C:\fakepath\como serbuenorador
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Transcript of C:\fakepath\como serbuenorador
Ser
un b
uen o
rador
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estre
mezca u
na
estre
lla”
Toda comunicación tiene como meta intentar
convencer de algo a otro; es decir, persuadir
al otro de algo.
Siempre que hablamos queremos influir en
los demás de tal manera que obtengamos
una respuesta.
Cualquier cosa que digamos busca una
reacción en la otra persona.
Ningún mensaje es inocuo(Que no hace
daño).
Todo tiene un sentido.
Hasta el más insignificante de nuestros
gestos o de nuestras expresiones busca algo
en el otro, aunque ni nosotros mismos
seamos capaces de ser conscientes de ello.
Hasta el más inocente de los mensajes está
lleno de intención.
Cuando decimos "¡Qué día más bonito hace!"
buscamos la respuesta de la otra persona.
Podemos buscar que el otro confirme nuestra
aseveración(afirmación ), o bien que la
desmienta, o con ello pretendemos decir que
queremos ir al campo o a la playa, o a dar
una vuelta, o estamos comparando el día de
hoy con el ayer que estuvo lloviendo, o
simplemente expresar lo bien que nos
sentimos, etc...
Ningún mensaje es del todo
"aséptico“(desapasionado). Todo tiene su
intención.
Solemos automatizar de tal manera este tipo
de lenguaje que suele brotar
espontáneamente de nosotros de una manera
casi inconsciente.
Sin embargo cuando nos enfrentamos a un
público, el proceso suele ser el contrario.
Primero debemos identificar cual es el
mensaje que realmente queremos expresar y
luego encontrar las palabras que mejor lo
hagan. De esta manera transformaremos
nuestra comunicación en un proceso
totalmente consciente, controlado.
El orador no debe aspirar únicamente a
informar, ya que como hemos dicho esto es
prácticamente imposible. Lo que buscamos
siempre es influir en los demás y por ello
cuanto más atractivo hagamos nuestro
discurso más fácilmente lograremos
transmitir nuestro mensaje sin que por ello
perdamos un ápice de seriedad.
Todo orador pretende que su audiencia se
muestre de acuerdo con su postura y que
incluso ello le mueva a una acción (para un
político conseguir que ese público le vote,
para un actor que se reconozca su talento y
que se le aplauda, para un conferenciante
conseguir que los demás acaten sus puntos
de vista).
Por eso lo más importante es no aburrir.
Si aburrimos a nuestro público podemos estar
convencidos de que su atención se disipará y
terminará por no hacernos caso por lo que
nuestro mensaje no le llegará.
Para lograr la atención del público todo vale:
ser muy agresivo, provocar, ser divertido,
alternar nuestras palabras con las de otros
oradores , ilustrar mediante presentaciones,
gráficos, etc...
Sin embargo, debemos medir bien todo esto que hacemos puesto que la forma en cómo presentemos nuestros argumentos será decisivo a la hora de ser enjuiciado el mensaje que pretendemos transmitir.
Normalmente suele ser aconsejable centrar nuestro discurso en un solo objetivo fundamental, aunque lo podamos adornar con dos o tres objetivos secundarios adicionales.
No conviene abrumar a la audiencia con
multitud de mensajes, puesto que lo que
pretendemos es mover a ese público hacia
una acción concreta, y la profusión de
mensajes lo único que puede provocar es
descentrar al público sobre lo que realmente
pretendemos de ellos.
Por eso para ser un buen orador, que capte la
atención de un público, lo entretenga,
resulte interesante y sea persuasivo,
debemos comenzar, como siempre, por
determinar cual va a ser realmente el
objetivo de nuestro discurso.
Tenemos cantidad de ejemplos sobre la
dificultad que implica a muchas personas
dirigirse a un público.
Lo curioso es que esta dificultad no sólo se
centra en la facilidad de palabra o de
pensamiento del orador, de su facilidad para
dirigirse a un auditorio.
(c) 1997-2008 Trace Communication, S.L. Todos los derechos
reservados.
El éxito comienza antes del momento de
hablar en público. Si deseas comunicar una
idea a tu público (puede ser de una o de mil
personas), dedica el tiempo necesario a
preparar e investigar muy bien sobre tu
tema.
Reflexiona por un momento sobre a quién le
vas a hablar y pregúntate cómo vas a
responder a sus intereses y expectativas.
El reto es ganar y mantener su atención
desde la introducción hasta la conclusión del
tema empleando las palabras correctas, un
tono de voz adecuado y un lenguaje corporal
convincente.
Esto se logra practicando previamente la
presentación. Es importante evitar la
improvisación, debes escribir tus ideas
principales y practicar hasta que no
dependas de ellas.
El buen uso de las evidencias necesarias, el
manejo adecuado de medios audiovisuales y
un formato ad hoc (especificamente para
esto) al objetivo del tema te permitirán ser
conciso y claro cuando hables en
público. Las ayudas audiovisuales solamente
son una herramienta de apoyo, debes
mantenerte en el centro de la presentación.
Sin embargo es importante que procures que
las evidencias estén a mano y que las ayudas
audiovisuales sean claras.
Una sonrisa sincera y un entusiasmo
contagioso te harán sentirte mejor y harán
que tu público sea más receptivo. Mantén el
entusiasmo durante toda tu presentación.
Empieza a marcar la diferencia en tus
presentaciones. Practica todos los días estas
recomendaciones y poco a poco empezarás a
ser más creativo e innovador hasta ganar la
habilidad de hablar en público exitosamente.