Centros de interessss

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http://rodas.us.es/file/542335f0-fbb1-5b5c-360f- 067983536b4a/1/capitulo8_SCORM.zip/pagina_05.htm Los centros de interés y núcleos generadores Los centros de interés de Ovidio Decroly son una propuesta de trabajo en torno a los intereses infantiles que se ponen de relieve para satisfacer las necesidades básicas o importantes en las personas. Los centros de interés son las ideas-eje alrededor de las que convergen las necesidades fisiológicas, psicológicas y sociales de la persona. El punto de partida es el niño y sus intereses que van cambiando con la edad, esto se basa en la Psicología Infantil (Parra, 2005). 1. El niño y sus necesidades: a) Necesidad de alimentarse: alimento, respiración, limpieza. b) Necesidad de luchar contra la intemperie: el frío, el calor, la humedad, el viento (con las correspondientes necesidades de medios para vestirse, guarecerse, calentarse). c) Necesidad de defenderse contra los peligros y enemigos diversos: limpieza, higiene, lucha contra las enfermedades, seguro contra los accidentes, etc. d) Necesidad de actuar, de trabajar solidariamente, de descansar y divertirse, de desarrollarse. 2. El niño y su medio: a) El niño y los animales. b) El niño y las plantas. c) El niño y la tierra, el agua y el aire. d) El niño y el sol, la luna y las estrellas. e) El niño y la familia.

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Los centros de interés y núcleos generadores

Los centros de interés de Ovidio Decroly son una propuesta de trabajo en torno a los intereses

infantiles que se ponen de relieve para satisfacer las necesidades básicas o importantes en las

personas. Los centros de interés son las ideas-eje alrededor de las que convergen las necesidades

fisiológicas, psicológicas y sociales de la persona. El punto de partida es el niño y sus intereses

que van cambiando con la edad, esto se basa en la Psicología Infantil (Parra, 2005).

1. El niño y sus necesidades:

a) Necesidad de alimentarse: alimento, respiración, limpieza.

b) Necesidad de luchar contra la intemperie: el frío, el calor, la humedad, el viento (con las

correspondientes necesidades de medios para vestirse, guarecerse, calentarse).

c) Necesidad de defenderse contra los peligros y enemigos diversos: limpieza, higiene, lucha

contra las enfermedades, seguro contra los accidentes, etc.

d) Necesidad de actuar, de trabajar solidariamente, de descansar y divertirse, de desarrollarse.

2. El niño y su medio:

a) El niño y los animales.

b) El niño y las plantas.

c) El niño y la tierra, el agua y el aire.

d) El niño y el sol, la luna y las estrellas.

e) El niño y la familia.

f) El niño y la escuela.

g) El niño y la sociedad.

El plan de trabajo de cualquier centro de interés tiene tres etapas interrelacionadas: observación,

asociación y expresión.

La observación permite al alumno/a entrar en contacto directo con el mundo de los objetos reales,

seres vivientes, hechos y acontecimientos, lo que posibilita la acción y experimentación sobre el

medio. Para Decroly esta era la fase más importante para la adquisición del conocimiento.

La asociación o relación de las impresiones obtenidas mediante la observación con las nuevas

posibles adquisiciones. En esta fase se pretende que los recuerdos, imágenes, experiencias

pasadas, estén presentes en el momento de producirse una nueva presentación. Su objeto es

contextualizar y dar un marco de referencia significativo al nuevo conocimiento que se pretenda

adquirir. Decroly señala cuatro tipos de relaciones:

1. Las especiales, cuando se confrontan hechos, objetos o fenómenos coincidentes en el espacio.

2. Las cronológicas, propias de la historia cuando se considera la dimensión temporal

3. Las prácticas, si se busca la aplicación de objetos e instrumentos.

4. Las causales, cuando la relación pretende responder a preguntas del tipo: por qué, para qué...

La fase de expresión de las ideas en que los conocimientos adquiridos son comunicados a los

demás. No se debe entender esta etapa como mera aplicación del saber. Hay que estimarla más

bien como el acto por el cual el alumno o la alumna transmite su pensamiento, elaborado,

estructurado e integrado en su persona.

Los centros de interés son temas centrales de gran significación, capaces de proponer actividades

educativas. Son aquellas ideas-fuerza que motivan e incitan al aprendizaje, como plantea Gervilla

(1998), actúan a modo de imán, puesto que atraen e inscriben en su ámbito todos los aprendizajes.

Otros significados dados a este término son: unidad didáctica, proyecto, centro de actividades, etc.

El núcleo generador es aquel que surge espontáneamente en clase y en el que se centra

inmediatamente el interés: un juguete, un animal que lleva alguno de los niños, una noticia que

surge, etc. El formador ha de estar muy preparado y ser muy creativo, a fin de adaptarse

rápidamente a la nueva situación y conseguir los objetivos propuestos.

Decroly recomendaba al profesorado que no se separe de la vida, de ahí la importancia que

concede a las salidas fuera de la escuela para explorar el entorno, las excursiones, así como la

presencia en el aula de muestras de la naturaleza: plantas, animales, minerales, etc.

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Fueron formulados por Ovide Decroly, quien nació en Bélgica en 1871 y falleció en 1932. Estudió Medicina en Gante y se especializó en Neurología, realizando cursos en Berlín y París (1896-97). De vuelta a Bruselas, abrió en su casa una escuela para niños con necesidades educativas especiales.Los alentadores resultados conseguidos con sus métodos pedagógicos lo llevaron a ampliar su labor docente a niños de inteligencia normal, para lo cual abrió en 1907 en Ixelles, su famosa L'Ecole de L'Ermitage “École pour la vie par la vie” (Escuela para la vida mediante la vida).

Su método está basado en la “globalización”, pues la atención del niño se fija en el conjunto de las cosas antes que en las cosas parcialmente consideradas. También estima preferentes en la enseñanza aquellas artes o ciencias que mantienen en el niño una comunicación inmediata con el tiempo y el espacio. Se opone a la disciplina rígida que somete al niño a una actitud pasiva y a la forma clásica de organización escolar que no permite desenvolverse con libertad y espontaneidad. Y a la imposición de conocimientos previamente fijados sin tener en cuenta los intereses de los estudiantes.

Propone organizar el ambiente escolar de modo tal que el niño encuentre allí las motivaciones adecuadas a sus curiosidades naturales, sin coacción pero con condicionamientos, de acuerdo con cada niño en particular (edad, sexo, estado de salud, estado psicológico, etc.) y sugiere actividades que se adapten a cada individualidad.

La idea central de la pedagogía de Decroly gira en torno a la satisfacción de las necesidades básicas infantiles, denominadas Centros de Interés, alrededor de los cuales se debe organizar el currículum escolar.

Los Centros de Interés tienen cuatro ejes que atienden a las necesidades de los niños:

   alimentarse para conservar y desarrollar la vida    protegerse contra la intemperie    defenderse contra el peligro    actuar y trabajar solidariamente, recrearse y mejorar

 

Los chicos, desde muy pequeños, relacionan estos centros con otros intereses: los animales, las plantas, la naturaleza, las sociedades, las civilizaciones, las culturas.

Cada Centro de Interés entonces se desarrolla en tres etapas:

   La Observación. A través de la observación directa se descubren las cualidades sensoriales de los objetos: se palpa, se pesa, se huele. Es el inicio del método científico.

   La Asociación. En este proceso se relacionan los conocimientos previos de los alumnos con los adquiridos en la observación, potenciando la ordenación, comparación, seriación, tipificación, abstracción, generalización.

   La Expresión. Es la culminación del proceso y en ella pueden destacarse: a) la expresión concreta, materialización de sus observaciones y creaciones personales, que se traduce en dibujo libre, trabajos manuales, entre otros; y b) la expresión abstracta, que materializa el pensamiento a través de símbolos y códigos convencionales, plasmándose en texto libre, lenguaje matemático, musical, etc.

Entre sus numerosas obras pedagógicas pueden citarse: La mesure de l'intelligence chez l'enfant (1907); Le traitement et l'éducation des enfants irréguliers (1915); La liberté et l'éducation (1925); L'évolution de l'affectivité (1927); La pratique des tests mentaux (1928); La función de la globalización y la enseñanza (1933), Madrid: Revista de Pedagogía; Estudios de psicogénesis. Observaciones, experiencias e informaciones sobre el desarrollo de las aptitudes del niño (1955), Madrid: Beltrán.