Carta de Sor Juana a Núñez de Miranda
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7/26/2019 Carta de Sor Juana a Nez de Miranda
1/42
590
ROBERTO CONZLEZ ECHEV RR
NRFI , XXXV
eza que era ser i o l l o Me t
emo que
es esa
extraeza
la
que
expresa Espejo
de paciencia , no la pertene
ncia
o
cubana
de
que
habla
la
literatura
cubana, que hace de este poema origen de su
origen.
Los gentilicios
que
u
sa Balboa
son un
buen
ndice de ello:
"e t
opes", "luteranos", "insulanos". La fusin de estos gentili
cios ha de ser siempre un "concierto barroco", es decir,
una suma
de
rarezas, no una
sntesis ontolgica;
un
extraamiento, no
una
fusin extasiada de naturaleza, lengua y fantasa. La misma filia
cin genrica del Espejo
apunta
en esta direccin. La pica arios
tesca es cmica y distante;
Medoro
es hroe por su rareza, igual
que
Salvador.
El que los vecinos
de
Bayamo aparezcan disfraza
dos d e guerreros picos renacentistas es una medida de esa
ma
s-
carad
a tragic
mic
a
que
es el
Orlando furioso,
modelo
de
Balboa.
El
Espejo
refleja, pero
distorsionando,
y proyectando su
superfi
cie
lisa
y
brillante
ent
re la
realidad y
su
representacin.
El
espejo
es
emblema de
lo barroco, y el
Espejo de paciencia forma parte
del
barroco de India
s,
no de una Edad Media
criolla,
porque no hubo
tal cosa.
No podemos negar la
facticidad histrica
de la creacin
de Echeverra
y sus
su
cesores
hasta
L
eza
ma,
Carpentier
y Be
n
t
ez Rojo. Pero tampoco
podemos
perder
de
vista
que
sta surge
de
un espejis
mo
histrico.
ROBERTO GONZLEZ ECHEVARRA
Yale University
/bid p. 86.
LA
CARTA DE SOR
JUANA
AL P.
NEZ
(1682)
En
nov
iembr
e de 1980,
exa
c
tamente tr
es sigl
os despus de
la
compositin
del Neptuno
Alegrico,
apareci en
un
peridico
de
la
ciudad
de Mxico la noticia
de que
don
Aureliano
Tapia Mn
dez, eminente ecles istico
de Monterrey
,
hab
a encontrado un a
carta de So
r Juana
Ins
de la
Cr
uz a su confesor, el
P.
Antonio
Nez de Miranda
1
El
ao siguiente public Tapia su hallazgo,
en
ed
ici
n de
la
Universidad
Autnoma de
Nuevo Len.
Esa
carta
constituye el
tema
y la materia del presente
ar t
culo
2
.
1
Ju n to con la noticia se publicaron Exc, 12 y 13 de noviembre) algunos
extractos,
que
al
ca
nc a aprovechar en mi a rtculo "
Pa r
a leer
la
Fama
y
Obras
psthumas
de
Sor Juana
I
ns
de
la Cruz", NRFH
29 (1980), 428-508.
2
Emplear
las
siguientes
abreviatu ras:
A. M. P. : Alfonso Mndez Plancarte, editor de Sor ana;
BNASSY: MAR E-CCILE BNASSY -BERLING, Humanisme
et
r
el
igion chez Sor
Juana In
s
de la Cruz , Paris, 1982 (
hay que tener en
cue nta que la
autora,
al
publi
car
este
libr
o,
no
tena
conocimiento de
la Car ta de Sor
Juana);
BERIST N: JOS MARIANO BER STIN DE SOUZA, Biblioteca hispano-americana
setentrional, 2 ed., Amecameca, 1883.
CALLEJA: DIEGO CALLEJA, Vida d e Sor
Juana
(" Aprobacin" de la Fama y
Obras psthumas,
Madrid
,
1700);
Carta: la Carta
de Sor Juana
a l
P. Nez,
segn el texto que a
qu
publico;
CASTORENA: J UAN IGNACIO DE CASTORENA Y URSA, prlogo de la Fama
y
Obras
psthumas de Sor Juana;
CHVEZ
1
:
EZEQUIEL
A.
CHVEZ, Ensayo de psicolog{a e SorJuana Ins
de
la Cruz
y
de
estimacin del sentido
de
su obra y de su vida ..
.
[en la pas ta del lib ro: Sor
Juana
Ins de
la Cruz: su vida y su obra j. Barcelona , 1931;
CIIVEz2:
Id.,
Sor
Juana de la Cruz. Su misticismoy
su
vocacinfi losfica y lite-
raria,
Mxico,
1968;
MAZA: FRANCISCO DE
LA
MAZA
(cd.),
Sor Juana Ins de la Cruz
an
te la historia,
Mxico,
1980;
M
ED
I\A: J OS TOR IBIO MEO NA, a imprenta en M xico, Santiago de Chile,
1908-1912:
-
7/26/2019 Carta de Sor Juana a Nez de Miranda
2/42
1
1
1
592
NTONIO
L TORRE NRfH,XXXV
I
SOR JUANA
Y EL P
NEZ
El
primer
testimonio sobre la relacin
entre Sor Juana y
el
P. Nez es el del P. Diego Calleja en su Vida de la
monja.
Es
el momento capitalsimo de la
vocacin
de
Juana
Ramrez. Des
contada la retrica del elogio a
la
vida religiosa, tan preferible a
la
mundana
- e l
propio Calleja,
en edad madura,
haba abrazado
la vida religiosa
en
la Compaa de Jess- , lo que
en
esa Vida
se
dice
es bien claro (adems de
que
coincide
punto por punto
con lo que SorJuana le dice a
Sor
Filotea en la Respuesta): Juana,
criada
de
la marquesa de Mancera,
no
experiment
eso
que
tc
nicamente
se
llama vocacin religiosa .
No se senta llamada
por Dios
3
, sino
por
los libros. Su vocacin era intelectual, y tan
VIEDO: JUAN ANTONIO DE VIEOO, Vida exemplar, heroycas virtudes y apost
licos ministen.os del V. P. Antonio Nez de Miranda, Mxico, 1702;
Para leer. ..
:
el artculo mencionado en la
nota
1;
PA
Z:
CTAVIO
PAZ,
Sor Juana Ins de la Cruz, o Las
trampas
de la fe,
3a
ed.,
Mxico,
1983 (me
refiero exclusivamente a esta
3a cd.;
al aparecer las dos
-primeras, el
autor no tena
an conocimiento de
la Carta de
Sor
Juana);
Respuesta: Respuesta
de Sor
Juana
Ins
de
la
Cruz
a
Sor
Filotea
de
la
Cruz, en
SJ
t
4, pp. 440-475
(cito
por nmero de
lnea);
Sj: Obras completas de Sor Juana Ins de la
Cruz,
ed. Alfonso Mndez Plan
carte
y Alberto
G.
Salceda, Mxico,
1951-1957;
TAPIA
1
: AUREL ANO TAPIA MNOEZ, Autodefensa espiritual de Sor Juana, Mon
terrey, 1981;
TAPIA
2
: Id., Carta de Sor Juana Ins de la Cruz a
su
confesor, Monterrey, 1986;
ZAMBRANO: FRANCISCO ZAMBRANO, S.J., Nez de
Miranda, Antonio ,
en
su Diccionano
bio-bibliogrfico
de
la
Compaa de Jess
en
Mxico,
t.
10,
Mxico, 1970, pp. 513-539.
3
Al hablar
de
la
entrada en
el convento, los hagigrafos de monjas se dan
vuelo: Desde la ms tierna edad nuestra herona resolvi entregarse al Celestial
Esposo ,
etc. (y el piadoso tpico
encubrir
historias quiz interesantes). Me
sorprende que
PAZ,
pp. 13, 90-91, etc., y BNASSY, pp. 166 y 168, encuen
tren hagiogrfico
y
beato
el tono de Calleja. PAZ da este ejemplo de
su
mtodo :
al
contar que
Juana
Ins
naci
en
una
habitacin a la
que llama
ban
la celrJ, ve
en
esa circunstancia un aviso de
su
futura condicin
de
monja .
Yo no encuentro que
se sea
su mtodo. Calleja no
hace sino
contar un
detalle
que a l le
ha
contado en una carta la propia Sor Juana. Seguramente por
estrecha y
apartada, la
habitacin de
la ha
c
ienda
de
Nepantla en
que ella vino
al
mundo
tena esa designacin familiar y humorstica, la celrJ. Detalle curioso,
puesto
que
Juana vino a
parar justamente en
una celda. (El propio
PAZ
no
se salva de decir en la p. 124: En la situacin infantil
ya
estaban inscritos todos
los pasos del destino de
Juana
Ins:
la
renuncia al matrimonio;
la
celda
biblioteca .. ). El tono de Calleja no es propiamente hagiogrfico sino al final ,
cuando
habla de los dos ltimos
aos
de
Sor
Juana. Pero, ah, se
era
el nico
tono posibl
e. No
slo
cualquier
religioso, sino
cualquier
laico devoto,
tena que
ver en la renu nciacin " de 1693 un acto heroico de virtud.
NRfH, XXXV
L
C RT DE
SOR JU N L
NEZ
593
honda, que
nunca
le pas por la
ca
beza la
idea
de casarse ( total
negacin al
matrimonio ,
dice
la Respuesta).
Excluido el
mat_ri-
monio,
no quedaba sino
refugiarse
en un
convento, pues
-d1ce
Calleja- la
buena cara de una
mujer
p o b ~ e [y s o l t e r a ~ se
entiende
J
es una pared blanca donde no ay neoo
que
no 9-Uiera
echar su
borrn .
Pero esta idea no le
agradaba
del todo a la JOven:
la vida conventual
estaba llena
de
obligaciones
difciles de con
ciliar
con
el intenso deseo
de
dedicar la
vida a
la
lectura y al estu
dio. Antes
monja
que
casada,
s, pero .. As las cosas, Juana
comunic
los rezelos de su vocacin con el P. N(ez, y Nez,
jesuita al
fin,
la quit
el
miedo :
le dijo
que su
vocacin intelec
tual poda conciliarse perfectamente con la vida de comunidad
4
,
y entonces ella dio el
gran
paso.
Por
lo dems,
as
como SorJuana
le dice a
Sor
Filotea
que no hubo
solucin
de continuidad en
sus
estudios al pasar del siglo al claustro -inmediatamente des
pus de
contar
cmo se
hizo monja,
escribe: Volv (mal dije,
pues
nunca
ces),
prosegu,
digo, a
la
estudiosa tarea._.
de leer
y
ms leer, de
estudiar
y
ms
estudiar
Respuesta,
290-293)-,
as
Calleja deja bien claro que Juana no dio ese paso para hacerse
una
-santita.
Veinte
y siete
aos
- d i c e -
vivi
en la
Religin
sin los retiros a que
empea el
estruendoso y
buen
nombre de ext
tica (jams se dijo de
ella
'Hay en San jernimo monja que
tiene xtasis'),
mas con
el
cumplimiento
substancial a
que
obliga
el estado
de
religiosa'': lo estrictamente o b l i g a t o r i o Y
el
lector
de esta Vida no vuelve a toparse con el nombre de Nez hasta
4 No cabe duda de que el espn t de corps ha sido
una
gran fuerza de los jesui
tas. Calleja, hermano de sotana de Nez, saba y bien ?_
que
ste _ s t o r ~
ulteriormente a SorJuana,
pero no menta
al dec1r que
Nunez le
hab1a
qUI
tado a Juana sus rezelos . He aqu cmo cuenta el r c : ~ u l t a d o de la con
sulta que
ella le hizo: Siendo el consultado de tal fam1lia (la
de San Igna
cio ], claro estava que no le ava de parecer difcil
ca?er
dentro de v ~ a l m a
tantos talentos de
sabidura hermanados con
grandes
Vi
rtudes religosas .
Sor
Juana
lo
cuenta
as
Respuesta,
280-282):
Estopa
o n s i d e r a ~ i n
de_los
m u c ~ o s
estorbos que la vida conventual
pondra
a
la
libertad de m1 estudiO) me h1zo
vacilar algo en
la
determinacin, hasta que, alumbrndome
pe_rsonas
d o c ~ a s de
que era tentacin, la venc . Es notable cmo
Sor
Juana ev1ta hacer publico
el
nombre del
P.
Nez,
y
lo pluraliza
en personas
doctas.
5 El mismo Calleja no tiene
ms
remedio que reconocer, as sta a rega-
adientes [yo subrayo),
la
tibieza
de Sor Juana
, dice
PAZ,
p.
150.
Calleja, el
poeta que en la Elega publicada en la Fama y Obras p s t ~ . u r n a s ~ e c u e r ? a con
emocin las misivas poticas de Sor
Juana, que no
e
ran
esp
mtuales smo
muy humanas (cf. Para leer
..
, pp . 484-485, con las notas),
e s c ~ i t a s
durante
los aos de tibieza , mal
hubiera
podido reprocharle a su am1ga el
no
ser
una exttica . Por lo dems, Calleja aade que, en cuanto a observancia
de lo estrictamente obligatorio, Sor Juana se port como la que
mejor .
-
7/26/2019 Carta de Sor Juana a Nez de Miranda
3/42
594
NTONIO
L
TORRE
NRFH
XXXV
el
final,
donde se
dice
que Sor
Juana,
ahora
ya otra",
se dio
de tal modo a la mortificacin,
que
ni el prudente Nez poda
' ' a razones, a
persuasivas
y aun a
ruegos,
conseguir que
templasse
en
sus penitencias el rigor''.
La relacin entre Nez y Sor
Juana
constituye as
un
cuadro
de armona
total, salvo
el combat e gnrositi
de
los dos ltimos aos,
c
uando
l
trata de refrenar
el
furor sanctitatis
de
su hija espiritual
y e lla se obstina en salirse con la suya
6
. De este combate sa
li
Nez
maravillosamente derrotado;
l, que era un profesional
de
la santidad. La
ltima
imagen
de
Nez que tiene el lector de
Calleja
es sta: Una vez le
preguntaron l
os
Padres [los de
la
comu
nidad jesuita de Mxico] ... que
cmo
la iba a la Madre
Juana
de anhelar
la
perfeccin"
(curiosidad un
tanto
indiscreta,
se dira),
y Nez contest:
"Juana
Ins no corre en la virtud, sino
buela"
7
Sin ms
gua
que la
Vida
de
Ca lleja,
un
escritor mexicano de
mediados
del siglo
X IX poda
perfectamente
pintar el
cuadro de
la relacin entre Nez y
Sor Juana
con
estos
colo res:
Sobresali mucho el P. Nez en la gracia con que le
dot
el
Seor para dirigir
las
almas
, especialmente a l
as
religiosas.
De
su
prudencia
(ha escrito
un
moderno articulista) no es prueba tan con
cluyente
su buen
gobierno
en
calidad
de
rector del
Colegio Mximo
6
La
manera como Calleja cuenta este
"pleito"
se parece mucho a la
manera como Sor
Juana
cuenta (Respr.usta, 817 ss.) el que una vez tuvo con
los mdicos que le prohiban d estudio a causa de
"un
grave accidente de est
mago": ella, con razones mdicas, Jos haba dejado mudos (as, sin el alivio de
los libros,
"eran
tan fuertes y vehementes mis cogitaciones, que consuman
ms espritusen
un
cuarto de hora que el estudio de
los
libros en cuatro das'').
Lo
que en
los
dos ltimos aos queraera morir, y deban sobrade
razones
reli
giosas para triunfar de la
"prudencia"
del confesor.
7
Segn BNASSY, p. 166, el relato de Calleja no nos dice gran cosa sobre
lo
que ocurri realmente en el alma de Sor
Juana,
puesto que l habla como
hagigrafo y, adems,
"il
est tout le contraire
d'un
tmoin oculaire . No
fue
testigo ocular, pero tampoco se merece ese enftico
toul
conlraire.
Los testigos
de
Mxico lo tenan al corriente. Las palabras
de
Nez, desde "Es menester
mortificarla para que no se mortifique mucho
..
hasta" .. no corre en
la
vir
tud,
sino
huela",
van impresas en cursiva, que
era
como
se
marcaba la litera
lidad de u na declaracin. (Tambin est en cursiva el famoso comentario de
Mancera sobre
c
mo se
lu
c
i Juana
ante los cuarenta sabios que la examina
ron. En esos casos empleamos ahora ms bien las comillas) .J:lNASSY, por lo
dems, observa sensatamente
en
otro lugar (p.
216): '' o
n est oblig de consta
ter que le Pere Calleja .. est aussi concis qu'admi ratif lorsqu'il voque cette
priode,
se
contentant de parler de progres tres rapides vers la saintet ..
";
-contentndose,
dira yo, con referir
las
noticias que por esos tiempos le lle
garon a l desde Mxico. Cf. "Para leer .. ", p.
503,
nota
163.
NRFH XXXV
U C RT
DE SOR JU N L P NEZ
595
y de provincial, como la direccin espiritual de
la
clebre poetisa ...
Otro que no fuera el P.
Nez,
habra violentado su inclinacin a
las letras
humanas, reducindola
al
Kempis
8
y a otros autores asc
ticos; pero este jesuita supo conciliar los santos carismas
de
un Esposo
sobre
natural
y los entretenimientos del juicio con
la
imaginacin.
La
vea
pasar
del
monte
Oreb al
Parna
so, y,
como no la encontraba
pervertida con las i
lu
siones
de
la fbula, consenta
que
volviese a
abastecerse
de
imgenes
sub
lim
es
para
explicar sus
pensamientos
9
Si
hacemos abstraccin de la cursil
era
de l lenguaje, veremos
lo
justificado de ese cnt ico a la cordura y delicadeza
de
Nez.
Sor
Juana,
monja, escr
ibi
poesas
hu m
anas"
de
calidad
extraor
dinaria; otro que Nez no hubiera tolerado
ese
revolotear de
un
monte a
otro, del sagrado Oreb al pagano
Parnaso. Nez
vio
que el Parnaso no
slo no
"pervert a" a su hija
espiritua
l , sino
que la ' 'abasteca''
de
joyas poticas. Todo lo
que
ella escribi fue
consentido por l. Gran hombre
Quien acab para siempre con este
cuadro
color
de rosa
fue
Ezequ
iel
A. Chvez
en
su
Sor
Juana de 1931. l parece haber sido
el
primer lector moderno de la Vida
de
Nez
por
el
P.
Juan Anto
nio
de
Oviedo
1
Esta
Vida
se public
en
1702,
inmediatamente
d espu s de aparecida la Fama Obras psthumas,
cuando
SorJuana
e ra
leda
y aclamada en
los dos
mundos. Como N ez haba
tenido
tanto que ver
con ella, el asunto
bien
se mereca todo un
cap
tulo
8
De
hecho, Nez
es
autor de una Explicacin
then ca
y
prctica aplicacin
de/libro quarto
t
Contemptus mundi, para prepararsey dar fructuosamente gracias en
lafrequente
co
munin, impresa en
1691
en Puebla, por el mismo Diego Fernn
dez de Len que el ao anterior haba impreso la Carla
Athenagrica
y la repren
sin de Sor Filotea. Dice BERISTIN que en esa Explicacin (que l llama Expo
sicin)
hace Nez
"una
erudita apologa de Toms de Kempis, verdadero autor
del precioso libro De imitatione Christi, contra
los
que lo atribuyen a Juan Ger
sn".
(Nez
fu
e durante toda su vida ministerial
un
verdadero apstol de
la comunin frecuente).
9
J OS MARIANO DVILA,
"Nez
de Miranda, P. Antonio , en el Dic
cionario universal
t
historia y-geografa
(adaptacin mexicana
del
de F. de P.
Mellado), t. 3 de Apndices, Mxico, 1856. Tomo la cita de ZAMBRANO, p.
535.
(Sobre los cargos de rector y provincial de Nez cf.
injra,
p.
639).
lO Oviedo, bogotano, se traslad a los 20 aos (en 1690) a Mxico, donde
se
hizo jesuita y vivi hasta su muerte (en
1757).
Oviedo tuvo a su vez su
bigrafo-hagigrafo, el tambin jesuita FRANCISCO XA VIER
LAZCANO
Vida
exemplary virtudes
heroicas
t
V. P.Juan Antonio de
Oviedo,
Mxico,
1760),
donde
leemos que "q uien gan los primeros respetos y religiosos carios al (recin
sal ido del noviciado] hermano
Juan
fue el
V.
P. Antonio Nez de Miranda".
Nez, su padrino de primera misa,
fu
e
as
istido por l en el lecho de muerte
ZAMBRANO, p. 533).
-
7/26/2019 Carta de Sor Juana a Nez de Miranda
4/42
596
NTONIO L TORRE
NRFH,
XXX
(que
puede
leerse
cmodamente
en BNASSY,
pp. 434-437). All
revela Oviedo lo que Calleja haba callado. Dice que Nez quiso
''contener el natural affecto e innata inclinacin a las letras
de
la
Madre Juana
en los
lmites de
una
decente
y moderada
ocupa
cin,
para
que del todo se
dedicasse
al estudio de
la
perfeccin ,
que era, naturalmente ,
lo
que qualquier prudente y
acertado
padre
de
espritu deba
hacer
en
el
caso
de
una
monja
hija suya.
Y en seguida, dndonos a sobreentender un nexo que sera ms
o menos: 'pero la
monja
en cuestin no toler barreras
de
con
tencin
en
su natural
afecto',
contina:
' 'Viendo,
pues,
el
P. Anto
nio que no poda conseguir lo que deseaba, se retir totalmente
de
la assistencia a la Madre
Juana ; no pudiendo con
ella, la abandon
a
su (desdichada) suerte
11
Chvez
aprovech al mximo ese revelador captulo. Casi se
siente que
lo
saba
de memoria. Pero
tambin
ley
atentamente
el
resto
de
la Vida, para
hacerse del personaje
la imagen
ms fiel
posible
y comprender y explicar mejor el ' 'choque de almas' ' tan
sucintamente
contado
por
Oviedo
12
Adems, fue
Chvez el
pri
mero que
ley una obra de Nez,
la Distribucin de las obras del
da,
donde
se explica circunstanciadamente cmo
debe ser
la
vida
de
las
monjas. Estaba,
pues, muy bien
informado sobre esas dos
almas, y
el
choque lo dej fascinado:
Oh cun diferentes, aunque, en algn sentido, cun seme
jantes, Sor
Juana .. y su confesor . .. los dos igualmente sinceros
en sus convicciones
..
, los dos admirables en su devocin y
en
as
obras
que hicieron; pero cun diferentes esas obras, y el concepto
11
La
Carta
descubierta por Tapia "confirma" la
ya
muy sabida ruptura,
pero "aclara" que quien se retir fue Sor Juana, y en esto radica, evidente
mente,
su
principal inters. Claro que la iniciativa bien hubiera podido ser
de Nez. Era muy capaz
de
"despedir" hijos espirituales. Uno
de
ellos,
Domin
go
Prez de Barcia, "pec" por el lado inver
so
del de Sor Juana: cay
en
el
misticismo; comenz a entenderse directamente con
Dios
en
el
trato
interior" y a "experimentar algunas cosas sobrenaturales de divinas comuni
caciones y otras semejantes", a las que Nez, campen de la religiosidad
"prctica", era profundamente adverso JULIN
GUTIRREZ
DVILA, ida
del V P. Domingo Prez de Barcia,
Madrid,
1720,
citado por BNASSY, p.
227).
Sobre este episodio vase CHVEZ
2
p. 1
65,
el cual muestra gran conmisera-
cin por el estado en que qued P
re
z de Barcia tras el abandono.
12
Chvez era un experto en psicologa. El ttulo
de
su libro
de
1931
es
Ensayo de psicologa. Sus c
ono
cimientos eran los tradicionales, los
lle
gados del
sig
lo XIX, todava
sin
Freud.
De
lo c
ual
d
ebemos felicitarnos: su
libro est
llen
o
de cosas aprovechables (ms que el de Amado Nervo), mientras que la atrope
llada
extravaganza
pseudo-freudiana de
~ i g
Pfandl a
lo
nico que
mu eve
es a nsa.
NRFH, XX XV
L C RT DE
SOR
JU N L P N
EZ
597
de vida mejor
qu
e a
cada uno
de ellos guiaba ... [VidasJ que ya se
alejan, ya se ponen de acuerdo; divergiendo, convergiendo, o rec
procamente tolerndose; no, nunca , en cabal y bien acordada inte
ligencia recproca .. Cmo pudo Sor
Juan
a ... , e spontn ea y
fugaz
...
confesarse
aos
y aos, desde su niez, su vida
entera
13
,
con el hombre que era todo orden y regla, mtodo y rigor? ... Impo-
sible
que
el P Antonio
.. no
haya visto
que
sin cesar se escapaba
ella a su direccin. Creyndol a conquista suya
para
el Cielo,
impo-
sible
que no
se haya desazonado cuando
la miraba
de repente pen
sar
lo que l no pensaba, sentir lo
que
l
no
se nta, decir lo que
l no soaba que pudiera pensarse, que pudiera sentirse, que pudiera
decirse. Y su
voluntad
firme y su decisin resuelta, imposible que
no
le parecieran
burladas
por aquella
mujer
de voluntad
tan libr
e
y alada, por ms
que
tan sinceramente ansiase siempre subordi
narse con
la
ms dulce y confiada sumisin
..
H
Subrayo
el
triple
imposible para llamar la atencin
sobre
lo bien
que
ley
Chvez el
relato de
Oviedo,
objetivndolo
hasta
donde
pudo, quitndole su tufo hagiogrfico. Segn
Oviedo,
se
han
engaado muchos
con
la
idea de
que Nez
le prohiba
a
l aMa
dre Juana
el
exercicio decente de
la poesa ,
cosa
falsa
ice- ,
pues
un
varn tan
sabio
y
tan
santo
jams
hubiera
podido prohi
bir algo santificado
con
los exemplos de
grandes siervos
y sier
va
s
de
Dios . Chvez
siente
que la
refutacin
no
corresponde muy
bien
al
engao en
que
muchos estaban
en
cuanto a Nez (pues
es claro que si
alguien hubiera salido
con el
cuento de
que Nez
le
prohiba a Sor
Juana
el
ejercicio de
la
poesa
santa, no
habra
podido engaar a nadie). Y Oviedo insiste algo
despus:
parece
no ha
faltado
quien califique de
demasiado
severo a Nez ..
C hvez s
upo
interpretar muy
bien la
insistente defensa:
tanto
humo es seal
de
lumbre.
Quiz
el libro ms
u
ltramontano que se
ha
esc
rito sobre
Sor
Juana
es
el que public el
raro
Genaro Fernndez MacGre
gor, en forma
de
comentario
al
libro de Chvez, un ao
despus
15
.
Se trata
de
una
anti-tesis
en toda
forma.
Fernndez
l3 En realidad, no su vida entera", segn
se ve
por la
Carta.
Ni tam
poco
"desde su niez":
de
la Carta se deduce que Sor Juana conoci a Nez
poco antes de entrar en el convento, quiz a mediados de 1667, cuando ella
tena
18
aos cumplido
s.
(Chvez, naturalmente, pensaba todava que Sor
Juana
haba nacido en 1651).
14
CHVEZ
1
,
cap.
34
("Sor
Juana
Ins de la Cruz y
su
confesor ..
),
pp.
375-396. Pero Nez reaparece en otros lugares del libro,
lo
mismo que en
CHVEZ
2
.
15
GENARO FERNNDEZ MACGREGOR, La santificacin dt Sor Juana Ins
de la Cruz,
Mx
ico
,
1932.
-
7/26/2019 Carta de Sor Juana a Nez de Miranda
5/42
598
NTONIO
Al.... \
TORRE
NRFH,XXX:V
MacGregor reabre el
cao
hagiogrfico de Oviedo y
prescinde
totalmente
de la
rejilla discriminatoria
de Chvez. Para que haya
verdadero
choque
de
almas iene a decir - es preciso
que
las
dos
almas estn a
la
misma
altura; pero, desde luego,
la altura
mstica de Nez era mayor que la de
su hija
de confesin
(p. 65). Por lo
dems, Nez
no era inflexible (p. 90), s
ino
que,
como todos los msticos, saba
la importancia que para la unin
con
Dios tiene
la
regla y el
ritual
(p. 97).
Una
monja
disipada
no lle
ga
a
esa unin
y
por
consiguiente es
mala
monja.
SorJuana
dejaba mucho
que desear. Toda la
razn estaba de parte de
Nez
16
En
resumen:
Chvez,
psiclogo positivista
interesado
en la
evolucin espiritual
de
SorJuana,
no
tiene derecho a
repro
bar la cond u
cta
de Nez. ' 'Los que s pueden tal vez juzgar seve
ramente la
intervencin del P.
Antonio
son los
amantes de la mera
poesa
(p. 115).
Chvez,
visiblemente herido, se puso a escribir sin
prdida
de tiempo una rplica a
su
contradictor,
de la
cual no public sino
un avance .
Al
morir
(en 1946), su rplica es todo
un
libr
o,
publi
cado
pstumamente
17
Ha
vuelto a leer y releer los
documentos,
en especial la Vida
de
Nez, e insiste punto por punto en
su
visin
de
l
as
cosas. Vuelve a copiar,
por
ejemplo, este pasaje
de
la
libreta
de
apuntes
de
Nez, transcrito (como otros muchos) por Oviedo:
E l
sbdito
es
instrumento
del superior. No tiene el
instrumento
16
ALFONSO
JUNCO, que durante aos fue la gran figura del reaccio
narismo
intelectual catlico,
deca en un
artculo de 1932 (recogido en su libro
Gente de Mjico, 1937, pp. 151-157)
que
el libro de Fernndez MacGregor era
una
usta
apologa (del] confesor, pero una injusta desestimacin
de
la
monja .
-Po r exceso o por defecto, muchas de las visiones modernas de Sor
Juana
carecen
de
la exactitud
de Chvez.
He aqu
un
muestrario: SALVADOR
GALLARDO DVALOS Santa ]UiJ.na e Asbaje Poema dramtico en
tres
cuadros
Aguascalientes, 1956,
presenta
a
Nez
como bestia negra
de
rigor y fana
tismo (l y otros personajes masculinos, como Sigenza y Gngora, entran en
la celda
de Sor Juana como
Pedro
en
su casa); FREDO ARIAS DE LA CANAL,
Intento
de
psicoanlisis
de
Sor
}UiJ.na
Ins
Mxico, 1972, dice
que
Sor
Juana
trans
firi
la
imagen
materna
cruel
(madre rechazan
e,
negadora de
leche) al sever
simo Nez, si
bien
el que consigui desmoronar las defensas de Juana (p.
93) hacindola renunciar a la poesa fue
el
arzobispo Aguiar y Seixas; DARlO
PUCC Nl, SorJuana Ins
de
la Cruz, Studio d'una persona/ita del rocco messicano
Roma, 1967, cre e, en cambio, que
el
desmoronamiento fue obra del obispo
Fernndez de
Santa
Cruz.
En
esta ltima visin, como
en la
del simplista CAS
TORENA ( cf.
Para
leer. ..
,
pp . 497-499), resulta perfectamente prescindi
ble Nez.
17
CH
VEZ
2
, en cuyas ltimas pginas se reproducen las Notas sobre
puntos y aspectos controvertidos de la vida y obra de Sor Juana Ins de la
Cruz ,
publicadas originalmente en UMx, 1933, nms. 25126.
NRFH
, XXX
L RT DE
SOR JU N LP N
EZ
599
ms valor
que
la sujecin al
agente ..
,
aunque
se quiebre en la
demanda ..
, [pues]
para eso es ,
y
comenta
(p. 159):
Violentas
expresiones
..
,
pa
l
abras
excesivas
..
, peligrosas para quien las pro
fiere
...
; y
para quien
las
oye,
y las
toma
al pie
de la
l
etra,
peligro
sas tambin .
Nez no siempre
tuvo sentido suficiente de
la
gran verdad
que
consiste en
que
es imposible formar almas si no
es
de acuerdo con
ellas
mismas
(p. 173)
1
8.
Fernndez MacGregor hubiera
podido
contrarreplicar
tachando de anacrnico
el
juicio
de
Chvez: eso
que
un
hombre
moderno
encuentra
violen
to
, excesivo
y peligroso no
era
tal
para
quienes
vivan en el
siglo
de Sor
Juana, sino cosa
muy
buena
y
muy santa.
La visin del sbd
it
o
(una monja) como
ins
trumento sin ms valor que la sujecin a quien lo utili
za
(el padre
espiritual)
era
un lu
gar com n en
la retrica
de la perfeccin
a
que
las monjas
deban
aspirar.
Nez
habla el lenguaje de sus
tiempos, y
Ov
i
edo
, al
copiar la
frase aunque se
qu
i
ebre,
pues
para
eso es'',
sabe que
los lectores la van a
encontrar
fuerte, s,
pero
tanto ms admirab
le
por
ello. A
qu
extremos llevaba ese
santo varn su
celo
por
la santificacin
de
las religiosas Y
quien
as
senta
no era un bobo ni un irresponsable, sino toda una
lumbrera.
U.
EL
P. NEZ:
SU PERSONA
Y
SUS DOCTRINAS
No
se
puede apreciar la
fuerza
de la
recin
descubierta
Carta
de
Sor
Juana sin
saber
qu
clase
de
hombre fue el P.
Nez. Su
Vida por
el P.
Oviedo no
es de fcil acceso
-bien mereca
una
reedicin,
con
buen prlogo y buenas notas- , pero lo esencial
de
ella
ha pasado ya
a los mejores estudios
modernos
sobre
Sor
Juana
9
Slo llamar
la atencin
sobre ci
ertos
rasgos
que me
parecen significativos.
A lo largo
de unos treinta
y c inco aos -ms o
menos desde
1660
hasta su
muerte,
a
la edad
de
77,
en
1695-,
Nez
fue
un
personaje
sumamente destacado en la ciudad de
Mxico.
Gozaba
fama
de
sabio y
de santo,
y la gozaba
de
veras, quiero decir
que
8
No son pocos los puntos de crtica sorjuanina en que Chvez' abri bre
cha
, pero el
que
ms le inquiet -m s an
que
el de
la venta
de la biblioteca
y la renuncia final- fue el de la relacin de Sor Juana con su confesor. Sus
dos libros llevan como epgrafe estas palabras de Paul Hazard: El sentido de
la variedad de las almas conduce a la tolerancia, y la tolerancia a la
paz
.
19
Adems de los de CHVEZ, son especialmente tiles -cada
uno
a su
maner
a- PAZ, pp. 582-591
et
passim, y BNASS
Y
pp. 165-178 et passim.
-
7/26/2019 Carta de Sor Juana a Nez de Miranda
6/42
600 NTONIO L T
ORRE
NRFH,XXXV
era muy consciente de ella. As lo dicen los documentos. Era un
tragalib
ro
s
kllUlJ librorum); tena
una
memoria prodigiosa; saba
op
inar acerca de todo, etc., et
c.,
y
qu santidad
la suya Se des
viva
por
el socorro de los pobres; era el
enamorado nmero
uno
de
la Pursima V
ir
gen; los martes,
en honra
de ella,
fregaba en
la
coc
in
a los platos suc ios de la comunid
ad;
era humilde y morti
ficado, etc.,
etc.,
y
qu int
eligencia prodigiosa
la
suya
Estab
le
c
id
a la do
bl
e fama,
Nez
no poda
sino cultivarla y acrecentarla.
Para
exhi
bir
conocimientos hace falta pblico, y l lo tena asegu
rado
(adems,
en 1682, cuando
le
ll
eg a las manos la Carta de
Sor
Juana,
llevaba
publicadas unas veinte obras).
Pero tambin
la
sant
idad se
ex
hib
e.
El fregar platos y los
dems
actos virtuosos
de
Nez
no
carecan
de
testigos, y sus palabras delatoras
de gran
santidad tenan
si
empre
orejas
en
que cae
r
2o
El
cartapacio en
que registraba para s mismo sus pasos
en
el camino de la
sant
i
dad - los secretos
que
iba
descubriendo, los progresos
que
iba
haciendo- da la impresin
de
haberse escrito
para la
posteridad.
20
Cmo, si no, podra
un
santo llevar a cabo la necesaria tarea de edi
ficacin"? He aqu un rasgo de la ida de Santo Toms
de
Villanueva por
QUEVEDO
Prosa,
ed.
L.
Astrana
Marn,
Madrid,
1941, p. 1045b):
D
io a
un pobre la cama en que estaba; y, acordndose
de
que por habrsela
ya
man
dado
no era suya, sino del pobre, le dijo: Hermano, dadme licencia
para morir
en esta cama vuestra; si no, bajarme a morir en el suelo, y acercarme ms
a la sepultura. Fueron palabras stas que derritieron los corazones de
todos
(habra buen nmero de circunstantes). Y he aqu lo que cuenta CASTORENA
acerca del arzobispo
Aguiar
y Seixas: antes de
morir, movido
quiz
por
aquello mismo que haba movido a Sor Juana, vendi por s proprio su
bib lioteca, y
de z
a a varios Doctores que se
la
compramos: San Nicols Obispo
vendi sus libros para dar limosna a los pobres; en la calamidad del t iempo
me falta qu darles, vendo los mos. Quando huviere menester estudiar,
no
me har V.m. favor de prestarme los suyos?
.
Enagen aquel mes todas sus
alhajas,
hasta
las vinageras, y .. pocas horas
antes de
su fallecimiento vendi
su cama, derramando a los mendigos su corto precio (imitando en esto a Santo
Thoms de
Villanueva) y
muri
con el consuelo su car idad fervorosa de aca
bar
sin descanso,
para
bolar
ms
prompta
al
eterno.
O gran
Dios, siempre
adm
i
rab
le en sus Escogidos "
-Vale la
pena reflex
ionar
en el papel
de
los
circunstantes. Si,
por
ejemplo, Castorena y los dems doctores le hubieran impe
dido al amado
arzobispo deshacerse de
sus
libros, destinando el dinero
de
la
compra al socorro directo de los pobres, lo habran echado todo a perder. Ade
ms, es interesa
nt
e
ver cmo el
deshacerse
uno
de sus libros pasa a
ser
seal
de santidad. JOS MARIANO DVILA (mencionado
supra,
p. 595, nota 9) cita
una
conoc
ida
expresin de humildad
de
Nez,
que
se
remonta
r o b b l e m ~ n t e
al ao 1677 cf. infra,
nota
25), pero la sita en sus ltimos das, cuando, casi
ciego,
dizque
leg al Colegio
Mximo todo
el arsenal precioso
de
su biblio
teca particular , con admiracin de todos.
(La
venta de la biblioteca y los dems
bienes de Sor Juana
no
fue
tan
espectacular. No
hubo
testiros).
/
NRFH. XXXV
L
C RT
DE SOR JU N L P NEZ
601
Ese cartapacio pas a
mano
s
de Oviedo,
y
de
l proceden
la
s sen
tencias o reflexiones espirituales (f
ra
ses generalmente breves,
muy
bien redondeadas) que el bigrafo
espa
rce
en
las pginas
de
su
libro. Por ejemplo: Toda m medra consiste en hacer con perfec
cin las
ob ra
s ordinarias,
como quien no
tiene otra cosa que
hacer
ni negocio de importancia, como si slo
para
esto
me hubiera
Dios
criado y
por
ello
redimido,
como
quisiera haberlas hecho a
la hora
de mi
muerte
y
ante
el
tribunal
de
Dios
2
.
Nez
fue ante todo una figura pblica, respetada y temida.
Como
calificador
de la
Inquisicin
era el guardin
de
la
doctri
na22; como prefecto de la
Pursima
, su ministerio se ejerca prin
cipalmente sobre la
ar
istocracia o, ms exactamente, sobre el grupo
gobernante
..
Entre los asistentes [a las plticas de
Nez
en la
2
Una reflexin como
sta
hace pensar en la Peticin en
forma
causdica de
Sor Juana
(SJ,
t.
4, pp.
520-521), la ms
importante
de las pi
ezas que com
puso en
el
santo final de
su
vida, y la ms intragable para el lector moderno.
Vase PAZ, pp. 594-595,
que la llama consternante
documento , y
sobre
todo
CHVEZ
1
,
pp. 404-407, an ms enrgico: se dira .. que quien la firma
hubiese
perdido
el
juic
i
o'' .
Llega a
creer Chvez que
N
ez se la
dict y
ella
tuvo
que
copiarl
a
porque era la cond
icin
para
congraciarse
con l.
La
certidumbre
de
que tal obra no es suya culmina al ver
lo
forma en que est
escrita, en la cual , de las 625 palabras que la componen, casi la
mitad
- 2 9 8 -
constituyen frases hechas, de la
ms
vulgar
jerga
jurdica . Yo veo de otra
manera este asunto ( cf. Para leer .. , p. 497, nota 149). Precisamente la
enorme proporcin
de
voces tcnicas delata el cuidado por
la
forma (causdica).
La
Peticin es una pieza muy
escrita, un
verdadero
pezzo
di b
ravura.
El
asunto
ser cavernoso, pero la coquetera literaria
de
la monja - genio y figura ..
-
sigue viva.
(Podra
pensarse
que,
as como
Sor
Juana super a Vieira en la
Crisis, as en la Peticin intent superar a Nez).
22
M
ejor
dicho,
uno
de varios guardianes. Nez
era
ya calificador del
Santo Oficio en 1660 (vase el documento publicado por ZAMBRANO, p. 519).
C
uand
o
haba junta
de calificadores, hablaba con tal energa de palabras ..
y con tanta autoridad y eficacia ... que h
ada
retroceder a otros gravsimos y
doctsimos calificadores"
(OV
IEDO). Pero los frutos de esta actividad
no son
muy
vistosos. Se conocen
unos
veinte libros
entr
e ellos
la
Primavtra
indiana
(1668) de Sigenza y Gngora-
que
llevan
censura
,
aprobac
in ,
pare
cer
o sentir de Nez
(tarea
bastante insulsa). Se conserva un ejemplar
del
Bien
del estado religioso
de
Jernimo Plati
(Medina
9e1
Campo,
1595)
que
lleva nota y firma de Nez: Corregido conforme al Indice de 1632 (ZAM
BRANO, p.
530).
No
eran tiempos de agitacin religiosa. El
Diario de
Robles
dice que el9 de septiembre de 1677 " hubo auto en la sala del Santo Tribunal,
de un hermitao
de
la
Puebla,
por embustero;
remitironlo al P:
Antonio
Ncz, que lo industrie en la doctrina ; en 1678 fue relajado ,
por
hereje,
un fray Francisco Manuel
de Cuadros, aunque
a ltima
hora no
fue
que
mado vivo, por seales que tuvo de arrepentimiento, y haber sido absuelto
por
el P.
Antonio Nez
ZAMBRANO, p. 524).
-
7/26/2019 Carta de Sor Juana a Nez de Miranda
7/42
602
NTONIO
ALATORRF;
NRFH,XXXV
Pursima)
se encontraban
los
oidores, los inquisidores, los pre
bendados y los caballeros de
primera
magnitud
2
3 . . .
El ascen
diente de
Nez
de
Miranda sobre
sus
oyentes y, a travs de ellos,
sobre la sociedad entera, era realmente
extraordinario
(PAZ, pp.
582-583).
No son raras, desde
luego,
las
figuras
de ese tipo en
el
mundo
hispano-catlico de
la
poca. Pinsese, por
ejemp
l
o,
en
un
personaje
sevillano de los
primeros
decenios del
si g
lo, el P.
Diego
Ru1z
de
Montoya,
jesuita
como Nez,
bien
conocido
por sus doctsimos escritos, y ms por
la opinin
de religiossima
vida, ciencia y santidad, que
le
granjearon
tanto crdito en Sevi
lla, que vino
a
ser el orculo de aquella ilustrsima
ciudad,
donde
ninguna
cosa de importancia
se reso l
va
sin su consejo
24
La
tcnica usada en
el
retrato de
estos personajes es
siempre la misma.
El
vocabulario
se repite: ciencia santidad,
crdito, orculo
de
la
ciu-
dad. Pongamos a
Mxico en vez de
Sevilla
y tendremos la
efigie
de
Nez. Lo bsico es
la
fama
de
ciencia-santidad, que
a
Nez
se le
reconoci
en letra de molde ya en
1676: Pater Antonius
Nuez de Miranda, natione Mexicanus,
virtute
ac
litteris insig-
nis 25. Tena
toda la
razn Calleja
al decir que Nez
e ra .. en
23
La
Congregacin de la Pursima, dice
BNASSY,
p. 257, estaba
com
pose de lai cs pieux''. De laicos y tambin de eclesisticos (la flor y nata de unos
y otros), como dice PAZ con mayor exactitud. Hab a sido fundada en el Cole
gio de San Pedro San Pablo por el P. Pedro Castini ( 1587-1663),
que
la diri
gi como prefecto desde 1646 hasta que muri. Castini, italiano de Piacenza
que
vino a la Nueva Espaa en 1616, haba trabajado
en
las misiones de Sina
loa durante 24 aos (BERISTIN). Nez predic en sus exequias y lo sucedi
como prefecto hast a su propia muerte
(ZAMBRANO,
pp. 521 y 542). Los con
gregantes eclesisticos no seran pocos, puesto que una de las obras de Nez,
Tratado quarto
del
modo y perfeccin con que
se
reza el Officio divino y se dize la Missa
(1685), fue compendiado de (sus] plticas para vso y memoria de NN. PP.
Sacerdotesde
la
Congregacin de la Purssima
..
(por] el Ldo. Juan de Oliva
res Toralvo .. actual prefecto de la Purssima (MEOINA). Una tercera parte
de las treinta
y
tantas obras de Nez
se
elaboraron as, a base de las plticas
espirituales que cada martes daba Nez en la capilla de la Pursima (sobre
las obligaciones de los congregantes, sobre la confesin
y
comunin, sobre la
oracin, sobre la Pasin de Cristo, sobre la devocin a las nimas del Purga
torio o al Espritu Santo, etc.), compen diadas y editadas por
un
secretario
que se llamaba prefecto actual (Nez era el Padre Prefecto ).
2
Citado por A.
CASTRO LEAL, Juan Ruiz de Alarcn,
Mxico, 1943, p.
25, del libro de FRANCISCO
XARQUE,
Vida prodigiosa en lo
vario
de los
sucesos,
exemplar en lo heroico de religiosas virtudes, admirable
en
lo apostlico de sus empleos,
del V
P
Antonio Ruiz de
Montnya (Zaragoza,
1662).
En el mundo hispano-catlico
de la poca se imprimieron centenares de libros con ttulos parecidos. (Habr
alguien capaz de leer
y
estudiar
toda
esta liter atura hagiogrfica?). '
25
NATHANAEL SOTUELLUS (Nathaniel Bacon, alias Southwell), Bibliotheca
scriptorum Societatis
lesu,
Romae, 1676 (segunda continuacin del Catalogus del
NRFH,XXXV
L C
r
DE
SOR J U
N L
P NEZ 603
la
ciudad de Mxico,
por
virtuoso sabio, veneracin de todos .
Sesenta y cinco
aos
despus de su muerte, esa fama persista
en
la memoria:
[El P. N
ez fue) sugeto por muchos ttulos exce
l
ente,
y
de los primeros
hombres
de su siglo, tan universalmente docto
en toda
especie de facultades y ciencias,
que
lo
juzgaba la
fama
comn por digno de asistir
a
un Concilio General
6
Escuch
ronse sus sentencias por orculos, y
fue
tan
santo, que se
venera
ron algunos de sus dichos
por
prophecas
27
Dos
pequeas ancdotas,
situadas las dos en los comienzos de
la
carrera
de
Nez, dan
idea de
lo
que
fue
su influencia, y del
respeto
que
lo
rodeaba. Una vez
el
virrey Conde de Baos, que
se confesaba con
Nez,
haba ido .. por algunos das al santuario
de
los
Remedios,
ms de
tres leguas distante de
la
ciudad
de
Mxico, y
estando en
la mesa
cerca de las dos
de
la tarde se acord que era
martes,
y al punto
mand poner el
coche para
asistir a la
Congregacin
de la
Pur
sima
.. Por mucha prisa que se dieron los cocheros, lleg cuando
y
el
Padre Prefecto estaba
haciendo
la acostumbrada pltica. Por
no interrump
irle
ni inquietar el devoto concurso, quiso
quedarse
P. Rivadeneira), p. 79. Sotuelo menciona a Nez como autor del libro inti
tulado Dia bueno
y
entero, con todas sus
obras,
reglas
y
obligaciones, de vn congregante
de
la
Purtssima
(Mxico, 1667); pero, a semejanza de los bibligrafos
que
lo
precedieron, traduce el ttulo al latn: Dies
rectus,
quo quicquidbonus sodalis quoti-
die agere debeat, continetur.
(Nicols Antonio, a su vez, retradujo
Dies rectus
como
El dia derecho . EUGENIO
DE URIARTE,
Catlogo razonado de obras annimas seu-
dnimas de
autores
de la Compaia , t
4, Madrid, 1914, nm. 5835, desconoce
dor del Dia bueno y entero, crea que el Dies rectus era la misma cosa que el Com-
pendio de las obligaciones (infra,
p. 639, nota 80). -Por cierto que Nez, cuando
le mostraron el elogio de Sotuelo
-en 1677?-,
dio gran testimonio de su
humildad , pues luego incontinenti requiri la pluma
y
escribi al margen
de la pgina: Este P. Antonio Nez fue el hermano mayor de los locos del
Hospital de San Hiplito . Tngase en cuenta que Nez vel mucho por
este hospital de los locos:
Viendo
lo que padecan, les procur una renta de
15,000 pesos para
la
cena diaria,
otra
de 3,000 pesos para el desayuno,
que
ofreci liberalmente el capitn D. Juan de Chavarra Valera (ZAMBRANO,
p.
537).
6
Aos despus dir
BERISTIN:
Fue tant a su erudicin en las ciencias
sagradas y profanas
.. que era
sentencia c
omn
que
si
hubiera de celebrarse
Concilio General, deber a ir el P. Nez por Toologo
y
Letrado de la N[ueva]
E(spaa) .
27
F. X. LAZCANO, Vida de Oviedo (mencionada
supra,
p. 595, nora 10)J
p.
45
. Muri -aade Lazcano- con aclamacin de Bienaventurado, y a
un ecclesistico de espritu elevado se le manifest su pobre lecho, al tiempo
de
agonizar, rodeado de ngeles, y se le dio a entender que de la cama hava
volado su alma dichosssima a la gloria' ' .
-
7/26/2019 Carta de Sor Juana a Nez de Miranda
8/42
604
NTONIO
L
TORRE
NRFH, XXXV
junto a la puerta y sentarse en una de las ltimas bancas, y lo hubiera
hecho si el padre, con una cortesana violencia, no le hubiera obli
gado a subir a la silla que siempre le tena preparada conforme a
su carcter
8
La otra ancdota se refiere con toda probabilidad al mismo
Conde de
Baos (Oviedo,
discretamente, calla
esta
vez el
nombre):
Un seor virrey lo llam
para
consultarle un caso bien difcil.
Respondile el Padre lo que le pareci que segn Dios se deba hacer.
[Y, como el virrey no
se
mostraba muy convencido], le dijo con
toda resolucin: Vuestra Excelencia haga lo que le pareciere, pero
yo bien s que esto es lo que debe hacer, y de no hacerlo se ir sin
remedio al infierno sin pasar por el purgat orio "[ ]. El virrey mud
de parecer, haciendo
al
pie de la letra cuanto el P. Antonio le haba
aconsejado; y deca que era notable el miedo que
le
tena.
La Carta de Sor
Juana,
que abunda
en reconocimientos
de los
mritos
del
jesuita - s u ciencia,
su
santidad, su discrecin,
e t c .
y
en
expresiones de gran afecto a su persona, no
contiene
una
sola
expresin de miedo.
Para
apreciar
plenamente
la
fuerza de la
recin
descubierta
Carta de SorJuana es, adems,
muy
til conocer las ideas de Nez
acerca de
la monja
ideal .
Su
carrera de director
espiritual
de
monjas se traba,
desde
luego, con su reputacin de varn santo
y
discreto,
ya firmemente
establecida
cuando, en 1663,
sucedi
al P.
Castini
como prefecto de
la
Pursima.
Probablemente lo pri-
2
8
ZAMBRANO, p. 521 (cf. tambin pp. 522
y
536). O sea que Nez
oblig al virrey,
con
violencia -aunque sin grosera-, a
causar
el alboroto
que l quera evitar (como esos profesores que se dan maa para poner en ver
genza
al
alumno
que llega tarde). Nez era
hombre
de
temperamento
enr
gico y dominante (cf.
infra
p. 638, nota 79). Tambin
oblig
a
su
amigo Isidro
Sariana
a ser obispo de Antequera-Oaxa ca.
Cuando
le lleg el nombramiento,
en abril de
1683,
Sariana
habl
con Nez,
y
Nez
le dijo
que
lo
aceptara.
''Dictamen
fue ste a
que
pudo el doctor
Sariana
inclinar
la
cabeza desde luego
y obedecer ciegamente, oyndolo de unos labios por donde no ignoraba se des
tilaba mirra muy
escogida de discrecin, ciencia y
espritu .
En realidad no
pudo.
Durante meses anduvo corrodo de dudas y asediando a Nez, hasta
que
ste, un
da,
le dijo con
alguna
seriedad: Ya le tengo dicho .. lo
que
ha
de
hacer, y as no tiene
que
volver ac [a casa de los jesuitas],
que
necesito
para
otras cosas el
tiempo,,
y con esto le despidi, sin quererledar ms
odos .
Cuando por fin, en agosto del ao siguiente, se llev a cabo la consagracin
episcopal, N ez tuvo
que
colocarse materialmente
junto
a
Sariana
para darle
nimos, pues todava daba seales de
querer
echarse atrs. Sobre este episo
dio vase
ZAMBRANO,
pp. 528-529.
NRFH,XX.XV LA RT OE SOR JU N L
P
NEZ
605
mero que hizo cuando comenz a tener
hijas
espirituales_ fue
les a leer cierto
manual
escrito en 1599
por
el
P.
Antomo Arns,
uno de los primeros jesuitas
venidos
de Espaa: BERISTIN, en
la
noticia que dedica a este
P. Arias, pone
entre sus
obras
a per-
fecta religiosa, ' ' tratado asctico compuesto
para una hermana
del
Autor, religiosa en Espaa' ' , y aade
que
el P. Antonio N ez
lo propag entre las
monjas de Mgico .
En
todo
caso,
ya
en 1665
public
Nez
el primero de sus escritos monjiles : Pas consi-
deraciones afectiva meditacin de los daos que
pueden
o ~ a s z o n a r las ~ e p : n -
dencias
e
seoras religiosas
que
vulgarmente
llaman devoczones. Este hbnto
de
28
hoja
s no se conoce sino por
la
descripcin
de
MEDINA
(nm. 940). En la
portada
se dice
que
las Conszderaczones
han
stdo
sacadas
por la mayor
parte
de las
obras
de
Santa
Theresa".2 y
que
quien las recogi y dispuso ' ' a devocin y obseqwo de las seno
ras religiosas,
esposas
de Christo Nuestro Seor , fue
un sacer
dote de la Congregacin
de la
Purssima
29
, fundada con
autho
ridad apostlica en el Colegio Mximo de S. Pedro y S. Pablo
de la Compaa de Jess de Mxico .
Ningn
moderno, que
yo
sepa,
ha
ledo
estas
Pas consideraciones. (Cf. injra p. 612,
nota
44 .
DG
mismo
ao de
1665
parece
ser tambin
una
edicin
de
los
E;er-
cicios
de San
Ignacio adaptados para
monjas
30
.
29 En obras posteriores,
Nez no
se
llamar
un s a c e r d o sino ;l
Prefecto". Se trata, con toda seguridad, del librito
que
BERISTAIN, sistema
tito
abreviador y
alterador
de ttulos,
llama (s. v. Nez de
Miranda ) Adver-
tencias a
las religiosas sobre las devociones, dando como fecha 1685. Si esto
no
es
er
ror por
1665 , se tratar
de
una reedicin
que
los bibligrafos modernos
an
no han descrito. (No pocas obras de
Nez
tuvieron reediciones, algunas
de
ellas hasta
bien entrado el
siglo XIX).
30 El caso de los
Ejercicios
es an ms nebuloso
que
el de las
Pas
considera-
ciones.
BERISTIN pone en
1665
unos
Exercicios
espirit UJ.les
de
San
lgnaczo
con notas
y advertencias
oportunas
y en 1695 unos Exercicios
de
San Ignacio adap:ados
a las relt-
giosas, esposas deJesucristo. Slo
este
libro
de
1695 ha stdo
descnto ~ o d e r n -
mente:
Exercicios
espirituales
de
Sn. lgnaczo
acomodados
a
el estado
proj
es
ston
re
ltgzosa
e
las
seoras
vrgenes,
esposas
de Christo instruido
con
un Diario
breve, pero
sujtctente
de todos los exercicios
cotidianos para
que
se empiezen a
exercitar, dispuesto por el
P.
Prefecto
de
la
Congregacin de la
Purssima
..
Dedicados a las mismas seo
ras religiosas vrgenes, esposas de
Christo
(196 pp). El nombre de Nez apa
rece en la censura y en la licencia del provincial. No se trata, a todas luces,
de
una
1a edicin, pues
Nez muri
a comienzos de 1695, y
haca
tiempo
que estaba casi ciego.
Quiz
los
Exercios
de 1665,
con
notas y
a d v e r t e ~ c i a s
oportunas , sean
la
1 edicin.
La primera
edicin mexicana de los EJerci
cios es de 1695 , declara G. DECORME,
La
obra
de
lo
s j esuitas mexicanos durante
la
poca
colonial
Mxico, 1941, t. 1, p. 295: se olvida de esa muy probable edt
cin de 1665 como tambin de
otra
de 1690 (MED NA, nm. 1472), conoCLda
slo
por un
ejemplar falto
de portada, de
modo
que
puede especularse si ser,
-
7/26/2019 Carta de Sor Juana a Nez de Miranda
9/42
606
ANTONIO
ALA
TORRE
NRFH, XXXV
Catorce
aos de
spus, con mayor experiencia
en
cu
anto
con
fesor y
en cu a
nto escritor,
Nez
se dirige a las monjas c
on
voz
propia
(ya no s
lo
con la
del P. Arias,
Santa Teresa
y
San Ign
a
cio).
En
1679
,
en efecto, se imprimi la Pltica doctrinal que hizo
el Padre Antonio Nez ..
en
la
professin de vna seora
religiosa
del con
-
vento
de
San Loren(o
31
,
editada
por
el
Br
. Diego del Castillo Ma r
ques,
prefecto
actual de
la
Congregacin de
la
Purssima,
que
la
saca a luz en obsequio de las seoras religiosas'', dedicndosela
a
D. Francisco
de Aguiar y Seixas, a
la
sazn obispo
de
Michoacn
32
.
La Pltica doctinal s
ha tenido lectores modernos
lo mismo que
estas otras
dos obras monjiles de Ne
z: '
Cartilla
de l
doctrina
religiosa
, dispuesta por
vno de la
Compaa
de
jess
para
do
s nias, hijas espirituales suyas,
que
se crz'an para monjas33
y
desean serlo con toda perfeccin. Scala a l
uz,
en obsequio de las lla
madas
a religin, y
para
alibio de las
maestras qu
e las ins
truyen,
el Lic. Francisco
de
Salzedo,
primer
capelln de l
as
seoras reli
giosas
de Santa Theresa
.. y prefecto [actual]
de la Purssima.
Dedicada
a l
as mismas dos nias
para cuyo provecho y d irecci
n
principalmente
se dispuso. Mxico,
168034
o
no una
edicin ms
de lo
mismo (el ejemplar sin
portada
tiene
fo
lios).
BNASSY pone en su Bibliographie los Exercicios de 1695 y dice que hay ejem
pl
ar
en Les Fontaines , Chantilly (signatura W 134), pero en el cuerpo del libro
no nos dice en qu consiste la tarea de adaptacin o acomodacin de
Nez. U n
ejemplar vi en 1948 en la biblioteca de Ntra. Sra. de los
n
ge
l
es ,
dice ZAMBRANO (sin aclarar
dnde
est esa biblioteca).
31
Nez haba tenido
un
papel muy importante en la construccin de este
convento. Vase CHVEZ
1
, p. 383.
32
Descripcin de
MEDINA (nm.
1189). En el v
0
de la portada est la
dedicatoria a
D. Fr
ancisco Seixas de Aguiar y Vlloa ; siguen hojas 2-17
de texto, a dos
co
ls., y en el v. de la ltima la Distribu cin del tiempo y exer
cicios del da, que se
han
de acomodar y ceder a los de la com
unidad . Como
la segunda impressin , de 1710 (descr ita tambin por MEDINA), tiene 31
fols. adems de la portada, es po
si
ble que la Distribucin del tiempo .. ' ~ p i e c e
en
el fol. 17
v
de
la
1a ed., pero
que
no sea ste el final (las reediciones solan
reproducir a plana y rengln la edicin en que se basaban). El P . Aureliano
Tapia,
desc
ubridor
de la
Carta
de Sor
Juana
, me ha facilitado
cop
ia (moderni
zad a) de algunos pasajes que se encuentran en los
primer
os folios de la Pltica
doctn nal,
ed. de 1679 (aprovechar estas citas ms adelante). A.
PALAU, Manual
tkllibrero, registra otra reedicin de 1830, impresa por Alejandro Valds (24
pp.
). C f. infra, nota 36.
33
BERIST IN, que slo menciona la reedicin de 1696 .v . Estrada,
P. Sebastin , a quien atribuye la o
br a-
humaniza
un
poco
esa
monstruosi
dad de
la
s
ni
as que se cran pa ra monja
s ,
pues ab
revia
as
el ttulo: Cartilla
de
la
doctn na
religiosa
para
las
nias que
tsean ser
rrum.f
as.
34
Esta 1a ed icin figura, annima, en
MEDINA, nm
. 1200. Tambin en
la reed icin de 1696 e l au tor es uno de la Co
mp
a a . El nombre de Nez
NRFH, XXXV
lJ C RT DE SOR JU N L P NNEZ
607
D
istn bucin de las
obras ordinarias y
extraordinarias del da para
hazerlas
conformes al estado
de
las
seoras
relig
io
sas ...
Dis
pu
es
ta por
el
R.
P .
M Antonio Nez ..
, prefecto
que
fue
de la
Illustre
Congrega
cin de la Purssim a. Mxico,
1712.
Esta edicin pstuma es la
ni
ca que
se conocen. La
primer
a
bien pudo ser contempornea
de la Pltica doctrinal (1679) y de la
Cartilla (1680).
Tambin
es p
stumo un
librito cuya portada,
en la
1
a
edicin
conocida, reza as:
Testamento
mystico
de
vna
alma
religiosa que,
agoni-
zante
de amor
por
su
Divino
Esposo,
moribunda ya, para
morir
al mundo,
instituye a su
Querido
voluntario
heredero de
todo
s sus
bienes. Dispuesto
por
el
M. R P.
Antonio
Nez,
prefecto
que
fue
de
la
Congre
gacin
de
la Purss
ima.
Mxico,
1707.
Ningn moderno parece
haber
ledo este librito
de 13
hojas, a
pe
sar
de que tuvo varias
ediciones.
Como
el testamento ms tico se refiere obviamente
al
acto
de
la profesin religiosa,
por el
cual la
monja queda en
efecto
muerta al
mundo ,
podra
co
njetur
arse que se trata de un
extracto
de
la
mencionada Pltica doctrinal en
la profesin
de una
religiosa de
San
Lorenzo36
las
reedicionesde
1708, 1750, 1766 y 1831.
PALAU, op.
cit.,
aade
una
edicin
de
1698
(errata por
1696?), y BNASSY, p. 46, nota 32 ,
otra de
1760 (errata por 1766?). El P. UR IARTE (citado por ZAMBRANO) llam la
atencin sobre
otro
libro annimo de 1693,
Prctica
de
las estaciones de los Viernes
como
las andaba
la V. M . Mara
t la
Anti
gua,
segn se h
podido
colegiry
sac
ar
t
su
libro,
en cuya
portada
se
adv
i
er
te que ha sido
co
piada, a la letra, de
una
instruccin muy santa que un
religioso
de la Compaia de jess
dispuso
para dos nias
hijas espin tuales
suyas
'
.
Est por ver
qu
relacin guardan la
Cartilla
y esta
Prc
-
tica de las estaciones . Tambin
est
por
averiguar si la
Tabla abecedo.ria de doctnnas
religiosas
( 1708) que menciona BERISTIN no ser lo mismo que la Cartilla.
La
bibliografa de
Nez
est
llena
de
mi
sterios no aclarados. -
Por
cierto,
Sor
Juana cita dos veces a la Madre Mara de
la
An tigua: e n la Resp
uesta,
1147,
y en los
EJercicios
de
la Encamacin (SJ, t
4, p. 494).
Descrita
por
MEDINA, nm . 2335. Probablemente es lo que BER ISTIN
llama Mximas
sustanclles
t la vido.
regular
y i t ~ U ~ l diciendo
qu
e se imprimi
en
1712.
Habra qu
e ve r
qu
rel
ac
in existe
entr
e la
Dis
tribuc
i
n
t
las obras
ordi-
nariasy extraord
inarias
del
d{a,
libro de tamao considerable (160 pp.
,
y la Dis
tribuci
n
del tiempo y exe rcicios del
da
que figura como apndice
de
la
Pl-
tica doctrinal de 1679 (cf. supra, nota 32). Hay que pensar tambin en el Diario
br
eve de todos los exe rcicios co tidiano
s
incluido en la edicin m
onj i
de
los Ejercicios (supra, nota 30) . Nez, segn lo presenta su bigrafo, era extre
madamente escrupuloso en cuanto a la distribucin de su propio tiempo.
Por
lo dems, todo lo que
dijo
y todo lo que escribi se refiere a cuesti
ones
prc
ticas: qu hacer y cmo proceder en este o en aquel
caso
(PAZ, p. 589). Ch
vez, como ya dije, transcribe
no
pocos pasajes de la
Distribucin de las obras del
d{a. De sus dos libros (sobre todo CHVEZ
1
, pp. 167 - 175) proce den las citas
qu
e har
ms
adelante.
16 De la entrada de una rel igi
osa
-d ice la Pltica doctn nal de Nez-
-
7/26/2019 Carta de Sor Juana a Nez de Miranda
10/42
608
NTONtO L
TORRE
NRFH,
XXXV
A
esta
bibliografa "monjil"
de
Nez
ha
agregado
la
profe
sora Bnassy-Berling un ttulo ms: Destierro
de
ignorancias. Frag-
mento
ureo,
precio(szjssimo, de la juiciosa erudicin moral del doctssimo
y religiosssimo P. M.
Fr
. Raymundo Lumbier .. Dalo
a
la estampa,
por orden
Y con mandato
de
su Ilustrssima el Seor r ~ o b i s p o ,
en
obsequiO
de
las seoras religiosas, alibio
de
sus
PP.
Capella
nes
y
consuelo
de
todos sus Confessores,. el
Padre
Prefecto
de la
Purssima, y Su
IJlma
concede 40 das
de
indulgencia a
qualquiera
persona ..
por
cada vez que leyere algn p rrapho dstos. Mxico,
1694; hojas preliminares y 44 pp.J7
La profesora Bnassy,
que
concede
no poca
atencin a este
Destierro de ignorancias, dice
que el
arzobispo Aguiar y Seixas y el
P.
Nez
se lo
"encargaron''
a
"un
religieux
nomm Raymundo
comnmente
se
dice que
se
sepulta viva entre
cuatro
paredes". Esa expresin
"comn"
es la
e r d a d
pura. Cuando una novicia profesa, sus compaeras la
llevan
en proces1n hast a el altar, cantando la Letana
de
los Agonizantes,
cada
una
con su
vela en la mano, "como si la acompaaran de entierro". En ese
momento ve la novicia realizado
su
anhelo
de morir. Durante
el ao
de
novi
ciado estado "como agonizando con las ansias de dejar el mundo". Estas
expresiones
pueden
haber inspirado
el ttulo del
Testamento
rrrystico.
En
vsperas
de
su
profes1n, las monjas
hadan
un testamento
"material"
en que se despe
dan
- d e
manera ms bien simblica, a decir
verdad- de
sus posesiones mun
danas (el testamento de Sor
Juana
es bien conocido). El testamento "mstico"
a b a ~ c a ~ u h o
ms: por los votos de
pobreza,
castidad y obediencia
(a
los que
se anadta uno ms: el de clausura), la monja renunciaba a su propia persona.
-Hay , por
lo
dems,
un caso conocido
de
cambio de ttulo en
una
obra
de
Nez: sus u ~ r i a s
medit: ciones
~ o ? r e la devocin a las nimas del Purgatorio
1 6 7 ~ ) ,
que
t u ~ t e r o n v a n ~ ~
reed1C1o?es, aparecie:on
en
1872
(sic:
1872 ) con
un titulo ms expres1vo : Alma cnstwna,
no olvtdes
a los difuntos. Meditaciones
por el P. M. Antonio Nez
(URIARTE, citado
por
ZAMBRANO .
-S i
el
Testa-
mento
rrrysllco es en efecto
un
extracto de la PW.tica doctrinal, hay
que
observar
que
sta se
reimprimi, sin cambio
de
ttulo, por lo
menos
una vez ms
(en
1710). P ~ r o es curioso
que
PALAU registre una edicin del Testamento mystico
con el mtsm? ao (1830), el mismo impresor y el mismo nmero de pginas
que
la
menciOnada reedicin de
la
Pltica doctn nal (supra,
nota 32).
BNASSY,
p. 227,
nota
47 , cita
entero
el ttulo del
Testamento mystico
con base en Sommer
vogel, y, b ~ r l n d o s e
un
poco de J. M. GALLEGOS ROCAFULL (Pensamiento mexi-
cano
en
los stglos XVI
y
XVII
Mxico,
1951
), que llama "autor mstico" a Nez,
observa con mucha razn: " [1 serait surprenant
que
ce titre recouvrit un vri
t ~ b l e trait de mystique". Adems de la edicin de 1830 que acabo de men
CIOnar, y otra.dudosa de 1701, se conocen una de 1731 y otra sin fecha, "aun
que
de
los pnmeros aos de la segunda mitad del siglo
XVIIJ,
segn pare
ce"
(MEDINA).
37
D . d
es:n.pct n . e .MEO NA,
l
cual observa que, siendo siete los prrafos
en
diVIde
el
hbnto, e l lector puede ganar hasta 280 das de indulgencia.
Tambten
BNASSY
se sonre (p. 46, nota 33): "Les jours d'indulgence ont vi
demment
pour but
d augmenter le nombre des
lecteurs "
NRFH,XXXV
L C RT DE SOR JU N L P
NEZ
609
Lumbier"
(p
. 48);
ms an: "ils ont
inspir
ensemble"
el tal libro
(lo cual constituye
"la
preuve
qu'ils
taient bons amis");
aade
que
el libro se
destin
"a
l'usage
des
couvents"
y
que su "but
avou"
es
"la rforme
des
trop mondains
couvents
de Mexico"
(p. 174). Desgraciadamente,
ninguna
de estas afirmaciones tiene
base.
Lo que ocurre, al parecer,
es
que la
hispanista francesa sin
ti
que
una obra
as
deba
tener
algn
papel
en
la
historia
de
la
"conversin" de Sor Juana,
y
esta tentadora
posibilidad la llev
incluso a
suponer que
fue en 1692
cuando
el arzobispo y el jesuita
se pusieron
de acuerdo
e "inspiraron" el
Destierro
e
ignorancias,
publicado -dice
ella-
"un
peu
plus d'un
an
apres
la Respuesta,
et deux ans avant la
conversion", cuando
es obvio que la publica
cin se hizo
un ao despus de
esa
"conversin"
38
La verdadera
historia del libro est
contada
en
su
portada. Destierro de ignoran-
cias
es el ttulo
que
se puso a
un fragmento tomado de una obra
muy erudita del doctsimo
Lumbier,
fragmento juzgado
de
tal valor
por
el arzobispo,
que dio "orden
y
mandato" de que
se publi
cara, encargando del
asunto
al prefecto
de la
Pursima
39
.
Es claro
que ese
"fragmento ureo,
preciosssimo" procede
de
los oceni
cos
Fragme11.tos
morales
(Zaragoza,
1680-1683)
de
fray
Raymundo
Lumbier,
carmelita navarro
establecido en Zaragoza,
donde
38
BNASSY comete un extrao
error
en cuanto a la fecha
de
la "c onver
sin". CALLEJA dice con todas sus letras
que
sta ocurri
"el
ao
de mil seis
cientos y noventa
y
tres". Ella,
despus
de decir (p. 166) que
Sor
Juana escri
bi su Respuesta a Sor Filotea
(marzo
de 1691) "deux ans avant sa conversion"
- y ,
en efecto, nada se
opone
a imaginar que ello ocurri en marzo de
1693-,
habla sistemticamente de "la crise
dramatique
de l'anne 1694" (p. 170),
" 'inexplicable
renonciation
de 1694" (p. 172),
"la
conversion de
1694"
(pp.
186 y 228),
"la
crise de 1694" (p. 220), y dice que Nez, segn Oviedo,
"fut
absolument stupfait
de
se voir rappeler par sa pnitente en 1694" (pp.
175-176), cuando lo
que
VIEOO afirma es
que
"la admirable
mudanza
de
la Madre
Juana"
sucedi dos aos antes de su muerte", o sea, ledo literal
mente, en
abril
de
1693.
ingn
bibligrafo cita
m
s edicin del
Destierro
ignorancias que esa de 1694 (posterior a la
"conversin"
de
Sor
Juana),
y
no
se ve por
qu
BNASSY la declara "2da. ed." (p. 46, nota 33: "Nous
n'avons pas
pu
trouver l'exemplaire [sic] de la premiere dition et ignorons
sa date"), salvo, quiz, para poder incluir en el
dossier
de la
"conversin"
un
documento tan
"p e
u con
nu",
o sea
por
un parti-pns inconsciente .
39 Quiz
Nez, pero
quiz no.
Nez
muri
en febrero del
ao
siguien
te, y haca tiempo que estaba un tanto " fuera de circulacin". El encargado
de la
publicacin
de
libros en
la Pursima era
el
"prefecto actual"
(cf.
supra,
p. 602, nota 23), llamado a veces
"pre
fecto" a secas (por ejemplo en la Concor-
dancia espiritual de las siete missas tkl Espritu Santo
(de Nez?],
publicada en
1682
a
devocin del Dr. Alonso Alberto de Velasco, prefecto de la Congre
gacin
de
la
Purssima".
-
7/26/2019 Carta de Sor Juana a Nez de Miranda
11/42
610
A NTONlO ALATORR NRFH XXXV
public
entre
1672 y 1683,
adems
de algunas obritas piadosas,
no
pocos tratados
tcnicos
de teologa. Los
Fragmentos morales
se
presentan
como
prosecucin
de los
que estn
en la
Suma
de
Arana'',
lo cual nos
transporta
a una
zona
bibliogrfica apenas
pisada en
nuestros das: la literatura, en latn o en espaol, desti
nada a
ilustrar
a los ministros de la religin
en toda
clase de cues
tiones de teologa
moraliO. Elfragmento
que tan deslumbrado dej
a
Aguiar
y Seixas se refiere al ministerio
de
los confesores
de
mon
jas. As como la
Cartilla
de 1680 se public para
alibio
de las maes
tras de
novicias, as el fragmento
ureo de Lumbier
se
publica para
alibio
de los capellanes y confesores de conventos femeninos (y,
naturalmente, ambas
publicaciones
redundan en obsequio de
las
seoras religiosas). Bien podemos
imaginar que
el arzobispo, ren
dido admirador del
doctsimo y religiossimo carmelitait, crey
i El ttulo de la Suma de Arana (fray Juan Anastasio de
Arana,
car-
melita como Lumbier) es en realidad Smulas t
TMral,
y su autor primitivo
no
es Arana,
sino
el
dominico fray
Simn de
Salazar.
Arana
fue un adiciona
dor, pero muy importante; y Lumbier se inici como adicionador del adicio
nador: la
edicin de 1676
de
las Smulas
t
TMral se
complementa
ya
con
vnos
fragmentos recogidos y ajustados
por
l, hors d oeuvre de sus futuros Fragmen-
tos
TMrales
(t.
1,
16.0;
t.
2, 1683;
en
total, 1216 pginas
de
numeracin corrida).
Los Fragmentos
TMrales
se editaron una sola vez.
Las
Smulas
t
moral,
en
cam-
bio, continuaron reeditndose, aunque sin la enorme frecuencia con que se
reedit, hasta bien entrado el siglo xvm,
otro
libro de fray
Simn de
Sala
zar: su Prontuario de confesores 1 a ed., 1659), manual en que los
curas
consul
taban si tal cosa
era
o
no
pecado,
si
el pecado
era
venial o
mortal,
si el mortal
era grave o
no
tan grave, etc. El nmero relativamente exiguo de ediciones
de
las Smulas t moral
se
explica
por
su
carcter ms
terico y
ms
especiali
zado:
no
se dirigen al cura de misa y olla (a se le basta el Prontuario), sino
a quienes preparan,
ya
sea su examen obligatorio de teologa moral antes de
ordenarse, ya exmenes especiales para obtener
alguna prebenda
o
para
reci
bir un ttulo de confessor . (Los
Fragmentos morales
de Lumbier estn, eviden
temente,
en la lnea de las Smulas,
no
en
la
del Prontuario; son
una obra de
carcter doctrinal).
it
Diez aos antes,
en
1684,
cuando Aguiar
y Seixas
acababa
de sentarse
en
el
trono
arzobispal
de
Mxico,
haba mandado imprimir
otra obra de
Lum-
bier,
Noticia
de
las
sesenta
y
cinco
proposiciones contknadas por N SS. P. lnocencio
XI
mediante su tcreto t 2 t mayo tl ao 679 1 a
ed.,
Zaragoza, 1680).
La
ed.
de Mxico se dice sptima impressin y reproduce, con licencias y todo,
la
6 ,
de Zaragoza, 1683 (aunque ya
haba
habido
otra
7 ed. en Lisboa, 1683).
Es
de suponer que Aguiar y Seixas tampoco aadi nada al fragmento ureo
impreso
por su
orden en 1694, sino que
lo
reprodujo tal
como estaba en
alguno
de los dos tomos de Lumbier (y en este sentido s puede decirse que hizo una
2 ed. ).
BNASSY,
p.
46, nota
33,
hace una observacin interesante: Il
est dit et rpt
en
gros caracteres
que
les ides con enues
dans
ce livre [el Destierro
de ignorancias] sont celles de l'archeveque . Como las
ideas
son obviamente
las
del autor, o sea del respetadsimo Lumbier, ello
querr
decir tal vez
que
1
NRFH
XXXV
L C T DE R JU N LP NEZ 6
oportuno plantar una
buena
semilla de instruccin para los muchos
presentes y futuros confesores
de
monjas (quiz, sobre todo,
en
vista