Chiapa López Nancy, Psicología social de la interacción, Resumen 3

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO ____________________________________________________________ Nancy Chiapa López Psicología social de la interacción Resumen “Cognición social” Facultad de Psicología

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Psicología de social de lo colectivo

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

____________________________________________________________

Nancy Chiapa López

Psicología social de la interacción

Resumen

“Cognición social”

Facultad de Psicología

Lunes 19 de agosto de 2013

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3. Qué es la cognición social. Su historia y los temas de los que trata

La cognición social investiga los procesos que utilizamos a la hora de elaborar un juicio general y rápido

sobre las personas. La Psicología Social se ocupa de qué pensamientos se activan automáticamente o de

forma más controlada en nuestro sistema cognitivo y por qué, cómo almacenamos, organizamos y

recuperamos la información social, cómo nos formamos impresiones sobre otras personas y cómo

explicamos su comportamiento (Páez e Insúa, 1991).

El término Cognición Social fue introducido en la literatura hasta el año 1954 por Bruner y Tagiuri, pero no

tuvo mucha repercusión. Sin embargo esta aproximación superaba a la psicología social tradicional en la

precisión en las investigaciones, la innovación metodológica y su viablildad teórica.

Cambios que ofrecía esta nueva aproximación:

1) El énfasis en el estudio de los procesos internos de los individuos.

2) La realización de análisis más pormenorizados de los procesos.

3) La medición de un mayor número de variables dependientes.

En la Psicología Social la corriente dominante en Europa, destaca la dimensión social del conocimiento; en

dónde el énfasis no es en la precisión y exactitud de la realidad social, en la elaboración y en el recuerdo de

la información que nos llega de ella, sino en la utilidad que estos procesos aportan a los individuos, para qué

les sirven (ayudan a comprender y desenvolvernos en el entorno). Considera la cognición del mundo social

construida activamente por los individuos, y determinada por los factores relacionados por la persona como

por los relacionados con el ambiente que la rodea, el cual moldea en cierta medida esta interpretación

(Gollwitzer y Moskowitz, 1996). Estudiando la cognición social obtendremos una mejor comprensión del

comportamiento y pensamiento de los individuos.

3. El procesamiento de la información social: la atención, la conciencia, el control y la eficacia en

cognición social

La investigación sobre la influencia de procesos inconscientes comienza en Psicología en los años 70. Es

cuando se comienza a distinguir entre procesos automáticos y controlados. Los procesos automáticos

ocurren fuera de la conciencia de los individuos, no son intencionales, son incontrolables y son muy eficaces

(no requieren apenas recursos cognitivos y pueden realizarse a la vez que otros procesos) (Kunda, 2002).

Los procesos controlados son conscientes, intencionales, tienen la posibilidad de ser controlados y

finalizarse y modificarse en función de voluntad de los individuos y requieren esfuerzo. Los autores se han

centrado en dos de las características de los procesos automáticos: su carácter inconsciente y eficaz.

Estudios muestran que hay procesos que pueden operar inconscientemente e influir sobre nuestro

comportamiento y que no somos del todo conscientes de las razones que causan nuestros juicios. La

percepción subliminal es aquella en la que se presentan estímulos por un periodo tan corto de tiempo que los

individuos no son concientes de haberlos visto, aunque algunas pruebas muestran que sí los han procesado

y percibido. Hay otro fenómeno en psicología social llamado “mera exposición”, por el cual el simple hecho de

haber sido expuesto a un estímulo en repetidas ocasiones hace que este estímulo se evalúe más

positivamente (y es mayor cuando las personas son inconscientes de haber sido expuestos a ellos). Este tipo

de paradigmas muestran que las personas no somos siempre conscientes de las causas de nuestros juicios y

comportamientos. Otra de las características más importantes de los procesos automáticos es su eficacia (el

hecho de que su ejecución no requiere tiempo ni esfuerzo).

Algunos autores proponen que la experiencia es, uno de los principales determinantes de que los procesos

se conviertan en automáticos (Bargh, 1997). Si tenemos la misma reacción ante un mismo objeto cada vez

que nos encontramos con él, construiremos una asociación muy fuerte entre ese objeto y nuestra reacción

hacia él.

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4. La forma en que organizamos, almacenamos y recordamos la información sobre los demás

Dentro de la cognición social dominan dos líneas de investigación diferentes: aquella que ponen acento en

los procesos de formación de impresiones y la percepción. Según esta línea de investigación la percepción

de personas es un proceso cualitativamente diferente al de la percepción de objetos inanimados,

fundamentalmente porque se le da a los individuos el papel de perceptores y objetivos de la percepción

simultáneamente. (Higgins, 2000). Por otra parte, la segunda tendencia pone énfasis en los procesos de la

memoria, considerando que la cognición social debe estudiar los factores que tienen influencia sobre la

adquisición, representación y recuerdo de la información sobre las personas, así como las relaciones que se

establecen entre estos procesos y la utilización que los perceptores hacen de este conocimiento adquirido

(Hamilton, 1981). Se puede hablar de la forma de representación mental de la información social que la

mayoría de los autores coinciden en reconocer: los esquemas sociales, que nos permiten tener la sensación

agradable de que entendemos relativamente el mundo en que vivimos.

4.1 Los esquemas sociales

Un esquema puede ser definido como una estructura cognitiva independiente que representa el

conocimiento abstracto que tenemos acerca de un grupo de estímulos que consideramos tienen algo en

común, y que incluye sus atributos y las relaciones que se establecen entre ellos. (Fiske y Taylor, 1991).

Pueden ser de varios tipos: de personas, de roles, de sucesos o guiones, y esquemas del Yo. Entre las

principales funciones de los esquemas, podemos destacar el que nos sirven para clasificar (catalogar

objetos, eventos, personas dentro de un mismo grupo). Por tanto, podríamos decir que los esquemas son

representaciones mentales de un grupo de estímulos (personas, objetos, situaciones) que tienen varias

características comunes.

Una vez que hemos clasificado un ejemplo concreto dentro de un grupo delimitado, los esquemas nos

permiten inferir características adicionales de ese ejemplo con las que no contamos. La clasificación nos

permite ir más allá de la información específica que tenemos. Los esquemas también nos sirven para dirigir

nuestra atención y la interpretación de las personas y situaciones con las que nos encontramos

diariamente. Podemos utilizar diferentes esquemas para percibir una misma situación y nuestra interpretación

de ellas varía radicalmente.

Hay muchos tipos de esquemas:

a) Los esquemas de personas: es el conocimiento individualizado de ciertos individuos.

b) De roles: conocimiento sobre los comportamientos de individuos que juegan determinados roles sociales

dentro de nuestro entorno.

c) Los scripts, guiones o esquemas de sucesos: conocimiento sobre eventos y situaciones concretos

d) Esquemas del yo: conocimiento sobre nosotros mismos más complejo que el resto de los esquemas.

En 1948, Merton describió por primera vez el efecto que en Psicología Social se denomina “la profecía que

se cumple a sí misma”. Una vez que poseemos una expectativa, tendemos a actuar de forma consistente con

ella, por lo que termina tornándose realidad (efecto Pygmalion). Nuestras esquemas y creencias acerca de

otras personas (o incluso sobre nosotros mismos y de eventos), con frecuencia condicionan nuestro

comportamiento. Estos esquemas están cargados de expectativas, que influyen en nuestro comportamiento y

en el de los demás, llegando a provocar el comportamiento de las mismas.

4.1.1 La activación de los esquemas

Los esquemas que nos vienen a la mente en un momento determinado influyen de manera crucial en la

forma que tenemos de entender las situaciones y a las personas. La activación de los esquemas se debe

fundamentalmente a razones relacionadas con los estímulos, con el contexto o con los individuos que los

utilizan (Kunda, 2002). El contexto puede hacer a unos esquemas más salientes que a otros. La saliencia se

refiere a las características del contexto en el que aparece el estímulo que hacen que éste sea diferente de

los demás, y más probable de ser incluido dentro de un esquema específico. El priming es un procedimiento

por el cual se activan determinados esquemas, representaciones mentales o asociaciones en la memoria,

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que incrementan la probabilidad de que se use conocimiento al responder al estímulo posterior, en

comparación con otro conocimiento que no ha sido activado con anterioridad. Entre los aspectos

relacionados con el perceptor que hacen que los esquemas se empleen con más probabilidad, se han

enumerado la accesibilidad crónica y los objetivos y metas de las personas.

4.1.2 El uso de los esquemas sociales

Tipos de esquemas sociales que resultan fácilmente activados:

Con referencia a grupos de personas ni demasiado generales no específicos, sino de carácter intermedio.

Con referencia a roles más que a rasgos.

Con referencia a características fácilmente observables

Con referencia a grupos comparativamente distintivos en un contexto

Esquema sobre uno mismo

Congruentes con nuestro estado de ánimo

Algunas variables que también pueden intervenir en que las personas confíen en mayor o menor medida en

el uso de los esquemas son: (Hogg y Vaughan, 2002): Complejidad atributiva, necesidad de cognición,

orientación sobre la incertidumbre, dependencia de otros, necesidad de justificar los juicios y evaluaciones

ante terceras personas.

4.2 La forma en que recordamos la información social

El comportamiento social depende de la forma en que almacenamos la información sobre los demás y de

cómo la recuperamos, esto es, de los procesos de memoria social. El recuerdo consiste en la activación de

unos nodos determinados que expanden su activación a otros a través de las asociaciones que guardan con

ellos. El almacenamiento de la información sobre los rasgos que tenemos de los demás se construye

gracias a dos dimensiones generales que nos ayudan a organizar y comprender la información que tenemos

de los otros: la sociabilidad, o la capacidad para relacionarse e interactuar con esos otros (amabilidad,

simpatía, alegría) y la competencia (inteligencia, efectividad, responsabilidad) (Schneider, Hastorf, y

Ellsworth, 1979). Para almacenar información social que percibimos a nuestro alrededor, el paso previo es la

percepción social (el proceso cognitivo por el que somos capaces de conocer a otros.

5. La percepción social y la formación de impresiones

Desde la psicología Social han surgido modelos que tratan de explicar la manera en que nos formamos

impresiones, así como los principales sesgos que en dicho procesos.

La integración de la información

Uno de los aspectos más estudiados en relación a la percepción de personas y la formación de impresiones

es la forma en que integramos toda la información que percibimos, hasta dar lugar a una impresión general

sobre una persona determinada. Las investigaciones principales para dar repuesta a esta cuestión son: el

modelo gestáltico de Asch (o modelo de los rasgos centrales) y los modelos de combinación lineal.

a) El modelo de Asch

La información que recibimos de los otros (que él llama “rasgos”, entendiéndolos como características

percibidas de las personas) se organiza de forma que da lugar a una impresión única y coherente, como un

todo más allá de la suma o acumulación de rasgos. Por un lado estarían los rasgos centrales, que son

aquellos que tienen una influencia mayor sobre la impresión final que formemos y aglutinan en torno a sí

mismos los elementos percibidos. Por otro lado están los periféricos, aquellos que tienen mucha menos

influencia siendo secundarios en nuestras impresiones sobre los demás y dependen de los rasgos centrales.

El que un rasgo sea central o periférico depende del contexto en que se encuentre.

b) Los modelos de combinación lineal

Explican la formación de las impresiones a partir de la integración secuencial de la información recibida sobre

una persona. Existen 3 modelos: Modelo suma, Modelo promedio y Modelo de la media ponderada

Algunos sesgos en la formación de impresiones

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Factores en la formación de impresiones y que condicionan la imagen que nos formamos de las personas.

a) Factores de orden: primacía y recencia. El orden en el que se presentan las características de una

persona tiene efecto sobre la impresión que nos formemos de ella. Efecto primacía en donde los primeros

elementos poseen un mayor peso sobre la impresión que los elementos posteriores. Por el contrario, el

efecto recencia la información final produce un mayor impacto sobre la impresión general.

b) Positividad y negatividad. Cuando no contamos con suficiente información, tendemos a asumir una visión

positiva de los demás (sesgo de positividad). Desaparece cuando se conoce información negativa.

c) Los estereotipos.

d) Las teorías implícitas de la personalidad (TIP). Son las creencias que cada persona tiene acerca de qué

rasgos o características aparecen unidos en las personas y por qué.

e) Apariencia física. Juega un papel importante, ya que es la primera información que recibimos de alguien

f) Enjuiciamiento social. Las personas nos formamos impresiones para hacer juicios sobre los demás

6. La forma en que vamos más allá de la información social que tenemos: la inferencia social

Las inferencias sociales, o los procesos por los cuales vamos más allá de la información concreta que

tenemos sobre los otros y nosotros mismos, se han considerado tradicionalmente procesos que nos llevan a

cometer errores en nuestras impresiones, juicios, etc. El primer paso al hacer una inferencia es recoger la

información necesaria, seleccionando la que consideramos más importante. Al momento de realizar esta

tarea, los individuos confían demasiado en los esquemas sociales que tienen más accesibles, así como en

sus estereotipos. Otro sesgo a la hora de recopilar es ignorar las probabilidades previas que existen de que

se dé un determinado suceso. Otro error inferencial se refiere a los juicios de covaración, en donde

estimamos la probabilidad de que dos sucesos se den al mismo tiempo. La correlación ilusoria aparece

cuando los individuos sobrestiman la relación que existe entre dos variables o incluso perciben una relación

entre ellas aunque ni siquiera la haya (Chapman, 1967).

En muchas ocasiones nuestras inferencias son adecuadas. Esta es la idea de parida de otra importante línea

de investigación que nos habla acerca de los heurísticos. Los heurísticos son atajos mentales que la gente

utiliza para simplificar la solución de problemas cognitivos complejos, transformándolos en operaciones

mentales simples (Kahneman y Tversky, 1973). Entre ellos podemos destacar el heurístico de

representatividad, por el cual estimamos que un estímulo pertenece a un grupo social por el parecido que

guarda con un miembro típico de ese grupo. Otro heurístico empleado es el de disponibilidad, consistente

en estimar la frecuencia o probabilidad de un evento en función de la facilidad con que ejemplos concretos o

asociaciones nos vienen a la mente. El heurístico de anclaje y ajuste consiste en establecer un punto de

partida gracias al cual se realizan nuestras inferencias.

7. ¿Influyen nuestras motivaciones en la forma en que pensamos sobre los demás?

La forma en que codificamos, damos estructura y recuperamos la información, estos procesos han recibido el

nombre de “cognición fría”. En contraposición, la “cognición caliente” se refiere a todos los procesos que

están determinados por deseos, fines y sentimientos. Nuestra habilidad para justificar las conclusiones que

deseamos está limitada por sobre nuestra comprensión de la realidad.

Conclusión

Las personas perciben y explican el mundo social a través de diversos procesos cognitivos. Es así como la

psicología social al encargarse de la organización, almacenaje y recuperación de la información social nos

permite conocer y entender el comportamiento y las impresiones que tenemos de las otras personas. Parte

de estos procesos ocurren de manera automática y no somos concientes de ellos, sin embargo no dejan de

influir en la formación de nuestras impresiones. Los esquemas sociales son la principal fuente que tenemos

para entender y comprender, percibir e interpretar una situación, que aunque generalmente acertados,

pueden llevarnos a cometer un error de juicio. Al percibir a los demás e integrar información existen diversos

sesgos que pueden modificar las impresiones que tenemos de ellos, por lo que es importante tener en

consideración los diversos factores que influyen en lo que pensamos de los demás y de nosotros mismos.