Casos de personajes de la historia envenenados
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Noble familia valenciana que a mediados del siglo XV protagonizaron una historia de codicia, corrupción y muerte. Han pasado a la historia como una familia cruel y deseosa de poder. Los personajes principales son Alfonso de Borja, Papa con el nombre de Calixto III, Papa Alejandro VI, César Borgia y Lucrecia Borgia, estos dos últimos hijos de Rodrigo.
Su interés se enfoco en el ser humano y en la sociedad apartándose del
predominio de lo natural. Murió a sus 70 años por decisión de un tribunal
que lo condeno por corrupción sobre la juventud y la falta de lealtad a los
dioses. Su deceso se produjo por intoxicación con cicuta, método
utilizado por los griegos para acabar con la vida de los condenados a
muerte.
Nació en el año 69 a.C y murió en el año 30 a.C a sus 39 años de edad. En su reinado varios hechos de su vida estuvieron relacionados con los venenos. Cleopatra eligió morir y tomó la decisión de suicidarse. Según la versión más extendida, pidió a sus criadas Iras y Charmion que le trajeran un cesto de frutas con una serpiente áspid en el interior, luego introduce su mano en el cesto siendo mordida por la serpiente y terminando con su vida.
Considerado con el genio de las estrategias
militares más grandes de europa.Fallece por causas
que hasta la fecha son motivo de controversia.
Históricamente su muerte fue producto de una
ulcera que provoco un cáncer de estomago,
posteriormente un análisis detallado sobre sus
cabellos demuestran un envenenamiento causado
por arsénico.
Participo en las primeras incursiones para dominar a los indígenas en América. Tras el fracaso del viaje a Nueva Andalucía, De Ojeda no volvió a dirigir ninguna otra expedición y renunció a su cargo de gobernador. Pasó los últimos cinco años de su vida en Santo Domingo donde vivió triste y deprimido. Luego se retiró al Monasterio de San Francisco, en donde murió. Su última voluntad fue que lo sepultaran bajo la puerta mayor del monasterio, para que su tumba fuese pisada por todos los que llegaban a entrar a la iglesia, como
pena por los errores que cometió en su vida.