Bogotá D.C., 4 de Marzo de 2010

SeñorROBERTO POMBODirector Diario El TiempoCiudad

Respetado Señor Director,  Reciba un cordial saludo en nombre del Programa Presidencial para la Acción Integral contra las Minas Antipersonal (PAICMA).

En esta ocasión, quiero referirme al artículo titulado “No hay en el país condiciones de seguridad para desminar: Andrés Dávila”, publicado en la edición física y digital del diario El Tiempo, el pasado 01 de marzo de 2010, escrito por la Redacción de Justicia a partir de la información entregada por el Programa Presidencial que dirijo a la periodista Johanna Alvarez Quintero la semana anterior.

Quiero, en primer lugar, manifestar mi extrañeza con la nota en mención, dado que no fue explícito que se tratara de una entrevista para ser publicada en una edición cercana a la realización de la charla. En efecto, si bien durante la conversación se trataron los temas incluidos en la nota, se hizo a manera de una conversación explicativa, aclaratoria y de entrega de información relevante sobre el desminado, para un posterior trabajo sobre el tema. De hecho, se suponía que el tema de interés fundamental de la periodista era el de los avances en el marco regulatorio para el desminado por organizaciones civiles en Colombia. Por eso mismo, no se solicitó, como es nuestra costumbre, una revisión conjunta previa a la publicación, para efectos de corregir o complementar cualquier información que técnicamente presentara algún problema. Entenderá usted que, por lo complejo y sensible del tema, resulta fundamental que la información pública sobre las minas antipersonal ayude a aclarar y genere el conocimiento adecuado sobre la temática en cuestión.

En segundo lugar, resulta preocupante que el titular de este artículo corresponde a una declaración sobre la situación particular del municipio de Samaniego (Nariño), la cual fue sacada claramente de contexto, por cuanto mis afirmaciones se relacionaban con la particular situación de violencia y afectación por minas antipersonal que se ha presentado recientemente en este municipio.

Esta afirmación, planteada como un balance general para Colombia, dista de mi posición, y la del Gobierno nacional, sobre las condiciones para la realización de operaciones de desminado humanitario en el territorio nacional. En efecto, desde el año 2005, el Batallón de Desminado Humanitario viene desarrollando exitosamente esta actividad, cumpliendo con los Estándares Internacionales de la Acción contra Minas y bajo la supervisión de la Organización de Estados Americanos (OEA). Estas actividades se han adelantado con éxito en diferentes municipios de Antioquia, Bolívar, Guaviare, Meta, Nariño y Tolima.

Igualmente, el mejoramiento en las condiciones de seguridad en amplias regiones del territorio nacional, como consecuencia de la implementación de la Política de Seguridad Democrática, ha permitido avanzar en el fortalecimiento de la capacidad nacional de desminado humanitario. Hoy tenemos siete pelotones de desminado humanitario, algo más de 300 hombres, dedicados a esta labor, y estamos por poner en funcionamiento el octavo pelotón. Adicionalmente, se ha previsto disponer de un total de 14 pelotones de desminado humanitario para 2012, al tiempo que se avanza en la reglamentación necesaria para que organizaciones civiles puedan implementar este tipo de intervenciones en aquellas zonas en las que se ha garantizado el restablecimiento de las condiciones de seguridad.

En consecuencia, frente al supuesto objeto de la conversación, la información entregada en la nota ha generado confusión, indisposición y preocupación, tanto de donantes como de interesados, en torno a la verdadera posición del Gobierno Nacional.

En tercer lugar, en cuanto a la situación particular de Samaniego, extraña como, siendo la situación particular de este municipio uno de los aspectos más destacados de la entrevista, no fue publicada la información sobre los resultados de las operaciones de Desminado Humanitario que se adelantaron en ese municipio a lo largo de 2009.

Al respecto, es importante señalar que, durante los doce meses que duró la intervención integral en ese municipio, que incluyó labores de educación en el riesgo, asistencia integral a las víctimas y desarrollo de proyectos de infraestructura para posibilitar pasos hacia el desarrollo, también se realizaron actividades de desminado humanitario en las veredas Alto Cartagena, Alto las Cochas y Chuguldí, en las cuales se revisaron todas las áreas dónde la comunidad sospechaba la presencia de minas antipersonal. En estos trabajos fueron destruidas siete minas antipersonal y hoy las comunidades vecinas manifiestan que no sienten temor por estos artefactos, pues consideran que el riesgo ha sido eliminado. Estas tres veredas se encuentran a unos 45 minutos del casco urbano, en un sector alejado de las operaciones militares y dónde no se ha registrado presencia de grupos armados al Margen de la ley en varios meses, por lo que no se considera que hay peligro de colocación de nuevas minas en el futuro inmediato.

Señor Director, durante todo el 2009 se adelantó un trabajo muy importante entre El Tiempo, la Vicepresidencia de la República y el Programa Presidencial de Acción Integral contra Minas Antipersonal. Esto nos permitió un proceso de acercamiento al problema y su complejidad, un flujo adecuado de información sobre los asuntos más sensibles, como el número de víctimas y las regiones de mayor afectación. Incluso, reporteros del periódico visitaron municipios y veredas donde se han adelantado intervenciones por parte del Programa, del Batallón de Desminado Humanitario y otras entidades gubernamentales, así como de los operadores y organizaciones que trabajan en terreno.

Ello se reflejo en un informe especial publicado en junio de 2009, en varios editoriales y en el seguimiento y difusión de la “Cumbre de Cartagena por un mundo libre de minas antipersonal”. Todo esto, lamentablemente, pese a un uso del ejercicio de la difusión pública en un tema tan particularmente sensible de nuestra dura realidad, ha quedado, al menos parcialmente, en entredicho o se ha visto afectado por lo planteado en la entrevista en cuestión. Agradezco, entonces, se adopten los correctivos pertinentes y

podamos, en un futuro próximo, encontrar el mecanismo para subsanar la confusión generada con la información entregada.

Cordialmente,

ORIGINAL FIRMADOANDRÉS DÁVILA LADRÓN DE GUEVARA

Director