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Cuadernos de Historia de la Salud Pública .2010; 107.205 –232 http://scielo.sld.cu 205 205 CUADERNOS DE HISTORIA DE LA SALUD PÚBLICA No. 107 Cátedra de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria 1. La materia de Operaciones con su Clínica en los planes de estudio de 1900 y 1919. La asignatura y cátedra de Operaciones con su Clínica en los planes de estudio de 1923 y 1928. La asignatura y cátedra de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria en los planes de estudio de 1934, 1937 y 1940. 2. Locales en que se impartió su enseñanza. 3. Frecuencia y horarios de clases. 4. Profesores titulares. 5. Profesores auxiliares. 6. Ayudantes graduados y profesores agregados. 7. Instructores y adscriptos. 8. Cambios de profesores de 1959 a 1961. 9. Programas de la asignatura. 10. Libros de texto y de consulta extranjeros recomendados durante el período estudiado. 11. Bibliografía docente producida por los profesores de la cátedra. 12. Consideraciones finales. Referencias bibliográficas y documentales. 1. Como dejamos escrito en el capítulo correspondiente a la cátedra de Anatomía Topográfica, al implantarse en 1900 el Plan Varona la materia de técnica quirúrgica continuaba unida a dicha asignatura con el nombre de Anatomía Topográfica y Operaciones, un curso, dividido este en dos medios cursos correspondientes a las materias impartidas. Ambos se explicaban en el tercer año de la carrera y formaban parte de la cátedra No. 7 que comprendía además las asignaturas de Patología Quirúrgica y Ginecología con su Clínica. Un año después la asignatura se independizó como cátedra No. 13 y al unírsele ese mismo año como clínica el servicio de urgencias quirúrgicas del Hospital "Nuestra Señora de las Mercedes" se le nombró Anatomía Topográfica y Operaciones con su Clínica, un curso, y continuó impartiéndose en el tercer año de la carrera. En el plan de estudios de 1919 continuó en el mismo año, pero desde el curso de 1908-1909 se le había asignado en número 14. Durante el tiempo que estuvieron vigentes estos planes la materia de operaciones con su clínica no guardó un orden ilógico de conocimientos dentro de ellos, pues se impartía antes de las asignaturas de Patología Quirúrgica y Clínica Quirúrgica, por lo que es de suponer que su aprovechamiento fuera mínimo. En 1923 al dividirse la cátedra de dicha materia quedó comprendida en la cátedra No. 24 Operaciones con su Clínica, un curso, y se explicaba en el séptimo año de la carrera, con lo que se subsanó el lugar erróneo que ocupaba dentro de los estudios médicos hasta ese momento. En el plan de 1928, al agregarse el Curso Preparatorio (Pre- médico) y reagruparse las asignaturas en seis años, se explicó, en el sexto. En el de 1934 pasó al quinto o último de ese plan con el nombre de cátedra No. 24 Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria, aunque en documentos oficiales y publicaciones de la Universidad se le llamaba también Clínica Terapéutica Quirúrgica y Operaciones o simplemente Operaciones con su Clínica y en el de 1937, con el mismo nombre, volvió a ser explicada en orden lógico en el tercer año, precediendo las asignaturas de Patología Quirúrgica y Clínica Quirúrgica.

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CUADERNOS DE HISTORIA DE LA SALUD PÚBLICA No. 107

Cátedra de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria

1. La materia de Operaciones con su Clínica en los planes de estudio de 1900 y 1919. La asignatura y cátedra de Operaciones con su Clínica en los planes de estudio de 1923 y 1928. La asignatura y cátedra de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria en los planes de estudio de 1934, 1937 y 1940. 2. Locales en que se impartió su enseñanza. 3. Frecuencia y horarios de clases. 4. Profesores titulares. 5. Profesores auxiliares. 6. Ayudantes graduados y profesores agregados. 7. Instructores y adscriptos. 8. Cambios de profesores de 1959 a 1961. 9. Programas de la asignatura. 10. Libros de texto y de consulta extranjeros recomendados durante el período estudiado. 11. Bibliografía docente producida por los profesores de la cátedra. 12. Consideraciones finales. Referencias bibliográficas y documentales.

1. Como dejamos escrito en el capítulo correspondiente a la cátedra de Anatomía Topográfica, al implantarse en 1900 el Plan Varona la materia de técnica quirúrgica continuaba unida a dicha asignatura con el nombre de Anatomía Topográfica y Operaciones, un curso, dividido este en dos medios cursos correspondientes a las materias impartidas. Ambos se explicaban en el tercer año de la carrera y formaban parte de la cátedra No. 7 que comprendía además las asignaturas de Patología Quirúrgica y Ginecología con su Clínica.

Un año después la asignatura se independizó como cátedra No. 13 y al unírsele ese mismo año como clínica el servicio de urgencias quirúrgicas del Hospital "Nuestra Señora de las Mercedes" se le nombró Anatomía Topográfica y Operaciones con su Clínica, un curso, y continuó impartiéndose en el tercer año de la carrera.

En el plan de estudios de 1919 continuó en el mismo año, pero desde el curso de 1908-1909 se le había asignado en número 14. Durante el tiempo que estuvieron vigentes estos planes la materia de operaciones con su clínica no guardó un orden ilógico de conocimientos dentro de ellos, pues se impartía antes de las asignaturas de Patología Quirúrgica y Clínica Quirúrgica, por lo que es de suponer que su aprovechamiento fuera mínimo.

En 1923 al dividirse la cátedra de dicha materia quedó comprendida en la cátedra No. 24 Operaciones con su Clínica, un curso, y se explicaba en el séptimo año de la carrera, con lo que se subsanó el lugar erróneo que ocupaba dentro de los estudios médicos hasta ese momento.

En el plan de 1928, al agregarse el Curso Preparatorio (Pre- médico) y reagruparse las asignaturas en seis años, se explicó, en el sexto. En el de 1934 pasó al quinto o último de ese plan con el nombre de cátedra No. 24 Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria, aunque en documentos oficiales y publicaciones de la Universidad se le llamaba también Clínica Terapéutica Quirúrgica y Operaciones o simplemente Operaciones con su Clínica y en el de 1937, con el mismo nombre, volvió a ser explicada en orden lógico en el tercer año, precediendo las asignaturas de Patología Quirúrgica y Clínica Quirúrgica.

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Al extenderse nuevamente los estudios médicos a siete años en el plan de 1940, la asignatura se impartió en el quinto, el mismo en que se explicaba Patología Quirúrgica, y precediendo las asignaturas de Clínica Quirúrgica 1er. y 2do. cursos que se daban en sexto y séptimo, cuando debió haberse impartido conjuntamente con estas en algunos de esos dos años.

En dicho lugar se mantuvo la Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria hasta el plan de estudios provisional de 25 de mayo de 1959 en que se unió a Patología Quirúrgica para dar lugar a la asignatura de Cirugía, 1er. curso, explicada en el quinto año de la carrera y desaparecer definitivamente como cátedra y asignatura, aunque por muy poco tiempo se le llamó Cirugía No. 14 y a Patología Quirúrgica, Cirugía No. 13.

2. Al inaugurarse el Plan Varona en el viejo cuartel de la Guardia Civil española, el medio curso de Operaciones contó con un salón de cirugía experimental contiguo al Departamento y Anfiteatro Anatómico y un año después, 1901, se le unió la sala de cirugía de urgencia del Hospital "Nuestra Señora de las Mercedes", San Felipe, como servicio de clínica.

El salón de cirugía experimental, mal adecuado, fue reconstruido en 1910 y se contó en él con un Departamento dividido en dos salones, uno para la clínica y otro destinado a la sala de operaciones.

Al separase como cátedra independiente en 1923, al siguiente año se inauguró en el Hospital "General Calixto García" un modesto Pabellón de Cirugía Experimental, cercano al Salón Central de Operaciones. Esto constituyó un paso de avance en la docencia, porque permitía realizar, en condiciones muy superiores a las que ofrecía la vieja escuela, las operaciones en animales que el doctor Domínguez Roldán hacía ejecutar a sus alumnos y que, según el profesor Presno Bastiony, era este tipo de enseñanza de las primeras en ofrecerse en el mundo.

Consistía el Pabellón en una amplia caseta de mampostería con una galería central; a un lado la sala de Operaciones y un cuarto para la esterilización quirúrgica y al otro lado ocho casetas, revestidas de cemento para habitación de los perros, la que constituía la clínica. La enfermera jefa del Salón Central del Hospital suministraba las cajas metálicas con el material quirúrgico ya esterilizado.1

Hasta 1928 funcionó regularmente esta enseñanza, año en que fue bruscamente interrumpida cuando, sin más aviso, derribaron por orden superior esa pertenencia universitaria para destinarse su emplazamiento al Instituto del Cáncer. La proyectada obra no pasó de los cimientos y el Instituto del Cáncer fue levantado más tarde a buena distancia del destruido edificio del Pabellón de Cirugía Experimental.

Además de este Pabellón contó la cátedra, desde que se independizó en 1923, con la sala "Mestre"(1*), piso alto del pabellón "Casuso"(2*), también en el Hospital "General Calixto García", que era del todo insuficiente para suministrar abundante material clínico y donde los alumnos debían redactar las historias clínicas de los casos operados y seguir el curso posoperatorio.

Para remediar esta insuficiencia, a partir de los años treinta la cátedra contó con la sala "Enrique López"(3*), piso bajo del pabellón "Casuso", como segundo servicio de clínica, el cual disponía también de un pequeño salón de operaciones y consulta externa.

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Al inaugurarse el nuevo edificio de la Facultad de Medicina en 1940, la cátedra de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria ocupó el ala derecha del quinto piso o superior y pudo disponer de una espaciosa aula para conferencias y proyecciones en la que se instaló el Museo Iconográfico de la cátedra, con galería de retratos y fotografías históricas y colección de instrumentos, láminas, diseños y dibujos de las distintas técnicas del programa de enseñanza.

Otra galería corredor separaba esta aula del modesto Departamento Quirúrgico, el cual comprendía: la sala de operaciones asépticas, construida ad- hoc, en la que se colocaron nada más que los accesorios esenciales, mesa de operaciones y las auxiliares correspondientes; cuarto de esterilización del material quirúrgico, con su equipo necesario y un pequeño anexo para la limpieza de instrumentos una vez usados, y cuarto de preparación o toilette de los cirujanos, con sus correspondientes lavados. Todo exactamente como una clínica hospitalaria. Una habitación para ropero y taquilla de los cirujanos y otra para despacho del director del Departamento completaban la distribución.

Desde la galería corredor, una escalera conducía al piso superior, en la azotea, en el que se encontraba la Sala de Clínica para animales grandes, perros sobre todo, con capacidad para 20 sujetos. Las casetas con las paredes revestidas de cemento y con doble piso, el más alto, cambiable y de madera, provisto de agujeros; el piso inferior en declive, terminaba en una canal exterior para desagüe y limpieza de las casetas, con agua corriente. En otra habitación inmediata, los pequeños animales dispuestos en jaulas o cajas.1

Este Departamento de Cirugía Experimental constituía la mejor fuente de enseñanza práctica de las suturas vasculares e intestinales, de las resecciones y anastomosis del tubo digestivo, las operaciones sobre el hígado y el bazo, el riñón y las vías urinarias, y las intervenciones esplácnicas en general. En él alumnos y graduados podían disponer, además, de una clínica de experimentación para estudiar nuevos problemas de fisiología quirúrgica.

Todo este local que ocupaba la cátedra de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria en el ala derecha del quinto piso del nuevo edificio de la Facultad de Medicina recibió el nombre de "Doctor José A. Presno Bastiony".

3. A partir de 1901 la asignatura de Operaciones con su Clínica consistía en un medio curso que comenzaba el 1 de febrero y terminaba el 31 de mayo. Sus horarios de clase eran: diarias de 1 a 2 p.m. en el salón de Cirugía Experimental y por la mañana en la Sala de Cirugía de Urgencias San Felipe, en el Hospital "Nuestra Señora de las Mercedes".2

Al independizarse la cátedra en 1903 se extendió la enseñanza a un curso completo. Durante el mismo los profesores hacían demostraciones prácticas, todas las mañanas, en el Hospital "General Calixto García" sobre la materia de la asignatura, y en el salón de operaciones realizaban semanalmente intervenciones sobre el enfermo que presenciaban los alumnos. En la sala "Mestre" primero, y después también en la sala "Enrique López", estos redactaban las historias clínicas de los pacientes operados y seguían la evolución posoperatoria.

En días alternos los alumnos repetían en el Departamento Anatómico las operaciones sobre el cadáver para familiarizarse con la técnica operatoria, educar su mano y, en el Departamento de Cirugía Experimental, las operaciones sobre animales vivos que, además de la educación manual, proporcionaba a los alumnos la enseñanza práctica de la asepsia y antisepsia y de la anestesia.3

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A partir de 1940, instalada la cátedra en su nuevo local del Edificio "Aballí", las lecciones orales se dictaban en su salón de conferencias, ilustrándolas con diagramas, proyecciones, películas y otros medios auxiliares de la enseñanza.

Las demostraciones clínicas y operatorias se realizaban por los profesores en las salas "Mestre" y "Enrique López" y en el Salón Central de Operaciones, situado en el pabellón Menocal(4*), y en el pequeño salón quirúrgico, instalado en la sala "Enrique López", todo en el Hospital "General Calixto García". Los trabajos prácticos se realizaban bajo la dirección del personal docente de la cátedra en el Anfiteatro Anatómico "Dr. Francisco Domínguez Roldán", ala derecha del cuarto piso del Edificio "Aballí", y en el Departamento de Cirugía Experimental, quinto piso del propio edificio.4

La enseñanza continuó de esta manera hasta mayo de 1959 en que la cátedra se unió a la de Patología Quirúrgica para formar la asignatura Cirugía, 1er. curso.

4. De 1900 a 1923 los profesores que enseñaron Operaciones con su Clínica fueron los mismos que impartieron Anatomía Topográfica y que se enumeraron en el capítulo correspondiente a dicha materia.

Al independizarse como cátedra No. 24 Operaciones con su Clínica, por Decreto Presidencial de 27 de octubre de 1923 fue nombrado, por oposición, catedrático titular el doctor José A. Presno Bastiony.5

El profesor Presno, a quien nos hemos referido ampliamente en los capítulos de Anatomía Descriptiva y Disección y Anatomía Topográfica, fue uno de los más notables cirujanos cubanos de todas las épocas. Alumno eminente, obtuvo los premios extraordinarios en los grados de Licenciado (1896) y Doctor en Medicina (1897) en la Universidad de La Habana; ocupó los cargos más importantes en las ciencias médicas en Cuba: Decano de la Facultad de Medicina y Farmacia (1926), Rector de la Universidad (1933), Presidente de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana (1921-1953), Presidente de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana (1916-1920), Presidente del V Congreso Médico Nacional (1921), Presidente fundador de la Sociedad Nacional de Cirugía (1929-1930), Secretario de Sanidad y Beneficencia (1933) y Ministro de Salubridad y Asistencia Social (1944). Fue vicepresidente, presidente, presidente de honor y miembro de honor en veinticinco congresos nacionales, internacionales y extranjeros de cirugía y ciencias médicas, perteneció a veinticinco sociedades y academias científicas extranjeras y fundó y dirigió la Revista de Medicina y Cirugía de La Habana (1896-1951), una de las principales publicaciones científicas de Latinoamérica en su época.

El profesor Presno Bastiony desempeñó la cátedra titular hasta el 1 de octubre de 1952 en que el Consejo Universitario, en sesión especial celebrada ese día, y a propuesta de la Facultad de Medicina, lo declaró Profesor Eméritus. Pero poco tiempo pudo disfrutar el doctor Presno tan justo y merecido reconocimiento a sus largos años en la docencia universitaria, pues falleció repentinamente en La Habana el 12 de septiembre de 1953.

Al dotar el Consejo Económico de la Universidad de los haberes correspondientes a dicha plaza de Profesor Eméritus para el año económico de 1952-1953, el Rector de la Universidad, con fecha 9 de julio de 1953, declaró vacante la plaza de titular y nombró en ella con carácter interino por Decreto Rectoral de 24 de julio siguiente al doctor Ricardo Núñez Portuondo,6 que era en esos momentos el profesor auxiliar más antiguo de la cátedra y el único que la había obtenido por oposición. Por Decreto Rectoral de 29 de septiembre del mismo año fue confirmado en el cargo

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por ascenso y tomó posesión el 8 de octubre siguiente, ya que el doctor Amador Guerra Sánchez, profesor auxiliar también con derecho de ascenso, había renunciado por esta vez a ese derecho en carta de 26 de septiembre anterior.

El profesor Núñez Portuondo fue para sus contemporáneos el cirujano cubano de mayor habilidad quirúrgica. Hijo del general de división del Ejército Libertador y cirujano dentista Emilio Núñez Rodríguez, se graduó de doctor en medicina en la Universidad de La Habana en 1915. Dedicado en los primeros años de su ejercicio profesional a la pediatría y cardiología, más tarde, ya seguro de su vocación, se especializó en cirugía general durante seis meses con el profesor Erman del Postgraduate Hospital de New York y operó intensamente en La Habana con los doctores Rafael Nogueira Udaeta, Benigno Souza Rodríguez, José Nicolás Gómez de Rosas y Entenza, Félix Pagés Rodríguez, Fernando Méndez Capote, Gustavo G. Duplessis y Aizpuru, Gustavo Cuervo Rubio, Ernesto R. de Aragón del Pozo, Gonzalo E. Aróstegui y González de Mendoza, pero principalmente con el doctor Gonzalo Pedroso y Montalvo.7

De vuelta a los Estados Unidos trabajó durante ocho meses con el profesor John B. Deaver en el Lakenau Hospital de Filadelfia, entonces primer gran cirujano de América, y con el doctor Elsberg, del Hospital Presbiteriano de New York. Ya en Cuba su extraordinaria habilidad quirúrgica le permitió practicar operaciones de cualquier rama de la cirugía, menos en la cirugía de los ojos, que nunca realizó.7 Su prestigio científico lo convirtió en el símbolo del cirujano cubano de su época y con los profesores Angel A. Aballí Arellano, en la pediatría, y Pedro A Castillo Martínez, en la Clínica Médica, constituyeron las tres personalidades más fascinantes de la medicina cubana de la primera mitad del presente siglo.

El Consejo Universitario, en sesión extraordinaria celebrada el 4 de noviembre de 1953, declaró —a propuesta de la Facultad de Medicina— Profesor Eméritus al doctor Nuñez Portuondo,6 y ese mismo año el Municipio de La Habana le entregó la Medalla de la Ciudad; el Colegio Médico Nacional, por acuerdo unánime de todos los Colegios Médicos Municipales de Cuba, le rindió homenaje el 3 de diciembre, entonces Día del Médico y de la Medicina Americana, y la Fundación de Asistencia

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Colectiva y Enseñanza Post Graduado (FACEP) le entregó el diploma de la recién creada Orden Médica Honoraria Ricardo Nuñez Portuondo.8

Por Decreto Rectoral de 5 de noviembre de 1953 fue declarada desierta la plaza de titular, y por Decreto Rectoral de 11 de noviembre siguiente fue nombrado en propiedad por ascenso en dicha categoría y cargo el doctor Amador Guerra Sánchez,9 ya que era el único profesor auxiliar de la cátedra en esos momentos con derecho a ascenso.

El doctor Guerra Sánchez fue un competente cirujano con una sólida preparación científica y amplia cultura humanística. Un largo padecimiento crónico, osteitis deformante o Enfermedad de Paget, puso a prueba su inquebrantable voluntad sin doblegarlo, pues a pesar de limitaciones en sus movimientos, por deformidades óseas, se mantuvo en la docencia universitaria hasta su jubilación el 19 de octubre de 1960, un año antes de su fallecimiento en La Habana el 12 de octubre de 1961.

Fue siempre muy respetado por sus compañeros de claustro de la Facultad de Medicina, quienes lo eligieron Decano de esta el 18 de septiembre de 1959, y muy querido por sus alumnos, de los que recibió al cumplir treinta años en la docencia, en 1954, uno de los más espontáneos y emotivos homenajes que se recuerden en la Facultad, en dicha época.

5. Al quedar como cátedra independiente Operaciones con su Clínica, esta pudo contar con una plaza de profesor auxiliar que fue sacada a concurso- oposición en 1924. El doctor Amador Guerra Sánchez concurrió a dichos ejercicios en los que la plaza quedó desierta con la consiguiente protesta del doctor Guerra, quien aseguró años después que fue públicamente reconocida la injusticia.

Por Decreto Presidencial de 22 de febrero de 1924 fue nombrado profesor auxiliar interino el doctor Manuel Costales Latatú,10 proveniente de una familia que dio grandes figuras a la cultura cubana del siglo XIX, quien tomó posesión el 6 de marzo siguiente y se mantuvo en el cargo sin oposiciones, hasta que por Decreto Presidencial de 7 de junio de 1927 se le nombró profesor auxiliar interino de la cátedra No. 9 Clínica Quirúrgica.

Esa plaza de auxiliar de Operaciones, que después de las primeras oposiciones había quedado desierta y ocupada interinamente, fue convocada a nuevo concurso- oposición desde el 26 de noviembre de 1924, en que apareció dicha convocatoria en la Gaceta Oficial, pero por evidentes irregularidades no se celebró hasta ocho años después.

En 1926 se realizó un nuevo concurso, sin oposición, para cubrirla y —a pesar de su brillante expediente universitario y labor profesional— fue postergado nuevamente el doctor Guerra Sánchez, quien escribió sobre este que "había sido conducido en forma anómala, pues se esperó a tener los expedientes de los concursantes para señalar las bases del concurso".

Tras brillantes ejercicios de concurso- oposición obtuvo la plaza el doctor Ricardo Núñez Portuondo, quien fue nombrado por Decreto Presidencial de 13 de marzo de 1928 y tomó posesión trece días después. Es de señalar que estos fueron los terceros ejercicios a que concurrió el doctor Núñez Portuondo en cátedras del sector quirúrgico —en los dos anteriores había sido vencido— con sus correspondientes enérgicas reclamaciones.

Por Decreto Presidencial de 26 de noviembre de 1929 se creó una nueva plaza de profesor auxiliar para la cátedra en la que fue nombrado por dicho decreto con

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carácter interino el doctor Amador Guerra Sánchez. Parece que en este nombramiento intervino su hermano, el sabio historiador, economista y pedagogo doctor Ramiro Guerra Sánchez, que era entonces persona influyente en el gobierno del general Gerardo Machado Morales.

A la caída de la dictadura machadista, la "Comisión de Depuración del Profesorado. Depuración Cívica", creada en la Facultad de Medicina y Farmacia, le informó al doctor Guerra Sánchez el 8 de noviembre de 1933 que se le habían formulado tres acusaciones: una por no haberse adherido a los acuerdos tomados por los profesores el 9 de diciembre de 1930 en la Sociedad de Ingenieros, otra por cobrar su sueldo como profesor durante la clausura de Universidad y la tercera por haber ingresado a favor oficial en el profesorado.

El doctor Guerra Sánchez pudo probar ante la Comisión que sí se había adherido a los acuerdos tomados por el claustro en la Sociedad de Ingenieros, que no había cobrado sueldo como profesor durante la clausura universitaria y que tenía méritos sobrados para obtener la plaza de profesor auxiliar interino, pues era el único ayudante graduado de la cátedra, con cuatro oposiciones aprobadas para mantenerse en el cargo, que había sido despojado en dos oportunidades de la misma y que en su expediente científico figuraban el ser alumno eminente de la Facultad de Medicina y Farmacia (1920), alumno interino, médico interino y jefe de internos por concurso del Hospital Universitario Nuestra Señora de las Mercedes, entre otros méritos. La Comisión Depuradora lo declaró no culpable el 18 de diciembre de 1933, pero se acordó sacar a concurso su plaza pues la había obtenido por nombramiento solamente.

Por acuerdo del Consejo Universitario de 9 de marzo de 1934 se le nombró nuevamente como profesor auxiliar interino al salir victorioso en el concurso público convocado por la Facultad de Medicina y Farmacia, el que se efectuó en el mes de febrero de ese año y obtuvo el doctor Guerra 975 puntos, por 311 el doctor Julio C. Pineda Margarit.

Por Resolución Rectoral de 15 de febrero de 1938 se le ratificó en propiedad y el 15 de febrero de 1945 el Consejo Universitario le reconoció derecho de ascenso.

El doctor Núñez Portuondo, el 4 de septiembre de 1933, el mismo día en que se produjo el golpe de estado militar de sargentos y clases del Ejército Nacional, liderado entre otros por el sargento mayor Fulgencio Batista y Zaldívar, apoyado en esos momentos por profesores y el estudiantado universitario dado el carácter popular de dicho movimiento, presentó la renuncia irrevocable a su cargo de profesor auxiliar ante el Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes por intermedio del Rector de la Universidad.

En esa carta expone las siguientes razones, muy de acuerdo con su pensamiento político de derecha:

Hace algunos años, al iniciarse en el Claustro de Profesores de la Universidad de La Habana un movimiento de carácter político, expuse mi criterio honrado y sincero de que resultaría perjudicial a la cultura de Cuba y a ese superior Centro Docente.

Como sigo manteniendo el mismo criterio, y resultaría una cobardía que no lo expusiera así, es por lo que vengo por el presente medio a presentar, con carácter irrevocable, la renuncia de mi cargo, obtenida por oposición, de Profesor Auxiliar de Operaciones con su Clínica de la Facultad de Medicina y Farmacia.

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Solamente me interesa hacer constar, que desde que se clausuró la Universidad, no he percibido ni un solo peso por concepto de sueldo, ni tampoco acepté en ningún momento comisiones especiales del Gobierno, mas aún, ni siquiera firme los vouchers correspondientes al pasado mes ni pienso aceptar ninguna cantidad por sueldos pendientes.

Hago votos fervientes porque la Universidad de La Habana, adquiera en el porvenir, si esto es posible, más prestigio que los muchos que ahora tiene, y envío a todos mis compañeros de claustro un cordial saludo de despedida.

De Ud. atentamente

Dr. Ricardo Nuñez Portuondo6

A pesar de su renuncia, el profesor Núñez Portuondo fue acusado ante la Comisión Depuradora principalmente por haber recibido favores durante la dictadura machadista en su carácter de médico de confianza del general Machado. Nada pudo probarse en el juicio que se le celebró y en el que, sin embargo, se puso de manifiesto el espíritu humanitario del doctor Núñez Portuondo, que según declaraciones de testigos siempre operó desinteresadamente a familiares de humildes estudiantes de medicina, muchos de ellos de raza negra.

La Comisión Depuradora lo declaró no culpable el 18 de diciembre de 1933. No obstante lo cual el doctor Núñez Portuondo mantuvo su renuncia, que nunca le fue aceptada, y se le concedió licencia a partir del 1 de febrero de 1934.

Después de la reapertura de las actividades docentes en la Universidad, que se había mantenido nuevamente inactiva durante los años 1935 y 1936 con la pérdida de los cursos de 1934-1935 y 1935-1936, se hicieron activas gestiones encaminadas al regreso del doctor Núñez Portuondo a la docencia por parte del Rector de la Universidad, el Decano de la Facultad de Medicina, su claustro de profesores y el Comité Estudiantil Universitario, las que lograron que tan ilustres profesor regresara a su cátedra.

A continuación transcribo la carta que con tal motivo enviara el 29 de abril de 1937 al Decano de la Facultad de Medicina.

Señor.

En relación con su comunicación del 18 del presente mes, en la que me comunica el Decreto Rectoral y los acuerdos de esa Facultad con motivo de mi renuncia a la Cátedra de Terapéutica Quirúrgica que profesaba en esa Universidad, tengo el honor de informarle que, no obstante los motivos que me llevaron a presentarla he decidido no reiterarla nuevamente.

Me obligan a ello el Decreto del Señor Rector no aceptándola, los acuerdos de la Facultad y del Comité Estudiantil Universitario, mostrando por unanimidad su interés por mi reintegración a la Universidad y la visita del Señor Decano, en la que de manera tan generosa se superan valores, con demostración de consideración que nunca podré agradecer bastante.

Extremadamente susceptible, a cualquier demostración de afecto, única justificación de acuerdos tan generosos, estimo que podría interpretarse como injustificado orgullo o pueril pedantería el que mantuviera mi solicitud de renunciante. Y por otra parte precisamente porque estimo que la Universidad no ha

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entrado todavía por las rutas que le darán una estabilidad definitiva, considero que es mi deber cooperar con mi esfuerzo a su resurgimiento y no retirarme con un gesto de crítica.

Suplicándole haga llegar a los compañeros de Claustro de esa Facultad, con mi gratitud, el testimonio de mi consideración mas distinguida, quedo de Ud. muy cordialmente

Dr. Ricardo Nuñez Portuondo6

Dos años después de su reincorporación a la cátedra, el doctor Núñez Portuondo viajó a la ciudad de Miami con sus ayudantes, los doctores Francisco González Monteavaro y José Navarro y el anestesiólogo doctor Celestino Somoano Prieto, y tras pedir autorización al Colegio Médico de la Florida intervino al general Machado de neoplasia rectal, el 29 de marzo de 1939 en tal estado de gravedad que falleció en el propio acto quirúrgico.11 Nueve años después aspiró a la presidencia de la República por el Partido Liberal, el mismo que había llevado al poder a tan execrable personaje de nuestra historia el 20 de mayo de 1925.

Por acuerdo del Consejo Universitario de 9 de marzo de 1934 fue nombrado el doctor Ricardo Machín Alvarez12 profesor auxiliar interino de la cátedra, por concurso, con el haber asignado en el presupuesto a la plaza del doctor Núñez Portuondo, mientras éste no lo percibiera. El doctor Machín era desde 1924 ayudante graduado de la cátedra de Clínica Quirúrgica por cuatro oposiciones sucesivas y obtuvo en el concurso 558 puntos.

Al regreso del doctor Núñez Portuondo, continuó el doctor Machín como profesor auxiliar interino hasta que creada una tercera plaza de profesor auxiliar en la cátedra fue nombrado en ella en propiedad, por Resolución Rectoral de 15 de septiembre de 1938 y tomó posesión el 11 de octubre siguiente. El Consejo Universitario le reconoció derecho de ascenso el 8 de febrero de 1954.

El doctor Machín también fue académico de número de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana y miembro titular de la Sociedad Nacional de Cirugía.

6. Por Ley de 15 de octubre de 1923 fue creada una plaza de ayudante graduado para la nueva cátedra No.24 Operaciones con su Clínica. Sacada a oposición para el bienio de 1923-1925 la obtuvo el doctor Amador Guerra Sánchez, quien fue nombrado en ella por Resolución Rectoral de 17 de marzo de 1924. En la prueba práctica le tocó en suerte hacer el diagnóstico de un enfermo de la cama No.10 de la sala "Mestre" seguido de la intervención quirúrgica, lo que realizó el 1 de marzo de 1924.

Por oposiciones sucesivas se mantuvo en el cargo para el que fue confirmado por Resoluciones Rectorales de 30 de septiembre de 1925, 1 de octubre de 1927 y 1 de octubre de 1929.

Al ser nombrado el doctor Guerra profesor auxiliar interino el 26 de noviembre de 1929 la plaza de ayudante graduado no fue ocupada por nadie más. Al convertirse estas plazas en cargos de profesores agregados por Ley Docente de 8 de enero de 1937 la cátedra ya con el nombre de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria no contó con ninguna hasta 1954 en que fueron creadas dos.

Sacadas a concurso- oposición aspiraron a ellas los doctores José S. Lastra Camps, José A. Presno Albarrán, Rogelio Barata Rivero, Rafael Penichet Fina, Armando

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Núñez Núñez y Rafael Fernández Rivas. Después del concurso se retiraron los doctores Barata, Penichet, Núñez Núñez y Fernández Rivas.

El doctor Lastra obtuvo en el concurso 19,70 puntos (de 20) y en los cuatro ejercicios de oposición 78 puntos (de 80) para un total de 97,70. El doctor Presno Albarrán 8,55 en el concurso y 78 en los cuatro ejercicios de oposición para 86,55 puntos en total. El 22 de octubre de 1954 se les consideró a ambos ganadores y por Resolución Rectoral de 1 de diciembre de ese año se les nombró profesores agregados. Sin lugar a dudas llegaban al profesorado universitario dos de los cirujanos cubanos mas brillantes de la época.13

7. Dada la alta calidad y el interés en la enseñanza de los profesores de la cátedra, muchos fueron los graduados que pasaron por las categorías de instructor y adscripto.

A partir de 1928 se nombraron como instructores a los doctores José S. Lastra Camps, José A. Solís Linares, Gonzalo Mazas Garbayo, José I. Tarafa Urdanivia, Enrique Madan Diago y Antonio Rodríguez Díaz, este último llegó a convertirse en uno de los más eminentes cirujanos cubanos de la época.

Discípulo del doctor Núñez Portuondo, el doctor Rodríguez Díaz fue el primero en practicar la gastrectomía total en Cuba (1939), la primera neumectomía (1943), y alcanzó renombre internacional al operar con éxito casos de Enfermedad de Fallot (1947), además de ser autor principal de una importante obra sobre "Cirugía del tórax".14

La labor de estos seis instructores fue tan meritoria en los servicios de la cátedra que la Junta de Gobierno de la Facultad de Medicina, en sesión de 5 de octubre de 1938, así lo reconoció elogiosamente, los mantuvo en sus cargos y por acuerdo del claustro de la propia Facultad de 14 de agosto de 1946 se les retuvo como instructores indefinidos hasta que se dispusiera su cesación en el futuro.15 Uno de ellos, el doctor Lastra, ocupó su plaza hasta que por concurso- oposición obtuvo la de profesor agregado en 1954, después de veintiséis años como instructor, a pesar de que el tiempo reglamentario era solo de dos.

El doctor Lastra, discípulo también del doctor Núñez Portuondo, realizó, como becado, estudios de neurocirugía en el Mayo Clinic y en instituciones europeas (1930) y sobre cirugía torácica en el New York Hospital de la Universidad de Cornell (1939). Cultivó todas las ramas de la cirugía pero preferentemente la abdominal. Perteneció a la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, a la Sociedad Nacional de Cirugía, al Colegio Americano de Cirujanos y a la Sociedad Internacional de Cirugía, entre otras.16

Al quedar establecida la carrera profesoral, numerosos jóvenes cirujanos pasaron por la cátedra de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria. Así, a propuesta de la Comisión Permanente de Adscripción, ingresaron como adscriptos previo acuerdo del claustro pleno de la Facultad de Medicina los siguientes facultativos:

En la sesión del claustro de 23 de diciembre de 1939 el doctor Francisco R. Trujillo Fernández.17 En la del 2 de septiembre de 1942, con fecha retroactiva de 22 de octubre de 1941, los doctores José A. Presno Albarrán, Armando Núñez Núñez, Alejandro Hoed de Beche García Santamarina y José Mas Drets.18 En la del 27 de abril de 1944 los doctores Carlos J. Corbera Caridad, Elmo R. Ponsdomenech Quiñones, Alberto Sánchez de Bustamante Bernal, Pompilio F. de la Vega Gandón y José Azel Alvarez.19 El 14 de agosto de 1946 los doctores Enrique Ducasse López

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Doriga, Fernando A. Valle Echemendía, José A. Acosta Montejo, Juan A. Rodríguez Íñigo, Pascual B. Herrera Pérez y Rafael J. Penichet Fina.20 En 25 de noviembre 1948 los doctores Gustavo G. Vázquez Rosales, Luis G. Valdés Larralde, Emilio E. Valdés Valenzuela, José B. García Bengochea y Osvaldo S. Castro González.21 En 3 de noviembre de 1950 los doctores Alejandro F. Carrió Caballero, Francisco A. Prado García, Celso F. Bilbao Paz, Alejandro García Gutiérrez, Miguel A. García Quintana y Ramón C. Fernández Ledon.22 En 5 de febrero de 1953 los doctores Rafael L. Fernández Rivas, Roberto L. Maury Palop y Jorge E. Larrañaga Guzmán.23 Y en marzo 20 de 1956 los doctores Manuel S. Balandrín Castellanos y Jorge Salazar Dobarganes.24 Sin precisar fecha fue también adscripto el doctor Felipe de León Monteagudo.

Muchos de ellos al final de su período presentaron la tesis de adscripción y realizaron la etapa de instructor, finalizada la cual el claustro de la Facultad de Medicina les otorgó el correspondiente certificado de aptitud.

Así en sesión de 14 de agosto de 1946 se les confirió a los doctores Manuel Huergo Pino, Antonio Carbonell Salazar, Oscar Geerken Saladrigas, Julio Sanguily Quintana, José A. presno Albarrán y Armando Núñez Núñez.20 En 25 de julio de 1947 a los doctores José Mas Drets y Alejandro Hoed de Beche García Santamarina.25 En 8 de febrero de 1949 al doctor Carlos J. Corbera Caridad.26 En 8 de abril de 1949 al doctor Elmo R. Ponsdomenech Quiñones.27 En 2 de abril de 1951 al doctor Alberto Sánchez de Bustamante Bernal.28 En julio de 1952 a los doctores Juan A. Rodríguez Íñigo, Pascual B. Herrera Pérez, Rafael J. Penichet Fina y Gonzalo Mazas Carballo.29 Y en noviembre de 1956 a los doctores Alejandro F. Carrió Caballero y Celso F. Bilbao Paz.30 Ocupó también plaza de instructor el doctor José L. Alcover y Franch.

Aunque es muy posible que algunos de estos continuaran como médicos asociados a los servicios de la cátedra, solo hemos encontrado que —a propuesta del profesor titular doctor Amador Guerra Sánchez— la Junta de Gobierno del Hospital "General Calixto García" autorizó el nombramiento del doctor Gabriel Antero Sánchez el 4 de mayo de 1956 como médico asociado en el servicio de la sala "Mestre".31

8. Al reanudarse las actividades docentes en la Universidad de La Habana, después del triunfo revolucionario, los profesores que integraban la cátedra de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria eran: doctor Ricardo Núñez Portuondo, que aunque Profesor Emeritus de la Facultad de Medicina seguía unido formalmente a la cátedra; el doctor Amador Guerra Sánchez, profesor titular; doctor Ricardo Machín Álvarez, profesor auxiliar, y los doctores José S. Lastra Camps y José A. Presno Albarrán, profesores agregados.

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De ideología política profundamente conservadora opuesta a cualquier cambio revolucionario, el doctor Núñez Portuondo estuvo en franco desacuerdo con todo lo que se producía en la Facultad de Medicina en los primeros meses de 1959: llamados a una profunda reforma de la enseñanza médica, formación de tribunales para la depuración del profesorado y estudiantado, usurpación del gobierno de la Facultad por un grupo de profesores exaltados, todo dentro de una intensa lucha ideológica. Por eso no es extraño que al igual que en 1933 presentara ahora también su renuncia.

En escueta carta dice al Rector universitario:

Habana, febrero 28 de 1959

Dr. Clemente Inclán

Rector de la Universidad de La Habana

(Por conducto del Sr. Decano de la Facultad de Medicina)

Señor Rector:

Por la presente tengo el gusto de renunciar con carácter irrevocable, a mi cargo de Profesor Emeritus de la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana.

Quedo suyo con la más alta consideración y afecto.

Dr. Ricardo Núñez Portuondo6

Doce días después el Consejo Universitario a través del Secretario General de la Universidad le comunicaba su aceptación en otra escueta misiva.

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Habana, marzo 12 de 1959

Dr. Ricardo Núñez Portuondo

Ciudad

Doctor.

El Consejo Universitario, en reunión celebrada el día 9 de los corrientes, correspondiente a la sesión extraordinaria permanente iniciada el día primero de enero último, acordó, aceptar la renuncia presentada por usted, del cargo de Profesor Emeritus de la Escuela de Medicina, lamentando que haya decidido abandonar tan prestigiosa posición.

Lo que cumplo el deber de participarle para su conocimiento.

Muy atentamente.

Dr. René Hernández Vila

Secretario General6

Años más tarde el historiador de la Universidad de La Habana, doctor Luis F. Le Roy y Galvés, en carta que a continuación transcribo, le pidió al doctor Nuñez Portuondo le expusiera por escrito los verdaderos motivos que lo impulsaron a tomar tal decisión.

La Habana, febrero 15 de 1971

Dr. Ricardo Núñez Portuondo

Presente

Distinguido doctor y amigo.

Consecuente con la conversación que sostuve con usted en su consulta el 10 del presente, paso por este medio a exponerle formalmente el ruego que hube de manifestarle en esa ocasión, consistente en un testimonio escrito sobre la razón o razones que lo determinaron en febrero 28 de 1959 a presentar su renuncia a la investidura de Profesor Emeritus de esta Universidad, que el Consejo Universitario le había conferido el 4 de noviembre de 1953 y cuya renuncia le aceptó dicho organismo universitario en 9 de marzo de 1959.

Usted constituye una de las figuras mas brillantes en el campo de la medicina y maestro de toda una generación de notables cirujanos cubanos a lo largo de su labor en la Cátedra de Operaciones con su Clínica durante mas de cinco lustros. Consecuentemente, cuando en un futuro se escriba esta página de la historia universitaria, no debe quedar sin aclarar esta laguna informativa en la exposición objetiva y documentada de los hechos. Por este motivo le reitero mi solicitud, y mi manifestación de que su valioso testimonio lo guardaré cuidadosamente en mi archivo sin hacer uso de él hasta cuando con perspectiva en el tiempo, escriba la historia universitaria de este período contemporáneo.

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Le doy anticipadamente las gracias por su contribución de esclarecimiento y aporte de contenido documental a ese capítulo aun sin escribir y con las presentes líneas queda de usted con mi mayor consideración y buen afecto, su amigo,

Luis F. Le Roy6

En respuesta a su carta recibió la siguiente el doctor Le Roy.

Habana, febrero 20 de 1971

Sr. Dr. Luis F. Le Roy

Calle A No.505

Vedado

Mi distinguido amigo.

Recibí su atenta y cariñosa carta, donde después de hacer de mis elogios inmerecidos me pregunta cual fue el motivo de mi renuncia a la investidura de Profesor Emeritus de la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana.

La causa de mi renuncia fue que tan pronto llegó al poder el actual gobierno, me di cuenta exacta de que se trataba de un régimen comunista, y yo no estaba dispuesto a laborar con un régimen comunista.

Agradeciéndole de nuevo sus frases de elogio hacia mi persona, quedo de Ud. con mi mayor consideración, su amigo.

Dr. Ricardo Núñez Portuondo6

Por esta carta se puede apreciar lo tempranamente que para la alta burguesía cubana se hizo evidente lo radical de la ideología de la Revolución Cubana. No obstante su postura, el doctor Núñez Portuondo no se marchó de Cuba, a pesar de los muchos halagos que recibió desde los Estados Unidos. Operó por un corto tiempo en algunas instituciones mutualistas, entre ellas el Centro Benéfico Jurídico de Trabajadores de Cuba, y retirado de toda actividad científica y social falleció en La Habana, a los ochenta años, el 15 de noviembre de 1973.

Por el plan de estudios provisional de 25 de mayo de 1959, la cátedra de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria quedó convertida en cátedra de Cirugía No.14, y aunque con la de Patología Quirúrgica, que a partir de entonces se llamó cátedra de Cirugía No.13, formó una sola asignatura de Cirugía, 1er. curso, ambas conservaron su independencia académica, así como sus servicios hospitalarios y sus profesores mantuvieron sus categorías docentes.

El doctor Amador Guerra Sánchez que fue electo Decano de la Facultad de Medicina el 18 de septiembre de 1959, en su calidad de tal presidió la sesión del claustro del 29 de julio en que se aprobaron las contrarrevolucionarias medidas de no aceptar la disolución del Consejo Universitario, no establecer la forma de cogobierno de profesores y estudiantes en la Universidad de La Habana y declararse en rebeldía. En dicha sesión renunció de palabra su cargo de Decano y ratificó por escrito su renuncia el 1 de agosto siguiente.

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Dos días después el doctor Guerra Sánchez enviaba al Rector de la Universidad la siguiente carta:

La Habana, 3 de agosto de 1960

Sr. Rector de la Universidad de La Habana.

Señor.

Estimo necesario poner en su conocimiento lo siguiente:

1º En la sesión del claustro de la Facultad de Medicina, celebrada el día 29 de julio de 1960, presente, verbalmente, con carácter irrevocable, la renuncia de mi cargo de Decano de la Facultad de Medicina, sin que se tomase ningún acuerdo sobre la misma, después de abandonar yo la sesión, cuya Presidencia entregué al Vice- Decano Prof. Dr. Eugenio Torroella Mata.

2º Que con fecha 1 de agosto, formalicé por escrito dicha renuncia, que obra en la Secretaría de la Facultad (Registro de entrada No.90987).

3º Que requerí verbalmente al Vice- Decano de la Facultad de Medicina, Prof. Dr. Eugenio Torroella Mata, para que se hiciera cargo del Decanato de la Facultad el día 1 de agosto de 1960, el cual se negó, por estimar que ya no era Vice- Decano de la Facultad.

4º Que no aparece mi nombre en el libro de actas de los Claustros de la Facultad de Medicina entre los profesores que votaron a favor de la moción aprobada por el Claustro de la Facultad de Medicina en sesión del 29 de julio de 1960, porque estimé, erróneamente, que como Decano que Presidía la sesión solamente debía votar en caso de empate en la votación.

5º Que me interesa dejar bien aclarado que comparto el criterio del Claustro de la Facultad de Medicina expresado en dicha moción, de fecha 29 de julio de 1960, en todos y cada uno de sus aspectos.

6º Que en el día de hoy- miércoles 3 de agosto- y posiblemente el jueves 4 y el viernes 5, no podré atender mis funciones académicas y docentes, por estar bajo tratamiento médico y habérseme ordenado guardar reposo absoluto.

De usted atte.

Dr. Amador Guerra Sánchez Profesor Titular de la Cátedra de Clínica Terapéutica Quirúrgica"9

La Junta Superior de Gobierno de la Universidad en sesión de 5 de agosto de 1960 resolvió por su acuerdo No.7 suspenderlo de empleo y sueldo e iniciarle expediente disciplinario.

Dos meses más tarde, el 19 de octubre de 1960, la propia Junta Superior de Gobierno, al tomar en cuenta sus muchos méritos en la enseñanza universitaria,

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tener 64 años de edad y 36 de servicios en la Universidad, al amparo de la Ley No.859 de 4 de agosto de 1960, dictó resolución concediéndole la jubilación.

El doctor Ricardo Machín Álvarez fue electo Vice- Secretario de la Facultad de Medicina y tomó posesión el 12 de mayo de 1959 hasta el 18 de septiembre del propio año. Del 26 de agosto al 8 de septiembre ocupó interinamente la Secretaría. Por solidarizarse con los acuerdos contrarrevolucionarios del 29 de julio de 1960 fue suspendido de empleo y sueldo e iniciado expediente disciplinario por acuerdo de la Junta Superior de Gobierno de la Universidad el 1 de octubre de 1960, pero al igual que al doctor Guerra Sánchez se le concedió jubilación obligatoria el 19 de octubre de ese año.

El doctor José S. Lastra Camps, un día antes de la borrascosa sesión del 29 de julio de 1960, presentó su renuncia irrevocable a su cargo de profesor agregado, pero por solidarizarse con los acuerdos tomados en ella la Junta Superior de Gobierno el 1 de agosto siguiente lo suspendió de empleo y sueldo y le inició expediente disciplinario. Sin embargo, la propia Junta tomó en cuenta su renuncia presentada y se le aceptó once días después, sin seguirle el proceso de separación de su cargo.

El único de los profesores de la cátedra que continuó en la docencia universitaria en el período revolucionario lo fue el doctor José A. Presno Albarrán. Hijo del doctor José A. Presno Bastiony, nieto del doctor Pedro Albarrán Domínguez, notable urólogo cubano de finales del pasado siglo y principio de éste y sobrino- nieto del doctor Joaquín Albarrán Domínguez, una de las figuras más eminentes de la urología mundial, el doctor Presno Albarrán nació para ser cirujano y lo fue en el más alto sentido que tiene esa fundamental especialidad de las ciencias médicas.

Su carrera universitaria como estudiante y profesor fue inmaculada. En 32 asignaturas obtuvo 31 sobresaliente y 10 premios ordinarios. Por su expediente de estudios fue alumno interno y médico interno del Hospital Universitario "General Calixto García" y médico residente de este por oposición. Su carrera docente, como ya dejamos escrito, comenzó como adscripto en 1941, continuó como instructor (1944-1946), asociado (1946-1954), profesor agregado (1954-1960) y profesor titular (1960-1978).

Su obra científica, que incluye 12 libros, 5 monografías, 10 folletos y 45 artículos, lo llevó a pertenecer a 9 sociedades científicas nacionales y 7 foráneas, entre ellas miembro extranjero activo de la Academia de Ciencias de la URSS y su entrega a la Revolución a ser Primer Cirujano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias con el grado de capitán médico en los años en que el grado superior en las fuerzas armadas era el de comandante y a militar en el Partido Comunista de Cuba.32

Al morir en La Habana el 14 de octubre de 1978 era, sin lugar a dudas, uno de los grandes forjadores de la cirugía cubana en su período Revolucionario Socialista.

Vacantes dos de las plazas de profesores agregados de las antiguas cátedras de Clínica Quirúrgica, en esos momentos con la designación de Cirugía 2do. y 3er. cursos, fue nombrado en una de ellas, por concurso, en diciembre de 1959, el doctor Armando Núñez Núñez, que había sido adscripto e instructor de la cátedra de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria y discípulo del doctor Núñez Portuondo. Pero por poco tiempo la ocupó ya que solidarizado con los acuerdos de la sesión del 29 de julio de 1960 se le aceptó la renuncia el 12 de agosto siguiente.

En septiembre 12 de ese año, entre los profesores que ocuparon plazas vacantes de los suspendidos de empleo y sueldo figuraba en el nuevo Departamento de Cirugía el doctor Alejandro F. Carrió Caballero, antiguo adscripto e instructor de la

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cátedra33 y —al inaugurarse el 10 de enero de 1962 la reforma universitaria— apareció este como profesor auxiliar del Subdepartamento de Cirugía, Departamento de Cirugía, y el doctor Alejandro García Gutiérrez, también antiguo adscripto como profesor, equivalente a titular.

El doctor Carrió Caballero años después se alejó de la docencia, y el doctor García Gutiérrez hasta el presente ha desarrollado una meritoria labor en la enseñanza de la cirugía y en la elaboración de literatura docente en esta importante rama de las ciencias médicas, así como en el Decanato de la Facultad de Medicina "General Calixto García". En 1981 la recién creada Comisión Nacional de Grados Científicos le otorgó, en el primer grupo de hombres de ciencias que lo recibían en Cuba, el Doctorado en Ciencias Médicas, en acto solemne efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.

9. El primer programa del medio curso de Operaciones con su Clínica, que aparece en las Memorias de la Universidad de La Habana, es el correspondiente al año académico de 1913-1914 y dice textualmente:

"Las operaciones que se explican son las comprendidas en el Programa de Medicina Operatoria mas la de cirugía de urgencia, agregando también los apósitos y vendajes.

Primero se tratan las cuestiones generales, como: anestesia general y local, asepsia y antisepsia, etc.; después se explican las ligaduras de arterias, descubrimiento de nervios, todas las amputaciones y desarticulaciones, las resecciones de las grandes articulaciones y suturas de nervios, tendones y huesos. A continuación se explican las operaciones sobre el cráneo, cara y cuello, comprendiendo las trepanaciones en las líneas de Silvio y Rolando y en las apófisis mastoides, traqueotomía, esofagotomía, etc. intervenciones sobre tórax: pleurotomía simple y con resección costal, colgajos costales, pericardiotomía. Operaciones en la cavidad abdominal: laparotomía, gastrotomía, gastroenterostomía, enteroanastomosis, operaciones sobre hígado, riñón, bazo, páncreas, etc. El mes de Mayo (último del medio curso) esta destinado a operaciones sobre animales vivos, que generalmente son perros. Se practican en estos enteroanastomosis con resección intestinal. Estas operaciones tienen las ventajas de que el alumno se adiestra en la administración del cloroformo, como también en las prácticas de antisepsia, asepsia y hemostasia; después sigue el curso del operado, y en caso de muerte, la comprobación de esta por la autopsia".2

En el Servicio de Cirugía de Urgencias del Hospital "Nuestra Señora de las Mercedes" los alumnos presencian las operaciones que se practican, y se les enseña la colocación de aparatos de fracturas, curaciones, etcétera.

Después de independizada como asignatura y cátedra de Operaciones con su Clínica, su enseñanza se extendió a un curso y el programa con ligeras variaciones se mantuvo casi igual.

A partir de 1940, con nuevo local y el nombre de Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria, según el reglamento de la cátedra su enseñanza comprendía: "la técnica de las operaciones quirúrgicas, sus indicaciones y contraindicaciones, la preparación preoperatoria, la anestesia quirúrgica, las complicaciones, el tratamiento postoperatorio y los resultados inmediatos y lejanos de las operaciones."

En el propio reglamento se expone la forma en que se cumplimentaba el programa de la asignatura.

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"Art.4º - Para el mejor desarrollo del Programa Oficial y a fin de que los alumnos logren el máximo aprovechamiento, la enseñanza se realiza en forma de lecciones orales y demostraciones clínico- operatorias, por los profesores; y los alumnos realizarán trabajos de carácter práctico, bajo la dirección del personal docente.

Art. 5º - Las lecciones orales son dictadas por los profesores, ajustándose a las normas de la Pedagogía Universitaria, ilustrándolas con diagramas, dibujos, proyecciones, películas y otros elementos auxiliares.

Las demostraciones clínico- operatorias se realizan por los profesores en sus Servicios Clínicos del Hospital Universitario y en los salones de operaciones de este Hospital.

Es obligatoria la asistencia de los alumnos a las lecciones orales y a las demostraciones clínico operatorias.

Art. 6º - Los trabajos prácticos son realizados por los alumnos, bajo la dirección del personal docente de la cátedra, en el Anfiteatro Anatómico y en el Departamento de Cirugía Anatómico y en el Departamento de Cirugía Experimental. Mientras el número extraordinariamente elevado de alumnos no permita otra cosa estos trabajos prácticos se realizaran en la siguiente forma:

En el Anfiteatro Anatómico, los alumnos divididos en grupos de tres- un cirujano, un primer ayudante, y un segundo ayudante- ejecutarán en el cadáver, cinco operaciones de cirugía de los miembros, y harán una descripción de las mismas, por escrito, al profesor.

En el Departamento de Cirugía Experimental, los alumnos divididos en grupos de cinco —un cirujano, un primer ayudante, un segundo ayudante, un anestesista y un médico encargado de la historia clínica y del tratamiento pre y post operatorio del paciente— practicaran una operación visceral en un animal vivo, y rendirán al profesor un informe escrito de la misma, haciendo constar su resultado.

La descripción escrita de las operaciones en el cadáver y el informe de la operación en el animal vivo, son requisitos indispensables para que los alumnos puedan concurrir al examen final de la asignatura".4

Resulta interesante la descripción que hace el doctor José Chelala Aguilera, en una crónica periodística, de la forma en que el doctor Núñez Portuondo impartía una demostración operatoria a sus discípulos:

"El Anfiteatro estaba saturado de alumnos de medicina. Silencio absoluto. Sincronización de movimientos para aseptizar el campo operatorio sobre el enfermo y colocar los paños de campo. Cada ayudante, el anestesista doctor Miguel Urrutia Lleó, cada enfermera y enfermero, ocupaba su puesto y ejecutaba silenciosamente su trabajo. Pinzamiento de la piel para prueba de anestesia. Todo perfecto. El doctor Núñez Portuondo mira la cara del enfermo por un lado del `paraban' y levanta la mirada hacia el Anfiteatro.

`Vamos a realizar una intervención que como toda operación exige conocimiento exacto de la anatomía regional', así saluda a sus alumnos. 'Es una hernia inguino- abdominal. Lo primero que hacemos es limitar el campo'. El doctor Núñez Portuondo traza con el dorso del bisturí sus conocidas y ya generalizadas líneas transversales en la piel. Con mano firme realiza una incisión limpia, precisa y recta. `Es una intervención que exigirá el uso repetido del bisturí, para evitar desgarros y tracciones en los tejidos', vuelve a decir en alta voz, mientras penetra a través de

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la aponeurosis del oblicuo mayor y ordena con un gesto el pinzamiento de un vaso que sangra. El silencio es absoluto. Pasan de una mano a otra los instrumentos, se piden ligaduras, se colocan separadores, se montan hilos en agujas, se ligan vasos y conocemos la opinión del anestesista todo sin pronunciar una palabra. Las veloces manos del doctor Núñez Portuondo son seguidas por las del doctor Núñez Núñez y demás ayudantes. Así continúa la intervención, rompiendo el silencio la voz del cirujano para explicar cada paso y cada maniobra en la disección de la aponeurosis, del hallazgo del anillo inquinal, de la incisión de la aponeurosis, de la apertura del peritoneo, de la separación del saco herniario y de los elementos del cordón, etc., hasta terminar la operación con la brillantez y elegancia características en él".34

En esta crónica el doctor Chelala afirma que el doctor Núñez Portuondo era el único médico en Cuba que poseía una filmoteca científica, la que integraban 500 000 fotografías ordenadas por materias y 40 000 artículos de revistas y libros clasificados por autores y materias, en rollos de película, los que podía consultar proyectándolos en una pantalla adaptada a un atril en su biblioteca. Lo que no especifica el doctor Chelala es si ese extraordinario material de información médica estuviera a disposición de su cátedra.

El Cuestionario de Medicina Operatoria en esta etapa final de la enseñanza de la asignatura comprendía: la ligadura de las arterias pedia, tibial anterior por encima de los maleolos, tibial anterior en el tercio superior de la pierna, tibial posterior detrás del maleolo interno, tibial posterior en la pantorrilla, poplítea, femoral en el canal de Hunter, femoral en la base del triángulo de Scarpa, ilíaca externa, arco palmar superficial, radial en el canal del pulso, radial en el tercio superior del antebrazo, cubital al nivel del pisciforme, cubital en la parte superior del tercio medio, humeral en el pliegue del codo, humeral en la parte media del brazo, axilar en el hueco de la axila, axilar por debajo de la clavícula, subclavia por fuera de los escalenos, carótida primitiva, carótida externa e interna en su naciminto y la lingual; desarticulaciones de la última falange de un dedo de la mano, última falange de un dedo del pie, última falange del dedo pulgar (mano), última falange del grueso artejo (pie) y de las dos últimas falanges; desarticulación total de un dedo medio de la mano o pie y un dedo cabeza de fila; desarticulación de un dedo con su metacarpiano, de un dedo con su metatarsiano, de un dedo cabeza de fila con su metacarpiano o metatarsiano; desarticulaciones de Lisfranc y de Choppart;

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amputaciones de la pierna y el muslo por el sitio de elección; desarticulación de la muñeca; amputación del antebrazo; desarticulación del codo; amputación del brazo; desarticulación escápulo humeral; resecciones del codo y de la rodilla; suturas de tendones y nervios; taponamiento de las fosas nasales; traqueotomía superior; pleurotomía con resección costal primitiva; colgajos costales; pericardiotomía con resección costal; operación de Eslander; esofagotomía cervical; gastrotomía; gastroenterostomia anterior; gastrotomía y exploración del interior del estómago; sutura de una herida del intestino; resección intestinal y sutura; entero- anastómosis circular o lateral y de un intestino delgado con uno grueso; anastómosis intestinal por aparatos de aproximación (Botón de Murphy); apendiceptomía; ano artificial ilíaco; laparotomía exploradora (examen del intestino); nefrotomía; evacuación de la vejiga por sonda y por punción pubiana; trazado y trepanación de la línea Rolándica y de la línea Silviana; trepanación y ligadura de la meníngea media; rama anterior; trepanación de la apófisis mastoides y del seno lateral y sutura ósea.35

10. Durante todo el tiempo de su profesorado el doctor Domínguez Roldán recomendó como obra de texto extranjera el "Manual de Medicina Operatoria", del profesor Louis Farabeauf, en sucesivas ediciones. Como obras de consulta indicó primero el "Tratado de Cirugía de Urgencia", de Lejars, el "Tratado de Cirugía y Medicina", de Chalot, y las obras de "Medicina Operatoria", de Truffier y de Chavasse. Al final de su docencia había incluido como libro de texto el "Compendio de Técnica Operatoria", de los preceptores de la Facultad de Medicina de París.

El doctor Presno Bastiony, de gran influencia francesa como su Maestro, mantuvo como textos las obras de Farabeauf y de los preceptores de la Facultad de París, y como de consulta, a la de Lejars agregó el "Curso de Operatoria Quirúrgica", de Schneieden.

Después de 1940 la obra de texto extranjera que se mantenía era el "Compendio de cirugía visceral", de los preceptores de la Facultad de Medicina de París. Pero en realidad eran los libros de los profesores de la cátedra los que utilizaba el estudiantado.

11. Desde bien temprano al frente de su cátedra el doctor Domínguez Roldán dio inicio a una valiosa producción de literatura docente también en Operaciones con su Clínica.

En 1904 publica "Procedimientos Operatorios", Imp. Mercantil, La Habana, 182 páginas y 110 grabados, libro en el que reúne diez lecciones dictadas desde su cátedra. La obra lleva la siguiente dedicatoria: "A mis maestros de la Escuela de París, S. Duplay, F. Guyon, J. Grancher, Rendu, P. Poirier, Routier, L. Faisans; a mis compañeros y compatriotas cubanos Joaquín Albarrán y Francisco Villar; a mi amigo André Bénac".

El doctor Presno Bastiony comenta así el contenido del libro "La primera [lección] sobre cirugía craneo- cerebral; la segunda sobre las grandes intervenciones en el tórax, que había practicado en dos heridas graves del servicio; en otras de la región costoilíaca y en heridas del pulmón y del pericardio; la tercera sobre tratamiento del hidrocele vaginal por su aparato basado en la teoría de los vasos comunicantes y si fuese la operación cruenta de la cura radical de la vaginalitis, empleando su sutura de hilos suprimibles, como la describe detalladamente en la cuarta lección, en la operación de la cura radical de la hernia inquinal; esto es, cada plano de sutura hecho con una crin de Florencia, y los tres extremos de un lado como los tres del otro, atados sobre un dren de caucho para, una vez obtenida la cicatriz, seccionar un extremo y retirar todos los hilos; la quinta, sexta, septima y octava,

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se refieren a la apéndicitis, apendiceptomia y estado fetal de los cólones ilíacos; fracturas complicadas del maxilar inferior; desarticulación de las falanges; hernias del gran epiplón y epiplectomias; la novena es un resumen de todo lo que se refiere a las suturas intestinales y a su proceder personal, que consiste en pasar siempre un doble hilo y no dejar espacios virtuales entre una y otra sutura; y la última se consagra a la fijación del bazo desplazado, en la cavidad pleural, después de una ventana practicada en la pared costal, con el costótomo- legra que le fabricó Collin, y a través de un ojal en el diafragma.36

En 1913 aparece en la Revista de Medicina y Cirugía de La Habana su primera lección del curso académico de 1912-1913 con el título de "La enseñanza de la Terapéutica Quirúrgica de Urgencia" de gran valor para conocer el fundamento de la enseñanza de esta materia en la época.37

En 1914 publicó además el doctor Domínguez Roldán su importante obra "Anatomía Topográfica y Operaciones de Urgencia del Tórax", Barcelona, 319 páginas, que ya citamos en el capítulo destinado a la Cátedra de Anatomía Topográfica.

Este libro principalmente de medicina operatoria y en lo fundamental dedicado a la enseñanza es, a la vez, un producto de la docencia de la cátedra, pues en él colaboraron sus entonces destacados alumnos y después notables médicos: Ernesto R. de Aragón del Pozo, Gonzalo E. Aróstegui y González Mendoza, Vicente Pardo Castelló, José M. Ramírez Olivella, Elpidio Stincer González y Angel Vieta Barahona; cinco de ellos ocuparían más tarde cátedras en la Facultad de Medicina.

El doctor Presno Bastiony, en su etapa de suplencia al doctor Domínguez Roldán, publicó en 1920 su libro "Clínica Quirúrgica y Técnica Operatoria", Imp. El Siglo XX, La Habana, 311 páginas y 62 grabados, que aunque no era en realidad un libro de texto fue muy utilizado en sus estudios por los alumnos de la cátedra.

En él reunió el doctor Presno Bastiony cuatro trabajos suyos sobre clínica quirúrgica del hígado y vías biliares, una sobre páncreas, dos sobre tubo digestivo, dos de vías urinarias, cuatro de ginecología y dos sobre cabeza y extremidades. Las casi últimas noventa páginas la dedica a extractos de las lecciones de medicina operatoria impartidas por él en el curso de 1918-1919, que al igual que era costumbre del doctor Domínguez Roldán, aunque revisadas por el profesor eran recogidas por sus alumnos, en este caso los entonces estudiantes Emilio Fiterre Riveras, Ernesto Ramírez Meléndez, Ricardo Machín Álvarez, Rafael Fernández Hernández, Humberto R. Faz Tabío, Angel H. Álvarez Azcue, Manuel de J. Ponte Domínguez, Eduardo A. Clara Blandino y Armando B. Cabrera Girela, algunos de los cuales llegarían a ser profesores de la Facultad.

En estas lecciones se estudian las vías de accesos a los vasos y paquetes vásculo- nerviosos profundos y comprenden las vías de acceso al paquete profundo del cuello, hacia el origen de los vasos y nervios de la axila, los paquetes humerales, los vasos profundos del antebrazo, los vasos y nervios profundos de la nalga, los vasos femorales, los paquetes profundos de la pierna, la arteria meníngea y los vasos profundos del tórax y del abdomen, ilustrado con 25 láminas.

Este mismo profesor en su libro "Al través de la cirugía", La Habana, 1946, 399 páginas, publicó su "Conferencia inaugural del curso de Clínica Terapéutica Quirúrgica en la nueva Escuela de Medicina", pronunciada el 2 de octubre de 1939, en la actualidad de gran valor histórico.

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El doctor Presno Bastiony dio a la imprenta además su "Programa de Operaciones con su Clínica" al separase esta materia como cátedra, el cual fue varias veces impreso y reformado según los cambios que se produjeron en su enseñanza.

El doctor Núñez Portuondo, cuando ocupaba interinamente una de las plazas de profesor auxiliar de la cátedra de Clínica Quirúrgica, publicó en 1926 "Lecciones de Clínica y Terapéutica Quirúrgica", Ed. Albela, La Habana, 254 páginas, libro en el que reunió sus lecciones impartidas en el curso de 1924-1925 sobre: el historial de clínica quirúrgica, hernia inguinal, neuralgia del trigémino, colecistitis, abceso hepático tropical y estrechez rectal cicatricial.

La obra está ilustrada con 16 fotografías, cortesía de la cátedra de Patología general; 22 fotografías de pacientes del autor y 54 ilustraciones realizadas por su alumno Pedro Monreal Valdivieso, después competente cirujano ortopédico de Camagüey. Los apuntes de sus conferencias fueron tomadas por los alumnos Eugenio E. Fortún Betancourt y Serafín A. Quesada Cornide y también colaboró el estudiante Carlos Hernández Miyares. En el prólogo el profesor titular de Patología General doctor Federico Grande Rossi, máxima figura de la enseñanza de la medicina interna en Cuba en aquel momento, escribió que la obra demostraba "el completo desarrollo del excelente maestro que en sí llevaba el doctor Núñez Portuondo".38 El libro figuró por muchos años entre las obras de texto de la cátedra.

En las últimas dos décadas en que se impartió Clínica Terapéutica Quirúrgica y Técnica Operatoria el único profesor que se dedicó a la elaboración de literatura docente lo fue el doctor Amador Guerra Sánchez.

En 1938 publicó "Elementos de Técnica Operatoria. Cirugía de los miembros", Imp.P. Fernández y Cía, S. en C.,327 páginas y 189 figuras, con un prólogo del doctor Presno Bastiony. Fue su colaborador en la obra el doctor José Mas Drets, adscripto e instructor de la cátedra. Los dibujos los realizó la señorita Gloria Garzón y fueron llevados al grabado por el señor Pedro Gutiérrez. Estos dibujos se realizaron sobre preparaciones hechas en cadáveres por el profesor Guerra Sánchez auxiliado por el doctor Mas Drets.

Comprende la obra siete partes. La primera dedicada a cirugía de los huesos consta de doce capítulos. La segunda a cirugía de las articulaciones, de siete. La tercera a cirugía de los tendones, de tres. La cuarta a cirugía de los vasos sanguíneos, de trece. La quinta a cirugía de los nervios periféricos, de cuatro. La sexta a tratamiento de las infecciones y supuraciones de la mano, de tres y la séptima a amputaciones, de nueve. De este libro escribiría el profesor Presno Bastiony: "Era de esperar, dado los antecedentes del doctor Guerra y su especial preparación, que su obra resultase meritoria [...] Ella representa un esfuerzo extraordinario, y por su realización brillante, solo plácemes merece el autor".39

A partir de copias de sus lecciones mimeografiadas, como casi siempre han surgido los libros de texto en la enseñanza superior de la medicina en Cuba, en los primeros años de la década de 1940 recogió en un volumen el doctor Guerra Sánchez sus "Lecciones de Terapéutica Quirúrgica. Generalidades", reimpreso por Isidro Hernández, La Habana, sin fecha, 177 páginas.

El libro consta de catorce lecciones: la primera dedicada a conceptos generales sobre operaciones de cirugía; la segunda a indicaciones y contraindicaciones en general de la intervención quirúrgica; la tercera a cuidados preoperatorios; las cinco siguientes a complicaciones postoperatorias; dos a sueroterapia de urgencia; una a asepsia y antisepsia; otra a hemostasia quirúrgica y las dos finales a la anestesia.

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El doctor Guerra Sánchez al publicar estas dos obras, escritas en "estilo sobrio y elegante, que invita a su lectura y con el dominio de quien ha vivido esta enseñanza" y producto también de su "valía profesional y su cultura humanística", según palabras del profesor Presno Bastiony, ha enriquecido con ellas la mejor bibliografía médica docente de la época en Cuba.39

Las lecciones del doctor Guerra Sánchez correspondientes a la parte del programa de la asignatura relativa a cirugía visceral, en fascículos mimeografiados, fueron utilizadas por el estudiantado, pero no se recogieron nunca en volumen impreso como eran los deseos de su autor.

En 1931 el doctor José S. Lastra Camps publicó, en colaboración con el doctor Vicente Banet Pina, profesor auxiliar de Clínica Quirúrgica, la importante obra "Cirugía de urgencia", volumen de 180 páginas.

El doctor José A. Presno Albarrán, aunque lo principal de su obra docente fue publicado después de 1962, en el período que estudiamos elaboró su "Programa de Operaciones con su Clínica", La Habana, 1954, volumen de 475 páginas, que presentó en el concurso- oposición de ese año y su defensa de dicho programa con el título de "Metodología de la Enseñanza en Cirugía" vio la luz también en 1954.

Tres años después recogió en folleto su estudio sobre la vida y la obra del último de los profesores titulares de la cátedra, con el título de "Profesor Amador Guerra Sánchez", La Habana, 1955.

Al triunfo de la Revolución fue de los profesores que tuvieron a su cargo la reforma de los estudios médicos en aquellos históricos momentos y de esa labor surgieron dos nuevos libros: "Proyecto de reforma para los hospitales universitarios", La Habana, 1959, 190 páginas, y "Proyecto de reforma de la Escuela de Medicina", La Habana, 1960, 200 páginas.

12. La materia de medicina operatoria, denominación dada por el cirujano francés Raphael Sabatier desde 1796 al publicar su obra "Medicine Operatoire", se enseñaba en nuestra Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana desde la reforma universitaria de 1842 en la asignatura Patología Externa y Medicina Operatoria.

En 1863 se independiza como asignatura con la denominación de Anatomía Quirúrgica, Operaciones, Apósitos y Vendajes y tres años después como cátedra, para llegar así hasta el Plan Lanuza (1899) en que cambió su nombre por el de Anatomía Quirúrgica y Operaciones.

Un año más tarde el Plan Varona varió ligeramente su denominación por la de Anatomía Topográfica y Operaciones, pero la unió en una cátedra con las asignaturas de Patología Quirúrgica y Ginecología con su Clínica.

El doctor Domínguez Roldán, apasionado de su enseñanza, logró en 1901 separarla nuevamente como cátedra independiente y que se le asignara el servicio de cirugía de urgencias del Hospital "Nuestra Señora de las Mercedes".

En esa época no se concebía que un profesional de la medicina no poseyera conocimientos de técnica quirúrgica y desarrollara las imprescindibles habilidades sobre todo en cirugía de urgencias, ya que el médico- cirujano debía tratar de dar solución a cualquier problema que se le presentara en su ejercicio profesional individual o privado.

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Así lo concebía el profesor Domínguez Roldán al asegurar en 1912:

"en el estado actual de las ciencias médicas no es posible que un profesional, al salir de la Escuela de Medicina con su diploma, no conozca bien esta importante rama de la cirugía, no esté familiarizado con las operaciones que vamos a estudiar juntos; pues si es cierto que en las grandes poblaciones hay el recurso del compañero, a veces lo urgente del caso hace imposible ese auxilio con el cual no podrá en absoluto contar el joven que al graduarse va a establecerse y ejercer en el campo".37

Para él en su medio curso de Operaciones con su Clínica debía enseñar terapéutica quirúrgica que, según su propia definición, "es la rama de la terapéutica general que utiliza para el tratamiento de la enfermedad los medios llamados quirúrgicos" y la concibe en dos ramas: la terapéutica quirúrgica general y la terapéutica quirúrgica de urgencia.

"A la primera está reservado el estudio del manual operatorio de todas aquellas intervenciones en que el cirujano sin perjuicio para el paciente puede señalar la intervención en plazo más o menos corto y en que ese aplazamiento no hará variar en lo mas mínimo el pronóstico de la enfermedad...[la segunda] en cambio no admite dudas, no admite dilación, es indispensable para la salud del enfermo, para el éxito operatorio, para el buen nombre del cirujano no separase del enfermo sin antes haber resuelto el problema planteado".37

Y con un mínimo de condiciones y en solo medio curso pone todo su empeño en orientar a sus alumnos en la primera rama con la práctica en el cadáver y en el animal vivo y enseñar la segunda en el servicio de urgencias en el hombre enfermo, al cual él le practicara la operación indicada.

Pero como estos actos quirúrgicos no se aprenden, según el decir del clásico de la cirugía Ambroise Paré, "sino a la vista y al decir",39 es decir, no solo con verlos sino también deben ser repetidos por el estudiante y además estar situada esta enseñanza inadecuadamente dentro del plan de estudios de la carrera, poco provecho parece que podrá aportar la misma a pesar de las intensiones y bondades del profesor.

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En 1923 se independiza Operaciones con su Clínica como cátedra y se extiende su enseñanza a un curso. En años posteriores contará con dos salas de clínica y un salón de operaciones propio, además del salón central común para todas las cátedras del sector quirúrgico en el Hospital "General Calixto García", así como con un pequeño departamento de cirugía experimental en esta misma institución. Al inaugurarse en 1940 el nuevo edificio de la Facultad quedará instalado en él un mayor y mejor equipado departamento de cirugía experimental. Todos estos cambios permitirán al profesor Presno Bastiony desarrollar una docencia muy superior hasta las entonces impartidas.

En ella va a combinar los dos grandes métodos para la educación manual en esta disciplina en boga en aquella época, "el del máximo Maestro de las operaciones sobre las extremidades, en la losa anatómica, profesor Louis Farabeauf, y el del máximo Maestro de la cirugía visceral en animales vivos, profesor Alexis Carrel".40

A él no se le ocultan tampoco las dificultades que presenta la docencia de su asignatura y por ello escribe: "No vacilemos en afirmar que la enseñanza de ciencia tan objetiva es no solo compleja, sino también una de las más laboriosas de todas nuestras disciplinas, por exigir su programa estos tres sujetos de estudios: el enfermo, el cadáver y el animal vivo".39

El cumplimiento de las exigencias de ese programa tratará de lograrlo a través de lo que él llama "los elementos de enseñanza de que disponemos en la educación manual o técnica quirúrgica".41, que son: asistencia al salón de operaciones, a los servicios de clínica quirúrgica, a la sala de trabajos y al departamento de cirugía experimental.

Pero él conoce perfectamente hasta dónde debe llegar esta enseñanza en el pre y en el posgrado; por eso escribe:

"Otro error que se comete es el de confundir la enseñanza de la Terapéutica Quirúrgica para estudiantes, enseñanza que se dispensa durante un curso, con el fin de adquirir los conocimientos generales indispensables para la cultura profesional, con la especialización del graduado que aspira a poseer nuestro Arte y dominar su técnica, llamándose cirujano. Para llegar a serlo necesitará no solo de la base de preparación que le ofrece nuestro curso, sino dedicarse durante cierto tiempo y sobre el paciente, a ver operar primero, ayudar a operar luego, y operar después.

El graduado que aspire a ser cirujano, esto es, clínico y operador, permanecerá internado en el hospital durante tres o cuatro años, a fin de adquirir la indispensable experiencia que la sociedad exige a quienes van a ejercer profesión de tanta responsabilidad. Sin este internado en los hospitales, no debía autorizarse el ejercicio de la cirugía, porque el diploma de grado capacitará legalmente para el ejercicio pero no asegura la competencia quirúrgica. Más tarde el cirujano general podrá sobre esta sólida base, transformarse en cirujano especialista".41

Fiel a estas ideas, el profesor Presno Bastiony, con la colaboración de sus brillantes auxiliares, va a llevar a cabo desde la cátedra una labor extraordinaria de posgrado, primero con los médicos internos e instructores, a los que se unirán después los adscriptos, residentes y asociados, la que prolongada por sus continuadores los profesores Núñez Portuondo y Guerra Sánchez dará a nuestro país la consolidación de una Escuela Cubana de Cirugía, que se venía forjando desde finales de la primera mitad del pasado siglo, cuyo prestigio rebasó los límites nacionales y es la base de los logros del presente.

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Al desaparecer como cátedra y asignatura de pregrado en 1959, la técnica quirúrgica quedaría solo, desde entonces, para la formación de especialistas en la Residencia de Cirugía.

Referencias bibliográficas y documentales

1. Presno Bastiony JA. Conferencia inaugural del curso de Clínica Terapéutica Quirúrgica en la nueva Escuela de Medicina. En "A través de la cirugía" por el doctor J.A. Presno Bastiony. La Habana, 1946.pp.369-95.

2. Universidad de La Habana. Memoria Anuario correspondiente al curso académico de 1913 a 1914. Imp. El Siglo XX. La Habana, 1915.p.220.

3. Universidad de La Habana. Memoria Anuario correspondiente al curso académico de 1924 a 1925. Imp. y Pap. Rambla, Bouza y Cía. La Habana, 1926.

4. Reglamento de la Cátedra de Operaciones con su Clínica. En Universidad de La Habana. Escuela de Medicina. Curso Académico de 1955 a 1956. Quinto Año. La Habana, 1955.pp.17-9.

5. Universidad de La Habana. Archivo Histórico. Exped. Adm. No.152 (Dr. José A. Presno Bastiony).

6. Universidad de La Habana. Archivo Histórico. Exped. Adm. No.4925 (Dr. Ricardo Núñez Portuondo),

7. Núñez Portuondo R. Esta es mi historia. Libro Económico. La Habana, 1953.32 p.

8. Prof. Dr. Ricardo Núñez Portuondo. En: Selecciones Médicas. Número dedicado a la XI Reunión de Cirujanos Cubanos. La Habana. Enero, 1954.p.34.

9. Universidad de La Habana. Archivo Histórico. Exped. Adm. No. 9169 (Dr. Amador Guerra Sánchez).

10. Universidad de La Habana. Archivo Histórico. Exped. Adm. No. 9570 (Dr. Manuel Costales Latatú).

11. Sepultaron en Miami a Gerardo Machado. Periódico El Mundo. Marzo 30 de 1939.

12. Universidad de La Habana. Archivo Histórico. Exped. Adm. No. 9345 (Dr. Ricardo Machín Álvarez).

13. Universidad de La Habana. Archivo Histórico. Exped. Adm. No. 9517 (Dr. José S. Lastra Camps).

14. González Martín D. Grandes de la medicina cubana. Doctor Antonio Rodríguez Díaz, eminente cirujano. Rev. Bohemia. Noviembre 25 de 1951.

15. Bol. Ofic. Universitario. 13(17). Septiembre 31 de 1946.

16. González Martín D. Grandes de la medicina cubana. Doctor José Lastra, connotado cirujano. Rev. Bohemia. Julio de 1952.

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17. Bol. Ofic. Universitario. 7(1). Abril 5 de 1940.

18. Bol. Ofic. Universitario. 9(13). Septiembre 15 de 1942.

19. Bol. Ofic. Universitario. 11(7). Mayo 15 de 1944.

20. Bol. Ofic. Universitario. 13(17). Septiembre 31 de 1946.

21. Bol. Ofic. Universitario. 15(20). Diciembre 31 de 1948.

22. Bol. Ofic. Universitario. 17(18). Diciembre 31 de 1950.

23. Bol. Ofic. Universitario. 20(4). Marzo 3 de 1953.

24. Bol. Ofic. Universitario. 23(7). Abril 16 de 1956.

25. Bol. Ofic. Universitario. 14(13). Agosto 31 de 1947.

26. Bol. Ofic. Universitario. 16(4). Marzo 17 de 1949.

27. Bol. Ofic. Universitario. 16(5). Abril 25 de 1949.

28. Bol. Ofic. Universitario. 18(6). Junio 18 de 1951.

29. Bol. Ofic. Universitario. 19(15). Agosto 30 de 1952.

30. Bol. Ofic. Universitario. 23(24). Diciembre 31 de 1956.

31. Bol. Ofic. Universitario. 23(11). Junio 15 de 1956.

32. Presno Albarrán JA. Curriculum vitae. La Habana, 1978. Folleto mecanografiado.

33. Periódico Revolución. Septiembre 14 de 1960.

34. Chelala Aguilera J. Veinticuatro horas de la vida del Dr. Ricardo Nuñez Portuondo. Rev. Bohemia. Diciembre 2 de 1945.

35. Universidad de La Habana. Facultad de Medicina y Farmacia. Cuestionario de Medicina Operatoria. La Habana. 1942.4p.

36. Presno Bastiony JA. Oración en honor del doctor Francisco Domínguez Roldán (1864-1942). Rev. Med. Cir. Hab. 53 (2): 51-63. Febrero 29 de 1948.

37. Domínguez Roldán F. La enseñanza de la Terapéutica quirúrgica de urgencia. Primera lección del presente curso. Rev. Med. Cir. Habana. 17(7):165-71. Abril 10 de 1913.

38. Grande Rossi F. Prefacio. En "Lecciones de Clínica y Terapéutica Quirúrgica", por el doctor Ricardo Núñez Portuondo. Ed. Albela, La Habana, 1926, 3 páginas sin numerar.

39. Loc. cit. (1).p.382.

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40. Presno Bastiony JA. Prólogo. En "Elementos de Técnica Operatoria. Cirugía de los miembros", por el doctor Amador Guerra Sánchez, Imp. P. Fernández y Cía, S. en C., La Habana, 1938, 2 páginas sin numerar.

41. Loc. cit. (1) p.384.

(1*) En honor del doctor Antonio Mestre Domínguez (1834-1887) eminente médico, profesor y académico cubano. (2*) En honor del doctor Gabriel Casuso y Roque (1851-1923) eminente ginecólogo, profesor y académico cubano. (3*) En honor del doctor Enrique López Veitía (1857-1910) notable oftalmólogo cubano. (4*) En honor del doctor Raimundo García Menocal y García Menocal (1856-1917) eminente cirujano, profesor y académico cubano.