llegamos finalmente a la última
Constitución, vigente desde 1998, que
en el capítulo respectivo dice: Art. 2.- El
territorio ecuatoriano es inalienable
e irreducible. Comprende el de la
Real Audiencia de Quito con sus
modificaciones introducidas por los
tratados válidos, las islas adyacentes,
el Archipiélago de Galápagos, el mar
territorial, el subsuelo y el espacio
adyacente respectivo.
Nuevamente, después de 176 años
de independencia y 168 de vida
republicana, para definir nuestro
territorio aún se consigna en la
Constitución el nombre de la Real
Audiencia de Quito. Se dice que es
inalienable e irreducible, sin embargo,
en el mismo artículo se reconocen las
modificaciones introducidas por los
tratados válidos, que en todos los
casos, lo único que han significado ha
sido, precisamente, la reducción de su
inalienable extensión territorial.
¿Es que los constituyentes -de todas
las épocas- nunca se dieron cuenta
de que a raíz de la independencia se
alteró radicalmente el mapa político
de América? Una cosa fue el Reino de
Quito, otra la Real Audiencia de Quito
y otra -muy diferente- es la República
del Ecuador. Aferrarnos neciamente
al Reino de Quito -tal cual lo señaló
la primera Constitución- o a la Real
Audiencia de Quito -como lo señalan
todas las demás- es tan disparatado,
como que los peruanos pretendan que
su país se extienda desde la región
media de Colombia hasta el norte de
Chile, incluyendo a Bolivia y la parte
andina de la Argentina, alegando para el
caso que esos territorios correspondían
al Tahuantinsuyo. Es más, desde los
primeros años de la conquista, todos
estos territorios fueron parte de lo que
se llamó -precisamente- Perú, y así
constan en los antiguos mapas, inclusive
en algunos posteriores a 1563, año en
que se creó la Audiencia, yeso no nos
hace parte del Perú.
Me pregunto entonces: ¿Por qué los
Constituyentes nunca asumieron la
responsabilidad histórica de definir el
territorio ecuatoriano ... ? Y yo mismo
me respondo: Simplemente porque
nunca supieron cuál era su verdadera
extensión y mucho menos cuales eran
sus límites. Pero ahora que ya están
totalmente definidos, habrá quien
La diplomacia ecuatoriana siempre fracasó al tratar de resolver nuestros problemas limítrofes.
introduzca en la Constitución el texto
que indique que el territorio continental
ecuatoriano está determinado por el
Tratado Muñoz Vemaza-Suárez, por
el norte; y por el Protocolo de Río de
Janeiro, por el este y sur?
La Diplomacia Ecuatoriana
A partir de 1830, y durante más de un
siglo, los diplomáticos ecuatorianos
-siempre dispuestos a un arreglo
amistoso y franco- se empeñaron en
determinar la línea limítrofe entre el
Ecuador y el Perú, acudiendo en algunos
casos al arreglo directo total o parcial, y
en otros a la mediación. Pero debemos
aceptar que -a pesar de que su trabajo
fue laborioso- los resultados nunca
respondieron a su esfuerzo, que en todos
los casos resultó estéril y frustrante.
Ante los fracasos diplomáticos, los
gobiernos optaron por ocultarle al pueblo
la verdad en cuanto a sus relaciones
internacionales, adormeciéndola en un
letargo de tranquilidad ciudadana que
no estaba sujeto a la realidad histórica
de nuestro país sino -precisamente- a su
desconocimiento e ignorancia.
61
62
"y he aquí que la general
pusilanimidad de los gestores, y
el beneplácito incondicional de
los ciudadanos para mantenerse a
ciegas, ha terminado por vigorizar
las raíces de una política ecuatoriana,
probablemente única en el Universo:
Estamos crónicamente atacados
de una diplomanía -dispensemos
el vocablo- sentimental e idealista,
digna de las doctrinas de Jesucristo o
CampaneUa, pero de ninguna manera
conveniente para un pueblo que tiene
como vecino a un conquistador, que
escudriña con astucia el momento
propicio para echar el zarpazo"
(Crnel. Rafael A. Puente.- La Mala
fe Peruana y los Responsables del
Desastre de Zarumilla, p. 24).
Límites con el Perú: El Tratado
~osquera-Pedemonte
En 1873 -es decir 43 años después
del nacimiento de la República- el
Dr. Vicente Piedrahita informó al
gobierno del Dr. Gabriel García
Moreno que, mientras asistía como
Ministro Plenipotenciario del Ecuador
al Congreso Americano reunido en la
ciudad de Lima, había descubierto en la
Legación de Colombia los documentos
relacionados con el Protocolo
Mosquera-Pedemonte. Fue a partir de
entonces -solo desde entonces- que
nuestro país empezó a sostener que el
río Amazonas -de acuerdo con dicho
documento- era el que determinaba sus
límites con el Perú.
Ahora bien, según sostuvo y sostiene
el Ecuador, el Protocolo Mosquera
Pedemonte fue firmado el 11 de agosto
de 1830, en Lima, con la intervención
de los ministros Gral. Tomás Cipriano
Mosquera, en representación de
Colombia; y Sr. Carlos Pedemonte, a
nombre del Perú.
Pero resulta que para esa fecha -11 de
agosto de 1830- ya se había iniciado la
disgregación de la Gran Colombia. El
13 de mayo -es decir tres meses antes- el
Gral. Juan José Flores había proclamado
la separación del Distrito del Sur y la
creación del Estado Ecuatoriano, y
pocos días después había convocado a
una Asamblea Constituyente que debía
reunirse en la ciudad de Riobamba; es
decir que, cuando supuestamente se
llevó a cabo dicha reunión en Lima,
el Ministro Colombiano, Gral. Tomás
Cipriano Mosquera, ya no podía firmar
ningún acuerdo limítrofe entre las dos
naciones, puesto que estas ya no eran
vecinas (entre ellas se interponía el
Ecuador) y si 10 hubiera hecho este
documento no tendría validez, porque
Colombia -repito- ya no limitaba con
el Perú.
Es más, la Constitución de 1830, que
es la que da nacimiento a la República
del Ecuador, ya pretende establecer los
territorios del estado ecuatoriano, sin
l
considerar ningún arreglo limítrofe
suscrito anteriormente entre las
repúblicas de Colombia y Perú. ya que
no los menciona en ninguno de sus
artículos.
Pero existe algo más: parece que el
II de agosto de 1830, fecha en que se
supone se firmó dicho documento, el
Gral. Tomás Cipriano Mosquera -al no
tener ya misión que cumplir en Lima
habia abandonado el Perú y navegaba
de retorno a su país en la goleta
'"Guayaquileña". que habia zarpado del
Callao el día anterior, tal cual consta
en una publicación periodística peruana
de la época; y lo que es más, parece
que al Ministro Peruano -Sr. Carlos
Pedemonte- por motivos de enfennedad
lo sustituia -cn csa fecha- el Sr. Marias
León. Finalmente y para crear más
dudas y complicar mas el asunto, la
diplomacia peruana afirma que el
Ecuador solo ha presentado copias de
copias supuestamente encontradas en
el archivo del Sr. Mariano Felipe paz
Soldán.
Surge entonces una pregunta:
¿existe o existió en realidad dicho
documento ... ?
En este punto es preciso destacar el
becho de que el notable historiador
colombiano Sr. Carlos Benedetti, en
CttJquu que muurra cual suío lo lineo limítrofe CIOtWdudo f!n d lnuistnJte
Protocolo MosqwraPeckmomc.
63
"Tumbes, Marañón o la Guerra", al igual que muchas fantasías, no es otra cosa que una disparatada frase patriotera.
64
su "Historia de Colombia" publicada
en 1887, es decir, apenas cincuenta y
siete años después de los sucesos, no
menciona -para nada- la existencia del
Tratado Mosquera-Pedemonte.
Tengo en mi biblioteca un "Atlas
Histórico Geográfico de Colombia",
editado bajo los auspicios del Archivo
General de la Nación y la Comisión V
Centenario de Colombia, con mapas
que van desde 1574 hasta 1906; pero
entre ellos no aparece ninguno que haga
referencia al tan mencionado Protocolo
Mosquera-Pedemonte, supuestamente
firmado entre Colombia y Perú.
Finalmente, en el hipotético caso de que
sí se hubiera firmado, dicho Protocolo
no fue ratificado ni por el Congreso de
Colombia ni por el Congreso del Perú;
en consecuencia, tampoco tendría
validez.
A lo señalado anteriormente, hay que
sumar dos hechos de trascendental
importancia en lo que respecta a lo
relacionado con este protocolo: El 2
de febrero de 1887 (57 años después
su supuesta firma y 23 desde que se
denunció su improbada existencia), el
gobierno del Dr. José María Plácido
Caamaño nombró al Sr. Benigno
Orellana con el cargo de Vicecónsul del
Ecuador en Iquitos, población situada en
la margen izquierda del río Amazonas,
en territorios que nuestro país -hasta
antes de la firma del Protocolo de Río
de Janeiro- reclamaba como suyos, de
acuerdo con el inexistente Protocolo
Mosquera-Pedemonte. Ese mismo Sr.
Ore llana, en 1890 fue designado Cónsul
del Ecuador, en ese mismo lugar, durante
el gobierno del Dr. Antonio Flores
Jijón.
Definitivamente el Ecuador jamás había
ejercido ni ejercía soberanía alguna
sobre las regiones amazónicas, pero
el oficialismo diplomático ecuatoriano
pregonaba la audaz mentira de que
"el Ecuador mantenía los derechos
y la posesión del Marañón en
conformidad con las cédulas ... ",
falsedad que se constituyó en dogma
del engañado patriotismo que se
arraigó en la conciencia popular y
que hoyes muy difícil rectificarlo"
.- (Francisco Sampedro V. / El Espacio
Territorial Ecuatoriano de 1830 a 1992,
p.42)
Pero eso no es todo, ya en 1884 también
había sucedido una cosa similar con el
nombramiento del Sr. Pedro Delgado,
a quien se designó con el cargo de
vicecónsul del Ecuador en Tumbes;
y en 1913 fue nombrado Cónsul del
Ecuador, en ese mismo lugar, el Sr.
Clotario Paz.
Surge entonces otra pregunta:
¿Existe consulado del Ecuador en
Guayaquil ... ? ¿Existe viceconsulado
del Ecuador en Riobamba ... ?
¿Existe consulado del Ecuador en
Lago Agrio ... ? No, no existen ... y no
pueden existir porque no puede haber
consulados de un país, dentro del mismo
país.
Con esta aclaración acabamos también
con la patriotera frase de "Tumbes,
Marañón o la Guerra", tan repetida
por los ecuatorianos antes, durante
y después de la amenaza peruana de
1910. Para entonces, ya Tumbes era
una población peruana.
En definitiva, si el supuesto Tratado
Mosquera-Pedemonte entre Colombia
y Perú no es mencionado para nada en la
Historia de Colombia, si no aparece en
los mapas históricos de Colombia, si los
supuestos firmantes del mismo no tenían
capacidad para hacerlo en la fecha que
se supone fue firmado, si cuando se
supone fue firmado ya Colombia y Perú
no eran países vecinos y por lo tanto no
podían firmar un tratado de límites, si
tanto los gobiernos de Colombia como
del Perú niegan su existencia, si en el
caso de que se hubiera firmado, nunca
fue perfeccionado ni por Colombia
ni por Perú, y si el Ecuador establece
oficinas consulares en Iquitos y
Aunque sea muy difícil, debemos aceptar que ¡El Ecuador jamás fue país amazónico!
que -definitivamente- el Protocolo
Mosquera-Pedemonte no existe y lo
que es más triste, ¡el Ecuador jamás
fue país amazónico ... !.
Contradicciones relacionadas con el
Protocolo Mosquera-Pedemonte
En la página 263 de su obra "Capítulos
- Apuntes Varios", publicada en Quito
en 1945, ManuelA. Yépezdice: "Este
Protocolo, publicado por primera
vez en el Ecuador y totalmente
desconocido hasta hace poco, fue
descubierto por nuestro inteligente
y muy recomendado Encargado de
N egocios en Lima, Don Augusto
Aguirre Aparicio": Por su parte, en
su Conferencia en Homenaje al Gral.
Andrade, Luis Robalino Dávila dice:
"Si Vicente Piedrahita, el año 1873,
descubrió la existencia del Protocolo
Mosquera-Pedemonte en los Archivos
de la Legación de los Estados U nidos
de Colombia en Lima, Julio Andrade
obtuvo en Bogotá una copia de dicho
instrumento". Finalmente, Carlos de
la Torre Reyes, en la página 329 de
su libro "Piedrahita: Un Emigrado
de su Tiempo", publicado en Quito
en 1988 afirma: "Este documento
65
El Protocolo Mosquera-Pedemonte, sobre el que el Ecuador pretendió demostrar sus derechos sobre la margen izquierda del río Amazonas, definitivamente, no existe.
66
primordial para la defensa de los
derechos territoriales ecuatorianos
fue descubierto por Vicente
Piedra hita en la Legación de
Colombia en Lima ... Solamente en
1906, el Ministro Plenipotenciario del
Ecuador en Colombia, General Julio
Andrade pudo conseguir, gracias a su
diligencia, una compulsa del referido
protocolo ... ".
Como si esto fuera poco, el hi,storiador
Francisco Sampedro, quien fuera uno
de los más notables Miembros de la
Academia Nacional de Historia, en
la página 28 de su obra "El Espacio
Territorial Ecuatoriano de 1830 a 1992"
dice: " ... aquel Protocolo permaneció
desconocido en el siglo pasado hasta
el año 1904 guardado en los Archivos
de la Cancillería Colombiana"
Finalmente, y para terminar de confundir
las cosas, en la Revista de la Universidad
de Guayaquil correspondiente a Enero
Julio de 1933, aparece publicada la
segunda parte de la tesis doctoral del Dr.
José María Egas, en la que, a partir de la
página 230, consta el texto del Protocolo
Mosquera-Pedemonte; y al terminar
este, en la página 232, una certificación
expedida el 9 de noviembre de 1870 por
el Ministro Residente de Colombia en
las Repúblicas del Pacífico, Sr. Teodoro
Valencia. ¿Cómo pudo obtener el
Ecuador, en 1870, una certificación
relacionada con un documento que
recién fue descubierto por Piedrahita en
1873 y que "permaneció desconocido
en el siglo pasado hasta el año
1904", o que "Solamente en 1906,
el Ministro Plenipotenciario del
Ecuador en Colombia, General Julio
Andrade pudo conseguir, gracias a su
diligencia ... "?
Como se puede apreciar, respetables
escritores e historiadores hacen
referencia al descubrimiento del
Tratado Mosquera-Pedemonte, pero no
logran ponerse de acuerdo ni en quién
lo descubre, ni en qué año, ni en qué
circunstancia, creando -lógicamente
grandes dudas en cuanto a su existencia,
o confirmando su inexistencia.
Finalmente, surge la pregunta: ¿Qué
importancia puede tener el Protocolo
Mosquera-Pedemonte si ya el Ecuador,
desde 1887 -con el establecimiento de
una oficina consular en Iquitos- había
renunciado a sus derechos sobre la
margen izquierda del río Amazonas?
Los Limites con el Brasil: Tr.bdo
Tobar Rfo Draneo
Al iniciarse el siglo XX los asuntos
limitrofes de la región amazónica
aún no habían sido resueltos ni por
Colombia. ni por el Ecuador. ni por el
Perú, ya que los tres paises no conocían
con certeza a quien pertenecían esos
territorios amazónicos. Fue entonces
que el 6 de mayo de 1904, a pesar de
Que nuestro palsjamás había establecido
oficialmente ningún poblado en esas
regiones, a petición del Brasil se finnó
el Tratado Tobar-Río Braneo, por medio
del cual el Brasil reconoció ser pais
limítrofe con el Ecuador.
Lo que nuestra historia no cuenta es
que en 1851 -cincuenta y tres aftas
antes- ya Brasil y Perú habían finnado
en la ciudad de Lima un tratado
que determinaba esa misma línea
COmo limite entre las dos naciones;
tampoco cuenta nuestra historia que
posterionnente, en 1925, Brasil firmaria
COn Colombia otro exactamente igual,
determinando una vez más esa misma
línea limítrofe. porque en definitiva, lo
que a Brasil le importaba, no era con
quien limitaba sino hasta donde llegaba
su territorio, asegurándose, con los tres
paises, su dominio sobre esas regiones
de la amazonía.
CroqUIS que muesrro la lineo limitrofe que BrasIl m-urJ6 con Ecuador. Perú yColQmbio.
67
Límites con Colombia: Tratado
Mufloz Vernaza-Suárez
Con Colombia nuestra situación
limítrofe también fue -desde el
principio- muy incierta.
Después de haber sido cercenado
nuestro territorio no solo por la Ley de
División TelTitorial de Colombia del 25
de junio de 1824, sino además por el
tratado Arteta-Obando Posada -firmado
en Pasto en 1832- que determinó los ríos
Carchi y Caquetá eomO limites entre las
dos naciones, y luego de varios tratados
o acuerdos que no tuvieron fuera legal
por no haber sido aprobados, el 15 de
julio de 1916. dur.mte el gobiemo del
Gral. Lconidas Plua Gutlérrez se finnó
el Tratado Mui'íoz Vemaza-Suárc/., con
el supuesto propósito de cancelar ciertas
deudas que desde la independencia
Con lo jirm(/ (/el Trmodo MUl10z Vernoza-Suárn- nuutro país deb/6 sacrificar ulen.~Ol territorios a los qlle históricamef/ft! había pretendido desde las ~pocQS colOnloles_
En lafoto aparecen -dtt izquierda a den!cha- las J"e,io'l:s Carlos Adolfo Urnll'/a, Antonio José Uribe, A/~rla },{ul/QZ Yerna;:o, Mareos Fukl Suám, Nicalds Esguert'o, José Mario GOrIZÓle;: Valencia y Hernando HoIguín y Curo Altili, en f'I mismo orden, Albuto Muitoz lJortwo y el secretOriO de lo carrc,lIerw coIomblOrta.
Poro el delqaJo «uUloriall()jue un rnometIta Jo/uroso, para ('/ t!olomblono füe un triunfo má. fln su t!orr!?ru políllca, que la IIl'W1ría a alronzar lo ImlderJClo de Colombia poro el periodo de J 9 J 8 ° J 921"
68
mantenía nuestro país con Colombia
(Guaya-quil pagó por su independencia
y financió en gran parte las de Quito,
Pasto y Perú), y queriendo establecer
definitivamente los límites entre las
dos naeiones- de manera alegre e
irresponsable el Ecuador entregó a
dicho país una inmensa ex.tensiÓn de
territorio nororiental, en las regiones
altas del Putumayo.
Fue una entrega voluntaria .. .
graciosamente generosa ... por la que
nadie reclamó. No hubo una guerra de
por medio, no hubo ejército invasor, ni
amenaza política ... nada hubo, y sin
embargo el Ecuador entregó a Colombia
más de 180.000 k:m2 de territorios en
los afluentes del Putumayo, el Napo y el
Caquetá. Una extensión casi tres veces
mayor a la de todas las provincias de
la cosla.
En ~U~ croquu de pu~ apr«iar claramentf! -en color naranja- cuala fueron Ia.t tltrritorios que el "~lIodONedi6 a Colombia en 1916 en bale del Trotodo ,\I/,ila: H.'rlUlZlI-S"tÍfl.'Z, y enfronJos "enk~ y annmllas, la parte de esos terr,/urios qut: Colombia cedió al Pení en bale al Trotado Salomón-Lozano, SUSCrito en 1910.
De es/o manera el Ecuador q¡,¡ed6 ~m1Udto por uno "lena=a" puuana, qU~$e CU1'orlo ~n /942 con lafirma del Protocolo de Rfo de Ja~/ro, cerre1UJlldo ~ran parte del territorio oriental que el Ecuador reclamó .fiemprtt como propio y privando o nuestro pou de lid
ruplracíones sobre la Orilla l;qulercJa del río .~mazonas.
69
70
Esta generosa donación territorial tuvo
repercusiones el 24 de marzo de 1922,
fecha en que los ministros Fabio Lozano
y Alberto Salomón -en representación
de Colombia y Perú- firmaron un tratado
secreto por medio del cual Colombia
obsequió al Perú casi toda la parte sur
de los territorios que el Ecuador le
había entregado en 1916, permitiendo
así que nuestro país quede envuelto por
una tenaza.
Con la firma de este documento -que
traicionó la buena fe de los ecuatorianos
Colombia reconoció además ser país
limítrofe con el Perú, otorgándole
derechos sobre territorios que hasta
esa fecha y a falta de documentos
que prueben lo contrario, como señalé
anteriormente, podían considerarse sin
dueño, o al menos en disputa.
De esta manera, mientras nuestra
diplomacia se dormía en sus laureles,
el Perú lograba ser reconocido como
país limítrofe con Colombia y Brasil,
presisament6e en las regiones situadas
en la orilla izquierda del río Amazonas,
en territorios que el Ecuador reivin
dicaba como propios.
Los derechos territoriales que el Ecuador
argumentaba quedaron, desde entonces,
totalmente desvirtuados, huérfanos de
documentos, traicionados y sin un
sustento jurídico suficiente-mente
sólido como para poder defenderlos.
Acta del 6 de Julio de 1936 El Acta del 6 de Julio de 1936 está íntimamente vinculada con el llamado Protocolo Ponce-Castro
Oyanguren,jirmado en Quito el21 dejunio de 1924 por el Canciller ecuatoriano, Dr. Alejandro Ponce
Borja y el Plenipotenciario peruano Sr. Enrique Castro Oyanguren, por medio del cual ambos países
litigantes se comprometieron a someterse al arbitraje del Presidente de los Estados Unidos.
Debido a que este protocolo no se lo había podido poner en práctica y buscando lograr su ejecución en
su sede propia y en ambiente internacional propicio, el Perú convocó a una reunión en Lima, y el 6 de
julio de 1936 " ... los Plenipotenciarios de las partes, doctores Homero Viteri Lafronte y Alberto VlIoa,
convinieron en que el arbitraje previsto en el documento del 21 de junio de 1924 sería de derecho.
Se pactó también que los dos países mantendrían el "Statu Quo" de sus posiciones hasta el término
de las negociaciones en Washington y del proceso arbitral, sin que ello implicase reconocimiento de
derecho" (J. Tobar Donoso.- La Invasión Peruana y el Protocolo de Río, p. 80).
Como se puede ver, una vez más la candidez de los diplomáticos ecuatorianos impidió comprender que
"Lagarto que traga no vomita ", y si los peruanos se habían posesionado de la hoya amazónica, nada ni
nadie -por las buenas- los obligaría a retirarse.
El Acta del 6 de Julio de 1936
Para el PerG la cusa se le presentó
entonces sumamente fácil: conociendo
esa regla geométrica que dice que "La
distancia más corta entre dos puntos es
la línea recta", a partir de la firma del
Tratado Salomón-Lozano empezó a
ocupar sistemáticamente esos territorios
que consideraba suyos, estableciendo
destacamentos militares en las
cabeceras de todos los ríos importantes
de la región oriental; cosa que jamás
había hecho nuestro país.
Este hecho culminó durante la dictadura
del Ing. Federico Páez, cuando nuestro
país -de manera torpe y cándida- firmó
con el Pero la llamada "Acta del 6 de
Gel1eral Alberto Enríquez G.
Julio de 1936", por medio de la cual
reconoció las posiciones que -de heeho
el Perú mantenía en esos territorios; es
más, para esa fecha, el Ecuador no
tenía ningún puesto militar. ni signo
de posesión, en la desembocadura
de ninguno de los ríos que fluyen al
Amazonas.
Dos años después, S1l1 medir las
consecuencias de su acción, el entonces
Jefe Supremo Gral. Alberto Enríquez
Gallo envió una carta al gobernante
peruano, Gral. Osear Benavides,
proponiéndole que las negociaciones
limítrofes sean resueltas directamente
por los dos gobiernos, dejando a un
lado la mediación norteamericana.
Al respecto, en su folleto "La Carta
Jefe Supremo de la República del Ecuador A su Excelencia el señor General Osear R. Benavides Presidente de la República del Perú.-
Grande y buen amigo: Portador de la presente carta autógrafa, el Excelentísimo señor Ministro del Ecuador en Lima, Don Gonzalo Zaldumbide, tendrá honra deciros de viva voz cuan hondo y firme es el empeño de mi Gobierno en llegar a una solución de concordia y equidad, en el diferendo pendiente entre los dos países, con el ilustrado Gobierno que tan dignamente presidís.
Amplias, comprensivas instrucciones se han dado a la delegación Ecuatoriana para que pueda llevar a un feliz término, en Washington, las negociaciones que nos incumben al tenor del Protocolo de 1924. Abrigo la esperanza de que hallando nuestra Delegación en el espíritu que anima a la Delegación peruana igual lealtad de propósito, pronto se halle la buscada solución.
A pesar de tan fundada esperanza y como una prueba más de la inquebrantable amistosa voluntad que mueve a mi gobierno, habréis de permitirme, Excelentísimo señor y leal amigo, que me ponga desde ahora a contemplar el evento de que las negociaciones en Washington, por cualquier motivo, al tratar de arreglos directos de arbitraje parcial o total, tropiecen con dificultades, sean de orden jurídico o de otro orden, que retarden demasiado o imposibiliten, acaso el amigable entendimiento de los países hermanos, deben preferir a recursos menos propicios, ante igualmente pacíficos y legales pqra que cimentaren en armónica convivencia su mutuo bienestar.
(pasa a la página siguiente)
71
72
Autógrafa y sus Consecuencias", el
Cmel. Nicolás F. López dice: "la
malhada Carta Auténtica, dirigida
con fecha 30 de marzo de 1938 por
el señor Coronel Alberto Enríquez
G., Jefe Supremo de la República,
al General Oscar R. Benavides,
Presidente de la República
peruana, por medio del Ministro
Plenipotenciario del Ecuador en
Perú, Don Gonzalo Zaldumbide, a
cambiar, como cambió, el arbitraje
consultado en el Protocolo Pon ce
Castro Oyanguren, por los arreglos
directos que se ubicaran en Lima,
entregó los destinos de la República
del Ecuador a la imposición de la
fuerza, cuyo lógico y fatal resultado
tenía que ser el desmembramiento
del territorio ecuatoriano, en una
extensión que excediera a las más
extremadas exigencias de la ambición
impositiva y temeraria".
Esta carta-propuesta -enviada a espaldas
de la Junta Consultiva- desbarató la
estrategia ecuatoriana planificada por
la Junta y la Cancillería para demostrar
ante el mundo civilizado cuáles eran los
Para este evento, habréis, digo de permitirme, de aceptar que con igual espíritu invista al Representante del Ecuador, cerca de vuestra Excelencia, de los más amplios y suficientes poderes para que, coriformándose a oportunas instrucciones de Cancillería, pacte co'1fidencialmente con Vos y con vuestro eminente Canciller, los términos que puedan resolver en bien de las dos Repúblicas el antiguo litigio que las mantiene recelosas una de la otra y preocupadas por un porvenir que podría, una vez despejada la confusión e indeterminación actuales, inmediatamente unirlas con indiscutibles vínculos de recíproca bienandanza.
Os envío pues como fidedigno representante del espíritu que anima a mi Gobierno y al País entero, al mismo diplomático que ha procurado de antiguo la inteligencia que buscamos con decisión: He investido al Excelentísimo señor Zaldumbide de las facultades y autoridad que creáis del caso, para cuya eficacia os ruego negáis por bastantes las credenciales de que son testimonio esta mi carta y la expresión del perfecto acuerdo con que refrenda este paso el Canciller de la República del Ecuador, Doctor Luis Bossano.
Sea de buen augurio esta cordial expectativa, no dudo que el pueblo hermano, a quien habéis sabido inspirar confianza con tan visibles y promisorios signos de orden, ecuanimidad y prosperidad, verá en un arreglo equitativo con el Ecuador, el más digno coronamiento de vuestra proficua labor.
Leal y buen amigo
(f) A. Enríquez G.
Refrendada El Ministro de Relaciones Exteriores (f) Luis Bossano
Palacio de Gobierno, en Quito, a 30 de marzo de 1938
derechos que nuestro país reclamaba, y
pernlitió al gobierno peruano sustraerse
de las negociaciones de Washington para
manipular a su exclusiva conveniencia y
de acuerdo a sus intereses. el futuro de
las negociaciones entre los dos países.
Las consecuencia .. se verían tres aftos
más tarde, en 1941.
El Ecuador de 1940
El territorio determinado por el Acta
del 6 de julio de 1936, es el Ecuador
que e l Dr. Carlos Alberto Arroyo del
Río heredó el 30 de agosto de 1940,
cuando ascendió a la Presidencia de la
República.
Ya para entonces el Perú habla iniciado
los preparativos para la invasión,
tal cual lo hace constar el Dr. Julio
Tobar Donoso en su obm "La Invasión
Peruana y el Protocolo de Río", al
referirse a una circular del 12 de
diciembre de 1940, enviada a todas
las legaciones ecuatorianas, en la que
dice: "El Perú estA haciendo grandes
concentnciones de elementos béUcos
cerca de la frontera con el Ecuador.
En Talara ha reunido considerables
Croquis que determina hasta donde llegaban las posuÍOlW;s pnuDrtaf
cuando se finrtÓ el A('tu del 6 de Julio de /9J6. Como se puede wr, no exl.Jle mayor diferencia entre #!Sta situación y lo qu~ será ~I Protocolo de Rio tk Jandro.
73
"Anoyo MI Rio rruliuJ uno admini..flrocwn efica=yconstroctll'o. pero no logra impedir q/le $/1$ aJvenarlos -y lo ertm lodos los parrido.f políticos, menaf I!I /¡/Jera{· c,"" de él uno imagen depTllmmle. La agre.mm del Peni en 1941. en la que reducidas 1TOpO$ €k cobertura «uatorianaf, hI!roicam('nt~ hocen frente por casi un mes u cuunluMOS regImIentos penwnos espI!Clolmente uJirstrudru pura esta acclOn ogreriva, qu« logran aI.fin rr»rIper elfrrnt~ ckfouwo, con oombanko de ciudatks illckfensas y qllf~brantamlento t.k uno Irqlla concertada, uwm:.andn sobre la prol'lflda de El Oro. algo en !tI Je Lvja. así como en la Regiún Orje'l/"l, )' el Tratado de Río de Joneiro, tk /942, que recorta /tI territorio ecuat()riano en fa~'OI' dl!l ,,«Ino Peni,jinrwdo boja coocción moral y Juico, con do.f pnn-indas ocupados ~iaJmenll! por el enenllgo, sellczn la werte del gobll!l7IO del Dr:. Anoyo, derrocado pocos dios antes ck c/lmp/ir su mandato de cuatro oñin, por un movimiento TlfI'Oluc/onorio de unidad popular. en el que cor¡/fuyen desde conservodores hasta comunistas"
Jorge SIJ/I'Qdor Lllrll (Escono.' de lfi510ria Patria)
74
fuerzas aéreas so pretexto de temor de
un ataque a los depósitos de petróleo.
El Ecuador no ha aumentando sus
fuerzas ni ha concentrado ningún
elemento. Sfrvase comunicar estos
datos a esa CanciUería y nUIDifestar
que el Ecuador está dispuesto siempre
a recurrir a soluciones paciricas,
Mexterior",
Posi blemente con al ánimo de pesar
cuál seria la reacción ccuatonana, el 4
dc cnero de 1941, es decir, apenas cuatro
mcses después de que el Dr, Arroyo
del Río asumiera la Presidencia de la
República, fuerLaS peruanas atacaron
el puesto militar ecuatoriano de Corra l
Viejo, al tiempo que aviones militares
sobrevolaban el territorio ecuatoriano
cruzando Arenillas.
La agresión ya se había iniciado, pero
a pesar de estas advertencias y de otras
evidencias, el Comandante General del
Ejército, Cme!. F. Urrutia, en la sesión
de la Junta Consultiva que se celebró
el 12 de febrero de 1941 , expresó
que una invasión inmediata a nuestro
territorio era Imposible porque el Pero
..... neeesitarfa tener algo como 20 o
30 mil hombres cn el triángulo Paita
Piura-Sullana. Por otra parte, añadió,
el Crel. Pinto y el emdte. Cálvcz
tienen la impresi6n de que los oficiales
peruanos no quieren la guerra" (La
Invasión Peruano1' el Protocolo de Río,
p, 145,- Julio Tobar DOlloso).
Resulta "curioso", por decir lo menos,
que el Comandante General del Ejército
y dos altos oficiales militares no hayan
podido comprender la situación militar
que amenazaba a nuestro país, y
que hayan tomado las denuncias y
evidencias de manera tan irresponsable.
No se puede culpar al Gobierno por no
haber estado preparado para la el golpe:
El Gobierno estaba en la obligación de
escuchar la opinión de quienes -por su
profesión- estaban más capacitados para
cuantificar si existía o no una amenaza
a nuestro territorio.
En la sesión de la Junta Consultiva de
Relaciones Exteriores celebrada el2 de
mayo de 1941, el Crne\. Urrutia volvió
a restarle importancia a la presencia
de tropas peruanas en la frontera
afirmando que: "La presencia de esos
4.000 hombres sólo es una cobertura;
pues el Perú, según cálculos, debería
movilizar en caso de guerra al rededor
de 200.000 hombres. Con todo esto,
debo afirmar que el Ecuador está en
superioridad al Perú por el elemento
raza; los ecuatorianos son de índole
guerrera, mientras los peruanos son
pacifistas ... " (La Invasión Peruana y el
Protocolo de Río. p. 290.- Julio Tobar
Donoso).
¡~Li¡;S Ci~U~.t()r¡anos "OH de in(j,~;·,.'
glH.'rrera Jnientra~ qU(~ io~ pc'rual1( , son p~H.·itistas ... ~" {'! J
Qué poco conocía el Crnel. Urrutia a los
ecuatorianos ... qué desinformado estaba
con relación a la preparación militar del
ejército peruano. Estas apreciaciones
tan ligeras y despreocupadas sufrirían
un estremecimiento espantoso que
lo volvería a la realidad cuando esos
ecuatorianos a los que él calificó
"de índole guerrera", se convirtiesen
en incontenibles desertores, según
lo podremos ver en las páginas
siguientes.
Así las cosas y con las facilidades
militares que ofrecía el Ecuador, el
5 de julio de 1941 y comprendiendo
que desde el principio de los tiempos
el mapa político del mundo ha sido
demarcado primero por las armas
y luego por acuerdos y tratados
diplomáticos, sin mediar declaración
de guerra la gran maquinaria militar
del Perú atacó sorpresivamente las
débiles y mal armadas guarniciones que
nuestro país mantenía en la frontera del
Sur, concretamente en la provincia de
El Oro.
La intención peruana -que conocía su
superioridad bélica y se había preparado
desde muchos años antes para dar el
traicionero zarpazo- era la de obligamos
por la fuerza a una pronta capitulación y
75
"Años largos de descuido y de mala diplomacia nos condujeron al trágico final"
76
lograr la firma de un acuerdo o tratado
que le diera legalidad jurídica a la
posesión de esos territorios orientales
que, como hemos visto, mantenía de
hecho desde 1936.
El Cme!. F. Urrutia, para entonces
Comandante Superior del Ejército, en
su Relación Sobre los Acontecimientos
en la Frontera y su Entrevista con los
Ministros de los Países Mediadores, dice:
"La acción peruana de los días 5 y 6 de
julio estaba destinada, así lo supongo,
a provocar una reacción ecuatoriana
en momentos que nuestro país no
estaba preparado ... " -un mes antes
le había restado toda su importancia- y
más adelante, refiriéndose al Dr. Arroyo
del Río dice: "Solicitó las facultades
extraordinarias, atendió a mi pedido
de aumento de la fuerza de frontera
y decretó la creación de la V Zona
Militar" (Cm el. Rafael A. Puente.- La
Mala Fe Peruana y los Responsables
del Desastre de Zarumilla, p. 198
-199)
No se repita entonces lo que sus
detractores han afirmado inútil y
neciamente, insistiendo en que el
gobierno no tomó las medidas necesarias
para enfrentar la situación.
Nuestro país intentó defenderse, pero
tal cual 10 dice el historiador Alfredo
Pareja Diezcanseco, opositor de Arroyo
y uno de los principales protagonistas de
la asonada que el 28 de mayo de 1944
puso fin a dicho gobierno: "Años largos
de descuido y de mala diplomacia nos
condujeron al trágico final".
La situación de nuestro ejército era
verdaderamente desesperada, la falta de
preparación y el escaso presupuesto no
permitían la compra de material bélico,
y aunque el patriotismo ciudadano
clamaba por ir al frente de batalla, no
había cómo armarlo, alimentarlo, ni
transportarlo.
Pero eso no era todo, a esta situación
alarmante había que sumar la absoluta
falta de preparación y logística que
existía en el Ejército Ecuatoriano,
que es demostrada por el propio
Crnel Urrutia quien, en su calidad de
Comandante Superior del Ejército, con
fecha 11 de julio de 1941 dirigió al
Crnel. Rodríguez -Comandante de la
recién creada V Zona Militar- el oficio
No. 256 en el que le dice: "En vista
de todas las informaciones que hay
respecto a la presunta invasión del
Perú, este comando está tomando
todas las medidas aconsejables para
contrarrestar dicha invasión" (Cma/.
Luis Larrea Alba.- "La Campaña de
1941" p. 95).
EstonosólodcmucstraladcsinfOlmación
que existía en el Alto Mando Militar,
sino que el Crne!. Urrutia, a pesar de
que desde los días 5 y 6 ya se habían
iniciado las primeras agresiones, aún
consideraba a estas como el inicio de
"una presunta invasión".
"El punto más endeble de nuestra
situación defensiva estaba constituido
por la falta de dirigentes militares. La
actitud pasiva y desorientada que se
observó en los años que precedieron
al conflicto y en los meses y días
anteriores a los primeros ataques a
nuestras débiles fuerzas de vigilancia
de frontera, hizo notar que nuestro
Alto Mando careCÍa de todos los
atributos para encarar, con energía
y con serenidad, situaciones de
verdadera responsabilidad" (Crnel.
Luis Larrea Alba.- "La Campaña de
1941" p. 14).
No tuvo problemas el Perú para
destrozar y arrasar con nuestros
pequeños y débiles destacamentos
fronterizos, algunos de ellos defendidos
heroicamente, para luego avanzar y
adentrarse por la provincia de El Oro.
Tal fue así, que en la edición del 28
de julio de 1941, diario El Comercio
de Lima dice: "Derrotados los
ecuatorianos en tierra, mar y aire,
y deshecho su ejército de línea, sólo
puede aspirar a que se suspendan
las hostilidades. En cambio, fácil
""El punte, rnás endeble de nU('Stra
~¡tuación defensiva estaba constituido por la falta de dirig('nte~ Inilitares~~
resultaría para las tropas peruanas
continuar aquellas, y proseguir su
avance hasta Guayaquil, para dictar
allí las condiciones de paz".
En esas condiciones de tremenda y
dramática desventaja -con su territorio
invadido por fuerzas militares peruanas
y con la amenaza terrible de que caiga
Guayaquil- el Ecuador asistió a la
Conferencia de Cancilleres que en
los primeros días de enero de 1942
se reunió en Río de Janeiro, capital
entonces del Brasil, llevando ante
este organismo internacional nuestro
sangrante problema territorial. La
delegación de nuestro país estuvo
integrada por notables y destacadas
personalidades jurídicas, políticas y
económicas como los doctores Julio
Tobar Donoso, Ministro de Relaciones
Exteriores; Humberto Albornoz,
Presidente de la Junta Consultiva;
Alejandro Ponce Borja, Consultor
Jurídico; Eduardo Salazar Gómez,
Asesor Económico; Enrique Arroyo
Delgado, Ministro en el Brasil; Luis
Bossano, ex-Ministro de Relaciones
Exteriores; Gonzalo Escudero, Ministro
en Chile; y los señores Juan X. Marcos,
Aseso'r Económico; y Carlos Tobar
Zaldumbide, Secretario de la Legación
en el Brasil y de la Delegación en Río
de Janeiro.
77
" .. .Ias pretensiones del Perú son sin límites; después de cinco días les invaden""
78
La delegación ecuatoriana defendió
brillantemente y con sólidos argumentos
históricos el honor y los derechos
territoriales de nuestro país, denunciando
además la forma traicionera como
había sido atacado; pero las artimañas
y astucia de los peruanos lograron
embaucar a los delegados de los países
mediadores, Argentina, Brasil, Chile y
Estados Unidos, quienes presionaron
a los ecuatorianos para que acepten la
firma de un tratado por medio del cual el
Ecuador debía de ceder, en nombre de la
paz, gran parte de su territorio oriental y
los derechos que defendía sobre la orilla
izquierda del Amazonas.
Nuestra delegación rechazó
rotundamente dicho documento, e
inclusive se negó a tratar el asunto
mientras el territorio ecuatoriano
estuviera invadido por las fuerzas
militares peruanas, pero el Canciller
del Brasil, Sr. Oswaldo Aranha, señaló a
nuestra delegación que si el Ecuador no
aprovechaba la oportunidad de lareunión
de Río de Janeiro, los países mediadores
se retirarian dejando nuestro destino a la
suerte de las armas, destacando además
que" ... las pretensiones del Perú son
sin límites; después de cinco días les
invaden" (Julio Tobar Donoso.- La
Invasión Peruana y el Protocolo de
Río. p. 409).
Esta situación amenazante fue
confirmada por el Cmel. F. Urrutia
quien, en su Relación Sobre los
Acontecimientos en la Frontera y su
Entrevista con los Ministros de los
Países Mediadores dice: " ... parece
que el señor Ministro de Estados
Unidos creyó oportuno convencerme
de la conveniencia de la cesación de
hostilidades (que en el fondo de mi
conciencia la deseaba) y me dijo: Si
el Ecuador no acepta la propuesta
nuestra que es basada en lo que ofrece
el Perú en sus respectivas condiciones,
no podemos hacer más por una
pacificación. El Perú se lanzará a
una guerra a fondo, bombardeará
Guayaquil; su aviación avanzará
hasta Quito ... " (ernel. Rafael A.
Puente.- La Mala Fe Peruana y el
Desastre de Zarumilla, p. 208).
Conociendo esta delicadísima situación,
el Ministro de Defensa Nacional, Cruel.
Carlos A. Guerrero -pundonoroso y
distinguido militar a quien por sus
conocimientos y dotes de organización
se lo había llamado a dirigir el
Departamento de Defensa a raíz del
desastre fronterizo- presentó a la Junta
Consultiva -el 19 enero de 1942- una
exposición en la que en algunas de sus
partes dice: " ... EI Ecuador no tiene
ejército para la defensa de su
soberanía. En Aviación, cero; En
Marina, dos cañoneras sin munición:
El Presidente Alfaro y el Calderón.
La defensa de la costa, nula ... La
fuerza de infantería no puede ser
atendida eficazmente por falta de
elementos materiales disponibles ... La
munición en cantidad estrictamente
indispensable, hay que gastarla con
rigurosa economía, para que no
llegue el momento de quedarnos
sin nada ... En estos datos, que dan
la medida de nuestra tristísima
realidad militar, tiene la Junta los
elementos de juicio para aconsejar
al gobierno el arreglo pacífico del
problema o su solución por la fuerza.
Porque, en mi concepto, resistirse al
arreglo, sería escoger la guerra, con
la seguridad de la absoluta derrota ...
Como soldados estamos obligados
a aconsejar la guerra cuando hay
posibilidades de triunfo. En caso
contrario, es nuestro deber indicar
la paz ... N o podemos atenernos a la
eventualidad de impedir, si llegase el
caso, un desembarco en Guayaquil ...
Si estuviéramos en condiciones de
hacer la guerra, con probabilidades
de llegar a la victoria, es claro que
no sería otra la actitud del Ecuador.
Pero, en las circunstancias actuales,
estoy seguro que no habría ningún
militar, ningún soldado que fuese
"El valor solo no cuenta si no se dispone de los elementos necesarios de defensa ... "
partidario de la lucha armada ... Si
no se llega en estos días, a un arreglo,
va a atacar Guayaquil, empresa para
él relativamente fácil de realizar, ...
tomado Guayaquil, no podría resistir
el golpe, peor devolverlo al Perú ... "
(emel. Rafael A. Puente.- La Mala Fe
Peruana y el Desastre de Zarumilla, p.
167).
Ese mismo día, en sesión de la Junta
Consultiva realizada en Guayaquil,
el señor don Luis Vernaza, uno de los
guayaquileños más notables y cuya
opinión era respetada y aceptada
por toda la ciudadanía, se expresó
en los siguientes términos: "El señor
doctor Navarro nos ha planteado el
problema en términos claros. Se trata
de aceptar una de estas dos derrotas:
La de los amigos que nos vuelven la
espalda (refiriéndose a los países de
América) o las que nos impusiera el
Perú después, con el triunfo de sus
armas, en una invasión. Preferible en
todo caso la primera, por ser menos
vergonzosa ... En cien años de vida
republicana, el debilitamiento del
país ha sido siempre en ritmo más
descendente ... no pongo en términos
de duda la ocupación de Guayaquil.
No es posible defenderla sin cañones,
sin buques, sin nada.
79
El valor solo no cuenta si no se
dispone de los elementos necesarios
de defensa... Por todas estas
consideraciones sólo nos queda
un camino: la solución de fondo,
relativamente honrosa, en Río de
Janeiro, antes que un arreglo posterior,
impuesto por las annas" (Julio Tobar
Oonoso.- La Invasión Peruana y el
Protocolo de Río, p. 435).
Las presiones razonadas con sentido
patriótico iban cerrando el cerco y
demostrando la imposibilidad de hacer
frente al Perú y sostener una guerra
que hubiera resultado desastrosa; fue
por eso que pocos días más tarde -el
24 de enero- el mismo Cmel. Guerrero
presentó al Presidente la renuncia de su
cargo exponiendo -entre otras cosas- lo
siguiente:
"La insuficiencia de recursos
económicos y la imposibilidad de
conseguir armamento han anulado
todos los propósitos de organizar
una fuerza militar capaz de hacer
respetar la soberanía nacional... en
tan adverso estado de cosas, ¿cómo
hacer frente al ejército peruano,
organizado, armado, equipado con
años de anticipación, movilizado
casi por completo y que cuenta para
este año con más de cuatrocientos
millones de sucres, exclusivamente
para gastos militares? ...
Carta de renuncia del Cmel. Carlos A. Guerrero al cargo de Ministro de Defensa
Quito, a 24 de enero de 1942
Señor Presidente de la República:
La insuficiencia de recursos económicos y la imposibilidad de conseguir armamento han anulado todos los propósitos de organizar unafuerza militar capaz de hacer respetar la soberanía nacional. Ni un avión, ni una arma han llegado de los Estados Unidos. En el semestre (le! año pasado, el Ministro de Defensa solo pudo contar con CATORCE Y MEDIO millones de Presupuesto Extraordinario, provenientes del préstamo del Banco Central, para vestir, equipar, alimentar, alojar al Ejército, aumentar sus escasos efectivos, organizar almacenes y depósitos, servicios sanitarios y de abastecimientos y para el mantenimiento de vías y medios de comunicación, de indispensable necesidad militar. Naturalmente, los resultados obtenidos guardan lógica proporción con la exigüedad de recursos.
Para 1.942 la situación de la defensa nacional presentará caracteres más graves. El Congreso Nacional, reunido en plena invasión peruana, con tranquila despreocupación, asignó al Ministro de Defensa los mismos veinticuatro millones, seiscientos mil sucres ae 1.940, inferiores a los destinados para gastos militares en pasados años, y esto a pesar de haber hecho conocer a la Comisión de Presupuesto que se necesitarían setenta y dos millones de sucres. Ante esta situación, el Gobierno, creando nuevos impuestos y venciendo dificultades y oposiciones al financiamiento de ellos, destinó para gastos extraordinarios doce millones de sucres, para seis meses en teoría, para todo el año, en realidad. ¿Qué puede hacerse con doce millones, si catorce y medio para seis meses, no han permitido un desarrollo apreciable de las Fuerzas Armadas?
En tan adverso estado de cosas, ¿ cómo hacer frente al ejército peruano, organizado, armado, equipado, con años de anticipación, movilizado casi por completo y que cuenta para este año con más de cuatrocientos millones de sucres, exclusivamente para gastos militares?
Nuestro Ejército, regado en cordón por toda la frontera marítima y terrestre de Occidente, Sur y Oriente, sin reservas, sin armamento, ni equipo adecuado, es débil en todas partes. Propiamente solo hace acto de presencia y soberanía. En caso de ataque afondo, el Perú puede romper la lmea en cualquier punto.
80
En consideración a la debilidad
militar del Ecuador y a fin de
salvar su existencia, he opinado
y sigo opinando que el país debe
resueltamente sacrificar sus
aspiraciones sobre el Marañón y
aceptar sin regateos la línea oriental
que los países mediadores consigan
del Perú, cualquiera que sea.
No es así el parecer de la Junta
Patriótica y de la Junta Consultiva,
las cuales se adormecen con
la patriótica ilusión de que las
aspiraciones nacionales pueden ser
grandes, aunque no existan medios
para realizarlas ... ".
Finalmente, en la sesión del 29 de
enero, la Junta Consultiva aprobó por
unanimidad y con voto individual
razonado la moción presentada por
el Dr. José Vicente Trujillo, en la que
dice: "Que se autorice al Canciller a
negociar a fondo un arreglo definitivo,
sobre la base presentada por Aranha,
pero procurando mejorarla en cuanto
fuere posible".
Queda claro entonces que no fue el
Dr. Arroyo del Río quien decidió la
firma del Protocolo de Río de Janeiro,
el Gobierno sólo comprendió la
dramática situación por la que estaba
pasando y aceptó la recomendación
del Ministro de Defensa que conocía
y a pesar de esto, hay que reducir los efectivos, desandar lo andado, para que alcance el Presupuesto. Es decir, al Ministro de Defensa solo le queda mirar impotente el desarrollo de los acontecimientos, tal como los quiera encauzar el Perú.
En consideración a la debilidad militar del Ecuador y a fin de salvar su existencia, he opinado y sigo opinando que el país debe resueltamente sacrificar sus aspiraciones sobre el Marañón y aceptar sin regateos la línea oriental que los países mediadores consigan del Perú, cualquiera que sea. No es así el parecer de la Junta Patriótica y de la Junta Consultiva, las cuales se adormecen con la patriótica ilusión de que las aspiraciones nacionales ,Pueden ser grandes, aunque no existan medios para realizarlas. Y tengo la convicción de que la mayOrla del pueblo ecuatoriano, convencido de su impotencia, aspira ahora a que desaparezca la agresión del Perú, se nos devuelva la Provincia de El Oro, venga la paz y se procure remedio a su pobreza y atraso.
Señor Presidente, si se toman en cuenta las circunstancias de carácter militar y de carácter diplomático que he mencionado, se convendrá conmigo en que no me resta programa ninguno que realizar, ni tarea comenzada que terminar. Mi permanencia e el Ministerio sería estática, digamos burocrática, para seguir dando de baja soldados fuera de presupuesto. Ruego al señor Presidente excusarme de desempeñar este papel y le suplico relevarme del cargo con que me honró hace cinco meses y medio, cargo que renuncio enforma irrevocable.
Del señor Presidente con todo mi aprecio y mis respetos.
(f) C. A. Guerrero
Al Excelentísimo señor Dr. Carlos Arroyo del Río Presidente Constitucional de la República Presente.
81
Histórico foIografw qw ",ucs/ro 10$ drumOrico monwntru qlle enl1la!f:arvn (afirma lkl Pro/oco/o de Rlo de JaMlro, el 19 de etWrf) de 1941 COIIStan en ella, en/IY otros. el cancIller puuano Sr. Alfredo SoII}' Mllro; el ~"II~SttrrtarlD de ntlMla
de lo.r EE. UU., Sr SlImmer Wd/a; el canciller de Chile. Sr. Jllan 8 H.ossettl; el concilie de Argcntlffo, Sr. Ennqw RIIJ:. GIIlAa:ai. el concilio de Brruil, Sr ChKnldo Aronho y el cancIller de nllQtrO paLt, Dr Jllllo Tobur Donoso
la realidad militar que el Eeuador vivía
en esa época dolorosa, y la resolución
adoptada por la Junta Consu ltiva.
A esto hay que agregar la opmión de
los diferentes observadores militares,
quienes ya hablan opinado en relación a
la situación que se vivía, llSeb'llrando que:
"SI el Ecuador se negase a acepta r las
condiciones a proponerse por Perú, se
completarla la ocupación de El Oro
y se avanzaría sobre Loja, C uenca
y Guayaquil. No sólo la negación
sino aún cuando se produjera una
aceptación a la propuesta, el Puú
adoptaría tal conducta si es que el
--82
Ecuador dilata la firma del tratado
que finiquite el problema de las
frontera," (La Invasión Peruana y el
Prolocolo de Río, p. 436.- Julio Tobor
Donoso).
Fue en tonces y so lo entonces que
-obligado por el razonamiento
patriótico de ciudadanos responsables,
por las presiones mi litares peruanas
y con la venia de los países garantes,
Argen tina, Brasi l, Chile y Estados
Unidos; que también habían crecido
a costa de tenitorios arrebatados a
sus vecinos- en nombre de la paz
continental, a la 1 ;20 de la madrugada
del 29 de enero de 1942, en el Palacio
de Ytamarati, el Ecuador fue obligado a
firmar el "Protocolo de Río de Janeiro",
por medio del cual -con una que otra
rectificación- se le dio legalidad jurídica
a la ocupación que desde muchos años
antes mantenía de hecho el Perú en
territorios de la región oriental.
Ese mismo día, luego de firmar el
documento, el Dr. Tobar Donoso envió
al Dr. Arroyo del Río el siguiente
telegrama:
"Para Presidente de la República.
Vista gravedad de las circunstancias
asumí conscientemente responsa
bilidad de firmar un convenio
preliminar que reduciendo consi
derablemente nuestras aspiraciones,
no impide rectificaciones necesarias.
Allá explicaré las enormes razones
que obligáronme .a dar este paso.
Caso crea usted conveniente, fin
salar dificultades primer momento,
autorÍzole declarar que yo he
procedido por mi propio arbitrio,
imponiéndome voluntariamente,
sin aprobación de usted, esta grave
carga. Listo asumir exclusiva
responsabilidad con el fin de que
caiga sobre mí todo el peso de la
opinión pública, si encontrare que
he procedido ¡nconvenientemente.
Tobar". (1)
El 29 de enero de 1942 quedaron -por primera vez en la historia- definidos los límites entre el Ecuador y el Perú.
Es indudable que el Dr. Tobar Donoso
aún confiaba en la justicia internacional
y con extraordinaria habilidad había
logrado introducir en el texto del
protocolo algunos señalamientos que
haría de este un documento nulo; uno
e ellos el contemplado en el Art. 11,
en el que demuestra y confirma que
nuestro país firmó el protocolo por
estar invadido por las fuerzas militares
peruanas.
El Dr. Arroyo del Río se negó a aceptar
el sacrificio del Dr. Tobar Donoso
y de inmediato la respondió con un
telegrama a través del cual le ofreció
todo su respaldo:
"Para Tobar Donoso.- Agradezco su
cablegrama. Mi fe en su patriotismo
y decisión por defender los intereses
nacionales, es hoy la misma de ayer
y de siempre. Tengo seguridad que
usted habrá agotado los esfuerzos
por servir causa de nuestra Patria.
Admiro, una vez más, su generosidad
de ánimo. No veo motivo para que
usted quiera asumir responsabilidad
exclusiva. Ansío conocer línea
convenida. Abrazo cordialmente.
Presidente de la República". (2)
(1 y 2) Por la Pendiente del Sacrificio, p. 384 Y 385.- Carlos Arroyo el Río.
83
El 29 de enero de 1942 quedaron -por
primera vez en la historia- definidos los
límites entre el Ecuador y el Perú. Es
cierto que se mutilaron la" expectativas
territoriales amazónicas que nuestro país
defendía, pero es preciso aclamr que
« ... de In pérdida de más de 300.()()() km'
que se cargan a la firma del Protocolo
de Río de Janciro, la pérdida neta -con
cifras que pode-mosexhibir- fue sólo de
13.480 km2. El resto, de facto, lo tenia
ya ocupado, contra todo derecho, el
Perú ... )~ (R. P. Jorge Chacón s.i. revista
"Cuando u recuerda la Invasión peruona y la posterior firma del Protocolo de RíQ eJe Jandro de /941, s~ Incurren en dos folocios que fIQ corrrsponden a la verdad histórica Se suela q/irmar que por dicho tratado. Ecuador perdió centenarl'S lk kilómetros de su tc"ilorio oriental y la cundid/m de estado ri~1to dttl Amazona.f; y que los respontables de la derrota militar y JiplomatU:a qlle sufrio d país fueron el gobierno de aquella época y particufarmenle su canciller ...
... fo derroto militar y diplomática sufrido por Ecuador fue la consecuencia rkswnfuraJu, pero inevitables, dd desorden político y del deterioro económico ciel paú, fmómelKU coridianru q~ impidiD'OI1 ni progreso etI campo alguno, e.rfWCiafmcme en los años que prttedieron a conjIicto ".
Dr, OSVDldo Hurtado lA"Ctl (Jutio Tobor Donoso: Cnrlenorlo H p. J 53)
84
«Catolicismo», enero de 1965).
Lo que no se ha dicho, lo que se ha
ocultado con malevos fines políticos,
es que gracias al Protocolo de Río de
Janeiro nuestro país logró recuperar las
provincias de El Oro y Loja, que estaban
invadidas por el ejército peruano, cuyos
oficiales nunca pudieron comprender
cuál habia sido la razón de sus triunfos
militares, si finalmente debían devolver
esos ricos territorios a sus legítimos
due"os.
La finna del Protocolo de Río de Janeiro
-que es el único documento que desde
el nacimiento de la República, en 1830,
detennina los limites entre el Ecuador
y el Perú, porque no existe y jamás ha
existido otro documento limítrofe entre
las dos naciones- significó un sacrificio
muy dramático para nuestro canciller,
El Dr. Julio Tobar Donoso debió
tomar, en cuestión de horas, una de
las decisiones más importantes y
dolorosas en la historia de nuestro país,
sin contar siquiena con las facilidades
para comunicarse con el Presidente
de la República, y menos aún con su
aprobación para la firma del mismo;
pero comprendiendo el terrible peligro
que se cernía sobre nuestra Patria,
enfrentó con su firma el implacable
juicio de la historia, que no fue otra
cosa que determinar, por primera vez,
los verdaderos limites l:nlre .. ::Cuador y
Perú.
Antes de continuar quiero dejar en
claro eso de que el Protocolo de Río
de Janeiro es el único documento que
detennina los límites entre Ecuador y
Peni; Y para eso voy a citar al erudito Dr.
Pablo Herrera, uno de los ecuatorianos
más versados en asuntos limitrofes,
quien por 1890 ·según sostiene Miguel
Valverde en la memoria reservada que
presentó ante el Congreso en 1905·
habla dicho: ..... La cuestión de limites
est' perdida para el Ecuador, en el
terreno del derecho. No tenemos un
solo documento para oponer a los
muchos que el Perú posee •.. .,
El Protocolo de Río deJaneiro es el único documento que desde el nacimiento de la República, en 1830, determina los limites entre el Ecuador y el Perú.
y esto no resulta raro si anali/..amos
el hecho de que " los archivos de la
Cancillería ecuatoriana hllbian sido
escrupulosamente saqueados". según
consta en una nota enviada ese mismo
afta por el Ministro de Chile en Quito,
Sr. Galo Irarrazábal, a la memoria del
Comisionado Regio Sr. Menéndez
Pidal; y que en Guayaquil, el Archivo
Colonial y de la Independencia había
CroqulJ q~ JN'ff~nta la liMO Ii,"ítrof~ tstablecida por el Protocolo de Rio de Jandro.
Si compora1PlOS este con ~I dt!lActa deJó de juflu d4.' 1916 (pag 73). Vf'lTmos que es muy poco lo dif~n!ncio entlT uno y olro. Estb demuestra, Indudoblenwnte, qllfl no fw el Protocolo de RIo de J_lro ~I qw privó al Ea«MJor de esas regioMs OIfIU..·ómcar.
N o fue el Protocolo de Il.ío de J aneiro el que arrebató a nuest.·o país los territorios de la anlazonía ... '-a eran ... siclnpre habían sido peruanos.
estado a cargo del erudito (¿espía ?)
ciudadano peruano Sr. Arturo García
(x), quien entre 1884 y 1885 había sido
Director de la Biblioteca de Guayaquil,
oportunidad que tuvo para sustraerse dc
dichos archivos toda la documentación
pertinente.
Es más, a partir de 1906, año en que
el según algunos historiadores, el
Gral. Julio Andrade habría conseguido
en Colombia la copia del supuesto
Tratado Mosquera-Pedemonte, nuestro
país intentó varias veces solucionar el
problema limítrofe con el Perú a través
de varios acuerdos o tratados que en
nada hacían referencia al Mosquera
Pedemonte, como la propuesta
presentada por el Comisionado Regio
Sr. Menéndez Pidal en 1908, que
aún nos daba derecho al Marañón
Amazonas y a grandes extensiones de
la meseta amazónica, hasta el Brasil; la
línea sugerida por el Consejo de Estado
Español en 1909, que nos mutilaba en
la meseta amazónica pero mantenía la
soberanía ecuatoriana sobre los orígenes
del Marañón-Amazonas; y el Protocolo
Ponce-Castro Oyanguren de 1924, que
si bien es cierto no estableCÍa una línea
limítrofe, marcaba un procedimiento
para buscar esa solución. Finalmente
hay quc hacer referencia a un
documento del que muy poco se habla:
el Acta de Lima de 1936, que no fue otra
cosa que la demostración de que -desde
muchos años antes- el Perú estaba en
posesión de las regiones orientales que
el Ecuador reclamaba, y la confirmación
de que ya no podíamos aspirar a los
territorios de la margen izquierda del
Marañón-Amazonas.
Entonces, no fue el Protocolo de Río de
Janeiro el que privó a nuestro país de sus
derechos sobre el río Amazonas ... No
fue el Protocolo de Río de Janeiro el que
arrebató a nuestro país los territorios de
la amazonía ... Ya eran ... siempre habían
sido peruanos.
El Dr. Arroyo del Río era Liberal...
El Dr. Julio Tobar Donoso -que firmó
el Protocolo- era conservador. Al
presidente Arroyo del Río le hubiera
sido muy fácil lavarse las manos
"ponciopiláticamente" y destituir al
canciller Tobar Donoso, haciéndolo
responsable del desastre; pero Arroyo
del Río -que era un caballero y un
hombre de honor- estaba conciente de
que el Protocolo de Río de Janeiro era
un documento salvador de la existencia
(x) El Sr. Arturo García fue uno de los diplomáticos más importantes del Perú, y como tal, en mayo de 1890 le correspondió firmar con el Dr. Pablo Herrera el llamado Tratado HerreraGarcía, para efecto del cual, seguramente aprovechó la documentación "desaparecida" de los archivos de Guayaquil.
86
de la Patria y por ello -a sabiendas de
las consecuencias políticas que este le
traería- en un gesto de nobleza de los
tantos que lo enaltecieron durante toda
su vida pública y privada, le brindó su
respaldo total e incondicionalmente.
Pocos días después de la firma del
Protocolo de Río de Janeiro su texto fue
publicado por la prensa y, cumpliendo
con lo dispuesto en la Constitución
vigente -que era la de 1906- con fecha II
de febrero el presidente Arroyo del Río
convocó a los Senadores y Diputados
de la República a un Congreso
Extraordinario que se instaló el 19 de
febrero de 1942 con la asistencia de
congresistas pertenecientes a todas las
ideologías políticas, para que sea éstc
quien apruebe o desapruebe la firma de
dicho documento.
Casi un mcs tuvo el pueblo ecuatoriano
para oponerse a la firma del Protocolo
y exteriorizar su rechazo al gobierno,
pero estas manifestaciones no se
EL CONGRESO DE LA REPUlICA DEL ECUADOR
Considerados los mensajes del señor Presidente de la República al Congreso Nacional acerca del Protocolo firmado en Río de Janeiro el veintinueve de enero último, dando término al secular litigio territorial ecuatoriano-peruano:
Oída la exposición hecha ante el mismo Congreso por el señor Ministro de Relaciones Exteriores y tres de los delegados del Ecuador a la Conferencia de Río; y
Atentas las circunstancias que han mediado hasta el momento en que el Canciller ecuatoriano hubo de firmar el mencionado Protocolo:
Decreta
Artículo Unico.- Apruébase el Protocolo de Paz, Amistad y Límites firmado en Río de Janeiro, el veintinueve de enero del presente año, por los Plenipotenciarios del Ecuador y el Perú, bajo los auspicios de Su Excelencia el señor Presidente del Brasil y en presencia de los señores Ministros de Relaciones Exteriores de la Arenita, Brasil, Chile y del Subsecretario de Estado de los Estados Unidos de América.
Dado en Quito, Capital de la República, a veintiséis de febrero de mil novecientos cuarenta y dos.
El Presidente de la Cámara del Senado (f) Julio E. Moreno
El Secretario de la Cámara del Senado (f) Césa . Bahamonde
El Vicepresidente de la Cámara de Diputados (f) Alfredo Sevilla
El Secretario de la Cámara de Diputados (f) Dr. Telmo N. Vaca del Pozo
Palacio Nacional, en Quito, a veintiocho de febrero de mil novecientos cuarenta y dos.
Ejecútese (f) C. A. Arroyo del Río
El Ministro de Relaciones Exteriores (f) J. Tobar Donoso
Es copia.- El Subsecretario de Relaciones Exteriores (f) Cristóbal Gangotena Jijón
(El presente Decreto fue publicado en el Registro Oficial No. 459 de 5 de marzo de 1942)
87
"El Tratado de Río de Janeiro entre el Ecuador el Perú., será mantenido como lo aconsejan los vitales intereses actuales de la patria ecuatoriana ... .,'
88
produjeron porque posiblemente el
pueblo comprendía "que con ese mal,
con esa injusticia, se habían evitado
males e injusticias mayores. De otro
modo los acuerdos de protesta, las
peticiones para que no fuese aprobado
el Protocolo, las manifestaciones
públicas, la acción de las Fuerzas
Armadas que habría podido ir
hasta la deposición del Gobierno,
como lo había hecho en la vida de
la República, se hubieran sucedido
sin solución de continuidad; pero el
pueblo ecuatoriano, quizás midió la
situación y apreció qué posibilidades
más graves podían derivarse de él,
si no se aprobaba aquel Tratado
de sacrificio" (Dr. Carlos Arroyo del
Río.- Por la Pendiente del Sacrificio.
p.401).
Con la tácita aprobación del pueblo
ecuatoriano y luego de las consultas
y reuniones pertinentes, el Poder
Legislativo, con fecha 26 de febrero
de 1942, expidió el decreto correspon
diente que en su artículo único dice:
"Apruébase el Protocolo de Paz,
Amistad y Límites firmado en Río de
Janeiro, el 29 de enero del presente
año ... etc. etc. etc."
Entonces llegamos a la conclusión de
que no fue el Presidente Arroyo del Río
quien por sí y de por sí aceptó la finna
del Protocolo de Río de Janeiro; fue el
razonamiento inteligente de un cuerpo
legislativo consciente que, interpretando
la voluntad del pueblo ecuatoriano,
decidió que así se lo haga, porque era el
único camino que le quedaba al Ecuador
para salvar su existencia.
Queda claro entonces que la finna del
Protocolo de Río de Janeiro se cumplió
por las presiones internacionales,
con nuestro territorio invadido y
por recomendación del Ministro de
Defensa; queda claro también que
fue aceptado por la ciudadanía y que
su aprobación fue decretada por el
Congreso Nacional.
Donde está entonces la culpabilidad del
presidente Arroyo del Río ... ?
A pesar de todo lo señalado
anterionnente, durante varios años -
casi 50- la demagogia política trató de
desfigurar los hechos dándoles aspectos
diferentes a la realidad. La verdad es
que la situación indefensa del país por
falta de annamentos, municiones, plan
de guerra, preparación militar, caminos,
marina, aviación, recursos económicos,
etc. -todo ello en pleno conflicto
mundial que dificultaba cualquier
gestión- impidió nuestra defensa y nos
colocó en una posición sumamente
grave. Se inculpó al gobierno de no
haber mandado fuerzas a la frontera;
pero éste procedió de acuerdo con las
realidades, escuchando solamente los
dictámenes que debía oír y actuando
con toda serenidad para evitar que
el desastre sea mayor. Si contra la
opinión de quienes debían darla, en
las condiciones defensivas en que se
encontraba el país, hubiera enviado
hombres armados a sostener una lucha
desigual en la frontera, quién sabe
cuáles habrían sido las consecuencias.
El Congreso Nacional de 1942, que
conoció amplia y minuciosamente el
caso, expidió a favor del presidente
Arroyo del Río un acuerdo exculpativo
y honroso.
Dos años más tarde se produjo la
asonada militar del 28 de Mayo de
1944, que puso fin al gobierno del
Dr. Arroyo del Río, y quienes ese día
se tomaron el poder, en una de sus
primeras declaraciones dijeron: "El
Tratado de Río de Janeiro entre el
Ecuador el Perú, será mantenido
como lo aconsejan los vitales intereses
actuales de la patria ecuatoriana •.• "
(Carlos Palacios Sáenz, "1941:
Epopeya y Traición ", p. 212).
La frase " ... como lo aconsejan los
vitales intereses actuales de la patria
ecuatoriana ... " tiene una importancia
absoluta porque confirma que al Ecuador
"El Ecuador no quiere alterar la paz del continente. No quiere revisión de tratados ni se inspira en ningún criterio de venganza ... "
no le quedaba otro camino que su
aceptación, y que el gobierno de Arroyo
del Río había obrado correctamente y
no era culpable del mismo; en caso
contrario, desde el mismo momento
de su firma se lo hubiera tratado de
incriminar.
Por su parte, el propio Dr. Velasco
Ibarra, en el Mensaje que leyó ante
el Congreso Nacional al asumir el
mando ellO de agosto de 1944 dijo:
"El Ecuador no quiere alterar la paz
del continente. No quiere revisión
de tratados ni se inspira en ningún
criterio de venganza ... ", confirmando
una vez más la aceptación, vigencia
y validez del Protocolo de Río de
Janeiro.
En los años posteriores y buscando
protagonismo a través de exigir
reivindicaciones limítrofes, fueron
varios quienes acudieron al antiguo y
tantas veces manoseado principio del
Vti Possidetis Juris, locución latina
proclamada por Bolívar en 1810, y
a la que le trató de dar el significado
de "Seguid poseyendo lo que habéis
poseído" (claro está que Bolívar jamás
respetó este principio). Lo que estos
patrioteros no sabían o no habían podido
Velasco Ibarra
89
90
entender aún es que este principio solo
podía ser sostenido con la fuerza de las
armas; y el Ecuador nunca fue poseedor
de ella.
Varios años más tarde, en uno de sus
oportunos y apasionantes discursos,
sin medir las consecuencias de su
locuacidad el Or. Velasco Ibarra
proclamó la "Nulidad del Protocolo
de Río de Janeiro". ¿Podrían los
garantes del mismo, Argentina, Brasil,
Chile y Estados Unidos, aceptar que
sus gobiernos habían garantizado la
validez de un documento nulo? Sólo
pensar en ello es absurdo; pero, ¿Qué
Quienes defendieron a la Patria el 41. •• ?
hubiese pasado si el Perú aceptaba la
nulidad del Protocolo? Simplemente
que las cosas tendrían que haber vuelto
a la situación en que se encontraban
antes de su suscripción, es decir, con
la provincia de El Oro invadida, la
escuadra naval peruana amenazando
el Golfo de Guayaquil, la aviación
peruana lista a bombardear Guayaquil y
las tropas peruanas ocupando territorios
orientales que debieron ser evacuados
con la firma del Protocolo.
Se hubiera tenido que negociar
nuevamente y las condiciones
impuestas por el Perú hubieran sido
Como ya es suficientemente conocido, las condiciones militares en que el Ecuador debió enfrentar la guerra del 41 fueron -por decir lo menos- paupérrimas; y esto lo confirma el Cruel. Carlos A. Puente quien, al referirse al Ejército dice que este " ... no era más que un conjunto de hombres que marchaban a la "buena de Dios" y carecía de espíritu militar. .•
Pocas veces ha demostrado la Historia Militar a un defensor con tanta torpeza y apatía. La defensa pasiva en cordón, en donde se decidió la suerte de la Patria y de todas las agrupaciones militares que se encontraban en la provincia de El Oro, produjo el descalabro que degeneró en catástrofe, toda vez que, la indisciplina y la desorganización de todas las Unidades alcanzaron proporciones vergonzosas; y, como es lógico, de ello se aprovechó el invasor para apoderarse totalmente de la provincia de El Oro ...
Además, el Comando de la V Zona incurrió en el profundo error de mezclar en la línea de fuego a los contingentes del Batallón Carchi, Carabineros del Guayas y Guardias Nacionales, individuos sin experiencia alguna de la guerra y de los cuales, el 99 por ciento eran reclutas; no sabían ni cargar el fusil, nada acostumbrados a las privaciones y fatigas de campaña. ..
El señor Coronel Jefe de Zona tenía pleno conocimiento que los reclutas de los batallones "Carchi", guardias nacionales y Carabineros del Guayas, desde el primer día que llegaron a la provincia de El Oro, dieron señales de indisciplina y cobardía" (La Mala Fe Peruana y los Responsables del Desastre de Zarumilla.- p. 126, 127 Y 128)
Son estos los héroes del 41 o son los que decían que el Gobierno les enviaba cajas con tornillos y fusiles sin percutores? ¿Se puede culpar al Gobierno del Dr. Arroyo del Río de la incapacidad, indisciplina y cobardía de quienes debían defender con honor la integridad nacional ... ?
entonces mucho más dramáticas, pues
ya se conoCÍan los grandes yacimientos
petrolíferos y la riqueza aurífera de los
territorios que nos quedaron -luego de
su firma- en la región oriental.
Felizmente nadie escuchó al Dr. Velasco
Ibarra, y antes de finalizar el año los
países garantes declararon que "El
protocolo de Río de Janeiro, firmado
y ratificado por el Ecuador y Perú, y
aplicado en casi su totalidad mediante
actos prácticos de demarcación, es
un instrumento válido y tiene que ser
cumplido".
Acusaciones en contra del Dr. Arroyo
del Río
Resentidos y frustrados en su mezquinad
y pequeñez intelectual, una amplia
gama de politiqueros y voceadores
de izquierda han repetido hasta la
saciedad la tenebrosa acusación de que
el Dr. Arroyo del Río "era abogado
de empresas extranjeras" (x).
Indudablemente que eso es verdad y es
la única acusación que sus detractores
pueden esgrimir documen-tadamente.
Pero que el Dr. Arroyo del Río haya
sido "abogado de empresas extranjeras"
no constituye delito y, por el contrario,
sí un mérito que sus opositores no
podían aceptar, porque siempre
tuvieron envidia de su superioridad
y talento: ¿Acaso una empresa
extranjera contrataría como abogado a
un mediocre? .. Y claro, como ellos no
eran los contratados sino los mediocres,
había que vociferar, yeso hicieron,
encontrando en los desocupados el eco
que necesitaban para hacer de un mérito,
una acusación.
Pero si esa acusación, la de haber sido
"abogado de compañías extranjeras",
estaba muy bien documentada, hubo
otras acusaciones que no solo nunca
tuvieron respaldo sino que además,
por decir lo menos, causan risa.
Luego de que el Dr. Velasco Ibarra
se apoderara totalmente del golpe de
(x) En la página 23 de su obra "Ecuador-Perú: Historia del Conflicto y de la Paz", Enrique Ayala Mora, dice "En 1940, luego de años de agitación social y política, en una oscura elección, llegó al poder Carlos Arroyo del Río, la máxima figura del liberalismo oligárquico quien, como abogado, era representante de poderosos intereses extranjeros"; más adelante, en la página 66 repite esta acusación absurda cuando dice: "El hombre clave de la reacción fue el liberal Carlos Arroyo del Río, abogado de intereses extranjeros".
El Gral. Marcos Gándara, en la página 17 de su publicación titulada "El Ecuador del Año 1941 y el Protocolo de Río / Antecedentes, Hechos Subsiguientes, Arroyo y su Tiempo" dice: "Arroyo, defensor de intereses extranjeros", aunque reconoce -no sin cierto ánimo de resentimiento - que "mediante el ejercicio de su profesión en ese ambiente, logró acumular una importante fortuna"; más adelante, en la página 230 repite su frustración cuando menciona: " ... una Constitución progresista que impedía la llegada al Poder del abogado de compañías extranjeras Carlos Arroyo del Río".
y así podría citar a muchos autores más.
91
92
estado del 28 de mayo, a pesar de no
haber tenido alguna participación en
él, posiblemente desde las alturas del
poder se empezaron fraguar una serie
de malevas y perversas acusaciones en
contra del mandatario derrocado: Era
necesario encontrar las causas para
justificar la asonada y culparlo de la
derrota militar del 41 y el consecuente
Protocolo.
De estas acusaciones -que voy a
anaqlizar una a una- las más repetidas
y que todavía se escuchan en colegios,
escuelas, universidades, plazas y
parques públicos, son:
"Las cajas de aprovisionamientos
militares que llegaban a los
soldados en la frontera, en vez de
llevar municiones estaban llenas
de tornillos; .. .Ios fusiles, no tenían
percutores ... "
¿Se imaginan ustedes al Presidente
de la República, a sus generales y a
sus ministros, ocultos ... a media luz ...
llenando cajas con tomillos y limando
los percutores a los fusiles ... ? Porque
esta felonía debía ser hecha en secreto,
no se la podía confiar a cualquiera ... ¿Se
imaginan ustedes la escena ... ?
Es inconcebible ... ¿verdad ... ? Y
sin embargo fue repetida hasta la
saciedad ...
Surge entonces la pregunta ¿Quienes
fueron los que regaron esa infamia ... ?
Esa infamia fue regada, precisamente,
por los soldados ecuatorianos que en
plena guerra volvían a sus hogares y, al
ser preguntados por sus familiares, por
sus amigos ... y posteriormente por sus
esposas e hijos, respondían cínicamente:
No había como pelear ... en vez de
DONDE ESTABAN LOS VALEROSOS COMBATIENTES DEL 41. •• ?
En la página 67 de su obra "Ecuador-Perú: Historia del COliflícto y de la Paz ", el historiador Enrique
Ayala Mora dice que los carabineros eran " ••• un cuerpo de policía militarizada que nunca se movilizó
a la frontera"; esta desinformación no solo se contradice con lo señalado por Carlos Palacios Sáez
sino que es aclarada en la página 106 de la obra "La Mala Fe Peruana y los Responsables del Desastre
de Zarumilla" donde, haciendo un resumen de la situación militar, el Cmel. Puente demuestra que los
carabineros sí fueron enviados a la frontera, cuando dice: JULIO 25.- Con motivo de la resistencia
presentada por los carabineros para continuar viaje a arenillas, se ordenó que dicho viaje lo hicieran
los Guardias Nacionales, los que también se resisten. Por comunicación telefónica del comandante
de la batería "Sucre", se conoce que los carabineros en su resistencia a marchar alegan no tener
oficiales ni jefes. Se ordenó se ponga al frente a un jefe de carabineros, el Mayor Gallegos, quien
también se ha retirado".
¿ Son estos los valientes defensores de la soberanía nacional ... ?
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fusiles les hab' . orDillos ..• a los lan lunad 280 earabo no podial})O, d#'o el Percutor. .. e1eod er a la pat,.'
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d ala verdad h ' emoStrarl . Ist6rica '. 3, Ylo hago ex . '
slguICote ~ l POnIendo el e egrama 06 .
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93
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frontera, respondieron con las ridículas
excusas señaladas ante-rionnente.
Tornillos ... fusiles sin percutores ...
¡Que poca imaginación ... !
Pero eso no fue todo. En la página 121
de su obra titulada "1941: Epopeya y
Traición ", Carlos Palacios Sáenz, uno
de los mayores detractores del gobierno
del Dr. Arroyo del Río, y quien también
participó en su derrocamiento el 28 de
mayo, dice: "Por lo que respecta a los
280 carabineros que vinieron desde
Quito, como no podía ocurrir de otra
manera, se sublevaron, resistiéndose
a marchar a la línea de fuego ... ".
Que quiere decir Palacios Sáenz con
eso de que "como no podía ocurrir
de otra manera, se sublevaron ... ?"
¿Obedecían acaso -esos carabineros
a quienes querían que el gobierno
fracase, aún a costa de la existencia de
la Patria ... ?
El mismo Palacios Sáenz se encarga de
responder a esta pregunta cuando -en
MALA ORGANIZACION DEL ALTO MANDO MILITAR. .• Y MAS DESERCIONES
En su obra "La Mala Fe Peruana y los Responsables del Desastre de Zarumilla ", el ernel. Rafael A. Puente hace
referencia a un telegrama -página 98- enviado por el Comandante de la V Zona Militar, desde el área de conflicto,
que revela de manera vergonzosa la desorganización que primaba en los altos mandos militares durante los meses que
duró la guerra del 41 : "Para Presidente República.- Mindefensa y Comansuperior.- Quito.- Urgente despache avión
primera hora alimentadoras y cajas para diez ametralladoras Z.B. que han venido sin ellas.- Comanzona".
y así, mientras por un lado la logística demostraba su incapacidad al momento de abastecer a las tropas que se
encontraban en el frente de batalla, por otro continuaban las deserciones, tal cual consta en la página 99 donde
dice: "En el Batallón "Carchi", no se habían llenado las vacantes de oficiales. Esta Unidad,formada al caso con
personal recluta, sin organización, sin disciplina, sin espíritu de cuerpo, estaba ya desmoralizada y huía hacia
la selva.
94
Los camilleros formados por Guardias Nacionales abandonaron sus puestos, huyendo a la selva, en donde se
encontraron arrojados equipos".
y más adelante, en las páginas 100 Y 101 el Crnel. Puente incluye dos telegramas provenientes de la zona de guerra,
que dicen: "Comanzona.- Arenillas.- En este momento llego a Chacras y recibo parte de Carcabón que tropa
abandona posición y se interna en la selva. Cosa igual está sucediendo con personal de este frente, sin poder
controlar, a pesar de enérgica actitud de oficiales. Pido usted, si debo o no iniciar repliegue. En este momento no
se combate aquí, pero llegado el caso parece no tendremos con quien, tropa antigua combate desde hace veinte
días sin refuerzos".-
"De Chacras para Comanzona.- Arenillas.- Como manifesté en mi telegrama 298, la situación desmoralizada
de la tropa es la que obligome a sugerir repliegue. Por camino Arenillas y el monte he hallado grupo de tropas
desbandadas, a pesar de esfuerzo de oficiales. En línea que he cuidado con abnegación y verdadero amor a mis
obligaciones permaneceré hasta cuando usted, mi Coronel, ordene.- Comanfrontera".
la página 128 de la misma obra- indica
que esos 280 Carabineros venidos
desde Quito, "al grito de ¡Viva
Velasco Ibarra! se negaron a salir a
la frontera".
Esto hace suponer -indudablemente- que
los carabineros obedecían consignas de
infamia y traición emanadas de la mente
truculenta del locuaz dema-gogo.
y las deserciones continuaron en todos
los destacamentos yen todos los frentes,
tal cual consta en la obra "La Mala
Fe Peruana y los Responsables del
Desastre de Zarumilla ", de la autoría
del Cmel. Rafael A. Puente. En la que
hace una larga y detallada relación de
deserciones.
y que no se diga que se retiraban
del frente de batalla porque no había
con qué pelear: Las tropas enviadas
al frente sí estaban apertrechadas -
aunque pobremente- y en capacidad de
presentar una resistencia organizada
para repeler los ataques peruanos,
aunque sea por poco tiempo, y luego
-ante la superioridad numérica y militar
del enemigo- organizar una retirada
estratégica para preparar una nueva
línea de defensa: Pero una cosa es una
retirada estratégica y otra, muy diferente
y vergonzosa, desertar o negarse a ir al
frente de batalla.
Cuando fueron llamados a acuartelarse, todos corrieron ... a esconderse.
Pero el Dr. Arroyo prefirió callar y
evitarle al país esa vergüenza, aunque
con su silencio sabía que estaba
protegiendo a unos cobardes ...
Por plazas y parques se ha repetido
insistentemente que no se acuarteló
a los ciudadanos que conformaban
las Guardias Nacionales. ¡Mentira!.
La luchas intestinas que el Ecuador
había librado en los años anteriores al
gobierno del Dr. Arroyo del Río habían
sido tales, que terminaron debilitando
totalmente los conceptos de patriotismo
y civismo, volviendo apáticos y
quemeimportistas a los ciudadanos.
Un informe del Cmel. Burbano, Jefe
de Zona de Guayaquil señala que:
"Los ciudadanos que formaban en
las Guardias Nacionales, seguían
inscribiéndose y, a decir verdad,
eran más de 2.000 los que se habían
encuartelado ... Mas, cuando el día
19 de julio se ordenó que fueran
decretadas las altas de los individuos
inscritos, se presentaron al cuartel
solo 95 voluntarios"
Como si esto no fuera suficiente, el
Cmel. Astudillo señaló por su parte que:
\") La 1m. '11 Peruon;' vei :""I,0COI.) de Río, p. 256.- Julio Tobar Donoso.
95
96
"Con relación a esto, cabe hacer
conocer a la Superioridad el poco
espíritu patriótico de la ciudadanía;
pues que, como se ve, en menos
de 48 horas fueron presentadas
todas las solicitudes de exención,
observándose que sin embargo de
haber gran explotación por parte de
muchas autoridades judiciales para
despachar las diligencias previstas
en los artículos 52 y 55 de la Ley
del Servicio Militar Obligatorio, la
ciudadanía prefería pagar fuertes
cantidades de dinero a las antedichas
autoridades para así eludir el
cumplimiento del deber que todo
buen ciudadano tiene contraído con la
patria" (Se presentaron 464 solicitudes
de exención en los dos días) (La Invasión
Peruana de I 941 Y el Protocolo de Río,
p. 56, Julio Tobar).
¿A dónde se fueron esos ecuatorianos de
índole guerrera, a los que hizo alusión
el Cmel. Urrutia en la sesión del 2
de mayo de 1941? Aquí se quedaron,
escondidos, refugiándose entre las
enaguas de madres cómplices que
contaban con el respaldo de los bolsillos
de padres timoratos y poco viriles.
Aquí se quedaron escondidos para
aparecer tres años más tarde -a partir
del 28 de mayo- y salir a las calles en
pandilla a demostrar "su valor", tirando
piedras y gritando insultos y consignas
en contra del Dr. Arroyo del Río.
Con esas "demostraciones de valor"
pretendían ocultar su cobardía. Ellos
son los que luego se llenarían la boca
anunciando haber sido protagonistas
de la "Gloriosa". El Dr. Arroyo
del Río los conocía ... pero prefirió
guardar avergonzado silencio y, en su
extraordinaria e inmensa generosidad,
buscó los justificativos para este
proceder, tal cual 10 hace constar en la
página 361 de su obra "Por la Pendiente
del Sacrificio".
Otra de las calumnias repetidas una y
mil veces dice:
"Cuando el pueblo fue a los cuarteles
a pedir armas, el gobierno no quiso
entregarlas por temor a que le hagan
una revolución".
Que miseria mental tan grande ... ¿No
creen ustedes que se trata de otra
mentira infame ... ? ¿A quien se le puede
ocurrir -en medio de una situación de
guerra- hacerle la revolución a su propio
gobierno?
Eso no puede ser... es inconcebible ...
cuando un país está en guerra todos sus
hijos deben unirse para su defensa ... en
ese momento se acaban las diferencias,
los odios y sobre todo, las ambiciones
políticas ... Nadie le hace la revolución a
un gobierno cuando el país está siendo
agredido e invadido por enemigos
externos.
Sin embargo, aqui presento otro
telegrama, enviado el 6 de agosto de
1941 -en pleno conflicto-, quc sostiene
todo lo contrario. ----'"
~o . .
----;--- 1 01 ~( __ .. ...-........ ) to 6 c)e • 8 OS L
cuenca JMe.) y p'ERSOl'A ~
" Mayor Leonardo Chiriboga
Intentó insubordinar guarnición en
contra gobierno".
Infamia ... Infamia sin nombre ... Una
cosa es que la tropa corra incontenible ...
pobres conscriptos ... tal vez tenían
miedo ... Pero quc un Mayor del
Ejército ... un militar de carrera ... un
profesional de la guerra ... un hombre
que ha jurado defender a la patria,
se vuelva contra ella cuando ésta se
encuentra en peligro, solo tiene un
calificativo que 10 infamará para toda
su vida ... ¡Traidor ... !
Traidor antes y traidor después, porque
ese Myr. Leonardo Chiriboga, ése que
intentó sublevar contra el gobierno
a la tropa que tenia bajo su mando
97
OTRA INFAMIA MAS
principales protagonistas de la asonada
militar que el 28 de mayo de t 944
puso fin al gobierno de Arroyo del Río;
y posterionnenlc -sin pena ni gloria
sería también dado de baja.
Pero ese DO fue el único CRSO: El Cmel.
Puente, en la página 103 de su obra
tantas veces mencionado., incluye la
siguiente comunicación VL"nida desde el
área de guerra: Sellor comandante de
la V Zona.- "Este momento Uegamos
a Palmales con una fracción del
" Tulcán'" y UII pelotón de fusileros
del Batallón No. I "Carchi", COD
quienes alcanzamos Quebrada Seca
al mando del subteniente E. LnaycDj
todo el personal nuestro se encuentra
sin novedad.- Debo indicar a usted,
mi coronel, que el capitán Cerón, de
carabineros, trató de desmoralizar al
personal, dando noticias alarmantes,
Mucho se ha repetido que Arroyo del Río no quiso defenderla/rontera, pero es/a malinte"cionada
afirmación es rebatido documentadamentt! en una comunicación cruzada entrr! el Jefe de la V Zcna
Militar, asentada en la provincia de El Oro. y el Comandante General del Ejército. eme/. F. Urrutia.
quien corifirmo la preocupación del Gobierno por abastecer a las tropas que defienden lo frontera
y que dice: "Lo 'lile si plledo ueg"TQr I!.'f 'l. todos los IItt!dios necesarios JHlT'fl 'lile IISUtl p"edo
c"",plir con Sil ",isión /os tendrá. El Gobierno Iro dluJo o este CollUUUlo lo MCuorW para soti.yllCe.r
ltu lWCuidlUln tú hu tDlfU tle Sil M(lfttlo. .. Respecto (1/ nlevo de IIlS tropas '1" "oy IIUIntkne en
111 /int!fI tle UB"l'ÜÚId de E/ Oro, es coso siMple, conforllW Urgllt!n los dos IHzttdIOIID f" van tústk
09111, l15ud les liará nlevGr 11/0.' f"e actlltú",enlt! ",(Uf~ne en 111 lineo de seg,.rü4uI. .... (La Mala Fe
Peruana y los R~sporuables del Duas~ €k Zarumilla. p. 7J.· eme/. Rafael A. Puente).
sin poder conseguirlo.- (1) Juan A.
Terán D."
A pesar de todo, Arroyo del Río prefirió
callar y evitarle al país otra vergüenza:
No podía denunciar ante los ojos del
enemigo, que dentro de las mismas
Fuerzas Armadas habían oficiales
traidores.
y aquí, nuevamente me voy a referir
a la obra de Carlos Palacios Sáenz,
citada anteriormente, y referirme a la
página 147 donde narra la sublevación
del batallón Cayambe, transcribiendo
seguidamente las expresiones de uno
de los soldados que, dirigiéndose a
su superior, le dice: "Hemos sido
engañados; hasta a usted, mi coronel,
le engañaron ... El presidente Arroyo
del Río, quien desde hace tres días se
halla en Lima, nos engaña ... "
ARMAS PARA EL PUEBLO
Nueva sublevación militar ... y la
ingenua o estúpida acusación de que
el Presidente de la República estaba en
Lima, expresada con el único propósito
de desmoralizar a las tropas.
¿ Quiénes corrieron entre la tropa y la
ciudadanía la mentira infame de que
Arroyo del Río estaba en Lima? ... Una
idea así no podía brotar de la mente
de un patriota, como lo debió ser el
infeliz soldado, desmoralizado ya con
el engaño.
Sabido es que el éxito o el fracaso
de una acción militar dependen en
gran medida del comportamiento de
quienes participan en ella, y así como
las actuaciones valerosas resultan
contagiosas y estimulan a nuevas
expresiones de valor, las deserciones
desmotivan y crean el caos, el pánico
y el derrotismo en las tropas.
"La oposición pedía armas, no para marchar a lafrontera, sino, en momento crucial, para echar abajo
al gobierno; y a causa de esa criminal ceguera sufrió el país la vergüenza de la derrota bélica y la
imposición de un Protocolo que cercenaba gran parte de nuestro territorio, sin que los países "hermanos"
sintieran ni compasión ni lástima por un pueblo que no se unió para repeler al enemigo, irguiéndose en
defensa de sus legítimos derechos. Más les importó a los velasquistas y a los izquierdistas antipatrias el
"imperio del odio" contra el régimen, que no la integridad territorial.
La tragedia tuvo muchas entrañas y diversos orígenes, pero la oposición se encrespó enturbiando el
ambiente político; situación que pudo ser controlada gracias a las facultades extraordinarias y a las
facultades omnímodas que le fueron concedidas al Presidente".
(Gral. Fernando Dobronski o. / Guillermo Segarra 1.- Historia del Ecuador: El Camino del Sol, tomo 11, p. 213)
99
100
Por supuesto que hubo muchos soldados
y militares valientes que escribieron
episodios heroicos durante la defensa
del territorio nacional, allí están los
nombres del Tnte. Hugo Ortiz, del Cap.
Galo Molina, del Myr. César Edmundo
Chiriboga, del Tnte. Gustavo Ledesma
V ázquez y de otros valerosos héroes
que no dudaron en sacrificar su vida
por defender a la Patria; igual mención
merece el Crnel. Luis A. Rodríguez,
quien -en medio el confticto- recibió
el siguiente telegrama: "Coronel Luis
Rodríguez.- Arenillas.- No. 120-
S.- Ahora que usted tiene relativa
tregua quiero expresarle cordial
admiración a usted, sus oficiales
y tropas fieles hasta el último
momento. Serán citados con honor
en Orden General. Angustias mando
las hemos compartido sin poder
improvisar lo que Ecuador en 120
años dejó de hacer para capacitarse
para defensa armada su territorio.
En mis órdenes exigí sacrificios
para salvar honor ecuatoriano. Hoy
cúmpleme reconocer ustedes hicieron
cuanto fue posible en esfuerzo gigante
en frontera Patria. He transcrito
otras Zonas publique Orden Día
su Zona.- Comansuperior" (erne/.
Luis A. Rodríguez.- La Verdad Sobre
la Agresión Peruana. p. 104).
... Pero ... ¿qué clasc de conspiración
horrenda habían planificado los
traidores en confabulación política con
los enemigos del Gobierno para acabar
con él, aún a costa de la Patria?
y el Dr. Arroyo del Río volvió a callar
para evitarle al país otra vergüenza,
aunque con su silencio sabía que estaba
protegiendo a otros traidores ... y a otros
cobardes.
Se ha repetido también -de manera
insistente- que el Gobierno no quiso
enviar tropas a la frontera; pero no es
verdad. Engañado por el Comandante
Superior del Ejército, quien le indicó
que el Ecuador sí estaba en condiciones
de enfrentar militarmente al Perú el ,
presidente Arroyo del Río decretó la
inmediata movilización llamando a
los contingentes de 1916, 1917, 1918
Y 1919. La voluntad del Gobierno la
confirman dos comunicaciones entre
el Comandante Superior del Ejército
y el Comandante de la V Zona Militar,
publicadas por el Cmel. Rafael A.
Puente en las páginas 76 y 77 de su obra
"La Mala Fe Peruana y el Desastre de
Zarumilla", y que dicen:
"Gobierno dictó decretos amplios
de acuerdo a situación; dando
también máximas atribuciones a
las autoridades militares, de los
cuales envío toda información .
Indique y determine precisamente,
apoyándose en la carta, el tiempo,
modo, motivo y resultado de lo que
usted me informa. Comando hace
todo esfuerzo por salvar honor
patrio.- Coman superior".
"Gobierno resuelve apoyar
decididamente acción milita r.- Tener
confia nza en Comando, controlar
noticias; por ningún concepto radios
deben dar cuenta movimientos
tropas , ni dar informaciones no
oficiales. Pronto enviaré directiva
movilización su zona.
Comansuperior".
/
Como se puede ver, el Gobierno intentó
por lodos los medios enfrentar a la
maquinaria bélica peruana dictando las
disposiciones necesarias para cumpli r
dicho objetivo; pero hacía falta algo
mucho más contundente que la voluntad
del Gobierno: hacían falta tropas bien
preparcl.das dispuestas a ir al frente de
batalla, y esto, lamentablemente, es
lo que menos había en el Ecuador, tal
como como lo demuestra el siguiente
comunicado.
• • *). .,
, ., ... 1l.\.1,0. .-:--
Si el Gobierno dispuso, como
hemos visto, la movilización y el
acuartelamiento, era porque estaba
convencido de que el Ecuador estaba
en condiciones de -al menos- poder
defenderse; pero lamentablemente
había sido engañado y no había los
recursos necesarios para enfrentar la
movilización, y mucho menos para
llevar a cabo acciones militares más allá
de las que heroicamente realizaban las
tropas en la línea de batalla.
QUIEN NEGO EL DINERO NECESARIO PARA LA DEFENSA DE LA PATRIA ... ?
"Estábamos en la hora en que todas las fuerzas de la Nación debían concurrir a la acumulación de medios
para la defensa contra la agresión que se acercaba. Pero hubo falta de comprensión en los partidos políticos
y una ceguera inexplicable en los miembros de Congreso. Uno de los primeros informes que el Dr. Vicente
Santistevan Elizalde recibió en el desempeño de su Cartera, fue el que le proporcionó el Coronel Heliodoro
Sáenz, Subsecretario de Defensa: El Congreso, apoyado en consideraciones de orden económico, proyectaba
disminuir la partida correspondiente a las Fuerzas Armadas ... El nuevo Ministro de Defensa, vivamente
impresionado ante tan inesperada información, se presentó al Congreso Nacional a exponer la situación
calamitosa de nuestra guarnición fronteriza y a solicitar tres milJones de sucres para atender las necesidades
que no podían postergarse sin atentar contra la soberanía nacional.
Ninguno de los legisladores pudo objetar la argumentación del Ministro, y el Dr. Alberto Acosta Soberón,
miembro de la Comisión de Presupuesto, le expresó que aplaudía su celo patriótico, que los deseos del Congreso
coincidían con los del Dr. Santistevan, pero que, dada la penuria fiscal, no era posible aumenta el Presupuesto
de Defensa y que, al contrario, iba a ser disminuido en dos milJones de sucres .
••. Ante resolución tan perjudicial a la defensa nacional, el Ministro Santistevan acudió ante el Presidente
de la República, quien se hallaba entonces investido de facultades extraordinarias aún en lo económico,
para que atenuara la gravedad de la situación en que las irreflexivas resoluciones de los legisladores habían
colocado a las Fuerzas Armadas. En atención a este pedido, el Dr. Arroyo del Río reunió, tomándolos de otros
departamentos del Estado, los dos millones de sucres que faltaban para balancear el Presupuesto de paz del
Ministerio de Defensa" (Tnte. Cme/. Julio H. Muñoz.- Geopolítica).
Ahora bien ... ¿Quien era el Dr. Alberto Acosa Soberón, miembro de la Comisión de Presupuesto ... ?
El Dr. Alberto Acosta Soberón -acreditado banquero quiteño- era cuñado del Dr. José Maria Velasco Ibarra, ya
que estaba casado con una hermana de este. Esta relación familiar y el negarse a aumentar el presupuesto para
enfrentar a la amenaza peruana, parecen confirmar que el objetivo que se habían propuesto los velasquistas era el
de obstaculizar todas las iniciativas o necesidades del gobierno que presidía el Dr. Arroyo del Río, aún a costa de
la seguridad de la Patria.
¡Y aún hoy se sostiene que el Dr. Arroyo del Río fue el culpable del desastre militar en 1941...1
102
Yeso lo confirma el Cmel. Carlos
Guerrero en su renuncia mencionada en
páginas anteriores, cuando textualmente
afirma: "La insuficiencia de recursos
económicos y la impotencia de
conseguir armamento han anulado
todos los propósitos de organizar una
fuerza militar capaz de hacer respetar
la soberanía nacional ..• y más adelante,
en el mismo documento se puede leer:
"El Congreso Nacional, reunido
en plena invasión peruana, con
tranquila despreo-cupación, asignó
al Ministerio de Defensa los mismos
veinticuatro millones seiscientos mil
sucres de 1940 ... "
¿Cómo puede ser posible que en medio
del conflicto, con la patria invadida por
fuerzas militares peruanas, el Congreso
Nacional -ausente totalmente de
la realidad- simplemente repita el
presupuesto que había establecido para
los tiempos de paz ... ?
Al respecto de este tema, en las páginas
488 y 489 de su publicación "El Ecuador
del Año 1941 y el Protocolo de Río /
Antecedentes, Hechos Subsiguientes,
Arroyo y su Tiempo", el Gral. Marcos
Gándara Enríquez dice: "En 1941
el presupuesto general del estado
peruano ascendía a 330 millones de
soles, equivalentes a 990 millones de
sucres. El del Ecuador era de 119
millones, lo que da una proporción
En pleno conflicto, el Congreso N acional se negó a aumentar el Presupuesto para la Defensa y la Patria quedó a merced de los peruanos.
de 8.32 a 1, favorable al Perú.
En 1941 el presupuesto de las
tres fuerzas peruanas era de 155
millones de soles, equivalentes a 465
millones de sucres. El presupuesto
militar del Ecuador, que había sido
de 29,5 millones de sucres en 1939,
había bajado a 26,7 millones en 1940
y a 24,6 millones en 1941. En estas
condiciones, la relación entre los
presupuestos de las Fuerzas Amadas
de Ecuador y Perú eran, en 1941, de
18,9 a 1 a favor del Perú".
Por eso no podía reclutarse a los
voluntarios ... por eso no había cómo
adquirir armas para la defensa ... por eso
no había uniformes, por eso no había
alimentos ... por eso no había nada.
Por estas razones fuimos derrotados en
todos los frentes de batalla ... por eso fue
invadida la provincia de El Oro ... por
eso no tuvimos cómo defendemos ...
Aquí es preciso anotar que los pobladores
de Puerto Bolívar, Machala, Santa
Rosa, Arenillas, Pasaje, Macará, Chito
y Zumba, " ... en vez de empuñar las
103
armas y repeler al invasor usurpador,
emigraron a las montañas, dejando
a las poblaciones desiertas" (Crnl.
Rafael A. Puente.- La Mala Fe Peruana
y el Desastre de Zarumilla, p. 40).
y las razones de estos abandonos o
deserciones se las podría descubrir
en el informe que el Comandante
Luis Endara presentó a la Comisión
EQUIVOCACIONES DEL HISTORIADOR ENRIQUE AYALA MORA
Especial Investigadora, y que en una
de sus partes anota: "La provincia de
El Oro, abandonada en su estructura
social nacional, venía a ser en ese
aspecto un apéndice del nacionalismo
peruano, que por lo menos en un 50%
de la población era: unos peruanos
legítimos con propiedades inmuebles;
En su desesperado e inconsciente afán de desprestigiar la figura gigante del Dr. Carlos Arroyo del Río, sus detractores,
a través de sus publicaciones, una y otra vez caen en contradicciones que demuestran claramente su malintencionado
propósito. Tal es el caso del historiador Enrique Ayala Mora, quien en su obra "Ecuador-Perú: Historia del Conflicto
y de la Paz" insiste en acusar al Dr. Arroyo del Río como el culpable responsable de la debacle militar.
En la página 99 de la obra citada, Ayala Mora sostiene que el Dr. Arroyo del Río "no tuvo más remedio que autorizar
lafirma del Protocolo de Río de Janeiro", lo cual, de hecho, lo libraría de su responsabilidad; pero esto no es verdad,
el Protocolo de Río de Janeiro fue firmado sin la autorización del Dr. Arroyo del Río, y así lo confirma el Dr. Carlos
Julio Arosemena Monroy -quien ejerciera la Presidencia de la República desde el 9 de noviembre de 1961 hasta
el 11 de julio de 1963- en una entrevista realizada por el escritor e historiador Lic. Carlos Calderón Chico y que
aparece en la página 22 de la obra "No me Importa el Juicio de la Historia", cuando, ante una pregunta realizada
por Calderón Chico, respondió: " ... el propio Protocolo de Río no fue firmado con su autorización".
En la página 1 00 de su obra, Ayala Mora sostiene que el Dr. Arroyo del Río " .•. desmanteló el Ejército ", acusación que
repite en la página 1 05 cuando sostiene que " ... profundizó el desmantelamiento del ejército y prefirió mantenerse
en el poder antes que organizar la defensa nacional".
¿A quien se le puede ocurrir la peregrina idea de que un Presidente de la República desmantele a su Ejército, y
peor aún conociendo que el enemigo ya se estaba preparando para una agresión? ¿Cual habría sido el propósito
de mantenerse en el Poder si, producto de la guerra, el país estaba condenado a desaparecer?
Esta afirmación temeraria hace suponer que el historiador Ayala Mora no se ha informado bien, pues el Dr. Arroyo
del Río, en cuanto tuvo conocimiento de la agresión que el Perú estaba preparando, solicitó a su Embajador en los
Estados Unidos. Sr. Crne!. Colón Eloy Alfaro, que lo más pronto posible procure conseguir el armamento necesario
para la defensa del país; y de inmediato dispuso también la creación de la V Zona Militar, precisamente en la
provincia de El Oro, que era la amenazada.
104
otros, entroncados en diferentes
grados de afinidad y consanguinidad
con familias peruanas; muchos con
doble nacionalidad ... ".
Se dijo también que el Gobierno de
Arroyo del Río no se había preocupado
de adquirir armas para la defensa
territorial. Esta es otra indignante
mentira, tal cual lo demuestra Julio C.
Troncoso en la página 105 de su libro
"Odio y Sangre ", publicado en 1 958,
cuando indica: " ... es preciso dejar
constancia de que el Gobierno del
presidente Arroyo del Río sí gestionó
la adquisición de material bélico en
los Estados Unidos. El embajador
Colón Eloy AIfaro, en 30 de abril de
1941, comunicaba al Presidente de la
Por otro lado, vale la pena citar una vez más al Cmel. Rafael A. Puente quien, en la página 73 de su obra "La Mala
Fe Peruana y los Responsables del Desastre de Zarumilla ", transcribe un comunicado dirigido por el Comandante
Superior del Ejército, Cmel. F. Urrutia al Jefe de la V Zona Militar -al inicio de las hostilidades- en cuyo numeral
3 dice: "Lo que si puedo asegurar es que todos los medios necesarios para que usted pueda cumplir su misión
los tendrá: El Gobierno ha dado a este comando lo necesario para satisfacer las necesidades de las zonas de su
Mando".
En la página 76 de la misma obra aparece también un telegrama recibido por el Comandante de la V Zona, con
fecha 24 dejulio, que dice: "Gobierno dictó decretos amplios de acuerdo a situación; dando también máximas
atribuciones a las autoridades militares, de los cuales envío toda información. Indique y determine precisamente,
apoyándose en carta, el tiempo, modo, motivo y resultado de lo que usted me informa. Comando hace todo esfuerzo
por salvar honor patrio. Comansuperior".
En la página siguiente de la misma obra aparece otro telegrama que dice: "Gobierno resuelve apoyar decididamente
acción militar.- Tener confianza en Comando, controlar noticias; por ningún concepto radios deben dar
cuenta movimientos tropas ni dar informaciones no oficiales. Pronto enviaré directiva movilización su Zona.
Comansuperior".
y finalmente, en la página 199, el Cmel. Puente transcribe las palabras del Comandante Superior el Ejército, Cmel.
F. Urrutia, cuando hace una relación de los acontecimientos sucedidos en la frontera, y dice que el Presidente de
la República: "Solicitó las Facultades Extraordinarias, obtuvo fondos del Banco Central, atendió a mi pedido
de aumento de lafuerza de frontera y decretó la creación de la V Zona Militar".
No se repita entonces, de manera irresponsable, que el Dr. Arroyo del Río "desmanteló el Ejército".
J05
República que de conformidad con
las recomendaciones hechas por las
Misiones, se había resuelto señalar
para el Ecuador una suma apreciable
con aplicación a la Ley de Ayuda para
obtener elementos bélicos destinados
a la defensa continental. Mas, los días
pasaron y el armamento ofrecido
desde Estados Unidos no llegaba ...
En carta del 16 de septiembre del
año fatal, el embajador Alfaro decía
al presidente Arroyo del Río: "No
solamente hasta el12 de septiembre,
fecha de su carta, sino hasta este
momento, las diez de la noche del
16, no se ha podido obtener nada de
armamento ... " .
Por su parte, el Crnel. Luis LarreaAlba,
en la p. 43 de su obra "La Campaña
CARLOS JULIO OPINA SOBRE ARROYO DEL RlO
de 1941" dice: "El Gobierno del Dr.
Arroyo del Río intentó adquirir
en 1941 dos guardacostas y cinco
avisos rápidos, unidades que debían
destinarse a la defensa móvil de
nuestras costas. Desgraciadamente,
los aspavientos de nuestra prensa,
que publicó esta información
inoportunamente, provocaron
de inmediato las gestiones de la
Cancillería Peruana, para detener la
entrega de los guardacostas, gestiones
que tuvieron éxito favorable, pues, las
unidades en referencia no llegaron al
País".
Estos intentos del gobierno ecuatoriano
por adquirir armas estaban sujetos a las
posibilidades económicas de nuestro país
que, como vimos anteriormente, eran -
por decir lo menos- paupérrimas.
¿Cuál es su opinión sobre Arroyo del Río, ahora que ha leído el libro Por la Pendiente del Sacrificio que el
Banco Central acaba de publicar, luego de tenerlo muchos años "guardado"?
La promoción, o la generación de la que yo formé parte siempre consideró a Arroyo del Río como un traidor por
haber suscrito el Protocolo de Río de Janeiro. En la universidad yo lo odiaba, pero he cambiado ese criterio con
el paso del tiempo. ¿Sabe por qué? Porque los militares fueron más o tan culpables como él. Algunos estudios de
Pérez Concha muy puntuales sobre algunos tópicos bélicos me han hecho cambiar un poco la opinión que tenía de
Arroyo.
¿Unpoco?
Sí, un poco, y la cambié definitivamente cuando leí el último libro de Arroyo del Río, cuyo título usted acaba de
citar. Quien haya leído ese libro habrá cambiado su opinión sobre Arroyo, a quien muchos de nosotros llamábamos
simplemente "el traidor de Río".
("No me Importa el Juicio de la Historia", p. 198; Entrevistas de Carlos Calderón Chico al Dr. Carlos Julio
Arosemena Momoy. Editorial Planeta, primera edición, agosto 2003)
106
Esas diferencias económicas habían
marcado también la diferencia del poder
bélico entre el Ecuador y el Perú. Por
ejemplo, mientras la marina de guerra
del Perú contaba con una flota integrada
por los cruceros Almirante Grau y
Coronel Bolognesi, los destructores
Almirante Villar y Almirante Guise,
seis submarinos, seis cazasubmarinos,
diez buques auxiliares, una flotilla de
lanchas patrulleras y ocho cañoneras
que integraban la Fuerza Fluvial del
Amazonas. La marina de guerra del
Ecuador apenas contaba con el pequeño
Calderón -que no era otra cosa que un
buque mercante con más de 65 años
de servicio- que había sido adaptado a
nave de guerra; el aviso Atahualpa, que
apenas era una pequeña embarcación
construida en Guayaquil y adaptada
para actividades de guerra con muy
escaso armamento, y el Presidente
Alfaro, que simplemente era un
antiguo yate de pasajeros adaptado
para Buque Escuela, que se encontraba
en reparación en Panamá.
La diferencia era igualo peor en el caso
de la aviación: mientras el Perú contaba
con una Fuerza Aérea integrada por
ochenta aviones de guerra y un batallón
de paracaidistas, el Ecuador apenas
disponía de un avión de entrenamiento
en mal estado.
¿Qué presupuesto hubiera necesitado
el Ecuador para adquirir una armada
y una flota de aviones capaces de
... el Gobierno del presidente Arroyo del Río sí gestionó la adquisición de material bélico en los Estados U nidos.
enfrentar al poderío militar peruano ... ?,
posiblemente el de cien años. Y si
embargo se dijo, se dice y se continuará
diciendo que Arroyo no quiso adquirir
armas para la defensa del territorio
ecuatoriano.
En la página 24 de su obra "Ecuador
Perú: Historia del Conflicto y de la
Paz", el historiador Enrique Ayala Mora
sostiene que "El gobierno de Arroyo
del Río tuvo temor de la efervescencia
popular que se levantó por la defensa
popular y no armó al pueblo".
Es indudable que Ayala Mora no sabe
lo que es la guerra y solamente la ha
visto en el cine y la televisión: La
guerra es una cosa muy seria y a ella
hay que ir bien preparado en el aspecto
psicológico y con el entrenamiento
militar adecuado. A la guerra van los
soldados, no el pueblo. Darle armas al
pueblo para que vaya a la guerra es como
salir a la esquina y llamar a cualquier
pateapelotas o tirapiedras para formar
la selección de fútbol que va a participar
en una eliminatoria mundial: en los dos
casos el fracaso y la vergüenza serán
desastrosos.
Como si esto fuera poco ... -y he
dejado este capítulo para el final- en
pleno conflicto bélico y con nuestra
107
Velasco Ibarra acusó al Gobierno de ser "culpable de la situación de guerra entre el Ecuador y el Perú" ... Acusación que -indudablementeraya en la traición.
108
patria IDvadida, el ex Presidente de
la República Dr. José Maria Vclasco
Ibarra. en carta publicada el2 de agosto
de 1941 en el periódico "La Crítica"
-de Santiago de Chile- cual hijo ingrato
y desalmado clavó su puñal en el pecho
de la madre agonizante fonnulando
graves acusaciones en contra del
gobierno ecuatonano al que calificó de
"usurpador" y de ser el "'culpable de la
situaciÓn d~ guerra entre el Ecuador
y el Perú".
"' ... el Perú acogió con júbilo l. carta
de Velasco lbarra en que este traidor
infame acusaba falsamente al General
Enríquez de haber inaugurado la
"polltlca de choques fronterizos" y
al gobierno del Dr. Arro,) o del Río, de
haber provocado los ataques al Perú
"'para evitar problemas de poUtiu
interna". Traducida esta carta a
varios idiomas, el Perú le dio la
mbima pubUcidad distribu,)éndola
en decenas de miles de ejemplares
a todos los paises americanos (x), y
la presentó en la Conferencia de los
Cancilleres reunidos en Río en 1942
como "confesión de parte", COPIO
declaración irrebaliblede un "testigo
d~elCCepción". re. Gon::ález.-SonJuan
Montalvo. p , 384).
y osi fue ... tan fue asf, que el general
peruano Sr. Miguel Monteza Tarur -
que con el grado de Tcniente Coronel
había planificado junto al Gral. Ureta
(X)" Mientras todo el mundo condenaba la agresión perualla, el señor doctor Velasco lba"a, por mero cólCtllo político, por pura ambiCión de mando. por aJun de derrocar un gobierno, proclamó urb; el orb; que el Ecuador hobio ¡nielado fa ag~,ón conlra el Penl. Lo Canci/h:n'a del Pero hizo reproducir más di! cincuenta m,1 eJemplaref del injustificable documento, califICándolo como declaraci6n de testigo de excepci6n, nada menos que de un ex Presidente del Ecuador" fFraglflf!ftlflfk _ NnQ ptlblkoda m d diano Lo 7krnl. Qlulo d JI dtt ~to .. 19$6, ""","",por 11M 4J~ "-. "fIo tkI «tl_ ~ dd IlbnaIulflO, Dr..kJSi PurJlIQ)
la invasión de 1941- en la página
31 de su obra "El Conflicto Militar
del Perú con el Ecuador (1941)",
escribi6 lo siguiente: ..... voy a citar
una carta escrita por O. José Maria
V~lasco lbarra ex Presidente de la
República del Ecuador y publicada
en "La Critica" de Chile, el 2 de
agosto de 1941. En esa carta •.. el
citado ex Presidente formula graves
.Ilcusaclones de orden polftleo contra
el régimen ecuatoriano de la época
(1941), al que califtca de "usurpador"
y censura la forma de Koblerno del
!leilor Arroyo del Rfo, con pruebas
que revelu la profunda crisis
democr'tlca que sufria el Ecuador
entonces.
Sin aoaUur 105 hecbos poUdeos, mI!
referiré a la citada carta en cuanto
se refiere al conflicto fronterizo. Los
hechos aclarados por él son estos:
El Gobierno ecuatoriano es el autor y
el responsable de la situación adual.
El lo hI provocado por razones de
estabilidad interna. El es el agresor.
Las frases de Velaseo Ibarra son
acusadoras y contundentes. No
dejan lugar a duda. Con el acento
cauterizador de Montalvo, dice al
mandatario ecuatoriano: "Usted
fomentÓ los ataques al Perú por
desviar problemas de poHtlca
interior" y describiendo la insensata
política de alarma, de esdndalo y
A17t1)'O da RIo fue uno de Iru oradores ",as notablu de lo hutorlo «uatorloflO. P.llcro ~n describIr, contundml' VI el COttCqJIO. pnciso 6f la itku, claro nI.1 lenguajfl; SII}I(): J/q:oba con d _MOJI" tk criterIO palr'IÓllro con,.1 que se debe decir Ja verdad. s", flX:JImr al calculado recur.Jo del ofrecimiento fúeil y demag6gica, qllfl mienlf!, qlle el/guiJa. que promete. que hot::e abrigar uperon:m que Jwgo no SI! pueden cumplir
Su gobi.rno fue uno tk 1M más rf!Spelobles qUf! recue.m Ja historia ckl Ecuador Prutba "'equívoco ck tilo ¡ •• el h«ho d. fW 11; 1'11 1M tlll9Y1res /ut1Of'tt." optnld6tt • s. ~n.. ,.¡ tillos illJttllltn ",lf",os .,. c.u. tleI p6kmD, se Id~ .so thI C#tis'e h.rhHt • thI COIfIllll"ri. jocoso. EI,.q;",eff .r",yisl. dnpt,,6 (N/iD 111 Sil. ,"e"'igDSt pD'D j.",tú collOdiJ el daprecio pop.lar"
J. GDII:..JD Orellana (Resumellllislórico del Ecuador)
de agresión que el Ecuador viene
des»rrollando desde 1938, acusa
al gobierno ecuatoriano de haber
continuado "la política de choques
fronterizos instaurados por el
didador Enrfqutz.
109
... gracias a la carta del Dr. Velasco Ibarra, los peruanos denunciaron al mundo que ellos habían sido las víctimas y el Ecuador el agresor ...
He aquí como una de las más
autorizadas voces ecuatorianas
establece la responsabilidad de los
dos últimos gobiernos ecuatorianos
en la provocación de incidentes en la
frontera de Zarumilla. Es lo que el
Perú ha venido sosteniendo ante las
cancillerías de América; es el gobierno
del ecuatoriano el autor de los ataques
y violaciones de soberanía intentados
desde hace tres años y que el Perú ha
denunciado a la opinión americana.
Otro régimen menos ambicioso,
más consciente de la realidad y de
su deber continental, no hubiera
provocado los penosos incidentes que
el Perú tuvo que castigar después de
haber intentado inútiles y reiterados
métodos pacífi-cos en julio de este
año (1941)".
Ahí tenemos como, luego de haber
sido agredidos, el Perú aprovecha la
acusadora carta del Dr. Velasco Ibarra
para convertirse, de agresor en víctima.
y así lo denunció a todo el mundo.
Recordemos ahora a los 280 carabineros
que cité anteriormente ... Esos que
al grito de ¡viva Velasco Ibarra! se
negaron a defender la Patria. ¿No cree
usted -amable lector- que entre la carta
del Dr. Velasco Ibarra y esa tropa que se
rebela contra el gobierno, existe alguna
íntima relación ... ?
VELASCO IBARRA INTENTÓ NEGOCIAR EL TERRITORIO ECUATORIANO
El28 de mayo de 1945, al "celebrarse" el primer aniversario del golpe de Estado que lo llevó al Poder, en un discurso
pronunciado en Guayaquil el Dr. Ve lasco Ibarra calificó al Dr. Arroyo del Río de: "Hombre vanidoso, ensimismado,
lleno de desdén para con los hombres" y que aceptó la mutilación territorial del Ecuador "acaso por venganza
para el pueblo que le odiaba".
Quería el Dr. Velasco Ibarra echar lodo y salpicar a quien él sabía era un hombre superior; pero sobre todo, quería
desviar la atención hacia otros rumbos para que el pueblo no supiese u olvidase que él, ya en el ejercicio del Poder,
había pretendido enajenar el territorio ecuatoriano.
En efecto, el 7 de diciembre de 1944 dirigió a la Asamblea Constituyente un mensaje en el que, falseando la realidad
de los hechos, trató de sorprender la buena fe de los asambleístas rogándoles que aceptaran una propuesta hecha por
el gobierno de los Estados Unidos para lograr el arrendamiento de varias islas del Archipiélago de Galápagos y un
área de la parroquia Salinas, por el lapso de 99 años.
"De acuerdo con dicho proyecto, el Ecuador cedía a los Estados Unidos "el dominio militar absoluto" no solo
de las zonas arrendadas, sino también, "sobre el territorio continental de la República"; y, además, entre otras
concesiones, los Estados Unidos adquirían el derecho de tránsito dentro de nuestro país, para personas
110
La carta del Dr. Velasco Ibarra, no solo
significó un acto de traición a la Patria,
sino que se convirtió en uno de los más
sólidos argumentos presentados por la
delegación peruana en Río de Janeiro,
para demostrar que ellos habían sido las
víctimas, y el Ecuador el agresor.
Pero una vez más el Dr. Arroyo prefirió
guardar silencio. No podía acanallar -
ante los ojos del mundo- a quien había
ejercido la Presidencia de la República
del Ecuador.
Surge entonces la pregunta: ¿Por qué el
Dr. Arroyo del Río guardó silencio y no
enfrentó a sus acusadores ni denunció
estos hechos durante su gobierno ... 7;
la respuesta es muy sencilla: tenía
problemas mucho más graves que
resolver, los primeros, durante la guerra
y la firma del Protocolo, y luego, los de
la reconstrucción nacional.
Durante la guerra no podía hacer pública
la situación del ejército ecuatoriano, no
podía permitir que los peruanos supieran
que no había armas con que defender el
territorio nacional, y menos aún, que la
tropa era incontenible en desertar.
Después del conflicto no podía perder
el tiempo haciendo caso a bajezas y
actitudes miserables: Tenía que sacar
al país del pantanal en el que estaba
inmerso y lo logró, a tal extremo, que a
pesar de que las exportaciones habían
disminuido notablemente debido a las
restricciones de la II Guerra Mundial
y a pesar del desgaste económico
civiles, militares, contratistas y sus familiares, animales, vehículos, etc. "corroborándose así la entrega total del
Ecuador a la soberanía de los Estados Unidos".
Las condiciones absolutamente desventajosas para el Ecuador, se conocen ahora a través del Informe Secreto de la
Comisión de Relaciones Exteriores, compuesta por los legisladores doctores Antonio Parra Velasco, Manuel E. Flor,
Gustavo Buendía, el coronel Comelio Izquierdo y el teniente José María Plaza; Informe que por primera vez fue
publicado por la revista "La Calle" de 20 de febrero de 1960.
"No se trata, por tanto, -concluye el Informe- como podría creerse, y como parece pudiera darse a entender,
del simple arrendamiento de unos islotes sin importancia económica ... , sino de la total soberanía de la
República".
Al conocer de dicha propuesta, el Embajador Ecuatoriano en los Estados Unidos, Sr. Galo Plaza Lasso expresó" ... que
la encontraba del todo inaceptable", seiialando además que "tal propuesta, lesiva a la dignidad y a los intereses
nacionales, debía se rechazada íntegramente ... ".
Tenemos, pues, en José María Velasco Ibarra el tiranuelo y el traidor de nuestra Patria en el siglo XX.
111
que produjo la invasión peruana y la
reconstrucción de las zonas afectadas
por el conflicto, al terminar 1942 el
anémico fisco ecuatoriano presentaba
un considerable superávit.
ARROYO DEL RIO Y LA UNIVERSIDAD
A pesar de todo, en las arcas fiscales
sobró plata. Situación económica que
no volvió a vivir el Ecuador ni en los
años dorados del petróleo ... porque todo
se lo ... desapareció.
El día domingo 18 de mayo de 1952, en un acto revestido de la Mayor Solemnidad fue inaugurado el primer edificio
de la Ciudad Universitaria de Guayaquil, cuya creación se debió a la devoción académica del Dr. Carlos Alberto
Arroyo del Río, quien tuvo, como uno de los objetivos principales de su vida, la superación educacional, intelectual
y profesional de los ecuatorianos.
Durante el desarrollo de dicha ceremonia, frente al moderno edificio destinado para la Facultad de Ciencias
Matemáticas y Físicas, el Dr. José Miguel Varas Samaniego, en su calidad de Rector de la Universidad pronunció el
discurso de rigor, destacando en una de sus partes, que, cuando fue necesario ampliar sus instalaciones, el Dr. Teodoro
Maldonado Carbo, que presidía dicha corporación universitaria, con visión admirable reclamó la cooperación del
gobierno.
"Para suerte de la Universidad de Guayaquil-dijo el Dr. Varas Samaniego- ocupaba la Primera Magistratura
un gran espíritu universitario, el señor doctor Carlos Arroyo del Río, quien acogió entusiastamente el proyecto
y creó la renta necesaria para que se construya un local nuevo y duradero que sirva de hogar espiritual a la
intelectualidad guayaquileña, dictando para el efecto el memorable Decreto No. 1892, precisamente el primero
de diciembre de 1943, Día de la Universidad, como homenaje férvido a la institución a la cual había pertenecido
como profesor y dirigente •.. La Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas -dijo más adelante el Dr. Varas
Samaniego- ha seguido una trayectoria siempre ascendente que ha honrado a la Universidad de Guayaquil.
Creada en el año de 1929 por iniciativa del meritisimo ex rector señor doctor Luis Felipe Cornejo Gómez, con
carácter de Escuela de Arquitectura; y elevada más tarde, en el año 1933, a la categoria del Facultad, durante
la rectoría del señor doctor Carlos Arroyo del Río ... ".
Terminada la intervención del Rector, ellng. Nicolás León Pizarro, Decano de la Facultad cuyo edificio se inauguraba,
en su discurso dijo: " •.• y en este acto solemne quiero dejar también expresa constancia de admiración y
reconocimiento hacia el señor doctor Carlos Arroyo del Río, quien en su periodo presidencial, con patriótica
y certera visión del futuro ecuatoriano dictó el decreto No. 1892, el 20 de octubre de 1942, que creó el impuesto
con el que se acumularon los fondos para hacer esta magnífica obra. Con el impuesto aplicado a la cerveza
guayaquileña se reunió el dinero con que se hizo posible que el manglar y el pantano den paso, por obra de
la ingeniería, a la Ciudad Universitaria. Desde mañana, 19 de mayo de 1952, se dictarán las primeras clases
en la Ciudad Universitaria y por consiguiente entro de pocas horas la Ciudad Universitaria iniciará su vida
efectiva y positiva, gracias a tan acertado decreto presidencial del doctor Arroyo".
(El Telégrafo, 19 de Mayo de 1852)
112
Aparecieron entonces los patrioteros,
esos que todavía eXisten y gritan por
todas las esquinas trotando de crear el
caos, que exigían, preguntando: ¿Por
qué no renuncia el Presidente de la
República'! Pobres infelices ... no sabían
ellos que solamente las mtas abandonan
el barco cuando se está hundiendo.
El Dr. Arroyo del Rlo -que había
llegado a la Presidencia de la República
a través de elecciones libres y había
obtenido el triunfo a pesar de los gritos
destemplados de los derrotados que
pregonaban 10 contrario- no podía
abandonar al país en esos momentos
de gravísima crisis, solamente para
dar gusto a unos cuantos resentidos; y
se quedó, se mantuvo en el poder para
desarrollar una extraordinaria labor de
amplio beneficio nacional.
Arroyo del Río impulsó la educación pública creando la Universidad de Loja, y escuelas y colegios en toda la República. a más de la Universidad de Loja
y asi fue. Arroyo del Río solucionó
los problemas económicos que suma
el País reduciendo considerablemente
el déficit presupuestario. Refonnó la
Ley del Seguro Social, institución a
la que reestructuró dándo le solidez
para quc preste buen servicio a todos
los ecuatorianos; impulsó la educación
pública con la creación de los colegios
fiscales Aguirre Abad de Guayaquil.
Juan Pío Montúfar de Quito, Alejo
Lascano de Manabí y el Nacional de
Señoritas de Riobamba; asignó un local
independiente allnslituto de Pcdagogia
de Guayaquil, que funcionaba anexo al
Vicente Rocafuerte y adquirió otro
El prcskknte Arroyo dd Río.Junto Q los v: gobunantC$ I>r IJldro Ayoro y Sr. Julio E. MOlTno. dllrantft la lnaugJn'OCiOn tk una escuela
113
.Como 0I'tJdM, Curios Arron» tkl Riu fw uno * los IMjoru, y como laI Sll.r discursas e improvlSociones, pronunclodo., en medio fk púhllcos selectos, unas ~'f'CCJ, otraJ, en el dgom públka. lIn>an el sello de uno onglnalldod insuprrable. Quluir le loltó ducender por /!.Se brillante tMdio al pueblo y granjear"e el cora:.ÓnJl .
Eduardo Al/¡fIo: lJorrn'o (En el Po/ocio tk Carondeln)
114
pan!- el colegio de Esmeraldas; apoyó
con 100.000 sucres a los talleres de la
Escuela Central Técnica de QUitO, creó
los colegios de Atuntaqui y Zaruma,
y más de treinta establecimientos de
educación primaria en diferentes lugares
del país, destinando además la canlldad
de 1 '500.000 sucres para la construcción
de edificios para las escuelas rurales.
Creó la Universidad de Loja y dictó un
decreto por medio del cual se asignaron
las rentas necesarias para la Ciudad
Universitaria de Guayaquil, que había
sido fundada por él-cuando era Rector
de dicho centro de ensd'ianza superior
en 1938. Esa Ciudad Universitaria,
que la politiquería le dIO el nombre del
presidentc comunista que llevó a Chile
al hambre, el caos y la anarquía, debcria
honrarse con el nombre de su fundador y
llamarse Dr. Carlos Arroyo del Río.
Ilabi Illó la carretera Panamericana desde
Cuenca basta LOJa y desde Loja hacia
El Oro; construyó puentes y caminos
e inauguró cl servicIo radiofónico
internacional. Cuenca fue beneficiada
con la inauguración de su aeropuerto
y con la creación de un impueslo que
pcnnitióla construcción de su hermosa
Catedral.
Arroyo del Río dotó de rentas ala Junta
de Beneficencia de Guayaquil, inauguró
la Escuela de Aviación, y dispuso los
fondos necesarios para la ampliación
del campo de aviación de Quito, la
inauguración de los aeródromos de
Cuenca y Riobamba, y las mejoras del
de Esmeraldas; impulsó la fundación de
la Junta de Agua Potable de Guayaquil,
creó el Instituto de Higiene y dictó
numerosas leyes de gran beneficio
social.
Incrementó a la Armada Nacional
con la adquisición de las naves "10
de Agosto", "9 de Octubre" y "5 de
Junio", y con fecha 7 de enero de
1944 expidió el Decreto No. 2120 por
medio del cual dispuso la creación de la
Marina Mercante Nacional, asignándole
los fondos necesarios sin incrementar el
Presupuesto General del Estado.
Preocupado por impulsar el desarrollo
cultural del Ecuador y con el propósito
El Dr. Arrovo <.id ;{io fu,~ e~ .Jfti(O ! ~
verdadero creador' de t.t ( ;~",', Ü.' ti C'uhura Ecuatoriana.
de que nuestro país -que no era potencia
militar- alcanzara un sitial de honor en la
cultura, Arroyo del Río fundó el Museo
Colonial de Quito y, mediante decreto
No. 1755 del 1I de noviembre de 1943
creó el "Instituto Cultural Ecuatoriano",
al que el gobierno que le sucedió
intentó "escamotear" cambiándole su
nombre por el de Casa de la Cultura
Ecuatoriana. (x)
Luego de su derrocamiento, ocurrido
el 28 de mayo de 1944, el gobierno del
Dr. Velasco Ibarra desató una feroz e
implacable persecución en contra del
Dr. Arroyo del Río, y se dedicó a aplicar
"sanciones" que era como se llamaba
a la "venganza política". A pesar de
(x) En la página 20 de su publicación titulada "El Ecuador del Año 1941 y el Protocolo de Río / Antecedentes. Hechos
Subsiguientes, Arroyo y su Tiempo", el Gral. Marcos Gándara Enríquez dice: "Una notable realización del doctor Arroyo
del Río como Presidente de la República, en el campo de la cultura, fue la creación del "Instituto Cultural Ecuatoriano".
Lo hizo mediante Decreto 1755 del 11 de noviembre de 1943, que contempla su organización y la dotación de los fondos
necesarios para su funcionamiento. Este organismo fue transformado en la "Casa de la Cultura Ecuatoriana" por el Gobierno
del Dr. José María Velasco Ibarra, surgido de la Revolución del 28 de Mayo de 1944".
Aunque "un botón basta de muestra", quiero citar también al escritor Sr. Julio Troncoso, quien en la página 106 de su obra
"Odio y Sangre" dice que Arroyo del Río "".creó el Instituto Cultural Ecuatoriano, que luego tomó el nombre de Casa de
la Cultura Ecuatoriana"; por su parte, Antonio Lloret Bastidas, en la página 53 del tomo IV de su obra "Antología de la
Poesía Cuencana", refiriéndose al Instituto Cultural Ecuatoriano dice: "Esta creación fue obra del Gobierno del Presidente,
Dr. Carlos Arroyo del Río, y como primera obra efectiva publicó algunos volúmenes de escritores ecuatorianos, bajo el
denominador de "Clásicos", que luego continuó la propia Casa de la Cultura". Finalmente haré referencia al Gral. Fernando
Dobronski Ojeda y al Sr. Guilermo Segarra lñiguez quienes, en la página 212 del tomo II de su Historia del Ecuador dicen:
"Gobernante Intelectual, Arroyo del Río se preocupó de dar el más efectivo impulso a la educación pública, así como a la
cultura, con la creación del Instituto Cultural Ecuatoriano por decreto 1755 del 11 de noviembre de 1943, y que luego se
transformó en Casa de la Cultura Ecuatoriana en época de Velasco Ibarra".
115
La Universidad de Loja le devolvió al Dr. Arroyo su biblioteca, que le había sido "donada" por el gobierno de Velasco Ibarra.
116
haberse creado un Tribunal y una
Comisión Investigadora para el estudio
de la documentación relacionada con
el Gobierno del Dr. Arroyo, el propio
Dr. Velasco Ibarra, sin esperar que la
Comisión actuara, obnubilado por su
desesperado afán de acabar con este
hombre a quien él mismo consideraba
superior, descargó sobre él toda la
fuerza ilegal que le otorgaba su calidad
de Jefe Supremo y ordenó la aplicación
de sanciones no fundamentadas en
procedimientos justicieros.
Los atropellos y los abusos no tuvieron
límites. El Hno. Eduardo Muñoz
Borrero, uno de los más destacados
miembros de la Academia Nacional
de Historia del Ecuador, en su obra
'En el Palacio de Carondelet" dice:
"de «Orden Superior» se incautaron
las pertenencias del ex-Presidente;
el 24 de abril de 1945 se adjudicó
la Villa Elena del Dr. Carlos
Arroyo a la Marina de Guerra; su
biblioteca personal fue entregada a
la Universidad de Loja. Se quitaron
los derechos de ciudadanía a varias
personas simpatizantes del régimen
anterior ... quedaron de tenientes
coroneles once militares que ya
poseían el grado de coronel; nueve
fueron castigados con la denegación
de sus pensiones militares; los
miembros de la Corte de Justicia
Militar fueron declarados desleales
a las fuerzas armadas ... La Asamblea
Constituyente, por su parte, tenía
también que castigar severamente
a «Los Sepultureros de la Patria».
Al Dr. Arroyo del Río, se le privaba
de sus derechos de ciudadanía, se le
condenaba a dieciséis años de prisión
y se le confiscaban sus bienes ... "
En cuanto a las pertenencias del Dr.
Arroyo del Río, es preciso aclarar que
la Universidad de Loja, no queriendo ser
partícipe del robo, recibió la biblioteca
en custodia y la devolvió posteriormente
al ex mandatario ... En cuanto a la
Marina, esta usufructuó la casa del
Dr. Arroyo hasta que el gobierno del
Sr. Carlos Julio Arosemena Tola, por
decreto No. 539 del 30 de mayo de
1948, dispuso sea devuelta a su legítimo
dueño.
¿Por qué tanta persecución?
Simplemente por mezquindad, por
miedo al talento ... por venganza
política.
y las acusaciones fueron calando en la
conciencia de la juventud de esa época ...
especialmente en lajuventud comunista
que escuchaba con admiración las
peroratas de los frustrados participantes
del 28 de mayo, quienes luego de haber
tenido el poder en sus manos no supieron
qué hacer con él y permitieron que le
sea entregado al Dr. Velasco Ibarra,
traicionando a quien había combatido
al Dr. Arroyo del Río desde el mismo
momento en que asumió la Presidencia
de la República, convirtiéndose además
en uno de los más importantes gestores
de la asonada: el Dr. Francisco Arízaga
Luque, uno de los más destacados
políticos de la época, que en este caso
era a quien le hubiera correspondido.
Cuando las acusaciones relacionadas
con la invasión peruana de 1941 y la
consecuente firma del Protocolo de
Río de Janeiro perdieron actualidad,
sus detractores 10 acusaron de -en base
a las llamadas Facultades Ornnímodas-
LA CASA DE LA CULTURA
haber atropellado todas las libertades,
persiguiendo a sus enemigos políticos y
a los intelectuales de la oposición. Eso
no es verdad: Arroyo del Río hizo de la
Libertad un derecho ciudadano y de la
Cultura un objetivo nacional. Por eso
no ordenó prisiones ni destierros ... y por
eso -con fecha 11 de noviembre de 1943-
creó el Instituto Cultural Ecuatoriano,
del que más tarde el gobierno del Dr.
Velasco Ibarra se apropió, y lo volvió
a crear cambiándole simplemente su
nombre por el de Casa de la Cultura
Ecuatoriana.
y que esto quede bien claro de
una vez y para siempre: No fue el
político y demagogo quiteño Dr.
José María Velasco Ibarra, y menos
aún el escritor lojano Benjamín
La Casa de la Cultura Ecuatoriana fue creada con el nombre de Instituto Cultural Ecuatoriano por el Presidente de la República, Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río -por decreto No. 1755 del 11 de noviembre de 1943-, como un medio de promover y propiciar todas las actividades encaminadas a dar beneficio cultural a los ecuatorianos, dotándolo inclusive de rentas propias para poder llevar adelante sus programas. Inmediatamente y como una primera acción efectiva, el Instituto Cultural Ecuatoriano inició la publicación de varias obras de escritores ecuatorianos en una colección denominada "Clásicos".
Luego de la Revolución del 28 de Mayo de 1944 y en su "aberrante" afán por borrar la gran obra del Dr. Arroyo del Río, el Dr. Velasco Ibarra, por decreto No. 707 del 9 de agosto de ese mismo año, "volvió a crear" dicha entidad cambiándole su nombre por el de "Casa de la Cultura Ecuatoriana".
Dicho decreto, en su artÍCulo 15 dice: "Queda derogado el decreto No. 1755 del 11 de noviembre de 1943, por medio del cual se creó el Instituto Cultural Ecuatoriano ••• En todos los derechos y obligaciones del extinguido Instituto Cultural lo subroga la Casa de la Cultura Ecuatoriana •.• "
Inmediatamente y aprovechando la caótica situación a la que se vio abocada dicha institución cultural, ésta fue "invadida" por toda clase de elementos, más que intelectuales, políticos, tal cual lo consigna la Revista La Calle, en la página 14 de su edición No. 190, cuando dice: "Mediocridades intelectuales de la izquierda necesitaron del decreto del dictador para poder medrar en el campo de la ciencia"
El Dr. Velasco Ibarra confió la reorganización de la Casa de la Cultura a su Ministro de Educación Alfredo Vera, quien cumplió dicho objetivo bajo la inspiración y dirección del Dr. Benjamín Carrión, y varios años más tarde, el 28 de agosto de 1979 se la bautizó -una vez más- con el nombre de éste escritor.
117
"Fue significatiVO que hombres cid p~blo s~ disputaran lo oportunidad paro llevar SoM .fJLf
hombros ~I rofrr en qu~ estaban <kposltodn.f los tksPOjas morfQles dd 1Jr. Cnrlos Alberto ArroyQ del RiQ ... Trabojadorts modestos. cmgaron el r;udáver tkl inolvidable fallecido. tksJe Iw' bojrJ$ del Salón tk los LIbertadores tk la GobemtJCión e lo Provmcio "
(El Univcrso. No_ 1. 1969)
118
Carrión, quienes crearon la Casa de
la Cultura Ecuatoriana: La Casa de la
Cultura Ecuatoriana fue creada por el
intelectual guayaquilei'l.o, Presidente
Constitucionnl de In República, Dr.
Carlos Alberto Arroyo del Rio. El Dr.
Velasco Tbarrll, en su afán de apoderarse
de esta extraordinaria obra, derogó el
decreto correspondiente y expidió otro
por medio del cual simplemente le
cambió de nombre, encargándole luego
su organización ni escritor Benjamín
Carrión.
y así fue, el Dr. Velasco lbarra pretendió
borrar la imagen del Dr. Arroyo del
Río apropiándose de las obras más
importantes que éste realizó durante
su gobierno. A I respecto, el educador
e historiador Osear Errén Reyes, en su
tan conoc ida Breve Hislor ja General
del Ecuador. que por generaciones ha
servido de texto oficial de esta materia,
scilala que " ... ellnsdtuto C ultural
Ecuatoriano, fundado por Ar royo
del Rfo, fue crudo nuevamente con
el nombre de C asa de la Cultura
Ecuatoriana , a tribuyé ndole su
creación a Benjamin Carrión, uno
de los participantes en la asonada; y
varios colegios y caminos construidos
por dicho gobi erno fueron
pomposamente ina ugu rados una
vez más: Tal fu e el caso del Colegio
Nacional Juan P ío Montúfar d e
Quito, al que se le quitó la placa con
que se lo fundó en octubre de 1943 y
se la sustituyó con otn de t 944 que
simplemente dice Colegio Montúfar.
Igual cosa sucedió con el puente
sobre el río Topo, camino al oriente,
que llevaba una placa con el nombre
del presidente que lo inauguró y que
fue sustituida por otra que dice «28
de Mayo», en recuerdo al día en que
fue derrocado".
En efecto, el gobierno del Dr. Arroyo del
Río cayó el28 de mayo de 1944, y el Dr.
Arroyo del Río calló, calló durante 25
años, hasta el día de su muerte -acaecida
en Guayaquil el 31 de octubre de 1969
-, guardando resignado y sacrificado
silencio. No podía él develar las
miserias de la política ecuatoriana.
Al día siguiente su sepelio constituyó
una extraordinaria muestra de
pesar ciudadano, que se exteriorizó
cuando una inmensa multitud que se
había congregado en los bajos de la
Gobernación de la Provincia, donde se
estaban realizando las honras fúnebres
oficiales que le correspondían como ex
Presidente de la República, arrebató
el féretro que iba a ser introducido en
la carroza mortuoria para llevarlo en
hombros por el Malecón, la Av. 9 de
Octubre y la calle Lorenzo de Garaycoa,
FRAGMENTO DEL DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DR. JUAN ALFREDO ILLINGWORT BAQUERIZO, PRESIDENTE DEL CONGRESO NACIONAL, ANTE EL
CADÁVER DEL DR. CARLOS ALBERTO ARROYO DEL RIO
"Vuestra obra de legislador y estadista se contempla, límpida y valiosa, a través de la historia del Parlamento Nacional, en el cual se recuerda aún la ponderación e vuestros juicios, la profundidad de vuestros pensamientos, la exacta concepción jurídica de vuestra mentalidad superior
Si vuestra acción en todos los campos del vivir nacional ha dejado huellas indelebles de inteligencia, capacidad e ilustración. Si vuestro paso por la educación y la magistratura, si el ejercicio cotidiano y sin descanso de vuestra profesión, si vuestro culto al derecho y a la verdad, son indiscutibles jalones de vuestra luminosa trayectoria por la vida; vuestro paso señor, por el Parlamento Nacional, es el que os identifica permanentemente con vuestras reconocidas calidades de hombre culto y versado, de amante del derecho y la verdad, de orador de subidos méritos.
Para vuestro ejercicio en la curullegislativa, gozasteis de dos privilegiadas condiciones: la de vuestra capacidad y conocimientos en la ciencia del derecho, que os permitió formar leyes y resoluciones acertadas, y vuestro maravilloso manejo de la palabra, porque con ella, con vuestra oratoria penetrante y arrobadora, supisteis expresar vuestros pensamientos, pero supisteis también, convencer y contagiar.
Como legislador fuisteis sabio, prudente y eficaz, trilogía en que se sostiene la esencia de vuestra personalidad. Sabio, porque jamás os precipitasteis en propugnar una nueva norma legal, que tendría que ser obligatoria en el País, sin que su concepción no fuese producto de la profundidad de vuestro estudio, de la reiterada revisión de conceptos y corrientes que os llevaran a la seguridad de su bondad y acierto. Prudente, porque jamás vuestra mente concibió un concepto que no fuera producto de la meditación que os llevara a la seguridad de que vuestra palabra traduciría el prudente juicio de un hombre de Estado. Eficaz, porque lograsteis siempre, que vuestra sabiduría y vuestra prudencia, no se opusieran jamás a la prontitud y oportunidad de la labor legislativa.
Sabiduría, prudencia y eficacia fueron los pilares que sustentaron la trascendental obra que llevasteis a cabo como
legislador prominente de la Patria".
119
hasta el Cementerio General, mientras
una multitud en la que se mezclaron
ricos y pobres, blancos y negros, indios
y cholos acompañaba compungida el
fúnebre cortejo.
Con respetuoso silencio, desde las
aceras y ventanas, ciudadanos de todas
las clases sociales dieron el postrer
adiós a quien había sido ejemplo de
sacrificado patriotismo.
A pesar de todo, hoy -en pleno 2004,
cuando que ya han pasado 35 años desde
su muerte- aún se repiten en periódicos,
revistas, libros, escuelas, colegios y
universidades, las mismas falacias y las
mismas acusaciones infamantes, porque
todos, especialmente los políticos, aún
tienen miedo de enfrentar la realidad
y necesitan un chivo expiatorio sobre
quien hacer caer la vergüenza de sus
propias irresponsabilidades. Esos
inconscientes no quieren comprender
que el pueblo ecuatoriano aceptó con
un respiro de alivio la firma de la paz
acordada por Ecuador y Perú en 1998,
pues la ratificación del Protocolo de
Río de Janeiro puso fin a seis décadas
en las que nuestro país fue desangrado
económica, fisica y moralmente, bajo el
pretexto de la amenaza peruana.
Quiera Dios que la historia, sinónimo en
última instancia de pueblo, reivindique la
memoria de este hombre extraordinario,
de este patriota sin par, de este mártir
del odio político, quien por defender la
dignidad, el honor y la existencia de
la patria, guardó sacrificado silencio,
aunque sabía que con su silencio, se
estaba condenando a rodar Por la
Pendiente del Sacrificio.
El Dr. Arroyo del Río fue un erudito jurisconsulto cuyo estudio profesional era un Forum
de consultoría. Fue catedrático universitario y Rector de la Vieja Casona, Miembro de la
Academia Ecuatoriana de la Lengua, de la Academia Colombiana de Jurisprudencia, de
la Academia de Historia de Cartagena, del Centro de Estudios Históricos y Geográficos
del Azuay, y de las Sociedades Bolivarianas del Ecuador, Colombia y Panamá. Fue un
personaje controvertido en razón de su valía, con quien se cerró una época de estilo político
en el Ecuador y a quien le tocó actuar en la peor crisis nacional habida en la República.
Desconocido aún por sus gratuitos detractores o presuntos biógrafos, el tiempo y el juicio
imparcial de la historia han empezado a hacerle justicia.
120
REPÚBLICA DEL ECUADOR REGISTRO OFICIAL
Administración del Sr. Dr. Dn. Carlos Alberto Arroyo del Río, Presidente Constitucional de la República
AÑO IV - QUITO, JUEVES 11 de NOVIEMBRE DE 1943 - NUMERO 959
Ministerio de Educación Pública No. 1755
CARLOS A. ARROYO DEL RIO, Presidente Constitucional de la República
Considerando:
Que es preciso dar la mayor estabilidad posible a la obra de difusión y estímulo de la cultura nacional, alejándola de las actividades políticas y colocándola en un plano de independencia y garantía; y
En uso de las atribuciones de que se halla investido,
Decreta:
Art. 1.- Créase el Instituto Cultural Ecuatoriano con sede en Quito, e integrado por el personal siguiente:
a) Los Miembros que serán designados por los individuos de número, incorporados o electos de la Academia Ecuatoriana de la Lengua correspondiente de la Real Academia Española.
b) Un Miembro que será nombrado por la Academia Nacional de Historia;
c) Un Miembro que será designado por el Centro de Estudios Literarios, anexo a la Universidad de Guayaquil;
d) Un Miembro que será nombrado por el Centro de Estudios Históricos y Geográficos del Azuay;
e) Un Miembro que será elegido entre los candidatos presentados por los ciudadanos que, con carácter constitucional y definitivo hubieren ocupado el cargo de Presidente de la República del Ecuador;
f) Un Miembro que será elegido entre los candidatos que presenten los directores de los diarios ecuatorianos que, a la fecha de la elección, existan en el país, y tenga más de un afio de labor;
g) Un Miembro elegido entre los candidatos que presenten los Rectores de las Universidades Ecuatorianas; y
h) Un Miembro designado por el mismo Instituto Cultural Ecuatoriano.
Los nueve Miembros del Instituto, que se acaba de enumerar, no ganarán sueldo; pero podrán percibir honorario por cada sesión a la cual concurran. El honorario así como el número de sesiones se fijarán en el Reglamento Interno del Instituto.
Art. 2.- Los Vocales indicados en las letras a), b), c) y d), deberán ser miembros efectivos o de número de las corporaciones que los nombran.
Art. 3.- Para la designación de los Miembros a que se refieren las letras e), f) y g), se procederá en esta forma:
El Instituto solicitará a las personas que deben intervenir en la designación de tales Miembros, que envíe cada uno una terna de candidatos. Se formará un grupo de ternas, para cada uno de los Miembros indicados en las tres mencionadas letras, y entre los tres candidatos que hayan obtenido mayor número de votos en cada grupo, el Instituto designará al Miembro que debe integrarlo.
Por esta primera ocasión, con el objeto de organizar el Instituto la solicitud de los votos la hará el Ministro de Educación Pública, y la designación de los Miembros la efectuará una Comisión presidida por el mencionado Ministro y completada con los Directores o Presidentes de las Entidades indicadas en las letras a), b), c) y d) del Art. 1".
Art. 4.- Para que pueda instalarse y seguir actuando el Instituto, bastará que estén designadas las dos terceras partes de sus Miembros.
El quórum para las sesiones del Instituto se establecerá en su Reglamento Interno.
Art. 5.- Los Miembros del Instituto durarán dos años en sus cargos y sólo podrán ser reelegidos dos veces consecutivas ...
Art. 6.- La renovación del personal...
Art. 7.- Corresponde al Instituto Cultural Ecuatoriano:
121
Primero.- Continuar la publicación de la Biblioteca de clásicos ecuatorianos y editar las obras de autores ecuatorianos que, a juicio del Instituto, sea conveniente;
Segundo.- Organizar certámenes, exposiciones, viajes y visitas de provecho cultural; patrocinar conferencias, conciertos, representaciones teatrales y manifestaciones científicas, literarias, o artístícas; fundar academias, centros de estudio para el, cultivo de esas mismas actividades; estimular el desarrollo o aprendizaje de conocimientos que contribuyan a la difusión de la cultura, mediante la concesión de premios o becas; adquirir libros, documentos, objetos, bienes de cualquiera clase y elementos adecuados o necesarios para esa difusión; y establecer museos, galerías de arte, archivos o dependencias de mejoramiento cultural; y
Tercero.- Propender en la forma más amplia y por los medios que a su juicio sean apropiados al desarrollo de la cultura y de las manifestaciones intelectuales en el país.
Art. 8.- Con el objeto de asegurar la vida económica del Instituto Cultural Ecuatoriano se le asignan los fondos siguientes: el producto de un impuesto de tres cuartos por ciento ad valoren sobre las exportaciones que se hagan del Ecuador; y lo que el Estado, los Municipios o cualquiera o persona le suministren.
Art. 9.- Los funcionarios a quiénes corresponda la recaudación del impuesto creado por el artículo anterior y de los que posteriormente se asignaren al Instituto, los depositarán directamente en el Banco Central del Ecuador ... El depósito será hecho, sin demora, en una cuenta especial a la orden del Instituto. La demora injustificada en el cumplimiento de la obligación de hacer dicho depósito, será castigada con la inmediata separación del funcionario remiso, pena que podrá ser impuesta de oficio, por el Ministerio correspondiente o a petición de parte del Instituto.
Art. 10- La inversión y manejo de los fondos del Instituto, se sujetarán a la Ley de Hacienda ...
Art. 11.- El Instituto formulará anual y detalladamente su presupuesto, el cual para entrar en vigencia necesitará la aprobación del Poder Ejecutivo. A igual aprobación previa estará sujeta cualquier reforma de dicho presupuesto. El Instituto formulará su Reglamento Interno que, antes de entrar a regir, necesitará la aprobación del Poder Ejecutivo.
Art. 12.- El Instituto estará obligado a presentar anualmente ante la Excma. Corte Suprema de Justicia un Informe minucioso de sus labores, acompañado, forzosamente, de una razón explicativa y pormenorizada de todas las inversiones realidades durante el tiempo al cual se refiere el Informe. Tanto el Informe como la razón de las inversiones deberán ser publicados antes del 31 de diciembre de cada año, y dicha publicación será distribuida profusamente. Por lo menos se deberá remitir cien ejemplares de esa publicación al Ministerio de Educación Pública y diez ejemplares a cada una de las Bibliotecas Públicas existentes en el país.
Art. 13.- El Presidente o Director del Instituto tendrá la representación legal de éste; y, en su reemplazo, el Vicepresidente o Subdirector.
Art. 14.- Durante cinco años contados desde hoy, el Instituto destinará por lo menos cien mil sucres anuales de sus fondos para la mejora o ampliación de la Biblioteca Nacional de Quito.
Art. 15.- El Ejecutivo reglamentará este Decreto en caso necesario, por medio del Ministerio de Educación.
Art. 16.- Los señores Ministros de Educación y de Hacienda quedan encargados de la ejecución del presente Decreto.
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Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a 11 de noviembre de 1943.
El Ministro de Educación, (f.) Abelardo Montalvo
(f.) C. A. Arroyo del Río
El Ministro de Hacienda, (f.) Alberto Wright V.
Es copia.- El Secretario General de la Administración, (f.) Gustavo Bueno Bustamante
EL 28 DE MAYO DE 1942
Muertos y heridos en el choque entre Carabineros y Civiles "Varios ciudadanos después de escuchar la conferencia del Capitán Leonidas Plaza Lasso en la Universidad, se encaminaron al Palacio de Gobierno para pedir dimisión del Doctor Carlos Arroyo del Río". Como consecuencia del encuentro entre carabineros y manifestante dieron como resultados muertos y heridos.
Tema de la Conferencia: "Acotaciones a nuestro desastre internacional y motivos que impidieron la defensa de nuestro honor y dignidad nacional. -Duró 1 hora. El conferencista terminó invitando al público para concurrir al Palacio Nacional y solicitar la dimisión del sefior Presidente del Ecuador.
Los manifestantes pretendieron avanzar por las gradas del Palacio con el ánimo de dirigirse a la Presidencia, siendo detenidos por el Teniente José Ruiz y su pelotón que se había apostado en el atrio. Dicho oficial expresó que no podían pasar, entonces la porfia de los manifestantes y la actitud resuelta de los carabineros hicieron que el sefior Luis Felipe Borja de Alcázar, quien portaba la bandera de la Universidad Central, encabezado con Plaza Lasso sacaron una pistola para abrir paso y se inició el tiroteo que produjo entre otro un disparo que hirió en la cabeza al carabinero Gerardo Espinosa, quien murió momentos después. Resultaron 4 carabineros más heridos.
Después de esto los carabineros hicieron disparos al aire y luego al bulto pero no se retiraban e insistían en entrar en entrar al Palacio, pero ante la resistencia de los carabineros retrocedieron hasta La Catedral y desde allí seguía el tiroteo ... y como no terminaba, el Jefe de Edecanes Mayor Balda ordenó a los carabineros mantenerse firmes en sus puestos, evitando en todo caso hacer disparos que pudieren traer graves consecuencias a los civiles ... "
El Comercio.- Quito, Viernes 29 de mayo de 1942
EL 28 DE MAYO DE 1944
El Comercio.- Quito, Lunes 29 de mayo de 1944
Movimiento Subversivo Estalló en Guayaquil
Al grito de viva Velasco Ibarra, patrullas armadas y civiles enardecidos se lanzaron a las calles poco antes de media noche.
Por los primeros síntomas, se teme que la ciudad portefia haya sido testigo de hechos de violencia extrema.
Todo medio de comunicación entre Quito y Guayaquil fue anulado desde los primeros momentos.
Las comunicaciones con el resto del país funcionan normalmente y se sabe que nada anormal ocurre en provincias.
Ministros de Estado, Autoridades Civiles y Militares se reunieron en horas de esta madrugada en la Casa Presidencial.
Las oficinas del Telégrafo Nacional de Quito fueron ocupadas por fuerzas de carabineros.
---o
La Primera y Unica Noticia del Puerto
Guayaquil, 29.- (Madrugada de hoy). Antes de media noche se produjo en esta ciudad un movimiento militar con la intervención de elementos extremistas al grito de viva Velasco Ibarra.
La población vive horas de angustia, pues se oyen disparos por todos los sectores y se teme se produzcan choques de un momento a otro.
(Pasa a la página siguiente)
123
La extrema dificultad de seguir en contacto con Quito me obliga a ser lacónico en esta parte que temo sea el único en estas horas de tragedia. De serme posible enviare detalles por alguna vía que encuentre expedita, pues todos los sistemas de comunicación , inclusive nuestra estación se controlan por los
revolucionarios.
Corresponsal Los medios de protección de que dispone El Comercio para sus servicios internos e internacionales pudieron permitir que uno de los corresponsales en Guayaquil se pusiera en contacto, por medio de nuestra estación poco después de las doce y cuarenta de la madrugada de hoy. Cuando el corresponsal trataba, seguramente, de seguir proporcionándonos mayores informaciones, su mensaje se cortó y ya no fue posible volver a ponerse en comunicación. Es posible, así lo presumimos, que la estación radio trasmísora de El Comercio en Guayaquil esté controlada por los sublebados, al igual que procedieron con todos los otros medio de comunicación existente en el puerto.
Se conforma la noticia en la Capital.
En efecto, en la Casa Presidencial, los Coroneles Rosales, Batallas y Suárez, y varias autoridades civiles y militares, conferencian con el Sr. Dr. Arroyo del Río.
La Guarnición Militar de Guayaquil se halla divida.
La Guarnición, que se halla integrada por batallones de conscriptos de Infantería y Artillería, así como por contingentes de marinería y aviación, se halla dividida, habiendo quedado leal al Gobierno la mayor parte de esta Guarnición.
En la Capital, la madrugada de hoy fue tranquila todo normal.
EL GOBIERNO QUE NACIO DEL 28 DE MAYO DE 1944
Fueron tantos los atropellos, las inmoralidades y la corrupción administrativa que caracterizaron al gobierno que nació el 28 de mayo de 1944, luego del derrocamiento del Dr. Arroyo del Río, que el 24 de agosto de 1947, el Ministro de Defensa, Crnel. Mancheno, valiéndose de un golpe militar obligó a renunciar al Presidente de la República, quien lo hizo en los siguientes términos: «José María Velasco Ibarra, Presidente Constitucional de la República, en beneficio de la paz de la República, para propender a la unión y tranquilidad del país y para facilitar que cuanto antes se enrumbe la Nación por senderos de libertad y justicia, entrego el mando de la República al señor Ministro de Defensa Nacional coronel don Carlos Mancheno, y, por consiguiente, renuncio irrevocablemente al cargo de Presidente Constitucional de la República ••. » Por medio de este increíble documento el Dr. Velasco Ibarra reconoció que durante su gobierno en el Ecuador no había habido ni paz, ni tranquilidad, ni libertad, ni justicia. Es decir que -incapacitado para gobernar- había llevado al país al más completo caos.
« ••. Por consideración -ha explicado el coronel Mancheno-, no le metí en la cárcel el 24 de agosto de 1947, para que responda a los obscuros hechos y manejos de que estuvo plagada su administración, como el trueque del arroz y el azúcar con Cuba; la compra de terrenos del «Rancho San Vicente» para el Palacio Nacional, debiendo responder o aclarar quiénes se repartieron el dinero de ese negociado .•. el derroche escandaloso de los seis millones de dólares arrancados a la fuerza al Banco Central, después de que resultaron insuficientes las entradas ordinarias del presupuesto para la voracidad oficial. •. el escamoteo del platino que estuvo depositado en el Banco de La Previsora ••. y otra infinidad de hechos que callo .•. » (Carta del 16 de enero de 1949 dirigida por el Cme/. Carlos Mancheno al Director de El Telégrafo de Guayaquil).
El mismo día 24 de agosto, luego de firmar la renuncia el Dr. Velasco !barra Abandonó el País.
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VELASCO IBARRA ODIABA Y TEMIAAL DR. ARROYO DEL RIO
Es indudable que el Dr. Velasco Ibarra odiaba y temía al Dr. Arroyo del Río. Lo odiaba por que lo había derrotado en las elecciones de 1940 y, sobre todas las cosas, por que lo sabía superior. Y por eso, porque lo odiaba y lo sabía superior, también lo temía. Sabía que en cualquier momento podría desenmascararlo denunciando sus barbaridades, y por eso se propuso destruirlo, aprovechándose para el caso de la ingenuidad y buena fe del pueblo ecuatoriano.
Fue por eso que -desde su ascenso al poder, luego del 28 de mayo- se dedicó con incontrolable obsesión a perseguir al Dr. Arroyo del Río, acusándolo de traición y de haber sido el culpable de la derrota militar de 1941 y de la firma del Protocolo de Río de Janeiro, procediendo además a apropiarse de toda la obra que este había realizado durante su Gobierno. Fue por eso que -en el paroxismo de su ofuscación alucinante- queriendo hacer desaparecer el peligro que él creía se cernía sobre su cabeza, buscó -entre las multitudes que curiosas lo escuchaban hablar mientras gesticulaba histriónicamente- a un asesino que acabara con la vida del ilustre ex Presidente. El no se atrevía a matar ni siquiera a una mosca, pero quería ver el cadáver de ese hombre superior a quien tanto odiaba y temía, y por eso, frente a esas multitudes, el 4 de junio de 1944, en Guayaquil, expresó sus criminales intenciones cuando dijo: "Ojalá pudiéramos triturar al traidor, al que arrojó la mitad del territorio nacional", quiso -indudablemente- referirse al Dr. Arroyo del Río, pero se le atrancaron las palabras al comprender que era él, y no el Dr. Arroyo del Río, quien con su carta publicada en el periódico La Crítica de Santiago de Chile, del el 2 de agosto de 1941, había entregado extensos jirones de la Patria a los peruanos. Igual cosa hizo durante el discurso que pronunciara un mes más tarde durante la inauguración del Congreso de Obreros Católicos, cuando dijo: "Yo había creído que el señor doctor Arroyo del Río debía ser fusilado para ejemplo de las generaciones futuras .•• "; y más tarde, durante el Mensaje de Año Nuevo, envalentonado por los gritos de sus simpatizantes volvió a expresar sus malevas intenciones: "Carlos Alberto Arroyo del Río hubiera sido fusilado por mí como lección severa contra cualquier posible traidor y para ejemplo y escarmiento de cualquier posible corruptor político" (x).
Es indudable que el locuaz demagogo quería desviar la atención del pueblo para que este olvide que había sido él, precisamente, quien de manera vil y traicionera -a través de su carta del 2 de agosto de 1941, publicada en el periódico "La Crítica", de Santiago de Chile-le había dado a los peruanos los argumentos y las armas necesarias para demostrar que ellos habían sido las víctimas y, el Ecuador, el país agresor, facilitándoles además el camino para que estos consigan el respaldo internacional y sean favorecidos con la firma del Protocolo de Río de Janeiro (ver p. 107 a 110).
El, que hablaba de dar ejemplo y escarmiento a cualquier posible corruptor político, había iniciado su gobierno usurpando bienes e incautando depósitos bancarios, para proceder luego a encarcelar y maltratar impetuosamente a quienes lo habían llevado al Poder, haciendo además caso omiso del derecho de Hábeas Corpus. El, que hablaba de castigar a los corruptos, estableció un gobierno en el que fue tanta la corrupción, los negociados y el saqueo de los fondos públicos, que el Dr. Enrique Boloña Rodríguez, Gobernador de la Provincia del Guayas, presentó su renuncia en noviembre de 1945 declarando que "El lodo salpica hasta las mismas alturas del Poder".
(x) 28 de Mayo: Balance de una Revolución Popular / Documentos para la Historia.
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Periódicos
El Comercio, Mayo 29 de 1942 El Comercio, Mayo 29 de 1944 El Comercio, Mayo 30 de 1944
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Otras Publicaciones del Autor
DICCIONARIO DEL ECUADOR Histórico Geográfico y Biográfico (4 tomos / 1994)
ATLAS ECUADOR PANORAMICO (Publicado en fascículos por Diario El Universo /1994)
500 AÑos DE HISTORIA (Publicado en fascículos por Diario El Universo / 1995)
GOBERNANTES DEL ECUADOR (1996) Segunda edición en Preparación.
CALENDARIO HISTORICO DEL ECUADOR (1997)
ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR Histórica, Geográfica y Biográfica (CD Interactivo / 1998)
128
GUAYAQUIL 2000: Una Ciudad Para el Próximo Milenio (CD Interactivo / 2000)
HISTORIA DEL ECUADOR (Publicada en fascículos por Diario El Universo / 2002)
Otros Trabajos: Miranda y Antepara: Precursores de la Independencia Americana.
Guayaquil: Desde su Fundación hasta su Independencia.
Guillermo Brown: Ultimo Corsario y Primer Almirante.
La Revolución del 9 de Octubre de 1820 y la Importancia de Guayaquil en la Consolidación de la Independencia Americana.