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  • PSICOLOGIA:Sistemas y TeorasJAMES P. CHAPLIN St. Michael's College

    T. S. KRAWIEC Skidmore College

    TERCERA EDICION

    Traducido al espaol por JO SE CARMEN PECINA

    C/nteMmeMaiJia.Mxico - Argentina - Espaa - Brasil - Colombia - Chile - Ecuador - Per - Uruguay - Venezuela

  • I5Percepcin:

    Tendencias contemporneas

    Kurt Koffka, el psiclogo gestaltista, dijo una vez que el problema bsico de la psicologa perceptiva estaba en responder a la pregunta: por qu las cosas se ven como se ven? Con su interrogante no quera desde luego limitar la percepcin a procesos visuales. Quera ms bien decir que fundamentalmente percibir consiste en experimentar objetos -or, ver, gustar, sentir y oler- para discriminar entre cosas y experimentar una palabra significante. El psiclogo perceptivo busca pues los mecanismos que hacen a nuestro mundo organizado y significante.

    Hemos visto cmo la psicologa perceptiva clsica destac el problema de espacialidad y la organizacin de estmulos dentro de agrupamientos significantes. Siguiendo esta tradicin las escuelas mantuvieron la estrecha relacin entre psicologa sensorial y perceptiva. La contestacin a la pregunta de Koffka se busc enteramente dentro del marco de la tradicin asociacionista y emprica, con excepcin naturalmente del grupo gestaltista que propugn una interpretacin innatista de los procesos perceptivos.

    Pero de vez en cuando hubo indicios de insatisfaccin ante el estado de la psicologa perceptiva por parte de los que queran ensanchar su alcance para abarcar el estudio de cmo los determinantes centrales -motivos, emociones, actitudes y otros- influyen en nuestras interpretaciones de los datos sensoriales en bruto. La experiencia perceptiva, indican estos crticos, es slo en parte una funcin de las condiciones del estmulo y de las asociaciones a que acude la memoria para hacerla significativa. Sin embargo, no fue sino hasta despus de la Segunda Guerra Mundial cuando el campo de la percepcin

    sufri una revolucin, en cuyo curso los tipos tradicionales de experimentacin perceptiva y do teorizar quedaron opacados por la bsqueda de determinantes centrales. Durante algunos aos el campo estuvo dominado por la investigacin del papel de determinantes centrales relativamente simples, tales como carcter y motivos, y de determinantes muy complejos, tales como actitudes y rasgos de personalidad.

    Adems los antiguos problemas de anlisis y sntesis experimentaron reformulacin. Se llev el anlisis cada vez ms lejos de los rganos sensoriales y de la sensacin para acercarlo a los centros cerebrales superiores y a procesos mentales ms intrincados. Medio siglo despus que William James sealara que parte considerable de lo que percibimos procede de nuestras propias cabezas, los psiclogos posblicos estaban recalcando que el significado, producto final de la percepcin, no deriva de estmulos sino que se debe en gran parte al observador. As pues, las cosas no son lo que parecen. Nuestras percepciones del mundo y de la gente en l quedan determinadas por factores acti- tudinales emotivos, motivacionales y evaluadores, en la misma medida en que quedan determinadas por estmulos provenientes del mundo externo.

    Con todo, pese a esos avances revolucionarios la psicologa perceptiva conserva su vinculacin con la historia. Y todava es posible discernir en el pasado las fuentes y los cimientos evolutivos de la teora contempornea. Siguiendo nuestro procedimiento habitual vamos a examinar primero los ltimos progresos dentro del conocido mai co de los puntos de vista gestaltista, behaviorista y

    L

  • 1X4 Percepcin: Tendencias contemporneas

    funcionalista. Luego procederemos a estudiar las teoras ms revolucionarias del estado directivo y la elaboracin de informacin as como otros progresos actuales de inters dentro del campo.

    T e o r a g e s t a l t is t a c o n t e m p o r n e a

    Nuestro resumen de la teora gestaltista en el captulo precedente cubri las leyes fundamentales de las formas..Empleando esos principios los psiclogos gestaltistas intentaron explicar la naturaleza organizada y significante de procesos perceptivos. Pero llevada a este punto, la teora es incompleta. Primero, subsiste el problema de relacionar fenmenos perceptivos con los procesos corticales subyacentes segn el principio de isomorfsmo. Como se recordara, isomorfis- mo es la respuesta del psiclogo gestaltista a la cuestin tradicional de mente-cuerpo, y en ella procura enlazar los campos neurol- gico y psquico. Segundo, hay el problema de relacionar los procesos perceptivos con la memoria. Fiel a su orientacin molar, el psiclogo gestaltista se niega a levantar vallas entre procesos psquicos, y conforme a las mejores tradiciones de la escuela busca las leyes de interrelacin en los diversos procesos mentales. Vamos a abordar primero este problema para retornar despus a la cuestin del isomorfsmo y de los campos cerebrales.

    E l vestigio de memoria

    Cuando percibimos un evento y despus recordamos nuestra experiencia al cabo de un intervalo de tiempo, podemos inferir que la percepcin original dej un vestigio en la corteza cerebral. Por el momento no es necesario dar una explicacin neurolgica de dichos vestigios. Esto lo veremos ms detenidamente despus. Por ahora podemos pensar en los vestigios de memoria como una suerte de modificacin fisiolgica del cerebro, probablemente en el nivel neuro- nal. Hasta aqu nuestro anlisis no se ha limitado a la escuela gestaltista, sino que representa un punto de vista aceptado ordinariamente por casi todos los psiclogos. En efecto, el sentido comn exige una hiptesis como sta, porque es difcil comprender cmo la memoria podra funcionar en ausencia de cierta clase de modificacin estructu

    ral en el cerebro. Pero en este punto dejamos la tradicin, pues la visin no cientfica o del sentido comn acerca de la memoria procede a explicar el olvido como desvanecimiento gradual de vestigios con el transcurso del tiempo. En una forma algo ms elaborada semejante teora de desuso gan tambin apoyo en crculos cientficos (ver cap. 9).

    Sin embargo, los psiclogos gestaltistas rechazan semejante teora pasiva y de deterioro sobre la retencin. De hecho, se adopta precisamente la opinin contraria, a saber, la memoria es un proceso dinmico donde los vestigios experimentan cambios progresivos segn los mismos principios de organizacin que rigen las percepciones originales. Los vestigios imperfectos o vagos tienden a transformarse en formas mejores, del mismo modo que los estmulos perceptivos incompletos tienden a percibirse como figuras buenas . En niveles ms complejos, conjuntos mal organizados de vestigios se organizan mejor para formar estructuras cognoscitivas (1) ms firmes. Adems, las constelaciones de memoria pueden mezclarse con experiencias posteriores -proceso llamado inhibicin retroactiva (2) por tericos del aprendizaje con tendencia asociacio- nista- o incluso con procesos actitudinales o emotivos, con el resultado de que una reorganizacin considerable de la imagen mental original tiene lugar despus de algn tiempo.

    El experimento bsico que ilustra la naturaleza de cambios en los vestigios mnemni- cos fue efectuado por Wulf (1922), quien emple figuras geomtricas simples de formas irregulares que les mostraba a sus sujetos durante cinco segundos. A continuacin les peda a los sujetos dibujar las figuras de memoria en intervalos de 30 segundos, 24 horas y 1 semana. Los hallazgos de Wulf se compendian bajo los principios de agudizacin, nivelacin y normalizacin. En casos en que la figura original era dbil, el sujeto tenda a agudizarla en una figura mejor. En cambio, una figura demasiado bien marcada experimentaba nivelacin en la memoria. En suma la tendencia general era normalizar las figuras.

    (1) Tornamos de Krech y Crutchfield (1948) el trmino 'estructura como variable que interviene.

    (2) Ver captulo 9.

  • Percepcin: Tendencias contemporneas 115

    El experimento original de Wulf ha sido repetido con resultados variables. En el lado positivo, J. J. Gibson (1929) observ que cuando a los sujetos se presentan formas visuales simples y se les solicita recordarlas algn tiempo despus, efectivamente se dan distorsiones. Resultados similares fueron conseguidos por Bartlett (1932), quien obtuvo reproducciones sucesivas de figuras por sujetos diferentes del mismo modo en que se transmiten rumores. Esto es, el sujeto uno trazaba la figura, mostraba su reproduccin al sujeto dos, el cual luego de dibujarla de memoria la mostraba al sujeto tres, y as sucesivam ente. En la figura 5-1 se aprecian muestras de los resultados de Gibson y Bartlett. Resultados similares los obtuvieron Bartlett (1932), y G. W. Allport y Postman (IS47) con materiales verbales. A los sujetos se les relataban historias o rumores y luego se recordaban al cabo de periodos variables de tiempo. Era evidente una distorsin considerable, y los resultados tendan a respaldar la postura gestaltista.

    Sin embargo, segn han mostrado Carmi- chael, Hogan y Walter (1932), parte de la distorsin obtenida puede deberse a suposiciones hechas acerca de las figuras en el momento de la presentacin original. Como lo demuestra la figura 5-2, si las formas perceptivas reciben un nombre, las reproducciones subsiguientes se asimilarn a la forma sugerida. Es muy posible que por lo menos algunos sujetos den nombre a las figuras de inspeccin aun cuando no se les haya instruido explcitamente a que lo hagan.

    Otra dificultad reside en el hecho de que al someter a prueba los recuerdos de los sujetos, el mtodo empleado (reconocimiento o reproduccin) afecta en gran medida a los resultados obtenidos. Por ejemplo, Rock y Engelstein (1958) hicieron que algunos sujetos reconociesen las figuras de inspeccin visual y otros las reprodujesen, sometiendo a prueba a cada sujeto al cabo de un intervalo tras la exposicin original. En pruebas de reconocimiento los sujetos mostraron poco o ningn deterioro de exactitud incluso despus de un mes, mientras que los que intentaban reproducir las figuras mostraron deterioro marcado.

    Los crticos han sealado asimismo que en experimentos que requieren pruebas repetidas de memoria, cada prueba representa no slo una valoracin de sta, sino que es

    en efecto un periodo de prctica que refuerza errores y distorsiones. Claro, a la luz de stas y otras crticas se necesita bastante investigacin adicional antes que puedan resolverse las cuestiones de metodologa y teora.

    Isomorfsmo y el cerebro

    Podemos retomar ahora a la segunda parte del programa gestaltista -e l problema de los mecanismos corticales de la percepcin. Despus de haber establecido de manera fe- nomenolgica que las imgenes mentales son conjuntos organizados y que la dinmica de las imgenes recordadas es la misma que la de las formas percibidas, los gestaltistas emprendieron la tarea de formular una teora de las correlaciones neurolgicas de las formas percibidas. Al hacerlo estaban intentando confirmar la hiptesis general de que los campos corticales operan segn principios de tipo gestaltista. Se recordar por nuestra exposicin anterior (cap. 4) que para clarificar su posicin los psiclogos gestaltistas le opusieron el isomorfsmo a la visin del sistema nervioso inspirada en la mquina (Khler, 1929). Esta ltima es ms o menos una concepcin esttica de los procesos corticales y equipara la actividad nerviosa con las funciones de una mquina incapaz de organizar o modificar lo que se le introduce. As, una mquina de memoria o computadora reproduce fielmente una imagen mental sin agudizacin, nivelacin ni normalizacin. Ms an, segn los psiclogos gestaltistas una visin de tipo mquina comporta una correspondencia punto por punto en tamao, forma y configuracin entre imagen mental y su equivalente cortical. Llevada a sus extremas consecuencias lgicas, semejante idea postulara que una fotografa cortical exacta y correspondiente a la configuracin fsica del estmulo se generase en el cerebro en cada percepcin. Ms exactamente, si uno estuviese mirando una cruz, las neuronas corticales del rea visual seran activadas en forma de cruz, con una correspondencia punto por punto entre la imagen retiniana y la corteza, y con una correspondencia similar entre imagen retiniana y figura estimuladora. Fue en oposicin a tal correspondencia literal entre imagen mental ycam po cortical que se postularon campos cerebrales isomrficos para relacionar las

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    0(1) (21 < ^ (3 ) ^ ( 4 ) Q ( 5 )

    jo (1! (2 ) (3) (4)GD 0 c3 O00 JL

  • P ercepcin: Tendencias contemporneas 1X7

    imgenes mentales con sus fundamentos ne urolgicos.

    Durante muchos aos Wolfgang Khler, uno de los fundadores de la psicologa gestaltista llev a cabo un programa de bsqueda diseado para investigar diversas facetas de la concepcin gestaltista del isomorfismo y de los campos cerebrales corticales. Al formular su hiptesis tom por punto de partida

    el concepto de que los procesos corticales operan de manera anloga a campos de energa elctrica. Quiz la ilustracin ms sencilla es el comportamiento de un campo electromagntico de energa alrededor de un imn (ver fig. 5-3).

    En campos magnticos inalterados las lneas de fuerza estn en equilibrio. Si se introduce una alteracin, el campo ser puesto

    FIGURA LISTA 1 DE REPRODUCIDA PALABRAS

    FIGURASESTIM ULADORAS

    LISTA 11 DE PALABRAS f

    FIGURAREPRODUCIDA

    0

    Cortinas < - en una

    ventana

    Diamante dentro de u n ->

    rectngulo 0 < - Frasco s Estribo - >f < Luna en fase creciente c Letra ."C " c

    Colmena A Sombrero ->oo Anteojos OO Pesas > o o

    7 Siete 7 Cuatro - > HO Timn O Sol -> &K < Reloj de arena X Mesa - > X

    Haba Qr? Canoa - > < - Pino 6 Pala - > 6s

    Escopeta

    Dos 2Escoba

    Ocho

    Fg. 5-2. Influjo de clasificaciones verbales en el recuerdo de formas visuales. Las figuras estimuladoras aparecen en el centro; las reproducciones como funcin de las clasificaciones adjuntas se muestran a la derecha y a la izquierda de dichas figuras. (Segn Carmichael, L. H., Hogan, P., y Walter, A. A. An experimental study of the efFect of language on the reproduction of visually perceived forms .Journal o f Experimental Psychological, 1932,15, p. 80. Copyright 1932 por la American Psychological Association. Reimpreso con autorizacin.)

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    Fig. 5-3. Campo magntico de energa.

    temporalmente en estado de desequilibrio. Pero ocurrir rpida realineacin de las lneas de fuerza y se restablecer el equilibrio. Es igualmente importante reconocer que tal campo es un continuo, y que todo lo que afecta a una parte del campo afecta a todas en cierta medida.

    Aplicado lo anterior a la corteza cerebral, sugiere Khler (1940) que los procesos electromecnicos del cerebro pueden establecer campos de actividad neuronal en respuesta a los impulsos sensoriales que llegan a las neuronas aferentes. Por ejemplo, si uno fija la mirada en un estmulo sencillo de figura- fondo, una cruz blanca contra un fondo de gris uniforme por ejem plo, se activarn eventos electromecnicos dentro del rea visual de la corteza occipital que son isomrfi- cos al patrn estimulador. La cruz la representarn fuerzas electromotoras bastante fuertes en la corteza que se van desvaneciendo desde el lmite hacia afuera. En efecto, se establece entonces una figura-fondo neu- rolgica en la corteza a causa de diferencias potenciales existentes entre reas adyacentes del tejido. A su vez esta figura-fondo cortical corresponder isomrficamente a la figura y al fondo observados en forma fenome- nolgica.

    Ahora bien, la nica prueba directa de esta teora no puede ser ms que un examen del cerebro vivo con osciloscopios lo bastante sensibles para demostrar dichos efectos, en caso de que realmente ocurran. Hasta ahora no hay una manera factible de efectuar el experimento, as que ha de recurrirse a mtodos indirectos.

    La cosa ms cercana a una demostracin directa de campos corticales son los estudios electroencefalogrficos de Khler y Held (1949), donde se muestra que ocurren dife

    rencias potenciales en la corteza visual, cuando un objeto de la prueba se desplaza a lo largo del campo visual del sujeto. Hasta cierto punto se observ la configuracin prevista, pero por desgracia el electroencefalograma puede medir slo signos elctricos relativamente indefinidos y complejos de actividad cortical tal como aparecen sobre la superficie del crneo, y es por tanto incapaz de trazar el contorno de una figura- fondo cortical, en caso de que verdaderamente exista.

    A pesar de ello, Khler y Wallach (1944) han abordado tambin el problema desde el ngulo fenomenolgico. He aqu sucintamente su razonamiento: si puede demostrarse que el cerebro acta como si estuviese creando campos corticales isomrficos ante los esquemas de la prueba, se demostrar que la teora isomrfica es por lo menos verosmil y compatible con fenmenos perceptivos. Se han hecho tales demostraciones en trminos de fenmenos de saciedad, cuyos aspectos especialmente interesantes son los efectos persistentes de figura que estudi por primera vez J. J. Gibson (1933).

    Khler propone adems que, si la corteza visual efectivamente crea campos elctricos isomrficos con configuraciones de estmulo, dichos campos experimentarn cambios en la corteza si son mantenidos activos durante periodos sumamente largos. De hecho, este efecto puede mostrarse en neuronas aisladas, donde se ha demostrado que se realizan varios cambios electrotnicos bajo estimulacin prolongada (Fulton, 1946, p. 69). Regresando al aspecto perceptivo, supongamos que fijamos la vista sobre una figura durante un lapso de tiempo mayor al que normalmente le dedicamos en el curso de nuestras rpidas miradas cotidianas a los objetos que nos rodean. En la apariencia de tales figuras ocurrirn cambios que son explicables en trminos de procesos corticales? Khler y Wallach (1944) piensan que esto sucede en los efectos persistentes de figura. El lector puede demostrarse el fenmeno de espectros persistentes de figura siguiendo las instrucciones dadas bajo la figura 5-4.

    Al relacionar esos efectos persistentes con eventos corticales, Khler y Wallach proponen que el rea cortical estimulada por cuadros negros se sacia, y como consecuencia los cuadros blancos se distorsionan lejos del rea de la estimulacin inicial. O en trmi

  • Percepcin: Tendencias contemporneas 119

    nos fisiolgicos, la parte de la corteza cerebral que est polarizada se sacia con corrientes directas, como resultado de estimulacin prolongada desde los receptores visuales cuando se fija la vista en la figura de inspeccin. En tales reas surge resistencia creciente. Y cuando una nueva estimulacin llega a la corteza como consecuencia de examinar la figura de prueba, las corrientes corticales resultantes fluirn hacia reas menos saciadas de menor resistencia. Una explicacin similar se utiliza para aclarar las figuras reversibles (ver fig. 5-5). Cuando la corteza visual se sacia, la figura escapa cambiando tanto fenomenolgica como corticalmente.

    Otras demostraciones no menos sorprendentes han mostrado que la fijacin de lneas curvas har que una lnea recta observada despus parezca curva. Puede lograrse que cambien los ngulos y hasta las ilusiones pueden desaparecer (Khler y Fishback, 1950) debido a tales efectos de saciedad. Los hallazgos anteriores se han extendido a otras modalidades sensoriales. Vase a Spitz (1958) para una resea de la investigacin en este campo.

    No todos los psiclogos estn dispuestos a aceptar los efectos persistentes de figura

    como demostraciones convincentes de la existencia de procesos isomrficos dentro de la corteza. La literatura crtica es demasiado vasta para estudiarla aqu. Consulte el lector interesado a F . H. Allport (1955), Ganz(1966) y Spitz (1958). Como ocurre en casos de opiniones contradictorias respecto a la validez de hallazgos de investigacin, slo el tiempo y la experimentacin ulterior darn la respuesta final.

    Al terminar nuestra exposicin de la teora gestaltista perceptiva, parece apropiado indicar que, aun cuando la escuela como tal ya no existe, su influjo sigue dejando su huella en la investigacin y en la teora perceptiva contemporneas. Ya hemos mencionado (cap. 3) la investigacin de Hubel y Wiesel relativa a procesos visuales de orden superior, investigacin cuyo espritu e intei-preta- cin pertenecen a la orientacin innatista. Asimismo se puede detectar una influencia gestaltista considerable en anlisis de la percepcin basados en la teora de informacin, que se examinarn ms adelante en el presente captulo. La psicologa gestaltista ha influido profundamente en el libro de psicologa cognoscitiva (1967) escrito por Neisser y que gan un premio, aunque el autor no

    Fig. 5-4. Demostracin del efecto persistente de figura. (Segn Khler y Wallach, 1944.) Fije la vista sobre X en la figura de inspeccin durante 35 40 segundos; despus cambie la fijacin directamente hacia X en la figura de prueba. Los cuadrados de la izquierda de la figura de prueba parecen separados, mientras que los de la derecha parecen ms prximos. Puesto que el rectngulo negro situado en el extremo izquierdo de la figura de inspeccin se encuentra entre los cuadrados izquierdos de la prueba, al cambiar la mirada los rectngulos de la prueba se desplazan del rea saturada. Asimismo, al cambiar la mirada los dos rectngulos negros del lado derecho de la figura de inspeccin quedan fuera de los cuadrados de prueba colocados en el extremo derecho y los comprimen": A veces se hace necesario repetir el experimento si no da resultado la primera vez.

  • 120 Percepcin: Tendencias contemporneas

    Fig. 5-5. Escalera reversible. Fije la vista sobre la figura durante algunos instantes, y la escalera parece estar de cabeza.

    coincida enteramente con ella. El hecho de que la orientacin fenomenolgica general del estudio de procesos mentales y conduc- tuales defendida por los gestaltistas sigue siendo tan actual como lo fue en 1930 y en 1940 se manifiesta adems en los avances de la psicologa existencial y humanista, que volveremos a tratar ms adelante en este libro. Finalmente sealamos como reveladores de una orientacin gestaltista los progresos de la teora perceptiva en psicologa social (ver cap. 16), particularmente los que emergieron del crculo de Lewin.

    U n m o d e lo c o n t e m p o r n e o a s o c ia c io n is t a d e la p e r c e p c i n

    Hebb est de acuerdo con los psiclogos gestaltistas en que en la percepcin los todos poseen caractersticas que trascienden las partes, pero opina que esa escuela ha exagerado la totalidad de la organizacin perceptiva. Y una cosa todava ms significativa, niega Hebb que la suposicin gestaltista de campos cerebrales organizados pueda explicar la organizacin perceptiva del nivel neu- rolgico. Al contrario, es un postulado fundamental suyo que la percepcin es en gran parte aprendida. Se asocia as con la tradicin emprica, especialmente con la rama asociacionista. Adems, en la construccin de su modelo neurolgico de procesos perceptivos se basa esencialmente en principios asociacionistas, y al hacerlo se aleja ms todava del punto de vista gestaltista.

    Pero Hebb declara abiertamente que se opone igualmente a cualquier explicacin en trminos de conexiones o vas corticales punto por punto, con las que se supone que

    se relacionan las experiencias perceptivas. En ello coincide con la teora gestaltista, que consider tambin totalmente inaceptable la visin de procesos corticales como un intercambio telefnico . De hecho, la teora perceptiva de Hebb es algo difcil de clasificar. Hebb acepta la validez de la nocin gestaltista relativa a la percepcin de figura-fondo como inherente y est igualmente de acuerdo con la oposicin gestaltista a una corteza que es meramente un intercambio telefnico. Por otra parte, niega la validez de la teora gestaltista de campo acerca de la actividad cortical e insiste en cambio en la localizacin especfica de la funcin en algn lugar dentro de la corteza durante alguna etapa del aprendizaje perceptivo. Aunque Hebb no se considere en absoluto un asociacionista, su teora depende en gran medida de los principios del asociacionismo con su tradicin emprica de poner el aprendizaje como base de la percepcin. Esta es nuestra justificacin para clasificar la teora de Hebb como asociacionista a pesar de cierto grado de eclecticismo en su orientacin general (3).

    El postulado ms fundamental de toda la teora de Hebb es el concepto de asamblea celular. Una asamblea celular es un grupo de neuronas corticales que guardan relacin funcional entre s o, ms simplemente, son circuitos de la corteza cerebral integrados por neuronas interconectadas. Ahora bien, el ms interesante y sugestivo de los postulados de Hebb es la suposicin ulterior de que dichas asambleas pueden desarrollarse por la prctica. En efecto, precisamente el fundamento de la teora de Hebb consiste en la suposicin de que las neuronas pueden asociarse funcionalmente entre s por aprendizaje (4). Ms exactam ente, sugiere que pueden lograrse asociaciones neuronales aprendidas gracias al desarrollo de nudos si- npticos o de terminaciones neuronales que se encuentran en estrecha proximidad con cuerpos celulares activos o con dendritas de otras neuronas (1949, pgs. 62-66).

    Por ejemplo, supongamos que una neurona sensorial que conduce a un rea primaria de la corteza produzca excitacin en sta.

    (3) La explicacin del mismo Hebb sobre cmo su teora vino a luz, se da en Koch (1959, pgs. 622-627).

    (4) La nocin no es nueva. Consltese a Morgan (1943, pgs. 518-525) para un examen de las bases nerviosas del aprendizaje.

  • Percepcin: Tendencias contem porneas 121

    La actividad se extender tambin a reas adyacentes de asociacin (ver fig. 5-6). Ahora bien, en la situacin muy esquematizada representada en la figura 5-6 las neuronas A, B, C, D, E y F sern excitadas sucesivamente. Supongamos asimismo que aunque la neurona X se halle en contigidad estrecha con la terminacin de la neurona C y con el cuerpo celular de B, no tiene suficientes nudos sinpticos para ser descargada por C. Sin embargo, tras repetida actividad en C pueden surgir nudos, igual que las plantas producen nuevos retoos si son estimuladas por varas electrificadas enterradas en el suelo. Cuando los nudos han proliferado en nmero suficiente, X se vuelve activa y a su vez puede hacer que B dispare. Cuando eso se hace posible tenemos una asamblea celular funcional. Mis an, en este caso nos hallamos tambin frente a un circuito reverberatorio, B-C-X-B, y as sucesivamente, capaz de mantener actividad durante un periodo incluso si ha cesado la excitacin externa.

    Este esquema sumamente simplificado no hace justicia a la complejidad del funcionamiento cortical. Ante todo, aclara Hebb que hay otras formas posibles de explicar el desarrollo de conexiones funcionales. Pero cualesquiera que sean los mecanismos precisos, el punto principal es que el desarrollo de dichas asambleas es una hiptesis esencial para la explicacin que da Hebb del aprendizaje perceptivo. Volveremos a ese problema muy pronto. Es igualmente necesario subrayar que los circuitos simples consistentes en unas cuantas neuronas no son realmente peculiares de las asambleas celulares. Recuerde el lector que la corteza cuenta aproximadamente con 9 000 millones de neuronas, y que hasta las asambleas celulares ms limitadas contienen millares de neuronas.

    Para continuar la exposicin que hace Hebb de la percepcin, se nos"pide considerar una figura extremadamente sencilla: un tringulo. Cmo llegamos a percibirla como tringulo? Tenemos algn sentido innato de triangularidad, o lo aprendemos en un simple acto de fijacin visual? Hebb asegura que ninguna de las dos explicaciones es adecuada. En efecto, presenta pruebas que sugieren que lejos de ser una cuestin sencilla el aprendizaje perceptivo es extremadamente complejo y depende del desarrollo de varias asambleas celulares.

    Con el propsito de simplificar las cosas, vamos a ver primero los hechos que sugieren que la percepcin de un tringulo y su reconocimiento como tal es un proceso complejo. En apoyo de su argumento cita Hebb el trabajo de Senden, quien seleccion expedientes de individuos que haban estado ciegos de nacimiento y cuya visin les fue restaurada en la madurez por operaciones quirrgicas. Se observ que tales personas tienen enorme dificultad para distinguir figuras geomtricas simples tales como tringulos y cuadrados. Cosa todava ms increble, esos pacientes tienen dificultad para aprender a asociar el concepto de tringulo con tringulos presentados visualmente, pese al hecho de que reconocen con el tacto figuras triangulares slidas. Cuando aprenden al fin el nombre de la figura.visual que les ha sido presentada muchas veces, no logran reconocerla si se les presenta en forma ligeramente alterada.

    Hebb (1949) informa sobre resultados similares logrados con animales criados en la obscuridad hasta que son lo bastante maduros para ser sometidos a pruebas con problemas de discriminacin'visual. Cita la investigacin de Riesen (1947) con chimpancs y su propio trabajo con ratas criadas en la obscuridad. En ambos casos Hebb constata que los datos experimentales recabados en animales corresponden a los datos clnicos conseguidos en sujetos humanos. Es decir, estos animales tienen gran dificultad con proble-

    Fig. 5-6. Esquema de asamblea celular y de circuito reverberatorio en el rea visual de la corteza cerebral. La figura se explica en el texto.

  • 122 Percepcin: Tendencias contemporneas

    Fig. 5-7. Tringulo que ilustra la teora de Hebb. La explicacin se da en el texto.

    mas que resuelven fcilmente los animales normales.

    Sugiere Hebb que el lactante humano normal debe pasar por una etapa similar de aprendizaje gradual en el perfeccionamiento de sus procesos perceptivos. En otras palabras, de nios fue necesario que todos tuvisemos muchas experiencias con tringulos antes que captsemos el concepto de trian- gularidad. No es un concepto simple adquirido en una experiencia y fcilmente transferido a situaciones semejantes. Al contrario, comporta primero el crecimiento de asambleas celulares que acten como vestigios mnemnicos de partes del tringulo original y luego el establecimiento de lo que llama Hebb frecuencia de fases que medien la experiencia total de un tringulo. Se recordar que las asambleas celulares son circuitos corticales funcionales desarrollados por el aprendizaje. Las secuencias de fase son esencialmente asambleas de asambleas celulares. Retomemos a la percepcin de un tringulo para ilustrar y relacionar asambleas celulares con secuencias de fase.

    Un tringulo como el que aparece en la figura 5-7 consta de tres ngulos, una lnea horizontal y dos lneas oblicuas. Al examinar el sujeto el tringulo, puede fijar la mirada en il ngulo A. Ello provoca una descarga sensorial en su corteza occipital, la cual a su vez inicia por lo menos la formacin de una asamblea celular designada comoA por Hebb. Nuestro sujeto tiende a cambiar su fijacin de C a B sucesivamente como la gente normalmente lo hace. Carece de importancia el orden pero el resultado final es la iniciacin de las asambleas celulares c y b.

    Adems, conforme los ojos se van moviendo en torno a las lneas de un ngulo a otro, se inician asambleas como resultado de est

    mulos que activan la retina de estas lneas de los tres lados de los tringulos. Por su contigidad espacial y temporal y adems porque estn enlazados por movimientos oculares, los procesos motrices que intervienen en el escudriamiento de un tringulo ayudan a facilitar la formacin de una secuencia de fase formada por las seis asambleas celulares separadas que participan en respuestas corticales a los tres ngulos y a los tres lados. Con fijaciones repetidas del tringulo, las asambleas celulares iniciadas en los primeros ensayos llegan a quedar bien establecidas. Opina Hebb que este proceso es ayudado por circuitos reverberatorios que mantienen la actividad neuronal aunque haya cesado la estimulacin externa.

    Para abreviar una larga historia, el resultado final es un complejo de as";ibleas celulares separadas y en forma de secuencia de fase. La adquisicin de una secuencia funcional de fase significa que el sujeto le ha aadido una nueva percepcin unitaria, t (tringulo), a su repertorio de conceptos perceptivos. Gracias a facilitacin ulterior la activacin de cualquier parte de la secuencia pondr en movimiento la secuencia entera. Por ejemplo, una figura como esta

    /_\

    proporciona de inmediato el sentido de triangularidad activando la secuencia apropiada de fase, a pesar de no ser un tringulo completo.

    Asimismo ocurrir transferencia siempre que las figuras de prueba se asemejen estrechamente a la original y puedan excitar por consiguiente la secuencia apropiada de fase. Piensa Hebb que esta explicacin se aplica a la capacidad de la rata para responder arfte una variedad de estmulos equivalentes en un experimento de discriminacin, a condicin de que los nuevos estmulos no sean demasiado distintos al original. Retornando l aprendizaje humano, Hebb puede explicar tambin el conocido fenmeno de generalizacin tanto en aprendizaje como en formacin de conceptos. Por ejemplo, s el pequeo George adquiere el concepto minino a raz de la formacin de una detallada secuencia de fase debida a una repetida estimulacin visual por el gato de la familia, es fcil comprender cmo puede confundir un zorrillo con el minino . No hay que de

  • Percepcin: Tendencias contem porneas 123

    cirio, la dura experiencia establecer una secuencia de fase en la corteza de Georgie para zorrillo, la cual difiere en algunos aspectos esenciales de la secuencia minino. Finalmente conviene notar que la teora de Hebb puede explicar la extraordinaria capacidad de un animal para continuar discriminando digamos un tringulo de un crculo, aunque gran parte de su corteza occipital haya sido destruida. Interpretado lo anterior segn las ideas de Hebb, significa que las secuencias de fase de asambleas celulares en la corteza que median la discriminacin estn todava lo bastante intactas para permitirle al animal recordar la discriminacin.

    Es importante reconocer que Hebb no concibe las asambleas celulares como dependientes de la actividad de ciertas neuronas especficas, cada una de las cuales es vital para la asamblea. Ms bien, cuando se forman asambleas su organizacin se vuelve muy compleja como resultado de la adicin de nuevos enlaces en el cambio neuronal. Por ejemplo, si las neuronas A, B, C, D, E , F y X de la figura 5-6 representan una asamblea, puede destruirse E y la asamblea seguir funcionando todava mediante Y que servir de va alterna. De ese modo evita Hebb la concepcin de la actividad cortical basada en el intercambio telefnico, donde si se corta un alambre (neurona) todo el circuito se descompone. Al mismo tiempo puede utilizar el concepto de asociaciones especficas de patrones de neuronas para explicar los mismos procesos corticales que los psiclogos gestaltistas interpretan en trminos de conceptos menos especficos tales como campos corticales o gradientes.

    Ms recientemente Hebb (1963) ha encontrado hechos para respaldar su teora de que las asambleas celulares son hasta cierto punto enlaces autnomos capaces de emitir descargas por lo menos durante breves periodos, independientemente de excitacin sensorial, en observaciones hechas con imgenes retinianas estabilizadas. Estas imgenes pueden producirse fijando un objeto de prueba sobr un lente de contacto que se aplica directamente a la crnea del ojo. El dispositivo estabiliza la imagen haciendo ineficaces las fluctuaciones normales debidas a temblores de los msculos extrnsecos del ojo.

    El resultado sorprendente de tales observaciones es que las imgenes no desapare

    cen como un todo a consecuencia de fijacin prolongada, segn cabra predecir conforme a la teora gestaltista de saciedad, sino que muestran cambios complejos. En la figura 5-8 se aprecian algunos de los cambios observados en figuras de prueba con grados variables de complejidad. Hebb interpreta estos resultados y otros semejantes obtenidos con figuras de test como prueba a favor de lo que llama procesos semiautnomos de la percepcin. Esto es, incluso las percepciones de figuras simples han de considerarse algo ms que simples entradas de S (estmulo) seguidas de salidas invariables de R (respuesta). Al contrario, gracias a asambleas interconectadas en forma compleja las clulas corticales pueden mediar al menos parcialmente cambios autnomos en la percepcin.

    Tras una exposicin de cinco captulos referente a su modelo perceptivo, dedica Hebb el resto de su Organization o f Beha- vior (1949) a aplicaciones de su teora a otros temas psicolgicos: motivacin, emocin e inteligencia. Esta fase de la teora de Hebb rebasa los lmites de un captulo dedicado a la percepcin. Consulte el lector interesado el libro de Hebb para ms detalles.

    Aprendizaje y experienciaen la percepcin:Una aplicacin de la teora de Hebb

    Hemos indicado en el captulo 1 que la teora ofrece un marco dentro del cual se organizan los resultados de estudios experimentales. Hemos visto asimismo cmo las teoras pueden estimular a la investigacin -en efecto, quiz sea sta su funcin ms importante. La teora de Hebb no constituye una excepcin. Debido a su posicin esencialmente empirista ante el desarrollo perceptivo, ha generado gran cantidad de bsquedas sobre los efectos de la experiencia temprana en el aprendizaje y en el desarrollo perceptivo posteriores. Si como sugiere Hebb las percepciones estn mediadas por asambleas celulares y por secuencias de fase que a su vez surgen a travs de la experiencia, los sujetos colocados en ambientes enriquecidos durante la infancia deben mostrar mayor capacidad para aprender discriminaciones perceptivas posteriores, particularmente si contienen ciertos elementos que estaban presentes en la experiencia tempra-

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    Fig. 5-8. Figuras objetivo (izquierda) y sus formas observadas de fragmentacin (derecha) que muestran el influjo que las figuras objetivo con lneas rectas tienen en la percepcin de un crculo. (Segn Hebb, D. O. Hk emi- autonomous process. American Psychologist, 1963, 18, p. 20. Copyright 1963 por la American Psychological Association. Reimpreso con autorizacin.)

    na. A la inversa, si los sujetos son conservados en ambientes gravemente restringidos, deberan mostrar menor capacidad para aprender discriminaciones perceptivas, posiblemente sufriendo retardo permanente.

    Se ha efectuado gran nmero de estudios empleando esos dos diseos experimentales generales. De hecho, el rea se ha vuelto un campo de bsqueda tan activo que se han publicado centenares de artculos en el decenio pasado. Se dispone de extensas bibliografas en reseas recientes (E. J. Gibson, 1969; Wohlwill, 1966) y en un volumen destinado a anlisis experimentales y clnicos de aislamiento (Brownfield, 1965). En su libro sobre percepcin (1966) R. H. For- gus ha incluido un captulo (cap. 9) acerca de la relacin del aprendizaje con la experiencia en el desarrollo de procesos perceptivos. No podemos examinar una literatura tan vasta, pero ir entaremos resumir los resultados generales de la investigacin relativa a ambientes enriquecidos y pobres citando experimentos tpicos.

    Forgays y Forgays (1952) llevaron a cabo una d';*las primeras investigaciones extensivas acerca de los efectos de ambientes variados del lactante en la conducta adulta, utilizando ratas encapuchadas como sujetos. Los animales fueron seleccionados inmediatamente despus del destete y divididos en diversos grupos. Todos ellos fueron conser

    vados en el mismo ambiente general dentro de una estructura de cuatro pisos que permita que algunos fuesen criados en un medio libre -es decir, uno que permita recorrer libremente uno de los pisos de la estructura de cuatro plantas. Algunos de los animales del ambiente libre tenan objetos de juego y otros no. Otros grupos fueron criados en pequeas jaulas enrejadas dentro de unas ms grandes y unos tenan objetos para jugar, otros no. Ms an, algunos de los animales de las jaulas restringidas fueron mantenidos en estratos del aparato donde estaban presentes animales del ambiente libre con objetos de juego y sin ellos, para comprobar si la oportunidad de ver un ambiente libre y objetos en l poda mejorar notablemente la capacidad ulterior de aprendizaje. Finalmente algunas ratas eran conservadas en ambientes restringidos consistentes en slidas jaulas metlicas con pequeas puertas-enrejadas con alambre.

    Cuando los animales fueron maduros, se les someti a pruebas en el test de campo cerrado, ideado por Hebb y Williams para medir la inteligencia de ratas (fig. 5-9). He aqu los resultados: las ratas procedentes del ambiente libre que haban tenido objetos de juego como parte de sus experiencias tempranas eran notablemente mejores en la solucin de problemas que los miembros de cualquier otro grupo. Adems los animales

  • Percepcin: Tendencias contemporneas 125

    Fig. 5-9. Laberinto de Hebb-Williams empleado en el estudio de los efectos de experiencias tempranas en el aprendizaje posterior en ratas. (Cortesa del Dr. Donald Forgays.)

    provenientes del ambiente libre sin objetos de juego eran mejores que todos los grupos restantes que haban estado restringidos en cierto modo. El grupo gravemente restringido era el ms deficiente de todos en pruebas subsiguientes dentro del laberinto Hebb- Williams.

    Estos resultados los ha confirmado una serie de estudios posteriores de los Forgays y de otros investigadores (E. J. Gibson, 1963, 1969; E . J. Gibson, Walk, Pick y Tighe 1956; Wohwill, 1966). Estos investigadores coinciden por lo regular en que los efectos de ambientes tempranos enriquecidos no son especficos ni generales. A saber, no se encontraron pruebas para apoyar la hiptesis que proporcionarle al sujeto animal experiencia con formas perceptivas especficas, tringulos, crculos y cuadrados entre otras, los capacita a desempearse mejor slo en problemas subsiguientes de discriminacin que contengan las mismas figuras. Por ejemplo,' Gibson y sus colaboradores (1956) les expusieron a ratas a un crculo y a un tringulo equiltero.! as pruebs posteriores de discriminacin contenan un tringulo issce

    les y una elipse. Los sujetos experimentales fueron superiores a los animales del grupo testigo que no haban gozado de experiencias enriquecidas. Mas como los estmulos experimentales y de la prueba eran diferentes, los investigadores dedujeron que haba mejorado la capacidad general de los sujetos para aprender, no su capacidad especfica.

    Sin embargo, Forgus (1958) rene datos para mostrar que en ciertas circunstancias es posible que los animales se beneficien con un adiestramiento especfico. Se not despus que las ratas criadas con tringulos y crculos dibujados sobre las paredes de sus jaulas eran superiores a las ratas del grupo testigo en pruebas de discriminacin que incluan esas mismas figuras. Tales resultados interesantes no han sido confirmados por investigadores independientes al momento de escribir este libro (5).

    Retornando al aspecto negativo de la cuestin, podemos preguntamos: qu sucede

    (5) Consltese a E. J. Gibson (1969, pgs. 252-262) pitra una exposicin general de la investigacin en el rea del incremento ambiental.

  • 126 Percepcin: Tendencias contemporneas

    cuando se cran sujetos en ambientes restringidos? Ya hemos mostrado cmo Forgays y Forgays hallaron disminuciones notables de rendimiento entre animales restringidos. El trabajo de Riesen (1947) consista en criar dos chimpancs en la obscuridad desde el nacimiento hasta los 16 meses. Hubo impresionantes dficit en la percepcin. Los animales no lograban reconocer a personas conocidas, no podan percibir un bibern a menos que lo tocasen, y tenan gran dificultad para aprender simples discriminaciones de forma. No obstante, exmenes histolgicos practicados ms tarde revelaron que haba ocurrido atrofia de las retinas. As, la degeneracin anatmica era la causa del lento aprendizaje de los animales, no la necesidad de un desarrollo gradual de asambleas celulares y secuencias de fase.

    Trabajos posteriores por Riesen, Ramsey y Wilson (1964) con animales criados en luz difusa a fin de evitar atrofia retiniana mostraron agudeza visual deficiente al principio, pero a las dos semanas de experiencia con luz fotocondicionada la agudeza visual era semejante a la de animales normales. Pruebas relativas a percepcin de profundidad mostraron similares dficit iniciales seguidos de recuperacin relativamente rpida. Uno de los factores de confusin en experimentos como los anteriores es hasta qu punto las deficiencias de percepcin han de atribuirse a simple falta de hbitos de atencin en comparacin con el hecho de no haber logrado perfeccionar procesos corticales. Al examinar varios de estos experimentos escribe E . J. Gibson, destacada autoridad en el campo del desarrollo perceptivo:

    En el momento presente estos experimentos producen pocas conclusiones sencillas. Tiene importancia la duracin de la privacin luminosa, y si se trata de luz como tal o de luz fotocondicionada, porque en el primer caso una privacin ms prolongada produce degeneracin nerviosa. E ambos casos puede conducir a otros factores de confusin, especialmente los hbitos opuestos en la atencin. Hay pocas pruebas de que existan periodos crticos para el desarrollo visual, o para la necesidad de adquirir conexiones nerviosas especficas a fin de hacer posible la discriminacin de formas. Con todo, s ocurre desarrollo perceptivo tras exposicin al mundo visual (1969, pg. 246).

    Unas pginas ms adelante en su exposicin aade Gibson las siguientes palabras de cautela respecto a la interpretacin de experimentos de restriccin:

    No han cumplido con las expectativas los experimentos diseados para examinar el efecto de privacin luminosa durante la crianza temprana, y que hace 25 aos parecan tan prometedores como medio de contestar a la cuestin naturaleza-crianza, y de nuevo hace 15 aos como medio de verificar teoras del desarrollo perceptivo tales como la de Hebb. Han provocado ms preguntas de las que han contestado. Ciertamente suscitar nuevas preguntas no es una cosa mala, y hemos ganado ms refinamiento en la refonnulacin de las antiguas. Ya no preguntamos: La percepcin es aprendida o innata? Es claro que un organismo al nacer tiene ciertas capacidades perceptivas (cuya clase varia con la especie) que estn listas a entrar en accin, y que la interaccin subsiguiente con el ambiente tendr importancia para el desarrollo, pero no se prev fcilmente esta importancia (1969, pg. 251).

    Adems de los experimentos con animales criados en la obscuridad, se han efectuado varios experimentos y estudios clnicos con sujetos animales acerca de la privacin sensorial y el aislamiento (Brownfield, 1965). En general, los sujetos experimentales son mantenidos en aislamiento con sus miembros encerrados en cilindros rellenos de copos de algodn, o se conservan en ambientes acuticos dentro de un equipo de buceo. Todos los sujetos comunican su experiencia como desagradable. Se fastidian luego de dormir excesivamente durante la primera parte del experimento. Cantan o hablan solos. Algunos cuentan, tamborilean sobre las paredes de sus cmaras, o tratan de distraerse en alguna otra forma. Algunos experimentan alucinaciones o escenas semejantes a sueos. Pocos sujetos estn dispuestos a pasar ms de unos cuantos das en esos ambientes, an cuando se les paga bien por su participacin (Brownfield, 1965, pgs. 99-134). Estos resultados sugieren que: 1) el cerebro necesita estimulacin del ambiente a fin de funcionar normalmente, y 2) en ausencia de estimulacin ambiental normal la corteza genera su propia estimulacin -posiblemente como resultado de la operacin espontnea de secuencias de fase.

    Los experimentos anteriores relativos a ambientes enriquecidos y a privacin sensorial o aislamiento no prueban naturalmeftte la existencia de asambleas celulares ni de secuencia de fase. No obstante, proporcionan apoyo indirecto a la hiptesis de que las bases neurolgicas de nuestras percepciones son aprendidas segn propone Hebb, y que la corteza puede funcionar de manera autnoma en el nivel de percepciones autogene-

  • Percepcin: Tendencias contemporneas 127

    radas en ausencia de estimulacin sensorial. Ello sugiere de nuevo la presencia de cierta clase de proceso celular semiautnomo en la corteza. Retomaremos a este problema en el captulo 13, donde hablaremos del papel de la corteza cerebral en el aprendizaje.

    No necesitamos ms que aadir una observacin final. Adems de suministrar un modelo de percepcin asociacionista sumamente elaborado, Hebb y sus colaboradores han estimulado la investigacin del papel del aprendizaje en la percepcin. Posiblemente debido al predominio y a la novedad de la psicologa gestaltista, en aos recientes ha sufrido decaimiento la creacin sistemtica de teoras perceptivas formuladas a partir de los principios del aprendizaje. La influencia de Hebb ha restaurado la investigacin del aprendizaje a su antigua tradicin en la psicologa de la percepcin.

    f u n c io n a l is m oc o n t e m p o r n e o e n la p e r c e p c i n

    El punto de vista funcionalista es lo bastante ancho para sostener variedad de perspectivas en cualquier rea de la psicologa, incluido el campo de la percepcin. Se recordar por nuestra exposicin del funcionalis-

    ' mo clsico en el captulo 2 que este sistema promueve el estudio de procesos mentales o formas de conducta, en cuanto ayudan al funcionamiento en la adaptacin del hombre a su medio ambiente. Por intervenir inevitablemente la percepcin en toda conducta adaptativa, cualquier teora perceptiva puede lgicamente quedar incluida en la categora del funcionalismo. Mas hay el peligro de ensanchar tanto un punto de vista que pierda todo su significado. Evitaremos el peligro seleccionando para presentacin tres teoras perceptivas contemporneas que en nuestra opinin se han formulado conforme al espritu original del punto de vista funcionalista. Nos referimos en particular al funcionalismo transaccional, sistema formulado por Ames y sus colegas en el Hanover Institute for Associated Research, a la teora de Gibson acerca de los sentidos considerados como sistema perceptivo, y a la teora de Helson relativa al nivel de adaptacin.

    Ames y sus colegas (6) no slo se han servido mucho del funcionalismo clsico al levan

    te) Vera F. H. Allport (1955), Ames (1953), Brunswik (1943), Cantril (1950), Ittelson(1952), Ittelson y Cantril (1954) y Kilpatrick (1952).

    tar su estructura terica, sino que adems han inventado algunos de los ms extraordinarios experimentos perceptivos en la historia de la psicologa experimental. Los ensayos son de diseo muy funcionalista, en el sentido de que el sujeto es puesto en posicin de obrar recprocamente con las situaciones experimentales que son tan refinadas que prcticamente constituyen ambientes. En una palabra, el grupo de Ames ha unido la teora con la prctica lo ms estrechamente posible en las condiciones necesariamente artificiales del laboratorio.

    Principiemos con la demostracin experimental ms conocida y mostrada en la figura 5-10. Se notar que al tomar la fotografa la cmara estaba situada en la misma posicin que el ojo del sujeto al mirar el cuarto. Evidentemente algo anda mal. El nio parece ser ms alto que el adulto, en tanto que el cuarto se ve normal. Sin embargo, el cuarto no es en absoluto la pieza rectangular de nuestra experiencia cotidiana. Al contrario, fue construido con pisos y paredes trapezoides (la pared izquierda es ms alta que la derecha) y el lado izquierdo de la pared del fondo estaba inclinada hacia atrs lejos del observador, de modo que reproduca la imagen retiniana de un cuarto tal como lo ve un observador que est de pie en el rincn izquierdo de un cuarto normal. Con esta informacin previa podemos explicar las distorsiones experimentadas por un observador o demostradas en>fotografas. Nuestras experiencias pasadas con cuartos nos dicen que cuando estamos mirando una pieza desde el ngulo de un rincn, el cuarto tiene paredes de igual altura, con piso y techo rectangulares pese al hecho de que nuestra imagen retiniana est distorsionada. Relacionando esto con el experimento de Ames, al momento que miramos el cuarto experimental nuestras experiencias con cuartos anteriores hacen que el cuarto se perciba como normal -a l punto que quedan distorsionadas las personas en l.

    Por medio de situaciones experimentales similares el grupo de Ames ha ideado demostraciones donde canicas parecen rodar cuesta arriba, objetos conocidos se distorsionan en tamao y en figura, formas revueltas se ven como objetos significantes, y una ventana que parece oscilar de un lado a otro est en realidad girando 360 grados.

    A primera vista parece que tales demostraciones experimentales se opongan al punto

  • 128 Percepcin: Tendencias contemporneas

    Fig. 5-10. Percepcin distorsionada inducida por el cuarto de Ames. Al colocar la cmara en posicin ocular de modo que los rayos luminosos de las paredes izquierda y derecha se reflejen uniformemente sobre la pelcula, son vistas como si tuviesen igual tamao. Las personas en la pieza son despus distorsionadas para adaptarlas a nuestra experiencia precedente en cuartos normales. (Eric Schaal, Time-Life Picture Agency.)

    de vista funcional, el cual sostiene que la percepcin le ayuda al organismo a adaptarse a su medio ambiente. No obstante, esas percepciones ilusorias demuestran en realidad la fuerza con que los seres humanos normales adquieren constancias perceptivas y actan recprocamente con sus ambientes basndose en ellas. Ello es enteramente compatible con el funcionalismo, porque tratndose de cuartos es lgico que los percibamos como rectangulares a pesar de distorsiones en nuestra imagen retiniana. Despus de todo los cuartos son rectilneos, con excepcin de las casas de ilusin en carnavales y los cuartos experimentales de los psiclogos. En este caso las excepciones sirven nicamente para demostrar el valor de la regla. Si nuestras percepciones cambiasen con cada alteracin de las condiciones en que vemos, el mundo sera verdaderamente una estridente y enorme confusin como dijera una vez James. O, en palabras de Stagner y Karwoski, las ilusiones son el precio que hemos de pagar por este mecanismo (constancia) (1952, pg. 229).

    Es relativamente sencilla la explicacin terica empleada por Ames y sus colegas para aclarar los resultados de los experimentos arriba descritos. Est formulada en un sistema de conceptos que estn directamente relacionados con los antecedentes y los tpicos de la escuela clsica del funcionalismo defendida por Dewey, Angel y Carr y que hemos expuesto en el captulo 2. Dando un paso atrs se recordar que el precursor intelectual de Dewey, Angel y Carr fue Williams James, exponente de la filosofa pragmtica, la cual sostiene que las ideas que funcionan en la prctica son verdaderas. Dicho de otro modo, la prueba genuina del valor de los principios-conceptos o ideas es lo bien que realmente nos sirvan en nuestra vida ordinaria. Segn dijera una vez James en su estilo inimitable: La verdad es el valor monetario de una idea.

    Retomando al funcionalismo en la percepcin, puede afirmarse que nuestras percepciones, especialmente las constancias que adquirimos mediante experiencia, son verdades pragmticas en el sentido de que fun

  • Percepcin: Tendencias contemporneas 129

    cionan para nosotros en la prctica. Y en forma muy general este principio constituye el baluarte de la teora perceptiva funciona- lista. Segn seala Brunswik (1943) (7), nuestras percepciones nunca son representaciones completamente vlidas del mundo fsico de objetos, tamaos, figuras, colores, etc. Por otra parte, tampoco distorsionamos los objetos al grado de alcanzar constancia perfecta. Nuestras relaciones de dar y recibir con el ambiente son un trmino medio, por el cual las cosas no se perciben ni como lo demanda la imagen retiniana ni como perfectamente constantes. Como lo dice Brunswik, llegamos a establecer hiptesis o probabilidades que inconscientemente aplicamos a situaciones perceptivas.

    Aplicando el argumento anterior a la situacin del cuarto distorsionado, advertimos que nuestras suposiciones acerca del carcter rectangular del cuarto tienen tanta firmeza que son virtualmente seguras las probabilidades de que se vea en trminos de constancia perfecta. Pero en situaciones ms realistas las constancias no son tan perfectas. Los colores tienen cierta forma de parecer diferentes sobre las paredes de nuestra sala despus de hacer una igualacin perfecta en el almacn de pinturas. Asimismo los objetos cercanos se ven poco ms grandes que los distantes, y si hacemos lo posible por elegir condiciones raras o inslitas de mirar, la constancia es muy mala efectivamente. Todo el que ha observado desde un edificio alto la gente y los automviles en la calle recordar que parecen muy pequeos y como si fuesen hormigas. Probablemente un nio criado de tal manera que vea los objetos slo desde la perspectiva vertical de un edificio alto tendr dificultad en el nivel de la calle. En tales casos no tienen validez las antiguas hiptesis ni las probabilidades acerca del mundo perceptivo.

    Las suposiciones tericas subyacentes al argumento precedente han de ser comprobables desde un marco de referencia que no sea el de idear demostraciones ilusorias. Puesto que la teora les impone una carga pesada al aprendizaje y a la experiencia, debe poderse demostrar que: 1) la percep-

    (7) Brunswik no es miembro del grupo de Aines. Su "funcionalismo probabilista" se asemeja mucho al funcionalismo transaccional. Estamos haciendo uso de algunos de sus conceptos en esta exposicin.

    cin sigue una tendencia evolutiva en nios, y 2) mediante el aprendizaje deben poderse superar las ilusiones o imgenes mentales distorsionadas. Estos problemas aparentemente de simple solucin han resultado difciles de contestar de manera sencilla. Por medio de ingeniosas tcnicas de condicionamiento operante Bower (1964, 1965, 1966) ha mostrado que los lactantes poseen constancia de objeto, aunque se da modificacin del proceso al aumentar la edad. En parte, se trata de la antigua dificultad en psicologa de obtener distintos resultados con diferentes diseos y equipo experimentales (E . J. Gibson, 1969, pgs. 363-368).

    En un informe sobre varios experimentos de finalidad similar al experimento clsico de Stratton y relativos a la inversin de la imagen retiniana, I. Khler (1964) observ que los sujetos podan adaptarse o acomodarse a una variedad de distorsiones; pero no eraclaro que sus imgenes mentales estuviesen realmente invertidas o modificadas de manera notable. Kilpatrick (1954), miembro del grupo funcionalista, not asimismo que los sujetos podan aprender a adaptarse al cuarto distorsionado obrando en l de algn modo significante (ocupndose en alguna clase de prctica de tiro, por ejemplo), pero tampoco aqu era claro que la ilusin estuviese realmente superada. l sujeto se haba adaptado a la situacin y haba hecho sus procesos propioceptivos congruentes con la imagen visyal distorsionada. La cuestin sigue sin solucin y el lector interesado puede acudir a Hochberg (1971, pgs. 532- 546) para una exposicin de las dificultades de metodologa e interpretacin que intervienen.

    En sntesis, fieles a su tradicin, los fun- cionalistas transaccionales hacen hincapi en el aprendizaje como bsico para la percepcin. Efectivamente su pensamiento es ms bien empirista jie innatista. En ese sentido se oponen a la teora gestaltista, por lo menos en la medida en que los psiclogos gestaltistas les conceden tanta importancia a los factores organizativos inherentes, en tanto que tienden a ignorar el papel de la experiencia y la importancia de las interacciones entre estmulo y observador que ocurren en la percepcin. De hecho, la naturaleza interactiva del percibir recibe nfasis tan fuerte en la versin funcionalista de Ames que la teora se llama acertadamente funcio

  • 130 Percepcin: Tendencias contemporneas

    nalismo transaccional. En otras palabras, la percepcin surge de las transacciones del hombre con su medio ambiente.

    Para evitar una idea errnea debe subrayarse que los funcionalistas transaccionales no afirman que en nuestras interacciones con objetos, distancias ambientales, etctera, conscientemente nos decimos a nosotros mismos: Mi experiencia pasada me informa que los cuartos son cuadrados; por tanto este cuarto debe ser cuadrado. Al contrario, todo el proceso es una inferencia inconsciente e instantnea, no una racionalizacin consciente de la situacin. Adems sera falso dar la impresin de que Ames y sus colegas se interesan nicamente en volver la vista al pasado para explicar las percepciones presentes. Aunque ello es parte necesaria de su interpretacin del trabajo experimental, tambin destacan que las transacciones del individuo con su medio determinan su futuro curso de accin. As, la teora procura ser predictiva adems de aclarar la conducta presente. Y en este aspecto revela de nuevo su ntima relacin con la filosofa ancestral del pragmatismo, pues en cierta ocasin escribi James: El hbito es el gran motor de la sociedad. En trminos de la percepcin contempornea, puede entenderse que la aseveracin de James significa que las constancias, las cuales en el pasado se descubri que eran convenientes, se tornan habituales y se aplican al futuro.

    L o s s e n t id o s c o m o s is t e m a p e r c e p t iv o

    James J. Gibson junto con Eleanor J. Gibson, su esposa y colaborador profesional, han aportado un impresionante conjunto de trabajos empricos y tericos al campo de la psicologa perceptiva. El trabajo experimental de J. J. Gibson relativo a la percepcin visual abarca cuatro decenios. E . J. Gibson es igualmente bien conocida por su investigacin del desarrollo y del aprendizaje perceptivos. Las contribuciones tericas de J. J. Gibson que veremos aqu se han encaminado principalmente a demostrar que estn equivocadas las teoras tradicionales de percepcin que dependen del principio de que las sensaciones deben traducirse en percepciones. A cambio de ellas ofrece su propia interpretacin sugestiva y singular de los

    sentidos como sistema perceptivo -sistema que para elaborar imgenes mentales a partir de datos en bruto no requiere la utilizacin de asociaciones ni de otras variables que intervienen.

    Gibson define la percepcin como el proceso de mantener contacto con el mundo. El trmino estimulacin designa los tipos y las variables de energa fsica a que responden los rganos sensoriales. La hiptesis bsica subyacente al sistema consiste en que la percepcin es una funcin de la estimulacin, cuando el patrn de esta ltima posee bastante complejidad para permitir que se realice el proceso perceptivo. Escribe Gibson:

    La hiptesis explcita consiste en esto: a cada aspecto o propiedad del mundo fenomenolgico de un individuo en contacto con su medio corresponde una variable del flujo de energa en sus receptores por muy sutil que sea el contacto y por complejos que sean los receptores. A dicha variable correspondera la propiedad fenomenolgica si se .pudiese efectuar un experimento psicofisico (J. J. Gibson, 1959, pg. 465).

    Constituye una ruptura radical con la tradicin suponer que la percepcin es una funcin de la estimulacin, que sta es una funcin del medio circundante, y por consiguiente que la percepcin es una funcin del medio ambiente. La concepcin clsica Je la percepcin a que estamos acostumbrados distingue netamente el ambiente fsico de la conciencia que de l tiene el individuo. As Mller sostuvo que no tenemos conciencia directa del mundo, slo la tenemos de los estados de los nervios -y que adems cada nervio posee energa o cualidad especficas. La cualidad de la sensacin no es pues la del estmulo sino la del nervio. Gibson rechaza la aseveracin de que no podemos tener conciencia directa de la fuente de informacin. La doctrina de Mller puede tener validez para los sentidos pero nicamente en cuanto son:

    . . . considerados como canales de la sensacin pero carecen de validez para los sentidos considerados como sistemas de deteccin. Puede que la infoima- cin sobre la causa de la excitacin no penetre en el sistema nervioso a travs de un solo receptor, sino que entre en l a travs de una combinacin de receptores. Podemos "tener conciencia del esta- dode un nervio" segn dice Mller; pero ms probablemente advertimos los patronos y las transformaciones de entrada que especifican las causas de la

  • Percepcin: Tendencias contemporneas 131

    excitacin muy independientemente de los nervios especficos que estn emitiendo descargas (J. J . Gibson, 1966, pg. 38).

    En opinin de Gibson las sensaciones no son ni requisitos de la percepcin ni sus datos en bruto -es decir, no son todo lo que se necesita para la percepcin. Si se admite la validez de este punto de vista la psicofsica tradicional es realmente una fisiologa ms que una psicologa, y est equivocada la teora del contexto central y todos sus modernos derivados. Segn Gibson todos los procesos para convertir datos sensoriales en percepcin son superfluos. Ello no equivale a negar que la gente experimente sensaciones. En el laboratorio el sujeto puede experimentar colores y sabores puros, presiones brillantes u obtusas, etc., pero tales experiencias no son la base de la experiencia fenomenolgica, al contrario son productos de la introspeccin.

    El mundo fenomenolgico no est compuesto de colores, sonidos, sensaciones tctiles, sabores y olores como durante tanto tiempo hemos credo, sino de propiedades tales como superficie, borde, inclinacin, convexidad, concavidad, surgir, caer, principiar, acabar, moverse y cambiar. Las sensaciones son sntomas ocasionales de la percepcin, no su causa (J. J . Gibson, 1959, pg. 460).

    Dejando el aspecto negativo, o lo que la percepcin no es, para fijarse en el positivo, o lo que s es, Gibson elabora lo que denomina una ecologa de estmulo que estudia la fsica de los estmulos ambientales. Por ambiente entiende los estmulos que circundan o acompaan al individuo -la ptica de superficies inclinadas y receptoras en un cuarto o en un campo iluminados por el sol, o la fuerza gravitacional que todos experimentamos al caminar, sentamos o acostarnos. Es el mundo de la acstica dentro de una sala de conciertos, el ambiente oloroso de un cuarto lleno d huma."

    El espacio tal como se percibe no es el espacio geomtrico abstracto y descriptible con coordinadas matemticas. El espacio visual se percibe en trminos de aquello que lo llena -cosas, objetos, superficies y bordes- no de los estmulos aislados puestos de relieve por los psicofsicos tradicionales.

    Gibson distingue entre percepciones impuestas y obtenidas. La estimulacin o percepcin impuestas son las que se originan en la piel, nariz, odos, ojos u otros rganos

    cuando son estimulados pasivamente, como ocurre en el laboratorio. La percepcin obtenida se origina cuando los rganos sensoriales se orientan hacia el medio ambiente y estn buscando informacin activamente. Son a estos sentidos activos a los que Gibson llama sistemas perceptivos.

    Desde este punto de vista los sentidos clsicos son vistos como modos de atencin -e s cuchar, tocar, oler, gustar y mirar. Gibson no ofrece una lista definitiva de sentidos ni rganos sensoriales. En efecto, considera el fracaso de la psicologa sensorial clsica para catalogar la sensacin como una prueba a favor de su idea de que es ilimitada la informacin potencial del estmulo.

    En toda la enunciacin ms reciente y definitiva de la teora de Gibson, la invariacin se subraya como aquel aspecto del medio al que responde el organismo. Invariacin significa que el organismo activo advierte que el ambiente proporciona un flujo continuo y estable de informacin ante la que puede responder. Portal razn no ofrece problemas para Gibson la equivalencia de estmulos, durante tantos aos un problema para la psicologa perceptiva tradicional.

    Diferentes energas estimuladoras -acstica, qumica y radiante pueden transportar la misma informacin estimuladora. Desde hace mucho tiempo ha sido un enigma la equivalencia de distintos estmulos en percepcin y en conducta, ms deja de serlqsi suponemos que se debe a que distintas formas de energa estimuladora transportan informacin estimuladora y equivalente (J. J. Gibson, 1966, p. 55).

    A fin de mantener la mxima invariacin de la informacin estimuladora, el organismo conserva una especie de sintona o atencin automticas ante las propiedades del ambiente que tienen valor para la adaptacin. Ms an, se postula el aprendizaje como factor importante de la capacidad del organismo para discriminar informacin ambiental. No obstante, Gibson pone cuidado en subrayar que no quiere utilizar la doctrina asociacionista.

    En esta teora la informacin acerca del mundo puede obtenerse con cualquier sistem perceptivo slo o en combinacin con otros que operan juntos. No se requiere que un sentido sea convalidado por otro, como se supone que la visin necesite conir-

    . * macin por el tacto. No se necesita que un sentido adquiera significado a partir de otro, como se su

  • 132 Percepcin: Tendencias contemporneas

    Fig. 5-11. Gradientes de textura.

    pone que las sensaciones visuales cobren significado objetivo por haberse asociado con sensaciones tctiles (J. J. Gibson, 1966, p. 55).

    En su obra Senses Considered as a Percep- tual System (1966), Gibson dedica tres captulos introductorios a la formulacin general de su teora, un resumen de la cual se ha presentado antes. Los siguientes 11 captulos son una exposicin pormenorizada de cmo la teora se aplica a varios sistemas sensoriales. No podemos ofrecer ni siquiera un resumen de una exposicin tan amplia, pero para dar una idea de cmo la teora se aplica a un sistema sensorial vamos a bosquejar su aplicacin a la percepcin visual.

    El estmulo de la visin es un complejo ptico que tiene propiedades texturales debido a la estructura de las superficies. Una propiedad importante y bsica de estas ltimas es la de gradientes de textura (ver figura 5-11). Un gradiente es un cambio continuo del campo visual, donde las regiones ms cercanas al observador parecen ms burdas y detalladas, mientras que las ms distantes tienen una graduacin cada vez ms fina en tamao y muestran al mismo tiempo menos detalles. Semejante modelacin de informacin no es un indicio aprendido, pero proporciona inmediatamente una percepcin directa de profundidad.

    Asimismo pueden demostrarse un borde y una esquina por medio de superficies planas y de lneas, como las que aparecen en la figura 5-12. La discontinuidad de lneas

    da uria percepcin inmediata de un borde en la figura de la izquierda y de una esquina en la figura de la derecha.

    Otro concepto fundamental de la teora de Gibson, tal como se aplica a la percepcin visual del espacio, es el de las transformaciones del orden de los estmulos pticos que afectan al ojo (]. J. Gibson, 1959, pgs. 482-485). Revisten particular importancia para la percepcin de mocin. Las teoras tradicionales subrayan el movimiento simple de un estmulo a travs de la retina, el cual activa en orden sucesivo receptores retianos separados. Dado que el ojo tambin puede moverse en relacin con un estmulo, el problema de cmo percibimos la mocin caus un marasmo terico segn dice Gibson. Sin embargo, si se utilizan estructuras de orden superior de las transformaciones continuas, queda simplificado el problema de explicar la percepcin de mocin. La figura 5-13 muestra algunos de los cambios en el flujo de informacin que estimulan al ojo en varios tipos" de perspectiva de mocin.

    ha estabilidad del mundo visual se descubre en observaciones del hecho de que ste no da vuelta, no se inclina, no aparece invertido, ni gira aun cuando la cabeza adopte esas posiciones. Tal estabilidad del mundo perceptivo demuestra una vez ms que el observador no es una vctima pasiva de las propiedades del estmulo, sino que est en sintona con patrones relacinales de la informacin recibida que le dan constancia a la captacin visual del mundo.

  • Percepcin: Tendencias contem porneas 133.

    Fig. 5-12. Borde y ngulo demostrados con un arreglo de superficies y lneas planas. (Segn The Senses C onsidered as Perceptual Systems, por James J. Gibson. Houghton Miflin Company, 1966. Reimpreso por autorizacin de los editores.)

    Fig. 5-13. Flujo del orden de estmulos pticos durante locomocin en ambiente terrestre. Cuando un ave vuela paralela a la tierra, la textura del hemisferio inferior de dicho orden se desplaza bajo sus ojos de manera descrita. El flujo es centrfugo adelante y centrpeto atrs -es decir, hay focos de expansin y de contraccin en los dos polos de la lnea de locomocin. La velocidad ms alta del flujo retrgrado corresponde a la porcin ms cercana de la tierra, y las restantes velocidades disminuyen al alejarse de esta perpendicular en todas direcciones, desapareciendo en el horizonte. Los vectores del esquema representan velocidades angulares. El patrn de flujo contiene gran cantidad de informacin. (Segn The Senses Considered as Perceptual Systems, por James J. Gibson. Houghton Mifflin Company, 1966. Reimpreso por autorizacin.)

  • 134 Percepcin: Tendencias contemporneas

    Lneas de retroalimentacin transportando nueva informacin poraoprendizaje perceptivo

    Fig. 5-14. Interrelaciones evolutivas de procesos perceptivos y cognoscitivos. (Segn E. J . Gibson, Principies o f Perceptual Leam ing and Development. Copyright 1969 por la Appleton Century-Crofts.)

    Como sugieren los ejemplos anteriores (8) de la teora de Gibson, percepcin es una captacin directa del flujo y de la corriente de informacin que tiene estabilidad y que posee utilidad adaptativa para el organismo. Si ste no es receptor pasivo de estmulos que deben traducirse en percepciones por medio de memorias asociadas, qu le aporta entonces el aprendizaje a la percepcin? Garantiza selectividad diferencial de la percepcin. Se extraen invariantes y se adquieren por experiencia los 'rasgos que distinguen un objeto o evento de otro. La figura 5-14, tomada de la obra de E . J. Gibson Principies o f Perceptual L eam ing and Development (1969), resume las interrelaciones evolutivas de procesos perceptivos y cognoscitivos. El hecho de que su concepcin del aprendizaje perceptivo complete la de J. J. Gibson se revela en la siguiente declaracin de lo que se capta en el aprendizaje perceptivo:

    En una exposicin anterior del aprendizaje perceptivo (Gibson y Gibson, 1955), la idea que iba a presentarse fue llamada teora de especificidad. Consideremos las razones para elegir este trmino.

    (8) Ver a J. J. Gibson (1950,1959,1966) para bibliografa de pruebas experimentales de la teora.

    El aprendizaje perceptivo fue definido como un aumento en la capacidad de un organismo para recabar informacin de su medio circundante gracias a la prctica con la estructura de la estimulacin suministrada por el ambiente. Esta definicin implica que hay variables potenciales de estmulos, las cuales no estn diferenciadas entre la masa de estimulacin recibida, pero que puede estarlo si se dan las condiciones apropiadas de exposicin y prctica. A medida que se van diferenciando, las percepciones resultantes se toman ms especficas con respecto a la estimulacin, a saber, tienen mayor correspondencia con ella. Hay un cambio en aquello ante lo cual el organismo puede reaccionar. No consiste en adquisicin ni en substitucin de una nueva respuesta frente a la estimulacin a la que anteriormente se responda en alguna otra forma. Es ms bien responder de manera discriminatoria ante una variable de estimulacin a la cual no se responda antes. As el criterio del aprendizaje perceptivo es un aumento de especificidad. Lo que se aprende puede describirse como deteccin de propiedades, patrones y rasgos distintivos (E. J. Gibson, 1969, p. 77).

    Para terminar hacemos notar que la teora de J. J. Gibson referente a la percepcin como funcin de la estimulacin es una prometedora ruptura con la explicacin original. Constituye una impresionante formulacin terica y un cuerpo de investigacin emprica. No todas sus predicciones se han verifica

  • Percepcin: Tendencias contemporneas 135

    do con pruebas experimentales (Hochberg, 1971, pgs. 505-506). Por lo dems, la teora sigue siendo no una explicacin de la percepcin en general, sino una teora limitada de la percepcin de espacio y forma.

    No niega J. J. Gibson que recuerdo e imaginacin pueden suscitar actividades perceptivas en ausencia de cualquier estimulacin externa. Tampoco niega que inclinaciones, errores (alucinaciones e ilusiones, por ejemplo) y otros factores centrales originen lo que se ha denominado procesos perceptivos. Sin embargo, la teora no afirma que dichos procesos sean fundamentales para una explicacin que ha podido demostrar percepciones verdicas como una funcin de la estimulacin. Es tarea del teorizar y de la investigacin futura determinar cunto puede ampliarse esta teora para incluir factores centrales.

    T e o r a del n iv e l d e a d a p t a c i n

    Concluiremos nuestro estudio del funcionalismo contemporneo en la percepcin con un breve resumen de la teora de Helson referente al nivel de adaptacin. La teora tuvo sus orgenes en observaciones psicofsi- cas que demostraron que los estmulos de contexto o fondo frente a los cuales se emite un juicio afectan a la magnitud, brillantez o matiz percibidos del estmulo que est siendo apreciado. Ya en 1860 Fechner observ que cuando un sujeto levantaba una pesa la sensacin kinestsica persista en forma de vestigio. Si despus se alzaba otra pesa objetivamente igual, pareca ms pesada que la primera. Por lo visto, el vestigio en extincin de la pesa original actuaba como una suerte de estmulo residual ante el cual se juzgaba la pesa de comparacin. Y debido al desvanecimiento de primer estmulo el segundo se estimaba en exceso. Las observaciones de Helson sobre el efecto de estmulos de contexto en juicios perceptivos principiaron en 1924 (Helson, 1959) con experimentos para determinar el efecto de iluminacin de fondo en la percepcin de tonalidades. Experimentos ulteriores con pesas levantadas lo convencieron de que el concepto de nivel de adaptacin, o AL, sera til para explicar la interaccin entre la estimulacin presente y la de fondo que afectan al organismo en varios tipos de conducta. A dicho nivel lo defini cuantitativamente como el prome

    dio logartmico ponderado de todos los estmulos que afectan al organismo.

    De particular importancia para determinar el nivel de adaptacin son los estmulos de apoyo, o series contextales de estmulos con los que se comparan otros. Un experimento informal de sensibilidad trmica atribuido a Aristteles demuestra convincentemente los fuertes efectos del apoyo en experiencias sensoriales. El sujeto tiene frente a l tres vasos de agua: el de la izquierda est caliente, el de la derecha est fro, y el de en medio est tibio o con la temperatura de la piel. Si se sumerge la mano izquierda dentro del agua caliente y la derecha dentro del agua fra durante un intervalo lo bastante largo para permitir que ocurra adaptacin psquica, y luego se meten las manos simultneamente en el vaso de en medio con agua neutral, el agua se sentir fra en la mano izquierda y tibia en la derecha.

    Sin embargo, el nivel de adaptacin de Helson no se ocupa de la adaptacin fisiolgica sino de procesos perceptivos y juicios ms complejos. En el cuadro 5-1 se aprecian los resultados de un experimento de apoyo perceptivo, donde el tamao percibido de las pesas queda alterado o distorsionado segn la exposicin del sujeto a estmulos extremos.

    Es importante reconocer que los fenmenos del nivel de adaptacin no se limitan a experimentos psicofsicos ni a procesos sensoriales. Helson (1964a, 1964b) ha aplicado la teora del nivel de adaptacin a reas de personalidad, de conducta social, motivacin y otros procesos psquicos. Como se ve en el cuadro 5-2, los juicios de sujetos en situaciones sociales quedan influidos considerablemente por los informes del grupo en que se emiten. En forma parecida, casi todos los ltimos estudios de laboratorio sobre conformidad y establecimiento de normas colectivas (Hollander, 1971) muestran el influjo de contextos sociales manipulados ex- perimentalmente en dichos procesos. Y el uso que hace Cantril (1965) de escalas de apoyo para medir actitudes demuestra el efecto de la fusin de experiencias de fondo en la estructuracin de actitudes.

    Retomando a cuestiones ms tericas, las suposiciones o postulados de Helson (1959, 1964a) subyacentes a la teora del nivel de adaptacin son las siguientes: primero, toda la conducta se centra en el nivel de adapta

  • 136 Percepcin: Tendencias contemporneas

    Cuadro 5-1. Valores tericos y experimentales del nivel adaptativo para mostrar el efecto de un estmulo como integrante de una serie y como estmulo de comparacin2

    CondicinNivel terico de

    adaptacinPromedioobservado

    Es'mulos aislados (200, 250, 300, 350, 400 g) 253.9 250.0Estmulos aislados con 900 g aadidos 314.0 313.0Apoyo de 900 g 349.0 338.0Estmulos aislados con 90 g aadidos en sucesin 202.0 211.0Apoyo de 90 g 180.0 185.0

    Estmulos aislados (88, 92, 96, 100, 104 g) 92.8 96.2Estmulos aislados con 40 g aadidos en sucesin 79.9 92.7Apoyo de 40 g 74.0 77.0260 g aadidos en sucesin l> 110.2Apoyo de 260 g 120.0

    a Helson, Amrrican Journal o f Psychology, 1947. Reimpreso con autorizacin del autor.* Los valores eran tan inferiores a 5.0 que no se pudo obtener una cifra confiable del promedio.

    cin del organismo. Ello refleja una especie de homeostasia conductual de la que cada acto se desva hasta cierto punto hacia arriba o hacia abajo, desde un punto terico neutral, sobre la escala del nivel de adaptacin. Segundo, el nivel depende de la interaccin de todos los estmulos que afronta el organismo en el momento presente ms el conjunto residual de estimulacin pasada. Tercero, el valor del nivel de adaptacin es el promedio ponderado de los estmulos que encara el organismo. As, se deduce que los estmulos lijos no pueden tener efectos constantes sino que dependen de su relacin con niveles previos de estimulacin. Cuarto, se supone que la conducta de grupo lo mismo que la individual queda afectada por el nivel de adaptacin.

    Parece vlida la suposicin de que los factores contextales y relacinales influyen en juicios y percepciones presentes. No obstante, la teora suscita ciertas cuestiones funda

    mentales acerca de su aplicabilidad a la percepcin. Una interrogante se centra en la cuestin de si la experiencia inmediata o la percepcin de patrones de estmulo es lo que est experimentando cambio como resultado del nivel de adaptacin, o si es el juicio del individuo sobre la ubicacin del estmulo comparativo. Otro problema gira en torno a la cuestin de cmo el concepto de nivel de adaptacin difiere de otros ms antiguos tales como contraste, asimilacin, adaptacin sensorial, homeostasia, efectos persistentes, errores constantes y variables en juicios de escala. Cuestiones como las anteriores -que de hecho contienen variables participantes que han sido postuladas para explicar varios aspectos del com portam iento- pueden a la larga resultar nombres distintos de fenmenos idnticos o similares. La solucin de las cuestiones que ya mencionamos se encuentra en manos de los psiclogos del futuro.

    Cuadro 5-2. Cambios de actitudes manifestados por sujetos dominantes, normales y sumisos, tal como aparecen en el acercamiento o alejamiento respecto al grupo de referencia en trminos

    de acercamiento o alejamiento respecto al grupo3

    Tipo de sujeto Acercamiento al grupo Alejamiento del grupo .

    Dominantes 10.5 2.2Comunes 15.5 1.3Sumisos 17.1 1.7

    a Segn Helson, Blake, Mouton y Olmstead, Journal o f Abnormal and Social Psychology, 1956. Copyright 1956 por la American Psychological Association. Reimpreso con autorizacin.

  • Percepcin: Tendencias contemporneas 137

    D e t e r m i n a n t e s c e n t r a le s

    e n la t e o r a p e r c e p t iv a

    Segn indicamos en la introduccin al captulo presente, una de las tendencias ms fuertes de la investigacin psicolgica inmediatamente despus de la Segunda Guerra Mundial consisti en re introducir elO (organismo) en la antigua frmula S-R (estmulo- respuesta). Efectivamente, podra decirse que los mismos determinantes perceptivos que los psicofsicos clsicos procuraron eliminar en sus ensayos se convirtieron en variables experimentales en un vasto sector de su investigacin. En la poca de Weber y Fechner era considerado un mal experimentador el psiclogo que dejase que actitudes, necesidades, valores y otros factores similares de tipo O (organismo) del sujeto afectasen a los resultados experimentales. En 1940 y en 1950 los experimentos relativos al efecto de dichas variables estaban en primer plano de la investigacin en el campo de la percepcin. El movimiento pareci tan radical que cuando por primera vez se puso en marcha, despus de la Segunda Guerra Mundial, fue bautizado con el nombre de nueva moda en psicologa. Actualmente ya tiene todas las caractersticas de una tradicin, tan rpido ha sido el flujo de eventos en psicologa contempornea durante los ltimos 25 aos.

    Hablando en trminos un tanto ms tcnicos, el movimiento se conoce como teora del estado directivo (F. H. Allport, 1955) debido a que la direccin de la experiencia perceptiva est influida por factores de tipo O: inclinaciones, actitudes, valores, necesidades y otras variables que intervienen. En realidad no es nueva esta concepcin de determinantes centrales, porque tanto la literatura como la filosofa estn llenas de alusiones a determinantes internos de la percepcin. Entre los psiclogos clsicos Helm- holtz y.los gestaltistas sealaron tambin el valor de dichos determinantes.

    Motivos, necesidades e inclinacionescomo determinantes perceptivos

    El diseo general de los ensayos incluidos en esta categora es el siguiente: el experimentador elige alguna reaccin verbal o motora mensurable, que dependa de la percep

    cin, y establece el nivel promedio de respuesta del sujeto en condiciones normales. Luego induce una necesidad, inclinacin o motivo en el sujeto y repite las mediciones. La diferencia de respuesta se atribuye a la influencia del determinante inducido en la percepcin del sujeto. En este tipo de diseo experimental el sujeto funge como su propio control. Tambin es posible usar grupos igualados y medir la diferencia entre el desempeo del grupo experimental bajo el influjo del determinante, y el del grupo testigo que no est sometido a la variable experimental.

    Como ejemplos de esos experimentos relativos a necesidades, ha habido algunos en que los sujetos son privados de alimento hasta que tienen hambre, y se comprueba expe- rime.ualmente su tendencia a percibir objetos relacionados con la comida en campos del test perceptivo. Aun antes de la era de la nueva moda en la percepcin mostr San- ford (1936, 1937) que los sujetos hambrientos terminaban las races de palabras de tal modo que formaban ms vocablos relacionados con la comida que los sujetos sin hambre. Por ejemplo, haba ms probabilidades de que los sujetos hambrientos completasen la raz de la palabra ME como MEAT (carne) o M EAL (comida) que los que no tenan hambre. Otros investigadores han realizado estudios similares, cuyos resultados coinciden en lo esencial con los obtenidos por San- ford (ver F. H. Allport, 1955; Levine, Chein y Murphy, 1942; Postman y Crutchfield, 1952; Schafer y Murphy, 1943).

    Las inclinaciones son estados esencialmente temporales de motivacin que alertan al sujeto a percibir o responder en conformidad con ellas. Por eso puede predecirse que tales estados ejercern influencias perceptivas del mismo tipo que las expuestas al hablar de las necesidades. Un estudio de Siipo- la (1D35) demuestra que las inclinaciones influyen en la percepcin en la forma prevista. En el experimento los sujetos tenan que responder a palabras presentadas en forma taquistoscpica durante 0.10 segundos. Las palabras estimuladoras eran las siguientes:

    1. caballo2. equipaje3. chack4. sael

    ' 5. wharl6. mono

  • 138 Percepcin: Tendencias contemporneas

    7. pasrort8. bertli \ J ,9. dack

    10. pengion

    A un grupo de sujetos se le dijo que contestaran a palabras referentes a anim ales o aves, mientras que al otro se le inform que responderan a palabras pertenecientes a la categora de viaje o transporte. Como todas las palabras excepto los nmeros 1, 2, 6 y 8 eran ambiguas, la hiptesis consista en que se daran respuestas en conformidad con la inclinacin. Por ejemplo, el primer grupo poda comunicar sael como seal (foca), wharl como whale (ballena) etc., mientras que el segundo grupo poda comunicar las mismas palabras como sail (navegacin) y wheel (volante), respectivamente.

    Los resultados confirmaron la hiptesis. Los sujetos del primer grupo comunicaron s