China y El Nuevo Orden Mundial. Antonio Lopez Crespo

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China y el Nuevo Orden Mundial Antonio López Crespo Síntesis Lic. Mónica B. Simons Rossi Ciencia Política-UBA Octubre de 2007

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ABSTRAC: Es difícil hacer una síntesis conceptual del libro de Antonio López Crespo porque es de una magnitud intelectual impresionante. China y el nuevo orden mundial revela todo el esplendor y el resurgimiento de China como potencia en el nuevo siglo. Es ante todo interesante el planteo acerca de las pretensiones de hegemonía global y crecimiento pacífico no sólo como no impuesto por la fuerza, cosa que China ha sufrido en el curso de la Historia y de su historia sino que se es dado por el desarrollo de la libre competencia de mercado y el desarrollo de sus fuerzas productivas. El crecimiento y desarrollo chino es ante todo, producto de una cooperación entre actores dentro del concierto mundial en donde la hegemonía de Estados Unidos como hegemón, se halla cuestionada por el avance no sólo científico y tecnológico sino económico-comercial y diplomático de esta potencia.la realidad es que pocos países han realizado las transformaciones espectaculares que concretó exitosamente China, en las tres o cuatro últimas décadas. China ha protagonizado la más extraordinaria transformación económica de la historia, mientras logra mejorar la calidad de vida de casi un cuarto de la población mundial, mejorando sus condiciones materiales. Con su crecimiento sostenido ha reducido el nivel de pobreza y se convirtió en un polo de atracción de la IED, superando los 600.000 millones de U$D en la actualidad. Representa el 14% del PBI global, siendo el 3er país después de la UE (21,3%) y EUA (20,5%). Su comercio exterior en 2006, produjo 1,76 billones de U$D, y se sitúa como la tercera mayor del mundo después de USA y Alemania.

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China y el Nuevo Orden Mundial

Antonio López Crespo

Síntesis

Lic. Mónica B. Simons RossiCiencia Política-UBA

Octubre de 2007

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China y el Nuevo Orden Mundial.

Es difícil hacer una síntesis conceptual del libro de Antonio López Crespo porque es de

una magnitud intelectual impresionante. China y el nuevo orden mundial revela todo el esplendor y el resurgimiento de China como potencia en el nuevo siglo. Es ante todo interesante el planteo acerca de las pretensiones de hegemonía global y crecimiento pacífico no sólo como no impuesto por la fuerza, cosa que China ha sufrido en el curso de la Historia y de su historia sino que se es dado por el desarrollo de la libre competencia de mercado y el desarrollo de sus fuerzas productivas. El crecimiento y desarrollo chino es ante todo, producto de una cooperación entre actores dentro del concierto mundial en donde la hegemonía de Estados Unidos como hegemón, se halla cuestionada por el avance no sólo científico y tecnológico sino económico-comercial y diplomático de esta potencia.

El desarrollo chino, sobre todo el devenir histórico desde la Revolución Cultural China, en el ´49; las calamidades y crímenes perpetrados por los japoneses en la IIGM; el modelo de crecimiento hacia adentro impuesto por el maoísmo de la revolución, con éxito extraordinario que permitió no sólo el ahorro interno y cierto grado de independencia económica para implementar las políticas económicas necesarias para sostener dicho crecimiento sostenido, la mejora en la calidad de vida de millones de chinos, el crecimiento de las expectativas de vida, las disminución de la tasa de analfabetos y una matrícula laboral más capacitada para el desarrollo del mercado hasta la apertura gradual en 1978 de su economía y la delicada y paulatina pero controlada democratización de sus estructuras burocrático-administrativas junto con la restauración de la figura del Presidente, en 1983 hace de China un país de características excepcionales.

Pero la realidad es que pocos países han realizado las transformaciones espectaculares que concretó exitosamente China, en las tres o cuatro últimas décadas. China ha protagonizado la más extraordinaria transformación económica de la historia, mientras logra mejorar la calidad de vida de casi un cuarto de la población mundial, mejorando sus condiciones materiales. Con su crecimiento sostenido ha reducido el nivel de pobreza y se convirtió en un polo de atracción de la IED, superando los 600.000 millones de U$D en la actualidad. Representa el 14% del PBI global, siendo el 3er país después de la UE (21,3%) y EUA (20,5%). Su comercio exterior en 2006, produjo 1,76 billones de U$D, y se sitúa como la tercera mayor del mundo después de USA y Alemania. En los últimos 25 años sus exportaciones crecieron 20 veces más hasta alcanzar los 969.080 millones y las importaciones fueron por 791.610 millones, dejándole de superávit comercial en el último año, unos 177.470 millones de U$D. Los productos electrónicos representan el 30% de sus exportaciones, sus

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fábricas producen el 70% de los juguetes del mundo y se muestra activa en las áreas en donde la tecnología representa un papel importante como los hornos micro-ondas, televisores, acondicionadores de aire, siendo un segmento importante en el volumen de sus exportaciones. Aparte, los fabricantes del mundo se valen de sus componentes como insumos para seguir sosteniendo sus producciones a niveles competitivos.

Otro dato de importancia extrema es que Asia financia y respalda 4/5 de la deuda norteamericana; el 45% de los Bonos del Tesoro Norteamericano son del Banco Central Chino. El déficit comercial norteamericano es de 550 mil millones de U$D por año y sigue creciendo. Todos los años, 100 mil los pone China, otros 100 mil, Japón y otros 100 mil, la UE. El resto países como Taiwán, Corea del Sur, Malasia e India. De los 700 mil millones de Bonos del Tesoro, 300 mil son de China, el resto de Japón, bancos europeos, Rusia, países orientales y países exportadores de petróleo.

El hecho clave es que la interdependencia económica de los países de Asia, en especial de la potencia china con la superpotencia norteamericana mundial, favorece la actual estabilidad y el proceso de paz pero lo cierto es que China tiene el poder de hacer que el yuan se convierta en la moneda de reserva alternativa en el comercio mundial simplemente denominando todas las exportaciones chinas en yuan.

Los datos que maneja Antonio López Crespo son actuales y por eso interesantes. La participación actual del Estado en la economía china -argumenta- es inferior a la del Estado norteamericano pero no es posible ver los logros del crecimiento y desarrollo económico de China sin detenerse en el período del maoísmo antes de las reformas implementadas en 1978. Durante este período, la economía china sostenía una tasa de crecimiento del PBI anual del 4,4% con picos del 15% (´62-´69), un incremento del ingreso per cápita con incremento del 2,3% (niveles similares a los de Gran Bretaña), incorporación masiva de la población al sistema educativo, que redujo la tasa de analfabetos al 15% y que capacitó los recursos humanos necesarios para afrontar el desarrollo de las reformas. Redujo la pobreza al 50%, mejoró extraordinariamente las condiciones de salud de la población y aumentó la expectativa de vida que era de 35 años a 65. El sector industrial expandió la renta nacional en un 38% lo que permitió contar con un desarrollo manufacturero para afrontar las reformas pero lo más relevante es que todo este proceso se llevó a cabo con independencia alguna de capitales y tecnologías extranjeras lo que determinó la autonomía política a la hora de planificar y fijar las políticas públicas necesarias para la reforma.

El proceso de reformas conocido como las 4 modernizaciones fue aprobado por el Partido e implementado en 1978, bajo la inspiración de Xiaoping. El proceso comenzó en el agro, ya que era la base importante y potencial de crecimiento. Este sector representaba 1/3 del PBI, dando empleo a

casi las ¾ partes de la población. El proyecto de reforma del agro se inició en la provincia china de Anhui, al sureste de China, con una reserva hídrica importante atravesada por los ríos Yangtsé, Huaihe y Xin´anjianag, estaba lo suficientemente lejos del poder público y central como para que sus fracasos no perturbaran la capital del orden político: Beijing. Se eliminó el sistema colectivista de comunas creando un Sistema de Responsabilidad Familiar, en donde el agricultor planificaba su

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producción y la ubicaba libremente en el mercado, pagaba impuestos y daba parte de su producción al Estado. El experimento de Anhui funcionó muy bien y la reforma se trasladó a otras provincias. Ella significó un incremento importante en el ahorro interno chino y proporcionó los primeros fondos para una economía no estatal integrada por trabajadores autónomos y empresas. Los dirigentes chinos avanzaron hacia la segunda modernización, la industrial, sólo cuando los beneficios de la reforma agrícola se consolidaron: se crearon empresas industriales colectivas pero no estatales y se les otorgó autonomía aunque debían cumplir con los objetivos que les fijaba el Estado. Se aplicó el sistema de financiamiento por medio de préstamos bancarios y se eliminaron los subsidios. El Estado dejó de tener el monopolio en la exportación/importación y se estimuló a las provincias a que desarrollaran sus propias economías de comercio exterior. Se incentivó el desarrollo de la empresa privada. En 1986, China liberalizó las importaciones, manteniendo restricciones arancelarias en áreas estratégicas como los cereales, el acero, electrodomésticos entre otros.

Fuente: Atlas Mundial. Le Monde Diplomatique. 2006

China ha hecho una apertura casi total de su economía al comercio exterior privilegiando para

compensar el desarrollo desigual a otras regiones más perjudicadas. La estrategia gubernamental fue dirigida hacia aquellos sectores de la economía que generan exportaciones y a favorecer la IED. El comercio internacional chino pasó de 20.000 millones de U$D en 1978 a más de 500.000 millones de U$D en el 2001, cifra que triplicaría en los últimos años. Tiene un desarrollo sostenido de un 8% anual; una renta per cápita anual de un 6% PBI. Su sector industrial se magnificó en un 54% en el 2005 con una reducción de empresas estatales en la producción industrial y el crecimiento en un 40%, de empresas colectivas que conforman la producción local.

“Hace 200 años, Lord McCartney, embajador de Jorge III de Inglaterra en China, le preguntó a napoleón qué pensaba de ese país. El emperador francés respondió: “¿China? Allí duerme un

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gigante. Dejémoslo que duerma, porque cuando despierte el mundo entero temblará.” 1. En 1980, Nixon quien reestableció las relaciones chino-norteamericana, advertía que el gigante estaba despertando. Hoy no cabe duda que el gigante ha despertado, manifiesta certeramente el autor y la transformación de China es uno de los acontecimientos históricos que sin duda marcará el desarrollo del siglo XXI.

Pero el rasgo significativo de este gigante son los acuerdos de cooperación que firma con Rusia en materia económica y científico-técnica como también de colaboración en la investigación y utilización del espacio con fines pacíficos, que sirvieron de base para el acuerdo estratégico en 1992, con el Asia Central. En 1990, se abstiene de votar contra del uso de la fuerza en la Guerra del Golfo-Irak en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

En 1992, el Partido Popular Chino abandona la ortodoxia marxista de la lucha de clase y cambia el postulado por una economía socialista de mercado, introduciendo de a poco las variables del liberalismo de mercado con un fuerte control del Estado. Transforma la administración pública al otorgarles una autonomía en el sistema de gestión de las administraciones locales, las cuales pudieron establecer sus pautas de comercio con el exterior. Al abrir el país a la inversión extranjera, habilitó la concreción de nuevos emprendimientos con las corporaciones que se aventuraban a China. El resultado fue la mejora en las condiciones de vida de la población.

En 1996 concreta con Rusia un acuerdo de seguridad y defensa en las fronteras comunes e incorpora a la comunidad a Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán, tres países con importantes reservas energéticos. El acuerdo hace relevancia en lo importancia de establecer un mundo multipolar y estructurar un orden internacional nuevo pero también el aseguro de los recursos energéticos estratégicos. Para fines del siglo XX, China y Estados Unidos eran los dos únicos países que terminaban con el rango de superpotencias.

En 1998, el presidente de la Comisión Europea Jacques Santer viaja a China con tres objetivos: exportar el euro, acelerar el proceso de adhesión de China a la OMC y establecer un Foro de Diálogo Empresarial Chino-Unión Europea para apoyar las empresas con pretensiones de desembarco en China. En 1999, el sector privado representaba en China el45% de la economía nacional. China, interesada en acelerar su ingreso a la OMC, abrió su mercado a los productos norteamericanos y firmó un acuerdo agrícola con ese país en el 2001. Un año antes había cerrado su acuerdo con la UE para su ingreso a la OMC.

La visita a Sudamérica realizada por Jiam Zemin, a los países de Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y Venezuela y a Cuba inicia una estrategia de búsqueda silenciosa por el abastecimiento de los recursos naturales imprescindibles para la continuidad de su desarrollo. China es un país con enormes requerimientos energéticos en petróleo para sostener su desarrollo interno y su consumo estandarizado de la clase media en ascenso. China comprendió que una clase media bien desarrollada y equilibrada potencia el consumo y por ende activa la producción y reproducción de la economía. Hoy por hoy, su clase media es de un 20% con proyección de crecimiento a un 40%.

1 López Crespo, Antonio: China y el Nuevo orden Mundial. Rumbo Global. Ediciones Qhaná. Buenos Aires. 2007. Pág. 39

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En septiembre de 2001, Bush y Zemin sellan la reconciliación de las dos superpotencias tras los atentados del 11/S. Pero la estabilidad entre estos actores es aparente ya que China tiene enormes reservas de divisas con las cuales puede influenciar las economías de distintos países, atributo de EUA. Esto hace que la depreciación del dólar esté presente en las perspectivas actuales y a futuro de la agenda política norteamericana.

China ha cerrado en menos de 10 años, acuerdos estratégicos geopolíticos en el área del petróleo con socios inimaginables años atrás, y Rusia es su socia principal. El próximo paso chino será cerrar los acuerdos para la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia y la creación de un mercado común tomando como modelo la Unión Europea, que tendrá como consumidores a una cuarta parte de los pobladores del planeta. Los diez países que forman la ASEAN, la integración regional económica y financiera asiática, este mega proyecto que toma como modelo el modelo europeo de integración y su moneda el euro, hoy con mayor peso que el dólar en la negociaciones relevantes, a creado su propia moneda: el acu. Se trata de una divisa virtual compuesta por las divisas de los otros trece países del bloque en donde las monedas de Japón, China y Corea del Sur tendrán la ponderación más significativa. Esta triada que soportará el acu representa el 22% del PBI global y sus extraordinarias reservas de divisas (China y Japón tienen entre ambos 2 billones de U$D y Corea del Sur alrededor de 250 mil millones de U$S), representan juntas la mitad de las reservas de divisas globales y todavía queda ver la incorporación al proyecto de India y Rusia.

Con respecto a lo que significa la economía del futuro: las tecnologías de la información y del conocimiento, China ha superado a los Estados Unidos. Es hoy por hoy un jugador importante en el sector informático, en parte a su enorme mercado interno. Sus ventas en hardware y software han crecido de manera vertiginosa y su mercado se expandió de 759 millones de U$D a 9.680 millones de U$D sólo en software en el período 1995-2000. El campo de la telefonía también ha tenido un desarrollo similar en la cuestión de la instalación de líneas fijas (500 millones) lo cual significa el acceso al consumo y la incorporación de sectores económicos marginados que han ganado inclusión económica y 840 millones de teléfonos celulares.

Este coloso cuenta con una masa de trabajadores descomunal que en el 2006, sumaba la cantidad de 798 millones, la mayoría localizados en el sector agrícola. Considerada la fábrica del mundo, China requiere de una demanda creciente de recursos naturales para sostener esa expansión, aumentando considerablemente sus cuotas de consumo de materias primas (30% de algodón, 50% de cemento, 35% de hierro y acero, 30% del carbón, 25% del cobre, 20% del zinc, 19% de gomas naturales y sintéticas, 10% de níquel y el 8% de los crudos disponibles en el planeta).

La penetración comercial de China en el mundo es impresionante y hasta ha desplazado a los Estados Unidos y a economías asiáticas regionales. Una parte importante de su superávit es producto de sus exportaciones a Estados Unidos que alcanzó en el 2006, 232.549 millones de U$D. El 50% de sus exportaciones salen para el mercado asiático y el 60% de sus importaciones provienen de él. La interrelación regional es asombrosa.

La transferencia de tecnología de las empresas extranjeras que se han radicado en China ha permitido el crecimiento y el desarrollo sostenido en productos complejos, que le permiten competir

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en bienes relacionados a las tecnologías de la información. Sin duda, el ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) y las economías asiáticas que la integran tienen con China, el desafío de no quedar en medio de la globalización pero lo cierto es que son jugadores dinámicos en el comercio global.

Fuente: Atlas Mundial. Le Monde Diplomatique. 2006

La globalización de las empresas chinas responde al imperativo de asegurarse el acceso a

nuevos mercados y recursos. Las inversiones de compañías chinas en el exterior sumaron en el 2006 15.000 millones de U$D y las inversiones en 163 países en los últimos años, rondan la suma de 70.000 millones de U$D: más del 60% ha ido al Asia-Pacífico, el 16,2 a América Latina, el 6,7% a Estados Unidos y el 6,3 a Europa. Las empresas chinas en proceso de internalización responden en su mayoría a empresas públicas en sectores monopolizados: Baosteel (Siderurgia), Sinopec (Petróleo), China Mobile (telecomunicaciones), State Grid Company, China nacional Petroleum (CNPC) o el Industrial o el Comercial Bank of China, pero lo cierto es que en áreas estratégicas como éstas el gobierno mantiene el control como medio y fin de su política de acceso a los recursos y a estas grandes empresas estatales, se les suman empresas semipúblicas con participación de los gobiernos locales e inversores privados y gestionados por empresarios no siempre vinculados al poder estatal. La China Nacional Petroleum, es la mayor abastecedora de petróleo crudo y gas natural que ocupa el 10mo lugar entre las mayores compañías petroleras del mundo; la Ocean Shipping Company, corporación especializada en flota marítima y logística, posee una flota de 600 buques, con 30 millones de tn de carga; China Petrochemical Corporation, compañía estatal de química y de energía, es un gigantesco productor y comercializador de productos petroleros y el primer abastecedor de productos petroquímicos y el segundo mayor productor de petróleo crudo; el Citic Group, es uno de los conglomerados más grandes del Asia, conformado por 60 compañías en cuatro continentes con 44 subsidiarias en Hong Kong, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda y el mayor proveedor de servicios financieros de China.

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Sólo en empresas de empresas de recursos minerales, China ha invertido 35.000 millones de U$D y en empresas de gas y petróleo cerca de 10.000 millones de U$D pero lo interesante es que detrás de muchas marcas hoy conocidas de Occidente, se encuentran inversores y capitales chinos.

Uno de los grandes desafíos para el futuro chino es eliminar la enorme desigualdad existente entre los grupos sociales y la divergencia en desarrollo entre las diferentes regiones. El 10% más rico gana 10 veces más que el 10% más pobre y si bien, el ingreso per cápita se ha incrementado aún la desigualdad marca una diferencia abismal.

En el plano militar, China gasta menos del 10% del presupuesto de defensa estadounidense que en el 2005 significó el 48% del gasto militar global. La recuperación del concepto de Eurasia como espacio estratégico, es desde la óptica china –comenta López Crespo- , la respuesta necesaria al dominio de Estados Unidos de las vías marítimas de transporte de materias primas y energía. Ello impone el desarrollo de una fuerte alianza chino-europea, facilitada por la común visión de los dos actores, de un mundo multipolar, por la ausencia de conflicto entre ellos y las actuales complementaciones científico-tecnológicas.

A medida que crece China y se va consolidando en el sistema mundial, se va pareciendo cada vez más a la Unión Europea. Los chinos creen en materia de política exterior en instituciones como las Naciones Unidas y en el estado del Derecho Internacional. En Asia, China está llevando un proceso de integración regional entre sus países vecinos que ha tomado como modelo la Unión Europea y que podría terminar en una Unión Europea del Este2. Frente a este hecho es muy posible que China se vea obligada a enfrentar el poder hegemónico de los Estados Unidos, pero la fuerte relación que ha hecho con la Unión Europea es señal de la resistencia al actual sistema de seguridad vigente.

Analistas como Brzezinski piensan que China disputará su poder regional con potencias en ascenso como India o Japón, pero lo cierto es que sea lo que fuere el papel de Estados Unidos en la región está cambiando y sus aliados más importantes –Japón y Corea del Sur- han cambiado recientemente sus posiciones y buscan relaciones bilaterales más equilibradas y menos dependientes del hegemón. Se trata de un entorno geopolítico complejo en donde China emerge frente a un Japón potencia mundial regional en el marco de un avance extraordinario de la India y en medio de la construcción de una estructura regional asiática centrada en ASEAN.

El reto de la construcción de una Asia integrada pasa precisamente por la diversidad que ella involucra.”Asia Pacífico es un impresionante damero de culturas, economías, sociedades y políticas. Integran la región países como India, China, Japón de culturas milenarias; otros de singularidades culturales riquísimas como Malasia, Indonesia, Tailandia, Corea del Norte, Corea del Sur, Vietnam, Laos, Brunei o de profundas huellas culturales occidentales como Australia y Nueva Zelanda pero lo interesante es que conviven distintos y complejos sistemas de gobierno como monarquías constitucionales y absolutas, repúblicas socialistas unitarias o de partido único y democracias

2 López Crespo, Antonio: China y el Nuevo orden Mundial. Rumbo Global. Ediciones Qhaná. Buenos Aires. 2007. Pág. 183

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occidentales. Es el turno de Asia cuya emergencia transformará de manera fundamental el escenario internacional en las próximas décadas.

Contrario a lo que pudiera pensarse, la expansión china no es percibida en la región como una amenaza para el resto de Asia ya que el intercambio comercial favorece a toda la región pero en el plano de lo político, las mayores dificultades provienen de un potencial enfrentamiento entre China y Japón, de la resolución del conflicto con Taiwán y de la consolidación o no de la cooperación entre China e India.

En cuanto a la relación entre China y América del Sur y África, el autor sostiene que China aprovechó un momento en la política mundial en que Estados Unidos se centraba en la apoderación de los recursos petroleros del Medio oriente y que por este motivo pudo establecer contundentes y sólidos vínculos comerciales con los principales países de la región: Argentina, México, Brasil, Venezuela y Chile, en donde ha realizado fuertes inversiones. Tampoco es su desconocimiento que tanto México como América Central y el Caribe es de óptica particular de los Estados Unidos. Por ello ha privilegiado su relación con América del Sur por razones económicas y sobre todo políticas. América Latina dispone de los recursos naturales y productos agrícolas que Pekín necesita para alimentar su crecimiento. La voracidad de la economía china –afirma el autor- ha contribuido a la bonanza vivida por la región en los últimos años.

Económicamente, África, Sudamérica y Asia están confluyendo en una región integrada en donde China emerge como un comprador colosal de materias primas y esto es beneficioso para los tres países de América del Sur que son grandes exportadores de commodities: Brasil, Argentina y Chile en donde China es el principal consumidor de 4 de las 5 principales materias primas. El resultado es que ahora el mercado mundial de commodities está unido al ciclo económico chino-asiático y no al norteamericano. En este contexto, Brasil constituye un país clave en la estrategia de acercamiento de América Latina ya que su mercado representa 20.000 millones de U$D, la tercera parte del volumen comercial global de China con la región y es su mayor socio regional.

En agosto de 2006, China compró 100 aviones a Embrear, la fabricante brasileña, para su aviación regional y aparte cooperan en alta tecnología espacial, satélites de tecnología conjunta (CBER 1 y 2). Brasil es además el primer exportador de hierro mundial y el tercer proveedor de China en este rubro y también tiene otros recursos que China requiere: zinc, manganeso, bauxta, soja y madera.

Chile es otro importante actor en la región ya que ha hecho de su vinculación con Asia Pacífico una estrategia. Su relación con China lo convierte en un importante socio para este coloso ya que 1/3 de su comercio va dirigido a esa región. Chile ha firmado un TLC con China teniendo en cuenta que es el primero que los asiáticos firman con un país fuera de su región. El interés de China por Chile se centra en los recursos como el cobre y el molibdeno, salmón, madera y vinos.

Dentro del MERCOSUR, la Argentina es una pieza importante en la estrategia china. Si bien sus economías son complementarias, su base comercial se asienta principalmente en el mercado de la soja. China requiere unos 18 millones de tn de ese producto y la producción argentina de soja es bastante estable. China absorbe el 38% del consumo mundial de este producto y junto con Brasil,

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Argentina produce el 45% del mercado en el mundo. El intercambio comercial en los últimos cuatro años con el país chino se ha incrementado en un 123%

China tiene una escasez de recursos naturales por habitante: sólo el 10% de su tierra es cultivable, el 1% de reservas de petróleo y el 3% de la superficie forestal del planeta. El agua constituye sin duda uno de los principales problemas que enfrentará China en el futuro ya que el acelerado proceso de desarrollo chino ha causado contaminación en sus cursos de aguas. Sus reservas para los próximos 10 años, de agua dulce es de 1.700 m3 y esto ya es considerado como indicador de estrés hídrico. También la mala condición de sus suelos han empobrecidos sus cultivos y provocado la reducción de la calidad y cantidad agrícola.

Argentina comparte la cordillera con Chile, país que posee las reservas más grandes de cobre, el dinero para las explotaciones en el rubro de minería con la infraestructura que ella significa, es insuficiente y el marco jurídico no es el apropiado para explotar el potencial minero.

En relación a que el poder está cambiando de manos, ese cambio ya no está ubicado en los países occidentales. China ha movido el eje mundial que hoy gira en torno al Asia y del monólogo atlántico USA-Europa ha virado su vinculación asiática con China a la cabeza, en donde América del Sur y África son actores participantes.

El mundo se está rediseñando y esto provocará tensiones y fracturas. Muchos analistas suponen que el papel de contrario que tenía la URSS en tiempos de la Guerra Fría, está representado por China en el nuevo contexto post-Guerra Fría pero hay algo de lo que no se habla: se están formando alianzas importantes. Rusia, China, India, el Sudeste asiático y Japón son el centro del mundo.

La economía global se está transformando y el papel de China en ese mundo también. China ha dejado en claro que busca desarrollos sustentables y mejora en la calidad de vida de su gente pero también ha dejado en claro que ese desarrollo sustentable no será en perjuicio de otros países. El intercambio será equitativo e igualitario. Su socialdemocracia de facto3, al estilo de indicadores intervencionistas del Estado de Bienestar, con su enorme mercado interno y la consolidación de sus relaciones comerciales interregionales en Asia Pacífico, desempeña un papel clave en el nuevo orden mundial. A ello debe agregarse la importancia creciente de Brasil y la recuperación del rol protagónico de Rusia, los cuatro países que conforman el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) han tendido a contrarrestar el poder hegemónico de Estados Unidos en el concierto mundial, y si bien no establecen una alianza política salvo en el caso de China y Rusia, se conforman en un nuevo frente de poder capaz de enfrentar las pretensiones hegemónicas de los Estados Unidos.

La fuerza económica de los viejos (Unión Europea, Japón) y los nuevos actores (China, India, Brasil y Rusia) en un mercado global interconectado, compensará el predominio militar estadounidense. “Estados Unidos ya no podrá ser el gendarme del planeta en un mundo donde representará menos del 20% del PBI mundial. En ese contexto, el resurgimiento de Asia, muy

3 Definición de Julio Ríos para el tipo de gobierno que se ejerce en China actualmente, en López Crespo, Antonio: China y el Nuevo orden Mundial. Rumbo Global. Ediciones Qhaná. Buenos Aires. 2007. Pág. 304

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especialmente de China, han cambiado definitivamente el mundo. Sólo cabe esperar –como lo deseaba Gu- que el presente sea el siglo de todos”4

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Ciencia Política-UBA

4 López Crespo, Antonio: China y el Nuevo orden Mundial. Rumbo Global. Ediciones Qhaná. Buenos Aires. 2007. Pág. 330