Ceremonial Orden Militar

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Guia de comportamiento ritualistico militar

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  • 2 4 6 2 5 7

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  • D E L A

    O R D E N M I L I T A R V P O N T I F I C I A

    Q U E P O R E N C A R G O D E S U COMISIN P E R M A N E N T E

    R E D A C T

    Prelado Domstico de Su Santidad Dignidad de Maestrescuela de la Santa Iglesia de Ciudad-Real

    Caballero de dicha Orden

    Y A P R O B Y M A N D P U B L I C A R

    C E L E B R A D O E N M A D R I D E l . 20 D E D I C I E M B R E D E iSQl

    M A D R I D

    S P o n t e j o s ! S

    1 S 9 2

  • IEMPRE deseoso de coope ra r de a lgn modo al m a y o r esp lendor de nues t r a V e n e r a b l e Orden, acep t gusto-ssimo el enca rgo con que me honr la Comisin per-m a n e n t e (de la cual V. E . I. e s P r e s i d e n t e dignsimo) de r e d a c t a r un CEREMONIAL p a r a las funciones religio-sas que c o n c u r r e la Orden en forma de Captulo, cuyo e n c a r g o he cumplido del mejor modo posible,

    como ve r V. E . I. por el manusc r i to que tengo el honor de r emi t i r l e . Fc i l ha sido mi t a r ea , pues no se t r a t a b a de ot ra cosa que de ins t ru i r

    con c la r idad y precis in nues t ros H e r m a n o s de Hbi to , los Cabal le ros , en las mismas acciones que ejecutan en Coro todos los eclesist icos que asisten iguales funciones, con a r reg lo las r b r i c a s del Misal, Brevia-rio y Ritual Romanos, Ceremonial de Obispos, D e c r e t o s de la S a g r a d a Congregac in de Ri tos y p recep tos l i trgicos de los ms ac red i t ados t r a tad i s t as , como Gavan to , Merat i , Ca ta lan i , Baldeschi , Olalla y A r a -gn, Sa las , A l v a r e z de Araujo , y otros de reconocido mr i to que he te-nido p resen tes , a d e m s de las ce remon ias p a r t i c u l a r e s de nues t r a es-c l a rec ida Milicia, r e spe tab le s y d ignas de c o n s e r v a r s e con escrupuloso e smero por su r emo ta an t igedad .

    Sin e m b a r g o , no findome de mi ac ie r to he consul tado pe r sonas competen tes en tan in t e re san te y g r a v e mate r ia , en t re el las al Sr . P r i -m e r Maes t ro de S a g r a d a s Ceremonias de esta S a n t a Iglesia P r i o r a l de las cua t ro Ordenes Mili tares, cuyo erudi to y luminoso d ic tamen va al f rente del CEREMONIAL adjunto.

    L a nica r ecompensa que anhelo por mi insignificante t rabajo es que m e r e z c a la aprobac in de V. E . I., de la Comisin p e r m a n e n t e y del Ca-ptulo gene ra l , que h a b r de ce l eb ra r se en esa Cor te el 2 0 del p rx imo Dic iembre , y que, as aprobado , pueda contr ibuir su p rc t i ca a u m e n t a r el brillo del culto g rand ioso que r inde Su Divina Majestad en sus fun-ciones re l ig iosas la V e n e r a b l e Orden Militar, R e a l y Pontificia del San-tsimo Sepu lc ro de nues t ro Seor Jesucr i s to , que me glor o p e r t e ^ nece r .

    Dios g u a r d e V. E . I. muchos aos. Ciudad-Real , 2 8 de N o v i e m b r e de 1891 .

    EXCMO. ILMO. S R . :

    demando de S&imosa de Santiago

    Excmo. limo. Sr. D. Salvador Mara de Ory, Caballero y Presidente de la Comisin permanente de la Orden del Santo Sepulcro en Es-paa.=Madrid.

  • 3*

    I

    ORDEN MILITAR DEL SANTO SEPULCRO

    SECRETARANM. 5 1 5

    L Captulo de la Orden, en su reun in verif icada el da 20 del mes de D ic i embre lt imo, tom, en t r e o t ros , el acuerdo s iguiente :

    "E l Sr . P r e s i d e n t e us de la pa l ab ra pa ra manifes-t a r se ha l l aban y a t e rminados , y en es tado de impri-m i r s e y publ ica rse , todos los Ceremonia le s co r re s -p o n d i e n t e s la Orden, cuyo impor tan te y concien-

    zudo t r a b a j o , encomendado por la Comisin p e r m a n e n t e al d igno , erudito y competent s imo Caba l l e ro , l imo. Sr . Dr . D. F e r n a n d o de Hermosa de San t iago , Dign idad de Maes t r e scue l a de la S a n t a Iglesia de Ciudad-Real , lo haba l levado cabo de la m a n e r a sat isfactor ia que era de e spe ra r de la i lus t racin de tan en tend ido como modes to cano-n i s t a , a compaando todo un br i l lante d ic tamen del Sr . Maes t ro de Ceremonias de la misma S a n t a Iglesia. A lo cual , y despus de exami-n a d o s los refer idos Ceremonia le s y d ic tamen por el Captulo, acord ,,por unan imidad la aprobacin impres in de los mismos ; as como que se h ic iera p re sen te al refer ido Caba l le ro la inmensa g ra t i t ud del Captulo su benemr i t a y r e spe tab le pe r sona por el t rabajo comple-j s i m o que, i n t e rp re t ando los deseos de todos, ha rea l izado con el inte-r s y en tus iasmo de que tan r epe t idas p r u e b a s t iene dadas la Orden, y que tambin se den las debidas g r a c i a s dicho Sr . Maes t ro de Cere-.,monias.

    Y en v i r tud de lo aco rdado por el Cap tu lo , t engo la sat isfaccin de t ras ladar lo V. S. I. p a r a la suya y fines cons igu ien tes .

    Dios g u a r d e V. S. I. muchos aos . Madr id , 1. de E n e r o de 1892.

    Xnanio Sf~. de- ecra.

    limo. Sr. Dr. D. Fernando de Hermosa de Santiago, Caballero de la Orden del Santo Sepulcro.

  • DEL PRESBTERO SR. D . ANDRS S E R R A N O V DIAZ-PINS, BENEFICIADO, MAESTRO DE CEREMONIAS DE LA SANTA IGLESIA PRIORAL DE LAS ORDENES MILITARES, ACERCA DE LA OBRA TITULADA

    'J-Y- REDACTADA POR EL MUY ILUSTRE SEOR DOCTOR DON FERNANDO DE HERMOSA DE SANTIAGO, CABALLERO DE DICHA ORDEN Y DIGNIDAD DE MAES-

    TRESCUELA EN LA MISMA SANTA IGLESIA PRIORAL

    f oRTESEs y r epe t idas ins tancias que no me ha sido posible desa t ende r , me obl igan emit i r mi d ic tamen que por el m e r o hecho de se r mo ha de ser poco au to r i zadoacer -ca de la Obra de que dejo hecha mencin, y al efecto quie-ro empezar mi humilde t rabajo por di r ig i r una doble y entus ias ta felicitacin la Comisin p e r m a n e n t e de la Orden refer ida , por cuyo enca rgo el sabio Maes t re scue la de Ciudad-Real ha compues to su O b r a , v e r d a d e r a m e n t e Merece , en efecto, en p r imer l uga r p l cemes s inceros la Comisin

    c i tada por su piadoso pensamien to de t ene r r e u n i d a s en un pequeo Ma-nual las ce remonias todas que el Cap tulo de Caba l le ros ha de p rac t i ca r en las d i ferentes funciones re l ig iosas que t iene cos tumbre de asist ir , con cuyo edificante concurso proporc iona al to ejemplo de re l ig ios idad Corporac iones y pa r t i cu la res espec ia lmente de las c lases ms acomo-dadas y d is t inguidas de la sociedad en estos d e s g r a c i a d o s t iempos de g e n e r a l indiferencia y de ve rgonzoso r e t r a imien to en todo lo que con-c ierne las p rc t i ca s re l ig iosas .

    P a r a concebir tan l audable pensamien to se han inspi rado, sin duda, los Cabal le ros que componen la Comisin en aquel las pa l ab ra s que dice el Seor por boca del P rofe ta Ezequiel : "Pon tu corazn, y mira y oye odas las cosas que yo te hablo acerca de todas las ceremonias de la casa del Seor, y de todas las leyes de ella (1). Que es como si dijera, segn el l imo. P . Scio: "Est muy atento, considera, mira y escucha todo lo que pertenece los ritos, gobierno y orden de todo lo que se hace en el santuario y casa del Seor, por lo que pertenece su culto, para que comprendas bien lo que se ha de hacer en el templo, en qu Jugares y con qu ceremonias (2) . Y tambin han debido tener en cuenta los Cabal leros menc ionados es tas o t ras pa l ab ra s del g r a n P a p a Benedic to XIII, r e fe ren tes al mismo objeto: "Gurdense con toda dili-gencia y esmero los ritos de la Iglesia Catlica, no inventados al ca-pricho, ni irracionalmente introducidos, sino recibidos y aprobados

    (1) Ezeq., XLIV, 5 (2) SciOj notas 8 y 9 al pasaje citado.

  • por la misma Iglesia, que no pueden desecharse, omitirse cambiar-le sin pecado, aun en las cosas ms pequeas (3).

    Ni m e r e c e n menos aplausos la Comisin de Caba l le ros y su dignsi-mo P re s iden t e por h a b e r tenido el ac ier to de e n c a r g a r l a real izacin de su piadoso pensamien to al Muy l i t r e . Sr . Maes t r e scue la de la Iglesia P r i o r a l de las Ordenes Mil i tares , D r . D. F e r n a n d o de H e r m o s a de San-t iago; pues difci lmente hub ie ran hal lado quien aventa je , ni aun iguale , al Sr . de He rmosa en el conocimiento de la L i t u rg i a ecles is t ica y de todo cuanto dice con re fe renc ia r i tos , ce remonias y rb r i cas y De-cre tos de la S a g r a d a Congregac in , que en todas es tas cosas en t iende ; s iendo la vez profundo conocedor y a d m i r a d o r en tus ias ta de las glo-r iosas t rad ic iones de nues t r a s an t iguas Milicias Rel ig iosas , y amant -simo como el que ms del esp lendor y magnif icencia del culto catl ico.

    P o r todo lo cual no es de e x t r a a r que el refer ido Sr . Maes t r e scue l a h a y a tomado su ca rgo con g r a n gusto y empeo la ob ra que la Comi-sin le confiara, y que h a y a desempeado m a r a v i l l a su t a r e a , que l, con su habi tua l modes t ia , ha calificado de fcil pa r a a t e n u a r el mr i to que indudab lemen te t iene, y que r e a l m e n t e ofrece ta les dificultades que slo su competenc ia en la ma te r i a , a y u d a d a de su inqueb ran t ab l e constancia , ha podido dar les sat isfactor ia solucin.

    L a Obra , pues , del Sr . de H e r m o s a es, en mi pobre opinin, com-pleta , y sat isface p l enamen te al objeto que sus in ic iadores se han pro-pues to . Con tal estudio y a r t e e n t r e s a c a del Ceremonial de Obispos y d e m s p recep tos l i trg icos todas aquel las ce remon ias que, s iendo eje-cu tadas por los ecles is t icos as i s ten tes los coros de las Ig les ias Cate-dra les , Coleg ia tas y Pa r roqu i a l e s , deben ser lo as imismo por cuantos se-g l a r e s as is ten en corporac in los Divinos Oficios y funciones re l ig iosas ; y de tal modo las ha in te rca lado con las bel l s imas ce remon ias par t icu-la res y t rad ic ionales de la esc la rec ida Milicia del San to Sepu lc ro , que unas con o t r a s const i tuyen un conjunto tal y tan ha rmn ico , que, b ien e jecu tadas por el Captulo de Caba l le ros , o f recern los fieles_ un es-pec tcu lo he rmoso y digno de Caba l le ros c r i s t ianos que t ienen fe en lo que profesan, la vez que en alto g r a d o edificante p a r a c u a n t a s per-sonas de todas las c lases sociales p resenc ien la as is tencia de tan cum-plidos Caba l l e ros los ac tos re l ig iosos del culto.

    Ta l es, en l igero bosquejo, el humilde d ic tamen que de la Obra del Se-or de H e r m o s a de San t i ago ha formado el Maes t ro de C e r e m o n i a s que suscr ibe; por lo cual , ms de repe t i r n u e v a m e n t e en tus ias ta felicita-cin la Comisin de Cabal leros del San to Sepulc ro , c i e r r a es tas mal t r azadas l neas t r ibu tando cordial s imo pa rab i n al i lus t rado y ben'em-ri to P r e b e n d a d o de la San ta Iglesia P r io ra l , por tan tos t tulos respe ta-ble, y dispuesto s i empre p r e s t a r el val ioso concurso de su sabe r y de su incansab le labor ios idad cuanto pueda cede r en m a y o r h o n r a y.'glo-r ia de Dios nues t ro Seor , y esp lendor in t e r s de n u e s t r a S a n t a M a d r e Iglesia .

    Ciudad-Real 19 de Nov iembre de 1891. ^ N D R S j S E R R A N O Y p A Z - P l N S , P R E S B T E R O .

    Maestro de Ceremonias.

    (3) Conc. Rom., tit. XIII , cap. I.

    i.

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  • L a M I X A l ' K M M F . R A

    U i a i - ' U S i C I u N DLCL. C ( . ) K U . A l t a r . 7 . S i l l n y r e c l i n a t o r i o d e l 1 0 . B a n c o s de l o s C a l m i l . S i l l o n e s d o l o s C e l e b r a n - P r e s i d e n t e d i d C a p i t u l o . r o s .

    t e s . y . S i l l n y a l m o h a d n d e l 1 1 . L u g a r d o l o s U j i e r e s < . V e r j a s d e l P r e s b i t e r i o . P r e s i d e n t e d e l C o r o d o ( ' a b o z a d e C o r o . . H a c h e r o s . l a E p s t o l a . 1 2 . L u g a r d e l o s U j i e r e s (' . A r m e r o . !t. T a b u r e t e s d e l o s A l a e s t r o s B a r r a . . P a l m e r o . d e C e r e m o n i a s . 1-3. C i e r r e d e l C o r o .

    PRIMERA PARTE

    C A P I T U L O P R I M E R O

    F O R M A C I N D E L PORO ^SALIDA L A J G L E S I A ^ N T R A D A E N E L PORO

    yVlODO DE E S T A R E N E L p

  • ros cada uno en su respectiva Lengua de Castilla y Aragn (1) segn su antigedad en ellas (2), formando dos filas Coros.

    II. Los Maestros de Ceremonias, que lo sern uno de cada Lengua, procurarn la igualdad de los Coros, haciendo pasar los ms modernos del Coro ms numeroso al que lo sea menos.

    III. Ocupar siempre la derecha, sea el lado del Evange-lio, la Lengua de Castilla si la funcin tiene lugar en Iglesia del Reino de Castilla, la Lengua de Aragn si se celebra en Iglesia de este antiguo Reino.

    IV. El Presidente del Captulo, que tendr siempre su pues-to la Cabeza del Coro del Evangelio, de la derecha del Al-tar , lo ser el Presidente de la Comisin permanente de la Orden; y en provincias, el Caballero ms antiguo de los que residan en ellas, cualquiera que sea la Lengua que ambos pertenezcan. As como ser Presidente del Coro de la Eps-tola, de la izquierda, el Caballero ms antiguo de aquel Coro Lengua que ocupe dicho lugar.

    V. Se verificar en esta forma: 1. Los dos Ujieres de Barra entrada del Coro. 2. El Estandar te de la Orden conducido por el Alfrez,

    cuyo oficio ejercer el Caballero ms moderno del Coro de la Epstola (3), custodiado por los dos Caballeros ms modernos, uno de cada Coro, con las espadas desnudas, las empuadu-r a s al pecho, las puntas en alto.

    3. El segundo Maestro de Ceremonias.

    ( 1 ) Segn los Establecimientos, al ingresar el Caballero en el Captulo, el P re -s idente le des igna la Lengua que haya de agregarse , cuidando de la igualdad numr ica de las dos.

    (2) La ant igedad en estos actos se computa por la fecha del Diploma de Ca-ballero; pues vist iendo el manto , ni aun la dignidad Sacerdotal ha de t ene r se en cuenta . Por cuya razn, si ent re los Caballeros hay algn Cannigo de Catedral vis t iendo manto y bi r re te , pract icar las mismas ceremonias que los dems Ca-balleros, pues asis te como Caballero y no como Cannigo.

    (3) Cuando no hay Procesin con el Sants imo, no se lleva el Es tandar te .

    4. Los Caballeros de dos en dos, de menor mayor(4), dando la derecha los que han de ocupar el Coro del Evan-gelio.

    5. El Presidente del Captulo; su derecha el Presidente del Coro de la Epstola, llevando desnuda y en alto la espada (5), en seal de que la Orden est siempre obligada y pronta de-fender con las armas nuestra Sacrosanta Religin (6); su iz-quierda, el primer Maestro de Ceremonias.

    6. Los dos Ujieres de Cabeza de Coro. 7. Los Ciriales, el Clero y el Celebrante con los Diconos.

    Todos irn cubiertos (exceptlos Ujieres, que nunca se cubrirn), no ser que est patente Su Divina Majestad en-cerrado en el Monumento, en cuyo caso irn todos descubier-tos, se descubrirn al entrar en la Iglesia. Tambin podrn llevar tendida la cola del manto (menos los Maestros de Cere-monias), recogindola al entrar en el Coro.

    VI. Al llegar al Coro, situado en el centro de la Iglesia, los Ujieres que abren la marcha se detendrn su entrada, donde han de permanecer durante toda la funcin. El Alfrez con el Estandar te y los Caballeros de su custodia seguirn hasta

    (4) De mayor menor se dice cuando el Captulo marcha yendo delante los ms ant iguos, y los ms modernos los ltimos; y de menor mayor, la inversa, cuando van pr imero los ms modernos , y los ltimos los ms ant iguos .

    (5) En Madrid, para este y otros actos que se dirn, se lleva una Espada , co-pia exact s ima de la que us el bizarro y piadoss imo Gran Maestre de la Orden , Godofredo de Bouillon, Duque de Lorena, conquis tador y pr imer Rey Cristiano de Jerusa ln , cuya venerab le Espada se conserva en la Baslica del Santo Sepulcro de aquella Ciudad Santa , y es la misma con que se arma los Caballeros que in-gresan en la Orden . As, para abreviar , se des ignar en adelante con el titulo de Kspada de Godofredo. En provincias, el Pres iden te del Coro de la Epstola usar su propia espada.

    (6) Esta es la razn por qu en todos los actos en que los Caballeros proce-dan en forma de Captulo (como no se p revenga otra cosa) ha de ir la Espada al lado del P res iden te del mismo, y no como custodia guarda de objeto algu-no . Cuando no hay Procesin con el Sants imo, no se lleva la Espada.

  • el Armero, que estar cerca del sitial preparado la Cabeza del Coro del Evangelio para el Presidente del Captulo, colo-cndose los tres en ala vueltos hacia el lado de la Epstola, y cubiertos si no est expuesto el Santsimo Sacramento. El se-gundo Maestro de Ceremonias se detendr y descubrir la entrada del Coro, cuidando de la colocacin de los Caballeros hasta la llegada del Presidente. La primera pareja de Caba-lleros se detendr y descubrir tambin en dicho sitio, cru-zndose el dla derecha la izquierda (pasando delante el de la derecha), y as sucesivamente hasta ocupar los ms antiguos las cabezas de los bancos de su respectivo Coro cerca del Al-tar Mayor, permaneciendo todos de pie y descubiertos, dndose frente los Coros. Llegado el Presidente del Captulo acompa-ado del Porta-Espada y del primer Maestro de Ceremonias, se descubrirn la entrada del Coro (menos el Porta-Espada, que permanecer cubierto): entonces el segundo Maestro de Ceremonias ocupar la derecha del Porta-Espada, y todos cua-tro, seguidos de los Ujieres que cierran la comitiva, irn al Armero para depositar en l la Espada de Godo/redo (7). Al efecto el Alfrez se apar tar con el Es tandar te , y colocada la Espada, y despus el Estandarte , envainarn las suyas los Ca-balleros de su guarda y se descubrirn. Si la funcin es fuera de Madrid, el Porta-Espada, sea el Presidente del Coro de la Epstola, que llevar desnuda la suya propia, colocado el Estandarte la envainar y se descubrir al tiempo de hacer-lo los de la guarda. Y todos descubiertos, hecha genuflexin (8) al Altar y venia (9) al Presidente del Captulo, marcharn sus puestos, donde repetirn la genuflexin. Esta ceremonia

    (7) Vase la nota 5. (8) Esto se ejecuta s iempre aun cuando en el Altar no es t rese rvado el San-

    tsimo Sacramento , pues en este caso solamente los Dignidades y Cannigos de Catedral t ienen el privilegio de hacer inclinacin de cabeza. Advi r t indose de paso que s iempre que en este CEREMONIAL se diga genuflexin se har con una sola rodilla; pues se dir genuflexin con las dos rodillas cuando sea necesar io .

    (9) Ent indese por venia inclinacin de cabeza.

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  • 1. a El birrete, no estando cubiertos con l, lo tendrn con las dos manos la al tura del pecho, unida l su parte in-terna.

    2 . a P a r a sentarse lo harn descubiertos, y despus de sen-tados se cubrirn; y para levantarse, se descubrirn primero, y luego se levantarn.

    3 . a Pa r a cubrirse y descubrirse, se emplear solamente la mano derecha, tomando el birrete por este lado.

    4 . a El Caballero, al apar ta rse de su sitio en el banco, ha r en l genuflexin al Altar (11) y venia los Caballeros sus co-laterales (primero al de la derecha): en el centro del Coro re-petir la genuflexin, y de pie, venia al Presidente del Cap-tulo. Igual ceremonia pract icar, pero la inversa, al volver su puesto: primero, genuflexin en el centro del Coro y ve-nia al Presidente del Captulo, y luego otra genuflexin al lle-gar su sitio, y venia los Caballeros colaterales.

    5 . a Es ta misma ceremonia ejecutar el Caballero que se retrasase y fuese al Coro despus de constituido en l el Ca-ptulo.

    6 . a De pie, arrodillados, estarn todos vueltos hacia el Altar, excepto para recibir la Aspersin, la Incensacin y la Pas, que entonces estarn los Coros frente frente (12).

    7. a Cuando Su Divina Majestad est manifiesto, encerra-do en el Monumento, nadie se cubre, ni se hacen reverencias persona alguna; slo genuflexin con ambas rodillas al San-tsimo Sacramento , inclinando al mismo tiempo profunda-mente la cabeza.

    8 . a Se pondr especialsimo cuidado en guardar uniformi-

    ( 1 1 ) Vase las notas 8 y 9. (12) Los Coros no deben es tar frente frente sino mien t ras las Horas Ca-

    nnicas. Pe ro cuando se inciensa el Altar al Magnificat de Vsperas y al Bene-dictus d e L a u d e s , duran te la Misa, y en genera l pa ra toda ce remonia que se ejecute en el Altar, los Coros se volvern hacia el mismo. Esto se pract ica en las Catedra les de Espaa , donde los Coros estn si tuados frente al A l t a r , y no su alrededor, como en las Iglesias de Italia, Franc ia y otros pases .

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    dad perfecta en los movimientos y ceremonias; esta uniformi-dad resul tar ejecutndolos todos un tiempo, y de la misma manera, al golpe del Maestro de Ceremonias.

    9 . a Por ltimo, se es tar en el Coro atenta y devotamente, guardando en todo la gravedad, modestia y compostura de-bidas la Casa de Dios, y que son tan propias y caracters-ticas de los verdaderos caballeros catlicos espaoles.

    VIII. Terminada la funcin que asisti el Captulo, los Maestros de Ceremonias, previa venia (13) al Presidente del mismo, dispondrn la vuelta la Sacrista, que se verificar con igual orden de la salida, haciendo antes todos en sus pues-tos genuflexin al Altar (14) llevando los birretes en la cabeza ( en las manos, si est manifiesto el Santsimo) y tendida la cola del manto; y en llegando la Sacrista Sala Capitular, con licencia del Presidente, se disolver el Captulo. Esta ce-remonia se observar siempre en casos anlogos, como no se prevenga otra cosa.

    (13) Vase la nota 9. (14) Vase la nota 8, y la regla 7 . a de l prrafo VIL

  • CAPTULO II

    P R I N C I P I O D E L A flSA E V A N G E L I O j S E R M N . j^REDO P F E R T O R I O .

    L A V A B O JNCENSACIN j S A N C T U S E L E V A C I N P A Z F I N DE L A yVlisA.

    J E P E U M

    IX. L empezar la Misa, previa seal del primer Maestro de Ceremonias, todos se arrodillarn hasta que el Celebrante y Diconos, dicha la

    Confesin, suban al Altar para la incensacin, que se pondrn de pie, permaneciendo as hasta que el Celebrante y Dico-nos se sienten durante el Gloria, lo que harn tambin los Caballeros, y se cubrirn (si no hay exposicin del Santsimo).

    Si el Celebrante y Diconos no se sientan, tampoco se sen-tarn los Caballeros. Tambin podrn sentarse y cubrirse mientras los Kyries, si lo hacen el Celebrante y Diconos.

    El primer Maestro de Ceremonias ha r las debidas seales para que se descubran inclinen la cabeza las palabras del himno: Adoramus te.Gratias agimus tib.Jesn Christe. Suscipe deprecationem nostram y Jesn Christe. Estarn de pie durante las Colectas Oraciones: se sentarn y cubrirn mientras la Epstola y el Tracto Secuencia, y se descubrirn y levantarn al cantar el Dicono Dominus vobiscnm, para empezar el Evangelio, que oirn de pie.

    X . Pa ra la ceremonia del Evangelio (puramente militar), cantada la Epstola, los Maestros de Ceremonias, los dos Ca-balleros nombrados al efecto (15) y el Presidente del Coro de

    (15) Vase el prrafo I.

    la Epstola, hechas las debidas reverencias (16), se dirigirn lhacia el Armero descubiertos y tendidas las colas de los man-tos, menos los Maestros, que las llevarn recogidas (17): stos delante, y detrs los tres Caballeros: el Presidente se cubrir y tomar la Espada de Godofredo, colocndose los cinco en ala delante de la pr imera g rada que da acceso al Presbite-rio: en el centro el Presidente cubierto y con la Espada en alto, sus lados los Caballeros, y los extremos los Maestros; y cuando el Dicono entone Sequenta Sancti Evangeliilos Caballeros colaterales al Presidente se cubrirn y desenvai-narn sus espadas, ponindolas presentadas con sus empua-duras la altura del pecho, y en esta actitud permanecern los tres hasta que el Celebrante bese el libro de los Evange-lios, que las envainarn (los colaterales), se descubrirn y re-cogern las colas de los mantos; y despus de hacer genufle-xin (18) al Altar, volvern al Armero para depositar en l la Espada de Godofredo. Entonces, y no antes, el Presidente que la llev se descubrir y recoger la cola del manto, y todos se re t i rarn sus sitios , haciendo las reverencias ya preve-nidas (19).

    Esta ceremonia se ejecutar en provincias de igual ma-nera: pero el Presidente del Coro de la Epstola (que para ella har uso de su propia espada) pract icar los mismos actos que los Caballeros sus colaterales.

    Significa esta ceremonia, que la Orden del Santo Sepulcro est siempre pronta y dispuesta proteger y defender con las armas en la mano la predicacin del Evangelio,la propagacin d l a F e Cristiana y la conservacin de la Religin Catlica.

    (16) Vase las reglas 4 . a y 7 . a del prrafo V I I . (17) Los Maestros de Ceremonias , slo l levarn suelta la cola del manto, para

    recibir la Sagrada Comunin, la Vela el d a de la Candelar ia , la Ceniza , la Pa lma el Domingo de Ramos y adorar la Santa Cruz el Viernes Santo.

    (18) Vase las reglas 4 . a y 7 . a del prrafo V i l . ( N o la har el que lleva la Es-pada de Godofredo.)

    (19) Vase las reglas 4 . a y 7 . a del prrafo VII.

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    XI. En las funciones religiosas en que haya Sermn, siem-pre que el Predicador sea Presbtero de la Orden de otra Militar, y vista el manto Capitular de ellas, algn Prelado de la Iglesia, pertenezca no dichas Ordenes, terminado el Evangelio, los dos Maestros de Ceremonias y los dos Caba-lleros sealados para sta (20) le acompaarn desde la puer-ta de la Sacrista hasta la subida del pulpito, y, concluido el Sermn, desde la bajada del pulpito has ta la puerta de la Sa-crista: delante los Maestros, y los lados del Predicador los Caballeros. Al subir al Presbiterio para recibir la bendicin el Predicador, ste y los Caballeros colaterales soltarn las co-las de los mantos, que recogern la subida del pulpito la bajada del Presbiterio. Los del Coro estarn sentados y cu-biertos durante el Sermn si, como se ha repetido, no est Su Divina Majestad patente en el Monumento (21).

    XII . Se sentarn y cubrirn durante el Credo cuando lo hagan el Celebrante y Diconos; y previa seal del primer Maestro de Ceremonias, se descubrirn inclinarn la cabeza las palabras Jesum Christum y Simul adoratur, y se arro-dillarn al Incarnatus hasta el Homo factus est, cantado el cual se levantarn, sentarn y cubrirn.

    XIII . Se descubren y levantan cuando el Celebrante dice Dominas vobiscum y Or emus del Ofertorio, al que se sien-tan y cubren hasta que los Turiferarios vienen incensar el Coro.

    (20) Vase el prrafo I. (21) Vase la regla 7 . a del prrafo VII .

    XIV. Pa ra la ceremonia del Lavabo, los Maestros de Ce-remonias, con la anticipacin debida, harn seal, y los dos Caballeros nombrados para ella (22), previas las prescri tas reverencias (23), se adelantarn con los birretes en las manos y las colas de los mantos tendidas, y precedidos de los Maes-tros (quienes se quedarn cerca de la primera grada que da acceso al Presbiterio) subirn al lado de la Epstola, entre-garn los birretes los Aclitos , ya dispuestos pa ra ello (quienes los recibirn en bandejas), y servirn de pie al Cele-brante, el ms moderno el agua , y el ms antiguo la toalla; luego le besarn la mano, primero el ms antiguo, y si es Pre-lado, el anillo; se recogern las colas de los mantos, tomarn los birretes de las bandejas, que les presentarn los Aclitos, bajarn incorporarse los Maestros de Ceremonias, los cua-tro repetirn all la genuflexin al Altar, y se irn sus pues-tos , donde harn la genuflexin y las venias correspondien-tes (24).

    XV. Mientras se verifica la anterior ceremonia, tendr lu-gar la incensacin de los Coros. Al efecto, y bajo la direccin del primer Maestro de Ceremonias, se procurar sean dos Tu-riferarios los que la ejecuten para que un mismo tiempo se inciensen los dos Coros- Estos la recibirn de pie, vueltos de frente uno otro, con los birretes en las manos (25).

    El Presidente del Captulo ser incensado con dos ductos, y cada Caballero con uno. Terminada la incensacin de todos, se sentarn y cubrirn.

    (22) Vase el prrafo I. 0 3 ) Vase las reglas i. f l , 4 . a y 7 . a del prrafo V I L (24) Vase las reglas 4 . a y 7 . a del prrafo VIL (25) Vase las reglas 1. a y 6 . a del prrafo VII.

  • XVI. Al entonar el Celebrante Per omnia socada secado* ruin para el Prefacio, los Coros se descubrirn y levantarn, permaneciendo de pie hasta la Elevacin. Los Maestros de Ceremonias harn seal los cuatro, seis ocho Caballeros designados para esta ceremonia (26), los cuales, con las colas de los mantos tendidas y los birretes en las manos, se coloca-rn en dos filas, de mayor d menor (27), en el centro del Coro, practicadas las reverencias convenientes (28). Los Ujieres de Cabeza de Coro les entregarn las hachas encendidas (29), y, al comenzar el Sanctus, precedidos de los Maestros (que se quedarn prximos la primera grada que da acceso al Pres-biterio), subirn al mismo y se arrodillarn uno y otro lado del Subdicono en dos filas, de mayor menor, como queda dicho, vueltos hacia el Altar los de la derecha con el hacha en la mano izquierda, y los de la izquierda en la mano derecha, y en la contraria el birrete, y as estarn has ta que el celebrante consuma el Sanguis. Al subir los Caballeros, los Maestros de Ceremonias se re t i rarn sus puestos. Consumido el Sanguis, los Caballeros bajarn del Altar Presbiterio de menor ma* y or, y se incorporarn los Maestros, que oportunamente se habrn situado en su ltima grada; all harn todos genuflexin, entregarn las hachas encendidas los Ujieres de quienes las recibieron (que ya estarn en el mismo sitio al efecto), se re-cogern las colas de los mantos irn sus puestos, donde ejecutarn las reverencias acostumbradas.

    Si en aquella Misa ha de comulgar el Captulo se omitir esta ceremonia por los Caballeros, y la harn los Clrigos Aclitos de la Iglesia.

    (26) Vase el prrafo 1. (27) Vase la nota 4. (28) Vase las reglas 4 . a y 7 . a del prrafo V i l . (29) Las hachas para esta ceremonia es tarn colocadas en los dos Hacheros

    si tuados cerca de las verjas del Presbi te r io . Vase la Lmina pr imera .

    XVII. Los Caballeros, que desde el Per omnia sacada sos--adorum, antes del Prefacio, estarn de pie, la Elevacin de la Sagrada Hostia y del Sagrado Cliz, se postrarn, apoya-dos los brazos, en sus respectivos asientos, ski girar ms que la cintura, descansando la frente sobre las manos cruzadas. El Presidente del Captulo se postrar en el reclinatorio, que debe tener delante en todas las funciones religiosas. Terminada la Elevacin, volvern ponerse de pie.

    XVIII. La darn dos Aclitos (uno para cada Coro), con Porta--Paces y paos de hombros, bajo la direccin del primer Maestro de Ceremonias. Para recibirla se volvern los Coros frente el uno al otro (30), teniendo los Caballeros los birretes en las manos (31). Se dar primero los Presidentes, siguiendo el orden de antigedad has ta los ltimos Caballeros. Cada Ca-ballero, despus de besar el Porta--Pas, dir al que le sigue: Pax tecum, lo que responder: Et cum spiritu tito, y as su-cesivamente.

    XIX. Consumido el Sanguis por el Celebrante, los Caba-lleros se sentarn y cubrirn. Al Dominus vobiscum, antes de las ltimas Colectas Oraciones, se descubrirn y levan-tarn. A la Bendicin se arrodillarn para recibirla (32), y harn genuflexin las palabras del Evangelio ltimo Et Verbum caro factum est.

    (30) Vase la regla 6 . a del prrafo VIL (31) Vase la regla 1 . a del prrafo VIL (32) So lamente los Cannigos de Catedral t ienen el privilegio de recibir las

    bendic iones de pie inclinados, aun cuando las d el Obispo en nombre y repre-sentacin del Papa, segn Decre to de la Sagrada Congregacin de Ritos de 14 de Junio de 1845.

  • Si despus de la Misa hay TeDeum,durante el mismo y las preces que le siguen estarn todos de pie, descubiertos y vuel-tos al Al tar , arrodillndose al verso Te ergo qucesumus. Esta ceremonia practicarn siempre los Caballeros cuando se cante este Himno en accin de gracias por algn beneficio re-cibido de Su Divina Majestad.

    Concluida la Misa, el Te Deiim, se re t i rar el Captulo la Sacrista como se ordena en el prrafo VIII.

    CAPTULO III

    ^ A U D A D E L A ^SACRISTA- PJSREMONIAS D E L F,ORO D U R A N T E L A /VLLSA V U E L T A L A ^SACRISTA

    XX. ARA esta funcin, as como para otras en que no se lleva Espada ni Estandarte , saldr el Ca-ptulo de la Sacrista en la forma siguiente:

    1. Los Ujieres de Cabeza de Coro. 2. Los Aclitos. 3. El Celebrante. 4. Los Presidentes, llevando la derecha el del Coro d l a

    Epstola. 5. Los Maestros de Ceremonias. 6. Los Caballeros, por parejas, de mayor menor (33), lle-

    vando la derecha los que hayan de ocupar el Coro de la Eps-tola.

    7. Los Ujieres de Barra .

    (33) Vase la nota 4.

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  • XXV. Luego que el Clero las haya recibido (39), y la se-al del primer Maestro de Ceremonias, saldrn los Caballeros de sus puestos y se colocarn en el centro del Coro, formando parejas, uno de cada Coro, descubiertos y con el birrete en las manos. Los Maestros de Ceremonias se situarn delante de la primera grada que da subida al Presbiterio, dejando espacio suficiente para que por en medio puedan pasar cuatro Caballe-ros de frente. Los dos Presidentes se dirigirn al Altar , y al subir sus gradas harn genuflexin, soltarn la cola de los mantos y recibirn de rodillas (40) las Velas benditas (prime-ro el Presidente del Captulo), besndolas antes , y despus la mano del Celebrante, y, si es Prelado, el anillo; verificado lo cual, se separarn para dejar paso libre por el centro la primera pareja de Caballeros; y, repetida la genuflexin don-de primero la hicieron, volvern sus puestos (por los costa-dos, recogindose la cola de los mantos) , haciendo en ellos nueva genuflexin. Esto mismo ejecutarn los Caballeros, que irn de mayor menor (41). Cuando no resulte nmero par de Caballeros, el ltimo grupo se compondr de tres. Los Maes-tros de Ceremonias recibirn las Velas despus de los Caba-lleros , entregndoselas luego los Ujieres, pues no han de llevarlas en la Procesin, ni durante los Oficios. Las Velas que se den los Caballeros deben ser de libra, y la del Presidente del Captulo de libra y media.

    (39) Aun cuando los Caballeros del Santo Sepulcro gozan en el orden rel i -gioso de las consideraciones de Cannigos Regula res de San Agust n , es tos Ca-nnigos, como Regulares, deben ser s iempre y en todo caso preced idos por el Clero Secular, segn prescr iben los Sagrados Cnones y varios D e c r e t o s de la Congregacin de Ri tos .

    (40) Recibir las de pie es privilegio exclusivo de los Pre lados y de los C a n -nigos de Catedral , no comunicado corporacin ni persona alguna. (Ceremo-nial de Obispos, y varios Decre tos de la Sagrada Congregacin de Ritos.)

    (41) Vase la nota 4.

    ^ 29

    XXVI . nterin el Celebrante se lava las manos despus de distribuidas las Velas , y canta la ltima Oracin, los Ujie-res de Cabeza de Coro, con palmatorias preparadas al efecto, encienden las Velas del Captulo, cada uno en su Coro, empe-zando por las de los Presidentes, y se forma la Procesin con el siguiente orden:

    1. Los Ujieres de Barra . 2. Los Turiferarios. 3. La Cruz y los Ciriales. 4. El Captulo de Caballeros de menor mayor (42), en

    parejas un poco apar tadas , llevando las Velas, los del Coro derecho en la mano izquierda, y los del izquierdo en la mano derecha. En el centro de ambos Coros, los Maestros de Cere-monias dirigiendo la Procesin.

    5. Los Presidentes. 6. El Clero. 7. El Celebrante y Diconos. 8. Los Ujieres de Cabeza de Coro.

    Irn todos descubiertos, llevando la cola de los mantos ten-didas (menos los Maestros ). Pero si la Procesin saliese fuera de la Iglesia, entonces irn cubrindose de dos en dos los Ca-balleros, segn vayan saliendo las parejas y recogindose la cola de los mantos, soltndolas y descubrindose medida que vayan entrando nuevamente en la Iglesia.

    Colocados los Caballeros de pie y descubiertos en su Coro, pasarn por medio del mismo el Clero, el Celebrante y Di-conos, dirigindose al Altar para comenzar la Misa.

    XXVII . Recogidas las Velas por los Ujieres (quienes en tiempo oportuno las volvern entregar encendidas al Cap-

    (42) Vase la nota 4.

  • Parte. Los Caballeros tendrn las Velas encendidas, los del Coro del Evangelio en la mano derecha, y los del Coro de la Epstola en la mano izquierda, mientras el Evangelio (menos los que hayan de pract icar la ceremonia del prrafo X) y des-de la Consagracin hasta la Comunin del Sanguis, por lo cual no se har la ceremonia del prrafo XVII .

    XXVIII . Se verificar como est prevenido en el prra-fo XXII, ocupando los puestos 5 y 6 los Ciriales, el Clero, los Diconos y el Celebrante.

    CAPTULO II

    I

    ^ A L I D A A L p O R O ^ S P B R S I N D E L p O R O J B E N D t C I N D E L A S P A L M A S

    yVlDo D E R E C I B I R L A S P A L M A S P R O C E S I N J S E R M N J A I S R P A S I N

    V U E L T A L A JSACRISTA

    XXIX. OMO en esta funcin no se usa Estandar te ni Espada, el Captulo saldr de la Sacrista segn se ordena en los prrafos XX y XXIII,

    constituyndose en el Coro con arreglo al prrafo VI .

    X X X . Colocado el Captulo en el mismo, se arrodillarn todos hacia el Altar cuando el Celebrante entone Asperges me Vidi aquam, levantndose al hacerlo ste. Y vuelto un

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  • XXXVI. Estarn de pie, con las Palmas en la mano, vuel-tos al Altar, arrodillndose cuando lo hagan el Celebrante y Diconos. Acabada la Pasin, entregarn las Palmas los Ujieres.

    XXXVII . Concluidos los Oficios, volver el Captulo la Sacrista, como queda dicho en los prrafos XXII y XXVIII.

    II

    ^SALIDA DE L A ^SACRISTAyVloDO D E E S T A R E N E L PORO D U R A N T E

    L A S J I N I E L A S V U E L T A A L A ^SACRISTA

    XXXVIII . i el Captulo asiste las Tinieblas Mai-tines que se celebran las noches del Mircoles, Jueves y Viernes Santos, sal-

    dr de la Sacrista con el orden del prrafo XX, ocupando el Clero los puestos designados en los nms. 2 y 3.

    XXXIX. Constituido el Captulo en su Coro segn el p-rrafo VI , la seal del primer Maestro de Ceremonias (44) se arrodil larn todos los Caballeros hacia el Altar para rezar secretamente Pater noster, Ave Mara y Credo; y al entonar-se la primera antfona, Zelus Domus tuce, se levantarn fren-te el uno al otro Coro (45) hasta terminarse el primer verso del primer salmo, que entonces se sentarn y cubrirn (si el

    (44) Ya se ha dicho (prrafo VII ) , que todo movimiento en el Coro se ejecuta-r al golpe de puntero , que dar sobre su libro de rezo el p r imer Maestro de Ce-remon ias .

    (45) As pe rmanece rn s iempre que estn de pie; pero al arrodil larse lo harn hacia el Altar. (Vase la nota 12.)

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    XLII. Durante ella, se guardarn todas las ceremonias del Captulo II de la Primera Parte; menos las del prrafo XVI si el Captulo comulga, y las del XVIII, pues este da no se da Pas.

    XLII. En algunas Iglesias se acostumbra tenerlo en esta solemnidad; si lo hay, se observarn las ceremonias del p-rrafo XI.

    XL1V. Se practicarn las mismas ceremonias del prra-fo X V con las siguientes advertencias:

    1. a Que el primer Maestro de Ceremonias har oportuna-mente la seal para que, unidas las parejas en el centro del Coro, de rodillas inclinados los Caballeros, digan la Confe* sin al mismo tiempo que el Dicono.

    2. a Que estarn de rodillas mientras comulga el Clero. 3 . a Que las parejas, nterin no se pongan en movimiento

    para subir al Altar, permanecern arrodilladas; lo mismo que los Caballeros en sus puestos, despus de comulgar, has ta que se termine el acto.

    4 . a Que las dos genuflexiones que se han de hacer, la pri-mera antes de subir y la segunda despus de bajar las gradas del Presbiterio, sern dobles, es decir, con ambas rodillas.

    5 . a Que se procurar con el mayor esmero que, cuando los Presidentes hagan la segunda genuflexin la bajada del Presbiterio, ejecute la primera, en la misma lnea y sitio, la tercera pareja que sube (sta en el centro); cuando la segunda pareja practique igual ceremonia que los Presidentes, la haga tambin al subir la cuarta pareja, y as sucesivamente.

    6. a Que si es Prelado el que da la Sagrada Comunin, se besar su anillo antes de recibir la Sacratsima Forma.

    XLV. Terminado el Evangelio ltimo de la Misa, los Ujie-res repart irn las velas encendidas los Caballeros que ha-yan de llevarlas. Los designados al efecto (46) tomarn de los Ujieres las varas del palio, y con los cuatro Caballeros que han de formar la Guardia de Honor para custodia del Santsi-mo irn colocarse delante del Presbiterio, de manera que los de las ltimas varas (47) estn prximos las gradas del mismo, y los dos Caballeros ms modernos de los cuatro de la Guardia de Honor cerca de aquellas varas , fin de que, cuando entre bajo el palio el Celebrante con el Santsimo Sacramen-to, no tengan ms que girar todos y cambiar de mano los del palio, volvindose hacia la parte por donde ha de caminar la Procesin. Irn todos descubiertos con los birretes en las ma-nos desocupadas. Los del lado derecho del palio conducirn sus varas con la mano izquierda, los del izquierdo con la de-recha. Y ni los del palio, ni los de la Guardia de Honor, ni los Maestros de Ceremonias llevarn tendidas las colas de los mantos durante la Procesin. Mientras la incensacin del .San-tsimo Sacramento por el Celebrante, todos se arrodillarn, menos los del palio, la Guardia de Honor, el Porta-Estandarte , sus Custodios y el Porta-Espada. Y al volverse el Celebrante con el Santsimo Sacramento de cara al pueblo, los Caballeros de la Guardia de Honor desenvainarn sus espadas y las ren-dirn rodilla en t ierra, y cuando entre bajo el palio se levan-tarn y las llevarn en alto con las empuaduras al pecho (48). La Procesin se organizar del modo siguiente:

    (46) Vase el prrafo 1. (47) Las lt imas varas del palio son las que van det rs del Celebrante , y las

    pr imeras las que van delante del mismo. De manera que los ms ant iguos han de llevar las dos pr imeras , y suces ivamen te las cuatro de de t r s los ms modernos . As, pues , en este caso se llevar el palio situarlo delante del Presbiverio de menor mayor, y en la Proces in ir de mayor menor. (Vase la nota 4.)

    (48) El P res iden te del Coro de la Epstola, que lleva la Espada de Godofredo

  • 1. Los Ujieres de Barra . 2. El Estandar te de la Orden , custodiado por los dos Ca-

    balleros con las espadas desnudas y sus empuaduras la al-tura del pecho. Los tres con las colas de los mantos tendidas y descubiertos.

    3. Los Caballeros, de menor d mayor (49), en parejas, des-cubiertos, las colas de los mantos tendidas; los de la derecha con las velas en la mano izquierda y los birretes en la dere-cha, y los de la izquierda con las velas en la mano derecha y los birretes en la izquierda. Y en el centro de la ltima pareja los Maestros de Ceremonias, sin velas , con sus punteros y las colas de los mantos recogidas fin de estar prontos para acu-dir donde sea necesario.

    4. La Cruz y Ciriales. 5. El Clero, con la Capilla de msica Salmistas. 6. Los Turiferarios. 7. El Celebrante, llevando el Santsimo Sacramento entre

    los Diconos, bajo el palio conducido y custodiado, como se ha dicho, por los Caballeros.

    8. El Presidente del Captulo con vela encendida. A su de-recha el Presidente del Coro de la Epstola con la Espada de Godofredo, la suya propia, en alto. Y los lados de ambos, dos Caballeros con sus velas. Todos con las colas de los man-tos extendidas.

    9. Los Ujieres de Cabeza de Coro (50),

    (que sacar opor tunamente del A r m e r o \ la suya propia en provincias , se colo-car para esta ceremonia frente el palio, 3- rendi r la Espada al mismo t iempo que los Caballeros de la Guardia de Honor; lo mismo ejecutarn los Custodios del Es -tandar te , s i tuados 3-a los t res la en t rada del Coro 3' vuel tos hacia el Altar . El Por ta -Es tandar te nunca se arrodilla ni hace genuflexin. El P res iden te Por ta-Es-pada, al pone r se en marcha la Proces in, vuelve su sitio del Coro, 3' all perma-nece con la Espada rendida mient ras pasa por delante de l el Sant s imo Sacra-mento; luego se levanta 3' se coloca a l a de recha del P res iden te del Captulo.

    (49) V a s e la no ta 4. (50) Si asiste algn Pre lado, ir con su acompaamiento detrs d e los Pres i -

    dentes , y cerrarn la Proces in los Uj ie res . Si el Ce lebran te es Pre lado , ocupa-rn el 8. lugar los que conduzcan la mitra y el bculo y los familiares del Prela-do, el 9 . 0 los P re s iden t e s 3' el 1 0 . " los Ujieres.

    Llegada la Procesin al Monumento, si ste se halla erigi-do en el mismo Presbiterio, los Caballeros ocuparn su Coro, entrando en l como se ha dicho en el prrafo VI , arrodilln-dose frente un Coro otro, para dar paso por medio la Pro-cesin, volvindose hacia el Altar al subir al mismo el Cele-brante y Diconos, permaneciendo arrodillados y con las velas encendidas hasta que el Dicono, encerrado el Santsimo Sa-cramento en la urna, ponga la llave al Celebrante; entonces se levantarn los Caballeros y entregarn las velas encendidas los Ujieres (51). El Alfrez Porta-Estandarte y los que le cus-todian, antes de llegar el Celebrante y los Diconos al Altar, se habrn colocado y permanecern de pie la izquierda del silln del Presidente del Captulo, en espera de que el Captulo se retire la Sacrista; y al pasar por delante de ellos el Sant-simo Sacramento, rendirn losCustodios sus espadas hasta que se encierre en la urna, que volvern su primera posicin: el Porta-Estandarte continuar de pie, sin tocar el suelo con el asta. Los Maestros de Ceremonias se situarn de rodillas en sus respectivos puestos del Coro. Los conductores del palio, luego que suban el Celebrante y Diconos al Altar, entrega-rn las varas los Ujieres (quienes lo ret irarn adonde lo to-maron), y entregadas, se arrodillarn en los mismos sitios que ocupan. Los de la Guardia de Honor, al subir el Celebrante y Diconos al Altar, rendirn las espadas; y encerrado el San-tsimo Sacramento en la urna del Monumento, las envainarn y se arrodillarn donde estn. El Presidente del Coro de la Epstola, Porta-Espada, se colocar entre los dos Caballeros ms modernos de la Guardia de Honor, y rendir la Espada al subir el Celebrante; y encerrado el Santsimo Sacramento,

    (51) No es decoroso que los Caballeros apaguen sus velas; en estos casos deben recibirlas y entregar las encendidas . Y si las rec iben apagadas por exigirlo las rbricas, como el da de la Purificacin, han de encendrse las los Ujieres con palmatorias, como se ha dicho en el prrafo XXVI.Los Ujieres , al t iempo de recoger las , las apagarn, 3- al t iempo de darlas las encendern en una de las velas que l levarn encendida al efecto.

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    como queda expresado, se levantar y permanecer de pie con la Espada en alto. Recibida la llave de la urna por el Cele-brante, todos se levantarn y volvern sus puestos del Coro.

    XLVI. Acabada la funcin, obtenida la venia del Presiden-te del Captulo, se verificar el regreso la Sacrista con arre-glo al prrafo VI .

    XLVII. Mientras Su Divina Majestad se halle encerrado en el Monumento, velarn los Caballeros, uno de cada Coro Lengua, con manto y birrete en la mano, colocados uno y otro lado del Altar, arrodillados, sentados en taburetes, con su reclinatorio almohada delante, ocupando el lugar del lado del Evangelio el Caballero ms antiguo. Pa ra ello el primer Maestro de Ceremonias establecer un turno de hora en hora (y si es muy numeroso el Captulo, de media en media hora menos) repartiendo con la anticipacin conveniente las pa-peletas respectivas (52), y fijando en la Sacrista de la Iglesia donde hayan de velar los Caballeros, la lista general de los turnos. Si el Captulo es poco numeroso, hecha la vela por los Caballeros ms modernos, continuar el turno otra vez empe-

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    eC Jueves Santo, de cuatro cinco de la tarde.

    El Primer Maestro de Ceremonias,

    Excmo. OT. CD.

    Claro est que ha de var iarse lo subrayado. Si resulta nmero impar, el Caballero ms moderno velar con el ms antiguo

    al repet i rse los turnos.

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    zando por los Caballeros ms antiguos. Si la Iglesia se cierra durante algunas horas de la noche del Jueves y madrugada del Viernes, cesar la vela mientras que la Iglesia est cerrada. Al efecto, el primer Maestro de Ceremonias se pondr de acuerdo con el Cura, Rector, Capelln Jefe de la Iglesia, fin de ordenar el turno de vela de los Caballeros, teniendo en cuenta aquellas horas. Mientras las Tinieblas del Jueves y Oficios de la maana del Viernes, si el Monumento se halla situado detrs del mismo Altar donde han de celebrarse, ce-sar la vela; as, pues, constituido el Captulo en su Coro para estas funciones, los Caballeros que estn de vela en aquel mo-mento se ret irarn sus puestos del Coro, y los Ujieres apar-tarn los sitiales de manera que no estorben para las ceremo-nias (53). Durante la vela permanecer en la Iglesia uno dlos Ujieres por turno, que dispondr tambin el primer Maestro de Ceremonias.

    IV

    P L I D A L A J G L E S I A - P R I N C I P I O DE LOS P F I C I O S P ASIN P O L E C T A S

    P S T E N S I N D E L A p A N T A p R U Z y*tDORACIN D E L A p A N T A p R U Z J ^ R O C E -

    S I N CON E L p A N T S I M O p A C R A M E N T flti D E LOS p F I C I O S V U E L T A D E L p A P T U L O L A p A C R I S T A

    XLVIII. los Oficios de la maana de este da, el ms solemne de todos los del ao, la for-macin del Captulo, salida del mismo

    la Iglesia y colocacin en su Coro, se verificar como queda expuesto desde el prrafo I al VII inclusive. Los Caballeros

    (53) Supues to que en las Tinieblas no se ejecuta ceremonia alguna en el Al-tar, y concluidas ha de continuar la vela, no se apar tarn de los sit iales mient ras se cantan.

  • que en esta funcin presten servicio de armas custodiando el Estandarte y el Santsimo Sacramento, cuidarn de llevar las espadas la funerala, sea las puntas bajas con las empuaduras de las mismas no pasando de la altura del pe-cho. Sin embargo, el Presidente del Coro de la Epstola, Por-ta-Espada, sostendr en alto la Espada de Godofredo, por la especial significacin simblica de esta ceremonia (54). El Estandarte l levar puesto un crespn negro, y los Caballe-ros , guantes del mismo color en seal de luto (55).

    XLIX. Los Caballeros se postrarn como se ha dicho en el prrafo XVII, hasta que el Celebrante y Diconos se levan-ten: se sentarn al empezar el Lector la Profeca de Oseas, y mientras el Tracto que sigue la misma; se levantarn al Dominas vobiscum del Celebrante vueltos al Altar (56), y harn genuflexin al entonar el Dicono Fleet amas gema, levantndose cuando el Subdicono canta Lvate: estarn de pie la Oracin que sigue, y se sentarn al empezar el Sub-dicono la Leccin del xodo, permaneciendo sentados du-rante el Tracto.

    L. Al empezar la Pasin se levantarn y estarn de pie, practicando las mismas reverencias que el Clero.

    LI. Terminada la Pasin, siguen inmediatamente las Colee* tas, que oirn de pie, haciendo genuflexin al Fleetamusgenua y alzndose al Lvate.

    (54) Vase el nmero 5 del prrafo V. (55) Los guantes que usarn los Caballeros han de ser blancos para todas las

    funciones, excepto para la p re sen te y pa ra las Hon ras por los Caballeros difuntos, que los guan te s sern negros .

    (56) Vase la regla 6 . a del prrafo VII , y la nota 12.

    LII. Las tres veces que el Celebrante hace la manifesta-cin de la Santa Cruz, descubrindola por par tes , al Venite ador emus, que canta el Coro de Sacerdotes , se arrodillarn los Caballeros, y estarn de este modo cuando el mismo Cele-brante la lleva al lugar donde ha de ser adorada.

    L i l i . Para esta ceremonia pondrn oportunamente los Ujie-res en el centro del Coro tres almohadones negros galoneados de oro, equidistantes unos de otros, el ltimo, sea el tercero, al pie de la Cruz que se ha de adorar; han de ser bastante lar-gos para que puedan arrodillarse en ellos dos personas juntas, se colocarn seis unidos de dos en dos por sus cabezas, que ser lo ms conveniente y decoroso. Luego que el Celebrante haya colocado la Santa Cruz, al volverse al Altar para des-calzarse, los Maestros de Ceremonias, previas las debidas ge-nuflexiones, le acompaarn al mismo Altar para volverle acompaar la Adoracin, lo que harn tambin con los Di-conos, dejando los tres en sus sitios junto al Al tar , y regre-sando ellos los suyos del Coro. Mientras el Clero adora la Santa Cruz, estarn todos de pie , vueltos los Coros frente el uno al otro, con los birretes en las manos (57). Terminada la Adoracin del Clero, empezar la del Captulo de la manera siguiente:

    Estando los Caballeros todos de pie, como queda dicho, los Maestros de Ceremonias, que se hallarn en sus puestos, ha-rn venia (58) los Presidentes de su respectivo Coro, y los cuatro genuflexin al Altar (59), y los Presidentes, precedidos por los Maestros de Ceremonias, con las colas de los mantos

    (57) Vase la regla 1. a del prrafo VIL (58) Vase la nota 9. (59) Vase la regla 7 . ' del prrafo VIL

  • Xe) 4a s

    tendidas (slo los Presidentes) y los birretes en las manos de-lante del pecho (60), se dirigirn al primer almohadn, donde, juntos los Presidentes, y los Maestros de Ceremonias los cos-tados para acompaarles en la Adoracin, harn aqullos la primera genuflexin con las dos rodillas; la segunda del mismo modo en el segundo almohadn, y la tercera en el tercero, in-clinndose profundamente y besando los Presidentes el pie de la Cruz Crucifijo (primero el Presidente del Captulo); en se-guida volvern al segundo almohadn, y all harn otra genu-flexin con ambas rodillas, y recogindose las colas d e s s mantos, precedidos de los Maestros de Ceremonias regresarn sus sitios del Coro, repitiendo en ellos la genuflexin al Al-tar (61), sentndose en sus sillones y cubrindose. Vuelven los Maestros de Ceremonias situarse corta distancia del primer almohadn (donde permanecern de pie has ta que les toque hacer la Adoracin) para dirigir desde all la de los Caballeros, quienes acto continuo repetirn igual ceremonia que los Presi-dentes, empezando por los de ms antigedad, y, siguiendo de mayor menor (62), por parejas, uno de cada Coro, y obser-vando la regla de que, cuando la primera pareja haga la segun-da genuflexin, ejecute la segunda la pr imera; y cuando la primera adore , la segunda haga la segunda genuflexin, y la tercera pareja la primera; cuidando de que los que van ado-ra r por el centro del Coro lo verifiquen unidos, y los que vuel-ven lo hagan separados y por los costados, verificando la ge-nuflexin de vuelta al tiempo que la primera pareja que va haga la segunda, y con ella, y en una misma fila, sta en me-dio y los que vuelven sus costados, y as contina el acto hasta su terminacin. Cuando no resulte nmero par de Caba-lleros, el ltimo grupo se compondr de tres. Los Maestros de Ceremonias, tendidas las colas de sus mantos , irn conti-

    (60) Vase la regla del prrafo VIL (61) Vase la regla 7 . a del prrafo V i l . (62) Vase la nota 4 .

    ? 4 >

    nuacin, haciendo la primera genuflexin al tiempo que la l-tima pareja grupo haga la segunda. En el acto de la Adora-cin besar primero los pies de la Santa Cruz Crucifijo el Caballero ms antiguo de la pareja, y al mismo tiempo cada Caballero, inclusos los Presidentes, depositar en las bandejas, puestas uno y otro lado de la Santa Cruz, la ofrenda en di-nero que su piedad le dicte. Todos irn con los birretes en las manos sobre el pecho (63), tendidas las colas de los mantos, que recogern las parejas hecha la Adoracin ai regresar sus sitios, donde, repetida la genuflexin al Altar, se sentarn y cubrirn. Cuando el Dicono venga recoger la Santa Cruz se descubrirn y levantarn todos, y al tomarla se arrodilla-rn hasta que la deje colocada en el centro del Altar. El Di-cono , llevando la Santa Cruz, ir acompaado de los Maes-tros de Ceremonias.

    LIV. En seguida los Ujieres, ret irados los almohadones, distribuirn las velas encendidas al Captulo, y se organizar la Procesin en la misma forma prevenida en el prrafo X L V . Pero al regresar al Altar donde se han de acabar los Divinos Oficios, y despus de colocados el Alfrez Porta-Estandarte y los Caballeros que prestan servicio de armas en los mismos sitios que ocuparon al terminar los Divinos Oficios del Jueves Santo, se observarn las reglas siguientes:

    1. a Los que custodian el Estandarte rendirn las espadas al pasar el Santsimo Sacramento, inmediatamente despus las volvern poner la funerala, como las traan en la Pro-cesin.

    2. a Esto mismo ejecutarn el Presidente Porta-Espada (64) y los Caballeros de la Guardia de Honor.

    (63) Vase la nota I del prrafo VI I . (64) Ya se ha expresado en el prrafo XLVII I que es te P res iden te del Coro

    de la Epstola h a d e l levar la Espada en alto por la significacin simblica que encierra; por consiguiente , despus de rendirla la volver la misma posicin.

  • 3. i l A los que llevaron las varas del palio, entregadas stas los Ujieres, se les darn velas encendidas.

    LV. Todos, excepto el Porta-Estandarte y los que prestan servicio de armas, estarn de rodillas, y con las velas encen-didas en la mano, hasta despus de la comunin del Celebran-te. Los Caballeros no se postrarn la elevacin de la Sacra-tsima Hostia, pero rendirn las espadas los del servicio de armas.

    LVI. Acabados los Oficios, los Ujieres recogern las velas encendidas y las colocarn apagadas en los Hacheros. Y des-pus que el Clero y Celebrantes se vayan la Sacrista, el Captulo, previa la venia de su Presidente, hecha genuflexin con ambas rodillas la Santa Cruz del Altar, quia Jiodie ful* get Crucis mysterium ( 6 o ) , recogindose las colas de los man-tos y cubrindose, se vuelve la Sacrista, dejando la Espada de Godofredo y el Estandar te en el Armero ; pues nada debe acompaarle al ret irarse, en seal de luto y desolacin; y se retira de mayor menor, es decir, primero los Presidentes, y los Caballeros ms modernos los ltimos, precedido y seguido de los Ujieres.

    Una Comisin de Caballeros, precedida y seguida de los Ujieres, sale luego de la Sacrista para recoger el Es tandar te y la Espada de Godofredo (que en esta ocasin se llevar la funerala), y conducirlos la misma Sacrista la Sala Ca-pitular.

    ( 6 5 ) Porque hoy resplandece el misterio de la Cruz. (Decretos de la Sa-grada Congregacin de Ritos de 9 de Mayo y 26 de Sep t iembre de 1857.)

    V

    LVII. A salida para la bendicin del Fuego y del In-cienso, se ha r con el orden siguiente:

    1. Los Ujieres de Entrada de Barra . 2. El Aclito con el acetre y el hisopo dentro. A su dere-

    cha, el que conduce el Cirio Pascual apagado. A su izquierda, el que lleva en la bandeja los cinco granos de Incienso.

    3. Los Turiferarios con los turbulos sin fuego y las na-vetas con cucharilla incienso.

    4. El Subdicono con la Cruz. 5. El Captulo de Caballeros de menor d mayor (66), en

    dos filas y cubiertos. La primera pareja los lados del Subdi-cono.

    6. Los Maestros de Ceremonias descubiertos en el centro de la ltima pareja de Caballeros.

    7. Los Presidentes del Captulo y del Coro de la Epstola. 8. El Clero. 9. El Celebrante, y su izquierda el Dicono. 10. Los Ujieres de Cabeza de Coro.

    LV1II. Al llegar cerca del punto donde haya de verificar-se, se adelantarn los Maestros de Ceremonias fin de que la primera pareja de Caballeros y los Ujieres de Barra se deten-

    (66) Vase la nota 4.

    ^SALIDA DE L A ^ S A C R I S T A R E N D I C I N D E L F U E G O Y D E L J N C I E N S O ^ N G L I C A

    P R O F E C A S R E N D I C I N DE LA P I L A J _ E T A N A S /VIISA Y y s p E R A S

    V U E L T A LA ^SACRISTA

  • gan conveniente distancia de aquel punto, para dejar desfi-lar por el centro sucesivamente las otras parejas que vienen detrs, hasta colocarse los Presidentes y los otros Ujieres prximos al Clero, que pasar tambin por entre las filas has-ta situarse en el lugar mismo en que se ha de hacer la Bendi-cin. Los Caballeros, durante ella, estarn de pie, descubier-tos, en dos filas, frente los unos los otros; y concluida, se pon-drn en movimiento hacia el Presbiterio y Coro en esta forma:

    1. Los Ujieres de Barra. 2. Los Turiferarios. 8. Los Aclitos, que llevan la bandeja con los granos de

    Incienso ya benditos, y el Cirio apagado. 4. El Subdicono con la Cruz. 5. El Captulo de Caballeros.Los Maestros de Ceremo-

    nias en el centro de las filas. La primera pareja los lados del Subdicono.

    6. Los Presidentes.Todos descubiertos. 7. El Clero, y en medio de ste el Dicono con la caa de

    las tres velas, y su izquierda un Aclito con palmatoria en-cendida.

    8. El Celebrante. 9. Los Ujieres de Cabeza de Coro. . Las tres veces que la Procesin se detiene se volvern los

    Coros frente el uno al otro, y al cantar el Dicono Lumen Cliristi, todos harn genuflexin.

    El Captulo se constituir en su Coro, el Clero y Celebran-te subirn al Altar, y luego el Captulo se sienta y se cubre.

    LIX. Al empezar el Dicono Exultet jam angelica turba avio rum, se descubrirn y levantarn los Caballeros, y esta-rn de pie y vueltos hacia el Altar (67) hasta que el Dicono concluya, que entonces se sentarn y cubrirn.

    (67.) V a s e la r e g l a 7 . a del prrafo VII, y la nota 12.

    LX. Siguen las Profecas, Tractos y Oraciones; durante las Profecas y los Tractos estarn sentados y cubiertos los Caballeros, y mientras las Oraciones descubiertos y de pie, vueltos al Altar, haciendo genuflexin cuando el Dicono can-ta Flectamus genua.

    LXI. Cantadas las Profecas, si hay Pila Bautismal, se ir bendecirla del modo siguiente:

    1. Los Ujieres de Barra . 2. El Aclito con el Cirio Pascual encendido. 3. La Cruz y Ciriales con las velas encendidas. 4. El Captulo de Caballeros de dos en dos, descubiertos.

    En el centro los Maestros de Ceremonias. 5. Los Presidentes, tambin descubiertos. 6. El Clero. 7. El Celebrante y Diconos. 8. Los Ujieres de Cabeza de Coro.

    Al llegar la Pila, y durante su Bendicin, se practicarn las ceremonias del prrafo LVIII; y acabada la Bendicin, volvern al Presbiterio y Coro en el mismo orden en que vi-nieron.

    L X I I . Al empezarlas, se postrarn el Celebrante y Dico-nos, y lo mismo harn los Caballeros, segn el prrafo XVII; y cuando el Celebrante y Diconos se levanten para ir la Sacrista, se levantarn los Caballeros de su postracin, que-dando arrodillados.

    LXIII. Estarn de rodillas hasta que el Celebrante entone el Gloria, que se levantarn, sentarn y cubrirn cuando lo hagan el Celebrante y Diconos; y si stos se sientan y cubren durante los Kyries de la Misa, tambin se sentarn y cubrirn

  • los Caballeros. Durante la Misa, guardarn todas las ceremo-nias ordenadas en el Captulo II de la Primera Parte, omi-tindose las de los prrafos X, XI, XII, X V y XVIII. Despus de la Comunin del Celebrante, principian las Vsperas, en que estarn de pie vueltos al Altar. La Incensacin del Coro se har al Magnificat, conforme al prrafo XV. Y, finalmente, se arrodillarn todos para recibir la Bendicin, y estarn de pie al Evangelio ltimo, como se prescribe en el prrafo XIX.

    LXIV. Se har de este modo: 1. Los Ujieres de Barra . 2. El Captulo de menor mayor, y cubierto. 3. Los Ciriales. 4. El Clero, Diconos y Celebrante. 5. Los Ujieres de Cabeza de Coro.

    CAPTULO III

    y i G I L I A / / S I S A p R A C I N p N E B R E R E S O L U C I N D E L J M U L O

    ARA esta funcin saldr detrs del Clero el Ca-LXV

    ptulo cubierto de mayor menor (68) pre-cedido y seguido de los Ujieres, situndose de

    pie en su Coro, vueltos los Caballeros unos los otros; as estarn durante el Invitalorio, arrodillndose hacia el Altar al Ven/te adoremus, el procidamus ante Deum; y despus de

    cantada la primera antfona Dirige, Domine, se sentarn y cubrirn; descubrindose y levantndose al versillo final del nocturno A porta infer, para rezar en secreto Pater noster;

    (6cS) Vase la nota 4.

    y al empezar la primera leccin Parce mihi, se sentarn y cubrirn hasta que comience la Misa, que seguir inmediata-mente la ltima leccin (69).

    LXVI. Se observarn por el Captulo las ceremonias si-guientes: se arrodillarn desde el principio de la Misa has ta que el Celebrante, concluida la Confesin, suba al Altar; se sentarn y cubrirn mientras los Kyries; se descubrirn y le-vantarn al Dominas vobiscum, y se arrodillarn la Colee* ta Colectas que siguen; se sentarn y cubrirn la Episto--la, Gradual, Tracto y Secuencia Dies ira?; se descubrirn y levantarn al Evangelio (omitindose la ceremonia del prra-fo X); se sentarn y cubrirn al Ofertorio (practicndose la ce-remonia del Lavabo, prrafo XIV); se descubrirn y levantarn al Per omnia antes del Prefacio (ejecutndose la ceremonia del Sanctus, prrafo XVI); se prosternarn la Elevacin segn el prrafo XVII, y luego quedarn de rodillas hasta el Pax Domini, que se levantarn y estarn de pie hasta la Co* munin del Celebrante, que se sentarn; al Dominus vobiscum se levantarn, y se arrodillarn las ltimas Colectas, po-nindose de pie al Evangelio ltimo, haciendo genuflexin al Verbum caro (70). En estas Misas no hay Gloria, ni Credo, ni se Inciensa, ni se da Pas al Coro, ni Bendicin al fin.

    LXVII. Si la hay, se pronunciar inmediatamente des-pus de la Misa, ejecutndose la ceremonia del prrafo XI; pues aunque el Predicador no recibir bendicin, ha de ir, sin

    (69) Si se cantan ms nocturnos , se observarn las mismas ceremonias de es tar en pie durante la pr imera antfona y versillo final del nocturno, y sentados y cu-biertos mient ras los Salmos, Lecciones y Respousorios.

    (70) Podrn t ener velas encendidas en la mano duran te ambos Evangelios y la Elevacin, en cuyo caso no se pos t ra rn los Cabal leros.

  • X 50 >

    embargo, al Altar para hacer una breve oracin, arrodillado en su ltima grada, antes de subir al pulpito.

    LXV1II . Terminada la Misa la Oracin Fnebre , se pro-ceder la absolucin del Tmulo. Este, sobre el que estarn colocados el manto, cordones y birrete de la Orden, se halla-r situado en el centro de la Iglesia, los pies hacia el Altar; pero si las Honras son por Sacerdote, los pies del Tmulo es-tarn hacia los de la Iglesia y la cabecera hacia el Altar (71). El Subdicono con la Cruz y los Aclitos con los Ciriales, se han de poner siempre la cabecera del Tmulo, el Celebrante y Dicono en la par te contraria, y el Captulo uno y otro lado del Tmulo, dando frente al mismo, todos descubiertos, con velas encendidas, y situados de manera que los Presiden-tes se hallen prximos al Celebrante, y la ltima pareja de Ca-balleros al Subdicono con la Cruz. Acabada la ceremonia, se re t i rar a l a Sacrista el Captulo, cubierto y con las velas en-cendidas, de menor mayor (72), precedido de los Ujieres de Barra , seguido del Clero, y cerrando la comitiva los Ujieres de Cabeza de Coro.

    CAPTULO IV

    LXIX A Santidad delSumo Pontfice Benedicto XIII, de feliz memoria, concedi la Orden de nuestro Padre San Agustn (bajo cuya Re-

    gla fu reorganizada esta Caballera del Santo Sepulcro) la In-

    (71) Como las Honras que celebra el Captulo son por todos sus H e r m a n o s de Hbi to difuntos, y ent re ellos hay muchos Sacerdotes , el Tmulo se colocar en esta posicin, es decir, la cabecera hacia el Altar, el Subdicono con la Cruz en-t re el Altar y el Tmulo, de cara s te , y el Celebrante y Dicono los pies del Tmulo, vuel tos la Cruz.

    (72) Vase la nota 4.

    dulgencia Plenaria de la Bendicin Papal en los tres primeros das de las Pascuas de Navidad, Resurreccin y Pentecosts, y en las fiestas de la Anunciacin y Asuncin de Nuestra Se-ora, y principal de la Correa, cuya gracia confirm la Santi-dad de Benedicto XIV por sus Let ras Apostlicas de 10 de Mayo de 1718. Si el Captulo asiste esta funcin, saldr de la Sacrista yendo delante los Ujieres de Cabeza de Coro, el Clero y Celebrante, los Caballeros de dos en dos, cubiertos de mayor menor (73), y los Ujieres de Barra . Constituido en su Coro, estarn todos de pie, descubiertos, vueltos hacia el Al-tar nterin el Celebrante lee la instruccin preparatoria , arro-dillndose para decir la Confesin, permaneciendo en esta ac-titud durante las Preces, Oraciones y Bendicin Pontificia, inclinndose profundamente al recibirla. Deben ir confesados y comulgados para ganar la Indulgencia. Y finalizado el acto, volvern la Sacrista con el mismo orden que vinieron.

    CAPTULO V

    LXX 0 N ^ a P r t u n ' i anticipacin se constituir el Captulo en su Coro, sentndose y cubrindo-se; y cuando uno de los Ujieres de Cabeza de

    Coro, que se habr situado este efecto en la puerta de la Igle-sia, d aviso de la prxima llegada d la Persona Real Prelado que se espera, saldr el Captulo, de mayor r menor (74), recibirla; los Presidentes, en la parte interior de dicha puerta, harn las debidas cortesas al que llega, y si es Prelado (75),

    (73) Vase la nota 4. (74) Vase la nota 4. (75) Se en t iende Cardenal , Pa t r ia rca , Arzobispo Obispo .

  • 52

    le besarn el anillo; y colocndose sus lados, el Presidente del Captulo la izquierda, se dirigirn todos al Coro, de me* nor mayor (76); los Caballeros entrarn en l como se dijo en el prrafo VI; la Persona Real Prelado, con los Presiden-tes, ir al lugar que le est dispuesto, pasando por medio del Coro entre los Caballeros, quienes, al paso, le harn la corres-pondiente reverencia; y si es Prelado y entra en el Coro dando, como es costumbre, su bendicin derecha izquierda, harn genuflexin para recibirla (77); y colocada la Persona Real Prelado en su sitio, los Presidentes, previas las cortesas de etiqueta, se ret i rarn los suyos del Coro y empezar la fun-cin. Para su despedida, los Presidentes irn al sitio donde est la Persona que se haya de despedir; y repitiendo los saludos y colocndose sus lados, volver el Captulo, de mayor menor (78), la puerta del Templo, donde por la par te inte-rior la despedirn los Presidentes, rei terando las cortesas de costumbre, y de menor mayor (79) se re t i ra r el Captulo la Sacrista..

    Si la Persona Real es Caballero de la Orden y quiere asis-tir con manto y birrete la funcin, se tendrn preparadas estas insignias sobre una mesa convenientemente adornada cerca de dicha puerta por su parte interior, y all se las vesti-rn los Presidentes, ayudados por los Maestros de Ceremonias, y la salida se las quitarn en el mismo sitio.

    El Captulo ir cubierto la recepcin y volver descu-bierto, igualmente lo ir la despedida, no ser que la Per-sona Real vista el manto y se cubra con el birrete, que enton-ces se cubrirn todos los Caballeros. Lo mismo se observar respecto al Prelado, que, si entra y sale cubierto, se cubrirn los Caballeros.

    (76) Vase la nota 4. (77) Ceremonial de Obispos, y varios Decre tos de la Sagrada Congregacin

    de Ri tos .(Vase la nota 32.) (78) Vase la nota 4. (79) Vase la nota 4.

    63

    Si la Persona Real no usa el manto y birrete durante la funcin, todos, por su respeto, permanecern descubiertos, menos los que presten servicio de armas (80).

    P a r a regresar la Sacrista irn cubiertos (81).

    CAPTULO V I

    LXXI. N todas las funciones religiosas que celebre el Captulo de la Orden, asistirn cuatro Ujie-res con el uniforme que les est sealado.

    Dos irn delante del Captulo, al salir de la Sacrista con di-reccin al Coro, y otros dos al final del mismo Captulo, ce-rrando la comitiva, cuando el Captulo vaya incorporado con el Clero, Diconos y Celebrante. Los dos primeros, al llegar al Coro, se colocarn en su entrada barra , y los otros dos espaldas de los sillones de los Presidentes, como esta preve-nido en el prrafo VI .

    LXXII. Los cuatro estarn siempre de pie vueltos al Altar , arrodillndose cuando lo haga el Captulo. Pero podrn sen-tarse durante el Sermn, cuando lo permita el Presidente del Captulo.

    LXXIII. Los de Cabeza de Coro se sitan detrs de los Presidentes, para lo que pueda ocurrir estos Seores los Maestros de Ceremonias, y para el servicio que se dir. . LXXIV. Los de Barra de Entrada de Coro, para evi-

    tar el ingreso del pblico en el mismo, para lo que puedan ne-cesitar los Caballeros, y para otros oficios que tambin se dirn en el prrafo siguiente.

    LXXV. Las obligaciones de los Ujieres de Cabeza de Coro son:

    (80) A no ser que conceda licencia para que se cubran los Caballeros, que pe-dir el pr imer Maestro de Ceremonias .

    (81) Vase la regla 7 . a del prrafo VIL

  • 1. a Ent regar las hachas velas encendidas los Caballe-ros para el Sanctus, y recogerlas y colocarlas en los Hacheros terminada esta ceremonia. (Prrafo XVI.)

    2 . A Encender con palmatorias las velas los Caballeros, recogerlas despus de la Procesin, entregarlas de nuevo y volverlas recoger durante la Misa el da de la Purificacin de Nuestra Seora. (Prrafos XXVI y XXVII.)

    3 . A Recoger las Palmas despus de la Procesin, entregar-las para la Pasin, y recogerlas acabada sta, el Domingo de Ramos. (Prrafos XXXIII y XXXVI.)

    Pa ra este servicio sern ayudados por los Ujieres de Barra . 4 . A Repart ir y recoger las velas encendidas los Caballe-

    ros antes y despus de la Procesin del Jueves y Viernes Santos. (Prrafos XLV, LIV y LV.)

    5 . A Entregar y recoger las varas del palio, para cuyo servi-cio sern tambin auxiliados por los de Barra , y entregar los Caballeros que las llevaron, velas encendidas despus de la Procesin del Viernes Santo. (Prrafos X L V y LIV.)

    6. a Turnar con los Ujieres de Barra en la vela del Monu-mento. (Prrafo XLVII.)

    7. a Ret irar los sitiales donde velaron los Caballeros, al empezar los Oficios del Viernes Santo. (Prrafo XLVII.)

    8 . A Colocar con la debida anticipacin los almohadones que han de servir para la Adoracin de la Santa Cruz, y reti-rarlos inmediatamente despus de esta ceremonia, auxiliados por los Ujieres de Barra . (Prrafo LILI.)

    9 . a Distribuir y recoger las velas encendidas para los Fu-nerales. (Prrafos LXVI y LXVIII.)

    LXXVI. Pa ra colocar las velas y hachas habr dos Lach-ros prximos las verjas del Presbiterio, derecha izquier-da del mismo. Y para las Palmas el Domingo de Ramos, uno dos Palmeros, situados de manera que, siendo fcil su acceso, no impidan la vista del Altar. (Lminas primera y segunda.)

    CAPTULO VII

    LXXVII. - N todas las funciones religiosas que cele-bre el Captulo de la Orden, los Caballe-

    " ros llevarn el manto, cordones y birre-te, con guantes blancos, excepto en las del Viernes Santo y de Honras Fnebres por sus Hermanos de Hbito difuntos, que usarn guantes negros ( 8 2 ) .

    LXXVIII . El Estandarte y la Espada de Godofredo ( 8 3 ) , cuando con arreglo este Ceremonial se lleven, se colocarn durante la funcin en el Armero situado, como queda dicho, la izquierda del sitial del Presidente del Captulo, sea del Coro del Evangelio ( 8 4 ) .

    LXXIX. Los Maestros de Ceremonias, conforme se orde-na en los ESTABLECIMIENTOS ( 8 5 ) , usarn puntero de plata de metal blanco, con su cordn y borla de seda roja hilo de plata, y lo llevarn pendiente de la mueca del brazo derecho para rec ib i r la Sagrada Comunin, las Velas, Ceniza y Pal-mas, adorar la Santa Cruz y para toda accin en que hayan de usar la mano derecha; pues en la izquierda han de tener siempre el birrete y el libro de rezo, como se dispone en el p-rrafo VIL

    LXXX. En toda poblacin donde resida nmero suficiente de Caballeros de la Orden, el ms antiguo de ellos deber re-unidos para celebrar Capitularmente las funciones religiosas

    (82) Vase la nota 55. (83) Vase la nota 5. (84) Vase el prrafo VI, y lmina segunda. (85) Vase el ESTABLECIMIENTO XX1ILDeberes de los Maestros de Cere-

    monias.

  • prescritas en el ttulo VII de los ESTABLECIMIENTOS, que lleva por epgrafe Funciones Religiosas.

    LXXXI. Si, lo que no es imposible, el Excelentsimo y Re-verendsimo Sr. Pa t r ia rca de Jerusaln, Gran Maestre de la Orden, asiste las funciones religiosas de la misma, se le pre-parar sitial prelaticio con el mayor decoro en el Presbiterio al lado del Evangelio, y ser recibido y despedido con arreglo al ceremonial del prrafo LXX; pero los Presidentes se quedarn sus lados durante toda la funcin para asistirle con el ho-nor que corresponde al Jefe superior inmediato de toda la Orden.

    LXXXII . Los Caballeros de otras Ordenes Militares, que deseen asistir las funciones de la del Santo Sepulcro, habrn de verificarlo con manto y birrete, y se les dar por cortesa y deferencia lugar honorfico inmediatamente despus de los Presidentes de uno y otro Coro.

    LXXXIII . El puesto de honor de los Caballeros de esta Or-den en las Procesiones del Santo Entierro y del Santsimo Cor* pus Christ i, vistiendo el uniforme de la Orden, es los costa-dos de la carroza andas en que vaya la Urna, Sepulcro del Seor, la Custodia con el Santsimo Sacramento.

    LXXXIV. .Si en la fiesta del Santsimo Corpus Christ i hubiese procesin dentro del Templo, se pract icar todo lo prevenido en el prrafo X L V .

    LXX XV. En las bendiciones solemnes con el Santsimo Sacramento, que se dan la terminacin de algunas funcio-nes, se postrarn los Caballeros, como se ordena en el prra-fo XVII; no ser que tengan velas encendidas, en cuyo caso no se postrarn.

    LXXXVI. Siempre que haya Aspersin del Coro antes de la Misa, se ejecutarn las ceremonias del prrafo XXX.

    LXXXVI1. La Ceniza se tomar por el Captulo, si asiste esta ceremonia, en la misma forma que las Velas el da de la Purificacin de nuestra Seora y las Palmas el Domingo de Ramos, segn los prrafos XXIV y XXXI. Y se observar

    2 57 >

    durante la Misa lo ordenado en el Captulo II de la Primera Parte.

    LXXXVIII . Cuando una Procesin con el Santsimo Sa-cramento pasase por la Iglesia en que la Orden celebra sus funciones religiosas, se preparar convenientemente un Altar en el atrio acera frente su puerta, que servir para colocar la Custodia y hacer estacin Su Divina Majestad, debiendo salir la calle recibirle y despedirle con hachas encendidas una Comisin de Caballeros, vestidos de uniforme y con el manto Capitular, cordones y birrete, nombrada al efecto por el Presidente del Captulo.

    LXXXIX. En las funciones religiosas en que celebre la Orden las festividades del Santsimo Corpus Christi, de la Santsima Virgen Mara, del Santsimo Sepulcro (principal de la Orden), de la Dedicacin de la Baslica del mismo ttulo en Jesusaln y otras , se observarn las mismas ceremonias pres-critas y consignadas en el Captulo II de la Primera Parte.

    XC. Pa r a la celebracin de las funciones religiosas pre-ceptuadas en el Ttulo VII de los ESTABLECIMIENTOS, se elegi-rn con preferencia las Iglesias que hayan sido de la Orden, que lleven el ttulo del Santo Sepulcro, que pertenezcan hayan pertenecido la Orden de San Agustn. En todo caso, corresponde hacer esta eleccin privativamente al Presiden-te del Captulo, al Caballero ms antiguo de los congrega-dos en provincias para celebrar capitularmente dichas fun-ciones.

    XCI. Aunque por regla general no es permitido llevar ar-mas ofensivas al recibir los Santos Sacramentos de la Con-firmacin, Penitencia, Comunin, Extremauncin y Matrimo-nio, sin embargo, los Caballeros de las Ordenes Religioso-Mi-litares pueden recibirlos llevando la espada que se les ci solemnsimamente al tiempo de su institucin, aun cuando no sea la misma espada que sirvi para esta Sagrada Ceremonia: como lo prueban hasta la evidencia el P. Andrs Mendo, de la Compaa de Jess, en sus eruditas D E ORDINIBUS MILITARIBUS

  • DISQUISITIONES (Salamanca, 1657) ,Disq . XII, QucestA, num.43 ad 56; el mismo, en su otra obra no menos docta, D E LAS OR-DENES MILITARES (Madrid, 1681 ) , Lib. V, Cap. IX, num. 63 70; y el Doctor D . Bernardino Antonio Francos Valds, Religioso d la Orden de Santiago, Catedrtico de Leyes, De-cano de esta Facul tad en la Universidad de Salamanca, en su clebre LAUREA LEGALIS (Salamanca, 1740 ) , Tomo II, Part. 11, Trat. XII, Qiuvst. 8, num. 1 ad 3.

    X C I I . Los Clrigos Caballeros, por ms que al instituir-los se les da la espada como los otros de la Orden, nunca pueden llevarla (86) ; slo el manto y cordones sobre la sotana, y el birrete para la cabeza, y esto nicamente cuando asistan en forma de Captulo con los dems Caballeros las funcio-nes religiosas, segn lo prevenido en el ESTABLECIMIENTO XXIX, prrafo V.Si en estas funciones predican ante el Captulo, vestirn, bajo el manto, sobrepelliz roquete si son Canni-gos y gozan de privilegio especial para usarlo fuera de sus propias Iglesias. Las Oraciones Fnebres se pronunciarn sin sobrepelliz ni roquete. Pero con este traje, es decir, con la so-brepelliz roquete, manto, birrete y cordones, no podrn ad-ministrar en ningn caso los Santos Sacramentos.

    X C I I I . En las funciones solemnes, al tiempo de salir el Captulo la Iglesia y volver la Sacrista, podr tocar la or-questa el rgano, y lo mismo la entrada salida de las Personas Reales (en este caso la marcha Real de Infantes) Prelados, quienes acompae el Captulo; y durante la Misa rezada. Pero no el Mircoles de Ceniza, ni las Tinieblas, ni al regresar la Sacrista despus de los Oficios del Jueves Santo, ni la salida y vuelta el Viernes y Sbado Santos, ni para las Honras Fnebres; porque, en stas y otras ocasiones semejantes de luto y tristeza, la entrada y salida del Captulo ha de ser en profundo silencio.

    (86) E n la Orden de Sant iago, es taba permit ido los Frei les-Clrigos llevar espada cuando iban de camino.

    X C I V . El Presidente del Captulo, en las funciones reli-giosas, tiene reclinatorio, como representante del Gran Maes-tre de la Orden; mas se abstendr de semejante honor cuando asistan Personas Reales el Prelado Diocesano (87); slo usar entonces el almohadn, y en este caso no lo tendr el Presi-dente del Coro de la Epstola. Pa ra las Tinieblas, la tarde del Jueves, y Oficios del Viernes y Sbado Santos, el reclinatorio estar desnudo y sin ningn orna to , como el Altar de los Ofi-cios, y los almohadones sern negros morados. Pero al en-tonarse el Gloria el Sbado Santo, los Ujieres lo adornarn rpidamente en la forma acostumbrada para las fiestas so-lemnes.

    X C V . Asimismo, el Presidente del Captulo debe abste-nerse de dar el agua bendita las Personas Reales y Prelados al entrar y salir de la Iglesia; pues darla es privativo del Sacerdote ms caracterizado de aquella Iglesia, como decret muchas veces la Sagrada Congregacin de Ritos.

    X C V I . En las Misas solemnes del Santsimo Corpus Christi, Santsima Virgen, Santsimo Sepulcro, Dedicacin de la Baslica del mismo y Aniversario d la Conquista de Jerusa-lcn, Honras Fnebres y de otras fiestas de primera clase, no estando patente el Santsimo Sacramento, podr pract icarse el acto que en las Catedrales ,se llama la Ofrenda. Esta ma-jestuosa ceremonia se verifica inmediatamente despus de leer el Ofertorio el Celebrante, yendo al Al tar y volviendo al Coro el Captulo como para recibir las Candelas, Ceniza y Palmas , besando la mano del Celebrante, que estar de cara al pueblo entre los Diconos, y depositando cada Caballero en las ban-dejas, que tendrn dos Aclitos delante de los Diconos, sin volverles la espalda, la cantidad previamente acordada por el Captulo. Los Maestros de Ceremonias ofrecern los ltimos.

    XCVII. Como quiera que en la Orden Militar del Santo Se-pulcro jams hubo Damas seglares, siendo stas de muy mo-

    (87) A no ser que stos lo pe rmi tan .

  • T SO

    derna creacin, y sin otra prerrogat iva que el uso de la Cruz de oro esmaltada pendiente de la correspondiente cinta, sin permitrseles llevar el manto, ni sealrseles lugar alguno en los Captulos de los Caballeros, segn consta en el Breve de Su Santidad Len XIII de 3 de Agosto de 1888; estas Damas no podrn tener tampoco puesto especial en las funciones re-ligiosas de la Orden, y muchsimo menos en el Coro de los Caballeros, por resultar adems poco serio y aun anticanni-co, pues est absolutamente prohibido las mujeres ocupar si-tio preferente en parte alguna del sagrado recinto, no siendo Personas Reales , que gocen el derecho de Pat ronato en el Templo donde se celebre la funcin, posean privilegio ex-preso de Su Santidad al efecto. As se ordena en las Consti--tildones Sinodales de muchas Dicesis de Espaa, en armo-na con las DECRETALES y varias resoluciones de las Sagradas Congregaciones del Concilio y de Ritos.

    CAPTULO VIII

    FICIOS de Semana Santa: DOMINGO DE RAMOS, JUE-VES (con Comunin) y VIERNES SANTO, por la ma-ana.

    2 . Fiesta del .SANTSIMO SEPULCRO, (principal de la Orden), la Dominica segunda despus de Pascua de Resurreccin, la Misa.

    3. Fiesta del SANTSIMO CORPUS CHRISTI, la Misa y Proce-sin, si se verifica inmediatamente despus de la Misa que asista el Captulo.

    4 . Festividades de la Santsima Vi rgen , Pa t rona de la

    Orden ( saber, CONCEPCIN, NATIVIDAD, ANUNCIACIN, PURIFI-CACIN y ASUNCIN), la Misa y Comunin en todas.

    5. Fiesta de la DEDICACIN DE LA BASLICA DEL SANTSIMO SEPULCRO EN JERUSALN Y ANIVERSARIO DE LA CONQUISTA DE LA SANTA CIUDAD POR LOS CRUZADOS, el 15 de Julio, la Misa.

    6 . HONRAS FNEBRES POR LOS CABALLEROS, en la Octava de la Conmemoracin de los Fieles Difuntos, la Vigilia y Misa.

  • D E A R M A R C A B A L L E R O Y D A R E L H B I T O

    D E L A

    E N

    JERUSALEM

  • *S> 65

    CEREMONIAL

    H I M N O

    NI, Crea tor Sp r i tus , N, Criador Esp r i tu amoroso ,

    Men tes t u r u m visi ta, Ven y visi ta el a lma que ti c l ama ,

    Imp le superna gr t ia Y con tu soberana grac ia inflama

    Qua? tu crest i pc tora . L o s pechos que cr ias te poderoso.

  • j u dceris Pa rc l i tus ,

    Alt ssimi dnum Dei ,

    F o n s vivus, ignis , c h a n t a s ,

    E t spiri tl is nct io .

    septifrmis m u e r e ,

    Dig i tus patrnse dxteras,

    T u rite p romssum Pa t r i s ,

    Sermone d i t t ans g t t u r a .

    ' ccnde lumen snsibus ,

    Infunde amren crdibus,

    Inf i rma nostr i crdibus

    Vi r tu te firmans prpet i .

    i stem repel las lngius

    Pacmque dones p r t inus ,

    Ductre sic te prsevio

    Vi tmus mne nxium.

    er te s c i m u s d a Pa t r em,

    N o s c m u s tque F i l ium,

    Tque u t r isque Sp r i tum

    Credmus mni t empore .

    o P t r i sit gloria

    E t Fil io, qui mor tu i s

    Surrxi t , ac Parc l i to ,

    In sceculrum scecula.

    men .

    , que abogado fiel eres l l amado,

    Del Alt simo don, pe renne fuente

    De vida e te rna , car idad ferviente,

    Esp i r i t ua l uncin, fuego sagrado .

    te infundes al a lma en siete Dones ,

    Fiel p romesa del Padre Sobe rano ,

    T eres el dedo de la d ies t ra m a n o ,

    T nos dic tas pa lab ras y r azones .

    lus t ra con tu luz nues t ros sen t idos ,

    Del corazn ahuyen ta la t ibieza,

    H a z n o s vencer la corporal flaqueza,

    Con tu e terna virtud fortalecidos.

    or ti nues t ro enemigo d e s t e r r a d o ,

    Gocemos de paz san ta du rade ra ;

    Y siendo nues t ro gua en la c a r r e r a ,

    Todo dao evi temos , y pecado .

    or ti al E t e r n o Padre conozcamos

    Y al Hi jo , soberano omnipo ten t e ,

    Y t i , Esp r i t u de ambos p roceden te ,

    Con viva fe y amor s iempre c r e a m o s .

    oda gloria sea dada al Padre E t e r n o

    Y al Hijo, de la mue r t e vic tor ioso,

    Y al Soberano Esp r i tu amoroso

    Ahora y s iempre y por siglo s e m p i t e r n o .

    . mn ( i ) .

    Emt te Spri tum tuum et creabntur .

    E t renovbis fciem te-rree .

    Enviad , Seor, vuestro Espri tu, y sern creadas todas las cosas.

    Y renovaris la faz de la tierra.

    (i) Es ta bellsima traduccin es debida al Muy Rdo. P . Fr . Diego Gonzlez , del Orden de San Agust n, uno de nues t ros poetas clsicos ms eminen tes .

    6 7

    Dmine, exudi orati-nem mam.

    El clamor meus at te v-niat.

    v Dminus vobiscum.

    E t cum spritu to. RMUS

    EUS, qui corda fidlium sancti Spritus illustra-

    tine docusti: da nobis in edem Spritu recta spere, et de ejus smper consolati-ne gaudre. Per Christum D-minum nostrum.

    Amen.

    Seor, escuchad mi ora-cin.

    Y mi clamor llegue Vos.

    o E l Seor sea con vos-otros.

    Y con vuestro espritu.